Fundamentos Teóricos en Psicología Analítica

11
FUNDAMENTOS TEÓRICOS EN PSICOLOGÍA ANALÍTICA Para exponer los conceptos fundamentales que articulan la teorización junguiana y, con ellos, la psicología analítica, hay que distinguir entre estructuras psíquicas, actitudes y funciones. Estructuras psíquicas La psique junguiana, al igual que en el modelo freudiano, se ve estructurada por toda una serie de sistemas en constante interacción. Sin embargo, a diferencia del fundador del psicoanálisis, nos hallamos ante integrantes psíquicos distintos y una funcionalidad y dinamismo divergentes.[13] Consciencia y Yo Iniciando la revisión desde la consciencia y finalizando en los estratos más profundos de la psique, hallamos en primera instancia el Yo, centro nuclear de nuestra consciencia, constituyendo realmente un complejo más de los que integran el inconsciente personal pero que ha devenido consciente y rector de nuestra individualidad. El Yo de Jung equivale al componente consciente del Yo freudiano. Inconsciente personal En sucesión al Yo hace acto de presencia el inconsciente personal conteniendo únicamente información derivada de las experiencias

description

Fundamentos Teóricos en Psicología Analítica

Transcript of Fundamentos Teóricos en Psicología Analítica

FUNDAMENTOS TERICOS EN PSICOLOGA ANALTICA

Para exponer los conceptos fundamentales que articulan la teorizacin junguiana y, con ellos, la psicologa analtica, hay que distinguir entre estructuras psquicas, actitudes y funciones.

Estructuras psquicas

La psique junguiana, al igual que en el modelo freudiano, se ve estructurada por toda una serie de sistemas en constante interaccin. Sin embargo, a diferencia del fundador del psicoanlisis, nos hallamos ante integrantes psquicos distintos y una funcionalidad y dinamismo divergentes.[13]

Consciencia y Yo

Iniciando la revisin desde la consciencia y finalizando en los estratos ms profundos de la psique, hallamos en primera instancia el Yo, centro nuclear de nuestra consciencia, constituyendo realmente un complejo ms de los que integran el inconsciente personal pero que ha devenido consciente y rector de nuestra individualidad. El Yo de Jung equivale al componente consciente del Yo freudiano.

Inconsciente personal

En sucesin al Yo hace acto de presencia el inconsciente personal conteniendo nicamente informacin derivada de las experiencias personales del individuo. Recibe por tanto todo aquel material reprimido por el Yo, pudiendo invertirse la direccionalidad de tal modo que dicho contenido sea accesible a la consciencia. El inconsciente personal equivaldra a la suma del preconsciente e inconsciente freudianos.

Complejos

Formando parte del inconsciente personal residiran los complejos. Un complejo se definira como aquel conjunto de conceptos o imgenes cargadas emocionalmente que acta como una personalidad autnoma escindida. En su ncleo se encuentra un arquetipo revestido emocionalmente.[14]

Inconsciente colectivo

Y finalmente, en lo ms profundo de la psique humana hallaramos lo inconsciente colectivo, y con ello, el ltimo elemento de discrepancia con respecto a la conflictiva freudiana. Queda patente que mientras el modelo de inconsciente freudiano queda delimitado por lo personal, Jung amplia sus cauces ad infinitum.

As como el elemento estructural que compona el inconsciente personal era el complejo, en el caso de lo inconsciente colectivo lo ser el arquetipo.

En esta regin se encuentra dispuesta en forma de smbolos y predisposiciones toda aquella informacin heredada filogenticamente como resultado de las experiencias universales acaecidas en el transcurso de la evolucin. Los arquetipos seran por tanto predisposiciones universales para percibir, actuar, o pensar de una cierta manera.

Arquetipos

De la amplia gama de arquetipos existentes, como pueden ser el nacimiento, la muerte, el hroe, el puer aeternus, dios, el senex, cinco son los que han alcanzado un desarrollo superior al de cualquier otro:

Persona

Es la mscara que se antepone en nuestro desenvolvimiento social cotidiano, pudiendo estar ms o menos desarrollada, y por tanto, ocultar en mayor o menor medida nuestra personalidad real. Es masculina en los hombres y femenina en las mujeres.

nima y nimus

Estos arquetipos constituyen el reconocimiento junguiano de la bisexualidad humana.

El nima es el aspecto femenino presente en lo inconsciente colectivo de los hombres. Regido por su principio Eros se le suele denominar tambin el arquetipo de la vida.

El nimus es el aspecto masculino presente en lo inconsciente colectivo de las mujeres. Regido por su principio Logos se le suele denominar tambin el arquetipo del significado.[15]

Contrapesando ambos al arquetipo Persona, se desarrollaron a raz del conjunto de las experiencias establecidas entre hombres y mujeres a lo largo de todo nuestro pasado evolutivo.

