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81 1. INTRODUCCIÓN Esta comunicación solo pretende ser una aproximación turística a uno de los campos base del accidente geográfico jurídi- co más curioso de nuestro derecho civil foral vizcaíno: el dualismo ÁMBITO TERRITORIAL DE APLICACIÓN DEL DERECHO CIVIL FORAL DE BIZKAIA EN LAS VILLAS: EN BUSCA DEL FUERO

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    1. INTRODUCCIN

    Esta comunicacin solo pretende ser una aproximacinturstica a uno de los campos base del accidente geogrfico jurdi-co ms curioso de nuestro derecho civil foral vizcano: el dualismo

    MBITO TERRITORIAL DEAPLICACIN DEL DERECHO CIVIL

    FORAL DE BIZKAIA EN LAS VILLAS:EN BUSCA DEL FUERO

  • legislativo, o coexistencia de dos regmenes jurdico civiles, en elterritorio de Bizkaia y, ms concretamente, en sus villas.

    Se trata de un acercamiento sin nimo crtico y sin msvocacin constructiva que la de plantear la necesidad de cierta ilu-minacin y publicidad para la, cuanto menos extraa, situacinactual en la que ha desembocado la peculiar evolucin histrico-territorial-jurdico-privada de Bizkaia.

    Al margen de lo asombrosa o absurda que pueda pareceresa situacin de dualismo entre villas y anteiglesias, (que AllendeSalazar1 calificaba en 1879 como de fatal antagonismo, extraa,incomprensible, sumamente perjudicial...) la penumbra y descono-cimiento que envuelve la existente en el interior de las propiasvillas, contribuye, en igual medida, a generar una cierta dosis deinseguridad jurdica y a mitigar considerablemente las controversiasque pudieran surgir de un terreno abonado para la litigiosidad.

    Esa peculiar evolucin histrica de Bizkaia, motivada fun-damentalmente por la fundacin de villas durante los siglos XII aXIV, a las que se otorgaban cartas pueblas que suponan la intro-duccin, bsicamente, del Fuero de Logroo (derecho castellano,derecho comn) en un territorio donde rega el derecho foral vizca-no en su versin consuetudinaria, provoc la coexistencia, en elmbito vizcano, de dos diferentes regmenes jurdicos; jurdico-civi-

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    1 He aqu algunos pasajes de su obra El Dualismo en la Legislacin Civil de Vizcaya: Hayfinalmente otro dualismo mucho mas extrao, mucha ms incomprensible, y mucho msraro, puesto que no conocemos de l mas que un solo ejemplo en el mucho, y es el dualis-mo de la legislacin civil de Vizcaya. No consiste ste en la simultaneidad de dos cuerposlegales, ni en que haya en un mismo pueblo sujetos que se rijan por la legislacin comn, yotros por un derecho privilegiado. No estriba tampoco este dualismo en diferencias en elorden civil entre la regin septentrional y la meridional de Vizcaya, entre la oriental y laoccidental. La diversidad de legislacin es municipal, descansa en las diferencias de catego-ra de los pueblos del antiguo Seoro; Y si no hay ninguna razn filosfica que justifiquetal dualismo, tampoco la historia de Vizcaya puede servir de pretexto para que contine estefatal antagonismo; Finalmente, ni siquiera razones de conveniencia abonan estas dife-rencias en el Derecho civil De Vizcaya. Por el contrario; adems de absurdo, es sumamenteperjudicial y la lugar a mil confusiones y antinomias el que los mismo actos de un ciudada-no se rijan por distintas leyes, segn el lugar en que se halle.

  • les en lo que al objeto de esta comunicacin afecta: Derecho civilforal, Fuero de Bizkaia, y Derecho civil comn Derecho castella-no.

