Gnilka, Joachim - El Evangelio Segun San Marcos 02

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  • JACHIM GNILKA

    EL EVANGELIOSEGN SAN MARCOS

    Me 8, 27 - 16, 20

    II

    CUARTA EDICIN

    EDICIONES SGUEMESALAMANCA

    2001

  • Tradujo Vctor A. Martnez de Laperasobre el original alemn Das Evangelium nach Markus II (Mk 8,27-16,20)

    :> Benziger Verlag, Zrich-Einsiedeln-KOIn 1979:> Neukirchener Verlag NeukirchenNluyn 1979 Ediciones Sgueme, S.A., 1986

    Apartado 332 - E-37080 Salamanca/EspaaISBN: 84-301-1000-3 (obra completa)ISBN: 84-301-1009-7 (vol. Il)Depsito Legal: S. 1.570-2000Printed in SpainImprime: Grfica, VaronaPolgono El Montalvo - Salamanca, 2001

  • CONTENIDO

    rl InVltaclOn al segUimIento de la cruz (8, 27-10, 45) 91 La confesiOn y el fracaso de Pedro (8, 27-33) 102 SegUImiento decidido (8, 34-9, 1) 233 La revelaciOn sobre el monte (9, 2-8) 334 DestIno de muerte de Ehas y del HIJo del hombre (9, 9-13) 455 La curaciOn demorada del muchacho epI1eptIco (9, 14-29) 496 Correna por Gah1ea Segundo anunciO de la paslOn (9, 30-32) 607 La verdadera grandeza se demuestra en el serVICIO (9, 33-37) 628 El francotirador (9, 38-41) 679 IGuardaos de los escandalos' (9,42-50) 72

    10 DlscuslOn en torno al divorcIO (10, 1-12) 7911 Excurso DIvorcIO y nuevo matnmomo 88

    11 Los mos y el remo de DiOS (10, 13-16) 9112 El nco y el remo de DIOS (1O, 17-27) 9513 Sorprendente recompensa (10,28-31) 10514 La andadura haCia Jerusalen Tercer anuncIo de la paslOn (lO,

    32-34) 11015 DlscuslOn entre los dlsclpulos por los pnmeros lugares (10,

    35-45) 1132 La actuaclOn de Jesus en Jerusalen (10, 46-13,37) 125

    1 El ciego Bartimeo es curado por su fe (10, 46-52) 1252 Hallazgo de la montura y entrada en Jerusa1en (11, 1-11) 1313 La ma1dlciOn sobre la higuera esten1 (11, 12-14) 1424 Protesta de Jesus contra el culto del templo (11, 15-19) 1475 Fe que dernba montaas y dlsposlclOn a perdonar (11,20-25) 1556 El dilema de la mcredulIdad La cuestlOn de la autondad (11,

    27-33) 1597 Otro, arrendatanos reCiben la Via (12, 1-12) 1658 La cuestlOn del Impuesto (12, 13-17) 1759 La pregunta acerca de la resurrecclOn de los muertos (12,

    18-27) 18210 La pregunta acerca del mandamiento pnnclpal (12, 28-34) 19011 La pregunta acerca de la filIaclOn del MesIas (12, 35-37) 19712 CntIca de los falsos escnbas (12, 38-40) 20213 La alabanza de la VIUda pobre (12 41-44) 205

  • 14. El dIscurso escatologlCo de Jesus (13, 1-37) 209a) La escena de apertura (13, 1-4) 21112 Excurso DestrucclOn del templo y guerra Juda 215b) AdvertencIa contra los seductores y comIenzo de los

    dolores (13, 5-8) 217c) PerseveranCIa hasta el final (13, 9-13) 220d) La ultIma y mayor tnbulacIOn (13, 14-23) 225e) La llegada del HIJO del hombre y la reumon de los

    elegIdos (13, 24-27) 232t) ,Cuando llega el final? (13, 28-32) 236g) LlamamIento a la vIgIlancIa dIrIgIdo a los dISCIpulos y a

    la comumdad (13, 33-27) 2423 PaslOn y muerte de Jesus La tumba vaCla (14, 1-16,8) 253

    I La conjura de los adversanos (14, 1-2) 2552 La unCIOn de Jesus para la sepultura (14, 3-9) 2583 El ofreCImIento de Judas a los sumos sacerdotes (14, 10-11) 2674 Los preparatIvos de la cena pascual (14, 12-16) 2705 La cnsls en el dIscIpulado (14, 1721) 2756 La mstItucIOn de la alIanza (14, 22-26) 2807 DIspersIOn y nueva reumon del cIrculo de los dIsclpulos (14,

    27-31) 2948 El fracaso de los dlscIpulos en la agoma de Jesus (14, 32-42) 2999 Judas entrega a Jesus (14, 43-53a) 312

    10 El sanedrm condena a muerte a Jesus (14, 53b-65) 32113 Excurso El proceso de Jesus y el derecho procesal JudlO 333

    II Pedro remega de Jesus (14,66-72) 33812 Pllato pone en hbertad a Barrabas y hace que Jesus vaya a la

    cruz (15, 1-15) 34713 El escarmo del rey de los JUdIOS (15, 16-20a) 35814 Cammo de la cruz, crucIfixIOn y muerte de Jesus (15, 20b-41) 362

    14 Excurso La cruciflxlOn 37315 Jose de Anmatea consIgue la sepultura de Jesus (15, 42-47) 387

    15 Excurso Como enterraban los JudlOs? 39216 El mensaje pascual del angel en la tumba abIerta (16, 1-8) 394

    Apendlce Las conclUSIones secundanas de Marcos 4111 La conclusIOn mas breve 4122 La conclusIOn larga, canomca (16, 9-20) 413

    VlsIOn panoramlca 421lndlce de materias 427

  • 1INVITACIN AL SEGUIMIENTODE LA CRUZ (8,27-10,45)

    Tamblen e~ta seCCIn se abre con una percopa de dIscpulos.Pedro reconoce a Jes~ como el Mesas e mmedlatamente despus sehabla a esto~ dlsClpulos de la nece~Idadde que este Me~as padezca Eladoctnnamlento de lo~ dIscpulos con el dIcho acerca del segUImIentode la cruz (8, 34) sIgmfica para elio~ que el segUImIento es negacIn deuno mIsmo en el cammo del CrucIficado E mdlca, por tanto, que seles pIde una nueva deCISIn ahora El relato de la transfiguracIn, quecon la proclamacIn de Je~s como el HIJO de DIO~ constItuye elcentro del evangelIo, confirma a Je~s en su camInO e InvIta a losdIscpulos a escucharle. Ma~ la conversaclOn acerca del retorno deElas los presenta de nuevo en la aco'itumbrada falta de comprenSIOnLa curacIOn de un muchacho epIlptIco desemboca en una Instruc-CIn de los dIscpulos (9, 28 s) TambIn al doble anuncIO de la paSIn(9, 30-32) SIgue un hecho que Ilumma la IncapacIdad de los dIscpulospara segUIr a Jess dIscuten entre s qUIn de elios es el mayor.InmedIatamente despus VIene un adoctnnamlento compue~to pormatenales dIversos Con la entrada de los fanseos en escena y conmotIvo de la presencia de un hombre nco se trataran cuestIOnesrelaCIOnadas con la IndISolubIlIdad del matnmomo, as como con lapobreza y la nqueza Sorprende que cada una de estas pencopastermIne con palabras dmgldas al crculo estrecho de dlscpulo~ Eltercero y ms detallado anuncIO de la paSIn (10, 32-34) provoca lareaCCIn de 103 hIJOS del Zebedeo, qUIenes pIden a Jess los pnmeroslugares en ~u remo Se CIerra este epIsodIO con la mvItaclOn a serVIrSIgUIendo el modelo del HIJO del hombre, que ha vemdo a serVIr Enesta seCCIOn, Jess y sus dIscpulos se encuentran una vez m~ decamInO de un lado para otro Van a la regln de Ces~rea de FIlIpo (8,27), recorren GalIlea (9, 30), estan en Cafarnan (9, 33), en la regln deJudea, al otro lado del Jordn (la, 1) y de camInO a Jeru~aln (la, 32),que aparece como la meta de la andadura Se ve claramente que estaseCCIn e~ta dedIcada a los discpulos Estos deben aprender que elHIJO de DIO~ se revelar en la cruz Su eXIstenCia autntIca se extIendehaCia ese punto Y ello afecta a preguntas concretas como el matnmo-mo, la familIa, la propiedad y la relaCin con el prJimo

  • La corifesln y el fracaso de Pedro (8, 27-33)

    Taylor, V, TIte Ongm of the Markan Pa,slOn Saymgs NTS 1 (1954/55) 159-167, Todt,Menschensohn, 131-203, Sandmel, S, "Son of Mam>, en In the Tzme of Harvest (E"ays mHonour of Alt SIlver), ed D J SIlver, New York 1963 355-367, Haenchen, E, DIeKomposltlOn van Mk8, 27-9,1, en XAPIL KAI LOIA (FS K H Reng,!orf), Lelden 1964,81-109, Hahn, Hoheztstltel, 46 53, Jeremla', J, Dze alte,te Schlcht der Men,chensohn-Logzen ZNW 58 (1967) 159-172 Strecker, G, DIe Lezdens-und Auferstehungswraussagen1m Marku,evangeizum ZThK 64 (1967) 16-39, Ho"tmann, Studlen 8, 31, en TradltlOn undGlaube(FS K G Kuhn), Gottmgen 1971,310-316, Hoffmann, P, Mk 8,31 Zur Herkunftund markznzsGhen RezeptlOn emer alten Uherizeferung, en Onentlerung an Je,us (FS JSchmld), Munchen 1973, 170-204, Muller, U B, DIe chnstologzsche Abslcht des Markus-evangelzums und dIe Verklarungsgeschlchte ZNW 64 (1973) 159-193, Pesch, R, DasMesslasbe, kenntms des Petrus (Mk 8, 27-30) BZ 17 (1973) 178-195 18 (1974) 20-31,Bennett, W J Jr, The Son of Man must NT 17 (1975) 113-129, Pesch, R, Dze Pas'lOnde, Menschensohne, Eme Studle zu den Menschensohnworten der vormarklnz,chen Pa,slOnsqeschlchte, en Jesus und der Men'Ghensohn (FS A Vogtle), Frelburg 1975, 166-195,Erost, J, Petrusbekemztnzs -Leldensankundlyung- Satanswort (Mk 8, 27-33) Cath (M) 32(1978) 46-73, Martml, CM, La corifesslone messlanzca z Pletro a Cesarea e flnzzlo delnuovo popolo dI DIO ,econdo ,1 vangelo dI S Marco (8,27-33), en La parola dI DIO al/eonglm della Chzesa, 1980,224-231, Balley, T, Samt Mark 8 27 agazn, en Llvmgstone, E A(ed ), Studla evangellca VII, 1982, 17-20

    27 Sali Jess con sus discpulos a los pueblos de Cesarea de Filipo. Ypor el camino pregunt a sus discpulos y les dijo: Por quin me tienenlos hombres? 28 Y ellos le respondieron y dijeron: Por Juan el Bautista;y otros por Elias; pero otros por uno de los profetas. 29 Y l lespregunt: Y vosotros, por quin me tenis? Pedro respondi y le dice:T eres el Cristo. 30 Y l Je orden severamente que no habJara connadie sobre l. 31 Y comenz a ensearJes: el Hijo deJ hombre tiene quepadecer mucho y ser reprobado por los ancianos, por los sumos sacerdo-tes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar despus de tresdias. 32 HabJaba abiertamente. Pedro Jo tom aparte y comenz areprenderJe. 33 Pero J se dio la vueJta, mir a sus discpuJos, reprendia Pedro y dice: Ponte detrs de m, Satans, porque tus pensamientos noson los de Dios, sino Jos de Jos hombres.

    Anlisis

    SIla pre~ente ~eccIn con~tItuyepara Marco~ tambIn un contex-to, habr que aclarar la pregunta de cmo se lleg a ensamblar cadauna de la~ parte~ Podemo~ dIstlllgmr ~u~ tre~ componentes dIversos:elmterrogatono a lo~ dI~CIpulo~ con la confesIn de Pedro (27-30). lapredIcclon de la pa~IOn (31) y la repren~IOn de Pedro (32 ~) ,Estu-VIeron e~ta~ parte~, o alguna~ de ella~, ull1da~ ya ante~ de Marco~?La

    re~pue~taa e~ta pregunta e~ta relaCIOnada ntImamente con la pO~lblhdad de que ~e con~ervara en esta ~ecuenCIa un detalle hlstnco a

  • partir de la vida de Jess. Resulta sencillsimo reconocer la prediccinde la pasin como tradicin independiente. Tiene paralelos en 9, 31 Y10,32-34; se diferencia de la confesin de Cristo que hace Pedro puesse utiliza el predicado de Hijo del hombre; y su frmula introductoriadelata que el evangelista la introdujo en el contexto. El prefiere laenseanza de Jess. A favor de Marcos habla, igualmente, la prohibi-cin de hablar en 30, que establece un lazo de unin entre la confesinde Cristo y el anuncio de la pasin y se inserta en el concepto delsecreto mesinico t . Marcos la puso como enlace. Si dejamos fuerav. 31 s, parece sugerirse una conexin inmediata de 33 con 29. Si seprefiere esta conexin, como lo hacen Wendling, Dinkler, Hahn 2, sedesprende para esta tradicin anterior a Marcos o para la situacinprepascual que Jess rechaz la pretensin mesinica como asechan-za satnica. El que se proponga esta interpretacin resulta, probable-mente, tambin de que, en una consideracin aislada del v. 33, no sesabe lo que dio pie a la reprensin de Pedro. No obstante, motivosteolgicos que veremos ms tarde obligan a rechazar esta propuesta.Es muy dudosa una valoracin tan negativa de la confesin de lamesiamdad de Jess. De todo ello se deduce que deberemos tratar porseparado, desde la vertiente de la crtica de la tradicin, el interrogato-rio de los discpulos, el anuncio de la pasin y la reprensin de Pedro.

