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UNESCO-Programa el Hombre y la Biosfera (MAB) Formulario de propuesta de Reserva de Biosfera. Marzo, 2011

FORMULARIO DE PROPUESTA

DE RESERVA DE BIOSFERA (actualización de zonificación)

SIERRA NEVADA [2011]

INTRODUCCIÓN

Las Reservas de Biosfera son zonas de ecosistemas terrestres, costeros o marinos, o una combinación de éstos, que han sido reconocidas internacionalmente como tales en el marco del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO. Se las ha creado para promover y demostrar una relación equilibrada entre los seres humanos y la biosfera. Las Reservas de Biosfera son designadas por el Consejo Internacional de Coordinación del MAB a solicitud del Estado interesado. Cada Reserva de Biosfera permanece bajo la jurisdicción soberana del Estado en que está situada. Colectivamente, todas las Reservas de Biosfera constituyen una Red Mundial en la que los Estados participan voluntariamente. La Red Mundial se rige por el Marco Estatutario aprobado por la Conferencia General de la UNESCO en 1995, en que se exponen la definición, los objetivos y los criterios, así como el procedimiento de designación de las Reservas de Biosfera. Las medidas recomendadas para el desarrollo de las Reservas de Biosfera en el siglo XXI figuran en la “Estrategia de Sevilla”, aprobada por la Conferencia General de la UNESCO. Estos documentos deberán utilizarse como referencias básicas para rellenar este formulario de propuesta.

La UNESCO va a utilizar de diversas maneras la información presentada en este formulario de propuesta:

a) para transmitirla al Comité Consultivo Internacional de las Reservas de Biosfera y a la Mesa del Consejo Internacional de Coordinación del MAB a fin de que examinen el lugar propuesto;

b) para utilizarla en un sistema de información accesible a nivel mundial, en particular la red UNESCO-MAB, facilitando así las comunicaciones y la interacción entre personas interesadas en las Reservas de Biosfera en el mundo entero.

El formulario de propuesta consta de tres partes: la primera es un resumen en que se indica de qué modo responde la zona propuesta a las funciones y los criterios de las Reservas de Biosfera enunciados en el Marco Estatutario, y se presentan las firmas de los apoyos oficiales a la propuesta prestados por las autoridades competentes. La segunda parte es más descriptiva y detallada y se refiere a las características humanas, físicas y biológicas, así como a los aspectos institucionales. Un anexo que se utilizará para actualizar el Directorio de Reservas de Biosferas en la red UNESCO-MAB (MABnet), una vez que el lugar ha sido aprobado como reserva de biosfera. Una vez cumplimentado en inglés, francés o español, el formulario deberá enviarse en dos ejemplares a la Secretaría según se detalla a continuación: 1. El original impreso, con firmas originales, cartas de apoyo oficiales, mapa de zonación, y documentación de respaldo, se deberán enviar a la Secretaría por las vías oficiales de la UNESCO, a saber, la Comisión Nacional de la UNESCO y/o la Delegación Permanente ante la UNESCO. 2. Versión electrónica (en disquete, CD, etc.) del formulario de propuesta y, de ser posible, de los mapas (en especial el mapa de zonación). Esto puede enviarse directamente a la Secretaría del MAB:

UNESCO División de Ciencias Ecológicas

1, rue Miollis F-75352 París CEDEX 15, Francia

Tel.: ++33.1.45.68.41.51 Fax: ++33.1.45.68.58.04

Correo electrónico: [email protected]


PARTE I: RESUMEN

1. NOMBRE PROPUESTO PARA LA RESERVA DE BIOSFERA: [Se recomienda utilizar un nombre geográfico, descriptivo o simbólico reconocido localmente que permita a los habitantes identificarse con el sitio en cuestión (por ejemplo, Reserva de Biosfera de Río Plátano, o Reserva de Biosfera de Bookmark). Salvo en casos muy excepcionales, no debe darse a las Reservas de Biosfera el nombre de un parque nacional existente, o de otra zona administrativa semejante.] “SIERRA NEVADA” es el nombre por el que se conoce esta Reserva de la Biosfera desde su declaración e inclusión en la Red Mundial de Reservas de la Biosfera en 1986.

Se encuentra situada en el sureste de España, en la Comunidad Autónoma de Andalucía y está distribuida entre las provincias de Almería y Granada. El ámbito territorial se corresponde con el macizo de Sierra Nevada, la superficie que abarca es de 173.110,80 hectáreas, distribuidas en un total de 60 términos municipales: 23 de la provincia de Almería y 37 de la provincia de Granada. A sólo 30 Km. de la costa, denominada en esta parte del mediterráneo como “ Costa Tropical”, encontramos una de las montañas más singulares del continente europeo. Un enclave de extraordinario valor ambiental que comparte escenario territorial con parajes de gran riqueza histórica y cultural. Para los hombres, Sierra Nevada ha sido lugar de asentamiento y frontera de diferentes culturas, refugio de costumbres y tradiciones diversas, muchas de las cuales han perdurado durante siglos hasta nuestros días. Para la naturaleza, encrucijada de corrientes migratorias, de influencias lejanas entre las que tienen cabida elementos árticos y africanos, atlánticos y orientales. Por este cúmulo de circunstancias diversas y sorprendentes que se reúnen, a la vez, en un espacio tan reducido, para muchos estudiosos Sierra Nevada constituye un “pequeño continente”. Con todo, nos encontramos ante los contrastes de una gran montaña mediterránea. Sumando las variables anteriores a la base geológica y climatológica, resulta un mosaico irrepetible; teselas modeladas por el hombre durante miles de años que han dado lugar a un paisaje de usos múltiples en los que aprovechamiento y conservación no son incompatibles. Ésta es la esencia de un patrimonio que sigue asombrándonos cada día y que ha merecido numerosos reconocimientos. Así, la montaña penibética se ha visto beneficiada en las últimas décadas por un ejemplar proceso de tutela ambiental plasmado en un perfil altitudinal con un incremento gradual de la protección conforme ascendemos. En el piedemonte, una banda donde se disponen la gran mayoría de núcleos urbanos y las áreas de aprovechamientos intensivos. A media ladera, el Parque Natural, un paisaje humanizado de gran valor donde se intenta compatibilizar un régimen amplio de actividades, fundamentalmente agroforestales, con la conservación de la diversidad biológica. En las zonas elevadas, los ecosistemas más singulares y amenazados amparados bajo la figura del Parque Nacional. Si nos atenemos a la doctrina de la Reserva de la Biosfera, el estrato inferior coincide, a grandes rasgos, con la zona de transición, el intermedio con la zona tampón y el superior con la zona núcleo.

Denominada por los árabes de la Edad Media como Sulayr "Sierra del Sol", y antes por los romanos como “Mons Solarius”, no sólo es un espacio de alto valor ecológico, alberga también un rico patrimonio cultural, muestra de la riqueza histórica y de las diferentes culturas que se han asentado en este territorio.

Dos de sus características más singulares son su situación, es la cadena de montañas más meridional del continente europeo, y su considerable altitud, ya que constituye uno de los relieves más altos de Europa tras los Alpes: el Mulhacén con 3.482 metros supone el techo de la Península Ibérica y hay más de 18 picos que sobrepasan los 3.000 metros, entre ellos el Veleta, la Alcazaba y el Puntal de Vacares.


2. PAIS: ESPAÑA 3. CUMPLIMIENTO DE LAS TRES FUNCIONES DE LAS RESERVAS DE BIOSFERA: [En el Artículo 3 del Marco Estatutario se exponen las tres funciones de conservación, desarrollo y apoyo logístico. Explíquese en términos generales de qué modo cumple estas funciones la zona.] Sierra Nevada cumple las tres funciones estipuladas para ser Reserva de la Biosfera:

La conservación de la diversidad biológica, los recursos genéticos y los ecosistemas. El desarrollo sostenible de los recursos de la región, en estrecha colaboración con la

población local Apoyo logístico por su integración en una Red Internacional como base para la

investigación, la educación ambiental y la vigilancia del medio ambiente. 3.1 “Conservación - contribuir a la conservación de los paisajes, los ecosistemas, las especies y la variación genética.” Sierra Nevada es una cadena montañosa excepcional, Su altitud y su situación meridional en el continente, permiten la presencia de hábitats mediterráneos junto a otros propios de otras latitudes como los boreoalpinos de latitudes superiores y las estepas subdesérticas de latitudes inferiores. El origen de su enorme biodiversidad se debe tanto a factores paleohistóricos y biogeográficos, como a factores ambientales (gran altitud, situación meridional, aislamiento de otros sistemas montañosos). Además el factor humano es clave para entender la fauna y flora actual. Sierra Nevada es el centro de diversidad vegetal más importante de la Región Mediterránea occidental con ciento cincuenta y cuatro tipos de comunidades vegetales diferentes descritas. Si descendemos “de la nieve al trigo”, como decía Lorca, distinguiremos, entre otras formaciones principales: pastizales de alta montaña, enebrales-piornales, tomillares dolomíticos, pinares, robledales, saucedas, encinares, espinares y tomillares subdesérticos. Las 2.100 plantas vasculares que se han catalogado hasta la actualidad constituyen casi el 30% de la flora de la España peninsular, con sólo una extensión del 0,4% de este área, y el 7% de la flora de la Región Mediterránea, con una extensión inferior al 0,01% de la misma. Supera el centenar de endemismos botánicos exclusivos. Algunas son auténticas joyas botánicas, como la insólita planta anual Arenaria nevadensis, que habita por encima de los 3.000 m. de altura; ó la más abundante y emblemática Plantago nivalis, la estrella de las nieves de la penibética con sus hojas en roseta y pilosidad blanquecina. Unas reliquias representativas de condiciones de vida muy hostiles son dos taxones monotípicos, Rothmaleria granatensis, propia de los duros ambientes dolomíticos, y Euzomodendron bourgaeanum, planta termófila que vive en las ramblas semiáridas orientales. Sin embargo, quizá la más amenazada del macizo sea Laserpitium longiradium, una extrañísima hierba de gran tamaño y de gran especificidad ecológica que tiene una sola población bajo el sotobosque de encinares húmedos sobre calizas. El elevado número de ecosistemas permite también la existencia de una gran diversidad faunística. De los 228 vertebrados registrados, el grupo más abundante es el de las aves con ciento cuarenta y cinco especies identificadas. De ellas, unas setenta son sedentarias y el resto migradoras. Las rapaces se encuentran muy bien representadas, sobresaliendo las poblaciones de águila real y águila perdicera. En el orden de las Paseriformes encontramos dos especies de origen opuesto dentro del mismo macizo; Prunella collaris, el acentor, especie típica alpina, y Bucanetes githagineus, el camachuelo trompetero, elemento característico norteafricano. Cuarenta y siete especies de mamíferos pueblan esta montaña. El grupo más numeroso es el de los murciélagos con catorce especies. Los carnívoros tienen representación de cinco especies, y los ungulados silvestres cuentan con dos, jabalí y cabra montés, destacando esta última por


albergar Sierra Nevada su mayor población a nivel mundial. Los anfibios, en declive en todo el globo, cuentan con diez especies en el macizo, y los reptiles con veinte. En los ríos sólo encontramos seis especies de peces, entre los que la trucha común es la protagonista. Sin embargo, del conjunto de la fauna nevadense los invertebrados son los reyes indiscutibles por el elevado número de especies, estimadas en más de 18.000, por su importante papel en la dinámica ecológica de los sistemas naturales, y por las peculiares adaptaciones que presentan en la alta montaña. El grado de singularidad taxonómica es muy significativo en los insectos, con más de trescientas especies exclusivas, de las que podemos resaltar dos elementos endémicos en género y especie, el grillo Baetica ustulata, y la tijereta Eulithinus analis. Sierra Nevada es además de un paraíso de biodiversidad un lugar de enorme valor desde el punto de vista de la geodiversidad. En términos geológicos Sierra Nevada forma parte de la gran unidad de las Cordilleras Béticas, dentro de la cual pertenece a la zona interna o Penibética. La alineación principal de la cadena, divisoria de mares entre el Mediterráneo y el Atlántico, sigue sensiblemente el eje este oeste, con una longitud total de unos 90 kilómetros. La gran altitud que alcanza la convierten en la segunda cadena montañosa europea tras los Alpes y determina la presencia de laderas con un enorme desnivel, que culminan en el Mulhacén a 3.479 m. La acción variable del clima sobre los distintos sustratos existentes ha determinado la existencia de paisajes geológicos muy diferentes. La morfología de los esquistos y pizarras de las altas cumbres delata la presencia, en diversos momentos fríos del período Cuaternario, de masas de hielo permanente. Fueron los glaciares más meridionales de Europa, que dejaron huellas evidentes en forma de circos, morrenas, lagunas, rocas pulimentadas y valles en artesa. A este núcleo central silíceo lo rodea una orla discontinua de calizas, dolomías y filitas. Aquí, el relieve es escarpado y, a veces, ruiniforme con singulares torrenteras de gravas en los arenales dolomíticos. Las zonas bajas del sector oriental presentan, en cambio, paisajes subdesérticos caracterizados por cárcavas modeladas sobre terrenos blandos sedimentarios. Los grandes desniveles propician, debido a la diferenciación térmica, que estén representados cinco de los seis pisos bioclimáticos de la región mediterránea, con la consiguiente variabilidad de ecosistemas que esto lleva aparejado. En ellos encuentra acomodo una sorprendente mezcla de seres vivos como hemos comentado. 3.2 “Desarrollo - fomentar un desarrollo económico y humano sostenible desde los puntos de vista sociocultural y ecológico.” La Reserva de Biosfera Sierra Nevada se ha caracterizado por su contribución al desarrollo sostenible desde una perspectiva ambiental, económica y social. Los aspectos socioeconómicos han sido muy relevantes en la acción institucional de la Reserva. Los resultados, tras más de dos décadas de protección, son significativos bajo la perspectiva del progreso de los municipios. Las conclusiones de un estudio publicado en el 2007 elaborado para los municipios de la Reserva, indican que un 21,3% de la Renta Familiar Neta Disponible media por habitante y un 18,5 % del empleo generado en el conjunto territorial, son directamente atribuibles a la existencia del Espacio Natural. A ello contribuye decisivamente el esfuerzo de las diferentes Consejerías de la Junta de Andalucía en un amplísimo paquete de medidas integradas en el Plan de Desarrollo Sostenible, en el que también colaboran la Administración General del Estado y las diferentes corporaciones locales. Otros instrumentos administrativos de planificación y acción socioeconómica, como Programas y Grupos de Desarrollo Rural, Planes de Dinamización Turística, Iniciativas de Turismo Sostenible, así como el régimen de ayudas en el Área de Influencia Socioeconómica del Parque Nacional, suponen un importante apoyo para la consecución del objetivo de mejorar la calidad de vida de la población. La Marca Parque Natural impulsada por la Consejería de Medio Ambiente de Andalucía, favorece una valorización del territorio mediante el refuerzo de su identidad y el apoyo de


iniciativas locales acordes con los principios del desarrollo sostenible. El distintivo ofrece productos y servicios diferenciados, asociados a los valores medioambientales del Espacio Natural. En el año 2010 se superan en Sierra Nevada las 120 certificaciones en las distintas ramas agroalimentaria, artesanía y turismo de naturaleza. Por otra parte, la acreditación de la Reserva (Parque Nacional y Parque Natural) con la Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS) desde el año 2004 supone, más allá del galardón, una nueva fórmula de trabajo para alcanzar la concertación y la cooperación entre los distintos actores que intervienen en la materia: empresas del sector turístico, visitantes, habitantes, Ayuntamientos, Administración Ambiental, Administración Turística, Asociaciones de Desarrollo Rural. La iniciativa de la CETS tiene frutos muy significados en 2010: 14 empresas están certificadas en su adhesión a la estrategia de la CETS y 21 establecimientos acreditados como Punto de Información del Espacio Natural. Los usos y aprovechamientos tradicionales que históricamente han contribuido a la conformación del paisaje reciben un tratamiento especial en la Reserva. Se ha abordado con decisión la ordenación de los espacios silvopastorales y adecuación de las infraestructuras asociadas a dichos espacios para mejorar y dignificar la práctica de la ganadería extensiva tradicional. Asimismo, se ha puesto en marcha un completo programa de recuperación de la red de acequias tradicionales de Sierra Nevada para contribuir al mantenimiento del paisaje peculiar de los sistemas agroforestales de la media montaña. La estructura organizativa, los mecanismos existentes de participación social efectiva, la institucionalización de la colaboración entre científicos y gestores, las numerosas líneas de trabajo consolidadas y la aplicación del régimen jurídico de protección asociado al Parque Nacional y al Parque Natural permiten avances muy importantes hacia el objetivo marcado por el Plan de Acción de Madrid de constituir las Reservas de la Biosfera como laboratorios permanentes de desarrollo sostenible (ambiental, cultural, económico y social). 3.3 “Apoyo logístico - prestar apoyo a proyectos de demostración, de educación y capacitación sobre el medio ambiente y de investigación y observación permanente en relación con cuestiones locales, regionales, nacionales y mundiales de conservación y desarrollo sostenible.” En los últimos años la Reserva de Biosfera de Sierra Nevada ha producido una reorientación en la gestión de un espacio natural protegido impulsando el Observatorio de Cambio Global de Sierra Nevada, puesto en marcha en la Reserva en aplicación de la estrategia GLOCHAMORE (Global Change in Mountain Regions) promovida por UNESCO. Dicho Observatorio supone una apuesta pionera de gestión en la era del Cambio Global. Esta iniciativa se traduce en una nueva forma de trabajar en el Espacio Natural, estimulada por una estrecha colaboración entre gestores y científicos. El objetivo esencial es atenuar el impacto que los procesos de cambio global tienen sobre la biodiversidad y, consecuentemente, sobre los servicios ecosistémicos que benefician a nuestra sociedad. Uno de los pilares del Observatorio es un completo programa de seguimiento a largo plazo de sistemas, especies y procesos atendiendo a 26 grupos de indicadores del medio físico, medio biológico y medio socioeconómico. El proyecto se completa con una herramienta específica de almacenaje y tratamiento de la información, con el ensayo de medidas de gestión para construir capacidad de adaptación de nuestros ecosistemas y con un Foro de Comunicación como lugar de encuentro para el debate, la divulgación del conocimiento y la sensibilización.


4. CRITERIOS PARA LA DESIGNACION COMO RESERVA DE BISOFERA [En el Artículo 4 del Marco Estatutario se exponen 7 criterios generales que habrá de satisfacer una zona para ser designada Reserva de Biosfera y que se enumeran a continuación.] 4.1 “Contener un mosaico de sistemas ecológicos representativo de regiones biogeográficas importantes, que comprenda una serie progresiva de formas de intervención humana.” Sierra Nevada es una cadena montañosa excepcional, fruto de factores ecológicos y de acontecimientos evolutivos. Su altitud y su situación meridional en el continente, permiten la presencia de hábitats mediterráneos junto a otros propios de otras latitudes como los boreoalpinos de latitudes superiores y las estepas subdesérticas de latitudes inferiores. La diversidad de aves presentes en Sierra Nevada ha posibilitado la declaración, en 1989, de este espacio como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), en aplicación de la Directiva 79/409/CEE, de 2 de abril, relativa a la conservación de las aves silvestres.

Debido a la riqueza ecológica, en cuanto a especies y hábitats naturales de interés comunitario, el Parque Nacional y el Parque Natural de Sierra Nevada se encuentran incluidos en la lista de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) de la Región Biogeográfica Mediterránea, aprobada por Decisión de la Comisión Europea de 19 de julio de 2006, de conformidad con la Directiva 92/43/CEE, de 21 de mayo de 1992. En aplicación de la citada Directiva, serán considerados Zona de Especial Conservación (ZEC) y por ser estos espacios, además, una ZEPA, forman parte de la red Natura 2000, red que se configura a nivel de toda la Unión Europea.

LIC Sierra Nevada: Código ZEC: ES6140004. Código Natura 2000: 103 Abarca todo el Parque Nacional y el Parque Natural de Sierra Nevada: Espacio Natural Sierra Nevada. Se han detectado dentro de Sierra Nevada 26 hábitats que engloban a 69 comunidades vegetales que están protegidas por la Directiva Hábitats (Directiva 92/43/CEE, anexo I), de los cuales 24 se incluyen como hábitats de interés general y 3 pertenecen a la categoría de hábitats prioritarios. Estos hábitats representan superficialmente el 70% de todo el macizo para los hábitats de interés general y un 2,4% para los hábitats prioritarios.

Las preferencias ecológicas de las especies amenazadas de Sierra Nevada son, por orden de importancia, las siguientes:

Roquedos, cascajares, lugares pedregosos y arenosos, entre ellas destacan las

comunidades que viven en roquedos y cascajares silíceos, en estas comunidades el porcentaje de endemismo puede alcanzar el 80%. También son numerosas las que viven en cascajares y arenales calizos o dolomíticos la mayoría de sus especies son exclusivas de la Sierra Nevada noroccidental calcárea.

Herbazales y pastizales higrófilos (“borreguiles”); son comunidades que precisan un

recorte periódico y un cierto aporte nitrogenado por parte de los grandes herbívoros (cabra montés y ganado doméstico), pero que están muy deterioradas en extensas áreas de Sierra Nevada a causa del sobrepastoreo, de modo que 37 especies de las que viven allí se encuentran amenazadas.

Bosquetes y matorrales caducifolios, cuya conservación es prioritaria, pues en la

mayor parte de los casos están en un delicado equilibrio con el ambiente, ya que suelen ser relícticos, propios de condiciones climáticas más frescas y húmedas, de modo que cuando se deterioran a menudo no vuelven a recuperarse, siendo sustituidos por formaciones esclerófilas más acordes a los parámetros climáticos actuales.


Matorrales y piornales de alta montaña; aunque son comunidades que alcanzan grandes extensiones en el macizo nevadense y no están sometidas a impactos de importancia (salvo el pastoreo excesivo).

Sotobosque de encinares, que son comunidades muy frecuentes en los pisos basales de

la sierra, donde encuentran refugio algunas especies particularmente amenazadas, y sobre todo, el endemismo nevadense Laserpitium longiradium (en peligro crítico, una sola población, menos de 1.000 individuos).

Prados efímeros o formando praderas sumergidas.

De las cifras mencionadas se deduce que la mayor parte de las plantas amenazadas de

Sierra Nevada viven en hábitats característicos de alta montaña, como son los roquedos, cascajares y arenales y los herbazales y pastizales higrófilos, donde se encuentran el 65% del total. El resto lo ocupan los arenales dolomíticos y las estribaciones del semiárido en el sector suroriental.

4.2 “Tener importancia para la conservación de la diversidad biológica.” [Esto se refiere no sólo al número de especies endémicas, o de especies raras y en peligro en los planos local, regional o mundial, sino también a las especies de importancia económica mundial, los tipos de hábitat raros o las prácticas singulares de uso de la tierra (por ejemplo, el pastoreo tradicional o la pesca artesanal) que favorecen la conservación de la diversidad biológica. Dése aquí sólo una indicación general.] Sierra Nevada es el centro de diversidad vegetal más importante de la Región Mediterránea Occidental; las 2.100 plantas vasculares que se han catalogado hasta la actualidad constituyen casi el 30% de la flora de la España peninsular, con sólo una extensión del 0,4% de este área, y el 7% de la flora de la Región Mediterránea, con una extensión inferior al 0,01% de la misma.

Pero la importancia de la flora vascular de Sierra Nevada no radica solamente en el total de vegetales representados, sino también en el elevado número de ellos que son exclusivos del macizo –los denominados “endemismos nevadenses”–, que no se encuentran en ningún otro lugar de Planeta; con los conocimientos actuales, más de 80 plantas vasculares son endémicas de Sierra Nevada, de modo que en la zona de cumbres entre el 30-40 % de la flora que allí se encuentra es exclusiva del macizo, si bien resulta más sorprendente que en determinados nichos ecológicos, como los cascajares (pedregales relativamente móviles situados en pendientes muy fuertes) y los tajos de los roquedos, el porcentaje se eleva hasta un 80%.

En contraste, países europeos como Austria, Dinamarca, Suecia, Checoslovaquia, Polonia, Alemania, Reino Unido y Bélgica, no llegan a sumar entre todos ellos la cantidad de especies endémicas que tiene Sierra Nevada.

Fruto de los importantes progresos realizados en el conocimiento de la flora y vegetación del macizo, así como de la actualización de criterios para la asignación de las categorías de amenaza a las distintas especies, se ha obtenido un listado con los elementos protegidos por las distintas legislaciones vigentes y una categoría de amenaza en el contexto de Sierra Nevada, siguiendo los nuevos criterios formulados por la UICN. Del mismo se deduce que en el macizo nevadense conviven 150 especies amenazadas. Sobre la fauna de Sierra Nevada se ha realizado un listado con los taxones sobre los que deberían aplicarse medidas de conservación activas, estén o no protegidas por las distintas legislaciones vigentes en la actualidad, de manera que se consiga mantener el equilibrio en el efectivo poblacional que ha existido hasta el momento. En algunos casos se trata de fauna frecuente en otros puntos de la geografía andaluza y española, pero en Sierra Nevada son especies raras o con distribución finícola, por lo que afecciones a estas poblaciones pueden suponer su desaparición de este espacio protegido.


Se ha corroborado la importancia para la avifauna de las Lagunas del Padul, como una zona húmeda de vital relevancia en la migración de las aves palustres entre el continente europeo y el africano Desde otro punto de vista, las laderas de la montaña delatan la huella humana de miles de años. La abundancia de pastos de altura, ha hecho de Sierra Nevada, desde el lejano neolítico, un lugar privilegiado para la ganadería vacuna y ovina. Durante el invierno se pasta en las zonas bajas y en verano suben los animales a los prados húmedos (borreguiles) de altura. La trashumancia, pues, ha incidido históricamente en amplias zonas del alto paisaje nevadense, perfilado definitivamente en las zonas medias e inferiores por la agricultura que se asentó en las fuertes pendientes de la montaña, gracias a la construcción de bancales escalonados (paratas) y separados entre si por muros de piedra en seco (balates). Una de las aportaciones esenciales para aumentar la extensión de pastos y suministrar agua a los cultivos, han sido las acequias de careo, que derivan parte del agua de deshielo de los arroyos de montaña, distribuyéndola a lo largo de las vertientes. Asociada a estas actividades se ha configurado una arquitectura rural irrepetible: cortijos, molinos, albercas, fuentes, eras, hornos, apriscos, y maravillosos pueblos escalonados nos ilustran sobre técnicas, usos y costumbres tradicionales. Este agrosistema, que aúna ingenio en el diseño de bancales, arte en el manejo de la piedra, precisión en el trazado de las acequias y un esfuerzo ingente en el conjunto, fue diseñado en buena medida por los árabes, perdurando hasta nuestros días, en los que se enfrenta a momentos críticos por el decaimiento de la agricultura de montaña y por la falta de mano de obra joven que mantenga el recurso. Por tanto las laderas de Sierra Nevada están “sembradas” de pueblos con una cultural rural que hermana a sus habitantes con el medio que les rodea, existe una estrecha relación entre sus gentes y la utilización y significado que las plantas tienen para ellos.

Hay un saber popular muy arraigado y ligado al entorno, un cúmulo de conocimientos atesorados generación tras generación, transmitido oralmente de padres a hijos y que actualmente está amenazado por el olvido, debido a las nuevas formas de vida que modifican las costumbres de la comunidad.

Los aprovechamientos madereros y de leñas han afectado a la práctica totalidad de especies arbóreas, e incluso en zonas de cultivo abandonado temporalmente y en zonas de regadío abancaladas se han cultivado, para su aprovechamiento maderero chopos, castaños, nogales o fresnos, entre otras especies.

El uso de aromáticas y medicinales también ha sido tradicional en Sierra Nevada: la manzanilla real, el endrino, tomillo alpujarreño, té basto y té fino, gayuba, salvia, lavanda, genciana, zahareña o romero.

Un equipo de investigación la Universidad de Granada inició una línea investigadora que pretende recoger y catalogar los diferentes usos que se han venido dando a las plantas.

La aplicación curativa de las plantas es una de las facetas que aún se conservan, sin embargo es una información difícil de obtener. Primero porque la medicina escolástica ha entrado ya en casi todos los hogares sustituyendo por fármacos sintéticos los tradicionales remedios caseros. Y segundo porque las personas que conocen y utilizan las especies vegetales son pocas y con características peculiares: fundamentalmente son personas de avanzada edad o con una forma de vida que transcurre fuertemente ligada al medio, pastores, agricultores, agentes medioambientales etc.

Hay un amplísimo catálogo con los usos de las diferentes plantas autóctonas de Sierra Nevada, siendo muy numerosas las afecciones a las que se aplican: como depurativa sanguínea.


emolientes, estomacales, diuréticas, laxantes, antiodontágicas, antigotosas, antirreumáticas, tranquilizantres, febrífugas, etc. consecuencia de un conocimiento empírico.

El aprovechamiento apícola es una actividad en auge en Sierra Nevada, especialmente en las Alpujarras granadina y almeriense. En realidad se trata de una actividad que tradicionalmente ha estado asociada a la ganadería, aunque también es una consecuencia de la transformación forestal. La existencia de diversas comunidades de matorral y arbóreas (romerales, jarales, piornales, castañares o almendrales) aptas para el aprovechamiento apícola, permite la diferenciación de tipos de mieles y pólenes, derivadas de propiedades climáticas, edáficas, geográficas o fenológicas, entre otras.

Entre los distintos tipos de mieles destacan las variedades de milflores, tomillo, romero, albaida y eucalipto.

La gama de cultivos con alto valor culinario también es extensa. Plantas hortícolas como la patata “copo de nieve”, la habichuela y la lenteja moruna, el canónigo berro, el hinojo, la castaña, la colleja, la sémola de trigo etc.

Como cultivos frutales resaltar las cerezas de Güéjar Sierra o Monachil, las naranjas de la cuenca del río Andarax y el Valle de Lecrín, la frambuesa de Pórtugos, las manzanas de Trevélez, el endrino, la fresa de verano, etc.

Los viñedos destacan por la fabricación de dos tipos de vinos. De un lado está el famoso “vino costa”, producido a altas latitudes y que posee una alta graduación por las condiciones climáticas en que se elabora. De otro hay que citar un vino de más reciente desarrollo, de gran calidad, y producido en la Alpujarra Almeriense.

Reseñar el auge que la agricultura ecológica está empezando a tener, sobre todo en frutales agroecológicos autóctonos como el cerezo y la frambuesa.

Un aprovechamiento reciente y novedoso es el micológico. Las setas recogidas suelen utilizarse para consumo local, salvo episodios meteorológicos en los que coinciden las lluvias tempranas, al final de verano principios de otoño, y temperaturas suaves, que producen una explosión, aprovechada por recolectores profesionales y vecinales para su venta a intermediarios que, a su vez, las remiten para su consumo fuera de la zona.

No existe una tradición gastronómica respecto al consumo local de setas, siendo escasos los beneficios que genera este aprovechamiento aunque en los últimos años es un producto que se va revalorizando y se han rescatado viejas recetas a la vez que se han incorporado elementos de la nueva cocina que usan el “fruto” de estos hongos.

Por último, el aprovechamiento ganadero supone uno de los usos más tradicionales en Sierra Nevada, de ganado bovino, ovino y caprino, en prados de altura y, a veces en zonas incendiadas. Diversas limitaciones climáticas han favorecido históricamente el sistema de trashumancia a través de la extensa red de vías pecuarias. En la actualidad se impulsa un proceso de fomento la vaca pajuna, una raza autóctona en peligro de extinción.

4.3 “Ofrecer posibilidades de ensayar y demostrar métodos de desarrollo sostenible en escala regional.” La Reserva de Biosfera de Sierra Nevada constituye un modelo de gestión integrada de conservación de los recursos naturales y mantenimiento de los servicios ecosistémicos y de promoción de un modelo de desarrollo ambientalmente sano, económicamente viable y socialmente justo. El Plan de Desarrollo Sostenible, la acreditación de la Carta Europea de


Turismo Sostenible, entre otras iniciativas que se detallan en este dossier son una muestra de cómo se puede compatibilizar la extraordinaria biodiversidad de Sierra Nevada y convertirla en un activo para el desarrollo local. El estudio de impacto socioeconómico del espacio natural protegido Sierra Nevada en su entorno realizado por ESECA, Sociedad de Estudios Económicos de CajaGranada que se adjunta, ha demostrado la aportación positiva al empleo y a la renta de la existencia del parque nacional y el parque natural de Sierra Nevada. 4.4 “Tener dimensiones suficientes para cumplir las tres funciones de las reservas de biosfera.” La unidad del macizo de Sierra Nevada, sus importantes dimensiones totales (173.110,80 Has) y la zonificación propuesta en este formulario, avalado por las figuras de protección que lo integran y la normativa de ordenación de los recursos y de gestión en los que se ha inspirado, suponen una gradación de la protección desde las cumbres (parque nacional) hasta el piedemonte, zonas de menor valor ambiental y más antropizadas, que permite el cumplimiento de las tres funciones asignadas a las Reservas de la Biosfera. Este gradiente altitudinal es el que posibilita también que Sierra Nevada se haya convertido también en un referente nacional e internacional para el seguimiento del Cambio Global no sólo por disponer de un Plan de Seguimiento, a medio y largo plazo, exhaustivo de diferentes indicadores de especies, procesos y variables meteorológicas, sino por ser un lugar en el que se aplica el conocimiento transferido por los investigadores y se ensayan medidas de gestión adaptativa que por un lado mitigan los efectos y por otro construyen capacidad de adaptación a los nuevos escenarios convirtiendo a los espacios naturales en lugares con mayor resiliencia ecológica. 4.5 Mediante la zonación apropiada: “a) una o varias zonas núcleo jurídicamente constituidas, dedicadas a la protección a largo plazo conforme a los objetivos de conservación de la reserva de biosfera, de dimensiones suficientes para cumplir tales objetivos.” Zona Núcleo: constituida por el territorio designado como Parque Nacional de Sierra Nevada. Asume esencialmente funciones de conservación y apoyo logístico estipuladas en el artículo 3 del Marco Estatutario de las Reservas de la Biosfera. Cuenta con una superficie de 85.883,42 Ha. y afecta a 44 términos municipales: 15 de la provincia de Almería y 29 de la provincia de Granada.

El Parque Nacional aporta al patrimonio común una extraordinaria representación de los ecosistemas de la media y alta montaña mediterránea. Contiene valores naturales de primera magnitud por su rareza, fragilidad, biodiversidad e interés científico, y mediante esta figura de protección se asegura la conservación y la recuperación, en su caso de hábitats y especies.

En este espacio se definen actuaciones y se desarrollan los instrumentos precisos para garantizar el mantenimiento y la restauración de sus valores naturales y culturales. Y además presenta un sistema de Uso Público que facilita el conocimiento y disfrute del Parque, adecuándolo a la capacidad de acogida del territorio.

El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales establece la zonificación del Parque Nacional en diferentes subzonas:

Zona de reserva del parque nacional Zona de uso restringido Zona de uso moderado Zona de uso especial


“b) una o varias zonas tampón claramente definidas, circundantes o limítrofes de la(s) zona(s) núcleo, donde sólo puedan tener lugar actividades compatibles con los objetivos de conservación.” Zona Tampón: Ocupa la mayor parte del territorio designado como Parque Natural de Sierra Nevada. Tiene una extensión de 70.738,18 Ha y rodean la mayor parte del Parque Nacional. Afecta a 60 términos municipales, 23 de la provincia de Almería y 37 de la de Granada. Desde el punto de vista de las funciones de las Reservas de la Biosfera, estaría en consonancia con las tres funciones estipuladas en el artículo 3 del Marco Estatutario. Incluye todas las Zonas de Reserva y de Regulación Especial, así como una parte de las Zonas de Regulación Común del Parque Natural.

Tanto el nuevo PORN y PRUG a punto de ser aprobados como en el vigente aún desde 1994, se establecen los criterios para la regulación de los usos y actividades de las distintas zonas del territorio del parque.

La zonificación interna del Parque Natural que se integra en esta Zona Tampón es la siguiente:

Zona de reserva: Humedales y Turberas de Padul (A) Zona de regulación especial:

o Arbolado autóctono y matorral interés ecológico (B1) o Arbolado naturalizado (B2) o Zonas con vegetación de medio hidrófilos (B3) o Zona de amortiguación del Área de Esquí Alpino (B4)

Zonas de regulación común • Áreas de matorral serial (C1) • Área de esquí alpino (C3)

“c) una zona exterior de transición donde se fomenten y practiquen formas de explotación sostenible de los recursos.” Zona de Transición: constituida por parte de las Zonas de Regulación Común y la Zona Fuera de Ordenación pertenecientes al Parque Natural, con 16.489,20 Ha y donde se potencia fundamentalmente el desarrollo económico y humano sostenible.

* Zonas de regulación común (Cultivos agrícolas (C2 y Áreas Antropizadas (C4))

* Zonas fuera de Ordenación. Corresponde con los núcleos habitados en el interior de la Reserva de la Biosfera.

En esta zona de transición, es donde se realizan la mayor parte de las actividades socioeconómicas y donde se concentra la mayor parte de los núcleos de población de la Reserva de la Biosfera y donde las propuestas de desarrollo rural se encaminan hacia un modelo sostenible que integra las dimensiones social, económica y ambiental.

La Estrategia y Plan de Acción de la Reserva de la Biosfera se reorienta en la actualidad hacia un nuevo modelo de producción y consumo, hacia una nueva cultura de la eficiencia, la calidad, el equilibrio territorial, la solidaridad y la equidad en la aplicación y uso de los recursos naturales.


4.6 “Aplicar disposiciones organizativas que faciliten la integración y participación de una gama adecuada de sectores, entre otros autoridades públicas, comunidades locales e intereses privados, en la concepción y ejecución de las funciones de la reserva de biosfera.” La Reserva de Biosfera de Sierra Nevada cuenta con un Consejo de Participación, órgano consultivo de asesoramiento de la administración ambiental, de coordinación institucional y de participación ciudadana en la planificación y gestión del conjunto del parque nacional y parque natural que integran dicha Reserva. En los temas de desarrollo sostenible hay que destacar el Foro de la Carta Europea de Turismo Sostenible en el que participan las empresas del sector, la administración ambiental y la de Turismo y Deporte, los ayuntamientos, los Grupos de Desarrollo Rural y demás agentes institucional, económicos y sociales. En el ámbito científico es de destacar la colaboración que se realiza con los centros de investigación muy especialmente con el Centro Andaluz de Medio Ambiente de la Universidad de Granada y la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa en torno al Observatorio de Seguimiento de Cambio Global al que nos hemos referido con anterioridad. 4.7 Mecanismos de ejecución ¿Cuenta la Reserva de Biosfera propuesta con: “a) mecanismos de gestión de la utilización de los recursos y de las actividades humanas en la(s) zona(s) tampón”?

Sí X No Previstos Toda la batería de planes de ordenación de recursos naturales, de uso y gestión, plan de desarrollo sostenible, en el que se incluyen las actuaciones incluidas en el Plan de Acción de la Carta de Turismo Sostenible, subvenciones en el área de influencia socioeconómica de parques nacionales y de Red Natura 2000, planes sectoriales de turismo y desarrollo rural sostenible… representan mecanismos de gestión adecuados a la consecución de los fines y avance en las funciones asignadas a la Reserva de Biosfera. “b) una política o un plan de gestión de la zona en su calidad de reserva de biosfera”?

Sí X No Previstos El conjunto del Parque Nacional y Parque Natural que integra la Reserva de la Biosfera de Sierra Nevada desarrolla una política en aplicación de sus propios Planes Rectores de Uso y Gestión que coinciden con la finalidad de la Reserva. “c) una autoridad o un dispositivo institucional encargado de aplicar esa política o ese plan”?

Sí X No Previstos La Consejería de Medio Ambiente a través del Equipo de Gestión del Espacio Natural Sierra Nevada fundamentalmente. “d) programas de investigación, observación permanente, educación y capacitación”?

Sí X No Previstos

Se detallan en el Formulario adjunto.


5. APOYOS OFICIALES 5.1 Firmados por la autoridad o autoridades encargadas de la ordenación de la(s) zona(s) núcleo: Nombre completo: ________________________________________________________________ Título: _________________________________________________________________________ Fecha: _________________________________________________________________________ Nombre completo: ________________________________________________________________ Título: _________________________________________________________________________ Fecha: _________________________________________________________________________


5.2 Firmados por la autoridad o autoridades encargadas de la ordenación de la(s) zona(s) tampón: Nombre completo: ________________________________________________________________ Título: _________________________________________________________________________ Fecha: _________________________________________________________________________ Nombre completo: ________________________________________________________________ Título: _________________________________________________________________________ Fecha: _________________________________________________________________________ 5.3 Firmados, según proceda, por la administración nacional (o estatal, o provincial) encargada de la ordenación de la(s) zona(s) núcleo y la(s) zona(s) tampón: Nombre completo: ________________________________________________________________ Título: _________________________________________________________________________ Fecha: _________________________________________________________________________ Nombre completo: ________________________________________________________________ Título: _________________________________________________________________________ Fecha: _________________________________________________________________________ Nombre completo: ________________________________________________________________ Título: _________________________________________________________________________ Fecha: _________________________________________________________________________ 5.4 Firmados por la autoridad o las autoridades, la autoridad local elegida reconocida por el gobierno o el portavoz y representante de las comunidades asentadas en la zona de transición: Nombre completo: ________________________________________________________________ Título: _________________________________________________________________________ Fecha: _________________________________________________________________________


Nombre completo: ________________________________________________________________ Título: _________________________________________________________________________ Fecha: _________________________________________________________________________ Nombre completo: ________________________________________________________________ Título: _________________________________________________________________________ Fecha: _________________________________________________________________________ 5.5 Firmados en nombre del Comité Nacional o centro de enlace del MAB: Nombre completo: ________________________________________________________________ Título: _________________________________________________________________________ Fecha: _________________________________________________________________________

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UNESCO - Programa el Hombre y la Biosfera (MAB) - Formulario de Reserva de la Biosfera, marzo 2011

PARTE II: DESCRIPCION

6. LATITUD Y LONGITUD DE LA ZONA: [Indíquense en grados, minutos y segundos. Señálense las coordenadas del punto central de las Reservas de Biosfera propuestas y, en lo posible, los límites exteriores de la zona tampón.] La Reserva de la Biosfera “Sierra Nevada” se encuentra situada en el sureste de España, en la Comunidad Autónoma de Andalucía y está distribuida entre las provincias de Almería y Granada de la costa mediterránea. Este macizo montañoso se constituye en uno de los monumentos más singulares del sur de Europa. Un enclave de extraordinario valor ambiental que comparte escenario territorial con parajes de gran riqueza histórica y cultural.

Dos de sus características más singulares son su situación, es la cadena de montañas más meridional del continente europeo, y su considerable altitud, ya que constituye uno de los relieves más altos de Europa tras los Alpes: el Mulhacén con 3.482 metros supone el techo de la Península y hay más de 18 picos que sobrepasan los 3.000 metros, entre ellos el Veleta, la Alcazaba y el Puntal de Vacares.

Discurre entre los siguientes puntos:

Norte: Latitud 37º 15’ 14,3” N Sur: Latitud 36º 54’ 50,8” N Longitud 3º 22’ 59,2” W Longitud 3º 22’ 01,5” W Este: Latitud 36º 58’ 55,1” N Oeste: Latitud 37º 02’ 54,2” N Longitud 2º 35’ 14,7” W Longitud 3º 38’ 31,6” W

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7. DIMENSIONES Y CONFIGURACION ESPACIAL. El ámbito territorial de la Reserva de la Biosfera se corresponde con la mayor parte del macizo de Sierra Nevada.

La superficie que abarca es de 173.110, 80 hectáreas, distribuidas en un total de 60 términos municipales repartidos entre las provincias de Granada y Almería. Las distancias máximas entre los puntos extremos son de norte a sur 38 Km, y de oeste a este 94 Km.

Limita al norte con la depresión de Guadix-Baza, el corredor de Abla, y tres sierras con las que tiene contacto: Sierra de Huétor, Sierra Harana y Sierra de la Yedra. Al oeste se encuentra el Valle de Lecrín y al noroeste la Depresión de Granada. Al sur, el valle del río Guadalfeo y las cabeceras de los ríos Adra y Andarax, y al Noreste con el río Nacimiento.

Formando parte de las zonas internas de la Béticas, su configuración espacial está determinada por dos complejos geológicos: el Complejo Nevado-Filábride, que comprende el núcleo central de la Sierra, originado durante el plegamiento alpino, y donde se sitúan las mayores cumbres, y el Complejo Alpujárride, postorogénico y donde domina la morfología abrupta y picos como la Aguja del Trevenque (2.079 m), el Dornajo (2.076 m) y los Alayos de Dílar (1.980 m).

La cercanía al mar y la envergadura de las cimas le confieren gran vigor a su configuración espacial, las fuertes pendientes en la montaña media se alternan con otras más alomadas en la alta montaña.

La alta montaña está configurada por una serie de valles glaciares, mejor dibujados en el sector septentrional y occidental, donde aparecen circos bien definidos como los Corrales del Veleta, Valdeinfierno, San Juan, Laguna de la Mosca o Laguna de Las Yeguas y otra serie de nichos de innivación, heleros y cubetas, sede de lagunas y umbrales que surcan el sector más elevado de la sierra. Junto a ello se ha desarrollado un conjunto de formas de depósito, como las diferentes morrenas y acumulaciones de cantos, arrancados y depositados por el hielo durante las etapas glaciares. Las continuas y repetidas alternancias de congelación y descongelación, han creado formas en casi todos los valles de Sierra Nevada.

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Los mantos carbonatados alpujárrides que orlan el borde occidental del macizo presentan una configuración más abrupta, en general, que el complejo Nevado-Filábride. Consecuencia de la acción combinada de procesos de tipo kárstico y tectónico-kárstico, a los que se sobreimponen la dinámica fluvial actual, ha originado una conformación variada con una red de drenaje muy densa y encajada en la que en la que sobresalen cerros de cimas puntiagudas, crestas y tajos, algunos de ellos espectaculares.

Al sur y hasta una altitud de 1.900 metros, destaca el encajamiento de la red fluvial y los diferentes tipos de relieve residual; y al noroeste y hasta unos 1.200 metros, sobre todo en los valles de los ríos Monachil, Dílar y Dúrcal, es donde este relieve diferencial está más ampliamente representado.

Las dolomías de las áreas del Trevenque y de los Alayos, muy arenizadas, generan vertientes muy inestables y acarcavadas, un relieve residual caótico con pitones disgregables, y otros sectores de calizas más masivas y menos amenizadas.

Si bien la estación de esquí (área urbanizada y zona esquiable) no conserva apenas las huellas que la actividad glaciar y periglaciar modelaron sobre ella, está rodeada de circos bien conservados, lagunas, morrenas y canchales entre los que destacan las áreas de la cabecera del río Dílar (Tajos de la Virgen, Fraile de Capileira, Cuerda de la Dehesa, Borreguiles de Dílar y Laguna de la Mula). En el sector occidental destacan Los Cahorros del Monachil, constituidos por una fractura sobre materiales calcáreos que configura un espléndido cañón en el que el río Monachil se encaja profundamente. Y la falla sobre dolomías que recorre el pie de la Sierra del Zahor, entre los términos municipales de Padul, Dúrcal y Nigüelas, fácilmente reconocible sobre el terreno, espectacular por su continuidad y extensión. En el ámbito exterior y sobre todo en el extremo oriental los paisajes formados sobre los depósitos sedimentarios del Cuaternario dan lugar a paisajes acarcavados denominados “bad lands” que completan este sistema de montañas concéntricas.

La topografía y configuración espacial del macizo afecta, por otra parte y de modo particular, al medio social y cultural, pudiendo observarse un alto grado de fragmentación municipal y dispersión de los núcleos de población, con dificultades de comunicación entre municipios, lo que hace del área de influencia socioeconómica un territorio de elevada heterogeneidad y complejidad. 7.1 Dimensión de la zona núcleo terrestre: 85.883,40 hectáreas. 7.2 Dimensión de las zonas tampón terrestres: 70.738,18 hectáreas. 7.3 Dimensión aproximada de las zonas de transición terrestres: 16.489,20 hectáreas.

TOTAL DE LA RESERVA DE LA BIOSFERA: 173.110, 80 hectáreas.

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7.4 Breve justificación de la zonificación (desde el punto de vista de las distintas funciones de las reservas de biosfera) tal como aparece en el mapa de zonificación.

La “Actualización de la Reserva de la Biosfera Sierra Nevada” se realiza para modificar la actual zonificación por no ajustarse a la realidad del espacio, y con el fin de armonizarla al actual marco legislativo, administrativo, y socioeconómico que Sierra Nevada presenta y que ha evolucionado sustancialmente desde 1986, fecha de su declaración. Se han completado y mejorado los instrumentos que garantizan a largo plazo la conservación del espacio y paralelamente se ha avanzado notablemente en la dinamización de la actividad socioeconómica de la población local sobre la base del respeto y el impulso a la riqueza medioambiental de su entorno. En abril de 1986 se declara Reserva de la Biosfera por el programa MaB de la UNESCO, sobre un territorio hasta entonces carente de figura de protección de ámbito estatal o regional y que comprendía 171.646 has. sin que se estableciera en los documentos originales ninguna zonificación. En las revisiones posteriores sólo se había definido un área núcleo central y una zona tampón periférica. La designación de la Reserva de la Biosfera de Sierra Nevada es anterior a la declaración tanto del Parque Natural como del Parque Nacional y a muchos otros hitos relevantes anteriormente descritos. En consecuencia, es muy importante ajustar la zonificación a la configuración territorial determinada por el proceso de protección. Esta nueva zonificación no afecta a los límites externos de la Reserva sino sólo a la distribución interna de las diferentes zonas. La nueva cifra que aparece como total del conjunto de la Reserva (173.110 has.) se corresponde con la actualización y concreción de la cartografía y no con una modificación de los límites ni del ámbito de la Reserva de la Biosfera. La propuesta de zonificación aquí contenida es coherente con la ordenación territorial que se desprende de los nuevos instrumentos jurídicos descritos y responde a los criterios y requisitos establecidos en la doctrina de las Reservas de la Biosfera vigente en el Programa MaB. De acuerdo con ésta, toda Reserva de la Biosfera estará constituida por:

• Zona núcleo: protección estricta y objetivos de conservación bien definidos. Contiene muestras de ecosistemas poco perturbados o muy representativos de modelos de uso que se pretenden conservar.

• Zona tampón o de amortiguación: con carácter general rodea a la zona núcleo y sólo podrá albergar actividades compatibles con la conservación de la zona núcleo.

• Zona de transición: habitualmente rodeará a las zonas núcleo y tampón, dando cabida a las actividades señaladas y sobre todo a aquellas otras que, sin comprometer la sostenibilidad de los recursos, puedan contribuir a cumplir la función de desarrollo.

En consonancia con lo anterior, se propone la siguiente zonificación para la Reserva de la Biosfera de Sierra Nevada:

a) Zona Núcleo: constituida por el territorio designado como Parque Nacional de Sierra Nevada. Asume esencialmente funciones de conservación y apoyo logístico estipuladas en el artículo 3 del Marco Estatutario de las Reservas de la Biosfera. Cuenta con una superficie de 85.883,42 Ha. y afecta a 44 términos municipales: 15 de la provincia de Almería y 29 de la provincia de Granada.

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El Parque Nacional aporta al patrimonio común una extraordinaria representación de los ecosistemas de la media y alta montaña mediterránea. Contiene valores naturales de primera magnitud por su rareza, fragilidad, biodiversidad e interés científico, y mediante esta figura de protección se asegura la conservación y la recuperación, en su caso de hábitats y especies.

Efectivamente, la Ley 3/1999, de 11 de enero, por la que se crea el Parque Nacional de Sierra Nevada, articula (Art. 1.2.) que la declaración de Sierra Nevada como Parque Nacional tiene por objeto:

a) Proteger la integridad de sus ecosistemas, que constituyen una extraordinaria representación de los sistemas mediterráneos de montaña y alta montaña.

b) Asegurar la conservación y la recuperación, en su caso, de los hábitats y las especies.

c) Contribuir a la protección, el fomento y la difusión de sus valores culturales. d) Promover el desarrollo sostenible de las poblaciones cuyo territorio esté, en

todo o en parte, dentro del Parque Nacional. e) Aportar al patrimonio común una muestra representativa de los ecosistemas de

alta montaña mediterránea, incorporando el Parque Nacional de Sierra Nevada a los programas nacionales e internacionales de conservación de la biodiversidad.




b) Zona Tampón: Ocupa la mayor parte del territorio designado como Parque Natural de Sierra Nevada. Ocupa una extensión de 70.738,18 Ha y rodean la mayor parte del Parque Nacional. Afecta a 60 términos municipales, 23 de la provincia de Almería y 37 de la de Granada. Desde el punto de vista de las funciones de las Reservas de la Biosfera, estaría en consonancia con las tres funciones estipuladas en el artículo 3 del Marco Estatutario. Incluye todas las Zonas de Reserva y de Regulación Especial, así como una parte de las Zonas de Regulación Común del Parque Natural.

Efectivamente, tanto el nuevo PORN y PRUG a punto de ser aprobados como en el vigente aún desde 1994, se establecen los criterios para la regulación de los usos y actividades de las distintas zonas del territorio del parque:

Para la conservación de los recursos naturales: edáficos y geológicos, hídricos, de la flora y la fauna silvestres, de la vegetación y del paisaje.

