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108 GUION PARA UN SEMINARIO SOBRE APRECIACION DE ACTITUDES El guión que se expone se- guidamente se ha preparado de modo que sea aprovecha- ble no sólo en los cursos de formación de Agentes de Ex- tensión Agraria o en semina- rios de «reinformación» para los propios agentes, técnicos, monitores o administrativos, si- no también en actividades con grupos SEGES, planteles y alum- nos de Escuelas de Capacita- ción. En cada caso requerirá algunos ajustes consecuentes con las actividades concretas de las personas que participen. El contenido de este escrito puede servir de esquema para que la persona que actúe de animador efectúe la presenta- ción de cada una de sus partes. Por otro lado, su lectura ofre- ce al extensionista, como miem- bro de un servicio educativo, la posibilidad de reflexionar sobre el trabajo de conseguir que los agricultores y sus fa- milias se enriquezcan con nue- vos conocimientos, adquieran destrezas útiles que no poseen y cambien hacia actitudes que predispongan a cambios social- mente deseables. LOS PROPOSITOS Son lo que se espera obte- ner como resultado de la se- sión. También podrían llamar- se objetivos o metas; da lo mismo. Lo importante es defi- nirlos bien, incluso ante el gru- po, para que las personas coo- peren con el animador de la sesión en lograrlos provecho- samente. 1.° Poner de manifiesto el valor de las actitudes. Son un componente dinámico de la personalidad que adquiere un relieve extraordinario en los in- dividuos cuya actividad se ba- sa en ayudar a otros. 2.° Estudiar los modos y posibilidades de crear actitu- des convenientes, orientadas a que los agricultores y sus fami- lias obtengan la máxima efi- ciencia de nuestro servicio. 3.° Descubrir y definir un inventario de actitudes positi- vas y deseables en el extensio- nista. 4.° Ejercicios de aprecia- ción de actitudes. En ellos, se hará reflexionar a los partici- pantes en la sesión sobre sus propias actitudes para hacer sentir la satisfacción o la con- veniencia de cambio en cada caso. EL VALOR DE LAS ACTITUDES Las actitudes son facetas psi- cológicas que concretan y ca- racterizan nuestra personali- dad. Su compleja definición (véase cualquier diccionario ex- tenso), resalta su induda- ble incidencia en el modo de ser y actuar de las personas. Con frecuencia no somos cons- cientes de que poseemos un determinado repertorio de ac- titudes mediante las cuales comprendemos, juzgamos, es- timamos y actuamos dentro del contexto social en el que nos movemos. Sin embargo, cuan- do comparamos nuestras acti- tudes con las de otro grupo social, cultural o profesional es cuando nos damos cuenta de su posesión y quizá de las diferencias. Las actitudes no son hereda- das; como máximo, se hereda cierta predisposición a adquirir una actitud. Las actitudes van apareciendo paulatinamente a medida que la persona va al- canzando madurez, en primer lugar por la formación fami- liar y, a lo largo de toda la vi- da, mediante la influencia so- cial, de modo que se adquie- ren casi imperceptiblemente. Su valor reside, no obstante, en el efecto funcional que po- seen de adaptación a lo que nos rodea, en cuanto propor- ciona economía de esfuerzo, prestigio y seguridad psicológi- ca, entre otras ventajas. De un extensionisa con una actitud definida y clara hay que esperar una respuesta de- terminada ante las sensaciones producidas por los estímulos que el trabajo le proporciona. Por ejemplo, no es difícil supo-

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GUION PARA UN SEMINARIOSOBRE APRECIACION DE

ACTITUDESEl guión que se expone se-

guidamente se ha preparadode modo que sea aprovecha-ble no sólo en los cursos deformación de Agentes de Ex-tensión Agraria o en semina-rios de «reinformación» paralos propios agentes, técnicos,monitores o administrativos, si-no también en actividades congrupos SEGES, planteles y alum-nos de Escuelas de Capacita-ción. En cada caso requeriráalgunos ajustes consecuentescon las actividades concretasde las personas que participen.

El contenido de este escritopuede servir de esquema paraque la persona que actúe deanimador efectúe la presenta-ción de cada una de sus partes.

