GOBIERNO DEL ESTADO DE VERACRUZ Gato Cuento.pdf · Categoría infantil y juvenil Tercer lugar...
Transcript of GOBIERNO DEL ESTADO DE VERACRUZ Gato Cuento.pdf · Categoría infantil y juvenil Tercer lugar...
GOBIERNO DEL ESTADO DE VERACRUZDE IGNACIO DE LA LLAVE
Cuitláhuac García JiménezGobernador del Estado
Eric Cisneros BurgosSecretario de Gobierno
Israel Hernández RoldánDirector General de la Editora de Gobierno
Octavo Concurso de Cuento Infantil 2018Categoría infantil y juvenil Tercer lugarTítulo de la obra: El perro y el gatoAutora: Katia de Jesús Gordillo GarcíaDirectora de arte: Alejandra Palmeros Montúfar(Universidad Gestalt de Diseño)Ilustraciones: Irving Ramírez Castro(Universidad Gestalt de Diseño)
Primera edición: 2019 ISBN: 978-607-8489-58-9© Derechos reservadosEditora de Gobierno del Estado de VeracruzKm 16.5 de la carretera federal Xalapa-VeracruzC.P. 91639, Emiliano Zapata, Veracruz, México
Impreso y hecho en México
5 4
E n una tarde soleada, dos
vecinos, el perro Manchas y
el gato Rufus, peleaban.
5
7 6
Todo empezó cuando Manchas terminó su baño y se
sacudió para secarse, pero no vio que su vecino pasaba
y, accidentalmente, lo mojó.
El gato Rufus se enojó tanto que
se vengó de él, robándole un poco
de comida todos los días.
6
9 8
Una noche, el loro Paco
—que vivía en un árbol entre
las casas de Manchas y Rufus—
no podía dormir debido a una
discusión de estos dos. Así que
fue con Manchas para intentar
callarlo.
9 8
—¿Podrías dejar de hacer ruido? —preguntó,
algo dormido.
—Sí, claro, pero solo si me haces un favor
—dijo Manchas.
—Está bien.
—¿Le dirías a Rufus que deje de robar mi
deliciosa comida?
—Claro, no veo por qué no —dijo el loro,
mientras volaba a la otra casa.
11 10
Al llegar con Rufus, Paco le dijo todo.
Como el gato era enojón, no le prestó mucha
atención, solo habló, pero muy poquito:
—Primero que Manchas se disculpe.
—¿Qué dices? —preguntó Paco.
Rufus se quedó pensativo. El loro Paco sospechaba
que algo más sucedía con la amistad entre el perro
y el gato, así que voló muy veloz a su árbol
pensando en cuál sería la verdadera razón de
la pelea de sus amigos.
11 10
13 12
Al día siguiente, por la mañana, Manchas creyó
que su vecino dejaría de robar su comida, así que
la descuidó por un momento. Enseguida, Rufus se
paró junto al plato, con una sonrisa que nunca
había puesto.
El gato esperaba una disculpa, pero hubo silen-
cio entre los dos. Impaciente, Rufus se enojó y en
ese instante se llevó toda la comida (que por cierto
no se comía), Manchas se molestó demasiado
y le lanzó su plato de agua.
El loro Paco quedó tan asombrado
que fue a buscar a la mejor amiga de
Manchas, su nombre era Chikis. Tuvo
que volar diez cuadras, pero valió la
pena. Al llegar, ella salió y dijo todo lo
que sabía sobre esta mala amistad.
13 12
15 14
—Lo único que sé es que no eran malos amigos en
el jardín de mascotas, al contrario, eran los mejores,
nunca se separaban… —Chikis hizo una pausa— pero…
—Pero, ¿qué? —preguntó Paco.
—Lo que pasa es que Manchas casi nunca
acepta sus errores, tal vez él tuvo la culpa,
pero no lo reconoce —dijo, algo apenada por
su amigo.
El loro Paco le dio las gracias y regresó a su árbol para transcribir
esa conversación.
Ya tenía información sobre Manchas, solo faltaba la
del gruñón de Rufus. Así que visitó al mejor amigo de su
otro vecino, su nombre era Mofletes. Paco voló un poco
más y subió al árbol donde estaba Mofletes, el gato
más alegre del mundo. Le empezó a hablar
sobre la situación, él lo escuchó atentamente
y luego dijo qué sabía sobre estos dos.