    La primera parte, 27-30, es una unidad narrativa cerrada quepresenta, contrastadas entre s cuidadosamente, las opiniones delpueblo y la confesin de los discpulos. Se han armonizado estilstica-mente las dos preguntas de Jess en 27b y 29a. As parece reforzarsean ms la unidad del conjunto. Existe una coincidencia esencial entrelas opiniones del pueblo recogidas en 28 y en 6, 14b.l5. Este hechoplantea la posibilidad de que exista una dependencia entre amboslugares. En 28 sorprende no slo lo escueto de las respuestas de losdiscpulo~, sino tambin la secuencia de dos acusativos y de unnominativo. La ltima informacin (y tal vez tambin la primera) 3comienza con OTl; en la segunda, esta partcula falta. Con todaprobabilidad se suprimieron aqu informaciones expresadas con ma-yor detalle originariamente. Y es de suponer que la abreviacin seaobra de Marcos. Era plenamente consciente de haber introducido unatradicin similar en forma ms extensa ya en 6, 14b.15. Como es msnatural que la gente misma exteriorice sus opiniones sobre Jess,

    1. De manera dlstmta Pesch, Messlasbekenntnzs, 183 s, que conSIdera el mandato.deguardar s]enclO como antenor a Marcos. Cf tambIn Pesch n, 28

    2. Wendhng, Entstehung, 115-120, E Dmkler, Petrusbekenntnzs und Satanswort, enZelt und Geschlchte (FS R Bultmann), Tubmgen 1964, 127-153; Hahn, Hoheltstltel, 226-230 Segn Wendhng, los v. 36 s y eventualmente 9, 1 habran segUIdo a 8, 33

    3 El pnmer on en 27 no es seguro textualmente

  • como ocurre en 6, 14b 15, puede ~uponer~eque un redactor antenor aMarco~ pu~o en boca de lo~ dI~C1pulo~ la tradIcIon de la~ OpInIOne~del pueblo, la~ umo con la confe~lOnde Pedro y creo de e~tamanera lapencopa De~de el pnncIpIO e~tuvo umda con Ce~area de FIlIpo,pue~to que Marco~ no menCIOna el lugar en mnguna otra parte 4 Por

    ~er una pencopa compue~ta,~u forma no e~ta perfIlada 5 Se la puedecalIficar como conver~aClOn de dI~CIpulo~ (cf 8, 14-21) Cabe pen~arque fue utIlIzada en la cateque~I~ cmtologIca El nombre de lugar talvez llldIque que una~ comumdade~ cn~tIana~ eXI~tIerOn en e~te lugarya en fecha muy temprana El e~tIlo ~emItIzante habla tambIen de laantIguedad de la pencopa 6 Marco~ ha llltroducIdo a lo~ dI~C1pulo~en 27a (en tensIOn con ;fAgev) Para el evangebsta era Importanteque ellos estuvIeran pre.,entes al comIenzo de una nueva seCCIOn delevangelIo El es tambIen el autor del mandato de guardar sIlencIO,formulado de Igual manera que en 3, 12 Ycolocado a contInUaCIOn deuna afinnacIon cnstologIca

    El 10gIOn del HIJO del hombre que padece y resucIta (31) tIeneCIertas analogIas con los dos anunCIOS sIgUIentes de la pasIOn (9, 31,10,33 s) y puede compararse con las formulas breves del anunCIO de lapasIon en 9,12,14,2141 (tambIen con el anuncIO de la resurreCCIOn en9, 9) Los tres lugares cItados cOInCIden en utIhzar el tItulo de HIJO delhombre Ademas, los tres anunclOS 8, 31, 9, 31, 10, 33 s hablan de lamuerte y de la resurreCCIOn despues de tres dIas 8,31 se dIstmgue delos otros dos anunCIOS de la paslOn en que consIdera el camInO hacIala muerte de Jesus como necesano (el) y, a dIferenCIa de estos, eVIta laIdea de la entrega (no:po:ovca) A la hora de emItIr un JUICIO sobreestos lugares desde la hIstona de la tradIcIOn, numerosos lllvestIgado-res opman actualmente que 9, 31a o 14,41 son la forma mas antIguade la tradICIOn (cf alh) Otros se declaran partIdanos de 8, 31 7 En esteana!IsIs tenemos que lImItamos a preguntar SI ellogIOn en 8, 31 hasufndo modIficacIOnes mtroducIdas por la redaCCIOn o eventualmentepor Marcos La enumeraCIOn de las tres fraCCIOnes del sanednn lo~anCIanos, los sumos sacerdotes y los escrIbas rompe el marco delloglOn Es razonable consIderarlo como mcluslOn o amplIacIOn deMarcos que qm"o IndICar con precIsIOn a los responsables en el

    4 El lema de camino es en Mc parcialmente tradicional y en parte redacclOnal (12 s 10 17 3246 52 11 8 12 14) Caso de que aqUl sea tradiCIOnal se mserta perfectamenteen el marco de Mc

    5 En la conversaclOn escolar rabllllCa los dlsClpulos preguntan al rabi6 Cf Pesch Messlasbekenntms 195 que no considera la pencopa como compuesta

    La opllllOn de Bultmann Geschlchte 275 278 de que en el documento antenor a Mc a laconfeslOn de Pedro habna segUido algo que Mc deJO fuera es pura especulaclOn

    7 Strecker* 24 s Hoffmann* 175 196 Un JUICIO mas diferenCIado en Todt, Menschensohn 186 s ef tamblen la panoramlca en Hoffmann* 170 175

  • primer anuncio solemne de la pasin 8. Se discute si el ser reproha-do se introdujo tambin con esta aadidura 9. El hecho de que elpadecer se encuentre delante del ser reprobado no es ningn argu-mento convincente a favor de esta opinin ya que el padecer no esaqu un resumen del padecimiento de la muerte, sino la tribulacin aID largo de toda la vida. La expresin anloga en 9, 12, reconocidacomo tradicional, habla, ms bien, en contra de tal opinin. El verboser reprobado hizo que el evangelista indicara las tres instancias.Como patria chica del logion tenemos que pensar en el judeo-(ristianismo de habla griega. La formulacin padecer mucho, queno tiene equivalente semtico como expresin de las tribulacIOnesocaslOnadas por los hombres, es una prueba a favor de tal opinin 10.Diversas derivaCIOnes se han atribuido a la utilizacin del ttulo deHijo del hombre en los anuncIOs de la pasin y muerte de Jess. Se lahizo provenir del Jess terreno 11. Sin embargo es de pensar que Jesshabra utilizado la primera persona del singular al hacer las prediccio-nes (cf. en verdad os digo) 12. Hay que tener presente que Mc 8, 31,sirvindose de la enemistad de los hombres frente al HiJO del hombre,por una parte, y utilizando la majestad del Hijo del hombre con suresurreccin por la otra, mantiene una estructura fundamental de loslogia del Hijo del hombre. Por consiguiente, no es necesario suponerdetrs de la afirmacin de la resurreccin una referencia original a laparusa 13. Adems, en la espera apocalptica del Hijo del hombrepuede observarse un cambio que permIte comprender al transcenden-te y celeste HiJO del hombre como figura meSInico-terrena 14. Estohabra facilitado la unin del ttulo de HIjO del hombre con la

    8. Todt, Menschensohn, 152 s, Strecker* 26 (con sIgno de mterrogaClOn), Hor,tmann,Studlen,25 C Dolpe, ThWNT VIII, 447 opma que, en lugar de las tres fraCCIOnes, en unprmclplo se mencIOno SImplemente a los hombres como reprobadores Pesch, PasslOn,170, opma que Mc no mtroduJo aadidura alguna TambIn HIrSCh, Fruhgeschlchte, 190supone un relleno

    9 Hoffmann* 178 supone estolO Cf Dalman, Jesus-Jeschua, 117 s. Las pruebas en favor de 1!(J"AAOC 1!oclhiv en

    AssMos 3, 11, Jos., Ant, 13, 268 son gnegasII Aunque Jesus hubIera entendIdo su pasIn en el honzonte conceptual veterotes-

    tamentano del Justo paCIente, esto no sena sufICiente para suponer que l empleo el lItulode HIJO del hombre en este contexto Hay que sealar esta obJeclon prmclpalmente contraL Ruppert, Je~us al~ der leldende Gerechte?, 1972 (SBS 59), especIalmente 60-71 En Mc 9,31, punto de partIda de la sene de concepcIOnes del HIJO del hombre dohente, hay quevolver de nuevo sobre el problema hlstonco (el all) Schwelzer 89; c:: Colpe, ThWNTVIII, 447 consIderan que la expresIn (,El HIJO del hombre tIene que padecer mucho y serreprobado (por los hombres)>> como provemente de Je,s eventualmente Pero 1!OAAoc1!oc,9v no es semtICO Strec\:er* 26 s deseara adscnblfla a la R-Mc

    12 Wendhng, Entstehung, 122, opma, remItIendo a Mc 12, 9, 13,2, 14,72527 s 3042,que, en las predICCIOnes ms antIguas, se habra dado la forma "yo

    13 Contra HotTmann* 181-18414 Cf K Muller,MenschensohnundMesslas BZ16(1972)54-69, 17 (l973) 52-66, U

    B Muller, Me"las und Menschensohn In]UdlSchen Apokalypsen und In der Offenbarung desJohannes, 1972 (StNT 6).

  • afirmaCIn de anonadamIento El evangelIsta Introduce el 10gIOncomo enseanza de los dIscpulos TambIn 32a se debe a l (cf. laformulacIn sImIlar en 2, 2) La parresza no est en contradIccIn conla prohIbIcIn de hablar 15 Esta afecta al hablar con aquellos queestn fuera El carcter abIerto del dIscurso de Jess se dmge alcrculo de los dIscpulos Tal vez pueda pensarse que la pnmeraalusIn a la muerte se hIZO en un dISCurSO sImblIco (2, 20)

    En v 33 tenemos un fragmento La dura reprensIn de Pedro es,cIertamente, una tradICIn antIgua A nadIe le habra agradado colo-car sobre el dISClpulo ms prestIgIOso la etIqueta de que l es un SatnPuesto que se da la verdadera contraposIcIn entre Satn y DIOS, lacontInUaCIn de la frase rXAAIX Ta uvv rXv9pdJnwv deber ser consIdera-da como aadIdura (de Marcos?) Del evangelIsta provIene la mIradade Jess dmgIda a los dISClpulos (Kai ibwv TOtl~ lC(9rTa~ aVToB)Marcos Introduce tambIn aqu a los dIsClpulos ya que est en Juegosu eXIstencIa La umn 32b es un elemento de composIcIn utIlIzadopor la redaccIn 16

    Mediante la cOmbInaCIn de tres elementos de tradIcIn surgIuna agItada secuenCia de acontecImIentos Los dIscpulos aparecenhablando al comIenzo y al final, y Pedro en el medIO aparece comoportavoz de ellos. En el centro se encuentra la afirmacIn acerca de lasuerte que aguarda al HIJO del hombre. Y todo tIene lugar en elcamInO Puesto que Marcos comIenza una nueva seCCIn del evange-lIo, tIene especIal Inters en nombrar a los personajes pnncIpales. Elnombre de Jess, que no habIa aparecIdo desde 6, 30, seala el nuevocomIenzo Juntamente con l se menCIOna tambIen a sus dIScpulos,que todava aparecern dos veces en la presente seCCIn PuedeInterpretarse esto como IndICaCIn de que los dIScpulos ocuparn unlugar ms destacado que hasta el presente Hace su apanCIn unnuevo grupo de adversanos SI hasta ahora han sIdo sus adversanosespecIalmente los fanseos y los escnbas, ahora omos hablar porpnmera vez de la condena a muerte que le preparan los anCianos, lossumo~ sacerdotes y los escnbas Desde aqu se va tensando el arco quellega hasta la paSIn Verbos de dIlogo marcan la seCCIn El pregun-tar, hablar, responder, prohIbIr, ensear, censurar, dan VIvacIdad aeste dIlogo Hay que prestar atencIn a que la confesIn de Pedro~Y en la seCCIn presente, slo sta~ est caractenzada comorespuesta. La apasIOnada conversaCIn entre Jess y su pnmer dISc-pulo constItuye el punto culmInante.

