Geertz Centros, Reyes y Carisma

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    Paidos Basica Clifford GeertzUtilllOS tnulos public.i.i.:66. C. G cert/. - C()/l()Cl lliclI/1! J)( (/167 A. S('hllli. - tu CUIl\fJlI! 'ci()11 Si,L',lIi/icofil 'O de! illlllld()~(!('ilil6~. Ct :. l .cnsk i - P o d er \ ' / } ri l 'l 'l (' , ~i ()69. M. Ha m mervle-, \ P. Atkinson - L!!/(J,'..:,UI!IU.'\kf(ic!()\ t/(' illILS/lJ.!,(J(/(J!/70. C. Soli . ; - RU.(}/I{'s I. intcn:.71 H. T Engt'lhardt - 1-0\ IlIlId(/llIc!lI().~ .l: f(/ lnoctic72. E . Raho-c-.i \ ot r o- . - Fi/( )snj/( / ( ( /( nunt: \' CCIlC(1 cng!lililO7_~. J. DC1Tida - Ow - (e/) licu/,oo I 1"(/ nunud j d / S ( I74 R. ~()/.ick - Lo 1ol{(udL.-'(1 dc ' l racu nral idac!7 .~ . 1 1.Mot ri -, - l nt rcnln c ci ci n u ! { , si tu /i n OIlIIDJ)O/(' ..ic(} dc III rcli ' :.; i(il lTt. D. De nneu - lu C()IILil I](i({ (."!I(.' t ccnia lIl!crtiiscipliw/i77 J. L '~I1'.\-1 . ( / t',\))C,,-(I/CZ(/ i u / i /) c ! /( / t/7S C Cl'l'rl:t. - Ttu.. Ins hc.lio-;71.). R. R. AI"\111~\\(),.I.i\ , .iluq ..!lIl'r/.d \ A. \'aldl'l'~\Jllu~ 1 - - : . 1 nul i v u l i . vln lii\/o}"id80. M. Atlgl~ - tJ sell/idn ( / c , /(1.\ ()lln~XI. C Ta\"\or\l!.,lIl11L JI/(}-,X2. T l.u ck munu - Tcori..8 3. 1 -1 ,.lo ria -. - f~;CIIC(/, IIIL'diclllti84. h:. J. Gl 1~l ll - R ('l di di /d (' .~ \ .X '= ; .L S . Sl' al' k - tu (()I/~!nl(("i()11 t i( '1 1 I / ,( ,( /U i / O (/ S ( } ( ' / u /X6 . _ 1 \ 1 1 . Cru> (cot np.} - Ti(11I1)() t i l ' 1(1) (J /n \ " s us {/!I1I1(,~91 K R. P()PPlT - LI utu, dd .'lIurCIi t(J/lllill92. \;1. Lcvnh.udt - no kU/lwl)3. i \' l Godclic. : - ll ciiinn., d d d () 1194 J' Eagkl()11 - Idl()/()!.,I(Iq,S . 1 \ ' 1 . Pl.u t-, - Rcali.la.l: ! l u J / i d e ' , >96 . C S ()li< .; - A/ro 1(I7S()II: /i/u\o/i'u, \()ri(l/(),~.!_J(/ ( ll/,\/oli{{ dc iii cicuci97 Bc-a.ud - P(I}'(IIlt'. \C{I r mo.lcnu.In.!98 J. l lnhcrru.i-, - IAI il/cll/~(ill ( le I o n o99 J. Cooch - R I) lI 't 'SCI l/dCo ll o \ ' crninuciiccnnu>:

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    Conocimiento localEnsayas sabre la interpretacionde las culturas

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    Titulo original: Local knowledge. Further essays ill interpretative anthropologvPublicado en inglcs por Basic Books, Inc., a division of Harper Collms Publishers

    Traducci6n de Alberto Lopez BargadosCubierta de Mario Eskenazi

    SUMARIO

    Introducci6nPRIMERA PARTE

    1. Generos confusos: la refiguraci6n del pensamiento social 312. Hallado en traducci6n: sobre la historia social de la ima-

    ginaci6n moral 513. Desde el punto de vista del nativo: sobre la naturalezadel conocimiento antropol6gico 73

    SEGUNDA PARTE

    Ouedan r-igut-osa mernc prohibidas. sin la autorivacion escri ta de los titulares del . Copy righ t . bajo las s ancion es establccid as en las 11~lLS I n r ep~' () ducc i6n t ot al ( ~pa, y, aid e est a ob ra per cu alq uier metodo ( ) pr ocedirn icnto . c or npr endido s la r l'pro graiJa v eltratamiento ifor-matico, y [ a d is u- ib uc io n d e e je rn pl ar es d e c l! a m ed ian te a lq uij ero prestamo publicos.

    4. EI sentido comun como sistema cultural .5. EI arte como sistema cultural .6. Centros, reyes y carisma: una reflexi6n sobre el simbolis-

    mo del poder .7. EI modo en que pensamos ahora: hacia una etncgrafia del

    pensamiento moderno . 1983 by Basic Books, Inc. 1994 d~ todas las ediciones en castellano,

    Ediciones Paidos Iberica, S.A.,Mariano Cubi, 92 - 08021 Barcelonahttp://www.paidos.com

    TERCERA PARTE8. Conocimiento local: hecho y ley en la perspectiva compa-

    rativa .ISBN: 84-493-0026-6Dep6sito legal: B-47.874/2004 Notas .Agradecimientos .

    Indice analitico .Impreso en Novagrafik, s. L.Vivaldi, 5 - 08110 Montcada i Rcixac (Barcelona)

    Impreso en Espana - Prin ted in Spain

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    93117147173

    195263289291

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    146 CONOCIMIENTO LOCALgente ante las artes ex6ticas con algo mas que un mero sentimenta-lismo etnocentrico en ausencia de un conocimiento de 10 que aque-llas artes son 0 de una comprensi6n de la cultura en la cual se origi-nan. (El uso occidental de motivos primitives, aparte de suindudable valor en simismo, s610ha acentuado esto; estoy convenci-do de que muchas personas contemplan la escultura africana comouna derivaci6n de Picasso, y escuchan la musica javanesa como siestuviese compuesta par un Debussy ruidoso.) Si existe un punto encomun, reside en el hecho de que parece que ciertas actividades es-tan especificamente disenadas en todas partes para demostrar quelas ideas son visibles, audibles y -se necesita acufiar una palabraen este pun to- tangibles, que pueden ser proyectadas en formas don-de los sentidos, y a traves de los sentidos las emociones, puedan apli-carse reflexivamente Lavariedad de expresiones artisticas provienede la variedad de concepciones que los hombres tienen del modo enque son las cosas, pues se trata en efecto de una misma variedad.

    Para lograr que lasemi6tica tenga un uso eficaz en el estudio delarte, debe renunciar a una concepci6n de los signos como mediosde comunicaci6n, comoun codigo que ha de ser descifrado, para pro-poner una concepci6n de estos como modos de pensamiento, comoun idioma que ha de ser interpretado. Nonecesitamos una nuevacrip-tografia, especialmente cuando esta consiste en reemplazar un codi-gopor otro aun menos inteligible, sino un nuevodiagn6stico, una cien-cia que pueda determinar el significado de las cosas en raz6n de lavida que las rodea. Porsupuesto, habremos de ejercitarnos en la sig-nificaci6n, y no en la patologia, y deberemos tratar con ideas, y nocon sintomas. Sin embargo, conectando estatuas con incisiones, pal-meras de sagu coloreadas, frescos murales y versos recitados con cla-ros en la selva, ritos toternicos, consecuencias comerciales 0 argu-mentos callejeros estaremos tal vezempezando a localizar las fuentesde su encanto en el contenido mismo de su entorno.

