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< SE PUBLICA LOS DOMINGOS Ario II Núms. 26-27 SECCION DE LITERATURA Y BELLAS ARTES DEL CASINO DE PR/EGO Príego de Córdoba, 29 Marzo 1953 e q )ect¿ect forikt En filial y devoto homenaje ofrece hoy ADARVE este número especial de Semana Santa al Excelentísimo y Reverendísi- mo Sr. Dr. Fray Albino Gon- zález y Menéndez Reigada, Obispo de Córdoba. Las fervorosas palabras de 5. E. R. sobre «La Pasión de Cristo» honran las columnas del Semanario, y nada mejor que ellas han de servir para me- ditar profundamente el cumpli- miento de los deberes morales, en estos días solemnes que con- memoran los dolores y la muerte en Cruz del Divino' Re- dentor. !Que Dios guarde muchos años la vida del sabio Prín- cipe de la Iglesia! LA PASION DE CRISTO Quid amplius potui facere et non feci? En el Antiguo Testamento nuestro Señor, para exci- tar a su pueblo escogido, a que guardasen lo mejor posi- ble sus Mandamientos y para demostrarle su amor, so- lía recordarle los innumerables e inmensos beneficios, que le había ido haciendo desde Abrahán hasta el último de los Profetas: La liberación de la esclavitud faraónica, los prodigios del Mar Rojo, la columna de fuego, que por el desierto les guiaba durante la noche, y la nube, que les defendía de los ardores del sol en su peregrinación ha- cía la tierra prometida, los prodigios del Sinaí, la conce- sión del maná y del agua potable, saliendo milagrosa- mente de la'víva roca, el remedio contra las mordeduras de las serpientes, la tierra prometida, etc. etc. Todo ésto era mucho, era una demostración palmaria y abrumadora del infinito amor, con que Díos nos ama. Pero aún siendo ésto así, todo palidece ante esa mani- festación suprema del AMOR INFINITO, que es la Pasión de Cristo. Clavemos en ella los ojos, no como cosa pasa- da, sino como cosa viva y permanente. Meditémosla con verdadero espíritu de fé, paso por paso, misterio por mis- terio, tormento por tormento... Y después, llenos de temor y de temblor, como si estuviese ya para llegarnos la hora, en que Cristo va a arreglar sus cuentas con nosotros, oi- gámosle, que comienza preguntándonos... ¿QUE MÁS HE PODIDO HACER POR. TI DE LO QUE HE HECHO?... Y tú ¿qué has hecho por mí?... Meditemos mucho la pregunta y vayamos preparando la respuesta para cuando esa hora nos llegue. El éxito del juicio de Dios para nuestra alma, dependerá de lo que de este exámen y esta meditación saquemos en consecuencia. t FRAY ALBINO Obispo de Córdoba

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< SE PUBLICA LOS DOMINGOSArio II Núms. 26-27

SECCION DE LITERATURA Y BELLAS ARTES DEL CASINO DE PR/EGO

Príego de Córdoba, 29 Marzo 1953

eq)ect¿ect forikt

En filial y devoto homenaje

ofrece hoy ADARVE este número

especial de Semana Santa al

Excelentísimo y Reverendísi-

mo Sr. Dr. Fray Albino Gon-

zález y Menéndez Reigada,

Obispo de Córdoba.

Las fervorosas palabras de

5. E. R. sobre «La Pasión de

Cristo» honran las columnas

del Semanario, y nada mejor

que ellas han de servir para me-

ditar profundamente el cumpli-

miento de los deberes morales,

en estos días solemnes que con-

memoran los dolores y la

muerte en Cruz del Divino' Re-

dentor.

!Que Dios guarde muchos

años la vida del sabio Prín-

cipe de la Iglesia!

LA PASION DE CRISTOQuid amplius potui facere et non feci?

En el Antiguo Testamento nuestro Señor, para exci-tar a su pueblo escogido, a que guardasen lo mejor posi-ble sus Mandamientos y para demostrarle su amor, so-lía recordarle los innumerables e inmensos beneficios,que le había ido haciendo desde Abrahán hasta el últimode los Profetas: La liberación de la esclavitud faraónica,los prodigios del Mar Rojo, la columna de fuego, quepor el desierto les guiaba durante la noche, y la nube, queles defendía de los ardores del sol en su peregrinación ha-cía la tierra prometida, los prodigios del Sinaí, la conce-sión del maná y del agua potable, saliendo milagrosa-mente de la'víva roca, el remedio contra las mordedurasde las serpientes, la tierra prometida, etc. etc.

Todo ésto era mucho, era una demostración palmariay abrumadora del infinito amor, con que Díos nos ama.

Pero aún siendo ésto así, todo palidece ante esa mani-festación suprema del AMOR INFINITO, que es la Pasiónde Cristo. Clavemos en ella los ojos, no como cosa pasa-da, sino como cosa viva y permanente. Meditémosla converdadero espíritu de fé, paso por paso, misterio por mis-terio, tormento por tormento... Y después, llenos de temory de temblor, como si estuviese ya para llegarnos la hora,en que Cristo va a arreglar sus cuentas con nosotros, oi-gámosle, que comienza preguntándonos... ¿QUE MÁS HE

PODIDO HACER POR. TI DE LO QUE HE HECHO?...

Y tú ¿qué has hecho por mí?...Meditemos mucho la pregunta y vayamos preparando

la respuesta para cuando esa hora nos llegue. El éxito deljuicio de Dios para nuestra alma, dependerá de lo que deeste exámen y esta meditación saquemos en consecuencia.

t FRAY ALBINO

Obispo de Córdoba

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eris-to Varón, de dolores

1 Por FÉLIX ROMERO MENJÍBAR, Magistral de la S. I. C. de Córdoba

tildete si est dolor, sicut dolor meus

(Theren. 1-11)

El dolor de Cristo fué el más grande de losdolores. Isaías le vió en la forma de aquel granleproso que apenas tenía ya figura; el varón dedolores que conocía por propia experiencia to-das las amarguras del sufrir. Y a través de losTrenos de Jeremías le contemplamos tambiéntriste y abandonado, exclamando, desde el lu-gar de su suplicio: «i0h vosotros todos losque pasáis por el camino, mirad y ved sí haydolor semejante a mi dolor!»

Cuando Santo Tomás de Aquino estudia ensu Suma Teológica esta magnitud de la pasiónde Jesucristo, mide el dolor por la perfeccióndel sujeto que sufre. En lo inorgánico no haysensación. En lo orgánico, ni el árbol que cru-je bajo el golpe del hacha que lo abate se due-le del corte, ni el animal mismo, a pesar desentir el dolor presente gimiendo y quejándosecuando se le hiere, lo saborea en toda su mag-nitud, porque falto de inteligencia no une conjuicio comparativo sus distintas impresiones.Solo al hombre le cabe la mayor capacidad enel sufrir precisamente por su perfección orgá-nica y por su facultad conoscitiva . Solo él cen-traliza las sensaciones de modo más acabado ylas relaciona en comparación con los tres tiem-pos: Pasado, presente y futuro. Y cuanto elorganismo humano es más delicado y de me-jor complexión, mayor disposición tiene paraser invadido por el dolor.

Por eso fué tan grande el dolor de Cristo. Nien cuanto a su cuerpo perfectísimo, ni en cuan-to a su alma luminosa, podía ser igualado pornadie, mucho menos, superado. Los que másclaro ven, son los que más sufren. Y Jesúsveía el espantoso tropel de los pecados delmundo por los que satisfacía padeciendo, loscuales ponían en su alma como un dejo deamargura infinita.

