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Hábitat y dieta de la nutria neotropical Lontra longicaudis (Carnivora,
Mustelidae) en el río Roble, Alto Cauca, Colombia.
Rosemary Mayor Victoria.
UNIVERSIDAD DEL QUINDIO
FACULTAD DE EDUCACION
PROGRAMA DE LICENCIATURA EN BIOLOGIA Y EDUCACION AMBIENTAL
ARMENIA, QUINDIO
2008
Hábitat y dieta de la nutria neotropical Lontra longicaudis (Carnivora,
Mustelidae) en el río Roble, Alto Cauca, Colombia.
Rosemary Mayor Victoria.
Trabajo de grado presentado como requisito para optar por el titulo de
Licenciada en Biología y Educación Ambiental.
Director:
Álvaro Botero Botero
Lic. en Biología y Educación Ambiental
UNIVERSIDAD DEL QUINDIO
FACULTAD DE EDUCACION
PROGRAMA DE LICENCIATURA EN BIOLOGIA Y EDUCACION AMBIENTAL
ARMENIA, QUINDIO
2008
NOTA DE ACEPTACION
______________________________
______________________________
Msc. Isabel Cristina Ávila
Firma del Jurado
______________________________
Biol. Diego Andrés Arcila
Firma del Jurado
______________________________
Lic. José Aníbal Gonzáles
Firma del Jurado
AGRADECIMIENTOS
Pareciera sencillo llegar a este punto y realizar la correspondiente lista de
agradecimientos, sin embargo es mas complicado de lo que parece pues seria injusto
olvidar a alguien y no darle el crédito merecido.
Por ello debo decir que he procurado hacer esto lo mas minucioso posible, aunque
también he apelado a la sencillez.
Agradezco entonces, a mis padres y hermanos por el cariño, la preocupación, el esfuerzo,
la motivación, la paciencia e incluso las oraciones que me prodigaron durante todo este
proceso.
Al licenciado Álvaro Botero, por guiarme de manera paciente, sabia, oportuna y precisa.
Al CIBUQ, por su colaboración con las instalaciones de la reserva, German Darío Gómez
por su diligencia en calidad de administrador de la misma y a Daniel Rodríguez,
guardaselva de esta.
A la John D. and Catherine T. MacArthur Foundation por aportar equipos para la
realización de este proyecto.
Al laboratorio de aguas de la Universidad del Quindío, por la ayuda en la realización del
análisis fisicoquímico de las muestras de agua.
A los laboratorios de Biología y sus funcionarios por la diligencia al momento de facilitar
dichas instalaciones.
Al Grupo de investigación y asesoria en estadística, en especial al profesor Hernando
Hurtado, por su oportuna y valiosa orientación.
A Carolina Gómez funcionaria de WCS Colombia - Ecoandina, por la facilitación de
fotografías aéreas de la zona de estudio.
A los compañeros y compañeras del grupo de estudio en fauna silvestre, particularmente
a Felipe Gómez, Oscar Eduardo Murillo y Jonathan Grannobles por su vital apoyo en las
salidas de campo y también por los momentos de esparcimiento que compartimos.
A los amigos que conocí en esta etapa de la vida, ellos saben quienes son, por su grata e
incondicional compañía, por hacerme crecer con sus experiencias, por alegrar muchas
veces momentos difíciles, por aceptarme como su amiga y por identificarse conmigo en los
avatares y bondades de la vida.
Finalmente, y no menos importante, quiero expresar mi profundo sentimiento de gratitud
a Dios, por ser quien nunca deja de confiar, el que renueva su esperanza en mi cada día,
y el que sueña cosas grandes con mi vida; incluso mas que yo.
1
TABLA DE CONTENIDO
1. Lista de Tablas 3
2. Lista de Figuras 4
3. Resumen 5
4. Objetivos 7
5. Justificación 8
6. Planteamiento del problema 10
7. Estado del arte 12
8. Marco teórico 15
8.1. Contexto taxonómico 15
8.2. Características generales de la nutria neotropical 15
8.3 Descripción de señales de la nutria neotropical 16
8.3.1. Heces 16
8.3.2. Secreción anal 16
8.3.3. Madriguera 17
8.3.4. Paredes con marca de uñas 17
8.3.5. Huellas 17
8.3.6. Sitios de descanso. 17
8.4. Requerimientos de hábitat 17
8.5. Características de la Dieta 18
9. Materiales y Métodos 19
9.1. Área de Estudio 19
9.2. Muestreo 21
9.3. Caracterización y Uso del hábitat 21
9.4. Determinación de la dieta 25
10. Resultados 27
10.1. Caracterización del hábitat 27
10.2. Uso del hábitat 40
10.3. Dieta 46
11. Discusión 52
11.1 Caracterización y Uso del hábitat 52
2
11.2 Dieta 55
12. Conclusiones 57
13. Recomendaciones 58
14. Literatura Citada 59
15. Anexos 68
15.1. Nutria neotropical Lontra longicaudis 68
15.2. Panorámica del Área de Estudio 69
15.3. Heces de Nutria Neotropical 70
15.4. Huella de Nutria Neotropical 71
15.5. Descansadero de Nutria Neotropical 71
15.6. Peces de la Familia Loricariidae 72
15.7. Espécimen de Corydalus sp. 74
15.8. Aspecto de las riberas del río antes del aprovechamiento
forestal de guadua 75
15.9. Aspecto de las riberas del río después del aprovechamiento
forestal de guadua 76
3
1. LISTADO DE TABLAS
Tabla 1. Variables medidas a las rocas con heces de nutria. 25
Tabla 2. Variables físicas y químicas en la zona baja del río Roble. 27
Tabla 3. Densidad de árboles, arbustos, guaduas y troncos caídos 28
Tabla 4. Cobertura de estratos herbáceo, leñoso, hojarasca,
piedras, dosel, suelo desnudo y troncos caídos. 28
Tabla 5. Cobertura de escape a 0, 0,5 y 1 m. 29
Tabla 6. Listado de la ictiofauna presente en la zona baja del
río Roble 40
Tabla 7. Evidencias de nutria en la zona baja del río Roble 41
Tabla 8. Actividad de marcaje por temporada climática 45
Tabla 9. Frecuencia de ocurrencia por temporada climática de
las presas de nutria. 48
Tabla 10. Prueba Kruskal-Wallis entre categorías alimenticias y
temporada climática. 50
4
2. LISTADO DE FIGURAS
Figura 1. Localización del Área de Estudio 21
Figura 2. Dispositivo utilizado para la medición de coberturas 23
Figura 3. Posturas del observador midiendo variables de
hábitat 23
Figura 4. Catalogo de vértebras y escamas 30
Figura 5. Uso del hábitat por la nutria neotropical Lontra
longicaudis para la temporada de verano en la zona
baja del río Roble 42
Figura 6. Uso del hábitat por la nutria neotropical Lontra
longicaudis para la temporada de invierno en la zona
baja del río Roble 43
Figura 7. Actividad de marcaje discriminada por meses 44
Figura 8. Categorías alimenticias consumidas por la nutria
neotropical Lontra longicaudis en la zona baja del
río Roble 46
Figura 9. Peces consumidos por la nutria netropical Lontra
longicaudis en la zona baja del río Roble 47
Figura 10.Dieta de la nutria neotropical Lontra longicaudis
en la zona baja del río Roble 49
Figura 11. Categorías alimenticias discriminadas por temporada
climática 50
5
3. RESUMEN
Se analizó el uso de hábitat y la dieta de la nutria neotropical (Lontra longicudis), a través de
rastros indirectos de la especie, como heces, huellas y sitios de descanso en la parte baja
del río Roble, entre agosto de 2006 y marzo de 2007.
Se realizaron recorridos a pie en una franja que abarca 5 km por el cauce y 5 m de ribera en
cada orilla del río, con un esfuerzo de muestreo de 2.4 horas/km y con replicaciones
quincenales.
Para la determinación de la dieta, se recogieron las heces encontradas en cada recorrido, las
cuales, después de ser lavadas en laboratorio, fueron comparadas con material de referencia
como esqueletos y escamas de los peces de la zona.
Se caracterizó el hábitat terrestre y acuático cada 400 m y se realizó un mapa de cobertura
vegetal con ayuda de una fotografía aérea de la zona, donde se evidencio que la matriz de
paisaje esta dominada por potreros seguidos de bosques mixtos y bosques secundarios;
estos últimos, estructurados por guaduales densos, presencia de arbustos y abundantes
troncos caídos que brindan una alta cobertura de escape y refugio para la nutria.
Los resultados arrojaron que la nutria prefiere como sitios de marcaje en el verano, rocas
emergidas dentro del cauce, siendo el perímetro, la altura, cercanía a la orilla, y cobertura de
dosel (r2=20,44; cp =2,151, n= 10), las características determinantes en la escogencia de
estas en dicha temporada. Mientras que en invierno, las rocas usadas por la nutria fueron
de menor tamaño en comparación a las del verano, pero suficientemente altas como para
quedar emergidas durante una creciente del río, siendo determinadas por el diámetro menor,
altura total y altura emergida, (r2= 24,64; cp= 0,196; n=10).