—Lo único que sé, amigo, es que Rufus
es muy enojón y un poquitín mentiroso y exagerado —dijo—. Sucede,
my friend, que él… pues… no me habla tanto de eso.
La pura verdad es que, según él, Manchas está ya
en el pasado —continuó Mofletes, algo relajado.
15 14
17 16
El loro Paco regresó a su casa al
anochecer y transcribió esa otra
conversación. Se durmió muy
tarde por tres razones, la primera
fue porque estaba muy ocupado
transcribiendo las dos pláticas
anteriores y relacionándolas. La
segunda, porque estaba pensando
en lo que escribió, y la tercera, porque
sus vecinos no dejaban de pelear. Esta
vez, Rufus alegaba que Manchas había
robado su ratón de juguete.
La tarde siguiente, la
zorrita Laila (una zorrita muy
divertida y alegre) quiso
organizar una fiesta por su
cumpleaños. La fiesta sería
esa misma noche. Invitó a todos
los del pueblo, porque todos la
conocían y ella conocía a todos.
17 16
19 18
Cayó la noche, Manchas llegó con Chikis. Mientras Manchas saludaba
a todos, Chikis, ansiosa, fue de prisa a comer los pastelillos para perros
y algunos para topos y gatos. Luego llegó Rufus con Mofletes.
Rufus pasó junto a Manchas y lo empujó hacia Laila, haciendo
que cayera sobre el pastel. Los demás voltearon a verlos.
Cuando Laila se levantó, Mofletes y Chikis se sintieron mal
por sus amigos.
—¡Guerra de comida! —gritaron.
Todos se les quedaron viendo de forma extraña, intercambiaron
miradas y llamaron a cada uno a jugar a la guerra de comida. Mientras,
Chikis y Mofletes comían lo que podían.
19 18
21 20
El loro Paco, al ver que Chikis y Mofletes lograron que todos fueran a
jugar, inventó de inmediato un plan, así que fue por ellos para contarles.
—Amigos, ¿quisieran ayudarme? —preguntó el loro Paco.
—Sí, ¿en qué? —respondieron.
—A hacer que Rufus y Manchas sean amigos de nuevo.
—De acuerdo.
Les dijo acerca de la relación que hizo de sus conversaciones y cómo
llegó a una conclusión:
—Manchas y Rufus eran mejores amigos, dejaron de serlo porque un
día Rufus, a la hora del desayuno, abrió la lonchera de Manchas, donde
siempre llevaba su comida favorita, él lo descubrió y después lo mojó
por accidente, porque estaba sorprendido. Desde entonces, uno roba y
el otro lo moja.
—Entonces solo hay que hacer que Manchas y Rufus se perdonen
—dijo Chikis.
—Yes, amiga —agregó Mofletes.
20
23 22
Al día siguiente, el loro Paco, Chikis y Mofletes llevaron a Manchas
y Rufus al jardín de mascotas; al mismo salón, a la misma mesa y a la
misma hora en que dejaron de ser amigos. Pero ellos se enfadaron.
—¡¿Qué hacemos aquí?! —gritaron.
Sus amigos les explicaron. Toda su historia era vergonzosa, pero
al final, Manchas y Rufus se miraron con tristeza y ambos dijeron las
mismas palabras…
—¡Lo siento!
Todos se sorprendieron y se pusieron felices.
—Ahora todos somos amigos —dijeron Chikis y Mofletes.
—Sí —dijo Manchas.
—Sí, ahora sí —respondió Rufus.
¡Lo siento!
23
24
El perro y el gato de Katia de Jesús Gordillo García se imprimió en mayo de 2019 en la Editora
de Gobierno del Estado, siendo Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, y Director
General de la Editora de Gobierno, Israel Hernández Roldán. Coordinación y edición: Víctor
Manuel Marín González. Cuidado de la edición: María Elena Contreras Costeño. Ilustrador:
Irving Ramírez Castro de la Universidad Gestalt de Diseño. Diseño de portada: Gladys Patricia
Morales Martínez. Formación: Dalila Islas Ladrón de Guevara. El tiraje consta de 300 ejemplares
más sobrantes para reposición.