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    RO AZUL, HISTORIA DE UN DESCUBRIMIENTO90

    ser minucioso y completo, incluir dibujos y foto-

    grafas de calidad acompaado del anlisis de los

    materiales obtenidos. Es un primer paso en la in-

    vestigacin.

    Como se mencion con anterioridad, la explo-racin arqueolgica en Ro Azul fue motivada por

    el intenso saqueo y la majestuosidad del sitio. Por

    su naturaleza, al primer proyecto se le puede consi-

    derar como de salvamento y rescate. Aunque tam-

    bin se efectu investigacin, al principio la priori-

    dad fue la de documentar y registrar los elementos

    daados. En cuanto a la investigacin, el Proyecto

    Ro Azul realiz estudios de 1983 a 1987 y centr

    sus esfuerzos principalmente en Ro Azul y en El

    Pedernal, un sitio menor hacia el norte. El ProyectoRegional Ixcanro ya no fue un proyecto centrado

    en un solo sitio. En Ro Azul explor nicamente

    la estructura G-103 y se enfoc principalmente en

    Kinal y en los asentamientos menores entre ambos.

    Como resultado se tienen los informes editados en

    seis volmenes, varias tesis de licenciatura, maes-

    tra y doctorado, as como numerosos artculos y

    ponencias.18

    Con los trabajos en el lugar se ahuyent a los

    depredadores impidiendo que continuara la des-truccin, se logr estabilizar varias de las estruc-

    turas, se rescataron innumerables artefactos y se

    registr y document el sitio enriqueciendo a la

    arqueologa de la regin. Pero al darse a conocer en

    los aos ochenta los maravillosos murales, los visi-

    tantes no se hicieron esperar y han estado presentes

    desde entonces. La mayora de visitas se realizan

    sin supervisin alguna y la gente siempre encuen-

    tra la manera de escalar los edificios e introducirse

    en donde no est permitido. Si no piensan en elpeligro que corren y los accidentes que pueden su-

    frir con estas acciones, mucho menos reflexionan

    acerca del dao que ocasionan a los edificios y al

    sitio en general.

    Existen ciertos contextos que una vez explorados

    y registrados lo ms recomendable es sellarlos19y si

    su condicin lo amerita se pueden elaborar copias

    para que el turista pueda satisfacer su curiosidad

    sin daar los originales.20 Si no se desea clausu-

    rarlos definitivamente puede restringirse el ingreso

    y permitirse nicamente por alguna razn que lo

    justifique.21 Los daos al patrimonio cultural son

    irreversibles y es por ello que en las zonas arqueol-

    gicas se debe seleccionar cuidadosamente lo que se

    abrir al pblico y lo que no. No todas las estruc-turas permiten ser habilitadas para recibir visitantes.

    Es importante crear un plan de manejo adecuado y

    velar por que se ejecute de manera exitosa; disear

    los circuitos de visita con base en las caractersticas

    particulares de cada sitio. Adems de lo anterior, lo

    que no puede faltar en una zona abierta al pblico

    es la vigilancia constante y permanente.

    Una vez dado a conocer un lugar es muy dif-

    cil impedir el turismo, sobre todo si el sitio les re-

    sulta atractivo por su arquitectura, pinturas o al-guna otra razn. En Ro Azul las tumbas nunca

    fueron completamente selladas pero si cerradas y

    sus accesos bloqueados con muros de piedras. Pos-

    teriormente el Instituto Guatemalteco de Turismo

    las reabri para tomar fotografas y se volvieron a

    cerrar con piedras. Con el tiempo los visitantes lle-

    gaban al sitio y buscaban la manera de ingresar a

    las tumbas. En la actualidad son accesibles tres de

    ellas ya que las entradas estn bloqueadas slo con

    piedras que pueden removerse muy fcilmente.22

    Esto permiti que se llenaran de murcilagos y que

    los turistas puedan ingresar fcilmente aunque no

    est permitido, lo que ha ocasionado que se hayan

    deteriorado gravemente los murales. Al ser espacios

    tan reducidos se dificulta la movilidad, lo que pro-

    voca raspaduras en los murales, amn de los cam-

    bios en la temperatura y humedad del ambiente

    por respiracin y transpiracin afectando al ya de

    por si frgil estuco. Lo anterior seala lo daino que

    es permitir el acceso a determinados lugares. Sobretodo si no se cuenta con la infraestructura adecua-

    da ni la supervisin correspondiente. Tambin los

    murcilagos han hecho su parte araando las pare-

    des y llenando las tumbas de guano (Figs. 4 y 5).