Entre las temporadas climáticas, se manifestó una diferencia significativa, respecto a la
actividad de marcaje (F= 105,41; p < 0,05; n= 130).
Se reconocieron 14 categorías alimenticias, dentro las cuales los peces de la familia
Loricariidae, presentan el mayor porcentaje, particularmente la especie Chetostoma sp.
(22,6%); los insectos fue el siguiente grupo en importancia, con la especie Corydalus sp.
(9,05%) (familia Corydalidae), y en menor presencia los reptiles de la familia Corytophanidae,
especie Basiliscus sp. reconocidos por sus hábitos asociados cuerpos de agua.
6
Al comparar la composición de la dieta entre temporadas climáticas se observa que no hay
diferencias significativas entre las categorías alimenticias.
Se destaca la preferencia de la nutria neotropical por zonas del río con vegetación ribereña
bien conservada, y la relevancia de grupos como Loricariidae en el sustento de la misma,
además de confirmar su condición de oportunista alimenticio.
PALABRAS CLAVES
Nutria neotropical, Lontra longicaudis, hábitat, dieta, actividad de marcaje, río Roble
Departamento del Quindío, Reserva Natural ¨La Montaña del Ocaso¨.
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4. OBJETIVOS
General
Determinar el uso del hábitat y la dieta de la nutria neotropical, Lontra longicaudis (Olfers
1818) en la zona baja del río Roble, Alto Cauca, Colombia.
Específicos
� Caracterizar y evaluar el uso del hábitat de la nutria neotropical en la zona baja
del río Roble.
� Identificar las principales categorías alimenticias consumidas por la nutria
neotropical en el área de estudio.
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5. JUSTIFICACIÓN
En los Andes de Colombia los estudios que incluyen medianos y grandes mamíferos son
escasos (Sánchez et al. 2004). La zona Andina posee una gran diversidad biológica por
su heterogeneidad en las condiciones fisiogeográficas; sin embargo es la más impactada
pues soporta aproximadamente el 75% de la densidad poblacional de Colombia; de
hecho se conoce que desde antes de la llegada de los europeos a tierras americanas esta
zona era la más habitada por poblaciones indígenas (ACOPAZOA 2003).
La mayoría de los cascos urbanos allí ubicados, han crecido cerca a las fuentes hídricas
y esta presencia, tiene un efecto directo sobre la calidad del agua, las redes tróficas
acuáticas, el hábitat terrestre adyacente, y por ende sobre las poblaciones de nutria
neotropical, que son muy sensibles a los cambios en dichos aspectos,
(www.otternet.com/species/neotter.htm, Agosto 2006).
De otro lado, el río Roble es uno de los principales cauces del municipio de Quimbaya,
el cual actúa como limite con el municipio de Montenegro, al noroccidente del
departamento del Quindío.
En dicha zona, se estima que solo queda entre el 20 y 30 % de cobertura vegetal
natural, pues las actividades agropecuarias han sido el principal sustento de los
pobladores, convirtiéndose a su vez en el mayor eje de presión para la biodiversidad allí
presente (Agudelo & Gómez 2001).
Se escogió el río Roble en la zona baja, porque es un área donde se han reportado
avistamientos de individuos de nutria; así como heces y huellas, por parte de
estudiantes, pescadores y pobladores (Botero-Botero com. pers., 2006).
Asimismo, cabe resaltar la importancia de trabajos como este, ya que se enmarcan
dentro de los objetivos del Plan de Ordenamiento y Manejo de la cuenca hidrográfica del
río La Vieja, a la cual pertenece el Roble (CRQ 2005).
La nutria también es reconocida como integrante de la fauna autóctona de la cuenca
del Río La Vieja (Agudelo & Gómez 2001) y a su vez considerada como una especie focal,
definida como aquella que es objeto de conservación por amenaza o vulnerabilidad,
actúa como sustituta de otras y/o permite identificar áreas prioritarias de conservación
y estrategias de manejo; por esto, hay que destacar que el sistema regional de áreas
protegidas (SIRAP) para el eje cafetero, dentro de sus prioridades pretende identificar
poblaciones de especies focales, desarrollar planes de manejo para estas y establecer
9
programas de monitoreo de especies y sus ecosistemas (Fundación Ecoandina 2004). La
especie también se encuentra clasificada en el apéndice I de la Convención sobre el
Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), e
insuficientemente conocida por la UICN (Morales-Jiménez et al. 2004).
En el departamento del Valle del Cauca está clasificada como especie en peligro (EN)
(Castillo–Crespo & González-Anaya 2007 en Ávila 2007); y en general, en Colombia, la
situación de la especie es considerada vulnerable (VU) (Trujillo & Arcila 2006).
Sin embargo es incierto el estado de las poblaciones en muchas regiones del país, y se
infiere que han venido desapareciendo por efectos de la cacería, perdida de oferta
alimenticia a causa de la contaminación de las aguas y la disminución del recurso
pesquero (Trujillo & Arcila 2006).
Por otra parte, uno de los aspectos mas importantes de la ecología animal es saber lo
que consumen los individuos; pues la dieta de una especie alude a cada aspecto de su
historia de vida, el sistema social y los patrones de uso del hábitat, por lo tanto, la
información sobre los hábitos alimenticios es esencial para entender la ecología, el
manejo y las necesidades de conservación de una especie (Crawshaw & Quigley 2002).
Sumado a esto, se ha demostrado que hay una fuerte relación entre la disponibilidad de
alimento y la distribución y supervivencia de las poblaciones (Arcila et al. 2006).
Finalmente, es importante resaltar que los efectos de predadores acuáticos en los
ecosistemas neotropicales han sido poco estudiados, haciendo urgente el conocimiento
de las interacciones de la nutria neotropical con el ambiente (Kasper et al. 2004).
10
6. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Las nutrias habitan en áreas con una amplia vegetación riparia, ríos y lagos
permanentes y fuentes de alimento todo el año.
Estos ríos y arroyos deben presentar un flujo rápido y constante de aguas claras; ya
que la especie es rara o ausente en cursos de aguas lentas y con alta carga de
sedimentos (Lariviere 1999).
Se pueden encontrar en zonas ribereñas, bosques deciduos o tropicales, sabanas,
llanos, pantanos y en climas templados y fríos (Emmons 1997).
Requieren también de áreas con potenciales sitios para madrigueras (Lariviere 1999) y
se alimentan gran parte del tiempo en el agua, aunque a veces cazan presas terrestres
(Soler 2002).
Todos estos requerimientos específicos de supervivencia las hacen vulnerables a los
efectos antrópicos sobre los ecosistemas acuáticos y terrestres.
Debido a que el río Roble presenta trayectos de aguas ligeramente contaminadas por
vertimiento de aguas residuales domésticas, de actividades ganaderas y extracción de
material de río, (Echeverri & Alzate 2003); la población de nutria residente en la zona
puede verse afectada por la disminución de presas, refugios y sitios para su
reproducción.
Waldemarin & Barroeta (2004), plantean que las nutrias son sensibles a la actividad
humana, factor que casi siempre se traduce en decrecimiento de la calidad del hábitat.
Así, las perturbaciones tienen un efecto significativo sobre las poblaciones de nutrias
cuando afectan directa e indirectamente la disponibilidad de presas, ya que este es el
factor limitante más importante en la distribución y abundancia de las mismas (Spinola
& Vaughan 1995b).
Arcila (2003), reporta que la presencia de Lontra longicaudis en el río Alicante
(Antioquia) es favorecida por la baja densidad poblacional humana, lo que conserva la
vegetación ribereña y la disponibilidad de refugios para la nutria.
Las amenazas que enfrenta la especie en cuestión, en el área del presente estudio, se
relacionan con la rápida pérdida de hábitat debido a la conversión de los bosques en
extensos potreros dedicados a la ganadería, principal soporte económico de la zona
(Agudelo & Gómez 2001).
11
En adición a lo anterior, el sustento alimenticio de la nutria, también puede estar
siendo vulnerado, debido a la contaminación del agua, extracción de balastro y arena,
sobreexplotación del recurso pesquero y uso del río para actividades recreativas (Botero-
Botero & Torres-Mejía en prensa y obs. pers., 2006).
Considerando los anteriores referentes, el problema que pretende resolver el proyecto
es: ¿Cuáles son las características de hábitat que prefiere la nutria neotropical y cuáles
categorías alimenticias componen su dieta en la zona baja del río Roble?
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7. ESTADO DEL ARTE
La especie Lontra longicaudis ha sido bien documentada en diversas regiones de Centro
y Suramérica debido a que presenta una amplia distribución.
En dichas investigaciones, uno de los aspectos más estudiados es la dieta, a través de
las heces, y esto es particularmente viable en el caso de carnívoros ya que sus presas
son identificables a partir de estructuras no digeridas como, vértebras, escamas,
otolitos, plumas, pelos, etc.