Pero Jesús va más lejos. Tanto se desposacon el dolor, que por un acto de su sobera-no poder, aparta del sufrimiento todo lo quepodría dulcifícarlo. Como dice Santo Tomás,en Cristo no hay más que puro sufrir. La gran-deza de los males que padece es debida a lapureza, o mejor dicho, al aislamiento de lapena en la pena misma. No quiere dejarse con-solar ni por consideraciones de su razón, nipor redundancia de sus superiores potencias.Por un verdadero prodigio, corta en el cami- •

ADARV

y felices de la visión beatífica de que goza sualma, para que no lleguen al campo mudablee impresionable de las pasiones y de las sen-saciones. Y así, con todas sus potencias infe-riores, se sumerje en un triste y sombrío aisla-miento. Jesús las deja sentir y sufrir lo queles es natural, sin mitigación ni alivio, ni con-suelo. Y por si esto fuera poco se esfuerza enacrecentar sus dolores en tal medida que seproporcionen a la grandeza de la obra que vaa realizar.

Cuán exacto significado tenían aquellas pa-labras proféticas: «Las aguas amargas del do-lor entran en su alma hasta llenarla». O aque-llas otros: «Mi alma está repleta de males». Node un mal, sino de todos los males.

Terrible es la descripción del Angélico Doc-tor. En trágico desfile considera compasiva-mente la pasión de Cristo por parte de los quele hacen sufrir, y por `parte, de las cosas enque sufre.

Y vemos que gentiles y judíos, próceres yplebe, familiares y extraños conspiran contraEl, y le hacen traición, y le niegan, le abando-nan, le persiguen, le injurian y le desprecian.

Y vemos que sufre en su honor que ultra-jan; en su gloría de la cual se burlan. Sufre ensu alma por la tristeza, el tédío y el temor. Su-fre en su cuerpo todo: En la cabeza las espi-nas; en las manos y los pié, los clavos; en sufaz augusta, bofetadas y salivas; en todos susmiembros azotes. Para el tacto hubo flagela-ción y desgarramiento; para el gusto, hiel y vi-nagre; para el oído, blasfemias e irrisiones; pa-ra la vista, la contemplación de la crueldad desus enemigos o las lágrimas de los que El ama.Y como dice un eximio escritor: «Cuando conuna mirada melancólica busca en lo alto unconsuelo, una nube pasa y le arrebata estaúnica dulzura». En verdad que El sufre todoslos males.

¿Y por qué todo esto? Porque ama. Porqueama al Padre y nos ama a nosotros. Y esteamor le lleva a entregarse a los tormentos y ala muerte para redimirnos.

No hay mayor prueba del amor que lasobras. Esta consideración nos obliga a sufrircon Cristo paciente y a asemejamos a El en elcombate, para gozar con El, después en eltriunfo.

Per crucern ad lucem. El camino real de lagloria es la Cruz. Como dice el Kempis: «Enla Cruz está la salud, en la Cruz la vida... To-ma pues tu Cruz y sigue a Jesús, e irás a la vi-,

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ADARVE

SEMA S NTA

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Por José L. APARICIO Y APARICIOArcipreste de Priego

Es el deseo, muy plausible, de nuestro perió-dico local, que todas sus páginas de este núme-ro extraordinario respiren piedad y lleven alánimo de todos sus lectores a la contemplaciónespiritual del divino Salvador, fijo en un ma-dero para conquistar nuestra libertad. Tantaimportancia concede la Iglesia a este sublimedrama que no le bastan unas horas; ocho díasle consagra. De aquí el nombre de Semana San-ta. Período de tiempo que la Iglesia desea sa-turar del espíritu cristiano; qué todos sus hijoslimpios en el alma por una confesión sinceray amorosa y alimentados con la carne y san-gre del divino ajusticiado, vuelvan a la casapaterna y en ella moren y vivan.

La Semana Santa podría asemejarse a unoasis que, en el camino fatigado del cristiano,da paz a su alma y fortalece su espíritu paracon nuevos y más pujante entusiasmo conti-nuar la carrera de la vida.

En el aspecto histórico pocos datos posee-mos para trazar, siquiera un breve compendiode notas,los origines y desarrollo de tan hermo-sa festividad. Silvia afirma que en el siglo se-gundo de la era cristiana los cristianos subíanal monte Olivete y allí leían los Santos Evan-gelios en su parte relativa a la Pasión. Comoen los primeros siglos los cristianos no podíanreunirse y tratar de organizar su Iglesia, por lacruel persecución, que por todas partes les ace-chaba, no pudieron dar mayor incremento ydesarrollo a las solemnidades que con el tiem-po habían dé constituir el período de ocho díasque se llamarían Santos, por la única aplica-ción que la Iglesia les daría. Por aquellos días,pusieron los cristianos las piedras fundamen-tales, que siglos después habían de sostener elmagnífico y grandioso edificio de la semanadedicada sin interrupción al culto y veneraciónde la amorosísima persona de Cristo pacientey sacrificado en la Cruz, por nuestra redención.En el aspecto dogmático es una semana queimpregna y satura del sabor divino que se des-prende de la carta del Apóstol San Pablo alos Hebreos. La Semana Santa da alcristiano las más sublimes enseñanzas acercade la Redención y satisfacción que dió el Hom-bre-Dios. Toda la doctrina del Apóstol 5. Pa-blo en su epístola a los Hebreos ha de consti-tuir uno de los principales objetos de la lectu-ra en las Epístolas de la Misa. El cristiano de-be saturarse del espíritu que el Apóstol predi-ca, comparando la entrada de Cristo en los si_

el Sancto Santorum. Ya va Cristo con un nue-vo y más sublime tabernáculo, el de una San-ta Humanidad.

La deuda contraída por el cabeza del género

humano queda satisfecha; porque si el hombrenunca podría llegar a dar lo que no tiene lími-te en un valor, sí lo pudo dar, el que dió a susangre el poder sin límite, como solo podía darla divinidad de su persona.

Y por último en el aspecto litúrgico, cuanatrayente e instructiva es la Semana Santa. LaIglesia, como siempre, va de acuerdo con la na-turaleza humana. Las ceremonias, tan impre-sionantes, sobre todo las del Viernes Santo,afectan de una manera directa la parte sensi-ble del cristiano, para que por esa escala puedaascender al mundo espiritual; aún trascendien-do el metafísico, y con la gracia divina llegar altabernáculo donde vive Cristo, y la vida delcristiano no tendrá fin.

En el aspecto litúrgico de Semana Santa,bien considerado por el cristiano encuentra lafuente de devoción, respeto y amor a todas lasceremonias que tan fuertemente impresionany hacen que el cristiano con este espíritu asis-ta con respeto y devoción a los actos internosdel templo y los exteriores, como procesiones yvisitas a los Sagrarios.

Así os lo ruega vuestro Párroco.

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¡PEP DON'

P r A. ROYÓOR 000

1 VINOS

EL Propietario: DANIEL LJNIA PE117Juan Ulloa, 49 - CABRA - Teléfono, 167

¡El céntrico BAR preferldo del plliblico de Pr:egolLICORES

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Pág. 4 ADARVE

Piensa, pecador, que conmemoramos en estasemana de pasión el acto más humillante queregistra el género humano desde la iniciación delos siglos: La Crucifixión y muerte de Nuestro Se-ñor Jesucristo.

Considera, por tanto, que Dios Hombre—todoamor y misericordia--vino a la tierra pararedimirnos y salvar-nos de las llamas delinfierno, debido anuestros pecados...considera, que el quetodo lo puede, consintió ser calumniadocon toda clase de ve-jámenes, azotado, co-ronado de espinas ycrucificado como elmás vil de los ladro-nes, todo por el amorde los hombres...

¿Y qué hacemosnosotros por corres-ponder a tanta gran-deza?

Esto que de por síbastaría para adorar-le y convencernos desu misericordia, ape-nas tiene en nosotrosla más leve respuestade agradecimiento: le negarnosolvidamos constantemente y por si fuera poco,llevamos una vida arrastrada de pecado connuestra avaricia, con nuestras ingratitudes y des-honestidades...

