VIVIR Y TRABAJAR DESDE PROYECTOS

En cumplimiento de lo determinado en la Programación Cuatrienal de la Congregación General, 2011-2015, ofrecemos una sencilla reflexión sobre lo que significa “vivir y trabajar desde proyectos”, desde la convicción de que la Orden necesita avanzar en esta “cultura de proyectar y evaluar” en el contexto del proceso de revitalización que estamos llamados a vivir y que llevamos adelante con esfuerzo y esperanza.

El objetivo de esta aportación es provocar una reflexión en el seno del Consejo de SS.MM. sobre algunas opciones que nos parecen importantes. No buscamos ni concretar unas decisiones ni aprobar unos materiales, pero sí que deseamos profundizar en una línea que nos parece fundamental para la Orden y en algunas propuestas que creemos que nos pueden ayudar.

I - La dinámica de proyectos

No es necesario decir que la Orden, en todas sus Demarcaciones, ha caminado mucho en todo lo que significa elaborar proyectos de avance y crecimiento en todo lo referente a nuestra vida y misión. Tal vez nos resulta más complicado llegar a tener análisis objetivos y profundos de lo que vivimos, pero tenemos que decir que, de modo general, toda la Orden tiene claro que “analizar, proyectar y evaluar” son tres verbos que debemos utilizar con claridad para hacer un camino consciente y responsable como escolapios y ganar en calidad en nuestra vida y misión.

No partimos, pues, de cero, en esta aportación que os queremos hacer llegar. Todo lo contrario, constatamos que hemos pasado por muchas y diversas fases en todo este tema. Tenemos Demarcaciones que están incluso “cansadas” de hacer proyectos, otras que están redescubriendo esta dinámica desde claves nuevas y algunas que, en general, tienen poco desarrollado este dinamismo.

Queremos defender y proponer ante la Orden que necesitamos “clarificar y mejorar nuestra capacidad de análisis, proyección y evaluación”, por fidelidad a nuestra propia misión en la Iglesia y en la sociedad. No tiene sentido hacer proyectos que se suman a otros proyectos que no han sido evaluados; no es aceptable marcar objetivos y “líneas de acción” en el aire, sin que respondan a constataciones objetivas de la realidad que vivimos; no es razonable, en definitiva, que vivamos áreas fundamentales de nuestra vida y misión sin dirección, sin horizonte, sin ciertos niveles de exigencia, sin itinerario.

Esto queremos decir cuando proponemos “vivir y trabajar desde proyectos”. Hemos de avanzar en todo lo que significa elaborar proyectos concretos que orienten nuestro proceso, marquen itinerario y nos ayuden al crecimiento.

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Como sabéis, la Congregación General insiste sistemáticamente en la importancia de contar con “proyecto, responsable y equipo” para impulsar las grandes áreas de nuestro ser y de nuestro servicio apostólico. Lo que deseamos es que las Demarcaciones cuenten con las estructuras adecuadas para impulsar aquellas áreas que realmente son fundamentales. No serán muchas, pero si serán importantes. Tratémoslas como tales.

Proponemos que nuestras Demarcaciones se doten de la necesaria ayuda y orientación para avanzar en todo esto, de modo que podamos enriquecer nuestras dinámicas con las aportaciones de personas e instituciones que se han especializado en acompañar a grupos como el nuestro. Esto forma parte también de nuestro desafío de apertura y de nuestro deseo de trabajo en red.

Teniendo en cuenta todo esto, la Congregación General desea llamar la atención sobre tres tipos de proyectos, bien concretos, que consideramos fundamentales en nuestra Orden y que debemos aprender a hacer. Sí, aprender. Puede resultar un tanto sorprendente que digamos esto, pero estamos convencidos de que necesitamos un “salto de calidad” también en estos temas: crecer desde un proyecto personal, consolidar un proyecto comunitario y caminar desde un proyecto de presencia escolapia.

II - Aspectos fundamentales que debemos tener en cuenta, como escolapios, para elaborar nuestros proyectos

Sea cual sea la tarea, el tipo de proyecto que nos proponemos (un proyecto personal de vida escolapia, un proyecto sectorial, un proyecto comunitario), hay una serie de trabajos que tenemos que saber hacer. No son difíciles, y están dotados de una lógica muy clara: saber cuáles son nuestras referencias, analizar nuestra realidad, marcar el horizonte, concretar áreas y objetivos, proponer medios y evaluación.

1) Nuestros marcos de referencia . Estamos hablando de las “claves esenciales” que nos definen y desde las que vivimos y construimos nuestros proyectos. Fundamentalmente tenemos que citar aquí cuanto sigue:a) El Evangelio y nuestras Constituciones y Reglas.b) El contexto social, eclesial y de Vida Consagrada que vivimos.c) La documentación fundamental de la Orden y de nuestra Demarcación.d) Las apuestas esenciales del contexto escolapio en el que estamos.

2) Nuestra propia realidad, objetivamente analizada a) Dedicar un tiempo a analizar lo que vivimos, nuestras debilidades y fortalezas,

nuestros puntos de control, nuestros desequilibrios y nuestras claves de vida, nos ayudará a ser más objetivos y responsables de los procesos que queremos impulsar.

b) “Cuatro ojos ven más que dos”. Este análisis debe contrastarse, debe someterse a valoración y enriquecimiento de otros. Si es un análisis personal, a través del acompañamiento, si es un análisis comunitario, a través, por ejemplo, del discernimiento común o de las aportaciones del Superior Mayor, etc.

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c) Trabajar con instrumentos de análisis no garantiza que todo vaya mejor, pero puede ayudar.

3) La construcción de nuestra “Visión ”, el hacia dónde queremos caminar, lo que deseamos llegar a ser, marcada con tonos de fidelidad vocacional, realismo, exigencia y horizontes de crecimiento.a) Hacer un esfuerzo de marcar horizonte es algo esencial en este momento de las

Escuelas Pías. No podemos vivir sin horizontes, necesitamos no sólo soñarlos, sino describirlos y contemplarlos como deseables y posibles. El esfuerzo de concretar, de modo breve y objetivo, el horizonte hacia el que queremos tender será siempre fundamental.

b) Hay mucha literatura escrita sobre toda la dinámica propia de la “Visión” y “Misión” de los grupos humanos y religiosos. Es bueno que leamos algo sobre todo ello. No es un trabajo propio de la “calidad de nuestros colegios”, como si la “calidad de nuestra vida” no pudiera también ser potenciada desde estas dinámicas.