Estudios en diferentes lugares, han reportado variedad en las categorías alimenticias
preferidas por la nutria, por ejemplo, Arcila (2003) señalo que la dieta de la nutría en el
cañón del río Alicante (Antioquia) está compuesta principalmente por peces (36.3%),
insectos (29.5%), material vegetal (27.3%), cangrejos (2.3%), reptiles (2.3%) y caracoles
(2.3%).
Botello (2004) identificó que las nutria en el río Cauca se alimentan fundamentalmente
de peces cuyas tallas oscilan entre 10 y 20 centímetros, entre los cuales se destacan el
corroncho (Hypostomus plecostomus), la mojarra (Aequidens pulcher), el lángaro
(Pygidium striatum) y la sardina (Astyanax fasciatus), además se alimentan de una
especie de camarón (Macrobrachium sp).
Espitia et al. (2006) registro para el bajo Sinú, el consumo de peces (82,0%), entre los
cuales la especie mas predada fue el chipe Hoplosternum magdalenae, seguido por
crustáceos (10,3%), reptiles (6,3%), insectos (1,2%) y moluscos (0,2%).
Otros estudios acerca de la dieta son, Parera (1993), Passamani & Camargo (1995),
Pardini (1998), Macias-Sánchez & Aranda (1999), Colares & Waldemarin (2000a),
Quadros & Monteiro-Filho (2000 y 2001), Kasper et al., (2004) y Alarcon & Simoes-
Lopes (2004).
Algunos autores se han enfocado en otros aspectos ecológicos como: distribución,
evaluación y utilización del hábitat; por ejemplo, Gallo-Reynoso (1989), evalúa
distribución y estado en la Sierra Madre, al sur de México.
Spinola & Vaughan (1995a, 1995b) describieron la abundancia relativa, la actividad de
marcaje y la dieta de L. longicaudis, en la estación biológica La Selva en Costa Rica.
Pardini & Trajano (1999) en la región sur este de Brasil, encontraron que el uso de
madrigueras por parte de la nutria estuvo distribuido por todo el cauce del río y las
marcas de heces no se concentraron alrededor de ellas.
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Posteriormente Colares & Waldemarin (2000b), verificaron la frecuencia en el uso de
madrigueras y sitios de descanso en una región del sur de Brasil; reportando que
dichos sitios de descanso, se hallan principalmente fuera del agua y asociados a la
vegetación y que la zona de estudio no es utilizada para la reproducción.
Lacomba et al (2001), en la cuenca Atlántica uruguaya, reportaron distribución y
estado de conservación de la nutria, mientras que Utrera & Gonzáles (2001) reseñaron
la distribución de la nutria neotropical en los Andes Venezolanos, puntualizando
factores de riesgo para las poblaciones como: reducción de su hábitat y contaminación
de las fuentes de agua.
Quadros y Monteiro-Filho (2002), describieron en la localidad de Santa Catarina, sur de
Brasil; sitios de marcaje para la nutria, corroborando la importancia del bosque
umbrófilo en el mantenimiento de hábitats favorables para la especie.
Posteriormente, Macias-Sánchez (2003) realizó la evaluación del hábitat de la nutria en
dos ríos del estado de Veracruz, México; concluyendo que las condiciones más
favorables para esta incluye calidad del agua, disponibilidad de alimento y cobertura
vegetal.
Gori et al. (2003), consideraron la distribución espacial y la dieta, en el lago Ibera, norte
de Argentina; encontrando una relación positiva entre el número de marcas y la
estructura física de los lagos, así como de la composición vegetal.
Waldemarin (2004) realizó estudios ecológicos para L. longicaudis en la zona baja del río
Mambucaba Brasil, donde evaluó aspectos de selección de microhábitat, uso de las
márgenes del río y la dieta, manifestando que la nutria tiene preferencia por las
madrigueras y sitios de descanso cuyos alrededores estén cubiertos de vegetación,
mientras que los sitios con heces y rasguños se encuentran rodeados de menos
vegetación y con poca hojarasca.
La preferencia de microhábitat en la región central del estado de Chihuahua, México,
fue analizada por Carrillo-Rubio & Lafon (2004), hallando que la especie prefiere ciertas
características como: profundidad de las pozas, cobertura vegetal y cobertura de rocas.
De otro lado, en Colombia se conoce el trabajo de Arcila (2003) sobre la distribución, el
uso de microhábitat y la dieta de la nutria neotropical en el cañón del río Alicante,
Antioquia; Botello (2004) evaluó el estado de la población de nutria en el río Cauca,
departamento del Valle del Cauca.
14
Arcila & Ramírez (2004) se enfocaron en aspectos reproductivos de la especie en
cautiverio, Arcila et al. (2006), consideraron la distribución y dieta, y realizaron el plan
de manejo para la conservación de la especie en la cuenca baja del río Sinú y la
fundación Ecoandina elaboró el plan de manejo para el departamento del Valle del
Cauca (Ávila 2007).
Para el departamento del Quindío, González (2005) realizó un plan de manejo para la
especie, y Botero-Botero & Torres-Mejía (en prensa), estudiaron la distribución y
abundancia de la especie en la cuenca del río La Vieja, encontrando que la nutria se
distribuye en los principales ríos de la cuenca y registrando la mayor abundancia
relativa para la zona baja del río Roble.
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8. MARCO TEORICO
8.1. Contexto taxonómico
La nutria neotropical (Lontra longicaudis Olfers 1818) está incluida en el Orden
Carniivora, familia Mustelidae, la cual está dividida en 6 subfamilias: Mustelinae,
Melinae, Mellivorinae, Taxidiinae, Mephitinae y Lutrinae.; siendo esta última la que
incluye la especie estudiada (Laviviere 1999).
Actualmente son reconocidos 6 géneros dentro de la subfamilia: Aonyx, Amblonyx,
Enhydra, Pteronura, Lutra, y Lontra que en total agrupan 13 especies (Koepfli & Wayne
1998).
Se han reportado tres géneros y seis especies de nutria en el continente americano:
Pteronura brasiliensis, Lontra felina, Lontra provocax, Lontra longicaudis, Lontra
canadensis y Enhydra lutris, estas dos últimas se distribuyen solo para América del
norte, las demás en el resto del continente. (Foster–Turley et al.1990)
8.2. Características generales de la nutria neotropical
En su aspecto general puede observarse de pelo corto y denso, la parte dorsal de color
marrón brilloso, el labio superior, parte baja de las mejillas, garganta y vientre plateado
blancuzco o amarillento. Cabeza pequeña y achatada, hocico ancho, almohadilla nasal
total o parcialmente pelada, orejas cortas y redondeadas; la cola es larga, ancha en la
base, afinándose hacia la punta; las patas cortas y sólidas, los pies con membrana
interdigital; la longitud total oscila entre 50 y 80 cm., y el peso de 5 a 15 kg., en general
los machos son entre un 20 a 25 % mas grandes que las hembras (Emmons & Feer
1997, Lariviere 1999). Generalmente los machos son solitarios, mientras que las
hembras pueden ser vistas con 2 o 3 crías, por un largo tiempo.
Lontra longicaudis es un mamífero semiacuático, presente desde el norte de México,
hasta el sur de Uruguay, Paraguay, norte de Argentina y parte de Brasil (Emmons &
Feer 1997, Lariviere 1999); en alturas desde el nivel del mar hasta los 3885 m (Castro-
Revelo & Zapata-Ríos 2001).
En Colombia su distribución incluye las vertientes Atlántica y Pacífica de la región
Andina hasta 2800 msnm., los valles del Cauca y Magdalena, las cuencas del ríos San
16
Juan, Sinú, Orinoquía y la región Amazónica (Botello 2004), aunque Alberico et al.
(2000) la reportan para toda Colombia.
En el Quindío se distribuye en la cuenca del rio la Vieja, ríos: Quindío, Espejo, Roble, y
Barbas (Botero-Botero & Torres-Mejía en prensa).
Habitan en ríos y quebradas pequeñas bordeadas de vegetación boscosa media o alta,
en zonas bajas y húmedas, o montañosas y templadas (Linares 1998).
Se les considera uno de los carnívoros mas importantes en los ecosistemas acuáticos; y
aunque han sido descritas con una dieta piscívora, cancrívora e insectívora; también se
ha reportado la presencia de frutos en sus heces (Quadros & Monteiro-Filho 2000).
8.3. Descripción de señales de la nutria neotropical
Los mustélidos dejan señales olorosas las cuales cumplen diversas funciones como,
defensa del territorio, indicación del estatus social, comunicación sexual, defensa de las
crías, reconocimiento individual y grupal (Barja 2005).
La distribución espacial de esas marcas puede indicar el funcionamiento de estos
comportamientos en una determinada población (Brandt 2004).
De esta manera, los rastros indirectos son una herramienta importante, para reportar
la presencia de una especie y determinar como hace uso del hábitat (Navarro y Muñoz
2000).