Una vez más, ha llegado a nosotros la pala-bra de Dios por medio de unos ejercicios: ¿lohas escuchado tu? ¿Te has reconciliado con elPadre bueno que tan generoso se inmola diaria •mente por nosotros? Si no lo has hecho, ¿que es-peras?; has de saber que tienes un alma que sal-

var por encima de to-do, y que si no cam-bias de vida, mejordicho, 62 pensar ycomportarte en estecaminar por la tierra,tu alma ha de conde-narse, y ¡qué triste de-be ser el star alejad.)eternamente de la vis-ta de Dios!

No titubees, hom-bre amigo; da un pa-so adelante; que tuejemplo sea estímulo,y aliento para otros;acércate arrepentidoal tribunal de Dios enla tierra que te esperocon los brazos abier-tos... tribunal que so-lo te exije un verda-dero dolor y arr€ pan-timiento de tus peca-dos y una firme reso-lución de no volve r a

Así podremos decir C1 Jesús Sacra-mentado, por nuestras culpas pasadas:

«¡Perdón, Señor!»

Priego, Cuaresma de 1953.

nuestro amór, le cometerlos.

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ADARVE Pag. 5

COIIIMIIB noT ON Por Francisco GARCÍA MONTES

Cuando en mayo, reinando plenamente laprimavera,Priego celebra sus tradicionales fies-tas, cada Hermandad tiene sus coplas, que soncomo un legado perpétuo de toda una poesíapuesta a la devoción popular de Cristos y Vír-genes. Examinando estas coplas, desde un pun-to puramente literario, quizás é >tas no seanperfectas. Encerrarán más de un ripio, perojunto con su música,son lecciones perpétuasde amor, y, a la vez, derecuerdo a las escenasde la Pasión.

Por ello quizás mehaya acordado de aque-lla que en el novenaríode Jesús, en el paso delos azotes, comienza di-ciendo: «Esa columnaafrentosa». Y es que to-dos los historiadores ycomentaristas señalan,como el momento cru-cial de la Pasión, elde mayor sufrimiento,quién sabe, exactamen-te, el de la coronaciónde espinas y el de losazotes. La corona de es-pinas, como mofa su-prema a su condiciónde Rey, tras la afrentaque le hicieran como aun vulgar ladronzuelo.La afrenta de atarle auna columna, para queno se escapara quientenía el poder de cielosy tierra, y después des-cargar sobre sus espal-das más de cinco milazotes.

Sería algo aventura-do, pretender yo, repre-sentar con más o menospatetismo, la escena de los azotes, y el ama-rrado a la columna. Nuestras cátedras sagra-das, han sido ocupadas por los más prestigio-sos oradores, que ya se encargaron de hacerver a todo el pueblo cristiano, cómo el sufri-miento inmenso de aquel Hombre-Dios, no tie-ne los límites naturales de un dolor físico, sinoque traspasó todos los límites de este dolor,para perderse en el incomensurable dolor mo-ral. La afrenta, y, como trono de aquella afren-ta, la columna! La columna! que tuvo la gloríaterrible de ser la que sostuviera por unas ho-ras al Redentor.

Y resistió la afrenta, como más tarde podríacon el peso de la cruz, y con el dolor, otra vezel moral, de ver llorar a su madre.

Pues bien, eso lo contemplamos todos losJueves Santos. Todos los años, cuando allá,

1. ectrprba canilla d P nuestro Cristo. nos

enfrentamos, por su misma gracia, con su mis-mo cuerpo transformado en Hostia, para reci-birlo humildemente en nuestro pecho, le con-templamos en esa su talla, tan hecha para re-presentar lo que representa, que ya dije unavez, que contemplándola solo se puede llorarporque encarna un dolor que nos llega a lomás profundo del alma.

No se puede perdernunca de nuestra men-te el cardenal de su ca-ra, las gotas de sangre,que vivas, vivas, se des-lizan suavemente porsu cuerpo, hasta llegara los mismos pies; losmorados de sus espal-das, y sobre todo, esosojos que miran a la leojanía, que tienen presa-gio de muerte, que quie-ren llorar, pero no pue-den, que abarcantodo infinito de amorhacia sus hijos, queabarcan toda la supre-ma lección de su sacri-ficio. Y la boca entre-abierta, que nos recuerda una respiración agi-tada por el cansancio,pero que nos recuerdatambién, corno en sustreinta y tres años, fue-ra contínua predicaciónde una Doctrina, queEl hizo piedra inmor-tal con su misma muer-te, y que todavía tienela saliva suficiente, y elpoder necesario, parahacer salir las últimassiete palabras.

Y por la noche, ya,cuando todo el día ha

sido para El, como uno más por nuestras mu-chas culpas, que fueron las causas de todo eldolor, sale a la calle. Como un lirio troncha-do, inerte, con la afrenta siguiéndole por todoslados que va, se encamina a recorrer nuestrascalles. No se puede gritar a su paso; hay queguardar silencio; tiene la columna afrentosa yencarna un dolor que nos llega a lo más pro-fundo del alma.

Priego, marzo 1.953

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DELSeñor de cielos y tierra: Para

Semana Santa en que conmemoraPobres somos, Señor; tan poE

nuestra débil palabra al cielo donos a tu humilde morada en la ti.

Señor, no nos dejes. No permieste mar, sin calma, de la tierra,nuestro diario vivir y la fé en la rceres honestos que se derramen p

No des por oídos nuestros ruelimpios del propio bienestar.

Danos, Jesús de Nazaret, precpor el bien hacer, porque no querzontal nos subyugue; queremos,eleva a lo alto.

Aparta de nuestro camino hcreer que nosotros, pobres gusanienderece nuestro corazón y nosafán de riquezas no cierre nuestra

Danos la pureza en nuestra vipo, templo del Espíritu de Dios, ni

Permitenos estar, entre tus bro:todo abierto para saber del más í

Haznos, en fin, mortificados,contigo y contigo resucitar.

Que lo justicia y la caridad rnosotros, la paz a ics pueblos, la

La paz, Señor, que es tu Reino,

Dolorduro ciliocon dienten esta casalvada ry para tuDolor yen mi CUE

que sangy que miDame tupara misa tantosde :ansío:

para usobre laque misentre lasde goces,en pechoDolor ypara quey en tu dmi dolor

.gaw,eia a >42:0

Arráncame, Señor, de mis trigaleslas hiervas del Pecado y la malicia;en mis dedos, aún llevo la cariciade las aguas de turbios manantiales...

Hoy repican campanas celestialesanunciando perdones de deliciasy sé también que siempre son propiciasTus manos a borrar ¡todos mis males!.

Mas, para esto sé, que es necesarioser fiel a Tu doctrina y a Tu Amory sea el corazón, un campanario

y el alma y pensamientos... !un Sagrarioencendido en místico fervor,por un deseo puro y voluntario...!

Yllati/na ceo eaaatÉclzad.

¡Señor! Yo, te ofrezco mi dolor,que es cuanto puedo ofrecerte

como rosa antes de verte

con la muerte que es mi amor.

No puedo darte Señor

del lirio la beata albura,

por no ser mi alma pura

nunca se ha abierto esa flor, -

Mientras que viene la muerte

yo te ofrezco mi dolor,

es cuanto puedo ofrecerte,

no me abandones, Señor,

quiero gozar en quererte

y descansar en tu amor.

¡En la hora de mi muerte

no me abandones Señor!

Eduardo Calderas Torras

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ADARVE

DEL DIARIO VIVIRSeñor de cielos y tierra: Para Tí sean mis pobres líneas sencillas en estos días de

Semana Santa en que conmemoramos tus terribles padecimientos y tu muerte.Pobres somos, Señor; tan pobres y tan poca cosa, que sólo podemos levantar

nuestra débil palabra al cielo donde posas tus plantas de Hombre Dios o acercar-nos a tu humilde morada en la tierra, el Sagrario y postrados de hinojos, decirte:

Señor, no nos dejes. No permitas que la barca de nuestras vidas, navegando poreste mar, sin calma, de la tierra, pierda el timón; que la fis en Tí sea el único faro denuestro diario vivir y la fé en la metafísica de España llene nuestros días de queha-ceres honestos que se derramen para bien de los demás, hermanos nuestros.