    CAPITULO 6CENTROS, REYES Y CARISMA:

    UNA REFLEXION SOBRE EL SIMBOLISMO DEL PODER!NTRODUCCI6N

    Comomuchas de las ideas clavesen la sociologia deWeber-vers-tehen, legitimidad, ascetismo intramundano, racionalizaci6n-, el con-cepto de carisma adolece de una indefinici6n de referentes: (indicaun fen6meno cultural 0 psicologico? Alconstituir a la veztanto unacierta cualidad. que indica que un individuo mantiene una relaci6nprivilegiada con las fuentes del ser como un poder hipn6tico queciertas personalidades poseen para desatar pasiones y dominar alos espir itus, no esta claro si el carisma es el estatus, la emoci6n 0una cierta fusi6n ambigua de ambos. EI intento de escribir una so-ciologia de la cultura y una psicologia social en un unico cuerpo deafirmaciones es 10 que proporciona a la obra de Weber sucompleji-dad orquestral y su armoniosa profundidad. Pero tarnbien es 10 quele proporciona, especialmente para los oidos menos avezados en lapolifonia, su esquivez cr6nica.En laobra de Weber, esa complejidad se controlaba, y esa esqui-vezse contrarrestaba gracias a suextraordinaria habilidad para man-tener launidad logica entre ideas opuestas, 10 que es una buena mues-tra de su propia categoria intelectual. Sin embargo, en epocas masrecientes y menos heroicas, la tendencia que han seguido numero-sos investigadores ha consistido en reducir la influencia de supen-samiento concentrandose en una de sus dimensiones, por 10 comunen la psicol6gica; y en ningun sitio puede documentarse esto con ma-yor claridad que en relacion con el carisma.' Un numero enorme depersonas, desde John Lindsay hasta Mick Jagger, han sido califica-das de carismaticas, principalmente en aquellos arnbitos en que es-tos han conseguido interesar a un cierto numero de personas por elresplandor de su personalidad; adernas, la principal interpretaci6nde ese autentico aumento de liderazgos carismaticos en los nuevosEstados ha establecido que se trata del producto de una psicopato-logia estimulada por el desorden social.' En raz6n del psicologismo

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    148 CONOCIMIENTO LOCAL CENTROS, REYES Y CARISMA 149general de esta epoca, tan agudamente observado pOI'Phillip Riefl,el estudio de la autoridad personal se reduce a una investigaci6n so-bre la autorrepresentaci6n y la neurosis colectiva; el aspecto numi-noso desaparece gradualmente de la vista.'

    Sin embargo, unos pocos eruditos, entre los cuales destaca Ed-ward Shils, han pretendido eludir esta esteril reducci6n al cliche neu-freudiano reconociendo el hecho de que existen multiples temas con-tenidos en el concepto weberiano de carisma, que casi todos ellosse hall an mas formulados que desarrollados, y que la conservaci6nde la fuerza del concepto depende de su desarrollo, y pOI'consiguien-te del desvelamiento de la dinarnica exacta de su interacci6n. Entrela ambiguedad producida al tratar de decir demasiadas cos as a lavez y la banalidad que se suscita desvelando los misterios, existe laposibilidad de articular que es 10que hace que algunos hombres des-cub ran [a trascendencia en otros, y que es 10 que estos yen.

    En el caso de Shils, las dimensiones olvidadas del carisma se hanrecobrado a base de subrayar Ia conexi6n entre los valores simb6li-cos que poseen los individuos y su relaci6n con los centros activesdel orden social." Esos centros, que no tienen nada que vel' con lageometria y poco con la geografta, son, esencialmente, lugares enque se concentran los actos importantes; constituyen aquel 0 aquc-1I0s puntos de una sociedad en los que sus principales ideas se vin-culan a sus principales inst ituciones para crear una arena pol it icaen la que han de producirse los acontecimientos que afectan mas escn-cialmente las vidas de sus miembros. Es la participaci6n -inclusola participaci6n antag6nica- en esas arenas y en los acontecimien-tos trascendentes que en elias suceden 10que confiere carisma. Esun signo, no de atracci6n popular 0 de locura inventiva, sino de quese esta cerca del coraz6n de las cosas.

    Hay un buen numero de implicaciones en esa visi6n centrico-entusiasta del problema. Las figuras car ismaticas pueden surgir encualquier ambito de la vida que este 10 bast ante condensado cornupara parecer vital-pueden hacerlo con tanta facilidad en la cicnciao en el arte como en la religi6n 0 en la politica-. EI carisma no apa-rece s610 en formas extravagantes y en momentos cfimeros, sino quees un aspecto permanente, aunque intenso, de la vida social que OC

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    150 CONOCIMIENTO WCALtanto una elite gobernante como un conjunto de formas simbolicasque expresan el hecho de que es en verdad gobernante. No importacuan dernocraticamente sean elegidos los miembros de esa elite (por10 com un, la elecci6n no es demasiado democratical, 0 cuan profun-damente divididos puedan estar entre SI (por 10 comun, mucho masde 10 que los extranjeros imaginan); ellos justifican su existencia yordenan sus acciones en base a una colecci6n de his tori as, cererno-nias, insignias, formalidades y accesorios que han heredado 0inclu-so, en situaciones mas revolucionarias, inventado. Es eso -coronasi _ c : 2 ronaciones, limusinas y conferencias- 10 que seflala al centro

    ! como centro, y 10 que le otorga su aura, no de ser simplemente algo\ importante, sino de estar vinculado de alguna extrafia forma con la

    misma manera en que el mundo esta construido. La seriedad de laalta politica y la solemnidad del alto culto brotan de impulsos masparecidos entre SI de 10 que podria parecer a simple vista.

    Por descontado, esto resulta mas evidente (aunque, como argumen-tare en su momento, no por ella es mas cierto) en las rnonarquiastradicionales que en los regimenes politicos, donde la tendencia in-nata de los hombres a antropomorfizar el poder esta mejor disfraza-da. La intensa concentraci6n sobre la figura del rey y la decidida cons-trucci6n de un culto, a veces de una religi6n completa, alrededor deeste, hace que el caracter simb6lico de la dominaci6n resulte derna-siado palpable como para que sea ignorado aun por los hobbesianosy utilitaristas. Se supone que la verdadera cuesti6n que disimula lacompleja mistica del ceremonial de la corte -que la majestad se hace,y no nace- queda asi demostrada. Una mujer no es una duquesaa cien metros de distancia de un carruaje, Los jefes se transformanen rajas por la estetica de su autoridad.

    Esto se observa con mayor claridad que en cualquier otro lugaren las formas ceremoniales mediante las que los reyes tomaban po-sesi6n simb6lica de sus dominios. En particular, los desfiles reales(entre los cuales, alli don de se da, el de la coronaci6n es el principal)establecen el centro de la sociedad y afirman su conexi6n con lascosas trascendentes al imprimir los signos rituales de su dominiosobre un territorio. Cuando los reyes viajana 10 largo del territorio,hacienda apariciones, asistiendo a fiestas, confiriendo honores, in-tercambiando obsequios 0desafiando a rivales, 10 sefialan, como al-gun lobo 0tigre que extendiera su olor a traves de su territorio, casicomo si formase fisicamente parte de ellos. Como veremos, esto puedeproducirse dentro de marcos de expresi6n y creencia tan variadoscomo el protestantismo ingles del siglo XVI, el hinduismo javanes

    CENTROS. REYES Y CARISMA 151del siglo XIV y el Islam marroqui del siglo XIX; sin embargo, pordivers as que sean sus expresiones, el casu es que se produce y quela dignidad real se presenta mediante formas que hacen algo masque manifestar un mero compromiso con la divinidad.

    LA INGLATERRA DE ISABEL: VIRTUD Y ALEGORfA

    El 14 de enero de 1559, un dia antes de su coronacion, IsabelTudor" -una hija cuyo nacimiento defraud6 las esperanzas de supadre para la sucesi6n, y por consiguiente provoc6 indirectamenteel fallecimiento prematuro de su madre; una princesa ilegitima cuyapretensi6n al trono fue, con todo, casi tan valida como la de su her-manastro y su hermanastra; un foco de des contento durante el rei-nado de Maria; y, en fin, una superviviente de la continua propagan-da difundida por los emisarios espafioles e imperiales que querianeliminarla- particip6 en un gran desfile (habia unos mil caballos,y ella permanecia sentada, cubierta de joyas y ropajes dorados, enuna litera abierta) a traves de los barrios hist6ricos de la ciudad deLondres. De etapa en etapa, y a medida que avanzaba, se desplegabaante ella un enorme espectaculo didactico que la situaba en el paisa-je moral de la resistente capital que, cinco aries atras, tanto habiahecho (0 tanto habia intentado hacer) por Felipe de Espana."

