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El testimonialista como configurador principal del personaje testimonial en Gregorio Condori Mamani. AutobiografaCallapia Galvez, Ronald Robert Junior120300041. IntroducinTomando la premisa axiomtica de Achugar: la doble voz en el discurso del testimonio, reflexionar cunto es que aporta cada voz en la configuracin del personaje testimonial. As, pues, revisar las aportaciones primordiales de cada voz y sus relaciones. Para esto usar teora del testimonio y algunos textos acerca del pensamiento andino.2. Gregorio, un personaje con dos vocesHugo Achugar menciona una caracterstica muy propia del testimonio, la doble voz: El testimonio latinoamericano contemporneo supone dos enunciaciones y, sobre todo, dos enunciados () la coincidencia del uno y del Otro, [ambas voces], en un mismo espacio. () Una narracin y dos enunciados, uno oral y otro escrito; dos individuos y quizs un [solo] sujeto. (Achugar, 1992: 64). Acoplo la palara un [solo] sujeto para enfatizar la configuracin de este sujeto. Siendo, el testimonio, institucionalmente aceptado como discurso literario, ya sea por los crticos o por los escritores en las relaciones constitutivas del campo literario regional (Garca, 2012: 379-380), ha de requerir las caractersticas propias de lo que es la prosa literaria. Victoria Garca cita una definicin de Beverley del testimonio: [El testimonio es] una narracin de largo de una novela o nouvelle, dicha en primera persona por un narrador que tambin es el protagonista real de los eventos que cuenta elevada al estatus de una forma importante, quizs dominante, de la narrativa en Latinoamrica (ibdem, 373).As, pues, vemos que la aceptacin del testimonio como gnero literario conlleva a definirlo como una variacin del gnero narrativo novela ya conocido. De aqu es que necesite de una extensin larga, un personaje, una trama, etc. Si es as, entonces, este personaje que se constituye no puede ser solo definido como un elemento de la novela como propone Beverley. Pero lo que se rescata de esta definicin es cmo es que vemos al testimonio: como un pariente muy cercano a la novela, que requiere de un personaje que configure un mundo, que necesite ser catalogado de simple o complejo, que pueda ser analizado por los crticos y tericos literarios, etc.En una necesidad de definir al personaje del testimonio, de otorgarle diferenciabilidad con respecto a los personajes de las novelas ficcionales o testimoniales, Achugar propone, como ya hemos visto, la doble enunciacin en un solo espacio, en un solo sujeto (1992: 64); una coparticipacin de los dos elementos productores del testimonio: el testimonialista (letrado solidario) y el testimoniante (ese Otro al que se le da voz).Entonces, se genera tambin una doble autora? Natalia Tobn propone que no, que solo hay un autor, el testimonialista (2008: 48-52). Este, pues, acta como mediador, el que tiene el papel intermedio entre dos los dos sujetos que complementan el sistema comunicativo del testimonio: el testimoniante y el lector. La participacin de este hombre letrado se manifiesta de muchas maneras: el trabajo editorial, la traduccin, la recopilacin de datos, la manipulacin de estas, etc. En resumen, todo aquello que se requiera para que se d de buen grado los pactos de comunicacin (ibdem, 63-65).En esta manipulacin necesaria de los datos, del testimonio en bruto, es que aparece la la voz pensada del editor (testimonialista) que se entremezcla en la voz narrativa del testimoniante (ibdem, 53). Esta voz pensada participa en dos niveles que le dan carcter propio al testimonio: darle narratividad y darle funcionalidad poltica. En el primer nivel, el hombre letrado le da hermenutica, una interpretacin que da forma novelesca al testimonio (ibdem, 54). La narrativiza de tal modo que parezca una novela. Esto implica darle un hilo narrativo (lo que obliga podar las desviaciones narrativas que suelen hacer los testimoniantes), darle orden cronolgico, separarlo por captulos, estetizar el lenguaje, etc.En el segundo nivel, la intromisin es ms apegada al origen del testimonio como discurso necesario en Latinoamrica. En este nivel se entiende al testimonio comoun espacio discursivo donde se representa la lucha por el poder de aquellos sujetos sociales que