No des por oídos nuestros ruegos si no van tamizados por la buena voluntad ylimpios del propio bienestar.

Danos, Jesús de Nazaret, preocupaciones y trabaos y molestias y sufrimientospor el bien hacer, porque no queremos la tiz rra como paraiso fácil en que la hori-zontal nos subyugue; queremos, Señor, lo vertical que es incómodo, pero que noseleva a lo alto.

Aparta de nuestro camino la soberbia que ciega nuestros ojos, haciéndonoscreer que nosotros, pobres gusanilios, somos algo, sin Ti; arráncanos la envidia queenderece nuestro corazón y nos llena de odios par el bien y triunfo ajenos. Que elafán de riquezas no cierre nuestro caminar hacia Tí.

Danos la pureza en nuestra vida para que no posamos encenagar nuestro cuer-po, templo del Espíritu de Dios, ni rnatarnuestra alma con efímeros placeres bajos.

Permítenos estar, entre tus brazos en Cruz, Contigo crucificados y cerca de tu cos-tado abierto para saber del más íntimo latido de tu Divino Corazón.

Haznos, en fin, mortificados, que ello será prenda segura de vivir en Tí, morircontigo y contigo resucitar.

Que la justicia y la caridad no nos falten pues con ellas nos vendrá la paz anosotros, la paz a los pueblos, la paz al mundo.

La paz, Señor, que es tu Reino.

BEN-HUR

Mientras que viene la muerte

yo te ofrezco mi dolor,

es cuanto puedo ofrecerte,

no roe abandones, Selior,

quiero gozar en quererte

y descansar en tu amor.

¡En la hora de mi muerte

no me abandones Seiíorl

eiCe ft da

¡Señor/ Yo, te ofrezcomi dolor,

que es cuanto puedo ofrecerte

como rosa antes de verte

con la muerte que es mi amor.

No puedo darte Senior

del lirio la beata albura,

por no ser mi alma pura

nunca se ha abierto esa flor.

Eduardo CalderoTorres

Señor que agotado subes

a la cumbre del Calvario

llevando sobre Tus hombros

la Cruz de nuestros pecados.

para dar Tu vida en ella

vilmente crucificado:

No nos mire con enojo

que sabes cuánto Te amamos.

Mira este pueblo a tus planta

más que rendido, humillado

de igual forma que se humillr

delante de Tus Sagrarios.

Mira cual llevan Tu trono

hechos, por Tu amor, hernian.

el pobre al lado del rico,

el gañán junto al soldado,

como nuevos Cirineos

que Te fueran ayudando.

Mira como se Te acercan

los niños con los hornazos

'para que Tú los bendigas

en sus inocentes manos.

Mira esos' cinco claveles

que en Tus manos colocaron:

son flores de nuestro amor,

A NUESTRO PAD

(Oradón d

)ap-c,z, a

Dolor y espinas, Señor;duro cilicio que muerdacon dientes de sufrimiento,en esta carne ligerasalvada por tus doloresy para tus gracias, muerta.Dolor y espinas, Señor,en mi cuerpo y mi cabeza;que sangre mi torpe frentey que mi cuerpo padezca,Dame tus clavos, Señor,para mis manos abiertasa tantos placeres idosde ilusiones pasajeras.Y para mis pies, espinas,sobre la mullida sendaque .mis plantas anduvieronentre las rosas deshechasde goces, hechos suspiros,en pechos nieve y canela.Dolor y espinas, Señor,para que contigo mueray en tu dolor resucitemi dolor, a 'vida eterna.

6-177,-/-tut

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k V Pág. 7

Z NUESTRO PADRE JESUS NAZARENO10 VIVIR

s pobres líneas sencillas en estos días derribles padecimientos y tu muerte.poca cosa, que sólo podemos levantartus plantas de Hombre Dios o acercar-r-orio y postrados de hinojos, decirte:barca de nuestras vidas, navegando pormón; que la -FI; en Tí sea el único faro dede España llene nuestros días de queha-le los demás, hermanos nuestros.van ta p izados por la buena voluntad y

s y trabajos y molestias y • sufrimientosun como paraíso fácil en que la hori-'ertital ..que es incómodo, pero que nos

que ciega nuestros ojos, haciéndonoss algo, sin "1- ; arráncanos la envidia que'íos p p r el bien y triunfo ajenos. Que elhacia Tí.

re no podo mas encenagar nuestro cuer-stra alma con efímeros placeres bajos.

contigo crucificados y cerca de tu cos-o de tu Divino Corazón.rd prenda segura de vivir en Tí, morir

en pues con ellas nas vendrá la paz aido.

BEN-HUR

is, Señor;aueraafrimien.to,ra!olores, muer .,$efior,i cabeza;,rpe frentepaae2 ca,

Señor,

ras.inri,

Yola

(-3-hechassuspiros,r canela.5 efior,mueraJ. cite

(Oración del

Señor que agotado subes

a la cumbre del Calvario

llevando sobre Tus hombros

la Cruz de nuestros pecados

para dar Tu vida en ella

vilmente crucificado:

No nos mire con enojo

que sabes cuánto Te amamos.

Mira este pueblo a tus plantas

más que rendido, humillado

de igual forma que se humilln

delante de Tus Sagrarios.

Mira cual llevan Tu trono

hechos, por Tu amor, hermanos

el pobre al lado del rico,

el gañán junto al soldado,

como nuevos Cirineos

que Te fueran ayudando.

Mira como se Te acercan

los niños con los hornazos

-para que Tú los bendigas

en sus inocentes manos.

Mira esos'cinco claveles

que en Tus manos colocaron:

son flores de nuestro amor,

Viernes Santo)

¡Tus Cinco Llagas, Dios Santo!

que el Amor las hizo flores

sobre tus manos de nardo.

Mira a esas madres que van

junto a la Tuya llorando;

¡cuántos serán sus Dolores

que hasta nosotros lloramos!

Al menos, Señor, por ella

olvida nuestros pecados

cuando medio muerto llegues

a la cumbre del Calvario.

Mira, Jesús, que nosotros

a fuerza de amarte tanto

al Gólgota. Te subimos...

...y no Te crucificamos.

Sólo queremos, Señor,

que eleves Tu diestra mano

y nos bendigas a todos,

y bendigas nuestros campos

para que haya muchas flores

en los Domingos de Mayo.

Amén.

cado Vaetamde

......••n•••••nn

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Pág. 8 ADARVE

La voz, Saeta, procede del verbo latino «Sa-gio», penetrar. Y más concretamente de «sa-gitta», flecha o dardo. Saeta, es también la co-pla breve y sentenciosa que se canta en festivi-dades religiosas y fundamentalmente el cantarpopular y callejero, profundo y dramático, sen-timental y piadoso, que satura de matices litúr-gicos el aíre de las noches andaluzas, en Se-mana Santa.

Ambas acepciones están íntirnamentes enla-zadas, pues, como dijo un escritor regional, lasaeta, cual el arma arrojadiza de que toma elnombre, es ligera y aguda, sube al espacio y pe-netra en el corazón de los que poseen la vi-va fé cristiana, haciéndole recordar el episodiode la pasión y muerte de una manera desgarra-dora y casi palpable. Por ello se estima y pue-de asegurarse que no se ha podido encontrardesignación más gráfica para estas cancionesde tan elevado sentimiento místico.

De origen morisco en su contenido musical,tienen una aplicación exclusivamente religio-sa, constituyendo verdaderas rapsodias popu-lares de los Evangelios que sirven a las gentessencillas y humildes para recordar el grandio-so drama del Gólgota.

