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Volviendo la vista a las Santas Escrituras, para redescubrir
nuestros roles en la familia Bíblica.
Hombres de verdad.
Efesios 5.21-33
21Someteos unos a otros en el temor de
Dios. 22Las casadas estén sujetas a sus
propios maridos, como al Señor; 23porque
el marido es cabeza de la mujer, así como
Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su
cuerpo, y él es su Salvador. 24Así que, como
la iglesia está sujeta a Cristo, así también
las casadas lo estén a sus maridos en todo.
25Maridos, amad a vuestras mujeres, así
como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a
sí mismo por ella, 26para santificarla,
habiéndola purificado en el lavamiento del
agua por la palabra, 27a fin de
presentársela a sí mismo, una iglesia
gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni
cosa semejante, sino que fuese santa y sin
mancha. 28Así también los maridos deben
amar a sus mujeres como a sus mismos
cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo
se ama. 29Porque nadie aborreció jamás a
su propia carne, sino que la sustenta y la
cuida, como también Cristo a la iglesia,
30porque somos miembros de su cuerpo, de
su carne y de sus huesos. 31Por esto dejará
el hombre a su padre y a su madre, y se
unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne. 32Grande es este misterio; mas yo
digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
33Por lo demás, cada uno de vosotros ame
también a su mujer como a sí mismo; y la
mujer respete a su marido.
Comenzamos este nuevo ciclo de sermones
que me son muy especiales por lo que
personalmente me confrontaran.
En la actualidad en la iglesia existe una
dicotomía de roles, o mejor dicho una
bipolaridad en muchos creyentes, a la hora
de asumir sus roles, se piensa, y esto
concluyo por cómo se actúa, que se debe
tener una postura como siervo de Dios en las
actividades religiosas y otra postura en las
demás responsabilidades en la vida diaria,
esta bipolaridad está destruyendo y la
estancando muchas vidas y
lamentablemente las primeras víctimas de
nuestra bipolaridad son nuestras familias.
Culpar a veces a la institución de la iglesia
por la sequía espiritual, es ir al último punto
de un desastre que comenzó mucho antes.
Nuestras familias deben ser puestas a la luz
de las Escrituras para ser confrontados, pero
a la vez animados a buscar la dirección que el
creador de la familia nos dejó.
Y como la familia está fundamentada en un
plan de Dios donde elementos muy bien
definidos deben someterse al papel que el
creador dejo.
Hombre, mujer, hijos todos son parte del
plan de Dios que conforma la familia. Voy a
priorizar en estos puntos pues los otros
vínculos son secundarios para el núcleo
familiar. Según el plan de Dios.
Por tanto, dejará el hombre a su padre y a
su madre, y se unirá a su mujer, y serán una
sola carne. Génesis 2.24
La colaboración u intromisión son aspectos
que no deben gravitar en la consolidación
familiar como lo serian un mal desempeño
de roles en el núcleo.
Vamos a analizar este texto emblemático de
Efesios 5. Pero enfocándonos en el rol de los
hombres, hombres de verdad, esos hombres
que escasean que se han perdido. Si
entendemos este texto en el contexto,
vemos que un familia bíblica tiene inicio en
lo que el verso 18 nos muestra “Sed llenos
del Espíritu”, Una familia bíblica es obra de
Dios, tiene directa relación el estado de una
familia con su relación con Dios, el
nominalismo provoca familias disfuncionales,
pero una familia con Dios en el centro tendrá
el poder para vivir consistentemente.
Hombres llenos del Espíritu serán buenos
padres, serán buenos esposos. Veamos lo
que Pablo instruye a hombres llenos del
espíritu, hombres de verdad:
Hombres de verdad son hombres que
ejercen autoridad
Hay un principio que rige las relaciones entre
los cristianos y esta es Someteos unos a
otros en el temor de Dios, todo cristiano
lleno del Espíritu debe ser humilde y esta
condición especialmente se hace evidente en
el trato con otros, nadie debe sentirse
superior a su hermano, pues en Dios somos
todos iguales, por eso la sumisión debe ser
mutua y con un origen no en la imposición
sino en el temor de Dios, esto significa que
mi relación con mi hermano es algo que
puede honrar u ofender a Dios.
El sometimiento es un acto voluntario,
emanado del amor que Dios puso en cada
uno.
Luego de imponer el principio fundamental
que rige las relaciones cristianas, Pablo se
dirige a las esposas que sin excepción deben
sujetarse a sus esposos, sin distinción,
independiente a su nivel educacional,
ocupacional, el hombre es la cabeza de la
mujer. Si dejamos la lectura solo hasta aquí
no habría ninguna diferencia entre el
cristianismo y los diferentes sistemas
culturales caídos y reprobados que hay en el
mundo, el cristianismo no es una apología al
machismo, que no es otra cosa que una
deformación de la relación matrimonial.
La mujer se somete a su esposo como al
Señor se somete la iglesia, al usar esta
analogía Pablo muestra que la sujeción de la
mujer no es por una demanda o una
obligación forzada, sino que es un acto de
amor, la mujer se somete a su esposo porque
este hombre le ama.
Quien le dio la autoridad al hombre fue Dios.
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a
nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza; y señoree en los peces del mar,
en las aves de los cielos, en las bestias, en
toda la tierra, y en todo animal que se
arrastra sobre la tierra. Génesis 1.26
El hombre fue creado para ser llevar la
imagen de Dios, entonces debemos
comprender que debemos ser hombres de
Dios. Hombres de Dios porque nuestra
mente se va renovando constantemente a
través de las Escrituras, Dios dio autoridad,
Dios nos hizo responsables sobre toda su
creación, pero específicamente sobre
aquellos que puso bajo nuestro cuidado.
No podemos abdicar de ese derecho que se
nos dio, se nos encomendó ser cabeza de
nuestra casa. Ahora el hombre es puesto por
cabeza del hogar, esto es el origen del
propósito del hombre, ser un portador de la
gloria de Dios, participar de la extensión de
su reino. Sobre todo en su propia casa.
