Graciela Montes-Ema Wolf

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EL AGUILA DEL HUDSON VALLEY Agosto / August 24 - Septiembre / September 6, 2005 18 LIBRO ABIERTO / OPEN BOOK Por Mario Gallardo El Aguila E n 1298, Rustichello de Pisa vive su de- cimocuarto año como rehén de gue- rra de los genoveses. Este escribano viejo y cansado alguna vez copió manuscritos para las casas reales más grandes de Europa, pero ningún monarca parece ahora interesado en pagar su rescate. Su destino cambia cuando un nuevo prisio- nero viene a compartir su celda. Es Marco Po- lo, el viajero veneciano que llegó a los con- fines del Oriente. Rustichello adivina ensegui- da el tesoro que tiene entre manos, y así da co- mienzo a una epopeya secreta y grandiosa: la redacción, a partir de los relatos de Marco Polo, de una obra que le atraerá de nuevo el fa- vor de los príncipes cristianos, el “Libro de la composición del mundo”. Este es el argumento central de El turno del escriba -novela escrita por un dúo de escri- toras argentinas Ema Wolf y Graciela Montes, que acaba de ganar el Premio Alfaguara en su edición correspondiente al año 2005- la recreación de una época fascinan- te de la humanidad, la de los descubri- mientos y la atracción por lo desco- nocido, que trasciende el marco his- tórico para convertir su escritura des- lumbrante en un acto de libertad, trans- formando el espacio cerrado del calabozo en un arca donde caben el mundo real y el de los sueños. Rustichello ya tiene pocas espe- ranzas de remediar su situación tras catorce años de cautiverio, sin em- bargo, todo cambia tras que co- noce a messer Polo, en el momen- to que éste hace alusión a las galli- nas con pelos que conoció du- rante su viaje por Oriente. Esta anécdota mínima sirve de punto de par- tida para que Rustichello elabore un plan para recuperar su prestigio en las cortes eu- ropeas, y todo esta maquinación está basada en la redacción de un libro, que le atraerá el fa- vor de los príncipes cristianos, en cuyas cor- tes espera ser recibido con honores. Rustiche- llo será el escriba, el fiel amanuense que trans- cribirá los relatos que noche a noche le con- tará Marco Polo en la húmeda celda que com- parten junto con el enigmático Tribulí. Una vez fraguado el plan, Rustichello lo- grará agenciarse el favor de Carabó, el car- celero, quien no sólo le proveerá de los insu- mos necesarios para realizar su labor: papel, plumas y tinta, tam- bién le abrirá la lujosa cámara de uno de los funcionarios de la ciudad para que pueda con- tinuar con su labor durante la noche: allí el es- criba pondrá a salvo –en el cofre de Eudo- xia- su trabajo, que hasta entonces mantenía escondido entre portulanos y cartularios en los archivos de la administración del puerto, y ten- drá tiempo para dibujar un mapa para ubicar los lugares visitados por messer Polo duran- te su dilatado viaje. La novela narra con notable precisión los afanes del pobre escriba que -agobiado por una constipación crónica- vive con el permanente temor de que no pueda concluir su trabajo o éste se pierda, ya sea porque Marco Polo sea liberado o porque sus amos encuentren el li- bro y decidan destruirlo. Rustichello librará una encarnizada batalla con otros enemigos: el poco tiempo que tiene para escribir el re- lato y la fragilidad de su memoria, además de- berá “educar” a su fuente, Marco Polo, para poner orden en la transmisión de sus recuer- dos. De hecho, en un pasaje de la novela lee- mos que: “Rustichello nota que el relato, con- tado por segunda vez, se debilita. Es verdad que Polo no era un auténtico narrador, ni un juglar, ni un contador de ferias, ni un trovador, ni un novelista como él, ni un casi poeta como él…por lo que la gracia del libro debía descan- sar en su ingenio”. Y en esta lucha está la clave de la novela, que también es la clave misma de la literatu- ra, cuyo secreto no reside en la simple anéc- dota sino en la construcción de una trama, en la disposición artística de los elementos na- rrativos; que en este caso se ve potenciada por la notable investigación histórica realizada por las autoras, cuyo vívido fresco de la vida en la Génova de 1298 sirve de aliento a una histo- ria excepcional. El turno del escriba By Mario Gallardo El Aguila I n 1298, Rustichello from Pisa li- ves his fourteenth year as a war hos- tage of the Genovese. At some point in his life, this old and tired scribe co- pied manuscripts for the biggest royal houses in Europe. Initially, no monarch was interes- ted in paying his ransom. His fate chan- ges when his new cellmate arrives -- Marco Polo, the Venetian traveler that came to the Orient’s boundaries. Rus- tichello recognized the man to be a treasu- re trove of information, and so a great, se- cret epic began: the writing, from Mar- co Polo’s tales, of a novel that won the Christian princes’ approval -- the “Book of the World’s Composition” (Libro de la com- posición del mundo). This is the cen- tral theme in The Scribe’s Turn (El turno del escriba) – a novel written by a duo of Argentinean writers Ema Wolf and Graciela Mon- tes. The 2005 edi- tion of this book re- cently won the Al- faguara Prize. It ex- plores a fascinating ti- me for humanity, a ti- me of discoveries and attraction for the unknown. The Scribe’s Turn transcends the genre of historical fiction, portraying acts of freedom and mer- ging dreams with reality. Rustichello already has little hope of sol- ving his situation after fourteen years of cap- tivity; however, everything changes after meeting messer Polo, during a fateful mo- ment of conversation where Polo talks about the hairy hens that he saw during his trip to the Orient. This ignited the fires of inspi- ration in Rustichello, and he devised a plan to regain his honor and prestige in the Eu- ropean courts. Rustichello became the faith- ful amanuense, transcribing Marco Polo’s nightly tales in the cell they shared with the enigmatic Tribulí. Once the plan was set, Rustichello ob- tains the approval of the jailer Carabó, who provides him with some necessary mate- rials: paper, pens, and ink. He also ope- ned the luxurious chamber of a city official, which allowed Rustichello to continue wor- king at night. There, the scribe placed his work in Eudoxia’s chest for safekee- ping, which he hid among nautical let- ters and large books containing maps in the port administration’s archives. Later, he drew a map of messer Polo’s extensive tra- vels. With remarkable precision, the novel narrates the poor scribe’s desires. Burde- ned by chronic constipation, he lives with the permanent fear that his work may be lost or incomplete, as a result of two potential problems: Marco Polo’s pos- sible liberation, or his masters discovering and destroying his work. Rustichello will battle other foes: time and the frailty of memory. Further, he must “educate” Marco Polo to organize the transmission of his memories. In fact, as part of the novel states: “Rustichello notices that the story weakens when told the second ti- me. It was true that Marco Polo was not an authentic narrator, nor minstrel, nor a fair recorder, nor a troubadour, nor a no- velist or poet like himself…because of this, the novel’s grace depends on his ingenuity.” The key to the novel lies in this strug- gle, and the secret does not reside in the simple anecdote but also in the construc- tion of trauma, in the artistic disposition of the narrative elements. All this is en- hanced by the notable historical investiga- tion made by the authors, whose vivid fres- co of life in 1298 Genoa frames an excep- tional story. The scribe’s turn • Ema Wolf y Graciela Montes