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Para la conservación del patrimonio cultural, con la puesta en valor, difusión e interpretación del mismo.

Para la regulación de los aprovechamientos forestales, agrícolas, ganaderos, cinegéticos y de pesca continental.

Para el uso público, educación ambiental y turismo en el medio natural. Para la investigación. Para la gestión de las infraestructuras. Para el seguimiento de la planificación y administración del Parque

Natural.

La zonificación interna del Parque Natural que se integra en esta Zona Tampón es la siguiente:


Arbolado autóctono y matorral interés ecológico (B1) Arbolado naturalizado (B2) Zonas con vegetación de medio hidrófilos (B3) Zona de amortiguación del Área de Esquí Alpino (B4)

Zonas de regulación común • Áreas de matorral serial (C1) • Área de esquí alpino (C3)

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c) Zona de Transición: constituida por parte de las Zonas de Regulación Común y la Zona Fuera de Ordenación pertenecientes al Parque Natural, con 16.489,20 Ha y donde se potencia fundamentalmente el desarrollo económico y humano sostenible.

Zonas de regulación común

Cultivos agrícolas (C2) Áreas Antropizadas (C4)

Zonas fuera de Ordenación. Corresponde con los núcleos habitados en el interior de la Reserva de la Biosfera.

En esta zona de transición, es donde se realizan la mayor parte de las actividades socioeconómicas y donde se concentra la mayor parte de los núcleos de población de la Reserva de la Biosfera y donde las propuestas de desarrollo rural se reorientan hacia un modelo sostenible que integra las dimensiones social, económica y ambiental.

La Estrategia y Plan de Acción de la Reserva de la Biosfera se reorienta en la actualidad hacia un nuevo modelo de producción y consumo, hacia una nueva cultura de la eficiencia, la calidad, el equilibrio territorial, la solidaridad y la equidad en la aplicación y uso de los recursos naturales.

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8. REGION BIOGEOGRAFICA: Sierra Nevada se encuentra dentro del Reino Holártico, Región Mediterránea.

Superprovincia Mediterráneo Ibero-Atlántica, Provincia Bética, Sectores:

Malacitano-Almijariense: ocupa las zonas calizas y calizo-dolomíticas noroccidentales; esta unidad también engloba las Sierras de Huétor, Tejeda, Almijara, Cázulas, los Guájares y el Chaparral.

Alpujarreño-Gadorense: ocupa todas las calizas de la vertiente sur, la zona conocida como Alpujarra.

Nevadense: todo el núcleo central está ocupado por el sector Nevadense, que es la unidad más singular, tanto por la naturaleza de los sustratos que la componen (micaesquistos y cuarcitas), como por presentar las máximas altitudes. Esta unidad está presente también en la Sierra de los Filabres (unida a Sierra Nevada por el pasillo de Fiñana-Abla).

Guadiciano-Bacense: la aparición de este sector viene a indicarnos el límite norte de Sierra Nevada, por lo que sólo se presenta de forma muy puntual en el contacTo de la sierra con la depresión de Guadix-Baza.

Superprovincia Mediterráneo-Iberolevantina, provincia Murciano-Almeriense, Sector

Almeriense: aparece puntualmente en la parte oriental, se extiende por una pequeña franja debajo de Canjáyar y Albodoluy, en la confluencia de los ríos Andarax y Nacimiento.

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En cuanto a los termotipos (caracterizados por distintos valores de temperatura), están representados 5 de los 6 pisos termoclimáticos que se distinguen para el conjunto de la Región Mediterránea.

El termomediterráneo, que corresponde a las zonas basales, con una importante influencia costera y con la casi total ausencia de heladas; el mesomediterráneo se caracteriza por la presencia de heladas en invierno y una sequía estival muy acusada; el supramediterráneo, que corresponde al piso de media montaña, presenta temperaturas muy bajas en el invierno, pero en el verano las temperaturas son más suaves que en el mesomediterráneo, por lo que es posible la presencia más o menos constante de especies caducifolias y marcescentes (semicaducas); por encima de éste aparece el oromediterráneo, que es el piso de alta montaña y donde se encuentra el límite altitudinal de las especies arbóreas, puesto que está cubierto de nieve buena parte del invierno; finalmente, el crioromediterráneo está ocupado por la nieve de seis a ocho meses al año y corresponde a las zonas de cumbres. Este piso es el más original de Sierra Nevada, donde aparecen la mayor parte de las especies endémicas, raras y/o amenazadas.

En cuanto a los ombrotipos (definidos por rangos de precipitación), aparecen el semiárido, con menos de 350 mm de precipitación al año, representado solo en las zonas basales, en concreto en la cuenca del río Adra y en las cuencas medias de los ríos Andarax y Nacimiento; el seco (350-600 mm), que ocupa la mayor parte del mesomediterráneo; y el subhúmedo (600-1.200 mm), que aparece normalmente por encima de 1.400 ó 1.500 m de altitud. Es posible que puntualmente aparezca el húmedo (más de 1.200 mm), aunque faltan estaciones meteorológicas en los lugares donde puede estar presente.

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Relación entre termotipos, ombrotipos, litología/suelos, fitogeografía

y dominios de vegetación en Sierra Nevada.

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9. HISTORIA DEL USO DE LA TIERRA: La ocupación humana del macizo de Sierra Nevada se inicia en el Neolítico, período prehistórico que en esta región tiene lugar a finales del VI milenio o comienzos del V a.C. Los habitantes dejaron de ser cazadores-recolectores para convertirse en agricultores y ganaderos, serán los primeros pobladores que se establecerán progresivamente y de forma sedentaria.

La abundancia de ricos pastos de altura convirtió a Sierra Nevada en un lugar privilegiado para la ganadería vacuna y ovina. Durante el verano pastaban en las zonas bajas del campo de Dalías o de Motril y en verano subían a la sierra. Y además los asentamientos se realizaron cerca de las fértiles vegas almerienses y granadinas que bordean al macizo, aptas para el cultivo en huerta y del cereal: en las laderas de Sierra Nevada, se empiezan a recolectar frutos, se cultivan algunas plantas y se domestican los primeros animales, se había inventado la agricultura. Existen evidencias arqueológicas de este período, documentadas en los yacimientos de la Piedra del Sombrerillo y el Peñón de la Herrá, en Albodoluy, y en los de Abrucena, Nacimiento y Paterna del Río entre otros.

El poblamiento estuvo favorecido por unas excelentes condiciones: abundante agua, magníficas situaciones estratégicas para la vigilancia y defensa, y generosos recursos minerales.

A estos primeros pobladores les sucederán los de la Cultura de Almería, que muestran ya una completa sedentarización; construyeron los primeros poblados de cabañas, silos para almacenamiento de grano, etc.

En el III milenio a. C. surge la Cultura de los Millares, caracterizada por la introducción de la metalurgia del cobre y la aparición de las construcciones megalíticas (construcciones realizadas con grandes piedras). Con posterioridad será reemplazada por la Cultura del Argar, iniciada en torno al 1800 a.C., en donde las cabañas, con zócalos de piedras, muros de tapial y techumbres de ramas y vigas de madera mezcladas con barro, presentan recintos diversos que diferencian los ámbitos de trabajo y los de estancia. Los restos arqueológicos localizados de este periodo están situados entre la costa y la alpujarra almeriense.

El Bronce final, hacia el 1300 a.C., está representado en los artefactos localizados en las excavaciones realizadas en el poblado del Peñón de la Reina de Albodoluy. Son adornos personales y armas realizadas con material de bronce, de procedencia autóctona, y una pequeña proporción de estaño.

La presencia de los tartesos en las faldas de Sierra Nevada, en torno al 1200 a.C., dedicados a la explotación de minas y a la agricultura, será reemplazada por colonias de fenicios, griegos y cartagineses, grandes navegantes y comerciantes que tenían a Sierra Nevada como un faro, que iluminado por los últimos rayos solares les indicaban el camino más corto para llegar a la península. Dejarán vestigios materiales de su presencia en las factorías de Abdera (Adra) y Sexi (Almuñécar) en la costa almeriense y granadina, penetrando desde allí hacia el interior de Sierra Nevada.

El desembarco en el 218 a.C. en Ampurias de los ejércitos romanos, al mando de los generales Gneo y Publio Escipión, marca el inicio de un largo proceso que culmina con las campañas que a finales del siglo I a.C. llevan a Augusto a controlar prácticamente la Península, incluida Sierra Nevada, que pertenecerá a la provincia romana de la Bética a partir del año 27 a.C.

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Esta zona tenía una economía esencialmente agrícola. Se cultivaba la triada mediterránea del trigo, olivo y vid, tal como muestran los numerosos restos de “villae” (casas de campo romanas) localizados.

Otro pilar básico de la economía romana era la minería, documentada en las minas del Conjuro, la Estrella, Alquife y Huéneja.

La dominación romana dejará en el entorno de Sierra Nevada, como en toda la península, huellas imborrables en la construcción de grandes obras públicas como la red de calzadas. Entre estas obras deben destacarse la Vía Augusta que partiendo de los Pirineos discurría por Sagunto y Cartagena, continuando por Guadix, Almería, Albuñol y Motril hasta Cádiz. Otra vía importante conectaba la costa granadina con el interior y en las inmediaciones del parque natural en la zona de Padul se conservan restos de dicha Vía.

En el macizo se aprecian también fragmentos de calzadas en veredas que pertenecerían a vías secundarias o caminos de enlace. Debe destacarse la construcción de puentes como el de Tablate, sobre el río Torrente, el del río Dúrcal o el puente de Mecina Bombarón.

En esta época la zona del Marquesado del Zenete estuvo densamente poblada y se ocupan algunos territorios de la ladera sur de Sierra Nevada como atestiguan algunos restos aparecidos en Bubión.

Tras las turbulencias políticas del mundo visigodo, se produce la llegada de los árabes a la Península, con el apoyo de grupos beréberes norteafricanos. La etapa de dominación se inicia con el desembarco de Tarik Muza en Tarifa, en el 711 y durará ocho siglos.

El nombre con el que ha sido conocida Sierra Nevada a través de los tiempos ha sido cambiante. Plinio señaló que el límite de las provincias Tarraconenses y Bética lo constituía el Mons Solarius, porque brilla el sol en sus cumbres antes de que asome por el horizonte, y de la misma forma la llaman los primeros autores islámicos de los que existe noticia. Abd Allad Buluggin fue el último rey zirí de Granada, depuesto por los almorávides y en sus Memorias contiene el primer texto árabe local sobre Sierra Nevada, en él se indica que la población se asienta en el margen del río Salini, “que baja del Monte Sulayr”, versión árabe de su primitivo nombre latino Solarius o Solares, monte del Sol. Los textos árabes también se refieren a Sierra Nevada como Yabal al-Taly o Monte de la Nieve.

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Los árabes dieron un gran impulso a la agricultura, desarrollando los cultivos de alta montaña, el regadío, la horticultura, la disposición en aterrazamientos de los cultivos, las redes de acequias y las alquerías; logrando una agricultura muy sofisticada. Supieron aprovechar todas las posibilidades del terreno, pero sin producir transformaciones brutales.

Este pueblo fue el que creó todo el sistema de riego heredado hasta nuestros días. Para aumentar la extensión de los

pastos, se utilizaba las llamadas “acequias de careo”, que desviaban el agua de los arroyos de alta montaña para regar extensas laderas. Hay acequias que son lugares idílicos que el hombre ha creado ingeniosamente desviando el agua de impetuosos arroyos para conducirlas mansamente a los bancales; castaños, álamos, mimbres, flanquean estos paseos deliciosos. Gracias a estas sabias construcciones las áridas lomas de la cara Sur de Sierra Nevada se convirtieron en auténticos vergeles que se llenaron de cortijos y pueblos. Asimismo se aprovechaba la fuerza de estas conducciones de agua para alimentar los molinos de aceite y harina. Los fuertes desniveles del terreno se solucionaban mediante el escalonamiento en “bancales”, una fatigosa tarea para sacarle partido a la montaña.

La influencia de los moriscos bereberes, que tras la conquista de los Reyes Católicos heredaron las tierras menos productivas y de difícil acceso, marcó el carácter peculiar de la Alpujarra: los cultivos de morera, la cría de gusanos de seda y las elaboraciones textiles de seda, algodón y lino, tanto que la seda fue la industria más importante que tuvo la Alpujarra en este periodo (aún hoy la tradición musulmana es evidente, tanto en la técnica como en la ornamentación.

La Alpujarra estaba dividida en “tahás” o distritos que englobaban varios términos municipales actuales bajo la autoridad de un alcalde y un alfaquí mayor como representante religioso. Así y como ejemplo, la tahá de Ferreira estaba formada por Pitres, que fue la cabecera de la tahá, Mecina Fondales, Ferreirola, Atalbeitar, Capilerilla (estas cinco forman actualmente el municipio llamado La Tahá de Pitres), Pórtugos y Busquistar.

El reino nazarí, último reducto musulmán en la Península Ibérica, comprendía las actuales provincias de Granada, Málaga y Almería. Tras la conquista por los Reyes Católicos, la Alpujarra fue entregada como señorío al Rey Boabdil en compensación por su rendición. Un año más tarde, Boabdil embarcaría en el puerto de Abdera rumbo a Fez, en donde moriría en una batalla en el mar muchos años después.

En las Capitulaciones firmadas entre los Reyes Católicos y Boabdíl, se aseguraba el mantenimiento de las propiedades de los musulmanes y el respeto a sus creencias y tradiciones. El incumplimiento de las cláusulas, llevado a cabo tanto por los Reyes Católicos como por sus sucesores Carlos I y Felipe II, que confiscaban las tierras y obligaban a la conversión masiva, sembró el germen que propició el levantamiento en el Albaicín y culminó con la rebelión morisca entre 1568 y 1570 dirigida por Aben-Humeya, cristiano converso que respondía al nombre de Fernando de Córdoba y Válor, y que fue nombrado rey de los moriscos en Béznar,

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bajo un olivo. Estas confrontaciones terminaron con la expulsión de los moriscos y la repoblación de estas tierras con gentes venidas de Asturias, Galicia, León y Andalucía.

La sustitución de los moriscos por campesinos cristianos, para aminorar los graves efectos económicos producidos, tuvo consecuencias ecológicas trascendentes, la arboricultura y el regadío fueron sustituidos por explotaciones de cereal, lo que conllevó la necesidad de roturar grandes espacios boscosos. Aún hoy podemos contemplar la trilla en la típica era. En esta actividad participaba toda la familia, extendían el trigo sobre las plazoletas de planchas de pizarra dispuestas en círculo, en un lugar expuesto al aire, y cortarla con una tabla de madera de nogal con afiladas cuchillas de hierro o silex, arrastrada por nulas. Luego se venteaban para separar el trigo de la paja. Con la expulsión de los moriscos, un pesado telón cae sobre Sierra Nevada y pocas noticias tenemos de lo que sucede a los habitantes de la montaña. Sevilla es ahora el foco de atención, por donde venían los barcos de América recién descubierta. El sur de Sierra Nevada queda totalmente aislada, a espaldas del futuro Durante el s. XVII a los cambios de población habidos por la expulsión de los moriscos, con los consiguientes cambios en la economía, suceden una serie de calamidades de carácter natural que asolan el reino de Granada. La langosta invade la provincia, y la epidemia de peste (1678-79) causó enormes pérdidas de población, Padul perdió 2/5 partes de sus habitantes. Unos de los fenómenos mas interesantes del s. XVII fue la reseñorialización del Reino de Granada. Al menos 28 pueblos pasan del dominio real a la jurisdicción de un individuo y otros son comprados por los consejos Municipales. También en este siglo se inicia un importante desarrollo minero. Así se sabe que en Güejar Sierra se extraía plata y plomo, en Monachil plata y en Ugijar plomo y plata.

A finales del siglo XVII y principios de XVIII se experimenta un desarrollo demográfico notable. Las causas de este aumento de población se deben fundamentalmente al retroceso del índice de mortalidad.

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Por otra parte, la montaña del Sol, del Sol y del Aire, Sierra de la Nieve o Sierra Helada adoptaría su actual denominación como Sierra Nevada en la segunda mitad del siglo XVIII probablemente, de 1754 es la primera narración extensa que dejó Antonio Ponz sobre una ascensión a la sierra, antes de que el macizo comenzara a ser objeto de atención por parte de botánicos y otros viajeros románticos.

De las actividades tradicionales, que aún hoy se mantienen, algunas como la alfarería se remonta al Neolítico, así como el esparto; otras tienen ascendencia morisca. Son el reflejo de los repobladores que se han ido asentando en las diferentes comarcas de la sierra y forman el gran Patrimonio Antropológico que Sierra Nevada posee.

Hablar de Sierra Nevada es hablar de una tierra dura, rebelde y misteriosa, que ha sabido guardar celosamente los usos y los elementos más representativos de culturas ancestrales. 10. POBLACION HUMANA DE LA RESERVA DE BIOSFERA PROPUESTA: Según los datos de la Revisión del Padrón Municipal de Habitantes, a 1 de enero de 2006, el conjunto de municipios pertenecientes a la Reserva de la Biosfera tenía 92.433 habitantes.

permanentemente / según la estación 10.1 Zona(s) núcleo: *1 / *1 10.2 Zona(s) tampón: 58.828*2 / 63.828*2 10.3 Zona(s) de transición: 33.604 / 53.604*3

*1 En la Zona Núcleo no existe ningún núcleo habitado, sólo algunas cortijadas aisladas en la zona sur y ocupadas en verano. *2 Se ha contabilizado la población de los núcleos habitados, tanto si son cabecera municipal como diseminados, dentro del Parque Natural. Se estima una población de 5000 personas que habitan la estación de esquí, mientras dura la temporada aunque se alcanzan picos de 25.000 personas los fines de semana. *3 Se estima una población flotante de 25.000 personas, desde la primavera hasta el otoño en el área de influencia socioeconómica. 10.4 Hágase una breve mención de las comunidades locales que viven en la Reserva de Biosfera propuesta o en sus cercanías: La Reserva de la Biosfera Sierra Nevada se extiende por las provincias de Granada y Almería e incluye 60 municipios, que se pueden agrupar en cinco comarcas: Alpujarras (Granadina y Almeriense), Granada (área metropolitana), Guadix – Baza, Rio Nacimiento y Valle de Lecrín, que recogemos a continuación.

Granada, 37 Municipios :

Valle de Lecrín: Dúrcal, Lecrín, Nigüelas, Padul. Guadix–Baza: Aldeire, Cogollos de Guadix, Dólar, Ferreira, Huéneja, Jerez del

Marquesado, La Calahorra, Lanteira, Lugros. Granada Metropolitana: Dílar, Gójar, Güejar Sierra, La Zubia, Monachil. Alpujarra Granada: Alpujarra de la Sierra, Bérchules, Bubión, Busquístar, Cádiar,

Cáñar, Capileira, Carataunas, Cástaras, Juviles, Lanjarón, Nevada, Órgiva, Pampaneira, Pórtugos, Soportújar, La Tahá de Pitres, Trevélez, Válor.

Almería, 23 Municipios :

Río Nacimiento: Abla, Abrucena, Fiñana, Nacimiento, Las Tres Villas.

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Alpujarra Almería: Alboloduy, Alhabia, Almócita Alsodux, Bayárcal, Beires, Bentarique, Canjáyar, Fondón, Íllar, Instinción, Laujar de Andarax, Ohanes, Padules, Paterna del Río, Rágol, Santa Cruz, Terque.

Atendiendo a la distribución por provincias, en el año 1996, un 20% (16.862 habitantes) de los habitantes de Sierra Nevada residían en los municipios de la provincia de Almería y un 80% (67.709) en los de Granada. En el año 2006, estos porcentajes han pasado al 18% y 82% respectivamente, lo que refleja que el peso demográfico de los municipios del macizo correspondientes a la provincia de Granada es mucho mayor que el de la provincia de Almería, siendo ésta una circunstancia que se ha ido acentuando con el paso de los años.

Esta primera valoración muestra, las peculiaridades de la localización espacial del macizo de Sierra Nevada, con municipios con dinámicas demográficas y económicas muy diferenciadas que distorsionan los resultados estadísticos globales. En este sentido, no se puede olvidar que ciertos municipios granadinos, si bien extienden sus términos municipales por las áreas serranas, cuentan con asentamientos urbanos próximos a la capital provincial, lo que ha incidido en una dinámica demográfica y económica propia de las áreas metropolitanas en las que se inscriben, muy distinta de la que caracteriza a las zonas de montaña marginales que suponen la mayor parte del territorio del macizo.

Como casos extremos de esta dinámica territorial se encontrarían municipios como La Zubia o Gójar, con una evolución claramente positiva, y algunos de los situados en la Alpujarra como Cádiar y Cástaras, entre otros), con un carácter recesivo.

Los municipios se caracterizan por su escaso peso demográfico. Así, sobre el total de 60 municipios, 38 contaban en el año 2006 con menos de 1.000 habitantes, y de éstos, 22 con menos de 500 habitantes. De igual modo, en el año, 2006 sólo el municipio de La Zubia, situado en la provincia de Granada, superaba los 10.000 habitantes (16.450).

Población Municipios Granada

1996 2006

Tasa de crecimiento 2006-1996

Aldeire 788 727 - 7,74 %

Bérchules 871 811 - 6,89 %

Bubión 393 366 - 6,87 %

Busquístar 378 348 - 7,94 %

Cádiar 1754 1621 - 7,58 %

Cáñar 314 365 16,24 %

Capileira 572 564 - 1,40 %

Carataunas 203 200 - 1,48 %

Cástaras 328 259 - 21,04 %

Cogollos de Guadix 798 721 - 9,65 %

Dílar 1555 1600 2,89 %

Dúrcal 6062 6856 13,10 %

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Población Municipios Granada

1996 2006

Tasa de crecimiento 2006-1996

Ferreira 398 324 - 18,59 %

Gójar 3160 4946 56,52 %

Güejar Sierra 2713 2915 7,45 %

Huéneja 1329 1230 - 7,45 %

Jerez del Marquesado 1214 1091 - 10,13 %

Juviles 187 177 - 5,35 %

Calahorra (La) 957 766 - 19,96 %

Lanjarón 3971 3796 - 4,41 %

Lanteira 683 528 - 22,69 %

Lecrín 2424 2329 - 3,92 %

Lugros 426 367 - 13,85 %

Monachil 5074 6289 23,95 %

Nigüelas 1139 1149 0,88 %

Órgiva 5147 5460 6,08 %

Padul 6673 7871 17,95 %

Pampaneira 335 344 2,69 %

Pórtugos 440 419 - 4,77 %

Soportújar 288 265 - 7,99 %

Trevélez 800 831 3,87 %

Válor 1024 708 - 30,86 %

Zubia (La) 11887 16450 38,39 %

Taha (La) 787 743 - 5,59 %

Nevada 1418 1179 - 16,85 %

Alpujarra de la Sierra 1219 1142 - 6,32 %

Subtotal Granada 67.709 75.757 Fuente: IEA–Padrón Municipal Habitantes 1996/2006

Población Municipios Almería

1996 2006

Tasa de crecimiento 2006/1996

Abla 1529 1505 - 1,57 %

Abrucena 1460 1339 - 8,29 %

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Población Municipios Almería

1996 2006

Tasa de crecimiento 2006/1996

Alboloduy 817 727 - 11,02 %

Alhabia 694 703 1,30 %

Almócita 193 156 - 19,17 %

Alsodux 113 131 15,93 %

Bayárcal 357 277 - 22,41 %

Beires 133 128 - 3,76 %

Bentarique 331 284 - 14,20 %

Canjáyar 1783 1561 - 12,45 %

Fiñana 1746 2422 38,72 %

Fondón 934 950 1,71 %

Íllar 489 410 - 16,16 %

Instinción 547 508 - 7,13 %

Laujar de Andarax 1815 1798 - 0,94 %

Nacimiento 541 452 - 16,45 %

Ohanes 817 765 - 6,36 %

Padules 488 523 7,17 %

Paterna del Río 335 406 21,19 %

Rágol 395 365 - 7,59 %

Santa Cruz de Marchena 215 245 13,95 %

Terque 444 440 - 0,90 %

Las Tres Villas 686 581 - 15,31 %

Subtotal Almería 16.862 16.676 Fuente: IEA–Padrón Municipal Habitantes 1996/2006

Se han producido cambios en la distribución de la población por comarcas. Cronológicamente en 1989 las Alpujarras concentraban el 42,1% de la población, mientras que en 2003, este porcentaje descendió al 33,9%. Sólo la comarca de Granada ha ganado peso en este periodo, aumentando su participación en casi 13 puntos porcentuales.

Con ello, la Tasa Anual Media de Crecimiento en esta comarca ha sido del 3,54%, que unida a la del Valle de Lecrín, con un aumento medio anual del 0,48%, ha compensando los descensos del resto de comarcas, lo que ha hecho que el conjunto de municipios del Parque crezca de media en el periodo un 0,54%. Este crecimiento medio ha sido inferior al registrado por

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Andalucía en los mismos años (un 0,7% anual). Sin duda, el efecto expansivo producido en la última década en los municipios del Área Metropolitana de Granada explican el avance demográfico de esta comarca.

Evolución de la población de derecho por comarcas (1989-2005)

COMARCA 1989 1991 1995 1999 2003 2005 TAMC1989-05

Alpujarras 35.388 33.489 33.559 31.693 30.820 31.042 -0,82 Granada 17.851 19.358 23.165 25.674 28.572 31.164 3,54 Guadix-Baza 7.533 6.811 6.777 6.305 5.770 5.769 -1,65 Río Nacimiento 7.287 6.858 7.043 6.706 6.450 6.366 -0,84 Valle Lecrín 15.905 15.519 16.564 15.881 15.566 17.174 0,48

Desglosando las comarcas se observa que todas, a excepción de la de Granada y la del Valle de Lecrín, han seguido una tendencia descendente en población. Esta última ha sido la que ha mantenido de forma más estable el número de habitantes a lo largo del periodo, registrando un ligero repunte en 2005.

Evolución densidad demográfica. Periodo 1989-2005 (Hab./Km2)

COMARCA 1989 1991 1995 1999 2003 2005

Alpujarras 22,0 20,8 20,8 19,7 19,1 19,3 Granada 40,6 44,0 52,6 58,4 64,9 70,8 Guadix-Baza 15,1 13,6 13,6 12,6 11,5 11,5 Río Nacimiento 17,0 16,0 16,4 15,6 15,0 14,8 Valle Lecrín 67,4 65,8 70,2 67,3 66,0 72,8

En consecuencia, la densidad demográfica se ha ido resintiendo en las comarcas con mayores pérdidas poblacionales, como es el caso de las Alpujarras, Guadix-Baza y Río Nacimiento. El Valle de Lecrín, que partía con la densidad más alta en 1989, se ha mantenido en los mismos niveles a lo largo del periodo e incluso ha aumentado en los dos últimos años. Se ha producido, por otro lado, un acercamiento de los municipios de Granada Metropolitana, que han pasado de 40,6 Hab/Km2 en 1989 a 70,8 Hab/Km2 en 2005.

Uno de los aspectos que más preocupan en el ámbito rural es el progresivo envejecimiento de su población, lo que incide directamente sobre los fenómenos de la natalidad y la mortalidad y tiene consecuencias negativas en el mercado de trabajo. La mano de obra en edad de trabajar, o lo que es igual, la población activa ha ido disminuyendo en los últimos años, sobre todo en los municipios más deprimidos económicamente. Las pirámides de población que se muestran a continuación reflejan los efectos del envejecimiento y las migraciones, así como la reducción de la natalidad.

La pirámide de los 60 municipios pertenecientes al Parque Natural acusa un estrechamiento en su base, así como en los tramos comprendidos entre los 45 y 65 años, como consecuencia de los procesos migratorios que afectaron a Andalucía en las décadas sesenta y setenta. Por su parte, la población anciana posee un elevado peso en la estructura demográfica, lo que se explica por el progresivo envejecimiento que sufren estos municipios y por el retorno de emigrantes una vez que han cesado en su actividad laboral.

Estructura según edad y sexo. Pirámide de población.

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Por coma

rcas, es la de Granada la que acusa un menor envejecimiento, si bien presenta también un déficit en los grupos de edad inferiores a los 30 años.

Una forma de medir el envejecimiento es a través de indicadores, que evalúan el peso de los grupos de edad mayores de 65 años dentro de la estructura poblacional.

El primero de ellos mide el porcentaje que representan los ancianos sobre la población total, y el segundo, pone en relación los grupos de 65 o más años, con los menores de 15, para comprobar si existe un adecuado relevo generacional.

Como muestran los datos, el peso de los ancianos sobre la población total ha crecido más de 4 puntos porcentuales entre 1991 y 2001 en el conjunto de municipios, aunque es muy positivo el descenso que se ha producido entre 2001 y 2005 (-1,36 puntos).

Las comarcas más envejecidas son las de Guadix-Baza y Río Nacimiento, donde los mayores de 65 años representan el 29,05% y el 26,26% de la población, respectivamente, aunque también se alcanza un porcentaje significativo en las Alpujarras (24,33%). Por su parte, las comarcas de Granada y el Valle de Lecrín no han superado la media general en ninguno de los años comparados en lo que a este indicador se refiere.

Porcentaje de Población mayor de 65 años sobre el total

Índice de vejez

COMARCAS 1986 1991 2001 2005

Alpujarras 15,72 18,20 25,04 24,33 Granada 10,47 10,80 11,93 10,99 Guadix-Baza 18,13 22,33 29,43 29,05 Río Nacimiento 15,45 18,78 26,13 26,26 Valle Lecrín 13,15 14,07 19,22 17,68 E.N. SIERRA NEVADA 14,40 16,06 20,33 18,97

El índice de envejecimiento muestra una situación que empieza a ser preocupante en el conjunto de municipios, ya que por cada cien menores de 15 años, hay 130 de ancianos mayores de 65.

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En Andalucía este indicador se encuentra aún por debajo de 100. Por comarcas, la de Guadix-Baza es la más perjudicada, ya que por cada 100 jóvenes hay más de 266 ancianos en el año 2005.

Índice de Envejecimiento

COMARCAS 1986 1991 2001 2005

Alpujarras 79,70 101,18 192,59 207,24 Granada 42,51 45,50 68,73 60,76 Guadix-Baza 106,28 142,28 265,96 266,45 Río Nacimiento 76,39 105,06 194,68 218,28 Valle Lecrín 60,41 67,77 121,01 109,21 E.N. SIERRA NEVADA 68,93 81,68 137,69 129,02

La evolución de la población viene determinada por los efectos de los movimientos naturales y sociales. En Sierra Nevada se ha seguido una tendencia favorable en los saldos migratorios desde 1991, con tasas brutas de migración positivas, por encima del 3 por mil (cerca de un 5 por mil en 2004).

A nivel de comarcas podemos distinguir dos realidades distintas: por un lado los municipios del entorno metropolitano de Granada, entre los que englobamos también a los de la comarca del Valle de Lecrín y, por otro, el resto. El primer ámbito ha sido receptor neto de población (aunque en el Valle de Lecrín se está notando más en los últimos 5 años), lo que les ha permitido conseguir tasas brutas de migración positivas a lo largo de todo el periodo analizado. El resto de comarcas han alternado periodos de ganancias y pérdidas poblacionales. La evolución del mercado de trabajo en el ámbito de los Parques y el Área de Influencia Socioeconómica, ha sido más positiva que en el conjunto de Andalucía y en el resto de áreas de montaña, registrando un crecimiento mayor de la población activa y de la ocupada. De nuevo, existe una heterogeneidad a nivel comarcal, siendo los municipios del entorno metropolitano los que poseen la tasa de paro más baja.

Atendiendo al nivel de ocupación por ramas de actividad, la población de Sierra Nevada cuenta con una mayoritaria dedicación al sector servicios, seguidos por las actividades agrarias. Aunque las actividades primarias siguen siendo importantes en el conjunto del territorio, han perdido importancia como consecuencia del abandono de numerosas tierras de cultivo que sustentaban sistemas agrarios de montaña de subsistencia poco competitivos.

Las actividades del sector servicios han experimentado un mayor crecimiento a lo largo de los últimos años, debido al proceso generalizado de terciarización del área, en detrimento de las actividades primarias. Esta tendencia, recoge, sin embargo, situaciones municipales muy diferentes. De un lado, los municipios que se localizan en la proximidad de la capital de Granada, de cuyos fenómenos expansivos residenciales y terciarios se benefician, y de otro, el conjunto de municipios de montaña que se han visto favorecidos por las actividades turísticas y la consecuente demanda de servicios diversos especializados.

En el primer caso se encontrarían municipios como La Zubia o Monachil (que cuenta además en su término municipal con la Estación de Esquí de Sierra Nevada, que en estos años ha pasado a ocupar una posición muy competitiva en el panorama nacional), y en el segundo, municipios de montaña como los ubicados en el barranco del Poqueira: Bubión, Campaneira y Capileira.

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La caracterización de las actividades agrarias ha permitido conocer la especialización por cultivos de las distintas comarcas en las que se agrupan. La mayor superficie de cereal está localizada en la comarca Guadix-Baza; el cítrico se da mayoritariamente en la Alpujarra Almeriense y en el Valle de Lecrín; los cultivos industriales se producen casi exclusivamente en Guadix-Baza y Granada; y el frutal no cítrico, aunque está muy presente en todas las comarcas, la mayor proporción se encuentra en la Alpujarra granadina, al igual que sucede con la hortaliza y el olivar. Finalmente podemos señalar que está prosperando una industria asociada a la primera transformación de productos agrícolas como es el caso de la industria vitivinícola asociada al cultivo de vid en municipios de la Alpujarra almeriense, en particular Laujar de Andarax y Padules.

Respecto a las actividades ganaderas, se puede afirmar que tienen, en general, una representatividad baja en los municipios de influencia del Espacio Natural, aunque sometidas a una alta dispersión, destacando las cabañas ganaderas de equinos en la zona almeriense, y de aves y equinos en la zona granadina, así como las cabañas de bovinos en municipios muy concretos.

A nivel de actividad las licencias han crecido por encima del 4% a lo largo del periodo 1992-2004. Los datos por comarcas han revelado que dos de ellas, Alpujarras y Valle de Lecrín han presentado una evolución más positiva que el resto, sobre todo desde 1999, quedando la de Granada en una posición intermedia. Por el contrario, las comarcas de Río Nacimiento y Valle de Lecrín aparecen por debajo de las demás. El indicador de número de licencias por mil habitantes muestra que el conjunto de municipios se sitúa, desde 1992 por encima de la media andaluza, alcanzando las 73,6 licencias por mil habitantes en 2006, frente a las 73,3 de la Comunidad Autónoma. Las Alpujarras y el Valle de Lecrín han sido las comarcas con mejor evolución respecto a este ratio.

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Con respecto al sector servicios, en la década de los noventa ha perdido peso, sobre todo en las comarcas de las Alpujarras, la industria se ha debilitado y, por el contrario, han ganado importancia las actividades agrarias y las de construcción. Esta situación contrasta con la acontecida en el resto de áreas de montaña andaluzas, en las que sólo han ganado peso los servicios en detrimento del resto de sectores.

El turismo se ha desarrollado significativamente con un incremento en la oferta de plazas hoteleras del 3,57 % desde 1989. En número de establecimientos de alojamiento rural, destaca en 2003 la comarca de Las Alpujarras, que concentraba el 72,2% de la oferta total de todo el Parque y el 63,4% de las plazas. 10.5 Nombre(s) de la(s) principal(es) ciudad(es) más próxima(s): Las capitales de provincia de Granada, con un área metropolitana que se aproxima al medio millón de habitantes y la de Almería (con unos 190.000 habitantes), son las ciudades más importantes próximas a la Reserva de la Biosfera. Otras ciudades medias próximas son Adra, Baza, Guadix o Motril. 10.6 Importancia cultural: [Expóngase brevemente la importancia de la Reserva de Biosfera propuesta en cuanto a valores culturales (religiosos, históricos, políticos, sociales, etnológicos).] La diversidad del patrimonio cultural de esta Reserva de la Biosfera da muestra de la riqueza histórica y cultural de los diferentes asentamientos y civilizaciones que se han sucedido en este territorio. Sin embargo, ha sido la cultura de Al-Andalus la que más impronta ha dejado en este rico patrimonio cultural.

El número de elementos inventariado ha sido de 105, entre elementos y áreas de interés arqueológico, etnológico e histórico- artístico, de los cuales, el 18,4%, está protegido. De estos

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elementos culturales, el mayor porcentaje se halla ubicado en la vertiente sur almeriense (el 47,5 %), concretamente en la localidad de Alboloduy, seguido de la comarca del Nacimiento (el 35,9% del total inventariado). Corresponden, en su mayoría, a elementos de tipología defensiva, castillos y fortalezas y asentamientos de diversa cronología, que abarcan desde la Edad del Cobre hasta la Época Romana. Destacan en la primera localidad el Peñón de la Reina, asentamiento prehistórico con restos del Neolítico Final y Tercera Fase del Cobre, de alto valor cultural a nivel científico y didáctico, y El Hizán, asentamiento con una ocupación desde la época visigoda hasta la Alta Edad Media, ambos declarados Bien de Interés Cultural.

En la comarca del Marquesado y la vertiente sur granadina, se encuentra el menor número de elementos culturales, debido a la falta de inventarios exhaustivos de carácter etnológico. En su mayoría se trata de elementos de tipología defensiva y el resto son los asentamientos prehistóricos en cuevas de La Zubia, los asentamientos de Monachil y las construcciones funerarias en cistas de la Edad del Bronce del Peñón de Al- Rután en Jerez del Marquesado.

En el cuadro adjunto se recoge el patrimonio cultural ubicado en el Parque Natural y Nacional de Sierra Nevada según el Sistema de Información del Patrimonio Histórico Andaluz (SIPHA) y del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz de la Consejería de Cultura.

Municipio Patrimonio Histórico Inventariado en SIPHA Bienes Inscritos en el CGPHA

Almería Abla Yacimiento de la Edad del Cobre;

Calzada romana; Ladera oeste de Las Juntas, Cementerio municipal

Castillo Las Juntas. BIC Monumento. Mausoleo romano y Alba Bastetanorum. Zona arqueológica Inscripción Específica.

Abrucena Camino de la Venta del Serval, Cortijo de Paredes, Chortales-Riedras, carroquero ii, Cementario de San José, Cuesta de la Fondana, Venta de los Gallegos III, Rambla Fondana, Carroquero I, El Molino, Pago Escuchagranos I, II, III y IV, Yacimiento ibérico

Castillo El Castillejo . BIC Monumento

Almócita Cerro del Bosque, Ermita de Ntra. Señora Desamparados, El Lavadero.

Bayárcal Piedra del Tajo Matías, Piedra del Tajo de las Cruces, Castillo de Iniza. BIC Monumentos

Beires Cerro del Molino Castillo de Beires. BIC Monumento. Bentarique Bentarique Viejo Canjáyar Cerrillo de las Ánimas, Lomos del

Cortijo Berjón, Cuevas Carchetas, Cerro del Saltadero, Tajo de Nieles, Tajo de la Alberca, Cueva Nieles, Cerrillo de las Ramblas, Cementerio municipal

Castillo el Castilejo. BIC Monumento.

Fiñana Nacimiento Castañar, La Cortijada, La Cortijada I, Arroyo del Nacimiento I y II, Cerro del Tesorillo, Los Molinos, Camino Collado Aldeira, Giquena

Castillo de Fiñana. BIC Monumento.

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Fondón Castillo de Fondón. BIC Monumento. Instinción Cueva del Tejón, Cerro de la Olleta Laujar de Andarax

Cerro del Cuchillo

Ohanes Ermita de las Ánimas, Tices Padules Hortura, Yacimiento de Padules,

Cueva de Faraite

Rágol Pago de las Eras, Pago del Río Santa Cruz de Marche

Ruchuelos

Granada Aldeire Castillo de Aldeire. BIC Monumento. Bérchules Parte del ámbito de S. Nevada se

superpone con el BIC Sitio Histórico de la Alpujarra Media y la Tahá

Bubión Conjunto Histórico BIC Acequia Alta y Baja de Pitres. Sitio Histórico Alpujarra Medio. BIC

Busquístar Parte del ámbito de S. Nevada se superpone con el BIC Sitio Histórico de la Alpujarra Media y la Tahá

Cádiar Castillo de Cadiar. BIC Monumento. Capileira Conjunto Histórico BIC

Acequia Alta y Baja de Pitres. Sitio Histórico Alpujarra Medio. BIC

Cástaras Parte del ámbito de S. Nevada se superpone con el BIC Sitio Histórico de la Alpujarra Media y la Tahá

Cogollos de Guadix

Ermita de Ntra. Sra. de la Cabeza

Dílar Era de los Pensamientos Jerez del Marquesado

Fortaleza de Al-Rután y Torreón. BIC. Monumentos

Juviles Parte del ámbito de S. Nevada se superpone con el BIC Sitio Histórico de la Alpujarra Media y la Tahá

Lecrín Cerro Alto Castillo de Mondújar. BIC Monumento. Monachil Ermita de San Jerónimo, Cerro del

Castillejo

Nigüelas Castillo el Castillejo. BIC Monumento Pampaneira Canjunto Histórico. BIC Pórtugos Parte del ámbito de S. Nevada se

superpone con el BIC Sitio Histórico de la Alpujarra Media y la Tahá

Tahá(La) Parte del ámbito de S. Nevada se superpone con el BIC Sitio Histórico de

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la Alpujarra Media y la Tahá Trévelez Acequia de Cástaras. Sitio Histórico de

la Alpujarra Media y la Tahá Zubia (La) Cueva Paloma, Cueva del Moro,

Cueva del Gato, Cueva de la Vieja

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EL PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO Conjuntos Históricos Sierra Nevada cuenta con un Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjuntos Históricos, que es el situado en el Barranco de Poqueira constituido por tres municipios: Pampaneira, Bubión y Capileira, núcleos que se constituyen en paradigmas de la arquitectura tradicional de la Alpujarra, sin que ello suponga una menor valoración de los cascos urbanos del resto de los municipios. En Capileira y Bubión se han instalado Museos que exhiben los rasgos más característicos de la vivienda autóctona.

Posteriormente también se ha declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de Sitio Histórico, la Alpujarra Media Granadina y la Tahá (Resolución de 25 de octubre de 2005, BOJA 223, de 15 de noviembre de 2005), con el objeto de proteger la variada tipología de elementos patrimoniales que posee, con manifiestos y relevantes valores históricos, etnológicos, arquitectónicos, industriales y naturales, que dotan al ámbito delimitado de un carácter singular y único que sólo puede entenderse dada su imbricación con el territorio donde se ubican. Y afecta a veinte municipios y localidades anejas. Está dotado de valores distintivos específicos, tratándose de un conjunto heterogéneo formado por acequias, minas y restos industriales, núcleos de población y zonas de cultivo, yacimientos arqueológicos, torres e iglesias, cortijos, baños, espacios naturales y caminos históricos.

Por otra parte, las características y peculiaridades geográficas y paisajísticas de la Alpujarra Media Granadina, constituyen otro valor cultural de extraordinaria relevancia en sí mismo y unido a los elementos patrimoniales mencionados, conforman una unidad sociocultural singularizada.

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Las construcciones religiosas El rico patrimonio arquitectónico de los municipios está compuesto, en su mayoría, por iglesias parroquiales y ermitas apreciándose las transformaciones de las antiguas mezquitas en templos

cristianos tras la conquista. En estas edificaciones se observa la permanencia de elementos mudéjares, con bellos ejemplos como: la antigua Mezquita de Fiñana, ruinas de la Mezquita de Busquístar, la Torre mudéjar de la Iglesia de Fondón, la Iglesia de San Juan Bautista de Paterna del Río, la Iglesia de Santa María de la Anunciación de Aldeire -construida sobre una antigua mezquita en el siglo XVI-, la Iglesia de Santa María de Alquife del siglo XVI, la Iglesia de Jerez del Marquesado -con magnifica portada morisca- y la Iglesia de la Anunciación de Abla, entre otras muchas.

Otras construcciones religiosas de interés son las ermitas, construcciones populares enclavadas frecuentemente en bellos parajes, que en determinados casos, alcanzan gran perfección en

su estilo artístico como la ermita de Alsodux, la ermita de Ntra. Sra. de la Presentación de Huéneja o la Ermita de la Salud de Laujar de Andarax.

Las construcciones urbanas Los núcleos urbanos de los municipios en los que se inscribe esta Reserva cuentan con un rico patrimonio arquitectónico, representativo de algunas de las comarcas más emblemáticas de las provincias de Almería y Granada. La disposición de los municipios, especialmente manifiesta en sus tramas urbanas, es consecuencia lógica de su adaptación a factores topográficos, al relieve y a las dificultades de comunicación que tradicionalmente han sufrido algunas de estas áreas.

La configuración actual de la mayoría de los pueblos, especialmente los serranos, se inicia durante el periodo musulmán, siendo fundamental el concepto de “calle” o espacio urbano que ellos tenían y por el concepto posterior de los repobladores cristianos.

Para los primeros, la calle era un reducto de la construcción de su casa. Apenas hacían una vida de sociedad en estos lugares; de ahí que su configuración aparezca tan tortuosa, con calles o adarves simplemente de paso que, a veces, llegan a privatizarse en gran medida por los usuarios de las viviendas actuales: colgando macetas, dejando fuera los aperos de labranza, e incluso utilizándola como espacio perteneciente a éstas en épocas veraniegas.

A esta trama se contrapone la malla ortogonal, resultante de la reparcelación que se hizo a la llegada de los pobladores cristianos. Para ellos la calle es un espacio público, de relación entre vecinos, es algo más que un simple paso a sus viviendas. De esta época datan las plazas de cada pueblo, donde no falta la iglesia como elemento aglutinador de la vida social y religiosa.

Las necesidades sociales de los pobladores, primarias y elementales, han ido conformando en un proceso lento y espontáneo los elementos urbanos que hoy conocemos.

Los núcleos de población se asientan en los emplazamientos más cualificados en cuanto a orientación y protección respecto a los vientos. Los más característicos y singulares son los situados en la alta montaña, que se ubican por lo general con orientación meridional y resguardo del viento del Norte. Los situados en el fondo de los valles, se posicionan en relación con los

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terrenos más fértiles y las vías de comunicación comarcales. Los asentamientos urbanos se encuentran, en lo referente a su disposición espacial y localización, fuertemente condicionados por las características topográficas del área, que han forzado, en la mayoría de los casos, las localizaciones de los mismos, limitando igualmente la red viaria.

Esta necesidad de adaptarse a una topografía en ocasiones abrupta, montañosa y que dificulta los desplazamientos, propicia la generación de pequeños núcleos urbanos situados próximos entre sí, pero también a las tierras de cultivo de sus habitantes. En las épocas caracterizadas por la autarquía y el autoconsumo, eran entidades prácticamente autosuficientes con muy escasas demandas exteriores.

En los pueblos de ladera de la Alpujarra granadina y almeriense y en los valles del río Nacimiento las edificaciones tradicionales se caracterizan por su disposición escalonada con cubiertas planas impermeabilizadas de launa en las que se sitúan las chimeneas troncocónicas con lajas de piedra del país que conforman el típico sombrerete. En estas edificaciones los aleros, “beriles”, son de pizarra y se lastran con piedras pesadas, “castigaderas”, para evitar que basculen o las levante el viento, siendo retacadas por piezas menores, “mijuelas”. Los muros compuestos por hiladas de piedra se asientan con barro “malhecho”. La terminación a la cal, aunque de reciente incorporación se ha generalizado, extendiéndose a la totalidad de las construcciones.

Pese a la colmatación de las manzanas y a las reducidas dimensiones de las calles, la disposición escalonada de la edificación y el empleo de las cubiertas de launa como espacio de desahogo y relación de las viviendas superiores determinan una calidad de uso y habitabilidad mayor de la que en principio se pudiera suponer.

La trama urbana homogénea se ve cualificada por elementos singulares que destacan por su escala o uso, convirtiéndose en verdaderos hitos urbanos: iglesias parroquiales, ayuntamientos, casas nobiliarias, fuentes y lavaderos.

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Las viviendas frecuentemente se disponen orientadas al sol con el objeto de mitigar los largos y fríos inviernos. El acceso principal, suele ser a través de un zaguán del que parte la escalera de acceso a la planta superior. Dependiendo del tamaño y disposición de la parcela, la planta baja puede estar destinada a la estabulación de animales y/o al almacenamiento de aperos y productos agrícolas.

En la primera planta se desarrolla la vida cotidiana. El típico “terrao” sirve de secadero y lugar de estancia en los días soleados. Entre las aperturas exteriores de las fachadas destacan especialmente las ventanas y los balcones.

Aunque las transformaciones acontecidas en la mayoría de los núcleos han dado lugar a la introducción de otros materiales y tipologías convencionales, lo cierto es que son todavía muchos los núcleos que conservan su imagen exterior tradicional.

Los materiales empleados en las construcciones también han estado condicionados por el medio. Son pues materiales existentes en la zona, muros de pizarra, cubiertas de madera de roble, castaño y pino, y launa para impermeabilizar, soluciones constructivas que han permitido la integración de las viviendas en el paisaje, como un elemento más. Sólo la cal utilizada como elemento higienizador y posteriormente embellecedor es ajena al entorno y su uso se generalizó en fechas recientes.

En los pueblos del Marquesado del Zenete, la arquitectura popular es de casas blancas de una o dos plantas, pero con las particularidades del tejado a dos aguas con teja árabe y los balconcillos mudéjares junto a las pequeñas ventanas o balcones con rejería.

En el Valle de Lecrín la tipología rural característica es la vivienda desarrollada en altura con cubierta de tejas dispuesta a dos aguas. Se pueden encontrar viviendas con patio central. En la planta baja se localizan la cocina, corrales, cuadra y cochera, y en la planta alta las habitaciones dedicadas a vivienda y los graneros-pajares. En algunas casas se conservan lagares y bodegas al ser una comarca de larga tradición vitivinícola.

Los elementos más característicos de las construcciones de la denominada comarca Occidental de Sierra Nevada son la vivienda-cortijo y la formalización de núcleos urbanos compactos, irregulares y con tendencia a la edificación en altura. Son construcciones blancas con tejado a dos aguas. Las tareas agrícolas y ganaderas condicionan las dependencias anejas: corrales y secaderos.

Entre las construcciones de carácter civil debe destacarse el interés que ofrecen las viviendas nobles urbanas de la Alpujarra almeriense, cuyo valor arquitectónico reside más en sus elementos interiores que en los aspectos exteriores de las fachadas. Entre otros núcleos, se encuentran muestras de este tipo de edificaciones en Abla, Abrucena y Canjáyar.

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Son dignas de mención las viviendas asociadas a personajes históricos como la Casa de Juan de Austria en Fondón o las casas de Boabdil en Laujar de Andarax y Fuente Victoria.

También cabe destacar las fuentes como elementos articuladores tradicionales del espacio urbano. Han variado poco de lugar, pero su función ha cambiado mucho. Actualmente son elementos cualificadores del espacio público y tiene un alto valor etnológico y ambiental.

En el siglo pasado y relacionados con las fuentes y los cursos de agua que discurren por los núcleos urbanos se construyeron los lavaderos, con gran interés desde el punto de vista etnológico por ser ámbitos de sociabilidad femenina y que aún se utilizan para actividades marginales como lavar lana, sacos… Están construidos con las mismas técnicas constructivas: muros de mampostería de lajas de pizarra y techos a base de forjados de rollizos de madera de castaño y lajas de pizarra cubiertos de launa; destacando las pilas de piedra como elemento de mayor interés constructivo. Se ubican siempre relacionados con la red de acequias y de drenaje que recorren los municipios, integrándose armoniosamente en los mismos y suponiendo uno de los elementos con gran valor en los ámbitos urbanos. Las construcciones defensivas En Sierra Nevada, los sistemas defensivos están significativamente representados en todas sus manifestaciones. Deben señalarse: los poblados fortificados de la Edad del Cobre; la arquitectura militar romana, visible en el Cerro de la Encina de Monachil, en el Hizán de Alboloduy; los sistemas defensivos medievales tipo castillo o fortaleza (La Calahorra, Lanjarón); o las torres de alquerías y atalayas, situadas no solo en zonas fronterizas sino también en el interior del reino y costa (Alquería de Dílar y Atalaya de Durcal)

Los restos de fortalezas son un atractivo cultural que podemos encontrar en Abla, Abrucena, Alboloduy, Bayárcal, Beires, la Calahorra, Canjáyar, Fiñana, Fondón, Laujar de Andarax, Paterna del Río, Aldeire, Dólar, Ferreira, Jerez del Marquesado, Lanjarón, Lanteira, Lecrín y Pampaneira.

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Las construcciones hidráulicas y las acequias La tradicional actividad agrícola y ganadera nos ha dejado un rico y variado legado etnológico que constituye uno de sus atractivos turísticos más relevantes.

Las infraestructuras de origen árabe destinadas a la obtención de agua a través de los qanats y las minas, el almacenamiento en albercas, balsas y aljibes -como los de Lanteira o del castillo de Abla-, o las destinadas a su distribución a través de las redes de acequias, que en su mayor parte aún continúan funcionando, constituyen alguna de las singularidades que caracterizan el paisaje agrario de estas tierras.

Se conserva, igualmente, una arquitectura popular, asociada a las labores agrícolas de la zona, y que constituye una de las singularidades que caracteriza el paisaje agrario de estas tierras.

