Guido Di Tella

Perón Perón 1973-1976

Objetivo: Analizar los sucesos económicos del periodo 1973-1976

El programa de reforma estructural

Gelbard. Nuevo Programa económico basado en el Acta de Compromiso Nacioal. “Pacto social”. 1973

Acuerdo entre la CGE (Confederación Gral Económica de la República Argentina), CGT y Ministerio de Economía.

Se fundaba por una parte en un conjunto de medidas de reforma estructural, y por el otro, en un plan de estabilización.

Fue más una declaración de propósitos de lo que en realidad se hizo.

Proyecciones sectoriales basadas en el empleo de técnicas de insumos- producto. No se dijo cómo los sectores habían de alcanzar dichas metas.

Explicitaba muy poco sobre el rol atribuido al mecanismo de precios.

Inclinación nacionalista. Se realizaron pocas expropiaciones en comparación al primer periodo peronista. Preferencia por el k local.

Distribucioncita. A través de la política de ingresos. Acuerdo tripartito “Pacto social”.

Solucionar el antagonismo permitiría llevar a una comunidad organizada provocando un cambio en la estructura social argentina.

40 leyes y acuerdos.

Las de carácter más económico referían al sector agropecuario: uso de la tierra i intervención del Estado en as exportaciones agropecuarias.

Sector Industrial. Protección industrial, desarrollo de la pequeña y mediana empresa, promoción de la nueva industria, inversiones extranjeras.

Exportaciones industriales y comercialización con el bloque socialista.

Reforma financiera y fiscal.

Organización del sector del Estado

Control de precios y ganancias.

Leyes de carácter social.

Organización de sindicatos, regulación de los contratos de trabajo, seguridad social.

Leyes referentes a la industria y a la inversión extranjera: Protección a la producción local. Promoción de nuevos proyectos locales, estimulo de las pymes. Regulación de las inversiones extranjeras.

Medidas proteccionistas para frenar la competencia externa. Exportaciones industriales. Fijar para cada producto una protección efectiva y rebajar de exportaciones, con el fin de equiparar los costos locales con los internacionales.

Subsidios a proyectos de interés nacional. Que no compitieran con industrias ya existentes, instaladas fuera de zonas desarrolladas.

Apertura del comercio.

El Banco Central tendría la facultad de determinar la oferta de dinero (no así con la demanda).

Política de control de precios.

Ley 20.680/73

Facultaba al gobierno afijar precios máximos y mínimos. Intervenir en el mercado primario. Prohibir exportaciones imponer la producción de bienes esenciales. Imponer sanciones penales.

Principal instrumento del PS inicial.

El índice de los precios mayoristas marchó a la zaga del minorista, esto se tradujo en aumentos mayores en los precios al menor.

La congelación de precios duró 2 años. Congelamiento de salarios. Estas medidas fueron efectivas al principio, principalmente por el temor a los acontecimientos políticos. La juventud peronista creó grupos voluntarios de supervisión.

Cap V “Las políticas económicas de corto plazo”

Junio-diciembre 1973. Políticas económicas iniciales

Política de concertación “pacto social”. A través del congelamiento de precios y salarios.

El congelamiento de precios incluía una reducción real de los mismos para un grupo seleccionado de 570 firmas presumiblemente oligopólicas, como para un grupo seleccionado de productos, carne vacuna y textiles. Para las firmas y productos restantes los precios fueron congelados en el nivel en que estaban. Se crea la Secretaria de comercio, comisión especial de vigilancia.

En cuanto a los salarios. Serían congelados durante dos años. Después de un aumento inicial de 200 pesos por mes. Se suponía que así se compensaría la disminución de os salarios en términos reales.

Uno de los factores que contribuyeron al éxito inicial de la congelación de precios y salarios fue el hecho de que muchas firmas habían efectuado aumentos de precios por anticipados. Pudiendo absorber el aumento de salarios exigido. La medida afecto más a aquellas empresas que empleaban mas mano de obra y que , presumiblemente eran la base de apoyo de la coalición gubernamental. De todas maneras se tuvo la impresión de que había surgido un gobierno dotado de fuerte poder de arbitraje y cada sector había recibido una parte bastante aceptable del ingreso.

La mejor indicación del éxito inicial consistió en el movimiento descendente de las cotizaciones en el mercado negro en los primeros meses del año, bajo entre 12,5 a 10 por dólar, o sea, al nivel del tipo de cambio oficial.