    15 De manera dlstmta HIrsch, Fruhge~chuhte l, 9016 crrmj1rxw tIene aqUl un matIz dlstmto que en 30 Pero logro un contraste fuerte

    entre el crrzniv de Pedro y el de Jesus en 32 s ryP~IXW con mfillltIvo delata R-Mc

  • Explicacin

    Jesus, acompaado por sus discpulos, parte de Betsalda (6, 22) 27-30hacia el norte Cesarea de Flhpo 17, convertlda en clUdad por eltetrarca Flhpo, la antlgua Pamon (PohblO 16, 18, 12) o Paneas (hoy,Bamyas), nombrada la Impenal (cesarea) en honor de Augusto,e,taba sItuada al pie del Hermon, en el nacimiento del Jordn PeroJess no entra en la clUdad, smo que permanece en los pueblossituados en los alrededores de la clUdad 18 A pesar de slgmficarse porun santuano dedicado al dlOS Pan, la reglOn no estaba completamentedesprovista de poblacin JudIa y se encontraba en el hmlte entrepaganos y Judos Puesto que, a partlr de este momento, la andadurade Jess se aproxima constantemente a Jerusalen, este punto aleJadsl-mo es adecuado para abnr la Idea de la pasin Por eso se de

  • pueblo, Jesus como Cnsto es mas que una personalIdad proftIca quemaugura el tIempo de la salvacin Mientras que en el judalsmo elMesas davdlco fue presentado muchas veces como el Ungido delSeor (SaISaI17, 32, 18,7) o como el Meslas de Israel (1 QSa 2, 20),aqu se emplea la expreslOn XPI(JTOr; de manera absoluta. Aunque esposible que la manera de hablar acerca del Meslas fue conocida en elpueblo judo 22, es ms natural la mcorporacln del artculo de la fecnstIana Nada JustIfica pensar en una aproximacin a una Imagenzelota-pohtIca de Mesas SI detrs de la oplmn del pueblo sobre elBautIsta percibimos la creencia de que aquel no es presa de la muertey su l>upuesto destmo de resucitado, la confesin de Cnsto hecha porPedro se sltua en la proximidad de la fe cristiana pascual, que secontrapone a la mterpretaclOn de la suerte cornda por el BautIsta Enlo que viene a contmuacln, Marcos presentara con clandad larelaCln del Cnsto Jess con la muerte y la resurreccin 23. El manda-to de guardar sl1enclO, dmgldo a todos los dlsclpuJos, no devalua laconfesin de Cnsto Por el contrano, con l se apunta al acontecI-miento de la cruz, en el que encontrar su explIcacin autentIca lameslamdad de Jess. Este pnmer anunclO de la paSlOn est cargado desentIdo

    31-32a Se presenta este pnmer anunclO como adoctnnamlento de losdiscpulos 24 Al tema de la pasin y muerte del H1Jo del hombre sededIca, comparatlvamente, ms espaclO que a su vlctona Pero esta seencuentra al final de su cammo En el antlguo testamento, el cammodel anonadamiento a la exaltacin se traz con la mirada puesta en elJusto dohente Se expreso de manera clsIca esta concepcIn en Sab 2,12-20,5,1-7, lugares a los que Ruppert llama dptIco por la diVISindel texto que constItuye una umdad 25 Tener que padecer mucho esuna expreSlOn para resumir las tnbulaclOnes que el HIJO del hombreexpenmenta en su vida terrena. Podra onentarse, como la reproba-Cin, a la Imagen de la pas~1O Just!. Esta ultIma, juntamente con lamencin de los poderosos adversanos, es una alusin a Sal 118, 22La piedra que los constructores rechazaron. (texto-LXX), en el queel Justo persegUIdo descnbe los ultrajes recibidos y su hberaclOn porDlOS Los jerarcas de Jerusalen, los anCianos, los sumos sacerdotes y

    22 Cf Dalman, Worte Jesu, 239 Las pruebas mas antiguas a favor de El UngIdocomo titulo meSlamco usado de manera absoluta se encuentran en sBar 29, 3, 30, 1,Muller* 164 ve en la formulaclOn absoluta de Mc 8, 29 la confirmaclon de que aqUl searticula la fe CrIstIana

    23 A Mc le mteresa 1.1 conexlOn de v 29 y 31 Esto pudo ser uno de los motIvos quele llevo a abrevIar la opmlOn del pueblo acerca del BautIsta (cf lupra, el anallSl')

    24 fpcxw b,,5cxoXlV es el semItIsmo normal y no sIgnIfica que comIence ahora laenseanza acerca del HIJO del hombre dohente Contra Grundmann 167 Cf Mc 10, 32b

    25 Cf Ruppert (nota 11) 23 ,

  • los escribas, pasan a ocupar el lugar de los constructores. Y seproyecta ante nosotros el destino de Jess. Segn la presentacin delos salmos, los adversarios pretendan dar muerte al justo 26. Padecerel asesmato era la suerte reservada a los profetas. Tambin en otroscontextos neotestamentarios se equiparar la suerte de Jess a la deaqullos 27. La resurreccin introduce una idea nueva que no estrecogida en el destmo del Justo 28. No hay que concebirla comoaccin de Dios en Jess -como en las afirmaciones de resucitacin-sino como accin de poder del Hijo del hombre. Este vence a lamuerte por su propio poder 29. Despus de tres das no puederelacionarse con el acontecimiento de la resurreccin ni con el descu-brimiento de la tumba vaca, silla que se basa en la experiencia de que,despus de tres das o al tercer da, el Justo o Israel sern salvados.Nos encontramos aqu frente a una afirmacin teolgica. A pesar deque slo Marcos utiliza la formulacin despus de tres das y Mt 16,21; Lc 9, 22 la sustituyen por al tercer da, no se trata de un cmputodel tiempo utilizado por los griegos, sino que ambas expresionestienen IdntIco significado en la literatura juda 30. Fue posible hablarde la resurreccin del Hijo del hombre a causa de la majestad a la quese relacion tanto con la actuacin del Jess terreno (Mc 2, 10.28)como tambin, y especialmente, con el poder Judicial del Hijo delhombre que retorna para la parusia.

    Se discute la interpretacin de la necesidad (bi;i) que determina lospadecimientos, la muerte y la resurreccin. En textos apocalpticos,[j;' designa el cumplimiento necesario de aquellos acontecimientosque forman parte del decurso del acontecimiento del final de lostiempos 31. En este sentido, el destino del Hijo del hombre sera unfactor indispensable en el drama final histrico-salvfica 32. Pero laalusin a Sal 118, 22 hace ms natural relacionar la necesidad con lavoluntad de Dios dispuesta en la Escritura. Adems, hay que tenerpresente que el destino de muerte y de resurreccin de Jess en el

    26 LXX Sal 36, 32, 37, 13, 53, 5, 62, 10, 69, 2 s, 85, 14, 108, 1627 Jer 2, 30,11,18-21,20,2,26,8-1120-23,1 Re 18,413,2 Cron 24, 21, Neh 9, 26,

    Mc 12,5-8, 14, 1, Hech 3, 15, 2 Tes 2, 1528 Las expresIOnes de hberacln de LXX Sal 19, 9, 40, 9 11 formuladas con

    aVlCrrcivotl, no pueden serVir como punto de comparacin ya que no mdlcan una resurrec-clan de la muerte Contra Pesch, Passwll, 171 Mejor sera establecer la comparacin conIs 26, 19a LXX Pero aqu no se habla del Justo

    29 Con Hahn, Hoheltstltel, 49 De manera dlstmta Jeremlas, Teologia, 322, nota 2,qUIen, recurnendo a Is 26, 19 mterpreta rY.wxarivlXl como una accin de DIOS en el HIJO delhombre

    30 Cf K Lehmann, Auferweckt am drltten Tag nach der Schrift, 1968 (OD 38),262-272, H K McArthur, On the Thzrd Day NTS 18 (1971/72) 81-86

    31 Pruebas en Bennett* 120-127, cf Mc 13, 7 1032 Bennett* mterpreta el &, desde textos apocalptIcos y de Oumran Pesch,

    PasslOn, 168, notd 9, habla atmadamente de neceSidad de la Escntura

  • primer anuncio de la pasin (al igual que en los dos siguientes) debeinterpretarse no soteriolgica, sino cristolgicamente. La muerte sal-vfica de Jess no entra en este campo de visin. Lo nico que importaes captar su camino en la significacin que encierra para su persona.Se subraya la importancia del anuncio de la pasin con la observacinde que Jess habl con parre~!a. Se entiende por parresia la manera dehablar abiertamente, en la que nada se esconde ni se vela. Si en 4, 33 sedijo que l hablaba en parbolas al pueblo, ahora se afirma que seexpres libremente Con sus discpulos. El progreso conceptual consis-te en que la palabra que se identifica con la proclamacin adquiere unclaro contenido cristolgico mediante el anuncio de la pasin y de laresurreccin. Los discpulos, que estarn al servicio de la proclama-cin del evangelio, deben ver en Jess el principio de la palabra acomunicar 33.

    32b-33 En un reducido relato aadido, Pedro aparece de nuevo en primerplano. Si hace un momento ha confesado a Jess como Cristo, ahorala idea de la paSIn le lleva a rebelarse. Slo esto puede ser elcontenido del reproche que l se permite hacer a su Maestro. AquPedro se lleva a Jess a un punto apartado 34. El texto sirosinatico hamodelado la escena bajo la influencia del par Mt 16,22 y ha suavizadola postura del discpulo. Efectivamente, leemos all: pero Simn Pedrole dijo como para protegerle: Bondadoso sea l contigo. No debeocurrirte tal cosa. Lucas no ha incluido la escena en su evangelio.Probablemente la consider como escandalosa. Porque Jess es ple-namente consciente de la meta hacia la que se encamina, se vuelve asus discpulos y a Pedro. Segn Marcos, la reprimenda se refieretambin a los discpulos, a los que alcanza la mirada de Jess. Laorden detrs de m! quiere recordar a los discpulos la necesidaddel seguimiento y, con ello, el camino que Jess est recorriendoahora. La cada amenaza a los discpulos. Si a Pedro se le llama Satn,quiere decirse que est en juego lo tentador de su objecin. Natural-mente, no se puede arrancar de su camino al Hijo del hombre 35.Satn designa ms que al opositor que puede despertarse en muchos.

    33. Grundmann atrae 32a a 31 y Justifica esto remIlJendo al texto latmo anlJguo Ypropone la sIgUIente traduccin. Y el comenz a ensearles que el HIJO del hombrepadecer mucho resucItar y pronuncIar la palabra en pblIco

    Dejando a un lado la estrecha base que ofrece el texto, no se sabe cmo el HIJO delhombre debe hablar la palabra despus de su resurreccIn. Esto conslJtUlria una formula-cIn sorprendente para la predIcaCIn cnslJana I

    34 HIrsch, FruhgescI'llchte 1, 90 s, permIte que Pedro se lleve a Jess aparte delpueblo. H. Interpreta parreSlG en 32a en el sentIdo de pblIcamente y ve una conexIncon 34a, donde se menCIOna de nuevo a la muchedumbre. Pero no es correcta lamterpretaclOn de parreSlG

    35 Una analoga notable ofrece Gn r 56 (35c) Alh Satn de;earia exhortar a Isaacen contra del sacnficIO. En BIllerbeck 1, 747.