    Partiendo de la Torre de Londres (donde ella misma compar6 acer-tadamente su visi6n de ese dia a la jornada en que Dios rescat6 aDaniel de los leones), continu6 por Fenchurch Street, donde un ninole ofreci6, en nombre de la ciudad, dos regalos -lenguas benditaspara alabarla y corazones leales para servirla-. En GracechurchStreet, presenci6 un tableau vivant Ilamado La unificaci6n de lascasas de Lancaster y York. Este tomo la forma de un arco plantadosobre la calle, cubierto con rosas rojas y blancas, y dividido en tresniveles. En el nivel inferior, dos ninos, que representaban a EnriqueVII, encerrado en un roset6n de rojas rosas, y a su esposa Isabel, en-cerrada en otro de rosas blancas, se sen tab an agarrados de las ma-nos. En el nivel intermedio habia dos nifios mas, representando estavez a Enrique VIn y a Ana Bolena, mientras una pila de rosas rojassurgia del lado de Lancaster y otra de rosas blancas 10 hacia desdeellado de York, para converger sobre ambos. Y en el superior, con-

    * Isabel Tudor, 0Isabel I (15331603), sucesora de Maria I, hija de Enrique VIIIYAna Bolena. (T.)

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    152 CONOCIMIENTO LOCALfundi do entre el rojo y el blanco, se situaba un unico nino, que repre-sentaba a la propia, honrada (y legitima) reina Isabel. En Cornhili,habia otro arco con un nino que representaba a la nueva reina, peroeste se hallaba sentado sobre un trono, sostenido por cuatro burgue-ses vestidos para representar las cuatro virtudes -la Religion Pura,el Amor de los Subditos, la Sabiduria y la lusticia-. Estas, a su vez,pisoteaban con dureza a sus vicios opuestos -la Superstici6n y IaIgnorancia, la Rebeli6n y la Insolencia, Ia Locura y la Vanagloria, laAdulaci6n y el Soborno, personificados tambien por ciudadanosdisfrazados-. Y para que la iconografia no resultase demasiado tan-gencial, el nifio dirigi6 un verso admonitorio a la soberana que pre-tendia representar, explicando su mensaje del siguiente modo:

    Micntras la religi6n sea verdadera, se suprirnira la ignoranciaYcon supoderosa huclla, podra expulsarse la superstici6n de las mentesMientras exista el amor de los subditos, la rebeli6n peligraraY con el celo del principe. podra doblegarse la insolencia.Mientras haya justicia, podran cercenarse las lenguas lisonjeras y cl

    [sobornoMientras la locura y la vanagloria cedan sus manos a la sabidu riaAsiel gobierno y el buen juicio, sin desviarse del camino recto,Y aunque todo se desmorone sin razon, quedaran en pie.?Una vez aleccionada, la reina siguio avanzando hacia Sopers-Lane,

    donde habia no menos de ocho nifios, dispuestos en tres niveles. Es-tos, como anunciaban las tablillas que estaban suspendidas por en-cima de sus cabezas, representaban las ocho bienaventuranzas de sanMateo, bienaventuranzas que, segun describia un poema que al l i serecitaba, habian de formar parte del caracter de la reina, para so-breponerse con ellas a los perjuicios y peligros que debia enfrentaren su camino hacia el trono (

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    154 CONOCIMIENTO lDCAldonde es recibida con dragones y leones dorados, una copa de oroy una Biblia ortodoxa. En 1574, le llega el turno a Bristol (existe unabatalla simulada en la que un pequefio fuerte llamado politica de-bil es capturado por otro mayor, llamado belleza perfecta), En1575, visita el castillo del conde de Kenilworth, cerca de Coventry,donde se representa a Triton sobre una sirena, a Arion sobre un del-fin, a la Dama del Lago, y a una ninfa llamada Zabeta, que conviertea los amantes en arboles; y mas tarde, entra en Worcester. En 1578las rosas rojas y blancas y Debora reaparecen en Norwich, acornpa.nadas por la Castidad y la Filosofia, derrotando a Cupido. Y conti-nuan esas interminables peregrinaciones, que provocaban tan a me-nudo la desesperacion de sus ministros. -en 1591 se desplaza aSussex y Hampshire, en 1592 a Sudeley y,otra vez,a Oxford-v." En1602, un afro antes de su muerte, realiza un ultimo desfile, en Hare-field Place. Aparece el Tiempo, como le ocurrio ese primer dia enCheapside, pero esta vez con las alas cortadas y los relojes de arenadetenidos.!' El desfile real, senala Strong para el caso de Isabel I-el mas legendario y afortunado de todos [sus]exponentes v=-, con-sistia en los medios por los que se promovia sistematicamente elculto a la virgen imperial." EI carisma que el centro habia forja-do (yque en realidad era bastante deliberado) para la reina, a partirde la simbologia popular de virtud, fe y autoridad de la que era por-tadora en provincias, junto con un sentido mas claro de la diploma-cia que el de los ministros pragrnaticos que se le opusieron, hizo deLondres tanto la capital de la imaginacion politica de Inglaterra comola de su gobierno.

    Esa imaginacion era alegorica, protest ante, didactica y pictori-ca; existia gracias a las abstracciones morales proyectadas en los em-blemas. Isabel I era tanto laCastidad, la Sabiduria, la Paz, laBellezaPerfecta y la Religion Pura como la reina (en una hacienda de Hert-ford, era incluso la Seguridad en el Mar); y por ser reina, era todasesas cosas. La totalidad de suvida publica -0, mas exactamente, laparte de su vida que el publico podia contemplar- se transform6en una especie de mascara filos6fica en la que cualquier cosa repre-sentaba alguna gran idea, y nada tenia lugar sin que se recurriesea la parabola. Incluso su entrevista con el duque de Anjou, posiblemente el hombre que mas cerca estuvo de casarse con ella, se con-virtio en una Ieccion de moralidad; el duque se present6 ante ellasentado sobre una roca arrastrada hacia ella por el Amor y el Desti-no, que tiraban de cadenas de oro." Poco importa si esto es roman-ticismo 0neoplatonismo; 10 que verdaderamente importa es que Isa-

    CENTROS. REYES Y CARISMA 155bel I gobernaba un reino en el que las creencias resultaban visibles,y donde ella no era sino la mas sobresaliente de estas,

    Centro del centro, Isabel I no solo acepto su propia transforrna-doh en una idea moral, sino que adernas coopero activamente conesta. Basandose en ello -a su consentimiento para mantenerse enel poder, no por la gracia de Dios, sino par las virtudes que este ledestino y especialmente por la versi6n protestante de tales virtudes-se gesto su carisma. Fue la alegoria la que le afiadio su magia, y laalegoria repetida laque la sostuvo. Cuan impresionante y significa-tiva debio haber sido para los espectadores, escribe Bergeron so-bre ese obsequio de una Biblia inglesa que le hace la hija del Tiem-po, para que estos contemplasen la Verdad en la union visible consunueva soberana ...LaVerdad ha escogido moralmente entre el bien-la montana florida, el futuro, Isabel- y elmal -la montana este-ril, el pasado, una religion y una reina falsas-. Tal es el camino dela salvacion. "

    LA JAVA DE HAYAM WURUK: ESPLENDOR Y JERARQufA

    No obstante, existen otras maneras de relacionar la naturalezade un soberano con lade sureino que no pasan por suparticipacion~~~?milias pintadas; en la medida en que las imaginaciones mora-les difieren entre si, tambien 10 hacen las politicas, por 10 que no todo

    '

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    156 CONOCIMIENTO LOCALIncluso en un escenario tan poco populista como este, el desfile

    real era una instituci6n importante, como puede observarse en el textopolitico m.as impo.rtante de la Java hindu, el Negarakertagama, poe-rna nar ratrvo del siglo XIV que no s610 pivota en torno al desfile realsino que de hecho forma parte de el. 20 El principio basico de las ar.tes politicas indonesias -que la corte deberia ser una copia del cos-mos y el reino una copia de la corte, con el rey suspendido liminal-r_nenteentre dioses y hombres, como imagen mediadora entre ambosordenes- es expuesto de una forma casi esquematica. En el centroy la cuspide, el rey; a su alrededor y a sus pies, el palacio; en tornoal palacio, la capital, leal y sumisa, en torno a la capital, el reino,presto a mostrar obediencia, y finalmente el mundo exterior -to-do dispuesto en un orden concentr ico, una estructura de circulos su-cesivos que representa no s610 la estructura de la sociedad, sino, comoun mandala politico, la del universo en su conjunto:

    La capital real en Majapahit es el Sol y la Luna,incomparable;Los numerosos sefiorios, con sus envolventes arboledas

    son halos en torno al sol y la luna;Las restantes y numerosas ciudades del reino... son estrellasy planetas;Y las restantes y numerosas islas del archipielago

    son reinos-anillo, Estados independientes,arrastrados hacia la presencia real."

