Gaceta enero 2016

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Enero 2016 / Dir.: Presidente Córdova 5-55 y Hno. Miguel / Télf.: 0987706450 - 2844634 / Email: [email protected] / República Sur ENERO 2 0 1 6 Cacho Gallegos: La mamitis puede arruinar buenas ideas La noche que fuimos a la Sala Alfonso Carrasco a ver Barrio Caleidoscopio, Alfonsito, el cuencanísimo personaje de la obra, confirmó la sospecha de que era Carlos Gallegos quien debía hablar de su majestad la morlaquía. Gallegos encarna en algunas de sus obras la más pura cuencanidad, al hombre místico y escéptico, al creativo y perspicaz, al bo- cón e hipócrita. Esta es, sin más, una entrevista para hablar sobre nosotros los cuencanos. Todos los seres humanos somos luz y sombra, así que es saludable que de vez en cuando alguien diga algo sobre los matices negativos que integran nuestra cotidianidad y nos ponga pilas sobre nuestros comportamientos en la casa, en la calle, en la tienda del barrio, en el trabajo, en la cola del banco, en el mer- cado… ENTREVISTA RS / VER MÁS PÁG. 4 Moya: la llamada del bosque El retorno de la idea acerca de la esencia de la Naturaleza al pensamiento occi- dental viene de la mano del Romanticis- mo que, en contraposición al raciona- lismo preponderante de la Ilustración, plantea su negación a «dominar a la naturaleza», como defendían los ilumi- nistas, sino más bien busca lograr una comunión con ella. Rafael Argullol afir- ma que esta relación, más que religiosa o científica tiene que ver con su sentido mágico, con lo enigmático; al escritor romántico le fascinaba la naturaleza tanto como le inquietaba. Recordemos las caminatas de Wordsworth por los campos ingleses («Sea cual sea su mi- sión, no hallará la leve brisa/ gratitud mayor que esta mía, escapado al fin/ de la gran ciudad en que, insatisfecho/ lan- guideciera…»), o los llamados «años de peregrinaje» de Liszt por los bosques de Suiza e Italia buscando inspiración, o el panteísmo de Hölderlin afirmando «… LITERATURA / VER MÁS PÁG. 3 columnistas RS Al otro lado del dial Acaba de marcharse un año siniestro si lo vemos desde el lado del esce- nario político de este pequeño gran país, y del mundo en sí, que cada vez está más degenerado que antes. No hallemos culpables, ya sabemos que somos nosotros mismos. En parte, no todo está perdido, el 2015 nos deja algunas buenas cosas entre ellas mu- sicales. MÚSICA / VER MÁS PÁG. 7 the end Es bueno oír tu voz (sobre Anomalisa, la última película de Charlie Kaufman) Charlie Kaufman no está loco. ¿Quién corrió ese rumor absur- do? No solo no está loco sino que desborda lucidez hasta el punto del miedo. Pero entonces ¿por qué tantos de quienes lo conocen ... CINE / VER MÁS PÁG. 8 el mosaico En una reciente investigación... En una reciente investigación realiza- da por la Human Research Ethics and Governance (HREG) en Bedrock, Ver- mont, se reveló una notable diferencia entre las personas que prefieren las pelí- culas basadas en hechos reales, o situa- ciones de la realidad, y las personas que eligen la ficción. El tema principal se centró en los sujetos que prefieren his- torias ficticias... EXPERIMENTAR/VER MÁS PÁG. 13 habla la calle Cuenca también tiene de mandinga Algo que no se dice, que se silencia y se margina, es la presencia afrodes- cendiente en Cuenca. Pocos saben dónde está, qué piensa, qué siente, qué hace la comunidad negra radi- cada en la ciudad. Suele olvidarse, además, que desde época temprana se señalan vestigios de esclavos afri- canos en estas tierras, incluso ... SOCIAL / VER MÁS PÁG. 14

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Gaceta del mes de enero República Sur

Transcript of Gaceta enero 2016

Enero 2016 / Dir.: Presidente Córdova 5-55 y Hno. Miguel / Télf.: 0987706450 - 2844634 / Email: [email protected] / República Sur

ENERO 2 0 1 6

Cacho Gallegos: La mamitis puede arruinar buenas ideasLa noche que fuimos a la Sala Alfonso Carrasco a ver Barrio Caleidoscopio, Alfonsito, el cuencanísimo personaje de la obra, confirmó la sospecha de que era Carlos Gallegos quien debía hablar de su majestad la morlaquía. Gallegos encarna en algunas de sus obras la más pura cuencanidad, al hombre místico y escéptico, al creativo y perspicaz, al bo-cón e hipócrita.

Esta es, sin más, una entrevista para hablar sobre nosotros los cuencanos. Todos los seres humanos somos luz y sombra, así que es saludable que de vez en cuando alguien diga algo sobre los matices negativos que integran nuestra cotidianidad y nos ponga pilas sobre nuestros comportamientos en la casa, en la calle, en la tienda del barrio, en el trabajo, en la cola del banco, en el mer-cado…

ENTREVISTA RS / VER MÁS PÁG. 4

Moya: la llamada del bosqueEl retorno de la idea acerca de la esencia de la Naturaleza al pensamiento occi-dental viene de la mano del Romanticis-mo que, en contraposición al raciona-lismo preponderante de la Ilustración, plantea su negación a «dominar a la naturaleza», como defendían los ilumi-nistas, sino más bien busca lograr una comunión con ella. Rafael Argullol afir-ma que esta relación, más que religiosa o científica tiene que ver con su sentido mágico, con lo enigmático; al escritor romántico le fascinaba la naturaleza tanto como le inquietaba. Recordemos las caminatas de Wordsworth por los campos ingleses («Sea cual sea su mi-sión, no hallará la leve brisa/ gratitud mayor que esta mía, escapado al fin/ de la gran ciudad en que, insatisfecho/ lan-guideciera…»), o los llamados «años de peregrinaje» de Liszt por los bosques de Suiza e Italia buscando inspiración, o el panteísmo de Hölderlin afirmando «…

LITERATURA / VER MÁS PÁG. 3

columnistas RS

Al otro lado del dialAcaba de marcharse un año siniestro si lo vemos desde el lado del esce-nario político de este pequeño gran país, y del mundo en sí, que cada vez está más degenerado que antes. No hallemos culpables, ya sabemos que somos nosotros mismos. En parte, no todo está perdido, el 2015 nos deja algunas buenas cosas entre ellas mu-sicales.

MÚSICA / VER MÁS PÁG. 7

the end

Es bueno oír tu voz (sobre Anomalisa, la última película de Charlie Kaufman) Charlie Kaufman no está loco. ¿Quién corrió ese rumor absur-do? No solo no está loco sino que desborda lucidez hasta el punto del miedo. Pero entonces ¿por qué tantos de quienes lo conocen ...

CINE / VER MÁS PÁG. 8

el mosaico

En una reciente investigación. . .En una reciente investigación realiza-da por la Human Research Ethics and Governance (HREG) en Bedrock, Ver-mont, se reveló una notable diferencia entre las personas que prefieren las pelí-culas basadas en hechos reales, o situa-ciones de la realidad, y las personas que eligen la ficción. El tema principal se centró en los sujetos que prefieren his-torias ficticias...

EXPERIMENTAR/VER MÁS PÁG. 13

habla la calle

Cuenca también tiene de mandinga

Algo que no se dice, que se silencia y se margina, es la presencia afrodes-cendiente en Cuenca. Pocos saben dónde está, qué piensa, qué siente, qué hace la comunidad negra radi-cada en la ciudad. Suele olvidarse, además, que desde época temprana se señalan vestigios de esclavos afri-canos en estas tierras, incluso ...

SOCIAL / VER MÁS PÁG. 14

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Nuevo año, nuevos placeres

Después de un año tan intenso como el 2015, en el que poblamos nuestra repúbli-ca de música, teatro, poesía, danza, cine y, lo más importante, amigos con la misma causa, podríamos pensar que nos queda poco por hacer, pero no…

En lugar de ponernos a hacer las listas de propósitos y metas estrictas de año nuevo que nunca llegan a cumplirse, preferimos hacer una de los placeres que nos gustaría compartir con ustedes; uno de ellos es la lectura. Por eso, damos la bienvenida en la casa de República Sur a una librería muy especial.

Tras seis años de peregrinación de CO-RREDOR SUR EDITORES por todo el

CRÉDITOS

Director:Jordi Garrido

Subdirector:Gustavo Peribañez

Editores:Camila Corral EscuderoJordi GarridoGustavo Peribañez

Impresión:Casa-Museo Remigio Crespo Toral

Diseño y Diagramación:Dianola Vázquez Moreno

Correctora:Camila Corral Escudero

Autores de esta edición:César Chávez AguilarAgustín ReinosoRocío PérezSebastián ZaldumbideGermán Gacio BaquiolaPaolo Ochoa

Juan Fernando BermeoLucía MoscosoJorge Luis GameDarío Orellana RodasYaima Lorenzo

continente en busca de borrar las fronte-ras impuestas por el mercado hegemónico del libro, surge en Cuenca un físico donde se encuentran los catálogos de más de 100 editoriales independientes de toda Lati-noamérica, la Librería Corredor Sur.

Por otro lado, continuando con el recorri-do al que nos invitan nuestros sentidos, empezamos el 2016 con una nueva carta que propone un universo exótico de sabo-res, aromas y experiencias pensadas para todos los republicanos que nos visiten.

Camila Corral Escudero

BUSCAMOS COLABORADORES¿Quieres ser parte de República Sur?

Esta Gaceta es un producto colectivo de apasionados por el arte y la cultura. Si quieres escribir, contáctanos a:[email protected].