8.3.1. Heces
La nutria neotropical deposita heces de forma cilíndrica, de hasta 12 cm. de longitud y
un grosor entre 0,8 y 2,5 cm., son de consistencia firme, y con pequeñas partes duras,
correspondientes por lo general a las escamas u otras partes de las presas, presentan
un fuerte olor a pescado y su color es negro verdoso (Groenendijk et al. 2005).
Son depositadas en lugares conspicuos y en ausencia de estos sitios las deposita en las
orillas de los cauces (Botero-Botero & Torres-Mejía en prensa), y generalmente se
encuentran de forma individual, no obstante es posible encontrar varias juntas, con
diferencias de tiempo en la deposición (obs. per., 2006).
8.3.2. Secreción anal
Consiste en una sustancia mucosa, secretada por la glándula anal, caracterizada por
poseer un fuerte olor (Groenendijk et al. 2005), es depositada en lugares conspicuos así
como las heces y puede estar mezclada con parte de estas (obs. per., 2006).
17
8.3.3. Madrigueras
Localizadas bajo sistemas de raíces y entre las rocas, la entrada tiene usualmente unos
18 cm. de diámetro y entre 15 y 18 cm. de altura y puede estar al borde o bajo la línea
de agua (Groenendijk et al. 2005).
8.3.4. Paredes con marcas de uñas
Son áreas verticales localizadas en bancos de tierra a la orilla del río, pueden estar
asociados con sitios de descanso o de defecación, pero también es posible encontrarlos
individualmente (Groenendijk et al. 2005).
8.3.5. Huellas
La huella de la pata posterior mide en promedio 5.8 cm. de ancho con 7.2 cm. de
longitud; mientras que la de la anterior, 5.8 cm. de ancho y 6.1 cm. de longitud. Los
cojinetes de los pies generalmente no son visibles, sin embargo si es posible observar la
punta de las uñas en la huella (Groenendijk et al. 2005).
8.3.6. Sitios de Descanso
Generalmente usados durante el día ubicados en los bancos del río; en ellos se
encuentra usualmente una depresión como de deslizamiento llamada “cama”. La nutria
también descansa en troncos de árboles y ramas sobre el agua (Groenendijk et al.
2005).
8.4. Requerimientos de hábitat
Las poblaciones de vertebrados están limitadas principalmente por las condiciones del
hábitat; y éste se define como un área o un ambiente donde vive un organismo,
población o especie (Ojasti 2000); y donde estos satisfacen todos sus requerimientos
vitales (Villareal 1999), por consiguiente, para entender como actúan dichas
condiciones, deben examinarse algunos componentes básicos como: alimento,
cobertura, agua y espacio.
Los estudios de hábitat, se basan en el hecho de que los animales no ocupan los
ambientes de forma homogénea y uno de los mecanismos que causa esta ocupación
18
diferencial es la selección de hábitat; de esta forma las especies prefieren cierto espacio
conformado por determinadas características.
Así, el objetivo de la mayoría de los estudios es identificar aquellas que una especie
reconoce como relevantes (Krebs 1985).
Varios autores como: Colares y Waldemarin (2000), Gori et al., (2003), Botello (2004) y
García & Quintana (2005) entre otros; afirman que los requerimientos de hábitat de las
nutrias incluyen vegetación riparia y cobertura de escape, ya que en las márgenes es
donde realizan actividades de descanso, limpieza de pelaje y cría de cachorros (Chanin
1985 en Waldemarin 2004).
Otro de los factores críticos para la permanencia y subsistencia de las poblaciones, en
un área dada, es la disponibilidad de recursos alimenticios dentro del hábitat; estos
determinan de manera clave, la distribución y el estado de “salud” de las especies (Scott
1999).
8.5. Características de la dieta
La dieta puede definirse como la materia que los organismos ingieren, digieren y
utilizan en su metabolismo, siendo la alimentación el proceso principal que enlaza los
recursos del hábitat con la dinámica poblacional (Ojasti 2000).
Así mismo, un componente básico dentro del hábitat para cualquier especie es la dieta,
por esto, el organismo en busca de presas debería consumir el renglón más provechoso,
es decir aquel que ofrece la máxima ganancia de energía por tiempo invertido,
ignorando categorías de menor calidad, independientemente de la abundancia (Ojasti
2000).
De esta manera, un animal especialista es el que selecciona ciertos alimentos y rechaza
otros, mientras que un generalista come lo que encuentra en relación directa con la
disponibilidad y el oportunista es una especie que explota gran variedad de recursos
procurando escoger lo mejor de lo disponible en cada lugar e instante (Ojasti 2000).
Esta explotación del medio va a exigirles, sin embargo, el desarrollo de una serie de
ajustes ecológicos y etológicos que les permitan acceder al alimento en circunstancias
suficientemente ventajosas para su supervivencia (Telleria 1987).
Por todo lo anterior, se puede decir que la descripción en la composición de la dieta es
el primer paso para establecer los requerimientos alimentarios de una especie, así como
patrones de uso del recurso (Fasola et al. 2006).
19
9. MATERIALES Y METODOS
9.1. Área de Estudio
El Río Roble se encuentra al noroeste del Departamento del Quindío a 4º 41’- 4º 33’ N y
75º 26’- 75º 22’ O, nace en la confluencia de las quebradas Los medios y Portachuelo a
2100 msnm; convirtiéndose en el límite intermunicipal entre Filandia – Circasia,
Quimbaya – Circasia y Quimbaya – Montenegro (Londoño et al 2001).
El área de la Cuenca del Río Roble es de 134,46 km², el perímetro 77, 58 km. y posee
una longitud de 39.45 km. (Vargas 1996, Lozano 2002).
La parte alta de la cuenca está estrechamente relacionada con la reserva forestal
Bremen- La Popa, la cual es responsable de grandes aportes hídricos, la parte media
está más desprovista de vegetación y presenta altas pendientes, concluyendo en la parte
baja, sitio especifico del estudio, en medio de guaduales y pastizales; así mismo, en esta
zona de la cuenca, el río recibe las aguas de las quebradas: La Española, Los Monos, El
Caracolí, Los Pimpanos, La Bruja, Playa Azul, y Los Coclí (Agudelo & Gómez 2001).
Las pendientes en la zona alta son fuertes y forman un gran cañón que a medida que el
río Roble se acerca a su desembocadura se va haciendo más amplio y suaviza las
pendientes hasta la entrega de sus aguas al río La Vieja (Echeverri & Alzate 2003).
Otro de los aspectos relevantes para la cuenca baja del río Roble, es el hecho de estar
incluida en la zona de influencia de la reserva natural “La montaña del Ocaso”, la cual
es un reducto selvático intervenido que consta de 85 hectáreas (Villa & Vila 2003) y
pertenece a la vereda El Laurel, municipio de Quimbaya, al noroccidente del
departamento.
Finalmente, según datos del centro meteorológico La Española, la zona del Ocaso se
encuentra bajo un régimen de lluvias bimodal, registrándose dos temporadas lluviosas
(abril a mayo y octubre a diciembre), dos temporadas secas (enero a marzo y junio a
septiembre), una precipitación de 1691 mm/año, una temperatura media de 24°C y una
humedad relativa de 76% (Agudelo & Gómez 2001) (Figura 1).
21
9.2. Muestreo
Entre agosto de 2006 y marzo 2007 se realizaron 8 salidas a la reserva natural “La
montaña del ocaso”. En cada salida se recorrió a pie, entre las 10:00 a.m. y 4:00 p.m.,
la parte baja del río en una franja que incluye 5 km. por el cauce y cinco metros de
orilla medidos a partir de la línea de agua sobre ambas márgenes. El esfuerzo de
muestreo fue de 2.4 horas/km. recorrido y el número de personas en cada salida varió
entre una y cuatro.
En cada recorrido se buscaron rastros de la presencia de nutria tales como: sitios de
descanso, madrigueras, letrinas, sitios de alimentación, presencia de huellas y heces.
Cada punto positivo, es decir un sitio con la presencia de uno de los rastros, fue
georeferenciado con la ayuda de una unidad de posicionamiento satelital (GPS sigla en
inglés) Garmin e-trex y las rocas fueron señaladas con pintura en aerosol de color
fucsia para evidenciar si había remarcaje.
9.3. Caracterización y Uso del hábitat
Para esta caracterización se siguió una modificación de la metodología empleada por
Spinola y Vaughan (1995b), Waldemarin (2004) y Botero-Botero & Torres-Mejía (en
prensa) descrita a continuación: la vegetación fue evaluada utilizando una parcela de 10
m por 10 m, cada 400 m medidos desde el inicio del recorrido, donde se evaluó
porcentaje de cobertura del estrato herbáceo y leñoso, cobertura foliar, cobertura de
piedras, cobertura del dosel, obstrucción visual a 0 m, 0,5 m y 1 m, número de troncos
caídos número de árboles, número de arbustos, número de guaduas y la pendiente del
terreno. Para esta última se utilizó una vara de un metro, la cual se ubicaba sobre el
suelo, y con la ayuda de un nivel, se buscaba la posición de equilibrio de este, para
medir la altura en centímetros que tomada la vara, siendo esa altura, el porcentaje de
inclinación.
