Hacia una política realista de la...

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Hacia una política realista de la comunicación Tendencias e ideas recientes, compiladas y analizadas por John A. R. Lee Unesco

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Hacia una política realista de la comunicación Tendencias e ideas recientes, compiladas y analizadas por John A. R. Lee

Unesco

ISBN 92-3-301295-6 Edición inglesa 92-3-101295-9 Edición francesa 92-3-20 1295-2

Publicado en 1976 por la Editorial de la Unesco 7, place de Fontenoy, 75700 Paris, France

Compuesto e impreso en los talleres de la Unesco

O Unesco 1976 [BI

Prólogo

E n el futuro, es posible que se recuerde el pre- sente decenio como el "decenio de la comunicaci6n". Desde 1969, se observa en todo el mundo un re- planteamiento de muchos problemas relativos al desarrollo actual y futuro de los medios de comu- nicaci6n y al papel que desempena la comunicaci6n en la sociedad.

Desde el punto de vista de la Unesco, es po- sible que el decenio de la comunicaci6n haya em- pezado en Montreal en 1969, al celebrarse una reuni6n de expertos sobre la comunicaci6n en la sociedad. De esa reuni6n surgi6 un problema de la Unesco totalmente nuevo que, en cada una de sus fases, ha constituido una respuesta a las prio- ridades de los Estados Miembros que integran la Organizaci6n, pero al mismo tienlpo ha intentado orientarse hacia el futuro, con objeto de tener en cuenta los problemas de comunicaci6n que pasa- ran a tener una trascendencia capital en los pr6- ximos anos.

La reuni611 de Montreal deptac6 la necesidad de efectuar unas investigaciones sobre comunica- ci6n mas numerosas y de mejor calidad. Tambien subray6 que esas investigaciones debfan orientar- se hacia la resoluci6n de problemas y en un sen- tido normativo. E n aquel tiempo, en 1969, no abundaban quienes hablaban de una polftica de la comunicaci6n. En 1975 este tema se debati6 mas ampliamente y en este ano precisamente, a mitad de camino del "decenio de la comunicaci6n", se decidi6 convocar para 1976, la primera Conferen- cia Intergubernamental sobre Pollticas de Comu- nicaci6n. Esta conferencia congregara a los mi- nistros responsables de la comunicaci6n en los di- versos pafses de America Latina y el Caribe para "intercambiar experiencias sobre sistemas de comunicaci6n en relaci6n con el desarrollo econ6- mico y social y en estudiar el establecimiento, tanto en el nivel nacional como regional, la infra- estructura gubernamental de caracter administra- tivo, tecnico, de investigaci6n y de formaci6n para formular, aplicar y evaluar las polfticas de comu- nicaci6n". l)

La presente obra intenta sistematizar el cau- dal de ideas que, entre esos dos acontecimientos, han contribuido a convertir un enfoque te6rico en un programa internacional de acci6n. Va dirigi- do a dos tipos de destinatarios mutuamente rela- cionados. comunicaci6n que, cada vez mas, tienen que es- tablecer en sus estudios unas relaciones signifi- cativas entre las funciones sociales y culturales de los medios de comunicaci6n, las posibilidades y limitaciones de la tecnologfa de la comunica- ci6n y los problemas eticos y jurfdicos que se de- rivan del nuevo analisis de la relaci6n existente entre ellos. Los estudiosos de la comunicaci6n de nuestro tiempo deben comprender tambih de que modo pueden contribuir las investigaciones en este campo a una formulaci6n normativay c6- m o la nueva ciencia de la planificaci6n de la co- municaci6n puede ofrecer distintos enfoques posi- bles para establecer unos sistemas funcionales. Todos estos problemas estan en juego en la polf- tica de la comunicaci6n y, por ello, este libro va dirigido tambien a los propios responsables polf- ticos, que tienen que tomar decisiones sobre unas cuestiones que quiz& determinen, en los anos pr6- ximos, las estructuras de comunicaci6n en sus distintas sociedades. Con harta frecuencia, esos responsables carecen de la informaci611 necesaria y de una base sistematica para formular sus op- ciones te6ricas y practicas.

