Gnilka, Joachim - El Evangelio Segun San Marcos 01

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  • EL EVANGELIOSEGUN SAN MARCOS

    Me 1, 1-8, 26

    1

    JOACHIM GNILKA

    CUARTA EDICiN

    EDICIONES SGUEMESALAMANCA

    1999

  • Tradujo Vctor A Martnez de Laperasobre el onglllal alemn Da~ Evallge/lUln lIacf! Markus 1 (Mk 1, 1-8, 26) Benz!ger Verlag, Zunch-Emsledeln-Koln 1978 Neulmchener Verlag, NeulorchenlVluyn 1978 EdicIOnes Sgueme, S A , 1996

    Apartado 332 37080 Salamanca (Espaa)ISBN 84-301-1000 3 (obra completa)ISBN 84301-101 1 (vol 1)DepSito Legal S 1 217 1999Pnnted m SpamImpnme Grficas VaronaPolgono El Montalvo, parcela 4937008 Salamanca

  • Tj Kanl TIv olKOUIlVT]V Ka80AlK1] EKKAll
  • CONTENIDO

    Prlogo 11BlbllOgrajw 13IntroducclOn 21COMENTARIO 43

    El comIenzo (1, 1-15) 451 La actIVIdad de Juan el BautIsta (l, 1-8) 462 El bautismo de Jesus (1, 9-11) 563 La tentaclOn en el desierto (1, 12-13) 64

    1 Excurso HIJo de DIOS 704 El comienzo de la predlcacIOn de Je,us en GalIlea (1, 14-15) 73

    2 Excurso Galilea 80Je~us actua con pleno~ podere~ ante todo el pueblo (1, 16-3, 12) 83

    1 Elllamamlento de los cuatro pnmeros dlsclpulos (1, 16-20) 832 El exorcismo en la smagoga de Cafarnaun (l, 21-28) 90

    3 Excurso Lo~ escnba:, 923 La curacIOn en casa de Slmon (1, 29-31) 964 CuraCIOnes al atardecer (l, 32-34) 99'i OracIOn matmal de Jesus y salIda a GalIlea (1, 35-39) 1026 Un leproso se conVierte en predicador (1, 40-45) 104

    4 Excurso La lepra 1077 La autondad del HIJO del hombre sobre los pecados (2,1-12) 1118 Jesus come con publIcanos y pecadores (2,13-17) 120

    5 Excurso Lo~ publtcanM 1236 Excurso Los jan~eM 125

    9 La cuestIOn del ayuno (2, 18-22) 12810 Los dlsclpulos quebrantan el sabado (2, 23-28) 13811 CuraclOn en sabado (3,1-6) 14512 Cammata del pueblo y curaCIOnes (3, 7-12) 154

    2 Doctrma -' mIlagro:, de Jesus (3, 13-6, 6a) 1591 InstItuclOn del Circulo de los doce (3,13-19) 1592 Reproches de amigos y panentes La verdadera familIa de

    Jesus (3, 20-35) 1683 La parabola del sembrador (4, 1-9) 1824 Sobre el mlsteno del remo de DIOS y la enseanza de la

    parabola (4, 10-12) 1897 Excurso El secreto me~wmco 1958 Excurso La teona de la~ parabolas 198

  • 5 ExplicaclOn de la parabola del sembrador confiado (4, 13-20) 2006 De la revelaclOn de lo oculto y del regalo de DIOS (4, 21-25) 2067 La parabola de la semilla (4, 26-29) 2118 La parabola del grano de mostaza (4, 30-32) 2169 ConcluslOn de las parabolas (4, 33-34) 220

    10 Los dlsclpulos fracasan en la tempestad (4, 35-41) 22411 Un poseso se conVIerte en predIcador (5, 1-20) 23112 La curaclOn de la mUjer y la resurrecclOn de la muchacha

    dIfunta (5, 21-43) 2089 Excurso Mtlagros y exorcIsmos de Jesus 258

    13 Jesus es rechazado en su patrIa chIca (6, 1-6a) 2623 En vw]e contmuo (6, 6b-8, 26) 275

    I EnVIO de los doce y actuaclOn autonoma de estos (6, 6b-13) 2752 Herodes Antlpas ordena el asesmato del BautIsta (6, 14-29) 2833 La comIda de los Cll1CO mil (6, 30-44) 2954 Jesus camma sobre el mar durante la tormenta (6, 45-52) 3095 CuracIOnes en masa en la tIerra de Genesaret (6, 53-56) 3166 Sobre la Impureza falsa y verdadera (7, 1-23) 320

    10 Excurso Las preSCrlpClOne~ leVltlcas sobre la pureza 3257 El milagro en tIerra pagana (7, 24-30) 3378 Abre los Oldos del sordo (7, 31-37) 3449 La comIda de los cuatro mil (8, 1-9) 349

    10 La lllcreduhdad eXIge una seal (8,10-13) 35511 Los dlsclpulos amenazados por la mcreduhdad (8, 14-21) 36012 Apertura de los OJos del cIego (8, 22-26) 364

  • PROLOGO

    El evangelio de M arcos es tal vez el escrito neotestamentario quems bibliografa exegtica ha suscitado en los ltimos aos. Yesto esregocijante si observamos que durante siglos fue el evangelio al quemenos atencin se le prest. Despus de haber sido reconocido como elescrito evanglico ms antiguo y de haberse considerado las posibilida-des que se abren con ello, este evangelio est atrayendo la atencincreciente de los investigadores. En esta situacin, un comentario nuevode M arcos, y de manera especial si se trata de un comentario ecumnico,debe prestar atencin especial a tres puntos de mira. En primer lugar,tiene que informar a los lectores acerca de los resultados de la investiga-cin. Por esta razn, la bibliografa, a punto de resultar inabarcable,est representada abundantemente en este comentario. Aunque no estrecogida en su totalidad, est ms que indicada. En cada caso semencionan y comentan tambin las opiniones importantes que siguenotros derroteros. En segundo lugar, y sta es su tarea principal, tiene quetransmitir la comprensin del texto en relacin a su nacimiento, a lareferencia y a l intencin de su mensaje. Peter Stuhlmacher 1 hadescrito cuidadosamente los mtodos que vamos a emplear aqu. Elcomentarista es escptico respecto de una exgesis, bastante extendida yunilateral, de la historia.de la redaccin. Frente a ella pretende poner derelieve la preocupacin teolgica del evangelista en el sentido de lacrtica de la redaccin. El tercer punto de mira, tal vez nuevo, es lainclusin de la historia del influjo del texto. Intenta afrontar el comenta-rio en perspectiva ecumnica. Naturalmente no es posible hacerlo entodas las percopas y debera tenerse en cuenta que es un experimento nocarente de riesgos. En la presentacin de la percopa, el lector encuentrasiempre, despus del anlisis y de la interpretacin, realizada no verscu-lo o versculo, sino en bloques, un juicio histrico (caso de que no hayasido incluido en el anlisis o en la interpretacin), un resumen que insisteuna vez ms en el inters del evangelista y, en ocasiones, la historia delinflujo. lns colaboradores del EKK (Comentario Evanglico Catlico)

    1. P. Stuhlmacher, Zur Methoden-und Sachproblematik einer interkonfessionellenAuslegung des Neuen Testaments, en: EKK V IV, 1972, 11-55.

  • se reunieron anualmente desde 1968 en la Paulus Akademie de Zurich.N o quisiera entregar este comentario para su publicacin sin agradecera todos los que hicieron posibles las reuniones o participaron en ellas. Elespiritu de la Iglesia ecumnica estuvo vivo en ellas. Estoy agradecido demanera especial a Eduard Schweizer, Zurich, quien, adems, se tom lamolestia de leer el manuscrito y a Ulrich Luz, Gotinga, al que debomuchas sugerencias. Mi asistente, Dr. H. J. Klauck, me ayud en larecopilacin de la bibliografia sobre Marcos. La seora C. Filke meca-nografi el manuscrito. Tambin a ellos se extiende mi agradecimiento.

    JOACHIM GNILKA

  • INTRODUCCION

    1. El lugar hIstrico-teolgIco de M arcosy el nuevo gnero del evangelIO

    Marcos se encuentra en el final de un proceso de transmISIn y enel comIenzo de la escntura del evangelIo, con lo que marca un hItoCon antenondad a l, se da el proceso de la transmISIn oral de lastradIcIones de Jess en la predIcacIn, en la catequesIs, en la lIturgIa yen las numerosas formas de la VIda de la comunIdad cnstIana pnmltI-va, que tIene ya una hlstona aproxImada de cuatro decenIos Despusde el, Mateo, Lucas, Juan, as como autores apcnfos postenorestoman el gnero de evangelIo creado por Marcos, lo ImItan y loperfeccIOnan Sm embargo, final y comIenzo no sIgnIfican un corteclaro Porque la transmISIn oral de las tradIcIOnes de Jess correparalela a Marcos, le sobrevIve y perdura hasta los tIempos de lospadres apostlIcos 1 La fijaCIn escrita de UnIdades ms pequeas yde otras ya mterconexas entre s comenz algn tIempo antes de quese InICIara la composICIn del evangelIo ms antIguo Hay que recor-dar la fuente de los logza, a la que se atnbuye una antIguedad mayorque al evangelIo de Marcos, pero tambIn las coleccIOnes antenores aMarcos, a las que pudo recurnr el evangelIsta, y cuya delImItaCIn ydetermmacIOn son an controvertIdas SI las UnIdades respectIvasantenores a Marcos ofrecen UnIcamente tomas momentneas o unaseCCIn breve de la actuacIn del Jess terreno, Marcos es el pnmeroen reproducIr la hlstona pasada de Jess desde el bautIsmo por Juanhasta la resurreccIn SIgue una secuenCIa cronolgIca Esto lo dIfe-renCIa de la redaccIn de la fuente de los logza, que haba reumdopalabras de Jess SIgUIendo, probablemente, puntos de mIra objetIvoso temtIcos, pero, desde luego, no se deJ gUIar por el sentIdohlstonogrfico La pregunta de SI esto constItuy un empujn deter-mmante para Marcos se Juzga de muy dIversas maneras

    1 Cf H Koster, Synoptlsche Uberlreferung bel den apostollschen Vatern, 1957 (fU65)

  • Para clarificar las respuestas dadas por la investigacin al proble-ma esbozado, nos limitamos a tres ejemplos.

    1. R. Bultmann era de la opinin, repetida despus por otros eninnumerables ocasiones, de que la intencin del evangelista habraconsistido en lo siguiente: quiso unir el kerigma helenstico de Cristo,cuyo contenido esencial es el mito de Cristo, como lo conocemos porPablo (especialmente, Flp 2, 6 ss; Rom 3, 24), con la tradicin sobre lahistoria de Jess 2.

    Mientras que Bultmann observa atinadamente que Marcos no hatomado todava un elemento esencial de este kerigma, concretamentela preexistencia de Jess, J. Schreiber 3 ve en el evangelio de Marcos ladescripcin del redentor que ha descendido desde su preexistenciacelestial hasta el mbito terreno y mantiene aqu oculto su secretofrente a los poderes hasta que sea presentado pblicamente comocosmocrator, despus de su subida al santuario celestial. Marcos sehabra servido de elementos slo aparentemente horizontales, peroque en realidad seran indicaciones o alusiones al mito.

    Este juicio acerca de la posicin de Marcos no puede convencer enmodo alguno. No ha sido desarrollado sobre puntos de apoyo ofreci-dos por el texto, sino que es fruto de la especulacin llena de fantasa.