c) Obviamente, el marco ha de ser la Visión y Misión de la Orden. Sólo desde esta comunión global de Orden contribuiremos a la construcción de las Escuelas Pías1. A modo de ejemplo, nos puede ayudar conocer la “Visión” de la Orden elaborada y aprobada por los participantes en el encuentro de religiosos adultos-jóvenes de julio de 2011.2

4) Las líneas de acción fundamentales que nos proponemos en las áreas centrales de crecimiento que deseamos vivir. a) Este es un trabajo importante en la elaboración de nuestros proyectos, sean estos del

tipo que sean. Desde la unidad que ofrece tener una “visión”, un “hilo conductor”, podemos y debemos detectar áreas esenciales y líneas de acción (opciones, políticas) que marquen dirección. La terminología desde la que trabajemos no es –quizá- lo más importante. Lo que es realmente central es que seamos conscientes de que tenemos un “hilo conductor”, unas áreas fundamentales y unas líneas de acción que marcan dirección en cada una de esas áreas.

b) La Congregación General trata de trabajar desde este modelo. Como Orden, asumimos que la revitalización es el “hilo conductor”, y que nuestros Capítulo General marcó las grandes áreas de avance y las dotó de “líneas generales de acción y objetivos”. Desde ahí pretendemos acompañar el camino de las Escuelas Pías.

c) Como es lógico, esta “doctrina” deberá ser adaptada a cada caso concreto. No es lo mismo elaborar un proyecto personal de vida escolapia que un proyecto de formación permanente de la Demarcación. Pero, en esencia, la dinámica es común.

1 Los últimos textos que tienen rango de “Visión y Misión de la Orden” están publicados en Ephemerides Calansanctianae 9-10 de 2003, página 459.2 “Los escolapios, religiosos y laicos, llamados por Dios al seguimiento de Jesús según el carisma de Calasanz, estamos enviados a evangelizar educando y a transformar la sociedad, sirviendo a los niños y jóvenes, especialmente a los que viven realidades de exclusión, a través de instituciones y métodos oportunos; siendo místicos y profetas, queremos ser significativos, capaces de convocar y animar a nuestra vida religiosa y a la comunidad cristiana escolapia y Viviendo la Orden con corresponsabilidad e interdependencia, trabajando comprometidamente por las nuevas presencias que deseamos crear”.

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5) Los medios y la evaluación del proyecto a) El último paso es dotar a los objetivos de medios y estrategias concretas para llevarlos

adelante. Esto tiene que ver mucho con la tarea de “hacer una programación”, de “concretar los modos y maneras en los que vamos a hacer las cosas”. Nunca hay que confundir medios con objetivos, pero nunca podemos formular objetivos sin definir los medios desde los que queremos caminar hacia ellos.

b) Por ejemplo, tenemos comunidades que marcan los horarios y los ritmos de sus reuniones, pero no piensan “qué quieren conseguir” con esa reunión, en qué desean crecer y caminar juntos. De este modo, cada año se discute de horario, de ritmos, de plazos, pero no de horizontes ni de metas, posibles, que deseamos alcanzar.

c) ¡Cuántos proyectos sin evaluación objetiva que han dado lugar a proyectos nuevos! Deseamos llamar la atención sobre esta cuestión, pidiendo a todos que seamos serios con las cosas que decimos y aprobamos. Debemos saber evaluar, reconocer hasta dónde hemos llegado en nuestros planes, qué cosas hemos conseguido y qué cosas no, etc. Hemos de ser capaces de evaluar con objetividad, aplicando con claridad criterios de evaluación e indicadores de logro.

d) También es importante “trabajar con plazos razonables”. No hacemos un “proyecto personal o comunitario” cada año, pues las cosas no cambian tanto cada año. Les quitamos el valor que tienen cuando los convertimos en rutinas anuales; los convertimos en programaciones concretas que sí pueden ser anuales, en función de las circunstancias. Es bueno que nos acostumbremos a proyectar por cuatrienios o sexenios, que constituyen el ritmo habitual de nuestra Orden. Poco a poco iremos marcando camino y construyendo un itinerario.

III - Alguna documentación sobre “nuestra propia capacidad de proyectar”

Tenemos mucho material escrito en este sentido. Sólo a modo de “ayuda y propuesta” os ofrecemos un breve elenco de diversos proyectos y materiales que funcionan en la Orden, que están en vigor y que están ayudando en las diversas Demarcaciones y comunidades a caminar. Son materiales muy ricos, y no los ofrecemos con ánimo de exhaustividad, sólo como pequeños ejemplos que, si son conocidos, pueden ayudar. Utilizadlos como un compartir fraterno que puede haceros conocer un poco mejor los esfuerzos de los hermanos. Están todos publicados en la página Web de la Orden3.

1) Programación Cuatrienal de la Congregación General de las Escuelas Pías, 2011-2015.2) Proyecto de crecimiento en Calidad y Comunión en la Formación Inicial en la Orden.3) Proyecto de formación de educadores de Argentina.4) Proyecto de Formación Permanente de la Tercera Demarcación de España.5) Proyecto Educativo Integral de Valencia.6) Proyecto de Provincia de México.7) Proyecto provincial de presencia escolapia de Emaús.3 Estarán en breve plazo, en cuanto la nueva Web esté operativa.

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8) Proyecto de Misión Compartida e Integración Carismática de Colombia.9) Proyecto de “mejora de la organización” de la Escuela Pía de Catalunya.10) Proyecto educativo, social y de presencia de la Escuela Pía de Catalunya.11) Planificación bienal del área educativa de la Provincia de Aragón.12) Proyecto de presencia escolapia de Venezuela.13) Proyecto de Educación No Formal “Santiago” de la Tercera Demarcación de España.14) Proyecto estratégico de la Provincia de Hungría.15) Proyectos de Educación No Formal de las Californias.16) Proyecto “Hogares” de México.17) Proyecto Educativo de “Itaka-Escolapios” de Brasil.

IV - Tres propuestas concretas: el proyecto personal, el proyecto comunitario y el proyecto de presencia escolapia.

La Congregación General está convencida de que estas tres herramientas constituirán una extraordinaria ayuda para nuestra vida y misión. Proponemos que en todas las Demarcaciones se reflexione sobre cómo llevarlas adelante y se haga el esfuerzo de dar pasos significativos en los tres ámbitos. Pedimos a los Superiores Mayores que impulsen estas tres dinámicas en sus Demarcaciones.

PROYECTO PERSONAL

Proponemos que los religiosos escolapios vivamos desde “un proyecto personal de vida escolapia” que oriente nuestro proceso, nos ayude en nuestra fidelidad, nos haga más conscientes de nuestras posibilidades, avances e inconsistencias y nos permita una vida escolapia auténticamente en proceso.