cuestionan la hegemona discursiva no de los letrados en s, sino de los sectores sociales e ideolgicos dominantes y detentadores del poder econmico, poltico, cultural y social que han controlado histricamente la ciudad letrada. (Achugar, 1992: 59-60).Dndose esta misin, derrocar el discurso hegemnico y presentar una nueva historia desde el Otro (ibdem, 56), el letrado testimonialista toma la tarea de guiar el testimonio en bruto al cumplimiento de esta. As, pues, la voz pensada cumple una doble funcin: ejemplarizante, porque a travs de exponer la vida del testimoniante como ejemplo de una vida que desconocemos, la del marginado; y denunciatoria, porque se denuncia la despreocupacin del Estado centralista en un territorio que vive a su suerte (ibdem, 60-62). Intentar separar los dos enunciados que fluyen, aparentemente, en una misma voz en el discurso del testimonio latinoamericano es innecesario, debido a su imposibilidad (Tobn, 2008, 55). Pero, aun as, de esta doble voz, se puede extraer caractersticas textuales (ya sean indirectas o directas) que nos d pie a identificar cul le pertenece propiamente al testimoniante o cul al testimonialista. A partir de esta identificacin, se puede, de alguna forma, saber cunto influye cada participante de este discurso testimonial en la configuracin del personaje que aparece ya construido.Sentmonos, entonces, en el texto testimonial Gregorio Condori Mamani. Autobiografa de los autores: Ricardo Valderrama y Carmen Escalante. La pregunta sera: hacia dnde se desliza ms la balanza en la participacin de configuracin del personaje testimonial (Gregorio). En el testimoniante o en los testimonialistas? Yo me inclino a que son los testimonialistas quienes terminan configurando ms activamente al personaje.Si podemos hablar de roles en la elaboracin del testimonio, podramos decir que el testimoniante se encarga de dar todo el producto en bruto: el testimonio en s, ser un sujeto ejemplar (implica tener una legua, estabilidad socioeconmica y haber vivido en una determinada poca ejemplar) y su visin andina. Por otro lado, el testimonialista es quien cumple toda la interpretacin de este producto, lo vuelve digerible para el lector, cumple la funcin poltica que es rasgo inmanente en el testimonio; es editor (en el trabajo de acomodacin, manipulacin y discriminacin de datos), etc. De esta manera notamos que mientras el testimoniante tiene un rol pasivo; el testimonialista, un rol activo. 3. El testimonialista en Gregorio Condori MamaniLa participacin del hombre letrado en la elaboracin del discurso es diversa, como ya hemos visto sobre su manipulacin. Entre ellas, retricamente, encontramos al efecto de oralidad/verdad, que consiste en generar, a travs del discurso, la sensacin de que la historia est siendo relatada oralmente, lo que implica en el lector la creencia indudable que lo que lee es verdad, que ha ocurrido en la vida real. (Achugar, 1992: 65).En Gregorio podemos notar claramente en todo el discurso el efecto de oralidad/verdad. Lo notamos no solo por el hecho de que est relatado en primera persona, sino porque los testimonialistas, en la labor de editor, colocaron el texto original en quechua. Es evidente que este tambin ha sido modificado, quitndole posiblemente muletillas y desviaciones del tema. Adicionalmente, adems, colocan otra oralidad (lo que ayuda a dar mayor efecto de veracidad), me refiero a la participacin de la esposa de Gregorio, la voz de Asunta.Esta labor editorial pertenece a la funcin hermenutica del testimonialista sobre el testimonio en bruto. Adems de esta labor, encontramos la paratextualidad usada en el prefacio (por Tom Zuidema), en la nota preliminar y en la portada del libro. El primero cumple la tarea biogrfica de Gregorio; se describe objetivamente su vida y algunos conceptos que tiene el testimoniante (los mitos, la vida moderna, el ayni y el cristianismo). La nota, escrita por los testimonialistas, relata cmo es que estos conocieron a Gregorio; adems, se mencionan aclaraciones, la historia de la elaboracin del texto, algunos datos que contextualizan a Gregorio, etc. Estas dos primeras secciones paratextuales ayudan a ubicar a Gregorio como un hombre real en un mundo tambin real: Esta es la historia autntica de Gregorio Condori Mamani y de Asunta su