Formaciones Económicas y Políticas del Mundo Andino.

Autor: Jonh V. Murra.

Por: Cristian Segarra.

Primer caso:

Etnias pequeñas que habitan piwaranqa en la zona más alta del Marañón y Huallaga.

Constituían unos cuantos miles de unidades domesticas controlaban a través de colonias permanentes permanentes.

Los asentamientos eran a tres días de camino hacia arriba, saliendo de núcleos como Ichu, Marcaguasi, pastaban sus rebaños y explotaban salinas. En 1562 declarado que el control de los cocales se ejercía a través de representantes de pueblos y grupos étnicos serranos. El patrón de asentamiento para los núcleos era que sus habitantes podían regresar el mismo día de su maizal.

Más debajo de los algodonales llegamos a la ceja de selva, los bosques el control de las fuentes de madera, la miel por esto es probable que en la etno-ecologia de la época formara una sola.

Se trata de sociedades demográficas de 500 a 3000 unidades domesticas, los núcleos de población eran centros de producción de los alimentos básicos. Sus zonas periféricas eran pobladas por asentamientos por encima como debajo del núcleo.

Segundo caso:

Variaciones y limitaciones en el control vertical se ha ampliado al publicarse (1964) la visita de Garci Diez de San Miguel. El reino lupaqa, Carlos V y Felipe II recibieron tres grupos étnicos de la región:

Moradores de la isla Puna.

Del valle de Chincha,

El reino tupaqa.

Según el khipu los señores lupaqa habían sido unas 20,000 unidades domesticas, unas 100,000 a 150,000 almas, una tenía que pueden movilizar un numero de colonos mucho mas grande.

El uso de los oasis era multi-étnico, explotaban bosques en Larecaxa y cultivaban coca en “Bolivia”, fueron un reino Lacustre, todos los reinos altiplánicos tenían sus cocales, son sociedades en otra escala, núcleos de población y poder a la vez zonas periféricas pobladas, ubicadas a distancias mayores del núcleo, llegar a centenares de casas y sus moradores seguían considerando como pertenientes al núcleo.

Tercer caso:

Etnias pequeñas, con núcleos en la costa central.

Partes en disputa dos etnias serranas “los de canta” y “los de chacalla” como adquirir tales productos los valles como llegar allí los frutos del mar, el trueque, intercambios ceremoniales como una explicación.

En todo esto hay algo más que una conquista cualquiera, los yungas no pierden acceso a los cocales y frutales.

Cuarto caso:

Tiene cierta semejanza con el primero, sabemos que el Tawantinsuyu domino estados costeños al cortarles el suministro, lo que todavía no hemos comprobado, en 1972 hay existencia en la serranía de colonias permanentes a través de las cuales las sociedades costeras tendrían acceso a pastos, yacimientos de cobre, cocales en la montaña, no existe hasta ahora ninguna fuente escrita. Más allá de la arqueología, cuando las fuentes escritas se convierten en materiales de carácter lingüístico o etnológico si pueden contribuir al debate.

La solución a este dilema fue suponer que hubo “tratados comerciales” con los reinos serranos aliados, dentro de este marco se organizan los intercambios inter-regionales.

Quinto caso:

Los 4 casos anteriores tienen un rasgo en común en cada uno de ellos el archipiélago es una posible explicación de las regularidades observadas.

En contraste el quinto caso los moradores del lugar niegan todo acceso a recursos fuera de su región.

A pesar que solo 33 años habían pasado desde la 1ra encomienda en Gabriel de Rojas, los yunga de Chuquiabo se vieron obligados ya a aumentar su producción para el mercado colonial.

Los campos con arbustos de coca estaban cerca de grupos selváticos que atacaban y raptaban cultivadores aislados.