Somos conscientes de que hay mucho material escrito en torno a este tema, y no pretendemos agotarlo en este escrito. Remitimos a la amplia literatura escrita sobre los “proyectos personales” y simplemente ofrecemos algunos criterios que conviene tener en cuenta, muy sencillos por otra parte.

a) El “proyecto personal de vida escolapia” es sólo una herramienta. El mismo hecho de elaborarlo ya es un valor en sí mismo. No es tan importante el esquema que sigamos, sino nuestra capacidad de marcar dirección para nuestra vida.

b) Elaboramos nuestros proyectos personales desde un marco de referencia común (las Constituciones) y teniendo muy en cuenta la realidad de la comunidad en la que vivimos y las necesidades de la Provincia y de la Orden. La apertura a la Orden y nuestro compromiso con la Provincia deben ser claves en nuestro proyecto de vida.

c) En nuestro proyecto destacamos las áreas fundamentales de nuestra vida desde las que queremos crecer en fidelidad vocacional.

d) Nuestro proyecto personal puede ayudarnos mucho a evaluar nuestro propio proceso, a marcarnos pistas de avance y crecimiento y a vivir más acompañados.

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Como en todos los aspectos de nuestra vida, también en éste hemos de saber trabajar con pedagogía y progresividad. Hay modelos y materiales sencillos y otros más complejos; es fundamental utilizar los más convenientes, teniendo en cuenta la realidad de las personas.

Hay numerosas publicaciones y materiales sobre el Proyecto Personal. La Congregación General, en su momento, propuso algún modelo en el plan de “formación de rectores” que se llevó adelante en el sexenio anterior. El Secretariado General de Vida Comunitaria y Formación Permanente podrá ofrecer algunos modelos a quienes lo soliciten. Queda en manos de los Superiores Mayores el impulso concreto de esta propuesta entre los religiosos de la Demarcación.

PROYECTO COMUNITARIO

La Congregación General desea que todas las comunidades escolapias se doten de un “proyecto cuatrienal”, en sintonía con las grandes líneas de la Orden y con los planteamientos de la Demarcación. Debemos superar la tentación de limitarnos a “hacer programaciones”, y tenemos que intentar dar más calidad a nuestra vida comunitaria.

En ese sentido, proponemos dos materiales que pueden ayudar, y los adjuntamos como anexo a este documento (ANEXO I):

a) El documento “Hacia un proyecto de vida comunitaria escolapia”, elaborado por el Secretariado General de Vida Comunitaria y Formación Permanente, ofrece una serie de criterios y reflexiones, tomadas de nuestras Constituciones, cuya reflexión es previa a la elaboración de un Proyecto Comunitario.

b) La segunda parte del documento, “Perfil de una comunidad religiosa escolapia, pautas para la elaboración del proyecto comunitario”, ofrece una ayuda concreta para la elaboración del proyecto comunitario. Posteriormente, cada año, será importante definir la Programación.

Como es lógico, corresponde a los SS.MM. dar las directrices concretas para que las comunidades de la Demarcación puedan realmente avanzar en esta tarea tan importante para que nuestra vida comunitaria pueda crecer en calidad y en fidelidad vocacional.

PROYECTO DE PRESENCIA ESCOLAPIA

En algunas Demarcaciones llevan ya un cierto tiempo trabajando desde la dinámica de “proyectos de presencia escolapia”. La Congregación General piensa que estamos ante una sugerencia que puede enriquecer mucho nuestra vida y nuestra misión. Trataremos de explicar de modo breve en qué consiste esta propuesta.

1) ¿Qué es una “presencia escolapia”?. Por presencia escolapia entendemos el conjunto de realidades comunitarias y de misión que constituyen y configuran una realidad escolapia concreta, local o demarcacional. Hablamos de las personas y comunidades, las obras, la misión que impulsamos desde diversas plataformas, las relaciones que establecemos, la organización de la que nos dotamos y el dinamismo con el que vamos caminando en fidelidad al Evangelio y a Calasanz.

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a) Una presencia escolapia local está constituida por diversas realidades. Por ejemplo: una (o más de una) comunidad religiosa, un colegio, un templo con culto público (o una parroquia), un centro de ENF, un centro de Pastoral Juvenil, quizá una Fraternidad Escolapia, una cierta tradición en la ciudad, unas presencias eclesiales o sociales, etc. Todo ello, visto de modo conjunto y coordinado, es una presencia escolapia.

b) Por ejemplo, describamos algunas, de modo sencillo y concreto:i) La presencia escolapia en Sokone (Senegal), está formada por una comunidad

religiosa escolapia (que además es casa de formación, con su correspondiente proyecto formativo), una parroquia, unos internados, un Centro de ENF, una proyección amplia e influyente en la población, etc.

ii) La presencia escolapia en Szeged (Hungría) está formada por una comunidad religiosa que además es casa de acogida vocacional, un templo con culto público, un internado, un colegio, y una amplia tradición en la ciudad.

iii) La presencia escolapia en Valencia (Venezuela) está formada por una comunidad religiosa, una comunidad de la Fraternidad escolapia, dos colegios, una parroquia, una casa del anciano, una propuesta estable de pastoral juvenil, etc.

2) Cada uno de los “centros” o “plataformas” tiene (debe tener) su propio proyecto: la comunidad su proyecto comunitario, el colegio su proyecto educativo, la parroquia su proyecto parroquial, etc. El riesgo es que cada una de estas plataformas “planifique por su cuenta” y que no tengamos líneas comunes, claves de vida y misión que orienten el camino común. Si esto fuera así, estaríamos ante un planteamiento muy equivocado de vida y misión escolapia.

3) Un proyecto de presencia exige que entre todos los que configuramos una presencia escolapia seamos capaces de discernir y concretar algunas líneas de fondo, fundamentales, comunes a todos los componentes de esta presencia. Estas líneas de fondo, estos objetivos fundamentales, comunes a todos, son los que dan coherencia y unidad a la presencia escolapia y facilitan que todo camine de modo más coordinado.

4) Como es lógico, este proyecto debe ser sostenido y animado por un “equipo de presencia”, ojalá que configurado desde la dinámica de la Misión Compartida y, donde sea posible, desde la Integración Carismática, que es el garante y el impulsor del camino común. No es un equipo de carácter ejecutivo, sino más bien de carácter carismático. No asume las funciones de los equipos concretos de cada plataforma (el consejo parroquial, el equipo directivo, por ejemplo), sino que anima las cuestiones fundamentales que hemos decidido que son comunes a todas.