mujer (1977, 13). Se nota, de esta manera, cul es la funcin principal del prefacio y de la nota preliminar: coordinar un pacto testimonial entre el texto y el lector, en donde este ltimo otorgar legitimidad a los relatos (Tobn, 2008: 63-64).La portada del libro cumple una funcin centralista del sujeto testimonial, en donde el ttulo, Gregorio Condori Mamani. Autobiografa, es el centro de un cuerpo celeste; y los dems elementos (autores, colaboradores, nombre de la editorial) son los satlites insignificantes que giran alrededor del ttulo. As, pues, la portada cumple la funcin de centrar toda la atencin del lector en el personaje testimonial, en enfocar toda la lectura del texto en l. Se afianza as, ms an, el efecto de veracidad.Otra funcin que cumple el testimonialista es la de ser traductor. Esto lo vemos en el discurrir paralelo entre la versin directa en quechua y la versin, traducida por quechuahablantes, en espaol. Este efecto de libro bilinge influye en el lector en la razn de querer, si quiere, verificar que lo que dice el testimoniante en espaol corresponde a la voz original. Pero lo ms creble es que esta formalidad sirva para afianzar ms el efecto de oralidad/veracidad. Adems de este paralelismo discursivo, los testimonialistas, en el prefacio, escriben lo siguiente:El hecho de ser el runa simi nuestro idioma materno, ha facilitado que la traduccin al castellano resulte lo ms cercana posible al texto quechua, conservando as la forma muy peculiar de expresarse de los bilinges andinos de la zona. Las personas que lean el texto quechua podrn tener de l su propia interpretacin, porque consideramos que nuestra traduccin no es la nica ni la ms perfecta. As mismo en la versin castellana conservamos palabras en quechua que necesitan nota al margen, por lo que se aade un glosario (1977:15).Se mire por donde se mire, todos los elementos que podemos sacar de esta cita son para afianzar siempre el efecto de oralidad/veracidad. Se describe as las licencias que se tiene para la traduccin, como la necesidad de incorporar un glosario para los lectores. Lo ms rescatable es que los traductores sean los mismos testimonialistas; esto resalta posiblemente porque la gran mayora de testimonialistas son hispanohablantes o de lenguas extranjeras. As, pues, surge un mayor acercamiento con el testimonio en s, lo que conlleva a un mayor acercamiento con la veracidad de lo ledo.El acto de narrativizar el discurso testimonial es un elemento que corresponde a la labor hermenutica del testimonialista. En Gregorio lo vemos de la siguiente manera: primero, la ordenacin cronolgica y lineal de la historia del testimoniante. Esto da el efecto de que Gregorio est narrando y narrando su vida sin parar, en ese orden que nos propone el discurso. Nos rememora su infancia, su bsqueda incansable de un trabajo y estabilidad con amos que lo cuiden, su vida como movilizable y luego soldado, su estancia en la crcel, sobre su adultez y sus esposas, y su vejez como cargador. Todo esto en una secuencia que se asemeja a la autobiografa. Todo en un orden cronolgico siguiendo una lnea narrativa que no se va por desviaciones.Junto con este hilo narrativo, los editores-autores fragmentan el discurso en captulos: Gregorio (12) y Asunta (4). Estas fragmentaciones, propias del discurso novelesco, tienen unidad independiente como cada pasaje de su vida. Sirven para limar las desviaciones que pueden perjudicar al hilo narrativo, adems que apoyan ms a dar ese efecto de fases de su vida. Algunos captulos s aparecen como fragmentos totalmente independientes en la lnea cronolgica (es el caso del captulo VII, en donde se narra el mito de Inkarrey).Podemos clasificar, en el hilo narrativo, a los captulos de la siguiente manera: Niez/bsqueda de estabilidad (I y II); Como movilizable y soldado (III, IV, V y VI); Fragmento independiente (VII); Estada en la crcel (VIII); Estabilidad matrimonial/bsqueda de formar una familia propia (IX y X); Situacin laborial (XI); y Vejez/cargador (XII). El testimonialista, de esta manera, cumple una funcin hermenutica sobre el testimonio en bruto. Se encarga de acomodar, manipular, sesgar y ordenar los datos primarios, pero tambin se encarga de interpretarlos. Esta accin conlleva a que el discurso finalizado, ya como libro, sea un