Giroux - Intelectuales públicos y la política educacional

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  • 8/3/2019 Giroux - Intelectuales pblicos y la poltica educacional

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    INTELECTUALES PBLICOS Y LA POLTICA EDUCACIONAL

    Henry A. GirouxPenn State University

    Traduccin realizada por: Alejandra Torrealba Klarcke

    En oposicin a lo corporativo de todo el mbito educacional, los educadoresvanguardistas necesitan definir la educacin superior como un recurso vitalpara la vida democrtica y cvica de la nacin.

    Es en el corazn de tal tarea donde est el desafo para los acadmicos,trabajadores de la cultura y organizadores del trabajo de manera que se unany se opongan a la transformacin de la educacin superior en esferascomerciales, con el objetivo de impedir lo que Bill Readings ha denominado

    una corporacin orientada al consumidor, ms preocupada de la contabilidadque de la responsabilidad. Como Zygmunt Bauman nos recuerda, las escuelasconstituyen uno de los pocos espacios pblicos que quedan, donde losestudiantes pueden aprender habilidades para la participacin ciudadana yaccin poltica efectiva. Y, donde no existen tales instituciones tampoco hay

    ciudadana. La educacin pblica y superior pueden ser uno de los pocoslugares que queden donde los estudiantes pueden aprender acerca de loslmites de los valores comerciales, lo que quiere decir aprender las destrezasde la ciudadana social y la forma de profundizar y expandir las posibilidadesde representacin colectiva y de la vida democrtica.

    Es necesario defender la educacin superior como una esfera pblica de vitalimportancia para desarrollar y nutrir el balance apropiado entre las esferaspblicas democrticas y el poder comercial; entre las identidades basadas enprincipios democrticos y aquellas empapadas en un individualismoegocntrico, que aplaude el egosmo, el sacar provecho y la codicia. Esteescrito sugiere que la educacin superior sea defendida a travs del trabajointelectual que tmidamente recuerda la tensin entre los imperativosdemocrticos o posibilidades de las instituciones pblicas y su realizacin diariadentro de una sociedad dominada por principios de mercado. Si la universidadva a seguir siendo un lugar de pensamiento crtico, trabajo colectivo y luchasocial, los intelectuales pblicos necesitan expandir el significado y propsitode sta. Es decir, necesitan definir la educacin superior como un recurso vital

    de la vida moral de la nacin, abiertos a los trabajadores y comunidades cuyosrecursos, conocimientos y siempre han sido visualizados como marginales.

    El objetivo aqu es redefinir estos conocimientos y aptitudes para reconstruiren un sentido ms amplio una tradicin capaz de unir el pensamiento crticocon la accin colectiva, la representacin del hombre con la responsabilidadsocial, el conocimiento y el poder a una profunda impaciencia con un statusquo basado en profundas desigualdades e injusticias.

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    Aqu est en juego ms que el hecho de reconocer los lmites y costos socialesde una filosofa neoliberal, que reduce todas las relaciones al intercambio debienes y dinero, est tambin la responsabilidad que tienen los intelectualescrticos y otros activistas de volver a pensar en la naturaleza del pblico. Existetambin una necesidad de dirigir nuevas formas de ciudadana social y deeducacin cvica que tengan un efecto en el diario vivir de la gente y en susluchas expresadas a travs de un amplio rango de instituciones. Pienso que elstaff acadmico y otros tienen una enorme responsabilidad oponindose alneoliberalismo trayendo de vuelta la cultura poltica democrtica al quehacerdiario. Parte de este desafo sugiere el crear nuevas instancias de lucha,vocabulario y posiciones temticas que permitan a la gente llegar a ser ms delo que son ahora, en una amplia gama de esferas pblicas, cuestionar lo queellos han llegado a ser en las formaciones sociales e institucionales existentesy pensar ciertamente en sus experiencias de manera que puedan transformarsus relaciones de subordinacin y opresin. En parte este paper sugiereresistir el ataque de las esferas pblicas existentes tales como las escuelas,mientras se crean simultneamente nuevos espacios en clubes, vecindades,

    libreras, colegios y otros espacios donde sean posibles el dilogo y losintercambios crticos.

    Como intelectuales pblicos, los educadores necesitan revitalizar el lenguaje dela educacin cvica como parte de un discurso ms amplio acerca de larepresentacin poltica y de la ciudadana crtica en un mundo global y recogereste pensamiento utpico del militante como una forma de esperanza.

    En este contexto, el utopismo sugiere que toda nocin viable de lo polticodebe dirigir la primaca de la pedagoga como parte de un intento ms ampliopor revitalizar las condiciones para el desempeo social e individual y al mismo

    tiempo dirigir los problemas ms bsicos, enfrentando los prospectos para unajusticia social y democracia global. Los educadores necesitan un vocabularionuevo para enlazar la esperanza, la ciudadana social y la educacin, con lasexigencias de la democracia sustantiva.

