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Fuerteventura, una de las siete islas que conforman el archipiélago canario, está situada a tan solo 100 km del continente africano. Tiene forma alargada y una superficie de 1.731 km 2 , con aproximadamente 100 km de longitud y 28 de anchura. Su orografía se caracteriza por extensiones llanas y montañas de escasa altura; su punto más alto es Orejas de Asno con 807 metros. La isla tiene 265 kilómetros de costa, en la que abundan las playas de arena blanca, de gran extensión y belleza. Cuando comenzó la conquista de Fuerteventura por parte de los Reyes Católicos, Fuerteventura estaba dividida en dos reinos, el de Maxorata y el de Jandía, separados por un istmo de 6 km. Al reino de Maxorata se debe el gentilicio de los habitantes, a los que se denomina majoreros. La UNESCO la declaró en 2009 Reserva de la Biosfera y también está catalogada como Reserva Starlight por la nitidez de su cielo nocturno. Antigua El municipio de Antigua, situado en la zona central, está constituido por varios caseríos cuya arquitectura tiene reminiscencias castellano-manchegas. Son importantes los restos prehispánicos encontrados en la zona de La Atalayita. En la costa Fuerteventura vive por y para el turismo, que puede elegir entre 150 playas en las que disfrutar de sus aguas transparentes o dar rienda suelta a su espíritu surfero.

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Fuerteventura, una de las siete islas que conforman el archipiélago canario, está situada a tan solo 100 km del continente africano. Tiene forma alargada y una superficie de 1.731 km2, con aproximadamente 100 km de longitud y 28 de anchura. Su

orografía se caracteriza por extensiones llanas y montañas de escasa altura; su punto más alto es Orejas de Asno con 807 metros.

La isla tiene 265 kilómetros de costa, en la que abundan las playas de arena blanca, de gran extensión y belleza. Cuando comenzó la conquista de Fuerteventura por parte de los Reyes Católicos, Fuerteventura estaba dividida en dos reinos, el de Maxorata y el de Jandía, separados por un istmo de 6 km. Al reino de Maxorata se debe el gentilicio de los habitantes, a los que se denomina majoreros. La UNESCO la declaró en 2009 Reserva de la Biosfera y también está catalogada como Reserva Starlight por la nitidez de

su cielo nocturno.

Antigua

El municipio de Antigua, situado en la zona central, está constituido por varios caseríos cuya arquitectura tiene reminiscencias castellano-manchegas. Son importantes los restos prehispánicos encontrados en la zona de La Atalayita. En la costa

Fuerteventura vive por y para el turismo, que puede elegir entre 150 playas en las que disfrutar de sus aguas transparentes o dar rienda suelta a su espíritu surfero.

se hallan las Salinas que, aprovechando las mareas y la evaporación del agua por efecto del sol, generan sal marina.

Dispone de una importante zona turística en El castillo de Caleta de Fuste, a tan solo 5 km del aeropuerto de Fuerteventura.

Betancuria

Desde su fundación en 1404 y hasta principios del siglo XIX, Betancuria fue la capital y el centro político, administrativo y

religioso de Fuerteventura. Erigida en el centro de la isla sobre un pequeño volcán, este pueblo debe su nombre a Jean de Bethencourt, conquistador de la isla a comienzos del siglo XV. Escondida entre las montañas, está considerada la villa más bella de Fuerteventura.

Diversos edificios históricos se pueden visitar en este municipio:

Las ruinas de la iglesia-catedral de Santa María de

Betancuria.

Las ruinas de la iglesia conventual.

La ermita de San Diego, en cuyo lateral se pueden observar aún los cimientos del que fuera primer convento franciscano de las islas Canarias.

La ermita de Santa Inés, que da nombre al valle de Santa

Inés.

La ermita de la Vega de Río Palmas, que acoge la imagen de Nuestra Señora de la Peña, patrona de la isla, en honor de la

cual se realiza cada tercer sábado de septiembre la Romería de la Peña, fiesta de gran arraigo popular.

En la villa se encuentran ubicados el museo de Arte Sacro y el museo Arqueológico y Etnográfico, que reúne muchos objetos de antiguas culturas isleñas hallados en el lugar.

La Oliva

El municipio de La Oliva abarca toda la zona norte, incluyendo el islote de Lobos. En el año 1708 se convirtió en sede de las autoridades militares de Fuerteventura, que se establecieron en la

Casa de los Coroneles, donde residía el coronel designado por el Rey para la defensa de la isla, y que constituye uno de los ejemplos de arquitectura civil más destacados de Fuerteventura y de Canarias. Llaman la atención sus grandes proporciones y las almenas que rematan las dos torres de la fachada principal, que evidencian la función militar del recinto. El interior está distribuido en dos plantas: la primera, de carácter residencial, y la segunda,

más funcional con los servicios, cuadras, despachos y capilla. En la actualidad, y gracias a la restauración realizada por el Gobierno de Canarias en 2005, está dedicada a actividades culturales.

Otros edificios interesantes son la iglesia de La Oliva y el castillo del Tostón, situado en El Cotillo. Las playas del pueblo de Corralejo han convertido esta zona en un importante centro turístico.