Las coberturas determinan la espesura de los bosques, la cobertura de dosel determina
la protección de varios componentes climáticos como la radiación y lluvias. La cobertura
de hojas es importante para la construcción de madrigueras, por razones estructurales
y para la regulación de la temperatura.
La cobertura de escape es la más importante, ya que de esta depende la sobrevivencia
del individuo, pues entre mayor cobertura de escape halla, menor es la visibilidad frente
a depredadores; ésta es determinada por la cantidad de árboles y arbustos que se
22
encuentran alrededor (Guzmán-Lenis & Camargo-Sanabria 2004).
Los troncos caídos no solamente funcionan como madriguera o sitio de descanso
(Jiménez & Palomo 1998), sino que puede llegar a ser refugio para mamíferos pequeños
y medianos (Guzmán-Lenis & Camargo-Sanabria 2004) presas potenciales para las
nutrias.
Las medidas de cobertura del dosel, obstrucción visual a 0 m, 0,5 m y 1 m, cobertura
de piedras y hojarasca del suelo, se realizaron utilizando el dispositivo propuesto en
Freitas et al. (2002), el cual consiste en un marco de madera de 50 cm. a cada lado,
dividido al interior en 100 pequeños cuadrados de igual tamaño, separadas por una
cuerda o lazo (Figura 2).
Las medidas de las diferentes coberturas se realizaron sosteniendo el dispositivo con los
brazos estirados perpendicular a la línea del cuerpo de manera que el marco queda
paralelo al suelo; se observo y contó, a través del marco, el numero de cuadros
ocupados en mas del 50 %, por los diferentes estratos: herbáceas, foliar, hojarasca, etc,
de manera que al final la sumatoria de todos era de 100 % (Figura 3).
Las obstrucciones visuales, se realizaron ubicando el dispositivo perpendicular al suelo
y hacia el centro de la parcela, a las tres alturas mencionadas (Figura 3).
Para caracterizar el hábitat acuático en cada parcela, se tomaron valores de ancho y
profundidad del cauce.
También se realizó un análisis fisicoquímico de la calidad del agua del río Roble, para lo
cual se tomaron dos muestras, en la misma fecha y en el punto inicial del recorrido, y
se obtuvo el valor de oxigeno disuelto, pH, demanda bioquímica de oxígeno (DBO),
demanda química de oxigeno (DQO), sólidos totales, sólidos suspendidos y dureza, de
acuerdo con la metodología recomendada por la APHA (1992) y Wetzel & Likens (2000).
23
50 cm
Figura 2. Dispositivo utilizado para la medición de coberturas (Tomado de Freitas
et al. 2002).
Figura 3. Posturas del observador midiendo variables de hábitat (Tomado de
Freitas et al. 2002).
24
Con la ayuda de una fotografía aérea del año 2003 y posterior actualización en campo,
se realizó un mapa de cobertura vegetal y en dicho mapa se agruparon los puntos de
positivos, discriminados por temporada climática para determinar el uso del hábitat por
la nutria.
Las rocas que presentaron evidencia de uso por parte de la nutria, se caracterizaron
midiendo diámetro mayor, diámetro menor, distancia a la línea de agua mayor y menor,
altura total, altura emergida y perímetro en la línea de agua (Tabla 1); de acuerdo a los
sugerido por Spinola y Vaughan (1995b).
Tabla 1. Variables medidas a las rocas con heces de nutria.
Variable Descripción
Diámetro mayor Diámetro mayor de la roca,
tomado en la superficie de esta.
Diámetro menor Diámetro menor de la roca,
tomado en la superficie de esta.
Distancia mayor a la
línea de agua
Distancia a la orilla más lejana.
Distancia menor a la
línea de agua
Distancia a la orilla más cercana.
Altura total
Altura de la roca, desde el fondo del río,
hasta su punto más alto.
Altura emergida
Altura de la roca, desde la superficie del
agua hasta su punto más alto.
Perímetro en la línea
de agua
Perímetro de la roca sobre la
superficie del agua.
Se aplicó una prueba de modelos de regresión con selección de variables para las 10
medidas de las rocas, y se estableció cuáles son las más influyentes a la hora de
escoger un sitio de marcaje por parte de la nutria.
25
La comparación en la actividad de marcaje, entre temporadas climáticas se hizo a través
de una prueba de anova de un factor. Los datos fueron procesados en la oficina del
grupo de investigación y asesoría en estadística de la Universidad del Quindío.
Para completar la evaluación y determinación de uso del hábitat, se realizó un mapa de
cobertura vegetal en el cual se agruparon los puntos positivos discriminados por
temporada climática, utilizando el programa ARCVIEW GIS 3.2; dicho mapa se realizó a
partir de una fotografía aérea de la zona del año 2003, y posteriores actualizaciones en
campo.
9.4. Determinación de la dieta
Para determinar la dieta, las heces se recogieron individualmente en una bolsa plástica
la cual fue rotulada con datos de posición, altura, fecha, y nombre del colector;
adicionalmente se registro el nivel de desecación (seca, húmeda, con presencia de
baba), estado (fresca o vieja), y número, cuando se observaba mas de una.
Posteriormente en el laboratorio, cada muestra fue lavada con agua corriente y
tamizada para separar fragmentos identificables de las diferentes categorías
alimenticias (escamas, vértebras, pelos, huesos, exoesqueleto de insectos, restos
vegetales, aletas, etc.), y se preservaron en alcohol al 70%.
Para la identificación de las categorías alimenticias consumidas por la nutria se
utilizaron los criterios propuestos por Arcila et al. (2006) quienes proponen la
comparación de los restos presentes en las heces con vértebras de los peces obtenidos
de la zona de estudio. Así se elaboró un catálogo de vértebras y escamas, como es
recomendado también por Marrero (1994) para estudios de dieta.
La obtención de los peces para el catálogo se realizó por medio de dos eventos de pesca
en donde se capturaron ejemplares con red de arrastre y atarraya, a los ejemplares se
les registró la coloración en vivo y conservaron en formaldehído al 10% posteriormente
fueron trasladados al laboratorio de biología de la Universidad del Quindío para su
determinación con base en claves, descripciones y registros (Maldonado-Ocampo et al.
2005, Román-Valencia 1995).
Las estructuras óseas obtenidas de los peces colectados en la zona, así como las heces
recogidas en los recorridos, se depositaron en la colección personal del docente director
de este trabajo.
26
Para el análisis de la ocurrencia de cada taxón en la dieta se dividió el número de
muestras donde se encontró una categoría alimenticia sobre la sumatoria de todas las
categorías encontradas, multiplicando por 100. (Gori et al. 2003).
� Porcentaje relativo de frecuencia
Fr = (ni/∑n )*100
ni = Número de heces con dicha presa.
n = Total de heces encontradas.
27
10. RESULTADOS
10.1. Caracterización del hábitat
El río Roble presenta un ancho entre 15-30 m. y una profundidad media de 0,50
m. Las riberas de la zona baja se encuentran colonizadas por remanentes
boscosos de guadua y bosques mixtos con estrato secundario conformado por
caña brava (Poaceae) y heliconias (Heliconia sp.) y sistemas productivos como
potreros para la ganadería (Anexo 15.2).
El sustrato de textura mixta, está conformado principalmente por arena, piedras
y materia orgánica en descomposición. El agua se observa cristalina,
especialmente en la temporada de verano, mientras que al presentarse las lluvias,
se torna café oscura, debido a procesos de escorrentía y erosión que sufre la
cuenca.
El oxigeno disuelto varió entre 1,5 mg/lit y 2,13 mg/lit. y el pH presentó valores
cercanos a 7 (6,77 a 7,07) (Tabla 2).
Tabla 2. Variables físicas y químicas en la zona baja del río Roble (mayo de
2007).
Parám etros Dato 1 Dato 2
Dureza (m g/lit C aCo 3 ) 214 20
Oxigeno d isuelto (m g/lit) 1 ,5 2 ,13pH 7,07 6 ,77
Sólidos tota les (m g/ lit) 371 403
Sólidos suspend idos (m g/ lit) 252 266
DBO (m g/lit de O ) 12 ,6 8 ,73
DQO (m g/lit de O ) 71 ,76 83 ,28
Los bosques en la zona están dominados por las guaduas con una densidad de 0,21
individuos por m2 (X=0,21; Std=0,20; n=7) seguida por troncos caídos (X=0,16; Std=
0,19; n=7) y arbustos (X=0,12; Std =0,26; n=7), presentan un bajo número de árboles
(X=0,01; Std =0,02; n=7) y arbustos (Tabla 3).
28
Tabla 3. Densidades de árboles, arbustos, guaduas y troncos caídos.
Densidad (m2)
Árboles Arbustos Guaduas Troncos caídos X 0,01 0,12 0,21 0,16
Std 0,02 0,26 0,20 0,19
Respecto a la cobertura, se encontró que la mayor proporción esta dominada por
plantas herbáceas y leñosas (X=46,06; Std=38,03; n=7), seguido por hojarasca
(X=35,60; Std =25,52; n=7), piedras (X=12,91; Std =34,17; n=7), suelo desnudo (X=5,36;
Std=6,82; n=7) y troncos caídos (X=4,03; Std =5,19; n=7) (Tabla 4).