La saeta se canta en toda Andalucía, peroes Sevilla, moruna y castiza, flamenca y seño-rial, quien le da vida y empuje y una fisonomíamás pura y característica. Sevilla, Córdoba,Huelva y Granada ponen en sus Saetas algode sus peculiares encantos y dulce poesía y al-go de sus almas románticas y luminosas. Sumúsica, saturada de sentimiento, adopta algu-nos de los giros y adornos del llamado «cantejondo», influencia que motiva una variedad demodalidades que estriba solamente en diver-gencias de giros, tonos y acentos; por lo demás,la Saeta es siempre un pequeño cantar queconsta de tres o cuatro versos, sin que en estepunto pueda establecerse una regla precisa yexacta.

Se advierten diferencias entre la Saeta anti-gua y la de nuevo estilo, caracterizando a lasprimeras una mayor sobriedad en sus adornosy, acaso, una acentuada monotonía que recor-daba más vivamente el canto morisco en queparece radicar su origen. Se llamaron tambiénSaetas, a las que entonaban en el siglo XVIII,los hermanos de la Cofradía de María Santísi-ma, establecida en Madrid de antaño que hoyse despinta como un telón anticuado; pero, nisu cántico, ní su letra, tenían la menor relacióncon la Saeta andaluza. A la misma época co-rresponden las canciones llamadas (trovos»,también de carácter popular. Trovo, es la can-ción de métrica corta y de intención amorosa,que tiene un entronque perfecto con la figurahidalga y cautivadora de los antiguos trova-dores.

Los días de Semana Santa unen a su belleza

la de estas canciones populares; los días San-tos van transcurriendo y pueblos y ciudadescelebran sus procesiones que son hileras de ci-rios de penitencia. La imagen venerada avan-za lentamente en la calleja estrecha y embalsa-mada de jazmines y aromas de incienso y laSaeta surge en la noche perfumada, cobrandofuerza emotiva.

Canción sublime, canto del alma dolorida aDios infinito allá en la altura, suplicante rue-go de amargura, de perdón y de esperanzas.Música dulce para los cielos, sollozo prolon-gado, suspiro que se escapa entre rezos y ple-garías...

La cera de los cirios se consume y su ténueluz oscila bajo el palio del dolor y, caliente, res-bala y deja huella, como lágrimas calladas deun llanto... que es amor.

La Saeta se extingue en las horas profundasde la noche...

Y al despuntar el día, las campanas tocan agloria y las golondrinas cantan la primavera. cwoursaffiwe•••nMWOMISafev

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SAET Por Antonio GALISTE0

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ADARVE Pág. 9

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Por ..igsé SERRANO, Pbro. .4r,.0

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¿Cuántas veces habrá, cada habitan-te de Priego, pronunciado en su vidala santa palabra y dulcísimo nombreJesús Nazareno? Nosotros no lo po-dernos celcular. El sólo es quien lo sa-be, Como sabe el número de gotas dela iluvia, el de las arenas del mar o elde las moléculas del aire. Lo quo sí sa-bemos nosotros es, que antes de apren-der del todo a hablar, yo decíamos enjos brazos de nuestras madres, al verlepasar por nuestras calles o en la cimadel Calvario con nuestro hornazo en lamano, «Viva Esú Neno». Después lo hemos pronunciado siempre con venera-ción de nuestra mente y ternura denuestro corazón. Y hemos enronqueci-do diciendo con todo nuestro ser, almay cuerpo: «¡Viva Nuestro Padre JesúsNazareno!»

¿Hemos, también, meditado algo so-bre el significado de este Nombre, enel cual ha querido Dios que tengamosla salvación y todos kas bienes? Eso esio que deseamos hacer en estas breveslineas de vulgarización.

Quede, en primer lugar, sentado que,el nombre personal humano de la Per-sona Divina del Verbo de Dios, unidahipostáticamente (esto es, en la unidadde Persona Divina) a. la naturaleza hu-mana del hombre, es JESUS, nombreque quiere decir Salvador; nombre conel que había sido llamado por ei unge!de parte dé Dios antes de ser concebí-bo como hombre en las purísimas en-trañas de la Virgen Inmaculada. Coneste nombre de Jesús, al que añadíanla cualidad de Nazareno para distin-guirle, fue conocido por todos cuantosle trataron o tuvieron de El noticia du-rante su vida en este mundo. Con estanombre se llamó El a Sí mismo; puescuando los esbirros, sayones de lospontífices, dirigidos poreJudas, fuerona prenderle, El salió al encuentro deellos y al preguntarles a quién busca-ban y contestar ellos que a Jesús Na-zareno, les dijo El mismo: Yo soy. Y esta nombre eraconocido de todos los habitantes de la Pale3tino, y aún delos extranjeros, que cuando Pilotos quiso hacer pública lacausa de haberle condenado a muerte, no encontró nom-bre por donde mejor pudieran conocerle qua e, de JesúsNazareno. Y así escribió en la inscripción puesto por en-cima de la cabeza de Jesús en el patíbulo de la Cruz y onlas tres lenguas entonces más conocidas c;us eran el He-breo, el Griego y el Latín, estas palabras: JESUS NAZA-RENO REY DE LOS JUDIOS.

Hatos, ciejanao el crírnen religioso de blesfemia, queCaifás y el Consejo de los Judíos le hablan atribuído pordecir que era Hijo de Dios (afirmación verdadera y moti-vo de hacerse hombre y morir para redimirnos; se fijó sé-.

o sea, el de haber dicho que era Rey y Mesías; p:que ellos, seaún la palabra de Dios de sus profetas, espe_roban. Verdad igualmente grande; pero no como ellos 1 aentendían, ni pera arrebatar reinos de la tierra, sino peradar a todos el del Cielo, y que precisamente se empezó acumplir al ser puesto en la Cruz para reinar desde ella, nosólo en el pueblo judío, sino en todos los pueblos y razasde la tierra; que todos son llamados al Reino de la Verdady del Amor en su Iglesia que, empezando en este mundocon la entrada vcluntaria en ella de los hombres y pasadoel tiempo de prueba y purificación en esta vida, tendrásu transformación gloriosa y pleno gozo en la Eternidad,que es lo que dijo el angel a la Virgen: «Y su reino notendrá fin».

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Pag. lo

ADARVE

M A IA EN S U SOLEDADPor JOSÉ MARÍA

ESTAMPAS¡Soledad!¡Qué tristeza y amargura encierra

esa palabra!Nadie con la persona. Nadie en la

pena. Nadie a consolar. Nadie en laalegría...

¡Soledad!Esperar el eco de una voz y recibir

el silencio del abismo...

En la tarde del Viernes Santo, la Ma-dre entrega en otros brazos, los de laCruz, a su Hijo vivo para ser ejecuta-do como reo de pecado.

No tenía más que al Hijo y allíqueda.

Sus Ojos no se apartan de su Cuer-po sangrante; su Corazón está destro-zado con el dolor de Cristo; su Almase clava con El en el patíbulo.

María se desgarra en silencio; peroallí tiene a Jesús, que aún habla, y suVoz va desgranando los legados sa-grados de su testamento divino.

Suspira y espera.

Las agujas del reloj que Dios pusoen movimiento la Nochebuena, dandopaso al milagro de nuestra Redención,señalan la hora trágica y sublime:¡¡Cristo ha muerto!!

Y ya María ¡sola!

Sus brazos vuelven a recibir al Hijodifunto, y de sus Cjos van saliendo lá-grimas del dolor de su soledad, paraunirse a la Sangre cruel del pecado.

El cadáver de Jesús es depositado enel Sepulcro. Ella va cubriendo su ma-cerado Cuerpo. Sus Labios dan ' el últi-mo Beso... De su Alma escapa el pos-trer ¡adiós!... Y lentamente la pesadalosa va ocultando al querido Hijo quetodos hemos asesinado.

¡Soledad de María!