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El retorno de la idea acerca de la esencia de la Naturaleza al pensamiento occidental viene de la mano del Romanticismo que, en contraposición al racionalismo preponderante de la Ilustración, plantea su negación a «dominar a la naturaleza», como defendían los ilu-ministas, sino más bien busca lograr una comunión con ella. Rafael Argullol afirma que esta relación, más que religiosa o científica tiene que ver con su sentido mágico, con lo enigmático; al escritor romántico le fascinaba la naturaleza tanto como le inquietaba. Re-cordemos las caminatas de Wordsworth por los campos ingleses («Sea cual sea su misión, no hallará la leve brisa/ gratitud mayor que esta mía, escapado al fin/ de la gran ciudad en que, insatisfecho/ languideciera…»), o los llamados «años de peregrinaje» de Liszt por los bosques de Suiza e Italia buscando inspiración, o el panteísmo de Hölderlin afirmando «…y el espíritu de la Naturaleza, el que viene de las lejanías,/ el dios se nos muestra de nue-vo, pausadamente entre nubes doradas». Todos ajenos a la vulgar realidad de las ciudades industriales y burguesas que estaban en pleno apogeo.

Al leer la novela del escritor ecuatoriano Juan Carlos Moya: Caballos en la niebla (Pla-neta-Seix Barral, 2014) podríamos vernos tentados a identificar completamente el pensa-miento romántico con la actitud del protagonista, Lucas; él también huye de la ciudad, del contacto social, busca algo que no encuentra en la urbe. La diferencia –que es una marca de la modernidad, sucesora y a la vez destructora del espíritu romántico– es que en la huida de este personaje hacia la naturaleza, no halla la armonía, la calma, el sosiego; el bos-que andino no se constituye como un refugio contra la crueldad de la sociedad sino más bien, como lo irá experimentando el personaje, será un doloroso enfrentamiento con su soledad, un encararse a sí mismo. La naturaleza que se representa a través de los elegantes trazos de la prosa de Moya se mira como un escenario en cierta manera ideal para el pen-samiento, por medio de la mirada y del sentir de Lucas se configura en un cuestionador espejo con el que debe enfrentarse.

La primera parte de la novela nos deja ver a Lucas, quien, junto a su entrañable perro Apache, intenta reconciliarse consigo mismo en un escenario natural, apacible en su in-cierta promesa. Moya recrea con habilidad las sensaciones que despierta el bosque: el mo-vimiento de los animales, el sonido de riachuelos, los olores y sonidos de los árboles, el silencio nacido de la ausencia de civilización como una música de fondo en este paisaje. La naturaleza es parte de su presente existencia, el pasado es un recuerdo más bien difuso o incómodo en último lugar. La muerte de su padre es el recuerdo más presente y vívido, pero es un recuerdo de dolor, no de gozo, las memorias felices no existen para él, por eso es tan fácil desprenderse de su pasado e internarse en el bosque en una búsqueda tan in-determinada como inútil.

La otra línea de la novela nos presenta a tres personajes: Loco, Abel y León, quienes arman un desquiciado viaje de pillaje, violencia y muerte. Lo notable de esta sección es el cambio de ritmo narrativo respecto a la sección anterior. Mientras el devenir de Lucas es pausado,

César Chávez Aguilar*

Moya: la llamada del bosque lento, reflexivo, visualmente detenido, el de la triada salvaje es rápido, dialógico, de inde-tenible cadencia. Estos dos ritmos se emparejan y contagian consiguiendo un final intenso y muy bien calibrado.

La correcta caracterización de los personajes, muy bien definidos y dibujados, hace que uno de los efectos de ubicarlos en un bosque sea más radical: cada uno de ellos tiene sus señas y rasgos particulares, y aún así, la naturaleza los va a nivelar. Mientras que la ciudad marca diferencias sociales, económicas y culturales, la naturaleza iguala a estos personajes; infunde su fuerza y somete a sus personalidades; impone su rasero, su llamado instintivo; nadie queda salvo de una marca, de una mancha. Así, Lucas, que se asquea de que el Árabe le haya robado a Mankell —personaje que está refugiado en el bosque por alguna vergon-zosa falta— todo lo que pudo, matará a dos personas, quienes, a su vez, han asesinado a otros en su peregrinación sanguinaria. En el juego simbólico con el que Moya finaliza la novela, Lucas, luego de su batalla, ve la que tienen un lobo y una yegua por la vida de un potrillo. Nadie es inocente, nadie es culpable; la naturaleza, esa compañera habitual de todos ellos, se los traga en plena igualdad.

Algunos de los actos que presenciamos en la novela, tanto de los animales como de las personas, son violentos, pero la violencia no es un tema accesorio, casual; la violencia es el bosque en sí, es el estado natural de los seres que lo penetran o habitan. Las reacciones de los personajes tienen algo de las conductas del lobo y de la yegua, pero en ellos, al no poder obedecer de manera natural a ese «llamado de la selva», como diría London, o ese llamado del bosque como diría yo, ya sea por su nivel de conciencia o por los últimos resquicios de un sentido humanitario, su conflicto se ahonda y se expresa con fuerza y violencia desme-dida. Tal vez ese sinsentido que ronda a Lucas solo es mediatizado en los demás personajes en los actos despiadados que les vemos ejecutar.

Otro elemento que Moya trabaja de manera profunda es el dolor. La vida lleva aparejada el dolor. Lucas asume la tragedia del suicidio de su padre como una impronta de la que no puede —o no quiere— desprenderse, tan es así que él mismo piensa en suicidarse; queda la sensación de que si bien el dolor físico es insoportable es el dolor psíquico, ese sentido de orfandad que lo marca, la causa real de la búsqueda de la aniquilación. La enfermedad lo somete, lo desgasta, lo torna débil, pero cuando tiene que cobrar venganza se fortalece su energía, la enfermedad no lo imposibilita en el ejercicio divino de la venganza; su cuerpo volverá a desfallecer seguramente, pero su alma ha quedado transformada. No sabemos si volverá a pensar en suicidarse o empezará un viaje sin retorno guiado por un nuevo senti-do de vitalidad o del simple reconocimiento de que la vida está más allá, de que la vida se abre paso ante el dolor, la muerte, la enfermedad...

Podría parecer anacrónica la elección de un escenario rural para una novela en estos tiem-pos, pero como ya la historia de la literatura nos ha dejado ver, no es en dónde se actúe o se desarrollen las vidas lo que importa, sino cómo lo hacen. Sería descabellado decir que el ambiente no nos marca, no es así, pero las conductas humanas se desbocarán aquí o allá, en la ciudad o en campo, en la urbe o en el bosque. En la novela de Moya, cuando Lucas habita en la ciudad, ya es un ser torturado, y esa condición no cambia por variar de esce-nario, es más bien ahí donde se profundiza su desamparo y su extravío existencial.

De cierta manera, y para volver al inicio, miro a Lucas como la configuración de un héroe trágico, como lo veían los románticos, enfrentando al mundo y sus reglas; el problema ra-dica en que este personaje es hijo de la contemporaneidad, los principios que animaron a Byron, Shelley, entre otros, ya son solo polvo y recuerdo. El mundo actual nos somete a la indefinición y a la duda, la incertidumbre es la regla, por eso sentimos más su desamparo, pero, aun así, me lo puedo imaginar repitiendo, luego de mirar a los caballos salir de la niebla, lo que Hölderlin le hace decir a uno de sus personajes: «¿Es que en la muerte se me enciende, al fin la vida?».

*César Chávez Aguilar (Tulcán, 1970). Es escritor y bibliotecario. Publicó en 2013 su libro de cuentos Herir la perfección. Estudió Derecho en la Universidad Central del Ecuador. Cuentos y ensayos suyos han sido publicados en revistas naciona-les e internacionales como: Línea imaginaria, Letras del Ecuador, Ourovourus, Encuentros (Revista Nacional de Cultura), Guaraguao.

Fotografía Juan Carlos Moya

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nuestras vidas. Es tan común que cuando alguien nos dice las cosas de frente, sin empacho, reaccionemos hablando mal de él cuando se ha ido. Nos cuesta aprender a decir que no. Y también, de ley, nos cuesta decir las cosas de frente.

Todos estos años has vivido como un nó-mada viajando por el mundo mientras en la ciudad no paran de sucederse cambios a todo nivel: sociales, culturales, políticos… ¿qué ha pasado en Cuenca en estos tiempos de globalización?

Han pasado muchas cosas y se han dado muchos cambios en la ciudad y en la gente. Pero quiero empezar mencionando uno en particular que me llama la atención: la pér-dida de la vida de vecindad, de barrio, que significa, en cierta forma, la pérdida de una parte de la identidad.

¿Qué parte de la identidad hemos perdido?

La identidad juvenil, por ejemplo. Yo cre-cí en barrio, en mi barrio, y para mí crecer en el barrio de mi ciudad me daba eso: una especie de identidad infantil-juvenil con respecto a los jóvenes y niños de otros ba-rrios. Nos uníamos y armábamos equipos de fútbol para competir en torneos contra los otros barrios. Pero ahora no veo nada eso. Cada vez que regreso a la casa de mis padres donde yo crecí, en la Ciudadela Ál-varez, me da nostalgia porque no veo nada de eso. Hoy podría ser un barrio cualquiera de otra parte de la ciudad porque no se pa-rece en nada a lo que fue en mi niñez.

¿Qué ha pasado?

Cuenca se ha homogeneizado y los lugares que antes parecían lejanos ahora no lo son. Antes era lejísimos ir a Baños, a El Vecino, a El Vado, pero ahora no, todo es cerca y los jóvenes tienen más libertad para moverse solos y de forma independiente.