    Estoy sugiriendo que los educadores requerimos de un nuevo vocabulario a finde conectar la forma en que leemos de manera crtica, con aquella en que nosinvolucramos en movimientos tendientes a un cambio social. Tambin creoque, simplemente invocando la relacin entre la teora y la prctica, la accincrtica y social no dar resultado. Cualquier tentativa por dar un nuevo matiz auna poltica democrtica sustantiva debe representar por una parte como laspersonas aprenden a ser agentes polticos y qu tipo de trabajo educacional es

    necesario dentro de qu tipo de espacios pblicos con el objetivo de dar a lagente la posibilidad de utilizar a cabalidad sus recursos intelectuales ademsde proporcionar una crtica profunda de las instituciones existentes y lucharpara crear, como Stuart Hall dice lo que sera un buen nivel de vida o unamejor calidad de vida para la mayora de la gente. Como educadores crticos,se nos exige entender ms cabalmente por qu las herramientas que usamosen el pasado aparecen inoportunas en el presente, fallando a menudo enresponder a los problemas que enfrenta en la actualidad EEUU y otros pases

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    del mundo. Ms especficamente enfrentamos el desafo debido a la carenciade discursos crticos que llenen el hueco producido entre la forma en que lasociedad se representa y cmo y por qu a los individuos les cuesta entender ycomprometerse en tales representaciones, a fin de intervenir en las relacionessociales opresivas que a menudo legitiman.

    El creciente ataque a la educacin pblica y superior en la sociedad americanapodra decir menos acerca de la apata que la poblacin estima, de lo quepodra decir del quiebre de los lenguajes polticos antiguos y de la necesidad deque exista un nuevo lenguaje y visin, para as clasificar nuestros proyectosintelectuales, ticos polticos, especialmente aquellos que trabajan pararesolver cuestionamientos de representacin tica y regreso a la vida poltica ypblica. Junto con ste artculo, Sheldon Wolin argument recientemente quenecesitamos repensar la nocin de prdida y la forma en cmo sta impacta enla posibilidad de abrirse a la vida pblica democrtica; Wolin apunta a lanecesidad de educadores crticos, tericos y progresivos para que obtenganpreguntas acerca de "lo que sobrevive a lo derrotado, lo no digerible,

    inasimilable, lo no completamente obsoleto". El argumento que "algo se estperdiendo " en una era de polticos fabricados, y abastecimiento pseudo-pblico, producido casi exclusivamente por la histeria comercial del mercado.Lo que se est perdiendo es un lenguaje, movimiento y visin que se niega acomparar la democracia con el consumismo, las relaciones del mercado y laprivatizacin.

    Como no existe un lenguaje, formaciones sociales y esferas pblicas lo quehagan operativo, la poltica se convierte en narcisista predisponiendo a unpesimismo de amplia expansin y a la atraccin catrtica del espectculo. Sesuma a esto, que el servicio pblico y la intervencin del gobierno es mirada

    despectivamente, ya sea por burocrtica o por restringir la libertad individual.

    Contra el neoliberalismo, los educadores crticos necesitan resucitar unlenguaje de resistencia y posibilidad, un lenguaje que acoja un utopianismo yal mismo tiempo est constantemente atento a esas fuerzas que buscan tomardicha esperanza en un nuevo slogan o, a castigar a aquellos que se atreven amirar mas all del horizonte de lo dado. La esperanza en este caso es lacondicin previa a la lucha individual y social, la prctica actual de la educacincrtica en una amplia variedad de sitios, el sello de valenta por parte de losintelectuales fuera y dentro de la academia; stos usan los recursos de lateora para dirigir los problemas sociales urgentes. Pero, la esperanza estambin un referente para el coraje cvico y su habilidad para mediar la

    memoria de la prdida y la experiencia de la injusticia como parte de unintento ms amplio para iniciar nuevas instancias de lucha, refutar el trabajodel poder opresivo y mirar las diferentes formas de dominancia. El coraje cvicocomo una prctica poltica comienza cuando la vida de uno deja de ser tomadaa la ligera. Se concreta la posibilidad de transformar la esperanza y la polticaen un espacio tico, y en un acto pblico que confronta el flujo de laexperiencia diaria y el peso del sufrimiento social con la fuerza de la resistenciaindividual y colectiva y el proyecto interminable de la transformacin social

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    democrtica. Yo creo que los acadmicos deben combinar los rolesinterdependientes del educador crtico y del ciudadano activo. Ellos debenencontrar formas de conectar la prctic a de la enseanza en el aula, con elmanejo del poder en la sociedad ms amplia. Pienso que Edward Said da en elblanco cuando argumenta que el intelectual pblico debe funcionar dentro deinstituciones, en parte, como un exiliado, como alguien que pblicamente debehacer preguntas embarazosas, para confrontar lo ortodoxo con el dogma,alguien que no opte adems por gobiernos a corporaciones. Desde estaperspectiva, el educador como intelectual pblico se convierte en elresponsable de ligar diversas experiencias que producen el conocimiento, lasidentidades y los valores sociales en la universidad, con la calidad de vidapoltica y moral en la sociedad. Y, l o ella lo hacen involucrndose enconversaciones pblicas sin temor a la controversia o a adoptar una posturacrtica. Los intelectuales que sienten un gran sentido de responsabilidad haciala humanidad pueden no ser capaces de esto y no tienen necesariamente queexplicar los problemas de la humanidad en trminos de pretender serabsolutos de abarcar todo, por el contrario, los intelectuales pblicos necesitan

