Hablemos sobre riesgo financiero

UNIVERSIDAD SAN MARCOS

Licenciatura en Administración de Empresas con Énfasis en Gestión Bancaria

ADMINISTRACION DEL RIESGO EN LA INTERMEDIACION FINANCIERA

Hablemos de Riesgo Financiero

PROFESOR MBA. ARTURO AZOFEIFA CESPEDES

ESTUDIANTE ANA ALIZAGA ALVARADO

08, Febrero, 2017

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Hablemos de Riesgo Financiero 2017

Resumen

El presente trabajo pretende aportar conocimientos básicos sobre el riesgo financiero, las

medidas a seguir para controlarlo y las situaciones de mercado que se deben considerar antes de

invertir o respaldar una inversión.

Desde aceptar a un nuevo cliente, un inversionista o el financiar un proyecto genera un alto

riego, tanto para el solicitante como para el intermediario financiero.

La capacidad de pago, la rentabilidad del proyecto, las condiciones del mercado, son solo

algunas de las situaciones que podrán enfrentar el intermediario financiero y es por ello que las

entidades financieras deben crear robustas políticas de control interno, auditoria interna,

cumplimiento (desarrollo y seguimiento del conozca a su cliente) y un compromiso de sus

empleados (manual de la ética laboral).

Palabras Claves Riesgo, intermediación financiera, regulación costarricense, comité de riesgo,

SUGEF.

Introducción

Desde tiempos remotos el consumidor se ha catalogado como el sujeto aquel que adquiere

bienes ante un tercero, mediante las condiciones pactadas dentro de la garantía o contrato del bien

adquirido y, cuya utilidad nos permite satisfacer una necesidad.

En el campo financiero, el consumidor en ocasiones siente que la gran cantidad de

documentos solicitados son excesivos, pero en realidad para los intermediarios financieros es una

forma de poder conocer más a detalle a aquella persona a quien se le confiará su dinero en carácter

de préstamo. Es una forma no solo de medir sino también de controlar el riesgo que implica

desembolsar cantidades fuertes de dinero a un “desconocido” cuya garantía podría ser nula o a

través de un bien que no podrá hacerse efectivo de inmediato. Esas medidas aplicadas por los

intermediarios financieros y avaladas en las regulaciones costarricenses, son las que permiten

administrar el riesgo de manera efectiva aunque no infalible.

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1. Riesgo Financiero

Día con día la gente está expuesta a un sinfín de riesgos. Al salir de sus casas corren el riesgo de

no volver, al adquirir un compromiso está implícito el riesgo de no cumplirlo.

Pero que sucede cuando ese riesgo se liga a una obligación financiera. Que haría el consumidor

para medir el riesgo antes de asumirla y que haría un intermediario financiero antes de otorgarla.

Antes de responder a esas interrogantes es importante conocer a detalle, qué es el riesgo y

cuándo estamos en presencia de un riesgo financiero.

1.1. Riesgo

Como bien lo resalta el escritor Evaristo Diz (2015) “riesgo es aquello que puede generar un

evento no deseado y traer como consecuencias pérdidas y/o daños” (p. 1)

Cuando ese evento sucede en las finanzas el “efecto pérdida y/o daño” sobresale en todo

el contexto. Dentro de las líneas del señor Diz (2015) se relaciona la pérdida financiera con las

siguientes líneas,

“Generalmente, cuando ocurren pérdidas estas conllevan una

consecuencia financiera que afecta de alguna manera el ingreso,

presupuesto, flujo de caja de un ente, persona o empresa que está sujeto

o sumergido dentro de ambientes que pueden inducir eventos

catastróficos en grados variables que de alguna manera afecten al

individuo o empresa.” (p.1)

El riesgo financiero siempre estará implícito para las partes participantes. Como se resalta

en el párrafo anterior, afectaran al individuo o empresa. El individuo que adquiere un servicio

financiero podría no hacer frente a la deuda, perder el bien y generar una mala calificación en su

historial crediticio, por otro lado, la empresa o intermediario financiero podría no recuperar el

dinero que, en un contrato de buena fe, presta a uno de sus clientes.