El Dr. Lee ha compilado este libro a partir de un gran nfimero de documentos, que han sido presentados a reuniones y proyectos de asisten- cia tecnica de la Unesco y que se han derivado de ellos, y tambien de otras muchas fuentes deideas y conocimientos especializados. Ahora bien, su contribuci6n ha sido algo mas que una simple compilaci6n. Su cometido ha consistido en en-

En primer lugar, a los estudiosos de la

1.) Documento 18 C/5 dela Unesco. Proyecto de Programa y de Presupuesto para 1975-1976 parr. 4057.

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samblar de un modo 16gico y en analizar el tra- miento de todo el sector de la polftica de comuni- bajo y las teorfas de muchas personas que, a lo caci6n. Por ello, las opiniones y argumentos largo de los anos, han aportado sus puntos de expresados no reflejan necesariamente el parecer vista, basados en ideologlas e intereses muy dis- de la Unesco, pero la Organizaci6n estima que tintos. Tambih presenta sus propias ideas ori- esta cristalizaci6n de las nuevas teorfas es a la ginales, basadas en su amplio y profundo conoci- vez importante y oportuna.

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Indice

PROLOGO ................................

INTRODUCCION .............................

CAPITULO I: LAS FUNCIONES DE LA COMUNICACION ....... La comunicaci6n en la sociedad y su circulaci6n . . . . . . . Necesidades de la sociedad en materia de comunicaci6n e informaci6n ..........................

CAPITULO II: LA COMUNICACION INTERNACIONAL . . . . . . . .

Ciertos temas importantes en materia de comunicaci6n

La circulaci611 internacional en materia de comunicaci6n: internacional ..........................

la difusi6n de noticias ..................... La comunicaci6n por medio de satelites . . . . . . . . . . . . Principios rectores del empleo de los satelites de

Principios fundamentales sobre la funci6n de los medios radiodifusi6n .........................

de comunicaci6n social ....................

CAPITULO III: LAS INVESTIGACIONES SOBRE LA COMUNICACION . LA INFORMACION DE LOS RESPONSABLES POLITIC OS .......................

Principales problemas ...................... Pasado y presente de las investigaciones sobre la

comunicaci6n .......................... Una nueva orientaci6n ...................... Propuestas de inve s tigaci6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Intercambio y utilizaci6n de informaci6n sobre las investigaciones .........................

CAPITULO Tv: LA POLITICA DE LA COMUNICACION ........

Dimensiones e intereses de la polftica de la comunicaci6n . . . Participaci6n en la formulaci6n de polfticas de comunicaci611 .

¿Quienes esth implicados? . . . . . . . . . . ........

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CAPITULO V: DE LA POLITICA A LA PLANIFICACION . . . . . . .

Planificaci6n estrategica y operacional. . . . . . . . . . . . . Necesidad de datos para el proceso de planificaci6n . . . . . . Aspectos econbmicos y financieros de los servicios de

comunicaci6n. Evaluaci6n econ6mica de los sistemas de comunicaci6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Bases de la adopci6n de decisiones . . . . . . . . . . . . . . . Planificaci6n de unos sistemas integrados de comunicaci6n

social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Gesti6n de sistemas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La planificaci6n de los recursos humanos. Necesidad de unos mediadores profesionales. . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Transferencia de tecnologfa, asistencia exterior y cooperaci6n mutua . . . . . . . . . . ....................

CAPITULO VI: CONCLUSION: LAS POLITICAS DE COMUNICACION Y EL PROGRAMA DE LA UNESCO . . . . . . . . . .