La noche que fuimos a la Sala Alfonso Ca-rrasco a ver Barrio Caleidoscopio, Alfonsito, el cuencanísimo personaje de la obra, con-firmó la sospecha de que era Carlos Galle-gos quien debía hablar de su majestad la morlaquía. Gallegos encarna en algunas de sus obras la más pura cuencanidad, al hom-bre místico y escéptico, al creativo y perspi-caz, al bocón e hipócrita.

Esta es, sin más, una entrevista para hablar sobre nosotros los cuencanos. Todos los se-res humanos somos luz y sombra, así que es saludable que de vez en cuando alguien diga algo sobre los matices negativos que integran nuestra cotidianidad y nos ponga pilas sobre nuestros comportamientos en la casa, en la calle, en la tienda del barrio, en el trabajo, en la cola del banco, en el mer-cado… Y lo mejor sería que un cuencano mismo dé haciendo esa suerte de retrato que precisamos para reconocernos.

¿Qué mismo somos?, ¿qué no somos?, ¿qué hemos dejado de ser?

Gallegos es un teatrero portentoso que ate-sora un vasto conocimiento de la urbe y su historia y que ha acumulado experiencia y premios. Su experticia en el teatro antropo-lógico, además, lo convierte en el persona-je perfecto para desentrañar la morlaquía desde una voz distinta, fresca, que supere el anacrónico o casi siempre tendencioso aná-lisis político o religioso.

Su trayectoria, asimismo, le otorga autori-dad para hacerlo. Solo por hacer un poco de memoria, Gallegos cumplió el objetivo de dar La vuelta al mundo en 80 meses con Macario, un montaje basado en el cuento del mexicano Juan Rulfo. Hizo Plush, caló en el cine como protagonista de Prometeo Deportado —que tuvo un auspicioso es-treno en octubre de 2010 al llevar a unas 80 mil personas a las salas del país en un mes—, y ha consolidado Barrio Caleidosco-pio de tal forma que en mayo de 2015 ganó con la obra el primer lugar en el Festival de Monólogos de Toulouse, Francia.

Gallegos vive en Toulouse, adonde se fue a vivir con su esposa y su hija hace cinco años por cuestiones de amor y trabajo. Regresa, sin embargo, todo el tiempo a la ciudad porque nuestras costumbres, tradiciones, comportamientos y omisiones son parte de su obra. Por eso ha estado siempre al tanto de los progresivos cambios que ha traído consigo el tiempo y la evolución de la cultu-ra y la sociedad.

Cuando estamos lejos de nuestra casa y de nuestra gente, repara Cacho, uno llega a de-sarrollar la capacidad de entender mejor las cosas, de sentir distintas otras, de ver lo que antes no se veía. No importa el tiempo que

pase, pero siempre que vuelve a Cuenca, a veces a los dos meses, a veces a los tres años, siempre encuentra algo distinto en la ciu-dad y en las personas.

Pero más allá de todo lo bueno y todo lo malo que nos define, de todas nuestras imperfecciones, ¿qué tan autocríticos y re-flexivos somos con nosotros mismos? No lo tomen personal, pero en realidad esto atañe a todo el degradado planeta en el que vi-vimos. El mundo mismo ya no es un lugar seguro: discurren la indiferencia, el egoís-mo, la mentira, el dolo, los corazones fríos, la impunidad, la muerte, la injusticia, la guerra.

Claro que somos educados, críticos, creati-vos, cultos, aunque paradójicamente poco tolerantes a la crítica y a la frustración, y, por la comodidad que flanquea nuestras vi-das, a veces también nos cuesta concretar las cosas y movernos con independencia.

Los hay sensibles, prolíficos, cultos, unders, esnobs, activistas, buenos y malos políticos, gente talentosísima e inteligente que se ha hecho de buena fama en el país, pero que tristemente le gusta hablar mal del resto y sobre todo cuando el otro no está presente.

Podemos presumir de haber dado vida a algunos de los personajes más ilustres de la historia nacional, a notables escritores, poetas, artistas, empresarios, emprende-dores. Podemos presumir de que somos un modelo de gestión pública a nivel nacional, que bebemos la mejor agua de América La-tina, que vivimos con los mejores servicios básicos del país. Pero, a veces, en el ritmo trepidante de la cotidianidad, no reparamos en que ciertas nimiedades bien pueden lle-gar a ensombrecer todo lo honorables y ta-lentosos que somos y hacer quedar mal a la ciudad, de largo, más bella del Ecuador.

Es tan cuencano componer falsos cumpli-dos y asignar gratuitamente apodos y peros a cualquier pobre hombre que se asome en

Agustín Reinoso

Cacho Gallegos: La mamitis puede arruinar buenas ideas

Y parece que también hemos sido tocados por la cultura del individualismo, por el cul-to al yo, al ego. El cuencano, como el hombre de primer mundo, también se embelesa con la tecnología y la soledad.

De hecho creo que ese es otro de los fac-tores que han incidido en la pérdida de la vida de barrio. Yo de chico iba de paseo a la montaña de Gapal, que en ese tiempo era campo, pero ahora cada uno vive por su lado. Se vive una indiferencia ante el vecino y ante la gente donde mucho tiene que ver el individualismo.

¿Qué otros matices definen a la Cuenca con-temporánea?

Muchos, pero, además del invidualismo, lo que también me preocupa es el tráfico y la inseguridad. Ahora hay que cuidarse las espaldas, andar a la defensiva, y las calles donde jugaba fútbol de niño porque esta-ban vacías, hoy están llenas de carros.

… y de gente que pita agresiva, violenta, y que poco le falta para pasarte con el carro por encima…

Sí, el ritmo de la ciudad es otro: es intenso, estresante, muy diferente a lo que era.

¿Y qué ha pasado con nuestra mentalidad? ¿Seguimos siendo tan conservadores como siempre?

En realidad creo que hay un cambio de mentalidad. Así como hemos adquirido prácticas negativas, también hemos cam-biado para bien en algunas cosas. Hoy per-cibo una mentalidad más abierta, más am-biciosa, pero en el buen sentido. Veo que hay una sana ambición de querer ser más y una apertura para recibir de buena manera a las nuevas culturas que están llegando.

¿Cómo así?, ¿o sea que estamos siendo bue-nos anfitriones y en efecto tolerantes con los extranjeros que están llegando a la ciudad?

Fotografías por Clara Williams

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Sí, el cuencano se ha abierto y quiere abrir-se a otras culturas, ponerse en contacto con gente nueva. Eso está rompiendo el para-digma de que es cerrado a sus costumbres y tradiciones.

¿Abrirse así y cambiar paradigmas es evolucionar?

Hay una evolución de la forma de pensar. Abrirse a otras culturas es evolucionar. He-mos convivido tanto tiempo entre mestizos e indígenas y ahora estamos predispuestos a convivir con europeos, norteamericanos, asiáticos… Hemos hecho una buena transi-ción del pasado hacia el futuro.

¿E incorporar la capacidad de tolerar y con-vivir pacíficamente con otras culturas nos vuelve cosmopolitas?

Ser tolerantes y buenos anfitriones ante tan-tas culturas nuevas nos vuelve cosmopoli-tas. Hoy Cuenca está llena de bares, restau-rantes, cafeterías, circuitos turísticos, hay mayor organización que antes, hay calles más limpias… Está honrando su carácter de Patrimonio Cultural de la Humanidad.

¿Qué extrañas de la Cuenca del pasado, qué te causa melancolía?

Mis paseos de niño por las orillas del río Tomebamba. Me encantaba ir caminado por allí y ver a las señoras lavando y secan-do sus ropas coloridas. Era un espectáculo a puro color que hoy ya no hay.

Te lo vuelvo a preguntar porque hace un rato finalmente no me respondiste, ¿crees que seguimos siendo tan conservadores como antes?

Sí, bastante. Creo que hay cosas que no van a cambiar, rasgos que son propios de nuestra sociedad que nunca morirán. La tendencia conservadora se mantiene y va a continuar, salvo que haya una guerra que provoque un cambio brutal, si no, no.

Y lo que es más, en Cuenca todavía hay fa-milias ultraconservadoras que forjan sus generaciones especialmente a través de la tradición.

Sucede porque lo conservador está vincula-do a la religión, a la educación, a la familia, al poder económico, y aquí en Cuenca pesa mucho todo eso.

Cuando te escucho me acuerdo de Prometeo y Alfonsito, dos personajes insignes en tu obra y que son muy cuencanos, muy conser-vadores…Ambos son cuencanos, y de hecho algunas de mis obras y personajes se han inspirado en la cuencanidad, en amigos míos, en el comportamiento tan peculiar que tenemos a veces quienes hemos nacido en esta ciu-dad.

Afiche Prometeo Deportado una pelicula de Fernando Mieles.

¿Cuáles comportamientos?

Jajaja (…) Prometeo, por ejemplo, era un mitómano, un charlatán, alguien que decía el montón de cosas que ha hecho en su vida.

O sea somos habladores, bocones…

Algo así jaja (…) En la construcción de ese personaje me inspiré en algunos amigos míos que se la pasaban contándome de los proyectos que iban a hacer y de lo mucho que iban a cambiar el mundo. Yo les creía, me quedaba fascinado, pero al regresar a Cuenca tras unos años me daba cuenta de que no habían hecho nada y más bien se inventaban un montón de pretextos. Me decían: “Lo que pasa es que… Lo que pasó fue que…”.Y Prometeo deportado convocó a 80 mil per-sonas en menos de cuatro semanas en las sa-las de cine del país.

Y el protagonista de esa película fue el cuencano bocón.

¿Por qué dices que somos habladores?Porque tendemos a hablar y a prometer más

que a concretar las cosas y los proyectos de vida.