MEDITACIÓNAsí va la Vírgen por las calles de Priego, en la noche del

Viernes Santo: Cristo en el Sepulcro; Ella sola.¡Mira su rostro, hombre de buena voluntad! ¿Verdad

que nunca te paraste a contemplarlo? Hay dolor, agonía,lágrimas, abandono de todos; está ¡sola!

Y ¿por qué?Tú y yo nos pusimos de acuerdo en un día negro y le

arrancamos de sus Manos al Hijo para matarlo en unaCruz. Y nosotros, cegados por la obstinación, fuimos cla-vando uno a uno sus miembros

Por éso va Ella en su soledad.Le hemos asesinado a su Hijo, amigo mío. Y sin em-

bargo no verás en su Rostro una expresión de rencor nide odio contra tí ni contra mí. Nos mira con amor y paraperdona rnos.

rnr-Iwnr knrnkrc knx, rna,iitrie

de ser vivido por madre que le acaban de quitar al únicohijo?

PLEGARIAAhora comprendo, Señora, la soledad de mi alma cuan-

do he pecado: ¡Qué vacía queda! Es que a Cristo loarrojé de mí; lo quité yo mismo de en medio de mi ser. Ysin El ¡qué soledad de vida!

Miro tu Soledad y veo la culpabilidad de !a mía.Fuí yo el que esgrimió la lanza y abrió tu dolor.nPerdóna me!!Señora: Cuando Cristo otorgaba su testamento en la

Cruz, me dejó la herencia más apreciada: A Tí, por Ma-dre mía. Tú nunca lo olvidaste; yo, en cambio ¡qué mal hi-jo soy! Pero tus Ojos me miran olvidando mis ingratitu-des, y en los míos hay lágrimas sinceras de arrepentimien-to que te prometen mi compañía en tu Soledad.

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ADARVE Pág.

NOBLEZA OBLIGApor PERCY

De ADARVE su Directorque es hombre de buen criterio,además de un gran Señor,me pide que escriba, en serio,en la Semana Mayor.

Lo prometo, sí Señor.Los chistes hoy terminadosporque un Hombre, por mipor redimir mis pecados (amormurió en cruz: El Redentor.

Semana Mayor ¿lo dudas?días de recogimiento,semana como ninguna,semana del Prendimiento.Pero... ►Somos tantos Judas!

Es semana de oraciones,son días de sacrificiossemana de confesiones,y confesar nuestros vicios'porque somos tan... Sayones!

Sin chistes hoy, pues que pase,me parece lo mejorde conciencia hacer examen;y ponerme bien con Diosque buena falta me hace.

gesíts 91a5aretto

(Viene de la página 9)

del oficio o cargo que venía a ejercery también lleva consigo la Divinidadde la persona, porque Cristo quieredecir Ungido, Consagrado y Santo dede Dios, nombre conque es llamadopor todos los Profetas, nombre con quehasta los mismos demonios le nombra-ban, cuando a su imperio se veían obli-gados a salir de los cuerpos que po-seían. Y corno el Mesías era todo eso yhabía de ser el Jefe Director y Rey desu pueblo, he aquí por qué, entendien-do mal ese reinado, le acusaban, co-mo si pudiera ser contrario a la auto-ridad del Imperio Romano, que el Cé-sar ejercía en Roma, y Pilatos, en Ju-dea, representaba.

Y esta personalidad divina la enten-dió muy bien Caifás, cuando pregun-tándole delante del Consejo de los ju-díos si El era el Cristo, Hijo de DiosBendito, contestó: «Así es, corno tú lohas dicho. Yo soy». Con lo que creye-ron ya tener motivo más que suficien-te para que muriese como blasfemo,por haber dicho, siendo hombre, que

Flor, dicen los comentaristas anti-guos del Santo Evangelio que significala palabra Nazaret. Y Nazareno esflorido, germinante o floreciente. EnNazaret se obró la Encarnación y secrió Jesús. Y de la raiz de Jessé, queera la familia de David, que despuésde perdido el cetro de Judá estaba pa-ra el mundo corno soterrada y perdida,nació el retoño o vara que fué la Vir-gen Inmaculada, y de esta vara la flor,Jesús el Salvador, que es el Divino Na-zareno que dice: Yo soy la flor delcampo, porque esparce sus aromas yes para todos.

Pero todavía puede tomarse su sig-nificado de otra raiz y letra del idiomahebreo, para sacar así la palabra Na-zareo, con que aquel pueblo designódesde los tiempos de los patriarcas aaquellos hombres, que deseando unaperfección mayor que la vulgar, veníana ser como los religiosos del AntiguoTestamento, y hacían su voto perpétuoo temporal, no bebían vino, ni sidra yse dejaban crecer el cabello. Sansón,tipo de Cristo, fué Nazareno. José elde Egipto, ejemplar de castidad, tam-bién perteneció a esta selección de losNazareos. Y así tenía que ser nuestroPontífice—dijo siglos después San Pa-blo—santo, inocente, incontaminado,segregado de los pecadores, excelso yelevado sobre la misma altura de losCielos, como Rey y conquistador deellos para bien y felicidad de sus va-sallos.

¿Quién no verá que nuestro PadreJesús Nazareno—tómese este nombrede la palabra Nezer, por la letra Zainque significa santidad y consagración,o de la palabra Neser por la letraTsade que significa germen o flor—esel verdadero selecto, separado y san-to y al mismo tiempo germen divino,Hijo Eterno de Dios y divina flor de lasflores?

Y ved como, ya en Priego y en elaño 1593 nuestros antepasados, antesde que los estudios filológi :os llegarana aquilatar tanto como hoy el pesoexacto de las palabras de las lenguasorientales, sabían ya todo esto por latradición de nuestra Santa Madre laIglesia; :y en la primera reunión o jun-ta que tienen para echar los cimientosde esta Hermandad y escribir sus Cons-tituciones, ponen este hermosísimoprincipio o introducción:

«En el nombre de la Santísima Trini-dad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tresPersonas y un solo Dios verdadero, decuyo principio y substancia todo bieny ser nos viene, nos, los hermanos dela Cofradía de los Nazareos de la Vi-lla de Priego, deseando cada día apro-vechar más en el amor y servicio deDios Nuestro Señor y de su Santísima

teniendo noticias de la mucha santidady mérito del Seráfico Padre Sant Fran-cisco, tuvimos voluntad de fundar lanuestra Cofradía de los Nazareos enel convento de la dicha orden del Se-ñor Sant Francisco de esta Villa de Prie-go, para cuyo principio y buen gobier-no establecernos y ordenamos que deaquí adelante se g uarden en la dichaCofradía las constituciones siguien-tes...» Siguen después las constitucionesque son muy interesantes y de las quedesearíamos poder alguna vez ocupar-nos. Y baste por hoy.

REIN 10E3111de Priego de Córdoba

Fechas de las Vigilias a cele-brar en el próximo mes de abrile intenciones por las que lasmismas serán aplicadas.

Linera! del 'nenes Salto

Tendrá lugar en la noche del2 al 3 y en ella los turnos serepartirán enlas siguientes Igle-sias: El 1.° en las Angustias(Colegio); eI 2.° en San Fran-cisco; el 3.° en la Parroquia; el4.° en San Pedro y el 5.° en elHospital.

Todos los adoradores activosestán obligados a asistir a es-ta Vigilia desde las 12 de la no-che hasta las 5 de aa mañana,en que se hará el Vía Crucis.

Los adoradores honorariosigualmente se repartirán entrelas Iglesias antes citadas, cadacual según al Turno que co-rresponda, durante todo el día,para dar una hora de guardia aNuestro Señor.

Vigilias ordinarias de Turnodurante citado mes:

El 1.° del 4 al 5 y será apli-cada por la intención de doñaPaz García Buf

El 2.° del 11 al 12, por el al-ma de D. Rafael Molina Agui-lera (q. e. p. d.)