    De forma resumida y genrica:

    a) El derecho foral, rige en todo el territorio de Bizkaia salvoen el recinto urbano normalmente amurallado de esas villas.

    b) El derecho castellano, el derecho civil comn, rige enese ncleo urbano de las villas, y para sus vecinos (con algunamatizacin y cua de territorialidad, como la relativa a las casascensuarios y la obligacin que afectaba a los vecinos de las villas dedisponer de los bienes troncales de conformidad con lo dispuestoen el Fuero de Bizkaia (Ley XV, Ttulo XX del Fuero Nuevo de1526; art. 10.3 del Cdigo Civil, y, posteriormente, art. 3 de laCompilacin de Derecho Civil Foral de Vizcaya y lava de 1959)respetando los derechos de los parientes tronqueros.

    La existencia de diferente regulacin entre villas y anteigle-sias vena ya constatada en el Fuero Viejo de Bizkaia de 1452.

    Con el fluir de los tiempos en un proceso de varios siglos(XII a XX) las villas fueron extendiendo sus lmites territoriales; seproduce una paulatina expansin de sus ncleos o recintos urbanossobre zonas rurales, que provoca la expansin territorial del dere-cho castellano a zonas donde rega el fuero, con su consecuentedesarraigo en aquellas zonas donde ste vena siendo de aplica-cin.

    Detenindonos brevemente en alguno de los momentosms significativos de ese proceso evolutivo, debemos mencionar elque trat de poner fin a las continuas disputas y controversias entrevillas e infanzonado: el escrito de Unin y Concordia de 1630 que,con el propsito de hacer desaparecer la distinta condicin de laspoblaciones que componan el Seoro, regul la posibilidad deque las villas optaran por la aplicacin del derecho foral.

    Por tanto, 71 anteiglesias y 20 villas y la ciudad de Ordua

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  • suscriben el escrito cuyo captulo I dispona: Que las villas y ciuda-des venga esta unin en el estado en que se hallan en sus gobier-nos particulares, gobernndose como hasta aqu y con las mismasleyes; y que si alguna de las villas y ciudades quisiere dejar algunaley de las que ha tenido y tomar otras de que usa el Seoro,pidiendo al Seoro en junta general haga las leyes que as pidie-ren, conformndose con las del Fuero, lo hay de hacer.

    En pocas ms recientes segunda mitad del siglo XIX y pri-mera del XX la situacin se complica con un escenario de anexio-nes o incorporaciones de anteiglesias, o parte de anteiglesias o susbarrios, a las villas, as como de desanexiones o segregaciones,(Bilbao con Abando, Begoa, Deusto2; posteriormente Erandio,mas tarde Zamudio; Gernika con Luno, Ajangiz; Markina conXemein; Durango con Iurreta, etc.).

    Estas modificaciones provocan, en cada caso concreto,diversas consecuencias respecto al derecho civil aplicable a los terri-torios anexionados: en funcin de las rdenes reales o los acuerdosque regularan la anexin, y en funcin de la doctrina sentada porel Tribunal Supremo en Sentencias como la de 6 de junio de 1927.

    La mayora de los territorios anexionados conservaban suderecho foral (Erandio, parte de Abando, Iurreta, Ajangiz,Xemein..., otros, los menos, no).

    Posteriormente, algunos de esos territorios lo perderanautomticamente con la entrada en vigor de la Compilacin de

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    2 Habiendo de subsistir en las poblaciones anexionadas a Bilbao las leyes del Fuero deVizcaya en materia de contratos, troncalidad de bienes, heredamientos y dems derechosciviles, sera en extremo irregular y expuesto a continuos sinsabores el que dentro de unamisma villa, en una misma calle y acaso en dos casas contiguas, rigiese distinta legislacin,tanto civil como econmica, y que de mudarse de una a la otra dependiese, por ejemplo, elpoder o no desheredar a los hijos, medida grave que no puede adoptarse por las leyes deCastilla sin justa causa, y que segn los Fueros de Vizcaya puede llevarse a cabo librementehasta por medio de la pretericin. Allende Salazar citando a la minora de la Junta consul-tiva de polica urbana al informar sobre la proyectada anexin a Bilbao de los territorios quehasta entonces pertenecan a las Anteiglesias de Abando, Begoa y Deusto. El dualismo enla legislacin civil de Vizcaya, 1879.