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2. Principales Riesgos Financieros

2.1. Riesgo inherente

Cuando adquirimos un préstamo o cuando lo otorgamos inmediatamente generamos

riesgos. Esta clase de riesgo es del tipo que no se puede controlar. Para el auditor Iván Rodríguez

(2017) la definición de este tipo de riesgo es,

"Riesgo inherente es la susceptibilidad del saldo de una cuenta o clase de

transacciones a una representación errónea que pudiera ser de

importancia relativa, individualmente o cuando se agrega con

representaciones erróneas en otras cuentas o clases, asumiendo que no

hubo controles internos relacionados. Un riesgo inherente es uno que se

encuentra en el ambiente y afecta a varias categorías o clases de

transacciones.”

El riesgo a que un negocio no funcione o se vea envuelto en una catástrofe natural pueden

considerarse riesgos inherentes. No son controlables, son inesperados y difícilmente el consumidor

financiero tenga reserva para afrontarlo.

2.2. Riesgo residual

Al momento de adquirir una obligación financiera, o bien, como intermediarios financieros

la otorgamos, debemos asumir riesgos y anticiparnos a ellos. Financieramente lo ideal es crear

reservas, tema que se abarcará más adelante. Este tipo de riesgo es catalogado por el auditor Iván

Rodríguez (2017) como,

“El riesgo residual es aquél que permanece después de que la dirección

desarrolle sus respuestas a los riesgos. El riesgo residual refleja el riesgo

remanente una vez se han implantado de manera eficaz las acciones

planificadas por la dirección para mitigar el riesgo inherente.”

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3. Reservas financieras - Provisiones

El camino correcto para mitigar el riesgo de liquidez es a través de una correcta reserva

de fondos. Con esta sana costumbre, tanto el intermediario financiero como quien asume

la deuda podrá hacer frente a eventualidades de riesgo. Una adecuada descripción en que

consiste y como apoya un sistema de reservas lo brinda el Banco de España (2012) en uno

de sus artículos en la red,

“Un sistema de provisiones prudente asegura que la cartera de créditos

está saneada y, por tanto, reduce su riesgo inherente. Las provisiones

genéricas, que cubren la pérdida no manifestada de las carteras no

morosas, deben aumentar en momentos de bonanza económica, cuando

el crédito malo se oculta, y disminuir en situaciones de crisis, cuando el

crédito malo aflora de golpe.”

En Costa Rica las aplicaciones de reservas para mitigar el riesgo también son aplicadas. La

SUGEF en su acuerdo 15-16 Reglamento sobre gestión y evaluación del riesgo de crédito para el

sistema de banca para el desarrollo establece pautas para la correcta gestión del riesgo a través de

reservas. Cómo bien se rescata en el artículo uno párrafo dos del Reglamento sobre gestión y

evaluación del riesgo de crédito para el sistema de banca para el desarrollo (2016)

“Este Reglamento desarrolla el marco general para la gestión del riesgo

de crédito de las operaciones realizadas bajo la Ley 9274 y su Reglamento,

así como disposiciones para el cálculo de estimaciones genéricas y

específicas, y para el cálculo del requerimiento de capital para estas

operaciones.”

Estas estimaciones nos permiten cubrir riesgos residuales por pérdidas de carteras vencidas

y/o carteras riesgosas (según clasificación otorgada por cada intermediario financiero) y así prever

o subsanar las cuentas que no se logren recuperar y deban ser consideradas pérdidas, viéndose

afectado de manera directa su capital de trabajo.

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Entre otras de las medidas estipuladas por el Banco Central para cumplir con una reserva

líquida es el encaje mínimo legal, el cual se describe en el libro de Hernández Arias (1996) como,

“… una reserva líquida de fondos exigidos por el Banco Central a los Bancos

Comerciales y a las sociedades Financieras de Inversión y de Crédito Especial de

Carácter no Bancario en proporción al total de depósitos y obligaciones que

tengan con terceros. La relación de la reserva exigida la fija el Banco Central según

la influencia que se desea generar, es decir, de contraer o expandir la capacidad

de crédito de los Bancos” (pag.29)

Por otro lado, Costa Rica también se apoya en el Nuevo Acuerdo de Capital de Basilea, del

Banco Central de Costa Rica (2003) propiamente en el enfoque basado en calificaciones internas

(IRB),

“Bajo el enfoque IRB, los bancos están autorizados para utilizar sus

propias estimaciones internas de incumplimiento para valorar el riesgo

crediticio de su cartera, sujetos a una metodología estricta y estándares

de información. En el caso de la metodología fundamental (básica), los

bancos estiman la probabilidad de incumplimiento de cada deudor y los

supervisores suplirían el resto de información necesaria. En la

metodología avanzada, el banco, con un mayor desarrollo interno en estos

cálculos, puede ofrecer la mayoría de la información necesaria para el

cálculo del riesgo crediticio. Tanto la metodología fundamental como la

avanzada permiten una mayor sensibilidad al riesgo, en comparación al

enfoque estandarizado. También, el nuevo marco introduce más

sensibilidad al riesgo provocado por el uso de instrumentos como

derivados y titularización.” (pag.7)