5) Imaginemos que cualquiera de las presencias citadas anteriormente se pone de acuerdo, como proyecto de presencia, en tres opciones clave (con sus correspondientes desarrollos concretos) que deben estar presentes en todos los ámbitos de la presencia (en el proyecto comunitario, en el proyecto pastoral, en el proyecto parroquial, etc.). Por ejemplo, estas tres: a) Impulsar especialmente la Pastoral Vocacional a la Vida Religiosa Escolapia como uno

de los ejes centrales de nuestra presencia.

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b) Trabajar sistemáticamente en todo lo que significa el crecimiento en identidad escolapia de todas las personas que forman parte de nuestra presencia escolapia.

c) Impulsar que en todos los ámbitos de nuestra presencia se trabaje desde proyectos (análisis, programación y evaluación).

6) Estas tres grandes opciones tiñen todos los centros de nuestra presencia escolapia: forman parte central de todos los proyectos concretos y se desarrollan con opciones y prioridades específicas. Y se mantienen sistemáticamente durante todo el cuatrienio. Estamos convencidos de que los resultados desde el punto de vista de la coherencia global y del itinerario de avance serían claros y positivos.

Os proponemos que reflexionéis sobre esta propuesta, tratando de ver qué posibilidades ofrece en vuestras Demarcaciones, sobre todo a nivel local. Como anexo, os ofrecemos un sencillo esquema (ANEXO II).

V - Propuesta a los SS.MM.

La Congregación General propone a los SS.MM. que en sus respectivas Demarcaciones avancen en todo lo que significa “vivir y trabajar desde proyectos” y, en concreto, que promuevan que los religiosos vivan desde un proyecto personal de vida escolapia, que las comunidades realicen su proyecto comunitario y que nuestras presencias escolapias estén animadas desde un proyecto de presencia.

ANEXO I: “Hacia un PROYECTO DE VIDA COMUNITARIA ESCOLAPIA”

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HACIA UN PROYECTO DE VIDA COMUNITARIA ESCOLAPIA

Materiales de apoyo para su elaboración

El presente documento, elaborado por el Secretariado General de Vida Comunitaria y Formación Permanente, y aprobado por la Congregación General, presenta una síntesis descriptiva y elemental de nuestro proyecto de vida comunitaria escolapia y trata de ofrecer una ayuda concreta a nuestras comunidades para elaborar el propio PROYECTO COMUNITARIO.

El documento tiene dos partes: la primera describe el perfil básico de una comunidad escolapia, y la segunda es una matriz que puede ayudar a la comunidad a definir su propia Visión y a elaborar su proyecto. Sugerimos que antes de trabajar este documento se lean los capítulos 2, 3, 4 y 7 de las Constituciones.

I - PERFIL DE UNA COMUNIDAD RELIGIOSA ESCOLAPIA

1) Nos unimos y vivimos en comunidad:a) Convocados en comunidad por el amor del Padre que nos congrega, salva y vivifica en

comunidad,b) Nos comprometemos por la profesión de los Votos a seguir en radicalidad a Jesucristo,

nuestro Camino, Verdad y Vida.c) Nos une el Espíritu del Padre y del Hijo que inspira y acompaña en nosotros el mismo

carisma que a nuestro Fundador, San José de Calasanz, enviándonos en comunidad a evangelizar educando a los pequeños, a los niños y jóvenes, sobre todo los pobres.

2) Cada comunidad escolapia está constituida:a) Por un número suficiente de escolapios, enviados por el servicio de Autoridad del

Superior Mayor,b) Conscientes de que la calidad de vida de la misma es responsabilidad y misión de

todos.c) La comunidad escolapia local es la primera y fundamental en la familia escolapia y se

constituye para expresar la naturaleza íntima de la vocación religiosa y para prestar su servicio a la Iglesia con el carisma propio y los medios adecuados.

3) Nuestro tipo de comunidad responde a uno de estos tipos de comunidad, atendiendo a:a) El modelo de vida comunitaria que se especifica y prima uno o varios de estos

aspectos: relaciones interpersonales, oración, ministerio, signo de presencia eclesial y social...

b) Damos importancia a la pluralidad de nuestra vida comunitaria según sea la inserción en el entorno, en la sociedad y en la Iglesia locales a las que servimos.

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c) La diversidad de tipos de vida en comunidad a veces es respuesta al servicio encomendado por los Superiores y la Orden: comunidades de acogida vocacional o de jóvenes, de formación inicial de religiosos, de vida y misión compartida con los laicos, de atención a nuestros mayores y enfermos, de acogida y acompañamiento a niños y jóvenes socialmente desfavorecidos y marginados, específicamente misioneras “ad gentes”, con un encargo concreto de atención, investigación y estudio de líneas concretas de nuestro ministerio escolapio...

4) Nos re-unimos:a) En la oración y la Eucaristía, donde fortificamos la “la roca del Ser personal y

comunitario” en la que aseguramos y revitalizamos nuestra misión y ministerio escolapio.

b) En la reunión comunitaria, en la que compartimos nuestra vida, nuestra interioridad, tareas, la fe, formación e informaciones que nos llegan de la Orden, de la Iglesia, y de otras instancias que nos competen, y en otros espacios privilegiados de encuentro, retiro y discernimiento.

c) En la comunicación distendida, familiar y fraterna en la mesa, en días puntuales de recreación comunitaria y en otras actividades programadas por la comunidad.

5) Nuestra vida fraterna:a) Iluminada por el Espíritu de Cristo, siempre presente en nosotros, deja transida nuestra

caridad de una delicada sencillez.b) Nos respetamos y aceptamos mutuamente, tal como cada uno ha vivido su propia

historia sagrada personal, siempre original y única.c) Nuestras relaciones cobran vida y vigor con la atención y aceptación personal mutua,

el diálogo y la comunicación interpersonal constantes, y la corresponsabilidad y participación de todos en la misión encomendada a la comunidad.

6) Nuestra vida ministerial:a) Asumimos gozosamente nuestro ministerio eclesial de evangelizar educando; y así, nos

sentimos Cooperadores de la Verdad, según nos transmitió Calasanz, nuestro Fundador. De este modo colaboramos en la construcción de un mundo más justo y fraterno.

b) Este ministerio lo concretamos en la educación integral evangélica de los más pequeños, niños, adolescentes, jóvenes y sus familias, en múltiple diversidad de mediaciones: colegios, internados, centros culturales, parroquias, misiones, hogares de acogida de niños de la calle, en acciones concretas de servicio evangelizador y pastoral en proceso, en movimientos propios u otros, que tienen que ver con nuestra misión, en actividades educativas y pastorales extraacadémicas…

c) Cuidamos la relación, corresponsabilidad y comunicación constantes con el conjunto de personas a las que nos dedicamos y con sus familias, tratando de ser, como comunidad, alma de la presencia escolapia.