Tabla 4. Cobertura de extractos herbáceo/leñoso, hojarasca, piedras, dosel,
suelo desnudo y troncos caídos.
Cobertura (%)
Herbáceo/Leñoso Hojarasca Piedras Dosel Suelo desnudo Troncos caídos
X 46,06 35,60 12,91 57,49 5,36 4,03
Std 38,03 25,52 34,17 45,97 6,82 5,19
Entre las principales familias vegetales presentes en la zona se encuentran
Heliconaceae, Moraceae, Solanaceae, Araceae, Asteraceae, Poaceae y Lauraceae. Otras
familias con menos representación son Cucurbitacea, Palmae, Piperaceae,
Boraginaceae, Leguminosae, Maranthaceae, Rubiaceae, Meliaceae, Euphorbiaceae,
Myrsinaceae y Sapindaceae (Agudelo & Gómez 2001).
Las pendientes del terreno son suaves, encontrando en promedio un 19,39 % de
inclinación; la mayor obstrucción visual se presento a los 0 metros, es decir al nivel del
suelo, (X= 84,39; Std =13,91; n=7) (Tabla 5).
29
Tabla 5. Cobertura de escape a 0, 0.5 y 1m.
Obstrucción Visual (%) 0 m 0,5 m 1 m Pendiente X 84,39 65,91 45,18 19,39 Std 13,91 35,21 43,22 29,30
La ictiofauna colectada esta representadas por tres órdenes, ocho familias y 16 especies
(Tabla 6), con las cuales se elaboró el catálogo de vértebras y escamas (Figura 4).
30
Figura 4. Catálogo de vértebras y escamas
Familia Characidae
Brycon henni
Vértebra Abdominal
Vértebra Toráxica
40
Tabla 6. Listado de la ictiofauna presente en la zona baja del río Roble.
Orden Familia Especies Nombre común
Siluriformes Pimelodidae
Pimelodus sp. Bagre
Heptapteridae
Rhamdia sp. Bagre
Loricaridae
Chaetostoma sp. Corroncho
Lasiancistrus sp. Corroncho
Hypostomus sp. Corroncho
Ancistrus sp. Corroncho
Trichomycteridae
Characiforme Paravandellia phaneronema Sanguijuela
Prochilodontidae
Ichthyoelophas longirostris Jetudo
Prochilodus magdalenae Bocachico
Lebiasinidae
Lebiasina sp. Rollizo
Characidae
Argopleura magdalenensis Sardina
Brycon henni Sabaleta
Creagrutus caucanus Cabeza de candado
Bryconamericus caucanus Sardina
Astyanax fasciatus Sardina
Roeboides dayi Juan viejo
Gymnotiformes
Apteronotidae
Apteronotus sp. Jetaeperro
10.2. Uso del hábitat
En total se registraron 136 evidencias de la presencia de la especie, siendo las heces las
más abundantes con 95,6 % del total de evidencias, huellas (2,9%), sitios de descanso
(0,73 %) y avistamientos (0,73%).
Todas las heces fueron registradas en rocas emergidas dentro del cauce del río, las
huellas fueron registradas en las orillas en sustrato arenoso; fue registrada una zona de
descanso que consistió en una cama en tierra debajo de un barranco a la orilla del río
con presencia de heces frescas y sólo se realizó un avistamiento en el mes de marzo
(verano), en horas de la mañana (Tabla 7).
41
Tabla 7. Evidencias de nutria en la zona baja del río Roble.
Se presentaron diferencias en el uso del hábitat entre temporadas climáticas, así, en el
verano la nutria presentó un rango de acción amplio abarcando los 5 km. de estudio
(Figura 5), mientras que en invierno se restringió a una zona pequeña no mayor de 1
km. de longitud de cauce (Figura 6).
Evidencias de nutria Cantidad Porcentaje (%) Rastros/ km. Descripción
Heces 130 95,6 26
Registradas en rocas
emergidas dentro del
cauce del río.
(Anexo 15.3)
Huellas 4 2,9 0,8 Registradas en las orillas
en sustrato arenoso.
(Anexo 15.4)
Descansadero 1 0,73 0,2 Cama de tierra debajo de
un barranco, en la orilla
del río y con presencia de
heces frescas
(Anexo 15.5)
Avistamiento 1 0,73 0,2 Consistió en el paso de la
nutria por el lado de la
investigadora y ante la
presencia humana se
sumergió, realizando
metros más adelante un
movimiento de periscopio.
42
Figura 5. Uso del hábitat por la nutria neotropical Lontra longicaudis para la temporada de verano en la zona
baja del río Roble.
43
Figura 6. Uso del hábitat por la nutria neotropical Lontra longicaudis para la temporada de invierno en la zona baja
del río Roble.
44
La actividad de marcaje con heces fue el factor que más se diferenció entre las
temporadas, presentando mayor número de marcas en el verano (72) que en el invierno
(9), siendo los meses de noviembre y diciembre los de mayor creciente y en los que no se
tuvo registro de ninguna marca (Figura 7).
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
Agosto Septiembre Octubre Enero Febrero Marzo
Número de Rocas Marcadas Número de Heces
Figura 7. Actividad de marcaje discriminada por meses.
El análisis estadístico para las variables medidas en las rocas arrojó 638 modelos para
el verano y el invierno, siendo la combinación de las variables: perímetro de la roca en
la línea de agua, distancia menor a la línea de agua, altura emergida, y cobertura de
dosel; determinante en la escogencia de sitios para marcaje en el verano (r2= 20,44 ; cp=
2,151); mientras que en la temporada de invierno, la combinación de diámetro menor,
altura total de la roca, y altura emergida, es la mas influyente en la escogencia de las
rocas (r2= 24,64 ; cp= 0,196) (Tabla 8).
45
Tabla No 8. Actividad de Marcaje por temporada Climática.
Verano Invierno
Restringido a una zona deaproximadamente 1 km.
Características escogidas por lanutria para marcaren rocas.
Perímetro, altura emergida,distancia a la orilla y coberturade dosel.
Número de Rocasmarcadas 72 9
Número de hecesregistradas 113 17
Rango de acciónDistribuidoa lo largode toda lazona de estudio (5 km.).
Altura total, altura emergida ydiámetro menor.
46
10.3. Dieta
Se analizaron 61 heces de nutria, donde se identificaron un total 14 categorías
alimenticias.
En orden de importancia las categorías más representativas fueron peces (76,7 %),
seguidos por insectos (12,67%), reptiles (0,70%) y un renglón que se clasificó como
“otros” (9,86%), el cual incluye elementos no considerados directamente como parte de
la dieta, sino como de ocurrencia accidental (Figura 8).
0 20 40 60 80
PECES
INSECTOS
REPTILES
OTROS
Porcentaje relativo de frecuencia
Figura 8. Categorías alimenticias consumidas por la nutria neotropical Lontra
longicaudis en el río roble
Dentro de los peces, la familia más consumida fue Loricariidae (corronchos) (Anexo
15.6) donde Chaetostoma sp. fue la especie mas depredada por la nutria, representada
con un 22,61 %; seguida de Hypostomus sp. 9,55% y Ancistrus sp. 8,54%.
Otras especies de peces que están siendo aprovechadas por la nutria, incluyen el
jetaeperro Apteronotus sp. (11,6 %), la sabaleta Brycon henni (9,86 %), el rollizo
Lebiasina sp. (0,70 %), y el bagre Rhamdia sp. (9,15%).
La categoría alimenticia no identificada 1 (4,52 %) corresponde a una especie de pez, la
cual no se logro identificar con el material de referencia obtenido (Figura 9).
47
Figura 9. Peces consumidos por la nutria neotropical Lontra longicaudis en el río
Roble.
El siguiente grupo en importancia son los insectos representados por las larvas de
cigarros Corydalus sp. (familia Corydalidae) (12,68%) (Anexo 15.7).
El lagarto Jesucristo, Basiliscus sp. (familia Corytophanidae) fue el único reptil
consumido por la nutria (0,70 %). La categoría de otros incluye en mayor porcentaje,
pelos de la nutria (7,75 %) probablemente ingerido cuando esta se acicala, caracoles
(Orden gastropoda) (0,70 %), semillas (3,52 %) y restos vegetales (4,02 %); que por su
tamaño pequeño pueden ser parte de los contenidos estomacales de los peces
consumidos por la nutria (Tabla 9).
Lebiasina sp. 0.70 %
Brycon henni
9,86 %No identificado 1
4,52 %Apteronotus sp.
11,6 %
Rhamdia sp.
9,15 %
Ancistrus sp.
8,54% Chaetostoma sp.
22,61%
Hypostomus sp.