Esta autoridad no radica en términos
culturales, sino porque somos imagen de
Cristo, imitadores de él, llenos de su Espíritu.
Como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es
su cuerpo, y él es su Salvador.
En el mundo vemos que las familias son
disfuncionales y están en crisis porque el que
las dirige es un hombre caído, pecador,
cuando un hombre natural intenta dirigir una
casa siempre esta será un fracaso. Pues el
hombre del mundo piensa en sí mismo,
quiere ejercer una autoridad siempre que le
sea cómodo. No puede ejercer autoridad
alguien que aún se comporta como niño, que
es egoísta, que actúa impropiamente.
Como Cristo es la cabeza de la iglesia, el
hombre es cabeza de su hogar, una mujer
llena del Espíritu sabrá reconocer el liderazgo
de su esposo, pues verá reflejada la obra de
Cristo en él, ahora, ¿cómo debe ser el
liderazgo del esposo?, como el de un
salvador. Cristo murió por su iglesia, el
hombre debe morir por su esposa, debe
proveer, darse, proteger y por sobretodo
amar a su esposa. Ninguna mujer se opondrá
a someterse a un hombre que le ame así.
Paradojalmente la autoridad cristiana está
más ligada al desprenderse que al
enseñorearse.
El mayor ejemplo de hombría que tenemos
es Jesús, el oró en Mateo 6:9-10 con una
oración que principalmente dice hágase tu
voluntad así como en el cielo también en la
tierra. Un hombre de verdad anhela cumplir
la voluntad de Dios, vivirá para obedecer a
Dios, y de su ejemplo de conducta emanara
esa autoridad incuestionable, tanto en las
cosas de la obra como en las cosas de la vida
diaria, no podemos separar las cosas, ser
unos en el templo y otros en nuestro hogar.
No podemos sacrificar nuestra familia para
honrar a Dios, eso es una mentira. No
podemos creer que para obedecer a Dios en
unos mandamientos tenemos que descuidar
otros mandamientos, eso anula todo nuestro
esfuerzo. El avance del evangelio no
depende de nosotros.
Hombres de verdad están ejerciendo
autoridad en su hogar siendo como Cristo,
amando como Cristo ama a su iglesia.
Soportando los errores y debilidades de los
suyos, pues así Cristo nos ama
Hombres de verdad, dispuestos al sacrificio.
Vimos que la alusión a las esposas en
realidad es una alusión indirectamente
directa a los hombres “mujeres sométanse a
la autoridad de sus esposos porque ellos
imitan a Cristo”. Pero ahora vemos que las
instrucciones se hacen más directas a los
hombres, principalmente en relación con su
esposa.
El hombre debe amar a su esposa, en el
griego amar es agapao, que significa amar
mucho, pero no solo eso, sino también amar
santamente, con perfección moral.
El esposo ha de amar a su esposa, así como
Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí
mismo por ella (comp. con el v. 2). Mayor
amor que éste no cabe, y ésta es la meta que
se le propone a todo creyente casado con
respecto a su mujer: un amor sacrificado,
que no busca su propio interés, sino el bien
(de toda clase) de su esposa.
Generalmente oímos hablar de mujeres
abnegadas y dispuestas al sacrificio, pero en
el evangelio el abnegado debe ser el hombre.
Todo lo contrario a lo que vemos hoy,
hombres entregados a la diversión, llenos de
hobbies, que buscan entretenerse como
niños cuando debieran estar sacrificándose
como hombres, muchos se ocupan más de
sus pasatiempos que de lo que ocurre en su
hogar, dejan todo el peso de su casa a su
mujer, y esto es un notario abandono de
deberes. No podemos estar encerrados
egoístamente en nosotros mismos, debemos
ser hombres amantes de nuestras esposas,
entregándonos, muriendo a nosotros
mismos, como Cristo murió por amor.
Esto nos llevara a sacrificar profundamente
nuestro orgullo, a renunciar a nuestras
ganancias, a soportar con paciencia los
errores de nuestras esposas (aunque
honestamente los que más errores
cometemos somos nosotros).
El hombre hace depender su gozo del
reconocimiento y el éxito que logra en sus
actividades, A veces queremos ser
reconocidos por todo lo que hacemos, pero
nuestra prioridad no debe ser nuestro ego,
sino el corazón de nuestra esposa.
Maridos, amad a vuestras mujeres, y no
seáis ásperos con ellas. Colosenses 3.19
Es tan importante que amemos a nuestras
esposas. Que toda comunión espiritual con
Dios se ve respaldada u obstaculizada por
nuestra relación con ella. Dios ni siquiera
escuchara nuestras oraciones si no estamos
amando a nuestras esposas
7Vosotros, maridos, igualmente, vivid con
ellas sabiamente, dando honor a la mujer
como a vaso más frágil, y como a
coherederas de la gracia de la vida, para
que vuestras oraciones no tengan estorbo. 1
Pedro 3.7
Amar así sin duda provocara también un
efecto en los hombres, y esta principalmente
será que su carne comenzará a morir, y esto
es necesario para que se distancie más del
modelo del hommo- sapiens que camina por
el mundo. Egoísta, vanidoso, chauvinista.
Hombres de verdad que ejercen sacerdocio
El amor que el hombre debe entregar no es
algo materialista, quizás si queremos
demostrar amor pensamos en cosas caras
para regalar, y en muchas mujeres esto es un
buen síntoma, pero el amor del hombre de
Dios debe tener claro que él tiene una meta
mayor a conquistar en su esposa y también
en su familia.
El hombre ama a su esposa sacrificialmente
para santificarla, habiéndola purificado en el
lavamiento del agua por la palabra, 27a fin
de presentársela a sí mismo, una iglesia
gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni
cosa semejante, sino que fuese santa y sin
mancha.
La muerte de Cristo santifica y purifica la
Iglesia. Él nos limpia de la vieja manera de
vivir del pecado y nos aparta para un servicio
santo especial (Hebreos 10.29; 13.12). Cristo
limpia la iglesia por el «lavamiento» del
bautismo. A través del bautismo nos
preparamos para formar parte de la iglesia,
así como las novias del Cercano Oriente
antiguo se preparaban para el matrimonio
con un baño ceremonial. Es la Palabra de
Dios la que nos limpia (Juan 17.17; Tito 3.5).
