Yo y el otro

Gabriel Marcel

¿Quién fue Gabriel Marcel?

Gabriel Marcel nació el 7 de Diciembre de 1889.

Recibió el influjo de filosofía neo- kantiana y el pensamiento hegeliano.

Concluyo sus estudios superiores con la filosofía de Schelling.

Colaboró como lector en las revisas literarias y filosóficas.

La fidelidad, la esperanza y el amor son temas centrales de todas sus obras.

Al final de una fecunda vida como filósofo y dramaturgo, Gabriel emprendió su peregrinaje definitivo el 8 de octubre de 1976.

Yo y el otroCon base en la guía de lectura proporcionada en:

Aguilar S.L.; Subsidio para la materia de Antropología Filosófica II.

Experiencia inmediata: el acto por el que el yo se pone es siempre idéntico a sí mismo y se ofrece al otro para recibir de él un atributo.

“Soy yo quien ...”

Esta especificación “yo” es una presencia global, no reducida a una parte de mí (mis manos, mi cuerpo, etc.). Por lo tanto es un  “yo aquí presente” que implica una referencia al otro.

Yo aquí presente implica referencia al otro, tratado como “caja de resonancia”.

La complacencia de si parece presuponer la existencia de un yo.

Presencia: Experiencia, irreductible y confusa, de estar en el mundo, sentimiento mismo de existir.

Unión entre este sentimiento y la pretensión de reconocimiento por parte del otro

Yo y el otro

Yo y el otroCuando me pongo a mí mismo como “yo” estoy hablando de mí mismo pero en este momento puntual de mi existencia. Un ser para el que no hubiera aquí y ahora no puede ser un yo.

El yo tiende a captarse por un enclave (lo que no es). Se capta como parcela en movimiento, vulnerable. Parcela en carne viva. Saturado de mí mismo, llevo una herida, que soy yo.

No puedo afirmar nada de mí mismo que sea auténticamente yo mismo; nada que sea permanente, nada que esté fuera del alcance de la crítica y de la duración.

Yo y el otroDe la necesidad de confirmación por lo exterior, es el otro de quien el yo más centrado espera su investidura.

La pose: actitud de aquel que se interesa solo en sí mismo y por tanto aparece como muy preocupado por los demás, pero solamente en la medida en que el otro es capaz de formarse de él una imagen favorable que a su vez aquél hará suya.

La caja de resonancia es sustituto del otro. El otro es medio provisional por el que llego a una imagen o ídolo de mi mismo.

Yo y el otro¿En qué condiciones tomo conciencia de mí como Yo mismo? Competencia, individualismo.

Error supremo: el yo como guarida de originalidad. Habrá que advertir que lo mejor de mí no me pertenece. No soy su propietario, sino su depositario (dones).

Yo y el otroEl egocentrismo moral está enraizado en nuestra condición ¿Cómo contrarrestarlo? No con racionalismo ni con ideologías…

“Yo me afirmo como persona en la medida en que asumo la responsabilidad de lo que hago y lo que digo” y en que creo realmente en la existencia de los otros y en la medida en que esta creencia tiende a dar forma a mi conducta.

¿Ante quién soy o me reconozco responsable? Ante mí mismo y ante el otro. La conjunción es característica del compromiso personal, marca propia de la persona.

Yo y el otroAl Yo, sometido a una especie de fascinación difusa que teme o desea, se opone la disponibilidad como característica esencial de la persona. Actitud para darse a lo que se presenta y vincularse mediante ese don. La persona es vocación.

Yo y el otroBIBLIOGRAFÍA:

AGUILAR S.L.; Subsidio para la materia de Antropología Filosófica II, IF, Guadalajara, 2012, pp. 37-42.

MARCEL, G.; Homo viator. Prolegómenos a una metafísica de la esperanza, SÍGUEME, Salamanca, 2005, pp. 25-40.