  • 1959; otros lo haran paulatinamente... Otros, como Zamudio, alser su incorporacin posterior a la Compilacin no perderan laforalidad.

    La propia dualidad legislativa entre villas y anteiglesias oinfanzonado, pero ms aun la situacin de imprecisin y constantefluctuacin del mbito territorial de aplicacin de los dos regmenesjurdico-civiles coexistentes en Bizkaia, generaba considerables pro-blemas y se converta en una de las mayores enfermedades inter-nas del sistema que comprometan la propia existencia del derechocivil foral.

    En palabras de Jos Maria Ruiz Salas en el ao 1956 (Elderecho civil foral de Vizcaya y la poca actual), referidas a algunaszonas de Bilbao: uno puede acostarse en zona aforada y desper-tar en zona no aforada por el simple hecho de haber cambiado depostura durante el sueo.

    2. LA COMPILACIN DE DERECHO CIVIL FORAL DE VIZCAYA Y ALAVA

    Y llegamos a 1959, ao de promulgacin de la Compilacinde Derecho Civil Foral de Vizcaya y lava. Su exposicin de moti-vos resume perfectamente la situacin existente: el lento procesode interpolacin de lo urbano en el espacio rural circundante pro-voca una automtica colisin del Cdigo y el Fuero, trastornandopermanentemente tanto la condicin objetiva troncal de los bienesraces como el estatuto personal sucesorio y econmico matrimo-nial de los aforados.

    Afirma la Compilacin que la eficacia funcional del dere-cho vizcano sigue estando gravemente comprometida por lo quehistricamente ha constituido la debilidad interna del propio siste-ma: la imprecisin de la base territorial del Fuero, la permanentecolisin de los dos regmenes jurdico civiles coexistentes sobre elterritorio.

    Afirmaba tambin que la subordinacin del derecho priva-do a las fluctuaciones topogrficas del derecho municipal constitu-

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  • a un grave error histrico por el desarraigo del fuero respecto a lazonas conquistadas por la expansin administrativa de las villas noaforadas.

    No obstante, y a pesar de esas consideraciones, laCompilacin propugna y regula una solucin al problema que pasapor lo que define como la adecuacin o interconexin de cadaderecho o rgimen jurdico civil a su autntica base territorial; estoes, la solucin pasa por acotar o centrar el derecho foral sobre loque considera su base territorial autntica: la unidad patrimonial decada casero y sus pertenecidos.

    Y en ese propsito, la Compilacin de 1959 establece unaregulacin que permite una constante expansin territorial del dere-cho comn a zonas donde rega el derecho foral, en funcin deldesarrollo urbanstico de las villas no aforadas.

    El mbito de aplicacin del derecho civil comn y foral enlas villas se modifica en funcin de los planeamientos urbansticosy del desarrollo urbano.

    Adems, establece una serie de reglas en su artculo 3 que,generalizando, determinan la aplicacin del derecho comn entodo aquel territorio que no fuera destinado a una explotacin agr-cola3. Lo cierto es que si antes exista un problema, la Compilacinlo agrava.

