GENOCIDIO ECONÓMICO SOCIAL?Institución: Cátedra Libre de Salud y Derechos Humanos, Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires, Paraguay 2154, 1° Piso, 5950-9761Autor: Gonzalo MoyanoIntroducciónEl término “Genocidio”1 comienza a ser necesario desde 19442, dada la masacre producida por los nazis en la guerra, y la brusca conciencia de un hecho monstruoso que –aun sin ser exclusivo- no admitía registros anteriores. Las declaraciones, convenios, pactos y resoluciones internacionales se caracterizan por redactarse en el contexto de situaciones políticas determinadas, y con presiones de los sectores que tienen intereses políticos diversos en esas situaciones y las redacciones finales las reflejan. Más aun, las definiciones terminan cumpliendo funciones políticas que son diversas a quienes demandan soluciones. Los expertos, decepcionados con la Convención, comentaron que algunos Estados habían querido “…estrechar los parámetros definicionales (de ella) … a fin de excluir muchas de sus pasadas, presentes y anticipadas políticas/prácticas”3 o que la definición era una “dilución” de la propuesta original, y adoptada por resolución de la ONU del 46: “...un crimen especial consistente en destruir intencionalmente grupos humanos raciales, religiosos o nacionales, y como el homicidio singular, puede ser cometido en tiempos de paz como en tiempo de guerra (...) hallase compuesto por varios actos subordinados todos al dolo específico de destruir un grupo humano” (CONUG)4, encomendada en esa Asamblea para que cumpliera ese objetivo. Finalmente dice que es cualquiera de los siguientes actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso: matanza de miembros del grupo; lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo (causarles severos daños corporales o mentales); sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial; medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo; traslado por fuerza de niños del grupo a otro.Así, los dos elementos del genocidio son: la intención y el acto prohibido (cualquiera de los delitos enumerados).5 Sobre la intencionalidad hay ya una historia: en otras áreas se está aceptando –para que opere de un modo preventivo, más allá de que lo logre- la introducción de la categoría de “dolus eventualis”6 a quienes provoquen daños o la muerte en “accidentes automovilísticos” donde un conductor desaprensivo cuya acción provoque un hecho que debe implique un grado de peligrosidad intrínseca que no puede ignorarse su riesgo mortal.El genocidio económico

“Estos hechos … no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada”7

El genocidio es un particular crimen contra la humanidad, con intencionalidad (la de destruir un grupo, definido éste más por quien comente el genocidio que por el grupo mismo, o la biología, o la historia). Contiene innegables escalas de violencia, extensión, intensidad, gravedad, etc. Incluyen matanzas a los miembros, o lesión grave a la integridad física o mental, sometimiento

1 El diccionario de María Moliner define: Genocidio (del gr. «génos», linaje, y «-cidio») m. *Exterminio sistemático de un grupo social por motivos de raza, de religión o políticos.

2 ver: http://www.cilicia.com/armo10c-nyt19210316.html3 Ward Churchill, citado el Feirestein, D. Op. Cit.4 Ver: http://www.genocidewatch.org/aboutgenocide/whatisgenocide.htm5 Volveremos sobre esto, claro, pero nos interesa destacar aquí el punto 3: sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial.6 Para una concepción de la categoría “Dolo Eventual” ver Canestrari, Stefano; La Estructura del Dolo Eventual y las Nuevas Fenomenologías de Riesgo. Revista Ius et Praxis Año 10 No 2 : 59 - 95, 2004. Accesible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-00122004000200003&lng=pt&nrm... 7 Rodolfo Walsh. Carta Abierta a la Junta Militar. 25 de marzo de 1977

intencional del grupo a condiciones de existencia que produzcan destrucción física, total o parcial, medidas destinadas a impedir los nacimientos, traslado por la fuerza de niños del grupo. La intencionalidad tiene escalas, y la destrucción de un grupo no requiere la eliminación física de todos o de muchos, sino su desarticulación como tal.

A las políticas neoliberales se las ha calificado como “genocidio por omisión” o “económico”. Merece mayor discusión8. Una política sistemática que sostiene la indigencia, existiendo recursos para resolver la provisión de estos medios mínimos de subsistencia, habiendo evidencia suficiente sobre las consecuencias, tiene precisos puntos de contacto con aspectos de la definición de la CONUG. Además, como las consecuencias son conocidas y no son evitadas contando con recursos para hacerlo, vuelve a poner en escenario los aspectos vinculados con las escalas que pueden establecerse con la intencionalidad y con la “intensidad” (hemos introducido ya aquello de d. especialis al d. eventualis) y a las reflexiones sobre “tipos” de genocidio. Los procesos históricos no son todos iguales. Reclamarle a la especificidad exclusividad hace perder eficacia a la utilidad del estudio del genocidio. “Aplicar el mismo nombre… a dos procesos distintos no significa decir que son lo mismo”9. La transformación que se perpetró sobre la sociedad argentina con el golpe, nos permite asumir que contiene una relación causal más profunda de lo que se suele admitir. Argentina era, hasta los ‘60, una sociedad con un grado de integración aceptable y privilegiado en la región. Una clase obrera fuerte y un desempleo menor al resto de América Latina. Desde 1970, la pobreza ha aumentado más de seis veces, la indigencia doce veces, la diferencial de ingresos entre el 10% más rico y el 10% más pobre pasó de 7 a 1 a 32 a 1, el sistema impositivo se ha vuelto más regresivo, la Deuda Externa aumentó 20 veces, y el país10 se desprendió de activos del Estado por valor de 25.000 millones de dólares, sin reducir el ritmo de endeudamiento. En Argentina (y en otros países de la región) se requería la instauración de un régimen dictatorial para implantar las políticas neoliberales que el norte pedía. Pero es necesario establecer las peculiaridades de aquí. Debió proyectarse una grave desarticulación de los lazos sociales, no porque no fuera necesario en otros lugares, sino porque el desarrollo de ellos en este país requería de un retroceso mayor para “latinoamericanizar” sus indicadores. Un político liberal y golpista confesaba con total lucidez, en los ’90: “En el 1955 nosotros creíamos que el problema era Perón, por eso lo sacamos, pero en 1976 sabíamos que el problema era la clase obrera”11.

Otra dimensión del problema la constituye el objetivo de destrucción de lazos sociales, la obstaculización de las mediaciones (o su destrucción), la neutralización de todo tipo de resistencia (más allá y además de las logradas con métodos represivos; nos referimos a neutralización por la vía de la imposición de cambios culturales de todo orden) y la mercantilización de todas las relaciones sociales. No puede pensarse que la instauración de los modelos vinculares y los ideales sociales que se alentaron en la dictadura y se desarrollaron en forma exponencial en los ’90, fueran meros efectos secundarios de procesos sociales.

8 En habla inglesa, se usa el apelativo “Genocide by Attrition” (desgaste u hostigamiento). Puede parecer algo diferente, pero es precisamente el “agregado” que tiene que ver con las condiciones de vida, y que no son muy diversas de las ya acreditadas en aquello de “sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear destrucción física, total o parcial”.9 Levi, Guillermo. Consideraciones Acerca de la Relación entre Raza, Política, Economía y Genocidio. En Hasta que la muerte nos separe. Ed. Al Margen. 200410 Moyano, G y Escudero, J. C. Op. Cit.11 Levi, Guillermo. Consideraciones Acerca de la Relación entre Raza, Política, Economía y Genocidio. En Hasta que la muerte nos separe. Eutref. 2006.