Por otro lado, su lectura ofre-ce al extensionista, como miem-bro de un servicio educativo,la posibilidad de reflexionarsobre el trabajo de conseguirque los agricultores y sus fa-milias se enriquezcan con nue-vos conocimientos, adquierandestrezas útiles que no poseeny cambien hacia actitudes quepredispongan a cambios social-mente deseables.

LOS PROPOSITOS

Son lo que se espera obte-ner como resultado de la se-sión. También podrían llamar-se objetivos o metas; da lomismo. Lo importante es defi-

nirlos bien, incluso ante el gru-po, para que las personas coo-peren con el animador de lasesión en lograrlos provecho-samente.

1.° Poner de manifiesto elvalor de las actitudes. Son uncomponente dinámico de lapersonalidad que adquiere unrelieve extraordinario en los in-dividuos cuya actividad se ba-sa en ayudar a otros.

2.° Estudiar los modos yposibilidades de crear actitu-des convenientes, orientadas aque los agricultores y sus fami-lias obtengan la máxima efi-ciencia de nuestro servicio.

3.° Descubrir y definir uninventario de actitudes positi-vas y deseables en el extensio-nista.

4.° Ejercicios de aprecia-ción de actitudes. En ellos, sehará reflexionar a los partici-pantes en la sesión sobre suspropias actitudes para hacersentir la satisfacción o la con-veniencia de cambio en cadacaso.

EL VALOR DE LAS ACTITUDES

Las actitudes son facetas psi-cológicas que concretan y ca-racterizan nuestra personali-dad. Su compleja definición(véase cualquier diccionario ex-tenso), resalta su induda-ble incidencia en el modo deser y actuar de las personas.

Con frecuencia no somos cons-cientes de que poseemos undeterminado repertorio de ac-titudes mediante las cualescomprendemos, juzgamos, es-timamos y actuamos dentro delcontexto social en el que nosmovemos. Sin embargo, cuan-do comparamos nuestras acti-tudes con las de otro gruposocial, cultural o profesionales cuando nos damos cuentade su posesión y quizá de lasdiferencias.

Las actitudes no son hereda-das; como máximo, se heredacierta predisposición a adquiriruna actitud. Las actitudes vanapareciendo paulatinamente amedida que la persona va al-canzando madurez, en primerlugar por la formación fami-liar y, a lo largo de toda la vi-da, mediante la influencia so-cial, de modo que se adquie-ren casi imperceptiblemente.Su valor reside, no obstante,en el efecto funcional que po-seen de adaptación a lo quenos rodea, en cuanto propor-ciona economía de esfuerzo,prestigio y seguridad psicológi-ca, entre otras ventajas.

De un extensionisa con unaactitud definida y clara hayque esperar una respuesta de-terminada ante las sensacionesproducidas por los estímulosque el trabajo le proporciona.Por ejemplo, no es difícil supo-

Representación gráfica que alude a la incidencia de las actitudes en laterminación de la conducta (adaptado de Newcomb y col.).

de-

ACTITUDESACTUALES

DELINDIVIDUO

SITUACIONACTIVADORA

ACTUAL

ner una actitud ante los pro-blemas del trabajo en Exten-sión que comporta los princi-pios de respeto al agricultoro el que la población ruralaprenda a descubrir y resolversus problemas.

Para que los participantesen la sesión obtengan una ba-se conceptual suficiente, pare-ce oportuno completar estaslíneas con la consulta biblio-gráfica de autores acreditadosen el tema, trabajo que resul-tará muy efectivo realizadopor grupos. Esta participaciónse ha de orientar al logro dedefiniciones y obtención deenfoques respecto al modo deabordar la posible erradicación,creación o modificación de lasactitudes.

Un planteamiento analíticodel tema es disociar las actitu-des en sus componentes, aun-que sin olvidar que están inser-tos en la personalidad de for-mas activa y global, de modoque los elementos en que sedivide son más convencionalesque reales. Las actitudes pue-den considerarse constituidaspor los tres elementos siguien-tes: conocimiento, afectividady comportamiento.