Los molinos harineros que se localizan en Alboloduy, Fondón o en el denominado Barranco de los Molinos, situado entre Pitres y Pórtugos, son la expresión material de los conocimientos hidráulicos que los árabes poseían y que les llevó a aprovechar la energía del agua para mover molinos que ayudaban a una industria muy variada, compuesta por batanes, trapiches y harineras. Ingenios hidráulicos que también explotaron en su uso personal, como los baños árabes que encontramos en Ferreira, Aldeire, Jerez del Marquesado, Huéneja y la Zubia.

Las acequias de riego, cuyo objetivo es conducir el agua desde los cauces naturales hasta aquellas fincas que se ponen en regadío, y que presentan un gran valor intrínseco, primero para las actividades agrícolas y además el ecológico por las filtraciones que generan vegetación natural a su paso. El agua corriente de las acequias crea su propio ecosistema lineal con unas condiciones especiales para la supervivencia de la flora y la fauna de las inmediaciones del cauce.

Las acequias arrancan directamente sobre los cursos de los ríos y ramblas en cotas superiores a los 2.000 m de altitud. Mediante una pequeña balsa de acumulación se canaliza el agua por un cauce casi paralelo a las curvas del terreno, con una pendiente moderada y atravesando de forma perpendicular la red de drenaje natural de la zona. La morfología del terreno se salva mediante construcciones de ingeniería hidráulica tradicional: acueductos, puentes, aliviaderos, y gran cantidad de compuertas y caños.

Cada acequia tiene su propia red de distribución: acequias cabeza o recolectoras, acequias madre que avanzan el caudal, acequias ramal que llevan el caudal lejos del cauce principal, caederos que desvían el agua que desvían el agua, albercas y en el extremo último de la red se encuentran los bancales agrupados en torno a cortijos y eras.

Gran parte de estas acequias se conservan aún hoy (Acequias Alta y Baja de Capileira, Albardas y Bacares de Trevélez, la de la Fuente y Papeles de Güéjar Sierra, etc.) y constituyen un patrimonio etnográfico de singular belleza y valor ecológico, ya que sustentan zonas arbóreas de gran interés.

Otro ancestral y curioso sistema de regulación de las aguas de deshielo en Sierra Nevada son las acequias de careo. Las acequias de careo tienen el objetivo de conducir el agua desde los cauces naturales hasta zonas determinadas, más o menos llanas y de un sustrato muy permeable denominadas simas o cimas, para que se infiltre.

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Mediante este sistema las aguas de deshielo se conducen hasta las simas, lugares con sustrato permeable, donde se introducen artificialmente en la capa alterada de los esquistos impermeables en zonas de alimentación de pequeños manantiales, de modo que la circulación lenta y natural del agua por el propio terreno hasta el manantial evita su rápida pérdida en superficie, en períodos además en los que su utilización podía ser innecesaria.

El método consiste en realizar filtraciones en zonas concretas, el llamado careo, primero en las zonas altas de borreguiles (contribuyendo a conservar estos ecosistemas únicos en flora y fauna asociada) y posteriormente a menor altitud, en otros pastizales, arboledas e incluso zonas de fractura y calizas (conocidas como guiaderas en algunos lugares) para que recarguen los acuíferos y alimenten fuentes y manantiales inferiores.

El sistema tiene una gran incidencia sobre el medio que comprende múltiples factores en cuanto

a ordenación del territorio, estabilidad de laderas, facilitar la presencia de formaciones vegetales como robledales y castañares, y de las especies de fauna asociadas, enriquecimiento y mantenimiento del paisaje…

Estos sistemas de riego ingeniosos y efectivos, que permiten compatibilizar el uso del agua para la agricultura y la conservación de la vegetación ligada a las acequias, datan de los siglos IX y XV y se compone de más de 450 Km de acequias de riego y de 150 Km de acequias de careo.

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La transformación en el uso del suelo, el abandono de la actividad agrícola tradicional y el uso cada vez más intensivo del agua, han sido los factores que desde mediados del siglo pasado, han ocasionado el deterioro y en algunos caso la pérdida del sistema de acequias, lo que podría significar la pérdida de un patrimonio etnográfico de gran valor.

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, desarrolla actuaciones encaminadas a la conservación y mantenimiento del sistema de acequias tradicionales en el Espacio Natural Sierra Nevada. Las actuaciones se centran en aquellas acequias que se encuentran en gran parte en sus formas originales y que reúnen los mayores valores naturales y paisajísticos.

EL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO Hay que destacar también, la importancia de algunos yacimientos arqueológicos y elementos de interés etnológico e histórico-artístico, ubicados en el área de influencia del espacio protegido. Tal es el caso de El Cerro de la Encina de Monachil y las termas romanas de Lecrín.

En las altas cumbres, dentro del territorio del Parque Nacional, es de reseñar la presencia de dos Yacimientos Arqueológicos con cronología adscrita a la Prehistoria Reciente: La Piedra del Tajo Matías y la Piedra del Tajo de las Cruces, ambos en el término municipal de Bayárcal.

Denominación MUNICIPIO Tipología genérica UTMX UTMY

Patrimonio arqueológico

Peñón de la Reina Alboloduy Asentamientos 533800 4099400Yacimiento árabe Fiñana 512800 4113300Mazurca-Moledín II Fiñana 514400 4112900Loma del Campillo III Fiñana 514900 4112500Loma del Campillo II Fiñana 515400 4112700Campo de F·tbol Fiñana 514500 4112300Sin denominación Abrucena 519400 4110900Cortijo Los Railes Fiñana 515200 4112900

Alquería de Hormica Laujar de Andarax Asentamiento 510400 4094700

Loma del Campillo I Fiñana Asentamientos 515600 4112500Rambla de Moledín III Fiñana Asentamientos 513700 4112800Cueva del Gato Zubia, La Asentamientos 449900 4107700Sin denominación Zubia, La Asentamientos 449400 4107400Padules Padules Asentamientos 520400 4094700

Cementerio del Calache Laujar Andarax Construcciones funerarias 510600 4094200

Pago Domingo Fondón Construcciones funerarias 512500 4093800

Rambla Fondana Fiñana Construcciones uneraras 516100 4112500

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Denominación MUNICIPIO Tipología genérica UTMX UTMY

Casas- Cueva Cerro San Blas Canjáyar Edificaciones

residenciales 523100 4095900

Cueva de la Vieja Zubia, La Construcciones funerarias 449900 4107990

Patrimonio arquitectónico

Castillo de Poqueira Tahá, La Edificaciones defensivas 467320 4086880

El Castillejo Lecrín Edificaciones Militares 452200 4089600

El Castillejo Ferreira Edificaciones defensivas 496370 4113750

Castillo de la Reina Lanteira Edificaciones defensivas 486740 4113370

Castillo Cogollos de Guadix Edificios defensivos 485930 4118000

Cerro del Castillo Fondón Edificios militares 514000 4095500

Puente de los Moros Laujar de Andarax

Edificaciones hidráulicas 510500 4094600

Ermita del Santo Cristo Alboloduy Edificaciones religiosas 533500 4098800

Fundición de Mina La Granaina Fondón Minero- Industrial 515200 4093600

Mina la Granaina Fondón Minero- Industrial 515100 4094000

Patrimonio etnológico

Aljibe de en medio Alboloduy Construcciones hidráulicas 529500 4103000

Galería de la Fuente Alboloduy Construcciones hidráulicas 533600 4099000

Cortijo de las Paces Fondón Edificaciones de valor histórico 516600 4096000

Molino de las Herrerías Ohanes Edificaciones industriales 519500 4101700

Aljibe del Campillo Hondo Nacimiento Edificaciones

hidráulicas 534100 4107200

La Cruz Blanca Canjáyar Edificaciónes religiosas 523700 4096000

Fábrica de luz de Balaguer Alboloduy Edificaciones

industriales 532700 4101700

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EL PATRIMONIO ANTROPOLÓGICO La artesanía La tradición artesana en Sierra Nevada se inicia en el Neolítico Tardío, en torno al 3000-2500 a. C. Los habitantes de las cuevas ya elaboraban objetos de uso personal y utilitario, como calzado y cestas de esparto, vasijas de arcilla decoradas, cerámicas con incisiones, diademas de oro y plata y armas de metal.

Actualmente se han perdido algunas de las actividades que fueron habituales y que llegaron a identificar a estos pueblos. No obstante, en la mayoría de los municipios del entorno del Parque, las labores artesanas continúan reproduciendo las formas y estilos primitivos en la mayor parte de los productos que el visitante puede adquirir, siendo este un valor añadido a los que ofrece el espacio.

Los trabajos textiles, de origen morisco, dieron fama internacional a estas comarcas, que elaboran productos con seda, lino y cáñamo consiguiendo maravillosos tafetanes, damascos y rasos.

Perviven telares moriscos en Válor, Pampaneira, Sorvilán, en los Cortijos de Murtas y en Nevada, que trabajan a mano tejidos nazaríes y alpujarreños, como las típicas jarapas, (mantas realizadas con tiras nudosas de lino, que, originariamente, se utilizaban para cubrir baúles, secar fruta y hortalizas, y que actualmente, se utilizan con fines decorativos). Existen también establecimientos dedicados a la elaboración de alfombras en Fondón y La Zubia.

Las ricas arcillas de la zona, han permitido que la tradición artesana del barro se mantenga a lo largo de la historia.

Aún quedan algunos alfares moriscos, como

el de las Barreras de Órgiva, Ugijar, Alhabia, Monachil, junto a otros que han introducido nuevas técnicas que utilizan óxidos y elevadas temperaturas, con una creatividad renovada. Se localizan talleres en Lanjarón, Órgiva y Pampaneira.

La mayor parte de la cerámica producida en los pueblos de Sierra Nevada continúa un sistema de fabricación tradicional, recuperándose técnicas y modelos históricos, aunque el uso que se da ahora es más decorativo que práctico. El estilo de la cerámica es de inspiración nazarita adaptada durante siglos a las distintas influencias que han ido creando unas piezas de gran creatividad y sencillez.

Tan antiguo como la cerámica es el trabajo del esparto. Con el esparto se elaboran alpargatas, capachos, cestos, serones, sogas, etc. Hay talleres en Ferreira, Alboloduy, Fiñana y Juviles y, aún hoy, es frecuente encontrar en algunos pueblos a un abuelo que, sentado en una silla de anea en la puerta de su casa, trenza esparto.

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Los trabajos en cuero, originarios del siglo IX cuando se fabricaban los célebres “cordobanes”, se están recuperando, pero dotados de un nuevo espíritu creativo. Los nuevos artesanos de Cádiar y Bubión, realizan sus propios diseños y elaboran bolsos y otros productos de marroquinería.

Perviven también aún las tradicionales herrerías. Los talleres de forja como los de Cádiar y Busquístar, proporcionan utensilios domésticos: aperos de labranza, herrajes, herraduras, rejas y balcones, y elementos de cerrajería artística. Tradicionalmente, los artesanos del metal acudían a las ferias de ganado de la comarca para vender sus productos.

También permanecen algunas carpinterías tradicionales como la de Fiñana, en donde se realizan labores artesanales, o la de Capileira que trabaja aún la madera rústica.

Otras actividades artesanales de la zona son los originales trabajos en calabaza de Albodoluy, las labores de empedrado de Dílar, la cestería de mimbre de Lanjarón, los tradicionales bordados de Ferreira y Jerez del Marquesado o la espejería de Laujar.

El desarrollo de actuaciones como los Talleres de Empleo promovidos por la administración regional en colaboración con los ayuntamientos, posibilitan el impulso de la artesanía local a través de la enseñanza de las técnicas y la recuperación de las tradiciones, en las especialidades de cerámica, telares, forja y carpintería. La gastronomía La riqueza agrícola y ganadera de Sierra Nevada, la herencia morisca y castellana, así como el mantenimiento de las técnicas tradicionales de elaboración, aseguran la calidad de la gastronomía de los municipios Sierra Nevada.

La base de esta variada y rica gastronomía, son los productos cárnicos derivados del cerdo junto a los productos agrícolas y hortícolas del lugar.

Es de destacar el excepcional jamón serrano, símbolo de una comarca bajo la denominación genérica de Calidad de Trevélez. Cuentan las crónicas, que ya la reina Isabel II, Napoleón III y Miguel de Cervantes degustaron y elogiaron este manjar.

No podemos olvidar el vino, estamos en una comarca vitivinícola de larga tradición. Los caldos de Albuñol, Albondón, Almegíjar, Murtas, Polopos, Laujar y Sorvilán acompañarán las exquisiteces de la tierra.

Una de las especialidades de la comarca, presente en la mayoría de los pueblos, son las migas, de pan o bien de sémola de trigo. Este plato, descendiente directo del alcuzcuz morisco, se suele presentar acompañado de la famosa “pringue” (un variado de productos del cerdo) y de hortalizas frescas del lugar.

La gran variedad de cocidos y pucheros que pueden degustarse dependerá de la zona concreta en que nos encontremos y de la época del año. La base, por lo general, será un combinado de carne, legumbres, verduras y tocino, a la que se le añadirán otros ingredientes como hinojo, orejones, etc.

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Mención especial merece la elaboración de confites de la zona, de tradición morisca, como los deliciosos pasteles de queso (muyabbanat), que ya realizaban los pastores bereberes. Entre otras delicias se deben destacar los buñuelos, los soplillos, los roscos de sartén, alfajores, turrones y la carne de membrillo, que ha sido la típica compañera de la merienda de los niños de las Alpujarras.

No podemos mencionar todas las delicias gastronómicas que engloba Sierra Nevada, pero sí destacar las más típicas: de Trevélez, la olla gitana de patatas; de Capileira, el potaje de castañas; de Busquístar, el remojón; de Lanjarón, las truchas con jamón; de Válor, la perdiz en escabeche; de Ugíjar, el arroz liberal; de Abla, el guisado de trigo con hinojos; de Bayárcal, los embutidos y de Dúrcal, el puré de castañas.

Saberes y tradiciones populares En los municipios que integran el Parque, se han mantenido magníficas muestras de las actividades y saberes ancestrales, herencia de sus pobladores y del mestizaje cultural que les ha caracterizado.

Las leyendas, coplas, romances y refranes se han ido transmitiendo de generación en generación y se puede seguir escuchando a los viejos del lugar. Cualquier momento es propicio para contar una leyenda o citar un refrán.

Algunos refranes: “Cuando pintan las uvas, ya las brevas están maduras” “Al nogal y al olivo trátalos con cariño” “La olla de media Hambre, muchas berzas y poca carne” “Cuando en agosto pintan las uvas, para septiembre ya están maduras”

Las coplas eran cantos de trabajo, ligadas al quehacer diario que se improvisaban mientras se realizaba cualquier actividad agrícola, en los trabajos de la parva en las eras, los cantos de los muleros. Sin embargo, será en las veladas cortijeras donde se condense la sabiduría y tradiciones populares de estos pueblos. En ellas había lugar para transmitir recetas medicinales naturalistas, bailar al son del acordeón, tocar las castañuelas y organizar la jornada siguiente.

Las fiestas tradicionales en estos pueblos se caracterizan por la mezcla de ritos profanos y religiosos, como el que se celebra la Noche de San Juan, que se inicia con la búsqueda de material viejo para encender hogueras y termina en la madrugada con los jóvenes robando plantas para colocarlas en la puerta de su elegida, mientras ellas se lavan la cara en las fuentes para casarse ese año.

En recuerdo de los hechos históricos que acontecieron en la Alpujarra se celebran en algunos municipios las tradicionales fiestas de moros y cristianos. Una de las más populares de la comarca, por el ambiente y colorido que rodea al enfrentamiento de ambos bandos en la plaza, es la que se celebra en Válor los días 14 y 15 de septiembre.

De larga tradición, pues fue impuesto por los Reyes Católicos, es el Rosario de la Aurora que continúa celebrándose en muchos pueblos.

Algunas de las festividades tradicionales están vinculadas a las actividades agropecuarias de los municipios, como el rito festivo de la matanza del cerdo, que siendo una más de las actividades domesticas que hay que realizar, se convierte en un día de fiesta y algarabía familiar.

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Verbenas, fuegos artificiales y procesiones en cada fiesta patronal, romerías y días campestres acompañados de bailes y cantos populares como en Dúrcal y en Nigüelas. En Lecrín, además destaca el tradicional desfile de la Hermandad de los Mosqueteros del Santísimo, que data de 1566. Es también singular en Chite “Los Inocentes”, festejo en el que se elige un alcalde y un alguacil ficticios.

Otra festividad muy celebrada y con rasgos muy característicos es la fiesta de San Marcos, en donde la procesión del Santo se acompaña de animales y se reparte la típica repostería, las rosquillas de San Marcos.

Cada uno de los pueblos tiene sus fiestas anuales, que suelen coincidir con el día del santo patrón. La misa y la procesión del santo suelen ir acompañadas de gigantes y cabezudos, cucañas, verbenas y otras actividades lúdicas. Adquieren gran relieve las festividades relacionadas con la Virgen de la Salud en Laujar, la Virgen del Martirio en Ugíjar y San Antón en Bubión. A lo largo de la primavera se multiplican las romerías.

El verano concentra gran cantidad de fiestas patronales, San Roque en Albodoluy, Aldeire y Beires. A veces las celebraciones son singulares como la de Busquístar, donde los copatrones San Felipe y Santiago salen juntos en procesión durante dos jornadas consecutivas.

El Festival de Música Tradicional de la Alpujarra ha aglutinado con buen saber la riqueza folklórica de la comarca. Cada año se celebra en una localidad distinta, en el segundo domingo de agosto. El trovo, la manifestación artística más genuina de la zona, la música y el baile como el robao y la mudanza, el cortijero, los bailes del candil o los de parral se pueden disfrutar este día.

MUNICIPIOS DE GRANADA FIESTAS PATRONALES

Aldeire Ntra. Sra. del Rosario (último domingo de mayo)

Bérchules San Pantaleón (27 y 28 de julio)

Bubión San Sebastián (20 de enero)

Busquístar San Felipe y Santiago (3 y 4 mayo)

Cádiar San Blás (3 de febrero)

Cáñar Santa Ana (25 al 26 de julio)

Capileira Ntra Sra. de la Cabeza (último domingo de abril)

Carataunas San Marcos (25 de abril)

Cástaras San Miguel (29 y 30 de septiembre)

Cogollos de Guadix San Agustín (finales de agosto)

Dílar Virgen de las Nieves (agosto)

Dúrcal San Blas (2 al 4 febrero)

Ferreira San Francisco de Asís (3 y 4 octubre)

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MUNICIPIOS DE GRANADA FIESTAS PATRONALES

Gójar Divina Pastora (primera decena de septiembre

Güejar Sierra San Roque (13 de agosto)

Huéneja San Francisco Serrano (27 de mayo)

Jerez del Marquesado Nuestra Sra. De La Purificación (primera quincena de septiembre)

Juviles San Sebastián (20 de enero)

Calahorra (La) San Gregorio (mayo)

Lanjarón Virgen del Rosario (primera quincena de octubre)

Lanteira San Marcos (24 y 25 de abril)

Lecrín (Chite) San Segundo (1 de junio)

Lugros Santo Cristo de los Milagros (primera decena de septiembre)

Monachil Virgen del Rosario (agosto)

Nevada (Laroles) San Sebastián y San Antonio Abad (enero)

Nigüelas Virgen de las Angustias (septiembre)

Órgiva San Sebastián y Cristo de la

Expiración (enero)

Padul San Sebastián (20 de enero)

Pampaneira En Honor de la Santa Cruz (3 al 5 de mayo)

Pórtugos Virgen del Rosario (8 de octubre)

Soportújar San Antonio Abad (7 de enero)

Trevélez San Antonio (13 de junio)

Válor Santo Cristo de la Yedra (14 y 15 de septiembre)

Zubia (La) San Juan Nepomuceno (16 de mayo)

Taha (La) San Roque (segunda quincena de agosto)

Alpujarra de la Sierra Arcángel San Miguel y Virgen de los

Remedios (28 al 30 de Septiembre)

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MUNICIPIOS DE ALMERÍA FIESTAS PATRONALES

Abla Santos Mártires Apolo, Isacio y Crotato (19 de abril)

Abrucena San José (19 de marzo)

Alboloduy Virgen de la Asunción (15 al 17 de agosto)

Alhabia Ntra. Sra. De la Visitación (29 de junio a 2 de julio)

Almócita San Blas (13 de febrero)

Alsodux Ntra. Sra. de La Asunción (13 al 15 de agosto)

Bayárcal Día de la Cruz (3 de mayo)

Beires San Roque (16 de agosto)

Bentarique Día de la Cruz (3 de mayo)

Canjáyar Fiesta de la Cruz (18 a 21 de abril)

Fiñana San Sebastián y San Antonio Abad (17 al 21 de enero)

Fondón San Sebastián (20 de enero)

Íllar San Isidro Labrador (15 de mayo)

Instinción San Sebastián (20 de enero)

Laujar de Andarax San Vicente Martín (22 de enero)

Nacimiento San Miguel Arcángel (28 de septiembre)

Ohanes Ntra. Sra. de Consolación (8 al 10 de agosto)

Padules San Antonio Abad (17 de enero)

Paterna del Río San Sebastián (20 de enero)

Rágol San Agapito (18 de agosto)

Santa Cruz de Marchena San Agustín (28 de agosto)

Terque La Santa Cruz (13 de mayo)

Las Tres Villas (Doña María) Santa Teresa de Jesús (14 y 15 de octubre)

La singularidad de estas tierras fue destacada por los naturalistas de siglos pasados, si bien, su difusión corresponde a los viajeros románticos del siglo XIX.

La divulgación de la obra de Pedro Antonio de Alarcón “La Alpujarra”, una crónica del viaje que efectúa a caballo por estos parajes, describiendo sus gentes, sus paisajes y tradiciones, y la

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afluencia de visitantes internacionales que pasaron por aquí (Richard Ford, Samuel Cook, Teófilo Gautier, el botánico Charles Edmmond Boissier y Gerald Brenan entre otros), promueven la difusión del atractivo que presenta Sierra Nevada tanto para el viajero como para el estudioso.

El paisaje cultural que identifica Sierra Nevada está forjado por todos y cada uno de los elementos culturales expuestos, que poseen un alto valor histórico, arqueológico, paisajístico y especialmente antropológico.

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11. CARACTERISTICAS FISICAS 11.1 Características del sitio y topografía de la zona: [Descríbanse brevemente las principales características topográficas (humedales, marismas, sierras, dunas, etc.) más representativas del paisaje de la zona.] Sierra Nevada es un macizo montañoso claramente diferenciado y con dos características singulares, su situación, pues es la gran cadena de montañas más meridional del continente europeo y su considerable altitud. Por otra parte, tradicionalmente siempre ha existido un equilibrio entre el aprovechamiento del medio y la conservación de los recursos. De esta simbiosis surge un ámbito peculiar: Sierra Nevada es un paisaje de naturaleza y de personas, donde tienen especial valor e interés el propio medio natural y las actividades, usos y asentamientos de los núcleos de población que la configuran.

Así, uno de los recursos significativos de esta Reserva de la Biosfera lo constituye el paisaje y los elementos que lo conforman, arroyos, barrancos, vegetación, relieves, bancales agrícolas, construcciones rurales, núcleos de población, etc.

Un amplio espacio relativamente aislado, sobre todo en las vertientes meridionales y septentrionales de la Sierra, y aún más recóndito internamente debido a la compartimentación a la que obliga la complejidad del relieve.

Este mosaico se traduce en elementos tan diversos como los piornales, las altas lomas cubiertas por verdes masas forestales, pastizales y cultivos hasta las vegas que se encajan en los fondos de los valles, pasando por los aterrazamientos de ladera construidos por paratas de piedra y salvaguardados con árboles en los linderos, las mollares laderas cubiertas de almendros y vides, y las acequias; elementos singulares que han configurado el paisaje y han permitido el uso agrario en bancales, laderas y vegas. Normalmente y ante la complejidad expuesta, se diferencian tres grandes unidades paisajísticas en Sierra Nevada:

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El cinturón neógeno y cuaternario que rodea la Sierra. La orla Alpujárride por el Oeste y Noroeste. El complejo Nevado-Filábride.

En el cinturón neógeno y cuaternario abundan los materiales detríticos y las formas suaves de disposición monoclinal. En este piedemonte, la heteogeneidad de las formas de relieve es extraordinaria, con dominios molásicos de calcarenitas bien cementadas como ocurre en el mioceno de Canales; afloramientos de margas y arcillas miocenas como las de las lomas bajas de Monachil; lomas talladas en la formación de Pinos Genil; laderas modeladas en los abanicos aluviales pliocenos, etc. Todas estas morfologías aseguran la soldadura formal de Sierra Nevada con las depresiones que la circundan y tienen una gran importancia en la Depresión de Granada, el Valle de Lecrín, el Marquesado del Zenete y la depresión de Ugíjar en el valle medio del río Grande de Adra.

En esta unidad podemos diferenciar:

Paisajes urbanos: Son espacios ocupados por viejos núcleos poblacionales en el pie de

monte serrano, asó como por las nuevas urbanizaciones ligadas a la aglomeración urbana de Granada. La integración de los núcleos urbanos tradicionales en su contexto paisajístico es casi siempre perfecta; no tanto así las actuales zonas residenciales que, por sus grandes dimensiones, tipologías edificatorias y por los trazados regulares de sus callejeros, ofrecen un alto impacto visual

Regadíos: Tanto los regadíos de las vegas del pie de monte que mira a la depresión de

Granada, como los que rodean los pequeños núcleos del borde del altiplano del Zenete, presentan un alto valor paisajístico, no sólo desde el criterio de paisaje intrínseco, sino también desde la dimensión perceptual. Hay que subrayar que si bien se trata de un medio humanizado, su alta calidad intrínseca se debe a su carácter de bien económico, histórico y cultural. Desde el punto de vista paisajístico, proporcionan un contraste de formas, colores y texturas respecto a las litologías, el cromático de los suelos o las formaciones arbustivas.

Conos de deyección: La tipología geomorfológica de los conos de deyección es

suficientemente significativa en algunos sectores del pie de monte como para definir unidades de paisaje muy claras. Son espacios pobres, con suelos raquíticos, cultivos arborescentes de secano, formaciones subarbustivas y algunas repoblaciones de pino. Los dos ejemplos más claros son el Cono de La Zubia y el del Piedemonte del Valle de Lecrín.

Lomas y colinas con pinares de repoblación: En las altitudes más bajas del Parque Natural

existen, repoblaciones de pino carrasco, como sucede en el Llano de la Perdiz y las laderas del Valle del Genil, o bien de pino negral, que prefiere sustratos silíceos, como los de la “blockformación” que podemos ejemplificar con Cumbres Verdes. Ambas formaciones representan unidades paisajísticas distintas.

Lomas y laderas en solana con secanos pobres y formaciones arbustivas: La orientación

de las laderas provoca claros contrastes, las laderas orientadas al SW (zona del Valle de Lecrín) presentan un claro contraste climático respecto a las del NE, que son las orientaciones predominantes por la disposición de las principales arterias de la cabecera hidrográfica del Genil. El rasgo más característico de estos paisajes es el dominio de formaciones arbustivas o subarbustivas abiertas, con retamares o tomillar-romeral y muy escasos manchones de chaparral. Todo ello alternando con secanos cerealistas, olivares y almendros.

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Laderas en umbría sobre materiales no consolidados, con secanos y restos de encinar: Es un mosaico paisajístico con numerosas teselas diferentes pero muy imbricadas. El factor determinante es la humedad del suelo por el déficit en la insolación, que hace posible la recuperación rápida de la serie del encinar a partir de los numerosos restos de los tramos más altos de las etapas seriales, así como la existencia de cultivos viables en los secanos, tanto herbáceos como arborescentes, especialmente almendros y olivos.

Sector de las areniscas de Canales: La disposición del afloramiento de Canales en un gran

paquete monoclinal cortado perpendicularmente por el encajamiento del Genil y afectado parcialmente por las fallas, genera dos subconjuntos muy diferentes respecto a la forma, a la arquitectura del paisaje, que además, se yuxtaponen a una gran lámina de agua: los Tajos y Púlpito de Canales y las Pedrizas de areniscas con chaparral y espinal. La gran verticalidad de los Tajos impide la formación de suelo y, por ende, la colonización de especies en sus paredones. Su posición, en el cerramiento del Valle del Genil, les da gran belleza visual. En el estrechamiento final se ubica el Embalse de Canales, elemento paisajístico importante por el contraste visual que provoca con su entorno. Por último, las Pedrizas de areniscas con chaparral y espinal son menos abruptas, cubiertas a veces con cultivos, principalmente de secano, en lugares con matorral arbustivo con espinos en rocallas.

En la orla Alpujárride que rodea el núcleo de Sierra Nevada por el Oeste, Noroeste y, de forma más discontinua, por el Norte. Presenta formas menores abruptas e irregulares, dando una imagen relativamente homologable con el concepto habitual de paisaje de montaña o, sobre todo, de “sierra”. Es lo que los serranos llaman “el calar”, en el mismo hay mucha heterogeneidad de detalle: los terrenos dolomíticos de kakiritas; los tajos y peñones calizos; los canchales de pie de monte; y las laderas intermedias y cumbres suaves.

Existen zonas de alto valor natural y científico, especialmente las formas de relieve ligadas a una tectónica muy especial que incluye el frente alpujárride, así como algunos rasgos geomorfológicos espectaculares: los Cahorros del río Monachil, el sector de Canales o la gran falla de Padul-Dúrcal-Nigüelas.

En esta unidad podemos diferenciar:

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Laderas bajas al pie de los escarpes rocosos, con suelos profundos coluviales y

restos de encinar: Son zonas sometidas a la formación de taludes de derrubios, con la consiguiente aparición de regosoles calcáricos que evolucionan rápidamente a cambisoles. Esta edafogénesis va acompañada por una colonización vegetal de la serie basófila meso y supramediterrámea de la encina y a veces, en las umbrías, de la del quejigo.

Tajos y escarpes: Son los paredones de calizas y dolomías desnudas en los

encajamientos fluviales, de los escarpes de las fallas, de los torreones. La verticalidad de las vertientes y la dureza de la roca impiden la formación de buenos suelos, y consecuentemente, de la colonización vegetal. Perceptualmente, por su integración visual en los conjuntos serranos del calar. Es un paisaje intensamente geológico.

Solanas del calar. Es un dominio muy amplio que aparece como un mosaico

contrastado en función de pequeñas variaciones líticas y edáficas, que condicionan la ocupación vegetal, cuya ausencia, presencia y grado de recubrimiento marcan el acabado de los paisajes. Los coscojales, chaparrales y espinales abiertos se trata de zonas de lapiaces y pedregales calcáreos; y las áreas con formaciones subarbustivas o herbáceas.

Umbrías del calar: Puede decirse que los paisajes de las umbrías de calar son una

variante del de las solanas, con vegetación más densa y matorral de caducifolios, frecuentemente espinosos. Destacan los chaparrales y espinales, los retamales, aulagares y lastonares, y las formaciones arbustivas abiertas sobre suelos degradados y pastizales.

Cumbres oromediterráneas con pinar o sabinar sobre dolomías arenizadas: La base

geomorfológico de estos paisajes es la de las cresterías y altas laderas, a veces amenizadas, de las cumbres dolomíticas del calar, especialmente el sector del Trevenque, Cerro de Huenes y Collado de Matas Verdes, que es donde se localizan los escasos restos del pinar Pinus sylvestris var. Nevadensis. En el resto áreas de estas cumbres el pino se sustituye por sabinares y tomillares dolomíticos.

Cumbres oromediterráneas con matorral espinoso almohadillado sobre calizas y

dolomías: Bien sea por la desaparición del pinar-sabinal, bien por tratarse de formaciones climáticas propias de las cumbres y laderas más ventosas, aparece un dominio paisajístico muy característico del piso oromediterráneo de todas las sierras carbonatadas béticas, el matorral-piornal almohadillado, formación xérica y espinosa que adquiere este biotipo rastrero y pulvilunar precisamente como adaptación al frío, el viento y la nieve, que son característicos del invierno de estas cumbres; y a la sequedad propia de sus veranos mediterráneos. Desde el punto de vista perceptivo es un paisaje extraño y atractivo. En la primavera tardía y comienzos de verano, la explosión floral de las especies que lo conforman, convierte estos paisajes en jardines excepcionales.

Finalmente, en el complejo Nevado-Filábride es donde mejor se aprecia la influencia del cuaternario glacial, tanto en las cumbres como en los valles, y donde dominan totalmente los micaesquistos en peñones y relieves abruptos. Es la “lastra”, según un expresivo término popular.

En estos territorios, la gran uniformidad de la base lítica, geomorfológico y edáfica, al menos en las laderas medias y altas, ya que no en las cumbres, hace que los elementos que cubren el

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suelo, la vegetación, los cultivos, o la edificación, sean los verdaderos determinantes de las tipologías del paisaje.

En el sector alpujarreño, los violentos encajamientos de los ríos generan profundos valles, los Barrancos de Trevélez o del Poqueira son de una forma y tamaño óptimos, verdaderos anfiteatros presididos por las cumbres. Contrariamente a lo que ocurre en el sector de la cabecera del Genil, en los barrancos alpujarreños hay continuidad de materiales y formas desde las cumbres a las tierras bajas, en el valle del Guadalfeo, lo que supone un desnivel cercano a los 3.000 metros

En esta unidad podemos diferenciar las siguientes subáreas:

Encinares silicícolas: El encinar presenta una disposición territorial más continua en los casos en que se conserva el bosque o se recupera en forma de chaparral, sobre micasquistos y filitas. Estos encinares y chaparrales se conservan bastante bien en alginos sectores de la vertiente norte que encara al Zenete, así como en la Alpujarra, especialmente el encinar frio o supramediterráneo, ocupando, como es lógico, los terrenos más soleados, los que miran a poniente y reciben el sol por la tarde y, en general, los de edafoclima más seco.

Melojares: Cuando se dan ciertas condiciones de frescor y de humedad, en las laderas

medio-altas silíceas, aparece el melojar. En umbrías como la Dehesa de Camarate, San Jerónimo, San Juan, y la Loma del Calvario, entre otras, se encuentran masas de densidad considerable de melojo, al que acompañan otras especies típicas de estas condiciones climáticas (fresnos, arces, etc.). El valor intrínseco es extraordinario, no sólo por las latas valoraciones que merecen los robles como culminación de unos ecosistemas arbóreos maduros, sino por la escasez de estas comunidades en nuestra tierra y su condición de ser los más meridionales de Europa.

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Matorrales y pastizales silicícolas meso y supramediterráneos: Multitud de formaciones arbustivas aparecen en estos pisos bioclimáticos carentes o escasos de arbolado. Codesales, tomillares, jarales, escobonales, pastizales y prados, entre otras, conforman diferentes valores paisajísticos, visuales y estéticos.

Lomas altas con piornal-enebral oromediterráneo, tomillar de altura y pastos fríos

xerófilos: La monotonía de formas y litologías de las altas lomas oromediterráneas del sector nevado-filábride es en sí misma impresionante. Inmensas extensiones de formas suaves se suceden ocupando los altos interfluvios apenas interrunpidas por los escasos afloramientos cuarcíticos de los peñones. Representan la vegetación por excelencia de las altas lomas nevadenses, de enebros y piornos, aquí se encuentra la mayoría de endemismos vegetales y un efecto morfológico muy característico: las guirnaldas de solifluxión periglacial, cubiertas por tomillares. Es un paisaje que se aviene mal con el modelo alpino por su aparente monotonía, pero que define el modelo paisajístico altonevadense, adusto, desolado, austero, grandioso.

Cascajales, tajos y peñones: Son unidades con escasa cobertura de vegetación con

una monotonía de gran belleza visual creada por el glaciarismo, donde pueden encontrarse joyas botánicas como la violeta de Sierra Nevada. En pequeñas acumulaciones de materia orgánica se desarrollan musgos y líquenes.

Borreguiles: Situadas en los circos glaciares, son muy húmedos incluso en verano,

con un extraordinario valor botánico, ofreciendo una variada gama de colores y tonalidades en función del sustrato sobre el que se asienten. Aparte del valor perceptual que presentan por ser una nota de verdor permanente en medio de los desiertos fríos y piornales, poseen un inmenso valor intrínseco derivado de su rareza, su fragilidad, y el carácter endémico de muchos de sus componentes.

El paisaje humanizado altoalpujarreño: Entre los 600 y los 1.800 m de altitud, la

Alpujarra presenta unos paisajes extraordinariamente interesantes, con altísimos valores estéticos e intrínsecos. Se presenta una perfecta muestra de equilibrio entre el asentamiento humano y la naturaleza, tanto es así que para los profanos parece natural. Esto es especialmente válido para la franja central, el dominio de los regadíos escalonados altoalpujarreños, en torno a los núcleos de población que se recuestan en las laderas de micasquistos entre los 600 m de Lanjarón y los 1.500 m de Trevélez, el núcleo más alto de España. La arquitectura tradicional es uno de los distintivos más evidentes de la comarca, en las construcciones se combinan magistralmente la asimetría de sus volúmenes con el equilibrio en sus medidas y proporciones, aunque se haga a partir de un contraste brutal entre los blancos de cal y los grises violáceos de la launa de los techos, por una parte, y los verdes intensos de los regadíos, los castañares y los robledales, por otro. Se presenta un urbanismo único, cuyo análisis es tan amplio que no nos vamos a detener en ello. Si decir al menos, que la adaptación del callejero a las pendientes, el escalonamiento de las casas en las laderas, la utilización generalizada de elementos constructivos autóctonos, como la lastra para los muros y la launa para los terrados o cubiertas, además de la forma concreta de la edificación y su genuina tipología, hacen de este urbanismo un prodigio de impostación de la edificación en los paisajes rural y natural. Otro elemento paisajístico fundamental son los secanos, proporcionan el contraste que evidencia el sustrato mediterráneo de toda la comarca. Rodean a los regadíos tanto en la base de las laderas, como en los pagos fríos de las partes altas. Y los regadíos y la ecocultura alpujarreña, que generan uno de los paisajes rurales más sorprendentes de toda Europa, tanto por su génesis como por su funcionalidad. En su génesis y mantenimiento intervienen dos hechos antrópicos fundamentales de origen árabe: por

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una parte “los careos”, las aguas del deshielo se introducían artificialmente en la capa alterada de los esquistos impermeables, en zonas de alimentación de pequeños manantiales, de modo que la circulación lenta y natural del agua por el propio terreno hasta el manantial evitaba su rápida pérdida en superficie, en períodos, además en que su utilización podía ser necesaria. Por otra parte, la triple red de “acequias de riego” que se reparten el riego de los paño alto, medio y bajo de las laderas, y cuyas importantes filtraciones contribuyen al mantenimiento de un nivel de humectación de los suelos que permite que el verdor se extienda por las propias parcelas de regadío, por los bordes de la acequias, por los ribazos, bordes de los caminos, etc., permitiendo en estos espacios la prosperidad de árboles caducifolios que, como el castaño, no podrían subsistir en este clima. Uno de los rasgos preceptúales más genuinos de este paisaje es la sucesión de las fenofases de los caducifolios cultivados y semicultivados sobre el verde permanente o casi permanente de las formaciones herbáceas de los ribazos y los cultivos anuales Sobre todo en otoño la gama de amarillos, ocres y dorados, genera un contraste cromático que constituye uno de los valores más apreciados del paisaje alpujarreño.

11.1.1 Altura máxima sobre el nivel del mar: 3.482 metros 11.1.2 Altura mínima sobre el nivel del mar: 170 metros 11.2 Clima: Sierra Nevada se sitúa en una región de clima eminentemente mediterráneo, si bien su condición de alta montaña confiere a los terrenos más elevados características propias de un clima continental frío.

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Dada su extensión y los múltiples factores de altitud, orientación y exposición, no presenta un solo clima, sino una gran multiplicidad de mesoclimas que incluyen desde los muy térmicos de sus laderas bajas alpujarreñas, que permiten el cultivo del naranjo, hasta el más excepcional de las altas cumbres, donde el frío es el factor limitante principal, y provoca la existencia de un desierto frío de alta montaña, caracterizado tanto por la persistencia actual de periglaciarismo como por la presencia habitual (entre los meses de noviembre y mayo) de la nieve.

La baja latitud de Sierra Nevada le confiere peculiaridades de insolación, declinación solar y valores radiactivos prácticamente únicos en el continente europeo, apareciendo aquí los fenómenos climáticos de alta montaña en cotas mucho más altas que en cualquier otro lugar de Europa. Aunque se trate de un clima mediterráneo de montaña, los flujos atmosféricos están comandados por las influencias atlánticas, siendo escasas las provenientes del Mar Mediterráneo. Esto es particularmente cierto en invierno, ya que en verano son más notorias y probables los flujos del sur, sureste y este, procedentes del mar de Alborán e incluso de África. La altitud de Sierra Nevada introduce rasgos excepcionales; en las cumbres el aire está enrarecido por la baja presión y es tenue, limpio y transparente, por lo que la radiación es más intensa, pero la temperatura del aire es más baja. Este hecho crea un gran contraste térmico durante el día entre una atmósfera fría o muy fría y un suelo muy sobrecalentado; especialmente si, como ocurre en el complejo Nevado-Filábride, se trata de suelos y rocas oscuros con escaso reflejo de la radiación incidente.

Cuando existe nieve, el fuerte valor de la radiación, reforzado por la alta insolación, funde rápidamente la nieve en superficie, que posteriormente vuelve a congelarse debido al brusco bajón térmico nocturno, dando una gran abundancia de días con nieve dura.

Además, y como ya se apuntaba anteriormente, existe una importante variabilidad espacial, principalmente impuesta por la alineación Oeste-Este del macizo y la disposición transversal de muchos valles.

Se abarcan dos grandes vertientes, la norte o atlántica y la sur o mediterránea, separadas por la línea de crestería del macizo.

Estas vertientes presentan una clara diferenciación climática manifestada en multitud de evidencias hidrológicas, geomorfológicos, botánicas y faunísticas; la vertiente norte es más fría y con menos horas de insolación, lo que influye en los procesos de innivación y deshielo. Durante los episodios glaciares cuaternarios ello afectó muy directamente a la modelación de ambas vertientes, abrupto para la cara Norte y suave para la cara Sur.

Sin embargo en la distribución de la precipitación, el control lo ejerce la alineación del macizo, coincidente con la dirección de los frentes de precipitación atlánticos (los más frecuentes en el área; debido a ello, los valles occidentales son los más húmedos y los orientales los más secos, muy cerca ya de las depresiones almerienses dominadas por climas semiáridos.

Se presenta un comportamiento, por tanto, doblemente dual del macizo en dos vertientes; la Norte, fría, y la Sur, cálida; y dos mitades, la occidental húmeda y la oriental seca.

Además, a esta variabilidad espacial habría que añadir la temporal, en el tercio occidental y central, las precipitaciones provienen en su mayoría de tiempos ciclónicos atlánticos, lo que da lugar a un máximo invernal-primaveral. La solana o vertiente sur, está en general afectada por situaciones mediterráneas o híbridas (suroeste), de donde deriva el máximo otoñal. En la alta montaña se combinan ambos efectos.

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Los rasgos más definitorios del clima de las cumbres nevadenses se hallan en las bajas presiones absolutas y la frecuencia e intensidad de los vientos. Se pueden alcanzar los 200 e incluso los 250 km/hora en rachas en la cumbre del pico del Veleta, con consecuencias sobre las plantas, que tienen que adaptarse a este factor limitante. Dos condiciones esenciales para la existencia del desierto frío de altitud y los piornales, así como para los biotipos vegetales dominantes, son la sequedad y el frío, ambos reforzados por el viento, ya que éste acelera la desecación e intensifica el enfriamiento.

El factor altitud, al tiempo que hace bajar las temperaturas, incrementa notablemente las precipitaciones, aunque el porcentaje de tiempo nublado permanece sensiblemente igual en altitudes bajas.

Las diferencias entre valles, e incluso entre distintos puntos del mismo valle son llamativas, debido a regímenes específicos.

Lo más significativo de la precipitación es su irregularidad temporal, tanto en su distribución interanual como anual. Los totales anuales oscilan alrededor de los 800 mm. con una neta superioridad del semestre otoño-invierno sobre el de primavera-verano.

Las máximas precipitaciones medias anuales, cercanas a los 1000 mm, se producen en las cabeceras de las cuencas comprendidas entre los picos de El Caballo (3.013 m) y La Alcazaba (3.366 m). Especialmente expuestos a los frentes de precipitación atlánticos están los valles de los ríos Lanjarón, Dúrcal, Torrente, Dílar, Monachil y Genil. Por el contrario, las precipitaciones más bajas, del orden de 350 mm se producen en el extremo oriental de la Sierra, a cotas próximas a los 800 m.

Por lo que respecta a la distribución intraanual, y con las lógicas salvedades de representatividad espacio-temporal señaladas, los meses de mayor pluviometría son los de diciembre y marzo, seguidos, con cantidades de precipitación muy similares, por los de noviembre, febrero y enero. Son muy secos los meses de julio y agosto, con mínimos en el mes de julio. El máximo absoluto de precipitación suele registrarse en el mes de enero.

La precipitación en forma de nieve varía también de unas vertientes y valles a otros. En la fachada occidental de la Sierra, más del 75% de las precipitaciones se producen en forma de nieve por encima de los 2.000 m de altitud durante los meses de diciembre hasta marzo. Hacia el Este disminuye el porcentaje de precipitación sólida, y es menos persistente.

La existencia de nieves perpetuas en Sierra Nevada es ya historia, en contraste con las descripciones que se conservan de los naturalistas del siglo XIX, que incluso reconocían la existencia de un pequeño glaciar en el Corral del Veleta, al que calificaron como el más meridional de Europa.

Actualmente sólo se llegan a conservar pequeños neveros finiestivales en la pared norte de La Alcazaba, el Mulhacén y, sobre todo, el Veleta. Todo ello está relacionado con el cambio climático, del que cada vez hay más evidencias y que se está dejando notar en glaciares y neveros de todo el mundo. Termoclimáticamente, son también llamativas las diferencias existentes entre la vertiente sur, influida por el Mediterráneo y la vertiente norte, mucho más fría; hasta el punto de que el gradiente térmico medio anual es de 0,61ºC en la umbría y de 0,48 en la solana.

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Las temperaturas medias anuales se estiman del orden de 5 a 10ºC, las medias de las máximas se sitúan aproximadamente entre los 16 y 20ºC, mientras que las temperaturas medias de las mínimas no suelen sobrepasar los -10ºC. El mes más frío suele ser febrero y el más cálido julio.

Por encima de los 2.700 metros existe el riesgo de heladas todos los meses del año, incluso en verano. En las cumbres la temperatura media anual se estima en torno a los 7ºC, con fuertes oscilaciones térmicas, día-noche, y mínimos invernales, en ocasiones por debajo de los 35º bajo cero. Las medias de invierno son de – 3ºC y las medias de verano de 12ºC.

11.2.1 Temperatura media del mes más cálido: de 16 a 20 ºC 11.2.2 Temperatura media del mes más frío: - 10ºC 11.2.3 Media de precipitaciones anuales: 800 mm.

ESTACIONES CLIMÁTICAS ACTIVAS EXISTENTES EN SIERRA NEVADA

Nombre Gestor (1) Localización Altitud (m)

X Y

F.C.Laguna Seca-1 E.N.S.N. 504.239 4.105.977 2.281

F.C.Laguna seca-2 E.N.S.N. 504.239 4.105.977 2.281

Collado Martín E.N.S.N. 458.329 4.104.756 1.731

Peña Caballera E.N.S.N. 458.232 4.093.156 2.430

El Encinar OAPN 509.233 4.100.838 1.670

El Algibe de Montenegro OAPN 526.717 4.107.110 1.030

Rambla de Guadix OAPN 528.570 4.097.297 600

Embarcadero OAPN 477.610 4.116.275 1.550

Piedra de los Soldados OAPN 477.170 4.112.490 2.190

Posiciones del Veleta OAPN 467.117 4.102.300 3.100

El Robledal de Cañar OAPN 461.680 4.089.692 1.700

Laguna Seca OAPN 504.255 4.105.949 2.300

Poqueira CEAMA 471.338 4.098.246 2.505

Bérchules CEAMA 480.994 4.100.446 2.456

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X Y

Dilar "Central Eléctrica" INM 451.192 4.102.784 1.111

Dilar "El Toril" INM 451.015 4.102.138 1.065

Bérchules INM 483.027 4.092.337 1.369

Trevélez INM 476.236 4.095.281 1.496

Pórtugos INM 473.743 4.088.508 1.242

Soportújar "Casa Forestal" INM 463.857 4.090.548 1.665

Padul "Aguadero" INM 446.712 4.097.264 750

Arquilla INM 457.223 4.089.284 1.636

Posturas INM 455.632 4.087.782 1.057

Valor- Nechite INM 493.660 4.095.250 956

Charches INM 508.878 4.113.162 1.140

Abla INM 517.365 4.111.635 869

Alboloduy INM 533.687 4.098.704 425

Laujar "Cerecillo" INM 507.744 4.100.181 1.749

Laujar "Monterrey" INM 508.981 4.097.872 1.310

Ohanes "Central Eléctrica" INM 522.568 4.098.975 825

Canjayar "Vivero Cristal" INM 518.871 4.094.960 800

Sierra Nevada "Monachil" INM 465.540 4.105.540 2.423

Abla INM 517.365 4.111.635 869

Jeres del Marquesado CMA - Infoca 484.598 4.115.456 1.283

Abla CAP - Red de Alerta 520.748 4.110.650 871

Lecrín CAP - Red de 452.575 4.096.273 1.419

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X Y

Alerta

Fiñana CAP - Red Info Agroc. 514.394 4.112.459 943

(Todas las estaciones descritas están activas y sus datos disponibles, pudiendo consultarse la mayoría de ellos a través de la aplicación CLIMA de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía) (1) E.N.S.N.: Espacio Natural Sierra Nevada; OAPN: Organismo Autónomo Parques Nacionales; CEAMA: Centro Andaluz de Medio Ambiente; INM: Instituto Nacional de Meteorología; CMA - Infoca Servicio de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía; CAP - Red de Alerta Red de Alerta e Información Fitosanitaria de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía; CAP - Red Info Agroc. Red de Información Agroclimática de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía.

Nombre Tipo Variables

F.C.Laguna Seca-1 automática Humedad suelo, humedad relativa, lluvia, temperatura del aire, radiación PAR

F.C.Laguna seca-2 automática Temperatura del suelo a varias profundidades, flujo de calor en suelo, radiación global neta.

Collado Martín automática

Temperatura y humedad relativa del aire, dirección y velocidad del viento, presión atmosférica, lluvia, radiación solar UV-A, UV-B y global inclinada, temperatura del suelo.

Peña Caballera automática

Temperatura y humedad relativa del aire, dirección y velocidad del viento, presión atmosférica, lluvia y nieve, altura de nieve, radiación solar UV-A, UV-B y global inclinada, temperatura del suelo.

El Encinar automática

Temperatura y humedad relativa del aire, dirección y velocidad de viento, presión atmosférica, precipitación, radiación solar global, radiación UV-B.

El Algibe de Montenegro automática


Rambla de Guadix automática

Temperatura y humedad relativa del aire, dirección y velocidad de viento, presión atmosférica, precipitación, radiación neta CNR1, rad. PAR incidente y reflejada y rad. solar global y UV-B.

Embarcadero automática Temperatura y humedad relativa del aire, dirección y velocidad de viento, presión atmosférica, precipitación, radiación solar global, radiación UV-

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B.

Piedra de los Soldados automática

Temperatura y humedad relativa del aire, dirección y velocidad de viento, presión atmosférica, precipitación, radiación neta CNR1, rad. PAR directa y reflejada y rad. solar global y UV-B.

Posiciones del Veleta automática

Temperatura y humedad relativa del aire, dirección y velocidad de viento, presión atmosférica, precipitación, radiación solar global, rad. Solar difusa con seguidor solar, rad. UV-AB, rad. Neta CNR1, rad. PAR directa y reflejada, rad. solar global inclinada, temperatura de suelo IR, captador de partículas húmedo/seco y de alto volumen.

El Robledal de Cañar automática

Temperatura y humedad relativa del aire, dirección y velocidad de viento, presión atmosférica, precipitación, radiación solar global, rad. Solar difusa con seguidor solar, rad. UV-AB, rad. Neta CNR1, rad. PAR directa y reflejada, rad. solar global inclinada, temperatura de suelo IR y fotómetro.

Laguna Seca automática


Poqueira automática Precipitación en forma de nieve, humedad y temperatura del aire, dirección y velocidad de viento, presión atmosférica, radiación y temperatura de suelo

Bérchules automática Precipitación en forma de nieve, humedad y temperatura del aire, dirección y velocidad de viento, presión atmosférica, radiación y temperatura de suelo

Dilar "Central Eléctrica" manual Precipitación (diaria y mensual)

Dilar "El Toril" manual Precipitación (diaria y mensual)

Bérchules manual Precipitación (diaria y mensual)

Trevélez manual Precipitación (diaria y mensual)

Pórtugos manual Precipitación (diaria y mensual)

Soportújar "Casa Forestal" manual Precipitación (diaria y mensual) y temperatura del

aire (diaria)

Padul "Aguadero" manual Precipitación (diaria y mensual)

Arquilla manual Precipitación (diaria y mensual) y temperatura del aire (diaria)

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Posturas manual Precipitación (diaria y mensual) y temperatura del aire (diaria)

Valor- Nechite manual Precipitación (diaria y mensual) y temperatura del aire (diaria)

Charches manual Precipitación (diaria y mensual)

Abla semiautomática Precipitación (diaria e interdiaria), temperatura del aire mínima y máxima (diarias e interdiarias) y velocidad de viento (mensual)

Alboloduy manual Precipitación (diaria y mensual)

Laujar "Cerecillo" manual Precipitación (diaria y mensual) y temperatura del aire (diaria)

Laujar "Monterrey" manual Precipitación (diaria y mensual) y temperatura del

aire (diaria)

Ohanes "Central Eléctrica" manual Precipitación (diaria y mensual)

Canjayar "Vivero Cristal" manual Precipitación (diaria y mensual)

Sierra Nevada "Monachil" automática Precipitación, velocidad de viento, temperatura y

humedad relativa del aire

Abla automática Precipitación, velocidad de viento, presión atmosférica, temperatura y humedad relativa del aire

Jeres del Marquesado automática

Precipitación, velocidad de viento, presión atmosférica, temperatura, radiación y humedad relativa del aire

Abla automática Precipitación, velocidad de viento, radiación, temperatura de suelo, temperatura y humedad relativa del aire.