7) En comunión con la Orden:

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a) Vivimos nuestra Vocación Escolapia con sentido de Orden, abiertos a las necesidades y opciones de las Escuelas Pías,

b) En comunión con las otras comunidades y Demarcaciones escolapias,c) Y estamos en permanente actitud de diálogo y comunicación positiva con los

Superiores, que ejercen el servicio de la autoridad, para discernir y llevar a cabo la voluntad de Dios entre nosotros.

8) Y en comunión con la Iglesia Particular:a) Establecemos relaciones de fraternidad con diócesis y parroquias,b) Nos hacemos activamente presentes en la pastoral de infancia y juventud de la Iglesia

Local,c) Colaboramos con otros Institutos Religiosos y organizaciones diocesanas que trabajan

a favor de los pobres y marginados socialmente, en especial en los aspectos más afines a nuestro carisma.

9) Inserta en el entorno social concreto:a) Nuestra comunidad hace suyos los gozos y las esperanzas, las tristezas y afanes de

aquellos a quienes servimos y de la comunidad local en que vivimos y trabajamos.b) En unión con otras Congregaciones de Religiosos/as e Instituciones sociales y civiles

participamos en la consecución de los Derechos Humanos de los más pequeños y desfavorecidos social, cultural y religiosamente.

c) Participamos eficazmente en las iniciativas que promueven la justicia y la paz y con nuestra vida y misión somos signo de esperanza y denuncia de situaciones injustas que viven los pobres.

10) Nuestra comunidad es escuela de Formación Permanente:a) Nos ocupamos de que todos nosotros dispongamos de tiempo, medios y planes,

necesarios y oportunos, para nuestro crecimiento y formación personal, para estar al día en las áreas de formación y de vida que más nos afectan: teología, pastoral, educación, acción social, educación no formal...

b) Nuestra comunidad es lugar privilegiado para el crecimiento y la formación de cada uno, como responsable primero de su formación continua y corresponsable de la facilitación de medios y cauces para la de los hermanos.

c) Entendemos la Formación Permanente como el cultivo de una actitud integral de fidelidad a la propia vocación, al ministerio escolapio y al compromiso adquirido en la Profesión en la Orden. El ejercicio responsable de nuestro ministerio nos exige la renovación incesante de una buena preparación profesional.

11) Acompañamos con nuestra vida en comunidad a los hermanos que la conformamos:a) Aceptamos de corazón a los otros tal como son y les ayudamos activamente a madurar

en sus aptitudes y a crecer en el amor, procurando que el ambiente comunitario sirva a cada uno para dar respuesta fiel a su propia vocación.

b) Nuestra vida se consolida en las relaciones interpersonales fraternas, se centra en la Eucaristía y se fundamenta en la Fe. Y hacemos auténtica comunidad cuando sentimos preocupación e interés por las situaciones en que se hallan los hermanos.

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c) Nuestras relaciones comunitarias cobran vida y vigor con la caridad y la corresponsabilidad y la participación de todos en nuestra vida y ministerio.

12) Programamos, planificamos y evaluamos periódicamente nuestra vida comunitaria:a) Con objetivos e iniciativas claras y precisas perfilamos el estilo de vida que queremos

gestionar en fidelidad a nuestras Constituciones y Norma de Vida escolapia y a la Visión que tenemos de la misma.

b) En consejos y reuniones de familia, reflexionamos y compartimos cuanto se refiere a la vida espiritual, calasancia y ministerial, buscando siempre el mayor bien común.

c) Todas las cuestiones más importantes las tratamos comunitariamente, coordinados y animados por el Superior de la Comunidad.

13) Nuestra Comunidad se expresa y manifiesta en la reunión comunitaria:a) Intervenimos activamente en la reunión semanal de la comunidad en la que

compartimos fraternalmente nuestras tareas, inquietudes, gozos y esperanzas.b) Vivimos la reunión comunitaria como lugar privilegiado para la comunicación

interpersonal de todos, poniendo en común nuestras experiencias, vida y misión.c) En la misma recibimos informaciones de la Demarcación, de la Orden y de los

Superiores, en su servicio de comunicación y de aliento a nuestras vidas en comunión con todos nuestros hermanos.

14) Nuestra comunidad es lugar humano y evangélico abierto y acogedor:a) Practicamos con actitudes de gozo y hospitalidad evangélica la acogida a hermanos y

huéspedes, de modo especial a los laicos que comparten con nosotros tarea y misión escolapia.

b) Ponemos nuestros medios, instalaciones y bienes al servicio del entorno social y humano en que vivimos y trabajamos, sobre todo a favor de los pobres y pequeños a quienes se nos envía como comunidad y obra escolapia.

c) La alegría y el gozo de vivir en comunidad está impregnada y se incrementa en la generosidad de la entrega gratuita y desinteresada a quienes nos visitan.

15) Queremos hacer de nuestra comunidad un lugar de perdón y de fiesta:a) Celebramos el gozo de vivir en comunidad como signo de la presencia del Amor del

Padre entre nosotros y de Jesucristo cuando nos dice que “cuando estéis reunidos dos o más en mi nombre ahí estoy yo entre vosotros”.

b) Nuestra pequeñez humana, egoísmo, debilidades e ignorancias retardan y oscurecen entre nosotros el plan evangélico de las Bienaventuranzas y el designio de salvación en comunidad fraterna del Padre. Y dedicamos momentos a la reconciliación comunitaria con actitud de comunicación y diálogo profundo y sincero.

c) Junto con la corrección fraterna, nos esforzamos en la animación de los hermanos cuando llega la debilidad y el decaimiento en nuestras vidas y relaciones fraternas.

16) Compartimos nuestra Misión y Carisma con los laicos en espíritu de comunión:

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a) Consideramos como miembros activos y valiosos de nuestra Comunidad y Obra a muchos laicos que se vinculan a nuestro sueño y Obra calasancia en grado y modalidades diversas.

b) Con nuestra vida comunitaria, vehículo y mediación del Espíritu de Dios, tratamos de ser respuesta y de mostrar el camino a aquellos con quienes tenemos trato más asiduo, sobre todo niños y jóvenes, de modo que sientan la atracción de trabajar en la mies del Señor.

c) Con nuestra cercanía y comunión fraterna con los laicos de la Obra escolapia expresamos la alegría de compartir con ellos lo que somos y hacemos, y juntos cooperamos a la construcción de las Escuelas Pías.

