Realización de cabos sin máquina de cordar Por C. Barideau

http://perso.wanadoo.fr/gerard.delacroix/technique/barideau/barideau.htm Traducido por Luis García Fernández

La fabricación de cabos para modelismo naval puede ser realizada según el método

tradicional, por medio de de una máquina de cordar, copiada de una máquina para cordar a escala 1/1. Encontraremos ejemplos en la página web de los Gabiers Chimériques así como en las referencias citadas al final del artículo.

Estos métodos necesitan todos una gran superficie plana, engranajes, motorización,… La técnica que se describe a continuación, puesta a punto por André Gester, miembro del Liège Marine Club (Belgique), no necesita más que un poco de material y tres puntos fijos. Para obtener cordajes de buena calidad hace falta una tensión igual en todos los cordones: esta se regula mecánicamente por medio de lastres o contrapesos en las máquinas de cordar tradicionales y con la mano en el método propuesto aquí. Es el punto flaco de este método.

Material 1) Una taladradora manual o eléctrica

que permita invertir el sentido de rotación, provista de un cáncamo o de un gancho.

2) Tres ganchos o cáncamos que puedan atornillarse a la mesa.

3) Algunos ganchos en forma de S, dos por cada cordón de que consta el cabo.

4) Hilo de coser Polyester Gutermann Col 887 o Drima polyester 448 o equivalente.

Realización de los cabos 1) Determinar la longitud del cabo que

necesitamos fabricar y añadir diez centímetros para compensar las pérdidas ocasionales una vez concluido el cabo (ejemplo: para 200 cm útiles de cabo, necesitaremos fabricar un cabo de 210 cm). Para ilustrar el artículo hemos elegido una longitud de 70 cm y, para que se vea mejor en las fotos, el hilo es de color oscuro.

2) Fijar un gancho a la mesa en el punto A.

3) Fijar otro gancho en el punto B a una distancia de A igual a 1,3 veces la longitud calculada en 1). (ejemplo: 70 cm x 1,3 = 91 cm).

4) Fijar un tercer gancho en el punto C a una distancia de A igual a la longitud calculada en 1), es decir 70 cm. No olvidemos tener en cuenta la dimensión de los anillos o ganchos que se utilicen en los puntos B y C.

5) Extender, sin tensión excesiva, el número de hilos necesarios para hacer un cordón, entre los ganchos A y B. Para ahorrar tantas idas y vueltas como hilos haya se pueden tender tres hilos al mismo tiempo en la manera que describe la foto. Para tener las manos libres se puede meter la bobina de hilo en un recipiente.

6) Sujetar en el punto B todos estos hilos mediante un gancho.

7) Poner este gancho en la anilla que tenemos en la taladradora.

8) Manteniendo la tensión justa suficiente para que el cordón permanezca derecho dar vueltas a la manivela de la taladradora hasta que el gancho se pueda enganchar en el punto C, y siempre manteniendo la tensión. Dado que los cabos estaban retorcidos a la izquierda, los cordones para realizar los cabos deben retorcerse a la derecha, es decir, hay que girar la taladradora en el sentido de las agujas del reloj.

9) Hay que realizar las operaciones desde la 5) a la 8) tantas veces como cordones haya de tener el cabo terminado. Normal-mente un cabo está formado por tres cordones. En la fotografía el cordón N°1 ya está terminado, el N° 2 se está retorciendo y el N° 3 está en espera.

10) Estando enganchados los tres extremos de los tres cordones en el punto A, enganchar los otros tres extremos en la anilla de la taladradora.

11) Ahora, y manteniendo una tensión constante, retorcer los tres cordones juntos. Como los cordones los habíamos retorcido a la derecha ahora es necesario retorcer el conjunto de cordones hacia la izquierda, es decir, en sentido contrario a las agujas del reloj. Es deseable que el cabo quede un poco duro. Para juzgar esto, basta con aflojar ligeramente la tensión sobre el cabo: un retorcimiento de éste indica que hemos llegado al trenzado máximo e incluso nos hemos pasado. VER NOTA 1.

12) Inmovilizar cada extremo del cabo con una gota de cyanocrilato, una ligada o un nudo. Los dos últimos métodos son menos fiables y más difíciles de hacer. VER NOTA 2.

13) Desenganchar el cabo de la taladradora y esperar a que éste deje de contorsionarse. Para evitar que se enmarañe demasiado, es prudente controlar sus movimientos sujetando con la mano a una treintena de centímetros de su extremidad libre y guiar los movimientos de esta extremidad haciéndolo deslizar entre los dedos de la otra mano. Se alarga progresivamente la parte libre del cabo. Cuando esta operación está terminada, se quita el cabo del punto A.

Variante para cabos de 3 cordones y de longitud menor de 150 centímetros. En vez de retorcer separadamente los tres cordones, se puede muy bien torcer de una única

vez un sólo cordón de longitud triple (ejemplo: para un cabo de 110 cm, se fabrica un único cordón de (110 cm x 1,3) x 3 = 430 cm). Los hilos pueden ser tendidos directamente entre el punto A y el gancho de la taladradora. Se procede después como en el punto 8) indicado anteriormente, hasta que el cordón se acorte hasta una longitud de, en este ejemplo, 330 centímetros. El cordón se dobla

luego en forma de Z y se sujetan los extremos entre el gancho de la taladradora y el gancho fijo en el punto A, de forma que al final haya tres cordones que se retuercen como se indica en el punto 11) y posteriores.