discurso interpretado de una primera interpretacin (la de Gregorio con su tradicin). Para que al final, el texto terminado pase a las manos del lector para que ahora este lo reinterprete. Formndose as una cadena de reinterpretaciones, o en un tringulo interpretativo como hace referencia Natalia Tobn (2008: 57).Esta interpretacin que realiza el testimonialista es la manipulacin ms cercana que tiene su voz pensada al momento de fusionarse con la voz del Otro. Aqu, pues, es que se da a saber la doble funcionalidad poltica del testimonio, ejemplarizante y denunciatoria. Como explicamos anteriormente, la funcin de escoger un personaje ejemplar, que demuestre esa otra vida que desconocemos, es una actividad primordial en el testimonialista. En el caso de Gregorio, notamos claramente que cada pasaje es ejemplar. El personaje es ejemplar, no cualquiera. Su vida es ejemplar en el sentido de ser el prototipo ideal para la segunda funcin, la denuncia social. Se narra captulos que muestran directamente ese sentimiento de injusticia tras la despreocupacin de un estado centralista. La denuncia puede ser interpretada de la siguiente manera: contra la modernidad (Gregorio se asusta al ver un avin, lo compara con el alqamari, ave gigante con cabeza de cndor y pies de llama; Cap. II); contra el sistema de salud (se le muere un hijo y sus anteriores esposas por culpa de las negligencias mdicas; Cap. IX); Incomprensin y discriminacin de la cultura quechua (no asciende militarmente porque no sabe espaol, no hay preocupacin por enterrar cristianamente a los fallecidos); contra el sistema militar (Enlistar con engaos a los quechuas para ser soldados, sin ninguna garanta para su futuro); contra el Estado (despreocupacin por el hombre andino que vive al margen de la sociedad, que peligra a morir solo tras una dura vejez), y as podemos seguir enumerando las denuncias.Dentro de esta seleccin de pasajes que cumplen la funcin poltica del testimonio, se debe agregar la de presentar a un personaje tal cual. Que d a apariencia de hablar libremente sobre sus tradiciones y visin andina. Es aqu que llega la contribucin del mismo testimoniante.4. El testimoniante en Gregorio Condori MamaniGregorio, como persona real, es el encargado de otorgar al testimonialista el material primario para el testimonio: el testimonio en bruto. Este consiste en un conjunto de grabaciones que se han hecho da a da para poderse rescatar aquello que vaya de la mano con el ideal del testimonialista. Estos elementos pueden ser pasajes de vida, ancdotas, puntos de vista, elementos, etc. Es as que podemos reflexionar acerca de la participacin del testimoniante en la elaboracin del discurso del testimonio.Como ya dijimos, su participacin es totalmente pasiva. Pero no por eso deja de ser importante, es la primera masa testimonial lo que nos otorga; aquella que pasar en la mquina modernizadora del hombre letrado. Entonces, Gregorio aporta algo ms que sus grabaciones? La respuesta es que s. Esto lo digo en el sentido de que lo que aporta es totalmente diferente a lo que puede aportar otra persona. Dentro de sus grabaciones se tiene: una lengua diferente, un punto de vista diferente, una cronotopo totalmente diferente a cualquier otro personaje.Creo que tanto el cronotopo y la lengua, si bien pertenecen solo al personaje testimonial, van muy ligados a la funcin ejemplarizante del testimonialista. Es este el que busca al testimoniante que tenga caractersticas particulares (ser quechuahablante monolinge y vivir en una situacin precaria en un determinado tiempo ejemplar). As, pues dejar estas dos categoras propias del testimoniante de lado, ya que las atribuyo como elementos que son escogidos por el hombre letrado para sus fines ideolgicos en la elaboracin del testimonio.El otro elemento, que se escapa de las manos del testimonialista, es el de la visin andina del mundo. Aqu, pues, se forman la estructura conversacional en la narracin y las narraciones de relatos mticos, muy relacionados a la situacin econmica-social del testimoniante. Sobre el primer concepto, estructura conversacional en la narracin, debemos tomar en cuenta en la teora del testimonio, la negacin de monlogo de parte del testimoniante. En el ttulo del testimonio de Gregorio est inscrito el trmino Autobiografa, dicha