  • IndIca a aquel que retuerce la verdad y habla la mentIra. Puesto queen el cnstIanISmO pnmItIvo se consIdera a los falsos maestros comoherramIenta e hIJOS del dIablo (cf. Rom 16, 17-20, '2 Cor 11, 13-15;Hech 13, 10, IgnPhIld 6, 1 s), tambIn aqu hay que pensar en unamfluencIa de Satn 36 La amenaza ms pelIgrosa panllos dIscpulos ypara la comunIdad es el rechazo del CruCIficado En contraposIcIn aSatn se encuentra DIOS, al que el HIJO del hombre se sabe oblIgado.La contraposIcIn de los pensamIentos dIvmos y los humanos amortI-gua este contraste Los pensamIentos humanos tIenen una correspon-denCIa ImpresIOnante en 7, 8 Pedro, que se ha colocado al borde de laeXIstencia de dIscpulo, tendr que pasar an por otros sobresaltos,hasta que pueda llegar a comprender la voluntad de Jess 37

    Juicio histrico

    Un mtento de reconstrucCIn hIstnca empalma la repnmenda dePedro (33) mmedIatamente con la confesIn de ste (29) 38 En lasItuacIOn hIstnca que se cree haber logrado de esta manera, Jess harechazado como desafio satnIco la pretenSIn meSInIca La concep-cin meSInIca que se esconde detrs de la palabra de Pedro es la dellibertador naclonallloltlco Se lllensa que con ello se eVltan dlVer'ia'idIfIcultades Entre stas se encuentra la dIslocaCIOn de la repnmendade Pedro al conSIderarla ms aIsladamente, pero tambIn la observa-CIn hecha por Hahn de que en el tIempo ms antIguo, el tItulo deCnsto, sorprendentemente, no Jugo papel alguno 39. Muchos motIvosgraves oblIgan a rechazar tal propuesta de reconstruccIOn. La confe-SIn que Pedro hace de Cnsto no permIte reconOcer coloraCInpoltIca alguna Por el contrano, enCIerra en s la estIlIzaCIn deconfesIn vlIda El hecho de que el ttulo de Cnsto est ausente en lafuente de los dIChos no puede mstrumentalIzarse al serVICIO de unmtento de reconstruccIn, ya que tendra que encontrarse all algunapolmIca contra este ttulo DIgamos, sobre todo, qve todo el nuevotestamento est en contra del mtento El ttulo amplIamente dIfundI-do de Cnsto sera mcomprensIble De manera espeCIal resultara unenIgma la presenCIa de la predIcacIn de Cnsto ya eIl las frmulas defe antenores a Pablo 40 SI el Jess terreno se hubIera dIstanCIado tan

    36 Cf Muller* 168 s De manera dlstmta Pesch, PasslOn, 172 s Cf Pesch n, 5437 Schwelzer 93 observa atmadamente que Mc se diferencia de grupos apocahptIcos

    o de Qumran en que estos se conSideraron a SI mismos como la eXcepclOn y como lospocos elegidos de este mundo En Mc echamos en falta esta estIhz.aclOn

    38 Cf supra, nota 239 Hoheltstlte/, 22940 1 Cor 15, 3, Rom 6, 4, 14 9

  • decIdIdamente de los planteamIentos meslmcos En la confesIn quePedro hace de Cnsto percIbImos la expresIn de la fe de la comullldadpalestmIana pospascual 41 Esto no sIgmfica, en modo alguno, que nopueda hablarse de una autoconSCIenCIa meslmca del Jess terreno.Se hara patente esta autoconSCIenCIa no partIendo de las confesIOnes,smo por un cammo mdlrecto De manera especIal habra que repasarla enseanza con autondad de Jesus, su posIcIn respecto de la leyveterotestamentana, su actIvIdad curatIva cansmtIca, su llamamIen-to cansmtIco al segUImIento. La pOSICIn destacada de Pedro en lapnmera comumdad denva de su tradIcIn como portavoz de losdIscpulos en el tiempo de la actuacIn de Jess, pero se fundamentadecIsIvamente en que fue el destmatano de la pnmera apancln delJess resucItado (1 Cor 15, 5, Lc 24, 34) Y en que l mlcl laproclamacIn pospascual

    Las opmIOnes que el pueblo tIene acerca de Jess (Mc 8, 28; 6,14 s)reproducen concepcIOnes antenores a la pascua As se explIca que nopodamos percIbIr mters catequtIco dIrecto alguno en su formula-CIn En cuanto a la ubIcacIn de la repnmenda de Pedro en la VIdadel Jess terreno, tenemos que movernos en el campo de las sospe-chas No nos permIte SItuarnos en otro terreno la tradIcIn fragmen-tana de aqulla Habna temdo lugar esta repnmenda como conse-cuenCIa de una ObjeCIn precedente del dIscpulo con motIvo de ladecIsIn de Jess de partIr para Jerusalen en una SItuacIn cntIca (porltIma vez)? \

    Resumen

    Marcos, que abre esta nueva seCCIn de su evangelIo con unaImpresIOnante secuenCIa de acontecImIentos, utIlIza el motIvo delcammo para dar mayor fuerza a la onentacln de la actIvIdad de JesshacIa la muerte en Jerusaln SImultneamente, consIdera este cammoen lo que enCIerra de sIgmficado para la eXIstenCIa de los dIScpulosLo contempla, por consIgUIente, baJo el aspecto del segUImIento Poresta razn se coloca en un primer plano a los dISCIpulos tambin en27-3033 Pedro pronuncIa la confesIn de Cnsto como portavoz delos dISClpulos MedIante el mandato de guardar SIlencIo se reconoceesta confesIn como vlIda, pero necesItada de ultenores explIcacIO-nes La afIrmacIOn acerca de la pasIn y de la resurreccIOn, que, conlos anCIanos, sumos sacerdotes y escnbas, tensa un arco mmedlatoque se extIende hasta la hlstona de la pasIn, ofrece esa explIcacIOnJesus proclama el msobornable Logos del evangelIo Pedro, al quehay que ver sIempre en el contexto de los restantes dISClpulos, se

    41 De dl'lmta manera Pesch, Messlasbekenntms

  • ~bstma contra el cammo del padeCImIento El que tal postura pongaen pelIgro su condlcIOn de dISClpulo y el que sea cahfIcado de SatanIIgmfica que el dISClpulo tIene que reconocer el cammo de SUfrImIentode Jesus ) asumIrlo como su umco cammo personal Jesus solo pudoler entendIdo completamente despues de haber recorrIdo todo su,ammo Pero a partIr de este momento, la comumdad -y no tan solola de Marcos- e,ta abocada a mantener una confrontacIOn con supasIOn su reprobacIOn, su muerte y resurreCCIOn La predlcacIOn delHIJO del hombre que fue reprobado y matado resultaba desagradablev penosa en tIempos de Marcos, cuando se esperaban radIantesjIguras de redentores Habla que conservar esa predlcacIOn a todacosta y asegurarla como nucleo del evangeho Se llega a comprenderplenamente este mensaje cuando se entIende que el creyente se en-cuentra sItuado en el mIsmo cammo que Jesus La confesIOn externapuede resultar sencIlla, su puesta en practIca es dIfiCIl La protestaprOVIene de la consternacIOn eXIstencIal Pero puede ayudar a que la\,onfeslOn hecha con los labIOS llegue a madurar hasta convertIrse enfe autentIca

    HistOrIa de su mt1ujoEste pasaje central-cIertamente mas aun el paralelo de Mateo-

    ha SIdo honrado en todos los tIempos con el VIVO mteres de losexegetas En la antIguedad y hasta los umbrales de la era modernaprevalecIO la preocupaClOn de hacer mtehglble la protesta de Pedro,de dIsculparla y de suaVIzar el reproche de Jesus Pedro actuo llevadopor el afecto del que ama o fue empUjado por un celo IrrefleXIVOmagno quodam affectu dlhgebat Jesum, sed humano 42 En cuanto alterrnmo Satan o se aplIca dIrectamente a Satan -Junto a la llamadaal segUImIento se aphca a Pedro- o se mterpreta Satan en sentIdode adversarIus 43 Calvmo ve con mayor profundIdad a Pedro no lecabla en la cabeza que el HIJO de DIOS debIera ser cruCIficado ycondUCIdo a la muerte Y contmua Vemos de que manera nuestrasblenmtencIOnadas opmIOnes e mtenclOnes valen ante DIOS 44 CrIstotoma posesIOn de su soberama no con fasto deslumbrante, m conpoder grandIOSO o baJO los aplausos del mundo, smo a traves de unamuerte ultrajante MedIante la censura dura dmglda a una personaconcreta qUISO mantener a raya a todos los hombres, en ultImotermmo, nuestra arrogancIa y sagaCIdad mundana 45 En la antIgue-

    42 Erasmo Bd 7 211 Cf Beda PL 92 213 Calvmo II 6943 Cf Beda PL 92 213 Ruperto de Deutz PL 167 1063 Segun Teofilacto PG 123,

    576 Satan no qUIere el padeCimiento de Jesus que salva a los hombres44 II 6945 68 s

  • dad queda sin explicacIn el ttulo de Hijo del hombre. Existe unatendencia a relacionarlo con la capacidad de padecimiento de Cris-to 46. Calvino entiende que el ttulo de Cristo compendia la realeza ysacerdocio eternos de Jess 4 7 .

    Para la investigacin de la vida de Jess de finales del siglo pasado,la confesin de Pedro y el anuncio de la pasIn sealan un cortedecisivo en la actuacin de Jess. A Schweitzer 48 percibe en lossucesos descritos una secuencia cronogrfica, pero opina que estotalmente imprescindible una remodelacin. Coloca delante de laconfesin de Pedro la transfiguracin, a la que interpreta comovivencia visionaria comn en la que se haba hecho patente la mesia-nidad a los tres discpulos ntimos (cf. infra). En esta confesin, Pedrono respet la prohibicin formulada despus del suceso de la transfi-guracin y descubri a los doce el secreto mesinico de su Maestro.Jess se vio obligado a seguir frente a sus discpulos una manera decomportarse que no cont entre sus intenciones. Puesto que desdeCesarea de Filipo sus discpulos saben quin es l, no le queda otrasalida que la de revelarles su decisin de ir al encuentro de su pasin.El cambio que se da significa: si Jess haba estado convencido hastaese momento de que al reino de Dios no podra venir sin padecimien-to, sin la previa tribulacin escatolgica, ahora se percata de lanecesidad de que l solo tiene que padecer y morir para que irrumpa elreino. Con su voluntad personal de padecer, ha tomado la decisin dedirigirse a Jerusaln para mom all a fin de que se haga presente elreino 49. Desde que la historia de las formas ha puesto claramente demanifiesto el carcter no biogrfico de nuestros evangelios, contem-plamos la investigacin de la vida de Jess como una etapa deesfuerzo doloroso, pero de lucha necesaria, al que no le cupo ms quela suerte de un xito modesto.

    K. Barth 50 ha observado que propiamente no se podra hablar deconfesin de Pedro. Confesar significara presentarse con su afirma-cin cristiana delante de los hombres; concretamente delante deaquellas personas que desconocen ese tema. Se habra producido unaconfesin si Pedro hubiese dicho en el patio del sumo sacerdote lo queneg tres veces. J. B. Metz 51 percibe -de manera similar a Calvino-

    46. Por ejemplo, Beda PL 92, 21347. n, 6148 Leben-Jesu-Forschung, 429-435.49 La subida de Jess a Jerusaln Juega un papel extraordmaflo en la mvesligacln

    sobre la Vida de Jess As dice Schweltzer (nota 48) 437, nota 1, que se pueden dlvidu lasVidas de Jess segun que presenten a Jess subiendo a Jerusaln para actuar all o paramOflr

    50. Dogmatlk 1Il/4, 9251 Meslanlsche Geschlchte als Leldensgeschlchte MedltatlOn zu Mk 8, 31-38, en NT

    und Klrche (FS R Schnackenburg), Frelburg 1974, 63-70

  • en el comportamiento de Pedro una apatia profunda ante el padeci-mIento y la muerte. Pedro, al que se acusa de dejarse llevar por lohumano, es presentado en una postura en la que nos podemosreconocer cada uno de nosotros. Todos nos mc1inamos con ms gustohaCIa el vencedor que hacia el vencido. La mcapacidad de sufrIr y elmIedo secreto a sentlr el tacto de la muerte impiden que podamosentender al Hijo del hombre y asumir con su padecimIento la hIstOrIadolorosa de los hombres, que contma en nuestro tlempo. A la Iglesia,surgida de personas que no entienden, como los dIscpulos, se leadvierte para que no caIga en el peligro de transfonnar de golpe lahistona mesinica de la pasin en una historia de vencedores. Semterpreta la resurreccin de Jess como una palabra de vIctoria afavor de los derrotados. Debe ser una palabra cargada de protestacontra todo mtento de reservar la vida a los que han logrado el XItO,a los que alcanzan la victOrIa final: En el Mesas que padece y muere,esta vida pertenece a los muertos; por consiguiente, a todos nos-otros 52. La finalidad de este pasaje de Marcos est bien lograda enla medida en que la verdadera confesin de Jess inc1uye la aceptacinde su camino de dolor. Esta aceptacin no es algo abstracto y terico,sino que se pone de manifiesto en la simpata con los que sufren.

    2. Seguimiento decidido (8, 34-9, 1)Dmkler, E, Jesu Wort vom Kreuztragen, en Ntl Studlen fur R Bultmann, 21957

    (BZNW 21), 110-129, Schulz, A, Nachfolgen und Nachahmen, 1962 (StANT 6), 79-97,Bauer, J B, Wer sem Leben retten Wlll )} Mk 8,35 par, en Ntl Aufsatze (FS J Schmld),Regensburg 1963, 7-10, Trocme, E, Marc 9, 1 prdlctlOn ou repnmande?, 1964 (StEv IITU 87), 259-265, Dautzenberg, G, Sem Leben bewahren, 1966 (StANT 14),51-82, Pernn,N, The ComposltlOn of Mar/ 9, 1 NT 11 (1969) 67-70, Berger, Amen-Worte, 62-67,Horstmann, Studlen, 34-69, Kummel, W G, Das Verhalten Jesus gegenuber und dasVerhalten des Menschensohns, en Jesus und der Menschensohn (FS A Vogtle), Frelburg1975, 210-224, KunZl, M, Das NaherwartungsloglOn Markus 9, 1 par Geschlchte semerAuslegung, 1977 (BGBE 21), Brower, K, Mark 9,1 Journ Study New Test 6 (1980) 17-41,Nardom, E, A redactlOnalmte>pretatlon of Mark 9,1 CBQ 43 (1981) 365-384, KIIgallen,J J, Mark 9, [ Blolica 63 (1982) 81-83, O'CaIlaghan,J, Nota critica a Mc8, 36 Blblica 64(1983) 116-117, Muoz Len, D, "LoglOn de la parusa o 10glOn del cumplimiento meszanz-W? PosIble sustrato arameo y llueva mterpretacln delloglOll de Jess a partir de Me 9, 1Mlsc Comillas 41 (1983) 135-152

    34 El llam a la gente a la vez que a SI'S discpulos y les dijo: Si algunoquiere venir en pos de m, niguese a s mismo, cargue con su cruz ysgame. 35 Porque si alguien quiere salvar su vida, la perder. Pero elque pierda la vida por m y por el evangelio, la salvar. 36 Porque, de

    52 lbld,67

  • qu sirve a un hombre ganar el mundo entero si arruina su vida? 37Pues, qu puede dar el hombre como trueque por su vida? 38 Porquequien se averguence de m y de mis palabras en esta generacin adlteray pecadora, tambin el Hijo del hombre se avergonzar de l cuandovenga en la gloria de su Padre con los santos ngeles. 1 Les decatambin: En verdad os digo: entre los aqu presentes hay algunos que nogustarn la muerte hasta que vean venir en poder el reino de Dios.