Sombra

Representa nuestros impulsos ms primitivos, los instintos animales, provenientes de los antecesores prehumanos del hombre. Cuando dichos impulsos emprenden el camino hacia la consciencia, el Yo, de modo muy similar a la serie de mecanismos de defensa del Yo freudiano, permite o bien su expresin o si n es pertinente, su represin posterior, con lo que a su vez se contribuye a generar contenido al inconsciente personal. Se establece as una interrelacin entre inconsciente colectivo, arquetipo, yo consciente e inconsciente personal.

S-mismo

El arquetipo del S-mismo (en alemn Selbst; en ingls Self) constituye el arquetipo por excelencia, el arquetipo nuclear o central del inconsciente colectivo, el ms importante de todos. Es denominado tambin el arquetipo de la jerarqua y representa la totalidad del ser humano y el fin ltimo en el proceso de individuacin.

Es representado simblicamente a partir de un mndala o crculo mgico, y del mismo modo que el Yo se constituye como centro de la consciencia, el S-mismo lo es del mbito que encierra la totalidad de consciencia e inconsciente. Representa los esfuerzos del ser humano por alcanzar la unidad, la totalidad, la integracin de la personalidad, pugnando tanto por la unidad del individuo con respecto al mundo exterior como por la unidad de sus sistemas psquicos. Previamente a dicho proceso de integracin debe establecerse una diferenciacin suficiente entre los sistemas, aspecto este ltimo que no se logra hasta la mediana edad.

Actitudes

Las dos actitudes respecto del mundo exterior son:[16]

1.La extraversin, que conlleva una focalizacin en el mundo exterior en detrimento del individuo.2.La introversin, donde el inters recae en el individuo, pasando a un segundo plano lo externo a l.Ambas actitudes estn siempre presentes en la personalidad, manejando el Yo y el inconsciente personal actitudes opuestas, de tal modo que aquella de las dos que sea dominante producir la represin inmediata de la segunda.

El incremento de la energa psquica en un sistema provoca automticamente su disminucin en favor de su disponibilidad para otro sistema. Ello da lugar a que cuanto mayor sea la expresin consciente de una actitud mayor es el desarrollo inconsciente de la alternativa.

FUNCIONES

Al lado de estas dos formas de reaccin de la conciencia ante la presencia de contenidos, existen cuatro funciones, cualquiera de las cuales puede ser dominante:[17]

1.Pensamiento2.Sentimiento3.Sensacin4.IntuicinDe las cuatro existe el predominio de una por predisposicin natural, definida como funcin principal o superior, mientras las restantes quedan a nivel inconsciente. Dos de ellas, denominadas funciones auxiliares, resultan relativamente diferenciadas, mientras que la tercera, la funcin de menor valor o inferior, se caracterizara por quedar totalmente inconsciente, pudindose diferenciar solo relativamente, y constituyndose como la funcin opuesta a la principal. Dicho antagonismo incluira su correspondiente compensacin.

Considerando las dos actitudes en combinacin con las cuatro funciones, resultaran ocho variaciones tipolgicas puras. Dado que esto ltimo no prima en la realidad fctica, nos hallamos ante formas mixtas innumerables.[18]

Mtodo teraputicoMeta y proceso

El modelo psicoteraputico junguiano se conoce tambin como mtodo sinttico-hermenutico, siendo su finalidad facilitar el desarrollo del proceso de individuacin o autorrealizacin psquica.[19] Toda individuacin remite a la relacin que se establece entre el Yo consciente y lo inconsciente colectivo a lo largo de la biografa del individuo. En cada momento de dicho proceso vital va emergiendo progresivamente el carcter propio o individualidad psquica, personificada a travs del arquetipo del S-mismo, yo nuclear tanto de lo consciente como de lo inconsciente colectivo, a diferencia del Yo fctico y condicionado, circunscrito a la consciencia. Individuacin significara por tanto llegar a ser un individuo, llegar a ser uno mismo, una unidad aparte, indivisible, un Todo. El despliegue del S-mismo como articulacin de arquetipos previamente diferenciados en el proceso de individuacin es el objeto especfico de la psicologa analtica.

Los mtodos ms importantes aplicados por Jung y que definen su escuela podran enumerarse en los siguientes:[20]

1.El experimento de asociacin de palabras que permite acceder a los complejos individuales.2.El anlisis y la interpretacin de los sueos, de las visiones y de la imaginacin. Ello implicara mtodos propiamente junguianos, as como la utilizacin de la amplificacin a travs de material arquetpico del simbolismo cultural e histrico general, como ayuda a las asociaciones propias del soante. Tambin es propiamente junguiano el anlisis de series de sueos, dado que el anlisis de un sueo aislado puede inducir a error.3.El estmulo de la produccin espontnea del inconsciente, en forma de palabra, signo, pintura, baile, etc.[21]4.La imaginacin activa, que permitira comunicarse con lo inconsciente personificando aquellas imgenes emergentes desde un estado de introspeccin o meditacin voluntarios.[22]5.El sandplay o juego de arena, creado por Dora M. Kalff.Todo proceso de individuacin conlleva la constitucin y diferenciacin progresivas de todos aquellos representantes psquicos, tanto complejos como arquetipos, cuya consciencia relativa es la meta de la psicologa analtica.

