Gazzotti, L.

download Gazzotti, L.

of 14

Transcript of Gazzotti, L.

  • 7/22/2019 Gazzotti, L.

    1/14

    29Runa 28, Ao 2008. ISSN 0325-1217

    DILEMASDELAPRCTICAPROFESIONAL:CUANDOLATICAYLAMORALDEVIENEN

    ENPROBLEMASANTROPOLGICOS

    Luciana Gazzotti*

    * Licenciada en Ciencias Antropolgicas. Becaria del Consejo Nacional de Investigaciones Cientficasy Tcnicas (CONICET). Integrante del Proyecto UBACyT F202.Correo electrnico: [email protected]

  • 7/22/2019 Gazzotti, L.

    2/14

    Luciana Gazzotti30

    RESUMEN

    La reflexin sobre los dilemas ticos que se presentan en la prcticaprofesional constituyen instancias de quiebre y redefinicin de la prcticaetnogrfica, no solamente en relacin a la construccin del objeto, sino tambin enrelacin con las estrategias y metodologas que orientan la investigacin. Este trabajobuscar analizar de qu modo la reflexin sistemtica sobre los desafos ticos puederedundar en un enriquecimiento en la manera de realizar etnografa y los mtodos

    apropiados para llevarla a cabo. Intentaremos en primer lugar esclarecer algunasdificultades conceptuales que se presentan a la hora de abordar esta temtica paraposteriormente ahondar en la manera en que se est discutiendo sobre tica en lacomunidad antropolgica contempornea.

    Palabras clave:tica; Responsabilidad social; Dilemas de la prctica profesional;Trabajo de campo.

    ABSTRACT

    The reflections on ethical dilemmas that arise in professional practice are

    important moments of redefinitions of our ethnography practice. This paper reviewshow systematic and different reflection on ethical dilemmas may enrich the debateabout the way we make ethnography and the appropriate methods for carrying itout. I also analyze the importance of giving some philosophical and anthropologicaldefinitions about ethics and moral, to rethink the way social anthropologist arethinking about the issue in contemporary context.

    Key words: Ethics; Social responsibility; Practical dilemmas; Fieldwork.

  • 7/22/2019 Gazzotti, L.

    3/14

    31Runa 28, Ao 2008. ISSN 0325-1217

    I. INTRODUCCIN

    Con mayor asiduidad los antroplogos estn incorporando la reflexin sobrelos dilemas ticos que se les presentan en el ejercicio de su prctica profesionalcomo un elemento constitutivo de sus trabajos etnogrficos. Esta reflexin profunday pormenorizada sobre los dilemas ticos se debe principalmente, a que los mismosconstituyen instancias de quiebre y redefinicin de la prctica etnogrfica, nosolamente en relacin a la construccin del objeto, sino tambin respecto de las

    estrategias y metodologas que orientan la investigacin.Las discusiones acerca de la tica y las reflexiones sobre los compromisos y

    responsabilidades de la antropologa constituyen instancias centrales deinterpelacin de la propia prctica cientfica. Dichas discusiones sirven no solamentepara indagar sobre el sentido de las prcticas preguntando para qu y para quieneses el trabajo etnogrfico y cul es el mejor modo de realizarlo-, sino tambin paraproblematizar el tipo de relaciones que se establecen con las personas o gruposque intervienen en el proceso de investigacin.

    Este trabajo pretende analizar los desafos ticos que se le presentan alantroplogo cuando realiza investigacin y determinar en qu medida la reflexinsistemtica sobre los mismos puede redundar en un enriquecimiento en la manerade realizar etnografa y de los mtodos apropiados para llevarla a cabo.

    II. ALGUNASCONSIDERACIONESINICIALES

    Para comenzar a reflexionar sobre tica y antropologa intentar en primerlugar valerme de algunas definiciones que aporta la filosofa. Estas definiciones yconceptos servirn de marco de referencia para vislumbrar la existencia de diversosniveles de reflexin tica que coexisten y tienen especial relevancia paracomprender el fenmeno en el campo de la antropologa.

    Una de las principales dificultades que aparecen a la hora de convertir losdilemas ticos en instancias plausibles de reflexin antropolgica consiste en queno siempre se contemplan los mltiples niveles de reflexin y se prioriza un slo

    aspecto en detrimento de una perspectiva ms general de anlisis. De este modo,en numerosas ocasiones se ha discutido sobre tica solamente en trminosnormativos, se la ha vinculado con un posicionamiento poltico o por el contrariose la ha relacionado con una instancia dilemtica de carcter individual que tienelugar en un momento particular del trabajo de campo.