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EL AGUILA DEL HUDSON VALLEYAgosto / August 24 - Septiembre / September 6, 2005

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LIBRO ABIERTO / OPEN BOOK

Por Mario GallardoEl Aguila

En 1298, Rustichello de Pisa vive su de-cimocuarto año como rehén de gue-rra de los genoveses. Este escribano

viejo y cansado alguna vez copió manuscritospara las casas reales más grandes de Europa,pero ningún monarca parece ahora interesadoen pagar su rescate.

Su destino cambia cuando un nuevo prisio-nero viene a compartir su celda. Es Marco Po-lo, el viajero veneciano que llegó a los con-fines del Oriente. Rustichello adivina ensegui-da el tesoro que tiene entre manos, y así da co-mienzo a una epopeya secreta y grandiosa:la redacción, a partir de los relatos de MarcoPolo, de una obra que le atraerá de nuevo el fa-vor de los príncipes cristianos, el “Libro dela composición del mundo”.

Este es el argumento central de El turno delescriba -novela escrita por un dúo de escri-toras argentinas Ema Wolf y Graciela Montes,que acaba de ganar el Premio Alfaguara ensu edición correspondiente al año 2005-la recreación de una época fascinan-te de la humanidad, la de los descubri-mientos y la atracción por lo desco-nocido, que trasciende el marco his-tórico para convertir su escritura des-lumbrante en un acto de libertad, trans-formando el espacio cerrado delcalabozo en un arca donde cabenel mundo real y el de los sueños.

Rustichello ya tiene pocas espe-ranzas de remediar su situación trascatorce años de cautiverio, sin em-bargo, todo cambia tras que co-noce a messer Polo, en el momen-to que éste hace alusión a las galli-nas con pelos que conoció du-rante su viaje por Oriente. Estaanécdota mínima sirve de punto de par-tida para que Rustichello elabore un planpara recuperar su prestigio en las cortes eu-ropeas, y todo esta maquinación está basadaen la redacción de un libro, que le atraerá el fa-vor de los príncipes cristianos, en cuyas cor-tes espera ser recibido con honores. Rustiche-llo será el escriba, el fiel amanuense que trans-cribirá los relatos que noche a noche le con-tará Marco Polo en la húmeda celda que com-parten junto con el enigmático Tribulí.