    2. En acuerdo completo con Bultmann, E. Kasemann 4 determi-na la forma de los evangelios -que slo existe en el cristianismo-desde el kerigma. La pregunta sera cmo de la doxologa de loproclamado pudo llegarse- y concretamente en el marco del kerig-ma- a la narracin del proclamador; de la veneracin del cosmocra-tor celeste a fijarse en el rabi Jess que camina por Palestina. A pesarde que Kasemann se refiere a la escritura de los evangelios enconjunto y no de manera concreta al evangelio de Marcos, ste, comoel evangelio ms antiguo, puede entrar afortiori en la argumentacin.En sta se mezclan reflexin histrico-teolgica y confrontacin teo-lgica actual:

    El recurso a la forma del relato evanghco, a la narracIn acerca del predI-cador palesttmano, a lo sucedIdo

  • En consecuencia, Marcos contrapuso la historia a la posibilidadde manipulacin mediante el Espritu. La provocadora tesis, quepresupone una confrontacin dinmica y polmica sobre el kerigmaverdadero en la cristiandad primitiva, ve atinadamente que euangeliony apostolos constituyen, en un horizonte teolgico transcendente, losdos componentes irrenunciables de la predicacin cristiana. Adems,

    ~ubraya acertadamente que la escritura de los evangelios, iniciada porMarcos, pone a salvo el carcter histrico de la revelacin cristiana,carcter que hay que mantener a toda costa. No se sabe con certeza sila reconstruccin histrica es correcta y si Marcos ech mano de lapluma llevado por la preocupacin descrita y por la pasin polmica.Apenas si encontramos puntos de apoyo en el evangelio ms antiguoque nos permitan afirmar que se escribi la historia para entrar enpolmica contra un mito que se iba haciendo demasiado poderoso.Por ei contrario, parece que Marcos se encuentra en una tradicin enla que las narraciones tomadas de la vida de Jess venan utilizndosedesde haca tiempo tanto en la catequesis como en la predicacin; quel compendia para la Iglesia de su tiempo y de su espacio geogrfico loque personalmente haba aprendido y comprobado en la praxiscatequtica y misionera. Contina existiendo la simultaneidad de unaproclamacin que descuida al Jess terreno y la predicacin queapunta a ste. La confrontacin o reaccin polmica respecto atradiiones narrativas que remontan a tiempos lejanos difcilmentepueden ser consideradas como factor que pusiera en marcha laplasmacin escrita de los evangelios.

    3. En la exgesis americana 5 se ha defendido tambin en repeti-das ocasiones la explicacin de que el nacimiento del evangelio msantiguo se debe a otra controversia. La explicacin tiene la ventaja deempalmar con las tradiciones recogidas en el evangelio. Adems seesfuerza en argumentar en conformidad con el texto. Se percibe unatensin entre las tradiciones del Jess que obra milagros y las tradicio-nes del que se encamina hacia la muerte. Se consideran las primerascomo expresin de la fe en Cristo de aquellas comunidades a las queMarcos se dirige. Aqu la cruz habra retrocedido a un segundo planoen beneficio de una theologia gloriae. Y el Cristo doliente habra sidodesplazado por la concepcin de Jess como hombre divino de cuohelenstico. Esto sera the heresy that necessitated Mark's gospel.l' rente a ella, Marcos hara valer la theologia crucis. El deseo de~alvaguardarla le habra llevado a componer su evangelio.

    5 Cf T. J Weeden, The heresy that necessltated Mark's gospel ZNW 59 (1968) 145-I ~x. Id, Mark-tradltlOn In COrifllct, Philadelphm 1971; T. L Budeshelm, Jesus and thed/lllples In conjllct wlth Judazsm ZNW 62 (1971) 190-209, Kuhn, Sammlungen, 229 s.225,">chenke, Wundererzahlungen, 373-416.

  • La explIcacIn no convence porque toma como fundamento aque-lla sItuacIn de la comunIdad que G Georgl 6 trata de presentar comola de los adversanos de Pablo en la segunda Carta a los conntIos yporque juzga eqUIvocadamente el valor que Marcos concede a lastradIcIOnes de mIlagros 7. Hay que preguntar tamblen slla no acepta-cIn del sufnmlento es sufiCIente para caractenzar a una comunIdadfirmemente perfilada 8

    El trasfondo del nacImIento del evangelIo de Marcos es menosdramtIco. Es aconsejable echar una mIrada a las tradICIOnes deMarcos En ellas se percIbe InmedIatamente la gran vanedad que sehace patente en la tematIca, en la concepcIn y en la forma. SI secomparan las tradICIOnes de Marcos con la fuente de los logia 9, secomprueba fcIlmente que el evangelIsta se encuentra en un lugar dela hlstona de la tradICIn en el que el matenal narratIvo refendo aJess se haba desarrollado ya abundantemente. SI contemplamos lasUnIdades narratIvas mayores eXIstentes con antenondad a l, y cuyapresencIa tendremos que demostrar concretamente en el comentano,reconocemos una hlstona de la pasIn que, con su ofrecImIento de uncontexto de acontecImIentos, habra InflUIdo en la forma de presenta-cIn elegIda por l. No debe sealarse una amplItud excesIva a lasdImensIOnes de esta hlstona de la pasIn y puede pensarse que fueamplIada en un estadIo de tradICIn antenor a Marcos Adems, elevangelIsta dIspone de una coleccIn de dIscusIOnes galIleas (cap 2),de una fuente de parbolas (cap. 4), de una recopIlacIn de percopasque tocan problemas concretos de la comumdad (cap. 10), de unaapocalIpsIs de escasas dImensIOnes (cap. 13) 10. Estas coleccIOnesdenvan del trabajO prctIco de la comunIdad, de la predIcacIn y de laInstruccIn. Su composIcIOn se llev a cabo temendo presentes puntosde vIsta objetIvos. No fue determInante el Inters por una conSIgna-CIn cronolgIca. El volumen de los antecedentes de Marcos estradICIn de percopas que, desde el punto de vIsta de los gneros,puede dIvIdIrse en dIferentes tIpos II Bastantes de estas percopas,que no han conservado un tIpO de gnero puro, ponen de mamfiestoas que fueron empleadas con antenondad durante bastante tIempoen el trabajO de la comumdad En cuanto a Marcos, sorprende el gran

    6 DIe Gegner des Paulus 1m 2 Kormtherbrzef, 1964 (WMANT 11)7 Cf mfra excurso Milagros de Jesus8 Cf M Hengel, Kerygma oder Geschlchte TThQ 151 (1971) 323 336, aqUl 3279 Cf S Schulz, Q- dIe Spruchquelle der Ewnqellstell, Zunch 1972

    10 Se comprobo que es Improbable una colecclOn de relatos de milagro antenor aMarcos Cf p 319 s

    11 En la llpilicaclOn y en la tenmnologta se han Impuesto mas las propuestas deBultmann que las de Dlbehus Cf Bultmann, Geschlchte, 8-329, Dlbehus, Formgeschlchte8 ss Para la clasilcaclOn de los relatos de milagro, cf mfra el excurso Milagros de Jesus

  • nmero de relatos de milagros y de exorcismos. Estos tienen su lugaren el campo de la predicacin misionera a no ser que hayan sidotransformados en apotegmas 12 o en discusiones. Junto a aquellos,encontramos discusiones, adoctrinamientos, apotegmas, relatos dediscpulos y bastantes elementos singulares o difcilmente determina-bles. La transmisin de palabras de Jess es relativamente escasa en elevangelio ms antiguo si la comparamos con la fuente de los logia ocon los grandes evangelios de Mateo y de Lucas. Esta afirmacin tienevalor especial cuando prescindimos de los logia que son parte inte-grante de una narracin. Discursos mayores encontramos tan slo enel captulo de las parbolas y en la apocalptica del cap. 13. Series mspequeas de dichos aparecen en 3, 24-30; 8, 34-9, 1; 9, 39-50, queparcialmente haban sido agrupados antes de Marcos. El hecho deque no se transmitan los logia no puede explicarse diciendo que elevangelista los habra dejado fuera conscientemente. El no conoce lafuente de los logia como documento literario 13, sino nicamentecomo conjunto particular de logia que tiene all sus paralelos y quevuelve a presentrsenos en l en una sorprendente forma entrecorta-da. Con todo, en Marcos contina viva la predicacin de Jess acercadel reino de Dios; incluso ocupa un lugar central. Pero l no la haasumido sin someterla a una reinterpretacin 14. La multiplicidad delas tradiciones reelaboradas en el evangelio ms antiguo podrahacerse claramente visible mediante la clasificacin del material. Yaparece todava con mayor nitidez si repasamos sus contenidos. Sielegimos como ejemplo la cristologa y nos fijamos de nuevo en lafuente de los logia, veremos que la fe en Jess ha sido acuada all deforma bastante unitaria. Si prescindimos del predicado de Hijo, de Mt11, 27 par, Jess es el Hijo del hombre, que es despreciado en elmomento presente y se revelar como Juez escatolgico en el futuro.En Marcos, por el contrario, encontramos toda la paleta de los ttuloscristolgicos: Jess no es slo el Hijo del hombre presente, venidero ydoliente, sino que es tambin el Hijo, Hijo de Dios, Hijo de David,Cristo, Kyrios. Si aadimos a esto la cristologa de la historia de lapasin anterior a Marcos, segn la cual Jess es considerado como elJusto perfecto expresado en los salmos de pasin, se redondea lapanormica. Otra observacin es digna de ser mencionada aqu. U.

    12. Para el concepto apotegma, cf. Bultmann, Geschlchte, 8 s13. ef. B. H Streeter, The jour gospels, London 1927, 150; W. G. KiJmmel, Emleltung

    In das NT, Heidelberg 13 1964, 38 Adems, para el problema: M Devlsch, La relatlon entrel'vang!le de Marc et le document Q, en M Sabbe, Lvang!le selon Marc, 1974 (BEThL 34),59-91, J P Brown, Mark as wztness to an edzted form of Q JBL (1961) 29-44.

    14 Este punto de vIsta es poco temdo en cuenta por G. Dautzenherg, Zur Steliungdes Markusevangelzums In der Geschzchte der urchrzstlzchen Theologze Kalros 18 (1976)282-291.

  • LUI I ~ ha observado atinadamente que, en la imagen de Jess de latradicin anterior a Marcos y de manera especial en los relatos demilagros y en las discusiones, se destaca fuertemente la autoridad delJess terreno. Y relaciona esto con la fe en Jess de la comunidad queest detrs de estas tradiciones, para la que el Terreno seria algoesencialmente constitutivo, cuya autoridad se impone frente al mundosometido a l, cuya instruccin es vinculante para los cristianos. De lamano de esta acentuacin cristolgica se da, segn Luz, una retirada ofalta de atencin a la espera escatolgica futura porque el momentopresente es calificado como el tiempo de salvacin escatolgico.Ciertamente que esta consideracin es correcta frente a la contempla-cin aislada de las tradiciones de milagros. Y ello nos obliga a prestaruna gran atencin al cap. 13 de Marcos ya que aqu se trata de laescatologa del final de los tiempos 16. El mirar el material de tradi-cin que fluye al evangelista, que deberia sealizar su lugar histrico-teolgico, ensea que Marcos debi estar posedo de una fuertevoluntad de integracin. El tom las tradiciones en su variedad. Apesar de que no puede afirmarse con toda seguridad, se tiene laimpresin de que apenas deja fuera algo de lo que puede recoger. Porel contrario, tensa todo en el bastidor del evangelio, creado por l. Siefectivamente existi esta inclinacin a impedir que se perdiera lomenos posible y a recoger el mayor nmero de elementos, esto pudoser una fuerza importante que le llevase a consignar por escrito elevangelio. Porque no slo exista el peligro de que valiossimastradiciones fueran presa del olvido, sino que caba tambin la posibili-dad de que se hablara excesivamente de ellas y de que perdieran suconexin interna.

    Si con todo lo anterior se ha dicho algo acerca de por qu se llega producir la obra de Marcos en general, queda por contestar todavala pregunta de por qu Marcos concibi su evangelio as y no de otramanera, es decir, como presentacin de la actividad de Jess desde elbautismo de Juan hasta la resurreccin 17. Con ello queda planteadala pregunta acerca del gnero del evangelio, que es nuevo y queproviene de Marcos. Las soluciones ofrecidas por la investigacInpara determinar el concepto que Marcos tiene del evangelio se mue-

    15 Das Jesusbld der vormarkmschen Tradmon, en Jesus Chrstus In Hstorze undGeschchte (FS H. Conzelmann), Tubmgen 1975, 347-374

    16. La capaCIdad de mtegracln de Marcos hace Improbable que Mc 13 fueraaadIdo al evangelIo con posterIorIdad a causa de motIvos espeCIales. Pesch, Naherwar-!Ungen, 70-73 fundamenta esta SUpOSICIn Cf Pesch 1, 59. Tomada de J. M Ntzel,HofJnung und Treue. Zur Eschatoloqe de; M wld/levangellums, en Gegenwart und kommen-des Rech (Schuler-FS A. Vogtle), Stuttgart 1975, 79-90

    17. Para la prehIstOrIa del coneel'l.. ,\.III~,II()>>, cf. el excurso EvangelIo en UWIlckens, La Carta a los romanos 1, Salamancd 1989,97-99.

  • ven entre los trminos kerigma e historia. O para formularlo de otramanera: se considera el evangelio o como alocucin proclamadora enla que lo recordado histricamente pasa a un segundo plano o msbien como recuerdo histrico que tambin quiere proclamar. Rara-mente sucede que uno de los dos aspectos quede excluido por comple-to 18.