  • 7/22/2019 Gazzotti, L.

    4/14

    Luciana Gazzotti32

    En este trabajo sostengo que la reflexin tica atraviesa todo el proceso deproduccin de conocimiento planteando profundos interrogantes acerca de losmarcos de referencia de la propia prctica cientfica. Estas dimensiones articuladaspueden vislumbrarse desde la construccin del objeto, ya que la reflexin tica nosseala posibles ncleos problemticos sobre los cuales producir conocimiento.Tambin cuando diseamos las metodologas y tcnicas de modo tal que nuestrosobjetivos sean comprendidos y consentidos por las comunidades en las cualesparticipamos.

    Por ltimo, la reflexin tica nos pone en alerta sobre las consecuencias quepuede tener que la informacin producida sea utilizada con otros fines respecto delos cuales ha sido creada.

    a) Aportes de la filosofa

    A fin de abordar algunas dificultades que se manifiestan en el terreno de latica en antropologa, nos valdremos de algunos conceptos y definiciones que nosaporta la filosofa.

    En primer lugar sealaremos una distincin entre tica y moral. Berbegliaseala:

    ... la moral es un cmulo de normas y valores concretos por los que se rige laconducta de un grupo social en un tiempo determinado y que establece,adems, la sancin o el encomio de las acciones realizadas por sus miembros.La tica, en tanto, consiste en la reflexin segunda y derivada, efectuada porlas filosofas, que se basan en parte, al menos, en la materia prima de lasnormas y valores aludidos, que le sirven como trampoln para sostener teorasms universalizadoras y fundamentadas racionalmente (Berbeglia, 1997).

    1 Numerosos autores cuestionan si la solicitud del consentimiento informado puede ser incorporadaen la antropologa en los mismos trminos en los que se emplea en la biomedicina. A diferencia de

    la anterior, que trabaja enseres humanos, la antropologa trabaja conseres humanos, por lo tantola permanencia en el campo es siempre una situacin negociada y los dilogos en este contextosiempre son consentidos. A su vez sealan que en antropologa es muy complejo obtenerconsentimiento informado ya sea en poblaciones con problemas de escritura, o con distintos gradosde enfermedades mentales donde no es posible una real comprensin de los objetivos de lainvestigacin. Por ltimo, argumentan que el objeto de investigacin es permanentementereformulado, an cuando cesa la interaccin con los sujetos y el antroplogo abandona el campo.(L. Cardoso de Oliveira, 2004; Heilborn, 2004).

  • 7/22/2019 Gazzotti, L.

    5/14

    33Runa 28, Ao 2008. ISSN 0325-1217

    Podramos decir entonces que, en trminos filosficos, la tica consiste en latematizacin del ethos, entendiendo por ethos un conjunto de actitudes,convicciones o creencias morales y formas de conducta de una persona o gruposocial (Maliandi, 2004). Cada grupo social tiene su propio cdigo de normas yconductas que no son parmetros establecidos de una vez y para siempre, sino queestn en estricta relacin con el contexto histrico social del que forman parte.

    Ahora bien, algunos autores han sealado que existen distintos niveles dereflexin tica que conviven generando diversas formas de conceptualizar y entender

    un problema de naturaleza moral.Maliandi ha establecido cuatro niveles de reflexin2. Al primero lo denominanivel de reflexin moral. Este tiene lugar cuando se cuestiona acerca de qu sedebe hacer, para luego actuar en consecuencia. Este nivel de reflexin no esestrictamente filosfico sino es una reflexin espontnea, acrtica y asistemtica quegua nuestras decisiones cotidianas.

    Al segundo nivel de reflexin lo denomina tica normativa y el mismo surgecon la pregunta de porqu debemos hacer lo que hacemos. Maliandi argumentaque:

    cuando se advierte que no todos opinan unnimemente sobre lo que sedebe hacer surge la duda, la pregunta bsica acerca de qu se debe hacer, yen caso que se obtenga para ello alguna respuesta- la de por qu se lo debehacer. Con este tipo de preguntas se inicia la tica filosfica, que representala continuacin sistemtica de la tematizacin espontnea: en ella se procuraexplicitar (reconstruir) los principios que rigen la vida moral, es decir seintenta fundamentar la norma (op. cit, 2004).