    Es esta estructura, la geometria profunda del cosmos, la que con-memora el poerna, y dentro de la cual, a caballo entre el ritual v lapolitica, encaja el desfile real. .

    El poema se abre con una glorificaci6n al rey. El es a la vez Sivae? f?rma material -el igual del hacedor del dia, durante cuyo na-cirrnento entraron en erupci6n los volcanes y tembl6 la tierra- v untriunfante senor que ha derrotado a toda la oscuridad que hay ene~ mundo

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    158 CONOCIMIENTO LOCALdetras de ellas, sentado sobre un palanquin y rodeado por docenasde esposas, escoltas personales y sirvientes, se situaba el rey, ado-.nado con oro y joyas, resplandeciente. Dado que cada princesa re-presentaba uno de los puntas cardinales (sefialado en su carro porlos simbolos tradicionales, y en su persona por su titulo, que la aso-ciaba con el distrito del pais que se hallaba en la direcci6n apropia-da respecto a la capital), y puesto que el rey representaba el centroen el que todos convergian, el orden mismo de la marcha expresabala estructura del cosmos -reflejada en la organizaci6n de la corte-ante el pais entero." Toda esa representaci6n de la simetria del cie-10en la confusi6n de la tierra se ofreci6 para que, a su vez, el paisentero la concluyese, tomando ejemplo del mismo disefio,

    Las altos de esta pes ada caravana -en ermitas de la selva, en es-tanques sagrados, en refugios de montana, en centros sacerdotales,en santuarios ancestrales, en ternplos estatales, a 10 largo dellitoral(donde el rey, flotando en el mar, compuso algunos versos para apla-car los demonios que en el habitaban)- no hicieron sino reforzarla imagen de un espectaculo metafisico de ruta." Alli donde llega-ba Hayam Wuruk, era agasajado con todo tipo de lujos -tejidos, es-pecias, animales, flores, tambores, yescas, virgenes-, muchos de loscuales, excepto estos ultirnos, redistribuia de nuevo, aunque s610 fueseporque no podia cargar con todos ellos. En todas partes se celebra-ban ceremonias, mientras se amontonaban las of rend as: en los do-minios budistas, ceremonias budistas; en los sivaitas, ceremonias si-vaitas, y en muchos lugares ambas a la vez. Anacoretas, letrados,sacerdotes, abates, chamanes y sabios se presentaban ante el, pre-tendiendo que entrase en contacto con las energias sagradas; y vir-tualmente en cad a ciudad, en ocasiones en meros campamentos, ce-lebraba audiencias publicas, tarnbien en gran parte ceremoniales,para las autoridades locales, mercaderes y principales plebeyos.Cuando habia lugares hasta los que no podia llegar -Bali, Madura,Blambangan-, sus caciques viajaban para entrevistarse con el, lle-vando regalos intentando superarse entre si en las formas de defe-

    - rencia. Todo ello constituia un vasto ritual que pretendia ordenar elmundo social al enfrentarlo con una magnificencia otorgada desde

    ... arriba y con un rey tan exactamente imitativo de los dioses que apa-recia como uno de ellos para aquellos que estaban por debajo de el,

    En resumen, en lugar del moralismo cristiano, el esteticismo in-dico. En la Inglaterra del siglo XVI, el centro politico de la sociedadera el punto en el que la tensi6n entre las pasiones que suscitaba elpoder y los ideales a los que se suponia que servia era exprimida

    CENTROS, REYES Y CARISMA 159hasta alcanzar su ton a mas alto; y el simbolismo del desfile era, con-~entemente, admonitorio y pactista: los subditos aconsejaban, yIa reina prometia. En la Java del siglo XIV, en cambio, el centr~ era'~lpunto en el que tal tensi6n desaparecia en un resplando: de sime--tria c6smica; y el simbolismo era, consecuentemente, e]empla.r Ymlmetico: el rey se exhibia, y los subditos le imitaban. Como el isa-Delino, el desfile de Majapahit exp~mia los temas dominantes del pe?-samiento politico -la corte refleja el mundo que el mundo debenaimitar; la sociedad prospera en la medida en que asimila este hecho;yes la dignidad del rey, poseedor del espejo, la que asegura que seproduzca tal asimilaci6n-. En este caso, es la analogia, y no la ale-goria, la que afiade la magia:

    El conjunto de Java ha de ser como la capital del dominiodel rey;Los millares de chozas de campesinos han de sercomo las mansiones de los cortesanosque rodean el palacio;

    Las otras islas han de ser como tierras cultivadas,felices, serenas;Los bosques y montafias han de ser como los jardines,todos puestos en pie por el, en paz en su espiritu.l"

    EL MARRUECOS DE HASAN I: MOVIMIENTO Y ENERGfAPor supuesto, no es necesario que el poder quede engalanado de

    virtud 0 encadenado a la cosmologia para que sea percibido comoalgo mas que una mera fuerza al servicio del interes: su numinosi-dad_puede simbolizarse directamente. En el Marruecos tradicional,elMarruecos que fue, como 10llamaba Walter Harris, el poder per-sonal, la capacidad para hacer que las cosas ocurriesen del modoen que se queria que ocurriesen -con el fin de dominar- era en simismo el mas seguro de los signos de gracia." En un mundo de vo-luntades que doblegan voluntades, y con la voluntad de Ala doble-gandolas a todas, la fuerza no tenia que representarse de una formadistinta a la que ya tenia, para poder asi revestirla de un significado!-~scendentaL Como Dios, los reyes deseaban y exigian, juzgaban y.decretaban, sancionaban y premiaban. C'est son metier: no se reque-ria de ningun pretexto para gobernar.

    Evidentemente, esa capacidad era necesaria, y adquirirla no erafacil en un ambito tan vasto y movedizo en el que materialmente cien-

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    160 CONOCIMIENTO LOCALtos de jefes politicos se dedicaban respectivamente a desarrollar unaestructura mayor 0 menor de apoyo personal para si mismos. Paracanonizar a su soberano, Marruecos no poseia ni la jerarquizacio-,del hinduismo medieval ni el salvacionismo de la reforma anglica-na; poseia unicarnente un acusado sentido del poder de Dios, asi COl11ola creencia de que ese poder se presentaba en el mundo a traves delas proezas de hombres vigorosos, la gran mayoria de los cuales eranreyes. En todas partes, la vida politica era un choque de personal i-dades, e incluso en los Estados mas centralizados, ciertas figuras depoca importancia se resistian al centro; sin embargo, en Marruccos,ese antagonismo no se consideraba como algo que entrase en con-flicto con el orden de las cos as, disruptivo de la forma 0subvcrsivode la virtud, sino como su mas pura expresi6n. La sociedad era aeo-nistica -un torneo de voluntades-; de forma que la monarquia \el simbolismo la ensalzaban. En Marruecos, no resultaba Facil dis-tinguir los desfiles de las incursiones belicas.

