Hacia una nueva esperanza · de las Farc-Ep, vemos hasta el momento una luz muy tenue al final del...

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A lo largo de la historia del Modelo, su director, el profesor Nelson Ramírez, en su afán de darle protagonismo a los diputados, pocas veces o quizá ninguna, se había dirigido a los congregados en el auditorio, a través de un escrito reflexivo y coyuntural tal como lo hizo este año. He aquí el texto completo. Hacia una nueva esperanza No quiero dejar pasar este momento sin recordarles un acontecimiento que por su gravedad marcó el acontecer político e histórico de nuestro país. Hoy se están cumpliendo 66 años del 9 de abril de 1948. Día en el cual fue truncada la esperanza social de miles de colombianos con el asesinato del precandidato presidencial Jorge Eliecer Gaitán. Este crimen político partió la historia contemporánea de Colombia, como lo afirma el historiador colombiano Gonzalo Sánchez 1 hoy coordinador del grupo Memoria Histórica. Este acontecimiento desencadenó la llamada época de la Violencia. Violencia con mayúscula en tanto no fue cualquier violencia doméstica. Fue una Violencia fratricida, apoyada por los dos partidos políticos tradicionales y que generó extremismos ideológicos entre la población. Los cuales se reflejaron en el nacimiento de las guerrillas campesinas liberales, de la policía chulavita, de los pájaroso de los aplanchadores, entre otros, con tendencia conservadora. Este fenómeno de destrucción dejó miles de muertos y desplazados en nuestro país, en palabras del historiador norteamericano David Bushnell 2 [] se trata de una historia horripilante, en la cual murieron entre 100.000 y 200.000 colombianos”. Sin embargo, y esto es lo más grave, está confrontación aún no ha terminado, nos persigue hasta el presente a través de quienes hasta el día de hoy siguen reclamando y exigiendo al gobierno de turno soluciones y reconocimiento no sólo como personas, sino como víctimas. Al escuchar este tipo de hechos pasados de la historia política de Colombia, cualquiera se imaginaría que son asuntos del pasado, pero no, no hay un solo colombiano que el día de hoy, no conozca o no haya vivido o visto algo diferente a esos acontecimientos. Lastimosamente como consecuencia de esa Violencia bipartidista de los años 50, hoy seguimos escuchando acciones perversas de graves violaciones a los derechos humanos en manos de las guerrillas de las Farc-Ep (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del pueblo), o el ELN-Uc (Ejército de Liberación Nacional-Unión Camilista), o las Bacrim, mal llamadas bandas criminales con orígenes paramilitares, el narcotráfico o lo que es más triste y decepcionante la corrupción política. 1 Sánchez, G y Meertens, D. (1983). Bandoleros, gamonales y campesinos. Bogotá: Áncora editores 2 Bushnell, D. (2012). Colombia una nación a pesar de sí misma. Bogotá: Planeta.

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A lo largo de la historia del Modelo, su director, el profesor Nelson Ramírez, en su afán de darle

protagonismo a los diputados, pocas veces o quizá ninguna, se había dirigido a los congregados en

el auditorio, a través de un escrito reflexivo y coyuntural tal como lo hizo este año. He aquí el texto

completo.

Hacia una nueva esperanza

No quiero dejar pasar este momento sin recordarles un acontecimiento que por su gravedad marcó

el acontecer político e histórico de nuestro país. Hoy se están cumpliendo 66 años del 9 de abril de

1948. Día en el cual fue truncada la esperanza social de miles de colombianos con el asesinato del

precandidato presidencial Jorge Eliecer Gaitán. Este crimen político partió la historia contemporánea

de Colombia, como lo afirma el historiador colombiano Gonzalo Sánchez1 hoy coordinador del

grupo Memoria Histórica.

Este acontecimiento desencadenó la llamada época de la Violencia. Violencia con mayúscula en

tanto no fue cualquier violencia doméstica. Fue una Violencia fratricida, apoyada por los dos

partidos políticos tradicionales y que generó extremismos ideológicos entre la población. Los

cuales se reflejaron en el nacimiento de las guerrillas campesinas liberales, de la policía “chulavita”,

de los “pájaros” o de los “aplanchadores”, entre otros, con tendencia conservadora. Este fenómeno

de destrucción dejó miles de muertos y desplazados en nuestro país, en palabras del historiador

norteamericano David Bushnell2 “[…] se trata de una historia horripilante, en la cual murieron entre

100.000 y 200.000 colombianos”. Sin embargo, y esto es lo más grave, está confrontación aún no

ha terminado, nos persigue hasta el presente a través de quienes hasta el día de hoy siguen

reclamando y exigiendo al gobierno de turno soluciones y reconocimiento no sólo como personas,

sino como víctimas.

Al escuchar este tipo de hechos pasados de la historia política de Colombia, cualquiera se

imaginaría que son asuntos del pasado, pero no, no hay un solo colombiano que el día de hoy, no

conozca o no haya vivido o visto algo diferente a esos acontecimientos. Lastimosamente como

consecuencia de esa Violencia bipartidista de los años 50, hoy seguimos escuchando acciones

perversas de graves violaciones a los derechos humanos en manos de las guerrillas de las Farc-Ep

(Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del pueblo), o el ELN-Uc (Ejército de

Liberación Nacional-Unión Camilista), o las Bacrim, mal llamadas bandas criminales con orígenes

paramilitares, el narcotráfico o lo que es más triste y decepcionante la corrupción política.

1 Sánchez, G y Meertens, D. (1983). Bandoleros, gamonales y campesinos. Bogotá: Áncora editores 2 Bushnell, D. (2012). Colombia una nación a pesar de sí misma. Bogotá: Planeta.

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Ustedes se preguntarán, pero esto que tiene que ver con el VI Modelo de la Unión Europea, sí tiene

mucho que ver, Europa sufrió dos hechos históricos terribles, también por posturas extremas, que

terminaron con la vida de millones de personas. Pero hay que subrayar que esos dolorosos

acontecimientos le permitieron a ese continente repensar su acción política y comenzar a entender

que las diferencias podrían ser resueltas por la vía del dialogo y las discusiones civilizadas. Este

tipo de ejercicio pedagógico tiene, por tanto, el objetivo de emular las discusiones del Parlamento

Europeo a través de las discusiones en las que ustedes diputados, estudiantes y futuros ciudadanos

de nuestro país, se sumergirán por estos tres días, a través del debate, los discursos, el análisis y las

negociaciones; se hará pues una invitación al dialogo serio y responsable, con el que queremos

evitar los peligrosos extremismos, buscando acuerdos para lo más preciado por todos nosotros,

darle sentido a algo que llamamos ‘derecho a la paz’, en el más completo sentido de la palabra paz,

no solo como ausencia del conflicto, sino con la concresión de las garantías más elementales como

poder comer, estudiar, tener un techo, un trabajo, hablar, tomar agua potable,…

Hoy nuestro país en cabeza del actual gobierno lleva a cabo conversaciones con el grupo insurgente

de las Farc-Ep, vemos hasta el momento una luz muy tenue al final del túnel, pero guardamos la

esperanza de ver, en un futuro cercano, un país diferente, donde las diferencias ideológicas se

resuelvan por las vías del diálogo y la negociación política. Ojalá las futuras generaciones puedan

hablar de la violencia como un hecho del pasado y solo la recuerden con la convicción de que este

tipo de hechos no se pueden repetir ni en nuestro país ni en el mundo.

Nelson F. Ramírez P. Director Modelo Unión Europea

Docente área de Ciencias Sociales