    acercarse a los temas sociales conscientes de las mltiples conexiones yasuntos que unen a la humanidad, pero ellos necesitan hacerlo comointelectuales que se mueven dentro y a travs de diversos lugares deaprendizaje como parte de una poltica comprometida y prctica que reconocela importancia de "hacer preguntas, hacer distinciones, trayendo a la memoriatodas aquellas cosas que tienden a ser pasadas por alto o dejadas atrs en elapuro por hacer juicios y acciones colectivas. En este discurso las experienciasque conforman la produccin del conocimiento, las identidades y valoressociales en la universidad estn indefectiblemente ligadas a la calidad de lavida moral y poltica de la sociedad entendiendo sta en los ms ampliostrminos.

    Si los educadores van a funcionar como intelectuales pblicos, ellos necesitanproveer a los estudiantes de oportunidades para aprender que la relacin entreel conocimiento y el poder, puede ser liberadora, que su historia yconocimiento importan, y que o que los estudiantes dicen y hacen cuenta en sulucha para desaprender privilegios, productivamente reconstruir sus relacionescon otros, y transformar, cuando sea necesario, el mundo alrededor de ellos.Mas especficamente tales educadores necesitan buscar formas de pedagogaque cierren el espacio entre la universidad y la vida diaria. Su currculumnecesita ser organizado alrededor del conocimiento de comunidades, culturas ytradiciones que den a los estudiantes un sentido de historia, identidad y lugar.

    A pesar que es fundamental para los profesores formados en la universidadaumentar el curriculum para reflejar las riquezas y diversidad de estudiantes alos que ensean, los profesores necesitan tambin descentrar el currculum yaumentarlo. Esto es, como Stanley Aronowitz lo seala; los estudiantesdeberan estar involucrados en la tarea "incluyendo metas fijas de aprendizaje,seleccionando cursos y teniendo una organizacin autnoma que incluyaprensa libre". La distribucin del poder entre profesores, estudiantes yadministrativos, no slo provee las condiciones para que los estudiantes se

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    transformen en agentes de su proceso de aprendizaje, sino que tambinprovee las bases para el aprendizaje colectivo, la accin cvica y laresponsabilidad tica. La entidad estudiantil agente de su propio aprendizaje,nace primariamente de una experiencia vivida y de lucha.

    An a riesgo de ser demasiado audaz, yo he sugerido que los educadoresdeben transformarse en proveedores; ellos necesitan tomar una postura y almismo tiempo rehusar involucrarse con un relativismo cnico o una polticadoctrinaria. En parte lo que quiero decir es que lo central a la vida intelectuales el imperativo pedaggico y poltico que los acadmicos se involucren en unarigurosa crtica social, al mismo tiempo que se transformen en una porfiadafuerza que desafa a los falsos profetas, desestimando las afirmaciones deltriunfalismo e involucrndose crticamente en todas aquellas relaciones socialesque promueven la violencia material y simblica. Al mismo tiempo talesintelectuales deben ser profundamente crticos de su autoridad y cmo ellaestructura las relaciones en una sala de clases y prcticas culturales. De estamanera la autoridad que ellos legitiman en la sala de clases (y en otras esferas

    pblicas) se transformara tanto en objeto de autocrtica, cuanto un referentecrtico para expresar una ms "fundamental disputa con la autoridad misma".Central para mi argumento es la necesidad que los educadores se definan a smismos no tanto como especialistas estrechos, gerentes de la sala de clases,sino como intelectuales pblicos comprometidos y deseosos de tratar aquellosproblemas econmicos, polticos y sociales, que deben solucionarse, si tanto lagente joven como los adultos toman seriamente un futuro que abre laspromesas de una democracia viable y sustantiva.

    Se habla mucho entre los tericos sociales acerca de la muerte de la poltica yde la inhabilidad de los seres humanos para imaginarse un mundo mas justo y

    equitativo de modo de mejorarlo. Yo esperara que de todos los grupos, loseducadores seran los ms vociferantes y activos en desafiar sta asumcin,haciendo claro que el corazn de cualquier forma de pedagoga crtica, debeasumir que el aprendizaje debiese ser usado para expandir el bien pblico ypromover un cambio social democrtico. La accin individual y social adquieresentido como parte de la intencin de imaginarse algo diferente para actuardiferente. Y el conocimiento puede ser usado para ampliar la libertad humana ypromover la justicia social y no simplemente para crear ganancias. Me doycuenta que esto suena un poco utpico, pero no tenemos mucho donde elegir,si vamos a luchar por un futuro que no repita indefinidamente el presente, unfuturo que permita que los profesores, estudiantes y otros, trabajendiligentemente y sin cansancio para hacer a la desesperacin poco convincente

    y a la esperanza prctica para todos los miembros de la sociedad...