    A W. Marxsen 19 se debe la apertura de la orientacin kerigmtIcaen la exgesis de Marcos. Partiendo de una comparacin con elconcepto paulino de evangelio, al que llama teolgico-conceptual,comprueba que las ideas paulinas decisivas tambin estn presentesen Marcos, aunque no sera necesario pensar en una dependencialllmediata de Marcos respecto de Pablo. Las caractersticas determi-nantes para Pablo de que el evangelio es un poder lleno de vida, queno se limita a dar testimonio del acontecimiento salvfico, sino que lmismo es acontecimiento salvador, que interviene en la vida de lapersona, que le llama a tomar una decisin y exige obediencia, sonconocidas tambin por Marcos. Este se limita a unir el conceptopaulino con el tesoro sinptico de tradicin, aadiendo al componen-te teolgico-conceptual otro elemento kerigmtico-contemplati-vo. Marcos une teologa y tradicin, aportando una claridad mayor.Ahora bien: es preciso ver que esta claridad est al servicio de unamanifestacin teolgica que quiere proclamar. En todo caso, se veque la obra tiene que ser leda como proclamacin; que es interpela-cin en cuanto tal, pero no "informe de Jess". El que aparezcatambin informacin aqu es completamente sorprendente bajo esteaspecto. En cualquier caso, es nicamente material 20. Tal vez A.Suhl, discpulo de Marxsen, formule la posicin con mayor precisin ysobriedad: Marcos no habla de una historia pasada sino que hace queel acontecimiento representado en el evangelio se desarrolle una vezms como presente en la proclamacin. El material de tradicinsinptico se convierte en objeto de contemplacin 21. Frente al princi-pio kerigmtico, el planteamiento histrico sustentado por J. Roloff 22alimenta la duda de si aqul puede presentar una explIcacin adecua-da del fenmeno literario de la escritura de los evangelios. En princi-pio, la presentacin de la historia sera juzgada de manera negativa.Segn Roloff, slo puede explicarse suficientemente el evangelio si sereconoce que detrs de l est la intencin de presentar la historia de

    18 Aqu habna que mencIOnar a Schrelber, Theologle des Vertrauens, 9-21 Para esteautor, la hlstona narrada por Marcos se dIluye en una teologa domInada por numerosossmbolos

    19 El evangelrsta Marcos, Salamanca 1981, 121 ss20 Ibld, 12421 Funktlon, 16822 Das Markusevangelzum als Geschlchtsdarste/lung EvTh 27 (1969) 73-93

  • Jess como un acontecimIento pasado 23 A este respecto, alude demanera especIal al decurso de la aCCIn transmItido por Marcos, lafalta de comprenSIn de los dISClpulos, que es concebIda como unelemento determmante del pasado y que ser elImmado por el aconte-CImIento de la pascua Alude tambIn a motivos hlstncos que puedendemostrarse en las narraCIOnes de Jesus

    Tambin R. Pesch 24 pIensa que el naCImIento del evangelIo sedebI a la necesIdad que la IglesIa habra temdo, en una fase determI-nada de su hlstona y predIcacin, de una Identificacin hlstnco-teolgica de su proclamacIn y doctnna 25. Marcos depende deconjuntos de tradIcIn acuados ya de manera sImIlar, especIalmentede un relato de la paSIn antenor a Marcos y al que tenemos queaSignar una extensIn relativamente amplIa A caballo entre las POSI-CIOnes sealadas se encuentran otras explicacIOnes en las que el acentose desplaza ora hacIa una parte ora hacia otra y que son bastanteconocIdas 26. El evangelIo fue denommado de muchas fonnas Pre-sentaclOn de hlstona (Rolofl), NarraClOn de hlstona (S Schulz) 27,Kengma de una detennmada sItuacIn y tarea (E. Stegemann) 28,ProclamaCin como relato (G Strecker) 29, PredIcaCIn mdlrecta,narraCIn dIrecta de hlstona, Hlstona eplfamal, hlstona de revela-CIn, Documento de la mstruccln de la comumdad, LIbro demISIn (Pesch) 30.

    Una explicaCIn determmada, ullllateralmente kengmtlca, delconcepto que Marcos tiene de evangelIo podra hacer plausIble lacoleccIn de las tradICIOnes de Jess, pero no la concepcIn delevangelIo de Marcos como presentaCIn de la actuaCIn de Jessdesde su bautismo hasta la resurreccin Y no convence en absolutocuando se hace que la mtencln de proclamaclOn del evangelIsta seorIente hacia una sItuaclOn puntual Este es el caso de Marxsen, segnel cual el evangelIo fue compuesto por Marcos en el ltimo momentoantes de producIrse la IrrupclOn de la parusa esperada 31. Pero en talcaso, la obra de Marcos habra perdIdo toda su actualIdad cmco aosdespus de su publicacIn Una consIderacIn exclusIvamente hlstn-

    23 7824 1,225 La cita esta tomada de Stuhlmacher, EvangellUm 1, 277, nota 226 Cf Roloff (nota 22) 73-78, Hengel (nota 8) 326-331, Pesch 1, 51-5327 Stunde, 9-4628 Das Markusevangellum als Rufm die Nachfolge (DIs Heidelberg 1974, manuscr)

    21729 Acerca de la teona del secreto meSlamco en el evangelio de Marcos, StEv 111/2

    (1964) 87-104, aqm 10430 1,515929 Los muchos nombres indican 1

  • ca pasa por alto que Marcos se encuentra en una transicin tambinen el tema del evangelio. Esto se pone de manifiesto por la observa-cin siguiente: el concepto evangelio, que seria anterior a Marcos(1, 15), pero que fue integrado por l en la tradicin, est relacionadoexclusivamente con la proclamacin oral, si exceptuamos 1, 1. En 1, 1se utiliza este concepto para designar la obra de Marcos. A la vista delos restantes lugares donde aparece eVlXyyAlOV, esta designacin da aentender que esta obra fue escrita para la proclamacin. El protoe-vangelio de 1 Cor 15, 3 s (muerte y resurreccin de Jess) serreproducido, en cuanto a la substancia de su contenido, en un pasajetan decisivo como es Mc 16,6. Como se demostrar en su momento, elevangelio de Marcos ha sido estructurado de manera que todo apuntehacia la cruz y la resurreccin. Tambin esto indica que Marcos estmarcado por el kerigma. Mas por otro lado, l crea algo nuevo quedebe ser considerado como su aportacin personal, como el factordeterminante. La secuencia narrativa, que comunica conscientementela impresin de un decurso de actuacin cronolgico, slo es inteligi-ble si quiere informar de la actuacin de Jess, si quiere presentar esaactuacin como historia. Las conexiones de la accin estn tal vezacuadas de manera que produzcan la sensacin de indetermina-das 32. La obra que se extiende desde el bautismo hasta la resurreccinexpresa que se reflexiona y toma en serio esta actuacin como pasada.Tambin la concepcin del secreto mesinico apunta en la mismadireccin, en la medida en que aqui se distinguen momentos (excurso).La reflexin histrica como algo teolgicamente determinado estariaya presente en la historia de la pasin anterior a Marcos y habriainfluido en este evangelista. Se puede presentar a Marcos comohistoriador teolgico, no como historiador literario 33. Si se es cons-ciente de la limitacin que encierran las determinaciones que atribui-mos al concepto, puede describirse su obra con la expresin de relatocomo proclamacin o al servicio de la proclamacin. A diferencia delo que sucede en la fuente en forma de pericopas, la redaccin delevangelio no est tan directamente ligada a las preocupaciones de lacomunidad como la fuente mencionada. La obra slo fue posible enun cierto distanciamiento aunque no en una distancia total. Es verdadque el telogo de laboratorio es slo una invencin del siglo XIX,pero tambin es cierto que las tradiciones tomadas por Marcos fueron

    32. Pesch 1, 17-19 enumera, SigUIendo a Thelssen, Wundergeschlchten, 199, cmcoconexIOnes' la conexin de tiempo, la conexin de lugar, la conexin de suceso, laconexin de motivaCin, mtroduccln mdependlente. A esto se suma la conexin derepeticin. Cf. de manera Similar ya en Bultmann, Geschlchte, 363-365.

    33 Cf. Hengel (nota 8) 323 s y nota 10, qUIen, atmadamente, califica de eqUIvocada laalternativa kengma o hlstona.

  • manejadas y experimentadas en la vida de la comunidad. Con todo, loque l cre, se dirige a un pblico mayor y menos condicionado por eltiempo 34

    2. Teologa y plan del evangelio de Marcos

    Mientras que la historia de las formas consideraba a los autoressinpticos como recopiladores y transmisores, la historia de la redac-cin descubri sus aportaciones teolgicas. Estas fueron descubrin-dose a medida que avanz el desarrollo del nuevo mtodo. Actual-mente el pndulo retrocede. Se exhorta a volver a la historia de lasformas 35 y/o considerar a Marcos como redactor conservador queslo se habra permitido intervenciones redaccionales en las tradicio-nes dentro de un marco muy limitado y acuado por las tradicionesrecibidas 36. Hay que tener presente la situacin del evangelista. Estaera completamente distinta de la del apstol Pablo que escribe cartasa las comunidades. La intencin primitiva de Marcos consisti entransmitir tradiciones de Jess. Su tarea consista en tejer estas tradi-ciones en un marco vinculante, el evangelio. Este deba servir a laproclamacin de la Iglesia. Slo se llega a captar el procedimiento delevangelista si se tJene presente de igual manera la forma de 10transmitido y la configuracin total del evangelio en el que se insertala tradicin con mano redactora. La tarea no es fcil ni carente deriesgos, como muestran los diversos resultados. Pero hay que decirlo:las tensiones existentes en el conjunto del texto se deben a las diversastradiciones incluidas y han sido mantenidas tal cual por el evangelistaa causa del respeto que le merece lo transmitido. Pero tales tensionesno deben impedirnos ver el trabajo de redaCCIn. El evangelista tienetambin sus mtereses y teologa propios: he laid his theology over anexisting theology, or theologies, in the tradition he received 37. Enprincipio, la crtica de la redaccin se encuentra en el camino correctopara entender el evangelio. No obstante, habr que ver hasta dndellega el trabajo redaccional de Marcos. Marcos es un redactor mode-

    34 Slo en medIda muy condIcIOnada puede demostrarse analogas hteranas con elevangelIO. S. Schulz, DIe Bedeutung der Markus fUr dIe Thealaglegeschlchte des Urchrcsten-tums StEv II (1964) (TU 87) 135-145, aqu 144, remIte a las populares vIdas 8eio

  • rado Para captarlo son necesarios tres pasos: primero indicaremosseales puestas por el evangelista. A continuacin presentaremos elconcepto teolgico y, finalmente, un plan para el evangelio.

    a) El evangelista Marcos ha fijado la escritura del evangelioanteponiendo la actuacin de Juan Bautista a la actividad de Jess.Encontramos por primera vez a Jess junto a Juan Bautista en elJordn. El final son cruz y resurreccin. Seguramente stos son losdatos histricos de la aparicin pblica de Jess. El que ste acte enGalilea durante el primer tercio del evangelio e inicie despus unperegrinar por los caminos que terminarn en Jerusaln con la muertees un marco creado artificialmente que seala la direccin del caminohacia el final en Jerusaln. Que Marcos ha concebido su evangeliodesde la pasin se pone de manifiesto en las repetidas condenas amuerte sentenciadas por la jerarqua juda. En parte existieron conanterioridad a Marcos y en parte son fruto de la redaccin. Laprimera decisin se toma ya al final de la primera confrontacin conadversarios en Galilea (3, 6); las siguientes se escalonan hasta el relatode la pasin (11, 18; 12, 12; 14, 1 s.55). El camino de Jess estensombrecido por la muerte.

    El predicado Hijo de Dios (cf. el excurso del mismo ttulo) encierrala totalidad del evangelio en una inclusin (1, 1.11; 15, 39). Todo elacento recae sobre la confesin del centurin romano, que, comoltima aclamacin cristolgica, da a conocer el inters especial delevangelista por la cristologa que se encierra en el ttulo Hijo de Dios.Es una especie de suma cristolgica que compendia todas las aclama-ciones anteriores y las preguntas sobre quin es. G. Theissen hahablado de un arco de tensin aretalgico 38. Al mismo tiempo, nodebemos pasar por alto un arco de tensin que corre paralelo. Elngel de la tumba anuncia a las mujeres el mensaje pascual de la cruzy resurreccin (16, 6). Tambin sta haba sido anunciada previamenteen los vaticinios de la pasin (8, 31; 9, 31; 10, 33 s). Si las condenas amuerte sentenciadas por los enemigos sealaban lo amenazador deldestino de Jess, los anuncios de la pasin quieren indicar claramenteque Jess conoce el camino que le aguarda, que lo acepta conobediencia, que prepara a los discpulos para ese momento y que lamuerte no es la ltima palabra.