Conocimiento. —Conocer essaber. Y mal se puede teneruna actitud consecuente haciaalgo que se ignora. Por tanto,el nivel de conocimiento afec-ta de manera definitiva a lasactitudes. Por ejemplo, paranosotros, situados ante los ob-jetivos globales del Servicio deExtensión Agraria, las actitu-des que se destacan como de-seables estarán asentadas so-bre bases tales como el cono-cimiento y comprensión delmundo rural y agrario, la ne-

cesidad de comunicación a tra-vés de todo tipo de lenguajesy medios, el afán de lograr laconfianza de los agricultores yla conveniencia de ser eficien-tes para ofrecer un servicioeficaz.

Afectividad.-Saberes, con-ductas o hechos nos afectansiempre con una casi inevita-ble carga emocional. Se mani-fiesta en simpatía o en antipa-tía; en aceptación, indiferenciao rechazo. Es una carga afecti-va que viene a ser considera-da como el elemento más ca-racterístico de las actitudes.En eso se diferencian de lasopiniones, que sólo toman for-ma de actitud cuando estándotadas de afecto negativo opositivo hacia lo que se refieren.

Comportamiento.- H ay teo-rías psicológicas que dicen quela actitud de una persona esla mejor predicción sobre sucomportamiento; que sabiendola actitud se puede intuir laconducta. Es debido a la enor-me importancia de este ele-mento en el conjunto de la ac-titud. Así como el afecto es elelemento más característico, elcomportamiento es el más re-levante: es el elemento activo,el componente instigador de laconducta.

Las actitudes determinan unestado de predisposición a laconducta que da como fruto,combinado con la situación ac-tivadora del momento, un com-portamiento determinado queno siempre se traduce en ac-ción. Hay que señalar que cuan-do la actitud contradice lasnormas sociales, el individuotiende a retraerse de un com-portamiento que sería conside-rado fuera de la norma; seinhibe por no «significarse»,que se dice comúnmente.

A modo de conclusión de es-te apartado, es posible concre-tar que las actitudes son ele-mentos facilitadores del com-portamiento, sin que se puedaestablecer en sentido estrictouna relación causa-efecto en-tre actitud y conducta.

LA CREACION DE ACTITUDESCONVENIENTES

Ya se ha mencionado al prin-cipio que las actitudes son ad-quiridas. Adquiridas por la in-fluencia de la familia, los gru-pos informales y los grupos decarácter formal; por conversa-ción con personas de acusadapersonalidad, lectura de textosy a consecuencia del influjo delos medios de comunicaciónde masas.

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¿Cómo crear actitudes desea-bles en personas que se dedi-can a la promoción, al aseso-ramiento y a la acción educa-tiva? Es todo un reto. Funda-mentalmente porque en la ma-yoría de los casos esa creaciónsupone la previa erradicaciónde actitudes ya establecidas.Cuanta más edad tienen laspersonas más dificultosa resul-ta esa erradicación. Por ejem-plo, todas las personas que lle-gan al Servicio de ExtensiónAgraria son adultos, dotadosde una formación académica ysocial que de algún modo hacreado actitudes, en algunoscasos, desacordes con el traba-jo que van a ejercer. Desde elpunto de vista pedagógico,traen una serie de actitudeseducativas adquiridas en susaños de estudiante por la vi-vencia de un amplio númerode profesores que actuarondesde la enseñanza primariahasta la superior. En este pun-to será bueno hacer revivir,mediante trabajo de grupos re-ducidos, las experiencias delos participantes en la sesión,reconstruyendo situaciones enque actuaron como alumnos,con los planteamientos peda-gógicos o la tecnología educa-tiva empleada por los que fue-ron sus profesores, para definiraspectos positivos y negativos.

La creación, cambio o erra-dicación de actitudes requieretiempo y paciencia; hay quetener en cuenta que todo loque significa cambio suponeriesgo, aunque no sea más quepor aquello de que «más valelo malo conocido que lo bue-no por conocer». A este res-pecto, la psicología indica co-mo más predispuestas al cam-

bio de actitudes las personascon un nivel de seguridad am-plio: alegan que las inseguraso desajustadas son más pro-pensas a mantener sus actitu-des como dogmas y tanto másproclives al continuismo cuan-to más se aparta su edad psi-cológica de la juventud.

Bien, si antes se han dividi-do las actitudes para su análi-sis en tres elementos, la crea-ción, modificación o erradica-ción de las actitudes, tambiénse podrán orientar a través delos mismos.