Lecrín automática Precipitación, velocidad de viento, radiación, temperatura de suelo, temperatura y humedad relativa del aire.

Fiñana automática Precipitación, velocidad de viento, radiación, temperatura y humedad relativa del aire.

Las estaciones automáticas registran datos cada 10 minutos (valores medios, máximos, mínimos, acumulados). Para las automáticas o semitautomáticas se especifica entre parentésis la periodicidad de los datos disponibles

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11.3 Geología, geomorfología, hidrología y suelos: GEOLOGÍA El macizo de Sierra Nevada es, desde el punto de vista geológico, el núcleo central de las Cordilleras Béticas, pertenece íntegramente a la Bética en sentido estricto, con una disposición estructural compleja pero muy típica de esta cordillera. Existen dos conjuntos Béticos en la constitución de Sierra Nevada, aparte de los materiales postorogénicos basales pertenecientes a las depresiones intrabéticas. Son los Complejos Alpujárride y Nevado-Filábride, actualmente subdividido en los Complejos del Veleta y del Mulhacén.

La fisiografía de Sierra Nevada refleja, a grandes rasgos, su estructura geológica. Las formaciones rocosas que la componen se disponen en bandas más o menos concéntricas desde la zona central, y más elevada, hacia la periferia, configurando nítidamente tres paisajes geológicos.

En primer lugar, las rocas del gran núcleo de Sierra Nevada, agrupadas bajo la denominación geológica de Complejo Nevado-Filábride, en alusión a que componen buena parte de esta sierra y de la de los Filábrides, son las más antiguas. Los Complejos del Veleta y del Mulhacén tiene edades comprendidas entre Paleozoico (o más antiguo), Mesozoico y localmente Paleoceno. Estos materiales provienen de sedimentos originalmente depositados en un mar, que han sufrido una intensa transformación (metamorfismo) y deformación, como consecuencia de su enterramiento y posterior levantamiento y afloramiento para formar la cadena actual de montañas que rodea el Mediterráneo, también conocida como cadena alpina, en el proceso de la colisión del continente africano con el europeo.

Estos complejos están constituidos, principalmente, por micasquistos grafitosos: rocas oscuras con aspecto pizarroso y un característico “lajado” es decir, están divididas en láminas, más o menos irregulares, bien definidas. Aparecen cortadas con frecuencia por venas de cuarcita (de

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colores blancos o amarillentos muy vivos que resaltan sobre el fondo oscuro) siderita y óxidos de hierro. Junto a los micaesquistos, son comunes los cuarzoesquistos, que suelen dar lugar a crestones y tajos por su mayor resistencia a la erosión. En menor proporción, se encuentran también rocas de color verde: serpentinitas, eclogitas y anfibolitas, a veces usadas como piedras ornamentales. En algunos puntos, como en la Laguna de la Caldera, estas rocas son espectaculares, con enormes granates de casi 1 cm de diámetro en una masa de minerales de color verde (anfíboles). Localmente aparecen rocas relacionadas con el granito, conocidas como gneises. Bordeando al núcleo de Sierra Nevada aparece otra banda de rocas, de edades comprendidas entre el Paleozóico y el Trías, denominada Complejo Alpujárride, que forma los relieves más característicos de la media y baja montaña y se extiende luego por la Alpujarra. Está mayoritariamente compuesta por filitas, conocidas en la región como “launas”, que son unas arcillas algo transformadas, compuestas por micas y cuarzo, de colores muy vivos, azulados o grises brillantes. El otro tipo de rocas, y más abundante, son las calizas y dolomías, compuestas por carbonatos cálcico y magnésico, que producen los relieves escarpados, de colores blanquecinos o grisáceos, típicos de la media y baja montaña. Estas rocas carbonatadas con frecuencia aparecen literalmente trituradas por fracturación, debido a los intensos esfuerzos tectónicos a que han estado sometidas durante la formación y el levantamiento del macizo.

Los relieves calizo-dolomíticos conforman mayoritariamente la fachada occidental de Sierra Nevada, desde el sector de Güéjar Sierra, por el norte, hasta Lanjarón, por el sur. También quedan representados en el territorio almeriense, en el sector comprendido entre Laujar de Andarax y Canjáyar.

Por último, la banda de rocas más externa de Sierra Nevada corresponde a materiales sedimentarios generalmente más recientes, de edades comprendidas entre el Mioceno y el Cuaternario. Son bloques, cantos, gravas y arenas, depositados en los últimos 15 millones de años, como productos resultantes de la erosión de la sierra, en el fondo de las pequeñas cuencas marinas que rodeaban el incipiente relieve de Sierra Nevada mientras éste y, en general, todo el sur de la Península Ibérica se levantaba desde el fondo del mar Mediterráneo. La emersión

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definitiva de la región hizo que el mar se retirase a su posición actual y los materiales procedentes de la erosión de Sierra Nevada afloraran a su pie, en las cuencas de los mismos ríos que en la actualidad nacen en ella.

Adquieren la morfología de abanicos aluviales en los sectores occidentales de Güéjar Sierra, Pinos Genil, Cenes de la Vega, Monachil, La Zubia, Padul, Nigüelas y Dúrcal, constituyendo de hecho los materiales de borde de la Depresión de Granada. En el límite norte, constituyen los depósitos de enraizamiento, glacis y abanicos aluviales de la Cuenca de Guadix-Baza. Más representados se sitúan en el extremo oriental del macizo, en la cuenca del río Andarax, constituyendo el paisaje acarcavado de los materiales de relleno sedimentario del corredor de Ugíjar-Tabernas, en su conexión hacia la cuenca terciaria de Tabernas-Sorbas; aquí son esencialmente margas, arenas y areniscas.

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GEOMORFOLOGÍA Las grandes unidades que conforman el paisaje geológico del macizo de Sierra Nevada son consecuencia de la respuesta de los distintos sustratos geológicos ante los procesos morfogenéticos dominantes que han actuado a lo largo de su historia geológica, desde los relictos sistemas glaciares de las cumbres a los dinámicos sistemas fluviales actuales.

El relieve de la mayor parte de los terrenos nevado-filábrides, puede describirse, sintéticamente como abombado o alomado, con una sucesión de barrancos rectilíneos entre las grandes lomas. Este relieve en apariencia monótono, contrasta con un paisaje interior más vigoroso, fluvial en los sectores bajos y medios y glaciar, retocado por otros regímenes de modelado, en las partes altas.

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El dominio morfogénetico glacial-periglacial ocupa la zona cacuminal del macizo y está magníficamente bien representado en la mayor parte del Parque Nacional, especialmente en su sector occidental. En el Parque Natural, sin embargo, queda restringido prácticamente a las cuencas altas de los ríos Monachil y Dílar, lo que representa sólo una parte muy reducida de la superficie total del espacio.

La morfodínamica periglacial, sí es patente en la actualidad en una gran extensión de Sierra Nevada y se observa también activa de nuevo en las cuencas altas del Monachil y del Dílar, especialmente por encima de los 2.700 m. La mayor superficie de las caras norte y sur presenta un modelado consecuencia de la acción combinada de los procesos periglaciales y fluviales. En las laderas más altas con pendientes superiores al 25% son frecuentes los procesos de solifluxión y/o gelifluxión, que desplazan los depósitos edáficos, a veces incluso el regolito más alterado de los micaesquistos, por la acción combinada de hielo-deshielo y gravedad. La acción conjunta de los sistemas periglacial-gravedad da como resultado otro conjunto de procesos visibles en laderas tales como la acumulación de bloques y cantos, en manto de derrubios o aislados, bajo los escarpes o cornisas erosivas de los afloramientos rocosos.

Las rocas alpujárrides tienen, en general, una mayor erosionabilidad, con los relieves más abruptos. Por un lado tenemos los correspondientes a las rocas compactas, poco tectonizadas, que conservan algo del carácter alomado de la Sierra, con grandes cerros, en donde además de reconocerse superficies geomórficas antiguas, poligénicas, pueden hallarse rasgos del modelado Karstico como campos de dolinas, alineadas a favor de fracturas.

Por otro, están las zonas que se modelan sobre los mantos carbonatados alpujárrides que orlan el borde occidental del macizo y cuyo relieve puede clasificarse de ruiniforme. Este relieve es consecuencia de la acción combinada de procesos de tipo kárstico y tectónico-kárstico, a los que se sobreimponen la dinámica fluvial actual. La intensa tectonización interna de las dolomías a favor de sistemas de fracturación conjugados, origina que la roca esté literalmente cuarteada, lo

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que facilita la acción de la disolución kárstica y, sobre todo, la fragmentación física de la roca, que llega en ocasiones a generar verdaderos arenales dolomíticos en torno a los relieves.

La morfogénesis fluvial, de claro régimen nivopluvial en todo el macizo, es la responsable directa de la morfología actual. Un morfosistema muy peculiar y atípico en el contexto del macizo de Sierra Nevada es el paisaje erosivo de badlands generado por la acción denudativa-fluvial sobre los blandos materiales margo-arenosos de edad neógena del corredor tectónico de Ugíjar–Tabernas. Sobre ellos se modela un típico paisaje acarcavado muy característico en todo el valle del Andarax, entre Laujar y Terque, en el extremo más suroriental de Sierra Nevada, que se prolongará más tarde, con mayor extensión, aunque no con mayor profusión, hacia el este, hacia el vecino territorio del Desierto de Tabernas.

También asociado al dominio fluvial-gravedad pueden reconocerse, aunque en muy pequeña extensión, superficies erosivas que constituyen el enraizamiento de los extensos glacis que se desarrollarán desde el borde norte del macizo hacia el centro de la depresión de Guadix, en los niveles de colmatación del relleno sedimentario de esta cuenca por entonces lacustre.

Por último, el dominio palustre está excepcionalmente bien representado en la depresión endorreica del Padul, con potentes depósitos de turba asociados.

Actualmente, los procesos de modelado en Sierra Nevada siguen siendo muy activos, lo que permite definir a este macizo como un ecosistema frágil y susceptible de ser erosionado con facilidad. La desertización constituye uno de los principales riesgos naturales, siendo notable en el sector oriental del macizo de Sierra Nevada. Su aparición se ha ido acrecentando por el abandono de los cultivos, los grandes movimientos de tierra, incendios, etc., siendo éste fenómeno especialmente notable en las vertientes de solana de fuertes pendientes.

RECURSOS GEOLÓGICOS DE ESPECIAL INTERÉS En el ámbito de estudio, se han identificado algunos elementos del patrimonio geológico de Sierra Nevada, los cuales, por su alto interés geológico o hidrogeológico, así como su excepcional singularidad, pueden ser considerados georrecursos culturales y por tanto, deben ser objeto de protección y puesta en valor.

Integran este patrimonio, dentro del macizo, los siguientes elementos:

El desfiladero de Los Cahorros del río Monachil, espectacular cañón fluviokárstico que

genera un dispositivo de “caos de bloques” dolomíticos en el propio cauce. La falla de Nigüelas, uno de los mejores ejemplos visibles en campo de este tipo de

estructuras tectónicas, que pone en contacto las dolomías alpujárrides del manto del Trevenque con los materiales conglomeráticos de borde de la depresión tectónica de Padul-Dúrcal de origen aluvial y que ha sido declarada recientemente Monumento Natural.

La Turbera del Padul, estructura geológica de excepcional singularidad en cuyos sedimentos

han aparecido restos paleontológicos de notable valor pertenecientes a dos mamuts. El nacimiento del río Andarax, de interés hidrogeológico para la interpretación de la

hidrogeología de las formaciones carbonatadas alpujárrides de Sierra Nevada. Los Badlands del Alto Andarax.

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El arrecife de Albodoluy, afloramiento calificable de interés estratigráfico, sedimentológico y paleobiológico.

Cabeceras de los ríos Poqueira, Genil y Lanjarón, que configuran un conjunto de valles de

origen glacial en los que se pueden reconocer diferentes rasgos glaciares como morrenas, perfíles transversales en U, circos, rocas aborregadas, horns, pulimentos, etc, todas ellas muy bien preservadas, y en los que actualmente predominan fenómenos periglaciares, ligados, fundamentalmente a la acción de las heladas. Representan georrecursos de sistemas glaciares desarrollados durante el Cuaternario, únicos en toda Andalucía.

Micaesquistos grafitosos con granate, albina o cloritoide, de grano fino, del Pico del Veleta,

alternantes con cuarcitas, con paragénesis alplinas de grado medio, típicas del complejo del Veleta. Sobre este tipo de rocas se encuentran superpuestas tectónicamente las diferentes litologías que constituyen el Complejo del Mulhacén.

Anfibolitas de albita y epidota de Trévelez y Pampaneira, procedentes de magmas básicos

originados en una porción de manto subcontinental en condiciones de rifting intraplaca. Estas anfibolitas forman niveles estratoides muy escasos, intercalados entre micaesquistos del Veleta y son diferentes quimica y meneralógicamente a las anfibolitas delComplej o del Mulhacen suprayacente.

Micaesquistos grafitosos del Pico y la Loma del Mulhacén, característicos del zócalo de la

Unidad de la Caldera del Complejo Mulhacén. Presentan porfidoblastos, de centiméticos a decimétricos, de andalucita, estaurolita, cloritoide, granate y biotita, originados por metabolismo hercínico y pseudomorfizados por paragénesis alplina de alta presión.

Ortogneises del Prado del Cebollar, procedentes de granitos profiroides, tardihecínicos,

intrusivos en el zócalo de la Unidad de la Caldera, que han sido metamorfizados durante la oprogenia alpina en condiciones de facies eclogitas.

Ultramáficas del Almirez, espectacular afloramiento de serpentinitas y rocas metamórficas

con textura pseudospinifex atravesadas por diques de rodingitas, ejemplo único en el mundo de las transformaciones minerales asociadas al metamorfismo de alta presión sobre rocas ultramáficas previamente metasomatizadas en condiciones de forndo oceánico.

Ultramáficas de Santillana y Montenegro, formadas por serpentinitas atravesadas por un

cortejo de diques de metabasitas, que constituyen uno de los mejores ejemplos de rodingitas, parcialmente eclogitizadas, de toda España.

Eclogitas y anfibolitas de los afloramientos del Puntal de la Caldera, Camarate, Soportújar y

Lugros, procedentes de litologías plutónicas y volcánicas, con estructuras de pillow lavas, que se originaron a partir de magmas básicos, de edad Jurásica, en condiciones de dorsal oceánica y quedaron recubiertas por sedimentos, de edad Juráisico-Cretácica, actualmente transformados en cuarcitas, micaesquistos y calcoesquistos.

Alternancias de mármoles con ortogneises riolíticos, del Collado de las Sabinas, que son

típicos de la corbertera de la Unidad de las Sabinas, la más alta del Compeljo Mulhacén. Estos ortogneises se originaron a partir de magmas de naturaleza piroclásica durante un período de rifting continental, que afectó a los materiales del Compeljo del Mulhacén durante el período Pérmico-Triásico, previo al desarrollo del suelo oceánico del que derivan las rozas básicas y ultramarficas de este complejo.

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Tufitas y mármoles conglomeráticos de Soportújar que han dado nombre a la Formación Soportújar intercalada entre unidades tectónicas más altas del Complejo del Mulhacén y entre este y el Compeljo Alpujárride. Estas formadas por sedimentos carbonatados de origen lagunar, en algunos puntos coexistentes con yeso, que contienen abundantes cantos, de tamaño variable, de cineritas y rocas andesíticas poco cristalinas, datadas como Peleoceno, que sugieren un ambiente de génesis compresivo en zonas de suprasubducción.

HIDROLOGÍA Sierra Nevada constituye un macrosistema hidrológico de gran potencialidad, aprovechado en la actualidad en régimen prácticamente natural. Su forma alargada paralela al Mediterráneo y el amplio rango altitudinal que cubre, le confieren una serie de peculiaridades climatológicas, botánicas, geomorfológicas e hidrológicas. En el macizo se encuentra la divisoria entre las cuencas atlántica (cuenca del Guadalquivir) y mediterránea (cuenca Mediterránea Andaluza), y los cursos que drenan el macizo tienen un marcado régimen nival en cabecera, que se amortigua en el sentido de la escorrentía, pasando a pluvionival. La red de drenaje está condicionada, en gran medida, por la estructura en mantos de corrimiento de geometría muy irregular, la existencia de un levantamiento reciente de todo el macizo y la actuación de fallas durante períodos muy cercanos, aún activas muchas de ellas.

Desde un punto de vista hidrológico, el macizo de Sierra Nevada se distribuye en dos grandes cuencas hidrográficas:

Cuenca Mediterránea Andaluza: con un 65%, y las subcuencas de los ríos

Guadalfeo, Adra, Andarax y Nacimiento. Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir: con un 35% y las subcuencas de los ríos

Genil y Guadix.

Los dos afluentes del Guadalquivir que drenan Sierra Nevada son el Guadiana Menor y el Genil, cuyas cuencas vertientes se inician en los bordes septentrional y occidental, respectivamente. El río Fardes, que recoge las aguas que escurren hacia la Depresión de Guadix-Llanos del Marquesado, es el más representativo de la cuenca del Guadiana Menor. Numerosos los arroyos y ramblas aportan su escorrentía, comenzando por el del Morollón y Alcázar, afluentes por la margen izquierda, y Bernal, Alhorí, Verde, Lanteira y Gallego, por la margen derecha. El río Genil, con sus afluentes Aguas Blancas y Maitena por la margen derecha, y Monachil y Dílar por la margen izquierda, completan las aproximadamente 70.000 hectáreas de cuenca atlántica.

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Los restantes ríos desembocan en la cuenca mediterránea, cubriendo unas 130.000 hectáreas. Los tres ríos más importantes que cubren esta cuenca vertiente son: Guadalfeo, Adra y Andarax. Los principales tributarios del Guadalfeo, que es el de mayor cuenca vertiente del borde meridional de Sierra Nevada, son el Dúrcal, Torrente, Lanjarón, Chico, Poqueira, Trevélez y Cádiar; los tres primeros, junto con el Albuñuelas, conforman el río Ízbor, que confluye en el Guadalfeo aguas arriba del embalse de Rules. La cabecera del río Adra formada por una cabellera de afluentes entre los que destacan el Mecina, Válor, Nechite, Laroles, Bayárcal y Alcolea. Sus aguas se regulan en cierta medida en el embalse de Beninar, aguas abajo de su confluencia.

Finalmente, el río Andarax drena las aguas orientales y nororientales del macizo. Lo integran dos ramales importantes, el río Laujar y el río Nacimiento. El Andarax carece de embalses de regulación.

Los recursos hídricos medios drenados por el macizo de Sierra Nevada se estiman en 750 hm3/año, en su gran mayoría superficiales, dado el carácter impermeable del suelo, y con gran importancia de las precipitaciones en forma de nieve por encima de los 2.000 metros de altura. Las precipitaciones medias son muy irregulares, tanto espacial como temporalmente, con valores medios que oscilan entre los 1.000 mm en las cumbres del Mulhacén y Veleta, y los 500 mm en la orla oriental del macizo.

Una característica común a todos estos ríos es su marcado régimen nival en las áreas de cabecera, amortiguado a medida que se incorporan tributarios situados a cotas más bajas. Así pues, en cabecera es el deshielo el que controla la aportación principal de los ríos, salvo en situaciones muy especiales en determinadas épocas del año (meses de junio a octubre). Sin embargo, hacia el Este es cada vez menos marcada la influencia nival, a lo cual se une una disminución de la precipitación y de las altitudes del macizo.

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Teniendo en cuenta que los ríos de Sierra Nevada tienen su origen principal en la fusión de las nieves, poseen un bajo o muy bajo contenido salino. Las aguas de los ríos del borde occidental presentan valores del residuo seco comprendidos entre 35 y 170 mg/l. La facies dominante es la bicarbonatada cálcica, correspondiendo el mayor contenido salino a la cuenca baja del río Lanjarón.

Uno de los sistemas tradicionales de regulación de las aguas del deshielo se basó, desde antiguo, en la construcción de acequias, de riego y de careo. Las acequias de riego conducen el agua de los cauces naturales a las fincas donde hay que regar, y las de careo que conducen el agua desde los cauces naturales hasta zonas con sustrato permeable, denominadas simas o cimas donde el agua se introduce artificialmente en la capa alterada de los esquistos impermeables para así alimentar pequeños manantiales, de modo que la circulación profunda del agua a través del sistema de fractura evita su pérdida en superficie (El sistema de acequias de esta Reserva de la Biosfera forma parte del gran patrimonio cultural que Sierra Nevada posee, Apartado 10.6).

Además de los ríos que drenan Sierra Nevada, hay que citar el agua de numerosas lagunas y borreguiles, estrechamente ligada al glaciarismo que afectó al área durante las glaciaciones. El número de lagunas se aproxima al medio centenar, siendo las más numerosas las ubicadas en la cuenca del río Trevélez. Todas ellas son de gran belleza y constituyen hábitats muy singulares. En general, permanecen en estado natural, a excepción de la de las Yeguas, en cuya periferia se construyó, a mediados de los años setenta del pasado siglo, un embalse de gran impacto ambiental que recientemente se ha tratado de recuperar como obra de regulación, al tiempo que se intenta reducir su impacto.

Respecto a las aguas subterráneas hay que señalar que los materiales nevado-filábrides mayoritarios en el macizo son escasamente permeables, siendo rocas duras o rocas fisuradas, cuya permeabilidad decrece al aumentar la profundidad, ya que las fracturas tienden a cerrarse. En ellas el almacenamiento y la transmisión del agua se efectúa a través de las discontinuidades de la roca.

Además del acuífero fisurado, a lo largo de la franja superficial alterada y recubierta de coluviones de permeabilidad no muy alta, se desarrolla un acuífero conectado en gran medida con el fisurado, aunque a veces en el contacto de ambos se pueden detectar rezumes y pequeñas surgencias.

Esto es válido también para la base sobre la que reposan los mantos alpujárrides, con permeabilidad aún más baja. Las filitas alpujárrides (“launas”) se emplean como techo impermeable de viviendas o lecho de acequias en la Alpujarra. Los materiales acuíferos convencionales, como los mármoles, conglomerados y cuarcitas fisuradas y fracturadas, no alcanzan gran desarrollo dentro del complejo nevado-filábride, por lo que su importancia en el almacenamiento global es escasa, aunque allí donde se encuentran pueden actuar de colectores de las aguas de los materiales del entorno.

La serie carbonatada que reposa sobre la base constituye el material acuífero por excelencia en el macizo, en el que forma una orla de borde con desarrollo muy desigual, siendo a lo largo del borde occidental donde alcanzan más amplitud los afloramientos.

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Debido a la desigual composición, textura y estructura de estos mantos, los rendimientos de las obras que captan estos materiales carbonatados son muy variables de unos sectores a otros: en algunos casos pueden superar los 200 l/sg, con caudales específicos superiores a 100 l/sg pero otras captaciones resultan prácticamente improductivas, como corresponde al acuífero kárstico-fisurado. EDAFOLOGÍA Reflejamos una síntesis de los suelos más extendidos en el macizo, explicando sus relaciones con la cubierta vegetal. En principio, sobre las rocas carbonatadas se van a desarrollar suelos ricos en bases, que soportan las series de vegetación típicas basófilas (encinares béticos y quejigales-acerales), mientras que sobre las rocas silíceas van a ser los suelos descarbonatados y pobres en bases los que se presenten; sobre ellos se extienden series como las de los encinares nevadenses y melojares.

Esto a veces no se cumple, sobre todo en el segundo caso, ya que sobre filitas o esquistos se han observado comunidades vegetales típicamente basófilas, debido en parte a su localización (en cotas inferiores a afloramientos de rocas calizas, lo que hace que los suelos se contaminen por arrastre) y en parte a la alta xericidad existente en numerosos puntos de las zonas basales, que originan un acumulo de bases e incluso una ascensión superficial de las mismas. Los suelos más frecuentes son: Litosoles: se desarrollan tanto sobre rocas carbonatadas como silíceas y se caracterizan por presentar tan sólo un horizonte A con espesor menos de 10 cm. Sólo permite el desarrollo de pastizales o tomillares siempre de pequeño porte y baja cobertura. Regosoles: Suelos procedentes de materiales no consolidados o consolidados con espesor superior a 10 cm. Se distinguen:

Regosoles-litosólicos, se presentan sobre sustratos variados, con 10-25 cm de espesor y la vegetación sobre ellos varía desde un pastizal-tomillar a un matorral fruticoso tipo aulagar, romeral, jaral e incluso piornal.

Regosoles calcáricos, localizados sobre rocas carbonatadas. Se han observado

distintos matorrales seriales, romerales-aulagares, salviares, estartales, o pinares de repoblación bastante abiertos.

Regosoles eútricos, suelen desarrollarse en esta zona sobre micasquistos, a veces

sobre filitas. Se localizan por debajo de 2000 m de altitud y la vegetación que soportan varía en función de la profundidad. Se han observado desde pastizales o cantuesales hasta encinares o pinares de repoblación bastante desarrollados.

Regosoles dístricos, semejantes a los anteriores pero con un grado de saturación

menor del 50% y pH ligeramente inferior. Se localizan por encima de los 1.900-2000 m, y la vegetación que soportan es un piornal o tomillar, a veces pinares de repoblación.

Ranker: Se sitúan por encima de los 200 m, en pendientes muy pronunciadas; presentan un horizonte úmbrico menor de 25 cm y pH ácido. Sobre ellos se han detectado tomillares, piornales o pastizales, pertenecientes a las series de piornales y enebrales nevadenses.

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Rendzinas: Son suelos con horizonte A móllico que tiene más de 50 cm de espesor y contienen material calizo. Normalmente soportan una vegetación bien desarrollada, con densas coberturas y tamaño variable. Son frecuentes los piornales de Vella spinosa y Astragalus granatensis, así como los lastonares de Festuca scariosa; en ocasiones se presentan pinares de repoblación y restos de encinar o matorral subarbustivo. Phaeozens: Sólo detectados por debajo de los 200m de altitud; son suelos muy desarrollados con un horizonte móllico en superficie y otro cámbrico dentro de los 50 cm superficiales. Los más frecuentes son los Phaeozens háplicos de carácter eútrico, que soportan una vegetación bastante desarrollada, tanto boscosa como de matorrales arbustivos bien conservados (encinares, melojares, enebrales, piornales, etc.); comunidades todas de las series silicícolas nevadenses. Sobre los materiales carbonatados se presentan los Phaeozens calcáreos, sobre los que se han localizado encinares, retamales y pinares de repoblación; series basófilas de los encinares béticos. Cambisoles: Presentan un horizonte cámbrico en superficie o un epipedón superficial úmbrico de más de 25 cm de espesor, en cuyo caso son Cambisoles húmicos, los cuales se localizan por encima de los 2.100 m, soportando comunidades de la serie de los piornales-enebrales nevadenses.

En el caso de que presenten un horizonte cámbico, su morfología y propiedades pueden

ser muy diferentes, pudiéndose diferenciar: Cambisoles cálcicos, con pH básico y carbonatados; las comunidades que pueden

vivir sobre ellos son muy variadas según el espesor que presenten. Son frecuentes los retamales y encinares en recuperación de las series basófilas béticas.

Cambisoles dístricos, localizados por encima de los 2000 m, con pH ácido y un

grado de saturación menor del 50%. Muchos de los piornales nevadenses se desarrollan en estos suelos.

Cambisoles eútricos, frecuentes por debajo de los 2000 m, con mayor grado de

saturación que los anteriores y pH neutro o ligeramente ácido. Distintas comunidades de las series acidófila de la encina y el roble-melojo (encinares, escobonales, jarales, etc.) e incluso pinares de repoblación o tomillares nitrófilos alcanzan una buena representación en estos suelos.

Luvisoles: son suelos complejos con un horizonte ócrico en superficie y un horizonte argílico debajo. Se localizan por debajo de los 2000 m de altitud y los más frecuentes suelen ser los Luvisoles crómicos. Aunque suelen presentar buenos restos de vegetación natural, en esta zona suelen ser más frecuentes bajo pinares de repoblación bastante densos y bien desarrollados. Arenosotes álbicos: se forman a partir de materiales no consolidados de textura gruesa, constituidos por material álbico en una profundidad de 50 cm, sin otro horizonte de diagnóstico. Se localizan sobre materiales dolomíticos alpujárrides, fuertemente tectonizados, correspondiéndose con las distintas comunidades de la serie de los sabinares edafoxerófilos. Fluvisoles: suelos desarrollados sobre materiales aluviales recientes y que no presentan otro horizonte de diagnóstico que el A ócrico. Los Fluvisoles calcáreos soportan las comunidades propias se la serie riparia de las olmedas y alamedas basófilas, mientras que los fluvisoles eútricos se corresponden con las de la serie de las saucedas acidófilas de Salix atrocinerea.

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Gleysoles: se localizan en las cuencas endorreicas y en los numerosos afloramientos de agua del macizo, por encima de los 2000m. Son suelos muy profundos con propiedades hidromorfas dentro de los primeros 50 cm; por tener un grado de saturación inferior al 50%, los de Sierra Nevada se calsifican como Gleysoles dístricos. Debido a la escasa pedregosidad y al régimen hídrico que presentan, son suelos típicos de borreguiles ya que el encharcamiento imposibilita el desarrollo de formaciones arbóreas o arbustivas. Histosoles dístricos: aunque son escasos son importantes por corresponder a los lugares de turberas (comunidades de cárices, esfagnos y otros musgos). Presentan un horizonte H de 40 cm o más, permaneciendo encharcado todo el año.

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12. CARACTERISTICAS BIOLOGICAS: [Enumérense los principales tipos de hábitat (por ejemplo, bosques tropicales de hoja perenne, sabana, tundra alpina, arrecifes de coral, macizos de algas marinas) y tipos de cobertura del suelo (por ejemplo, zonas residenciales, tierras agrícolas, tierras de pastoreo). Con respecto a cada tipo, rodéese con un círculo la palabra REGIONAL si ese tipo de hábitat o de cobertura del suelo ocupa una gran extensión de la región biogeográfica en la que se encuentra la Reserva de Biosfera propuesta, a fin de evaluar la representatividad del tipo de hábitat o de cobertura del suelo. Trácese un círculo alrededor de la palabra LOCAL si el hábitat ocupa una superficie limitada en la Reserva de Biosfera propuesta, a fin de evaluar la singularidad del tipo de hábitat o de cobertura del suelo. En relación con cada tipo de hábitat o de cobertura del suelo, enumérense las especies características y señálense los procesos naturales importantes (por ejemplo, mareas, sedimentación, retroceso glaciar, incendios naturales) o las actividades humanas (por ejemplo, pastoreo, tala selectiva, prácticas agrícolas) que afectan al sistema. Según proceda, remítase al mapa de la vegetación o de cobertura del suelo proporcionado como documento justificativo.] Sierra Nevada es el centro de diversidad vegetal más importante de la Región Mediterránea occidental con ciento cincuenta y cuatro tipos de comunidades vegetales diferentes descritas. Si descendemos “de la nieve al trigo”, como decía Lorca, distinguiremos, entre otras formaciones principales: pastizales de alta montaña, enebrales-piornales, tomillares dolomíticos, pinares, robledales, saucedas, encinares, espinares y tomillares subdesérticos. De las dos mil cien especies de plantas vasculares que se han catalogado hasta ahora en Sierra Nevada, casi el 30% de la flora de la España peninsular, más de ochenta son endémicas. Algunas son auténticas joyas botánicas, como la insólita planta anual Arenaria nevadensis, que habita por encima de los 3.000 m. de altura; ó la más abundante y emblemática Plantago nivalis, la estrella de las nieves de la penibética con sus hojas en roseta y pilosidad blanquecina. Unas reliquias representativas de condiciones de vida muy hostiles son dos taxones monotípicos, Rothmaleria granatensis, propia de los duros ambientes dolomíticos, y Euzomodendron bourgaeanum, planta termófila que vive en las ramblas semiaridas orientales. Sin embargo, quizá la más amenazada del macizo sea Laserpitium longiradium, una extrañísima hierba de gran tamaño y de gran especificidad ecológica que tiene una sola población bajo el sotobosque de encinares húmedos sobre calizas. El elevado número de ecosistemas permite también la existencia de una gran diversidad faunística. De los 228 vertebrados registrados, el grupo más abundante es el de las aves con ciento cuarenta y cinco especies identificadas. De ellas, unas setenta son sedentarias y el resto migradoras. Las rapaces se encuentran muy bien representadas, sobresaliendo las poblaciones de águila real y águila perdicera. En el orden de las Passeriformes encontramos dos especies de origen opuesto dentro del mismo macizo; Prunella collaris, el acentor, especie típica alpina, y Bucanetes githagineus, el camachuelo trompetero, elemento característico norteafricano. Cuarenta y siete especies de mamíferos pueblan esta montaña. El grupo más numeroso es el de los murciélagos con catorce especies. Los carnívoros tienen representación de cinco especies, y los ungulados silvestres cuentan con dos, jabalí y cabra montés, destacando esta última por albergar Sierra Nevada su mayor población a nivel mundial. Los anfibios, en declive en todo el globo, cuentan con diez especies en el macizo, y los reptiles con veinte. En los ríos sólo encontramos seis especies de peces, entre los que la trucha común es la protagonista. Sin embargo, del conjunto de la fauna nevadense los invertebrados son los reyes indiscutibles por el elevado número de especies, estimadas en más de 18.000, por su importante papel en la dinámica ecológica de los sistemas naturales, y por las peculiares adaptaciones que presentan en la alta montaña. El grado de singularidad taxonómica es muy significativo en los insectos, con más de trescientas especies exclusivas, de las que podemos resaltar dos elementos endémicos en género y especie, el grillo Baetica ustulata, y la tijereta Eulithinus analis. El macizo de Sierra Nevada es, sin duda, el área de mayor riqueza biológica y endemicidad de la Península Ibérica, la segunda de España tras las Islas Canarias y una de las más importantes de toda Europa. La explicación a esta especie de “arca de Noé mediterránea” hay que buscarla

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en varios factores paleohistóricos y ambientales que ilustran cómo en un territorio relativamente pequeño se reúnen singularidades y características naturales tan notables. La intervención del hombre y la relación que ha tenido con el medio y sus maneras de aprovechar de forma sostenible los recursos naturales es sin ninguna duda también un factor muy importante a la hora de entender este paraíso de biodiversidad, este pequeño continente encerrado en la gran montaña mediterránea por excelencia.

En la faceta paleohistórica, muchas especies presentes en Sierra Nevada son el resultado de las distintas y sucesivas aportaciones que se produjeron en el pasado por la unión física con el norte de África o bien por el desplazamiento hacia el sur de las condiciones climáticas frías durante las últimas glaciaciones, que trajeron consigo la colonización de la zona por especies alpinas. Durante el periodo de unión con el norte de África llegaron a Sierra Nevada las numerosas especies que comparten hoy los territorios béticos con el norte de Marruecos (Atlas y Rift). Este es el caso de Crocus nevadensis, Eryngium glaciale, Acer granatense, Sedum melanantherum, Arenaria pungens, Betula pendula subsp. fontqueri

Con posterioridad, en el inicio del cuaternario (hace 1,7 millones de años), comenzó un episodio de importancia para todo el continente europeo al iniciarse la primera de una serie de glaciaciones con avances y retiradas consecutivas. En estas oscilaciones de la capa de hielo se produjo la colonización de numerosas especies alpinas. Tras la última glaciación (hace 10.000 años) las especies que existían en la Península Ibérica se refugiaron en las principales alineaciones montañosas (Pirineos, Cordillera Cantábrica, Sistema Central, Sistema Ibérico) donde las condiciones climáticas frías aún les permitían sobrevivir. Esta situación es la que explica la presencia en Sierra Nevada de especies denominadas boreoalpinas, que han quedado en este macizo como auténticas reliquias. Entre este cortejo de flora se encuentran especies tan interesantes como: Veronica alpina, Galium pyrenaicum, Gentiana pneumonanthe, Gentiana alpina, Saxifraga oppositifolia, Arabis alpina, Papaver

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lapeyrousianum, Ranunculus glacialis, Scutellaria alpina, Botrychium lunaria, todas ellas especies que presentan también un área de distribución en Europa. En el caso de la fauna, el ejemplo más evidente lo constituye el topillo nival (Microtus nivalis) o el de la mariposa Erebia hispania que se presenta en Sierra Nevada y Pirineos; pero es particularmente llamativo el caso del género de hormigas Rossomyrmex y el de la mariposa Pseudochazara hippolyte que viven exclusivamente en Sierra Nevada y después en Asia central y los Urales sin que existan poblaciones intermedias. En cuanto a los factores ambientales, son notables las circunstancias ecológicas que han permitido en Sierra Nevada la configuración de un espacio muy contrastado, que se refleja en la multitud de hábitats presentes en esta cadena montañosa.

El aspecto más evidente en Sierra Nevada es su gran amplitud altimétrica, lo que condiciona una variabilidad de gradientes climáticos.

Otros agentes adversos especialmente limitantes para la vida vegetal son: la presencia prolongada de nieve, las bajas temperaturas durante el invierno y las altas temperaturas en las zonas soleadas durante el verano, una alta radiación solar, baja disponibilidad de agua, viento frecuente que deseca el suelo y las plantas, suelos de escasa potencia y pobres en nutrientes, etc. El herbivorismo por parte de insectos y mamíferos tambien representa un factor condicionante del desarrollo vegetal. Estas condiciones afectan también a la fauna, en particular a los vertebrados de sangre caliente. Tan sólo los insectos y otros grupos de invertebrados presentan una cierta diversidad biológica en estos parajes al ser capaces de reducir al mínimo su actividad.

En su conjunto, la selección biológica es tan importante y drástica que los organismos han seguido un proceso de especialización muy intenso, que los han llevado a lo largo de la historia a la aparición de nuevas especies. Por este motivo, en Sierra Nevada la generación de especies exclusivas (endémicas) ha sido muy elevada. VEGETACIÓN

El macizo de Sierra Nevada representa, para la flora y vegetación, uno de los territorios con mayor importancia en el Mediterráneo occidental por la presencia de más de 2.100 taxones catalogados que se asocian en las 154 comunidades vegetales inventariadas hasta el momento. En relación con la vegetación las particularidades biofísicas del espacio nevadense atrajeron desde mediados del siglo pasado a numerosos botánicos para el estudio de las comunidades vegetales. En la actualidad, tras diversas tesis y estudios profundos realizados de la porción granadina y almeriense, Sierra Nevada cuenta con un conocimiento bastante cercano a la realidad vegetal del macizo.

En Sierra Nevada se presentan 154 tipos de comunidades vegetales, de las cuales 17 son de bosque, 36 de matorral, 61 de pastizales y herbazales, 16 de vegetación nitrófila y subnitrófila, 19 de formaciones rupícolas y 5 de carácter acuático (sumergidas).

Este importante elenco de comunidades se interrelaciona y estructura en 16 series de vegetación, de las cuales 11 son de carácter climatófilo, 5 son geoseries edafohigrófilas y 1 de tipo edafoxerófilo.

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Comunidades vegetales de Sierra Nevada Distribución superficial

(%) Formaciones antrópicas

Pinares de repoblación 21,9 Cultivos de diversa naturaleza 7,2 Bolinar-cantuesales 4,5 Humerales y bojares propios de cultivos abandonados 3,2 Lastonares 2,6 Zonas urbanas o antropizadas 1,2 Pastizales nitrófilos 0,6

Total formaciones antrópicas 41,2 Formaciones seriales

Romeral-tomillares 8,5 Piornal-retamares 7,0 Espartales 2,2

Total formaciones seriales 17,7 Formaciones clímax o subclimácicas

Encinar acidófilo (Adenocarpo-Quercetum rotundifoliae) 6,4 Encinar mesomediterráneo basófilo (Paeonio-Quercetum rotundifoliae)

0,1

Encinar supramediterráneo basófilo (Berberido-Quercetum rotundifoliae)

0,1

Enebral-piornales (Genisto-Juniperetum nanae) 16,8 Espinares, gayubares (Lonicero-Berberidion, Pruno-Rubion ulmifoliae, Asparago-Rhamnion)

0,7

Lagunas y embalses 0,1 Piornal basófilo (Astragalo-Festucetum hystricis) 0,2 Pastizales higrófilos 0,9 Pastizales psicroxerófilos (Ptilotrichion purpurei, Hieracio-Plantaginion radicatae)

8,4

Pinares autóctonos (Pinus sylvestris nevadensis, Pinus pinaster acutisquama)

0,3

Pinares de repoblación con quercíneas. 0,3 Robledal (Adenocarpo-Quercetum pyrenaicae) 1,1 Roquedos y pedregales 4,0 Sabinares (Daphno-Pinetum sylvestris) 0,1 Saucedas, adelfares y tarajales. 0,7

Total formaciones clímax o subclimácicas 41,4 Total 100

Las tablas precedentes muestran un importante predominio de los pinares de repoblación puros (21,9%), si bien son significativas también las cifras de enebral-piornales (16,8%), presentes fundamentalmente en las altas cumbres. Le siguen las comunidades de romeral-tomillar (8,5%)

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y pastizales psicroxerófilos (8,4%), los cultivos con restos de vegetación natural (7,2%), las comunidades de piornal-retamares (7,0%) y los encinares acidófilos (6,4%).

El resto de clases de vegetación minoritarias incluye una amplia variedad de formaciones, tanto de origen antrópico como naturales, si bien en estas últimas pueden encontrarse los elementos naturales de mayor valor ecológico del territorio.

Se deduce la notable distribución en superficie de comunidades vegetales en las que ha intervenido fuertemente la acción del hombre (fundamentalmente los pinares de repoblación y cultivos de diversa naturaleza, junto con las formaciones seriales), lo que denota la importante actividad humana en el territorio, fundamentalmente en las cotas más bajas del macizo.

En cuanto a las coberturas de los distintos estratos de vegetación del macizo, los datos medios reflejan que en el 23,5 % la cobertura es escasa, con formaciones herbáceas el 23,7%, con estrato arbustivo el 34,5% y con vegetación arbórea el 32,6%, lo que refleja el carácter eminentemente forestal del territorio. Es destacable sin embargo, que una cuarta parte de la superficie no presenta ningún tipo de cobertura arbórea, aunque hay que tener en cuenta que en el piso crioromediterráneo no existe de manera natural vegetación de porte arbóreo.

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FAUNA En cuanto a la fauna, los estudios científicos que existen hasta el momento apuntan a que en Sierra Nevada existe un elenco faunístico de particular importancia en el contexto andaluz, por la gran diversidad que presenta y por la singularidad de las especies que incluye.

Al igual que en el caso de la flora, la diversidad zoológica del macizo está asociada a la alta disponibilidad de hábitats diferentes, que pueden agruparse en grandes biotopos: pastizales de alta montaña, enebral-piornal de alta montaña, roquedos y cantiles, bosques de quercíneas y castañares, bosques de coníferas autóctonos y repoblados, matorral serial de degradación, matorral subdesértico, cursos de agua corriente, lagunas, y cultivos y zonas antropizadas.

Vertebrados Nº Especies

Peces 6 Anfibios 10 Reptiles 20

Aves 145 Mamíferos 47

Nº Total de especies 228

Entre la fauna vertebrada destaca la presencia de topillo nival (Chyniomis nivalis) estando en Sierra Nevada sus poblaciones más meridionales. Sierra Nevada alberga la población mundial más numerosa de cabra montés y la que mayor variabilidad genética presenta de todas las existentes.

En el caso de la fauna invertebrada el grado de conocimiento es aún muy superficial en relación con el número total de especies que probablemente se desarrollen en Sierra Nevada que debe ser próximo a 5.000. Sí es conocida la existencia de numerosas especies endémicas del macizo (más de un centenar), así como de otras de carácter relicto que encuentran, aún, en Sierra Nevada, las condiciones vitales propias de épocas pasadas (glaciarismo), de ahí que algunas especies presenten en este territorio sus áreas de distribución más meridionales en la región Paleártica. También son frecuentes elementos bético-rifeños, que al igual que en el caso de la flora comparten una distribución en las Béticas y en el Rift marroquí.

Del conjunto de especies de invertebrados son destacables por sus reducidas poblaciones algunos taxones como el grillo de monte Baetica ustulata, un endemismo (género y especie) muy raro y localizado en los pastizales, borreguiles y matorrales por encima de 2700 m; las mariposas Parnassius apollo nevadensis y Plebicula golgus, otros dos taxones exclusivos de los ambientes oro y crioromediterráneos de este macizo montañoso.

De este importante elenco de especies algunas son objeto de aprovechamiento cinegético, (en la zona tampón y en la zona de transición ya que en el parque nacional está prohibida la caza), entre las que podemos destaca la cabra montés (Capra pyrenaica), el jabalí (Sus scrofa) y, en menor medida, la perdiz (Alectoris rufa). Otras especies que son objeto de una caza menos significativa por su escasa dotación poblacional son el conejo (Oryctolagus cunniculus), la liebre (Lepus granatensis) y el zorzal común (Turdus philomelos). Igualmente es objeto de pesca deportiva en el Parque Natural la trucha común (Salmo trutta), que mantiene poblaciones naturales en ríos del macizo de Sierra Nevada.

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ECOSISTEMAS La variedad de condiciones ambientales presentes en Sierra Nevada ha permitido el desarrollo de numerosos ecosistemas. Cada ecosistema está asociado a unas determinadas condiciones de suelo, humedad y temperatura, de ahí que en Sierra Nevada se puedan distinguir, a grandes rasgos, los siguientes: Ecosistemas de alta montaña silícea.

Pastizales fríos y secos de alta montaña. Lagunas y borreguiles. Enebral - Piornal.

Ecosistemas de alta montaña caliza.

Pinar sabinar Sabinar espinal Piornal calizo Pastizal

Ecosistemas de media montaña: bosques.

Dominio del melojar y encinar sobre sustratos silíceos. Dominio del encinar sobre calizas. Dominio del pinar con sabina mora sobre dolomías.

Ecosistemas de baja montaña.

Dominio del encinar basófilo de baja montaña Dominio del coscojar mesomediterráneo. Dominio de los cambronales semiáridos.

Ecosistemas de ribera. ECOSISTEMAS DE LA ALTA MONTAÑA SILÍCEA Estos ecosistemas representan la mayor parte de la superficie del Parque Nacional y constituyen el núcleo central de Sierra Nevada. Los paisajes que predominan son suaves y sin resaltes, con texturas uniformes en los que no existe vegetación arbórea alguna. Contrastan con los anteriores los importantes picos de la sierra y otros elementos rocosos que configuran relieves muy abruptos y quebrados en orientaciones norte y oeste. La cobertura vegetal es siempre muy escasa, de ahí que los colores predominantes son los que posee la roca, y van desde los gris claro hasta pardos oscuros.

La vegetación y fauna que vive en estas partes de la sierra presentan un enorme interés desde su aspecto científico, ecológico, paisajístico o medicinal. En estos ambientes montanos se encuentra el grueso de las especies exclusivas de Sierra Nevada, muchas de las cuales son muy sensibles a la acción del hombre o el ganado.

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Se trata, por tanto, de ecosistemas de gran importancia ambiental, no hay que olvidar que la alta fragilidad de los ecosistemas que se desarrollan en estos lugares se debe a las duras condiciones ambientales que tienen que soportar las especies que viven en estos territorios.

Pastizales fríos y secos de alta montaña La vegetación que se desarrolla en las partes más elevadas de la sierra (por encima de 2.800 m de altitud) corresponde a comunidades herbáceas de escaso porte y cobertura, que son las únicas capaces de soportar las dificultades de la alta montaña.

La fauna en estas altitudes cuenta con una alta diversidad de especies, y se caracteriza por presentar un escaso número de individuos debido a la presión que sufre el ecosistema al estar bajo unas condiciones tan extremas (condiciones climáticas adversas, baja productividad vegetal, ausencia de arbolado o matorral arbustivo, etc.).

En esta situación, la comunidad vegetal más desarrollada que se implanta en zonas con suelo un poco más profundo es un pastizal adaptado al frío, la xericidad y la alta radiación de la alta montaña mediterránea. En estos pastizales dominan gramíneas perennes y pequeñas matas apenas perceptibles en el paisaje general, en los que abunda flora exclusiva de Sierra Nevada como el espigón (Festuca clementei), manzanilla de la sierra (Artemisia granatensis), la bella Nevadensia purpurea, dragoncillo (Chaenorrhinum glareosum), el diente de león Leontodon boryi, la violeta de Sierra Nevada (Viola crassiuscula), Jasione crispa subsp. amethystina y la zamárraga (Erigeron frigidus), junto con flora boreoalpina, como Scutellaria alpina, Gentiana alpina, o la amapola de la sierra (Papaver lapeyrousianum).

Según las condiciones del suelo, esta comunidad presenta una serie de variantes. En las zonas donde el suelo está escasamente desarrollado (pedregales y rocas), aparece de forma muy abundante el piorno rosa o rascaculos (Hormathophylla spinosa). Por el contrario, sobre suelos profundos y frescos, donde los neveros permanecen durante bastante tiempo es frecuente el arándano negro (Vaccinium uliginosum subsp. nanum), acompañado por otros elementos florísticos como la diminuta Mucizonia sedoides, Omalotheca pusilla var. supina, Epilobium alsinifolium, Lepydium stylatum, Linaria aeruginea subsp. nevadensis, etc..

En el caso de que los suelos sean ricos en bases, entonces aparecen especies como el alfilerillo Erodium cheilantifolium, la llamativa Androsace vitaliana subsp. nevadensis, o el cojin de pastor (Arenaria pungens), entre otras.

Existen otras comunidades que ocupan hábitats concretos, como los pastizales de laderas soleadas, en los que dominan gramíneas de poco porte como Festuca pseudeskia y Festucabaetica subsp. moleroi.

Otros ambientes de particular interés ecológico son los canchales en donde las plantas se instalan sobre los derrubios cacuminales y pedregales procedentes de la rotura de las rocas por la acción del hielo (criofracturación). Los elementos característicos son Linaria glacialis y violeta de Sierra Nevada (Viola crassiuscula), junto con otras especies como Silene boryi, dragoncillo Chaenorrhinum glareosum, la gramínea Holcus caespitosus, el llamativo Crepis oporinoides, Reseda complicata, la belesa Senecio nevadensis, o la rara Arenaria nevadensis.

También son interesantes las comunidades de roquedos, donde aparecen especies adaptadas a vivir en fisuras de rocas. Estas comunidades son muy variadas en función de factores como orientación, inclinación, nivel de insolación y presencia de agua en el escaso suelo. Entre el cortejo florístico se encuentran la rompepiedras (Saxifraga nevadensis), Draba dubia subsp.

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laevipes, Holcus caespitosus y elementos boreoalpinos, que se refugian normalmente en los roquedos más umbríos como la espectacular Saxifraga oppositifolia, el helecho Asplenium viride, Androsace vandelli, o el bello Ranunculus glacialis. En puntos donde es mayor el grado de humedad se incorporan a la comunidad la campanilla de Sierra Nevada (Campanula willkommii) y helechos como Polystichum lonchitis y Cryptogramma crispa.

En cuanto a la fauna vertebrada, las especies más frecuentes que viven en las partes más elevadas de la sierra son la cabra montés (Capra pyrenaica hipanica), el topillo nival (Microtus nivalis), el águila real (Aquila chrysaetos), el acentor alpino (Prunella collaris) y la lagartija ibérica (Podarcis hispanica).

En altitudes inferiores (por debajo de 3.100 m), aparecen con frecuencia, aunque en escaso número, otros vertebrados como la collalba gris (Oenanthe oenanthe), la chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax), la bisbita campestre (Anthus campestris), el llamativo colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) o el topillo común (Pytimis duodecimcostatus).

En cuanto a los invertebrados, destacan, por su diversidad de especies, los insectos, entre los que resalta una mariposa emblemática de esta sierra como es la apolo (Parnassius apollo subsp. nevadensis), una de las varias subespecies distribuidas en las sierras béticas andaluzas caracterizadas por la presencia de manchas circulares amarillo-anaranjadas. Lagunas y borreguiles Bajo esta denominación se incluyen una serie de áreas situadas por encima de 2.000 m que se caracterizan por la presencia permanente de agua (excepto en invierno que permanecen heladas), lo que representa un contraste ecológico importante en relación con los pedregales y pastizales secos que dominan el paisaje en estas cotas. La disponibilidad de agua permite mantener una productividad importante por parte de la vegetación de borde, aún cuando las aguas de montaña son muy pobres en nutrientes (especialmente en nitrógeno y fósforo, asociados al uso histórico de la actividad ganadera).