    Al tercer nivel de reflexin lo denomina metatica, y ocurre cuando se examinanla validez de los argumentos que se utilizan para la fundamentacin que lleva acabo la tica normativa. Establece el significado de los trminos y enunciados ticos,es decir cuando se demandan aclaraciones sobre los significados. (op. cit, 2004).

    Al cuarto nivel lo denomina tica descriptiva. Es decir, es un intento queproviene por fuera del ethos donde se estudian costumbres, cdigos normativos,creencias de la facticidad normativa, de su estructura, su funcionamiento en cuanto

    fenmeno general [...] La reflexin del nivel tico descriptivo son habituales en

    2 Si bien el autor determina diferentes niveles de reflexin ticos parte de la nocin de que todos loshombres que viven en sociedad operan sobre un saber moral que tiene carcter pre-filosfico esdecir, operan sobre un conjunto no tematizado ni cuestionado de creencias morales, cdigos denormas, costumbres querigen su comportamiento y accin en cada momento y espacio particular(op. cit, 2004).

  • 7/22/2019 Gazzotti, L.

    6/14

    Luciana Gazzotti34

    antropologa, sociologa y psicologa (op. cit, 2004) Este nivel de reflexin no esfilosfico sino cientfico.

    Esta compleja clasificacin de niveles de reflexin tica, nos servir de marcode referencia para problematizar y sistematizar el modo en que los antroplogoshan abordado la temtica, no sin divergencias y dificultades.

    b) Aportes desde la antropologa a la reflexin tica

    Una de las mayores complejidades del campo de la tica y la antropologaconsiste en que confluyen simultneamente los diversos niveles de reflexin ticadando lugar a poderosos cuestionamientos. Por un lado confluyen reflexionesmorales personales sobre qu es lo que debemos hacer como antroplogos cuandollevamos a cabo trabajo etnogrfico y cuales son las mejores maneras de realizarlo.Por otro lado, confluyen reflexiones del nivel tico descriptivo cuando se buscanestudiar y comprender normas o cdigos de comportamiento ajenos a nuestrossistemas de valores. En ese contexto surge la problemtica del universalismo versusrelativismo y las posibilidades o imposibilidades de establecer sistemas universalesde derechos y valores. Por ltimo, confluyen reflexiones de nivel tico normativo,cuando se intenta establecer porqu debemos actuar del modo en que actuamos,porqu es necesario solicitar consentimiento, preservar el anonimato, o tener encuenta las consecuencias posibles de nuestro trabajo y accin, entre otros.

    b.1) El plano de la reflexin moral: la disyuntiva de tomar partido

    Si bien cuando reflexionamos sobre qu es lo que debemos hacer comoantroplogos cuando llevamos a cabo trabajo etnogrfico surgen gran variedad derespuestas que son constitutivas de la prctica disciplinar, elegiremos para tratar eneste trabajo la problemtica del advocacy o toma de partido por una causa.

    La disyuntiva de tomar partido, es decir involucrarnos activamente con unacausa de las personas o grupos con los cuales trabajamos es una discusin central yno acabada en la disciplina. Existen numerosas reflexiones contrapuestas y el debateal respecto es muy interesante e enriquecedor.

    La antroploga Scheper-Hughes seala que:

    el no involucramiento es en s mismo una posicin tica y moral. Para ella,la antropologa debe insistir en una explcita posicin tica hacia los otrosylo mejor que podemos hacer es comprometernos y practicar una buenaetnografa que incluya mirar, escuchar, ponerse en contacto, registrar y sobretodo reconocer a nuestros sujetos. (Cit. en Caplan, 2003: 18)

  • 7/22/2019 Gazzotti, L.

    7/14

    35Runa 28, Ao 2008. ISSN 0325-1217

    Hastrup y Elsass argumentan por el contrario, que la toma de postura o advocacynunca puede ser antropolgica, ya que la antropologa busca comprender encontexto los intereses locales; en cambio la toma de postura implica la eleccin deun inters en particular. La racionalidad de tomar postura o advocacy nunca esetnogrfica, es esencialmente moral en el sentido amplio del trmino(Hastrup andElsass, 1990). Sin embargo sealan que existen responsabilidades, y muchas vecescomo sujetos morales podemos vernos obligados a actuar en nombre de o tomarpartido por.