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    3 En la denominacin de villa, respecto de las doce no aforadas enumeradas en el artculoanterior, se comprende todo el territorio incluido en el permetro actual o futuro de sus res-pectivos ncleos urbanos. Las heredades y tierras inmediatamente contiguas a los ncleosurbanos de las doce villas no aforadas se presumirn anexas a los mismos por subordinacino destino y estarn regidas, por tanto, por el Cdigo Civil, salvo que, constituyendo pertene-cidos de un casero respondan a la unidad de explotacin agrcola del mismo. Tambin sepresumirn anejos al ncleo urbano de las doce villas no aforadas y regidos prole CdigoCivil: Las construcciones y espacios de terreno enclavados en su trmino municipal, cuandoestn destinados a una explotacin industrial, a usos o actividades distintas de las meramen-te agrcolas o no constituyan pertenecidos de un casero. Los espacios de terreno enclavadosen su trmino municipal afectados por planes de urbanizacin oficialmente aprobados, conarreglo a la actual o futura legislacin sobre el suelo. Las precedentes reglas se aplicarn tam-bin a la ciudad de Ordua.

  • 3. LEY 3/1992 DE 1 DE JULIO DE DERECHO CIVIL FORAL DEL PAS VASCO

    Seguimos con la evolucin histrica y llegamos a 1992. LaExposicin de motivos de la Ley 3/1992 de Derecho Civil Foral delPas Vasco actualmente vigente, afirma: la determinacin delmbito de aplicacin del derecho foral en Bizkaia ha sido conside-rado una cuestin bsica para la existencia misma de este derechoy, al mismo tiempo un problema de difcil solucin dada la evolu-cin histrica de villas y anteiglesias y la dificultad de identificar elterritorio de cada una de ellas, sobre todo en el punto crucial de laley civil aplicable en las villas en las que, en la mayor parte e loscasos, subsisten las zonas aforadas con las no aforadas.

    Y sigue afirmando que la Compilacin contribuy a unamayor confusin provocando una constante variacin de los terri-torios de zona aforada y no aforada; que resulta difcil precisar siuna persona, fuera del ncleo de las villas, es o no aforada, y con-cluye que la seguridad jurdica exigida por el art. 9.3 de laConstitucin, obliga a solucionar el problema existente.

    Y para solucionarlo, la Ley de 1992, en ejercicio de lacompetencia conferida por el art. 149.9.8 de la ConstitucinEspaola y el propio Estatuto de Autonoma sobre conservacinmodificacin y desarrollo de derecho civil propio y la fijacin delmbito territorial de su vigencia, concret y fij definitivamente elmbito territorial de aplicacin de uno y otro derecho.

    En virtud de lo dispuesto en el artculo 5 de la Ley, el dere-cho civil foral de Bizkaia rige en toda su extensin en elInfanzonado o Tierra llana del territorio histrico. Segn el artculo6 de la Ley, con la denominacin de Infanzonado o Tierra Llana sedesigna a todo el Territorio Histrico de Bizkaia, con excepcin dela parte no aforada de las villas de Balmaseda, Bermeo, Durango,Ermua, Gernika-Lumo, Lanestosa, Lekeitio, Markina-Xemein,Ondarroa, Otxandio, Portugalete y Plentzia, Ordua y Bilbao. Elterritorio exceptuado se regir por la legislacin civil general, salvoen cuanto sea aplicable el presente Fuero.

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  • Segn el artculo 7 de la Ley, el territorio no aforado, al quese refiere el artculo anterior, estar integrado por el permetroactual del respectivo ncleo urbano originario y el suelo contiguo almismo que est calificado como urbano en el planeamientovigente a la entrada en vigor de este Fuero.

    El artculo 8 dispone que las modificaciones posteriores enel planeamiento urbanstico no alteraran la extensin del territoriono aforado.

    Cul es ese permetro actual del ncleo urbano origina-rio y el suelo contiguo al mismo de las villas? Segn lo dispues-to en al Disposicin Adicional Primera de la Ley, losAyuntamientos de las Villas no aforadas deban elaborar y remi-tir a la Diputacin Foral de Bizkaia los planos que delimitaran elncleo urbano originario y el contiguo al mismo que estuvieracalificado como urbano en el planeamiento vigente en el muni-cipio. Y as lo hicieron.