¿Y por qué al cuencano le cuesta concretar las cosas?

Creo que por falta de necesidad. Yo co-nozco otros lugares del mundo donde si no haces las cosas, te mueres. Pero aquí, en Cuenca, siempre hay alguien que puede salvarte y te confías de eso. Siempre está la familia, los amigos, los abuelitos… Siempre hay solución de ayuda. Si falta comida, van a almorzar donde la mamá y todo se arre-gla. La gente termina haciendo las cosas por verdadera necesidad, y aquí tenemos la suerte de que no se pasa esas verdaderas necesidades.

Pero entonces los padres también tienen que ver al seguir tratando a sus hijos adultos como niños, aunque nada justifique aquello.

Sucede de lado y lado. Por uno, los hijos có-modos y por otro los padres que enseñan a sus hijos a ser cómodos. Pero eso también tiene un lado positivo, porque se crece en medio de fuertes lazos afectivos.

¿Dices que la comodidad atenta contra la creatividad y el progreso?

En cierta forma, pero en cambio el amor de la familia evita la depresión, el suicido, males del primer mundo. Pero igual pienso que uno no debe construirse sobre los pa-dres.

Entonces hay que vencer el síndrome de la “mamitis”.

La mamitis puede arruinar buenas ideas, porque muchos quienes la sufren no sien-ten una necesidad vital de hacer las cosas porque viven cómodos y los hace incons-tantes.

¿O sea a los cuencanos nos cuesta mantener-nos en el camino que algún día elegimos?

Se evidencia la inconstancia porque la gente no persigue lo que realmente anhela, no to-dos tienen una visión a futuro y dejan caer proyectos. El otro día, cuando fui al SRI a cambiar el RUC, la chica me preguntó: ¿Y ahora qué va a hacer? Y yo le respondí riéndome: lo de siempre, actor, y ella dice: es que como la gente de Cuenca cambia de trabajo a cada rato…

En el país, el cuencano tiene la fama de hipó-crita, ¿es tan así?

Yo, de mi parte, sí lo he sentido así. Lo he escuchado siempre y en varios lugares del país. A mí me ha pasado en todas las clases sociales y económicas de la ciudad. Estuve en una escuela fiscal y pasé a un colegio pri-vado y siempre lo sentí. Yo nunca me metí de lleno en eso porque no me interesaba, pero en la ciudad sí pasa y se percibe más a nivel familiar y de los grupos de amigos.

¿Por qué el cuencano se ha ganado esa reputación?

No lo sé, aunque también puede ser por una cuestión de apariencias. En la época de la colonia mucha gente se cambiaba de apellido porque tenía raíces indígenas, por vergüenza. Había personas que nacían indí-genas y se pasaban al lado de los criollos y españoles, supuestamente, para vivir mejor. Eso le llevó a fingir ser otra persona para ser aceptado con base en la construcción de un personaje falso.

¿Crees que esa es una de las cosas que están tan fuertemente arraigadas que puede resul-tar difícil cambiar?

Me parece que ahora hay más información y el cuencano tiene la oportunidad de ver-se en comparación con los otros, con los extranjeros que están llegando a la ciudad. Eso es bueno porque la convivencia con es-tas nuevas culturas ayuda mucho a cambiar.

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Al final, hemos llegado a un punto en el que observamos el mundo a través del prisma de nuestras pequeñas pantallas de alta definición, que, verdade-ramente, no definen nada más que nuestra incapacidad y nuestro acomo-damiento en un mundo geopolíticamente agotado, socioeconómicamente maltrecho y religiosa y culturalmente perverso. Este es nuestro pequeño universo de confort en el que somos nuestro propio dios o diosa, con espe-cial capacidad para juzgar cualquier pensamiento, palabra o acto que llegue a nuestras cuadradas ventanas para ver el mundo. Es nuestra nueva estrate-gia para aliviar la conciencia. Mucho mejor que una buena psicóloga o un cura, y, si tienes suerte y “pillas” wifi, incluso es gratis. Una ventana cuadri-culada donde puedes observar cómo algunas líneas descendientes del homo sapiens —a quién denominaremos como homo serpentis, por hacer un gui-ño a nuestra impuesta religión católica—, señalan con cierto aire de resenti-da venganza postcolonial y postoccidental —haciendo un malévolo ejerci-cio de generalización, por supuesto—, que Francia, se “merece” algo así, por participar en el entramado, lucrativo y jugoso negocio de invadir, saquear, matar, cartografíar fronteras económico—estratégicas y demás juegos “es-tadocorporatifalocentristas” que llevan mucho tiempo sobre aquel tablero del mundo que tanto me remite a Borges.

Sobre este tablero, las atrocidades han sido constantes, porque al ser huma-no, especialmente al lado de la testosterona colgante, “le sobran los moti-vos” para enzarzarse en encontrar distintas formas de control y extinción de todo lo que exista más allá del arco trazado entre su pene (léase también, en ocasiones, en su versión femenina), su cerebro, su ansia de poder y su egocentrismo, que, como es bien sabido, depende del tiempo, del espacio y de lo que determinados territorios puedan ofrecer.

Pero, sin desviarnos del tema que nos acontece, y sin perder nunca de vis-ta las miserabilidades del pasado, del presente y del oscuro futuro que se vislumbra en el horizonte —porque recordarlas debería servir para no re-petirlas, aunque esto ha sido mucha retórica y poca práctica—, retomemos la idea inicial sobre “quién merece qué” y de esta ligereza en la capacidad de juzgar a partir de una noticia aparecida en un medio o a través de un “sentido común” —por cierto, muy cultural-, elucubrados, ambos, en la co-modidad de un sofá.

En los complejos —y muchas veces miserables— sistemas que conforman el mundo, no solo Francia, Estados Unidos, Israel, Arabia Saudi, Inglaterra o España participan de su sostenimiento. Tirar del hilo en un ejercicio tan simple como conocer el impacto que tiene en el mundo cambiar nuestro modelo de movil cada año puede ayudarnos mucho a tener más en cuen-ta nuestro consentimiento y participación “indirecta” en esta miserabili-dad, independientemente, aunque sin perder de vista, nuestro contexto y nuestra historia. Sin embargo, lo que llama la atención es nuestra doble moral de hipocresía y verdad absoluta al mismo tiempo. Bajo el lema “sí, que pena lo de París pero aquí hubo un genocidio indígena y nadie prayed for Latinoamérica”, o “sí, pobres franceses pero que se jodan los gabachos vendedores de armas” escrito por un español que debe desconocer la parti-cipación masiva de su país en esto”, o “todo el mundo prayed por París pero nadie prayed for Beirut, Siria o Bagdag”, dicho por aquellos y aquellas que

jamás han enarbolado no ya una bandera o una pancarta en la calle, sino un simple post por un conflicto, un TLC, una catástrofe medioambiental, un feminicidio localizado o una injusticia, parece todo demasiado estúpido y demasiado humano. De esa forma adquirida de humanidad que daña y que cada vez duele menos a uno mismo. De esa humanidad peligrosa.

Y aún así nos creemos lo bastante buenos para atrevernos a juzgar. Nos imbuimos de un halo de moral irrefutable y proclamamos a las cuatro es-quinas de nuestros muros —que no lee casi nadie—, o a los pies de foto de la construida noticia del día —que leen pocos más—, por quién hay que sentir pena y por quién no, quién se merece nuestro apoyo y quién no, quien debe vivir y quién no. Y todo ello en base a un video de diez minutos donde se explica el problema sirio, dos artículos online de marcada línea ideológica en los que ponen fotografías impactantes correspondientes a otros conflic-tos, o imágenes con frases pegadizas que se suceden en moda, según el día y la desgracia que ocurra. Y todo esto, con suerte.

Somos lo más patético que ha parido la Madre Tierra, Gaia o la Pachamama, como guste usted llamarla, quien debe estar deseando que nos extingamos.

Había mucha gente limpiando oficinas en las torres gemelas, había mucha gente camino del trabajo en el metro de Madrid, había mucha gente sirvien-do mesas en París, había muchos estudiantes en las universidades de Siria, había muchas personas que no se conformaban con lo que estaba pasando en Beirut, había muchas personas manifestándose por cambiar las cosas en Turquía, había muchas niñas en las escuelas de Nigeria que se educaban para tener una vida mejor.

No, nadie se merece esto. Especialmente, la gente que muere por las gue-rras de otros.Y no hay “pero”.

Siempre ha habido gente que ha luchado, más allá de sus pantallas, por tra-tar de cambiar las situaciones de vida de mucha otra gente. Esa gente está en Ecuador, en Estados Unidos, en Francia, en Israel, en Arabia Saudita y en todas partes. Este es el otro ejercicicio que hay que hacer para mantener la mente sana, escapar de las generalidades y simplificaciones que dibujan el mundo de una forma recíprocamente bipolar: tú eres de occidente, tú eres subdesarrollado, tú eres blanco, tú amarillo, tú verde, tú feminista radical, tú francés, tú de izquierdas. Este ejercicio nos permitirá no meter todo y a todos en el mismo saco de odio y rencor de nuestro heroicismo de ratón y empezar a señalar y a preguntarnos por los orígenes y las causas específi-cas de los horrores. Quizás, nos permita acercarnos también no solo como pueblos, naciones o estados, sino como personas que están en contra de las guerras, las muertes, el miedo, la violencia y las injusticias. Y, siendo muy optimista, quizás se puedan esbozar ideas y prácticas de cambio y volvamos a salir a las calles.

Porque se nos olvida que hay mucha gente harta y cansada de este mundo en todas partes.

Rocío PérezQué pena, pero. . .