    Cabe anotar que muchas veces, aunque no de

    forma oficial, las zonas arqueolgicas se van abrien-

    do al pblico involuntariamente sin contar con los

    servicios y recursos adecuados. Cuando un sitio es

    accesible de alguna manera est abierto al pbli-

    co, aunque no haya sido habilitado oficialmente.

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    A pesar de no estar permitido el ingreso a las tum-

    bas muchos turistas las han visitado, ya sea con la

    ayuda de los vigilantes o no, siendo una prcticafrecuente que ha trado consecuencias desastrosas.Pudimos constatar que muchos turistas llegan has-

    ta el sitio slo para visitar las tumbas y muchos lohan hecho en varias ocasiones sin la autorizacincorrespondiente. Hasta hay algunas excursionesque publicitan el ingreso a las tumbas como partede su recorrido turstico.

    Ro Azul ha sufrido los embates del tiempo, noslo por factores naturales sino tambin por la ac-cin del hombre. Adems de las tumbas tambinalgunos de sus edificios corren serios riesgos porlos rboles que les han crecido encima y tienen

    daos estructurales severos. Las cuatro estelas que

    se conocen han sido afectadas por la humedad ymicroflora. El registro y la documentacin no sonsuficientes, se debe estabilizar, consolidar y prote-ger. Hoy en da una de las actividades ms impor-

    tantes es la conservacin y proteccin del patrimo-nio nacional, tanto el natural como el cultural. Sedebe pensar en preservar para el futuro. Hay quecrear un balance entre investigacin y proteccin.La proteccin no consiste en impedir el acceso oponer guardias armados, tampoco en aplicar resi-nas y cemento para que no se caigan los edificios.La proteccin es una tarea mucho ms complejaque incluye desde el crear conciencia en el visitantey en la poblacin local para que no destruya, para

    que no ensucie ni deje huellas de su presencia, has-ta el consolidar y restaurar los edificios. Implicaproporcionar vigilancia para que no sean presa desaqueadores y depredadores y sobre todo crear unsistema de monitoreo para supervisar la condicinde los sitios, ya que les afectan las lluvias, la vegeta-cin y los visitantes entre otros factores.

    FIGURA4. Detalle del muro norte de la Tumba 1. Muestra elgrado de conservacin de la pintura recin descubierta.

    (Tomada de National Geographic, 1986, Vol. 169,

    N. 4, p. 453. Fotografa de George F. Mobley)

    FIGURA5.Detalle del muro norte de la Tumba 1.

    Denota el deterioro que ha sufrido la pintura.

    Fotografa de Liwy Grazioso, 2004.

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    Se debe mencionar que aunque Ro Azul ha

    contado con vigilancia permanente desde que ini-

    ci el proyecto Ro Azul, en los aos ochenta, has-

    ta la fecha, inexplicablemente ha sido objeto de

    excavaciones ilcitas posteriores a 1991, ao de laltima temporada del Proyecto Regional Ixcanro.

    En 2005 se identificaron saqueos relativamente re-

    cientes en el Grupo A o Plaza Principal e inclusi-

    ve en un grupo de estructuras a pocos metros del

    campamento en Ixcanro.23

    De lo anterior podemos dar cuenta ya que en

    el ao 2005 se efectu la primera temporada del

    Proyecto Arqueolgico del Bajo Azcar24 y como

    parte de la investigacin se realiz el reconocimien-

    to de BA-34 y otras reas cercanas al campamentoen Ixcanro, as como una evaluacin del saqueo y

    deterioro de la parte central de Ro Azul. Al contar

    con la informacin de los proyectos anteriores se

    pudo constatar que hubo saqueos entre la ltima

    temporada del proyecto anterior y la primera tem-

    porada de este proyecto, es decir entre los aos de

    1991 y 2005.

    Otros sitios en El Petn tambin han sido vcti-

    mas de robo de monumentos y de saqueo a pesar

    de tener vigilancia y estar oficialmente habilitadoscomo zonas arqueolgicas abiertas al pblico. Se

    pueden mencionar a Aguateca, Naranjo y Yaxha,

    entre otros.25

    Comentarios finales

    En la actualidad hay grandes avances en torno a la

    conservacin y proteccin del patrimonio cultural.

    Existen leyes y organismos internacionales que sededican a esta compleja tarea. Para realizar traba-

    jos de consolidacin y restauracin se deben tomar

    en cuenta las normas, usos y costumbres locales y

    las convenciones internacionales vigentes, as co-

    mo las legislaciones. Los pases miembros de las

    Naciones Unidas deben velar por la salvaguarda del

    patrimonio. Se debe frenar el saqueo, trfico ilegal

    y el comercio de piezas arqueolgicas. Las Cartas

    de UNESCO-ICOMOS (International Council of Mo-

    numents and Sites) pueden sernos de utilidad para

    legislar acerca del patrimonio nacional de cada pas

    y para dirigir las polticas de estado respecto al pa-

    trimonio cultural.