9,55%
48
PECES 70,71 82,734 49,020
Familia Characidae
Brycon henni 7,07 7,914 5,88
Familia Lebiasinidae
Lebiasina sp 0,51 0,719 0,00
Familia Loricariidae
Hypostomus sp. 9,60 11,511 5,88
Chaetostoma sp. 22,73 25,899 17,65
Ancistrus sp. 8,59 10,791 3,92
Familia Heptateridae
Rhamdia sp. 6,57 6,475 7,84
Apteronotus sp. 11,11 12,950 7,84
No identificado 1 4,55 6,475 0,00
INSECTOS 13,13 4,317 39,216
Familia Corydalidae
Corydalus sp. 9,09 0,719 33,33
Restos de insectos 4,04 3,597 5,88
REPTILES 0,51 0,719 0,000
Familia Corytophanidae
Basiliscus sp. 0,51 0,719 0,00
OTROS 15,66 15,108 19,608
Pelo de nutria 6,57 7,914 3,92
Vidrio 1,01 0,000 3,92
Semillas 3,54 3,597 3,92
Restos vegetales 4,04 2,878 7,84
Gastropoda
Familia Hydrobiidae 0,51 0,719 0,00
Total 100 100 100
Global verano inviernoPresas de la nutria
Porcentaje relativo de frecuencia
Tabla 9. Presas de la nutria y su frecuencia de ocurrencia, total y por temporada
climática.
Comparando las categorías alimenticias por épocas climáticas se observó, que el grupo
de los peces presenta mayor ocurrencia en verano que en invierno, aunque en ambas
temporadas son el renglón de mayor consumo; los insectos en cambio, son un grupo
importante en el invierno y casi inexistentes en verano; mientras los reptiles aparecen
solo en la época seca, aunque con baja frecuencia (Figura 10).
49
0 20 40 60 80 100
PECES
INSECTOS
REPTILES
OTROS
Porcentaje relativo de frecuencia
verano invierno
Figura 10. Dieta de la nutria neotropical Lontra longicaudis
por temporada climática.
Se evidenció también variación estacional en la dieta, para las especies de peces
consumidas; siendo ampliamente importante Chaetostoma sp. en la temporada del
verano; y donde algunas categorías aparecen exclusivamente como la especie Lebiasina
sp., el lagarto Basiliscus sp. y el pez no identificado No 1.
En el invierno, la especie Corydalus sp. es la que evidencia mayor aparición en las
heces de nutria. Otras especies que se diferencian en su ocurrencia son Hypostomus
sp., Ancistrus sp., Apteronotus sp., mientras que las otras categorías presentan
ocurrencias similares (Figura 11).
A pesar de la aparente diferenciación en categorías alimenticias entre las temporadas
climáticas, la prueba de Kruskal-Wallis, arrojó que no hay diferencias significativas en
el consumo de las presas (Tabla 10).
El único factor que se diferenció fue el vidrio con mayor importancia en el invierno,
aunque el vidrio per se no puede considerarse una categoría alimenticia, pues no realiza
ningún aporte nutricional, además se considera de ocurrencia accidental.
50
Categoría Alimenticia Estadístico de prueba
N= 61 (V=51 I=10)
Resultado
Peces H1=0,211 p = 0,646 No significativa
Reptiles H1=0,196 p = 0.658 No significativa
Insectos H1=2,15 p= 0,142 No significativa
Semillas H1= 0,025 p= 0,658 No significativa
Pelo H1=0,696 p= 0,404 No significativa
Orden Gastropoda H1= 0,196 p= 0,658 No significativa
Vidrio H1= 10,37 p=0,0013 Significativa
Tabla 10. Prueba Kruskal-Wallis entre categorías alimenticias y temporada
climática.
51
0 5 10 15 20 25 30 35 40
Brycon henni
Lebiasina sp.
Hypostomus sp.
Chaetostoma sp.
Ancistrus sp.
Rhamdia sp.
Apteronotus sp.
No identificado 1
Corydalus sp.
Restos de insectos
Basiliscus sp.
Otros
Porcentaje relativo de frecuencia
verano invierno
Figura 11. Categorías alimenticias consumidas por la nutria discriminados en
temporada climática
52
11. DISCUSIÓN
11.1. Caracterización y Uso del hábitat
Las nutrias depositan heces como marcas olfativas en lugares visibles de su área de
vida, otorgando a éstas un papel importante en la comunicación intraespecífica
(Lariviere 1999) y en la delimitación de territorios (Quadros & Monteiro-Filho 2002). Es
por esto que los sitios seleccionados por las nutrias para depositar las heces se
convierten en un buen indicativo del uso que la especie hace del hábitat.
En verano la nutria tiene en cuenta las variables perímetro de la roca, altura emergida,
distancia a la orilla y cobertura del dosel, coincidiendo con Spinola & Vaughan (1995b);
quienes encontraron que las rocas con heces, presentan valores más altos en las
variables, diámetro mayor, diámetro menor, altura emergida y cobertura, lo que se
traducía en rocas conspicuas y sitios de mayor cobertura arbórea y arbustiva.
En invierno las variables seleccionadas no corresponden con las rocas más conspicuas
(diámetro menor, altura total y emergida), pero el aumento en el nivel del cauce en esa
temporada climática, lleva a la nutria a preferir rocas que sobresalgan de la creciente
aunque su diámetro no sea el mayor.
Para la nutria neotropical en el río Roble, es de vital importancia la disponibilidad de
rocas, en particular las de mayor tamaño por su fácil identificación visual, ya que estas
se constituyen como el principal sitio de marcaje para las dos temporadas climáticas,
posiblemente por la importancia que tiene para la especie el comportamiento de
marcaje a través de las heces.
En relación a esto, Waldemarin (2004) encuentra un nexo entre la selección de rocas
para marcaje y su disponibilidad, Quadros & Monteiro-Filho (2002), afirman que en
ausencia de elementos conspicuos, las nutrias escarban el sustrato para fabricar
elevaciones y defecar arriba de estas, y Kasper et al. (2004) hallaron que la baja
disponibilidad de sitios conspicuos favorece el marcaje al interior de sitios de refugio.
Respecto a la diferencia en el número de marcas entre estaciones climáticas; se
presenta concordancia con Spinola y Vaughan (1995b), quienes también reportaron
aumento en el número de marcas en la estación seca atribuido a que se presenta
variación estacional en la actividad de marcaje y/o variación en el número de individuos
de nutria marcando el territorio.
Waldemarin (2004) sugiere que el aumento en el número de marcas se da en épocas en
53
que la disponibilidad de presas disminuye, aumentando la competencia intraespecifica.
Para el presente estudio no se evaluó la variación en la disponibilidad de las presas, o
el aumento en el número de individuos de nutria, por lo que no es posible concluir que
factor induce la diferenciación en el número de marcas entre las temporadas climáticas.
La agrupación de los puntos positivos en el área de estudio, evidencia relación con los
sitios de mejor cobertura vegetal en las riberas del río; coincidiendo con Waldemarin
(2004); quien encontró que en áreas cuyas márgenes son más heterogéneas los puntos
están agrupados en zonas con cierto grado de preservación. Igualmente Quadros &
Monteiro-Filho (2002) afirman que el registro de un número elevado de heces esta
relacionado con la densidad de la vegetación presente en las márgenes del río.
Arcila (2003) en el cañón del río Alicante, departamento de Antioquia (Colombia),
encontró una alta y positiva correlación entre el estado de conservación de las riberas y
el número de heces depositadas.
Botero-Botero & Torres-Mejía (en prensa.) registraron que la combinación de la
densidad de arbustos, la cobertura de troncos y la cobertura de escape a cero metros
son los tres factores que determinan la preferencia de hábitats por parte de la nutria en
la cuenca del río La Vieja. De la misma forma, Carrillo-Rubio & Lafon (2004) aseguran
que la nutria prefiere áreas con una saludable estructura en la vegetación riparia.
Para otras especies de lutrinos como Lutra lutra y Lontra provocax se reporta también la
preferencia hacia áreas con gran cantidad de vegetación y la importancia del
mantenimiento de las riberas en el estado de la población (Jiménez & Palomo 1998;
Choupay 2006; Astorga 2006).
En consecuencia, el estado de conservación de las riberas, es determinante para la
presencia de la nutria en la zona de estudio, siendo favorecida por los porcentajes
obtenidos para las diferentes coberturas vegetales.
Por todo lo anterior se puede afirmar que, al momento de este estudio, la zona baja del
río Roble, es un hábitat óptimo para la sobrevivencia de la nutria neotropical, ya que
ofrece una buena presencia de rocas que son utilizadas como zonas de marcaje de
Sin embargo después de terminada la fase de campo del presente estudio, entre los
meses de junio y agosto de 2007, los propietarios de predios aledaños al cauce
realizaron una explotación de guadua, esto con el aval de la corporación autónoma
regional del Quindío (CRQ), en la cual, por recorridos realizados, se observó la perdida
54
de la cobertura de escape y disminución en la densidad de hierbas, árboles, arbustos y
guaduas, siendo desconocidos hasta el momento los efectos sobre la nutria (Anexos
15.8 y 15.9)
Expediciones posteriores realizadas en el mes de agosto de 2007, por el curso en
mamíferos silvestres de la Universidad del Quindío se recorrió el área de estudio y solo
se colectaron heces viejas y en bajo numero (7.5 heces por km. recorrido) (Botero-
Botero com. pers., 2007).