El 3.° del 18 al 19, por la in-tencion de D.a Margarita Loza-no Sidro.

El 4.° del 2a al. 26, por el al-ma de D. ,Rafael Molina Sán-chez (q. e. p. d.)

El 5.° del 29 al 30, por el al-ma de D. Rafael Valverde Cu-

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Pag. 12

SAADARVE

DO SANTO EDITORIAL

«Omnipotente y Sempiterno Dios,única esperanza del mundo» (DelOficio del Sábado Santo. Ora XII).

El Sábado Santo en la Iglesia primitiva es el día del silencio,del vacío, de la nada espiritual, de la ausencia del amado, algoasí como al siguiente día de la muerte de nuestro hijo, (teniendoen cuenta la distancia), ya todo terminó, ayer lleno de vida...,antes de ayer entrando triunfante y aclamado por la plebe, hoytodo ha terminado.

Con arreglo al evangelio, la vuelta a la primitiva Liturgia quese nos anuncia trasladando los Oficios del sábado a la madruga-da de sábado al domingo creo es un gran acierto, así como llevaral ánimo de los fieles, que vivan este día como lo que es. ¿Cristoha muerto?... y aún no ha resucitado, preparemos nuestra almapara la resurrección de Cristo, y meditemos que también debeser nuestra resurrección a una nueva vida.

Si el Jueves Santo, fué la Gloriosa Institución de la Eucaristíay el dolor de la Oración en el Huerto, creo que quizás más dolo-roso para Cristo, que todos sus dolores, es el momento en quesiendo Díos tiene que sufrir como hombre, aceptando resignado,todas las disposiciones del Eterno Padre.

Pues bien, estos días Cristo con sus dolores está presente, su-fre pero está con nosotros, y esa es la dicha mayor, sabemos quela pena máxima es la no esperanza en gozar un día de la presen-cia de Díos.

Esto es lo que debernos meditar en el Sábado Santo. ¿Si notuviéramos la promesa gloriosa de la Resurrección, qué sería denosotros? Ha muerto el Salvador, hagámonos cuenta que esasangre no fuera a vivir triunfante con la resurrección. ¿Qué es-peranza nos quedaba? ¿Y qué sería nuestra vida sin la esperan-za?

Y qué hermosura tienen estos Oficios, es un empezar a nacer;yo creo que en nuestra Patria, deberíamos implantar el que nues-tros hijos hicieran la primera Comunión el Domingo de Pascua,al igual que en la Iglesia primitiva se bautizaban en este día alos neófitos, tras de la bendición del agua y de la Pila Bautis-mal.

Oficios que comienzan con la bendición del fuego, costumbreque había en toda la Iglesia primitiva al comenzar toda vigilianocturna, fuego que se provocaba al saltar las chispas entre dospedernales, pero el sábado santo tiene un significado más hondo.porque al igual que el fuego salta entre dos piedras, también Je-sucristo resucita de entre las piedras. Con este fuego se encien-den tres velas símbolo de la Santísima Trinidad y después el ci-rio pascual. Y este es uno de los momentos más bellos de la vi-gilia. El tamaño del cirio pascual venía en relación con la dura-ción de la vigilia ya que con su luz tenían que alumbrarse, y lavigilia era una de las más largas del año.

Y precisamente la exaltación de esta nueva luz virginal y an-gélica es la que inspira al poeta para componer las maravillosasestrofas del Exultet. Después comienza la vigilia propiamentedicha que consta de doce lecturas con sus oraciones por las cua-les la Iglesia instruye a los catecúmenos para prepararlos en elBautismo.

Estas lecturas están tomadas del antiguo Testamento, e ins-trucciones de la Iglesia demostrando la grandeza del Bautismo;antes de él éramos nada, un conjunto de carnes, huesos y vísce-ras, con él nacemos a la verdadera vida espiritual a la vez queCristo resucita triunfalmente.

Antiguamente con el alba a la hora dela resureccíón se termi-naba la vigilia con la bendición de la pila bautismal y el bautizo1 1

Hasta morir en la Cruz

Desde la entrada en Jerusalén, entrepalmas y olivas, hasta morir en la cruzpara después resucitar triunfante, vanlos días que marca este númerode ADARVE. Ha querido servir Fde co-municación íntima con sus lectores, enestos días en que el mundo cristianoconmemora el sacrificio del Calvario,con toda la grandeza que estos díasencierran.

Y si examinamos en estas páginas,desde un punto más localista que otracosa, los días Santos, no hemos de ol-vidar, que proyectándose sobre nues-tro mismo ser, marcan quizá el hito demas meditación de todos los días delaño.

A la suprema lección, de aceptar elsacrificio resignado, de aquel puebloque le aclama, y tres días después lova a matar, hasta la consumación delhecho, pone Jesús la institución Supre-ma de la Eucaristía, para darse por en-tero, y a través de todos los tiempos,en cuerpo y sangre a nosotros.

Son hechos, de una Universalidad,tan grande como toda la Universali-dad de la doctrina por El fundada. queel ángulo localista, toma el incrementonecesario, para ser fiel reflejo de latranscendencia de !o que se conme-mora.

No podíamos menos, en este númerode ADARVE en Semana Santa, primerode su existencia, que poner todo nues-tro empeño, en que sus páginas fueranexpresión fiel de nuestros más íntimossentimientos; expresión rigurosa delsentimiento de nuestro Friego en losdías del dolor de la Humanidad; deltinte marcadamente religioso, en quese han de conmemorar tales días, ypor último como expresión adecuadaen un órgano que tiene constantementeabiertas sus columnas al más exactoservício de la Iglesia.

Si el empeño que ponemos, no es loque soñáramos, no tiene nada de par-ticular, pues somos insignificantes se-res para tal empresa. Quisiéramos ha-cer algo en consonancia con las fechasy quisiéramos como humildes pecado-res, haber hecho algo que fuera laofrenda más segura de que pudiéra-mos pagar en ínfíma parte, el supre•mo de los sacrificios, desde el primerazotazo hasta morir en la Cruz.

a la resurrección de los bauti-zados a una nueva vida.

Por esto debemos celebrareste renacer cuando ya se va te-niendo uso de razón, la prime-ra comunión, con la celebra-ción de la resurrección paraque Cristo nos ayude en la vi-da a mantenernos puros hastala resurrección de la carne.

n n .

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RECITAL DE PIANO POR

GUILLERMO SALVADOR

Cuanto anunciaba el editorial deADARVE último respecto a este joveny notable pianista ha quedado no so-lo confirmado sino superado en el con-cierto que tuvo lugar en la tarde delpasado jueves en el Salón Victoria (se-gundo de los organizados en la tempo-rada por esta Sección de Literatura yBellas Artes).

La plenitud, o mejor dicho la madu-rez artistica, está conseguida en Gui-llermo Salvador, no obstante su juven-tud, por la unión de uno técnica bientrabajada y unas dotes especiales detemperamento y de intuición.

La moderación y suavidad son lasnotas características de su interpre-tación de la primera parte, muy en ar-monía con el estilo clásico de las obrasdestacándose su naturalidad perfectaen la Sonata de Mozart. Esta modera-ción y sencillez no hacían presagiar loque nos tenía reservado para la segun-da y tercera parte de su programa.

En la segunda, toda dedicada a Cho-pín, tuvo ocasión de lucir su digitaciónperfecta, su pulsación robusta y un ver-dadero sentido de la poesía chopinia-no, sobresaliendo más principalmenteen el Scherzo y en la Polonesa en labemol, cuyas versiones estuvieron lle-nas de riqueza de matices y rotundassonoridades.