    Politicamente, el Marruecos de los siglos XVIII y XIX consistiaen una monarquia guerrera centrada en las llanur~s atlant icas, unenjambre de tribus (cuando menos esporadicamente sumisas) si-tuadas en las regiones fertiles dentro del radio del acci6n inmediato,y un enjambre menos intrincado de tribus (s610 muy ocasionalmcn-te sumisas) distribuidas por las montanas, estepas y oasis que bor-deaban el pais.V Religiosamente, consistia en una dinastia jerifiana(es decir, que afirmaba descender del profeta Mahoma), un buen nu-mero de eruditos, juristas, maestros y escribas coranicos (ulcmas , yuna multitud de hombres sagrados, vivos y muertos, investidos depoderes milagrosos, los famosos morabitos." En teoria. esto cs, enla teor ia islarnica, los arnbitos politico y religioso eran uno solo, elrey era califa y cabeza de ambos, y el Estado era de ese modo unateocracia; pero era una teoria que nadie, ni siquiera el rey, podia con-siderar mas que como un mero ideal olvidado ante una situacion enla que los aventureros cari srnaticos surgian constantemente porto-dos los lados. Si la sociedad marroqui posee algun principio motriz,probablemente es que uno s610 posee genuinamente aquello que tie-ne la capacidad de defender, ya sea la tierra, el agua, las mujeres,los socios comerciales 0la autoridad personal: por mucha magia quetuviese un rey, este tenia que protegerla tenazmente.

    La magia se percibia en base a otra famosa idea nortcafricana:baraka.r En un intento de clarificarla, la baraka ha sido com para-da a un buen nurnero de cosas -mana, caris rna, electricidad espi-rituai-, ya que constituye una asignaci6n de poder sobrenatural

    CENTROS, REYES Y CARISMA 161que, una vez recibida, los hombres pueden utilizarla de un modo tannatural y pragmatico, para prop6sitos tan egoistas y mundanos, comoquieran. Pero 10que define mayormente la baraka, y por consiguien-te la contrapone de algun modo a esos conceptos mas 0 menos simi-lares, es que esta radicalmente individualizada, esto es, que consti-tuye una propiedad de las personas que toma el aspecto de la fuerza,el coraje, la energia 0 la ferocidad y que, como estas, se halla distri-buida arbitrariamente. En efecto, en un sentido, es un terrnino su-mario que resume esas cualidades, las virtudes activas que, por otraparte, permiten que algunos hombres prevalezcan sobre otros. Porello, dominar, ya fuera en una corte 0 en una facci6n de las monta-fias, significaba demostrar que uno tenia baraka, que Dios se la ha-bia otorgado junto con la capacidad de dominar, un talento que s610se ocultaba con la muerte de su detentador. No era una condici6n,como la castidad, 0 un rasgo de caracter, como el orgullo, que res-plandeciese por si mismo, sino un impulso que, como el deseo, s610existe en raz6n de su impacto. Como cualquier cosa que el rey hacia,los desfiles fueron disefiados para dar sentido a ese impacto, y masparticularmente, para darlo ante aquellos que podian creer que supropio impacto fuese comparable al del rey.

    ED-lugar de ser ocasionales 0 peri6dicos -y constituir por 10tantoun programa de actividades fijas-, el desfile real marroqui era casi~uo. El trono del reyes su silla de montar, rezaba un prover-bio, y el cielo su baldaquin.. Las tiendas reales nunca se guardan,rezaba otro. Parece que el gran consolidador de la dinastia, a caballoentre el siglo XVII y XVIII, el hombre que dio legitimidad a su bara-ka, Mulay Ismail, pas6 gran parte de su reinado bajo las lonas. (se-gun sefiala un cronista, durante la primera parte de este no lleg6 apasar un ario entero en su palacio); e incluso Mulay Hasan (muertoen 1894), el ultimo de los reyes marroquies del antiguo regimen, es-taba de viaje normalmente seis meses al afio, demostrando su sobe-rania a los escepticos." Adernas, los reyes no mantenian una unicacapital, sino que trasladaban nerviosamente la corte entre las llama-das ciudades imperiales -Fez, Marraquech, Meknes y Rabat-, deforma que en ninguna de ellas se sentian real mente en su hogar. Elmovimiento fue la norma, y no la excepcion..y aunque un rey no po-f f i a , Como Dios, estar en todas partes a la vez, al menos podia in t en-tar dar la impresi6n de que si 10 estaba: Nadie podia estar segurode que el sultan no Ilegaria a la cabeza de sus tropas al dia siguiente.Durante aquellos dias, las personas mas inflexibles estaban prepa-radas para negociar con [sus] funcionarios, y lograr unos terrninos

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    162 CONOCIMIENTO LOCALque satisficieran al soberanos.x Al igual que sus rivales, el centroestaba en constante rnovirniento: Desplazate, y confundiras-atus ad-versarios, anunciaba otro proverbio marroqui, sientate, y seninellos los que te confundan.. ~a.co~te en rnovimiento recibia, bien el nombre de mehalla; quesignifica literalmente alto en el camino, campamento, perno.-,ta, 0bien el de harka, que significa literalmente rnovimiento, agi-tacion, accion, y ella dependia del enfasis que quisiera darse alos aspectos gubernamentales 0militares de esta. Normalmente, elrey acampaba en una zona cualquiera desde varios dias hasta variusmeses, para luego desplazarse, mediante sucesivas etapas, a otra, don-de permanecia por un periodo similar, recibiendo a los jefes localesy demas notables, celebrando fiestas, enviando expediciones puniti-vas cuando era necesario, yen general dandose a conocer. Esto ulti-mo apenas entranaba dificultad alguna, pues un campamento realconstituia una vision impresionante, un vasto mar de tiendas, solda-dos, esclavos, anirnales, prisioneros, armamento y sequito. En 1893Harris estimaba que habria unas 40.000 personas en el campamen-to de Mulay Hasan (una extrana mezcolanza de confusi6n ilimitaday perfecto orden sucediendose entre si en ... rapida sucesion) en elTafilalt, y cincuenta 0 sesenta tiendas unicamente en el recinto real.Incluso en una fecha tan tardia como 1898, cuando empezaba a vis-lumbrarse el fin de todo esto, Weisgerber habla de miles de hom-bres y bestias en el campamento de Mulay Abdul Aziz en el Chaouia,que asimismo describe, menos romanticarnente, como un enormelago de barro infecto.'?

    La movilidad del rey era asi un elemento central de su poder: elreino fue unificado -en la muy relativa medida en que estaba unifi-cado y constituia un reino- gracias a una inquieta busqueda del con-tacto, mayormente agonistico, con literalmente cientos de centros me-nores de poder situados en su interior. El conflicto con los grandeshombres locales no tenia que ser necesariamente violento, y ni si-quiera 10 era usualmente (Schaar cita la maxima popular segun lacual el rey empleaba noventa y nueve artirnanas, entre las que las ar-mas de fuego no constituian sino la centesima de estas), pero era inter-minable, especialmente para un rey ambicioso, que desease construirun Estado -una refriega, una intriga, un negociaci6n tras otra->."Era una ocupacion agotadora, que solo los mas infatigables podianresistir. La que la castidad significaba para Isabel de Inglaterra y Iamagnificencia para Hayam Wuruk, 10 era la energia para Mulay Is-mail 0Mulay Hasan: cuanto mas lejos pudiera desplazarse el rey, cas-

    CENTROS, REYES Y CARISMA 163tigando a un oponente aqui, concertando una alianza alla, mas crei-ble podia hacer su pretension a una soberania conferida por Dios.Pero solo en esa medida. El saludo tradicional que las multitudes[endian al rey itinerante, Allah ybarak f-'amer std: -Dios te ha con-cedi do la baraka para siernpre, mi Sefior s=-, era mas equivoco de 10que parece: el para siempre finalizaba cuando 10hacia la autoridad.

    No existe un ejemplo mas patetico del grado en el que este hechodetermin6 la conciencia de los gobernantes marroquies, ni tam pocoun testimonio mas amargo de su realidad, que el ultimo y terribledesfile real de Mulay Hasan. Frustrado por los escasos frutos de susreformas administrativas, militares y economicas, amenazado en to-das partes por la intromisi6n de los poderes europeos, y agotado trasveinte afios de tratar de mantener unido al pais basicamente por lafuerza de su personalidad, Mulay Hasan decidio, en 1893, dirigir unaexpedici6n de gran envergadura al santuario del fundador de su di-nastia en el Tafilalt, un oasis en las estribaciones deserticas, a 450quilometros al sur de Fez. Un largo, arduo, peligroso y caro viaje, em-prendido al parecer en contra de la opini6n practicamente general,que constituy6 posiblemente la mas grande mehalla llevada a caboalguna vez en Marruecos -un esfuerzo de autorrenovaci6n dramati-co, desesperado y, una vez concluido, desastroso.