Si vemos esto podemos considerar que hay
acciones ligadas a las expresiones de amor
que están ligadas a la acción intercesora de
Cristo por la iglesia. Cristo santifica, purifica y
presenta a sí mismo a la iglesia a través de la
acción de su Palabra.
Si esto lo debe hacer el hombre significa que
el hombre debe usar la Palabra de Dios como
mayor medio de expresión de amor. No
haciendo estudios bíblicos en la casa que
cualquiera puede hacer, sino que llevando
las Escrituras a la vida viviendo en torno a
ella. El hombre verdadero debe amar a su
esposa y a su familia ejerciendo sacerdocio
espiritual, siendo el factor decisivo para
mantener a su familia en comunión y
espiritualmente sana.
Cómo debiera amar un hombre a su esposa?
(1) Debiera estar dispuesto a sacrificar
cualquier cosa por ella. (2) Debiera buscar su
felicidad como asunto de primera
importancia. (3) Debiera cuidarla como cuida
su cuerpo. Ninguna esposa necesita temer
someterse a un hombre que la trata así.
Muchos hombres hoy han renunciado a ese
deber, y están siendo todo lo contrario, son
el factor que desestabiliza la espiritualidad
de su hogar, por eso muchas iglesias están
conformadas en su mayoría por mujeres y en
la obra escasean los varones, muchos son el
tropezadero, de su casa con sus malos
ejemplos, con su desidia espiritual, no llevan
la armonía a la casa, son el monumento a la
tibieza. La esposa y los hijos prosperan o
menguan espiritualmente por causa del
hombre, el hombre determina la actitud de
su casa.
La unión de esposa y esposo combina dos
personas de tal manera que lo insignificante
no puede afectar a uno sin que también
afecte al otro. La unidad en el matrimonio no
significa pérdida de personalidad en la
personalidad del otro. En cambio, significa
cuidar del cónyuge como se cuida uno
mismo, incluye captar las necesidades del
otro por anticipado, es ayudar a que la otra
persona llegue a ser la totalidad de lo que
pueda llegar a ser. La historia de la creación
narra el plan de Dios, en el que los esposos
debieran ser uno (Génesis 2.24) y también
Jesús se refiere a este plan (Mateo 19.4–6).
Las responsabilidades del hombre son
muchas, y solo hombres de verdad podrán
cumplir, hombres conforme a Cristo,
ninguna mujer se resistirá a respetar a un
hombre que la ame.
Mujeres de verdad.
1 Pedro 3:1-7
1Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas
a vuestros maridos; para que también los
que no creen a la palabra, sean ganados sin
palabra por la conducta de sus
esposas, 2considerando vuestra conducta
casta y respetuosa. 3Vuestro atavío no sea
el externo de peinados ostentosos, de
adornos de oro o de vestidos lujosos, 4sino
el interno, el del corazón, en el incorruptible
ornato de un espíritu afable y apacible, que
es de grande estima delante de
Dios. 5Porque así también se ataviaban en
otro tiempo aquellas santas mujeres que
esperaban en Dios, estando sujetas a sus
maridos; 6como Sara obedecía a Abraham,
llamándole señor;c de la cual vosotras
habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien,
sin temer ninguna amenaza.
7Vosotros, maridos, igualmente, vivid con
ellas sabiamente, dando honor a la mujer
como a vaso más frágil, y como a
coherederas de la gracia de la vida, para
que vuestras oraciones no tengan estorbo.
La importancia que tiene el reconocer el
diseño de Dios en los roles de la familia
bíblica es algo muy importante.
Consideramos ya lo que Dios espera del
hombre y concluimos que al hombre se le
demanda amar como Cristo, con sacrificio y
entrega, lo cual no es fácil. No es fácil ser un
hombre bíblico.
En cuanto a la mujer que es el tema que
vamos a tratar hoy, tenemos serias crisis en
la sociedad moderna. Producto de años de
abusos las mujeres han buscado el camino
de la emancipación y han concluido en la
soberbia, hoy la mujer tiene más
participación en la sociedad, pero están
abandonando la principal de sus
preocupaciones, obedecer a Dios, en el
propósito principal de vida que Dios le dejo.
No hay mayor belleza en una mujer que
aquella que emana de su corazón santo y
obediente a Dios, a esa belleza no le afecta
el paso del tiempo.
Vamos a revisar este texto que se encuentra
unido fuertemente con el capítulo anterior,
donde Pedro exhorta a los cristianos a cómo
vivir en medio de la persecución.
En el mensaje anterior concluíamos que las
acciones de un hombre bíblico eran
consecuencia de ser lleno del Espíritu Santo,
en este pasaje el comportamiento que deben
tener los cristianos es por “Causa del Señor”
1 Pedro 2.13, o sea se espera un
comportamiento adecuado por causa del
testimonio.
Desde el principio Dios creo a la mujer con
igualdad de derechos que el hombre, en su
propósito espiritual, en su relación con El.
Y creó Dios al hombre a su imagen, a
imagen de Dios lo creó; varón y hembra los
creó. Génesis 2.6
Pero también le asignó un lugar en el
matrimonio, lo cual es su más importante
misión en la vida,
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el
hombre esté solo; le haré ayuda idónea
para él. Génesis 2.18.
Nada en la vida de un hombre será más
impactante que la compañía de su mujer,
por lo tanto se debe comprender que es
absolutamente trascendente que la mujer
obedezca a Dios y cumpla con su rol de ser
ayuda idónea. Ser ayuda significa que ya hay
uno al cual se le designo la responsabilidad
de dirigir el hogar, la mujer debe saber que
es muy difícil ser cabeza del hogar, es difícil
tomar buenas decisiones, es difícil ser un
hombre acorde a las escrituras, por lo tanto
ella debe considerarlo y respetarlo. Debe ella
obedecer a Dios, debe ser ayuda para su
hombre.
