Gomez Redondo - La Terminologia de La Ficcion

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  • Gmez Redondo, Fernando, 1998. la terminologa de la ficcin, Historia de la prosa medieval castellana II. El desarrollo de los gneros.La ficcin caballeresca y el orden religioso. Madrid: Ctedra, pp. 1314-1339.

    7.3: El desarrollo de la ficcin

    El anlisis de la ficcin literaria medieval debe partir de dos consideraciones previas: 1)la ficcin es un proceso narrativo que conlleva el descubrimiento de una serie de imgenes reales, primeramente inventadas y, con posterioridad, imitadas; 2)por ello, la ficcin constituye el medio ms seguro de conocer tanto la realidad como las diversas relaciones que el individuo mantiene con ella. () Cada poca construye, por tanto, los modos de ficcin que necesita para poder existir: para ello, inserta, en un grupo de obras muy precisas, normas ideolgicas, consignas polticas, idearios sociales y, por supuesto, disposiciones religiosas; en suma, los cdigos bsicos por los que una sociedad puede conformar y ofrecer a sus integrantes la posibilidad de participar en su organizacin y en su desarrollo.1315

    7.3.1:Los modelos de la ficcin: el entramado contextualEllo quiere decir que de nada valen los esquemas de ficcin construidos en otras lenguas, por muy complejos o perfectos que lleguen a ser; ese lenguaje de Castiella del que habla Alfonso X tiene que crear su propio modelo1315

    7.3.1.1: Los lmites de la ficcin: las primeras materias narrativas

    Ahora bien, en esa corte alfons, la ficcin, en su articulacin y ejecucin narrativas, encuentra unos lmites; dos son las principales materias que este espacio cortesano configura, porque las precisa: una es la de la Antigedad, ligada a las guerras de Troya o a personajes como Eneas, Alejandro o Apolonio, modelos en los que cristalizan distintas conductas de hroes que utilizan la sabidura y el entendimiento para regir sus destinos o fundar emblemticas ciudades; la otra es la caballeresca, que acoge una primera aproximacin a la materia de Francia, ms los asuntos relativos a la materia pica, que es, as, regulada desde la visin con que el monarca concibe la historia, puesto que la utiliza como una pieza ms del entramado poltico que Alfonso quera construir en torno a su figura1318

    De esta manera, en el reinado de Alfonso X se tienden las bases para el desarrollo de la ficcin (hay materias narrativas y conocimientos clericales apropiados para entenderlas y asimilarlas), pero no se producen las circunstancias necesarias para su consolidacin: el pblico cortesano debe sujetarse a las expectativas fijadas por el monarca y el rigor del pensamiento eclesistico impide el acceso y [1318] la profundizacin en los mundos construidos en las fablas de los gentiles (recurdese, en suma, el conjunto de justificaciones con que en la General Estoria se proceda a asimilar el contenido que los auctores clsicos haban creado, fablando en figura o en semejana1319

    7.3.1.5: La terminologa de la ficcin

    Las formas lxicas con que los autores denominan a las obras de ficcin (ya en verso, ya en prosa: lo cual no es ms que un problema cronolgico) ofrecen una clara uniformidad a la hora de definir las peculiaridades compositivas que intervienen en la construccin textual. Son fruto de un esfuerzo de reflexin y su escaso nmero manifiesta una incipiente voluntad de aceptacin de tales nombres. La cuentstica y la literatura didctica congregan el mayor nmero de trminos y alguno de ellos lleg a adquirir carta de naturaleza narrativa: exemplo

  • y fazaa se aduean, as, de los discursos textuales de las crnicas y de los tratados religiosos y doctrinales, insertando en sus estructuras distintas perspectivas de argumentacin. Por supuesto que las obras de ficcin requerirn similares moldes para apoyar en ellos las propuestas de invencin de la realidad de que son portadoras. Como se ha mostrado, la ficcin argumental reposa sobre la nocin isidoriana de argumentum (lo que se cuenta no ha sucedido, pero resulta verosmil) y sobre las inevitables valoraciones a que se someten las materias literarias que, en el curso del siglo XIII, penetran en la Pennsula: desde los libros sobre la antigedad clsica hasta los textos que, a finales de la centuria, difundan las noticias de los hroes carolingios y bretones.1328

    7.3.1.5.1: La fabliella

    este es el nico trmino que parece dotado de una cierta autonoma, respaldada por una cierta tradicin retrica: Quintiliano ya hablaba de fabellae como instrumento de persuasin para un pblico inculto, y el antes citado Isidoro consideraba las fabulae como el medio ms cierto de construir la narrationem fictam1329

    nada extraa que los auctores alfonses, al dar cuenta en la Estoria de Espaa de episodios narrativos de carcter mitolgico, los denominaran como fabliellas antiguas y fablas de los gentiles, tan contrarias a la verdad que en ocasiones, cuando se cuenta algo maravilloso, se subraya su verosimilitud, a pesar de que lo narrado suene a fabliella 1329

    7.3.1.5.2: La estoria y el cuento

    Las diferencias entre cuento, romance y estoria no parecen muy claras; los tres conceptos se esgrimen en titulaciones de obras de ficcin compitiendo con el ms genrico libro de seguido del nombre del personaje o del asunto. En todo caso, estoria parece referirse al acto de la narracin en s, ms que a un grupo de obras concretas; desde la Rhetorica ad Herennium, la historia se concibe como una narratio verosimilis, con el fin de instruir doctamente, y, por tanto, contraria a la fabula; pero, obsrvese, no deja de ser un modo de narratio, de donde nacen los derivados estorial y estorialmente.

    De esta manera, cuento y romance aparecen como los trminos ms seguros para nombrar la ficcin.1330

    7.3.1.5.3: El romance

    En cambio, romance, a pesar de otras acepciones, posee un preciso valor clasificatorio, con el que se debe contar para ordenar los grupos constituyentes de la prosa de ficcin medieval1331[ver si es necesario, hay muchas acepciones]