    Recibidos los planos remitidos por los Ayuntamientos de lasarriba mencionadas Villas, las Juntas Generales de Bizkaia aproba-ron, con fecha 4 de mayo de 1994, la delimitacin definitiva delmbito territorial de aplicacin del derecho civil comn y el foral enlas villas, as como los planos que recogen grficamente esa delimi-tacin, y que no siempre coinciden con los elaborados y remitidospor los Ayuntamientos.

    Con la Ley de 1992 se trat de minimizar el problema dedualidad legislativa o, por lo menos, encajarlo en unos cauces quepermitieran una cierta seguridad jurdica.

    Se fijan definitivamente los mbitos territoriales de aplica-cin de los derechos civiles coexistentes en las villas, con lo que seelimina el problema de su imprecisin y el de su fluctuacin. Y sedefinen dos vecindades o subvecindades vizcanas: La vecindadvizcana aforada y la no aforada.

    La vecindad civil es el punto de conexin para determinarla ley aplicable a la sucesin, que se rige por la ley personal y, en

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  • determinados casos, para determinar el rgimen econmico aplica-ble a un matrimonio en otros caso lo ser el lugar concreto dondese fije el domicilio conyugal o, incluso, el lugar de celebracin delmatrimonio.

    Por otro lado, la troncalidad la mayor peculiaridad o sin-gularidad del Derecho Civil de Bizkaia, que informa, inspira ytranspira todo nuestro derecho, (y que al margen de introducir elprincipio de territorialidad en una sucesin regida por la ley per-sonal, est presente en la sucesin testada e intestada, en losactos de transmisiones intervivos y mortis causa, onerosos y gra-tuitos) depende del lugar en el que se hallan los bienes inmue-bles.

    Lgicamente, para saber cul es la ley que rige la suce-sin o la que puede regir el rgimen econmico matrimonial deuna persona, resulta imprescindible conocer cul es su vecindadconcreta. Y para saber si un bien inmueble es o no troncal y loque ello implica respecto a los actos de disposicin de todo tipoque le afecten, resulta imprescindible conocer el lugar exacto enel que se halla.

    Y para obtener una respuesta a esas interrogantes nobasta con saber si una persona esta avecindada en villa no afora-da o en anteiglesia, o si el bien se encuentra en villa no aforadao anteiglesia.

    Para saber cual es la vecindad civil de una persona es pre-ciso conocer el lugar exacto de la villa no aforada en el que la haadquirido, y para conocer la naturaleza, troncal o no de un bien, esnecesario saber el lugar concreto de esa villa no aforada donde seubica. Y ello resultaba y en ocasiones resulta, considerablementecomplicado.

    La Ley de 1992 ha delimitado definitivamente los mbitosde aplicacin del derecho civil foral y del derecho comn en el terri-torio de Bizkaia, pero siguen producindose las mismas absurdas,aunque inevitables, situaciones de antao: dependiendo de la calle,de la casa o del portal concreto, se aplica un derecho u otro.

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  • Al margen de ello, la Ley genera unos problemas de muta-ciones donde, al menos en los ltimos aos, no existan.Mutaciones de la naturaleza de los bienes se convierten el bienestroncales de forma automtica bienes que antes no lo eran, con loque ello implica, y del estatuto personal sucesorio de vecinos devillas no aforadas.

    Y a estos problemas o consecuencias quiero referirme.

    No voy a detenerme en los problemas planteados con lasanexiones y desanexiones de anteiglesias a las villas, pero la ciertaanaloga existente entre esa situacin y la que quiero plantear reco-mienda un breve comentario.

    Abro parntesis.

    Aunque en principio siguieran estando sometidas al dere-cho foral, algunas de las anteiglesias que fueron anexionadas avillas, perdieron automticamente ese derecho con la aprobacinde la Compilacin de 1959 (Erandio con Bilbao expresamente,) ysus vecinos adquirieron la vecindad comn de forma automticaen virtud de su normativa transitoria.

