Los gases utilizados se dividen en dos grandes grupos: activos, que

reaccionan químicamente, e inertes, carentes de toda reacción química. En

función de un tipo de gas u otro, se hablará de un proceso de soldadura

MAG (Metal Active Gas) o MIG (Metal Inerte Gas).

Es práctica común no recurrir al empleo de estos gases puros, existiendo

mezclas comerciales pensadas para facilitar el proceso de soldeo y mejorar

los resultados finales. Las mezclas más usuales en este campo aparecen

reflejadas en la siguiente tabla:

Para los metales o aleaciones fácilmente oxidables, como puede ser el

aluminio, han de emplearse, exclusivamente, gases inertes. Y para los

demás materiales podemos tomar en cuenta las siguientes mezclas

probadas en laboratorios y desarrolladas por químicos.

Cuando se suelda aceros al carbono o débilmente

aleado, con argón como gas protector, es muy fuerte

la tendencia a producirse socavaciones, y el arco

parece que es arrastrado hacia cualquier mancha de

oxido del acero.

Por esta razón es mejor soldar todos los tipos de

aceros con cantidades de dióxido de carbono al gas

inerte, esta adición de gases estabiliza el arco, reduce

las mordeduras y las proyecciones, además de

mejorar la transferencia.

El dióxido de carbono puro (el cual es un gas activo)

tiene ciertas ventajas para la soldadura de aceros al

carbono y se utiliza mucho en vez del argón, porque

su costo es más bajo sobre todo. Sin

embargo, produce más salpicaduras y el arco es

áspero.

Para soldar por rayo láser se usa, en

general, una mezcla de gas de tres

componentes consistente de helio, nitrógeno y

CO2. Por esto algunos fabricantes lo denominan

“el láser de CO2”, pero que realmente se refiere

a ésta mezcla.

Según la configuración del aparato, el gas del láser es

producido con los tres componentes especificados en un

mezclador interno o se utiliza una mezcla ya preparada.

En la soldadura láser el helio es un gas con unas características óptimas para este

tipo de soldeo, ya que su alta energía permite buena inducción térmica, y en

consecuencia la penetración de la soldadura.

A diferencia del Argón que concentra un calor, que para el tipo de suelda láser es

muy bajo, por lo que no se usa en éste tipo de soldadura.