¿Generoso o Dependiente
Transcript of ¿Generoso o Dependiente
-
7/23/2019 Generoso o Dependiente
1/3
23/9/2015 Generoso o dependiente? | EL PAS Semanal | EL PAS
http://elpais.com/elpais/2015/06/05/eps/1433516639_018300.html
BORJA VILASECA 7 JUN 2015 - 00:00 CEST
No hay amor
suficiente para
llenar el vaco
de una persona que
no se ama a s
misma
rene Orce
PSICOLOGA
Generoso o dependiente?Hay personas que se dedican compulsivamente a ayudar y resolver los problemas de los dems. Pero a veces esta
actitud esconde otra cara
Archivado en: Psicologa Bienestar Estilo vida Ciencia
Hay personas que se pasan la vida
pensando ms en los dems que en s
mismos. Personas extremadamente
empticas y solidarias, cuya vocacin
consiste en ayudar a otros. De hecho,
muchos profesionalizan esta pulsin
innata con la que nacieron,
convirtindose en mdicos, enfermeros,
psiclogos, asistentes sociales o
voluntarios al servicio de alguna causa
humanitaria. En muchos casos, incluso
dedican sus vacaciones a enrolarse en
alguna ONG, atendiendo a los ms
pobres y desfavorecidos.
En su mbito familiar y social, por
ejemplo, suelen convertirse en la persona
de referencia a la que el resto de amigos acuden cuando padecen algn contratiempo, problema o
penuria. Son los primeros en ir al hospital cuando alguien que conocen acaba de ser operado, sufre
una enfermedad o ha tenido un accidente. O en echar una mano cuando alguien se cambia de piso y
necesita ayuda con la mudanza.
Todos ellos suelen tener como referentes a la madre Teresa de Calcuta o a Vicente Ferrer. Inspirados
por su ejemplo, consideran que lo ms importante en la vida es ser buenas personas. De ah que por
encima de todo se comprometan con la generosidad, el altruismo y el servicio a los dems. Sin
embargo, este comportamiento aparentemente impecable puede albergar un lado oscuro. Tarde o
temprano llega un punto en que su compulsin por ayudar les termina pasando factura.
Cuenta una historia que un joven fue a visitar a su anciano profesor. Y
entre lgrimas le confes: He venido a verte porque me siento tan poca
cosa que no tengo fuerzas ni para levantarme por las maanas. Todo el
mundo dice que no sirvo para nada. Qu puedo hacer para que me
valoren ms?. El profesor, sin mirarlo a la cara, le respondi: Lo siento,
chaval, pero ahora no puedo atenderte. Primero debo resolver un
problema que llevo das posponiendo. Si t me ayudas, tal vez luego yo
pueda ayudarte a ti.
El joven, cabizbajo, asinti con la cabeza. Por supuesto, profesor, dime
ANNA PARINI
http://elpais.com/http://elpais.com/tag/ciencia/a/http://elpais.com/tag/estilo_vida/a/http://elpais.com/tag/bienestar/a/http://elpais.com/tag/psicologia/a/http://elpais.com/tag/c/9dba05ab1fd962530e00d30bfbbae654http://elpais.com/elpais/eps.htmlhttp://elpais.com/tag/fecha/20150607http://elpais.com/autor/borja_vilaseca/a/ -
7/23/2019 Generoso o Dependiente
2/3
23/9/2015 Generoso o dependiente? | EL PAS Semanal | EL PAS
http://elpais.com/elpais/2015/06/05/eps/1433516639_018300.html
Si das para recibir,
es cuestin de
tiempo que acabes
echando en cara lo
qu puedo hacer por ti. El anciano se sac un anillo que llevaba puesto y
se lo entreg al joven. Estoy en deuda con una persona y no tengo suficiente dinero para pagarle, le
explic. Ahora ve al mercado y vndelo. Eso s, no lo entregues por menos de una moneda de oro.
Una vez en la plaza mayor, el chaval empez a ofrecer el anillo a los mercaderes. Pero al pedir una
moneda de oro por l, algunos se rean y otros se alejaban sin mirarlo. Derrotado, el chaval regres a
casa del anciano. Y nada ms verle comparti con l su frustracin: Lo siento, pero es imposible
conseguir lo que me has pedido. Como mucho me daban dos monedas de bronce. El profesor,
sonriente, le contest: No te preocupes. Me acabas de dar una idea. Antes de ponerle un nuevo
precio, primero necesitamos saber el valor real del anillo. Anda, ve al joyero y pregntale cuntocuesta. Y no importa cunto te ofrezca. No lo vendas. Vuelve de nuevo con el anillo.