Que ordena Dios a la mujer, nada más que
ella asuma su lugar en la familia con sencillez
y humildad, que tome los adornos que Dios
le dejo, que Dios le creo para ser hermosa.
1. La belleza de la sumisión
Como mencionábamos este texto está unido
al capítulo anterior donde Pedro exhorta a
los cristianos a soportar los sufrimientos de
la vida, Pedro habla a los creyentes
perseguidos, y dice que los cristianos deben
responder de acuerdo al ejemplo de Cristo,
con sometimiento, orando por los
perseguidores y en ese contexto, las esposas
deben actuar en el matrimonio, como dice el
versículo 1 “asimismo”, la mujer debe estar
sujeta a su marido.
Para mantener un testimonio exitoso en un
mundo hostil es necesario que los cristianos
tengan relaciones correctas en el medio que
le toca desempeñarse. Las mujeres no son
inferiores a los hombres ellas no nacieron
para vivir bajo el yugo pesado de la
supremacía masculina. Por eso se les insta a
sujetarse en el contexto del capítulo 2, si los
cristianos son llamados a soportar en oración
y sometimiento a los gobernadores, a los
empleadores, a los perseguidores, cuanto
más la mujer debe someterse a su esposo.
El espíritu de sumisión, por el cual una mujer
reconoce voluntariamente la responsabilidad
de liderazgo de su esposo bajo Dios, es un
acto de fe y una consecuencia de la
regeneración. En ninguna parte la Biblia
«somete» o subordina genéricamente las
mujeres a los hombres. Pero este texto
manda a la mujer a que se someta por
voluntad propia a su esposo. Únicamente la
naturaleza pecadora de los seres humanos, o
un recalcitrante tradicionalismo eclesiástico,
pueden justificar, sacando fuera del contexto
bíblico, determinadas evidencias
«textuales», la explotación social de las
mujeres.
Por lo tanto el acto del sometimiento es un
acto de amor y de obediencia a Dios, la
mujer ha sido puesta por Dios en el
matrimonio en un importantísimo segundo
lugar, su opinión es una alerta para su
esposo en las decisiones que él debe tomar,
su apoyo y reconocimiento son instrumentos
de Dios para forjar al hombre de tal manera
que sea una imagen de Cristo, en el amor.
El sometimiento no debe ser condicionado a
la perfección espiritual y de carácter del
esposo. Se supone que aquí Pedro le está
hablando a creyentes, y si ambos son
creyentes no debiera la mujer tener
problemas en someter su comportamiento a
la voluntad de Dios, es tan efectivo esta
receta de Dios que aún es considerado un
medio para alcanzar a esposos no creyentes.
Cuando un hombre se convertía, por lo
general traía a toda su familia a la iglesia
(véase, por ejemplo, la historia del carcelero
de Filipos, Act_16:29-33). Por contraste, una
mujer que llegaba a ser cristiana, por lo
regular iba sola a la iglesia. Bajo la ley
romana, el esposo y padre tenía autoridad
absoluta sobre todos sus familiares, incluso
su esposa. Si el marido no estaba de acuerdo
con las nuevas creencias de su esposa, ella
podía poner en peligro su matrimonio al
exigir sus derechos como una mujer libre en
Cristo. Pedro tranquilizó a las mujeres
cristianas casadas con incrédulos
Indicándoles que no tenían que predicarles a
sus esposos. Bajo las circunstancias, su mejor
manera de llegar a ellos sería mediante un
servicio amoroso: ellas debían mostrarles al
esposo el amor abnegado que Cristo le
mostró a la Iglesia. Al ser esposas
ejemplares, lograrían agradar a sus esposos.
Por lo menos, los hombres dejarían que sus
esposas continuaran practicando su religión
"extraña". En el mejor de los casos, sus
esposos se unirían a ellas y llegarían a ser
cristianos también.
Aunque el esposo no sea perfecto, y cometa
muchas fallas. Las esposas deben responder
ante las fallas del esposo de la misma
manera que el capítulo 2 lo enseña. Dios no
te ha dado lo que mereces, (infierno, ira de
Dios), el problema del matrimonio es que el
esposo piensa que debe dar lo ella merece y
ella responde como ella piensa que el
merece. "Si me aman, yo me voy a someter".
Dios es el centro del matrimonio, y debemos
comportarnos de acuerdo a lo que él DICE Y
NO DE ACUERDO A LO que yo pienso.
A la mujer se le ordena que su principal arma
no sean sus palabras, sino su
comportamiento, El esposo nunca va a llegar
a ser como Cristo con una esposa con
espíritu crítico, la mujer debe ser un
instrumento de Dios en la transformación de
su esposo. De acuerdo a los medios de Dios,
con el comportamiento, el respeto de la
esposa, y eso es Dios quien lo demanda, y él
nunca ha dado excusas para nuestra
desobediencia, la mujer debe amar y
respetar aunque le parezca que su esposo no
lo merecen. Dios te dio lo que merecías, no,
no te ha enviado al infierno, al contrario te
quiso amar y perdonar, así mismo debemos
dar lo que Dios nos manda a dar, y no lo que
nosotros pensamos que debiéramos dar.
Que has conseguido a través de las
discusiones, nada, solo afectar tu testimonio.
2.- La belleza de una conducta casta y
respetuosa.
Pedro exhorta a las mujeres que tengan
especial cuidado de su conducta,
“considerando” significa, observar, estar
atenta a sus comportamientos y reacciones,
pues ese es su principal medio de dialogar y
solucionar los problemas del matrimonio.
Por que Dios nos conoce mejor que nadie, él
sabe que malas palabras en una mujer son
extremadamente destructivas. Y por eso les
dice en el verso anterior, no uses palabras,
usa tu conducta en el trato con tu esposo.
Siempre va a ser más fácil hablar que vivir y
eso no tiene tanto valor.
