Para quien considero uno de mis mejores compañeros de trabajo, sincero y respetuoso (aunque a veces algo erótico con lo que ve en internet). He aprendido de tu modestia y paciencia con los demás, y sobre todo de tu experiencia como profesional. Discúlpame si en algún momento he sido pesado o atrevido, quizá sea mi afán por querer hacer las cosas bien a la primera, o quizá sea el ímpetu de mi edad. Sin embargo, puedes contar siempre con mi leal apoyo.

Tu joven amigo secreto:

José Farroñan.

P.D. Te pago la apuesta de la cajetilla de cigarros, disculpa si no lo hice en su momento, en realidad lo hacía por cuidar tu salud jaja. Un abrazo.