    Tambin es una seal la observacin de que los discpulos y Simno Pedro fueron llamados al comienzo de la actuacin de Jess (1, 16-20) Yreciben una misin en la ltima percopa (16, 7). Tambin esto

    38. Wundergeschlchten, 212 Junto a eso, Thelssen 214-221 dlstmgue un esquemamtico de peldaos y un arco de tensn bIOgrfico El pnmero basado sobre lasexpresIOnes acerca del HIJO de DIOS, el segundo sobre las alUSIOnes a la pasIn

  • puede valorarse como mcluslOn en la que se pone de mamfiesto quelo... dlsclpulos eran Importantes para Marcos

    En los sumanos (1, 34, 3, 7-12, 6, 53-56) el evangelIsta generalIzalas curaclOnes y los exorcIsmos de Jesus, y da la Impreslon de que estaactIvIdad adqumo un espacIo mayor en su actuaclOn Y paralelamen-te corren afirmaclOnes en tono general de que Jesus adoctnnaba alpueblo Pero no se nos comumca el contemdo de su enseanza (1, 21 s,2, 13, 6, 6b 34, 10, 1) Habra que consIderar Juntos ambos aspectosEsto suscIta la pregunta de la relaclOn recIproca entre la actIvIdaddocente y la curatIva MOVIdos por estas observaclOnes y adelantandodetermmados resultados de la mterpretaclOn, debemos presentar aho-ra puntos concretos del concepto teologIco de Marcos

    b) Segun J RolofT 39, la tematlca de los d!sclpulos es la cornentenarratIva que emerge con mayor clandad en Marcos Y sorprende quelos JUIClOS emItIdos acerca de los dISCIpulos sean de naturaleza contra-puesta Como se ha menclOnado ya, los dISCIpulos son los pnmeros alos que se dmge la palabra personal de Jesus en los relatos vocaClOna-les A doce de ellos se llama a un segUImIento especIal y se les confiereuna autondad partIcular (3, 13-19) Ellos recIben el mIsteno del remode DlOs (4, 10 s), son envIados por Jesus (6, 7 ss), comparten con ellamesa en la ultIma cena (14, 17 ss) De esta caractenzaClOn se destacafuertemente su mcomprenslOn e mcapacIdad para comprender a Jesusy su palabra Segun la OPmlOn unamme de la cntIca, Marcos ha

    I subrayado el reproche repetIdo del que son objeto Por no menClOnarmas que algunos ejemplos ellos no comprenden las parabolas (4, 13,7, 18), fracasan en la tempestad en el lago (4, 35-41), de Igual maneraque cuando Jesus camma sobre las aguas (6, 51 s) Despues de laconfeslOn del MesIas, su perplejIdad de comprenslOn se concentra enla cuestIon de la paSlOn (9, 32,10,32) Se censura duramente a los doce(9, 35) Judas es caractenzado como uno de los doce (14, 10 20 43)TambIen Pedro fracasa lamentablemente (8, 33) aunque esta tradIclOnes antenor No es lIcIto crear una dIstmcIon entre los doce y losdISCIpulos a causa de los reproches Pero Marcos sabe tambIen de unCIrculo de dISCIpulos mas amplIo (2, 15), de Igual manera que puedehablar ocaslOnalmente de tres (5, 37, 7, 2, 14, 33) o de cuatro (13, 3)dISClpulos que se constItuyen en testIgos de un acontecImIento oenseanza especIales La concomItanCIa del fracaso y de la sublImevocaClOn no debe ser entendIda como madvertencIa, porque Marcossubraya el reproche Para el, los doce son aquellos que, como testIgosde la vIda de Jesus, han asegurado la contmUIdad entre el tIempo de

    39 EvTh 27 (1969) 84 Cf tamblen W Bracht, Jungerschaft und Nachfolge en JHamz (ed) Krrche 1m Werden Paderborn 1976 143-165

  • Jess y el tiempo de la Iglesia. En esta concepclOn se contieneimplcitamente el concepto de lo apostlico y de la proclamacinapostlica legitima. La falta de comprensin de los discipulos, queforma parte tambin del marco del secreto mesinico, conduce haciala cruz. El discipulado autntico comprende la confesin del Crucifi-cado (15, 39), que incluye la disposicin a llevar la cruz. Se haintentado determinar desde aqu el tono fundamental del evangelio deMarcos y caracterizarlo como llamamiento a seguir a Jess 40. Peroseria un error interpretar la desviacin de los discipulos en relacin ala cruz como seal de una confrontacin histrica que Marcos habrasostenido con algunas comunidades que habran rechazado la confe-sin del Crucificado. El alejamiento de la cruz es un peligro perma-nente y la dificultad del seguimiento de la cruz contina intacta. As,en este inters de Marcos podemos ver precisamente algo que desligala escritura del evangelio de una unin estrecha con una situacinconcreta. La temtica de los discipulos est relacionada ntimamentecon la de la fe, destacada igualmente por Marcos. En la caracteriza-cin introductoria de la predicacin de Jess hay que leer (1, 15) lainvitacin a creer. Pero Jess choca con la incredulidad, con elendurecimiento de corazn (3, 5). Tambin los discipulos tienensentidos romos (8, 17 s); los milagros de Jess ponen al descubierto laincredulidad (6, 2). Se le exige una seal del cielo (8, 10-13). Pero almismo tiempo contina en pie la exigencia de la fe (11, 22). Marcosconoce la dialctica de la fe, sabe de residuos de incredulidad en elcreyente y habla de la fe en Jess, que todo lo puede (9, 23 s).Contrapone la fe a una interpretacin mgica del milagro (5, 27-34). Yla fe, a la que se le abren los odos y los ojos, queda fundamentada (7,32-37; 8, 22-26) no slo en la confesin de la dignidad mesinica deJess (8, 27-29), sino en que aquel ciego ve realmente y le sigue hastaJerusaln (10, 46-52). Las curaciones milagrosas de sordos y ciegostienen un sentido Simblico. A las personas reunidas bajo la cruz se lasdivide entre las que no creen y aquellas otras que vienen a la fe (15,32.36.39) y se ponen de parte del Crucificado. Si se pregunta por quprecisamente los discipulos deben ser rescatados de su falta de inteli-gencia, Marcos subraya la gracia de Dios. Jess los llam en hbertadsoberana (1, 16-20); hizo formar parte de los doce a los que l quiso(3, 13). Dios les confia a ellos el misterio del reino de Dios (4, 11passivum divinum). Dios es capaz de realizar lo imposible (10, 27). Elque los discipulos, que fracasan por completo en la pasin de su

    40 Cf Schwelzer, 211-216 Grundmann, Anhang, 15 y nota 51, mterpreta la falta decomprensIn de los dlsClpulos como un elemento crtIco-ecleSIstIco, como expresIn deuna stuacln ecleslOlglca de necesIdad que permanece mIentras la comumdad de JesseXIste sobre la tIerra

  • Maestro, sean reunidos de nuevo despus de la pascua es obra de lagracia del Seor resucitado que les precede en Galilea (14, 28; 16,7). Eldiscipulado que el evangelista presenta al lector y que es precisoimitar vive de la anticipacin de Dios y consiste en mantener elseguimiento de la cruz.

    Israel y el pueblo de Dios es otro de los temas teolgicos deMarcos. Y no debemos perder de vista esta realidad diciendo que el0XAOC;, la multitud, se mantiene representando un papel esttico frentea Jess, funcin que ha sido comparada con el cometido que ejerca elcoro en el drama antiguo. Jerusaln es en el evangelio la sede deljudasmo incrdulo. De all vienen las autoridades judas a prender aJess y a ponerlo a prueba (3, 22; 7,1). El dicho sobre el endurecimien-to (4, 12), tomado de Is 6, 9 s, no puede entenderse sin una referencia aIsrael. El rechazo del que Jess es objeto en su patria chica de Nazaret(6, 1-6) debe tenerse en cuenta en relacin a la postura de los judosincrdulos, as como la dura crtica a su legalismo en 7, 1-23. Unparntesis redaccional incluye expresamente a todos los judos enesta crtica (7, 3 s). Se declaran como carentes de sentido sus manda-mientos gastronmicos (7, 19). Los veredictos se amontonan en laltima parte del evangelio. Se juzga en sentido completamente negati-vo al templo, mencionado nicamente aqu. La protesta de Jess en eltemplo juntamente con la expulsin de los mercaderes que ejercendentro de l adquiere un carcter amenazador en conexin con laaccin simblica de la maldicin de la higuera (11, 12-19). Marcosentendi la protesta del templo como accin mediante la que Jessderoga el culto. El adoctrinamiento sobre la fe en el crculo de losdiscpulos, adoctrinamiento que se recoge a continuacin (11, 20 ss),debe entenderse sobre el trasfondo de la incredulidad jerosolimitana.La controversia sobre la autoridad de Jess y la parbola de losviadores homicidas (11, 27-12,12) significan el punto culminante dela lucha. Jess mantiene la discusin jerosolimitana en el recinto deltemplo (12, 13 ss; cf. 14, 49). Esa disputa se cierra de nuevo con unafuerte crtica del culto (12, 32 ss). Jess predice la cada del templo (13,2), segn un dicho recogido en el proceso del sanedrn y presentadocomo pronunciado por Jess (14, 58; cf. 15, 29). Segn la pasin deMarcos, la jerarqua juda es la que condena a muerte a Jess (14, 64) Yes el pueblo, instigado por los sumos sacerdotes, el que pide a Pilatosla crucifixin (15, 11-15). La entrega de Jess al pagano Pilatos, y conello su exclusin del pueblo judo, se lleva a cabo de manera oficial porel sanedrn, cuyas fracciones enumera el evangelista en 15, 1. V. 7,27expresa la vinculacin de la actuacin de Jess con el pueblo judo,pero tambin es significativa a este respecto la utilizacin del predica-

  • do Hijo de David exclusivamente en las proximidades o en la mismaciudad de Jerusaln (10, 48; 12, 35-37; cf. 11, 10).

    A esta cara negativa corresponde un desarrollo positivo: la consti-tucin de un nuevo pueblo de Dios. Este se compondr de los pueblosa los que tiene que ser proclamado el evangelio (13, 10).

    Pero ya en el mismo comienzo de la actuacin de Jess se rene entorno a l una nueva familia espiritual que hace la voluntad del Padre(3,31-35). A los doce, cuya misin consiste en ser lazo de unin entre eltiempo de Jess y el tiempo de la Iglesia, puede considerrseles comoembrin o fundadores de la nueva comunidad. La sirofenicia es unprimognito de los gentiles que convence a Jess mediante su fe (7, 24-30). La protesta de Jess en el templo se justifica por el dicho delprofeta de que el templo debe llamarse casa de oracin para todos lospueblos (11, 17). Los mordientes reproches que la parbola de losmalos viadores lanza contra los sumos sacerdotes, contra los escri-bas y contra los ancianos, se emparejan con la promesa de que otrosviadores recibirn la via. Esta promesa obliga a pensar en el nuevopueblo de Dios. El centurin que se encuentra al pie de la cruz, y decuya pertenencia al paganismo era consciente Marcos, pronuncia laltima confesin vlida en el evangelio. Si el nuevo pueblo de Diosest abierto para los pueblos gentiles, el escriba versado, del que sedice que no est lejos del reino de Dios (12, 34), indica que tambin losjudos que crean sern recibidos en este pueblo.

    Marcos echa mano de la tradicin de la predicacin de Jessacerca del reino de Dios, pero le confiere un carcter propio. Segn elsumario 1, 14 s, Jess proclama la proximidad del reino de Dios. Peroesta proximidad inmediata debe entenderse en el sentido de que esereino, a pesar de su naturaleza escatolgica y del final de los tiempos,comienza a realizarse ya ahora en la actuacin de Jess. El futuroconfigura el presente, pero de una manel.\ que lo que se consumar enel futuro puede experimentarse particip" tivamente en el presente: enlos exorcismos en los que el fuerte es maniatado (3, 24-27). Hay querecibir la basileia de Dios en nuestras vidas como lo hara un nio (10,15). Debido a su referencia al momento presente, la basileia tiene unmisterio y es ella misma misteriosa. Hay que interpretar cristolgica-mente este misterio y forma parte del mbito del secreto mesinico.Con la ayuda de un empalme redaccional, el evangelista relaciona elrelato de la transfiguracin con un logion sobre la inminencia de laespera que habla de la prxima irrupcin de la soberana de Dios conpoder (9, 1-8). Con ello se alude tambin al componente cristolgicoen el concepto basileia. El posicionamiento escatolgico del evangelis-ta est relacionado de manera especial con el cap. 13. Se ha considera-do este captulo como un cuerpo extrao dentro del evangelio. Y se ha

  • llegado a este juicio basndose en la ausencia de expresiones escatol-gicas en el evangelio y en la acuacin no escatolgica de la tradicinanterior a Marcos. Respecto de Mc 13 hay que tener presente qutradiciones apocalpticas son desapocaliptizadas, historizadas porel evangelista mediante la obligacin de la proclamacin a todo elmundo y la parnesis dirigida a los discpulos (13, 10-13).