Realizar una biografía de un biógrafo es una tarea audaz para cualquiera. Po-dríamos enumerar los cientos de páginas escritas por dicho autor sobre perso-najes innombrables, pero también podríamos imaginar en un reloj las horas y horas desperdiciadas por el mismo hablando de los demás, como si fuese un panelista de un talk-show de Miami.

Ciertamente la historia de Lowi, el biógrafo patafísico, comienza en Miami du-rante una tarde calurosa, a la sombra de una palmera. Allí se encontraba, me-ciéndose en una hamaca y escondiendo su rostro detrás de un sombrero Pana-má, un fornido hombre que en el registro de aquel elegante hotel había firmado como Dr. Faustroll. Sostenía en sus manos una bonita edición en castellano de Bajo el Volcán, pero sus ojos se perdían en el horizonte del mar azul, imaginando la respuesta a una carta anónima recibida aquella mañana:

La consternación que producía semejante texto ante los ojos de un encomiado lector de epístolas abría en lo más profundo de su cabeza una única posibilidad: tomar el primer vuelo a Lima y dirigirse a las oficinas secretas de Lowi, allí por el jirón Quilca, en la última mesa del salón del fondo del ilustre Bar Queirolo. No habían pasado sino unos 15 minutos desde aquella reflexión, cuando un hombre en alpargatas, traje de baño y sombrero ingresó al hall de Wilcox Field. No llevaba maleta alguna, solo cargaba un viejo libro en sus manos.

(Continuará…)

Germán Gacio Baquiola4. LOWI, EL BIÓGRAFO PATAFÍSICO

Parte I

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Acaba de marcharse un año siniestro si lo vemos desde el lado del escenario políti-co de este pequeño gran país, y del mundo en sí, que cada vez está más degenerado que antes. No hallemos culpables, ya sabemos que somos nosotros mismos. En parte, no todo está perdido, el 2015 nos deja algunas buenas cosas entre ellas mu-sicales. En esta entrega, comparto con ustedes el resumen de “mi” año a través de los discos. No es un ranking, esto siempre es subjetivo. Aquí les va, por si dejaron escapar alguno:

A. Alabama Shakes – Sound & Colour / B. Camila Moreno – Mala MadreC. Jodamassa – Esteban Albino / D. Ava Luna – Infinite House

E. Benjamin Clementine – At leats for now F. Father John Misty - I Love You, Honeybear / G. Floating Points – Elaenia

H. Grooms - Comb the Feelings Through Your Hair I. Happyness - Weird Little Birthday / J. Heartless Bastards - Restless Ones

K. Jim O’Rourke - Simple Songs / L. Jose Gonzalez - Vestiges and ClawsM. King Crimson - Live at the Orpheum (Sí, sigo escuchando a King Crimson!!)

N. Laura Marling - Short Movie / Ñ. Mac DeMarco - Another OneO. Matorral – Gabriel / P. Mini Mansions - The Great Pretenders

Q. Patrick Watson - Love Songs For Robots / R. Stealing Sheep - Not RealS. Sufjan Stevens - Carrie & Lowell / T. Toro Y Moi - What For

U. Tame Impala – Currents / V. Paola Navarrete – FiccionW. The Dropout Patrol - Sunny Hill / X. Lou Barlow - Brace The Wave

Sebastián ZaldumbideAl otro lado del dial

9 noviembre 20134.40 am / Montevideo

Lowi, aquel que a la distancia aun trasnocha del otro lado del continente;

“¡Cansado me tenés, cansado!”, pareciera decir mi cuerpo a cada paso repetido, a cada palabra del discurso aprehendido mientras éste se ejecuta. Los kilos vuelven a cargarse para viajar en barco hacia la ruta que nos espera del otro lado del río. La ciudad nuevamente gris me informa que hace ya más de año y medio me despedía de ella y aún sigue nublada. ¿Advertencia o simplemente pre-paración para lo áspero que es el intertexto uruguayo? Sin embargo, las cosas no siguieron la línea del presagio. Todo comenzó hace 48hs suspendiendo el antibiótico y fabulando sobre su posible incidencia en mi piel, extrañando el helado en la cama con la tele negra encendida a su cigarro, pero enormemente feliz del recibimiento a aquel mensaje repetido.

Nota privada: cuando se logra El Estado, uno se piensa todo el tiempo, incluso en cada acto, en cada frase, y siempre quiere cuidar lo mejor de sí: su verdadera salud. Punto a favor de los padres.

Mientras el poeta duerme, y mi cabeza plagada de energizantes me lleva hacia los humos noctur-nos, algo se enciende y no es una crítica, es un agradecer. El egocentrismo duerme, pero despierta todos los días y, a veces, solamente a veces, al suicidarse uno amanece en Quito.

Mientras tanto el poeta demuestra en su dormir el talento: Faustroll vuelve a la escena, siente su renacer anual en la línea de latitud cero, su reloj interno lo ha llamado o, tal vez, el sombrero panameño regalado y los paraguas (que pensaste ya debieran igualar a las bicicletas en su uso pú-blico y descartable) potenciaron el regreso. Lo dedica: “Con el cariño del Inconsciente” usando una mano dormida como títere del autógrafo. Reafirma lo suyo: ser paratexto e inscribirlo.

La armonía es parte ahora del sueño del poeta, como solo un buen lector y orador pudiera tener, y su música no me abandona y ya no me siento tan solo mientras siga el poeta durmiendo (en mí).

Imágenes portadas de discos:ver de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo.

8PÁGINA

Charlie Kaufman no está loco. ¿Quién corrió ese rumor absurdo? No solo no está loco sino que desborda lucidez has-ta el punto del miedo. Pero entonces ¿por qué tantos de quienes lo conocen, al ser entrevistados, creen necesario aclarar que no está loco? Sus películas exploran recursos de una gramática vi-sual tan inaudita que la única palabra que se nos ocurre para describirlos es locura. Pero ya se sabe, hay un método en esa locura.

“Creo que el cine es un gran medio para tratar con el mundo interior. Las pelícu-las comparten mucho con los sueños, que por supuesto, solo tratan sobre el mun-do interior. Tu cerebro está configurado para convertir estados emocionales en películas.” 1

Si ya deslumbró con Synecdoche, New York2 , sin duda una de las mejores pe-lículas de los últimos diez años, ahora, con Anomalisa, nos muestra una menos ominosa, pero igual de eficaz prueba de su aplastante imaginación cinematográ-fica.

¿Cómo describir Anomalisa? A dife-rencia de otras películas de Kaufman, cuya sinopsis ya era gancho instantáneo (basta recordar sus dos más populares: hombre encuentra túnel que lo lleva a la mente de otra persona; y, hombre de-cide borrar de su mente las memorias de su exnovia); en Anomalisa la trama es simple: George Stone, un especialista en Servicio al Cliente, llega a Cincinnati para dar una charla, y aprovecha para ver si logra encontrar algo de emoción en su vida, que él considera anodina. Pero como siempre con Kaufman, el fil-me se abre en todas direcciones.

Utilizando animación de marionetas en stop-motion y haciendo hincapié en lo ficticio, los detalles resaltan: lo que vemos no podría ser menos real, y sin embargo, por momentos, se siente real. Este cambio constante, que salta de lo familiar a lo desconocido, esta línea de sombra, es el logro más genial de la pe-lícula. En lugar de evitar el Valle Inquie-tante, se sumerge a conciencia dentro de él, con el propósito de apropiarse de nuestros ojos, entregarnos otros, y re-cordarnos que los detalles más banales pueden ser fascinantes si uno los ve con

Paolo Ochoa

Es bueno oír tu voz (sobre Anomalisa, la última película de Charlie Kaufman)

los ojos adecuados. Pero ¿qué es el Valle Inquietante?

El Valle Inquietante3 es una teoría del campo de la robótica y la informática que indica que cuando algo artificial al-canza un punto alto de similitud con la realidad, pero sin llegar a una similitud perfecta, uno pasa de sentir simpatía a sentir repulsión. Piénsese en una mano prostética, o si son de esos, en Final Fantasy: The Spirits Within4 .

Este punto de extrañeza es el valle in-quietante. En Japonés bukimi no tani, en inglés uncanny, y en español, a falta de algo mejor: inquietante. Ese valle de

la inquietud, al que se ha culpado por el fracaso de algunos filmes animados, resulta aquí deliberado. Una incomo-didad estimulante. Como forasteros espiando a un mundo igual al nuestro, pero de textura distinta. Lo inerte de re-pente se nos muestra como vivo, como si tuviera alma. Nos acercamos cada vez más y más al espejo hasta que deja de reflejarnos y deja de ser familiar, es algo extraño, esa sensación de no reconocer a los amigos, a la familia, a nuestro propio rostro. La imposibilidad de diferenciar a un robot de un ser humano real, idea ya explorada en Blade Runner5 donde, recordemos, alguien le dice a un repli-cante: “Yo hice tus ojos”. En Anomalisa

Kaufman hace nuestros ojos.

Y con nuevos ojos, el sonido ambiental de un cuarto de hotel resulta más in-teresante que una histriónica comedia romántica en televisión. La atención al detalle en la película da vida a lo ina-nimado, así como los malos actores se convierten en caricaturas cuando repi-ten códigos y reacciones prefabricadas. Las comedias románticas, nos recuerda Kaufman, no son sobre el amor sino so-bre la caricatura del amor.

“Pienso que las películas que no reflejan al mundo real me han hecho mucho daño, …porque solía sentirme in-ferior mirándolas, porque mi vida nunca es así.”6

El filme, co-dirigido por Duke Johnson, nació de un libreto escrito por Kaufman en 2005 para El Teatro del Nuevo Oído de Carter Burwell (compositor de la banda sonora), obra auditiva hecha de voces, música y efectos. En la cinta hay tres voces, nada más, las mismas de la versión teatral: David Thewlis, Jennifer Jason Leigh y Tom Noonan. Este últi-mo, director de What happened was…7, obvia referencia para Kaufman, y no solo en esta película.