17) Nuestra comunidad suscita, llama, acoge y acompaña nuevas vocaciones.a) Con especial cuidado y amor fraterno nos preocupamos por quienes disciernen

abrazar nuestra vida escolapia.b) Somos activamente diligentes en favorecer la acción del Espíritu en jóvenes en

búsqueda de Dios, que da sentido a su existencia, y los acompañamos en su camino de discernimiento vocacional.

c) Sintiéndonos corresponsables con todos los escolapios, religiosos y laicos, oramos y trabajamos para que el Dueño de la mies siga enviando nuevas vocaciones a las Escuelas Pías, y nos esforzamos en ser comunidades capaces de acoger jóvenes que desean crecer como escolapios, acompañándoles en su vocación.

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II - PERFIL DE NUESTRA COMUNIDAD RELIGIOSA ESCOLAPIA. Pautas para la elaboración de un Proyecto Comunitario.

1. Nos unimos y vivimos en comunidad (razón y motivación) porque y para:……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..

2. La comunidad escolapia la componemos (personas, edad, una característica de cada uno):

............................................................................................................................................

............................................................................................................................................

...................................................................................................................

3. Tipo de nuestra comunidad escolapia:

La Misión de nuestra comunidad es: ………………...........................................................…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..

Está inserta en: Entorno social (describir brevemente) ………………………............................. Colegio (id) …………………………………………………………………............................. Parroquia (id)…………………………………………………………..……………………............ Plural en tareas (concretar) ………………………………………………………...............

Los destinatarios de nuestra misión son……………………………………………………………….

…………………………………………………………………………………………………………………....

4. Nuestra vida de oración (concretar 2 objetivos y 2 iniciativas en cada objetivo): ............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

5. Nuestra vida fraterna (concretar 2 objetivos y 2 iniciativas en cada uno):...........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

6. Nuestra vida ministerial (2 objetivos y 2 iniciativas por objetivo):

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............................................................................................................................................

............................................................................................................................................

....................................................................................................................

7. En comunión con la Orden (modo de vivencia y expresión de comunión):............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

8. En comunión con la Iglesia Particular (id a la 7):

............................................................................................................................................

............................................................................................................................................

....................................................................................................................

9. Inserta en la sociedad concreta (concretar el modo):

............................................................................................................................................

............................................................................................................................................

...................................................................................................................

10. La comunidad religiosa escolapia como agente de formación permanente para nosotros mismos( concretar acciones y modos):

............................................................................................................................................

............................................................................................................................................

....................................................................................................................

11. La comunidad como agente de acompañamiento de cada uno de sus miembros (medios y modos de formación):............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

12. La Comunidad escolapia comparte, planifica y programa su vida y la evalúa periódicamente (cómo y cuándo):

............................................................................................................................................

............................................................................................................................................

....................................................................................................................

13. La comunidad escolapia se expresa y se manifiesta de modo especial en la reunión comunitaria semanal (calidad de nuestras reuniones):………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….

14. La comunidad escolapia es abierta y acogedora (modos y medios):

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15. Comunidad, lugar de perdón y de fiesta (medios de reconciliación, resolución de conflictos, momentos de asueto y de vivir nuestra comunidad como familia):……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….

16. La comunidad escolapia comparte la misión y el carisma calasancio con los laicos (objetivos e iniciativas):

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17. La comunidad escolapia suscita, llama, acoge y acompaña nuevas vocaciones escolapias (concreciones prácticas de este compromiso):

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18. ............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

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ANEXO II: Hacia un “PROYECTO DE PRESENCIA ESCOLAPIA”

Propuesta de “modelo de proyecto de presencia escolapia”

1) Descripción de la presencia escolapia concretaa) El sujeto de la presencia escolapia:

i) Comunidad o comunidades religiosas.ii) Fraternidades Escolapias (en el caso de que existan).iii) Otros elementos configuradores del “sujeto de la presencia escolapia.

b) Las plataformas de Misión:i) Colegio, ENF.ii) Parroquia, templo.iii) Otros…

c) Otros elementos importantes.2) Líneas prioritarias para la presencia escolapia, con su desarrollo

a) Línea 1:i) Objetivo 1.ii) Objetivo 2.

b) Línea 2:i) Objetivo 1.ii) Objetivo 2.

c) Línea 3:i) Objetivo 1.ii) Objetivo 2.

3) Equipos impulsores del proyecto, sobre todo el “equipo de presencia”a) Composición del “equipo de presencia”.b) Funciones del “equipo de presencia”.c) Plan de trabajo del “equipo de presencia”.d) Otros equipos importantes.

4) Coordinación con otras presencias escolapias y con la Demarcación

EJEMPLO: Proyecto de Presencia escolapia de la Viceprovincia de Venezuela.

Sólo por si sirve de ayuda os presentamos un resumen del PROYECTO DE PRESENCIA ESCOLAPIA DE LA VICEPROVINCIA DE VENEZUELA. Está elaborado para toda la Demarcación y busca que los diversos proyectos de presencia locales se inspiren en él, para caminar con coherencia.

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PROYECTO VICEPROVINCIAL DE PRESENCIA ESCOLAPIAEN VENEZUELA (resumen)

1. INTRODUCCIÓN

1.1. ¿Qué es la “presencia escolapia”?

a) La presencia escolapia en Venezuela somos las personas y comunidades, las Obras, la misión que impulsamos desde diversas plataformas, las relaciones que establecemos, la organización de la que nos dotamos y el dinamismo con el que vamos caminando en fidelidad al Evangelio y a Calasanz.

b) Esta presencia escolapia se concreta en cada lugar en torno a la Comunidad Cristiana Escolapia y a su misión.

c) Se entiende de forma dinámica: todo aquello que impulsa nuestro carisma, espiritualidad, vida y misión al servicio del evangelio y de la transformación de la sociedad; en definitiva, al servicio de la construcción del Reino de Dios.

d) En todos los ámbitos y plataformas en las que desarrollamos nuestra misión es fundamental el testimonio de nuestra vida personal y comunitaria. No sólo es importante lo que hacemos, sino cómo lo hacemos, tratando siempre de ser signos de los valores y opciones en los que creemos.