    De manera similar ha reelaborado Marcos una redaccin de lahistoria de la pasin anterior a Marcos y acuada apocalpticamente,como habr ocasin de verlo, de manera especial, en el relato de lacrucifixin. Tambin para Marcos vale aquello de estar preparadospara el final y el juzgar las cosas desde las postrimeras (cf. fuera delcap. 13, cap. 8, 38; 14,61 s). Pero coloca el acento sobre la superacincristiana del momento presente.

    Por ltimo, en esta presentacin de la teologa de Marcos tenemosque llamar la atencin sobre la imagen del Bautista. Marcos concibidefinitivamente a Juan como el precursor de Jess y lo insert en elevangelio como tal. Juan encierra los rasgos de Elas, cuyo retornoantes de la aparicin del Mesas se esperaba en el judasmo (9, 9-13; 1,6). Pero es precursor no slo por su predicacin, sino tambin por laviolencia que le toc vivir en su propio cuerpo (1, 14; 7, 17-29; 2, 9-13).De manera especial esta solidaridad con el destino de Jess habramotivado a Marcos a colocar al Bautista en el comienzo del evange-lio. Para otros aspectos de la teologa de Marcos, cf. los excursos:Hijo de Dios, Galilea, milagros de Jess, secreto mesinico, teora dela parbola.

    c) El intento de detectar un plan del evangelio deber llevarse acabo teniendo presentes las observaciones mencionadas en los puntosa) y b). Una visin panormica de la secuencia de los acontecimientosda el cuadro siguiente: en 1,2-15 se presenta a Juan Bautista y a Jess.Aqu el acento recae sobre Jess. El primer acontecimiento despusdel prlogo es el llamamiento de cuatro discpulos (1, 16-20). Lapresencia de Jess en Cafarnan y alrededores se caracteriza por suenseanza y por sus acciones poderosas (1, 21-39). A pesar de que seinforma de la enseanza de Jess slo de forma sumaria, sta se hallaen contacto estrecho con sus exorcismos y curaciones. Las curacionesponen grficamente de manifiesto la b(jrtX~. A un relato de curacin(1,40-45) siguen las primeras confrontaciones con diferentes gruposque desembocarn en la primera condena a muerte sentenciada porlos fariseos y herodianos (3, 6). Estos captulos del principio transmi-ten, en medida creciente, la idea de que la actuacin de Jess atraecada vez ms personas hacia l (1, 28.37.39.45; 2, 2.13.16). Un puntoculminante constituye el relato sumarial 3, 7-12. La eleccin de losdoce incide de nuevo en el tema de los discpulos (2, 13-19). Siguen

  • ataques lanzados por los escnbas JerosolImItanos y famIlIares de Jess(3, 20-35). El gran dIscurso del lago, en el que habla al pueblo enparabolas (4, 1-34), ofrece, en su coneXIn con un cIclo de cuatromIlagros (4, 35-5, 43), el deseado paralelIsmo de enseanza y aCCIOnespoderosas. La VISIta a Nazaret (6, 1-6a) ha sIdo Insertada claramentecorno reaCCIn a las enseanzas y mIlagros que se relatan InmedIata-mente antes (6, 2' ~ (Jocpa ..Ka! al JVVrX/1811;) De nuevo la mISIn y elretorno de los doce, que se Interrumpe medIante el relato del martmodel BautIsta, ofrecen una escena de dISCIpulos (6, 6b-29). En la seCCIn6, 3D-S, 26 alternan las percopas del pueblo y de los dISCIpulos S, 27constItuye un corte. Despus de la confesIn meSInIca de Pedro,Jesus habla por pnmera vez de su paSIOn (S, 31) La secuenCIa de 8, 27-10, 45 est marcada expresamente por las tres predICCIOnes de lapasIn (8, 31; 9, 31; 10, 32-34) Se reconoce la mano redactora delevangelIsta en que a cada predIccIn de la paSIOn se aaden narracIO-nes que documentan la falta de IntelIgenCIa de los dIScpulos. lasreprenSIOnes de Pedro (S, 32 s), la dISCUSIn de los dIScpulos sobre elrango de cada uno de ellos en la Jerarqua apostlIca (9, 32 ss), lapetICIn de los hIJOS de Zebedeo solIcItando para SI los pnmerospuestos (10, 35-45).

    El corte efectuado con 8, 27 SIgnIfica que en adelante, en la parteque VIene a contInUaCIn, se va a poner en pnmer plano la Idea de lapaSIn al tIempo que se concede mayor atenCIn al CIrculo de losdIscpulos Se multIplIcan los adoctnnamIentos de los dIscpulos (S,31-9,1; 9, 9-13, 9, 33-50,10,41-45). TambIn las percopas del pueblocontIenen adoctnnamIento de los dISCIpulos (10, 10-1213-1623-31).Esta mIsma afirmaCIn se aplIca tambIn a los relatos de mIlagro deesta seCCIn (9,14-29, aqu 2S s) El evangelIsta reelabor la narraCInde la curaCIn del CIego de Jenc como relato de dIscpulos en elsentIdo de la Idea de segUImIento (10, 46-52). Y conduce a la entradaen Jerusaln (11, 1-11), a la que SIguen algunas escenas dramtIcas (11,12-25). La actuaCIn de Jess en la capItal de Judea se compone dedISCUSIones con dIversos adversanos (11, 27-12, 37) y de un adoctnna-mIento exclUSIVO a los dIscpulos sobre el eSJaton (cap. 13) 12, 3S-44 esun trozo IntermedIO. Pero todo ello se sustenta sobre un elementoUnIficador. el templo, en el que se desarrollan las aCCIOnes o seorIentan haCIa l El relato de la paSIn se CIerra con la mIrada puestaen la tumba abIerta en la que se proclama el mensaje pascual (14,1-16, 8)

    A la hora de pergear un plan, hay que reconocer que las delImIta-CIOnes son ImpreCIsas en bastantes pasajes. As el prlogo (1, 2-15)puede ser conSIderado como una UnIdad en s mIsmo, pero tambIncomo parte de la pnmera seccIn. Bastantes autores desplazan el

  • corte de 8, 27 Y lo sitan en 8, 22 41 porque la curacin del ciegoprepara simblicamente la confesin de Pedro. Si partimos de que latemtica de los discipulos constituye la corriente narrativa que desta-ca con claridad suma, sobresalientes relatos de d1scipulos emergencomo pericopas que abren nuevas secciones. El llamamiento de disci-pulos inicia la primera parte (1, 16-20). Con la decisin de causar lamuerte a Jess, recogida en 3, 6, una secuencia de acontecimientosalcanza una cierta meta. Pero la eleccin de los doce (3, 13-19)constituye un comienzo ms adecuado de la segunda parte que elrelato sumarial de 3, 7 ss. Puesto que, como hemos visto, la presenciade Jess en Nazaret (6, 1-6a) sirve de punto final de los relatos demilagros, puede valorarse la misin de los doce (6, 6b-13) como unbuen comienzo de otra seccin. La peripecia es la pregunta dirigida alos discipulos con la confesin de Pedro (8, 27-30). Se exige ahora a losdiscipulos una nueva decisin a favor del seguimiento, el seguimientode la cruz. El relato de discipulos acerca del ciego encontrado en elcamino hacia Jerusaln (10, 46-52) introduce en la seccin quinta. Eldiscurso escatolgico de Jess puede incluirse en ella. El relato de lapasin constituye la sexta y ltima seccin.

    De esta manera tenemos, pues, el siguiente cuadro

    El comienzo (1, 1-15)1. Jess acta soberanamente ante todo el pueblo (1, 16-3, 12)2. Doctrina y milagros de Jess (3, 13-6, 6a)3. Va de una parte para otra (6, 6b-8, 26)4. Invitacin al seguimiento de la cruz (8, 27-10, 45)5. La actuacin de Jess en Jerusaln (10, 46-13, 37)6. Pasin y victoria (14, 1-16,8)

    3. Autor, lugar y fecha de composicin

    a) El evangelio no contiene el nombre de su autor ni aparece enlugar alguno el yo literario del compositor, a diferencia de 10 que

    41 Schwelzer, 214; Lang, ZThK 74 (1977) 12 Pesch, Naherwartungen, 48-53 ofreceuna panormica exhaustIva acerca de los diversos mtentos de lograr una diVISin deMarcos No es mfrecuente la utIlIzaCin de cntenos altamente artIfiCiales para llevar acabo la desmembracin ASI Carrmgton, en su comentano, pretende combmar lasumdades de Marcos con un calendano de las festIVIdades Judlas. Lang, ZThK (1977) 1-24ve el evangelIo corno concebido de manera SimIlar a un drama antIguo Pesch, Naherwar-tunqen, 54-82, mtent trazar una divIsin sirvindose de la enumeracin de los versculosPara otros mtentos, cf tambin H Sawyer, The Markan frarnework Sorne suggestlOns jora new a,sessrnent SJTh 14 (1961) 279-294, D J Hawkm, The syrnbohsrn and structure ofthe Markan redactlOn EvQ 49 (1977) 98-110 Sobnamente juzga Bultmann, Geschlchte,375 la confeSin de Pedro constItuye la umca seccin verdadera

  • sucede, por ejemplo, en el prlogo de Lucas (Le 1, 3: (5o~; Krip.O).Para entender la obra hay que tener en cuenta el carcter annimo dela autora o paternidad literaria. El que el autor, que habra sidoconocido por los destinatarios, se escondiera detrs de su obra apuntaa otra autoridad. Es la autondad de la palabra, que sustenta lapredicacin de la Iglesia. El autor quiere recogerla en sus numerosasinterpretaciones ya existentes y desea hablar nuevamente de ella en elevangelio. Si se tiene en cuenta esto, decrece consecuentemente elesfuerzo por atribuir un nombre al autor. El que algunas dcadasdespus de la aparicin del evangelio se mencione el nombre del autorindica que se ha producido un cambio en la situacin. Las manifesta-ciones del obispo Papas de Hierpolis ( h. 120/130), que se basan enel testimonio de un presbtero Juan, responden a tendencias apolog-ticas. Se trata de asegurar la autoridad y el prestigio del evangelio msantiguo ligndolo indirectamente al apstol Pedro. Se presenta comoautor a Marcos, el cual habiendo sido el intrprete de Pedro, escribiexactamente, aunque no con orden, cuanto recordaba de las cosasdichas o hechas por el Seor. El, en efecto, no haba odo al Seor nihaba andado con l, sino que ms tarde, como he dicho, anduvo conPedro. Este daba las instrucciones segn lo exigan las circunstancias,pero sin intentar hacer un relato ordenado de las sentencms del Seor;as que Marcos no incurri en defecto alguno escribiendo ciertas cosastal como las recordaba. Pues slo una cosa le importaba: no omitirnada de lo que haba odo, y no consignar nada que no fuera verdad.

    Los intrpretes 42 de esta afirmacin de Papas transmitida porEusebio 43 coinciden ampliamente en los puntos siguientes: del presb-tero Juan proviene nicamente la -primera frase. Lo que viene acontinuacin (a partir de la frase motivadora) es interpretacin dePapas, que disculpa la manera de proceder de Marcos, pero queprcticamente lo presenta como rasgo preferente. El trasfondo histri-co-eclesistico es la disputa con doctrinas falsas que afirmaban poseerlas tradiciones legtimas. Se relaciona el nombre de Marcos con eljerosolimitano judeocristiano Juan Marcos (Hech 12, 12), el acompa-ante del apstol Pablo (Hech 13,5.13; Col 4, 10; Flm 24) y discpulode Pedro (1 Pe 5,13). La referencia a los recuerdos de lo enseado porPedro presupone la opinin de que Marcos compuso su evangelio enRoma, presumiblemente despus de la muerte de Pedro.

    42 Para la mterpretacln de la cIta de Papas, cf T Y Mulhns, Paplas on Mark'sgospel. VlgChr 14 (1960) 216-224; W. C van Unmk, Zar Papzas-Notzz aber Markas ZNW54 (1963) 276-277; J. Kurzmger, Dze Aassage des Papzas von Hzerapolzs zar lzterarzschenForm des Markasevangelzams. BZ 21 (1977) 245-264.