La conducta de la esposa debe ser casta, en
el griego jagnos, que quiere decir, pura,
inocente, limpia, esto significa no debe la
mujer permitirse acciones vulgares y
groseras, no debe incurrir en actos
inmorales. Además debe ser respetuosa.
Muchas mujeres están en la iglesia diciendo
tengo tantos problemas en mi matrimonio,
con mis hijos, y la respuesta es tus
problemas se instalaron en tu casa porque
estás viviendo opuestamente a las Escrituras.
Necesitamos someternos a la palabra de
Dios, a la mujer se le ordeno comportarse
pura y respetuosamente, aunque muchas se
pregunten: y que pasa si mi cónyuge no se
somete, simplemente ese no es tu problema,
es problema de tu cónyuge con Dios obedece
a Dios, así le das lugar para que Él obre en tu
matrimonio
No os venguéis vosotros mismos, amados
míos, sino dejad lugar a la ira de Dios;
porque escrito está: Mía es la venganza, yo
pagaré, dice el Señor. Romanos 12:19
“Dejad lugar a la ira de Dios” deja que Dios
obre, nunca conseguirás discutiendo lo que
Dios puede lograr, no debes reclamar debes
obedecer a Dios. Si tenemos que someternos
a la persecución, cuanto más debemos
corresponder en el matrimonio. En los
conflictos que debes enfrentar debes dejar
lugar al SEÑOR, si no entonces puedes seguir
peleando todo el resto de vida. La respuesta
más probable del hombre ante una esposa
peleonera será violencia o se alejará.
Mejor es morar en tierra desierta, que con
la mujer rencillosa e iracunda. Proverbios
21.19
La mayoría del tiempo el esposo es el
responsable de los conflictos, pero la mujer
también tiene la culpa al intentar de arreglar
las cosas con su lengua, así está en
desobediencia, ella es llamada a un
comportamiento ejemplar. Dios conoce las
mujeres, él sabe que la primera arma que va
a usar contra su esposo, será su lengua, por
eso le manda a callarse. Cuantas veces un día
de descanso, un viaje en familia, una fecha
especial se convirtió en un desastre porque
la mujer no pudo refrenar su mal humor, no
porque las cosas se estuvieran haciendo mal
sino porque simplemente no se hacían a la
manera de ella. Esa actitud iracunda, en la
mujer no es agradable ante Dios, Dios ve
esto como un pecado grave, destruye a los
matrimonios, y a los hijos con un mal
ejemplo.
13 Dolor es para su padre el hijo necio, Y
gotera continúa las contiendas de la mujer.
Prov. 19.13
Amada hermana debes aprender a respetar y
a valorar a tus seres queridos, Dios ya dijo
que somos siervos inútiles, no es necesario
que se lo vivas recordando todo el tiempo a
tu esposo, que es un siervo inútil, un padre
inútil, un esposo inútil. ¿Sabes tú con que ha
tenido que luchar durante el día? ¿Desde
hace cuánto tiempo no le preguntas a tu
esposo como le fue en su trabajo o en su
ministerio? ¿Haces el esfuerzo de abrir un
ojo en la mañana para despedirte de él
cuándo sale a batallar para conseguir
sustento para los suyos?
Busca embellecerte a través de tu
comportamiento santo, de acuerdo a las
Escrituras, no busques imponer tus criterios,
sino se ejemplo respetando. Si una esposa
respeta a su esposo, entonces nada va a
desanimar a ese hombre, que muchas veces
batalla con muchos pensamientos duros
dentro de él. La conducta es el medio que
Dios dejo a la mujer para solucionar los
problemas en el matrimonio, y eso incluye
soportar y sufrir.
Al actuar bíblicamente Dios toma el control
de las situaciones. Dios obrara con
quebrantamiento, y confrontara su pecado, y
le avergonzara.
20Así que, si tu enemigo tuviere hambre,
dale de comer; si tuviere sed, dale de beber;
pues haciendo esto, ascuas de fuego
amontonarás sobre su cabeza. 21No seas
vencido de lo malo, sino vence con el bien el.
Romanos 12.20-21
3.- La belleza de la modestia y el decoro.
El apóstol pasa a exponer más
detalladamente en qué consiste, la
manifestación exterior, de la pureza y la
sumisión de las esposas a sus maridos: en el
atavío modesto y el respeto cotidiano. Dicen
así los versículos 3–6 en la NVI: «Vuestra
belleza no debe surgir de adornos exteriores,
tales como un trenzado de cabello y un
enjoyarse de oro o ponerse suntuosos
vestidos, sino que debería brotar del interior
de vuestra propia personalidad: la
inmarcesible belleza de un carácter suave y
apacible, que es lo que tiene verdadero valor
a los ojos de Dios. Porque de esta manera es
como hacían resaltar su belleza las santas
mujeres del pasado, que tenían puesta su
esperanza en Dios. Vivían sumisas a sus
maridos, como Sara, que obedecía a
Abraham y le llamaba su señor. Vosotras sois
sus hijas en la medida en que obréis el bien y
no cedáis a ninguna intimidación».
Podemos comprender que de ninguna
manera se condena el hecho de la mujer
haga uso de su femineidad en cuanto al
preocuparse por su apariencia, mientras esto
se haga con prudencia y decoro, los excesos
en esta materia denotan superficialidad de
carácter y hasta muestran una lasciva
coquetería. La verdadera belleza de la mujer,
dice Pedro, brota del interior.
Tus vestimentas deben ser cuidadas, de tal
manera que no sean sensuales, y no deben
ser tropezadero para nadie. Belleza,
excelencia, inocencia, son buenas,
sensualidad, extravagancia, lujo son cosas
demoniacas. Tu sensualidad es solo para tu
esposo. Si vas a maquillar algo, el corazón
debe ser tu prioridad, la belleza en el Señor
no se basa en lo físico, sino en el carácter,
una mujer de Dios es una bendición,
Las mujeres deben enseñar a sus hijas para la
vida, deben invertir en el forjar el carácter de
cristianos en sus hijos, en el hogar, A ti de te
ha dado la sabiduría de la mujer virtuosa de
proverbios 31 de tal manera que tu esposo
no tiene que preocuparte.