Realización de cables. Para hacer los cables se puede utilizar un método igual al descrito para la realización de los

cabos, pero es difícil obtener cordajes de gran longitud que sean regulares (apenas 50 centímetros). 1) Como para la elaboración de los cabos, se necesita determinar primero la longitud que se

desea realizar y añadir veinte centímetros para compensar las pérdidas. 2) Se fija el punto B a una distancia del punto A igual a 1,56 veces la longitud calculada en

el apartado anterior. 3) Se fija el gancho C a una distancia del gancho A igual a 1,2 veces la longitud calculada

en el apartado anterior. 4) Se realiza en primer lugar un cabo tal como se describe en el capítulo dedicado a los

cabos. 5) Se hace esta operación tantas veces como cabos haya de tener el cable (habitualmente 3). 6) Se coloca el conjunto de los tres cabos en la taladradora y se retuercen a la derecha, es

decir, en el sentido de las agujas del reloj. 7) Terminar el cable igual que se hizo con los cabos. Observaciones. 1) Cuando se comienza el trenzado de cordones para convertirlos en un cabo y cuando se

comienza el trenzado de cabos para convertirlos en un cable se nota que el conjunto se alarga. Es primordial estar muy atento para mantener constante la tensión.

2) El exceso de tensión, en la torsión, es muy perjudicial. Causa, en particular, un atirabuzonamiento del filamento, lo que puede implicar la aparición de cocas.

3) Es necesario evitar tensar demasiado los cabos destinados a las maniobras corrientes, ya que cuanto más fuerte sea la torsión, más tieso quedará el cabo y tendrá menos flexibilidad para poder introducirlo en los motones y cuadernales.

4) Para la jarcia firme, los cables muy "apretados" tampoco son recomendables ya que cuando los pongamos bajo tensión, tienen una fuerte propensión a enderezarse, lo que puede implicar el retorcimiento de las vigotas en el caso de los obenques o el retorcimiento de los cuadernales en el caso de los estáis.

5) Si se debe realizar un empalme sobre el cable en fabricación, será útil contar con un suplemento de alrededor de 10 cm para poder realizar convenientemente esta ligadura.

Preparación de cabos muy finos. Para preparar cabos de muy de pequeños diámetros, no se puede utilizar el hilo del

comercio. Éste tiene un diámetro de 0.22 mm.. Como está constituido por 3 hebras trenzadas entre sí, se puede, por separación de estas hebras obtener un material más fino. Esta operación no es difícil, sólo se necesita paciencia.

Se comienza por desenrollar del carrete unos cincuenta centímetros de hilo y se sujeta en la muesca que tiene el carrete, de modo que el carrete pueda permanecer colgado sin que el hilo se desenrolle. Se coge el extremo del hilo retorciéndolo entre el pulgar y el índice. De esta manera las tres hebras quedan sueltas. Manteniendo una hebra en una mano y las otras dos en la otra, se deja colgar el carrete. Al separar suavemente las manos, se produce una rotación del carrete y la separación de las hebras, que se enrollarán sobre dos carretes vacíos, una hebra en un carrete y dos hebras en el otro carrete. Esta operación se repite tantas veces como sea necesario. Las hebras separadas conservan una ondulación que no impide de ninguna manera la elaboración de los cabos. Pero si una hebra debe utilizarse tal cual, será útil "encolarla", es decir humedecerla, bajo una ligera tensión, por medio de una mezcla de pegamento de oficina y agua y dejarla secar en este estado antes de utilizarla.

Medida del diámetro de los cabos. Para evitar los errores de medida debidos al

aplastamiento de los cabos entre las quijadas del calibre, se puede envolver el cabo, con las espiras muy juntas, sobre un carrete, no sometiéndolo más que a la tracción suficiente para mantenerlo en su lugar. Midiendo el espacio ocupado por 10 espiras de cabo, se puede conocer con precisión su diámetro.

Para aquellos que prefieren el método tradicional: La descripción de una máquina de cordar muy elaborada figura en un gran clásico (en

inglés) del modelismo: NEPAN LONGRIDGE , “The anatomy of Nelson’s ships”, Model and allied publications, 1961.

Se pueden encontrar igualmente informaciones interesantes, pero relativas al proceso «mecánico» de fabricación del cordaje en los artículos siguientes de la revista Model Shipwright (en inglés también) :

DYBAS R., The poor man's ropewalk N°46, pp 52-56, 1983 ROSE Robert M., Suggestions on miniature rope making. N°17, pp 10-11, 1976 FREESTON Ewart, Variations on a rope making theme, N°11, pp 275-279, 1975

NOTAS DEL TRADUCTOR NOTA GENERAL.- Para que no haya dudas en la nomenclatura empleada voy a definir lo que son cabos y cables.

Un cabo está formado por tres cordones; a su vez cada cordón puede estar formado por 1, 2, 3, etc. hilos comerciales. El cabo se utiliza para la jarcia de labor y, generalmente, está retorcido a la izquierda.

Un cable está formado por tres (en algunos casos cuatro) cabos retorcidos a la derecha y se emplean para estais y obenques. Si el cable se trenza alrededor de un cabo que hace de alma se convierte en un calabrote, empleado para las anclas y las bragas de los cañones. NOTA 1.- Cuando empezamos a girar los tres cordones juntos el conjunto se estira (aumenta de longitud) hasta que llega un momento en que el conjunto se acorta (disminuye su longitud). Es en este momento, o un poco después, cuando el cabo está terminado. NOTA 2.- Parece ser que el cyanocrilato, con el tiempo, corroe el algodón, es mejor usar cola blanca o atar los extremos con un hilo hasta el momento en que vayamos a utilizar el cabo y cuando lo tengamos cortado con su longitud definitiva hacer en sus extremos una ligada o falcacedura.