Una vez fraguado el plan, Rustichello lo-grará agenciarse el favor de Carabó, el car-celero, quien no sólo le proveerá de los insu-

mos necesarios pararealizar su labor: papel, plumas y tinta, tam-bién le abrirá la lujosa cámara de uno de losfuncionarios de la ciudad para que pueda con-tinuar con su labor durante la noche: allí el es-criba pondrá a salvo –en el cofre de Eudo-xia- su trabajo, que hasta entonces manteníaescondido entre portulanos y cartularios en losarchivos de la administración del puerto, y ten-drá tiempo para dibujar un mapa para ubicarlos lugares visitados por messer Polo duran-te su dilatado viaje.

La novela narra con notable precisión losafanes del pobre escriba que -agobiado por una

constipación crónica- vive con el permanentetemor de que no pueda concluir su trabajo oéste se pierda, ya sea porque Marco Polo sealiberado o porque sus amos encuentren el li-bro y decidan destruirlo. Rustichello libraráuna encarnizada batalla con otros enemigos:el poco tiempo que tiene para escribir el re-lato y la fragilidad de su memoria, además de-berá “educar” a su fuente, Marco Polo, paraponer orden en la transmisión de sus recuer-dos. De hecho, en un pasaje de la novela lee-mos que: “Rustichello nota que el relato, con-tado por segunda vez, se debilita. Es verdadque Polo no era un auténtico narrador, ni un

juglar, ni un contador de ferias, ni un trovador,ni un novelista como él, ni un casi poeta comoél…por lo que la gracia del libro debía descan-sar en su ingenio”.

Y en esta lucha está la clave de la novela,que también es la clave misma de la literatu-ra, cuyo secreto no reside en la simple anéc-dota sino en la construcción de una trama,en la disposición artística de los elementos na-rrativos; que en este caso se ve potenciada porla notable investigación histórica realizada porlas autoras, cuyo vívido fresco de la vida en laGénova de 1298 sirve de aliento a una histo-ria excepcional.

El turno del escribaBy Mario Gallardo

El Aguila

In 1298, Rustichello from Pisa li-ves his fourteenth year as a war hos-tage of the Genovese. At some point

in his life, this old and tired scribe co-pied manuscripts for the biggest royalhouses in Europe.

Initially, no monarch was interes-ted in paying his ransom. His fate chan-ges when his new cellmate arrives --Marco Polo, the Venetian traveler thatcame to the Orient’s boundaries. Rus-tichello recognized the man to be a treasu-re trove of information, and so a great, se-cret epic began: the writing, from Mar-co Polo’s tales, of a novel that won theChristian princes’approval -- the “Book ofthe World’s Composition” (Libro de la com-

posición del mundo).This is the cen-

tral theme in TheScribe’s Turn (Elturno del escriba) –a novel written bya duo of Argentineanwriters Ema Wolfand Graciela Mon-tes. The 2005 edi-tion of this book re-cently won the Al-faguara Prize. It ex-plores a fascinating ti-me for humanity, a ti-me of discoveries and

attraction for the unknown. The Scribe’sTurn transcends the genre of historicalfiction, portraying acts of freedom and mer-ging dreams with reality.

Rustichello already has little hope of sol-ving his situation after fourteen years of cap-tivity; however, everything changes aftermeeting messer Polo, during a fateful mo-ment of conversation where Polo talks aboutthe hairy hens that he saw during his tripto the Orient. This ignited the fires of inspi-ration in Rustichello, and he devised a planto regain his honor and prestige in the Eu-ropean courts. Rustichello became the faith-ful amanuense, transcribing Marco Polo’snightly tales in the cell they shared with theenigmatic Tribulí.

Once the plan was set, Rustichello ob-tains the approval of the jailer Carabó, whoprovides him with some necessary mate-rials: paper, pens, and ink. He also ope-ned the luxurious chamber of a city official,

which allowed Rustichello to continue wor-king at night. There, the scribe placedhis work in Eudoxia’s chest for safekee-ping, which he hid among nautical let-ters and large books containing maps in theport administration’s archives. Later, hedrew a map of messer Polo’s extensive tra-vels.

With remarkable precision, the novelnarrates the poor scribe’s desires. Burde-ned by chronic constipation, he lives withthe permanent fear that his work maybe lost or incomplete, as a result of twopotential problems: Marco Polo’s pos-

sible liberation, or his masters discoveringand destroying his work. Rustichellowill battle other foes: time and the frailtyof memory. Further, he must “educate”Marco Polo to organize the transmissionof his memories. In fact, as part of thenovel states: “Rustichello notices thatthe story weakens when told the second ti-me. It was true that Marco Polo was not anauthentic narrator, nor minstrel, nor afair recorder, nor a troubadour, nor a no-velist or poet like himself…because of this,the novel’s grace depends on his ingenuity.”

The key to the novel lies in this strug-gle, and the secret does not reside in thesimple anecdote but also in the construc-tion of trauma, in the artistic dispositionof the narrative elements. All this is en-hanced by the notable historical investiga-tion made by the authors, whose vivid fres-co of life in 1298 Genoa frames an excep-tional story.

The scribe’s turn

• Ema Wolf y Graciela Montes