    43. H. e. IlI, 39, 15

  • Hay tambin acuerdo en pensar que todos los restantes testimo-nios sobre el nacimiento del evangelio ms antIguo (Ireneo de Lyon,Tertuliano, Justino, Clemente de Alejandra, Canon de Muratori,Jernimo) 44 dependen de Papas, de forma que, en resumidas cuentas,ste es propiamente el nico testimonio que poseemos. El acuerdocomn desaparece a la hora de interpretar la expresin intrprete(plly/VBVT'C;;) de Pedro. O se refiere esa expresin a la actividad deintrprete de Marcos, en la que ste habra traducido al griego losdiscursos arameos de Pedro o a la redaccin del evangelio escrito, conel que Marcos comunic los discursos 45.

    El evangelio mismo ni confirma ni reprueba la opinin de Papas.El argumento ms frecuentemente utilizado en favor de la opinin dePapas es que una tradicin secundaria se habra apoyado directa-mente en un apstol y no en un discpulo de un apstol. En contra detal concepcin habla la impresin de que el autor del evangelio pareceno haber tenido conocimientos geogrficos especiales de Palestina,hecho que se pone de manifiesto de manera especial en los captulos6-8, y la forma de numerosas tradiciones introducidas en el evangelio,forma que permite reconocer su prolongada utilizacin en la instruc-cin de la comunidad. Segn R. Pesch 46, Papas o su garante dependede 1 Pe 5, 13 y el evangelista Marcos no es Juan Marcos, sino uncristIano judo que habra ido de Palestina a Roma. La tesis complicalos datos innecesariamente y convierte al evangelista Marcos casi enun doble de Juan Marcos. Sea que Juan Marcos es el autor o que laopmin sostenida por Papas fue deducida de 1 Pe 5, 13, adems estel hecho de que Pedro aparece constantemente en el evangelio msantiguo. Esta tesis no pone en tela de juicio la gran antigedad detradiciones no menos marcanas 4 7 .

    b) Otro consenso notable indirecto en la investigacin respectodel lugar de composicin del evangelio de Marcos consIste en que seconsIdera que la obra fue escrita para comunidades cristianas venidasde la gentilidad. Dnde se habran encontrado esas comunidades?

    44 Se presenta las pruebas en las introdUCCIOnes Cr., por ejemplo, J Schmld,ElnleltUllg In das NT, Frelburg 61973, 210-216.

    45 Kurzlnger (nota 42) fundamenta la segunda concepcIn detalladamente.46 1, 3-11 Segn Pesch se da una confusIn intencIOnada de dos personas con

    Idntlco nombre47 La Idea de que el autor del evangelIo habra SIdo un cnstlano provemente de la

    gentlhdad, oplnlOn defendIda por K. Nlederwimmer, Johannes Markus und dIe Frage nachdem Verfasser des zwelten Evange/zum, ZNW 58 (1967) 172-188, aqu 183 s, no es correctaUn cnstlano de la gentilIdad no habra temdo acceso a la tradICIn palestlmana m habnagozado de la autondad correspondIente Un Judo de aquellos tiempos era perfectamentecapaz de formular afirmaCIOnes dIstanCIadas sobre el Judaismo

  • Adems de Galilea 48, de la Decpolis, de Tiro y Sldn 4'.1, de Siria 50,se menciona de manera especial a Roma haciendo valer la tradi-cin 51. La diversidad de las tradIcIOnes presentes en el evangeliohabla en contra de Galilea. Se ha intentado conferir fuerza a lahiptesis de Roma aludIendo a numerosos latinismos. El ms notablees 12, 42, donde se interpreta una moneda echando mano del sistemamonetario de Roma. Habria que evitar especulacIOnes abusIvas enfavor de la hIptesIs de Roma. As S. G. F. Brandon 52 considera elevangelio de Marcos como nacido de una discusin con la cristiandadde Jerusaln en la que Marcos, que reside en Roma, aparece comomiluido c1aramene por la teologa del apstol Pablo, desertor deJerusaln. Entre tanto, se ha llegado a valorar de forma completamen-te negativa el problema del paulinismo en el evangelio ms antiguo 53.Es posible que el evangelio fuera redactado en Roma. Menos proba-ble es que hubiera sido escrito para la comunidad romana. Tal vezresulta ms prudente formular la expresin: para los cristianos occi-dentales venidos de la gentilidad 54.

    c) Pisamos suelo ms seguro cuando tratamos de determinar lafecha de composicin. El criterio deCIsivo lo constituye la guerra judacon la destruccin del templo. Todos los intrpretes agrupan suopinin en torno a este acontecimiento, pero sostIenen opinionesencontradas a la hora de decidir si el evangelio de Marcos naci anteso despus de la guerra 55. Depende mucho de la interpretacin que sed al cap. 13. Cuando expliquemos este captulo veremos que presu-pone la cada del templo, un acontecimiento, sin embargo, situado en

    48 W Marxsen, Introduccin al nuevo testamento, Salamanca 1983, 154 En Gahleao en sus proximidades

    49 S Schulz, Stunde, 9, J Schrelber, DIe Chnstologle des Markusevangellums ZThK58 (1961) 154-183, aqUl 183, nota 2

    50 W G Kummel, Emleltung m das NT, HeIdelberg 13 1964, 55, P Vlelhauer,Geschlchte der urchnstllchen Llteratur, Berhn 1975, 347 (ed. cast en preparacIn Slgueme[Salamanca])

    51 Grundmann, 18, W Mlchaehs, Emlellung m das NT, Bern 31961, 55, Pesch 1,12-14

    52 The Fall 01 Jerusalem and the Chnstzan Church, London 1951, 185-20553 La obra fundamental es M Werner, Der Emfluss der paullmschen Theologle 1m

    Markusevangellum, Glessen 1923 Para la dISCUSIn ms reCIente, cf K Romamuk, Leprobleme des paullmsmes dans l'evanglle de Marc NTS 23 (1976/77) 266-274

    54 De manera SImIlar Nlederwlmmer (nota 47) 18755 Algunos ejemplos segn Marxsen, IntroduCCIn, 154, el evangelIo fue escrito

    durante la guerra, en los aos 67-69, segn A Farrer, A Study m St Mark, London 1951,365 s, antes de la cllIda de Jerusalen y despus del comienzo de la persecucIn de Nern enlos aos 65-69, segun MIChaehs, Emleltung, 56, despus de la muerte de Pedro y antes de lacatastrofe de Jerusaln, entre el 64 y el 70, segun Pesch 1, 14, despus del ao 70, segunSchmld, Emleltung, 220 s, haCIa el ao 70 En favor de una altamente Improbable dataclonhaCIa el ao 60 aboga A. J. Stacpoole, A note on datmg St Mark's gospel Scnp 16 (1964)106-110

  • un pasado reciente. Vielhauer sostiene que tambin 12, 9 Y 15, 38aluden a la catstrofe de Jerusaln 56.

    Termznus ad quem es la composicin de los evangelios de Mateo yde Lucas. Marcos escribi su evangelio inmediatamente despus delao 70, tal vez durante los tres primeros aos posteriores a esa fecha.La muerte de Pedro podra haber sido un motivo importante paraescribirlo. No en el sentido del testimonio de Papas, sino como sealde alarma de que deben conservarse las tradiciones de Jess existentesen las comunidades 57.

    56 (Nota 50) 34757 Tanto las antiguas hiptesIs sobre dlstmcln de fuentes como las hiptesIs ms

    recientes sobre redaCCIOnes secundanas de Mc se han demostrado como mexactas Ce. aeste respecto Schmld, Emle,tung, 215 s

  • Comentario

  • EL COMIENZO (1,1-15)

    Seltz, O J F, Praeparatzo evangehca m the Markan Prologue JBL 82 (1963) 201-206,Keck, O E, The mtroductzon to Mark's gospel NTS 12 (1965/66) 352-370; Pesch, R,Anfang des Evangelzums Jesu Chrzstz, en Dze Zezt Jesu (FS H Schher), Frelburg 1970, 108-144, Dautzenberg, G, Dze Zezt des Evangelzums BZ 21 (1977) 219-234, Guehch, R A, Thebegmmng of the gospel BR 27 (1982) 5-15, Weder, H, Evangelzum Jesu Chrzstz (Mk 1, 1)und Evangelzum Gottes}} (Mk 1, 14), en U Luz-H Weder (eds), Dze Mltte des NT(FS ESchwelzer), Gottmgen 1983, 399-411, R M TrevIJano, Comzenzo del evangelIO EstudIOsobre el prologo de san Marcos, 1971

    La comprensin del comienzo de una obra es importantsima paraentenderla en su conjunto. Marcos comenz el evangelio a su manera.Los restantes evangelistas no le siguieron en su manera de comenzarya que iniciaron sus evangelios con un relato de la infancia de Jess(Mt/Lc) o con un prlogo (Lc/Jn). Se discute hasta dnde seextiende el comienzo, si llega hasta el v. 13 o hasta el 15. ConSIderacIO-nes sobre la composicin inclinan a pensar, ms bien, en la ltimaalternativa 1. Desde el punto de vista de la divisin y de los empalmestermmolgicos, 1-15 constituye una seccin homognea. Se empalmala actuacin de Juan Bautista con la actuacin de Jess. As sepresenta al Bautista como el precursor de Jess.

    Se introduce la actuaCIn del Bautista con una cita veterotesta-mentaria, que se entiende como una palabra de Dios dirigida a Jess(2 s). Se describe a Juan presentando por separado primero su actua-cin (4-6) y despus su mensaje (7 s). Esta divisin en tres partes tienesu correspondencia en 9-15. Despus de haber sido bautizado porJuan, Jess es presentado desde el cielo como Hijo de Dios (9-11); acontinuacin es tentado por Satans en el desierto (12 s) y comienzadespus su predicacin en Galilea. Se recoge esa predicacin en unsumario (14 s). Las correspondencias existentes entre ambas partesson claramente perceptibles: al comienzo con la palabra de Dios y alfinal con la predicacin. La parte central de cada una de las dospresentaciones no se corresponde de una manera clara. La dependen-

    1 Con Keck * 358 s, Pesch, Anfang, 109-111, Seltz * Dehmitan hasta 13 Grund-mann, Lohmeyer, Taylor, Robmson, Geschzchtsverstandms, 12, hasta 11. Feneberg * 195.Una dehmltacln hasta 8 no se mencIOna ya hoy

  • el" de IruolclolICloI IllUY diversas no hizo posible un paralelismo liso y1111110.

    1.1\ aClIilacln teolgica de la seccin, que se expresa ya en la do-hlL- palahra de DIOS, antIcipa ya que el ttulo de Hijo de DioscOlllolllluye la expresin cristolgica dominante (cf. mfra). Con ello seformula ya al comienzo la confesin cristolgica, decisiva para Mar-cos (1 y 11). Adems, los conceptos evangelium (1 y 14 s, inclusin) yKrpIJl7elV (4.7 Y 14) unen todo el conjunto. Jess, el Hijo de Dios,proclama el evangelium de Dios y supera la predicacin del Bautis-ta, que se limit a anunciar el bautismo de penitencia y a apuntarhacia el Fuerte.

    Desde un punto de vista crtico de la tradicin no se puedeconcebir 2-15 como una unidad que existiera ya antes del evangelio 2.Esta opinin es insostenible porque no se puede explicar de maneraconvincente qu funcin podra desempear la seccin como unidaddada previamente y aislada. Slo es inteligible como comienzo de unagran obra y fue compuesto por Marcos para cumplir esa finalidad. Elautor recogi diversas tradiciones.