Otro factor que contribuyo fue el considerable mejoramiento de la situación internacional. Durante el 73 se alcanzo un record de exportaciones de 3.266 millones de dólares. Las importaciones decrecieron substancialmente en términos reales.

Los ingresos del gobierno se elevaron, en parte por efecto de las reformas fiscales, pero más aun por el efecto de a estabilización de los precios, que evito la reducción real de los ingresos que provocaba en el pasado el rezago fiscal.

Disminución del desempleo, pero hasta 1974 se mantuvo en un 4,5 %.

Como política transitoria y bastante excepcional, el pacto social había demostrado su validez, por lo menos para contener las expectativas de inflación. Hacia fines del año, la revisión de la situación internacional y las políticas expansionistas locales empezaron a crear algunas de las primeras nubes en el horizonte. No estaba claro si la congelación de precios debía ser entendida como una política permanente o como habría de seguir. Este problema resultaría crucial, ya que fie el escollo de todo el programa.

Enero-septiembre 1974: los crecientes problemas.

Para fines del 73 empezó a tornarse claro que los precios relativos en vigencia desde el momento de la congelación estaban lejos de configurar una conjunto racional o, por lo menos, capaz de asegurar un funcionamiento sin sobresaltos de la economía. Quienes había reajustado los precios antes de la congelación habían logrado obtener buenas ganancias, en tanto que aquellos que no lo había hecho, o habían sido mas moderados, se veían perjudicados, como también aquellas industrias que dependían más fuertemente de las importaciones para su producción.

Algunas empresas empezaron a incurrir en perdidas, a reducir o detener totalmente la producción, y otras a violar los controles de precios , cobrando la diferencia en dinero negro.

Para el 74 era evidente que sería necesario flexibilizar los precios. Esto significaba abandonar el objetivo de inflación cero y una reanudación de los aumentos de los precios, lo que suponía crear expectativas de inflación.

El gobierno anunció que el mayor costo de los artículos importados podría ser transferido a los precios, decisión que fue cancelada antes de que entrara en efecto y substituida por una revaluación de la moneda para una lista selectiva de productos importados, principalmente materias primas. Esto implico un subsidio a las importaciones.

Decisión aceptada por los apremios de los dirigentes de la CGT, a cuyo juicio el pacto social era una traición y no se debía soportar aumentos de precios sin pedir uno de salarios.

Durante el 74 se torna necesaria cierta flexibilización. Los precios aumentaron un 3 % y empezaron a escasear algunos productos.

Se dio una presión sindical, con lo cual se otorgó un nuevo aumento del 20%. Gradualmente esto provocó una elevación de los precios en un 10,4%.

La tasa de desocupación, después de haber declinado alrededor del 5% en la 2da mitad del 73 al 2,5 en el 74.

Se da un vuelco en la situación externa por el aumento de los productos importados del 35%.

No obstante, los aumentos de precios y la inversión de la situación externa no alteró el tipo de cambio. Ello significo una sobrevaluación gradual de la moneda, un aumento de las importaciones y una gran pérdida de reservas.

El gobierno actuó de acuerdo con una exagerada interpretación costitsta de la inflación, aumentado la cantidad de dinero en circulación, así como los gastos corrientes y el número de empleados públicos, y llevando adelante los proyectos de inversión como si no fuera necesario considerar el rol de la demanda.

La congelación de los precios salarios, capaz inicialmente de disminuir las expectativas inflacionarias, fue mantenida demasiado tiempo. Más aun cuando la situación externa se invirtió y los precios de importación subieron drásticamente, el gobierno, en vez de adoptar una política de precios flexibles y una política monetaria restrictiva, hizo lo contrario. La congelación deterioró la rentabilidad del sector empresarial y el nivel de la inversión, creando escasez general. La más grave fue la escasez de moderna extranjera, resultante de recalentar la economía y mantener una tasa del tipo de cambio congelada.

Una congelación de precios es una política que solo puede adoptarse en un momento para contrarrestar expectativas, sin embargo, solo se la puede emprender en forma temporaria, pues de no ser así provoca un alto grado de rigidez y de efectos a largo plazo perniciosos.

Septiembre del 74- mayo del 75: flexibilización y restricción financiera.

La muerte de perón determino una disminución significativa de la capacidad de arbitraje del poder ejecutivo.

Isabel Perón se identifico con el ala derecha, aplicando una línea económica ortodoxa que procuraba doblegar el poder sindical.

Los grupos empresariales y políticos propusieron dos enfoques distintos. Uno subrayaba la necesidad de una política de precios flexible y el otro de la un enfriamiento general de la economía.