En este punto es importante aclarar qué es el comité de Basilea y en qué consiste el Acuerdo

de Capital de Basilea. Estas anotaciones las encontramos dentro de la propia publicación del Banco

Central de Costa (2003)

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“Es una organización formada en 1975, por los presidentes de los Bancos

Centrales del Grupo de los Diez Países Industriales, más Luxemburgo y

Suiza (Bélgica, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Luxemburgo,

Holanda, Suecia, Suiza, Reino Unido y los Estados Unidos). Surgió como

respuesta a los problemas financieros de diversos bancos, originados en

la ruptura de los tipos de cambio fijos o sistema de Bretton Woods, vigente

desde mediados de la década de los cuarentas, lo que hizo que las

monedas de conversión internacional flotaran erráticamente por un

período relativamente extenso. A esto se sumó la crisis petrolera de inicios

de la década de los setentas.” (pag.1)

“Es un acuerdo que desde 1988 estableció normas de capitalización

mínima para los bancos que realizan operaciones internacionales, según

las cuales los requisitos de capital se basan en un número limitado de

categorías de riesgo (específicamente riesgo de crédito). Este acuerdo

tuvo dos propósitos principales: fomentar en todos los países condiciones

competitivas igualitarias para los bancos internacionales y fortalecer la

solidez financiera de dichos bancos.” (pag.1)

En la actualidad este marco regulador está en vigencia en su tercera edición, Basilea III,

Coeficiente de financiación estable neta (NSFR) definido como,

"…un conjunto integral de reformas elaborado por el Comité de

Supervisión Bancaria de Basilea para fortalecer la regulación, supervisión

y gestión de riesgos del sector bancario. Estas medidas persiguen

Mejorar la capacidad del sector bancario para afrontar

perturbaciones ocasionadas por tensiones financieras o

económicas de cualquier tipo,

Mejorar la gestión de riesgos y el bueno gobierno en los bancos,

Reforzar la transparencia y la divulgación de información de los

bancos.”

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Figura #1

Fuente Bank For International Settlements, (2014)

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4. Análisis del Riesgo.

¿Qué medidas preventivas debe tomar cada una de las figuras involucradas en un riesgo

financiero con el fin de no llegar a las medidas paliativas?

Por parte del intermediario financiero las medidas existen, algunas de carácter obligatorias

en cuanto a ejecución y otras propias de la institución. Entre las principales medidas se encuentran,

4.1. Evaluación del Riesgo: Una de las mejores formas de controlar el riesgo o al menos

intentar anticiparse a él es a través de una evaluación sistematizada. Dicha evaluación

podrá ser confeccionada, actualizada y administrada por un área de control interno de

la mano con un comité de riesgo.

La evaluación de riesgo es definida por Rodrigo Estupiñan (2006) como “la identificación y

análisis de los riesgos que se relacionan con el logro de objetivos; la administración debe

cuantificar su magnitud, proyectar su probabilidad y sus posibles consecuencias” (p. 6)

Los intermediarios financieros deberán identificar riesgos externos e internos. Será

necesario pautar medidas que les permitan controlar las eventualidades futuras, para ello

podrá establecer acciones como el conozca a su cliente (KYC por sus siglas en inglés),

monitoreo de actividades financieras del cliente, mantener un robusto departamento de

cobros (en caso que el cliente no cumpla sus obligaciones), definir una matriz de seguridad

y estudiar de manera constante el mercado, entre otras medidas.

Continuando con la lectura del señor Estupiñan (2006) se desprende una ligera

clasificación del riesgo financiero enunciándolo con:

a. Riesgos de interés (volatilidad de las tasas de interés)

b. Riesgo cambiario y de convertibilidad (devaluación o revaluación de la moneda

nacional con el dólar, otras monedas y ahora con el euro) (p. 102)

En la figura #2, tomada del libro de Estupiñan (2006) se visualiza una correcta segmentación

del riesgo financiero según su tipificación.

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Figura #2

Fuente: Administración de riesgos E.R.M. y la auditoría interna, (Estupiñán, 2005)

Como bien se desprende de la imagen, un factor externo que amenaza de manera constante

a los intermediarios financieros, son los Riesgos Operacionales Ilícitos.