La esposa debe honrar a su esposo, y él
también debe dar honor a ella, vaso más
frágil, no significa que es más débil, vaso
frágil es el más caro, o más hermoso, en el
mundo romano la mujer no tenía muchos
derechos, el hombre podría maltratarla y ella
no podía defenderse, Jesús critico eso a los
fariseos, pues muchas mujeres estaban
abandonadas. El hombre es más fuerte, y
socialmente el hombre puede hacerle daño.
Pero la Escritura, dice que el hombre no
debe abusar de su autoridad, y que Dios va a
juzgar con respecto al matrimonio.
A ti mujer de Dios, mujer cimentada en la
verdad de las Escrituras, se te ha confiado
una parte muy importante dentro del plan de
Dios para tu familia, debes cuidarlo, no dejes
que tu carácter te traicione. Deja que la
belleza del Señor te colme completamente
de tal manera que ganes a los tuyos para
Cristo. De tal manera que recibas la
aprobación de Dios en la tarea más
importante de tu vida. Soporta y esfuérzate
por causa de Cristo.
Padres e hijos de verdad.
Efesios 6:1-3
1Hijos, obedeced en el Señor a vuestros
padres, porque esto es justo.2Honra a tu
padre y a tu madre, que es el primer
mandamiento con promesa; 3para que te
vaya bien, y seas de larga vida sobre la
tierra.4Y vosotros, padres, no provoquéis a
ira a vuestros hijos, sino criadlos en
disciplina y amonestación del Señor.
Continuamos con esta serie de sermones que
nos han hecho considerar lo más elemental
para disfrutar la bendición de Dios en
nuestras vidas.
Pero antes de ir a revisar el texto que hemos
leído. Es necesario que comprendamos que
no basta con solo oír estas predicaciones, se
necesita una determinación de parte
nuestra.
24Cualquiera, pues, que me oye estas
palabras, y las hace, le compararé a un
hombre prudente, que edificó su casa sobre
la roca. Mateo 7.24
Quiero hacer un llamado a la urgencia que
esto que hemos compartido amerita, es de
sabios que consideremos obedecer a las
Escrituras, debemos luchar para vencer la
tendencia de oír y no hacer, debemos
considerar que lo que hemos hecho es
explicar expositivamente los textos que
hablan de como Dios ordena una familia,
cada cual no se conforme con solo oír, ore,
clame porque Dios actúe con su Espíritu
Santo en su carácter, para poner por obra la
instrucción de la Palabra del Señor.
La relación de los Padres con los hijos debe
ser motivo de especial cuidado, el carácter
de los hijos, en relación con los padres es
mencionado por Pablo como una
característica del hombre de los últimos
tiempos, los hombres de los últimos días
serán desobedientes a los padres.
Esto pone de relieve que para Dios el pecado
de la desobediencia a los padres es algo
grave. Ser un esposo bíblico, no es fácil, ser
una esposa bíblica no es fácil, ser padres
bíblicos tampoco es algo fácil.
Hoy tenemos una terrible crisis en nuestra
sociedad, pero lamentablemente también la
iglesia está viviendo un tiempo peligroso.
Hoy tenemos a muchos hijos de cristianos
que se van al mundo, que al alcanzar una
edad con un poco de autodeterminación
desertan de las filas del evangelio, esto
principalmente porque nunca fueron
convertidos, pero también porque sus padres
no supieron educarle, instruirle o
disciplinarle, vieron tanta contradicciones en
sus casas. No basta que en la iglesia se
predique bíblicamente, no basta con tener
buena doctrina, yo he oído a muchos decir
que se sienten bendecidos por ser parte de
una iglesia con tanto énfasis en las Escrituras,
pero que inútil es todo eso, si no existe la
disposición a la obediencia, así seguimos
viviendo en la bipolaridad, en la
contradicción de una vida religiosa de 2
horas a la semana.
La influencia del catolicismo ha hecho
estragos en la iglesia, pues, muchos
evangélicos has separado su vida espiritual
solo para las actividades de la iglesia, pero en
la intimidad del hogar la Biblia es un adorno
más en los estantes del hogar.
Debemos saber que Dios juzgara nuestras
vidas, y que los hijos como los padres tienen
ante Dios una cuenta que presentar.
Jóvenes y niños deben de saber que
necesitan tanto como sus padres obedecer a
las Escrituras, la edad no les exime del juicio
de Dios, cada cual es responsable
moralmente ante Dios. Notemos que Dios
está observándonos, debemos entonces
temer. Los Padres debean poner especial
atención en como su hijo se comporta, si no
están cumpliendo estas exponiendo a sus
hijos al juicio de Dios. Por eso debemos
responder a lo que Dios espera de los hijos y
de los padres.
Dios espera Obediencia.
Pablo comienza su exhortación con las
palabras Hijos, obedeced en el Señor a
vuestros padres, porque esto es justo.
Obedecer significa escuchar con atención;
por implicación prestar atención o
conformarse a comando o autoridad,
someterse a la autoridad de los padres, o
sea, padre y madre son la autoridad sobre el
hijo.
Este verso habla de lo primero que Dios
espera en la relación de los hijos con los
padres, sobre este mandamiento se
construye toda la vida moral de un hombre.
Un hombre real, no se levantara desde la
lastimosa figura de un hombre desobediente.
La obediencia Dios la ha demandado desde el
Edén, cada pecado es en sí también
desobediencia, la desobediencia es el virus
que genera todo pecado que la retorcida
naturaleza caída del hombre pueda generar.
El hecho es que los hijos deben obedecer a
los padres. El modo es que han de
obedecerles «en el Señor», estos significa
«como corresponde a los que viven unidos
en el Señor» (Leal), por respeto al Señor y,
según ayuda a entenderlo Colosenses 3:20,
«porque esto agrada al Señor» El motivo
que Pablo aduce aquí es «porque esto es
justo», esto es, la obediencia a los padres
entra dentro de la justicia que el creyente
cristiano debe practicar.¿ Porque los hijos
deben obedecer? Porque a Dios le agrada,
porque Él lo demanda y eso debe ser
suficiente.