Que Anomalisa tenga tantas referen-cias a la audición no es coincidencia. Al igual que In The Company of Men8, a la que se hace un guiño, todo es acerca del oído como vínculo entre las personas y de cómo la soledad es solo otro nombre para sordera. In The Company of Men termina con una súplica desesperada: “¡Escucha!”. Alguien que solo se escu-cha a sí mismo, he ahí otra forma de de-cir solipsismo. Anomalisa, otra maravi-lla (¿otra locura?) de Charlie Kaufman, es solipsismo hecho magia.

1 Charlie Kaufman. -Screenwriters on Screenwriting, 2011, BFI. www.guru.bafta.org2 Charlie Kaufman. –Synecdoche, New York, 20083 Masahiro Mori. -Bukimi No Tani Gensho, 1970. Revista Energy 4 Hironobu Sakaguchi. –Final Fantasy: The Spirits Within, 20115 Ridley Scott. –Blade Runner, 19826 Doreen Alexander Child. -Charlie Kaufman: Confessions of an Original Mind. 20107 Tom Noonan. –What happened was, 19948 Neil LaBute. –In the company of men, 1997Afiche Anomalisa, una pelicula de Charlie Kaufman.

DICMAR

DICMIÉR 30 29

ENERO2 0 1 6 AGENDA

filmoteca

19:30 Les 400 coups

94 min

Con sólo catorce años, Antoine Doinel se ve obligado a ser testigo de los problemas con-yugales de sus padres y a soportar las exigencias de un severo profesor.. Deseando dejar atrás to-dos sus problemas, sue-ña con conocer el mar y traza con René un plan para escaparse.)

19:30 Youth

118 min

Un gran director de or-questa, pasa unas vaca-ciones en un hotel de los Alpes con su hija Lena y su amigo Fred que hace tiempo ha renunciado a su carrera musical, pero hay alguien que quiere que vuelva a trabajar ...

19:30 Mustang

97 min

En un pequeño pueblo, al norte de Turquía, cin-co hermanas huérfanas pasan el verano en un jardín paradisíaco de risas y juegos inocen-tes con los chicos de la escuela. Sin embargo, la condición de la mujer en el país no tardará en provocar rumores de in-moralidad y escándalo.

19:30 Baisers volés

90 minEl protagonista tras ser expulsado del ejército por insubordinación, visita a su antigua novia. Sin embargo, por culpa de un detective privado, pierde el empleo el pri-mer día. Para compen-sarlo, el detective le ofre-ce trabajo en su agencia para averiguar por qué todas sus empleadas le odian.

19:30 Domicile conjugal

97 min

Antoine y Christine son una pareja de recién casados. Mientras él se gana la vida vendiendo flores secas por las ca-lles de París, su mujer imparte clases de violín. Tienen un bebé, pero Antoine, sigue siendo un hombre emocionalmen-te inestable e inmaduro.

19:30 L’amour en fuite

95 min

Tras cinco años de ma-trimonio y un hijo se di-vorcian. Él trabaja como corrector en una im-prenta y está enamorado de una empleada de una tienda de discos. Un día se encuentra allí a quien fue su primer amor y a todas las mujeres que han pasado por su vida.

19:30 Sicario121 min

En la zona fronteriza que se extiende entre Estados Unidos y Méxi-co una joven idealista agente del FBI, es reclu-tada por una fuerza de élite del Gobierno para luchar contra el narco-tráfico.

19:30 Straight outta

Compton147 min

A mediados de los 80, el barrio californiano de Compton era uno de los lugares más peligro-sos de Estados Unidos. Cuando un grupo de jóvenes convirtieron sus experiencias vitales en una música brutalmente sincera que se rebelaba contra la autoridad, le dieron voz a una genera-ción silenciada.

19:30 Birdman

118 min

Después de hacerse fa-moso interpretando en el cine a un célebre su-perhéroe, trata de darle un nuevo rumbo a su vida, luchando contra su ego, recuperando a su familia y preparándose para el estreno de una obra teatral en Broad-way

19:30 Whiplash

103 minEl objetivo de este joven baterista es triunfar en el elitista Conservatorio de Música de la Costa Este. un profesor conocido por sus rigurosos méto-dos de enseñanza, dirige el mejor conjunto de jazz del Conservatorio. Cuando este profesor elige al joven para for-mar parte del grupo, la vida del joven cambiará.

19:30 Room

118 minPara un niño de cinco años, la habitación es el mundo entero, el lu-gar donde nació, donde come, juega y aprende con su madre... Sin em-bargo, la curiosidad del niño va en aumento, a la par que la desesperación de su madre, que sabe que la habitación no podrá contener ambas cosas por mucho más tiempo

ENEMAR

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1

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17

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Director:François Truffaut

Año: 1959

Director:Paola Sorrentino

Año: 2015

Director:Deniz Gamze Ergüven

Año: 2015

Director:François Truffaut

Año: 1968

Director:François Truffaut

Año: 1970

Director:François Truffaut

Año: 1978

Director:Denis Villeneuve

Año: 2015

Director:F. Gary Gray

Año: 2015

Director:Alejandro González I.

Año: 2015

Director:Damien Chazelle

Año: 2015

Director:Lenny Abrahamson

Año: 2015

Retrospectiva a François TruffautRecomendados del 2015

Retrospectiva a François Truffaut

Recomendados2015

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Retrospectiva a François Truffaut

Retrospectiva a François Truffaut

Retrospectiva a François Truffaut

Recomendados2015

Recomendados2015

Recomendados2015

Recomendados2015

Recomendados2015

* Sinópsis tomadas de Filmaffinity

09:00-13:00 / 15:00-19:00 Inscripciones:

“30 Day Storyboard Challenge”

Subte de la chuna: Av: 12 de abril y Guayas (casa

blanca junto al restaurante los Molinos del Batán)

09:00-13:00 / 15:00-19:00 Inscripciones:

“30 Day Storyboard Challenge”

Subte de la chuna: Av: 12 de abril y Guayas (casa

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09:00-13:00 / 15:00-19:00 Inscripciones:

“30 Day Storyboard Challenge”

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09:00-13:00 / 15:00-19:00 Cierre de Inscripciones:

“30 Day Storyboard Challenge”

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09:00-13:00 / 15:00-19:00 Inscripciones:

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09:00-13:00 / 15:00-19:00 Inscripciones:

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DICMAR

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AGENDAcultural

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Fiesta de fin de año

19:30 Gran Inauguracion

Librería Corredor Sur

19:30 ULTRASONICA /

Exposición fotografica

¡Feliz Año Nuevo!

21:00Concierto: Los del 53

09:00-13:00 / 15:00-19:00 Inscripciones:

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Subte de la chuna: Av: 12 de abril y Guayas (casa

blanca junto al restaurante los Molinos del Batán)

20:00 PoesiNcensura y

el colectivo C3

Poesía y música

Septiembre 2015 / Dir.: Presidente Córdova 5-55 y Hno. Miguel / Télf.: 0987706450 - 2844634 / Email: [email protected] / República Sur

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Lucía MoscosoEXPULSADO EL PARAÍSO—

En el revés del sueño: el antropoide dormido (extraña su pelaje) encuentra rostros falsificados en la permanenciay calles-motivo del crecimiento vertical para todo bulto humano,para una mujer que enrolla el miedo y lo fuma sin filtro,para un niño creciente del otro lado de la jaula,para el hombre que barre los rastros de ceniza y golondrina,para las señoras que venden destellos en los cementerios, para aquellos viejos impacientes por convertirse en abono universal, para las niñas envenenadas con el perfume de una revista,para quienes llevan siempre descompuesto el uniforme, o escupen su fragilidad en la sopa.

Para todos hay paredes y la ilusión de calor tras la ventana,el paraíso es una idea que acariciael letargo de un falso bienestar.

Pero hay algo despeinando la línease sacude y despierta el antropoidese suelta de toda herencia futuray escoge, como un tótem, su animal.

Texto que aparece en Dictado de la mano izquierda.

Juan Fernando BermeoEl final del mito

Penélope espera, está sentada en su llanto, no parece, pero más que melanco-lía siente rabia. Impotente se recuesta, aún espera, aparca sus sueños frente al espejo, único testigo de su comparecencia. Ya no teje, porque esperar le ha tomado demasiado tiempo como para perderlo en trabajos banales. Tiem-po atrás, se hartó de deshilar su hipocondría y para ahorrar sus lágrimas ya escondió los telares. Ahora está sentada nuevamente, la ira no la deja ni apenarse. Su medidor de desconsuelo ha dejado en su rostro cicatrices irre-gulares de aislamiento disoluto. Ahora abraza una almohada, sólo para ver si recuerda lo que es un abrazo, para asegurarse de que no ha olvidado como conjurar uno. Duda, aunque esté recostada otra vez. Sus manos se descue-llan buscando un domesticador para su escarmiento. Encuentra el mismo libro viejo que aún la entretiene, el mismo libro que anteriormente fue otro, que fueron muchos. Viaja, aunque sus ojos tengan que navegar para llegar a las letras, pero sonríe, pues sus mares funcionan como un catalejo, y las ideas se adhieren con menos somnolencia. Sólo la ira la mantiene en vigilia, ya la desmoralización y la desesperanza no afectan desde la profundidad de la lesión. En el espejo, algo cambia. Desaparecen los fantasmas de la confor-midad. Nace en su pequeña cabeza un concepto desatinado, una pequeña semilla que se aferra en lo más áspero de su afectado hipotálamo, y que palpita, retumba, resuena: ¡pum! ¡pum! ¡pum! No ha parado, pero ella sí. Ya no espera. Camina por primera vez desde que el suspenso se llevó también sus pasos. El libro fue consumido. Punto. No aparece más, es miembro de su reciente aspiración de cambio, de sus ínfulas odisiacas fundacionales. Ya no es ella, ya no es él. Soy yo, eres tú, y podría ser cualquiera, ya no importa, nunca lo hizo. Sale de casa. Respira. Grita:

— ¡No esperaré más, puesto que los libros son peligrosos! —

Se marcha.