Desde el punto de vista paisajístico, las lagunas y borreguiles constituyen áreas de particular belleza por su estructura y colorido verde intenso, de ahí el gran atractivo que presenta para el visitante. Supone además la principal fuente de pasto para el ganado doméstico de la zona.

El mundo vivo del interior de las lagunas no es muy diverso por la homogeneidad de las condiciones ecológicas. La cadena alimenticia la inician unas reducidas poblaciones de diminutas algas que son las que sirven de alimento a pequeños invertebrados como copépodos (pulgas de agua) o rotíferos. Como curiosidad, las especies presentes en estas lagunas son más parecidas a las existentes en la Laponia sueca, que a las presentes en Pirineos y Alpes. De hecho en las lagunas de Sierra Nevada tan sólo existen dos especies exclusivas: el alga Chromulina nevadensis y el rotífero Lepadella quinquecostata nevadensis.

La vegetación que se desarrolla alrededor de estas áreas con agua permanente se denomina localmente borreguiles, y corresponde a varios tipos de pastizales húmedos que están cubiertos por la nieve durante gran parte del año. La composición florística de estos pastizales se realiza a modo de bandas paralelas en relación a los cursos de agua, y van desde los que aparecen en las zonas con menor humedad, hasta los situados sobre zonas encharcadas.

En primer lugar, sobre suelos algo húmedos, marcando la transición desde los pastizales secos a los borreguiles propiamente dichos, se encuentra un pastizal de cobertura media denominado borreguil seco. En él abundan especies como Armeria splendens, Agrostis nevadensis, la consuelda (Potentilla nevadensis), la estrella de las nieves (Plantago nivalis), el papo (Arenaria

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tetraquetra subsp. amabilis), el cuernecillo (Lotus glareosus) o la diminuta Euphrasia willkommii.

A continuación aparece un pastizal denso, situado en zonas con humedad constante durante todo el verano. Como especies típicas de esta comunidad destacan el cervuno (Nardus stricta), la tiraña (Pinguicula nevadensis), Leontodon microcephalus, Luzula hispanica, el botón de oro (Ranunculus demissus) y la campanilla (Campanula herminii). Además, en las zonas pedregosas que forman promontorios el borreguil se enriquece con la presencia de arándano negro (Vaccinium uliginosum subsp. nanum) y ranillos de las nieves (Ranunculus acetosellifolius).

En algunos puntos, donde hay un encharcamiento constante y aguas remansadas hasta el otoño, se dan las condiciones óptimas de falta de oxígeno para que se instalen formaciones de turberas incipientes. Estas comunidades están caracterizadas por la presencia de especies como los junquillos Carex intricata, C. echinata, Eleocharis quinqueflora, C. lepidocarpa subsp. nevadensis, Juncus articulatus, el botón Ranunculus angustifolius o la gramínea Festuca frigida.

Este esquema en bandas se modifica en fuentes y cursos de agua nacientes, en donde dominan las comunidades de musgos (Philonotis seriata, Polytrichum juniperinum, Brachythecium rivulare, Bryum schleicheri, Pellia epiphylla), dando lugar a unas llamativas almohadillas de color verde claro, entre las que aparecen especies como Saxifraga stellaris subsp. alpigena, Veronica turbicola, Cerastium cerastoides, Ranunculus angustifolius, Sedum melanantherum y Festuca rivularis.

En otras zonas húmedas, con suelos de más potencia y abonados por el ganado, aparecen especies tan interesantes como la cineraria Senecio elodes y los verdigambres Aconitum burnatii y Aconitum vulparia subsp. neapolitanum.

En cuanto a la fauna de estos ambientes, es más fácil verlos durante la primavera-verano cuando comienza el deshielo.

Entre los vertebrados destacan en el grupo de las aves: la chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax), el escribano montesino (Emberiza cia) y la perdiz común (Alectoris rufa), collalba grís (Oenanthe oenanthe). Es de destacar la visita, durante el otoño, de especies migratorias, como el mirlo capiblanco (Turdus torquatus) y el pardillo (Carduelis cannabina). Dentro del grupo de los mamíferos es posible encontrar al topillo común (Pytimis duodecimcostatus), el zorro (Vulpes vulpes) y la cabra montés (Capra pyrenaica hipanica).

Los insectos son bastante más numerosos, muchos de los cuales son exclusivos de Sierra Nevada. Entre las especies más representativas de los borreguiles se encuentran algunos escarabajos depredadores como Iberodynodes baeticus, Zabrus angustatus y Deltomerus andalusicus, así como otras especies que viven alimentándose de vegetación como son el escarabajo Monotropus staudingeri, la tijereta Eulithinus analis o el saltamontes Tetrix bipunctata.

Enebral - piornal El dominio del enebral - piornal se ubica por debajo del ámbito de los pastizales fríos y secos de alta montaña, en una franja de altitud que va desde los 1.800 - 1.900 m hasta 2.800 – 3.000 m. Ocupa la mayor parte de la superficie del Parque Nacional. El límite inferior de estas formaciones supone el límite altitudinal de los árboles de hoja plana, y condiciones muy duras para los arbustos y las coníferas arbóreas por la acción abrasiva de los cristales de hielo en las

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frecuentes ventiscas del invierno. Por este motivo, las especies de este dominio tienden a presentar formas almohadilladas (pulvinulares) como respuesta a las condiciones de la zona. La comunidad más desarrollada en estos territorios es una formación de enebral-piornal, con especies como enebro (Juniperus communis) y sabina (Juniperus sabina var. humilis) o piornos como Genista versicolor y Cytisus galianoi. En algunos lugares aparecen otras especies almohadilladas como el piorno rosa (Hormathophylla spinosa) o el piorno azul (Erinacea anthyllis).

Producto de la degradación del enebral-piornal aparecen una serie de comunidades asociadas a distintas condiciones ecológicas como es el grado de permanencia de nieve, aridez estival, acción del hombre, pastoreo, etc. que ha generado una mezcla de comunidades bastante compleja.

Los pastizales oromediterráneos dominados por el rompebarrigas (Festuca indigesta), ocupan de forma natural los huecos del enebralpiornal y lugares con fuerte inclinación y materiales finos. En el cortejo florístico aparecen otras gramíneas como Deschampsia flexuosa subsp. iberica, Avenula laevis, Koeleria crassipes subsp. nevadensis, etc., que están acompañadas de flora tan llamativa como escobilla baja (Jurinea humilis), papo (Arenaria tetraquetra subsp. amabilis), el diente de león Leontodon boryi, gamarza (Leucanthemopsis pectinata), Senecio boissieri, Jasione crispa subsp. amethystina, etc..

En lugares de mayor pendiente y suelos de menor potencia aparecen los tomillares. Son formaciones de bajo porte, escasa cobertura y una gran variedad de especies entre las que destacan la zahareña de la sierra (Sideritis glacialis), el cojín de pastor (Arenaria pungens), el tomillo de Sierra Nevada (Thymus serpylloides), el piorno Astragalus sempervirens subsp. nevadensis, Scabiosa turolensis, el alhelí Erysimum nevadense, la vulneraria (Anthyllis vulneraria subsp. pseudoarundana), el té de la sierra (Acinos alpinus subsp. meridionalis), etc..

Otra de las comunidades que aparecen dentro del dominio de los enebrales es la de pedregales semifijos, donde destaca la presencia de dedalera (Digitalis purpurea), belesa (Senecio pyrenaicus subsp. granatensis), grama de jopillo (Dactylis juncinella), vinagrera (Rumex induratus), Crepis oporinoides, entre otras.

Sobre zonas que han sufrido un movimiento de tierras, aparece un cardal en el que dominan plantas herbáceas espinosas como el cardo Carduus carlinoides subsp. hispanicus, Cirsium acaule subsp. gregarium, Cirsium odontolepis, los cardo cucos Eryngium glaciale, E. bourgatti, y otras especies como Reseda complicata, la grama de jopillo (Dactylis juncinella), el gordolobo Verbascum nevadense, el marrubio (Marrubium supinum) o el ajenjo (Artemisia absinthium).

También son de interés las comunidades de paredones y roquedos, donde se instalan especies como la valeriana (Centranthus nevadensis), la siempreviva (Sempervivum minutum), la uña de gato (Sedum brevifolium), Hieracium amplexicaule o la hierba del mayor dolor (Draba hispanica subsp. laderoi), así como llamativas comunidades de líquenes.

En el apartado de fauna, la comunidad es mucho más rica que en las altas cumbres ya que presenta las mismas especies e incluye muchas nuevas. Es el caso del búho real (Bubo bubo), roquero rojo (Monticola saxatillis), mirlo capiblanco (Turdus torquatus), pardillo (Carduelis cannabina), cogujada común (Galerida cristata), cernícalo común (Falco tinnunculus), ratón de campo (Apodemus sylvaticus), así como los depredadores de éste, la comadreja (Mustela nivalis) y la víbora hocicuda (Vipera latastei).

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En cuanto a los invertebrados, existe un gran elenco de especies (muchas exclusivas de Sierra Nevada), que cuentan en general con notables adaptaciones morfológicas y fisiológicas a condiciones ecológicas tan adversas. Entre este grupo pueden destacarse los saltamontes Baetica ustulata, Eumigus rubioi y Chorthippus nevadensis, las mariposas Polyommatus golgus, Pseudochazara hippolyte, Erebia hispania, Aricia morronensis, las hormigas Proformica longiseta y Rossomyrmex minuchae, la avispa Polistes biglumis bimaculatus, la chinche Euridema nana o los escarabajos Pimelia monticola, Timarcha marginicollis, Iberodorcadium lorquini, Homopterus nevadensis, entre un numerosísimo listado de especies. ECOSISTEMAS DE LA ALTA MONTAÑA CALIZA Este dominio presenta una extensión reducida en Sierra Nevada, puesto que aparece sobre sustratos calizos por encima de 1.900 m. como en las proximidades del Trevenque, Tesoro, Dornajo y Collado de las Sabinas. La etapa más desarrollada en este ámbito corresponde a un pinar-sabinar muy abierto que está dominado por el pino silvestre (Pinus sylvestris subsp. nevadensis). En los huecos dejados por el pinar se desarrolla un sabinar-espinal, con especies como sabina rastrera (Juniperus sabina), enebro rastrero (Juniperus communis subsp. hemisphaerica), Daphne oleoides subsp. hispanica, durillo (Amelanchier ovalis), endrino de Sierra Nevada (Prunus ramburii), madreselva (Lonicera splendida), durillo dulce (Cotoneaster granatensis), garbancillo (Ononis aragonensis), cerezo rastrero (Prunus prostrata), Rhamnus pumilus, agracejo (Berberis hispanica), Polygala boissieri, Geum heterocarpum, etc…

En condiciones más desfavorables (escasez de suelo, áreas venteadas, etc.) se instala el piornal calizo, en donde sobresalen los matorrales de porte almohadillado con especies como el mancaperros (Astragalus granatensis), el piorno azul (Erinacea anthyllis), el piorno de crucecitas (Vella spinosa), el piorno rosa (Hormatophylla spinosa), el pendejo (Bupleurum spinosum), todos ellos espinosos, a los que se añaden otras especies menores como Arenaria armerina, el alhelí Erysimum baeticum, la zahareña Sideritis carbonellis, la escobilla baja Jurinea humilis, Scabiosa turolensis, etc..

En zonas donde no existe apenas suelo se instala un pastizal vivaz formado por pequeñas matas y hierbas perennes, donde aparecen especies como el clavelillo (Dianthus brachyanthus), Astragalus nummularioides, Hippocrepis nevadensis, Coronilla minima, Ononis cristata, Seseli granatense, Alyssum montanum, el tomillo (Thymus gadorensis) o las gramíneas Festuca hystrix y Poa ligulata.

Respecto a la fauna, existen grandes parecidos en la presencia de especies respecto a los sabinar-piornales descritos anteriormente, aunque en este ambiente también existen especies exclusivas de estos territorios (caso de los saltamontes Chorthippus scalaris, Chorthippus vagans).

En general, son frecuentes especies como la cabra montés (Capra pyrenaica hispanica), águila real (Aquila chrysaetos), águila calzada (Hieraaetus pennatus), carbonero garrapinos (Parus ater), pardillo (Acanthis cannabina), collalba rubia (Oenanthe hispanica), cogujada montesina (Galerida tecklae), escribano hortelano (Emberiza hortelana), vencejo real (Apus melba), víbora hocicuda (Vipera latastei), eslizón ibérico (Chalcides bedriagai), entre otras muchas. ECOSISTEMAS DE MEDIA MONTAÑA

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Ecológicamente constituyen la orla perimetral de la alta montaña dentro de Sierra Nevada y se distribuyen por las laderas hasta entrar en contacto con las áreas cultivadas ubicadas a menor altitud. Dentro de este tipo de ecosistemas se incluyen una serie de hábitats en los que el crecimiento del arbolado no está limitado por la acción de la nieve y el hielo. Se trata, por tanto, de medios donde dominan los bosques o sus etapas de degradación, de ahí que el paisaje cambie drásticamente respecto a la alta montaña.

La potencialidad para el crecimiento del arbolado ha posibilitado en áreas de matorral la implantación de repoblaciones forestales con coníferas para la restauración de los bosques, constituyendo en la actualidad un elemento frecuente en el paisaje nevadense.

Dominio del melojar y encinar sobre sustratos silíceos Los melojares y encinares sobre esquistos son dos ecosistemas muy parecidos entre sí que comparten las etapas pioneras de colonización del suelo e incluso existen áreas donde las formaciones aparecen mixtas. La existencia de uno u otro depende únicamente de la cantidad de agua disponible para la vegetación, siendo el melojar el que más necesidades de humedad requiere.

Encinar montano sobre sustratos silíceos

Este tipo de encinares aparece entre 1.500 (1.600)-1.900 (2.000) m sobre materiales silíceos (micasquistos, cuarcitas, etc.).

La comunidad más desarrollada de este dominio es un encinar en donde predomina la encina (Quercus rotundifolia), junto con arbustos y matorrales como enebro de la miera (Juniperus oxycedrus), torvizco (Daphne gnidium), rubia (Rubia peregrina), heléboro (Helleborus foetidus), esparragueras (Asparagus acutifolius), madreselva (Lonicera etrusca), hierba de los pordioseros (Clematis flammula), rusco (Ruscus aculeatus), entre otras muchas.

La degradación de este bosque en zonas con cierta humedad en el suelo lleva a la aparición de espinales. Esta comunidad la dominan arbustos espinosos como escaramujos (Rosa canina, R. pouzinii), majuelos (Crataegus monogyna, Crataegus granatensis), agracejo (Berberis hispanica) o endrino de Sierra Nevada (Prunus ramburii). En zonas relativamente secas y con suelos profundos el encinar es sustituido por escobonales, matorrales densos dominados por la rascavieja (Adenocarpus decorticans), las hiniestas (Genista cinerea subsp. speciosa, G. florida) y el escobón (Cytisus reverchonii).

La perturbación de estas comunidades permite que se instalen los lastonares-pastizales, que son formaciones de gramíneas perennes como los lastones (Festuca scariosa, Festuca capillifolia, Festuca elegans, Helictotrichon filifolium, Avenula gervaisii), Koeleria crassipes, Koeleria vallesiana, o la grama de jopillo Dactylis glomerata subsp. hispanica. En las zonas más altas del dominio, este pastizal se enriquece con especies más propias del dominio de los enebrales-piornales, como Festuca indigesta, Deschampsia flexuosa subsp. iberica o Plantago radicata subsp. granatensi

Si la alteración es muy importante (incendios, roturaciones, etc.) entonces aparece un jaral donde dominan diversas especies de jaras (Cistus laurifolius, Halimium umbellatum subsp. viscosum, C. salvifolius), junto a mejorana (Thymus mastichina), Dorycnium pentaphyllum, tomillo (Thymus gadorensis), aulaga (Ulex parviflorus), etc.

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En zonas de cultivos abandonados, bordes de caminos, cortafuegos, etc., aparecen comunidades de tomillares colonizadores, en los que son especialmente abundantes el abrótano hembra (Santolina rosmarinifolia), perpetua (Helichrysum italicum subsp. serotinum), escobilla parda (Artemisia campestris subsp. glutinosa), cardocuco (Eryngium campestre), Carlina corymbosa, Ptilostemon hispanicus, etc.

Encinar de meseta sobre sustratos silíceos

Se trata de encinares que presentan algunas diferencias con los anteriores, como el hecho de que sean muy raros los espinales y que sean localmente abundantes las coscojas (Quercus coccifera).

El matorral arbustivo que aparece como degradación del encinar es un retamal dominado por la retama (Retama sphaerocarpa), quedando la rascavieja (Adenocarpus decorticans) relegada a las zonas más frescas.

En zonas con menor suelo, el pastizal vivaz que se instala está dominado en esta ocasión por el esparto (Stipa tenacissima), mientras que el matorral bajo es un bolinar en donde sobresale la bolina (Genista umbellata), junto a especies como tomillo Thymus baeticus, matagallo (Phlomis purpurea), jara Cistus monspeliensis o cantueso (Lavandula stoechas subsp. caesia).

Melojar Los melojares son formaciones boscosas dominadas por el roble melojo (Quercus pyrenaica) que aparecen en aquellas áreas donde el suelo es ácido y las precipitaciones anuales son superiores a 600 l/m2. El rango altitudinal en el que aparecen va desde los 1.100-1.200 m hasta 1.800-1.900 m, donde constituyen el límite de bosque.

El bosque lo forma principalmente el roble melojo (Quercus pyrenaica), aunque aparecen de modo disperso otros árboles como mostajo (Sorbus aria), quejigo (Quercus faginea), serbal (Sorbus torminalis), Completan el cortejo florístico especies como lastón fino (Festuca elegans), Cephalantera longifolia, Luzula forsteri, Clinopodium vulgare.

En los lugares más húmedos y de transición hacia los ríos, el melojar se enriquece con otros árboles como arce (Acer granatense), fresno (Fraxinus angustifolia) o cerezo silvestre (Prunus avium).

La orla del bosque conlleva la implantación de espinales, en donde se encuentran arbustos caducifolios muy espinosos como el majuelo o majoleto (Crataegus monogyna), rosales silvestres o escaramujos (Rosa canina, R .pouzinii), agracejo (Berberis hispanica), así como especies muy escasas como Rhamnus catharticus o el ciruelo silvestre (Prunus insititia).

El resto de comunidades que aparecen son escobonales, jarales y lastonares, que coinciden con la composición comentada en los encinares anteriores.

La fauna presente en estos ecosistemas es muy similar, aunque aparecen determinadas especies asociadas a plantas específicas de las mismas.

Dentro de la fauna de estos bosques, cabe resaltar la riqueza de especies de vertebrados por la abundancia de alimento y posibilidades de refugio que el arbolado les ofrece. Dentro de de las especies más típicas se encuentra la tórtola (Streptopelia turtur), la paloma torcaz (Columba palumbus), el pito real o pájaro carpintero (Picus viridis), el diminuto y acrobático reyezuelo (Regulus ignicapillus), el cuco (Cuculus canorus), o el escandaloso arrendajo (Garrulus

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glandarius). Entre las rapaces propias del ambiente boscoso, aparecen con frecuencia el azor (Accipiter gentilis) y el gavilán (Accipiter nissus).

Respecto a los mamíferos, tal vez sea en estos biotopos donde se pueda encontrar un mayor número de ellos. Resaltan como especies más llamativas el gato montés (Felis sylvestris), garduña (Martes foina), tejón (Meles meles), zorro (Vulpes vulpes), gineta (Genetta genetta), jabalí (Sus scrofa), lirón careto (Elyomis quercinus), ratón de campo (Apodemus sylvaticus y Mus spretus), rata gris (Rattus norvergicus), musaraña común (Crocidura russula), murciélago ratero (Myotis myotis), murciélago de montaña (Pipistrellus savii), etc.

Los reptiles y anfibios se encuentran en menor número, aunque abunda la culebra de escalera (Elaphe scalaris), lagartija colilarga (Psammodromus algirus), lagartija ibérica (Podarcis hispanica), sapo común (Bufo bufo), sapo corredor (Bufo calamita).

En cuanto a la fauna invertebrada, destacan en estos lugares aquellas especies ligadas al bosque o aquellas otras que aprovechan las comunidades de orla de los mismos. Así, son frecuentes especies de escarabajos que se alimentan de la madera viva o muerta como son el falso ciervo volante (Pseudolucanus barbarrosa) o el enorme Ergates faber.

Asociadas a las etapas de matorral aparecen otro grupo de especies que prefieren zonas más abiertas. Entre las especies más características se encuentran el cernícalo común (Falco tinnunculus), roquero solitario o mirlo azul (Monticola solitarius), curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala), zorro (Vulpes vulpes), murciélago pequeño de herradura (Rhinolophus hipposiderus), musarañita (Suncus etruscus), culebra de cogulla (Macroprotodon cucullatus), culebrilla ciega (Blanus cinereus), lagarto ocelado (Lacerta lepida nevadensis), etc. Entre los invertebrados presentes en el matorral son frecuentes el alacrán (Buthus occitanus), la tarántula o ururero (Lycosa tarentula-fasciventris), o el escarabajo Dorcadium mucidum. Dominio del encinar montano sobre calizas El dominio de estos encinares aparece por encima de los 1.500 m hasta los 1.900 m de altitud, siempre sobre materiales calizos.

El encinar lo estructura la encina (Quercus rotundifolia), a la que acompañan enebro de la miera (Juniperus oxycedrus) y algunas especies de matorral como torvizco (Daphne gnidium) o madreselva (Lonicera arborea), si bien puede enriquecerse en algunas zonas más frescas y de suelo más profundo con quejigo (Quercus faginea).

Como orla y primera etapa de degradación de este bosque aparece un espinal con agracejo (Berberis hispanica), majuelos (Crataegus monogyna subsp. brevispina y C. granatensis), escaramujos (Rosa spp.), durillo amargo (Amelanchier ovalis), arce (Acer granatense), endrino (Prunus ramburii), madreselva (Lonicera splendida), mostajo (Sorbus aria), cerezo de Santa Lucía (Prunus mahaleb) o el durillo dulce (Cotoneaster granatensis). Sobre suelos que no están muy erosionados pero con una fuerte xericidad estival aparece un escobonal, en el que son particularmente abundantes el escobón (Cytisus reverchonii) y la hiniesta (Genista cinerea subsp. speciosa). Un estado más avanzado de degradación, sobre materiales terrígenos, lleva a la aparición de un lastonar con lastones como Festuca scariosa, Helictotrichon filifolium, Koeleria vallesiana, Festuca nevadensis, Arrhenatherum album, Avenula bromoides subsp. pauneroi. Implantado sobre suelos esqueléticos y rocosos aparecería un salviar, rico en matorrales

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aromáticos como salvia (Salvia lavandulifolia subsp. vellerea), alhucema (Lavandula lanata) o ajedrea (Satureja intricata), junto a otras especies como el piorno moruno (Echinospartum boissieri), Teucrium webbianum, o la campanilla plateada (Convolvulus lanuginosus). Encinar de meseta sobre calizas Este tipo de encinares aparece de forma puntual en la porción occidental del Parque Nacional. Este tipo de bosques y las primeras etapas de degradación presentan muchos elementos comunes con el encinar montano, aunque son relevantes en el paisaje de estos ambientes arbustos como la coscoja (Quercus coccifera), el espino negro (Rhamnus oleoides) y la retama (Retama sphaerocarpa), entre otras. El matorral es también diferente. En zonas de suelo rocoso aparecen romerales compuestos de especies aromáticas como romero (Rosmarinus officinalis), alhucema (Lavandula lanata), ajedrea (Satureja obovata), zamarilla (Teucrium similatum), tomillo aceitunero (Thymus zygis subsp. gracilis), y otras como romero macho (Cistus clusii), jara blanca (Cistus albidus), crujía (Digitalis obscura), jarillas (Fumana ericoides, Helianthemum cinereum), etc. En zonas con suelo menos pedregoso se desarrolla un espartal, pastizal vivaz cuyas especies típicas son el esparto (Stipa tenacissima), Avenula bromoides subsp. pauneroi, Arrhenatherum elatius, Stipa parviflora, etc. Por último, en zonas con suelos esqueléticos, se instalan los yesquerales, formaciones de gramíneas como el yesquero (Brachypodium retusum), Stipa parviflora, hierba de jopillo (Dactylis glomerata subsp. hispanica) y pequeñas matas como el tomillo (Thymus zygis subsp. gracilis), jarillas (Helianthemun cinereum), oreja de liebre (Phlomis lychnitis) o zamarrillas (Teucrium capitatum), etc.. Respecto a la fauna presente en los encinares calcícolas puede señalarse que las principales especies son prácticamente iguales a las descritas en los bosques anteriores, pues las condiciones ambientales son similares. Dominio del pinar con sabina mora sobre dolomías Constituye una de las formaciones más originales de las sierras Béticas, donde presenta una importante extensión. Las dolomías brechoides constituyen uno de los hábitats más “duros” y “selectivos” para la vegetación. Las limitaciones de este sustrato se pueden resumir en: fuerte resistencia a la alteración (lo que limita la formación de suelo), escasa capacidad de retención de agua por su alta permeabilidad, elevada reflexión de la luz y grandes concentraciones de magnesio (tóxico). En esta situación, la comunidad más desarrollada es un sabinar muy abierto con especies como sabina mora (Juniperus phoenicea), enebro de miera (Juniperus oxycedrus), gayuba (Arctostaphyllos uvaursi), espino de roca (Rhamnus myrtifolius) o espino negro (Rhamnus lycioides subsp. velutinus).

En lugares donde hay un suelo medianamente evolucionado, se instala un pastizal dolomítico de elevado porte dominado por el lastón (Helictotrichon sarracenorum) y la yesquera (Brachypodium boissieri), junto a otras gramíneas como Trisetum velutinum, Koeleria vallesiana, Stipa dasyvaginata o Avenula bromoides subsp. pauneroi.

En áreas más expuestas y sin suelo aparece un matorral de escasa cobertura y pequeña talla con flora muy adaptada a este tipo de hábitats, como son Centaurea bombycina subsp.

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xeranthemoides, la flor de arnica (Centaurea granatensis), la zahareña Sideritis incana subsp. virgata, el piorno moruno (Echinospartum boissieri), la salamonda (Thymelaea tartonraira subsp. angustifolia), la alhucema (Lavandula lanata), etc..

En puntos donde no existe prácticamente suelo aparece un tomillar dolomítico formado por especies como la campanilla plateada (Convolvulus boissieri), Santolina elegans, Scabiosa pulsatilloides, las jarillas (Helianthemum estevei, Helianthemum viscidulum), el tomillo colorao (Thymus granatensis), la rascapiedras (Pterocephalus spathulathus), Rothmaleria granatensis, la viborera (Echium albicans), las vulnerarias (Anthyllis vulneraria subsp. argyrophylla, Anthyllis tejedensis), etc. Se incluyen además plantas de distribución restringida a la orla dolomítica de Sierra Nevada como Armeria filicaulis subsp. trevenqueana o los alfilerillos (Erodium boissieri y E. astragaloides).

En cuanto a la fauna de estos sabinares existen numerosas especies comunes con los pinares–sabinares de la alta montaña por la continuidad espacial de los dos ecosistemas.

Del conjunto general de especies, los vertebrados más significativos son el águila calzada (Hieraaetus pennatus), el pico picapinos (Dendrocopos major), el carbonero garrapinos (Parus ater), el arrendajo (Garrulus glandarius), el mochuelo (Athene noctua), el cernícalo común (Falco tinnunculus), el murciélago ratero (Myotis myotis), el murciélago grande de herradura (Rhinolophus ferrumequinum), la musarañita (Suncus etruscus), la culebra de herradura (Coluber hippocrepis), la culebra lisa meridional (Coronella girondica), el lagarto ocelado (Lacerta lepida nevadensis), la lagartija colirroja (Acanthodactylus erithrurus), la lagartija cenicienta (Psammodromus hispanicus), el eslizón ibérico (Chalcides bedriagai), entre otras muchas.

Entre los invertebrados es posible encontrar al alacrán (Buthus occitanus), la araña (Lycosa narbonensis), la procesionaria del pino (Thaumotopoea pytiocampa) y otras mariposas como Brintesia circe e Issoria latonia, escarabajos que se alimentan de la madera muerta como Calcophora mariana y Ergates faber, o el escarabajo Dorcadium mucidum que vive de la raíz de los lastones. ECOSISTEMAS DE BAJA MONTAÑA Son los dominios más antropizados de todo el Espacio Natural. En casos puntuales aparece la vegetación potencial, pero en la mayor parte de la superficie aparecen zonas de cultivos activos o en proceso de abandono. Dominio del encinar basófilo de baja montaña El bosque de encinar sobre sustrato básico aparece en zonas de poca altitud con inviernos suaves y veranos secos y calurosos que ponen a prueba las diferentes adaptaciones vegetales a la xericidad estival. Suele ser de mediana talla, donde dominan los elementos de hoja perenne y esclerófila. Por la intensa actividad agrícola, ha relegado los bosques a aquellos lugares dentro del espacio natural que, por su accidentada orografía o por su pedregosidad, no han podido ser roturados para el cultivo u ocupados por las repoblaciones forestales. Aparecen formando pequeños rodales en la zona noroccidental caliza. El bosque es un encinar, que si está bien estratificado, está dominado por la encina (Quercus. rotundifolia). El estrato arbustivo, muy diversificado, es rico en enebros (Juniperus oxycedrus), majuelos (Crataegus monogyna), torvizcos (Daphne gnidium) y ruscos (Ruscus aculeatus), etc.

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Las lianas están representadas por Lonicera implexa, Rubia peregrina, Hedera hélix, Asparagus acutifolius, etc. En el estrato herbáceo, a veces es posible observar la rosa maldita (Paeonia broteroi). Como orla y primera etapa de degradación de estos encinares encontramos coscojares, formación dominada por la coscoja (Quercus coccifera). Puede ocupar situaciones más desfavorables como crestas y afloramientos rocosos muy soleados, donde adquiere cierto carácter de comunidad permanente. Por degradación en zonas soleadas están aparecen los retamales que ocupan suelos de poca pendiente y profundos. Estas comunidades están formadas fundamentalmente por la retama (Retama sphaerocarpa) y la hiniesta (Genista cinérea subsp. speciosa). En zonas con suelos margosos y relativamente profundos pero muy secos encontramos espartales. En los medios más degradados con suelos más pobres y esqueléticos (leptosoles) aparecen matorrales y tomillares. La alteración de estos romerales da paso a un pastizal-tomillar de yesquera (Brachypodium retusum), que puede tener también un carácter recolonizador de cultivos abandonados. Sobre suelos removidos y nitrificados por el ganado, normalmente en zonas aclaradas de bosque, bordes de caminos y pistas forestales, aparecen comunidades nitrófilas (Artemisia campestris subsp. glutinosa, Santolina canescens). Por degradación de estas comunidades podemos encontrar una gran variedad de otras comunidades nitrófilas, que han sido fomentadas por la fuerte acción antropozoógena. Dominio del coscojar mesomediterráneo. Aparecen en las cotas más bajas de la porción nororiental en contacto con el Altiplano de Guadix-Baza. Las condiciones climáticas locales impiden el desarrollo del encinar. La comunidad presente es el coscojar, formado por la coscoja (Quercus coccifera) y un denso dosel de arbustos espinosos como el espino negro (Rhamnus lycioides) y aladierno (Rhamnus alaternus) efedras (Ephedra fragilis).Por degradación aparece un retamal muy pobre en especies y de escasa cobertura. Junto a la retama (Retama sphaerocarpa) aparece la bolina (Genista umbellata), (Cytisus fontanesii). En las zonas menos favorable aparece un matorral formado por pequeños arbustos como jaras (Cistus clusii) romeros (Rosmarinus officinalis) etc y gran cantidad de pequeñas matas como tomillos (Thymus masticina, T. orospedanus) y fumanas (Fumana ericoides y F. thymifolia). En zonas muy alteradas o con una alta presión ganadera aparece pastizales con numerosas gramíneas (Festuca scariosa, Brachipodium retusus, Stipa tenacissima, Avenula bromoides, Stipa parviflora, Hyparrhenia hirta) etc. Dominio de los cambronales semiáridos. La comunidad cabeza de serie es rara. En las zonas en las que potencialmente puede desarrollarse, la actividad antrópica ha sido muy fuerte. En las cotas más bajas de la parte oriental del E. N. de Sierra Nevada, en la provincia de Almería por debajo de los 900 metros de altitud, aparecen unas condiciones de aridez de intensa erosión que permiten sólo el establecimiento de comunidades vegetales arbustivas o subarbustivas. Los encinares y potenciales lentiscales han desaparecido. Actualmente se presentan en la zona retamal-escobonal. Se trata de una comunidad rica en leguminosas retamoides de cobertura media-alta donde domina el escobón (Genista spartioides var. retamoides). Otras comunidades que encontramos en esta serie son espartales. Son comunidades de gramíneas vivaces donde predomina el esparto (Stipa tenacissima). Por degradación del anterior en las cotas más bajas aparece un tomillar de alta cobertura media en el que dominan especies como Helianthemum almeriense, Thymus hyemalis, Sideritis pusilla subsp. pusilla y Phlomis purpurea subsp. almeriensis. Aparece en el termo- y mesomediterraneo inferior, bajo ombrotipo semiárido. Según las historia agrícola del territorio, esta comunidad forma en muchas ocasiones

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mosaicos con pastizales de Hyparrhenia hirta o con Brachypodium retusum también con romerales que ocupan las zonas más pedregosas. Sobre cultivos abandonados y zonas alteradas se instalan comunidades de tomillares nitrófilo-colonizadores con especies como la retama (Retama sphaerocarpa), Andryala ragusina y Scrophularia canina, Artemisia barrelieri y la bolina (Genista umbellata). En las zonas de cultivo abandonadas que ahora están siendo recolonizadas por la vegetación están cubiertas por un tomillar subnitrófilo compuesto, principalmente por Carthamus arborescens, Ballota hirsuta y Dittrichia viscosa. Son zonas donde aparece un gran número de taxones vegetales exclusivos del sureste semiárido peninsular. Su carácter térmico, árido y muy alterado hace que sean un territorio muy propicio para ser colonizado por especies exóticas con carácter invasor. ECOSISTEMAS DE RIBERA La presencia de cursos de agua permanente permite la aparición de hábitats completamente diferentes a los colindantes descritos con anterioridad, por las singulares condiciones ecológicas que se generan. Factores como la pendiente del terreno, velocidad del agua, naturaleza química, tamaño del sustrato (grava, arena, limo), temperatura, oxígeno disuelto, etc., condicionan la composición de especies de flora y fauna de estos ambientes.

La vegetación de este dominio aparece por debajo de 2.000 m e incluye bosques de ribera de arbustos y árboles distribuidos a modo de bandas paralelas respecto del eje del río.

Alisedas, saucedas y fresnedas sobre suelos silíceos

En contacto casi directo con el agua se desarrolla una sauceda-aliseda, donde la especie dominante es el sauce atrocinéreo (Salix atrocinerea), acompañado de otras especies de mimbreras como Salix alba y Salix pedicellata o alisos (Alnus glutinosa) que pueden ser muy abundantes y dar a la formación aspecto de aliseda. Más rara es la aparición del sauce cabruno (Salix caprea) o del purpúreo (Salix purpurea subsp. lambertiana).

A continuación, en una banda más externa (si existen terrazas fluviales) aparece la fresneda, bosque en el que se desarrollan: el fresno (Fraxinus angustifolia), el álamo negro (Populus nigra), el arce (Acer granatense) o el cerezo silvestre (Prunus avium).

Como orla de estas comunidades (tanto de la sauceda como de la fresneda) se desarrolla un zarzal-espinal con especies como: la zarzamora (Rubus ulmifolius), el escaramujo (Rosa corymbifera, R. canina), el endrino (Prunus ramburii), el majuelo (Crataegus monogyna subsp. brevispina), el emborrachacabras (Coriaria myrtifolia), Bupleurum fruticosum, la hiedra (Hedera helix), etc..

En este dominio de vegetación se desarrollan además numerosas comunidades como juncales, espadañales, herbazales, herbazales nitrófilos, etc.

Son destacables también dentro de este dominio las formaciones de castañares asociadas a los principales cursos de agua y los rezumes de acequias y albercas.

Estos bosques de castaño (Castanea sativa) forman parte del paisaje de Sierra Nevada y constituyen formaciones de particular interés para la fauna nevadense y como fuente de riqueza a la economía de la zona.

Olmedas, choperas y saucedas sobre suelos básicos

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En los lechos de los ríos de la porción carbonatada de Sierra Nevada se asientan saucedas que constituyen la orla natural de las alamedas hacia el interior del río. También se presentan en los cauces y márgenes de arroyos y torrentes, constituyendo la única vegetación fruticosa que tapiza estos cursos de agua, de caudal irregular y generalmente sometidos a fuerte estiaje; entre las especies de sauces destacamos: Salix eleagnos subsp. Angustifolia, S. purpurea subsp. Lambertiana, S. atrocinerea, S. discolor. Sobre suelos que se llegan a desecar y se inundan periódicamnete por el río, se localizan las choperas o alamedas, sólo aparecen en pequeños enclaves, dado el encajamiento de los ríos y arroyos de Sierra Nevada, y porque las pequeñas vegas existentes son utilizadas para la implantación de cultivos hortícolas.

Estas alamedas suelen ser muy ricas en sacuces blancos (Salix alba), tanto es así que en ocasiones llega a sustituir como estrato arbóreo a los álamos blancos (Populus alba). Aparecen también de forma frecuente Rubus ulmifolius, Arum italicum, Rubia tinctorium, Bryonia dioica, etc.

En las orlas subarbustivas dominan las especies espinoso-caducifolias entre las que destacamos zarzas (Rubus ulmifolius), majuelo (Crataegus monogyna subsp. brevispina), escaramujos (Rosa canina, Rosa corymbifera), junto con nueza negra (Tamus communis), hiedra (Hedera helix), gayomba (Spartium juceum), jazmín de monte (Clematis vitalba).

Cañaverales, juncales, herbazales, herbazales nitrófilos, tienen gran representación en las Lagunas del Padul.

En ramblas, pequeños arroyos y torrentes que rara vez llevan agua domina Nerium oleander. Si son cauces ricos en sales domina Tamarix africana.

En cuanto a la fauna ligada a medios acuáticos, puede señalarse que las diferencias respecto de los ambientes terrestres son realmente grandes, más si se tiene en cuenta el desigual desarrollo vital. Las especies presentes en este medio cuentan con particulares adaptaciones a las distintas situaciones ecológicas que posibilitan estos hábitats. Por otra parte, y al igual que la flora, la fauna acuática nevadense arrastra en muchos casos adaptaciones ocurridas en el pasado, cuando las condiciones ecológicas eran muy diferentes a las actuales.

Dentro de la fauna, tal vez los grupos más característicos sean los invertebrados acuáticos estrictos, muy abundantes en el número de especies y todos ellos con un papel de vital importancia para el ecosistema. Basten como muestra los géneros de distintos órdenes de insectos como efímeras (Ephemerella, Baetis), moscas de las piedras (Perla o Leuctra), frigáneas (Hydropsyche), escarabajos acuáticos (Girinus, Hydroporus, Deronectes), chinches acuáticas (Gerris -zapateros-, Hydrometra, Plea), entre otras muchas especies.

Alimentándose de estos invertebrados aparecen vertebrados como la trucha común (Salmo trutta fario), el mirlo acuático (Cinclus cinclus), la lavandera blanca (Motacilla alba), el musgaño o musaraña acuática (Neomys fodiens), la rana común (Rana perezi), el sapillo pintojo meridional (Discoglossus jeanneae), así como las especies predadoras de las anteriores, en particular la culebra de agua (Natrix natrix) y la culebra viperina (Natrix maura).

Por otra parte, puede distinguirse fauna asociada a la vegetación de ribera que bordea el cauce. Entre las especies de vertebrados más características de estos hábitats se encuentran la rata de agua (Arvicola sapidus), la oropéndola (Oriolus oriolus), mirlo común (Turdus merula), curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala), chochín (Troglodytes troglodytes), agateador común

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(Certhia brachydactyla), gineta (Genetta genetta), ratón de campo (Apodemus sylvaticus), rata gris (Rattus norvergicus), murciélago ribereño (Myotis daubentonil), etc.

En cuanto a la fauna de invertebrados, destacan algunas especies muy llamativas como los escarabajos Aromia moschata y Eurythyrea micans, pero son numerosisimas las especies presentes en varios grupos zoológicos (caracoles, lombrices, planarias, arácnidos, ácaros, insectos, etc.).

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13. FUNCION DE CONSERVACION 13.1 Contribución a la conservación de los paisajes y a la biodiversidad de los ecosistemas [Descríbanse y señálese la localización de los paisajes, los ecosistemas, los tipos de hábitat o de cobertura del suelo de especial importancia para la conservación de la diversidad biológica.] La Reserva de la Biosfera Sierra Nevada está formada por la suma de dos espacios naturales protegidos, el parque nacional y el parque natural por lo que sus valores ecológicos y paisajísticos y de los hábitats y especies que alberga tiene una garantía de conservación. La normativa que regula estos espacios contiene las directrices para que se cumpla la función de conservación de los paisajes y de la rica biodiversidad nevadenses. Por otro lado, la diversidad de aves presentes en Sierra Nevada ha posibilitado la declaración, en 1989, de este espacio como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), en aplicación de la Directiva 79/409/CEE, de 2 de abril, relativa a la conservación de las aves silvestres. También, debido a la riqueza ecológica, en cuanto a especies y hábitats naturales de interés comunitario, el Parque Nacional y el Parque Natural de Sierra Nevada se encuentran incluidos en la lista de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) de la Región Biogeográfica Mediterránea, aprobada por Decisión de la Comisión Europea de 19 de julio de 2006, de conformidad con la Directiva 92/43/CEE, de 21 de mayo de 1992. En aplicación de la citada Directiva, forman parte de la red Natura 2000, por lo que quedan reforzadas las garantías para la conservación de los espacios y especies incluidos en esta Reserva de Biosfera.

Se han detectado dentro de Sierra Nevada 26 hábitats que engloban a 69 comunidades vegetales que están protegidas por la Directiva Hábitats (Directiva 92/43/CEE, anexo I), de los cuales 24 se incluyen como hábitats de interés general y 3 pertenecen a la categoría de hábitats prioritarios.

El total de hábitats presentes es el que se desglosa a continuación:

Hábitats prioritarios

15.- Estepas continentales halófilas y gipsófilas. 15.10.- Estepas salinas mediterráneas (Limonietalia).

62.- Formaciones herbosas secas seminaturales y facies de matorral. 62.20.- Pastizales mediterráneos xerofíticos anuales y vivaces.

72.- Áreas pantanosas calcáreas. 72.10.- Turberas básicas de carrizos (Cladium mariscus y Carex davalliana). 72.20.- Vegetación de manantiales petrificantes de aguas carbonatadas con

formación de tobas. Hábitats de interés general

14.- Marismas y pastizales salinos mediterráneos y termoatlánticos. 14.30.- Matorrales halófilos mediterráneos y termoatlánticos (Sarcocornetea

fructicosae). 31.- Aguas estancadas.

31.50.- Vegetación enraizada o flotante de lagos eutróficos naturales (Magnopotamion, Hydrocharition).

40.- Brezales y matorrales de zona templada. 40.60.- Brezales enanos, alpinos, subalpinos y oromediterráneos. 40.90.- Matorrales mediterráneos y oromediterráneos primarios y secundarios

con dominio frecuente de genisteas. 51.- Matorrales submediterráneos y de zona templada.

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51.20.- Formaciones de Genista purgans (Cytisus oromediterraneus) en montaña.

52.- Matorrales arborescentes mediterráneos. 52.10.- Fruticedas y arboledas de enebros (Juniperus sp.).

53.- Matorrales termomediterráneos y pre-estépicos. 53.30.- Fruticedas, retamares y matorrales mediterráneos termófilos.

61.- Prados naturales. 61.60.- Prados ibéricos silíceos xerofíticos y mesofíticos –cervunales de la alta

montaña ibérica- (Festuca indigesta). 61.70.- Pastizales basófilos mesofíticos y xerofíticos alpinos (cántabro-

pirenaicos) y crioturbados de las altas montañas ibéricas. 64.- Prados húmedos seminaturales de hierbas altas.

64.20.- Juncales mediterráneos (Molinion-Holoschoenion). 64.30.- Comunidades de megaforbios heliófilos o esciófilos.

81.- Desprendimientos rocosos. 81.30.- Desprendimientos mediterráneos occidentales y termófilos.

82.- Pendientes rocosas con vegetación casmofítica. 82.10.- Vegetación casmofítica: subtipos calcícolas (Potentilletalia

caulescentis, Asplenietalia glandulosi, Homalothecio-Polypodion serrati, Arenarion balearicae).

82.20.- Pendientes rocosas silíceas con vegetación casmofítica. 83.- Otros hábitats rocosos.

83.10.- Cuevas no explotadas por el turismo. 91.- Bosques de la Europa templada.

91.B0.- Fresnedas termófilas de Fraxinus angustifolia. 92.- Bosques mediterráneos caducifolios.

92.A0.- Bosques galería de Salix y Populus alba. 92.D0.- Arbustedas, tarayales y espinales ribereños (Nerio-Tamaricetea,

Securinegion tinctoriae). 92.30.- Robledales galaico-portugueses con Quercus robur y Quercus

pyrenaica. 92.60.- Bosques de Castanea sativa.

93.- Bosques esclerófilos mediterráneos. 93.40.- Encinares de Quercus ilex y Quercus rotundifolia.

95.- Bosques de coníferas de montañas mediterráneas y macaronésicas. 95.40.- Pinares mediterráneos de pinos mesogeanos endémicos.

Estos hábitats representan superficialmente el 70% de todo el macizo para los hábitats de interés general y un 2,4% para los hábitats prioritarios.

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Las preferencias ecológicas de las especies amenazadas de Sierra Nevada son, por orden de importancia, las siguientes:

Roquedos, cascajares, lugares pedregosos y arenosos, entre ellas destacan las

comunidades que viven en roquedos y cascajares silíceos, en estas comunidades el porcentaje de endemismo puede alcanzar el 80%. También son numerosas las que viven en cascajares y arenales calizos o dolomíticos la mayoría de sus especies son exclusivas de la Sierra Nevada noroccidental calcárea.

Herbazales y pastizales higrófilos (“borreguiles”); son comunidades que precisan un

recorte periódico y un cierto aporte nitrogenado por parte de los grandes herbívoros (cabra montés y ganado doméstico), pero que están muy deterioradas en extensas áreas de Sierra Nevada a causa del sobrepastoreo, de modo que 37 especies de las que viven allí se encuentran amenazadas.

Bosquetes y matorrales caducifolios, cuya conservación es prioritaria, pues en la

mayor parte de los casos están en un delicado equilibrio con el ambiente, ya que suelen ser relícticos, propios de condiciones climáticas más frescas y húmedas, de modo que cuando se deterioran a menudo no vuelven a recuperarse, siendo sustituidos por formaciones esclerófilas más acordes a los parámetros climáticos actuales.

Matorrales y piornales de alta montaña; aunque son comunidades que alcanzan

grandes extensiones en el macizo nevadense y no están sometidas a impactos de importancia (salvo el pastoreo excesivo).

Sotobosque de encinares, que son comunidades muy frecuentes en los pisos basales de

la sierra, donde encuentran refugio algunas especies particularmente amenazadas, y

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sobre todo, el endemismo nevadense Laserpitium longiradium (en peligro crítico, una sola población, menos de 1.000 individuos).

Prados efímeros o formando praderas sumergidas.

De las cifras mencionadas se deduce que la mayor parte de las plantas amenazadas de Sierra Nevada viven en hábitats característicos de alta montaña, como son los roquedos, cascajares y arenales y los herbazales y pastizales higrófilos, donde se encuentran el 65% del total. El resto de las especies de mayor interés por ser endémicas, raras y/o amenazadas se encuentran en los arenales dolomíticos y en las estribaciones semiáridas del sureste del macizo nevadense. 13.2 Conservación de la biodiversidad de las especies [Enumérense las especies (con sus nombres científicos) o los grupos de especies de especial interés para la conservación de la diversidad biológica, en particular si son raras o están amenazadas de desaparición; utilícense, de ser menester, hojas suplementarias.] Sierra Nevada es el centro de diversidad vegetal más importante de la Región Mediterránea occidental; las 2.100 plantas vasculares que se han catalogado hasta la actualidad constituyen casi el 30% de la flora de la España peninsular, con sólo una extensión del 0,4% de este área, y el 7% de la flora de la Región Mediterránea, con una extensión inferior al 0,01% de la misma.

Pero la importancia de la flora vascular de Sierra Nevada no radica solamente en el total de vegetales representados, sino también en el elevado número de ellos que son exclusivos del macizo –los denominados “endemismos nevadenses”–, que no se encuentran en ningún otro lugar de Planeta; con los conocimientos actuales, más de 80 plantas vasculares son endémicas de Sierra Nevada, de modo que en la zona de cumbres entre el 30-40 % de la flora que allí se encuentra es exclusiva del macizo, si bien resulta más sorprendente que en determinados nichos ecológicos, como los cascajares (pedregales relativamente móviles situados en pendientes muy fuertes) y los tajos de los roquedos, el porcentaje se eleva hasta un 80%. En contraste, países europeos como Austria, Dinamarca, Suecia, Checoslovaquia, Polonia, Alemania, Reino Unido y

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Bélgica, no llegan a sumar entre todos ellos la cantidad de especies endémicas que tiene Sierra Nevada.

Fruto de los importantes progresos realizados en el conocimiento de la flora y vegetación del macizo, así como de la actualización de criterios para la asignación de las categorías de amenaza a las distintas especies, se ha obtenido un listado con los elementos protegidos por las distintas legislaciones vigentes y una categoría de amenaza en el contexto de Sierra Nevada, siguiendo los nuevos criterios formulados por la UICN.

Del mismo se deduce que en el macizo nevadense conviven 150 especies amenazadas.