Quizás en estos tiempos finales como dice 1
Timoteo 3, la obediencia a los padres no es lo
que se usa en el mundo, pero debemos
considerar que Dios es el que ordena y el
que juzgara, no el mundo. El día del juicio
final el joven no comparecerá ante un grupo
de necios chiquillos, estará frente al Dios
todopoderoso.
Obedecer es lo justo en el gr. Justo es
Dikaios, que significa santo recto, aprobado,
o sea lo que agrada a Dios.
10En esto se manifiestan los hijos de Dios, y
los hijos del diablo: todo aquel que no hace
justicia, y que no ama a su hermano, no es
de Dios. 1 Juan3.10
Entonces si el joven quiere saber cómo esta
ante Dios debe revisar su conducta con sus
Padres Nadie que deteste la justicia es de
Dios. Por eso los padres no deben tolerar la
desobediencia. Para Dios esto es grave. El
hijo debe saber que si es un desobediente
para Dios es un amante de la injusticia y le
juzgara. Debes obedecer todo lo que puedas,
solo te exime de esta obligación que tus
padres te manden a desobedecer a Dios.
Pero si no tu obediencia no está subordinada
a la perfección o madurez espiritual de tus
Padres, simplemente Dios lo manda y se
debe obedecer.
Los padres no deben estar tranquilos hasta
que tengan la certeza de que sus hijos son
salvos, culturalmente tenemos un concepto
muy arraigado y es este que los niños son sin
pecado. Pero las Escrituras nos dicen algo
muy alarmante.
1 Oh congregación, ¿pronunciáis en verdad
justicia?¿Juzgáis rectamente, hijos de los
hombres?
2 Antes en el corazón maquináis
iniquidades; Hacéis pesar la violencia de
vuestras manos en la tierra.
3 Se apartaron los impíos desde la matriz;
Se descarriaron hablando mentira desde
que nacieron. Salmo 58.1-3
Si a esto le sumamos todos los textos que
nos advierten de la naturaleza caída del
hombre y del pecado original,
entenderíamos que nuestros hijos vienen
con un potencial enorme para cometer
pecado. Pero como muchos de los
evangélicos desconocen el evangelio, no
estudian las escrituras, dejan que sus hijos
pequen, desde su más tierna infancia. Nunca
debe ser tolerada la maldad en los hijos, la
única diferencia entre un niño de 2 años y
otro de 18 años es que a la edad mayor ya se
ha perfeccionado en el arte del pecar.
Consideremos el libro de proverbios con
algunos textos que nos dan más luz
Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu
padre, Y no dejes la enseñanza de tu
madre; Pro 6:20
Esto respalda la autoridad que ambos padres
tienen sobre los hijos. La esposa es
representante del padre, y debe ser honrada
por los hijos por ser la esposa del padre, pues
el padre la honra y la ama, eso es suficiente.
Ningún padre debe tolerar que un hijo
desacredite al otro padre, cada uno debe
procurar el respeto del otro.
Los proverbios de Salomón, El hijo sabio
alegra al padre, Pero el hijo necio es
tristeza de su madre. Pro 10:1
Muchos hijos ven la desobediencia como
algo audaz que evidencia de su inteligencia,
pero Dios el juez dice que la desobediencia
es un acto propio de un necio, un tonto,
alguien poco inteligente.
Dios Espera que el hijo Honre a sus
padres.
Dios se agrada de los hijos que honran a sus
padres. Honrar en el gr, es Timeo, que
significa reverenciar. Los hijos debe respetar
completamente a sus padres, le deben todo,
pero principalmente por amor le deben
respertar.
Pablo usa el quinto mandamiento del
decálogo.
12Honra a tu padre y a tu madre, para que
tus días se alarguen en la tierra que Jehová
tu Dios te da. Éxodo 20.12
Muchos predicadores hemos usado este
texto haciendo un énfasis inmediato en la
promesa que contiene. “honra a tus padres
para que te vaya bien”, Debemos honrar a
nuestros padres porque Dios lo ordena, y eso
es suficiente. Si Dios lo ordena debemos
obedecer, el si quiere nos hace promesas,
nuestro deber como seres creados es
obedecer al creador.
Hoy es triste la condición de muchas familias,
muchas casa giran en torno a los niños, ellos
chillan, gritan, hacen berrinches y los padres
cuales esclavos deben correr a satisfacer las
demandas del pequeño dictador. Ese no es el
modelo de las Escrituras, él te debe honrar a
ti padre. Dios demanda que se les enseñe a
los niños que los que mandan en la casa son
los padres y ellos.
Jóvenes cuídense de ser irrespetuosos con
sus padres, pues actuando así pondrán a Dios
en su contra. Los hijos le deben total respeto
a su padre, él no tiene tu edad, él no es tu
servidor, tu naciste producto del amor, ellos
te cuidan porque te aman.
¿Cuántos hijos levantan su voz contra sus
padres al ir creciendo, cuantas madres han
sido ofendidas por sus hijos?,¿ cuántos hijos
muchas veces les recuerdan a sus madres las
circunstancias en las que le concibieron?( por
ejemplo embarazos adolescentes), etc.
ofendiéndole en un grado tan horriblemente
doloroso, eso no debe ser tolerado. Los
padres, hablando de los hombres, no deben
quedar al margen de lo que ocurre en los
hogares, deben hacer que sus hijos honren a
sus esposas, así mismo las madres deben
cuidar que sus hijos honren a sus padres.
Pro 19: 26 - 27 El que roba a su padre y
ahuyenta a su madre, Es hijo que causa
vergüenza y acarrea oprobio. Cesa, hijo
mío, de oír las enseñanzas Que te hacen
divagar de las razones de sabiduría.
Joven cuida tu corazón, no lo entregues a las
tendencias de este mundo. Tus amigos, la
cultura no pueden regir tus pensamientos,
solo te apartaran de lo sabio, de lo que Dios
bendice. Un hijo que no respeta a sus padres
es considerado un hijo rebelde. Revisemos
rápidamente lo que dice el A.T. sobre la
rebeldía de los hijos.