    La problemtica es compleja y tambin introduce el problema de larepresentatividad y el cuestionamiento acerca de: en nombre de quin estamoshablando. Al tomar partido por una causa y hablar en nombre de muchas veces sereduce la multiplicidad de voces de una cultura ocultando los conflictos de interesesy contradictorias relaciones que existen entre los grupos y su contexto social.

    Luis Cardoso de Olivera seala que esta dimensin tico poltica de la prcticaantropolgica introduce problemticas como la de convertirse en portavoz de losgrupos con los cuales trabajamos, presuponiendo que los sujetos no tienen o nohan desarrollado capacidades de accin ni de comprensin de los hechos quepodran sucederles. Tambin se manifiesta contrario a la concepcin de unaantropologa militante, en los trminos en los que lo plantea Scheper-Hughes, en elcual se selecciona un solo punto de vista nativo y donde la autoridad etnogrfica sesostiene en base a una representacin del antroplogo como sujeto iluminado capazde resolver y resguardar al grupo que representa. El autor seala que es importanteestablecer una distincin entre la nocin de neutralidad e imparcialidad, donde laimposibilidad de ser neutro no implique ni permita que el antroplogo sea parcial(L. Cardoso de Olivera, 2004).

    b.2) El plano de la tica descriptiva: universalismo versus relativismo

    Si bien la posibilidad de pensar la existencia o inexistencia de universalescomo problema cientfico nos remite nuevamente al terreno de la filosofa, laproblemtica ha sido ampliamente tratada por la antropologa desde los comienzosde su conformacin disciplinar.

    Hidalgo argumenta que:

    el ser universalista o relativista depende en este caso de la plausibilidademprica de la postulacin de la existencia de universales. El punto de partidade ambos enfoques es la tesis fctica que afirma la existencia de diversidadcultural y lingstica humana; este hecho es considerado bsico y alude a laexistencia de pluralidad de lenguajes, de variedad de formas (o instituciones)

  • 7/22/2019 Gazzotti, L.

    8/14

    Luciana Gazzotti36

    sociales y culturales. Si adems de esta tesis se acepta que los lenguajes y lasinstituciones humanas en general son comparables (supuesto decomparabilidad), el relativismo con el que nos enfrentamos se limita a negarque puedan realizarse generalizaciones acerca de las mismas, ya sean decarcter emprico o terico (Hidalgo, 1994)

    Si bien desde los inicios de la escritura etnogrfica la antropologa ha generadoenunciados universales basados en la postulacin de rasgos comunes de las culturas,

    tambin ha sealado que las diferencias existentes entre los sistemas de costumbresy valores no pueden generalizarse sino deben ser comprendidas en relacin con supropio sistema cultural.

    El relativismo cultural ha afirmado que cada cultura posee un sistema devalores y prcticas que son inherentes a su propio contexto de desarrollo y questos deben ser comprendidos en s mismos y no en relacin con otros sistemas.Mientras para algunas personas o grupos algunas prcticas resultan inaceptables,para otros no constituyen una cuestin a problematizar. En este contexto no seraposible extrapolar juicios de valor ya que cada cultura tendra su propio sistema devalores (ethos) regido por su sistema moral propio.

    Ahora, si bien el relativismo ha posibilitado la convivencia con la diferenciacultural, existen consensos respecto de que ciertos hechos no podran ser explicadosa travs de estos argumentos. El genocidio perpetuado sobre diversos grupostnicos, crmenes de lesa humanidad, casos de infanticidio, o circuncisin femenina,han sido objeto de profundos cuestionamientos por parte de la antropologa. Anteestos hechos, la disciplina se ha debatido entre un academicismo que recomiendala neutralidad cientfica apoyada en el relativismo cultural3y una toma de posturaque denuncia y se pronuncia en defensa de la vida, la integridad de las personas, yen la cual el respeto al culturalismo no redunde en actos de irresponsabilidad social.Fluehr-Lobban seala que:

    3 Son muy interesantes las experiencias y reflexiones de Fluehr-Lobban acerca de sus 25 aos detrabajo de campo en Sudn, donde la circuncisin femenina es una prctica corriente, donde unamujer no circuncidada es considera persona no respetable y tiene riesgos de no contraer matrimoniosi no lo est. Seala los conflictos que se le presentaron en relacin con su entrenamiento comoantroploga donde, basada en una neutralidad promovida por el relativismo cultural y a partir delconocimiento de primera mano de las sensibilidades respecto de esta prctica, aplazaba cualquier

    juicio de valor al respecto. Manifiesta que el punto de quiebre de esta postura surgi a partir deldilogo intercultural e interdisciplinario donde comenzaron a establecerse consensos acerca deque la mutilacin genital constitua un verdadero perjuicio hacia los derechos ms bsicos de la

    mujer y de las nias. (Fluehr-Lobban, 1998)

  • 7/22/2019 Gazzotti, L.

    9/14

    37Runa 28, Ao 2008. ISSN 0325-1217

    el terreno entre los derechos humanos y el relativismo cultural puede serextrao y difcil de negociar, pero el uso de la idea de evitar el dao puedeayudar a los antroplogos y a otros a proyectar cursos de pensamiento yaccin [...] La comprensin de la diversidad cultural en contextos donde laviolencia o el dao se llevan a cabo es valioso e importante pero suspender onegar un juicio por causa del relativismo cultural es intelectual y moralmenteirresponsable (Fluehr-Lobban, 1998)

    Castieira y Lozano argumentan a su vez que sera mejor hablar de valoresuniversalizables ms que en trmino de valores universales, ya que los primeros,implican la bsqueda de criterios de referencia que delimitan las situacionesprcticas. Pero a su vez, sealan que lo ms importante es:

    ...aprender a plantearnos en nuestras prcticas y responsabilidades cotidianas(personales y organizativas), si lo que hacemos instrumentaliza a las personaso las trata como fines en s mismas, si fomenta nuestra autonoma y la de losdems, si tiene en cuenta unos mnimos de justicia, si reconoce a los afectadoscomo interlocutores vlidos, si fomenta la comunicacin y el dilogo(Castieira y Lozano, 2001).

    Una visin superadora de esta compleja problemtica consiste en complejizar ladicotoma ofreciendo alternativas que redunden en un dilogo fecundo respecto alos diversos posicionamientos que el antroplogo debe tomar cuando realizainvestigacin. Al respecto, Hidalgo seala:

    el problema de la verdad o falsedad de tales enunciados es distinto del de laadopcin de posiciones universalistas o relativistas: se puede ser relativista yaceptar que ninguna teora es por el momento satisfactoria (o con otras

    palabras verdad era), y se puede ser relativista an cuando se admita quealgunos enunciados generales son verdaderos... (Hidalgo, 1994).

    b.3) El plano de la tica normativa: la dimensin prctica

    La reflexin tica normativa se hace presente en la disciplina cuando secuestionan los cursos de accin, los tipos de relaciones que establecemos cuandoinvestigamos y los alcances que nuestra investigacin e intervencin pueden tenersobre la vida de los grupos con los cuales trabajamos.

    Gustavo Lins Ribeiro establece que en antropologa la tica implica labsqueda por parte de una colectividad de principios aceptables de

  • 7/22/2019 Gazzotti, L.

    10/14

    Luciana Gazzotti38

    comportamiento y accin (Lins Ribeiro, 2004). Estos principios deben ser entendidosdinmicamente, es decir se renuevan y resignifican con cada generacinconvirtindose as en una reflexin que no deja de ser histrica y poltica, productointelectual de estndares de profesionalidad y moralidad en disputa en diversoscontextos de produccin del conocimiento.

    Como hemos visto, la dimensin tica atraviesa todo el proceso de produccindel conocimiento. La antroploga Pat Caplan argumenta que no podemos seguirprivilegiando solo un aspecto ya que hoy da la tica en antropologa ha trascendido

    el plano de lo estrictamente normativo para posicionarse en el corazn mismo de ladisciplina: problematizando principalmente las premisas con las que opera, laepistemologa, la teora y la praxis. (Caplan, 2003)

    III. REPENSANDOLATICAHOYENLAANTROPOLOGA

    Desde el 2000 en adelante, diversos autores han profundizando en el modoen que los antroplogos han escrito sobre tica y reflexionado sobre qucircunstancias pueden explicar diferentes posicionamientos en los cuales elantroplogo es partcipe. Se ha establecido la necesidad de vincular a la tica nocon una normativa basada en la negatividad y el deber ser sino con una

    responsabilidad activa y positiva para con las personas o grupos que intervienen enla investigacin (Fluehr-Lobban).El antroplogo holands Peter Pels manifiesta la necesidad de repensar la

    tica en trminos de negociacin incorporando a su vez la discusin sobre lasprcticas de produccin del conocimiento. Establece el concepto de duplicidadde la figura del etngrafo cuando realiza investigacin, ya que por un lado debecomprometerse con las personas con las cuales realiza la investigacin pero a suvez debe negociar nuevos valores y cuestionar la universalidad de sus propiosprincipios ticos (Pels, 2005).