Vive.

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JLG

Por qué prostituir a una mariposa fue la mejor opción del 2015

Imágenes: Izq. vinyl “Tu Pimp a Butterfly” y der: Kendrick Lamar.

Aunque su título original fue pensado como To Pimp a Caterpillar, pretendiendo ser un acrónimo en honor al famoso MC de los noventas, Tupac Shakur (presen-te como un fantasma en todo el álbum), que fue ase-sinado el 13 de septiembre de 1996 por motivos que aún no son claros. Algunas teorías apuntan a preten-ciosas y fabulosas teorías de conspiración por parte de sociedades secretas como los Iluminati; otras a la voraz batalla que mantenían disqueras y raperos de la costa Este y Oeste en los Estados Unidos, que finalizo con la muerte de otro icono del rap, Notorius B.I.G, en marzo del 97; quien estuvo bajo la lupa de las investi-gaciones junto con Sean Combs aka, Puff Daddy, por la muerte de Shakur. Estos dos asesinatos no han sido resueltos hasta hoy.

En To Pimp a Butterfly, tercer álbum de estudio de Kendrick Lamar Duckworth, originario de Compton, California (cosas de la vida, cuna de Dr. Dre también), encontramos esa problemática del pasado, que sigue siendo parte del presente de la cultura afroamericana: abuso policial, racismo, injusticia, influencia políti-ca y la lucha entre miembros de la propia clase, son plasmados en sus versos de forma elocuente, brillante; interpretados bajo un estilo único y versátil en cada pasaje de este disco lleno de jazz, funk, neo-soul y que rinde tributo a la era “Bling Bling” del hip-hop de los años 90.

Los álbumes de Kendrick Lamar son estructurados como un todo, como un guion cinematográfico, como fue el disco Good kid m.A.A.d city del 2012 (conside-rado por muchos como uno de los mejores discos de ese año), en el que cuenta un historia con diferentes personajes, ficticios y reales. En el trabajo del 2015, el mensaje de Lamar no es representado por personajes, sino desde una perspectiva personal: hace un llamado a la cultura afroamericana a realizar una autocrítica, en ocasiones con tonos sarcásticos como en el caso del track inicial, “Wesley’s Theory”, que inicia con el sam-

ple de Boris Gardiner “Every Nigger is a Star”, ya que la canción trata sobre la falta de control de la fama y el dinero tomando como ejemplo al actor Wesley Snipes (famoso actor en los noventas), que fue encarcelado por evasión de impuestos. En “King Kunta”, Lamar hace referencia a la negativa imagen que tiene el este-reotipo de formar parte de un guetto. En “i” llama al cambio, a que es “su tiempo”, a la autosuperación, a la autoestima. En resumen, las líricas de este álbum son justamente lo atípico en un mundo de hip-hop donde el sexo, drogas y violencia son plasmados crudamente; Lamar no los deja a un lado, pero los critica, los mi-nimiza. Rompe con el estereotipo del rapero gánster y llama a la cultura afroamericana a un despertar.

En lo musical, este álbum tiene varias colaboraciones entre que las que destacan George Clinton (para algu-nos padre del funk), Snoop Dogg (anecdóticamente el único rapero invitado), Bilal (solista de neo-soul), Anna Wise (cantante del duo experimental indie, Sonnymoon), quien declaró que Kendrick Lamar es el Quentin Tarantino de la música.

La producción estuvo a cargo del músico y produc-tor Terrace Martin en su totalidad, pero también con la participación de Flying Lotus (Wesley’s Theory) y Pharrell Williams (Alright), la mezcla estuvo a cargo de Ali, Tae Beast y Sounwave.

En la musicalización, Thundercat, Kamasi Washing-ton que también tuvo un excelente álbum de Jazz este año y Robert Glasper, entre los más destacados. Algo interesante, y que muestra la consecución de este dis-co, es que Flying Lotus entregó a Lamar en el 2013, un año después de iniciado su proyecto, varias produc-ciones realizadas bajo su alterego, Captain Murphy. Traigo esto a colación porque es indudable la influen-cia del You’re Dead, disco de Flying Lotus lanzado en 2014, al cual Lamar fue invitado a experimentar sus

versos en una producción de jazz moderno, en “Never Catch Me”. Tal vez algo que estaba buscando para con-cretar el concepto de su álbum 2015, con sus respecti-vas diferencias.

Pero lo que convierte a To Pimp a Butterfly en el me-jor álbum del 2015 es que estamos al frente de algo diferente, atípico, con mucha versatilidad y armonía al momento en el que Lamar recita sus versos (como pocos lo han hecho en la historia de este género). Sus interpretaciones se fusionan de forma orgánica con diferentes géneros musicales, como lo hace en “For Free? (interlude)” una canción de intenso y complejo jazz clásico o en “These Walls”, un tema cargado de soul, en el que la interpretación del californiano es perfecta. Esto nos da una idea del nivel artístico del rapero, de su talento, de su apetito de desafiarse artís-ticamente, de asumir riesgos, de plantearse proyectos cada vez más complejos.

Otro factor muy importante es su creatividad y el con-cepto que ha logrado en sus obras hasta el momento; en este proyecto quedan en evidencia sus influencias enraizadas en las bases de la música negra y en el hip-hop de los noventas, específicamente su admiración hacia Tupac Shakur, quien, como mencioné, está pre-sente influenciando musicalmente este álbum y de manera espectral en la entrevista que le realiza Lamar al final del álbum, en la canción “Mortal Man”.

Queda corto el papel para seguir justificando porque, To Pimp a Butterfly, de forma unánime fue el mejor álbum de este 2015. Pero, más importante aún, es re-conocer el trabajo que viene realizando Kendrick La-mar y que sin duda alguna, lo coloca como el “Rapero de la Década”; por encima de Kanye West y el mismo Dr. Dre, que lanzo su ultimo y esperadísimo álbum, “Compton”, y del cual nadie habla.

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Darío Orellana Rodas

En una reciente investigación. . .

En una reciente investigación realizada por la Human Research Ethics and Governance (HREG) en Bedrock, Vermont, se reveló una notable diferencia entre las personas que prefieren las películas basadas en hechos reales, o situaciones de la realidad, y las personas que eligen la ficción. El tema principal se centró en los su-jetos que prefieren historias ficticias.

De una muestra de 200 personas, mitad femenina-mi-tad masculina, con un nivel socioeconómico medio, no carente de tecnología e interconexión, el Human Research Ethics and Governance (HREG) concluyó que estas personas muestran una capacidad idónea para solucionar problemas en un tiempo menor, ade-más optan por caminos más creativos. Una caracte-rística que causa conflicto con el grupo que prefiere la realidad es su tendencia a desobedecer las reglas aplicadas a todos los sujetos. Aunque se resolvieron todos los conflictos expuestos, el desacato a las reglas reveló una cualidad de afianzamiento de la personali-dad. Los “sujetos ficción” no eran fáciles de persuadir, demostraban inventiva y muchas veces mejoraban las reglas existentes, que aplicaban en grupos específicos, y evitando hacer públicas sus ideas. Lograron coexistir con el resto de los sujetos con cierta prudencia.

Hasta este punto llegó la primera etapa de la inves-tigación. Las diferencias más importantes fueron las relacionadas a la personalidad y el hermetismo como grupo. Tenían un liderazgo discreto que se ubicaba en una manipulación de las conciencias más vulnerables.

El HREG decidió hacer una segunda investigación con este mismo grupo. Se pretendía comprobar una teoría de mundo ideal, una teórica sociedad que tra-bajaba para sí misma fundamentada en un equilibrio de seguidores y líderes. Una de las características del grupo que causaba más interés era el liderazgo del grupo “sujetos ficción”. Ellos eran capaces de redirigir la sociedad, como una obra altruista, porque no de-mostraban necesidades de reconocimiento. Los “sujetos realidad” demostraban ser un grupo uni-do con gustos similares, sensibles a las situaciones más

humanas, con tendencias a seguir tendencias, ya sean de carácter alimenticio, ideológico, político, etc. El statu quo no era un problema, sino una forma de vida con la que hay que convivir y sacarle provecho.

Los “sujetos ficción” le sacaban provecho a esta reali-dad que funcionaba con sus reglas. Pero sucedió un cambio en el equilibrio de los dos grupos a medida que pasaba el tiempo. Los “sujetos ficción” se reducían en mínima proporción en largos espacios de tiempo. Un dos por ciento en seis meses. Seis por ciento en un año, veinte y cuatro por ciento después de otro año.

Para la investigación resultaba interesante lo que su-cedía. ¿Por qué los “sujetos ficción” se reducían y se cambiaban de bando? Después de la evaluación al fi-nal del segundo año se encontraron conclusiones re-veladoras.

Aunque los sujetos ficción conseguían tarde o tem-prano, en un porcentaje importante, reconocimiento por sus aportes a la comunidad, revelaron en sesiones de investigación psicológica una necesidad adicional de reconocimiento relacionado con las tecnologías de la información, mejor conocidas como redes sociales (RS).