    La expedicion, compuesta por treinta mil hombres reclutados delas tribus leales de las llanuras atlanticas que se desplazaban en sumayo ria a lomos de mulas, dejo Fez en abril, atravesando el Medioy Alto Atlas en verano y a principios de otorio, y lleg6 al Tafilalt ennoviembre.'? Puesto que s6lo se permiti6 que un europeo, un doctorfrances, acornpafiara a la expedicion, y puesto que este era un obser-vador indiferente (parece que no estableci6 ninguna relacion con losnativos), no disponemos de demasiadas informaciones sobre el via-je, excepto que fue penoso. Aparte de los obstaculos simplemente fi-sicos (los pasos de mayor altitud, cercanos a los 2.500 metros, y uncamino que apenas era una pista trazada a traves de las rocas), dela carga del equipaje, t iendas y armamento (incluso se arrastraroncanones), y de los problemas logisticos derivados de la necesidad dealimentar a tantas personas y animales, el area en su conjunto esta-ba salpicada de tribus bereberes conflictivas, por 10 que debia evi-tarse, unas veces con amenazas, otras con sobornos y ocasionalmen-te con la fuerza, que esas tribus se cornieran la caravana. Sinembargo, aunque hubo ciertos momentos dificiles, y aunque la ex-pedicion se demor6 seriamente, al parecer no sucedi6 nada particu-larmente fatal. Las jeques se acercaban a la expedicion, acompafia-

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    164 CONOCIMIENTO LOCALdos por docenas de sus hombres; se ofreci6 la hospitalidad real; y,en medio de vistosas exhibiciones de equitaci6n y pericia con las ar-mas de fuego, se intercambiaron regales, se sacrificaron toros, se re-caudaron impuestos y se juraron lealtades. S610una vez llegados alsantuario y cumplidas las oraciones comenzaron los problemas.

    Es probable que el rey, deshecho su programa por la demora enel paso del Atlas y con suejercito enfebrecido y desnutrido, hubiescpreferido permanecer en el oasis durante el invierno, pero una com-binaci6n de factores provocaron que suestancia no se prolongara masde un mesoLas tribus bereberes, particularmente las meridionales,que eran aun mas beligerantes, todavia constituian una preocupa-ci6n; existia el temor a un regicidio por parte de agentes francesescontrolados desde el sur de Argelia; del norte, llegaban noticias degraves combates entre marroquies y espafioles en el Mediterraneo,en los limites del pais. Pero tal vez el factor que mas influy6 en ladecisi6n de intentar retornar a las llanuras en un momenta tan ino-portuno fue el debilitamiento de los poderes del propio Mulay Ha-san. Harris, que 10via con sus propios ojos en el Tafilalt, Ieencontroterriblemente envejecido s610en comparaci6n ados afios atras (Mu-lay Hasan debla andar por los 45 afios)-cans ado, cetrino, encaneci-do prematuramente-; y lamisma sensaci6n de tiempo perdido queaparentemente Ie empuj6 hacia el sur Ie llev6 de nuevo hacia el nor-te, cuando el viaje a sus origenes no consigui6 restablecerlo.

    En cualquier caso, la expedicion, no compuesta ya sino por unosdiezmilleales, sali6 en diciembre hacia Marraquech -tres semanasde marcha por el AltoAtlas desde el este, a traves de una regi6n sicabe mas severa, geografica y politicamente, que la que ya se habiaatravesado-. Para empeorar las cosas, esta vez era invierno, y el cpi-sodio se transform6 en una especie de retirada de Moscu:

    En el momenta en el que su ejercito hubo alcanzado las estribacio-nes del Atlas, comenzaron a caer las nieves invernales; puesto que as-cendieron a una gran altitud por el macizo principal, un numero cadavezmayor de camellos, mulas ycaballos desfallecieron porcausa delham-bre, cayendo por los profundos taludes y muriendo. S610sus cuerpos scinterpusieron entre el resto de la harka y el hambre, por 10que las bcs-tias supervivientes se tambaleaban hacia arriba cargadas con la pocacarne que pudo salvarse de los cadaveres de sus congeneres. Una nubcde cuervos, milanos y buitres seguia al ejercito. Cientos de hombres 1110-dan diariamente, y quedaban insepultos sobre la nieve,liberados de aqLlc-Ilos andrajos que habian poseido hasta cntonccs.i''

    CENTROS, REYES Y CARISMA 165Cuando se alcanz6 Marraquech, mas de un tercio del ya reducido

    'ercito se habia perdido; y fue Harris, hombre dotado de gran movi-fldad (fue corresponsal del Times londinens,e) y ateI_1to.la llegadade la expedici6n, el que encontr6 al rey, no solo envejecido, smo mo-ribundo:

    La que era perceptible en el Tafilalt se habia hecho evidente ahora.El sultan se habia convertido en un anciano. Mancillado y agotado portanto viaje, cabalg6 a lomos de suhermoso caballo blanco con sus ri.di-culas galas verdes y doradas, mientras sobre una cabeza que era la VIvaimagen del sufrimiento se agitaba la sombrilla imperial de terciopelocarmesi. Tras el,por el interior de laciudad vagaba en desorden una hordade hombres y animales agonizantes, tratando de consolarse pensandoalmenos en el hecho de que ese terrible viaje habia llegado a sufin, aun-que demasiado enfermos y hambrientos como para poder celebrarlo"El rey permaneci6 en Marraqueeh hasta la primavera, intentan-

    dorecuperar sus poderes; pero entonees, con una inquietud renova-dapor la deteriorada situaci6n del norte, y debido a laneeesidad queallise tenia de supresencia, se puso de nuevo en movimiento. Habiallegado unicarnente hasta Tadla, a unos 160 quil6metros de Marra-quech,cuando sufri6 un colapsoymuri6. En cualquier caso, sumuer-te fue disimulada por sus ministros. Estos consideraban que, enausencia del rey, la caravana podria disolverse y las tribus caer so-bre ella, y que los conspiradores que apoyaban a otros candidatospodrian tratar de impedir la subida al trono del sucesor electo deMulayHasan, suhijo de doce afios,Mulay Abdul Aziz.De este modo,se anunci6 que estaba simplemente indispuesto, y que reposaba enprivado mientras sucadaver era depositado sobre un palanquin pro-vista d~cortinas, al tiempo que la expedici6n reemprendia su cami-nohacia Rabat a un ritmo frenetico, brutal bajo el calor del verano.Se llev6comida a [a tienda del rey, para recogerla mas tarde, comosi se hubiese consumido. Los escasos ministros que estaban al co-rriente se apresuraron a entrar y salir de su tienda, como si todaviadirigiese sus tareas. Incluso sepermiti6 que unos pocos jeques loca-les, advertidos de que estaba durmiendo, atisbaran en el interior delatienda. Dos dias mas tarde, en elmomento en que eldesfile se acer-caba a Rabat, el cadaver del rey habia empezado a oler tan mal quedebi6anunciarse sumuerte; pero, en ese instante, las tribus peligro-sas ya habian quedado atras, y Abdul Aziz,una vez sus partidariosfueron informados del hecho por un correo, habia sido proclamadorey en la ciudad. En dos diasmas, la cornpafiia, reducida basicamente

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    166 CONOCIMIENTO LOCALa los viejo.sministros ?el rey y a suguardia personal -mientras lo srestantes iban a la denva 0 se habian descolgado con anterioridad_entro renqueante en Rabat, sumergida en el hedor de lamuerte real:

    Debe haber ~id~ una ~rocesi6n horrible, por la descripci6n que deella me proporciono su hijo Mulay Abdul Aziz [escribi6 Walter Harris]:la a~resurada llegada del tambaleante palanquin que transportaba suternble carga, tras llevar cinco dias muerto bajo el enorme calor del ve.rano; la escolta, que se.~abia v~ndado el rostro con pafiuelos -aunquetampoco esta precaucion podia protegerlos del constante peligro de~idemia-, e incluso las mulas que transportaban el palanquin pare.clan afectadas por la horrible atm6sfera, y amenazaban de tanto en tan-to con escaparse.vY asi, agotado su impulso, el desfile que se habia iniciado mas

    de un afio arras llego a su fin, y con el, practicamente dos decadasde ajetreo de un rincon a otro del pais, defendiendo la idea de la rno-narquia religiosa. En efecto, este fue mas 0menos el final del mode-10 en su conjunto, pues los dos reyes siguientes -uno de los cualesreino durante catorce afios, y el otro durante cuatro-* intentaronsolo unas pocas harkas bastante irregulares en una situacion en ra-pida desintegracion, y los franceses, que controlaron la situacion trasellos, convirtieron en prisioneros de palacio a los dos reyes que lessucedieron. Inmovilizados, los reyes marroquies estaban tan muer-tos como Hasan, y su baraka no resultaba sino impotente y te6rica.Porque la baraka no consistia en encarnaciones deuna virtud reden-tora, ni tampoco en reflejos del orden cosmico, sino en explosionesde esa energia divina can la que los reyes marroquies aconsejabana sus subditos, aunque incluso la explosion mas diminuta necesitaun espacio en el que pueda tener lugar.

    CONCLUSION

    Llegados a este pun to, la reaccion mas sencilla ante toda esta dis-gresi6n sobre monarcas, sus galas y sus peregrinaciones es que estase refiere a un pasado yaconcluido, a una epoca, empleando las fa-mosas palabras de Huizinga, en laque elmundo era quinientos anos. * Los dos sultanes son, por un lado, e l ya mencionado Mulay Abdul Aziz. que re i-

    no ent re 1894 y 1908 , y su hermano Mulay Hafid, que 10 hizo ent re los anos 1908 y1912, ano de la instauraci6n del Protectorado frances. (T.)

    CENTROS, REYES Y CARISMA 167mas joven y todo estaba mas claro. Todos los saltamontes y abejasdoradas han desaparecido; la monarquia, en el estricto sentido deltermino, fue destruida ritualmente en un cadalso en Whitehall en1649y en la Place de la Revolution en 1793;los escasos fragmentosque quedan en el TercerMundo no son sino eso -fragmentos, reli-quias de reyes cuyas posibilidades de tener sucesores disminuyendiaa dia." Inglaterra posee hoy dia una Isabel II, que puede ser tancasta=-mas. probablemente- como la primera, yque es debidamenteelogiadaen los actos publicos, aunque el parecido concluya aqui: Ma-rruecos posee un Hasan II, pero recuerda mas a un coronel francesque a un principe arabe: y el ultimo representante del prestigiosolinaje de los reyes indico-javaneses, Hamengku Buwono IX, una vezabolidas legalmente sus funciones reales en 1977,es el modesto, untanto intelectual y vagamente socialista vicepresidente de la Repu-blica de Indonesia, a cuyoalrededor yani siquiera giran los mas pe-quefios planetas.

    Sin embargo, aunque todo eso resulta bastante cierto, no por elladejade ser superficial. Larelevancia del hecho hist6rico para el ami-lisis sociologico no reside en la proposicion, que no es cierta, de quenoexiste nada en el presente sino el propio pasado, 0bien en analo-giasfaciles entre instituciones extinguidas y lamanera que tenemosdeviviren la actualidad. Reside en la percepcion deque, aunque tantolaestructura como las expresiones de la vida social cambian, las ne-cesidades internas que la animan no 10 hacen. Lostronos pueden es-tar pasados de moda, y el boato tambien: pero la autoridad politicatodavia requiere un marco cultural en el que definirse a si mismayeil el que plantear sus demandas, y eso plantea una serie de con-tradicciones. Unmundo completamente desmitificado es un mundo- - -'pletamente despolitizado; y aunque Webernos auguro ambas co-sas -especialistas sin alma en una jaula de hierro burocratica->, el"--cursode los acontecimientos transcurridos desde entonces, con susSukarn~, Churchill, Nkrumah, Hitler, Mao, Roosevelt,Stalin, NasserY DeGaulle, sugiere que 10 que murio en 1793(en la medida en que1 0 hizo)fue una cierta concepci6n de la afinidad entre la clase de po-der que moviliza a los hombres y la que mueve montafias, y no lasensaCion de que exista un tipo determinado de poder.

    Lateologia politica (para retornar a un terrnino deKantorowicz)~~ersigloveinte aun no ha sido escrita, aunque se han producido es-.i!!er~9stangenciales aqui y alla. Pero esta existe-0, mas exactamen-te,existen varias formas de esta=-, y hasta que no sea tan bien com-~rendida como la de los Tudor, la de Majapahit 0 la de los alauitas,

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    168 CONOCIMIENTO LOCALuna gran parte de la "ida publica de nuestros tiempos permaneceraen la penumbra. Lo extraordinario no ha desaparecido de la politicamodern a, por mucho que pueda haberse introducido en ella 10 ba-nal. El poder no solo embriaga; tarnbien exalta.

    Por eso, sin importar cuan periferica, efirnera 0indecisa puedaresultar la relacion de la figura carismatica con el poder -el profe-ta mas extravagante, el revolucionario mas pervertido-, debemos co-menzar por el centro, y por los simbolos y concepciones que alii pre-dominan, si queremos comprenderlo y saber que significa. No csaccidental que los Estuardo posean un Cromwell y los Medici un Sa-vonarola -0, puestos a ello, que los Hindenburg posean un Hitler-.Cada verdadera amenaza carismatica que se produjo en elMarruccosalauita adopto la forma de una figura con un cierto poder local quereclamaba para si una enorme baraka al tomar parte en acciones -s-si-ba, literalmente, insolencia-> ideadas para exponer la debilidad delrey presentandolo como un ser incapaz de hacerles frente; y Java hasido continuamente acosada por misticos locales que ernergian detrances absorbentes para presentarse ante el mundo como su sobe-rano ejemplar (Ratu Adil), imageries correctivas de un orden perdidoy de una forma oscura." En efecto, ahi reside la paradoja del caris-rna: aunque se vincule con la sensacion de hallarse cerca del cora-zon de las cosas, de pertenecer al reino de 10 serio, al modo de unsentimiento experimentado de forma mas caracteristica y continuapor aquellos que de hecho dominan las actividades sociales, que ca-balgan en desfiles y otorgan audiencias, sus expresiones mas llama-tivas tienden a aparecer entre personas situadas a cierta distanciadel centro, a menudo a una distancia bastante grande, y que practi-camente por ella desean fervientemente aproximarse a este. Tantoen la politica como en la religion, la herejia es hija de la ortodoxia.

    Y tanto la ortodoxia como la herejia son universales, como 10 cons-tatamos, por habil que pueda ser una policia secreta, cuando los tra-bajadores se rebelan en la Alemania del Este, los tolstoianos romanticos reaparecen en Rusia 0, 10 que es mas extrafio, los militarespopulistas salen a la superficie en Portugal. La implicacion de la vidapolitica en concepciones generales sobre la cornposicion de la realidad no desaparecio junto con la continuidad dinastica y el derech?divino. Ouien posee que, cuando, don de y como es una concepciontan culturalmente caracteristica de 10 que es la politica, y en ciertosentido tan trascendental, como la defensa de la sabiduria y el buenjuicio, la conmernoracion del igual del hacedor del dia, 0el ca-prichoso flujo de la baraka. Ademas, hoy dia tam poco es menos ca-

    CENTROS, REYES Y CARISMA 169paz de un cierto espectaculo complaciente, ya sea para alabar 0 de-safiar al centro:_"Acornpano al equipo de prensa de Humphrey a una de las escalas de

    Hubert, una escuela para nifios disminuidos, para sordos y retrasados.Estrecha las manos a cada una de las hermanas. Acada una. Y a todoslos nifios que estan a su alcance. El programa estipula unos veinte mi-nutos. Emplea trece en estrechar manos. La conversaci6n prosigue du-rante otros veinte minutos, 0 veinticinco, 0 treinta. Lasmanos del pobresacerdote que esta intentando traducir en un lenguaje de signos se can-san...treinta y cinco minutos, otro hombre sustituye al traductor... Yalgunos de los mas grandes hombres de la historia tenian rninusvalias,trata de pensar en uno, sus ojos brill an, sus mejillas adquieren esa son-risa familiar, la expresi6n conocida, Thomas Edison. Todos tenemos mi-nusvalias ...iCual es la palabra mas importante de la lengua inglesa?:"jServicio!". Yla segunda palabra mas importante es "jamor!" iYcuales son las cuatro ultirnas letras de la palabra americano? YoPUE-Do.*Miradlas atentamente. Escribidlas. Yopuedo. Vosotros podeis, Vo-sotros sois importantes. Sois estupendos. Dios os bendiga. Aparecen la-grimas en sus ojos, las mismas que tanto le disgustan en la televisi6n.Sucabeza se balancea de autocomplacencia, mientras atraviesa la mul-titud de nifios aturdidos, inseguros e incomprendidos.

