Un bebé como ninguno Lucas 2:1–20

¿Ves el bebé? Se llama Jesús y es el Hijo de Dios. Pastores y reyes han venido a verlo. Sus padres son José y María. Dios nos amó tanto que envió a Jesús para que nos enseñara a ser buenos unos con otros y nos dijera lo que teníamos que hacer para ir al Cielo.

Igualito que tú Hebreos 4:15

Cuando Jesús era pequeño, le encantaba jugar con Sus amigos, correr y saltar. Le gustaban las fiestas y la comida rica, igual que a ti. Jesús te ama y sabe todo lo que te gusta, porque Él también fue niño.

Suficiente para todos Mateo 14:13–21

Muchas personas seguían a Jesús para oírle hablar del gran amor de Dios por todos nosotros. Un día se encontraron con que no había comida para todos. Sólo tenían cinco panes y dos pescados. Jesús oró, y de pronto hubo muchos panes y pescados, suficientes para que la gente comiera todo lo que quisiera.

Tu mejor amigo Lucas 18:15–17

Unos niños querían ver a Jesús, pero no podían porque estaba rodeado de gente. —No tiene tiempo para hablar con los niños —dijo alguien. Pero Jesús intervino: —Dejen que los niños se acerquen a Mí. Él quiere mucho a los niños. Si se lo pides, será tu mejor amigo. Ya ves cuánto te ama.

¡ Está vivo! Mateo 28

Los amigos de Jesús estaban apenados. —Jesús ha muerto —decían—. Lo mataron unos hombres malos. Pero Jesús ya no estaba muerto. ¡Había resucitado! Entonces Jesús se apareció a Sus amigos. Les contó que pronto se iba a ir al Cielo y les explicó que si procuraban escuchar Su voz, Él siempre los ayudaría. ¿Dónde está Jesús ahora? Puede vivir en tu corazón si se lo pides; y a partir de ese momento, nunca te dejará.