    AnahsisSe ha mclUIdo en una secuenCIa bIen eqUIhbrada seIS dIchos, cada

    uno de los cuales tIene sentIdo en SI mIsmo y puede ser transmItIdoaIsladamente (,QUIen los reuma? Seguramente que Mc mtroduJo 9, 1,como delata el nuevo comIenzo con la mtroducclOn caractenstIca 34,35 Y 38 aparecen tambIen en la fuente de los dIchos (Mt 10, 38-4032 s/Lc 14, 27, 17, 33, 12, 8 s), pero solo los dos pnmeros dIchos seencuentran en Mateo, qUIen conservo la secuenCia del documento Qmejor que Lucas Por eso, tal vez Marcos habna encontrado yaumdos 34 s El reuma los restantes 53 Separo v 9, 1 por motIvosobJetIvo,> La mtroducclOn en 34a provIene de el, como sugIere lallamada ImperatIva de la gente 54

    Marcos transmIte el dIcho del segUImIento de la cruz en una formasecundana en la que el segUImIento representa ya un valor en SI DeMt 17, 38 se desprende la redacclOn ongmal que destaca el segUImIen-to de la cruz como condltlO sme qua non del ser dISCIpulo y que podnahaber sonado aSI qUIen no acepta la cruz y me SIgue, no puede ser mIdISCIpulo 55 QUIzas la estructura de Marcos surglO al umrse con unsegundo dIcho qUIen qUIera segUIrme, meguese a SI mIsmo El evange-hsta tomo el dIcho amphado sm someterlo a vanaClOn alguna Por elcontrano, mtroduJo Kal rof5 m!rxyydlOv en v 35 La referencIa alevangeho esta ausente en todas las demas vanantes del loglOn y esreIteratIvo frente al por mI causa, que estaba presente tambIen en laredacclOn Q (Mt 10, 39) Es dIfCIl el anahsIs del dIcho del HIJO delhombre en 38 Es seguro que, al Igual que en Mt 10,32 s, ongmana-mente era un dICho que se compoma de dos partes Nuestro texto sehmIta a ofrecer la segunda parte negatIva Ha quedado fuera lapnmera parte, que trata del confesar PresumIblemente porque en lasecuenCia del dIcho, que presenta la senedad delJUIclO final, no encaja

    53 Mc crea la umon con }rxp que emplea gustosamente tamblen en otros lugaresSegun Lohmeyer 171 Marcos tomo ya la sene de cmco mIembros

    54 Segun Horstmann Studlen 34 Mc mcluyo a los dlsclpulos en una mtroducclOnya eXIstente

    55 Cf Bultmann GeschIGhte 173 Tho 55 se basa en Mt 10 38

  • bien. Mientras que en la redaccin Q se habla de negar, v. 38 habla detlvergonzarse. Esto podra ser secundario (aunque anterior a Marcos),ya que niXlaXvea9iXl es un trmino del lenguaje misionero cristia-110 56 . Todava ms significativo es el que se describa en Marcos lavenida del HiJo del hombre. En Q no suceda esto (cf. Lc 12,9) 57. Losngeles santos constituyen el polo opuesto de la generacin adltera ypecadora. Ambos provienen del documento del que se sirvi Mar-cos 58. Sm embargo es de suponer que la aadidura en la gloria de suPadre proviene de Marcos. Sugiere esto el concepto cnstolgico que!labremos de tratar. Kai !Ove; J1ove; lyove; corresponde al evan-

    ~elim> en 35 y delata la mano de Marcos. Tambin en 9, 1, laconclusin venir en poden> -que se corresponde con 38- debe serconsiderada como obra de Marcos 59. Desde el punto de vista de laforma, los dichos no son uniformes. 34 es una frase condicional queestablece la condicin del seguimiento. 35 es, en cuanto a la forma, unparalelismo antittico que se convierte en una alusin a los discpulosmediante la expresin eVI3Kl3v. 36 s son frases interrogativas de carctersapiencial. El contexto se convierte en parnesis dirigida a los discpu-los. La expresin del Hijo del hombre es un dicho judicial y ha sidoconstruido segn el lUS talionis 60. V. 9, 1 es una prediccin quetodava se refuerza mediante el amen introductorio. No obstante, elmaterial dispar en cuanto a la forma se ensambla en una exhortacinapremiante a los discpulos.

    Explicacin

    Jess llama imperativamente a la gente as como a los discpulos. 34(,Ha olvidado Marcos la separacin de Galilea (8, 27)? La concatena-cin de la gente y de los discpulos prepara 9, 14, pero objetivamentesignifica que a los discpulos, despus de la reaccin de Pedro, se lessita ante una nueva toma de postura. Despus del anuncio de lapasin del Hijo del hombre, pronunciada con parresia, se puedeformular con claridad en qu consiste ser discpulo. Quien se decidapor el seguimiento, deber cumplir dos condiciones. Venir en pos de

    56. Cf Rom 1 16; 2 lim 1, 81216, Heb 2, 11, 11, 16 Kummel* 217 s cree que laexpresin ms comun avergonzarse habra SIdo sustitUida secundanamente por elnegar, nacIdo de la sltuaclOn de persecucIn

    57 Es de suponer que la segunda mItad del dicho en Q sonabd Igual que Lc 12,8 Aeste negar el HIJO del hombre delante de los ngples de DIOS Cf Kummel* 215 s

    58 Horstmann, Studlen, 45-47 sostiene que ambos provIenen de la R-Mc59 La umn de fJrxazA-WX y {VVrx/lli; es smgular, Igualmente el particIpIO perfecto de

    I PXf

  • m (orrl(Jw /lOV)>> 61 empalma con el reproche dirigIdo a Pedro (8,33) Ycan la primera llamada al seguimiento (1, 17). La primera condicin esnegarse y renunciar a s mismo para poner la existencia de discpulopor encima de los propios deseos y planes 62. La segunda condicin esla disposicin a cargar con la cruz. En el contexto de Marcos, estapalabra se entiende teniendo presente a Jess crucificado, cuya suerteconoce el lector. En el relato de la pasin, el evangelista presentarconcretamente el seguimiento de la cruz. Para ello se servir delejemplo de Simn de Cirene (15, 21). Cargar su cruz ampla laexigencia hasta aceptar la disposicin a morir por causa del segui-miento y se refiere a todas las tribulaciones y rechazos que losdiscpulos puedan experimentar. La invitacin al seguimiento de lacruz, puesta en labios de Jess (cf. el anlisis en lo referente a laredaccin ms antigua), no implica todava una prediccin del destinopersonal que aguarda a Jess, sino que pretende tan slo que losdiscpulos tomen conciencia de la seriedad que implica pertenecer algrupo. Dado que hay que suponer un aumento de las hostilidades enla actuacin del Jess terreno, hay que rechazar en este plano unainterpretacin suavizada de la acogida de la cruz en el sentido de laaceptacin de su yugo (cL Mt 11,29)63 o de una seal escatolgicade sello y de propIedad que los discpulos deberan haber grabadoliteralmente en sus cuerpos 64. Ciertamente parece que no es demos-trable en el judasmo contemporneo 65 la expresin cargar con lacruz como expresin de la disposicin a aceptar el sufrimiento y lamuerte, pero haca mucho que los judos conocan las ejecuciones encruz practicadas por el poder militar romano. Confirma esto tambinel debate de los escribas sobre Dt 21, 22 s: el mandamiento de darsepultura antes de la puesta del sol a un suspendido (de la cruz) 66. Talvez la expresin de cargar con la cruz estaba ya extendida entre loszelotas 67. El dicho del seguimiento de la cruz experimenta, pues, unanueva interpretacin pospascual con la mirada vuelta al Crucificado.El imperativo en 34c sgame resume -en forma semitizante- unavez ms las exigencias.

    61 En lugar de o.9eiv es prefenble, con p45 D 0, el mas dIficIl &:KOAov9ETv62. Totalmente eqUIvocada es la propuesta de G. Schwarz, NT 17 (1975) 109-112,

    que deseana traducIr, empalmando

  • La comprenslOn de otro dIcho que eXIge estar dIspuesto a aceptar 35-37el martIna depende de como se mterprete el concepto pSique En unmascl1al de dos mIembros, formulado de manera paradOjICa, se con-fronta las dos posIbIlIdades salvar la pSique y perder la psique El queqUIere salvar, ese pIerde, y a la mversa PSique no es m el alma de ladIcotomIa helemstIca TIlla nephesh del antIguo testamento, que desIg-na el alma, la VIda, el yo, en la medIda en que esta queda delImItada ala VIda terrena La antropologIa subyacente aqUI va ya mas alla de lasfronteras de la VIda terrena Por consIgUIente, es eqUIvocado consIde-rar el dIcho en el marco de la cohortatlO grecorromana del generalantes del combate 68 Pero no se hmIta todo a la sImple contraposI-CIOn de VIda terrena y VIda eterna Mas bIen, la VIda Imperecedera, laVIda autentIca, nace de lo pasajero o, mas concretamente, de surenunCIa Ya que se trata pnncIpalmente de esta paradoja, no prestagran serVICIO la mtrodUCClOn del concepto moderno de eXIstencIa 69Los paralelos mas cercanos son dIchos del judaIsmo l,Que debehacer el hombre para VIVIr? Ellos respondIeron Matese a SI mIsmo'l,Que debe hacer el hombre para monr? Ellos respondIeron VIvapara SI mIsmo' 70 Por su onentaclOn al JUICIO escatologIco mereceatenclOn 1 Q 27,1,3 s (Los ImplOs) no cayeron en la cuenta de lo quevendra sobre ellos y no pueden salvar su VIda desde el mIsteno futuroEl dIcho de Jesus supera las analogas JudIas por la Idea de que lasalvaclOn de la VIda depende ahora de la umon con el De esta manera,el segUImIento de la cruz se sltua baja una nueva perspectIva CuandoMarcos presenta complementanamente el evangeho como cnteno dedecIslOn, se ha tomado conCIenCIa del presente pospascual El Jesusterreno nos es acceSIble nada mas que por el evangeho, pero no sepuede prescmdIr de el por tener el evangeho 71 En dos mterrogantesde colando sapIenCIal que VIenen a contmuaClOn se pone de mamfIes-to la amenaza de la VIda Ambas preguntas esperan respuesta negatI-va la gananCIa del mundo entero no SIrve para nada No eXIste uniXvTa,U.ayta (hteralmente trueque) para la VIda Que se hable delhombre confirma la valIdez general de la afirmaclOn (cf Ecll, 3), queuno capta mejor con el doble dIcho transmItIdo SI los leyeramos enun hbro de sabIduna, podnamos mostrarnos de acuerdo con la

    68 Contra Bauer* La cohortatlO del general recuerda la expenenCIa que puede serutd de que el que huye por cobardm frecuentemente pIerde su VIda mIentras que elvalIente vence y conserva su VIda o evoca el recuerdo de la fama del vencedor NumerosadocumentaclOn en Bauer* TambIen EpIcteto 1V 1 165 Munendo sere salvado seencuentra leJOS a pesar de la proXImIdad termmologIca

    69 ASI Dautzenberg* 5770 b Taan 66a Matenal en BI1lerbeck 1 587 s Dautzenberg* 53 565971 Desde un punto de VIsta gramatIcal KilI too WIlYYbAlOO no es epexegetIco ASI

    Marxsen Evangellsta 122 Algunos manuscntos _p45 D It syS- supnmen t/lOV K(X y conello destacan el evangelIo Este desarrollo es dIgno de tenerse en cuenta pero es erroneo