Dichos riesgos serán aquellos asociados a las operaciones fraudulentas que el cliente realice

a través del intermediario financiero para realizar lavado de dinero, fraudes, estafas, financiamiento

al terrorismo, entre otros. Este tipo de movimientos deberán ser detectados por el ente financiero

antes de otorgar el producto al cliente. Esto se logra a través de un correcto estudio del prospecto

y mediante la aplicación del Conozca a su Cliente (KYC por sus siglas en inglés).

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4.2. Conozca a su Cliente.

La política Conozca a su Cliente es un fiel aliado de los intermediarios financieros para

mitigar el riesgo. Con la creación de la ley 7786 Sobre Estupefacientes, Sustancias Psicotrópicas,

Drogas de Uso No Autorizado y Actividades Conexas la cual entró en vigencia a partir del 15 de mayo

de 1998 (fecha de publicación en La Gaceta) se implementa dicha política.

Con la implementación de esta política es posible crear mecanismos para identificar al

cliente potencial y el existente con el fin de detectar sus relaciones con malas prácticas financieras

y/o ligadas al terrorismo.

Una definición óptima del cómo funciona el Conozca a su Cliente la encontramos en la

página Antilavadodedinero.com en la sección Política Conozca a su Cliente

“Para conocer al cliente es necesario establecer registros individuales de

cada uno de ellos, con la finalidad de obtener y mantener actualizada la

información necesaria para determinar fehacientemente su identificación

y las actividades económicas a las que se dedican, a los efectos de definir

su perfil financiero y adaptar parámetros de segmentación y las

actividades económicas a las que se dedican, a los efectos de definir su

perfil financiero y adoptar parámetros de segmentación o por cualquier

otro instrumento de similar eficacia, por niveles de riesgo, por clase de

producto o cualquier otro criterio que permita identificar las operaciones

inusuales o sospechosas.”

La custodia correcta de cada uno de los formularios de KyC se encuentra dentro del propio

expediente del cliente. Figurará como un documento indispensable para la apertura de productos

o bien la actualización de la información del cliente.

Por cada unidad de negocio del intermediario financiero en el que el cliente figure deberá

existir un documento, en original, del KyC debidamente actualizado.

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Los formularios, en la actualidad, son custodiados por cada entidad financiera pero, según

proyecto de ley 19,951, se busca centralizar la información del cliente en una única plataforma,

permitiendo un mayor control y mitigando el riesgo, ya que cada instancia del mercado financiero

tendrá la información actualizada del cliente en una única plataforma administrada por el Banco

Central de Costa Rica. Como lo menciona la periodista María Siu (2016) “Esta sería una de las

medidas que se utilizarían como mecanismo para prevenir la legitimación de capitales y

financiamiento del terrorismo.”

Pero como afecta el lavado de dinero el mercado financiero. Cuáles son las consecuencias

que esta práctica puede generar. En una amplia nota del auditor financiero forense, el señor Arturo

Azofeifa (2015) resalta, entre otras consecuencias, la financiera describiéndola como, “Descalce de

plazos, desconfianza en el sector financiero, quiebras, iliquidez, descapitalización, mecanismos de

evaluación multilateral, impacto según organismos internacionales, desconfianza del público y de

los inversionistas, entre otros.” (pag.8)

4.3. Comité de Riesgo

El comité de riesgo es otra área importante que ayuda a prevenir, adelantar o bien mitigar

el riesgo al que se enfrentan los intermediarios financieros. Como lo describe Estupiñan (2006), “El

comité de riesgo lo conforman los miembros el consejo de administración y de la alta gerencia,

quienes han evaluado permanentemente los diferentes riesgos de la Entidad y emitidos los informes

del caso al Consejo de Administración…” (pag.310)

Dentro de las funciones de dicho comité, está el detectar los principales riesgos, analizarlos

a detalle y buscar estrategias de negocio que puedan erradicar o bien minimizar el riesgo.