    Hoy da se est empezando a reconocer que la reflexin tica ya no puedeestar confinada a declaraciones surgidas a partir de casos concretos ni solamente alestablecimiento de normativas tendientes a proporcionar parmetros aceptablespara la accin.

    Si bien la reflexin tica constituye una parte constitutiva de la prctica, enlas ltimas dcadas nos hemos acostumbrado a escuchar preguntas que solamentela relacionan con el plano de los dilemas: si se debe preservar el anonimato; si hayque explicitar los objetivos de la investigacin; si se debe aceptar financiamiento deagencias que tienen intereses sobre la regin estudiada; si hay que preocuparse pormaterial producido cuando ste es utilizado en esferas de dominio pblico, etc.

  • 7/22/2019 Gazzotti, L.

    11/14

    39Runa 28, Ao 2008. ISSN 0325-1217

    Todas estas preguntas y respuestas se tornan vacas si no logran trascenderel plano de los dilemas que enfrenta el investigador aisladamente. La perspectivadilemtica, generalmente planteada en trminos individuales y descontextualizados,es insuficiente si no toma en cuenta que la produccin cientfica se desarrolla encontextos polticamente polarizados. Estos dilemas cobran sentido si estnintrnsecamente relacionados con las asimetras econmicas, sociales, y cientficas ylas relaciones desiguales de poder en las cuales los agentes estn involucrados y lainvestigacin est siendo producida.

    sta idea es tratada con detenimiento por Philippe Bourgois en su crtica a latica antropolgica contempornea:

    ... [Los dilemas] son asuntos ticos vitales e importantes con los cualesdebemos confrontarnos durante el trabajo de campo. Pero por qu lapreocupacin antropolgica acerca de la tica termina aqu? Qu hay de lams amplia dimensin moral y humana acerca de las estructuras polticas yeconmicas que han daado a muchos de los pueblos estudiadoshistricamente por el antroplogo? Con algunas excepciones, la mayora delos antroplogos norteamericanos no han incluido en la discusin de la ticaantropolgica a la poltica y a la dimensin de los derechos humanos relativaa los pueblos que investigan. De hecho la tendencia dominante ha evitadoestos temas reemplazndolos por un enfoque terico basado en el significadode los smbolos fuera del contexto social. El problema con la ticaantropolgica contempornea no es solamente que los lmites acerca de loque se define como tica estn establecidos de manera demasiado estrecha,lo ms importante es que la tica as entendida est sujeta a rgidasinterpretaciones que, an cuando estn moralmente justificadas, opacanpreocupaciones de mayor peso relativas a los derechos humanos. (Bourgois,1990: 45)

    IV. CONSIDERACIONESFINALES

    A lo largo de este trabajo, y habindonos enriquecido con algunos aportesprovenientes de la filosofa y la antropologa, hemos intentado demostrar que ladiscusin sobre tica y antropologa deriva en profundas reflexiones sobre el modode realizar etnografa y los marcos de referencia de la propia prctica cientfica.

    En primer lugar porque redunda en un proceso reflexivo sobre nuestroquehacer disciplinar, ya que al cuestionar el sentido de las prcticas modela nuestrametodologa, nos interroga sobre la manera de conducir un trabajo etnogrfico y

  • 7/22/2019 Gazzotti, L.

    12/14

    Luciana Gazzotti40

    nos advierte sobre las posibles dificultades que pueden manifestarse a lo largo deltrabajo de investigacin, an cuando la interaccin cara a cara haya finalizado.