    Ro Azul ha sufrido un intenso saqueo y mu-

    chos de sus elementos estn muy deteriorados. De-be evaluarse su condicin actual para disear un

    programa de restauracin a largo plazo que garan-

    tice la integridad del sitio. Se deben establecer cri-

    terios y prioridades. De acuerdo con las Normas

    de Quito, Todo monumento nacional est impl-

    citamente diseado para cumplir con una funcin

    social.26Por lo tanto, todo lo que se restaura, con-

    serva y preserva debe cumplir con dicha funcin.

    Un programa adecuado puede ayudar a recuperar

    a esta ciudad olvidada por tanto tiempo y a devol-verle la majestuosidad de sus mejores pocas.

    Como un ejemplo de ciudades antiguas inmer-

    sas en la espesa selva, Ro Azul nos demuestra que

    an registrando y documentando los daos, mu-

    cho se ha perdido. Los artefactos de las tumbas y

    escondites junto con su contexto se han ido para

    siempre. Tanto la historia como la posibilidad de

    reconstruccin de ciertos eventos han despareci-

    do. Los fragmentos de historia que recobramos de

    estos contextos saqueados, los tiestos de las vasijasrotas, las herramientas de piedra, los jades perdidos

    y dems artefactos son cruciales para cualquier pro-

    grama de salvamento y tambin para toda investi-

    gacin. Todo estudio debe incluir el registro de las

    trincheras de saqueo y el anlisis de los materiales.

    Ello proveer valiosa informacin para reconstruir

    la historia del sitio. Debemos sacar provecho de los

    eventos desafortunados de pillaje y saqueo docu-

    mentando tanto como podamos encontrar en es-

    tos pequeos pedazos de historia dejados atrs. Deesta manera, tal vez podamos recuperar parte de las

    ciudades olvidadas.

    Notas

    1 Directores de PABA-Proyecto Arqueolgico del Bajo

    Azcar, Universidad de Texas en Austin-IDAEH-Instituto

    de Antropologa e Historia, Guatemala.

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    2 Guatemaltequismo que se usa para referirse a los

    saqueadores, principalmente en el Petn. Viene de la pa-

    labra weech(geche) que, tanto en maya yucateco como

    en itz, significa armadillo, el que hace hoyos, perforador.

    Por su analoga con la accin de escarbar, excavar o hacer

    hoyos (Carlos H. Lpez, Voses de Guatemala, p. 344).3Los resultados de esta visita se publicaron en 1964:

    Noreste del Petn: un nuevo sitio y un mapa arqueo-

    lgico regional, Estudios de Cultura Maya, vol. 4, pp.

    99-118, y en 1965 en el Boletn del IDAEH, Vol. XIII, N.

    1, pp. 47-61, Guatemala. Para 1962 el sitio estaba prc-

    ticamente intacto con slo dos excavaciones ilcitas visi-

    bles. Con permiso del Gobierno de Guatemala, en dos

    das, Gatling y Adams realizaron un mapa esquemtico

    y algunos pozos de sondeo para determinar su principal

    periodo de ocupacin (Richard Adams, Noroeste del

    Petn, pp. 4-5).4 Su apogeo fue entre los aos 390 y 540 d.C.,

    pero su secuencia de ocupacin abarca por lo menosdesde el ao 900 a.C. hasta el 800 d.C. En Ro Azulse encuentra la estructura G-103 que es uno de losedificios mejor preservados del Preclsico (Fred Val-dez Jr., Archaeological Investigations y Religionand iconography). Los murales de las tumbas da-tan de entre 450 y 535 d.C.

    5En Ro Azul se han encontrado textos esculpidos

    en estelas, en piezas porttiles, pintados en cermica yen los muros de las tumbas, modelados en estuco al ex-

    terior de edificios y tallados en madera.6Liwy Grazioso Sierra, Variabilidad del glifo emble-

    ma de Ro Azul, El Petn, Guatemala, p. 71.7 Richard Adams, Ro Azul. An Ancient Maya City,

    pp. 5-6.8Ibidem.9La trinchera ms grande que se conoce es la trin-

    chera 6 excavada en el lado oeste de la estructura AII.