Mayores precios de importación y salarios más altos provocaron la disminución de la rentabilidad empresarial reduciendo y deteriorando la producción. Al mismo tiempo, la creciente violación de la congelación de precios y la frecuencia de transacciones de mercado negro crearon una gran cantidad de dinero producto de especulación que no

pagaba impuestos ni era registrado, situación que había de tener graves consecuencias en 1974.

Se permitieron muchos ajustes de precios. Los precios siguieron en ascenso, aumentando de un 12% en el último trimestre del 74 a un 25 en el primero del 75, a la vez que las expectativas de inflación aumentaban. En noviembre se aumentaron los salarios un 13%, y se permitió que eso fuese trasladado a los precios como parte de una política de aumentar, o por lo menos de no disminuir las ganancias empresariales.

La nueva política procuro mantener la tasa cambiaria congelada como manera de controlar la inflación.

El peso fue finalmente devaluado de 10 a 15 pesos por dólar.

Fines del 74, el problema no era tanto de precios relativos como de precios absolutos, es decir, precios de los productos en comparación con los precios de los insumos, tanto en el caso de los bienes agropecuarios como en el de los manufactureros.

Los distintos grupos afectados presionaban para obtener lo que llego a denominarse la “flexibilización” de la economía.

Los futuros caminos alternativos eran la flexibilización y la restricción financiera

Se puso en marcha un riguroso programa de disminución de los gastos corrientes del gobierno, en especial lo de personal. Disminución de programas oficiales como el plan de viviendas económicas.

Se buscaba a que el capital extranjero constituyera de nuevo una fuente importante de inversiones. Con ello se procuro compensar la reducción de la inversión estatal, pero quedo as a nivel de deseos q de realidades.

Las medidas debieron haber sido adoptadas mucho antes, cuando hubo que aplicarlas fue preciso hacerlo de manera mucho más drástica y brusca.

Junio-agosto de 1975: el drástico ajuste.

La devaluación y el aumento de salarios habían creado presiones inflacionarias inducidas por los costos. Estos episodios provocaron una especulación desestabilizadoras en el medio cambiario, acrecentando la brecha entre las tasas del mercado negro y e oficial.

El cambio se opero en junio, al designarse como ministro de economía a celestino Rodrigo.

El gobierno devaluó el peso de 15 a 30 pesos por dólar. Los precios de los bienes públicos aumentaron en mucho casos mas del 100%, la nafta aumento el 200%, se dio un aumento salarial menor al 40%. El gobierno pretendía que se desplazasen a los dirigentes sindicales por lo insostenible de la situación. La inflación aumento del 74,2 de los 12 meses anteriores a mayo, a 954% durante el resto del año.

Las negociaciones salariales entabladas durante la gestión anterior fueron suspendidas. Lo que probablemente constituyo las razones del fracaso del programa,

ya que la devaluación y los aumentos de lo precios se dieron en el marco de esas negociaciones.

Finalmente los sindicatos se movilizaron sus fuerzas.

La oposición de los sindicatos podía acarrear la caída del gobierno, lo que los hacía dudar, ya que dudaban de que fuese necesario llegar tan lejos. Se logro un aumento salarial de una media de 160%.

La cantidad del circulante disminuyo como consecuencia de la drástica disminución de la demanda de dinero.

El sistema fiscal se desorganizo y la actividad industrial fue gravemente afectada, aunque las empresas se vieron beneficiadas por la disminución de las deudas. El sector agropecuario siguió declinando. La economía oscilo etre los peligros de la hiperinflación y la recesión.

Agosto de 1975- enero 1976. En enfoque gradualista.

La inflación, que en ese momento llegaba al 10 % por mes, no fue vista como una consecuencia del desequilibrio monetario, sino en las luchas entre grupos y dentro de ellos. Las cuales eran exacerbadas a su vez por la inflación, y por sus efectos desiguales sobre los distintos sectores, fundamentalmente debido a los adelantos y atrasos en mantener sus reivindicaciones al ritmo del proceso inflacionario.

Una de las peores consecuencias del shock anterior fue la pérdida de poder de arbitraje por parte del gobierno.

Enero-marzo de 1976: el fin

Los militares habían llegado al punto en que su estrategia consistía en dejar que la situación se deteriorara hasta que nadie pudiese discutir la necesidad de un golpe.

Coexistencia de condiciones recesivas y fuertes presiones inflacionarias, asociado todo ello a expectativas de desestabilización política.