Adquisición o cambio de co-nocimientos.— En cuanto a laadquisición será fácil con sóloseguir un normal proceso deenseñanza. El cambio es másdifícil.

Para lograr la mudanza haycuatro puntos claves: atención,comprensión, cesión y adquisi-ción. De ellos, lo que requie-re más aportación del indivi-duo es el punto de la cesión;supone que tiene que abando-nar algo propio, que hasta eseinstante ha estado usando y delo que se ha servido para vivir.

Hace falta coraje para adoptaresa posición. Por ejemplo, enel mundo de la enseñanza, esfrecuente dar con educadoresque comprenden los nuevosenfoques de la pedagogía, pe-ro no son capaces de abando-nar sus rutinas simplementepor inercia, por carencia de es-tímulo vital.

Variación del componenteafectivo.— Para lograr este pro-pósito adquiere un valor ex-traordinario el estímulo de imi-tación que provoque el entu-siasmo puesto por el animadory la convicción que se desta-que de las personas y actitu-des que se presenten comoejemplos a imitar, aureoladospor la euforia de tener segu-ridad en lo que se hace. Setrata de conseguir adhesión,simpatía y entusiamo hacia he-chos o formas de trabajar quese presentan como más suges-tivos, interesantes, atractivos yconvenientes.

Cambio en el comportamien-to. -El comportamiento sepuede ejemplificar agrupándo-

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Ejemplo de fichas de evaluación de actitudes

ÇActividad: Realización de un cursillo Nada Poco Bastante Mucho

¿Conoce usted cada participante y suscircunstancias?

¿Estimula la autosuperación de cadaalumno?

¿Anima a los cursillistas a que efec-túen autodescubrimientos?

¿Valora los rasgos originales de cadacursillista?

¿Implica a los alumnos en las ideasexpuestas? (¿Qué opina?, ¿cuál essu criterio? Diga lo que piensa) .)

lo por lo menos en dos face-tas: presentación personal(atuendo, gesto, postura). Unbuen procedimiento es poneren práctica la técnica de pre-sentación de supuestos talescomo entrevistas, disertacioneso discusión de grupo, realiza-das con carácter voluntario poralgunos participantes. Estas ac-tividades han de ser cuidado-samente observadas, valoradasy discutidas.

Este apartado no se puedeterminar sin manifestar que só-lo por claridad se ha divididoel posible cambio en los ele-mentos saber-afecto-conducta,ya que la actitud es un con-cepto unitario. Para desenca-denar el cambio de la actitudpuede incidirse sobre una, doso las tres facetas simultánea-mente.

INVENTARIO DE ACTITUDESPOSITIVAS

Ante todo, hay que enfocarla atención en el calificativo«positivas». Después, centrarel interés de los participantesen que conviene concretar yseleccionar sus propias aporta-ciones, de modo que las actitu-des queden diseñadas sin am-bigüedades y en número redu-cido. Hay que evitar que salgauna lista interminable y obte-ner como fruto de la fusiónde las aportaciones de los par-ticipantes, divididos en grupos,un inventario con quince oveinte tipos de actitudes. Se hade diseñar el perfil de acti-tudes realistas y básicas, demodo que sirvan de origen asecuencias relacionadas conhechos concretos; así, con rela-ción a los agricultores, a cursi-llistas, a técnicos de otros or-

ganismos o a los líderes de lacomunidad.

Como ejemplo, se reseñan acontinuación cinco tipos deactitudes positivas que puedenservir de discusión para iniciarlas aportaciones de los parti-cipantes.

— Respeto auténtico e in-condicional hacia el agricultor,que sea la base de un clima demutua seguridad y distensión.

— Provocar cambios desea-bles y significativos para el agri-cultor, su familia, su trabajo ysu comunidad.

— Disposición y servicio pa-ra el agricultor, compañerosde trabajo y sus familias.

— Coherencia entre los va-lores que conlleva nuestro tra-bajo y el comportamiento enel mismo o al margen de él.

— Concebir la función delextensionista como un mediofacilitador de la progresiva au-torrealización de las personascon quienes trabaja.