1.2. ¿Por qué un “proyecto de presencia escolapia”?

a) Para guiar el desarrollo de las diversas presencias escolapias y el impulso de nuestra misión. Un proyecto de presencia no busca sólo consolidar lo que se hace sino impulsar su crecimiento con el fin de poder ofrecer nuestra propuesta a más personas y, de este modo, colaborar mejor con la misión de la Iglesia. Cuidamos especialmente la sostenibilidad de los proyectos y la fidelidad evangélica y carismática de los mismos.

b) Con capacidad de convocar e implicar a más personas y grupos. Nuestros “proyectos de presencia” explicitan siempre el objetivo de “implicación de las personas”. Cuidamos especialmente la identidad escolapia de nuestras obras y comunidades, invitando a quienes viven y trabajan entre nosotros a descubrir esta riqueza y acompañando los procesos formativos y pastorales desde esta clave de identidad.

c) Compartido desde la Comunidad Cristiana Escolapia. La CCE, convocada por el Señor, configura y alienta el proyecto de presencia escolapia.

d) El proyecto de presencia escolapia cuida de nuestra pertenencia a la Orden, nuestra inserción eclesial y nuestra capacidad de respuesta a los desafíos planteados por la sociedad. Nuestros proyectos de presencia están en sintonía con las políticas fundamentales de la Orden, tienen en cuenta las necesidades y propuestas de las Iglesias particulares y las necesidades y desafíos de la realidad en la que vivimos, especialmente desde el punto de vista de los niños, niñas y jóvenes y de los más necesitados.

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2. LAS PLATAFORMAS FUNDAMENTALES DE NUESTRA MISIÓN

2.1. Los colegios La Viceprovincia tiene cinco colegios y un CECAL (Carora, Barquisimeto, Valencia Norte, Valencia Sur y Caracas). Atendemos globalmente a unos 4.600 alumnos y cientos de profesores y personal, catequistas, animadores, responsables y colaboradores. Trabajamos para llevar adelante nuestros colegios desde las claves escolapias que consideramos fundamentales: evangelización, educación integral y transformación social.

2.2. Las parroquias Llevamos varias parroquias en Carora, Barquisimeto y Valencia Sur. Desde ellas impulsamos la vida de fe de las diversas personas que se vinculan en torno a cada una de las parroquias. Nuestras parroquias, animan de manera especial los procesos educativos y pastorales de los niños, adolescentes y jóvenes, en consonancia con el conjunto de las obras escolapias de la Viceprovincia. A la vez, reciben unas directrices de sus respectivas Diócesis que enriquecen su tarea pastoral. Nuestras parroquias por su fuerte implantación en los entornos donde se ubican nos abren a realidades necesitadas de promoción social y misión evangelizadora.

2.3. La Fundación “Itaka-Escolapios” La Fundación “Itaka-Escolapios” es una plataforma de Misión Compartida entre la Orden Religiosa y la Fraternidad. Desde ella se impulsan diversas áreas de nuestra misión. Colabora de modo preferente en los procesos educativos y pastorales con niños, adolescentes, jóvenes y adultos que desarrolla la Viceprovincia de Venezuela. Las áreas fundamentales de la Fundación son las siguientes: Sensibilización, Escuelas de educadores, Cooperación para el desarrollo, Voluntariado, Acción social, Comunicación y Gestión económica.

2.4. Otras presencias no institucionales de religiosos y laicos escolapios La presencia escolapia también se encarna y enriquece a través del trabajo de aquellos religiosos y laicos que ejercen su ministerio o su trabajo profesional en ámbitos diferentes de los propiamente institucionales escolapios, tanto en tareas educativas como pastorales, sociales, políticas de otros ámbitos profesionales. Este trabajo, realizado con conciencia e identidad escolapia, contribuye también a impulsar lo escolapio y supone una excelente aportación para la construcción de un mundo mejor.

3. ELABORACIÓN DEL PROYECTO DE PRESENCIA :

3.1. Características :

El Proyecto de Presencia debe recoger los desafíos y objetivos de cada Presencia Escolapia en cada lugar. Es el documento marco de toda la acción escolapia en una

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zona y sirve como documento de referencia al Equipo de Presencia. Este proyecto debe poder concretar en cada presencia las prioridades y desafíos que se plantean en el Capítulo Viceprovincial y debe guiar su concreción en cada una de las plataformas de misión.

Insumos: Para la construcción del proyecto de presencia se requiere de los proyectos de cada una de las instancias de la presencia: Comunidad Religiosa, Fraternidad local, Grupos constituidos de Misión Compartida, Centro educativo: Proyecto Educativo Integral, Parroquia, Pastoral, Pastoral Vocacional Específica, Fundación Itaka Escolapios.

Esquema:1. Breve Descripción de la realidad de la presencia escolapia (extrayendo

información de los diagnósticos de los diversos proyectos diseñados en la presencia).

2. Objetivo general y desafíos de la Presencia escolapia para el cuatrienio con sus respectivos indicadores: Concreción de los desafíos y prioridades aparecidos en el Capítulo Viceprovincial para el cuatrienio adaptados a la realidad de la Presencia.

3. Apartado estratégico de las diversas instancias , obras y proyectos de la presencia: Visión, Misión, Desafíos e Indicadores.

4. Planificación operativa del Equipo de Presencia : Objetivos específicos, actividades, responsables, plazos y recursos.

3.2. Contenidos que debe desarrollar el Proyecto de Presencia y Criterios que deben tomarse en cuenta al desarrollar y evaluar todos los proyectos en la presencia:

3.2.1.Configurar y fortalecer la “presencia escolapia”, cuidando su dinamismo

a) Cuidado de nuestra experiencia de fe y de seguidores de Jesús de los que forman la Comunidad Cristiana Escolapia (religiosos, Fraternidad, Misión Compartida, etc. )Se tiene especial cuidado en la vivencia personal y comunitaria de la fe, el estilo de vida comunitario, la formación permanente como medio para el cuidado de la propia vocación. Todas las comunidades funcionan con “proyectos comunitarios”.

b) Cuidado de la identidad vocacional del religioso y del laico y de la comunión entre ambas, compartiendo carisma y misión.El proyecto que estamos impulsando sólo podrá salir adelante si cuidamos bien las propias identidades vocacionales (la identidad propia y específica del religioso escolapio y la propia y específica del laico escolapio). Y, junto a esto, el impulso de la comunión entre ambas vocaciones. Este “camino conjunto” se expresa de muchas maneras: proyectos compartidos, apertura y acogida mutua, organización en misión compartida y corresponsable, impulso conjunto de nuevos proyectos de misión, etc.

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c) Impulso de la Comunidad Cristiana Escolapia.Es central para visibilizar la presencia escolapia en la acción educativa con los niños, adolescentes y jóvenes y en el entorno social y eclesial. La CCE se alimenta de la Eucaristía, de la acogida mutua, del amor, del esfuerzo por hacer partícipes a todos de nuestros proyectos, del crecimiento en identidad escolapia y eclesial, de la progresiva solidaridad con las realidades más desfavorecidas.