    Otras anteiglesias o partes de anteiglesias, como Luno,Ajangiz, Iurreta, o Xemein, no dejaron de estar sometidas al dere-cho foral como consecuencia de su anexin ni como consecuenciade la entrada en vigor de la Compilacin, pero en aplicacin de lodispuesto su artculo 3, muchas zonas aforadas quedaran paulati-namente sometidas al derecho comn.

    Los avecindados en esas zonas adquiran de forma auto-mtica la vecindad civil comn o era preciso adquirirla de confor-midad con lo establecido en el Cdigo Civil y sus DisposicionesTransitorias al respecto?

    La expresa concesin automtica de vecindad civil comn alos vecinos de Erandio permite interpretar que, ante la omisin dedisposiciones legales expresas similares al efecto, en el resto de los

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  • casos resultar necesaria la adquisicin de esa vecindad de confor-midad con lo previsto en el Cdigo Civil.

    Las posteriores desanexiones previas a 1992 de estasanteiglesias que haban sido anexionadas a la villas, no tuvieron elefecto inmediato de recuperacin del derecho civil foral que les eraaplicable con anterioridad ya que, en virtud de lo dispuesto en elart. 4 de la Compilacin, las modificaciones administrativas en loslmites de los municipios no alteraban el derecho aplicable.

    Por tanto, hasta 1992, esas anteiglesias o la parte de ellasque hubiera quedado sometida al derecho comn, no recuperaronsu condicin de territorio aforado.

    Y cmo volvan a adquirir la vecindad civil aforada los quela haban perdido? Se supone, y lo digo con las reservas propias dela superficialidad de esta comunicacin, que de conformidad con lodispuesto en el Cdigo Civil al respecto (art. 14.5), esto es, de lamisma manera que la adquieren los que se avecindaran en la antei-glesia desanexionada por primera vez.

    Cierro parntesis.

    Tras la aprobacin de la Ley 3/1992 de 1 de julio, en algu-nas villas no aforadas se produce un fenmeno problemtico simi-lar al producido en las anteiglesias desanexionadas de las villas;problema agravado y solapado al mismo tiempo, por la desinfor-macin existente entre los afectados y entre gran parte de los ope-radores jurdicos.

    Qu es lo que ha ocurrido?

    Vigente la Compilacin, esto es, hasta noviembre de 1992,el derecho civil comn se aplicaba en gran parte del trmino muni-cipal de varias villas no aforadas.

    En municipios como Durango, que tomo como referenciapor su especial evolucin histrica4 y porque nac y vivo all, exis-

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    4 Durango y Balmaseda fueron los primeros pueblos en contar con un fuero diferente delgeneral consuetudinario de Bizkaia, otorgado antes de que formaran parte del Seoro.

  • tan ncleos urbanos no contiguos al originario de la villa, construi-dos con anterioridad a la entrada en vigor de la Compilacin, a losque, en virtud de lo dispuesto en su artculo 3, les resultaba de apli-cacin el derecho civil comn; esa misma disposicin legal provo-caba la integracin en el mbito de aplicacin del derecho civilcomn, de zonas contiguas a ese ncleo urbano originario afecta-das por la evolucin urbanstica posterior a la vigencia de laCompilacin.

    Existen varias zonas residenciales, barrios enteros construi-das en los aos 50, 60 y 70, en los que se ha venido aplicando elderecho civil comn desde que se construyeran.

    Cuando, en virtud de lo dispuesto en la Ley 3/1992, fuerequerido al efecto, el Ayuntamiento remiti a la Diputacin Foralun plano con la delimitacin de los mbitos territoriales de aplica-cin del derecho civil comn y el derecho foral. Prcticamente todoel termino municipal, salvo las zonas destinadas a explotacionesagrcolas, quedaba sometido a la aplicacin del derecho civilcomn.