    1. La actividad de Juan el Bautista (1, 1-8)Yates, J E, The form of Mark 1, 8b NTS 4 (1957/58) 334-338, Marxsen, W,

    Evangelista, 27-46111-144, Best, E, SplrU-Baptlsm NT 4 (1960) 236-243, Gmlka, J, DIeessemsehen Tauehbader un dIe Johannestaufe RdQ 3 (1961) 185-207, Ortega, A, NuevaVISIn de Marcos 1,3-4 Salm 9 (1962) 599-607, Vlelhauer, P , Traeht und Spelse Johannesdes Taufers, en Id, Aufsatze zum NT, 1965 (TB 31),4754, BOlsmard, M E, Evanglle desEblOmtes et probleme synoptlque RB 73 (1966) 321-352, Nelrynck, F , Une nouvelle theorzesynoptlque EThL 44 (1968) 141-153, Feneberg, W ,Der Markusprolog, 1971 (StANT 36);Schnackenburg, R, Das Evangellum 1m Ventandms des altesten Evangelzsten, en Orlen-tlerung an Jesus (FS J Schmld), Frelburg 1973, 309-324, KeIhot!, J ,Ho baptlzan and Mark1,4 ThZ 31 (1975) 14-15, Arnold,G., Mk 1, 1 und ErofJnungswendungen mgrzeehlsehen undlatelmsehen Sehriften ZNW 68 (1977) 123-127, Slomp, J, Are the words Son of God mMark 1, 1 orzgmar BtTr 28 (l977) 143-150, Wtlltamson, L, Mark 1 1-8 InterpretatIon 32(1978) 400-404, Globe, A., The eaesarean omlSSlOn of the phrase Son of God In Mark 11 HTR 75 (1982) 209-218, U Luz - H Weder (eds.), o. e, 399-411, 193-220

    1 Comienzo del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. 2 Conforme a loescrito en el profeta Isaas: Mira, envo mi mensajero delante de ti, elque ha de preparar tu camino. 3 Voz que clama en el desierto: Preparadel camino del Seor, haced rectas sus sendas. 4 Juan el Bautista sepresent en el desierto y predicaba el bautismo de penitencia paraperdn de los pecados. 5 Acuda a l gente de toda la regin de Judea ytodos los de Jerusaln, y eran bautizados por l en el ro Jordn y

    2 Contra Pesch, A'!fang, con Dautzenberg, Zelt des Evangelzums, 225-231.

  • confesaban sus pecados. 6 Juan llevaba un vestido de piel de camelloy UII cinturn de cuero a sus lomos; y se alimentaba de langosta y demiel silvestre. 7 Y proclamaba: Detrs de mi viene el que es ms fuerteque yo. No merezco inclinarme ante l para desatar las correas de sussandalias. 8 Yo os bautizo con agua, pero l os bautizar con el Espiritusanto.

    Anlisis

    Al encabezamiento en 1 sigue una cita veterotestamentaria inclui-da con una frmula introductoria singular de Marcos (son compara-bles K1X9wc; YYPIX1r7:IX con complemento proposicional 9, 13; 14, 21.Isaas profetiz 7, 6). A pesar de ser designada como cita de Isaas,slo aparece Is 40,3 en 3. V. 2b es una cita en la que se mezcla Mal 3, 1YEx 23,20, pero tiene sus paralelos en Mt 11, lO/Le 7, 27 (Tradicin-Q) 3. Dado que tambin los versculos 7 s se apoyan en la versin Q(cf. Mt 3, 11/Lc 3, 16), habr que ver conjuntamente 2b y 7 s 4. Ambasaadiduras pretenden establecer claramente el papel precursor delBautista respecto del Mesas Jess. La cita mixta es un orculo deDios dirigido al Mesas. 7 s ofrecen la predicacin cristolgica deJuan. Pero ste no es -a diferencia de lo que sucede en Q- elprecursor del futuro HiJO del hombre, sino el precursor del Jessterreno. Ambas aadiduras deben anotarse en la cuenta del evangelis-ta. No hay que atribuirlas a la redaccin antenor a Marcos 5. Esto sedesprende de la precisin de la funcin del precursor en el sentidomdicado, as como tambin de la finalidad teolgica que es importan-te para Marcos -por ese motivo la presenta ya al comienzo- ascomo de la intencin de poner en paralelo al comienzo 1-8 y 9-15mediante orculos de Dios.

    3-6 son (con la frmula introductoria en 2a) un relato cerrado cuyaparticularidad consiste en que describe la totalidad de la actividad deun hombre y no encierra mngn rasgo reconocible como cristiano.Est acuado teolgicamente por medio de la cita de Isaas, que elevangelista hace suya mediante la anotacin en el desierto de 4 6. El

    3 Mt + iyw Mt/Lc + Blnpo(J9f.v (JOV, esto motIv vanantes correspondIentes en eltexto de Mc

    4 Con Pesch, Anfang, 122, Klostermann, Robmson, Geschlchtsverstandms, 121 sSuhl, FunktlOn, 134-136, Marxsen, Evangehsta, 28, Schmldt, Rahmen, 18, consIderan 2 scomo Mc-R Segn Hahn, Hoheltstltel, 379, la cIta de MalaqUlas es la ms antIgua. Estahabna atrado haCIa SI Is 40, 3 como expresIn paralela. Lohmeyer sostIene la posIbIlIdadde que Mc dependa de un llonleglO de cItas bblIcas

    5 Contra Pesch, Arifang, 1226 Hahn, Hoheltstlte/, 378 y Wellhausen ven ah, atmadamente, una aluslOn a un

    redactor antenor a Marcos Este comentano de un texto veterotestamentano essmgular en Mc En el texto antenor a Marcos eXIste una conexIn estrecha entre 2a(frmula mtroductona), qJwvt (3) y iyVHO 'Iwvvtc; (4), que puso de mamfiesto que Juanera esta voz de uno que clama en el deSIerto Cf Ortega *

  • desierto, que, a diferencIa de lo que sucede en el texto masortico, esreferido al que pregona y est en concurrencia con el ro Jordn (comoen 12), debe entenderse como topos teolgico y no como indicacinconcreta de la Araba 7. La tradicin anterior a Marcos no presentaan al Bautista como precursor del Mesas Jess, sino del KyrlOs(= de Dios). Esto estara en consonancia con la autoconsciencia delBautista histrico 8. MedIante la redaccin de Marcos comienza aidentificarse al Kyrios con Jess en 3 9. Por consiguiente, la palabra deIsaas no haba desplazado an la funcin de precursor de la vemda deDios a la venida del Mesas. La Regla de la secta de Qumran confirmaesta visin (1QS 8, 12-16). Tambin aqu Is 40,3 es relacionado con lasalida al desierto como preparacin a la venida de Dios. El relacionarla actuacin del Bautista con el desierto y con Is 40, 3 reproduce unamentalidad emparentada con Qumran 10. A decir verdad, no podemosatribuir esa mentalidad al Bautista histrico; s, en cambio, a sucomumdad posterior, a la que deberamos lo esencial de la tradi-cin anterIor a Marcos. Probablemente Marcos aadi en 4 sutrmino preferido KrPV(J(Jwv y coloc un artculo delante del partici-pio f3anri(wv, con lo que logr una aposicin. Por consiguiente, elversculo habra comenzado anteriormente de la siguiente manera:eyvero 'Iwrivvrr;; f3anri(wv ev r~ P~J.w f3anrl(JJ.a J.eravoar;; 11. Me-diante la proclamacin se cristianiza la actividad del Bautista.

    Marcos no tom la predicacin del Baustista sobre el Juicio.Cambi 7 s en relacin a la redaccin Q. 7a aparece en Mt 3, 11 enuna forma ms original. Al cambiar Marcos el participio epxJ.evor;;por pxeral y colocarlo al comienzo, se articula su tendencia historiza-dora 12. A l le mteresa sobre todo la contraposicin del bautismo deagua de Juan y el bautismo del Espritu del Mesas 13. Aqu es

    7 Con Schmldt, Rahmen, 23, de manera dlstmta Pesch, Anfang, 1188 Cf Grundmann, Lukas, 105 Segn Braun, Qumran 11, 12 s, Juan anunci al Juez

    del final de los tiempos, segn Schwelzer, ThWNT VI, 396 s, al Juez meslmco (HIJo delhombre?) Segn Becker, Johannes der Taufer und Jesus von Nazaret, 1972 (BSt 63) 34-37;Pesch 1, 84 al HIJo del hombre Acerca de la vemda de DIOS, cf LXX Am 5, 17, Zac 2,14, ls30, 27, 36, 17 etc

    9 El texto de ls comclde con LXX excepto en el final La transformacin de WI! ,9wl!~uJjv en cxvwv hay que cargarla a la cuenta de Mc-R rov 9wv ~uJjvpenetra de nuevo en DIt, en el texto del Ireneo latmo

    10 De manera diversa Braun, Qumran 11, 16 s qUien no tiene en cuenta suficiente-mente la conexin de teologla del desierto e Is 40, 3 como elemento vmculante

    11 Mc usa K'1PV(UTBlV 12 veces, Mt y Lc 9 veces cada uno Cf Ap 19,4 i{3ri7CruJeV{3ri7CruJ/llX Ilertxvozcx, y H Thyen Bri7CrUJIlCX lGrtxvoicx, el, peUlv iillcxprlwv, en Zezt undGeschlchte (FS R Bultmann), Tubmgen 1964,97-125, aqUl 97, nota 3 De manera dlstmtaPesch, Anfang, 118 V 4a no ha sido transmitido de manera umforme en los textos. ContraThe Greek " / 3 hay que leer con KL t1 iyevero' ]WCXVV'1, {3CX7Cfl'wV iv rf ip~llw Kcxi En B33 falta KCX1, en A K 565 Yotros codlces mmusculos el articulo delante de {3cxnri'wv

    12 Cf Hoffmann, Studlen, 24 s13 Resulta dificil decir SI Mc separ las dos frases 7 s que estn umdas en Mt 3, 11

    par o SI Q las ensamblo Tal vez se dIO la pnmera alternativa.

  • importante la diferencia de tIempo (aoristo-futuro) que se utiliza en14. El bautismo del Espritu alude al bautIsmo cristiano. Se suprimiel bautismo de fuego 14.

    Explicacin

    Marcos quiere que lo que viene a continuacin se entienda como 1evangelio. Frases carentes de predicado aparecen al comienzo delibros bblicos (Prov 1, 1; Cant 1, 1; Ecl 1, 1). Pero Marcos no seconforma con la caracterizacIn evangelio, sino que quiere resaltarexpresamente su comienzo. Marxsen ha visto aqu que el comienzo seremonta a Dios y ha fundamentado esto en la composicin retrospec-tiva del evangelIsta en la que pueden seguirse los trazos de una lneaque arranca de Jess, pasa por el Bautista y por todo el antiguotestamento hasta retroceder a este comienzo 15. Si Marcos confirmatambIn la anteposicin del Bautista y la del antiguo testamento, quel encuentra ya en sus tradiCIOnes, el comienzo debe estar ligado msestrechamente al evangelio y habr que considerarlo como algohistrico 16.

    El evangelio, que slo aqu y en 1, 14 aparece acompaado de ungenitIvo y en los restantes casos es utilizado en forma absoluta (1, 15;8, 35; 10,29; 13, 10; 14,9), apunta siempre a la proclamacin. Incluyela actividad de Juan y precisamente ella constituye su comienzo. Porconsiguiente, v. 1 es el compendio de la totalidad de la obra deMarcos. No es el encabezamiento del libro, sino la denominacin desu contenido 17. El Bautista es asumido totalmente al incluirse en elevangelio cristiano.

    Qu relacin tiene Jess con el evangelio? Formulado gramati-calmente, tendramos la VIeja discusin de si el genitivo 'IrCJov XPICJ-'rO} indica el sujeto o el objeto del evangelio. Habr que tener encuenta ambos aspectos 18. Marcos quiere informar de Jesucristo yconvierte las tradiciones de las palabras y hechos de Jesucristo encontenido de su proclamacin. La informacin debe valorarse nocomo algo casual 19, sino como expresin de lo que se ha percibido

    14 Para la redacclOn Q, cf Hoffmann, Studlen, 19-3315. Evangelzsta, 125 s16 Cf Schnackenburg, Evangelzum, 321-323 El abamco de dIferentes propuestas de

    mterpretacln de ci.PX~ puede verse en A. Wlkgren, APXH TOY EYArrEAIOY JBL 61(1942) 11-20

    17 Con Haenchen, Weg,3918 Schnackenburg, Evangelzum, 322 dlstmgue entre una declslOn hngUlstlcd y otra

    objetIva LmgustIcamente tenemos un gemtIvo objetIvo, y objetIvamente habra quetener presente tanto el SIgnIficado objetIvo como el subjetIvo Esta dlstmclOn no parecepOSIble

    19 As Marxsen, Evangelzsta, 124

  • en la distancia temporal y como recuperacin de lorecordado histri-camente 20. Ah radica 10 nuevo de la comprensin del conceptoevangelio, asentado en la terminologa de la misin, tal como seencuentra ya en Pablo. Pero Jesucristo no es slo el recordadohistricamente, sino tambin el definido por la cruz y por la resurrec-cin. Por consiguiente, l es tambin sujeto del evangelio. Este lerepresenta a 1 21 . El evangelio de Marcos es relato como proclama-cin 22. La expresin por el evangelio, unida a por mi en 8, 35 Y10, 29 aclara las dos cosas: la diferencia temporal y la representacinde Jess en el evangelio 23. El Hijo de Dios como determinacin deJesucristo convertido ya en nombre propio, y con ello tambin comodeterminacin del evangelio, suscita la confesin del centurin al piede la cruz: Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios (15, 39).Un arco se tensa desde la primera frase hasta esta confessio al cierre 24.Ella describe la reaccin adecuada a la escucha del evangelio deJesucristo, HiJO de Dios.