De otro lado, para el análisis fisicoquímico solo fue posible realizar una vez la toma de
las muestras y coincidió con una época de lluvias fuertes y aumento del caudal del río.
Por esto los valores de dureza, por ejemplo, muestran valores tan disímiles, a pesar de
ser muestras del mismo sitio, y uno de los valores (214 mg/l) está bastante alejado de
los valores de referencia posiblemente por un error al realizar la prueba; por esto se
toma el otro dato (20 mg/l) como el que aporta información del parámetro en cuestión.
Según Roldan (1992) un valor entre 10 a 25 mg/l, son aguas suaves y medianamente
productivas, lo que permite el establecimiento de una flora y fauna variada.
Los sólidos totales y sólidos suspendidos, mostraron valores elevados, si se comparan
con los datos de Echeverri & Alzate (2003) evidenciando la turbiedad causada por las
lluvias; los valores de oxigeno disuelto, al ser comparados con los de Aldana et al.
(1993) y Echeverri & Alzate (2003) se consideran bajos y poco benéficos para los
organismos como peces e insectos acuático, estos datos posiblemente se obtuvieron por
la fuerte temporada de lluvia.
Los valores de DBO y DQO presentan valores alejados de los puntos de referencia para
aguas poco contaminadas; los cuales se encuentran para D.Q.O entre 2,3 y 6,3 mg/l. y
para la D.B.O entre 0,3 y 0,9 mg/l.
Ya que solo se tomaron dos datos en el mismo sitio y al mismo tiempo, se considera
insuficiente la información para concluir acerca del estado fisicoquímico de las aguas
del río Roble, además, la mayoría de resultados se encuentran alejados de otros
estudios de la zona, los cuales reportan que este es de aguas limpias y posee
condiciones optimas para el establecimiento de fauna bentónica, lo que favorece las
redes tróficas acuáticas (Aldana et al. 1993, Londoño et al. 2001, Echeverry & Alzate
2003).
55
11.2. Dieta
Lontra longicaudis es un predador tope de las redes tróficas acuáticas; y es reconocida
como una especie ictiófaga (Gonzáles et al. 2004, Espitia et al. 2006) que a su vez
consume organismos asociados a los cuerpo de agua tales como insectos, reptiles y
cangrejos (Arcila 2003).
En el presente estudio, la categoría alimenticia de mayor ocurrencia son los peces;
coincidiendo con numerosos estudios que reportan el alto porcentaje de estos dentro de
la dieta de dicha especie (Colares & Waldemarin 2000, Gori et al. 2003, Arcila 2003
Kasper et al. 2004, Botello 2004).
Aunque para la zona de estudio están reportadas siete familias de peces, y se tiene
evidencia de otros organismos que podrían ser potenciales presas como: pequeños
mamíferos, aves acuáticas, reptiles e incluso frutos de algunas plantas; la nutria dirige
su esfuerzo de captura a especies de peces de la familia Loricariidae, y dentro de esta,
a la especie Chaetostoma sp.
Gonzáles et al. (2004), para los Andes venezolanos reporta que la especie de mayor
frecuencia de aparición es Chaetostoma milesi atribuyendo este resultado a
características biológicas de la especie como su lento desplazamiento y la utilización del
lecho rocoso, troncos caídos y otros elementos para refugiarse, lo que facilita su
captura. Kasper et al. (2004), afirman que la ocurrencia de familias como Loricariidae
entre los grupos mas consumidos esta relacionada con los hábitos de estas especies.
Brandt (2004), reporta que el mayor porcentaje de consumo corresponde a peces
Siluriformes (71,79%), Perciformes (53,85%) y Characiformes (44,87 %), así como
Loriicaridae (32,91%).
En consecuencia, estas características pueden estar determinando el consumo de
presas por parte de la nutria en la zona de estudio, ya que allí se encuentran, además
de Chetostoma sp. otras especies de la misma familia, con características similares.
Un reporte similar realiza Choupay (2006), para el huillin, Lontra provocax, quien afirma
que la preferencia por un tipo de presa podría deberse a la alta disponibilidad y
facilidad de captura en ambientes dulceacuícolas.
De otro lado, la presencia de insectos como Corydalus sp. en la dieta fue reportada por
Pardini (1998) y por Brandt (2004), afirmando que su presencia es abundante en
56
invierno; coincidiendo con los datos encontrados para el río Roble. La biología de esta
especie, se encuentra asociada a hábitats lóticos, como ríos de alta montaña y es
posible observarla al levantar piedras o remover el sustrato (Romero 2001), asociado a
esto, algunos autores (Spinola y Vaughan 1995a), observaron a las nutrias voltear
piedras para conseguir sus presas, de esta forma es posible asociar la aparición de
Corydalus sp. en la dieta, con el consumo que hace la nutria de corronchos, ya que
ambos, permanecen bajo las piedras y en el sustrato.
Especies de reptiles asociadas a los cuerpos de agua, también han sido mencionadas
como parte de la dieta de L. longicaudis. (Macias-Sánchez & Aranda 1999, Arcila 2003)
aunque en una baja proporción.
El “lagarto Jesucristo”, Basiliscus sp. (familia Corytophanidae), presenta hábitos
estrechamente relacionados con los cuerpos de agua, y una conocida habilidad para
cruzar corriendo sobre la superficie del cauce de los ríos haciéndose presa potencial de
la nutria.
El recurso alimenticio en la zona, permanece más o menos constante, lo que se
evidencia al no encontrar diferencias significativas en la aparición de presas entre las
temporadas climáticas.
La aparición importante de familias de peces como Characidae, Apteronotidae,
Heptapteridae y Lebiasinidae; evidencian el carácter oportunista de la nutria, pues
aunque estos son peces de movimientos rápidos e implican un mayor esfuerzo en su
captura, aparentemente la nutria también hace uso de este recurso.
La presencia de pequeñas semillas, pelos y objetos extraños como vidrio, se consideran
totalmente accidentales y no hacen parte en la dieta de la nutria.
57
12. CONCLUSIONES
• Ya que el comportamiento de marcaje a través de heces es un indicativo del uso
de hábitat por parte de la nutria, la presencia de rocas emergidas en el cauce del
río Roble, es un recurso vital en la manifestación de dicho comportamiento en
ambas temporadas climáticas.
• En temporada seca hay un aumento en el marcaje con heces, en el que son
utilizadas las rocas conspicuas, emergidas del cauce del río.
• Se comprueba la importancia que tiene para la nutria, la presencia de vegetación
aledaña a las riveras de los ríos, representada en el caso del río Roble, por la
densidad de árboles, guaduas, arbustos y troncos caídos.
• La nutria neotropical, es una especie principalmente ictiófaga donde los peces de
la familia Loricariidae son el principal sustento alimenticio, presentando mayor
consumo de la especie Chaetostoma sp.
• Lontra longicaudis muestra un comportamiento oportunista respecto a la dieta,
ya que aprovecha en un porcentaje considerable de otras grupos alimenticios
como insectos y en menor importancia otros vertebrados como reptiles.
• La selección de las presas esta relacionada con los hábitos de las especies, como
el lento desplazamiento de los peces y la permanencia en el lecho rocoso de las
larvas de insectos como Corydalus sp.
58
13. RECOMENDACIONES
Se recomienda en áreas adyacentes a la Reserva Natural “La montaña del Ocaso”, la
conservación de las franjas de bosque aledaño al cauce y la no explotación comercial de
los guaduales asociados, así mismo se hace necesario un mayor control por parte de la
autoridad ambiental del Departamento (CRQ) en la zona de estudio para evitar la
sobreexplotación del bosque de guadua, la presencia de bañistas, pescadores y
cazadores.
Es prioritario evaluar los posibles efectos negativos sobre la nutria, causados por la
extracción de guadua realizada entre los meses de junio y agosto de 2007.
Se debe reestablecer la conectividad a lo largo de las orillas del río para permitir la
movilidad de la nutria desde y hacia el río La Vieja.
Es necesario prestar atención a la pesca con atarraya, ya que esta puede vulnerar la
población de ¨corronchos¨, (Familia Loricariidae), que son el principal sustento
alimenticio de la nutria.
Finalmente, es necesario realizar otros estudios que amplíen el conocimiento en otros
aspectos de la ecología de la nutria y generar procesos de educación ambiental en la
zona que propendan por la conservación de los hábitats ribereños, a escala de la
cuenca hidrográfica del río La Vieja.
59
14. LITERATURA CITADA
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15.4. Huella de Nutria Neotropical (Foto: A. Botero)
15.5. Descansadero de Nutria Neotropical (Foto: R. Mayor)
75
15.8. Aspecto de las riberas del río Roble antes del aprovechamiento de Guadua.
(Fotos: A. Botero)