3.2.2.Convocar a la presencia y misión escolapias

a) Avance de la pastoral vocacional a la vida religiosa escolapia, formación inicial, formación permanente.Deseamos implementar el estatuto de pastoral vocacional específica a la vida religiosa escolapia y con equipos locales que impulsan este objetivo. La pastoral vocacional es una prioridad de la Viceprovincia que cuida especialmente la formación inicial de los religiosos jóvenes y la formación permanente de todos y se dota de proyectos específicos para cada una de estas dimensiones.

b) Impulso de la diversificación vocacional.El impulso de una adecuada diversificación vocacional es también una prioridad de la Viceprovincia. Cuidamos especialmente vocaciones orientadas al servicio educativo y pastoral y otros ministerios escolapios. Deseamos profundizar en este desafío y seguir animando las diversas vocaciones cristianas y escolapias. Cuidaremos especialmente el impulso de una adecuada “cultura vocacional” en todas nuestras presencias y en la vida de la Viceprovincia.

c) Desarrollo del Estatuto del Laicado.La Viceprovincia tiene un “estatuto viceprovincial del laicado escolapio” con programaciones cuatrienales. Nuestro estatuto viceprovincial está basado en el Directorio del Laicado de la Orden y trata de impulsar las cuatro modalidades de proyecto de la Orden.

3.2.3.Actualizar la Misión Escolapia respondiendo a los retos que tenemos planteados

a) Impulso de todos los procesos pastorales y educativos, cuidando la calidad de nuestra misión en todas las plataformas desde las que trabajamos.Nuestra misión de “evangelizar educando” es el objetivo fundamental de la presencia escolapia. Trataremos de impulsarla y consolidarla en todas las plataformas en las que estamos trabajando cuidando sus claves fundamentales: una educación integral y de calidad, una evangelización que

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trate de configurar la identidad cristiana de las personas y una opción por la transformación de nuestra sociedad según los valores del Reino.

b) Cuidado de la identidad escolapia de nuestras Obras.Consideramos que el cuidado de la identidad escolapia de las Obras es una de las claves principales desde las que podemos garantizar su consolidación y fecundidad. La Viceprovincia impulsará proyectos de “generación de identidad” en todos los ámbitos de nuestra misión. A través de los procesos pastorales, las propuestas de formación carismática de los educadores de los colegios y parroquias, los cursos de formación de catequistas, el trabajo con las familias, seguimos haciendo presente nuestra propuesta escolapia.

c) Impulsar la transformación social y el compromiso con la construcción de un mundo mejor.La dedicación a los necesitados, la preferencia por los pobres y el compromiso por los derechos humanos, la justicia y la paz han de ser signos distintivos de nuestra misión y criterios que definan nuestras opciones. Todos estos valores deberán quedar claros en los diversos proyectos educativos y pastorales que se elaboren.

d) Organización y corresponsabilidad al servicio de la vida y misión escolapias.La Viceprovincia se dota de los estatutos viceprovinciales que necesite para definir la organización para impulsar su vida y misión. Esta organización se lleva adelante en clave de misión compartida con la Fraternidad Escolapia y con las personas a las que se les encomiendan responsabilidades en los niveles locales o demarcacionales. Son fundamentales los estatutos viceprovinciales de “economía y gestión” y de “organización de la misión”.

e) Encarnación en el lugar en el que vivimos y en el pueblo al que servimos.

3.2.4.Trabajar por la consolidación de las Escuelas Pías

a) Asumir e impulsar el proceso de reestructuración de la Orden buscando el conocimiento y desarrollo de todas las Demarcaciones.La Viceprovincia de Venezuela tiene la riqueza de interrelacionarse estrechamente con las Demarcaciones que forman la Provincia Emaús así como con las pertenecientes al Sector de América Media y Caribe. Estamos trabajando en la construcción de una nueva Provincia con las demarcaciones de Centroamérica-Dominicana y Cuba.

b) Impulsar el acompañamiento y crecimiento de las Fraternidades Escolapias en el conjunto de la Orden. La Viceprovincia asume como una tarea prioritaria el acompañamiento en el nacimiento y crecimiento de la Fraternidad Escolapia en Venezuela. Cuidaremos especialmente la relación entre todas las Fraternidades

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Escolapias de las diversas Demarcaciones buscando el crecimiento compartido de todas ellas.

4. EQUIPO DE PRESENCIA

4.1. Equipos impulsores del Proyecto de Presencia: Ámbito Viceprovincial : Congregación Viceprovincial, Consejo de la

Viceprovincia, Consejo de la Fraternidad, Secretariados Viceprovinciales, Rectores, Equipos Viceprovinciales, Equipo Sede de la Fundación “Itaka-Escolapios”.

Ámbito local : Comunidad religiosa y cada pequeña comunidad de la Fraternidad, Equipo de presencia escolapia, Equipo de sede local de la Fundación, grupos de Misión Compartida y diversos equipos locales.

4.2. Equipo de Presencia:El Equipo de Presencia no debe ser un equipo muy numeroso de personas pero sí contener un número representativo de las diversas instancias de la presencia, especialmente aquellos responsables identificados con lo escolapio y que estén involucrados en la toma de decisiones. El Equipo para cada presencia y su responsable o coordinador, así como su duración, serán determinados por la Congregación Viceprovincial.

4.3. Funciones del Equipo de Presencia:- Diseñar, implementar, hacer seguimiento y evaluar el Proyecto de

Presencia.- Presentar un informe periódico al Consejo de Viceprovincia sobre la

marcha del Proyecto y la situación de la Presencia.- El Equipo de presencia aprueba las planificaciones operativas, las

evaluaciones y hace su propio monitoreo estratégico (garantizar la Misión, la Visión y los desafíos institucionales, y objetivos a largo plazo usando los indicadores de gestión) de cada una de las instancias u obras de la presencia.

- Reunirse al menos una vez al mes.- Velar por la Misión Compartida, por las personas, por los grupos de Misión

Compartida, la formación, la inserción, la organización y el liderazgo de presencia.

- Organizar y promover la Comunidad Cristiana Escolapia.- Organizar una Asamblea de Misión Escolapia bienal donde se apruebe y se

evalúe el proyecto de presencia (ámbito estratégico).- Generar los insumos estratégicos para el desarrollo de los Capítulos

Viceprovinciales.- Servir de instancia para potenciar y apoyar las acciones conjuntas y

coordinadas entre diversas instancias de la presencia.

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