    La supresin de vov 9eov en algunos testimonios textuales seexplica por la inusual caracterizacin del evangelio. Y precisamenteesto es una prueba a favor de su originalidad 25.

    2 Si la frmula Krx9coc; yf:yprx7t!rxI 26 introduca antes de Marcos-lacita de Is 40, 3 (LXX), la cita mixta tiene mayor significado para elevangelista. Esta le posibilita presentar a Dios dirigiendo la palabra alHijo de Dios que acaba de ser mencionado. Con ayuda de ella puede,adems, establecer la relacin del Bautista con el profeta Elas.

    Hace ya tiempo que Dios determin normativamente en la Escri-tura la cualidad precursora de Juan. La frmula introductoria deLXX, abundantemente documentada como expresin del lenguajelegal y normativa, no puede ser entendida todava en el sentido del

    20 Subrayan esto Kertelge, Wunder Jesu, 193, Pesch, Anfang, 138, Schnackenburg,Evangelzum, 323

    21 Marxsen, Evangelista, 122 Sm embargo la formulacin de Marxsen acerca de laehmmacln de la dIstanCIa hIstnca subrayando y conservando la referenCia hlstncapuede conducIr a falsas mterpretacIOnes SI se relatIvIza lo que tIene carcter de relato

    22 Cf G Strecker, Zur Messlasgehe!mmstheorze 1m Markusevangelzum StEv 111, 2(1964) 87-104, aqUl 104, que se hmIta a cambIar de lugar el acento

    23 Keck * 357 refiere el evangelIo a la comUnIdad cnstIana y hace que esta estrepresentada en 10, 29 por el evangeho

    24 Para el SIgnIficado de 15,39, cf TheIssen, Wundergeschlchten,211-221 Dautzen-ber~, Zelt des Evangelzums, 229, deseara entender en sentIdo de ttulo el doble nombreJesus Cnsto y verlo como mdIcacln refenda a la predIcaCIn meSinIca de Jess. ElgenItIvo sera subjetIvo y desIgnara a Jess como proclamador del evangeho del remo deDIOS (223 s) Para esto, cf. a 1, 14 s

    25 Contra Slomp * Hay que tener presente la ausencIa del artIculo en 1, 1 y 15, 39BurkIll, RevelatlOn, 10, nota que nomma sacra fueron abreVIados por los copIstas del textoy, de esta manera, era fcIl que quedaran fuera voi 9wi falta en lf *El y en Ongenes, estpresente en BDW y en los manuscntos latmos

    26 LXX 4 Re 14, 6, 23, 21, 2 Crn 23, 18, 25,4, Tob 1, 6; TestL 5, 4

  • esquema promesa-cumplimiento 27. Lo informado se corresponde conla Escritura. La cita adquiere carcter de interpelacin mediante lainclusin de Ex 23, 20: Mira, envo un ngel delante de ti. All elpueblo de Dios es el destinatario de la alocucin. A l promete Diosun ngel como proteccin en el camino hacia la tierra de Canan.Pero en Marcos, esta cita est subordinada a Mal 3, 1: Mira, envomi mensajero para que l prepare el camino ante m. Ya en Mal 3, 23 sse da a este mensajero el nombre de Elas, que debe vemr antes delgran y terrible da del Seor. En la exgesis juda, Elas fue considera-do ora como precursor de Yahv ora como precursor del Mesas 28.Tambin en ella se combin Mal 3, 1 con Ex 23, 20 29. Esta combina-cin quiere dar a entender que los acontecimientos del xodo volverna repetirse al final de los tiempos 30. Al referir Marcos la cita mixta a lavenida del Jess terreno, empalma con la interpretacin de Q, para laque el retorno del Hijo del hombre Jess se encontraba en su punto demira. El Bautista es el Elas esperado.

    Se echa mano de Is 40, 3 en la cita mixta sobre todo por la idea de 3la preparacin del camino. La expresin citada se encuentra al co-mienzo del libro del Deuteroisaas, donde se expone a la considera-cin del pueblo el retorno del exilio de Babilonia 31. La preparacinde la calzada de Dios se basa probablemente en la procesin de losdioses en Babilonia. Pero Yahv no est presente como imagen dedioses que es llevada por las calles, sno que se hace presente y eficazen la marcha del pueblo que retorna a su pas. Segn el texto hebreo,la voz gnta: En el desierto preparad el camino para Yahv. Cons-truid en el yermo una carretera a nuestro Dios. En el Targum 32 secoloca al pueblo en el lugar de Dios: En el desierto preparad elcamino para el pueblo de Yahv. Construid en el yermo una carreterapara la congregacin de nuestro Dios. Pero slo LXX ofrece un textoque permite la posibilidad de aplicarlo al Bautista porque este textorefiere la determinacin del lugar a la voz: Voz del que clama en eldesierto: Preparad el camino del Seor!. En la literatura judaexisten tambin otros contextos en los que es demostrable esta varian-te 33, de forma que habr que contar con su amplia difusin. Lapreparacin del cammo llevada a cabo por Juan consisti en que, anteel final amenazante, llam al pueblo a la conversin. Puesto que

    27. Cf Bauer, Worterbuch, 330; Schrenk, ThWNT 1, 747 s, Suhl, Funktlon, 134-137En el esquema de cumplimIento pIensa Robmson, Geschlchtsverstandnls, 15-20

    28 Bdlerbeck IV, 779-79829 BIllerbeck 1, 59730 Schurmann, Lukasevangehum 1, 416 s31 Cf C Westermann, Jesaja, 1966 (ATD 19) 29-3532 J F Stennmg, The Targum of lsazah, Oxford 1949, 130 s33 Bdlerbeck 1, 96 s, n, 1S4

  • Marcos no informa absolutamente nada acerca de la predicacin deljuicio, la preparacin del camino se interpreta completamente en elsentido de la condicin de precursor relacionada con el Kyrios mesi-nico 34. Se confirma que ahora el acento ya no recae en la cita deIsaas, sino en el versculo 2 35 .

    4 A partir de la cita isaiana de la voz de un proclamador, se describela actividad de Juan como Ky/p(J(J81V. Y esto lo sita cercano a Jess(1, 14.38 s), a los discpulos (3, 14; 6, 12), al evangelio (13, 10; 14,9), alos mensajeros de la fe (1, 45; 5, 20; 7, 36). Se percibe la coloracincristiana del concepto en el texto de Marcos si se tiene en cuenta suescasa utilizacin en los profetas 36. Juan indica que es ya inminente eltiempo escatolgico en el que es proclamado el evangelio. Y proclamael bautismo de penitencia para el perdn de los pecados. El bautismo,que signific el aspecto principal de su actividad, le granje el sobre-nombre de Bautista 37. Tambin el f3lXn'wv, preferido por Mar-cos 38, debe ser entendido en esta lnea. Las numerosas variantes deltexto nacieron de no haber tenido en cuenta esto 39. Segn la Escritu-ra, la aparicin de Juan debe tener lugar en el desierto. El narrador noest interesado en una indicacin geogrfica precisa. Por eso no sepuede partir de que Juan, despus de reunir al pueblo en el desierto, locondujo al Jordn para bautizarlo 40. El desierto es el lugar dondeDios o el Mesas se revelar.

    Juicio histrico sobre el bautismo de Juan

    El bautismo de Juan representa algo nuevo Esta novedad reside por una parte, en queJuan bautizaba y, por otra, en la subordmacln del bautismo al inminente JuiCIO finaldlvmo, del que Marcos, sm embargo, no habla A diferenCia de lo que sucedia en elbautismo de los proslitos, el Bautista participaba activamente en la admlmstraCln delbautismo. No podemos decir en qu forma. Con todo, su papel sobrepasa al de un testigocualificado 41 A diferenCia de los baos de mmersln esemos, con los que el bautismo deJuan comclda en algunos puntos, ste era un acto mco 42 La recepcin del bautismo erala mamfestacln pblica de diSpOSICin penitencial y de conversin. En l se presuponia

    34 Lohmeyer discute esta onentacln y deseara entender la seccin de Marcosenfocada hacia la vemda de DIOs.

    3S Ah tenemos que ver algo propIO del relato de Mc Los paralelos Mt 3, 3, Lc 3,4-6, Jn 1, 23 citan mcamente Is 40; Igualmente Justmo, Dzal, 88, 7.

    36. LXX Os S, 8; Mlq 3, S; JII, 14; 2, 1.1 S; 3,9, Sof 3,14; Zac 9, 9; Is 61,1 Lohmeyersospecha que el uso pregnante del tnmno proviene de Is 61, 1 s

    37 Cf. Jos., Ant, 18, 116 Para el relato de Josefo acerca del Bautista, cf. R Schutz,Johannes der Taufer, 1967 (AThANT SO), 13-128.

    38 Mc 6, 14.24. palf:1:zaf', 6, 2S; 8, 28.39 Para el texto antenor a Marcos, cf supra, nota 6.40. Haenchen, Weg, 41, nota 6, mencIOna esto como mtencin del narrador.41. CL Gmlka * 197-200. Contra H. G Marsh, The orzgm and szgnrjlcance of NT

    baptzsm, Manchester 1941,74, Wellhausen.42 Cf. Gmlka * 187-20S.

  • que la pertenenCia al pueblo de Israel no era suficiente para alcanzar la salvaclOn LaremlSlOn de los pecados concedida por DIos y hgada al bautismo debla entenderseprobablemente en el sentido de que ese perdon Iba umdo en pnmer lugar a la pemtencla yno al nto del lavatono 43 ASI pues, el bautismo sena el sello del perdon que el bautizandoreclbla por su converSlOn Esto sugiere la analoga con el bao de mmerSlOn esemo, quefue considerado como completamente mutil SI no estaba acompaado por la converSlOnNo se vera libre de la culpa mediante ntos de explaClOn, no puede punficarse por medIOdel agua de punficaclOn Impuro, Impuro permanece mientras despreCie los preceptos deDIOS, hasta que no se someta a la dlsclphna Identlficandose con su conseJo (lQS 3, 4-6)Modelo del bautismo de Juan, que mfluyo a su vez en el bautismo cnstlano, no fue elbautismo JudlO de prosehtos, cuyo emplazamiento temporal se discute 44 Mas bien habnaque pensar en los lavatonos ntuales de los sacerdotes del templo 45, frente a los que elBautista mantuvo probablemente una postura de OpOSIClOn

    La reaCCin del pueblo a la predicaciOn de Juan fue impreSiOnante 5e impetuosa La totahdad de los habitantes de Judea y todos lo~Jerosohmitanos fueron haCia l De un poderoso mOVimiento delpueblo mforma tambin Josefo (Ant 18, 119) Dado que Marcos, adiferencia de Lucas, utihza el nombre de Judea Siempre para nombrarla provmCia del sur (3, 7, 10, 1, 13, 14), la actlVldad del Bautista seconcentra en el sur No se mc1uye Gahlea, la regin donde prediCJess La total aceptacin del mensaje por el pueblo (nauO( - nvres) talvez sea exagerada, pero querra presentar grficamente el dicho deIsaas El bautismo de Juan se Imparte en las aguas del ro Jordn Denuevo se renunCia a una datacin geogrfica precisa (cf. Jn 1,28; 3,23)Al recibir el bautismo, el bautizando confiesa sus pecados. Efectiva-mente, el bautismo de pemtencia apunta haCia el perdn de lospecados por DiOS La confeSin de los pecados puede concebirsecomo aquellas confeSiOnes de pecados que eran pronunciadas enQumran en la fiesta de la renovaCiOn de la ahanza (1 QS 1,22-2, 1) o

    43 No debena hablarse como Grundmann de un sacramento escatologlco m tampo-co de que el bautismo de Juan mtroduce en el pueblo de DIOS escatologlco EstaaSOClaClOn esta relaCIOnada presumiblemente con la denvaclon del bautismo del bautismode los prosehtos

    44 MenclOn mas antigua Pes 8, 8 Para una dataclOn precnstlana J Jeremlas, DieKmdertaufe m den ersten vler Jahrhunderten, Gottmgen 1958,39 s, Billerbeck 1, 103 s, HH Rowley, Jewsh proselyte baptlsm and the baptlsm of John HUCA 15 (1940) 313-334(314-320) Para una dataclOn poscnstlana W Mlchaehs, Zumjudschen Hmtergrund derJohannestaufe Judaica 7 (1951) 81120 (100-120~ T M Taylor, The begmmng of Jewshproselyte baptlsm NTS 2 (1955/56) 193-198

    45 Tamblen N A Dahl, The Orlgm of baptlsm, en InterpretatlOnes ad Vetu