FLORA AMENAZADA EN SIERRA NEVADA

Especies Berna CITES Hab. CNEA LFFSA UICN LRFVA Acer monspessulanum - - - - IE VU NT Acer granatense - - - - IE VU NT Aconitum burnatii - - - - V VU VU Adonis vernalis - - - - - VU VU Agrostis canina subsp. granatensis

- - - - V VU VU

Alchemilla fontqueri - - - - - - CR Alyssum nevadense - - - - - VU VU Amelanchier ovalis - - - - V LR-lc NT Androsace vitaliana subsp. nevadensis

- - - - - VU VU

Anacamptis pyramidalis - x - - - - - Andryala agardhii - - - - - VU VU Antennaria dioica - - - - - VU VU Aquilegia nevadensis - - - - - VU VU Arabis margaritae - - - - - VU CR Arenaria nevadensis E - II* E E CR CR Armeria filicaulis subsp. nevadensis

- - - - - VU VU

Armeria filicaulis subsp. trevenqueana

- - - - - EN EN

Armeria splendens - - - - - VU VU Artemisia alba subsp. nevadensis

- - - - - EN EN

Artemisia chamaemelifolia -- - - - - - DD Artemisia granatensis E - II* E E CR CR Artemisia umbelliformis - - - - E EN EN Asplenium billotii - - - - V VU NT Avenula laevis - - - - - VU VU Barlia robertiana - x - - - - - Betula pendula subsp. fontqueri - - - - E EN EN Botrychium lunaria - - - - - VU VU Carex camposii - - - - V LR-nt NT Carex furva - - - - V LR-nt NT Carduus carlinoides subsp. hispanicus

- - - - - - NT

Celtis australis - - - - IE LR-lc NT Centaurea bombycina subsp. xeranthemoides

- - - - - VU VU

Centaurea gadorensis - - II - V VU VU

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Especies Berna CITES Hab. CNEA LFFSA UICN LRFVA Centaurea monticola - - - - V VU VU Centaurea nevadensis - - - - V VU VU Centaurea pulvinata V - II - V VU VU Centranthus nevadensis - - - - - VU VU Cephalanthera longifolia - x - - - - - Cephalanthera rubra - x - - - EN - Cytisus galianoi - - - - - - NT Convolvulus boissieri - - - - - - DD Corylus avellana - - - - IE VU NT Cotoneaster granatensis - - - - - VU NT Chamaespartium undulatum - - - - - VU VU Dactylorrhiza elata - x - - - - - Delphinium nevadense - - - - - VU VU Draba dubia subsp. laevipes - - - - - VU VU Draba lutescens - - - - - VU VU Dryopteris tyrrhena - - - - - VU CR Epilobium angustifolium - - - - - EN EN Epilobium atlanticum - - - - - VU DD Epipactis atrorubens - x - - - EN - Epipactis helleborine - x - - - - - Equisetum palustre - - - - V - VU Erica erigena - - - - - VU NT Erica terminalis - - - - - VU NT Erigeron frigidus - - II - V VU VU Erodium astragaloides E - II* E E VU CR Erodium boissieri - - - - - VU VU Erodium daucoides - - - - - VU VU Erodium rupicola E - II* E E VU VU Eryngium glaciale - - - - - - NT Euphorbia nevadensis - - IV - V LR-nt NT Euphrasia willkommii - - - - - - NT Euzomodendron bourgaeanum - - - - E - VU Festuca clementei - - - - V VU VU Festuca frigida - - - - V VU VU Festuca longiauriculata - - - - - VU NT Galium erythrorrhizon - - - - - VU NT Galium nevadense - - - - - - NT Gentiana alpina - - - - - VU VU Gentiana boryi - - - - V VU VU Gentiana lutea - - - - - VU CR Gentiana pneumonanthe subsp. depressa

- - - - - VU CR

Gentiana sierrae - - - - V VU VU Gentianella tenella - - - - - VU - Gymnadenia conopsea - - - - - EN VU Helianthemum apenninum subsp. estevei

- - - - - VU VU

Helianthemum pannosum - - - - - VU VU Hippocrepis nevadensis - - - - - VU VU Hippocrepis postrata - - - - - - CR Hohenackeria exscapa - - - - - VU VU Holcus caespitosus - - - - V VU NT Nevadensia purpurea - - - - - VU VU

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Especies Berna CITES Hab. CNEA LFFSA UICN LRFVA Iberis carnosa subsp. embergeri

- - - - V EN EN

Ilex aquifolium - - - - V EN VU Isoetes velatum - - - - - EN DD Kernera boissieri - - - - - VU VU Knautia nevadensis - - - - - VU VU Lactuca perennis subsp. granatensis

- - - - - VU VU

Laserpitium longiradium E - II* E E CR CR Laserpitium latifolium subsp. nevadense

- - - - - - CR

Lavatera oblongifolia - - - - - VU VU Leontodon boryi V - II - V LR-nt NT Leontodon microcephalus V - II - V VU VU Limodorum abortivum - x - - - EN - Linaria glacialis - - - - - VU VU Listera ovata - x - - - - DD Luzula hispanica - - - - V LR-lc NT Moehringia fontqueri V - - - E VU EN Narcissus nevadensis E - II* - E CR EN Neotinea maculata - x - - - - - Odontites granatensis E - II - E CR CR Ononis cristata - - - - - VU VU Ophioglosum vulgatum - - - - - EN CR Ophrys apifera - x - - - - - Ophrys fusca - x - - - - - Ophrys lutea - x - - - - - Ophrys scolopax - x - - - - - Ophrys tenthredinifera - x - - - - - Orchis coriophora - x - - - - - Orchis mascula - x - - - - - Orchis papilionacea - x - - - - - Papaver lapeyrousianum - - - - E EN EN Parnassia palustris - - - - - - NT Pedicularis comosa - - - - - VU VU Pedicularis verticillata - - - - - VU VU Phleum brachystachyum subsp. abbreviatum

- - - - - VU VU

Phyteuma charmelii - - - - - VU VU Pimpinella procumbens - - - - - VU VU Pinguicula grandiflora subsp. grandiflora

- - - - - VU VU

Pinguicula nevadensis - - II - V VU VU Pinus sylvestris subsp. nevadensis

- - - - - VU EN

Poa minor subsp. nevadensis - - - - - - NT Potentilla nevadensis - - - - - - NT Potentilla reuteri - - - - - VU NT Primula elatior subsp. lofthousei

- - - - V VU VU

Prunus avium - - - - V VU - Prunus insititia - - - - V VU - Prunus mahaleb - - - - V VU -

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Especies Berna CITES Hab. CNEA LFFSA UICN LRFVA Prunus ramburii - - - - - - VU Quercus pyrenaica - - - - IE LR-cd NT Ranunculus acetosellifolius - - - - - - NT Ranunculus glacialis - - - - - VU EN Reseda complicata - - - - - - VU Rhamnus catharticus - - - - - VU EN Ribes alpinum - - - - - VU VU Ribes uva-crispa - - - - - VU VU Rorippa pyrenaica - - - - - VU VU Rothmaleria granatensis - - - - V VU VU Salix caprea - - - - E EN EN Salix elaeagnos subsp. angustifolia

- - - - V LR-cd -

Salix hastata subsp. sierrae-nevadae

- - - - E CR CR

Salsola papillosa - - - - V - VU Salvia candelabrum - - - - - VU VU Santolina elegans - - IV - V VU VU Sarcocapnos speciosa - - - E V VU VU Saxifraga nevadensis - - - - - - NT Saxifraga oppositifolia subsp. oppositifolia

- - - - - VU VU

Saxifraga stellaris - - - - - - NT Saxifraga trabutiana - - - - - VU VU Scabiosa pulsatilloides subsp. pulsatilloides

- - - - - VU VU

Senecio elodes E - II* E E CR EN Senecio eriopus - - - - - VU NT Senecio nevadensis V - II - V VU VU Senecio quiqueradiatus - - - - - VU VU Sempervivum tectorum - - - - - - EN Sibbaldia procumbens - - - - - VU EN Sideritis carbonellis - - - - - - NT Sorbus aria subsp. aria - - - - V VU NT Sorbus hybrida - - - - - CR CR Sorbus torminalis - - - - V EN EN Sparganium angustifolium - - - - - EN CR Spiranthes aestivalis - x - - - EN - Taxus baccata - - - - E EN VU Teucrium oxylepis - - - - - - CR Thalictrum alpinum - - - - - VU VU Thlaspi nevadense - - - - - VU VU Trisetum antonii-josephii - - - - E EN EN Trisetum glaciale - - - - - VU VU Valeriana apula - - - - - VU VU Verbascum nevadense - - - - - - NT Viburnum lantana V - VU Viola crassiuscula - - - - - - VU

Especies incluidas en listados de protección de flora nacionales e internacionales y especies no recogidas que se encuentran en categorías de riesgo; en peligro crítico, en peligro y vulnerables (Berna= Convenio de Berna. CITES= Convenio de Washington sobre el comercio internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres. Dir. Hábitat.= Directiva 92/43 de la Unión Europea relativa a la Conservación de los Hábitats Naturales y de la Fauna y Flora Silvestre (II*= de interés prioritario según Anexo II; II= de interés comunitario general según Anexo II; IV= de protección estricta según anexo IV). CNEA= Real Decreto 439/1990,

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de 30 de marzo, por el que se regula el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. LFFSA= Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la Flora y Fauna Silvestres. E= En Peligro, E*= En peligro, prioritario; V= Vulnerable, IE= De Interés Especial. UICN= Categoría UICN en Sierra Nevada: EX= Extinta, CR= En peligro crítico, EN= En peligro, VU= Vulnerable, LR= Bajo riesgo). LRFVA= Lista Roja de la Flora vascular de Andalucía; EX= Extinta en Andalucía, CR= En Peligro Crítico; EN= En Peligro; VU= Vulnerable; NT= Casi Amenazada; DD= Datos Deficientes). FAUNA Sobre la fauna de Sierra Nevada se ha realizado un listado con los taxones sobre los que deberían aplicarse medidas de conservación activas, estén o no protegidas por las distintas legislaciones vigentes en la actualidad, de manera que se consiga mantener el equilibrio en el efectivo poblacional que ha existido hasta el momento. En algunos casos se trata de fauna frecuente en otros puntos de la geografía andaluza y española, pero en Sierra Nevada son especies raras o con distribución finícola, por lo que afecciones a estas poblaciones pueden suponer su desaparición de este espacio protegido.

En otros casos se incluyen especies endémicas de las que se desconoce su estatus poblacional, de ahí la necesidad de que dispongan de una conservación provisional hasta que se disponga de información más detallada.

FAUNA DE INTERÉS EN SIERRA NEVADA Nombre científico Nombre

común D.Hab. D.Aves CNEA UICN LFFA

INVERTEBRADOS Ortópteros (Saltamontes) Baetica ustulata - Anexo II - - SAH Eumigus monticola Eumigus rubioi Chorthippus nevadensis Chorthippus scalaris Chorthippus vagans Omocestus bolivari Pycnogaster inermis Dermápteros (Tijeretas) Eulithinus analis Coleópteros (Escarabajos) Iberodynodes baeticus - - - - - Trimosternus cordatus Zabrus angustatus Deltomerus andalusicus Monotropus staudingeri Homopterus nevadensis Pseudolucanus barbarrosa Iberodorcadium lorquini Ergates faber Cerambyx cerdo Anexo II Aromia moschata Tymarcha insparsa Tymarcha lugens Tymarcha marginicollis Platyderus testaceus Trechus planipennis

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Lepidópteros (Mariposas) Polyommatus golgus Anexo II Erebia hispania Aricia morronensis Parnassius apolo nevadensis Apolo Anexo

IV

Pseudochazara hippolyte Agriades zulichi Euphydryas aurinia Anexo II Hymenópteros (Avispas) Megabombus reinigiellus Heterópteros (Chinches) Euridema nana VERTEBRADOS Peces Salmo trutta Trucha común EN Leuciscus pyrenaicus Cacho VU Anfibios Salamandra salamandra Salamandra

común LR

Alytes dickhillenii Sapo partero bético

VU IE

Discoglossus jeanneae Sapillo meridional

Anexo II II IE

Hyla meridionalis Ranita meridional

Anexo IV

II IE

Bufo calamita Sapo corredor Anexo IV

II IE

Pelobates cultripes Sapo de espuelas

Anexo IV

II IE

Reptiles Mauremys leprosa Galápago

leproso Anexo II

Chalchides bedriagai Eslizón ibérico Anexo IV

II IE

Coluber hippocrepis Culebra de herradura

Anexo IV

II IE

Coronella austriaca Culebra lisa europea

Anexo IV

II EN IE

Macroprotodon cucullatus Culebra de cogulla

II

IE

Natrix natrix Culebra de collar

II LR IE

Natrix maura Culebra viperina

II IE

Aves Ixobrychus minutus Avetorillo Anejo I II VU IE Egretta garzetta Garceta común Anejo I II IE Ardea cinerea Garza real II IE Pluvialis apricaria Chorlito dorado Anejo I II IE Milvus milvus Milano real Anejo I II CR IE Neophron percnopterus Alimoche Anejo I II CR EN Gyps fulvus Buitre leonado Anexo I II IE

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Circaetus gallicus Águila culebrera

Anexo I II IE

Circus aeruginosus Aguilucho lagunero

Anexo I II VU IE

Circus cyaneus Aguilucho pálido

Anexo I II IE

Accipiter gentilis Azor II IE Accipiter nisus Gavilán II IE Aquila chrysaetos Águila real Anexo I II VU IE Hieraaetus pennatus Águila calzada Anexo I II IE Hieraaetus fasciatus Águila

perdicera Anexo I II VU SAH

Falco peregrinus Halcón peregrino

Anexo I II VU IE

Pandion haliaetus Águila pescadora

Anexo I II VU IE

Falco subbuteo Alcotán II DD IE Rallus aquaticus Rascón DD Streptopelia turtur Tórtola común VU Bubo bubo Búho real Anexo I II IE Otus scops Autillo II DD IE Strix aluco Cárabo común II IE Caprimulgus ruficollis Chotacabras

pardo II DD IE

Caprimulgus europaeus Chotacabras gris

Anexo I II VU IE

Alcedo atthis Martín pescador

Anexo I II VU IE

Coracias garrulus Carraca Anexo I II LR IE Jynx torquilla Torcecuello II LR IE Dendrocopos major Pico picapinos II IE Galerida theklae Cogujada

montesina Anexo I II IE

Lullula arborea Totovía Anexo I II IE Anthus campestris Bisbita

campestre Anexo I II DD IE

Cinclus cinclus Mirlo acuático II IE Riparia riparia Avión zapador DD IE Hirundo daurica Golondrina

dáurica II DD IE

Prunella collaris Acentor alpino II IE Oenanthe leucura Collalba negra Anexo I II LR IE Monticola saxatilis Roquero rojo II VU IE Monticola solitarius Roquero

solitario II IE

Turdus torquatus Mirlo capiblanco

II IE

Luscinia svecica Pechiazul Anexo I II Sylvia conspicillata Curruca

tomillera II DD IE

Sylvia hortensis Curruca mirlona

II DD IE

Sylvia undata Curruca Anexo I II IE

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rabilarga Pyrrhocorax pyrrhocorax Chova

piquirroja Anexo I II DD IE

Corvus corax Cuervo DD Emberiza hortulana Escribano

hortelano Anexo I II IE

Mamíferos Neomys anomalus Musgaño de

Cabrera EN

Rhinolophus ferrumequinum Murciélago grande de herradura

Anexo II II VU IE

Rhinolophus hipposiderus Murciélago pequeño de herradura

Anexo II II VU IE

Rhinolophus euryale Murciélago mediterráneo de

herradura

Anexo II II VU IE

Miniopterus schreibersii Murciélago troglodita

Anexo II II VU IE

Myotis blythi Murciélago ratonero mediano

Anexo II II VU IE

Myotis myotis Murciélago ratonero grande

Anexo II II VU IE

Myotis capaccini Murciélago patudo

Anexo II II CR IE

Myotis emarginata Murciélago de Geoffroy

Anexo IV

II VU IE

Myotis daubentonii Murciélago ribereño

Anexo IV

II DD IE

Myotis nattereri Murciélago de Natterer

Anexo IV

II VU IE

Plecotus austriacus Murciélago orejudo

meridional

Anexo IV

II IE

Eptesicus serotinus Murciélago hortelano

Anexo IV

II IE

Hypsugo savii Murciélago de montaña

Anexo IV

II IE

Tadaria teniotis Murciélago rabudo

Anexo IV

II IE

Atelerix algirus Erizo moruno Anexo IV

IE

Erinaceus europaeus Erizo común Anexo IV

Chionomys nivalis Topillo nival EN Microtus cabrerae Topillo de

Cabrera Anexo

IV II CR IE

Felis sylvestris Gato montés Anexo IV

II IE

Martes foina Garduña Meles meles Tejón

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Mustela nivalis Comadreja Especies de interés de Sierra Nevada (incluidas en listados de protección de fauna nacionales e Internacionales y las no recogidas que se encuentran en categorías de riesgo según publicaciones científicas o expertos en cada grupo taxonómico). D. Hab..= Directiva 92/43 de la Unión Europea relativa a la Conservación de los Hábitats Naturales y de la Fauna y Flora Silvestre (Int. general= de interés comunitario general según Anexo II; P. estricta= de protección estricta según anexo IV). D. Aves= Directiva 79/409/CE y Directiva 91/294/CE referente a la Conservación de las Aves Silvestres: Anexo I=Aves que deben ser objeto de medidas de conservación del hábitat. CNEA= Real Decreto 439/1990, de 30 de marzo, por el que se regula el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas: I= En Peligro de Extinción, II= De Interés Especial. UICN= Categoría UICN para Andalucía: EX= Extinta, CR= En peligro crítico, EN= En peligro, VU= Vulnerable DD= Datos insuficientes, LR= Bajo riesgo. LFFA= Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la Flora y la Fauna Silvestres: IE= Interés Especial; SAH= Sensibles a la Alteración de su Hábitat Como singularidad se ha corroborado la importancia para la avifauna de las Lagunas del Padul, como una zona húmeda de vital relevancia en la migración de las aves palustres entre el continente europeo y el africano, lo que unido a sus valores botánicos ha reafirmado el carácter de reserva que este territorio debe mantener en la zonificación. 13.3 Conservación de la biodiversidad genética [Indíquense las especies o variedades de importancia tradicional o económica y sus usos (por ejemplo, para la medicina, la producción de alimentos, etc.).] Las laderas de Sierra Nevada están “sembradas” de pueblos con una cultural rural que hermana a sus habitantes con el medio que les rodea, existe una estrecha relación entre sus gentes y la utilización y significado que las plantas tienen para ellos.

Hay un saber popular muy arraigado y ligado al entorno, un cúmulo de conocimientos atesorados generación tras generación, transmitido oralmente de padres a hijos y que actualmente está amenazado por el olvido, debido a las nuevas formas de vida que modifican las costumbres de la comunidad.

Los aprovechamientos madereros y de leñas han afectado a la práctica totalidad de especies arbóreas, e incluso en zonas de cultivo abandonado temporalmente y en zonas de regadío abancaladas se han cultivado, para su aprovechamiento maderero chopos, castaños, nogales o fresnos, entre otras especies.

El uso de aromáticas y medicinales también ha sido tradicional en Sierra Nevada: la manzanilla real, el endrino, tomillo alpujarreño, té basto y té fino, gayuba, salvia, lavanda, genciana, zahareña o romero.

Un equipo de investigación la Universidad de Granada inició una línea investigadora que pretende recoger y catalogar los diferentes usos que se han venido dando a las plantas.

La aplicación curativa de las plantas es una de las facetas que aún se conservan, sin embargo es una información difícil de obtener. Primero porque la medicina escolástica ha entrado ya en casi todos los hogares sustituyendo por fármacos sintéticos los tradicionales remedios caseros. Y segundo porque las personas que conocen y utilizan las especies vegetales son pocas y con características peculiares: fundamentalmente son personas de avanzada edad o con una forma de

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vida que transcurre fuertemente ligada al medio, pastores, agricultores, agentes medioambientales etc.

Hay un amplísimo catálogo con los usos de las diferentes plantas autóctonas de Sierra Nevada, siendo muy numerosas las afecciones a las que se aplican: como depurativa sanguínea. emolientes, estomacales, diuréticas, laxantes, antiodontágicas, antigotosas, antirreumáticas, tranquilizantres, febrífugas, etc. consecuencia de un conocimiento empírico.

El aprovechamiento apícola es una actividad en auge en Sierra Nevada, especialmente en las Alpujarras granadina y almeriense. En realidad se trata de una actividad que tradicionalmente ha estado asociada a la ganadería, aunque también es una consecuencia de la transformación forestal. La existencia de diversas comunidades de matorral y arbóreas (romerales, jarales, piornales, castañares o almendrales) aptas para el aprovechamiento apícola, permite la diferenciación de tipos de mieles y pólenes, derivadas de propiedades climáticas, edáficas, geográficas o fenológicas, entre otras.

Entre los distintos tipos de mieles destacan las variedades de milflores, tomillo, romero, albaida y eucalipto.

La gama de cultivos con alto valor culinario también es extensa. Plantas hortícolas como la patata “copo de nieve”, la habichuela y la lenteja moruna, el canónigo berro, el hinojo, la castaña, la colleja, etc.

Como cultivos frutales podemos resaltar las cerezas, especialmente de Güéjar Sierra o Monachil, las naranjas de la cuenca del río Andarax y el Valle de Lecrín, la frambuesa de Pórtugos, las manzanas de Trevélez, el endrino o la fresa de verano.

Los viñedos destacan por la fabricación de dos tipos de vinos. De un lado está el famoso “vino costa”, producido a altas latitudes y que posee una alta graduación por las condiciones climáticas en que se elabora. De otro hay que citar un vino de más reciente desarrollo, de gran calidad, y producido en la Alpujarra Almeriense.

Reseñar el auge que la agricultura ecológica está empezando a tener, sobre todo en frutales agroecológicos autóctonos como el cerezo y la frambuesa, olivar y almendro.

Un aprovechamiento reciente y novedoso es el micológico. Hasta muy recientemente las setas recogidas se utilizaban sólo para consumo local, aunque en la actualidad y en ocasión de episodios meteorológicos en los que coinciden las lluvias tempranas, al final de verano y principios de otoño, y temperaturas suaves, que producen una explosión de producción en determinados enclaves, es aprovechada por recolectores profesionales y vecinales para su venta a intermediarios que, a su vez, las remiten para su consumo fuera de la zona.

En los últimos años se ha venido desarrollando un fomento de un turismo asociado a este aprovechamiento que lleva asociado la recuperación de una tradición gastronómica respecto al consumo local de setas, así como el ensayo de nuevas fórmulas asociadas a las demandas de la nueva cocina.

Por último, el aprovechamiento ganadero supone uno de los usos más tradicionales en Sierra Nevada, sobre todo de ganado bovino, ovino y caprino, y realizan trashumancia horizontal y vertical a través de la extensa red de vías pecuarias.

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14. FUNCION DE DESARROLLO 14.1 Potencial de fomento del desarrollo económico y humano sostenible desde los puntos de vista sociocultural y ecológico: [Expóngase qué posibilidades tiene la zona de servir de sitio piloto para la promoción del desarrollo sostenible de su región o “ecorregión”.] Los aspectos socioeconómicos han sido muy relevantes en la acción institucional de la Reserva. Los resultados, tras más de dos décadas de protección, son significativos bajo la perspectiva del progreso de los municipios. Las conclusiones de un reciente estudio (2005) elaborado para los municipios de la Reserva, indican que un 21,3% de la Renta Familiar Neta Disponible media por habitante y un 18,5 % del empleo generado en el conjunto territorial, son directamente atribuibles a la existencia del Espacio Natural. A ello contribuye decisivamente el esfuerzo de las diferentes Consejerías de la Junta de Andalucía en un amplísimo paquete de medidas de fomento de un modelo de desarrollo sostenible, en el que también colaboran la Administración General del Estado y las diferentes corporaciones locales. Otros instrumentos administrativos de planificación y acción socioeconómica, como Programas y Grupos de Desarrollo Rural, Planes de Dinamización Turística, Iniciativas de Turismo Sostenible, así como el régimen de ayudas en el Área de Influencia Socioeconómica del Parque Nacional, suponen un importante apoyo para la consecución del objetivo de mejorar la calidad de vida de la población. La Marca Parque Natural impulsada por la Consejería de Medio Ambiente de Andalucía, favorece una valorización del territorio mediante el refuerzo de su identidad y el apoyo de iniciativas locales acordes con los principios del desarrollo sostenible. El distintivo ofrece productos y servicios diferenciados, asociados a los valores medioambientales del Espacio Natural. En el año 2010 se superan en Sierra Nevada las 120 certificaciones en las distintas ramas agroalimentaria, artesanía y turismo de naturaleza. Por otra parte, la acreditación de la Reserva (Parque Nacional y Parque Natural) con la Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS) desde el año 2004 supone, más allá del galardón, una nueva fórmula de trabajo para alcanzar la concertación y la cooperación entre los distintos actores que intervienen en la materia: empresas del sector turístico, visitantes, habitantes, Ayuntamientos, Administración Ambiental, Administración Turística, Asociaciones de Desarrollo Rural. La iniciativa de la CETS tiene frutos muy significados en 2010: 14 empresas están certificadas en su adhesión a la estrategia de la CETS y 21 establecimientos acreditados como Punto de Información del Espacio Natural. Los usos y aprovechamientos tradicionales que históricamente han contribuido a la conformación del paisaje reciben un tratamiento especial en la Reserva. Se ha abordado con decisión la ordenación de los espacios silvopastorales y adecuación de las infraestructuras asociadas a dichos espacios para mejorar y dignificar la práctica de la ganadería extensiva tradicional. Asimismo, se ha puesto en marcha un completo programa de recuperación de la red de acequias tradicionales de Sierra Nevada para contribuir al mantenimiento del paisaje peculiar de los sistemas agroforestales de la media montaña. Sierra Nevada ha contado con un Plan de Desarrollo Sostenible, propuesto por la Consejería de Medio Ambiente y aprobado por Acuerdo del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía y en vigor desde marzo de 2004 hasta final del 2010. Este Plan fue aprobado para el Parque Natural y su Área de Influencia Socioeconómica, pero posteriormente y mediante el Decreto 24/2007, de 30 enero, por el que se declara el Espacio Natural de Sierra Nevada y se regulan los órganos de gestión y participación de los Parques Nacionales de Doñana y de Sierra Nevada; en su Disposición Adicional Primera se establece la ampliación del ámbito territorial del Plan de Desarrollo Sostenible del Parque Natural de Sierra Nevada: “Se amplía el ámbito territorial del

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plan de desarrollo sostenible del Parque Natural de Sierra Nevada, aprobado por Acuerdo del Consejo de Gobierno de 9 de marzo de 2004, al territorio del Parque Nacional de Sierra Nevada”.

En la actualidad se ha iniciado el proceso para la elaboración, contando con la participación de los agentes locales, de un nuevo Plan de Desarrollo Sostenible para el conjunto del parque nacional y parque natural para los próximos años,. con los mismos objetivos y finalidad que el anterior.

El PDS es promovido y ejecutado por la Administración regional, responsable de la gestión del Espacio Natural de Sierra Nevada, la Junta de Andalucía, que mediante dichos Planes de Desarrollo Sostenible, se esfuerza por crear un entorno territorial que facilite la implantación de innovaciones productivas, ambientales y sociales.

Se plantea el reto de combinar un territorio equilibrado y una economía dinámica, con una sociedad que ofrezca oportunidades para todos.

Es fundamental por tanto la coordinación institucional, desde el punto de vista horizontal entre las diferentes Consejerías de la Junta de Andalucía, y vertical entre las distintas administraciones territoriales y agentes locales, públicos o privados.

Se intenta que: Se impulse una mayor valoración por parte de los habitantes del espacio natural

protegido, considerando a éste como parte vital de su territorio, y como activo importante de un desarrollo rural en armonía con la naturaleza.

Se promueva una mayor eficiencia de los recursos públicos, humanos y financieros que llegan a un territorio.

Se estimule una gestión democrática de estos recursos públicos.

Los PDS significan, en definitiva, la modernización de la administración autonómica en las relaciones con un territorio y su gestión.

El carácter estratégico y horizontal que presenta, requiere la integración de los diferentes instrumentos, recursos y políticas y además ha de ser socialmente compartido:

Es un Plan de dinamización socioeconómica que persigue activar el tejido social y

empresarial del territorio. Es un Plan dirigido a la mejora de los aprovechamientos productivos y las actividades

empresariales vinculadas con la utilización sostenible de los recursos, tratando con ello de ofrecer oportunidades de empleo e ingreso a la población local relacionada con el Parque Natural.

Es un Plan cuya financiación se integra por las aportaciones de las distintas Delegaciones de la Junta de Andalucía. En el territorio existirán además otras acciones financiadas por la administración local y central, Grupos de Desarrollo Local y otros.

La coordinación institucional del plan corresponde a la Delegación de Gobierno. La coordinación tanto vertical como horizontal en la gestión del PDS es la base en la

que se sustenta la implantación, ejecución y consecución del mismo. Es un Plan participativo. El horizonte temporal es de seis años.

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Se trata de incorporar a los diferentes actores sociales y económicos territoriales, así como sus reglas de comportamiento, redes y organización social y cultural y el conjunto de instituciones, ya que todo ello resulta decisivo para la aplicación de los programas y líneas de actuación del PDS. Los 7 Programas de Actuación del PDS que ahora ha terminado han ido dirigidos a:

1. la valorización del medio 2. la valorización del patrimonio cultural, 3. el fomento de los sistemas productivos locales, 4. la formación de recursos humanos y la promoción de la investigación y

desarrollo, 5. la mejora de las infraestructuras y equipamientos sociales, 6. la mejora de la gestión institucional del desarrollo y 7. el aumento de la dinamización y participación social.

Estos programas se concretan en diferentes líneas de actuación y en medidas concretas a realizar por 12 Consejerías de la Junta de Andalucía, muchas de ellas en cooperación entre varias de ellas.

Además se contemplan, a título orientativo, medidas propuestas a otras Administraciones con responsabilidad en el territorio.

Por otra parte anualmente y desde 1999, se conceden subvenciones públicas para la realización de actividades y proyectos en el Área de Influencia Socioeconómica del Parque Nacional de Sierra Nevada. Que han sido complementadas en el último año con subvenciones en Red Natura 2000 por la Comunidad Autónoma y apoyo a proyectos de inversión en Reservas de Biosfera en la que participan la administración central y autonómica

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El desarrollo sostenible en el sector turístico está avalado por la Carta Europea de Turismo Sostenible, otorgada el 2 de Octubre de 2004 al Parque Nacional y al Parque Natural de Sierra Nevada por parte de la Federación de Espacios Naturales Protegidos Europeos (EUROPARC). Han pasado ya casi siete años desde que el Parque Nacional y Parque Natural de Sierra Nevada obtuvo la acreditación de la Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS) con el objetivo de conciliar conservación y actividad turística. En la 1ª fase, en la que el espacio natural protegido, con el acuerdo y compromiso de las empresas turísticas y otros actores locales, quien solicita y recibe la acreditación de la CETS (el Parque Nacional y Parque Natural de Sierra Nevada obtuvo esta acreditación en 2004) y tras la ejecución del I Plan de Acción 2004-08, el Parque Nacional y Parque Natural de Sierra Nevada ha vuelto a definir una estrategia a medio plazo (5 años) a favor de un desarrollo turístico sostenible en el territorio, dándola a conocer en forma de Plan de Acción 2009-13. Para este nuevo Plan de Acción y tomando de referencia el anterior, el mayor esfuerzo va dirigido a conseguir una metodología ascendente, que mejore el nivel de interlocución entre las administraciones y que logre que los agentes sociales decidan el modelo y sean parte de él, logrando un proceso verdaderamente participativo en el que la población sea la auténtica protagonista de su desarrollo. Uno de los avances ha sido dotar al Foro de la CETS de entidad jurídica propia bajo la fórmula de asociación lo que mejora la coordinación, la cooperación y participación en la ejecución del Plan de Acción y facilita el seguimiento continuo del proceso. Además, la Consejería de Medio Ambiente ha puesto a disposición de los integrantes del Foro de la CETS una plataforma electrónica que sirve para agilizar la comunicación y facilitar la aportación inmediata de información entre todos con el fin de solucionar en parte los problemas que surgen derivados de la gran extensión y el gran número de municipios que conforman el espacio pudiendo ir más allá al servir de arranque para el diseño y desarrollo de productos de ecoturismo. Otro objetivo a subrayar en el nuevo Plan de Acción e iniciado ya mediante actuaciones concretas es la mejora de la visibilidad de la CETS ante administraciones públicas, empresarios turísticos, población local y visitantes. Para ello, el parque está realizando actuaciones de difusión de la CETS como elemento distintivo a través de jornadas, entre las que destacan las VI Jornadas Europeas de Parques con la CETS, celebradas en Capileira, del 2 al 5 de junio de 2009, y que congregaron a más de 140 personas procedentes de todos los países europeos vinculados a la Carta; visitas individualizadas a empresarios; difusión en ayuntamientos, e incluso ha editado un boletín electrónico digital semestral, que sirve de espacio de encuentro de los agentes turísticos y difunde los avances de los compromisos de empresarios y parque. En consonancia con lo anterior, es de destacar la edición de las dos promoCETS realizadas, se trata de una serie de actividades que buscan que los participantes, a la vez que disfrutan de un lugar incomparable como es Sierra Nevada, conozcan sus valores naturales, su entorno paisajístico, su patrimonio cultural y su gente. Aunque el destinatario primordial en este evento es la población local de manera que sea partícipe del proceso y conocedora de las repercusiones beneficiosas para la economía local que conlleva la protección y puesta en valor del patrimonio natural y cultural del territorio para el turismo En esta línea, recientemente la Asociación Sierra Nevada Sostenible, integrada por los 5 Grupos de Desarrollo Rural con ámbito de actuación en el territorio CETS, se ha constituido como Promotor de Turismo Sostenible, y han sido seleccionados junto con otros Grupos de Desarrollo con ámbito de actuación en los Parques Nacionales de Doñana y Garajonay, para el proyecto de cooperación “Dinamización de la CETS en Espacios Naturales acreditados: los Parques Nacionales como destinos turísticos sostenibles”.

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Por otro lado, la CETS ha sido un instrumento útil para aglutinar a los empresarios de turismo en torno a una estrategia de turismo sostenible y para establecer relaciones fluidas entre ellos y el Espacio Natural, es creciente la demanda que existe en el territorio por parte de los mismos de vincularse a la Carta, bien adhiriéndose a la misma o acreditándose como puntos de información del parque. A fecha de hoy, son 17 los establecimientos acreditados como Puntos de Información de la Carta, 13 alojamientos, 1 balneario y 1 tienda de productos locales, 1 restaurante, 1 empresa turismo activo. De estos, 14 pertenecen a la provincia de Granada y 3 a la provincia de Almería:

• Alquería de Morayma (Alojamiento y Restauración). Cádiar (Granada) • Casas Cueva del Tio Tobas (Alojamiento y Restauración). Valle del Zalabí

(Granada) • Los Molinos de Padul (Alojamiento). Padul (Granada) • La Alacena de Laujar (Tienda). Laujar de Andarax (Almería) • Balneario de Lanjarón (Balneario). Lanjarón (Granada) • Hotel Castillo Lanjarón (Alojamiento). Lanjarón (Granada) • Restaurante El Pintao El Tío Peroles (Restauración). Abla (Almería) • Hotel Rural Finca Los Llanos (Alojamiento y Restauración). Capileira

(Granada) • Complejo Rural El Cercado (Alojamiento y Restauración). Bérchules (Granada) • Alojamiento Rural El Valle (Alojamiento). Dúrcal (Granada) • La Oveja Verde (Alojamiento y Restauración). La Tahá de Pitres (Granada) • Cortijo Balzaín (Alojamiento). La Zubia (Granada) • Hotel Rural Zerbinetta (Alojamiento y Restauración). Dílar (Granada) • Hotel Almirez (Alojamiento y Restauración). Laujar de Andarax (Almería) • Mamut Sierra Nevada S.L. (Turismo Activo). Cenes de la Vega (Granada) • Camping Las Lomas (Alojamiento y Restauración). Güejar Sierra (Granada) • Hotel La Fragua (Alojamiento y Restauración). Trevélez (Granada)

En marzo de 2009 y en el marco de la Feria de Turismo Rural de Andalucía (FERANTUR), la Subdirección General de Planificación y Sostenibilidad de Turespaña, EUROPARC-España y la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía hicieron entrega de las acreditaciones a las empresas adheridas a la Carta Europea de Turismo Sostenible (Fase II de la CETS). 14 empresas del Espacio Natural de Sierra Nevada recibieron esta certificación:

Alquería de Morayma (Alojamiento y Restauración). Cádiar Casas Cueva del Tio Tobas (Alojamiento y Restauración). Valle del Zalabí Los Molinos de Padul (Alojamiento). Padul La Alacena de Laujar (Tienda). Laujar de Andarax Balneario de Lanjarón (Balneario). Lanjarón Hotel Castillo Lanjarón (Alojamiento). Lanjarón Hotel Rural Finca Los Llanos (Alojamiento y Restauración). Capileira Complejo Rural El Cercado (Alojamiento y Restauración). Bérchules Alojamiento Rural El Valle (Alojamiento). Durcal Mamut Sierra Nevada S.L. (Turismo Activo). Cenes de la Vega Camping Las Lomas (Alojamiento y Restauración). Güejar Sierra Hotel La Fragua (Alojamiento y Restauración). Trevélez Al‐Mihras Turismo Activo (Turismo Activo). Laujar de Andarax Ermita Vieja (Aula de Naturaleza). Dílar

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Cada una de estas empresas se ha comprometido a cumplir, en 3 años, un Programa de Actuaciones que contiene: mejoras en la oferta y conexión con el espacio natural protegido, mejoras en su comportamiento medioambiental y apoyo al desarrollo local y conservación del patrimonio. Así mismo, la Administración ambiental y el Espacio Natural se comprometen con estas empresas a: promocionarlas tanto a nivel nacional como europeo y favorecerlas en la selección de los destinatarios de las actividades formativas e informativas que organice el Espacio, y también está estudiando la posibilidad de considerar la adhesión a la CETS como un mérito valorable en las subvenciones que gestione el Espacio o la administración. En 2011 se prevé la ampliación de la II Fase con la incorporación de 12 empresas más interesadas en adherirse a la CETS:

o Hotel Almirez. Laujar de Andarax (Almería) o Hotel El Pintao El Tío Peroles. Abla (Almería) o Hotel Alcadima. Lanjarón (Granada) o Cooperativa Centro Las Torcas. Órgiva (Granada) o Nevadensis. Pampaneira (Granada) o Asnos Andaluces. Monachil (Granada) o Taller Textil Hilacar. Bubión (Granada) o Casa Rural Laurel de la Reina. La Zubia (Granada) o Queronea Gestión Integral. Monachil (Granada) o Casa Rural El Rincón de Pepa. La Zubia (Granada) o Refugio Postero. Jérez del Marquesado (Granada) o Hotel Zerbinetta. Dílar (Granada)

En cuanto a los establecimientos turísticos que se adhirieron a la CETS en 2009 y tras el primer seguimiento de sus programas de actuaciones, realizado por el parque, se ha comprobado que los informes son favorables. El esfuerzo e interés de algunos empresarios se ha demostrado con la ejecución casi total de sus compromisos durante este primer año, e incluso otros han realizado, a parte de las actuaciones proyectadas, otras vinculadas al propio programa, consideradas buenas prácticas ambientales. Hay que destacar, en relación a esta II Fase de la Carta, el primer catálogo de ecoturismo, editado por Turespaña, y que agrupa a los 7 primeros espacios protegidos acreditados y a las 91 primeras empresas adheridas. Además, a través de la campaña de dinamización turística “Asómate al Sulayr”, financiada por la Dirección General de Espacios Naturales y Participación Ciudadana de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y compromiso del Plan de Acción 2009-13, se ha creado el Blog de viajes del Sendero “Sulayr”, que permitirá un acceso directo a las páginas de las empresas adheridas. Estos y otros hechos concretos nos crean grandes expectativas en torno a la Carta Europea de Turismo Sostenible, que ha dejado de ser un planteamiento para interiorizarse en la gestión turística del territorio.

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14.2 En caso de que el turismo sea una actividad importante: - ¿cuántos visitantes acuden cada año a la Reserva de Biosfera propuesta? - ¿el número de visitantes tiende a aumentar? [De ser posible, proporciónense algunas cifras.] El número total de visitantes estimado de la Reserva de la Biosfera es de 2.482.122 al año siendo los visitantes de la Estación de Esquí 1.031.651 durante la temporada 2009- 2010. El turismo se ha convertido en una de las actividades económicas más importante de nuestro país y en especial de nuestra región. La actividad turística no sólo impacta al propio sector económico sino que además influye fuertemente en otros sectores económicos determinando, en parte, su desarrollo. Es difícil saber el número real de visitantes que recibe un espacio abierto como Sierra Nevada pero se dispone de cifras aproximadas cada año. La evolución del número de visitantes sigue el mismo patrón de ascenso o descenso que el turismo en líneas generales, habiendo disminuido ligeramente durante 2009 y 2010, después de años de continuo crecimiento. Se disponen de encuestas que determinan las características, motivaciones y valoraciones del turista en un entorno particular. Para el global de la Reserva de la Biosfera pueden hacerse estimaciones basándose en distintas fuentes de información como las que ofrecen los Observatorios Turísticos provinciales, elaborados por el Patronato Provincial de Turismo de Almería y el Patronato de Turismo de Granada, este último en colaboración con la Sociedad de Estudios Económicos de Andalucía, S.A.U. (ESECA). Los datos referidos a la Reserva de la Biosfera Sierra Nevada son por tanto datos estimativos, si bien cada año vez se ajustan más a la realidad por la ampliación de los puntos de muestreo y por la calidad de los datos. 14.2.1 Tipo(s) de actividades turísticas: [Estudio de la flora y la fauna, actividades recreativas, camping, excursiones a pie, vela, equitación, pesca, caza, esquí, etc.] La actividad turística que registra un mayor número de visitantes está asociada a la Estación de Esquí, durante el periodo que dura la práctica de este deporte. Para el análisis del turismo natural reflejaremos los datos recogidos en la publicación “Impacto socioeconómico del espacio natural protegido Sierra Nevada”, elaborado por la Sociedad de Estudios Económicos de Andalucía, S.A.U. (ESECA), y publicado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en 2007.

Las motivaciones turísticas son las causas que mueven a las personas a la realización de los viajes. De todas las posibles consideradas, casi la mitad de los visitantes lo hicieron por “Conocer el lugar”. “El contacto con la naturaleza y el Ocio o descanso” son razones también primordiales que favorecen la llegada de turistas.

En cambio, en el extremo opuesto, según aparece reflejado en el gráfico siguiente, observamos que aquellas motivaciones relacionadas con actividades intelectuales o laborales no son relevantes.

Un dato negativo a tener en cuenta es la escasa práctica de turismo residencial en la zona, pues en el ámbito nacional este turismo supone la segunda causa de los movimientos turísticos internos.

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Motivaciones turísticas

En cuanto a las actividades realizadas “Disfrutar del paisaje” destaca por ser la opción más declarada, efectuada en el 59,9% de los viajes. “Pasear y descansa o Tomar el sol” son otras elecciones preferidas por los turistas en sus viajes al Parque Natural. Las visitas de tipo cultural también tienen acogida en este tipo de turismo ya que casi el 20,0% de los encuestados reconoce haberlas efectuado. Siguiendo en orden de importancia, las actividades gastronómicas, de balnearios o de carácter deportivo han sido señaladas como prioritarias entre el 14,0% y el 16,5% de los usuarios respectivamente. En último lugar, se sitúan actividades relaciones con el ocio tales como la asistencia a clubs o discotecas (7,2%) y visitas a espectáculos culturales (2,1%).

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El turismo deportivo es uno de los pilares fundamentales del turismo rural, llegando a representar una cuota cercana al 15,0% en este caso, sin contemplar la actividad del esquí que tiene lugar durante la temporada de invierno.

El Parque Natural y Nacional de Sierra Nevada ofrece un gran abanico de posibilidades para la práctica de deportes constituyendo el senderismo la opción principal de los visitantes, seguida por fotografía de naturaleza y la observación de vegetación y/o fauna.

Los elementos más observados son: paisaje, flores y frutos silvestres, seguidos de plantas enteras, piedras, arena o tierra, animales y por último hongos o setas.

Otras actividades son: vivaqueo o acampada con autorización, esquí alpino o snowboard, bicicleta todoterreno, montañismo invernal, trineo, escalada, esquí nórdico y esquí de travesía.

Las actividades menos practicadas son: descenso de barrancos, rutas a caballo, espeleología y vuelo.

El alpinismo, el cicloturismo, y la acampada son deportes de común práctica en este medio así como también otras prácticas no especificadas.

Actividades realizadas

Si diferenciamos por zonas veremos que el senderismo es una de las actividades mayoritarias en todas las zonas pero destaca especialmente en la Vereda de la Estrella y la Hoya de la Mora, al igual que el montañismo, mientras que la bicicleta de montaña se practica en mayor proporción en el Canal de la Espartera. Es interesante el hecho de que en todas las zonas es importante el volumen de personas que practican la observación de flora y fauna.

El Turismo de salud también está representado en esta Reserva por el Turismo termal en Lanjarón. Lanjarón es el más importante balneario de aguas mineromedicinales de Andalucía desde el siglo XVII. Con una población de casi 4.000 habitantes, está situada en la colina de la Bordaila de la vertiente sur de Sierra Nevada (Las Alpujarras Occidentales). Se encuentra a una altitud de 650 metros sobre un terreno con grandes desniveles, barrancos y torrenteras.

A lo largo de su calle principal se sitúa el complejo turístico más importante de la comarca con 10 hoteles y 16 hostales. Además cuenta con una infraestructura complementaria: balneario,

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piscinas, instalaciones deportivas, lugares de recreo y ocio, miradores restaurantes centros comerciales y de artesanía, etc.

Respecto a las aguas mineromedicinales, hay que indicar que brotan de 5 manantiales diferentes, cada uno con aguas de características propias: cloruradas, bicarbonatadas, sódico-cálcicas, ferruginosas, ligeramente carbónicas y, por último, magnésicas.

El turismo de balnearios adolece de importantes desequilibrios que, en algunos casos, son comunes con los del sector turístico en general, pero que en otros podrían ser un eficaz paliativo para éste.

La estacionalidad de la demanda, la concentración de la oferta en un solo producto de índole curativa y los desajustes en los equipamientos están entre los problemas comunes, en tanto que la localización espacial en zona de especial interés paisajístico, cultural y ambiental, junto con un estricto respeto por el entorno natural, son los factores de diferenciación frente al turismo convencional.

14.2.2 Servicios turísticos e indicación de dónde están situados y en qué zona de la Reserva de Biosfera propuesta: EQUIPAMIENTOS DE USO PÚBLICO del ESPACIO NATURAL SIERRA NEVADA Área de Poniente: 1) Centro de visitantes el Dornajo. 2) Aula de la Naturaleza de Ermita Vieja. 3) Observatorio Humedales de Padul. 4) Aula de Naturaleza Humedales de Padul (El Aguadero) 5) Jardín Botánico:

La Cortijuela. Hoya de Pedraza.

6) Refugios: Refugio- vivac El Calvario.

7) Camping-Cortijo Balderas. 8) Senderos:

Dornajo-Campos de Otero Camino de los Neveros. Cerro de Huenes. Canal de la Espartera-Arenales de Trevenque. Sendero de la Silleta. SULAYR sector Poniente. Sendero de Accesibilidad Universal Haza Larguilla

9) Miradores: Mirador del Monte Ahí de Cara. Mirador Barranco de Huenes Mirador del Fraile Mirador Rinconada de Nigüelas

10) Áreas recreativas: Los Llanos. La Zubia. Río Dilar.

11) Carril- Bici La Zubia- Cumbres Verdes. 12) Ruta cicloturista Transnevada (en ejecución actualmente)

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Área de la Alpujarra Occidental: 1) Punto de información de Pampaneira. 2) Refugios:

Refugio de Poqueira. Refugio-vivac La Carihuela. Refugio-vivac La Caldera.

3) Senderos:

Lanjerón-Tello Puente Palo. Pueblos del Poqueira. Acequias del Poqueira. La Cebadilla. Hoya del Portillo-Refugio de Poqueira. Río Bermejo. Trevélez-Siete Lagunas. SULAYR sector Alpujarra Occidental.

4) Miradores : o Mirador de Puerto Molina. o Mirador Barranco de los Alisos o Mirador Tajo del Ángel o Mirador de Cáñar o Mirador Pallarín

5) Áreas recreativas: Puente Palo. Capileira. Hoya del Portillo. Pórtugos. Las Chorreras.

6) Ruta cicloturista Transnevada (en ejecución actualmente) Sector Alpujarra Oriental: 1) Centro de visitantes de Laujar de Andarax. 2) Punto de información de la Ragua. 3) Refugios:

Refugio-vivac Peñón de Polarda. 4) Casa Rural de Monterrey. 5) Hotel de Montaña de Nevada. 6) Miradores:

Barranco del Hornillo. De Mosquera. De Laújar. Mirador Canjáyar Mirador Ferreira Mirador Loma de la Pandera

7) Senderos: Monterrey. El Aguadero.

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Sendero de Accesibilidad Universal Ragua- Hoyos de Pura Sendero de Accesibilidad Universal Ragua- Barranco del Hornillo Sendero de Accesibilidad Universal Prados de la Ragua SULAYR sector Alpujarra Oriental.

8) Áreas recreativas: Río Laroles. Agua Agría. El Nacimiento. Monterrey. Collado del Espino.

9) Ruta cicloturista Transnevada (en ejecución actualmente) Sector Norte : 1) Aula de la Naturaleza de Paredes. 2) Refugios :

Refugio Postero Alto. Refugio-vivac El Doctor. Refugio-vivac Piedra Negra.

3) Casa Rural El Ubeire. 4) Casa Rural Dehesa de la Yedra. 5) Senderos:

El Ubeire. Molinos de Isfalada. Ragua-Lagunilla Seca. Ragua-Aldeire. Jerez del Marquesado-Postero alto. SULAYR sector Norte. Río Alhama.

6) Miradores: Del Marquesado. De Lanteira. Jérez del Marquesado Haza Ribera

7) Áreas recreativas: Venta de Serbal. Dólar. Río del Barrio. La Tizná. La Roza

8) Zona de Acampada Controlada La Roza. 9) Ruta cicloturista Transnevada (en ejecución actualmente)

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SERVICIOS TURÍSTICOS Se diferencia la Estación de Esquí del resto de los servicios localizados en la Reserva de la Biosfera y en las dos provincias que ocupa la misma:

Servicios Granada Almería Total

Hotel 68 4 72 Hostal 40 7 47

Casa Rural 42 19 61 Campamento, albergue 1 1 2

Camping 8 2 10 Apartamentos 34 1 35 Restaurantes 161 28 189

Datos referidos a las empresas registradas en 2005. ESTACIÓN DE ESQUI y CARRETERA DE ACCESO. Existen numerosos establecimientos de restauración que proveen de distintos servicios, bocadillerías, autoservicios, restaurantes, kioskos. El alojamiento también está cubierto, CETURSA en Pradollano dispone de tres restaurantes y de tres establecimientos hoteleros, a parte de una amplia oferta privada. Se cuenta con numerosos establecimientos dedicados a escuelas de esquí y a servicios relacionados con la práctica del mismo. Así como con servicios de guardería infantil y oros destinados al ocio en el tiempo libre.

En la carretera de acceso a Pradollano (A-395) existen además 4 restaurantes y 3 hoteles, aparte de algunas ofertas de alojamientos de turismo rural. OTROS EQUIPAMIENTOS DE USO PÚBLICO Centro de Recursos Telemáticos de Pitres. Centros de Interpretación en Cadiar y Pitres. Museo Etnográfico Fuente Alta. Casa Museo Pedro Antonio de Alarcón en Capileira. Casa Museo Etnográfico en Bubión. Museo Histórico Etnográfico de Terque. Museo de la uva de barco en Terque. Museo de la cultura Árabe en Ferreira. Señalización Interpretativa del Sitio Histórico de la Alpujarra Media y La Tahá. Bibliotecas y archivos municipales. Oferta termal del Balneario de Lanjarón Museo del Agua en Lanjarón. … 14.2.3 Indíquense las repercusiones positivas y/o negativas del turismo, actuales o previstas: El turismo ha experimentado un tremendo cambio en los últimos años y se ha visto sacudido por dos fenómenos que han aparecido casi de forma simultánea: Internet y los vuelos de Bajo Coste,

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repercutiendo de forma positiva en los destinos turísticos en general y en Sierra Nevada en particular. Por otra parte, existe un proceso de retroalimentación entre los turistas, que desean disfrutar del entorno y conocer el Parque, y la población residente, que adapta sus actividades para satisfacer las demandas de estos visitantes, así como las empresas asociadas a diferentes actividades turísticas. Se ha cuantificado en 1.235 millones de euros la actividad económica desarrollada en los municipios pertenecientes a la Reserva de la Biosfera Sierra Nevada durante el ejercicio 2005. De esta facturación global, el 27,1% se atribuye, directa o indirectamente, en opinión de los gerentes y responsables, a la presencia del Parque Nacional y del Natural. Reseñar que en Sierra Nevada se han registrado 194 empresas de Turismo Activo, por ejemplo.

Estos son sólo los efectos directos, ya que para llevar a cabo este volumen de negocio, las empresas adquieren inputs intermedios a otros sectores de la economía, produciendo un efecto multiplicador.

Los turistas que visitaron Sierra Nevada durante 2006 utilizaron principalmente casas o apartamentos para pasar su estancia, un 44,7%, de las que a su vez, el 27,7% fueron alquiladas, un 12,9% de amigos o familiares y el 4,2% restante en propiedad. Los alojamientos hoteleros constituyen la segunda opción preferente (40,5%) y la modalidad de camping ocupa la tercera posición en importancia (8,3%). Los hostales o pensiones han sido elegidos por el 6,0% de los turistas, mientras que los albergues apenas cuentan con representación dentro de este medio natural, solamente un 1% aproximadamente de los visitantes han hecho uso de este tipo de instalaciones. Un dato negativo a tener en cuenta es la escasa práctica de turismo residencial en la zona, pues en el ámbito nacional este turismo supone la segunda causa de los movimientos turísticos internos.

Y por otra parte hay que reseñar la concentración de la oferta turística en determinados núcleos de población y en la estación de esquí. 14.3 Ventajas de las actividades económicas para la población local: [Con respecto a las actividades mencionadas más arriba, indíquese si las comunidades locales obtienen directa o indirectamente algún ingreso o alguna ventaja del sitio propuesto como Reserva de Biosfera y mediante qué mecanismo.] El turismo supone para el Parque una fuente de ingresos externa muy importante y contribuye al desarrollo de otras actividades relacionadas. Entre 1989 y 2003, se ha producido en el conjunto de municipios del Parque Natural de Sierra Nevada un incremento medio anual del 3,57% en el número de plazas hoteleras, y aunque éste ha sido inferior al registrado por el conjunto de Andalucía y el resto de áreas de montaña, la ratio de plazas por habitante que existe en los municipios de los Parques es el triple de la registrada en el resto de áreas montañosas de Andalucía. En relación a la facturación global que han obtenido en 2005 las empresas localizadas en alguno de los 60 municipios pertenecientes a los Parques, se ha estimado que el 27,1% de la misma se puede atribuir, según sus propios responsables, de forma directa o indirecta, a la existencia del Parque Natural y Nacional de Sierra Nevada.

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Por sectores, el turismo es el que mayor influencia tiene, cuyos ingresos representaron en 2005 casi el 18% de la facturación global obtenida por las empresas de la zona. Dado que las empresas requieren comprar inputs intermedios a otras, en forma de bienes o servicios, se produce un efecto multiplicador, según el cual, por cada euro que han producido las empresas del Parque, la economía nacional ha tenido que producir bienes y servicios por valor de 2,5 euros, de los cuales 1,7 euros han sido producidos por empresas andaluzas. El turismo aportó el 54% de toda la producción efectiva atribuible al Parque. El Valor Añadido Bruto que se ha generado en 2005 como consecuencia de la existencia de los Parques Natural y Nacional de Sierra Nevada ha supuesto el 1,4% del Valor Añadido Bruto de las provincias de Granada y Almería. Asimismo, el empleo generado por los Parques representó el 1,4% de los ocupados totales de ambas provincias.