    Diasmas tarde, en elMadison Square Garden, el 14de julio, se llevaa cabo una celebraci6n de la pureza moral. Juntos con McGovern enel Garden, se Ie llama. Su prop6sito es recaudar fondos. Mike Nicholsy Elaine May se reunen con motivo del acontecimiento; tarnbien Peter,Paul y Mary; y Simon y Garfunkel. El contraste entre un mitin semejan-te y un mitin de Wallace -0, digamos, la reuni6n de Bob Hope y BillyGraham por Richard Nixon- hace estallar los vericuetos de la mente.[Liturgias comparables! El 14de julio es el Dia de laBandera. Pero noondean banderas en el escenario. Noondean banderas alrededor del Gar-den. La noche conmemora la resurrecci6n de la cultura de la juventud,Se representa la liturgia de una nueva clase. Peter, Paul y Mary, DionneWarwick y Simon y Garfunkel consagran en cada canci6n lavida movil,solitaria y vulnerable de laclase media. Dionne Warwick gorjea, vestidaConun inocente traje blanco dealgodon, con flores azules: Imagine! -Noheaven -no hell-no countries -no religions! When the world will liveas one.**Simon y Garfunkel ofrecen Jesus loves you, Mrs. Robinson',

    * Juego de palabras: las cuatro ult ima s lerras de american son ican, que con ladebida separacion pueden convertirse en I can, esto e s, la primera persona del sin-gular del presente indicativo del verbo poder. (T.)h ** {Irnag ina ' -iNo existe el cielo -no existe el infierno -no hay paises -noay re ligiones! Cuando el mundo sea uno solo. Sc trata de algunos versos de la co-nocida canci6n "Imagine de John Lennon (1971). (T.)

  • 5/10/2018 Geertz Centros, Reyes y Carisma

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    170 CONOCIMIENTO LOCALy el verso mas revelador: I d rather be a hammer than a nail? NoestaLawrence Welk, ni Johnny Cash. NiBenny Goodman. La musica es dcfi.nitivamente sectaria. Alas 11,05,todo el reparto se reune sobre el esce-nario, mostrando pancartas de paz. Luego, estalla un gran canto: iQUE-REMOSAMcGOVERN!. [Esuna noche esplendida para reconciliarsc Idice McGovern. Les anuncia de que manera arna a este pais 10 basta~t~como para llevarlo a un nivel mas alto, lejos de las masacres, lamuertey ladestrucci6n que hoy dia asola el sudeste asiatico.. Amoesta tierray confio en su futuro. Quiero comenzar a hacer de este pais una tierr~importante, decente y buena ...que sea un puente de la guerra a la paz...un puente sobre los abismos de la justicia de este pais...Como escribi6el profeta: "Por esta razon, escoged la vida... estad del lado de la bendi-cion, y no del de lamaldicion"...dellado de la esperanza, la salud, lavida.Y paz para nosotros y para los pueblos de todas las partes del globo.

    En Racine, el mitin comienza de nuevo, esta vez en elMemorial Hall,tras horas de trabajo y publicidad a traves de spots radiof6nicos. Lamul-titud se reune tempranamente; algunos tienen que quedarse a la puerta.1.200asientos en el interior, 330en los palcos, con espacio para 250per-sonas de pie. La excitaci6n se puede cortaro Los altavoces se sintonizancorrectarnente, y luego se elevael volumen. I've laid around and playedaround this ole town too long.r":" Billy Grammer esta cantando, y susojos azules brillan. Entonces seoye: Horseshoe diamond ring. Mr.KarlPrussian, que lleva doce afios practicando el contraespionaje, es prcsen-tado por George Magnum, con lamejor voz nasal de este ultimo: Sihanestado siguiendo alMovimiento Conservador en los Estados Unidos, co-noceran al hombre que voyapresentarles. GeorgeWallace,serialaKarlPrussian, es un hombre de Dios.. Dios os bendiga, afirma GeorgesMagnum. Ahora nos hallamos en territorio protestante, y los simbolosentran en conflicto, por 10 que estan saltando chispas. Llega la hora delmit in, y todo el mundo se encuentra a gusto. George Wallace, Jr., con uncabello tan largo como el de John Lennon, canta suavemente. Agita suguitarra electrica negra, tiernamente, con cuidado. No es un rock vul-gar y salvaje, no se trata de Mick Jagger, sino del hijo de un hombre in-cornprendido, un paciente y energico joven de Alabama. Gentle on mymind . .. es su primer terna, y el segundo es: < < 1 shot a man in Reno justto watch him die.*** Entonces, el gobernador, a la vez remiso yean ju-bilo, hace suaparici6n en escena. Pandem6nium. Le gustan las multitu-des.Sus ojoscomienzan a relucir. El nerviosismo remite, y sus movimien-

    * Jesus te am a, Sra. Robinson (...) Antes sere martillo que clavo. En estc caso,es un fragmento de la cancion Mrs. Robinson, de Paul Simon v Art Garfunkcl. (T.l

    ** Me he quedado y he apostado por esta ciudad demasi~do t iernpo.*** Dispare a un hombre en Reno solo para verle rnor i.

    CENTROS, REYES Y CARISMA 171lOS se hacen fluidos, llenos de confianza. Cada gesto provoca una res-puesta. Os digo que hemos de llevar el baile de san Vito a los lideresdel Partido Dem6crata. Lapermisividad de esta sociedad me pone en-fermo. iEstoy harto de los falsos liberalesl . Estey harto y cansado dededicar el 50% de mis ingresos a los Estados Unidos, de derrochar lamitad de este en ultrarnar, en naciones que escupen sobre nosotros, ylamitad restante en beneficencia. Yahora nos dicen que Vietnam fueun error. Un error que cuesta al ciudadano medio 50.000vidas, 300.000heridos, 120.000millones de dolares arrojados por el desagiie. Ah,no 10llamaremos un error. Es una tragedia.. Como hace David Halberstarn,echa laculpa a los mejores ymas brillantes de entre ellos, Asi es comoellos dirigen nuestras vidas."Asique los desfiles continuan. Si los datos hubieran sido extrai-

    dosdeAlemania 0de Francia, de la India 0de Tanzania (por nomen-cionar a Rusia 0 China), el idioma seria diferente, como 10 sedan lossupuestos ideologicos sobre los que este reposaria. Pero seguiria sien-do un idioma, y reflejaria el hecho de que el carisma de las figu-ras dominantes de la sociedad, asi como el de los que rechazan esa

    nacion, mana de una fuente cornun: la sacralidad inherente a~I!dad central. Hoy en dia, la soberania puede recaer en losC stados, 0incluso en los habitantes de esos Estados, comodan igual-

    mentepor sentado Humphrey, McGovernyWallace; sin embargo, aunpermanece la vasta universalidad. que es inherente al carisma, seaeual sea en ultima instancia la voluntad de los reyes. Ni el naciona-lismoni el populismo han cambiado eso. Despues de todo, un liderpoliticono se vuelve numinoso al destacar un cierto e interno esta-do de autoestima en el orden social, sino al implicarse profunda eintimamente -ya sea para afirmarlas 0 condenarlas, yasea con unaaetitud defensiva 0destructiva- en las principales ficciones median-te las que dicho orden organiza las vidas.