Pájara

El municipio de Pájara cuenta con playas de arena de gran extensión, como la de Sotavento y la de Cofete, en Barlovento. En la playa de Sotavento se celebra todos los años la prueba puntuable para el Campeonato del Mundo de Kiteboarding y Windsurfing, que reúne a la elite mundial de estos deportes.

El patrimonio cultural y artístico del municipio está encabezado por la iglesia de Nuestra Señora de Regla, situada en Pájara. Fechada en el siglo XVII, destaca la decoración de su portada con un diseño

de serpientes, indios y motivos geométricos de influencia azteca. En el interior, dos naves laterales gemelas contienen sendas imágenes de la Virgen y el Niño y de la Virgen de los Dolores. Un segundo edificio interesante es la ermita de San Antonio, en el pueblo de Toto.

Puerto del Rosario

Durante el siglo XIX, Puerto del Rosario, conocido hasta el año 1957 como Puerto de Cabras por una garganta próxima que se usaba como abrevadero para las cabras, alcanzó un gran auge económico

gracias a la importante actividad de su puerto y, sobre todo, a la exportación de cereales y cochinilla. Hoy Puerto del Rosario es la capital de la isla, desarrollando su actividad en el sector comercial y de servicios.

En este término municipal, y a tan solo 5 km de su capital, se encuentra situado el aeropuerto de Fuerteventura.

Además de darse una vuelta por la iglesia de Nuestra Señora Del Rosario, conviene acercarse al centro de arte Juan Ismael, la sala de exposiciones de la Casa de la Cultura y la casa museo Miguel

de Unamuno, el lugar donde se alojó el escritor y filósofo durante su destierro en la isla. El espacio guarda objetos, fotografías y textos nacidos de su pluma.

La cultura tiene también su espacio, en este caso al aire libre, en el bautizado como Parque Escultórico, con gran cantidad de obras de distintos autores. Curiosa resulta la visita en el pueblo de Tefía del ecomuseo La Alcogida, conformado por un poblado de siete

viviendas propias de la arquitectura tradicional de la isla, que recrean el estilo de vida rural.

En otro municipio, concretamente el de Tuineje, se esconden importantes exponentes de arquitectura popular y religiosa, destacando la iglesia de Tuineje y la ermita de San Marcos en Tiscamanita, ambas del siglo XVIII. Las playas de Gran Tarajal y Tarajalejo, ubicadas en este municipio, son de arena negra. Llama la

atención, por su singularidad, el palmeral del valle de Gran Tarajal.

Espacios naturales

La sequedad del clima y la escasez de agua determinan el paisaje isleño, caracterizado por la escasez de vegetación que, sin embargo, se compensa con sus espléndidas playas, que atraen cada vez más turistas, y singulares espacios naturales como el parque natural de Corralejo, situado en el municipio de La Oliva. El entorno presenta

unas características naturales muy especiales, siendo su mayor atractivo un bello cinturón de dunas que, en algunas partes,

recuerda al Sahara. Además, posee un paisaje de grandes valores en buen estado de conservación, junto a un hábitat que tiene también numerosas especies endémicas, protegidas y amenazadas, como el Androcymbium gramineum psammophilum.

La isla de Lobos tampoco tiene desperdicio. Localizada frente a la playa de Corralejo, esconde el parque natural que lleva su nombre. Delimitado por 467,9 hectáreas de superficie, conserva hábitats muy valiosos en un magnífico estado de conservación, en los que no faltan endemismos, especies exclusivas e incluso yacimientos paleontológicos.

El siguiente espacio natural nos conduce hasta el sur de la isla, concretamente al municipio de Pájara, para conocer el parque natural de Jandía, el primero que alcanzó este estatus en Fuerteventura. Jandía constituye una unidad de gran importancia geológica y biológica, y posee una espectacular fauna paisajística, lo que convierte a esta zona en una de las principales muestras de naturaleza canaria del archipiélago. Entre su fauna y flora existen numerosos endemismos, especies amenazadas y protegidas que se distribuyen en hábitats bien conservados. Además, para las aves,

Jandía representa un área de gran importancia, donde anidan y perviven especies protegidas por disposiciones comunitarias e internacionales.

El parque rural de Betancuria, por su parte, ocupa los municipios de Puerto del Rosario, Betancuria, Antigua, Pájara y Tuineje, con una superficie total de 165.544 hectáreas. Se trata de un conjunto de gran belleza paisajística, impregnado de cierto tipismo tradicional y

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adornado por los elementos peculiares que caracterizan el paisaje de esta zona, como son las lomas y los barrancos. En este parque está el mirador Morro Velosa, diseñado por el artista lanzaroteño César Manrique, desde el que se obtienen unas privilegiadas vistas del norte y centro de la isla.

En los peñascos y macizos montañosos se refugian muchas plantas rupícolas, con varias especies amenazadas y protegidas. Del mismo

modo, existen pequeñas poblaciones de pinos en las inmediaciones de Betancuria y varias especies de aves rapaces amenazadas encuentran su refugio en las presas de Las Peñitas y Los Molinos. En el interior del parque se encuentra el monumento natural de Ajuy, considerado el lugar más antiguo de Canarias, con rocas sedimentadas marinas de más de 100 millones de años.

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