    No obstante, las Juntas Generales aprobaron un planopor el que se exclua del mbito territorial de aplicacin del dere-cho comn a varios de esos barrios o zonas residenciales, quecontaban con un importante volumen de poblacin, y algunasotras zonas muy prximas al ncleo urbano originario o cascoantiguo.

    En definitiva, varias zonas urbanas residenciales, variosbarrios donde se haba venido aplicando el derecho comn duran-te dcadas, pasaron a regirse por el derecho foral, con lo que elloimplicaba de cambio inmediato de la naturaleza de los bienes ra-ces o inmuebles, que se convertiran automticamente en troncalescuando concurrieran las circunstancias y presupuestos que, al efec-to, prev la Ley.

    Y que ocurre con las personas avecindadas en esas zonas?

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  • Siguiendo la anterior interpretacin, y ante la inexistenciade disposicin expresa al efecto en la Ley, podra considerarseque, transcurridos los plazos fijados al efecto en el Cdigo Civil,esas personas habran adquirido la vecindad civil aforada. Estoes, en 2002 o, en su caso, en 2004 (10 aos desde la aprobacinde la Ley o desde la aprobacin de los planos con la delimitacinterritorial) nos encontraramos con un gran nmero de personasa las que les habra mutado su vecindad civil, habiendo adquiri-do la aforada.

    Muchas personas han pasado de ser no aforadas a ser afo-radas sin moverse y sin saberlo. Otros muchos que se han avecin-dado en esas zonas desconocen que sean aforados.

    Muchas personas disponen de bienes que, cuanto menosdesde 1994, tienen consideracin de bienes troncales sin saberque lo son, y sin respetar los derechos de los parientes tronque-ros.

    Muchos matrimonios estn regidos por la comunicacinforal de bienes sin que sus integrantes lo sepan.

    Muchos actos de disposicin de bienes podran no tenervalidez.

    Lgicamente, no pueden efectuarse afirmaciones generali-zadoras, pero no creo que yerre al plantear que tanto entre la ciu-dadana como entre gran parte de los llamados los operadores jur-dicos, y a pesar de la previsin contenida en el artculo 14 de la Ley3/1992, se padece un completo desconocimiento sobre la circuns-tancia de que existan ncleos urbanos dentro del trmino munici-pal, as como su considerable poblacin, sujetos a la legislacin civilforal vizcana.

    Ciertamente, se podr objetar que ese problema derivadodel desconocimiento y la falta de informacin resulta habitual, yafecta, en mayor o menor medida incluso a los municipios vizca-nos aforados.

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  • No obstante, no se si por la subconsciente e insana queren-cia profesional hacia la conflictividad que puede generarse con lainformacin, por el dudosamente altruista deseo que la ciudadanaconozca el rgimen jurdico-civil que le resulta aplicable, o por loque Allende Salazar consideraba como obligacin de reivindicar ypopularizar el Fuero, creo que debiera tomarse alguna medidacorrectora al respecto.

    4. EN BUSCA DEL FUERO EN LAS VILLAS

    Pero existe otro problema para los profesionales, aadido aldel desconocimiento ajeno, y es el de nuestro propio desconoci-miento.

    En principio, teniendo en cuenta que la Ley 3/1992 se apro-b hace 15 aos y que los planos de delimitacin de los mbitosterritoriales de aplicacin del derecho civil foral y el comn se apro-baron hace 13 aos, por pura lgica y un mnimo de seguridad jur-dica, no debiera existir ni la ms mnima duda sobre los lmitesexactos entre esos mbitos de aplicacin. Deberan estar milimtri-camente delimitados, y debieran existir medios, instrumentos oherramientas a nuestra disposicin que permitan conocer, con laprecisin necesaria, si una persona es o no aforada, y si un bien eso no troncal en funcin de su exacta ubicacin. Y ello al margen,lgicamente, de la existencia de otros problemas de complicadasolucin generados por los cambios de vecindad y los conflictosmviles.