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15. FUNCION DE APOYO LOGISTICO 15.1 Investigación y vigilancia 15.1.1 ¿En qué medida los programas anteriores y previstos de investigación y vigilancia se han concebido para tratar cuestiones de ordenación específicas en la Reserva de Biosfera propuesta? [Por ejemplo, para determinar qué zonas requieren una protección estricta como zonas núcleo, o para definir las causas de la erosión del suelo y los medios de detenerla, etc.] El espacio privilegiado de Sierra Nevada ha sido y sigue siendo un territorio que ha despertado un gran interés por parte de la comunidad científica provincial, regional, nacional y europea; tanto es así que son muy numerosos los trabajos, publicaciones y tesis doctorales realizadas sobre Sierra Nevada por parte de investigadores y científicos.

Por otra parte, desde su declaración como Parque Natural y posteriormente Parque Nacional, la gestión del espacio ha conllevado la financiación de proyectos por parte del Ministerio de Medio Ambiente y de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía relacionados con las diferentes áreas de gestión:

Conservación de la biodivesidad. Protección Ambiental Aprovechamientos y usos tradicionales Patrimonio Cultural Uso Público Materiales divulgativos El Espacio Natural y su Entorno

En relación con los dispositivos de vigilancia, ordenación y control de las actividades, por una parte existe suficiente ordenamiento jurídico europeo, nacional, autonómico y municipal.

Por otra parte, la Reserva de Biosfera de Sierra Nevada cuenta con personal técnico y de guardería que determinan las actividades compatibles en el territorio y que establecen la vigilancia del mismo. 15.1.1 ¿En qué medida los programas anteriores y previstos de investigación y vigilancia se han concebido para tratar cuestiones de ordenación específicas en la Reserva de Biosfera propuesta? [Por ejemplo, para determinar qué zonas requieren una protección estricta como zonas núcleo, o para definir las causas de la erosión del suelo y los medios de detenerla, etc.] Como se ha comentado, ya desde el siglo XIX, Sierra Nevada ha llamado la atención de numerosos investigadores e historiadores, producto de los conocimientos que de la misma se poseía fue su declaración como Reserva de la Biosfera en 1986, nos referimos a la extraordinaria riqueza florística y a la gran variedad y originalidad de sus ecosistemas, que determinó el establecimiento de la zona núcleo y de la zona tampón de esta Reserva. Los mecanismos de gestión establecidos mediante el PORN del Espacio Natural y los PRUGs para el Parque Nacional y el Parque Natural determinan y condicionan las zonificaciones propuestas.

Podemos concluir que la zonificación establecida es producto de los conocimientos adquiridos: científicos, técnicos, culturales, etnográficos, etc., sobre un espacio singular y excepcional como es Sierra Nevada.

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15.1.2 Breve exposición de las actividades de investigación y/o vigilancia anteriores [Indíquense las fechas de estas actividades y la medida en que los programas de investigación y vigilancia revisten una importancia local/nacional y/o internacional.] Enmarcadas en las diferentes líneas son numerosas las actividades de investigación que se han realizado a lo largo de los años en Sierra Nevada, por parte de las Universidades de Granada y Almería, Universidades Nacionales e Internacionales, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Consejerías de la Junta de Andalucía: de Medio Ambiente, de Agricultura y Pesca, de Cultura, de Empleo, de Turismo Comercio y Deporte, etc y las Diputaciones de Almería y Granada. De los trabajos de investigación realizados en el espacio y de los que se puede tener referencia:

♣ Los Proyectos de Investigación solicitados al Centro Administrativo del Espacio Natural de Sierra Nevada de la Consejería de Medio Ambiente para su autorización: se presenta un resumen atendiendo al año solicitado, si es realizado por equipos nacionales o internacionales y si están referidos al medio biótico o abiótico (se especifican en el Anexo los Proyectos solicitados desde 2002 a 2007.

Año E.Nacional E. Internacional Bióticos Abióticos

2002 17 3 13 7 2003 20 3 20 3 2004 26 2 26 2 2005 19 2 18 3 2006 17 3 15 5 2007 13 4 17 0 2008 22 1 17 6 2009 28 3 30 1 2010 23 2 15 10 Total 185 23 171 37

♣ Proyectos promovidos por el Ministerio de Medio Ambiente y por la Consejería de

Medio Ambiente, a través del Centro Administrativo del Espacio Natural Sierra Nevada.

Año Nº Proyectos

2002 2 2003 11 2005 12 2007 9 2008 2 2009 5 2010 2 Total 43

A continuación se referirán las grandes líneas de investigación en las que se ha trabajado y trabaja en esta reserva y en las que se enmarcan los diferentes proyectos. • Investigación y vigilancia sobre factores abióticos [climatología, hidrología, geomorfología, etc.]:

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Seguimiento del Cambio Global en el Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada: desde 2006 se ha puesto en marcha en Sierra Nevada una red internacional de investigación y seguimiento del cambio global en el marco del programa Hombre y Biosfera de la UNESCO, basado en la iniciativa denominada GLOCHAMORE.

Realización del “Mapa Geomorfológico” de Sierra Nevada. Lucha contra la Erosión y la Desertificación. Investigaciones derivadas del “Plan de Prevención de avenidas e inundaciones en

cauces urbanos”. …

• Investigación y vigilancia sobre factores bióticos [flora, fauna]:

Conservación de Hábitats con flora amenazada de Sierra Nevada Proyectos sobre el manejo de formaciones vegetales:

♣ Seguimiento y control del estado sanitario de los bosques. Proyectos de manejo de flora y fauna:

♣ Conservación de la diversidad Florística de las altas cumbres mediterráneas

♣ Recuperación de la Flora en peligro crítico y en peligro de las Sierras de Andalucía Oriental.

♣ Conservación y mantenimiento de Flora silvestre en el jardín botánico de La Cortijuela.

♣ Inventario, cartografiado y propuestas de la gestión de especies de artrópodos

♣ Monitorización y estatus poblacional de ungulados ♣ Definición del estatus y distribución del topillo nival y topillo de

cabrera. ♣ Inventarios de rapaces. Estudio sobre el Águila Real. ♣ Atlas de distribución de carnívoros de Sierra Nevada. ♣ Estudio sobre la viabilidad para la reintroducción del buitre común y el

quebrantahuesos. …

• Investigaciones socioeconómicas [demografía, economía, conocimientos tradicionales, etc.]:

Para la elaboración del Plan de Desarrollo Sostenible de Sierra Nevada se realizó además de un diagnóstico medioambiental un diagnóstico socioeconómico de los 60 municipios a los que afecta el mismo.

Impacto socioeconómico del espacio natural protegido Sierra Nevada, publicado por la Consejería de Medio Ambiente y realizado por la Sociedad de Estudios Socioeconómicos de Andalucía, ESECA. (2007).

El Urbanismo en La Alpujarra-Sierra Nevada. Propuestas para la conservación de la arquitectura y del urbanismo tradicional. Elaborado por García de los Reyes, arquitectos asociados, S.L. y publicado por el ADR-Alpujarra, (2006).

Inventario de acequias, de riego y de careo. Estudios sobre la actividad ganadera:

♣ Censos de ganadería extensiva. ♣ Evaluación de la productividad de pastos ♣ Seguimiento zoosanitario del Ganado pastante

Proyecto “Teleparques” sobre nuevos Yacimientos de Empleo, como una de las opciones de desarrollo local unido al equilibrio y cuidado del espacio protegido. En la localidad Alpujarreña de Pitres se localiza el Centro de Recursos Telemáticos, equipamiento donde se fomenta labores formativas, pero además se generan proyectos para el sector empresarial, ayuda a emprendedores.

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15.1.3 Breve exposición de las actividades de investigación y/o vigilancia en curso: Se continuarán muchos de los proyectos iniciados anteriormente y que en grandes líneas se han expuesto anteriormente. • Investigación y vigilancia sobre factores abióticos [climatología, hidrología, geomorfología, etc.]:

Seguimiento del Cambio Global en el Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada, desde 2006 (especificado en el epígrafe 15.1.8): servicios ecosistémicos y gestión adaptativa.

Lucha contra la erosión y la desertificación. • Investigación y vigilancia sobre factores bióticos [flora, fauna]:

Conservación de la biodiversidad de Sierra Nevada: ♣ Conservación y mejora de masas forestales afectadas por desfoliadores

en Sierra Nevada. ♣ En el Sistema Paneuropeo de seguimiento de los ecosistemas forestales,

dentro del Programa de la Unión Europea para la protección de los bosques contra la contaminación atmosférica, se prevé la vigilancia intensiva y continua de la parcela de encinar de La Alpujarra incluida en el mismo.

Proyectos de manejo de flora y fauna: ♣ Recuperación de flora de altas cumbres de Andalucía. ♣ Recuperación de leñosas amenazadas en Sierra Nevada: abedulares,

tejedas, acerales, castañares y alisedas. ♣ Proyecto de inventario, cartografiado y propuestas de la gestión de

especies de artrópodos ♣ Estudio sobre la viabilidad para la reintroducción del quebrantahuesos. ♣ Proyectos de restauración del hábitat piscícola: recuperación de trucha

común. …

• Investigaciones socioeconómicas [demografía, economía, conocimientos tradicionales, etc.]: Con respecto a las actividades tradicionales, se finalizarán los estudios previstos en la “Evaluación de pastos del Parque Nacional” y se continuará con el “Plan de gestión de la ganadería extensiva tradicional” y “conservación de sistemas tradicionales de riego” Sierra Nevada va a participar en un proyecto regional de “Mantenimiento y seguimiento de Áreas Cortafuego mediante pastoreo”

Con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo se colabora en un programa de “Diseño Piloto para la elaboración de paquetes turísticos en los parques acreditados con la Cara Europea de Turismo Sostenible”, para su comercialización Europea.

15.1.4 Breve exposición de las actividades de investigación y/o vigilancia previstas: Según el PORN del Espacio Natural y en el marco del Plan Nacional de Investigación de la Red de Parques Nacionales, está prevista la elaboración del Programa de Investigación del Espacio Natural Sierra Nevada, y en él tendrán cabida al menos las siguientes líneas prioritarias de investigación:

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a) Biología de la conservación de especies de flora y fauna. b) Estudios de flora y fauna encaminados a implementar planes de manejo. c) Evolución de las poblaciones animales y formaciones vegetales. d) Estudios en el ámbito geomorfológico y edafológico relativos a elementos

singulares y de mayor interés ecológico. e) Estudios socioeconómicos de la comarca, en particular la actividad económica

generada por el Parque Nacional. f) Estudios sobre la capacidad de acogida para el uso público y el impacto producido

por los visitantes. g) Incidencia del manejo de los recursos naturales sobre la flora y fauna. h) Estudios sobre la incidencia de los herbívoros sobre la flora y vegetación. i) Diseño de protocolos para el seguimiento de parámetros ambientales. j) Recursos hídricos. k) Conservación del paisaje y del patrimonio cultural, y mantenimiento de actividades

tradicionales. l) Estudios sobre los riesgos producidos por la desertificación. m) Detección y evaluación de fenómenos y procesos asociados al cambio global.

Por otra parte se pretende la creación de un Centro de Documentación donde, entre otros aspectos, se recopilen las memorias resultantes de los estudios realizados hasta la fecha en el Espacio Natural. • Investigación y vigilancia sobre factores abióticos [climatología, hidrología, geomorfología, etc.]: Se continuará con el proyecto “Seguimiento del Cambio Climático” basado en la iniciativa Glochamore-Glochamost. • Investigación y vigilancia sobre factores bióticos [flora, fauna]:

En espera de la aprobación del mencionado programa se continuarán o pondrán en marcha los siguientes proyectos:

a) Estudios de viabilidad de la reintroducción del quebrantahuesos y la nutria. b) Diagnóstico de espacios ganaderos y caracterización de recursos silvopastorales. c) Técnicas de manejo para el rescate genético del Pinus sylvestris nevadensis. d) Estudio sobre la avifauna del humedal de las Turberas del Padul. e) Censo y estatus de rapaces. f) Estudios sobre especies de fauna de Sierra Nevada, en particular de invertebrados y

anfibios. • Investigaciones socioeconómicas [demografía, economía, conocimientos tradicionales, etc.]: Caracterización de visitantes de Sierra Nevada. 15.1.5 Número estimado de científicos nacionales que participan en las investigaciones en la Reserva de Biosfera propuesta:

• permanentemente: 50 • ocasionalmente: 100

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15.1.6 Número estimado de científicos extranjeros que participan en las investigaciones en la Reserva de Biosfera propuesta:

• permanentemente: 10 • ocasionalmente: 25

15.1.7 Número estimado de tesis de maestría y/o de doctorado preparadas cada año sobre la Reserva de Biosfera propuesta:

5 15.1.8 Estación o estaciones de investigación en la Reserva de Biosfera propuesta: En Sierra Nevada se ha puesto en marcha un completo sistema de seguimiento de cambio global, entendiendo el mismo como las modificaciones en el medio ambiente provocadas por la acción humana y que pueden llegar a altera la capacidad del planeta para sustentar la vida.

La reserva de la Biosfera Sierra Nevada ha sido identificada como un lugar idóneo para llevar a cabo iniciativas de investigación relacionadas con este fenómeno y participa, junto con otras 27 Reservas de la Biosfera de carácter montañoso de todo el mundo, en la Red Internacional de Investigación y Seguimiento del Cambio Global, en el marco del programa Hombre y Biosfera (MaB) de la UNESCO denominado Global Change in Mountain Regions (GLOCHAMORE), y en el que trabajan actualmente de forma integrada científicos y gestores de 28 reservas de la biosfera de todo el mundo.

Los sistemas montañosos reúnen ciertas características que los convierten en observatorios privilegiados de este tipo de seguimientos.

En efecto, además de estar generalmente menos modificados por el hombre que las tierras más bajas y ser a menudo refugio de flora y fauna ya perdidos en otros lugares, los frágiles equilibrios que regulan los componentes de los ecosistemas naturales de montaña hacen que a lo largo de los gradientes altitudinales se manifiesten cambios análogos a los que se producen a lo largo de gradientes latitudiales, manifestándose aquí de forma más rápida y a una escala espacial menor, lo cual facilita su estudio y evaluación.

El Protocolo de Seguimiento de los Parques Nacionales de la Red Española, establece como procesos más importantes en el funcionamiento de los sistemas naturales y las escalas en las que actúan, los siguientes:

Escala local Escala regional Escala global

Procesos naturales

Interacciones entre especies Respuestas fisiológicas Demografía

Hidrología Climatología Circulación marina local Dispersión de especies

Climatología Oceanografía Migraciones

Derivados de las actividades humanas

Gestión Usos recreativos Investigaciones

Usos periféricos de la tierra Contaminación local Introducción de especies

Cambio climático Lluvias ácidas Cambio en capa de ozono

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El programa incluye el diseño de un sistema de indicadores ambientales (27) para el estudio y evaluación de los efectos del cambio global en diferentes elementos naturales y socioeconómicos a corto, medio, y largo plazo y relacionados con los siguientes bloques temáticos:

A) Meteorología, climatología y atmósfera:

♣ Clima: Red de estaciones multiparamétricas convenientemente situadas, que permitirá completar un sistema de registros continuo de diferentes indicadores meteorológicos y atmosféricos, incluyendo varios tipos de radiación solar y deposición de partículas.

♣ Balance neto de flujos de CO2 en ecosistemas de alta montaña, para lo cual

se ha instalado una estación de medición específica.

♣ Contaminación atmosférica (O3, NH3, NO2 y SO2)

B) Ecosistemas terrestres:

♣ Seguimiento de fenología, dinámica poblacional, distribución altitudinal e identificación de amenazas en especies clave de flora y fauna.

♣ Seguimiento de comunidades con alto grado de endemicidad y

especialmente vulnerables.

♣ Paleo-perspectiva: Análisis polínico, de restos de carbones y formas de resistencia bióticas.

C) Aguas de alta montaña (cantidad y calidad). D) Cobertura nival y permafrost. F) Seguimiento de Catástrofes (procesos post-incendio) G) Aspectos socioeconómicos: cambios de uso del territorio y sus implicaciones en la

sostenibilidad, recuperación de aprovechamientos tradicionales.

Los indicadores seleccionados a partir de la estrategia GLOCHAMORE se agruparán desde un punto de vista temático, es decir, distinguiendo si se refieren a variables abióticas, seguimiento de especies, etc...

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Los siguientes esquemas muestran la estructura propuesta:

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En su implantación participan de forma activa y coordinada, organismos internacionales (UNESCO), nacionales (Organismo Autónomo de Parques Nacionales, del Ministerio de Medio Ambiente) y regionales (Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y Universidad de Granada a través del Centro Andaluz de Medio Ambiente). De otra parte, el Centro de Investigación y Formación Agraria y Pesquera, de la Consejería de Innovación Ciencia y Empresa, desarrolla proyectos de Investigación dentro de la Reserva y tiene asignadas varias parcelas de experimentación. Estas parcelas de investigación se destinan a la mejora de los recursos naturales de la Reserva Sierra Nevada: plantas aromáticas, variedades locales hortícolas y de frutales, erosión y desertificación, etc.

[.X.] = permanente(s); [...] = temporal(es). 15.1.9 Estación o estaciones permanente(s) de investigación fuera de la Reserva de Biosfera propuesta: [Si no existe una estación de investigación permanente en la Reserva de Biosfera propuesta, señálense el emplazamiento, la distancia con respecto al núcleo, el nombre y la dirección de la estación de investigación más importante.] La Reserva de Biosfera de Sierra Nevada se encuentra situada en las cercanías de dos capitales de provincia de gran relevancia en Andalucía Granada y Sevilla aunque todas las Universidades andaluzas y otros centros de investigación de la región, y buena parte de los nacionales, tienen a Sierra Nevada como núcleo de interés de sus trabajos con una gran tradición de grupos de investigadores que realizan sus trabajos sobre Sierra Nevada. 15.1.10 Parcelas sometidas a vigilancia permanente: [Indíquense el año en que se establecieron, el objetivo de la vigilancia, el tipo y la frecuencia de las observaciones y mediciones y si se utiliza un protocolo reconocido internacionalmente, por ejemplo el protocolo MAB MAPMON del Smithsonian para la vigilancia de la biodiversidad forestal.] Se prevé la vigilancia intensiva y continua de la parcela de encinar de La Alpujarra incluida en el Sistema Paneuropeo de seguimiento de los ecosistemas forestales, dentro del Programa de la Unión Europea para la protección de los bosques contra la contaminación atmosférica. En el marco del proyecto de Seguimiento del Cambio Global en Sierra Nevada se han implantado y puestas en funcionamiento una completa red de 10 estaciones (2 en 2006 y 8 en 2007) para el registro continuo de datos climáticos y atmosféricos en emplazamientos estratégicos del macizo.

Esta red está permitiendo contar con un sistema de registros continuos de diferentes parámetros:

- Temperatura y humedad del aire - Precipitación - Velocidad y dirección de viento - Radiación solar global - Radiación ultravioleta B - Presión atmosférica

Además de esta instrumentación básica, algunas estaciones están dotadas de sensores complementarios que aumentan el espectro de los parámetros de medida:

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- Radiación global difusa - Radiación neta - Radiación PAR global - Radiación PAR reflejada - Radiación solar inclinada - Radiación ultravioleta A - Temperatura del suelo - Altura de nieve - Flujos de CO2 y vapor de agua

Los equipos de medición están situados en lugares representativos de los principales ecosistemas de Sierra Nevada, cubriendo los distintos pisos bioclimáticos y en un rango de exposiciones variado.

Además se ha puesto en funcionamiento un equipo de medición de flujos de CO2 que registra datos sobre el balance de flujos de este gas de efecto invernadero a lo largo del año.

La información que se genera se integrará en la Red de Información Ambiental de Andalucía (REDIAM).

Se especifican las estaciones climáticas instaladas en Sierra Nevada durante los años 2006 (estaciones 1 y 2) y 2007 (estaciones 3-10):

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Además se cuenta con las parcelas experimentales del CIFA, de la Consejería de Innovación Ciencia y Empresa.

15.1.11 Medios de investigación de la(s) estación(es) de investigación: [Estación meteorológica o hidrológica, parcelas experimentales, laboratorio, bases de datos informatizadas, Sistema de Información Geográfica, biblioteca, vehículos, etc.] Parcelas de investigación en el marco de las estaciones de Seguimiento de Cambio Global y las del CIFA (especificadas anteriormente).

En la actualidad cuatro de las estaciones mencionadas se encuentran dadas de alta en el Subsistema de Información Climatológica Ambiental (CLIMA), de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

Se dispone de bases de datos informatizadas y de equipo técnico e instrumental de SIG. Se dispone de Biblioteca en el Centro Administrativo del Espacio Natural. Se dispone de un vehículo para el mantenimiento de estas instalaciones.

15.1.12 Otras instalaciones: [Por ejemplo, instalaciones para alojamiento de científicos o para que puedan pernoctar, etc.] Se cuenta con los equipamientos de uso público, además en el Área de Influencia Socioeconómica existe una amplia y variada oferta para alojamiento y restauración. 15.1.13 ¿Tiene la Reserva de Biosfera propuesta una conexión a Internet? El Espacio Natural Sierra Nevada, que gestiona la Reserva de la Biosfera, y mediante la Consejería de Medio Ambiente, dispone de página web, a través de la Red de Espacios Naturales de Andalucía.

Nº DENOMINACIÓN PISO BIOCLIMATICO

PROVINCIA/ T.M. COORD. UTM ALTITUD

(M)1 Cortijuela Supramediterráneo Gr/ Monachil X:458.292

Y: 4.104.641 1.693

2 Lanjarón Oromediterráneo Gr/Lanjarón X : 458.232 Y : 4.093.156

2.430

3 El Encinar Mesomediterráneo AL/ Laujar de Andarax X: 509.233 Y: 4.100.838

1.670

4 Fuente Juncol Mesomediterráneo AL/ Nacimiento X: 526.717 Y: 4.107.110

1.030

5 Loma de los Olmos Mesomediterráneo AL/ Ragol X: 528.570 Y: 4.097.297

600

6 Camarate I (Embarcadero)

Mesomediterraneo GR/ Lugros X: 477.610 Y: 4.116.275

1.550

7 Camarate II (Piedra Soldado)

Oromediterráneo GR/ Lugros X: 477.170 Y: 4.112.490

2.190

8 Posiciones Veleta Crioromediterraneo GR/ Monachil X: 467.117 Y: 4.102.300

3.100

9 Cañar-Robledal (Casa Forestal)

Supramediterraneo GR/ Cañar X: 461.680 Y: 4.089.692

1.700

10 Laguna Seca Oromediterráneo GR/ Huéneja X: 504.255 Y: 4.105.949

2.300

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El Parque Nacional tiene también un lugar en la página web del Ministerio de Medio Ambiente en la Red de Parques Nacionales. 15.2 Educación sobre el medio ambiente y sensibilización del público al respecto [Los programas de educación sobre el medio ambiente -llamada ahora a veces educación para el desarrollo sostenible- pueden estar dirigidos a escolares, a la población adulta de comunidades locales y a visitantes nacionales y extranjeros.] Ante la necesidad de informar, sensibilizar y educar sobre la importancia de los valores del Espacio Protegido y los beneficios directos e indirectos generados por su existencia, se desarrollan Campañas Continuas de Comunicación con tres líneas de trabajo:

Información y sensibilización en los municipios del Parque (Cazadores, Pescadores, Ganaderos, Agricultores).

Educación ambiental y divulgación social (Escolares, Asociaciones, ). Itinerarios guiados para visitantes y residentes.

Actualmente se está realizando un esfuerzo especial en la explicación del nuevo modelo organizativo del Espacio Natural Sierra Nevada y se desarrollará una campaña especial de difusión de Buenas Prácticas Ambientales para la que se ha desarrollado un programa de formación del personal y se ha editado un material divulgativo que se hará llegar a todos los municipios y agentes sociales de Sierra Nevada.

En ese mismo sentido Sierra Nevada cuenta con un Programa de Comunicación y Educación Ambiental.

En el marco de la Carta Europea de Turismo Sostenible, el Plan de Actuación contemplado supone un contacto directo con el sector turístico de esta Reserva. Se han realizado jornadas conjuntas para la elaboración del dossier de candidatura, seminarios de información y difusión de los valores de la Reserva de la Biosfera, cursos relativos a la formación para acreditarse como puntos de información del Espacio Natural Sierra Nevada (se han formado, y se han acreditado a 11 establecimientos como puntos de información del parque. con el objetivo fundamental de acercar el espacio natural a los turistas que lo visitan), talleres…

15.2.1 Expónganse los tipos de actividades de educación sobre el medio ambiente y sensibilización del público al respecto, indicando los correspondientes grupos destinatarios: El Programa de Comunicación y Educación Ambiental de Sierra Nevada incluye las siguientes actividades:

Publicación del Boletín de Sierra Nevada, con el fin de mejorar la difusión del Parque entre residentes y visitantes.

Campaña de educación ambiental con escolares (charlas, Itinerarios y talleres) del Área de Influencia Socioeconómica.

Campaña de educación ambiental con asociaciones (charlas, Itinerarios y talleres) del Área de Influencia Socioeconómica.

Formación del profesorado del entorno de Sierra Nevada a través de los Centros de Formación del profesorado (CEPs).

Campaña de educación ambiental y comunicación para alumnos de Ciclos y Módulos de Formación Profesional y Formación Ocupacional relacionados con el Medio Ambiente y las actividades forestales del entorno de Sierra Nevada. En esta campaña se llega a 10 ciclos formativos de formación profesional y módulos de formación ocupacional.

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Programa de eventos para la celebración de efemérides (Día del Árbol, Día Mundial del Medio Ambiente, etc.).

Etc.

El Programa de Voluntariado del Parque de Sierra Nevada, incluye:

Desarrollo de proyectos y Campos de trabajo del Plan de Acción de Voluntariado de la Red de Parques Nacionales, en campos de trabajo de voluntarios con SEO, ADENA y la Universidad Autónoma de Madrid.

Red de Voluntarios Ambientales de Sierra Nevada. Desarrollo de un calendario de actividades anual por un voluntariado local y estable en colaboración con la Consejería de Medio Ambiente.

Participación en la oferta de campos de trabajo de la Consejería de Medio Ambiente y el Instituto Andaluz de la Juventud.

El Programa Editorial contempla numerosas publicaciones, como:

“Sulayr, los caminos de la luz”. Libro de poemas e imágenes. Cuaderno de Itinerarios Geológicos en Sierra Nevada. Actualización y divulgación del Mapa Guía Digital de Sierra Nevada. Carpeta de información general. Edición de la Topoguía del sendero de largo recorrido Sulayr Folleto del servicio de interpretación ambiental de altas cumbres, vertientes

norte y sur. Fichas de senderos. Guía Didáctica “Sierra Nevada, un mundo por descubrir”. Etc.

15.2.2 Indíquense los servicios para las actividades de educación sobre el medio ambiente y sensibilización del público al respecto: [Centro para visitantes; programas interpretativos para visitantes y turistas; senderos naturales; proyectos de demostración de ecomuseo sobre el uso sostenible de los recursos naturales.] Los equipamientos de uso público se distribuyen por todas las comarcas que componen la Reserva de la Biosfera y se han especificado anteriormente. Aulas de la Naturaleza, jardines botánicos, centros de visitantes y puntos de información.

En el desarrollo de los programas de Educación Ambiental juegan un papel importantee las tres Aulas de Naturaleza existentes, Ermita Vieja (Dílar), Paredes (Abrucena)y Humedales del Padul- El Aguadero (Padul), los dos Jardines Botánicos y los centros de visitantes del Dornajo y de Laujar de Andarax.

Por otra parte, el Área de Reserva de la Laguna de Padul presenta una importante demanda de actividades vinculadas a la investigación, al uso público y a la educación ambiental. Para que estas actividades puedan desarrollarse satisfactoriamente, tanto desde el punto de vista ambiental como de la calidad de la visita, es necesario disponer de unas mínimas infraestructuras.

Se está acondicionando para ello el Centro Ambiental del Aguadero, que permitirá un uso polivalente y cuyo diseño responde a las lógicas necesidades de ordenación de usos de una zona frágil y de alto valor ecológico.

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Como puntos de información se cuenta con el Punto de Información de Pampaneira y el de la Ragua. Se tiene previsto la construcción de un punto de información en el paraje de Canal de la Espartera o Mirador de los Alayos, localizado en el límite de los términos municipales de La Zubía y Dílar, en el entorno del Área Metropolitana de Granada.

Programa de Interpretación Ambiental de las Altas Cumbres

El Servicio de Interpretación de Altas Cumbres (SIAC) permite realizar una visita de calidad al espacio, ofreciendo información personalizada sobre los valores naturales y culturales y sobre las normas que rigen en este Espacio Natural Protegido. De esta forma se pretende combinar la mejor experiencia para el visitante con la máxima protección de los sistemas naturales, utilizando una actividad interactiva entre los recursos, el público y la administración.

Señalización

Se han instalado los elementos definidos en el Manual de Señalización de Uso Público de la Consejería de Medio Ambiente:

Señales de límite: Se ubican en el perímetro para completar la línea externa del Parque Natural.

Señales direccionales: Se colocan en las carreteras y vías que conducen al Parque.

Señales de normativa: Se instalan en las principales entradas y equipamientos del Parque Natural.

Señales de itinerario: Se instalan en el punto de inicio de los senderos. Balizas: Se instalan a lo largo de los senderos. Señales orientativas: Se instalan en senderos y pistas forestales.

Sendero de gran recorrido “Sulayr”.

La red de senderos que Sierra Nevada presenta se han especificado en los equipamientos de uso público citados.

Mención especial haremos con “Sulayr”: el gran sendero de Sierra Nevada. Un itinerario de 350 kilómetros de longitud que da la vuelta al macizo a través de la media montaña. Su diseño persigue múltiples objetivos: vertebrar la red de senderos, facilitar el uso y disfrute a personas sin condiciones físicas especiales, garantizar la ausencia de perturbaciones sobre los frágiles ecosistemas de alta montaña, disponer de sectores y puntos panorámicos para apreciar e interpretar los paisajes de Sierra Nevada, poner en valor los principales equipamientos de uso público existentes, resaltar el patrimonio histórico y etnográfico y favorecer el desarrollo socioeconómico de los municipios.

Los principales pueblos del entorno tienen accesos peatonales practicables y señalizados al sendero, de forma que su recorrido pueda planificarse en diferentes etapas según disponibilidad de tiempo y aptitudes. El soporte informativo del sendero (gráfico e informático) contiene referencias claras a los servicios turísticos y valores de cada municipio.

Se ha elaborado la Topoguía del sendero, DVD y web. Actualmente se están diseñando otros recursos de comunicación.

Reseñar también el proyecto de ejecución de senderos de accesibilidad universal y de mejora de la red de senderos de Sierra Nevada.

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El proyecto tiene como objeto principal el acondicionamiento de senderos adaptados para discapacitados en el entorno del Puerto de la Ragua. La ubicación seleccionada y el diseño son consecuencia de las informaciones obtenidas a través de las jornadas y los contactos que a lo largo de estos años se han llevado a cabo con distintos colectivos de discapacitados.

En los próximos meses se inaugurará un itinerario señalizado de gran recorrido, denominado TRANSNEVADA, también circular y por toda la Reserva de la Biosfera, especialmente diseñado para uso de bicicletas de montaña

Programa “Sierra Nevada para Vivirla Seguro” Sierra Nevada ha puesto en marcha un programa de prevención de accidentes que incluye un servicio de orientación “in situ” a visitantes en zonas estratégicas y un estudio sobre seguridad que permita actuar de forma objetiva sobre aquellos factores que influyen en la existencia de siniestros.

Los objetivos de este servicio son los siguientes:

Determinar riesgos. Zonificar el espacio identificando aquellas áreas potencialmente peligrosas. Caracterizar a los visitantes, detectando actitudes o carencias que propicien

accidentes. Proponer medidas genéricas y específicas de actuación para minimizar

riesgos. Realizar un dossier histórico con la información referente a los rescates de

montaña, analizando dificultades y posibles mejoras. Difundir las conclusiones del estudio entre usuarios y entidades oficiales que

tienen alguna responsabilidad en labores de protección civil. Otras instituciones públicas y privadas

Complementariamente se cuenta con:

Centros de Interpretación: en Pitres y Cadiar Museo Histórico Etnográfico de Terque Señalización Interpretativa del Sitio Histórico de la Alpujarra Media

Granadina y la Tahá, Archivos y bibliotecas públicas municipales. Etc.

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15.3 Capacitación especializada [Adquisición de aptitudes profesionales por parte de administradores, estudiantes universitarios, decisores, etc.] [Expónganse las actividades de capacitación especializada: por ejemplo, proyectos de investigación para estudiantes; capacitación profesional y talleres para científicos; capacitación profesional y talleres para administradores y planificadores de recursos; servicios de extensión para la población local; formación del personal en ordenación de zonas protegidas.]

Programas de formación y becas en prácticas con diferentes Universidades Andaluzas.

A través de la Red de Parques Nacionales, programa anual de formación en CETS, tipologías y oficios tradicionales, actividades ganaderas, etc. ; mediante el mismo se han formado guías acreditados para el Espacio Natural.

Formación en Desarrollo Sostenible. Destinado a agentes territoriales de desarrollo y en colaboración con el CIFA, de la CICE.

Escuelas Taller y Talleres de Empleo de la Administración Autonómica en colaboración con la Administración Local.

Formación Profesional Reglada y Ocupacional. 15.4 Contribución potencial a la Red Mundial de Reservas de Biosfera [Colaboración entre Reservas de Biosfera en los planos nacional, regional y mundial en cuanto a intercambio de información científica, experiencia en conservación y uso sostenible, viajes de estudio de personal, seminarios y talleres conjuntos, conexiones a Internet y grupos de debate en esta red, etc.] La Reserva de la Biosfera Sierra Nevada está incluida en la Red Mundial de Reservas de la Biosfera, esta Red es un elemento integrador que puede contribuir a crear una mayor solidaridad entre los pueblos y naciones del mundo. Funciona como una red de redes donde se articulan Redes de distinta escala. La coordinación de este complejo y amplio programa se establece por Comités que actúan a distintos niveles: Euro MaB, Comité Español y Comité Andaluz. Por otra parte está incluida en la Red Internacional de Investigación y Seguimiento del Cambio Global, puesta en marcha desde el programa MaB de la UNESCO en la iniciativa GLOCHAMORE. 15.4.1 Colaboración con Reservas de Biosfera existentes en el plano nacional (indíquense las actividades en curso o previstas): Incluida en la Red Nacional Española de Reserva de la Biosfera y en Red Andaluza de Reservas de la Biosfera. La Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, en su Título IV: Uso sostenible del patrimonio natural y de la biodiversidad, Capítulo I: sobre la Red Española de Reservas de la Biosfera y el programa Persona y Biosfera (programa MaB); articula entre otros, los objetivos de la Red Española:

a. Mantener un conjunto definido e interconectado de “laboratorios naturales”; estaciones comparables de seguimiento de las relaciones entre las comunidades humanas y los territorios en que se desenvuelven, con especial atención a los procesos de mutua adaptación a los cambios generados.

b. Asegurar la efectiva comparación continua y la transferencia de la información así

generada a los escenarios en que resulte de aplicación.

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c. Promover la generación de modelos de ordenación y gestión sostenibles del territorio.

15.4.2 Colaboración con Reservas de Biosfera existentes en los planos regional o subregional, incluida la promoción de sitios transfronterizos y acuerdos de hermanamiento (indíquense las actividades en curso o previstas): [Aquí, “regional” se refiere a regiones como Africa, la región árabe, Asia y el Pacífico, América Latina y el Caribe, Europa. Las Reservas de Biosfera transfronterizas pueden ser creadas por dos o más países contiguos para promover la cooperación con objeto de conservar y utilizar de modo sostenible ecosistemas que rebasan las fronteras nacionales. Los acuerdos de hermanamiento suelen consistir en acuerdos entre sitios ubicados a cierta distancia en distintos países y cuya finalidad es promover actividades tales como proyectos de investigación cooperativos, intercambios culturales para escolares y adultos, etc.] En la actualidad se ha iniciado un Acuerdo de Hermanamiento con parques nacionales y rerservas de biosfera de América en los que participan Sierra Nevada Santa marta de Colombia y Huascarán de Perú. 15.4.3 Colaboración con Reservas de Biosfera existentes en redes temáticas en los planos regional o internacional (indíquense las actividades en curso o previstas): [Redes de sitios que tienen un tema geográfico común, como las islas o los archipiélagos, las montañas o los sistemas de praderas, o un tema de interés común como el ecoturismo, la etnobiología, etc.] En el marco del proyecto de Seguimiento de Cambio Global se realizan, de forma periódica, reuniones de intercambio de información y experiencias, con la puesta en común de metodologías y el establecimiento de las prioridades para la consecución de objetivos comunes. 15.4.4 Colaboración con Reservas de Biosfera existentes en el plano internacional (indíquense las actividades en curso o previstas): [En particular mediante conexiones a Internet, acuerdos de hermanamiento, actividades bilaterales de investigación cooperativa, etc.] El Montain Research Initiative (MRI) es el Instituto que coordina GLOCHAMORE, poniendo en contacto los investigadores y gestores de las 28 Reservas de la Biosfera que participan en esta iniciativa.

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16. USOS Y ACTIVIDADES 16.1 Zona Núcleo La zona núcleo de la Reserva de la Biosfera se corresponde con el Parque Nacional. El PORN y PRUG establecen la ordenación y los usos y gestión del espacio.

Los objetivos generales son:

1. Establecer la zonificación del Parque Nacional con el fin de asegurar un uso del espacio compatible con la conservación de sus recursos naturales y culturales.

2. Establecer la normativa específica de protección para la correcta gestión y conservación del Parque Nacional en desarrollo de las determinaciones de la Ley 4/1989, de 27 de marzo, la Ley 3/1999, de 11 de enero, por la que se crea el Parque Nacional de Sierra Nevada y el Real Decreto 1803/1999, de 26 de noviembre, por el que se aprueba el Plan Director de la Red de Parques Nacionales.

3. Definir las actuaciones y desarrollar los instrumentos precisos para garantizar el mantenimiento y la restauración de los valores naturales y culturales del Parque Nacional de Sierra Nevada, entre los que se cuentan:

a. La diversidad genética de las especies de flora y fauna silvestre, como patrimonio natural.

b. Los hábitats naturales y ecosistemas característicos. c. Los recursos hídricos del Parque Nacional, considerados como patrimonio

ambiental. d. El paisaje de Sierra Nevada tanto en su componente natural como cultural. e. Las formaciones y elementos geológicos, geomorfológicos y edafológicos del

Parque Nacional. 4. Diseñar y desarrollar un sistema de uso público que facilite el conocimiento y disfrute

del Parque, adecuándolo a la capacidad de acogida del territorio. 5. Identificar y poner en marcha los mecanismos necesarios para asegurar la máxima

sinergia entre la gestión del Parque Nacional y el Plan de Desarrollo Sostenible previsto en la Ley 3/1999, de 11 de enero.

16.1.1 Expónganse los usos o actividades en la(s) zona(s) núcleo: [Aunque se supone que la zona núcleo debe estar estrictamente protegida, pueden llevarse a cabo o permitirse ciertas actividades y usos siempre que no estén en contradicción con los objetivos de conservación de la zona núcleo.] Los aprovechamientos agrarios de las altas cumbres se centran en los altos pastos que sustentan una importante cabaña ganadera. El Plan Rector de Uso y Gestión (en fase final de aprobación) establece la zonificación del Parque Nacional y los usos para cada una de las zonas: Zona de Reserva. Constituida por aquellas áreas que, al contener valores naturales de primera magnitud por su rareza, fragilidad, biodiversidad o interés científico, requieren el máximo grado de protección. Los usos que se consideran compatibles con la misma son el manejo forestal por motivos de conservación y la presencia de ganado cuando esté ligada a actividades de gestión o de investigación. Quedan excluidos, por tanto, los aprovechamientos de todo tipo, incluidos los de carácter tradicional. Se considera compatible el emplazamiento de pequeñas instalaciones relacionadas con la conservación y seguimiento de los recursos naturales o con la investigación, siempre que resulten imprescindibles y de carácter temporal.

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Zona de Uso Restringido. Constituida por aquellas áreas que, aun sometidas históricamente a una intervención humana de carácter no intensivo, presentan un elevado grado de naturalidad y solo pueden soportar un nivel de uso limitado. Sólo se consideran compatibles los aprovechamientos tradicionales, debidamente autorizados.

Con respecto a las instalaciones existentes ligadas a aprovechamientos tradicionales compatibles con los fines del Parque Nacional se podrán autorizar los trabajos de mantenimiento, restauración o modernización, siempre que guarden el máximo respeto al entorno, utilicen materiales y tipologías tradicionales y no impliquen un aumento de volumen o superficie. Zona de Uso Moderado. Constituida por áreas dominadas por un ambiente natural con mayor grado de humanización, y con capacidad para admitir mayores intensidades de uso y aprovechamientos que en los casos anteriores. En las mismas se consideran compatibles los aprovechamientos tradicionales.

Se permite la construcción de instalaciones vinculadas al uso público (áreas recreativas y zonas de reposo, elementos interpretativos y otras instalaciones menores destinadas al uso público), la gestión del espacio y actividades de investigación debidamente autorizadas. Se prohibe la construcción de edificios u instalaciones permanentes de gran envergadura.

Se considera compatible los trabajos de mantenimiento, restauración o modernización de las instalaciones existentes ligadas a aprovechamientos tradicionales compatibles con los fines del Parque Nacional, que estarán sometidos a las mismas limitaciones que en el caso de la zona de uso restringido.

En la zona esquiable del Puerto de la Ragua y el Embalse de las Yeguas no se permite, el movimiento de tierra para el acondicionamiento de las pistas, la instalación de remontes provisionales ni cualquier otro tipo de infraestructuras auxiliares.

Zona de Uso Especial. Constituida por áreas de reducida extensión en las que se ubican las construcciones e instalaciones mayores. También alberga, con criterios de mínimo impacto y de concentración de servicios, las instalaciones que sea necesario establecer para el uso público y para las actividades de gestión y administración. Además, incluye aquellas instalaciones preexistentes que sea necesario mantener, así como las que vayan a albergar servicios de interés general conformes con la finalidad del Parque.

16.1.2 Eventuales efectos negativos en la(s) zona(s) núcleo de los usos o actividades existentes en ella(s) o fuera de ella(s): [Indíquense las tendencias y proporciónense estadísticas, de haberlas.] Los principales riesgos que se presentan en la zona núcleo, algunos de ellos con tendencia a su disminución, son: CAUSAS NATURALES. Se incluyen en este apartado gran cantidad de factores que, de modo natural, actúan sobre muchas especies amenazadas, como son la erosión hídrica, el desplazamiento de los cascajares que produce el enterramiento de numerosos individuos de las especies que allí se desarrollan (Lactuca perennis subsp. granatensis, Linaria glacialis, etc.). Las heladas y los aludes son peligros naturales propios de zonas montañosas cuya superficie está cubierta de nieve temporalmente. La existencia de estos riesgos tiene que ver con la morfología del terreno, la dinámica de los movimientos de ladera, las variaciones bruscas de

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temperatura, los impactos sobre el medio, u otros. El hielo, en zonas periglaciares como Sierra Nevada, puede fragmentar la roca, moldeando el terreno. En este sentido, son conocidas las guirnaldas de solifluxión periglaciar presentes en la morfología nevadense, consecuencia de los movimientos y deformaciones en los suelos, que provocan un cambio morfológico evidente.

Por otro lado, la nieve también provoca procesos geodinámicos, como los aludes y las avalanchas, cuyos efectos son la erosión y pérdida de suelo, destrucción de cultivos, desprendimientos de tierras, deslizamientos o avenidas, entre otros. Precisamente, la condición periglaciar del macizo provoca que el riesgo de heladas se pueda dar durante gran parte del año.

Los deslizamientos de tierras en ladera constituyen otro fenómeno natural habitual en casi todo el macizo montañoso. La probabilidad de que se produzcan movimientos de ladera depende, en primer término, de factores lito-estructurales, morfológicos e hidrológicos. Todos los factores que son proclives a favorecer este tipo de fenómenos se dan en Sierra Nevada, esto es, materiales muy plásticos, fuertemente tectonizados, con una orografía muy acusada y, por lo general, de carácter impermeable a semipermeable.

La especificidad ecológica y escasez de hábitats también responde fundamentalmente a causas naturales y tiene gran importancia porque afecta a numerosas especies, como por ejemplo las que viven en lugares húmedos, especialmente en los pastizales higrófilos de alta montaña (“borreguiles”), como Agrostis canina subsp. granatensis, Festuca frigida, Gentiana sierrae, Pinguicula nevadensis, Thalictrum alpinum, etc. Este tipo de hábitat, condicionado a la presencia de humedad constante en el sustrato, produce una distribución fragmentada y discontinua y, a menudo, poblaciones aisladas con bajo número de individuos. Todo ello es extensible también a comunidades tales como las que viven en roquedos verticales y canchales.

SOBREPASTOREO. Ya se ha dicho en varias ocasiones que la presencia de grandes herbívoros (cabra montés y ganado doméstico) es necesaria para el mantenimiento de la dinámica de muchas comunidades nevadenses e incluso de algunas especies amenazadas; el problema aparece cuando el número de cabezas es excesivo y en las áreas próximas a los apriscos, mucho más frecuentadas y pastoreadas. Por otra parte, el piornal se ha quemado tradicionalmente en Sierra Nevada con la intención de obtener pastos para la ganadería extensiva que se mantiene en diversas zonas. Esta práctica sólo favorece la aparición de pastos en un corto periodo, tras el cual provoca una pérdida de los escasos suelos que soportaban el piornal y la imposibilidad de regeneración de nuevos pastizales (actualmente no se puede realizar).

En los meses estivales, gran cantidad de ganado se concentra en las cumbres de Sierra Nevada debido a la falta de pasto a menor altitud. Los efectos son múltiples; el pisoteo produce el deterioro de muchos ejemplares de algunas especies amenazadas, el desplazamiento del sustrato y, en último término, el ramoneo de tallos fértiles e inflorescencias provoca una baja producción de semillas que implica un éxito reproductivo menor; también puede estar impedida la regeneración natural de las poblaciones.

Por otra parte, el aporte nitrogenado excesivo por la acumulación de excrementos induce una dinámica sucesional de las comunidades hacia tipos de vegetación más nitrófilos, además de la contaminación de las aguas.

La presencia de sobrecarga ganadera es difícil de diagnosticar, por no existir estudios de detalle. Las distintas administraciones coinciden en que se trata de una actividad en franca regresión. En

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cualquier caso hay que señalar que la desaparición total de la ganadería extensiva en Sierra Nevada supondría un problema importante para la supervivencia de algunas especies de flora amenazada del macizo. RECOLECCIÓN. Es una práctica que necesita la autorización expresa de los servicios administrativos de los Parques Nacional y Natural. Algunas especies pueden ser recolectadas de modo más o menos casual sencillamente por su belleza, como en el caso de Adonis vernalis, Erigeron frigidus, Narcissus nevadensis, etc., para investigación o por sus virtudes medicinales, razón que ha llevado al límite de la extinción a Artemisia granatensis, a pesar de que sus efectos no son mejores a los que produce la manzanilla común, la sahareña o la zamarrilla.

También son recolectadas muchas especies amenazadas para el coleccionismo, que a veces puede tener motivos científicos (testigos para las investigaciones desarrolladas en algunas especies). 16.2 Zona Tampón La zona tampón, formada por casi todo el Parque Natural, presenta diferentes grados de protección y de usos; fruto de la ponderación de valores ambientales intrínsecos tales como:

Presencia de especies de flora y fauna que se encuentren amenazadas o bien sean endémicas o sensibles a la acción humana, prestando especial atención a aquellos hábitats en los que la concentración de taxones es elevada.

Singularidad de los hábitats, prestando especial atención a aquellos exclusivos, o casi, del macizo nevadense.

Hábitats protegidos por la legislación vigente. Diversidad de especies de las formaciones vegetales. Importancia de los distintos hábitats para el mantenimiento y desarrollo de la fauna

silvestre, así como para la conexión territorial, como zonas de cría y nidificación o bien como áreas de descanso y alimentación durante los periodos de emigración.

Valores geológicos y geomorfológicos. Uso actual de los terrenos.

16.2.1 Expónganse los usos de la tierra y las actividades económicas principales en la(s) zona(s) tampón: [En las zonas tampón pueden existir distintos usos que fomenten la multiplicidad de funciones de una Reserva de Biosfera y contribuyan a la vez a garantizar la protección y la evolución natural de la(s) zona(s) núcleo.] A tenor de las determinaciones establecidas en el PORN y el PRUG del Parque Natural se han definido las siguientes zonas, con sus diferentes usos: Zona de Reserva: Humedales y Turberas del Padul. Única zona húmeda de origen endorreico existente en la provincia de Granada, que engloba restos de un sistema fluvial de inundación formado por subsistencia de una fosa tectónica; y la mayor turbera de Europa meridional.

Su importancia ecológica radica principalmente en la gran cantidad de aves que la frecuentan, sobre todo acuáticas, así como en su interés palinológico, como registro de los cambios climáticos producidos en el sur de la Península Ibérica. Se encuentran incluidos en el Inventario Andaluz de Humedales y desde diciembre de 2005 en la lista de Humedales de Importancia Internacional (Convenio RAMSAR)

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Se encuentra muy transformado desde antaño, quedando las zonas acuáticas restringidas a los canales de drenaje y a las surgencias de agua.

Los aprovechamientos adquieren un carácter secundario o residual, siendo orientados los existentes hacia sistemas integrados y respetuosos con el medio natural, ya que en esta zona el criterio general de ordenación es la conservación de la biodiversidad, limitando y reduciendo progresivamente la intervención antrópica.

Prevalecerán los criterios de conservación, investigación e interpretación de la naturaleza con el objetivo de la protección del sistema lagunar.

Zona de regulación especial. Tienen esta consideración las áreas con importantes valores ecológicos, en las que es prioritaria su conservación. Algunas presentan diversos tipos de aprovechamiento, principalmente forestal, ganadero y cinegético, vinculados a recursos renovables, compatibles con los objetivos establecidos. La propia acción del hombre ha coadyuvado en la conservación de los altos valores ambientales que estos ecosistemas albergan.

Se incluyen en esta categoría formaciones climácicas, vegetación con flora amenazada, áreas con interés para la fauna y alto valor paisajístico.

El aprovechamiento sostenible de los recursos naturales es el criterio general de ordenación. La conservación de la biodiversidad y la obtención de aprovechamientos quedan equiparadas y se promueve la multifuncionalidad de los espacios forestales.

Con carácter general, la regulación en estas áreas persigue hacer compatibles los usos científico-didácticos, el uso público controlado y los aprovechamientos primarios en régimen extensivo. La rehabilitación o nueva construcción de infraestructuras y edificaciones sólo se permite

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cuando está asociada a los usos compatibles (fundamentalmente ganadero y forestal) y a la conservación y gestión del espacio. Se limitan los cambios de uso del suelo.

En el Parque Natural de Sierra Nevada se incluyen en este nivel de protección cuatro áreas diferenciadas.

Arbolado autóctono y matorral de interés ecológico: zonas de bosque autóctono y

terrenos ocupados por formaciones vegetales de interés ecológico que no son de tipo arbóreo y que, por su utilización actual y/o por razones de vocación de uso, presentan algún aprovechamiento forestal (ganadero o cinegético), y al mismo tiempo albergan flora, vegetación y fauna de interés ecológico para su conservación (especies y hábitats amenazados).

En estas áreas la función ecológica (conservación y mejora de los componentes bióticos y abióticos del sistema, y mantenimiento de la biodiversidad del Parque Natural) se considera una cuestión prioritaria en el manejo de los recursos. Las funciones paisajística y recreativa son también importantes, si bien se encuentran subordinadas a la primera.

Forman parte de esta categoría:

Las unidades de bosque autóctono de carácter climácico (encinares, robledales)

y edafoxerófilo (pinar-sabinares) Pastizales psicroxerófilos de alta montaña, los enebral-piornales, el matorral

almohadillado de media-alta montaña, los tomillares dolomíticos, las comunidades de tajos, roquedos y pedregales, y determinados romerales con especies amenazadas.

En ella se permiten los usos y aprovechamientos tradicionales con las limitaciones necesarias para garantizar la función eminentemente ecológica de las formaciones.

Arbolado naturalizado : integrada por las siembras forestales realizadas con distintas

especies de coníferas (Pinus halepensis, Pinus nigra, Pinus sylvestris, Cedrus atlantica) y las formaciones de castaño (Castanea sativa), eminentemente forestales (fuera de las áreas de cultivo). Son siempre formaciones con una componente ecológica y paisajística muy importante. En algunos casos, estas formaciones presentan en su composición proporciones minoritarias de arbolado autóctono (sobre todo encina y roble).

Los usos de estas zonas es siguen el criterio de garantizar su multifuncionalidad, favoreciendo una producción de las masas compatible con el uso social y recreativo mediante la conservación y mejora del paisaje y la adecuación de zonas de ocio forestales.

Se limitan los cambios de uso del suelo. La rehabilitación o implantación de nuevas infraestructuras y edificaciones se autoriza únicamente vinculada a los usos del espacio forestal, así como a la gestión y uso público del mismo.

Zonas con vegetación de medios higrófilos: Esta categoría abarca todas los hábitats

ligados a cursos de agua, lagunas, borreguiles, rezumes, acequias, y otros ambientes en donde la presencia permanente o temporal del agua ha generado ambientes de singular importancia ecológica y paisajística.