La pérdida de autoridad del gobierno, la conducta anárquica de los miembros de la coalición y el muy alto nivel del aumento de los precios crearon una sensación de caos y desastre inevitable. La oposición, tanto económica como política (con exclusión de la ucr), contaba con el apoyo de las fuerzas armadas, creando así el clima político necesario para el golpe militar, q se produjo finalmente el 24 de marzo.

Adolfo Canitrot: “La disciplina como objetivo de la política económica”

El autor destaca que para los años setenta los distintos sectores sociales y políticos compartían un “mito” acerca de la argentina. La creencia de que el país estaba destinado a una grandeza innata que había sido frustrada (cada sector tendrá sus argumentos y creencias). En esta creencia compartida entraba la convicción de la necesidad de llevar adelante “cambios profundos”.

A su vez, sostiene que los proyectos de estabilización económica que implantaron los golpes militares del ´76 en Argentina en el 76 (y de Chile y Uruguay en el 73 y 74 resepctivamente) no fueron proyectos destinados a la estabilización de los problemas inflacionarios y de la balanza de pagos. Tuvieron como objetivo central la transformación de la estructura económica dichos países.

Para esclarecer este punto detalla el diagnóstico que el establishment liberal hacía respecto a la situación económica nacional:

El diagnóstico liberal supone que el mercado (exento de interferencias) es el más eficiente asignador de recursos. La incorporación de una política industrialista y el aumento de la intervención estatal generan una distorsión de los precios relativos internos.La incorporación de aranceles protectores permitió la supervivencia de industrias. En paralelo el sector agropecuario (con ventajas comparativas) debió volcar sus ingresos al sostenimiento del aparato industrial. La fuerte presencia de un movimiento obrero y organización sindical mantuvo un elevado nivel de salarios reales durante dicho período. A su vez el Estado invertía recursos en burocracia estatal, subsidios y compra de activos públicos (empresas de servicios, etc).La resultante de estos elementos es el constante son los reiterados períodos inflacionarios y la inestabilidad económica del período.

Las disposiciones generales del plan económico se proponían liberalizar la economía en todas las áreas. La reestructuración económica traería “secundariamente” el fin de las alzas inflacionarias y la inestabilidad.

- Fijar un nivel de salarios reales- Eliminación de las retenciones a las exportaciones agropecuarias- Reducción progresiva de los aranceles a la importación- Eliminación de subsidios a las exportaciones no agropecuarias y aumento de

tarifas de servicios públicos- Liberalización de los mercados cambiarios y financieros. Colocación de déficit

público en el mercado de capitales.- Reducción del gasto y empleo público. Reducción de activos estatales.

Este diagnóstico no era novedoso al ´76, sino que ya venía siendo pensado desde 1960.

“El plan económico de marzo del ´76 puede ser visto como la consecuencia lógica del diagnóstico precedente”

“La virtud del planteo del liberalismo económico consistió en demostrar a las Fuerzas Armadas que el esquema político-institucional que procuraban reemplazar estaba ligado estrechamente al ordenamiento económico que le daba sustento. En consecuencia la reforma económica era una condición necesaria de la reforma política. El plan económico fue justificado en tanto atiende, de ese modo, más que a objetivos económicos, a los objetivos políticos del proyecto de transformación de las Fuerzas Armadas. Se estableció así una doble relación: el plan económico aparece como dependiente del proyecto político pero a la vez como su condicionante”

El análisis parece ser que, los objetivos del liberalismo económico (existentes desde los años 50 y profundizados a partir de los 60) habían encontrado en el escenario político un contexto a partir del cual llevar adelante su proyecto. La capacidad que tenía el gobierno militar de introducir estas modificaciones era justamente lo que al liberalismo argentino le venía a faltar. La jugada fue, entonces, hacer pasar la reforma estructural económica como el punto de partida para acabar con los conflictos sociales y políticos.

Las dos líneas centrales del proyecto económico que entrará en vigencia con el golpe serán: la apertura de la economía y la reforma financiera.

El modelo del ISI generó una estructura económica de “dos sectores”. El diagnóstico liberal desprende de este modelo los recurrentes períodos de inestabilidad e inflación. Las soluciones posibles (desde esta lectura) eran:

- Reducir el poder adquisitivo de los asalariados (disminuir la demanda del mercado interno y reducir costos de producción) a través de acuerdos políticos.

- Las mismas reducciones mencionadas pero por el mecanismo inflacionario- Regulación del sistema en forma autoritaria