Y por último, la tercera, de músicaespañola, nos reveló un genial intér-prete de las obras de Falla y Albéniz:de Albéniz bastará aducir sus mismaspalabras hablando de sus 'obras de laSuite Iberia en carta dirigida al con-certista Joaquin Malats: decía hablan-do de TRIANA: desde que tuve la di-cha de oir la interpretación de Triana,puedo decirte que no escribo más quepara tí; acabo de terminar bajo tu di-recta influencia de intérprete maravi-lloso el tercer cuaderno de Iberia: creoque en estos números he llevado el es-pañolismo y la dificultad técnica alúltimo extremos>. Pues bien, cuando unartista como Guillermo Salvador haceuna tan magnifica interpretacíón deuna obra como Triana, se puede con-siderar que ha llegado a la altura delos grandes intérpretes del piano.

El auditorio quedó altamente com-placido. premiando con grandes ova-ciones al final de todas las obras, yante, la insistencia de los aplausos ofre-ció dos números fuera de programa:la Danza ritual del fuego, de Falla yPreludio en do sostenido menor, deRachmaninoff, que igualmente entu-siasmaron a los oyentes.

Aloma eaw,a,

Homo* olmo al Maestro Contado 1E1 Culpo

canfor tle Primo, recientemente fallecido

Maestro Conrado del Campo,honra y prez de los Maestros:Ya no veremos más vecestu batuta, tallo tierno,batiendo el aire nocturnoy musical del Recreo.

Aquellas noches inmensasbajo el estrellado cielotu batuta florecíaentre violines inquietoscomo la flor más preciosade aquel jardín de misterio.Por oírte se acostaba

en los árboles el viento,y el agua se detenía,y callaban los insectos¡y los mismos ruiseñoresse quedaban en silencio!

¡Era tan grande el encantode los nocturnos conciertos!Tan grande, que tu supiste,a fuer de artista selecto,trasladarlo al pentágramay hacer de él un «Canto a Priego»

Ya no te veremos másdirigir con tanto acierto,

que hoy lloran por tí las fuentesde este agradecido pueblo.Las murallas del Castillote echarán mucho de menos,no te olvidarán las floresy pájaros del Recreo;

y cuando batan sus aíreslas notas del «Canto a Priego»tú te asomarás a oírloal borde de algún lucero

pues te fuiste a dirigir

a las orquestas del Cielo.

Caries VALVERDE CASTILLA

Córdoba, 22-111-53

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a pronunciará el día 7 de Abril

Correspondiendo amablemente a la atenta invitación de laSección de Literatura y Bellas Artes, Don José Hernández Díaz,Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla,Director de la Escuela de Bellas Artes de Santa Isabel de Hun-gría, Académico de la Real de San Fernando, , de Madrid, críticoy publicista, desarrollará una interesantísima „conferencia sobrela personalidad y la obra del gran escultor cordobés Juan deMesa.

Tan extraordinaria solemnidad tendrá lugar en el Salón deActos del Casino de Priego, el martes día 7 de Abril, a las ochoy media de la tarde, siendo presentado el ilustre orador por elSr. Presidente de la Sección.

La figura de Juan de Mesa, confundida hasta no hace muchosaños con la de su maestro Martínez Montañés, fué justamentedescubierta en 1.927 por el Sr. Fernández Díaz. Encontró la par-tida de nacimiento en la Parroquia de la Magdalena de Córdobay definió las características esenciales de su escuela artística.

Estudió sus principales creaciones: el Jesús del Gran Poder,de Sevilla; el grupo de Las Agustinas, del Convento de S. Agus-tín de Córdoba; el Cristo de Vergara, en San Sebastián; el Cristodel Convento de las Trinitarias, en La Rambla; y tantas más...que son tratadas con toda maestría en su magnífica obra sobreel gran escultor de la escuela cordobesa del XVII.

El tema no puede ser más interesante, especialmente para loscordobeses, ni mejor conocido que por el insigne disertante, quehará más claras y comprensibles sus explicaciones con la pro-yección en la sala de las obras artísticas más interesantes.

Dispongámonos pues a deleitarnos el próximo martes de Pas-cua, escuchando la magnífica disertación del ilustre Vice-Rectorde la Universidad Hispalense.

Pág. 14 ADARVE

LABOR DE LA SECCIÓN

an losé Hernández Díaz

Hermandad do labradoresBoletín Informativo

El Boletín del Estado del día 17 deMarzo publica una Orden del Minis-terio de Agricultura, de gran interés, ycuyo extracto es el siguiente:

1.°—EI agricultor es sólo depositariodel trigo que obre en su poder y nopodrá dedicarlo a pienso.

trigo que aún conserven losagricultores, lo entregarán al Servicioen un plazo que terminará el 20 deAbril próximo. El que se entregue des-de el 1.° de Abril al 20, gozará del in-cremento de 12 pesetas por quintal mé-trico, que es el máximo.

3.°—A partir del día 21 de Abril, to-do trigo no entregado se consideraráclandestino y será decomisado, apli-cándose a sus poseedores la máximasanción, así como a aquellos que notengan hecho el C-1.

4.°—Los agricultores que se encuen-tren en el último caso, o tengan el C-1incompleto, podrán formalizarlo antesdel 20 de Abril.

5.°—A partir del 21 se investigarápor el Servicio el trigo clandestino,

enviando los expedientes a la Fiscalíade Tasas.

Se avisa a todos los agricultores yganaderos que quieran exponer susproductos en la Feria, Nacional delCampo, que se celebrará en Madriddel 23 de Mayo al 10 de Junio, quepueden pasar por esta Hermandad pa-ra recibir instrucciones.

Los ganaderos explotadores direc-tos de sus ganados que deseen asistiral Cursillo Nacional que se celebraráen Madrid del 6 al 18 de Abril, se ins-cribirán en esta Hermandad para lasdos becas que se han concedido anuestra provincia, de 520 pesetas cadauna, más el viaje de regreso de Ma-drid a Córdoba. A este Cursillo podránademás asistir libremente cuantos ga-naderos lo deseen, recibiendo todos al

final un diploma. Se concederán a losmejores tres premios en metálico de250, 150 y 100 pesetas respectivamente.

Priego a 24 de Marzo de 1.953.

Imp. H. ROJAS Priego

• LIORBRIO DE LOS CULTOSy desfiles procesionales

DE SEMANA SANTA

Iglesia Parroquia'

Domingo 29.—A las 10 de lamañana, Función de Ramos.

Jueves 2.—A las 10 de la ma-ñana, Divinos Oficios. 5 de latarde, Lavatorio. Una de la ma-drugada, Procesión de la Vir-gen de los Dolores hasta la Er-mita del Calvario.

Viernes 3.—A las 9 de la ma-ñana, Divinos Oficios.

Iglesia de San Francisco

Jueves 2.—A las 8-30 de lamañana, Mísa de Comuniónde la Hermandad de N. PadreJesús en la Columna. A las 9,Divinos Oficios. A las 8 de latarde, salida de la Procesión deNtro. P. Jesús en la Columnay de María Santísima de losDolores. Antes se representaráel Prendimiento en la Carrerade Alvarez.

Viernes 3.—A las 8 de la ma-ñana, Divinos Oficios. A las11, salida de la Procesión deNtro. Padre Jesús Nazareno.

Iglesia de San PedroJueves 2.—A las 8 de la ma-

ñana, Divinos Oficios.Viernes 3.—A las 7 de la ma-

ñana, Divinos Oficios. A las7-30 de la tarde, salida de laProcesión Oficial del Santo En-tierro de Cristo y Soledad deMaría Santísima.Iglesia del Hospital de San Juan de Dios

Jueves 2.—A las 7 de la ma-ñana, Divinos Oficios.

Viernes 3.—A las 6-30 de lamañana, Divinos Oficios.Iglesia de las lingustias

Jueves 2.—A las 8-30 de lamañana, Divinos Oficios.

Viernes 3.—A las 7-30 de lamañana, Divinos Oficios.

Iglesia de la Virgen de la Cabeza

Domingo 5.—A las 10 de lamañana, salida de la Procesiónde Jesús Resucitado y NuestraSeñora la Virgen de la Cabeza.Misa a la terminación de ella.