Los principales riesgos que debe anticipar el Comité de Riesgo con el fin que los bancos no

se vean severamente atacados los encontramos ampliamente descritos por Pablo (2013) en la web

a través de la página En Naranja, donde destacan, entre otros, el riesgo reputacional, riesgo

tecnológico, riesgo país, riesgo por actos delictivos, siniestros y fraudes. Pero, dentro de los

principales riesgos ampliamente ligados a la imagen #2 del presente documento, encontramos en

la misma nota de En Naranja (2013),

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4.3.1. Riesgo de Crédito

“… Se trata del riesgo que asume un banco cuando presta dinero a sus

clientes (personas físicas, jurídicas y entidades públicas), o cuando

concede un aval o una tarjeta de crédito. O lo que es lo mismo, la

probabilidad que hay de que el cliente devuelva o no el dinero prestado o

avalado, siguiendo la pauta de pagos marcada. A mayor riesgo de

crédito, mayor tipo de interés pedirá el banco a la hora de ofrecer un

préstamo”

4.3.2. Riesgo Legal

“Los bancos están expuestos a una dura legislación sectorial que les exige

continuamente adaptar sus procesos y sistemas, con el objetivo de cumplir

siempre lo que marquen el regulador. Los requisitos de información al cliente

o al regulador y los de dotar provisiones en función de la estructura del balance

de cuentas del banco, son ejemplos típicos.”

4.3.3. Riesgo de Liquidez

“El riesgo de liquidez en una entidad bancaria es seguramente el más temido

por los clientes… La banca tradicional consiste en prestar y guardar dinero,

habiendo un gran número de normas y controles por parte del regulador para

evitar que se produzca una situación de un problema tan importante como

para no disponga de liquidez.”

4.3.4. Riesgo Operativo

“El riesgo operativo en una entidad bancaria es una consecuencia de su

actividad. Sus procesos tienen una tasa de fallo y cuando las cosas no salen

bien, se puede producir un quebranto. Este impacto en la entidad y sus clientes

es lo que mide el riesgo operativo… Además de las consecuencias en forma de

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quebranto, cuando mejor sea un banco gestionando su riesgo operativo,

menos provisiones tendrá que dotar por este concepto en su balance, lo que

significa un mayor grado de confianza por parte del regulador.”

El riesgo de mercado es quizás uno de los más importantes. De él se desprenden sub-

riesgos, por así definirlos. Este riesgo y sus ramificaciones se describen de una manera amplia y

sencilla en una nota publicada por el Banco Bilbao Vizcaya Argentaira (2015) intitulada Finanzas

para todos: el riesgo financiero y sus tipos,

4.3.5. Riesgo de mercado: Es el que nos encontramos en las operaciones enmarcadas

en los mercados financieros. Dentro de este tipo, distinguimos tres tipos de

riesgo en función de las condiciones de mercado:

4.3.5.1. Riesgo de Cambio: está asociado a la fluctuación del tipo de cambio de una

moneda frente a otra y afecta fundamentalmente a personas con

inversiones que impliquen un cambio de divisa.

4.3.5.2. Riesgo de tasas de interés: Cómo su propio nombre indica, hace referencia

al riesgo de que los tipos de interés suban o bajen en un momento no

deseado.

4.3.5.3. Riesgo de mercado: es uno de los riesgos más comunes. Se trata del riesgo

de que se produzcan pérdidas en una cartera como consecuencia de

factores u operaciones de los que depende dicha cartera.

Los riesgos antes citados constituyen solo una pequeña parte de eventualidades que el

comité de riesgo junto a los directores de las áreas, deberán afrontar en el día a día. Es el riesgo del

negocio, el riesgo de figurar en el mercado y de obtener ganancia por su capital de trabajo invertido

en terceros. (Figura #3)

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Cada unidad de negocio generará su propio riesgo, y cada una velará por salvaguardar los

intereses del banco al cual represente. Pero, como bien se destaca en el riesgo operacional, éste

surge por el actuar de las personas, voluntaria o involuntariamente, en favor propio o de terceros.

Pero, como toda operativa se controla el riesgo también puede minimizarse e incluso

detenerse. Erradicarlo, es casi que imposible lograrlo pero, si se establecen las acciones y pautas

correctas, el riesgo podría disminuirse considerablemente. Continuando con la lectura del banco

BBVA (2015), se rescatan diferentes maneras de minimizar el riesgo, entre otras,

a. Evaluando la rentabilidad de la inversión

b. Anticipando el futuro

c. Diversificando el riesgo

d. Evaluando los resultados obtenidos

e. Contando con una administración profesionalizada

f. Utilizar herramientas para la gestión del riesgo financiero.

g. Proteger determinados activos mediante la contratación de seguros.