Tras un par de minutos examinando el anillo, el joyero le dijo que era
una pieza nica y que se lo compraba por 50 monedas de oro. El joven
corri emocionado a casa del anciano y comparti con l lo que el joyero le haba dicho. Estupendo,
ahora sintate un momento y escucha con atencin, le pidi el profesor. Le mir a los ojos y aadi:
T eres como este anillo, una joya preciosa que solo puede ser valorada por un especialista.
Pensabas que cualquiera poda descubrir su verdadero valor?. Y mientras el anciano volva a
colocarse el anillo, concluy: Todos somos como esta joya: valiosos y nicos. Y andamos por los
mercados de la vida pretendiendo que personas inexpertas nos digan cul es nuestro autntico valor.
Dentro de este club de buenas personas hay quienes dan desde la abundancia y quienes, por elcontrario, lo hacen desde la escasez. Es decir, quienes dan por el placer de dar y quienes, por el
contrario, lo hacen con la esperanza de recibir. Centrmonos en estos ltimos, indagando acerca de lo
que mueve realmente sus acciones.
Muchos de estos ayudadores se fuerzan a hacer el bien, siguiendo los dictados de una vocecilla que
les recuerda que ocuparse de s mismos, de sus propias necesidades, es un acto egosta. No en vano
estn convencidos de que, para ser felices, la gente les ha de querer. Y de que, para que la gente les
quiera y piense bien de ellos, han de ser buenas personas. Movidos por este tipo de creencias, suelen
ofrecer compulsivamente su ayuda, atrayendo a su vida a personas necesitadas e incapaces de valerse
por s mismas.
Al posicionarse como salvadores, consideran que los dems no podran sobrevivir ni prosperar sin suayuda. De ah que tiendan a interferir en los asuntos de sus conocidos, ofrecindoles consejos aun
cuando nadie les haya preguntado. Sin ser conscientes de ello, pecan de soberbia, posicionndose por
encima de quienes ayudan, creyendo que saben mejor que ellos lo que necesitan. Paradjicamente, su
orgullo les impide reconocer sus propias necesidades y pedir auxilio cuando lo requieren.
Detrs de su personalidad inclinada a agradar siempre, bondadosa y servicial se esconde una
dolorosa herida: la falta de amor hacia s mismos. Un sentimiento que buscan desesperadamente
entre quienes ayudan, volvindose individuos muy dependientes emocionalmente. Esta es la razn
por la que con el tiempo aflora su oscuridad en forma de reproches, sintindose dolidos y tristes por
no recibir afecto y agradecimiento a cambio de los servicios prestados. En algunos casos extremos
terminan estallando agresivamente, echando en cara todo lo que han hecho por los dems. Tambin
utilizan el chantaje emocional, el victimismo o la manipulacin para hacer sentir culpables a quienes
han ayudado, esperando as obtener el amor que creen que merecen y necesitan para sentirse bien
consigo mismos.
El punto de inflexin de estos ayudadores compulsivos comienza el da
que deciden adentrarse en un terreno tan desconocido como aterrador: la
soledad y la introspeccin, poniendo su empata al servicio de sus propias
necesidades. Solo as superan su adiccin y dependencia por el amor del
prjimo, volvindose mucho ms autosuficientes emocionalmente. Solo
as logran poner lmites a su ayuda sabiendo decir no, sin sentirse
culpables o egostas por priorizarse a s mismos cuando ms lo necesiten.
-
7/23/2019 Generoso o Dependiente
3/3
23/9/2015 Generoso o dependiente? | EL PAS Semanal | EL PAS
http://elpais.com/elpais/2015/06/05/eps/1433516639_018300.html
que has dado por no
recibir lo que
esperabasErich Fromm
Antes de volver a ayudar a alguien, puede ser interesante que se
pregunten lo que les mueve a hacerlo, comprendiendo el patrn
inconsciente que se oculta detrs de sus buenas intenciones. De este
modo, dejarn de acumular sentimientos negativos hacia aquellos que no
les devuelven los favores prestados. A su vez, tambin pueden recordarse
que cada persona es capaz de asumir su propio destino, aprendiendo a
resolver sus problemas por s misma.
En este sentido, es fundamental que comprendan que nadie hace feliz a nadie, puesto que la felicidad
se encuentra en el interior de cada ser humano. Lo cierto es que este bienestar interno es el motor delverdadero amor, desde el que las personas dan lo mejor de s mismas sin esperar nada a cambio. En
vez de comportarse como buenos samaritanos, su gran aprendizaje consiste en ser personas felices.
Es entonces cuando comprenden que dar puede resultar la verdadera recompensa.
EDICIONES EL PAS S.L.
http://elpais.com/corporativos/