  • opmIn de que hay que expresar y alabar la vIda como el mayor de losbIenes y afirmar que la nqueza de nada SIrve en la muerte 72 Denuevo el concepto de pSIque que desborda los lmItes de la vIda terrenaofrece un sentIdo mas amplIo Puesto que es de suponer que hay unapoyo conceptual en Sal 49, donde se trata la nulIdad de la nquezahumana 73, tendremos que concebIr la gananCIa del mundo enterocomo el esfuerzo del hombre por amontonar nquezas y poseSInterrena Pero la nqueza es nOCIva Los ncos son un rebao al que lamuerte apacIenta (Sal 49, 15, ef Mc 10, 23-25) En su esfuerzofalsamente encammado, pIerden su propIa VIda Por consIgUIente, el

    presupue~to conceptual del dICho no es que el hombre valga tantocomo la totalIdad de la obra de la creaCIOn 74 smo que tIene quepensar en la amenaza de su VIda, que abarca ms que la terrena, yactuar en consecuenCIa Porque ~aSI ensea V 37~ no eXIste nmgntrueque para la VIda Los ncos no tIenen la posIbIlIdad de lIberarse dela muerte con su dmero cuando estn en la agoma DICho de maneraposItIva esto lo podra hacer otro, dado que el hombre qUIere sersalvado de la anIqUIlacIn (ef Sal 49, 16) En el contexto de Marcos sepercIbe, pues, el JUICIO final en el que el HIJO del hombre tIene quepronuncIar la palabra decIsIva Con ello, los dIChos sapIencIales semsertan en el adoctnnamIento de los dISClpulos As como V 35advIerte contra una supuesta segundad de VIda que termma por llevara la muerte, as el dIcho doble 36 s, en coneXIn con la relIgIOsIdadveterotestamentana, destaca el pelIgro que supone la falsa confIanza

    ~n la nqueza y en la poseSIOn terrena38 Un dIcho del HIJO del hombre reconduce a la relacIn mmedIata

    de comUnIn que eXIste entre el dISClpulo y Jess Se contempla slo elfracaso del dISClpulo Avergonzarse enCIerra ms tensIn que negar,en par Lc 12, 9 Aqu no se enfoca slo la SItuacIn de persecucIOn, ymucho menos una mdIsposIcIn subjetIva Por el contrano, se debatela apostasIa Tal como se ha usado generalmente esta palabra en elcnstIanIsmo debena sugenr esto Los apstatas y los que desprecIana la IgleSIa son los que,en sus pecados, ultrajan al Seor y se averguen-zan del nombre con que han SIdo desIgnados 75 Apoyndose en unmotIvo veterotestamentano que habla de los que apostatan de DIOS,se mdIca a esta generacIOn adltera y pecadora como el lugar dondeuno se averguenza de Jess y de sus palabras 76 El dIscpulo tIene que

    72 Cf Bultmann, GesLhlchte, 101 s73 Dautzenberg* 72-80 ha elaborado esto bellamente74 Contra Grundmann75 Herm s 8, 6 4 Mas documentaclOn en Haenchen, Weg,29876 Para la eqUlparaclOn de apostasla y adulteno cf Jer 3 8 s, 9, 1, ls 57, 3, Os 2,4-7,

    Ez 16 38, para la fonnula Mt 12,39,16 4 Klostermann deseana conectar (f.J1(f.ptWAO' connopv'1 Is 1, 21 Jer 3, 3 Grundmann con Is 1, 4

  • pensar en que resta todava el jUiClO final, en el que el Hijo del hombrese avergonzar del apstata; es decir: se desvincular completamentede l. A diferencia de Lc 12,9 par, el motivo del juicio ha cobrado unaimportancia mucho mayor. No es que el Hijo del hombre sea slotestigo cualificado en el juicio, sino juez. La escena del juicio se haconvertido, mediante la influencia lejana de LXX Dan 7, 13, en unaescena de parusa. Los santos ngeles, no ya el foro del juicio, sino lacorte celestial del Hijo del hombre, se hallan en la frase en contraste ala generacin adltera y pecadora. La gloria, que describe la cualidaddivina del Hijo del hombre (cf. Dan 7, 14), es la gloria de su Padre.Con ello no simplemente se entretejen las cristologas del Hijo delhombre y la del Hijo y remiten a 8, 31; 9, 7, sino que, adems, la figuraceleste del HiJO del hombre se reconoce de manera inequvoca comoJess el Hijo de Dios. Esta identidad entre el Hijo del hombre y Jess,existente ya antes de Marcos, se aplica ahora al Hijo de Dios. Si ladescripcin de la parusa del Hijo del hombre documenta la influenciade ideologas apocalpticas, as queda a salvo la oposicin entre loshombres hostiles y el HiJO del hombre, oposicin que caracteriza losdichos del Hijo del hombre.

    Con la aparicin de una frmula introductoria nueva, la expresin en 1verdad... constituye la transicin del adoctrinamiento de los dIScpu-los al relato de la transfiguracin. La enfatizacin con el en verdaddescribe al que habla como uno que tiene la mirada puesta en lasrealidades del final de los tiempos. Estas se refieren a la fecha de lavenida del reino de Dios o a la promesa, dirigida a algunos que estnaqu, de que vivirn esa fecha. Puesto que tambin en otros lugares serecogen promesas similares, uno querra poner el acento sobre lagaranta personal (cf. Jn 21,18-23; Lc 2, 26; 23,42; sBar 76, 2; 4 Esd 4,26; 7, 28; 14, 9) 77. Pero dado que estas promesas se dirigen conregularidad a personas determinadas o contienen el presupuesto deque los que no deben morir sern raptados al cielo, habr que ver queaqu se acenta el anuncio de la fecha. Algunos de los aqu reunidosvivirn la irrupcin de la soberana escatolgica de Dios. Debeconsiderarse ellogion sobre el trasfondo del problema del retraso de laparusa, que preocup a parte de la cristiandad primitiva 78. En sufijacin a una fecha, contrasta con la predicacin escatolgica de Jessy se revela como una palabra que surgi slo despus de la pascua. En

    77 Berger, Amen-Worte, 62-67, entiende 9,1 como promesa de salvaclOn en forma deorculo

    78 No convencen las mterpretaclOnes que pretenden suavizar Trocme* entiende 9,l Irmcamente Entre los dlsClpulos habna algunos que no qUieren arnesgar su piel por elRemo que viene Pernn* atnbuye elloglOn a la R de Marcos Gustar la muerte es unalormulaClOn semltlca Matenal de documentacin en BIllerbeck 1, 751 s Para oll J1~, cfBeyer, Semltlsche Syntax 1, 132 s ElloglOn naci en la comumdad palestma

  • el contexto de Marcos prolonga el v. 38 ya que une la venida del Hijodel hombre con la venida definitiva de la soberana de Dios. Con ellono slo es reconocible de nuevo la concepcin cristolgica de lacomprensin que Marcos tiene del reino de Dios, sino que se muestratambin al Hijo del hombre como aquel a quien se encomendar lafacultad de decidir la admisin al reino de Dios. Pero el venidero Hijodel hombre es idntico a Jess el Hijo del hombre terreno, que seprepara para su pasin y muerte. Por consiguiente, el llamamiento aseguir la cruz adquiere una nueva motivacin apremiante mediante lamirada puesta en el final. Marcos, por su parte, no comparti lacreencia de la inminencia del reino de Dios, ligada a una fecha;creencia que compartieron sus contemporneos y de la que dioseales inequvocas de distanciamiento mediante su trabajo de com-posicin. El que siga a continuacin la escena de la transfiguracin,que tiene como testigos a tres discpulos elegidos, pretende decir quela promesa del en verdad se cumple precisamente en estos tres. En 9,9 se relacionar el ver con la transfiguracin. Con ello, el ver en 9, 1adquiere un significado ambivalente. Si originariamente significaba laparticipacin existencial en la llegada del definitivo reino de Dios, elevangelista permite una participacin anticipada que no elimina a ladefinitiva. Se concede a Pedro, Santiago y Juan sobre el monte.Tambin esto confirma la coloracin cristolgica de la concepcinque Marcos tiene de la basileia.

    Jnicio histrico

    Si exceptuamos 9, 1, los restantes logia existentes en 8, 34-38provienen de Jess Aqu es preciso tener en cuenta las mutacionesredaccionales y la estructura fundamental preexistente (ef. anlisis).Hay que considerar la diferenciacin, presente en v. 38 y caractersticade la manera de hablar de Jess, entre su yo que habla y el Hijo delhombre venidero. La relacin de Jess con el Hijo del hombrevenidero no puede determinarse ni como anuncio de un portadorcomplementario de la salvacin ni como afirmacin explcita de lapropia institucin como Hijo del hombre. Por el contrario, contieneuna decisiva relacin soteriolgica 79. Quien rompe la comunincon el Jess terreno, pierde la salvacin en el reino de Dios. Si sereconoce esta relacin soteriolgica, la exigencia de perder la vidapor mi causa (35) se inserta en la enseanza del Jess terreno 80.

    79. ef. Todt, Menschensohn, 38.80. Segn Dautzenberg* 75, los logia 36 s son imaginables en situaciones como las

    que se describe en Mc 10, 17-27 o en 28-31.

  • Resumen

    Con esta pequea coleccin de logia, Marcos cre un ImpreslO-nante adoctnnamlento de los discpulos que obtIene su reheve espe-cial en conexin con el pnmer anuncIo de la pasin de Jesus y con laresistencia de Pedro Se ve claramente que el segUlmlento de Jess essegmllilento de la cruz y que el ser discpulo mcluye la dlSposlclOn a laentrega personal y al martIna El que es discpulo y no ha conSideradotodavla esto, tendra que tomar una nueva decIsin Tamblen losesfuerzos por alcanzar la nqueza y las falsas segundades ponen enpehgro la eXistenCia de dlSClpulo. La mirada a la vemda del HIJo delhombre crea en el contexto una conexin entre el anunclO de la pasiny resurreccin y la espera de la parusla 81 Esta coneXlOn, mexlstentean en la fuente de los dichos, se crea aqu por pnmera vez dentro dela tradiCin smptIca Los diversos datos cnstolglcos se ensamblanTodo esto sucede para ensear a los dlSClpulos qu cammo les ha Sidotrazado Marcos eleva la cnstologla del HIJo del hombre mediante ladel H1]o y la une estrechamente con la espera del remo de DlOS ConJess, el HIJo de DlOS, no solo lffumpl la soberana de DlOS (1, 11-15), smo que l, con su retorno, Implantar la defimtIva basllela deDlOS Entre su muerte y resurreCCin, por una parte, y su parusa, porotra, se extIende un lapso de tIempo el de la proclamaclOn delevangeho, por cuya causa los discpulos deben estar preparados ahoraa padecer. El evangeho no es ahora Simplemente la palabra acerca delremo de DlOS, smo adems, y sobre todo, el mensaje de Jesucnsto, elHIJO de DlOS Marcos cornge la espera mmmente hgada a una fechaPresumiblemente, deseaba l que la comumdad se dedicara Slll diS-traccin alguna a la proclamaCin del evangeho Pero ella permaneceonentada a lo vemdero

    Historia de su influjoEl dicho acerca del segUlmlento de la cruz se apl1c casI siempre a

    la propia situacin. En esta, no se da ya el pel1gro del martmo Noobstante se puso sumo cUldado en no despOJar a la palabra de susenedad Vimos que el transfenr el dicho a la cruz diana seencontraba preparado ya en Marcos DlOS Impone una cruz a malos ybuenos, pero slo pueden ser conSiderados como portadores de lacruz los que la aceptan voluntanamente 82 Cnsto llev su cruzAhora se trata de la cruz propia, de la amenaza personal, del estarabocado a la muerte que define a nuestra propia eXistenCia 83 En un

    81 Cf Horstmann Studlen,54-5682 Calvmo n, 7183 Barth, Dogmatlk IV/2, 292

  • sentido muy ampho, Beda identifica el llevar la cruz con el mortificarel propio cuerpo y con la compassio con los semejantes 84. Esto pareceresponder a una interpretacin monstica. Tambin Teofilacto laconoce, pero relacIOna la negacin de s mismo con la mortificacin ycon la separacin de la familia 85. Ms atinadamente describe Barth laautonegacin: El fue en su propia persona el prjimo. Justamentellamado al seguimiento como tal prjimo renuncia fundamentalmentea s 86.

    Beda 87 compara la exigencia del dicho-psique (35) con la imagende la semilla que da su fruto muriendo. Pero tal vez se malinterpretapsique en el sentido de la doctrina helenstica sobre el alma. SegnCalvino, Cristo recuerda que el alma inmortal no fue creada paradisfrutar de los pocos dias de vida en el mundo, sino para vivirfinalmente en el cielo 88. A. van Harnack 89 calific el dicho como unaespecie de carta magna del mensaje del valor inconmensurable delalma de cada persona. Frente a esta opinin hay que objetar que eldicho habla de la vida que adquiere rango cristiano mediante suunin con Jess y con el evangelio (cL supra, la interpretacin).Presupuesto esto, podemos afirmar: el hombre slo puede querer serl mismo en la libertad, pero no puede pretender vivirse a s mismo 90.

    La profeca de 9, 1 ofrece las mayores dificultades a los intrpretes.El papyrus Oxyrhynchus 645, 1 form un dicho nuevo: Todo el queescuche estas palabras, no gustar la muerte. En la antigedad seconoci tambin la referencia a la transfiguracin, pero se la consideraen el sentido original de la profeca 91. Ms difundida estuvo laopinin de que la profeca se consum en los acontecimientos depascua y de pentecosts 92. Beda se limita a identificar con la Iglesia elreino de Dios llegado lleno de poder 93. Slo la crtica bblica fuecapaz de una visin ms diferenciada. Pero A. Loisy 94 cae en elextremo opuesto cuando piensa que el logion deca originariamente:todos los que estn aqui viVirn la venida del Reino.