    Mide 25 m de largo por 1 m 1.5 m de ancho y ms de

    16 m de altura. Los tneles y trincheras mayores fuerondocumentados por el Proyecto Ro Azul (Black y Potter,

    Architectural Recording, pp. 40-52, figs. 29-36).10 Ian Graham, Looters Rob Graves and History,

    p. 454; Black y Potter, Architectural Recording, p. 40.11Richard Adams, Ro Azul Project Reports N.1, p. 2

    y Ro Azul. An Ancient Maya City, p. 23; Ian Graham,

    Looters Rob Graves and History, pp. 454-455.12 Richard Adams, Ro Azul. An Ancient Maya City,

    p. XIII.13Adams et al., Proyecto Ro Azul, Informe Final de

    1983, pp. 25-26.

    14Kinal (BA-23) se localiza a unos 12 km al sureste.

    de Ro Azul (BA-21) y a 10 km al noroeste de Choch-

    kitam (BA-25). Si bien cuenta con elementos defensi-

    vos, se encuentra sobre una elevacin natural alargada

    rodeada por bajos lo que le da la apariencia de un sitio

    fortificado, su extensin abarca ms de 60 hectreas. Lasecuencia de ocupacin va del Preclsico Tardo al Clsi-

    co Tardo, 300 a.C. a 890 d.C. aproximadamente.15 IGN, 1973, cartas topogrficas Ro Santa Mara,

    hoja 2369 III y Vrtice Aguas Turbias, hoja 2369 II.16 En Kinal no se han encontrado altares, estelas ni

    murales, tampoco inscripciones jeroglficas. En 1990 se

    hallaron diseos esgrafiados en la Estructura 36 y fueron

    publicados (Gutirrez, La Estructura 36 de Kinal, pp.

    93-108). El edifico ms grande es de tipo palacio, ocu-

    pa un rea de casi 1000 m2y cuenta con 16 cuartos en

    la parte superior (Grazioso Sierra, Exploracin de una

    estructura mayor en Kinal, p. 110). La estructura ms

    alta mide 23 m (Ian Graham,Archaeological Explorations

    in El Petn,p. 34).17Este grafito fue publicado y parcialmente descrito

    por Graham (Archaeological Explorations in El Petn, p.

    38, figs. 25 y 26).18Adams y Valdez, Proyecto Regional Ixcanro Infor-

    mes 1 y 2: 1990-1991.19Tumba en la Pirmide de la Luna de Teotihuacan,

    Mxico y algunas de las catacumbas de Roma, Italia.20Hay varios ejemplos como el Templo Rosa Lila en

    Copn, Honduras y varias cuevas prehistricas de Euro-

    pa, como la de Altamira en Espaa.21Como la cueva al interior de la Pirmide del Sol en

    Teotihuacan y la Tumba 104 de Monte Albn en Mxi-

    co, los tneles en las subestructuras del Grupo G (5E-II)

    en Tikal, Guatemala o la Cueva de Lascaux en Francia,

    entre otros. Un ejemplo reciente es la tumba de Pacal en

    Palenque que fue cerrada hace ms de cinco aos preci-

    samente por el deterioro que estaba sufriendo y actual-

    mente su acceso es sumamente restringido.22Las tumbas 1 y 12 que haban sido saqueadas y la

    tumba 19, excavada por el Proyecto Ro Azul.23La estructura 7 del sitio BA-34, que en 1991 estaba

    intacta (Grazioso Sierra,Exploraciones en BA-34, un gru-

    po residencial maya Clsico Tardo en el noreste de Petn,

    p. 30), tiene en la actualidad una trinchera de saqueo, lo

    que demuestra que hubo excavaciones ilcitas despus

    de esa fecha. En el reconocimiento efectuado en el rea

    cercana al campamento en 2005, se encontraron un pico

    y una pala abandonados tras ser utilizados en un sa-

    queo. La herramienta perteneci al Proyecto Regional

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    Ixcanro y fue robada del campamento, lo que confirma

    que los saqueos de BA-34 son posteriores a 1991.24Catorce aos despus de la ltima temporada del

    Proyecto Regional Ixcanro, la Universidad de Texas en

    Austin reanud la investigacin en el rea. La primera

    temporada de PABAse efectu de marzo a abril de 2005.El proyecto est codirigido por Fred Valdez Jr. y LiwyGrazioso.

    25En Yaxha, a pesar de encontrase dentro de un Par-que Nacional con garita de regulacin y revisin parael ingreso y egreso, controlada por CONAP, se robaronrecientemente una estela (febrero de 2005) y han ocu-rrido otros incidentes similares con anterioridad.

    26The Norms of Quito,p. 1.

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    Cartas y documentos de ICOMOSque pueden ser tilespara la planeacin de un programa de restauracin y

    proteccin de zonas arqueolgicas:

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