Si alguno tuviere un hijo contumaz y
rebelde, que no obedeciere a la voz de su
padre ni a la voz de su madre, y habiéndole
castigado, no les obedeciere; entonces lo
tomarán su padre y su madre, y lo sacarán
ante los ancianos de su ciudad, y a la
puerta del lugar donde viva; y dirán a los
ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es
contumaz y rebelde, no obedece a nuestra
voz; es glotón y borracho. Entonces todos
los hombres de su ciudad lo apedrearán, y
morirá; así quitarás el mal de en medio de
ti, y todo Israel oirá, y temerá.
Deuteronomio 21:18-21
Esta escritura no debe ser considerada
literalmente. Esta aun presente para que los
jóvenes sepan lo que piensa Dios de su
rebeldía, Dios dicta sentencia de muerte
sobre este tipo de hijos, y enfatiza que debe
ser desarraigado del pueblo de Dios, el
pueblo de Dios debe preocuparse de no
permitir este mal entre ellos.
Dios espera disciplina
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a
vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y
amonestación del Señor.
Se dirige luego el apóstol (v. 4) a los padres
(gr. patéres; los hombres, no se incluyen las
madres). Advirtamos los siguientes
interesantes detalles:
La razón por la que Pablo se refiere aquí a los
padres, no a las madres, es porque va a
centrar su exhortación en la corrección y la
disciplina que, según la Escritura (Pr. 1:8a), es
a los padres a quienes compete
administrarlas. Principalmente y
paradojalmente el que más se retrae de este
deber.
En el mundo pagano de Pablo era común
tanto en los hogares judíos, como en los
romanos, que el hombre descuidara a su
esposa e hijos con el fin de satisfacer su
propio bienestar, por eso muchas veces
incurrían en un gobierno autoritario y
déspota, contrario a lo que Pablo enseña. En
esas circunstancias era fácil para el hombre
actuar con rigidez y autoridad dominante,
provocando frustración, enojo y rebeldía en
los hijos. La autoridad de un padre cristiano
sobre sus hijos no da lugar a abusos de
poder, sino que se manifiesta en un
compromiso de por vida de criar con
disciplina y amonestación del Señor.
Esto significa que no basta con decir no, el
hombre debe corregir de acuerdo a las
Escrituras. No debe tolerar la rebeldía en su
casa, no debe el padre hacerse cómplice del
pecado de los hijos, si no aplica disciplina
entonces está pecando de prevaricación. El
padre debe convencer a su hijo de que no
puede incurrir en malas conductas pues Dios
no las tolera y las juzga. ¿Porque debemos
ser padres disciplinadores?
Como hombre de familia debemos pensar en
toda nuestra descendencia, porque lo que
hacemos en nuestra generación influenciara
en la generación que viene, los varones
deben ser santos, para la gloria de DIOS, para
beneficio propio, para los hijos y los nietos.
Debo tomarme en serio la conducta de mi
vida, quizás a veces pensamos que no
valemos mucho, pero tenemos un espacio de
influencia donde si nos están mirando y
sobre los cuales estamos influyendo.
Debemos estar estudiando la Palabra, y
obedeciendo la Palabra de Dios, para instruir
a nuestros hijos.
Estos, pues, son los mandamientos,
estatutos y decretos que Jehová vuestro
Dios mandó que los enseñase, para que los
pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis
vosotros para tomarla; para que temas a
Jehová tu Dios, guardando todos sus
estatutos y sus mandamientos que yo te
mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo,
todos los días de tu vida, para que tus días
sean prolongados. Deu 6:1-2
El objeto de la amonestación y la disciplina
es llevar a nuestros hijos al temor de Dios.
Cuando una cultura empieza a apartarse de
Dios cada generación será cada vez peor.
Hoy la sociedad es terriblemente peligrosa,
bullyng, violencia, depravación. Esto ocurre
porque cada vez esos malos hijos están
teniendo hijos que serán peores que ellos. Y
la iglesia conformándose al mundo cada vez
más, la iglesia asimilando los patrones
mundanos, en lo más esencial, cuantos
líderes se preocuparon de las vestimentas,
de los instrumentos musicales pensando que
así mantenían a la iglesia apartada del
mundo, pero simplemente eran mosquitos, y
los camellos de pecado se infiltraban en lo
más precioso y que constituye la iglesia, la
familia, a veces yo me preguntaba, porque si
predico las escrituras, porque si trato de
estar donde me piden, si me esfuerzo de
cuidar mi ejemplo. Porque la iglesia no
avanza, porque la iglesia fracasa. Es porque
muchos en las casas no se están esforzando
por ser obedientes a Dios en todo. Porque
muchos padres no están disciplinando v
porque ni ellos mismos se disciplinan.
Hoy amados en el Señor, estamos perdiendo
la batalla, el corazón de nuestros hijos está
siendo usurpado por el mundo.
Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus
ojos por mis caminos. Pro 23:26
El padre debe ser la más grande influencia
para su hijo, pues compite con todo el
mundo, con sus amigos, sus compañeros con
la cultura. A muchos hijos les interesa poco
lo que su padre piense de él, pues para él lo
más importante es lo que piensan sus
amigos. Esto está mal.
Por eso no basta con reducir la espiritualidad
de la familia a 2 horas de culto semanal, y
luego vivir en continuas contradicciones,
donde todo lo que se profesa en la iglesia no
se vive en el hogar. Si quieres ganar el
corazón de tu hijo debes por sobre todo ser
ejemplo.
He aquí, herencia de Jehová son los hijos;
Cosa de estima el fruto del vientre. Salmo
127.3
Dios espera que atendamos sus
requerimientos, que consideremos como
nuestro ministerio más importante nuestro
hogar. Allí comienza todo, y allí puede
terminar todo.
Sermones predicados durante el mes de
Mayo del 2013 en la Iglesia Getsemaní, por
el pastor Pedro Sáez