    84. PL 92, 214 s85 PG 123, 57686 Dogmatlk IV/2,610 Elsler, IH:l:OY:l: JI, 238 s, que fundamenta clentlfcamente la

    mterpretacln zelota de Jess, entlende la eXigencia de cargar con la cruz en el sentldo deque cada cnstlano tlene que tatuarse eventualmente el signo Chl (para Cnsto) o T (para elmstrumento de eJecucin) y que debe nevarlo en su cuerpo Sobre esto, cf supra, nota 64

    87 PL 92, 21588. JI, 71.89 En Barth, Dogmatlk IJI/4, 44190. Barth, Ibld91. Teofilacto. PG 123, 577; EXLerpta ex Theodoto 4, 3 (GCS 17/2, 106)92. Calvmo JI, 7293 PL 92, 21594 En Klostermann 85 Para el conjunto, cf Kunzl*.

  • Los mtrpretes se han ocupado mcluso del llamamiento de lagente Ya en tIempos antIguos sorprendI que en este lugar se lamencionara Junto a los discpulos. Erasmo apunt que, despus delanuncIO de la pasin, se produjo una nueva cnsls Y parafrasea eldIcho pomndolo en lablOs de Jess. multl me sequuntur pedIbusmagis quam ImItatlOne (muchos me SIguen ms con los pIes que con laImItaCln) 95. En el fondo, una advertencIa de este estIlo es la qumtae-sencia de la totahdad de la breve parnesIs de discpulos que tenemosaqu.

    3. La revelaun sobre el monte (9, 2-8)Boobyer, G H, SI Mark and the Tran~frguratwn Stor}, Edmburg 1941, Rlesenfeld, H ,Je'u~ transfigure, 1947 (ASNU 16), BaltensweJler, H , Dze Verklarung Jesu, 1959 (AThANT33), Carlston, CE, Tran'ifiguratwn and Resurrectwn JBL 80 (1961) 223-240, Sabbe, M,La redactwn du reut de la Transfiguratwn, en La venue du Me~'le, 1962 (Rech Blb 6), 65-100, Masson, C , La transfiguratwn de Jesus (Me 9, 2-13) RThPh 97 (1964) 1-14, Gerber,W, Dze Metamorphose Jesu Mk 9, 2fpar ThZ 23 (1967) 185-395, RIvera, L F, Interpreta-tlO traniflquratlOms Jesu m redactlOne evanqelll Marez VD 46 (1968) 99-104, Thrall, M E,Elz]ah and Moses m Mark's Account of the transfiguratlOn NTS 16 (1969-70) 305-317,'>chmlthals, W Der Markusschlass, dze VerklarungsqeschlGhte und dze Aussendung der/ltal! ZThK 69 (1972) 379-411, Horstmann, Studzen, 72-103, Nutzel, J M, DzeVerklarungserzahlung zm Markusevangelzum, 1973 (FzB 6), Muller, U B, DIe ehrz~tologz"he Ab~zeht des Markusevanqelzum~ und dIe Verklarungsgeschzchte ZNW 64 (1973) 159-193, Stem, R H, h the tran~figuratlOn (Mark 9, 2-8) a mz~placed Re,urrectwn Account"JBL 95 (1976) 79-96, ChJlton, B D, The transfiguratwn NTS 27 (1980-81) 115-124,SGhnellbacher, EL, KAI META 'HMEPAL 'ES (Markus 9, 2) ZNW 71 (1980) 252-257,farmer, R L, The slgnifkance of the transjquratlOn for the ,\nOpllG aewunt, of themm"tr; oj Jesus (DIss SW Baptlst Theologlcal SemlO) 1982, Jardan, L M, EllJahtransjigured A study of the narratlVe of tramjzgura/lOn m the go~pel of M ark, Dl~S DukeUOlV 1981, Wmk, W, Mark 9, 2-8 InterpretatlOn 36 (1982) 63-67

    2 Y despus de seis das, Jess toma consgo a Pedro, a Santago y a.Juan y los conduce a ellos solos a un lugar aparte, a un monte elevado. Yl fue transformado ante ellos. 3 Sus H~'ltiduras se convirtieron enresplandecientemente blancas, como ningn batanero en la tierra seracapaz de blanquearlas. 4 Y se les apareceron Elas con Moiss; y elloshablaban con Jess. 5 Y Pedro respondi y dice a Jess: Rabb, es bueno

    e~tarnos aqu. Queremos hacer tres tiendas, una para ti, otra paraMoish y otra para Elas. 6 Porque no saba lo que responda, puesquedaron fuera de s por el espanto. 7 E~tonces se form una nube que

    I()~ cubri con su sombra. Y una voz e'ltall desde la nube: E!'>te es miHijo amado. Odle. 8 Y de pronto, cuando miraron a su alrededor, novieron ya a nadie, excepto a Jess solo junto a ellos.

    95 Bd 7,222

  • Anlisis

    Puesto que eXIsten anbsls muy dIversos sobre el relato de latransfiguracIn, es aconsejable menCiOnar al comIenzo los ms Impor-tantes Esta extendIda la opmIn de que la percopa fue ongmana-mente un relato de apancln pascual 96 Y se menCiOnan dIversosargumentos a favor de esa tesIS. El monte elevado remIte al monte deMt 28,16 El camblO del smgular al plural en v 6 delata que, ms bIen,solo uno partIcIpo en el suceso concretamente Pedro. La cnstologmdel HIJO cuadra perfectamente con Rom 1,4, Hech 13, 33 La determI-naCIn cronologIca despus de seIS dlas desIgna el septImo dla, en elque tuvo lugar la resurreCCIn No se dIce m una palabra acerca deque Jess volVIera a adqumr la figura humana Por eso, en algnmomento, v 8 mformo de la desapancIn de Jess en la nube LaconcluslOn nadIe, excepto Jess solo Junto a ellos debe consIderarsecomo aadIdura Fmalmente, tamblen el ApocalipSIS etope de Pe-dro y la PIStIS Sophla conocenan el carcter del relato pascual yaque colocan la percopa despus de la muerte y de la resurreccIn deJess

    Schnllthals, que hace entrar en Juego tamblen a 2 Pe 1, 16-18,presupone para el relato el concepto de que el Jesus resucItadoretorna de nuevo a la VIda terrena y que, sobre el monte, fue transfor-mado en su glona celeste 97. A pesar de los muchos argumentos que seaducen, la pencopa de transfiguraclOn no concuerda con los relatosde apancln Nada se nos dIce de un dJcp.9r (se apareclO) que habraque relaclOnar con Jess MOlSs y Elas no representan papel algunoen los relatos de pascua. El ImperatIvo 01dle encaja en el Jessterreno, no en el ResucItado A pesar de que el relato slo es pOSIbledespues de la pascua, hay que buscar otro cammo

    Otra propuesta presenta el relato como compuesto por dos frag-mentos dIferentes o un relato ongmal ennquecldo con ampbaciOnessecundanas En concreto, las propuestas de dIVISIn dIfieren entre SIconsIderablemente Segun Muller * el antIguo relato Judo (2a b 7)narraba la elevaclOn del Jess terreno a la condICIn de Meslas y leconcIbe como Maestro y Profeta de los tIempos finales La narraCInhelemstIca lllcrustada (2c-68) contena la epIfana de Jess como elHIJO del hombre elevado En la refundICIn qued superada la cnsto-lOgia ms antIgua, puesto que ahora la epIfana precede a la elevaclOna la condICIn de Mesas

    96 BulImann, Geschlchte 278-281, MulIer* 157 s SchmIlhaIs* 384397 ThralI*,WelIhausen 69, Klostermann 86

    97 ~chml!hals* opma que en un documento antenor a Me, el relato de transfiguraClOn o de apanclOn pascual habna segUldo a Mc 16, 8

  • Hahn 98 elimina la metamorfosIs de Jess (2c) por un relato msantiguo y sospecha que la voz del cielo se dirigi antiguamente a Jesscomo mi Siervo. De esa manera, ste fue caracterizado comoprofeta escatolgico. Las variaclOnes llevadas a cabo en el mbitohelemstico introducen la cristologa de Hijo de Dios, que define aJess desde su ser 99. Pero ni se puede trazar una separacin entre 2c y3, ya que en ambas ocasiones se describe la misma cosa, ni hay motivoalguno para aislar a 7, ya que la escena resulta completamentemintehgible sin la interpretacin de la voz del cielo. El tratamientomi Siervo resulta altamente improbable en este contexto. No existeindicio alguno que apunte a Is 42, 1 (cf. la lllterpretacin).

    Boobyer * quiere entender la percopa como presentacin antici-pada de la parusa de Cristo. Theissen la considera como una narra-CIn originaria de la ascensin; y que tal vez podra perseguir laintencin de rechazar la veneracin local de lugares de epifana lOO.

    El anlisis propiamente dicho tiene que comenzar por preguntarsesi v. 2 sufn una reelaboracin. La indicacin cronolgica despusde seIS das resulta tan sorprendente como el tomar aparte a los tresdiscpulos, motivo que encontramos tambin en 5,40 Yen 14,33. Losseis das es algo tan singular que tiene que pertenecer a la tradicin.Un lector dificilmente podra haber reconocido una alusin al dianadel relato de la pasin 101. La preferencia de los tres es aqu tradicio-nal ya que la eleccin de un crculo de confianza cuadra perfectamenteen el relato; el esquema de los tres es ya conocido en otro lugar (4 s) yen 3,16 s se present a los tres como las figuras destacadas del coleglOde los doce. Marcos tal vez armoniz la formulacIn con 5,40; 14, 33(cf. 10,32)102. Y subray, mediante el frecuente K(XT'iMrxv, el carctermIsterioso del suceso. En v. 4, a diferencia de lo que sucede en 5, semenciona a Elas antes que a Moiss. El evangelista ha invertido aquel orden para indicar el inters por Elas 103. Para el relato anterior a

    98. Hohelbtltel, 334-340310-31299 Tambin Lohmeyer sostuvo la opinin de que la matamorfosls de Jess fue una

    tradlclOn independIente Junto a 9, 4-8, pero retIro este anhsls en su comentano A esteIc'pecto, cf Bultmann, Geschlchte, 280, nota 1 y Erganzungshejt, 31958, 37

    100 Wunderqeschlchten, 104 s101 Nutzel* 87-95 se declara partldano de esta coneXIn, Igualmente Schrelber,

    I heologle des Vertrauem, 119 s102 El evangehsta tIene la poslblhdad de trasladar un motIvo dado -como la

    e1cccln de los tres- a otras sItuacIOnes (cf en 5,40) Una eleccIn de cuatro en 13,3 noprcJuzga la pOSIbIlIdad de que esta haya podIdo tener lugar, pues, en ltImo termino,t.llnbln esta esta dada prevIamente (1, 16-20)

    103 Para la formulacIn con OOV, cf 4, 10,8,34 -Bultmann, GesChlGhte, 279, HIrsch,I I uhgesclllchte 1, 95 s opinan que en un pnmer momento en el relato no se habl deMOIses y de Ehas, smo de dos seres celestes desconocIdos, ngeles o bIenaventurados NIel fragmento Akhmlm de ApPt, donde ,e da este CaSO. nI Mc 9, 11-13, donde se utIhza aI 11." en otro sentIdo que en la pencopa de la transfiguraclOn, strven de apoyo para estaIlIp"tesls El otro empleo del nombre de Elas en 9,11-13 SIgnIfica nIcamente que estos

  • Marcos, MOlses era el mas Importante El que Marcos no mantenga lalllverSlOn del orden tamblen en 5 permite caer en la cuenta de que nosiempre redacto de manera consecuente V 6, que relata la reaCClOn dePedro y de los dlSClpulos, es obra del evangehi>ta 6a es un reproche aPedro y encaja perfectamente en el tema de la falta de comprenslOn delos dlSClpulos 6b con el cambIO al plural y el tema del temor seexphcan como componente del relato antenor a Marcos, puesto queel temor cuadra con una apanClOn supraterrena Pero, Slll 6a, 6bqueda en el aire, de manera que tamblen el temor de los dlSClpulosdebe l1umlllar su falta de llltehgencla y se delata como provemente deMarcos Pero SI todo el v 6 se debe a la redacclOn, la observaclOn dePedro en 5 no tuvo onglllanamente un slgmficado tan negatlvoHabra que tener esto presente en la lllterpretaclOn 104

    Para la determlllaCIOn de la forma

  • Expli(acionEn la exposicin del relato, Jess toma aparte a sus tres de 2a

    confianza para conducirlos a un monte elevado. Jess, cuyo nombreno fue mencionado desde 8, 27 Yque aparece cuatro veces en el relato,es sujeto de la accin slo en la primera frase. Lo que viene acontinuacin es algo que le sucede a l. Los seis das, que indican elmomento cronolgico de la revelacin divina 109, adquieren un senti-do concreto en el contexto. Remiten a la conversacin de Jess con losdiscpulos, relatada inmediatamente antes, y con la gente; conversa-cin en la que el punto central era el destino personal de Jess. Elmonte elevado 110 es lugar preferido de la teofana, pero no permiteuna identificacin ms detallada y recuerda al monte de Dios, al Sina.