    Pero resulta que no es as. Dnde estn esos planos con ladelimitacin territorial precisa? Alguien los ha visto en un formatointeligible y diferente a los nicos publicados (de los que se acom-paa una muestra a continuacin)? Alguien puede saber a cienciacierta, y con la seguridad, sencillez y rapidez que se precisara, cu-les son los lmites exactos de los mbitos de aplicacin de los dosregmenes jurdicos civiles en la villas, que llamamos, sin muchorigor, no aforadas?

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  • El problema de no saber con exactitud cual es la vecindadcivil de una persona avecindada en villa no aforada es, al igual quesu solucin, en gran parte, un problema de intendencia.

    Tal vez est exagerando intencionadamente, pero resultaincreble que, en pleno siglo XXI, no contemos con herramientasprecisas y de fcil manejo para cerciorarnos al milmetro sobre loslmites o el mbito territorial concreto de uno y otro derecho civil enlas villas no aforadas.

    Ciertamente, en la web de la Diputacin Foral de Bizkaia(www.bizkaia.net), contamos con una muy til herramienta o apli-cacin informtica, en uno de cuyos apartados mapas y callejerostemticos de Bizkaia podemos acceder de una forma sencilla a losplanos GIS de delimitacin de las zonas aforadas y no aforadas delas villas. No obstante, ni las lneas delimitadoras de los dos mbi-tos son lo sutiles que se precisara, ni lo fue quien los diseara y tra-zara en su da seccionando y atravesando longitudinalmente edifi-cios sin justificacin aparente alguna, o provocando involuntaria-mente que el desarrollo urbanstico generara en otras zonas esaabsurda situacin, lo que en muchos casos impide conocer con laexactitud y rigor necesarios, el linde preciso entre la zona aforada yla no aforada.

    Lo cierto es que ante la inevitable peculiaridad de que lasujecin a uno u otro derecho dependa en algunos casos, comoqueda dicho, de la calle, del edificio, del portal e incluso de la manoo la habitacin concreta de la vivienda, ni los planos existentes ensoporte papel ni los planos GIS de la mencionada aplicacin oherramienta informtica resultan esclarecedores ni resolutorios.

    Se reproducen a continuacin el plano general de Durangoy cuatro de sus detalles ampliados, en los que se aprecia y resaltalo expuesto anteriormente.

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  • 5. ANTEPROYECTO DE REFORMA DE LA LEY DE DERECHO CIVIL FORAL DE LA COMUNIDAD AUTNOMA DEL PAS VASCO

    Y vamos al futuro prximo. El Anteproyecto de la Ley dederecho civil foral de la Comunidad Autnoma del Pas Vasco va asolucionar en parte el problema al que no referimos al suprimir lasdos vecindades o subvecindades vizcanas.

    No obstante, la troncalidad, con su incidencia en los mbi-tos sucesorio, matrimonial y contractual de nuestro derecho civil, vaa seguir rigiendo en las zonas no aforadas de las villas, y para cono-cer cual es el mbito territorial concreto de la parte aforada de lasvillas, y con ello poder cerciorarnos de la naturaleza troncal o no delos bienes inmuebles que en esa parte aforada se hallen, el antepro-yecto nos remite a los planos aprobados por las Juntas Generalesel 4 de mayo de 1994.

    Con lo que, si no se arbitra una solucin mediante la elabo-racin y difusin de alguna aplicacin o herramienta informtica omediante la publicacin en diversos soportes de planos detalladosy suficientemente claros, el fcilmente evitable problema del desco-nocimiento y la consecuente y surrealista situacin de inseguridadjurdica que provoca, va a seguir existiendo.

    Desde la Comisin de derecho civil foral del Colegio deAbogados de Bizkaia seguiremos intentando que la institucinencargada de la publicacin de los planos ponga solucin a esteanacrnico despropsito.

    Gontzal Aizpurua Ondaro

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