Obtener la mayor cantidad de información mediante un estudio anticipado del mercado, al

no colocar todos los huevos en una única canasta, simulando condiciones fuera de nuestro control,

estudiando el mercado financiero a través de las nuevas tecnologías entre otros mecanismos

permite asegurar la reducción del riesgo. Estos pasos ayudan a que se disipen dudas y se gane

confianza para invertir. El cambio es constante y, en la misma velocidad que surgen los cambios

financieros, regulatorios o legales se construyen nuevos riesgos, los cuales deberán ser estudiados

y analizados por separado para logar minimizarlos y/o controlarlos.

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Figura #3

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Conclusión

Riesgo, eventualidades que no se logran evitar pero si mitigar si se toman las precauciones

que en este caso serán en su totalidad financieras.

Al inicio del presente ensayo se plantearon dos cuestionamientos,

Que sucede cuando el riesgo se liga a una obligación financiera.

Que haría el consumidor para medir el riesgo antes de asumirla y que haría un intermediario

financiero antes de otorgarla.

El sujeto de crédito deberá medir a detalle su capacidad de pago, así no se verá envuelto en

un riesgo de crédito. Deberá determinar, según su moneda de origen de ingreso, la homologa

al momento de formalizar un crédito así no se verá envuelto en un riesgo de mercado.

Para el caso cuando un intermediario financiero decide otorgar una operación crediticia

deberá conocer a detalle a su nuevo cliente o bien al ya existente, así evitará el verse en medio

de un riesgo delictivo y/o de fraude. Es importante se apoye en las regulaciones vigentes para

evitar un riesgo legal.

Cada acto que nos lleve a generar una obligación crediticia, ya sea como deudor o como

intermediario financiero, debe generar un análisis profundo sobre las consecuencias y ventajas.

Se debe generar previo a recibirla u otorgarla, un escudo protector, y la mejor forma es a través

de reservas. Como cliente se debe generar un “colchón” que permita solventar riesgos por

desempleo por ejemplo, o como ente financiero, esas reservas le permiten solventar riesgos de

liquidez en los momentos que la cartera no sea sana y la morosidad crezca.

El riesgo se mantendrá a lo largo de toda la relación comercial entre cliente – intermediario

financiero, pero es importante resaltar que ese riesgo no se deriva solo de las obligaciones de

crédito. De cara a los intermediarios financieros el custodiar el dinero de un tercero (cuenta de

ahorro) ya le genera un riesgo, en este caso puede ser legal, reputacional o incluso de liquidez,

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ya que si bien ese dinero será utilizado para generar mayores ganancias a través de las

inversiones, el dinero siempre deberá estar ahí para cuando el cliente así lo requiera.

La sobrevivencia del más fuerte será esencial para el logar continuar en el mercado

financiero. El mercado es cambiante de manera positiva y negativa y es de esta última constante

que los intermediarios financieros deben protegerse. Riesgos de fraudes cibernéticos, riesgo de

lavado de dinero, entre otros, solo podrán ser atacados si las entidades financieras estructuran

de manera correcta su operativa, miden y evalúan los riesgos constantes, se preparan y se

apoyan en experiencias ajenas a la institución que representen.

A lo largo de este ensayo se lograron abarcar diferentes tipos de riesgos a los cuales no solo

un banco se podría exponer, sino hasta el consumidor mismo. Se marcaron pautas, ahora queda

en cada uno de los partícipes de una relación contractual financiera acatarlas e implementarlas

con el fin de salvaguardas sus bienes tangibles y los intangibles (reputación por ejemplo).

Es importante mantener la capacitación constante, con personas expertas en los campos

del riesgo, por ejemplo los personeros del OIJ en su área de delitos bancarios, apoyo con los

diferentes bancos que conforman el Sistema Bancario Nacional, y como mejor aleado, con los

personeros de la Superintendencia General de Entidades Financieras, la cual fue creada para

velar por las buenas prácticas bancarias así como apoyar a aquellos bancos que están bajo su

manto regulatorio.

Es importante que se aprovechen las nuevas tecnologías que si bien es cierto en algunas

ocasiones son en contra de los propios bancos éstas pueden ser un gran aleado en la detección

de riesgos.

El riesgo es constante como constantes deben ser las medidas para mitigarlo. Se debe tener

claro que el riesgo nunca va a desaparecer así que aprenda a vivir con él pero sin estrechar

fuerte relación.

Sea parte del negocio y aprenda a detectar el riesgo para que así no forme parte de éste

último.

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Bibliografía

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Hablemos sobre riesgo financiero

Economy & Finance

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