Los preámbulos de la guerraLas causas de la guerra civilLa sublevación militar. 17-18 de julio de

1936De la sublevación a la Batalla de Madrid

(julio de 1936-marzo de 1937)De la Batalla del Norte a la Batalla del

Ebro (abril de 1937-noviembre de 1938)Ofensiva sobre Cataluña y final de la

guerra (diciembre de 1938-marzo de 1939)

Conclusiones

Al día siguiente de la victoria electoral del Frente Popular, Gil Robles (líder de la CEDA) y el general Franco (jefe del Estado Mayor) solicitan al presidente Alcalá-Zamora la declaración del estado de guerra. El presidente no accede a dicha petición.

Se está viviendo una creciente polarización política y social, común a gran parte de Europa pero que en España conducirá a una situación sin retorno a partir del comienzo del verano.

Unos sectores sociales se encaminan hacia soluciones autoritarias o fascistas, mientras que otros se inclinan hacia movimientos revolucionarios. El clima de enfrentamiento y violencia estaba creciendo a gran velocidad:

• Se suceden acciones de tipo revolucionario, protagonizadas por obreros y jornaleros: huelgas, ocupaciones de tierras, etc.

• Se aceleran las maniobras conspirativas de gran parte de la derecha con los militares, mientras el terrorismo falangista se dedica a desestabilizar mediante atentados contra líderes y locales de la izquierda.

El 12 de julio es asesinado el teniente Castillo de la Guardia de Asalto. En represalia, sus compañeros asesinan al político Calvo Sotelo, destacado miembro de la derecha española. El pretexto para la sublevación militar estaba servido.

La sublevación se inicia el 17 de julio en Ceuta y Melilla cuando el general Franco llega desde Canarias en el Dragon Rapide. Al día siguiente, la sublevación se extiende por España.

En los primeros días dicha sublevación triunfa en el Protectorado de Marruecos, Canarias, Sevilla, Cádiz y Algeciras, Córdoba, Mallorca, Galicia, Oviedo, Castilla y León, Zaragoza, Álava y Navarra.

PORTADA DE AHORA CON LOS ROSTROS DEL TENIENTE CASTILLO Y CALVO SOTELO

ASESINATO DE CALVO SOTELO

El desarrollo inicial de las operaciones militares, hasta el otoño de 1936 puede resumirse en los siguientes puntos:

• El ejército de África, bajo el mando de Franco, logra cruzar el Estrecho de Gibraltar gracias a las ayudas italiana y alemana. Este hecho permite la ocupación de gran parte de Andalucía y Extremadura en pocos meses. El Ejército de África es fundamental para los sublevados porque es el más preparado.

• El general Queipo de Llano ocupa el sudoeste de Andalucía y establece su cuartel general en Sevilla.

• El general Mola se apodera del norte, desde Navarra hasta Galicia por Castilla y León, pero no consigue conquistar la franja cantábrica desde Vizcaya a Asturias.

• La conquista de Badajoz permite unir los territorios ocupados por el ejército sublevado.

En el otoño de 1936, la República controlaba dos zonas incomunicadas entre sí: la franja industrial y minera del norte cantábrico (Asturias, Cantabria y Vizcaya), y la mitad centro-oriental de la Península.

Modelo de Junker alemánempleado en el paso del Estrecho

Tropas preparadas para elpaso del Estrecho

Queipo de Llano en RadioSevilla. Queipo de Llano desarrollóla guerra psicológica con sus emisiones radiofónicas

Moscardó en las ruinasdel Alcázar de Toledo

Mapa

El general Miaja

BATALLA DEL JARAMA BATALLA DE GUADALAJARA

A partir de ese momento, se optó por abandonar la ofensiva contra Madrid para comenzar una guerra de desgaste, que favorecía los intereses y propósitos de Franco de consolidar sus conquistas y aniquilar a los republicanos en los territorios que se habían ocupado.

No se trataba solamente de vencer militarmente, sino de eliminar todo lo relacionado con la República, incluidas las personas.

Además, con la guerra de desgaste pretendía consolidar su propio poder personal en el bando sublevado.

Ante la debilidad y el desánimo de la resistencia republicana la ofensiva franquista en Cataluña fue muy rápida. Barcelona cayó el 26 de enero de 1939. Días después el gobierno republicano se exiliaba en Francia. La conquista de Cataluña se culminó el 13 de febrero.

Madrid era el último objetivo. En la capital, a comienzos del mes de marzo, el coronel Casado, apoyado por muchos socialistas y anarquistas, se rebela contra el gobierno de Negrín y los comunistas, partidarios de la resistencia hasta el final, y asume el mando de un Consejo Nacional de Defensa que intentó, inútilmente, negociar la paz con Franco. El último enfrentamiento se produjo en las calles de Madrid entre comunistas por un lado, y socialistas y anarquistas por otro.

Las tropas de Franco entraron sin ninguna dificultad el 28 de marzo.

El 1 de abril un parte de guerra declaraba oficialmente terminada la guerra.

La intervención militar extranjera fue fundamental en ambos bandos.

El ejército sublevado se caracterizó por su disciplina y la alta cualificación de sus mandos, mientras que el ejército republicano no disponía de suficientes mandos profesionales, además de sufrir las divergencias ideológicas entre los milicianos.

Como la sublevación no triunfó ni se sofocó rápidamente, derivó en una guerra civil.

La iniciativa en la guerra partió, casi siempre, del bando sublevado, mientras que el papel de la resistencia quedó para los republicanos.

Tras el fracaso inicial de ocupar Madrid, Franco optó por una estrategia en la que primaba el desarrollo lento de las operaciones para consolidar su poder en el bando sublevado, aniquilar militar y políticamente al adversario buscando la rendición incondicional y eliminar en los territorios ocupados cualquier rasgo de la República, así como sus principales protagonistas.

La estrategia de la República, una vez aceptada la dificultad de la victoria, consistió en resistir todo lo posible, con la esperanza de que estallara la guerra mundial entre las democracias y los fascismos, en la que quedaría englobada la contienda española.