    En segundo lugar porque interpela nuestro sentido de responsabilidad comoantroplogos. En este sentido, nos expulsa a un terreno que excede los lmites de laantropologa y nos invita a posicionarnos como sujetos activos en dilogo con otrasdisciplinas y otros actores portadores de agencia y compromiso social. La nocin deresponsabilidad trae aparejada la problemtica del compromiso ante retos socialesdonde estn en juego la vida, la dignidad, la justicia, la libertad. Es necesario volver

    a centrarnos en la nocin de autonoma como valor, que es una idea que debesubyacer a toda accin emprendida en relacin con el otro.En tercer lugar, la reflexin sobre tica nos alerta sobre la prctica cotidiana

    como investigadores. Tal como seala Castieira y Lozano el discernimiento ticoes necesario antes de la actividad cientfica, durante la actividad cientfica y despusde la actividad cientfica(Castieira y Lozano, 2001).A su vez,debemos reconocerque nuestra responsabilidad cientfica no es solo terica, sino tambin prctica yest enmarcada en el devenir de una comunidad histrica y moral que modelanuestro conocimiento y establece los parmetros de lo que se espera como un buenejercicio profesional.

    Para concluir, consideramos que la discusin tica no debe quedar reducidaestrictamente a su aspecto normativo. Reconocer los diferentes planos de reflexintica y poder plantear para cada plano un estado de permanente discusin y debateredunda en que no se resquebraje la permanente retroalimentacin reflexiva quedebe provenir de la praxis y se cristalicen criterios que entren en contradiccin conlas complejas realidades en las cuales el antroplogo interviene como investigador.

    Fecha de entrega: 6/8/2007. Fecha de aprobacin: 29/10/2007.

    BIBLIOGRAFACITADA

    BERBEGLIA, CARLOS1997 tica despus. En: El campo de la tica. Mediacin, discurso y prctica.Coordinacin Gabriella Bianco. Edicial.

    BOURGOIS, PHILIPPE1990 Confronting Anthropological Ethics: Ethnographic Lessons fromCentral America.En: Journal of Peace Research. Vol. 27, N 1. pp. 43-54. SagePublications, Ltd.

  • 7/22/2019 Gazzotti, L.

    13/14

    41Runa 28, Ao 2008. ISSN 0325-1217

    CAPLAN, PAT2003 The ethics of Anthropology. Debates and Dilemmas . Routledge.London in New York.

    CARDOSO DE OLIVEIRA, LUIS2004 Pesquisas em versus pesquisas com seres humanos.En: Antropologae tica: O debate atual no Brasil. ABA. Editora da Universidad FederalFluminense. Niteroi.

    CARDOSO DE OLIVEIRA, ROBERTO2004 A mal estar da etica na antropologa prtica. En: Antropologa e tica:O debate atual no Brasil.ABA. Editora da Universidad Federal Fluminense.Niteroi.

    CASTIEIRA, ANGEL Y LOZANO, JOSEPH2001 Qu puede aportar el debate tico contemporneo a los cientficos?.En: Cuadernos de Biotica. Ed. Ad. Hoc.

    FLUEHR-LOBBAN, CAROLYN1991 Ethics and the Profession of Anthropology. Dialogue for a New Era .University of Pennsylvania Press. Philadelphia.1998 Cultural relativism and universal human rights. En: Anthronotes.Museum of Natural History Publication for Educators. Smithsonian Institution.Volume 20, N 2.2002 Revised second edition of: Ethics and the profession of anthropology:the dialogue continues. Altamira Press. Rowman and Littlefield, Inc.

    HASTRUP KIRSTEN AND ELSASS PETER1990 Anth ropo logical Advocacy. A cont radiction in Terms?. En: CurrentAnthropology. Volume 31, Number 3.

    HIDALGO, CECILIA1994 Leyes sociales, reglas sociales. Los Fundamentos de las Ciencias del

    hombre. Centro Editor de Amrica Latina. Buenos Aires.

    LINS RIBEIRO, GUSTAVO2004 Prefacio. En: Antropologa e tica: O debate atual no Brasil. ABA. Editorada Universidad Federal Fluminense. Niteroi.

  • 7/22/2019 Gazzotti, L.

    14/14

    Luciana Gazzotti42

    MALIANDI, RICARDO2004 tica: conceptos y problemas.3ra Edicin. Buenos Aires. Biblos.

    MESKELL, LYNN AND PELS, PETER2005 Embedding Ethics: shifting boundaries of the anthropological

    profession. Wenner-Gren International Symposium Series. Oxford.