definicin para la obra es incorrecta y la explicacin de ello es innecesaria. Pero se entiende la colocacin de dicha palabra en el ttulo, pues para ese entonces (1977) no se tena an definido al testimonio como gnero. El testimonio se caracteriza por tener una estructura conversacional que requiere siempre de un interlocutor que asienta lo que uno dice; es una narrativa conversacional (Manheim, 1999: 50). Pero esta caracterstica suele ser, casi siempre, manipulada por el testimonialista para convertirlo ms a una narrativa autobiogrfica, con tez de monlogo. Es as que, por ms que en su forma el discurso testimonial de Gregorio no identifique al interlocutor t, no se debe olvidar que siempre el oyente est, tanto para la funcin comunicativa de la narracin como para la funcin conceptual que tiene el hombre andino al tomar el papel de narrador de historias, la de dar a conocer una tradicin que representa a su comunidad (Manheim, 1999: 50).El segundo elemento son las narraciones mticas que aparecen en el testimonio de Gregorio Maman. Ahora, analizar uno de los relatos mticos, como ejemplo de lo que el testimoniante da a conocer, sin que el testimonialista pueda manipular. As, menciono el relato mtco que narra la aparicin, en las tierras que para ese entonces habitaba Gregorio, del avin (1977, 30- 31). Este simbolizaba para los pobladores aquel alqamari con cabeza de cndor y pies de llama para avisar la llegada del fin del mundo (1977: 30). De aqu se rescata la relacin fuerte de credibilidad que tiene el hombre andino hacia sus creencias mticas, y la espera de que muchos mitos mesinicos se hagan realidad, como la venida del Inkarrey, y en este caso la venida del alqamari. Formalmente, en el relato, podemos visualizar la dinmica del narrar cuentos o mitos en el mundo andino. La aparicin siempre de una contextualizacin del momento del enunciado: Un da, en tiempo de la era, nosotros estbamos trabajando ente doscientos a trescientos hombres (ibdem, 30). Luego, llegamos al cuerpo en s del relato; y por ltimo se vuelve al momento presente de la enunciacin: Tambin antes del tren (aqu comienza otro relato, por lo que vuelve al presente) (ibdem, 31).

5. ConclusionesYa hemos visto los roles y aportes de las dos voces en el testimonio de Gregorio. Hemos visto que el testimonialista tiene una participacin activa, mientras que el testimoniante, pasiva. Este, pues, solo se encarga de otorgar la materia prima para que luego el hombre letrado acomode, segn sea sus intenciones ideolgicas, el testimonio en bruto.Producto de esta manipulacin, se genera un personaje (exigido por su parecido novelesco) que viene a ser gracias al testimonialista por darle voz (como dice Achugar); pues, sin el hombre letrado no llega a ser. Y el testimoniante viene a ser solo un ente marginado, que sirve de medio para los fines ideolgicos del testimonialista.No por esa pasividad del testimoniante, pierde totalmente su identidad. Todo lo contrario, lo que el hombre letrado quiere es conservarla a su mxima plenitud, pero siempre al margen de sus intenciones ideolgicas.Por la cantidad de roles elaborativos en la produccin del testimonio y por darle en s la forma del testimonio institucionalizado por la crtica y los escritores, el testimonialista viene a ser el ente configurativo primordial en la construccin del personaje testimonial. Y el testimoniante real si bien es pieza clave, no es necesario en s mismo, en otras palabras: puede ser reemplazado.

6. Bibliografa

GARCA, Victoria (2012). Testimonio literario latinoamericano: una reconsideracin histrica del gnero. Exlibris 1, 371389.

TOBN, Natalia (2008). Una reflexin sobre la narrativa testimonial: Alfredo Molano y el narcotrfico, Bogot: Monografa de grado, Carrera de Literatura, Universidad de los Andes.

ACHUGAR, Hugo (1992). Historias paralelas/ ejemplares: La historia y la voz del otro. Revista de crtica literaria latinoamericana, 36 (1992): 51-73.

VALDERRANA, Ricardo [y] ESCALANTE, Carmen (1977). Gregorio Condori Mamani. Autobiografa. Cusco: Bartolom de las Casas.

GODENZZI, Juan Carlos (Comp.) Tradicin oral andina y amaznica. Mtodos de anlisis e interpretacin de textos. Cusco: Centro de Estudios Rurales Andinos Bartolom de las Casas, 1999.

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