Dado el carácter relicto de las condiciones húmedas y frías de estos hábitats en Sierra Nevada, son, en general, zonas de gran importancia en el mantenimiento de especies de flora y fauna amenazadas o con distribución muy reducida. Son áreas de vital importancia en el funcionamiento general del ecosistema en Sierra Nevada por su alta productividad primaria, por

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el papel de refugio para las especies de otros ambientes y por contener especies exclusivas del medio acuático muy sensibles a la acción del hombre.

Se admiten aquellos usos y aprovechamientos que garanticen la integridad y calidad de las condiciones ecológicas que permiten el desarrollo de los hábitats de cursos de agua.

Zona de amortiguación del Área de Esquí Alpino: Esta área posee un alto valor

ambiental y está representada por pastizales y matorral de interés ecológico, se delimita como zona de amortiguación de los impactos derivados de las instalaciones y usos desarrollados en la área de esquí alpino, en particular la instalación de infraestructuras. Comprende una franja aproximada de 200 m de ancho, entre el límite oriental de la concesión de CETURSA y las altas cumbres.

En ella se limitan al máximo las actividades transformadoras, y en particular la instalación de remontes mecánicos y otras instalaciones vinculadas a la práctica del esquí, admitiéndose, con carácter excepcional, las instalaciones desmontables (gradas y salidas para acontecimientos deportivos), así como la señalización de pistas y de límite del dominio esquiable. Zonas de regulación común: Tienen esta consideración, aquellas áreas que exhiben un estado de naturalidad más bajo, coexistiendo aprovechamientos muy diversos, en cuanto a calidad e intensidad. Se incluyen las áreas de vegetación incipiente aparecida tras el abandono de la actividad humana, como son pastizales y tomillares de colonización de cultivos abandonados, y matorrales seriales situados en las etapas intermedias de evolución vegetal y a repoblaciones forestales.

Áreas de matorral serial: En ellos se tiende a la recuperación y mejora ambiental, por lo

que el cambio de uso queda restringido a circunstancias en las que la transformación no presente otra alternativa.

Área de esquí alpino. La Estación de Esquí de Sierra Nevada, incluida en el sector

occidental del Parque Natural, donde se desarrollan las actividades deportivas de esquí y donde se extienden las infraestructuras que estas requieren. La utilización intensiva de este espacio se encuentra plenamente consolidada. Con una longitud de pistas, hoy en día, de 84 Km, de los cuales 21 km pueden ser innivados con nieve producida, presta servicio a 7.000 esquiadores diarios de media, con picos de fin de semana que alcanzan los 25.000 visitantes. Está situada entre las estaciones de esquí más competitivas a nivel nacional. 16.2.2 Eventuales efectos negativos a corto y largo plazo en la(s) zona(s) tampón de los usos o actividades existentes en ellas(s):

RIESGOS NATURALES Las particulares características naturales de Sierra Nevada le confieren una sensibilidad especial frente a dos fenómenos naturales, que ya se han especificado para la Zona Núcleo: la erosión y la inestabilidad de laderas. Y aunque ambos fenómenos son naturales, la actividad humana rompe con suma facilidad el frágil equilibrio conseguido por la naturaleza. Además de estos dos riesgos principales, existen, al igual que en el resto de espacios naturales, otros riesgos comunes como son los incendios forestales, la deforestación, o las plagas. En esta zona de la vertiente sur andaluza tiene lugar uno de los más graves procesos erosivos de toda la Península Ibérica. La forestación y la revalorización de la actividad agrícola son

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esenciales para corregir la desertificación, aunque el mantenimiento de las técnicas agrícolas y el uso apropiado de los suelos son, entre otros aspectos, elementos que deben favorecer las intervenciones de carácter más general.

Las causas que provocan esta erosión en Sierra Nevada, especialmente entre las actividades del sector primario son, entre otras, el deterioro de las márgenes y orillas de cauces y desaparición de la vegetación de ribera; la introducción de maquinaria pesada para efectuar aterrazamientos, bancales o nivelaciones que exijan movimientos de tierras; el desbroce de la vegetación de lindes, caminos o acequias; la desatención de las cárcavas y escorrentías; el abandono de los balates y otras prácticas de conservación de suelos en lugares ya constituidos; la carga ganadera excesiva y la existencia de obras de infraestructura sin medidas de corrección y estabilización de laderas y taludes. Deforestación: Las actividades antrópicas en Sierra Nevada datan de tiempos prehistóricos. Desde entonces, la deforestación ha seguido un camino ascendente, parejo al aumento de la población y a las necesidades de ésta. Así, cabe destacar las necesidades de madera para las explotaciones mineras, las talas de los bosques para la instalación de cultivos, las cortas de leña para las necesidades de los hogares, hornos y otros tipos de actividades que requerían, gran cantidad de combustible. Esta deforestación ha provocado la desaparición de una muy elevada proporción de los encinares y de bosques caducifolios que existía en las zonas montanas de Sierra Nevada. Ello ha propiciado los consiguientes problemas erosivos, ya que es frecuente observar barranqueras abiertas y paisajes semidesérticos en muchas zonas, sobre todo en determinadas vertientes de la Sierra Nevada almeriense. De esta dinámica se han salvado algunos enclaves como los restos de robledales en algunos barrancos de las faldas alpujarreñas y de las vertientes al oeste de la Sierra; algunos encinares bien conservados como los de Güejar-Sierra y los de Bayárcal; y determinadas zonas de caducifolios, como las del Valle del Genil y la Dehesa del Camarate. Incendios forestales: Como es conocido, la zona mediterránea se ha visto frecuentemente afectada por incendios a lo largo de la historia. De hecho, la vegetación natural mediterránea está adaptada en gran medida a estos incendios y tiene un nivel de recuperación bastante aceptable, dependiendo de la intensidad del mismo y de lo afectado que quede el suelo. No obstante, en los últimos cincuenta años el nivel de incendios por causas naturales se ha elevado, por muy diversas razones, de tal forma que las administraciones forestales han ido ampliando y perfeccionando los sistemas de prevención y lucha contra incendios forestales.

En Sierra Nevada el riesgo de incendios es importante, debido a las condiciones climatológicas y geomorfológicas que presenta, pero sin embargo el nivel de incendios es ciertamente bajo en relación con otras áreas de Andalucía. Riesgo de inundaciones: Las causas de las inundaciones y avenidas son consecuencia directa de la erosión del suelo, que provoca la eliminación de la cobertura vegetal. Ésta, a su vez, puede sufrir pérdidas de forma natural o intencionada como consecuencia de un incendio forestal, provocando una mayor probabilidad de que se produzca escorrentía superficial de tal manera que, en ocasiones, se puede transformar en una avenida. También la inestabilidad atmosférica de Sierra Nevada puede ser causa de la presencia de la “gota fría”, provocando tormentas al final del verano. A su vez, la acción antrópica, sobre todo en la agricultura intensiva de las vegas o las llanuras aluviales aptas para los cultivos, origina erosiones laminares que limitan la protección del suelo. Riesgo de sequía: El fenómeno de la sequía es un denominador común en toda la región del sureste mediterráneo. Además, es una circunstancia fortuita y dependiente, en su totalidad, de

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los regímenes de lluvias que haya en el año hidrológico en que éstas se produzcan. Otros factores que influyen en la sequía son la disponibilidad de recursos hídricos, los requerimientos para obtenerlos y la demanda de la población. Aunque Sierra Nevada no es una zona rica en acuíferos, tradicionalmente ha sido siempre un recurso sin problemas de disponibilidad, aunque, en los últimos 30 años la demanda de agua ha crecido de forma considerable, lo cual, unido a la irregularidad de las precipitaciones y el despilfarro en el uso, ha provocado que los niveles piezométricos de los acuíferos bajen peligrosamente. Los peligros de una sequía, aparte del propio abastecimiento humano, son la desertificación y la erosión del suelo, los incendios forestales, las plagas y, como consecuencia de todos ellos, la pérdida de cobertura vegetal. Plagas forestales: La aparición de una plaga forestal puede tener varias causas, entre las cuales las que tienen más influencia son los factores climáticos, como las precipitaciones, humedad, temperaturas, altitud, etc. El debilitamiento de la masa arbórea, el que las poblaciones de los enemigos de los insectos dañadores descienda, la abundancia de material en el monte que pueda colaborar en el desarrollo de estas plagas, o tratamientos selvícolas programados tardíamente en el tiempo, son algunas de las causas más comunes. Las consecuencias más frecuentes de la aparición de plagas son la pérdida total o parcial del crecimiento de la especie e, incluso, si no se ataja a tiempo, la muerte de una masa arbórea determinada.

A continuación se exponen algunas de las plagas más importantes, por su daño o extensión en Sierra Nevada:

Plaga de Procesionaria. Este lepidóptero, más conocido como la plaga del pino, es

muy típico del monte mediterráneo. Actualmente es el desfoliador más importante de los pinares de Sierra Nevada. El principal daño que producen las orugas se da al desfoliar el árbol, con lo que provocan el crecimiento anormal del ejemplar. Normalmente no mata el árbol, pero puede producir graves trastornos en el sistema aéreo. Si después de un ataque de procesionaria llega otro de “perforadores de yemas” (evetrias), entonces pueden secarse las ramas e incluso provocar la muerte del árbol. La Consejería de Medio Ambiente vienen haciendo desde hace años un seguimiento y control de la procesionaria, mediante cebos con feromonas, y tratamientos químicos aéreos si se dispara la plaga.

Plaga de Mosca de la Sierra. Este himenóptero ataca los pinares de las zonas más

altas de la Sierra causando intensas defoliaciones. En general, se trata con productos químicos en polvo.

Plaga de Cerambyx cerdo. Este coleóptero es un parásito de las quercíneas, aunque

en Sierra Nevada ataca principalmente a los encinares antes que a los quejigares o melojares. Actúa preferentemente en época estival, sobre árboles ya decadentes, dejando inservible gran parte de la madera, que se pudre y descompone más tarde. Los tratamientos selvícolas son los más eficaces contra este insecto.

Plaga de Lagarta peluda. Este lepidóptero es altamente reproductivo, y sus daños

principales en la Sierra lo produce sobre encinares y melojares, aunque también se ven afectados árboles frutales, castaños y otras frondosas. Los daños que ocasiona son defoliaciones más o menos completas, según la intensidad con que ataque la plaga. En caso de que la afección sea sobre pequeños bosquetes o zonas repobladas, puede dar la sensación que se ha producido un incendio. El principal efecto es el colapso en el crecimiento del ejemplar e, incluso, si la plaga se repite durante cierto tiempo, la muerte del árbol. También la Consejería realiza el seguimiento de la plaga mediante trampas de feromonas y control mediante tratamientos aéreos.

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Epidemia sarcóptica sobre la cabra montés: La sarcoptidosis es una enfermedad parasitaria que afecta a distintas especies de mamíferos (generalmente ungulados), pero que en Sierra Nevada es especialmente grave en la cabra montés. El responsable de esta enfermedad es un ácaro conocido también como “arador de la sarna”, ya que penetra en la piel del hospedador excavando galerías donde se alimenta y más tarde se reproduce. El contagio, por tanto, es directo, aunque también pueden caer del hospedador para refugiarse en otro. Los efectos más llamativos de la acción de este ácaro son la alopecia, el prurito y la desecación de la piel. La proliferación de la cabra montés en Sierra Nevada, ha llevado consigo el aumento exponencial de este ácaro, hasta el punto de considerarse ya epidémico, por el elevado número de ejemplares que se encuentran infectados. Los efectos de esta “epizootia” pueden ser devastadores, y es por ello que actualmente existen los Planes de Gestión de Ungulados: Plan de Manejo y Gestión de la Cabra Montés y el Plan Específico de Gestión del jabalí en Sierra Nevada, que incluye estudios sobre demografía, estatus poblacional, patobiocenosis, hematología y genética de la cabra, epizootiología del ácaro causante de la epidemia, y sobre el manejo de poblaciones y enfermedades, con el fin de poder controlar la enfermedad y compatibilizar la conservación y el aprovechamiento del recurso que supone esta especie endémica. (Ver con José Enrique y fauna) RIESGOS ANTRÓPICOS Riesgos derivados de la presión de la estación de esquí: El deporte del esquí requiere a veces el acondicionamiento de las pistas, a fin de nivelar o equilibrar la pendiente natural que éstas puedan presentar, retirar determinados obstáculos naturales que pueden resultar peligrosos, etc. La ampliación de las pistas de esquí, puede aumentar los problemas de conservación del suelo y de la vegetación natural si no se establecen las cautelas necesarias.

En general, las zonas de posible ampliación, tanto si están cubiertas por piornos como por vegetación de rocas y canchales, presentan unas características en sus suelos muy particulares. En primer lugar, son suelos con extremada lentitud en su desarrollo y evolución y con escasa estructuración, lo que los hace especialmente proclives a los fenómenos erosivos. Esto se debe, fundamentalmente, a las adversas condiciones del medio, que ejercen un fuerte control sobre los procesos que conducen a la alteración de las rocas y a la descomposición de los restos orgánicos.

Por otra parte, las fuertes pendientes que caracterizan a estos ambientes, determinan una intensa agresividad de los agentes erosivos y, por tanto, el continuo rejuvenecimiento de los suelos, únicamente amortiguado por la modesta cubierta vegetal que soportan, de excepcional riqueza y singularidad florística, capaz de sobrevivir en estos ambientes desfavorables. la destrucción de la cubierta vegetal y roturación de laderas para la construcción de nuevas pistas, puede conducir al desmantelamiento de las formaciones edáficas, hasta entonces retenidas por las formaciones xerofíticas que soportaban.

De este modo, los suelos roturados quedan expuestos a hinchamientos y contracciones por acción de los ciclos hielo-deshielo y toda una gama de procesos ligados a los mismos que, coadyuvados por la acción de los intensos vientos, aguas de lluvia y aguas de fusión de las nieves, terminan por eliminar los materiales finos, escasamente coherentes, quedando las pistas tapizadas por un lecho pedregoso prácticamente irrecuperable. Esta circunstancia puede atenuarse con una revegetación rigurosa mediante técnicas de hidrosiembra, cuyo resultado positivo ha podido ser comprobado reiteradas veces, tras las primeras investigaciones aplicadas llevadas a cabo en los primeros años 90.

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Se presenta también el problema de los medios de remonte, para cuya instalación algunas veces se han alterado las zonas circundantes a los lugares de implantación de los postes, abriéndose asimismo pistas para el traslado de los mismos, aunque las últimas realizaciones de nuevos remontes, cuya implantación se ha llevado a cabo con helicópteros y no por transporte terrestre, han demostrado también que es posible eliminar casi por completo este riesgo.

Los efectos ambientales de la actividad de innivación artificial y manejo de la nieve en el ámbito de la estación y ante la carencia de datos al respecto, se acometerá durante la vigencia del PRUG.

El problema derivado del exceso de carga que soporta el dominio esquiable en determinados días, se traslada, igualmente, a otros sectores de Sierra Nevada, en particular el núcleo urbano de Pradollano y algunas zonas de los espacios colindantes.

En relación con la urbanización de Pradollano, la planificación urbanística realizada al margen de la singularidad de este núcleo dentro del municipio, como urbanización ligada a una estación de esquí de alta montaña, ha condicionado sus ulteriores crecimientos y desarrollos, conduciendo a una situación de déficit estructural y desorden urbanístico que se reconoce claramente en la actualidad, y que interfiere directamente en el funcionamiento de las instalaciones de montaña. Las distorsiones producidas, tanto en la estrategia de crecimiento del núcleo, como en el propio control del mismo, han dado lugar a intervenciones edificatorias no apropiadas y mal dimensionadas, y a desarrollos con un pobre soporte urbanístico, lo que ha generado una compleja situación que se refleja, tanto en la falta de aplicación de estándares de reservas en infraestructuras y servicios (suelo libre de carácter público, aparcamientos, etc), como en problemas de dimensionamiento de las redes generales básicas, como el viario, abastecimiento, saneamiento y electricidad. RIESGOS TECNOLÓGICOS Riesgos asociados a la red viaria que atraviesa el Parque Natural: La red viaria del Parque Natural y áreas periféricas al mismo incluye carreteras nacionales, autovías, carreteras secundarias, pistas forestales y vías pecuarias. Toda red viaria destinada al tráfico de vehículos lleva consigo una serie de efectos negativos sobre el medio que atraviesa: pérdida de hábitat, incremento de mortalidad de especies animales por atropello, fragmentación de poblaciones, incremento de la contaminación acústica y química, desaparición de ciertos organismos sensibles a los distintos tipos de contaminación, etc. Estos efectos suelen ser comunes a todos los espacios naturales protegidos, ya que la actividad turística que soportan es importante, y los contactos entre el ser humano y la naturaleza son más habituales, con lo que también los riesgos derivados de ellos son más apreciables. Los efectos más comunes sobre los diferentes elementos son la contaminación química debido a la combustión del tráfico rodado sobre los animales (el plomo, principalmente) y vegetales; el incremento de la mortalidad de especies animales por atropello; la fragmentación de poblaciones; el desequilibrio a medio y largo plazo de las relaciones interespecíficas, con el consiguiente cambio en la proporción de especies en los ecosistemas con elementos más sensibles; la contaminación del suelo (plazo medio-largo) como consecuencia del precipitado de los metales generados en la combustión; los vertidos específicos de material contaminante tras accidentes en el transporte de mercancías peligrosas, con el consiguiente efecto sobre el suelo y ecosistemas acuáticos y terrestre; la posibilidad de aparición de urbanizaciones y núcleos de población; y el aumento del riesgo de aparición de incendios forestales.

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16.3 Zona de transición [La Estrategia de Sevilla concedió una mayor importancia a la zona de transición ya que se trata de la zona donde han de tratarse las cuestiones clave sobre medio ambiente y desarrollo de una región determinada. La zona de transición no tiene, por definición, una delimitación espacial sino que cambia de tamaño según los problemas que van surgiendo con el tiempo. Descríbase brevemente la zona de transición tal y como está prevista en el momento de la propuesta, los tipos de cuestiones que han de tratarse en ella a corto y largo plazo. El tamaño debe mencionarse sólo a título indicativo.] La zona de transición se corresponde con parte de las Zonas de Regulación Común, aquellas unidades fuertemente antropizadas o que albergan usos generales primarios intensivos y terciarios (asentamiento urbanos, equipamientos, infraestructuras, zona esquiable, cultivos, zonas mineras, etc.) establecidas en el PORN y con las Áreas Fuera de Ordenación. Se especifican además los usos del Área de Influencia Socioeconómica del Espacio Natural Sierra Nevada. 16.3.1 Expónganse los usos de la tierra y las actividades económicas principales en la(s) zona(s) de transición: En la ZONA DE TRANSICIÓN DEFINIDA, y a tenor del PORN y PRUG del Parque Natural, se distinguen: Zonas de Regulación Común:

Cultivos agrícolas: Espacios agrarios, principalmente de secano junto a pequeñas huertas, configurados por los suelos con mayor vocación agrícola del Parque Natural y que pese a su aprovechamiento productivo, se han integrado como una variante más del paisaje.

Áreas Antropizadas: Se incluyen en esta categoría las agrupaciones de viviendas de

cierta entidad, resultado del poblamiento histórico del espacio y aquellas áreas que presentan una alto grado de intervención humana a consecuencia de las actividades extractivas, industriales o de otra índole.

A esta categoría pertenecen, entre otras, las áreas de explotación de dolomías alpujárrides de los sectores de El Purche, Padul y Dúrcal, las canteras de conglomerados del cono de deyección de La Zubia, las zonas de extracción de eclogitas en Cogollos de Guadix y pizarras en Laroles y Ohanes.

Los criterios de ordenación fundamentales para estas áreas se orientan a preservan la interacción armoniosa entre el poblamiento histórico y la naturaleza, promover actividades económicas compatibles con el desarrollo sostenible del espacio, y fomentar la regeneración y recuperación de áreas degradadas.

En las áreas degradadas por la actividad humana, los criterios de ordenación son su regeneración y recuperación al objeto de, en la medida de lo posible, devolver la funcionalidad a los hábitats naturales preexistentes en la zona. En caso de que esto no sea posible, estos espacios degradados se podrán dedicar a aquellas actuaciones que contribuyan a los objetivos de conservación del espacio.

Zonas excluidas de la zonificación ambiental: Se incluyen aquellas áreas no incluidas en las categorías anteriores.

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Reseñar que por ser este espacio un Lugar de Importancia Comunitaria y Zona de Especial Protección para las Aves, sólo se autorizarán aquellos planes o proyectos que tras la evaluación de sus repercusiones sobre el lugar, se determine su no afección a los hábitats naturales y las especies que motivaron dicha designación. Actividades Agrícolas y Ganaderas La agricultura ha sido tradicionalmente una actividad desarrollada en algunas zonas del territorio, generando una diversidad de paisajes y ecosistemas que configuran parte de su patrimonio natural en la época actual. Los terrenos agrícolas en el Área de Influencia Socioeconómica no alcanzan el 23 % del total de la superficie, lo que da idea de la relativa importancia del sector en esta área. Según los últimos datos manejados a nivel municipal relativos a 2004, sobre superficies cultivadas, el promedio de tierras en regadío en los 60 municipios era del 45,46%. Por tipos de cultivos, predominan los leñosos, ocupando el 71,23% de la superficie cultivada, principalmente almendros y olivos. El otro 28,7% son herbáceos. En suma, la superficie total cultivada alcanzaba en 2004 las 44.978 Has.

Reparto de la superficie cultivada para el conjunto de Municipios (2004)

Secano Regadío Total

Herbáceos 3.737 Has (8,31%)

9.204 Has (20,46%)

12.941 Has (28,77%)

Leñosos 20.749 Has (46,23 %)

11.243 Has (25,00%)

32.037 Has (71,23%)

Total 24.531 Has (54,54%)

20.447Has (45,46%)

44.978 Has (100%)

Fuente: IEA. (SIMA).

Principales cultivos herbáceos (Has, año 2004)

Cultivo

Regadío % Cultivo Secano %

Cebada 2.323 25,2 Trigo 1.325 35,5 Guisante seco 838 9,1 Cebada 853 22,8

Avena 483 5,3 Cereales de invierno para forrajes 572 15,3

Cereales de invierno para forrajes 421 4,6 Avena 336 10,0 Patata media estación 405 4,4 Garbanzo 223 6,0 Judía verde 385 4,2 Girasol 120 3,2 Lechuga 324 3,5 Veza para forraje 77 2,1 Maíz forrajero 305 3,3 Veza 34 0,9 Maíz 282 3,1 Patata temprana 41 1,1 Otros 3438 37,3 Otros 156 4,2 Total 9.204 100 Total 3.737 100

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El trigo es el principal cultivo de secano, representando el 35,46% del total o lo que es lo mismo, 1.325 Has., que se sumaron a otras 185 que se cultivaron en tierras de regadío. Otros cultivos relevantes son el guisante seco, del que en 2004 se plantaron 838 Has. o la avena que, entre regadío y secano, alcanzó una superficie cultivada de 819 Has.

Por su parte, los cultivos leñosos ocupan una superficie de 32.037 Has. (datos del IEA en 2004), de las cuales 11.243 Has. eran de regadío y 20.794 de secano. En esta ocasión, el almendro destaca como el principal cultivo de la zona. A él se destinan el 84,96% de las tierras de secano de cultivos leñosos y el 22,25% de las de regadío, en total 20.169 Has. Seguidamente el olivar, tanto el destinado a la producción de aceite, como el de aceituna de mesa, ocupa 7.727 Has, de la cuales, el 76,02% se produce en regadío. En cambio, el almendro es un cultivo predominantemente de secano, ya que tan sólo el 12,40% de los almendros se encontraban en tierras de regadío en 2004.

Principales cultivos leñosos (Has, año 2004)

Cultivo

Regadío % Cultivo Secano %

Olivar aceituna de aceite 5.874 52,3 Almendro 17.667 84,9 Almendro 2.502 22,5 Olivar aceituna de aceite 1.853 8,9

Naranjo 769 6,8 Ocupación asociada - Viñedo de uva para vino 962 4,6

Ocupación asociada - Viñedo de uva para vino 560 5,0 Higuera 193 0,9

Ocupación asociada - Viñedo de uva de mesa 613 5,4 Cerezo y Guindo 34 0,2

Cerezo y Guindo 250 2,22 Nogal 33 0,2

Manzano 132 1,17 Chumbera 18 0,1

Melocotonero 122 1,09 Ocupación asociada - Viñedo de uva de mesa 9 0,1

Peral 84 0,75 Olivar aceituna de mesa 25 0,1

Otros 394 3,50 Otros - 0,0

Total 11.243 100 Total 20.794 100

Por comarcas, en la Alpujarra Almeriense se da fundamentalmente el cultivo leñoso. En concreto: el almendro (50,75% de la superficie total), el olivar (19,51%) y el viñedo de ocupación asociada, tanto para uva de mesa como para vino (13,5%), forman la tríada fundamental de cultivos de esta comarca, superando en conjunto más del 80% de la superficie. Muy importantes son también el naranjo con el 6,54% de la superficie y las hortalizas, que aunque ocupan menos extensión, tienen rendimientos económicos más elevados. La judía verde (2,13%), la patata de media estación (1,07%) y el tomate (0,71%) son las hortalizas más representativas en la comarca.

La comarca almeriense de Río Nacimiento se caracteriza porque en ella, prácticamente se podría hablar del monocultivo del almendro, que ocupó las tres cuartas parte de la superficie total cultivada en 2004. El resto se dedica casi enteramente al olivar (15,78%) y otros cultivos como cereales, tomates, naranjos, viñedos... (5%).

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La Alpujarra granadina ocupa casi el doble de superficie cultivada que la almeriense. Su estructura de cultivo es parecida, aunque el cultivo leñoso no es tan predominante. El almendro y el olivar, como ocurre en casi toda la zona, son los cultivos que mayor terreno ocupan, en concreto, el 42,5% y el 26,8% respectivamente. El viñedo para la obtención de vino también se da en la Alpujarra granadina, absorbiendo el 4,6% de la superficie. Con estos tres cultivos se cubren las tres cuartas partes de la superficie, el 25% restante se reparte entre un variado número de cultivos, en su mayoría: hortalizas, tubérculos para el consumo humano, cultivos forrajeros y leguminosas en grano.

En el Área Metropolitana de Granada la mayor superficie se reparte entre almendro (21,1%) y olivar (20,6%). Los cultivos forrajeros son los siguientes en importancia, su siembra abarca el 21,1% del terreno de cultivo y, dentro de los mismos, el principal es el cereal de invierno para forraje con el 15,5% del total. Significativas son también las hortalizas, con una producción muy variada que ocupa el 14,8% de las tierras cultivadas (en especial, tomates, cebollas, habas, berenjenas, cebolletas, pimientos, etc). El resto, con extensiones que oscilan entre un 2-3%, se corresponden con cereales, tubérculos para consumo humano, viñedo y cultivos industriales (mayormente girasol).

Guadix-Baza es la comarca que difiere más del resto en cuanto a su especialización agraria. Es la que posee mayor proporción de cultivos herbáceos (58,62% de la superficie) y también de tierras en regadío (60%). Sus 12.197 Has. representan el 28,2% de la superficie total cultivada de todas las comarcas pertenecientes al Parque Natural, lo que la convierte en una de las más representativas junto a las Alpujarras. El principal cultivo es el almendro que ocupa el 34,79%, aunque si consideramos los cereales en su conjunto, éstos acaparan el 41% de la superficie cultivada. Los cereales con mayor representación son la cebada y el trigo, con el 24,2% y 10,3%, respectivamente, seguidos por la avena (4,5%) y el maíz (1,9%). Otro aspecto a destacar es la escasa relevancia del olivar en comparación con el resto de las comarcas, ya que sólo representa el 5,3% de la superficie, siendo la media general del Parque del 19%.

La comarca del Valle Lecrín se encuentra especializada principalmente en cultivos de tipo leñosos, al igual que en el resto, si exceptuamos a las de Granada y Guadix-Baza. El almendro (41,03%), el olivar (22,26%) y la vid (10,34% si consideramos todas sus modalidades) absorben casi las tres cuartas partes de la superficie cultivada en el Valle Lecrín. A continuación le siguen los cereales, entre los que sobresalen el trigo (5%), la cebada (3,9%) y la avena (1,82%). Por último, destacan también los cítricos, mayormente el naranjo (3,37%). Cobran especial importancia las actividades ganaderas, al ser tradicionalmente uno de los recursos endógenos característicos de las zonas de montaña.

Según se recogía en el diagnóstico previo al Plan de Desarrollo Sostenible del Parque, la ganadería padece una serie de problemas, que resumimos a continuación:

El principal problema es la “falta de RR. HH. para el trabajo agrícola/ganadero”, factor

que compromete la continuidad de la propia actividad agrícola y/o ganadera en la zona, así como la conservación de su patrimonio paisajístico, que se verá seriamente afectado si la actividad agrícola y ganadera siguen descendiendo y orientándose hacia prácticas poco sostenibles, con abandono de las prácticas agrícolas-ganaderas tradicionales.

Con menor incidencia, se detectaron también los siguientes problemas: la falta de

asociación y cooperación entre los propietarios de explotaciones agrícolas y ganaderas de la zona para su transformación y comercialización; el abandono paulatino de las

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infraestructuras agrícolas y ganaderas y la falta de infraestructuras para transformación de los productos.

La situación de la ganadería en cuanto a importancia de la cabaña ganadera en las distintas comarcas del Parque se puede resumir en los siguientes puntos: Respecto a las comarcas pertenecientes a la provincia de Almería:

El número de cabezas de ovinos, caprinos y aves en estas comarcas representa en torno al 7% de las cabezas totales de la provincia. Además, este 7% de representatividad total, se encuentra muy disperso y en pequeñas explotaciones ganaderas. No se puede afirmar, por tanto, que sea importante la actividad ganadera centrada en tales cabezas en las comarcas.

La importancia relativa de la cabaña de porcino se cifra en un 0,7%, pudiendo afirmar que prácticamente es nula en la zona.

En cambio, con un 30,5% de las cabezas de ganado equino en las comarcas del total cabezas contadas en la provincia de Almería, podemos afirmar que las comarcas almerienses del ámbito de influencia del Parque, representan la zona más distintiva y característica de Almería respecto a la explotación de tal recurso ganadero.

Con una importancia de aproximadamente el 7%, la cabaña ganadera de bovinos también está presente en la zona. Este porcentaje que en principio podría parecer poco significativo, cambia esta impresión y signo ya que se concentra en cuatro municipios: Abrucena, Láujar de Andarax y Ohanes (donde se concentra el 40% de a cabaña ganadera bovina de la zona), y, en especial, para el municipio de Bayárcal, que concentra el 60% restante de la cabaña de bovino. Entre las razas destacan la Frisona para la producción de leche y la Retinta y la Andaluza para la producciópn de carne; existiendo otras como la Parda Alpina, la Rubia Gallega, o la Charolesa. Lamentablemente la presencia de razas autóctonas es escasa y se están planteando programas para la recuperación de razas como la Negra de las campiñas, Berrenda colorada o negra, Pajuna, Mostrenca o Marismeña, Murciana y la Cardeña Andaluza.

Respecto a las comarcas pertenecientes a la provincia de Granada:

Las cabañas de ovinos y porcinos de la zona, representan respectivamente algo más del 10% de la cabaña total de la provincia. No se puede afirmar que supongan un factor importante de explotación ganadera. En la provincia de Granada se adapta bien la oveja Segureña, pero en Sierra Nevada el porcentaje de esta raza no es significativa, siendo también testimoniales las razas Montesina, Manchega, Ojalada o Alcarreña. Las razas autóctonas presentes son la Merino de Grazalema y la Churra Lebrijana. En las razas caprinas destaca la Cabra Granadina. Destacar que las condiciones climáticas de La Alpujarra y el esmerado proceso artesanal de elaboración del jamón, ha conseguido poner un producto de calidad en el mercado nacional e incluso internacional.

En cambio, las cabañas de aves (aproximadamente el 18% del total de la provincia), y de equinos (alrededor del 25% del total), se concentran principalmente en las comarcas del Parque Natural de Granada. No obstante, no existen índices significativos de concentración de cabezas de tal ganado, sino que los altos porcentajes de representación se encuentran diseminados en multitud de pequeñas explotaciones ganaderas.

En cuanto a la cabaña de bovinos ocurre algo parecido a lo comentado respecto a las comarcas almerienses. Los municipios de Monachil, Lanteira, Jérez del Marquesado, Bérchules y Busquistar, y en especial, Trevélez (aproximadamente el 30% del total cabezas de bovino de la zona), concentran la mayor parte del 10% de representatividad total de tal cabaña respecto a la provincia de Granada.

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De la cabaña equina, decir que se está intentando introducir la raza autóctona Hispano-Bretona, o las razas asnales Andaluza o Cordobesa, Catalán y Zamorano.

En resumen, desde una perspectiva general de las actividades ganaderas se pueden extraer las siguientes conclusiones:

Poseen una representatividad relativamente baja en la zona.

En cambio, se puede hablar de un alto porcentaje de representatividad, pero sometido a una alta dispersión, las cabañas ganaderas de equinos en la zona almeriense, y de aves y equinos en la zona granadina. Agrupar, asociar, promover la cooperación, etc., entre los ganaderos de la zona que dedican sus explotaciones a esta cabañas resultaría fundamental.

Por otro lado, las cabañas ganaderas de bovino presentes en los diversos municipios del

Parque, en general, reúnen las condiciones de una aceptable representatividad sobre el total (aun no siendo esta su mejor cualidad), y un alto grado de concentración de las cabañas en municipios muy concretos. Dinamizar las explotaciones ganaderas orientadas a explotar bovinos será una cuestión asimismo fundamental, amén de mucho más fácil de lograr que la propuesta efectuada en el mismo sentido en el punto anterior.

Concluir que las explotaciones ganaderas y agrícolas, que mayoritariamente habían venido considerándose las actividades tradicionales, se muestran en claro retroceso. Actividades empresariales En primer lugar, con respecto a la situación actual de las empresas, es importante mantener en mente las notables diferencias que existen entre las empresas ubicadas en las distintas áreas de influencia del Parque. Esas diferencias vienen lógicamente condicionadas por las propias características de cada una de las zonas. Mientras que, por ejemplo, muchas de las empresas situadas en municipios del Área Metropolitana están especialmente condicionadas y orientadas hacia la aglomeración urbana de Granada capital y alrededores, la mayoría de las empresas de zonas como la Alpujarra granadina tienen mucho más presente en su día a día la cercanía a los territorios protegidos de los Parques.

Esta heterogeneidad se refleja también en la distribución sectorial de las actividades en las empresas situadas en áreas cercanas a los Parques. Así, el sector servicios (y en especial lo relacionado con turismo y comercio) es por norma general el más destacado. Sin embargo, la distribución específica de esa actividad muestra notables diferencias entre áreas e incluso municipios, no existiendo patrones marcados al respecto. De forma similar, las actividades relacionadas con la industria (especialmente de alimentación) muestran una distribución bastante irregular en el terreno.

La nota más común de todas las empresas situadas en los municipios cercanos a los Parques es su pequeño tamaño. El número de empleados es muy bajo, prácticamente sin excepción y, con frecuencia, incluye al propietario/a/s como trabajador/a/es de la empresa y mostrando un nivel variable de cualificación profesional, aunque con frecuencia todavía más basado en la experiencia que en formación académica.

En una visión de conjunto del Área de Influencia Socioeconómica, se puede concretar que:

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Las principales actividades empresariales son la construcción, el comercio minorista y la hostelería. Representando en todas ellas más del 50% de la actividad comercial, llegando incluso a concentrar el 60% de los establecimientos comerciales en La Alpujarra.

Por sectores el que presenta un mayor crecimiento es la construcción, con crecimientos

superiores al 20% en La Alpujarra, Valle de Lecrín (20,84%) y la comarca de Guadix-Marquesado (37,50%). Siendo en Río Nacimiento donde se incrementa en mayor medida, un 61,11%.

El sector de la hostelería tiende a crecer, aunque no por igual. Mientras en las comarcas

de Granada y Río Nacimiento presenta un crecimiento superior al 10% (un 12,56% y 16,67% respectivamente), en el resto el crecimiento es de poca relevancia, llegando a ser nulo en la comarca de Guadix-Marquesado. El crecimiento de este sector se debe especialmente a la creación de camping y otros servicios hoteleros no tradicionales.

Las actividades inmobiliarias, así como el alquiler, tienden a crecer, influenciadas por el

crecimiento de la construcción, siendo su crecimiento menor que la construcción. El mayor incremento se ha producido en la comarca de Río Nacimiento, seguido por Metropolitana- Granada y la comarca de Alpujarra.

Cada comarca tiene actividades con tendencia al alza diferenciadas del resto, por

ejemplo el crecimiento de actividades de investigación y desarrollo en la comarca de Granada, con 8 establecimientos de nueva creación; el comercio al por mayor en Guadix-Marquesado, con 10 establecimientos más; las actividades sanitarias y veterinarias en Alpujarras, pasando de 4 a 21 establecimientos; o el incremento de la extracción de productos minerales no metálicos en la comarca del Valle de Lecrín, con 12 nuevos establecimientos en el periodo estudiado.

La actividad turística supone, como ya se ha analizado una fuente de ingresos externa muy importante, contribuyendo además al desarrollo de otras actividades relacionadas. 16.3.2 Eventuales efectos negativos de los usos o las actividades en la(s) zona(s) de transición: El abandono de las actividades agrícolas y la sustitución de los sistemas tradicionales de explotación en bancales por grandes explotaciones hortícolas o frutales, diseñadas con criterios de eficiencia agronómica, es uno de los riesgos que en determinadas comarcas del AIS se presentan. Estas actuaciones conllevan grandes explanaciones e importantes movimientos de tierra, que modifican la morfología del territorio y el paisaje agrícola tradicional de la zona. En relación con las infraestructuras asociadas a la actividad agrícola hay que reseñar la proliferación de balsas de riego. Los invernaderos representan una amenaza latente contra los recursos paisajísticos del Área de Influencia Socioeconómica (en el Espacio Sierra Nevada y a tenor del PORN y PRUG, no se pueden implantar).

La compleja orografía obliga a realizar, como en el caso anterior, grandes movimientos de tierra con importantes desmontes y/o aterrazamientos. A ello hay que añadir la demanda de infraestructuras que conllevan: electrificación. sistema viario, acopio de residuos, etc.

Las explotaciones mineras producen uno de los impactos más relevantes detectados en el ámbito de Sierra Nevada. La afección medioambiental que provocan es, en general, alta, desde el punto de vista paisajístico, además de generar claras molestias, fundamentalmente emisiones a la

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atmósfera, en aquellas zonas que se sitúan muy próximas a núcleos de población, especialmente las del sector del Padul y La Zubia.

El respeto del caudal ecológico tiene importantes repercusiones para el mantenimiento del ecosistema fluvial en los tramos afectados por algunas centrales hidroeléctricas.

Con relación al patrimonio cultural, decir que debido a la escasa valoración asignada, tradicionalmente, a los elementos culturales se ha producido el deterioro de algunos, con respecto a su conservación.

En el caso del patrimonio etnológico, los procesos de este deterioro han sido el abandono de las formas de vida tradicionales y por consiguiente la pérdida de sus funciones primitivas.

Parece evidente la necesidad de valorar la importancia de este legado como recurso, dada su diversidad en cuanto a tipologías y cronologías.

Los elementos culturales presentes en la Reserva de la Biosfera tienen un alto valor histórico, arqueológico, paisajístico y especialmente etnológico en todo su conjunto, como forjadores del paisaje cultural que identifica el territorio de Sierra Nevada y su Área de Influencia Socioeconómica.

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17. ASPECTOS INSTITUCIONALES 17.1 ESTADO, PROVINCIA, REGION U OTRA UNIDAD ADMINISTRATIVA: [Enumérense por orden de importancia relativa la(s) división(es) administrativa(s) en las que está situada la Reserva de Biosfera propuesta (por ejemplo, Estado(s), provincias, distritos).] La Reserva de la Biosfera se encuentra dentro del Estado Español, en la Comunidad Autónoma de Andalucía, e incluye parte de las provincias de Granada y Almería En la provincia de Granada hay 37 municipios incluidos total o parcialmente en la Reserva mientras que en la de Almería hay 23 municipios con parte de su territorio o al completo dentro de la Reserva. 17.2 UNIDADES QUE CONSTITUYEN LA RESERVA DE BIOSFERA PROPUESTA: [Indíquese el nombre de las distintas unidades de gestión territorial (según proceda, por ejemplo área protegida, territorios de municipalidades, tierras privadas) que constituyen la(s) zona(s) núcleo, la(s) zona(s) tampón y la zona de transición.] Como se ha señalado en el capítulo dedicado a la zonificación, la montaña penibética se ha visto beneficiada en las últimas décadas por un ejemplar proceso de tutela ambiental plasmado en un perfil altitudinal con un incremento gradual de la protección conforme ascendemos. En el piedemonte, una banda donde se disponen la gran mayoría de núcleos urbanos y las áreas de aprovechamientos intensivos. A media ladera, el Parque Natural, un paisaje humanizado de gran valor donde se intenta compatibilizar un régimen amplio de actividades, fundamentalmente agroforestales, con la conservación de la diversidad biológica. En las zonas elevadas, los ecosistemas más singulares y amenazados amparados bajo la figura del Parque Nacional. Si nos atenemos a la doctrina de la Reserva de la Biosfera, el estrato inferior coincide, a grandes rasgos, con la zona de transición, el intermedio con la zona tampón y el superior con la zona núcleo. 17.2.1 ¿Estas unidades son contiguas o están separadas? [Una Reserva de Biosfera constituida de varias unidades geográficas separadas se llama “Reserva de Biosfera dispersa”. Sírvase indicar si este el caso de la propuesta.] La Reserva de la Biosfera forma un todo integrado ya que constituye una unidad geográfica en la que la altitud es un factor que va delimitando de manera muy fuerte los diferentes usos y aprovechamientos lo que luego ha quedado reflejado en las diferentes figuras de protección y normativa específica de aplicación.. 17.3 RÉGIMEN DE PROTECCIÓN DE LA ZONA NÚCLEO Y SEGÚN PROCEDA DE LA ZONA TAMPÓN 17.3.1 Zona núcleo: [Indíquese el tipo de protección jurídica (por ejemplo, en virtud de la legislación nacional) y la fecha de su entrada en vigor, adjuntando los documentos justificativos correspondientes (con un resumen en inglés o francés de las principales disposiciones).] Zona Núcleo: constituida por el territorio designado como Parque Nacional de Sierra Nevada. Asume esencialmente funciones de conservación y apoyo logístico estipuladas en el artículo 3 del Marco Estatutario de las Reservas de la Biosfera. Cuenta con una superficie de 85.883,42 Ha. y afecta a 44 términos municipales: 15 de la provincia de Almería y 29 de la provincia de Granada.

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El Parque Nacional aporta al patrimonio común una extraordinaria representación de los ecosistemas de la media y alta montaña mediterránea. Contiene valores naturales de primera magnitud por su rareza, fragilidad, biodiversidad e interés científico, y mediante esta figura de protección se asegura la conservación y la recuperación, en su caso de hábitats y especies. Efectivamente, la Ley 3/1999, de 11 de enero, por la que se crea el Parque Nacional de Sierra Nevada, articula (Art. 1.2.) que la declaración de Sierra Nevada como Parque Nacional tiene por objeto:

a) Proteger la integridad de sus ecosistemas, que constituyen una extraordinaria representación de los sistemas mediterráneos de montaña y alta montaña.

b) Asegurar la conservación y la recuperación, en su caso, de los hábitats y las especies.

c) Contribuir a la protección, el fomento y la difusión de sus valores culturales. d) Promover el desarrollo sostenible de las poblaciones cuyo territorio esté, en

todo o en parte, dentro del Parque Nacional. e) Aportar al patrimonio común una muestra representativa de los ecosistemas de

alta montaña mediterránea, incorporando el Parque Nacional de Sierra Nevada a los programas nacionales e internacionales de conservación de la biodiversidad.




17.3.2 Zona Tampón: [Indíquese el tipo de protección jurídica (por ejemplo, en virtud de la legislación nacional) y la fecha de su entrada en vigor, adjuntando los documentos justificativos correspondientes (con un resumen en inglés o francés de las principales disposiciones). Si la zona tampón carece de protección jurídica, indíquense las reglas que se aplican para su ordenación.] Zona Tampón: Ocupa la mayor parte del territorio designado como Parque Natural de Sierra Nevada. Ocupa una extensión de 70.738,18 Ha y rodean la mayor parte del Parque Nacional. Afecta a 60 términos municipales, 23 de la provincia de Almería y 37 de la de Granada. Desde el punto de vista de las funciones de las Reservas de la Biosfera, estaría en consonancia con las tres funciones estipuladas en el artículo 3 del Marco Estatutario. Incluye todas las Zonas de Reserva y de Regulación Especial, así como una parte de las Zonas de Regulación Común del Parque Natural.

Efectivamente, tanto el nuevo PORN y PRUG a punto de ser aprobados como en el vigente aún desde 1994, se establecen los criterios para la regulación de los usos y actividades de las distintas zonas del territorio del parque:

Para la conservación de los recursos naturales: edáficos y geológicos, hídricos, de la flora y la fauna silvestres, de la vegetación y del paisaje.

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Para la conservación del patrimonio cultural, con la puesta en valor, difusión e interpretación del mismo.

Para la regulación de los aprovechamientos forestales, agrícolas, ganaderos, cinegéticos y de pesca continental.

Para el uso público, educación ambiental y turismo en el medio natural. Para la investigación. Para la gestión de las infraestructuras. Para el seguimiento de la planificación y administración del Parque

Natural. La zonificación interna del Parque Natural que se integra en esta Zona Tampón es la siguiente:


• Arbolado autóctono y matorral interés ecológico (B1) • Arbolado naturalizado (B2) • Zonas con vegetación de medio hidrófilos (B3) • Zona de amortiguación del Área de Esquí Alpino (B4)

Zonas de regulación común

• Áreas de matorral serial (C1) • Área de esquí alpino (C3)

17.4 Reglamentos o acuerdos sobre el uso de la tierra aplicables a la zona de transición. La Zona de Transición, definidas como Zonas de Regulación Común, (cultivos agrícolas y zonas antropizadas) y Zonas fuera de Ordenación, representan zonas con menores valores ambientales, en las que tienen lugar usos y actividades de diversa naturaleza, en cuanto a calidad e intensidad. Incluye también zonas con alto grado de antropización, zonas que albergan usos generales. Las características principales son el mantenimiento de un aprovechamiento sostenible, la multifuncionalidad, la minimización de los impactos generados por las actividades que se desarrollan y, por último, la recuperación de los ecosistemas degradados. Los reglamentos existentes a este nivel son los dispuestos por los distintos ayuntamientos en los Planes de Gestión y Ordenación Urbana (PGOU) que define cada uno y en el que se especifica su vigencia. Estos Planes Urbanísticos están sometidos a las directrices del Plan de Ordenación de Recursos Naturales de Sierra Nevada cuya normativa prevalece sobre el planeamiento de los municipios. Además de la normativa del parque nacional y del parque natural que componen la Reserva de la Biosfera de Sierra Nevada, existen otras determinaciones legislativas de carácter sectorial que, en distinta medida, regulan los usos rústicos y urbanos del ámbito propuesto como Reserva. Las directivas comunitarias para su política agraria (PAC) en materia de forestación y ganadería, la ley de ordenación del territorio, las leyes forestales y de prevención de incendios, el planeamiento urbanístico de ámbito local y provincial..., forman un conjunto normativo suficiente para asegurar el control de los distintos usos del suelo que se desarrollen en la Reserva propuesta.

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Hay que tener en cuenta que en Andalucía hay una avanzada normativa de Prevención y Protección Ambiental de la que es cabeza la Ley de Gestión Integral de la Calidad Ambiental y que al ser la Reserva de Biosfera de Sierra Nevada un lugar incluido en la Red Natura se refuerzan las cautelas sobre las actuaciones y proyectos que puedan tener unos efectos directos o indirectos apreciables sobre los valores del Lugar de Interés Comunitario. 17.5 Régimen de tenencia de la tierra de cada zona: [Indíquese el porcentaje relativo del régimen de propiedad para cada zona: nacional, estatal/provincial, administración local, privada, etc.] 17.5.1 Zona Núcleo: Los montes públicos ocupan ………. Has 17.5.2 ZonaTampón: Los montes públicos ocupan …….. Has 17.5.3 Zonas de Transición: Los montes públicos ocupan ……………Has 17.5.4 Cambios previstos en el régimen de tenencia de la tierra: [¿Hay un programa de adquisición de tierras, para comprar terrenos privados, por ejemplo, o planes para la privatización de tierras que son propiedad del Estado?] En los últimos años se ha llevado a cabo la compra por parte de la administración de unas importantes fincas situadas en el parque nacional y se continúan las iniciativas para enriquecer el patrimonio público fundamentalmente en la zona núcleo de la Reserva de la Biosfera. La prioridad en este momento se centra en la posibilidad de adquirir fincas y en su caso rescatar los derechos de explotación de las empresas en la zona de reserva del parque natural (Turberas y Humedales de Padul), zona que está incluida en el Convenio Ramsar.

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17.6 Plan o política de ordenación y mecanismos de aplicación [La Estrategia de Sevilla recomienda propiciar la ordenación de cada reserva de biosfera esencialmente como un "pacto" entre la comunidad local y la sociedad en su conjunto. La ordenación debe ser abierta, evolutiva y adaptativa. Aunque el objetivo es establecer un proceso que lleve a la elaboración de un plan global de ordenación para todo el sitio que refleje estas ideas e integre a todos los interesados, es posible que éste no exista todavía en el momento de la propuesta. En este caso, empero, es necesario indicar las principales disposiciones de la política de ordenación que se está aplicando con respecto al uso de la tierra actualmente en la zona en su totalidad, y la “visión” de futuro.] A través del Consejo de Participación se canaliza la participación de todos los agentes institucionales y sociales en la Estrategia y Plan de Acción Futuro. En estos momentos el principal reto se centra en la elaboración de un nuevo Plan de Desarrollo Sostenible de manera `participativa y consensuada. 17.6.5 Indique cómo y en qué medida las comunidades locales participan en la formulación e implementación del plan o política de ordenación (informadas/consultadas: lugar que ocupan en la toma de decisiones, etc.) En el Consejo de Participación está presente una representación amplia de las autoridades locales (14 de los 60 ayuntamientos) que tienen también una participación en el Foro de la Carta de Turismo Sostenible y en todos los procesos de planificación y de gestión. 17.7 Fuente(s) de recursos financieros y presupuesto anual: [Las reservas de biosfera requieren asistencia técnica y financiera para su gestión y para afrontar los problemas interrelacionados que atañen al medio ambiente, el uso de la tierra y el desarrollo socioeconómico. Señálense las fuentes de financiación y los correspondientes porcentajes de cada una (por ejemplo, financiación procedente de administraciones nacionales, regionales, locales, financiación privada, fuentes internacionales, etc.) y el presupuesto anual estimado en la moneda del país.] La Consejería de Medio Ambiente tiene la competencia en la gestión de los espacios naturales andaluces y aporta el presupuesto ordinario para el funcionamiento de la Reserva de la Biosfera. Dicho presupuesto es complementado por otros departamentos de la administración autonómica y por la administración central a través del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino que tiene las competencias en parques nacionales y en Reservas de Biosfera. 17.8 Autoridad(es) a cargo 17.8.1 Del conjunto de la Reserva de Biosfera propuesta: Nombre: La Consejería de Medio Ambiente gestiona la Reserva de la Biosfera y coordina la participación de otras instituciones, sin menoscabo de las competencias de las administraciones locales, provinciales, y nacionales. Indíquese, si procede, la administración nacional (o estatal o provincial) a las que esta autoridad rinde informe: Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino del Estado Español

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19. DOCUMENTOS COMPLEMENTARIOS (que han de presentarse junto con el formulario de propuesta) [Para evaluar las propuestas de Reservas de Biosfera son indispensables mapas claros y correctamente rotulados. En lo posible, los mapas enviados deberán remitir a coordenadas normalizadas. Se invita a enviar versiones electrónicas] DECRETO POR EL QUE SE APRUEBA EL PORN Y EL PRUG DE SIERRA NEVADA 1994 LEY DE INVENTARIO DE ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS DE ANDALUCIA PLAN DE ORDENACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES DE SIERRA NEVADA PLAN RECTOR DE USO Y GESTIÓN DEL PARQUE NACIONAL SIERRA NEVADA PLAN RECTOR DE USO Y GESTIÓN DEL PARQUE NATURAL SIERRA NEVADA PLAN DE DESARROLLO SOSTENIBLE 2004-2010 LEY DEL PARQUE NACIONAL DE SIERRA NEVADA PLAN DIRECTOR DE PARQUES NACIONALES DECRETO DEL ESPACIO NATURAL SIERRA NEVADA CERTIFICADO DE EUROPARC DE LA CARTA EUROPEA DE TURISMO SOSTENIBLE. 2º PLAN DE ACCIÓN. LIBRO DE LA FLORA AMENAZADA DE SIERRA NEVADA GUÍA DE ITINERARIOS GEOLÓGICOS DE SIERRA NEVADA TOPOGUÍA DEL SENDERO CIRCULAR DE GRAN RECORRIDO SULAYR DOSSIER OBSERVATORIO DE SEGUIMIENTO DE CAMBIO GLOBAL DE SIERRA NEVADA ESTUDIO DE IMPACTO SOCIOECONÓMICO. ESECA

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