    En el monte, Jess se transform delante de los discpulos. Podra 2b-4explicarse este suceso mediante analogas tomadas del mbito helens-tico, dado que el trmino empleado hace sugerir la idea de la meta-morfosis, tan apreciada en la mitologa griega. Pero la estructuraconceptual existente all es completamente distinta 111. Mientras queen el mundo griego los dioses se transforman en hombres para poderencontrarse con los hombres, aqu se presenta al hombre Jess comoser celeste del mundo transfigurado. Tampoco es comparable sin mscon lo que le sucedi a Moiss en el monte ya que el resplandor de surostro era la consecuencia de haber hablado con Dios (Ex 34, 29).Resulta difcl1 saber si siguen temendo repercusin especulaciones deljudasmo helenstico relacionadas con Moiss, segn las cuales ste seconvirti en hombre divino sobre la montaa 112. Las concepcionesdel ms all sostenidas por el judasmo apocalptico presentan a losjustos como transfigurados que iluminan como el cielo radiante ycomo las estrellas por toda la eternidad (cL Dan 12, 3; 4 Esd 7,97) 113.Las vestiduras blancas y destellantes marcan igualmente en estecampo de representacin lo celeste, a los ngeles (Mc 16, 5; Hech 1, 10;TestL 8, 2; 2 Mac 3, 26) as como a los bienaventurados (Hen sIav 22,X-lO; ApAbr 13, 15). En Hen et. 62,16, las vestiduras de la santidad,con las que se visten los justos, reciben el nombre de vestidos de lavida que confieren inmortahdad. A pesar de que ocasionalmenteaparece la idea de que el Mesas (Nm r 15 [179b]) 114 o el sumo

    109 Hor,tmann, Studlen, 101 establece un emp,t1me entre los seis d[ds y las semands.IpoCdhpl1cas del mundo, que comc[den con el actudll1emp" del mundo El sepl1mo dla es."Iltonces, el momento de Id consumaClOn

    110 K [t suben a un monte muy elevado111 Cf J Behm, ThWNT IV, 763-765112 Cf Filan, vltMo" 2, 69 s, QuaestEx, 2, 29, J Jerem[as, ThWNT IV, 856 Ynota

    10 Fn VitMo, 1,57, Fllon utilIza el verbo .u,rrxlloP

  • sacerdote mesinico (TestL 18, 3 s) recibe una vestidura especial obrilla como el sol, v. 3 se mantiene en el horizonte general 115 . Loimportante es que Jess es dado a conocer ya ahora en su gloriaceleste. Lo visible en l es consecuencia de una actuacin divina, comosugieren la descripcin pasiva yla popular comparacin que escapa alhorizonte de una aldea 116. El tundidor o el batanero tena quecardar la lana, frsar paos o hmpiar ropas sucias. A la transforma-cin de Jess se suma la apancin de dos figuras veterotestamenta-rias. La aparicin, que se descnbe con el mismo trmino que se usa enlas apariciones pascuales del Resucitado (wq;91]: 1 Cor 15, 5; Lc 24, 34)yen las apariciones ~e ~ngeles (Lc 1, 11; 22, 43; Hech 7, 30) tiene comodestinatarios a los dlSClpulos. Las personas que aparecen hablan conJess, el transfigurado. Nada se nos dice sobre el contenido de laconversacin (de manera distmta que en Lc 9, 31). En virtud de latradicin bblica (2 Re 2, 11) o de la fe popular de que haban sidoraptados al cielo, Elas y Moiss eran los ms adecuados para servirde interlocutores con el Transfigurado. Ciertamente que en ningnlugar del judasmo se transmite una narracin acerca del rapto deMoiss al cielo. Pero tal evento es deducible con seguridad de otraspruebas 117. Se trata de saber SI influyeron adems otras consideracio-nes para que se mencionara a Elas y a Moiss en este contexto. No essuficiente declararlos como representantes de la ley o de los profetas,del sumo sacerdote mesinico, del profeta mesinico o apuntar queambos tuvieron un encuentro con Dios sobre un monte. Tampocobasta con decir que fueron considerados en el pueblo judo comoprefendos de DiOS o como figuras de paz 118. Adems, el contexto nosugiere nada de esto. En los textos judos slo rara vez se habla delretorno de MOiss al final de los tiempos 119. En cambio, est biendocumentada la esperanza de que Elas ser el precursor del tiempomeSinico o que preceder al da de Yahv 120. En ninguno de losdocumentos contemporneos se dice con palabras claras que Elas yMOiss vayan a aparecer Juntos al fmal de los tiempos 121. El compa-ero de Elas es Henoc. As habr que ver en MOiss el modelo; enElas como precursor meSinico, al acompaante de Cristo. Cuando

    115 Contra Grundmann, que pretende Interpretar lo de las vestIduras radiantesaphcandolo a la dignIdad mesJamca del sacerdote

    116 Lohmeyer AIllunos manuscntos suavizan la comparaclOn o la supnmen117 OocumentaclOn y comentano en G Lohfink, DIe H,mmelfahrt Jesu, 1971

    (StANT 26), 61-69 Cf Pesch 11,75118 Nutzel* 113-122 ofrece una panoramlca de las InterpretacIOnes119 Cf J Jeremlas ThWNT IV, 860 s120 Cf BllIerbeck IV, 764-798, J Jeremlas, ThWNT 11, 931-943121 La documentaclon de Ot r 1, 17 aportada por JeremJas, ThWNT IV, 859, nota

    96, e; sobrevalorada por Grundmanll ~~ ,ilscute la Interpretacin que hay que dar a losdos testIgos en Ap 11, 1-14 Cf Nutzel* 116 s

  • Marcos, en contra de la cronologa, coloca primero a Elas, estdando a entender que para l es ms importante el componenteescatolgico. Jess introduce el tiempo final.

    La palabra de Pedro a Jess es presentada como respuesta y, por 5-6tanto, como reaccin a lo sucedido. Da al Transfigurado el tratamien-to de Rabi (Mt 17,4, Kyrie) y, en su propuesta de queremos hacertres tiendas, incluye a los otros dos compaeros. La exclamacin jesbueno estarnos aqu! 122 -de nuevo hay que referirla a los discpu-los- es oportuna. Ellos experimentan una anticipacin de la biena-venturanza celestial. El ofrecimiento de construir las tiendas es algoms que la expresin del deseo de aferrarse al estado vivido. Enrepetidas ocasiones se interpret esto sobre el trasfondo de la fiestajuda de las tiendas, en la que todos los Israelitas tenan que habitar entiendas constrUIdas con ramas verdes (Neh 8, 14 s) y elevaba ladisposiCin mesinico-escatolgica (cf. Zac 14,16-19) 123. Se recorda-ba con tal ocasin que DlOS acampara en tienda con su pueblo alfinal de los tiempos (Ap 11,3-18) 124. Se tom en sentido histrico-concreto la supuesta referencia a la fiesta de las tiendas (cf. injra). Perono puede hablarse en esta soledad de un habitar el Mesas en medio desu pueblo. As, las tiendas que Pedro quiere erigir, recuerdan lastIendas eternas (Lc 16, 9) o viviendas (Ren et, 39, 7; 45, 1 etc.) que lestocarn a los elegidos y justos en la bienaventuranza del cielo.Redondean la imagen de la visin apocalptica que debe continuarlargo tiempo, a ser posible, segn la opinin comprensible del discpu-lo. Por eso, las tiendas tienen que servir a las figuras celestes y eseVidente que no se incluya a los discpulos 125. En el juicio de Marcosa la reaccin de Pedro (cf. supra, el anlisis) vemos que la concibecomo exteriOrIzacin de la falta de inteligencia (cf. Mc 14,40). No se lapuede ver superficialmente en la idea de construir sobre la tierra(endas para figuras celestiales 126. Tampoco se trata de que Pedrohaya valorado equivocadamente a Jess equiparndolo a Moiss y aElas 127. Al fin de cuentas, haba nombrado a su Maestro en primerlugar. El inters de Marcos llama la atencin sobre la existencia de losdiscpulos. As la falta de inteligencia de Pedro se mantiene en la lnea

    122 KIJ(AOV con acusativo + mfimtlvo es una formulaCin declaradamente gnega CfBcyer, Semltlsche Syntax, 80 (nota a pie de pagma) Hay que tener en cuenta ei>to(cfl,tlamsmo Judeo-helenstlco) a la hora de conSiderar el tema del naClmlento del relatoI , gnego tambin el pleonastlco /lVOVr; o /lOVOV pospuesto en v 2 y 8 (Beyer 126-128)

    123 Lohmeyer, Baltensweiler* 39-46124 Boobyer* 76-79125 Esto es tambin un argumento en contra de la fiesta de las tiendas como

    11,\sfondo Rlesenfeld* 146-205256-258 perCibe en las hendas un nto JudlO de la boda yquc luego se aplic a la morada de DlOS o del Mesas en la espera

    126 Contra Klostermann127 Contra Thrall* 315-317

  • de 8, 32 s Con la pretensIn de querer retener la bIenaventuranzacelestIal, el dlSClpulo se defIende de nuevo contra la necesIdad delsufrImIento El temor del que son presa todos los dIscpulos no es aqUlel quedar admIrados ante la revelacIn dlvllla, silla la pusIlammldadhumana De ella derIva la falta de IntelIgenCIa (yp)

    7-8 La apanclOn de la nube y la voz dIVIna que vIene de ella cumplenuna doble funcIn Interpretan la transfIguraCIn de Jess y son larespuesta dIVIna a la reacclOn de Pedro La nube es sIgno de lapresencIa de DIOs 128 ASI como la nube de la presencIa de DIOS cubracon su sombra la tIenda de la revelacIn de la generaClOn del deSIerto(LXX Ex 40, 35 rnwKlrx(ev) y la glOrIa del Seor llenaba la morada, deIgual manera cubre ella ahora con su sombra al Transfigurado y J susdos acompaantes, a las dos fIguras celestes 129 Esta referenCia sehace patente medIante la conexIn con v 5 La aparIcIn de la glonadel Seor y de la nube como ella se mostro en tIempo~ de MOlsesaparece en 2 Mac 2, 8 como algo que acaecera en el tIempo flllal Igualque en Ex 24, 16, DIOS habla desde la nube La alocuclOn de DIOS-que tIene como destInatarIos a los dlscpulos- predIca a Jesuscomo HIJO amado y les InvIta a escucharle La prImera parte de laalOCUCIn recuerda la voz celeste de Mc 1, 11, SIn llegar, SIn embargo,a IdentIficarse con ella Por consIgUIente, no hay que suponer unadependenCIa dIrecta La forma este es, aSI como su correspondIentetu eres, no nacI en suelo grIego, SInO en las reglOnes del Onente Sela empleaba en el rItual del rey 130 No se perCIbe una dependenCIarespecto de Sal 2, 7, pero, SIn embargo, la expresIn HIJO amado,que deSCrIbe su posIcIn Incomparable respecto del Padre, tIene yauna cIerta acuaclOn (cf Mc 12,6) Hay que conSIderarla aqu comotItulo meslmco del rey Es cIerto que no encontramos pruebasexpresas de la deSIgnaCIn del Mesas como HIJO de DIOS en elJudaIsmo, pero fue preparada por ste 131 Jess es IntroducIdo en sufunCIn, es entromzado con la alocuclOn de DJOs El resplandorlumInOSO que le rodea presenta de manera grfica su proxImIdad aDJOs Desde el ttulo de HIJO de DJOs y de la mesIanologa regla, laescena se aproxIma a Rom 1, 3 s, donde se habla de Jess y se afirmasu elevaCIn a la condICIn de HIJO de DIOS, llevada a cabo en laresurrecclOn de entre los muertos Nada se nos dIce en el relato detransfiguraCIn acerca del momento de la InstauraCIn En Marcos,para qUIen Jess es el HIJO desde el comIenzo, la entromzaclOn se

    128 Documentaclon en A Oepke ThWNT IV, 907-911129 La sombra no comprende tamblen a los dlsclpulos 473 y sy' leen en sentIdo

    restnctIvo que le cubna con su sombra130 Cf E Norden, Agnostos Theos Darmstadt 1956 (relmpreslOn), 183-188131 Cf ahora especIalmente 4Q flor 1 10 s

  • conVIerte en revelacIOn ante los dlSClpulos elegIdos Que los testIgoshumanos son los destmatanos del aconteCImIento queda claramenteexpresado a traves del ImperatIvo oldle' El trasfondo veterotesta-mentano del relato evoca la promesa de MOIses Yahve tu DIOSsuscItara de en emedIO de tI, entre tus hermanos, un profeta como yo,a qUIen escuchareIs (Dt 18, 15, cf Hech 3, 22) Como HIJo de DIOS,Jesus supera tamblen los rasgos del profeta esperado para el fmal delos tIempos La obedIenCIa a su palabra se entIende en sentIdo amphoEn Marcos puede p