Encuadre

El encuadre teraputico en psicologa analtica difiere del psicoanlisis en que no es asignable como opcin la utilizacin del divn, sino que el paciente se sienta en una silla enfrente del psicoterapeuta. Se recomienda por tanto la situacin cara a cara entre analista y paciente, con el fin de lograr la mxima simetra, as como la utilizacin de la imaginacin activa para eludir en el paciente la penosa dependencia transferencial.[19]

No se toma por lo tanto como referencia la relacin transferencial creada por el psicoanlisis clsico para la sesin clnica, considerada por Jung degradante para el paciente y peligrosa para el terapeuta. Obviamente, para Jung la transferencia sigue siendo el problema central del anlisis, pero no comparte su praxis ortodoxa. Partiendo de sus conocimientos sobre alquimia definira la relacin teraputica a partir de la metfora de dos cuerpos qumicos diferentes que, puestos en contacto, se modifican mutuamente.[23] Siendo as, la relacin que se establece entre paciente y psicoterapeuta ha de ser de colaboracin y confrontacin mutua. Es decir, una relacin bidireccional ms que unvoca dado que nadie puede llevar a otro ms all de donde l mismo ha ido.

La duracin de la sesin es de una hora, dos veces por semana, que luego pasara a ser una vez por semana, durante unos tres aos de tratamiento global.

Desarrollo posterior a Jung: los posjunguianos

Desde la muerte de Jung en 1961 se ha producido en el campo de la psicologa analtica una autntica explosin de actividad profesional creativa. Ante dicho panorama desparramado y catico se acu el trmino posjunguiano en un intento de equilibrar la conexin con las ideas centrales de Jung pero permitiendo y abarcando la diferenciacin de cada una de las escuelas.[24]

Durante algunos aos, entre 1950 y 1975, tan solo se constataban dos escuelas en psicologa analtica, una escuela de Londres de orientacin clnica y una escuela de Zrich de orientacin simblica.

A mediados de los aos setenta se produjeron toda una serie de acontecimientos que invalidaron los criterios geogrficos y de supuesta mutua exclusin clnico-simblico iniciales:

1.Aument a nivel mundial el nmero de profesionales formados en la escuela de Zrich, convirtindose sta en el centro del movimiento internacional de analistas.2.Del mismo modo, la produccin de la escuela de Londres generara aceptacin ms all de su localizacin geogrfica.3.Y finalmente, a principios de la dcada de los setenta, surgira un tercer grupo de analistas y escritores los cuales preferan referirse a su trabajo como psicologa arquetipal.Llegado a este punto tendramos ya consolidadas las tres escuelas nucleares en psicologa analtica: clsica, evolutiva y arquetipal:[25]

1.Escuela clsica: representada por Gerhard Adler, incluye lo que sola ser Zrich y su mbito simblico. Procura en su trabajo una concordancia de conjunto con la metodologa del propio Jung, pero abierta al cambio y a la evolucin concomitante con la contemporaneidad.Adems del propio Adler, otras autoridades relevantes sern Marie-Louise von Franz, Edward F. Edinger, Marion Woodman, Barbara Hannah, Mary Esther Harding, Daryl Sharp, Jolande Jacobi, Aniela Jaff, Emma Jung, Carl Alfred Meier, Liliane Frey-Rohn, Mary Ann Mattoon, Polly Young-Eisendrath, Paul Brutsche, Mario Jacoby, Murray Stein, Luigi Zoja, Robert A. Johnson, June Singer, Jos Zavala, Jean Shinoda Bolen, Clarissa Pinkola Ests, Jules Cashford, Anne Baring, Dieter Baumann, Joseph B. Wheelwright, J.M. Spiegelman, John Layard, y otros.2.Escuela evolutiva: desarrollada por el Dr. Michael Fordham, abarca lo que sola ser Londres y su carcter clnico, vinculndose al psicoanlisis actual en aspectos tales como la importancia concedida a las experiencias tempranas y al despliegue de la transferencia y contratransferencia en la sesin clnica.Adems de Fordham, se incluyen a Erich Neumann, Andrew Samuels, Rosemary Gordon, Lambert A. Plaut y otros.3.Escuela arquetipal: considerado James Hillman su fundador, conceden un nfasis fundamental al concepto de arquetipo como base para explorar y atender a las dimensiones profundas de todo tipo de experiencias imaginales, sean onricas o fantaseadas.An siendo James Hillman el alma mter de la escuela, se le atribuye a veces a Rafael Lpez-Pedraza la co-fundacin de esta corriente. Otros arquetipales famosos son Adolf Guggenbhl-Craig, Wolfgang Giegerich, Peter Bishop y otros.