Aunque existían otros medios de interacción pública más comunes como la radio, televisión, eventos socia-les, etc. Existía un favoritismo generalizado por parte de ambos grupos, en menor medida con los “sujetos ficción” por las redes sociales, que definía la populari-dad para muchos en esta comunidad.

Los “sujetos ficción” que no buscaban reconocimiento aparente en su liderazgo empezaron a recibirlo de la sociedad entera a través de una aceptación virtual.

Resultó interesante ver el progreso de los sujetos con respecto a su entorno sociedad. Parte de la investiga-ción evaluaba los canales de comunicación más fre-cuentes y visibles. Las redes sociales permitieron un estudio más profundo a través del análisis del discurso.

Los “sujetos ficción” se expresaban elocuentemen-te sobre temas de importancia general con enfoques racionales exponiendo muchas veces las falencias de algunas perspectivas, para darles tonos tolerantes con visiones más amplias. Estas interacciones no recibie-ron mayor importancia por un tiempo. Era usual un emisor avant garde con poca audiencia. Pero el cambio sucedía cuando estas expresiones recibían aceptación por parte de los “sujetos realidad”. Cuando empezaba uno, generaba un efecto masivo que se veía reflejado en muchos likes en poco espacio de tiempo.

La aceptación visible se especulaba como un progre-so generalizado para toda la comunidad. ¿Era posible que finalmente el statu quo cambie liderado por las ideas que aparentemente eran las mejores para toda esa comunidad?

Eso aparentó por algún tiempo. Pero una vez más las interacciones en RS demostraron una realidad dife-rente. Su análisis reveló que esa aceptación que los “sujetos ficción” recibían de los “sujetos realidad” crea-ban una especie de estructura limitadora alrededor de las ideas de los de ficción. Sus comentarios antes revo-lucionarios o reflexivos terminaban desvanecidos por su popularidad. Y no solo se podía demostrar que ya no aparecían comentarios de este tipo, sino que su dis-curso cambió y se auto censuró.

La conclusión final del experimento resultaba en una suerte de ciclo desequilibrado. Los “sujetos realidad” se “comieron” a la mayoría de ficción. Aun se sigue re-cibiendo cambios en la comunidad por parte de ellos. De vez en cuando aparece un “sujeto ficción” que in-tenta cambiar la comunidad, con poca probabilidad de crear un cambio real.

La HREG socializó que la siguiente investigación prio-riza la cantidad de tiempo que duran las muestras más fuertes de personalidad de los “sujetos ficción” Se puede ser parte de la investigación visitando este link: http://on.fb.me/IKFRtL

criminación racial, pero también saben que es más factible hacerlo mediante organizaciones que los agrupen y ayuden a salvaguardar el sentido de la identidad.

A tono con lo que ocurre en Ecua-dor desde hace varias décadas, los afrodescendientes en Cuenca co-menzaron a desarrollar procesos de organización recién en 2008. Tres organizaciones lo han hecho: Movi-miento Afro del Azuay “María del Tránsito Sozorra”, “Guasá y Bombo” Afrodescendientes del Azuay y Aso-ciación Afro Alonso de Illescas.

En este sentido, uno de los presu-puestos fundamentales sobre los que trabajan es la interculturalidad, comenta Mama Yama, vicepresiden-ta del Movimiento Afro del Azuay. “Una interculturalidad donde yo pueda vivir también lo del otro dis-minuiría la exclusión y desmitifica-ría el concepto que tienen de la po-blación negra.”

Caería bien revisar la historia, en-tender los más sensibles contextos y aceptar al afrodescendiente como un ente propio y enriquecedor. Como un conciudadano. Como un ser hu-mano. Así sí se daría ejemplo al país honrando una deuda contraída por siglos.

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Algo que no se dice, que se silencia y se margina, es la presencia afrodes-cendiente en Cuenca. Pocos saben dónde está, qué piensa, qué siente, qué hace la comunidad negra radica-da en la ciudad. Suele olvidarse, ade-más, que desde época temprana se señalan vestigios de esclavos africa-nos en estas tierras, incluso relacio-nados con los emprendimientos eco-nómicos del fundador Gil Ramírez Dávalos. Hoy es una comunidad grande, numerosa y pujante integra-da por más de 10:000 personas dise-minadas en zonas urbanas y rurales.

En sentido general fueron traídos para el sistema minero en la jurisdic-ción de Cuenca. Algunos arribaban para ser vendidos a comerciantes procedentes de otras zonas, quienes de inmediato los llevaban a sus po-sesiones. También representaban un símbolo de estatus de las familias pudientes al ser empleados en labo-res del hogar. No faltaron los que se desempeñaron en actividades agro-pecuarias.

Estas dos últimas ocupaciones se debieron, sobre todo, a la reducción considerable de la explotación mine-ra en el siglo XVII, lo que derivó en la continua y dramática disminución de este grupo.

Yaima Lorenzo

Cuenca también tiene de mandinga

Al concluir la vigésima centuria casi no había población afrodescendiente en la ciudad, pero aquello ha cambia-do en los últimos años dada la atrac-ción que supone una ciudad como Cuenca en constante crecimiento económico y en donde se vive bien.

Llegados desde territorios donde su presencia ha sido tradicional o ma-yor, los afrodescendientes intentan adaptarse a un nuevo lugar, clima e idiosincrasia manteniendo sus tradi-ciones culinarias, danzarias, religio-sas y –en el más amplio sentido del término– culturales. Esta migración no solo es nacional, ya que también proviene de Brasil, Nigeria, Came-rún, Colombia, Haití, Venezuela, Perú y Cuba.

Es duro para ellos, sin embargo, in-tegrarse a una sociedad cuencana muchas veces prejuiciosa y que gestó una conciencia racista y discrimina-toria en la época de la colonia.

En pleno siglo XXI todavía se ve muestras de rechazo en las calles, co-mercios y centros educacionales. La esmeraldeña Nila de Aguiar aclara que, aunque los afrodescendientes en Cuenca viven en mejores condi-ciones que en otras zonas del país, si-guen habitando en las periferias, sin gozar en totalidad de sus derechos

y con menos oportunidades que el resto de la población. Ella afirma sa-berse discriminada en muchas oca-siones.

“En este país, cuanto más blanca es la piel, más oportunidades tienes. Y mientras más oscura es la piel, si eres negro o indígena, las oportunidades se van reduciendo”, afirma ella.

Aquí la discriminación tiene matices más sutiles y, como tal, dificulta una acusación directa ante las autorida-des con el respaldo del aparato legal ecuatoriano, que así lo permite.

“Hacer uso de esa ley sería compli-cado, porque el cuencano es muy educado y discrimina de manera tá-cita. Por eso, el chofer del taxi sim-plemente te dice: ‘no puedo llevarla porque estoy ocupado’, cuando ves que el interior del carro está vacío (…) O cuando llamas para pedir un arriendo te dicen: ‘Sí, venga’, y cuan-do llegas, muy educadamente te di-cen ‘uy, disculpe, hace cinco minutos lo alquilé’. Entonces, decir que Cuen-ca es racista, de una forma concreta, sería complicado, pero sí hay estas cosas muy sutiles: un racismo muy educado”, sostiene Nila.

Ellos han comprendido que un solo individuo no puede combatir la dis-

Fotografías por: María Clara Williams

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1. LADRILLEROS. Selva Almada. Mar Dulce Editora / Novela 2. DESAYUNO DE CAMPEONES. Kurt Vonnegut. La Bestia Equilátera / Novela3. CENIZA DE RINOCERONTE. Agustín Guambo. Editorial La Caída / Poesía4. UNA COMUNIDAD ABSTRACTA. Jorge Izquierdo. Cadáver Exquisito / Novela5. LA OBRA DE ARTE EN LA ERA DE SU REPRODUCTIBILIDAD TÉCNICA. Walter Benjamin. Godot / Ensayo: estética6. LA EVOLUCIÓN CREADORA. Henri Bergson. Cactus / Ensayo: filosofía7. DESPUÉS DEL ROCK. Simon Reynolds. Caja Negra Editora / Ensayo: música8. LA FILOSOFÍA DE LA GENERACIÓN BEAT. Jean Kerouac. Caja Negra Editora / Ensayo: literatura9. ANTOLOGÍA ESENCIAL. Carlos Monsivais. Mar Dulce Editora / Ensayo: sociología10. INTRODUCCIÓN A LA DIALÉCTICA. Theodor Adorno. Eterna Cadencia / Ensayo: filosofía11. EL FIN DE LOS MEDIOS. Carlón-Escolari (eds). La Crujía / Ensayo-comunicación

1. YO, EL Y RAQUEL. Alfonso Gomez-Rejon. Estados Unidos2. PUENTE DE ESPIAS. Steven Spielberg. Estados Unidos3. THE MARTIAN. Ridley Scott. Estados Unidos4. EL CLAN. Pablo Trapero. Argentina5. EX MACHINA. Alex Garland. Reino Unido6. LA HABITACIÓN. Lenny Abrahamson. Irlanda7. SICARIO. D enis Villeneuve. Estados Unidos 8. BIRDMAN. Alejandro González Iñárritu. Estados Unidos9. STAR WARS EL DESPERTAR DE LA FUERZA. J.J. Abrams. Estados Unidos10. WHIPLASH. Damien Chazelle. Estados Unidos11. YOUTH. Paolo Sorrentino. Italia

12. EL CRUCERO YARARÁ. Leo Maslíah. Godot / Novela13. SUGAR BLUEBERRY, SUGAR BLUEBERRY. Carlos Godoy. Nulu Bonsai / Nouvelle14. PANORAMA INTERZONA. Elsa Drucaroff (coord). Interzona / Antología Narrativa

15. PRISMA. Abel Gance. Cactus / Ensayo: cine

EQUIPO IDEAL

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