APRECIACION DE ACTITUDES

Los buenos observadoresaprenden fácilmente de los de-más. Por eso es bueno desa-rrollar en lo posible la capaci-dad de observación. Esto requie-re efectuar evaluaciones queconsideren lo aconsejable odesestimen lo inconveniente.No es difícil. Tan sólo es ne-cesario definir unas normas yestablecer un esquema sencillode observación y apreciación.

En cualquier caso, hay queponer de manifiesto a los par-ticipantes de la sesión que laobservación de las conductasdesarrolladas en los supuestosantes aludidos han de servirpara inferir las actitudes delextensionista hacia su interlo-cutor, con el grupo o ante unauditorio.

Hay que destacar, por otraparte que, cuando quien actúaes usted, será conveniente queanalice su propia conducta des-de esos mismos enfoques por-que le ayudará a estar más cen-trado en SU trabajo.

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En una de las casillas de lascuatro apreciaciones consigna-das se señala con una cruz aqué-lla que corresponda a la obser-

Como ya habrá apreciado us-ted, la columna de la izquier-da recoge datos de comporta-mientos que ponen de mani-fiesto actitudes deseables; la

vación, ya sea de otra personao de uno mismo. Es una buenabase de meditación que ayudaa mejorar.

columna de la derecha, acti-tudes menos favorables. Lamecánica a seguir es simple:se anota con una cruz o unatilde cada vez que se produceuna intervención de las indica-das para observar; en caso deque una intervención sea mássignificativa de lo normal seponen dos cruces y si es tras-cendental hasta tres, lo quepermite matizar las observa-ciones. Comparando los tota-les es posible determinar latendencia encomiable o la quesugiere cambios y quizá seve-ras erradicaciones.

No es difícil emplear fichassimples, cuyos conceptos yapreciaciones estén prepara-dos con aportaciones de losparticipantes en la sesión. To-das las observaciones efectua-das en la presentación de su-puestos deben ser anónimas yestudiadas en conjunto. Sólola autoevaluación debe ser per-sonal. Al animador de la sesiónle corresponde estimular unareflexión sincera para que ca-da cual determine los cambiosdeseables que signifiquen pro-greso.

Lograr cambios perceptivos,evaluativos y comportamenta-les es un eficaz sistema paraalcanzar actitudes deseables.Mejorar siempre es posible.Hay que dar toda la importan-cia que tiene el conocimientode la filosofía de Extensión, dela actividad educativa, del va-lor de la comunicación y dela importancia de la agricultu-ra, del medio rural y sus gen-tes. Cuando esto queda claro yes aceptado con lucidez, la au-toconfrontación de cada per-sona con el papel de sus acti-vidad produce no sólo mejorasen el comportamiento, sino al-go más importante: actitudesresponsablemente asumidas.

José Mas Candela

BibliografíaTRIANDIS, Harry C.: «Actitudes y

cambios de actitudes». EditorialTorray. Barcelona, 1974.

MARIN IBAÑEZ, Ricardo: «Valores,objetivos y actitudes en educa-ción». Editorial Miñón. Valladolid,1967.

LANDSHEERE, G. de: «La informa-ción de los enseñantes del maña-na». Editorial Nárcea. Madrid, 1977.

RODRIGUES, Aroldo: «Psicología so-cial». Editorial Trillas. Méjico, 1978.

r Actividad: En la Agencia, en la oficina Nada Poco Bastante Much>

¿Acepta a cada compañero de traba-jo como es?

¿No aumenta ante unos los errores odefectos de los otros?

¿Se percibe un clima positivo de ac-tividad?

¿Se respira ambiente de alegría e in-terés?

¿Valora positivamente el contraste depareceres?

}

Actividad: Participación en una reunión de discusión. Observación de compor-tamiento en palabras, expresiones o gestos.

r Observaciones y anotación Puntos Observaciones y anotación Punto

Ayuda a otro a expresarse*****

5 Interpela tajante a otro***

Se muestra amistoso con otro.***********

11 Se muestra agresivo con otro.*

1

Propone un compromiso **

2 Desaprueba con gestos ***

Ayuda a extender la idea deotro ****** 6

Propone la idea de otro co-mo suya

Cambia de postura por atender.**********

10 Hace gesto de desatención **

2

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