?¿ mateculpa tieneelT

Que

Contate algo

No es Cualquier Verdura

S ección l iteraria

1

Cuentos, poesias y otras yerbas

Por Mate Cocido, mayo 2013

Contate algo“Ha pasado tanto tiempo”

Ha pasado tanto tiempo, que ya ni me acuerdo hace cuanto estoy acá. En un punto ya no impor-ta. Si el tiempo en de�initiva lo inventamos nosotros. Nosotros lo subdividimos y dijimos “esto es una hora”. Que vendría a representar exactamente la diferencia entre que la sombra de tal palito mide 1 centímetro más en tal momento del día, o lo que tardaría en llegar Tito caminando desde su casa al hospital. Aunque en general viene en subte, que es más práctico y rápido. Sin embargo me consta que cuando hay algún problema, y por alguna razón no anda bien, viene en colectivo y rara vez vino en taxi. Pero estoy más que seguro que nunca vino caminando. En de�initiva, por que temerle a un con-cepto que nosotros mismo parimos. Es como hacer una jaula, meterse adentro y tragarse la llave. O no, mejor perderla o tirarla afuera, lejos. Porque tragarla tiene solución. En última instancia alcanza-ría con esperar el tiempo necesario y aunque probablemente duela, va a volver a salir.

Que aburrido que es el hospital, ha esta altura ya hable con todas las enfermeras y con todos los camilleros. Ya me conozco todas sus historias, o por lo menos la parte que ellos están dispuestos a contarle a un paciente. Hace rato que no lo veo a Cristián, el que sale con esa mujer infernal con “un culo de hormiga”, el mismo que no para de repetirme lo buena que está su pareja y lo bien que la pasa fuera del hospital cuando no trabaja. La verdad, que aunque le creo la mitad todo lo que cuenta, debería ser más considerado con un enfermo terminal.

Como la extraño a Valeria ¿ella también me extraña? Pobre, la verdad es que se ha bancado todo esto como una reina, siempre lo fue. Y para ella es peor, yo ya me estoy yendo, ella va a tener que seguir adelante ¿Cómo me va a recordar? ¿Cómo este moribundo sin futuro? O como el tipo que le hizo el amor un �in de semana entero en Carlos Paz. Que lindo �in de semana. Apenas salíamos de la casa. Creo que no dejamos ningún rincón de la casa sin profanar.

Que lindo que fue todo con Valeria, hasta nuestras peleas eran lindas, a su manera. Eran las peleas del amor, riñas con temor de hacerle daño al otro. Tal vez nos falto tiempo, (otra vez ese con-cepto odioso) el tiempo necesario para que se desgaste la relación, como la fricción entre dos piezas de una maquina, que con el tiempo su�iciente va a llegar a tener fallas y disfunciones. Tendría que haberte dejado ir antes, obligado a dejarme antes, cuando todavía tenía fuerzas para hacerlo ¿Fui egoísta? No se.

Mis hermanos ¿Cómo me van a recordar? ¿Se van a reír de todas las pavadas fantásticas que hici-mos de pibes y de no tan pibes también? O van a llorar pensando que nos quedaron cosas pendientes.

Seguramente algún indeseable va a decir cosas maravillosas de mí y alguna ex me recordara como el amante perfecto que nunca fui.

En el caso de mi vieja puedo estar casi seguro, con un noventa y nueve por ciento de seguridad, de que siempre voy a ser el mejor para ella. Así me recuerda cuando tiene en sus manos la posibili-dad de llamarme por teléfono en el momento más inoportuno y que la trate a las apuradas, con más razón, así me va a recordar cuando todo lo que quede sea idealización. En su mente, seguramente me fui de este mundo antes de tiempo, ya que iba destinado a garantizar la paz mundial o a terminar con el hambre en el mundo, o alguna cuestión similar. Creo que nunca le agradecí lo su�iciente lo que hizo, pero tampoco sé si hubiese podido hacerlo, si había alguna manera de hacerlo.

Ayer cante con George Harrison. Apenas mantengo el sentido y la coherencia, se me confunde por momentos lo que sueño y lo que es real. De todas maneras podría ser peor. Deliro cosas que están muy buenas por ahora. Terrible sería soñar que me persigue un Teletubi gigante por la calles del barrio de Once.

Que di�ícil son las despedidas, nunca se sabe si es demasiado sobrio o demasiado distendido. Cuanta presión, no se puede uno simplemente ir en paz. Bueno esto es lo que soy, lo que fui, y lo que voy a dejar de ser en breve, una pelota de contradicciones.