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Introducción

El progreso individual, la organizaci6n social y el crecimiento requieren una’ comunicaci611, ya que todos los seres dependen de la comunicaci6n con los demas de su propia especie. no acttlan dos fuerzas: una de ellas impulsa al hombre a comunicar y a reunirse con sus seme- jantes para formar una sociedad, y la otra incita a la sociedad creada de ese modo a establecer, para su propia actuaci6n y expresi6n, unos meto- dos cada vez mas gaerfectos de comunicaci6n, que desembocan en eLgf5n de crear unas estructuras sociales cada vez mas perfectas.

Durante miles de anos, el hombre dependi6 de unas formas de comunicaci6n que eran primi- tivas, pero que en aquella epoca resultaban so- cialmente adecuadas. que, las sendas y los rfos, aparecieron sucesiva- mente los marcos de esos metodos de comunicaci6n a la vez disponibles en un momento dadoy capaces de satisfacer unas necesidades sociales. Desde la hoguera en lo alto de la colina, pasando por el correo a pie o a caballo y los despachos enviados por diligencia o por barco, fue surgiendo la comunicaci6n.

Las civilizaciones, los imperios y las insti- tuciones -de muy diversos tipos- crecieron y se desmoronaron, al compas de la aparici6n de me- dios de comunicaci6n mas poderosos y mas efica- ces. Hace un siglo, el telegrafo y el ferrocarril se divulgaron simultaneamente en America del Norte hacia el oeste, y en Europa y en Asia hacia el este, surgiendo en pos de ellos las superpoten- cias de nuestro tiempo.

Desde que, gracias al alfabeto morse, el tele- grafo result6 utilizable y se difundi6 hacia 1840, ha habido un flujo constante de inventos en mate- ria de comunicaci6n mas rapida y a mas larga distancia. A traves de los oceanos -que cubren el setenta por ciento de la superficie de nuestro planeta-, los cables telegr5ficos eran el dnico medio de comunicaci6n hasta 1927, afio en el cual result6 posible la transmisi6n de la voz mediante

E n estepla-

Por los caminos del bos-

la radio, por primera vez en la historia. Despues de ella vinieron el radar y la televisi6n.

Nuestro tiempo es una era de comunicaci6n. Hay una verdadera explosi6n en torno a nosotros de posibilidades de comunicaci6n, de las que muy a menudo no somos sino testigos inertes, como si todavfa no nos hubiera llegado la onda de choque. Los expertos vienen prediciendo que la nueva tec- nologfa de la comunicaci6n incidir5 y modificar5 los estilos de vida tan radicalmente como lo hizo el autom6vil de 1920 a 1930, y antes de 81 la re- voluci6n industrial. Cuando sopesamos las con- secuencias de esta revoluci6n para nosotros mis- mos y para las generaciones futuras, empezamos apenas a percibir oscuramente la medida en la cual nuestras vidas son moldeadas por esos me- dios de comunicaci6n, que nos dan la imagen que tenemos de nuestro planetay del espacio exterior.

nol6gicas de la comunicaci6n: Disponemos de las siguientes mejoras tec-

- el telegrafo, el teletipo y el telex; - el telefono y diversos servicios telef6nicos similares, desde la comunicaci6n manual a la plenamente automatica; - el empleo del espectro radiofbnico, a partir de las primeras aplicaciones de Marconi, para atender diversos servicios, y que rebasa ya la ionosfera y llega al espacio exterior; - la capacidad que tiene el hombre de lanzar satelites en 6rbita geoestacionaria, en el espacio exterior, a unos 36.000 k m de la tierra, incluidos unos satelites de comuni- caci6n que pueden transmitir simultaneamen- te miles de mensajes; - otros tipos de transmisi6n y teledistribuci6n en banda ancha gracias a la aparici6n de los sistemas de cable; - la aplicaci6n de la tecnologfa de las compu- tadoras a las telecomunicaciones; - la transmisi6n de sonidos e im5genes por gulas de ondas, fibras 6pticas o rayos laser; - los medios magnetosc6picos;

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- la televisi6n numerica por no citar sino algunos de los aspectos mas conocidos y mas importantes de esta reciente, rapida e importante evoluci6n tecnol6gica de las comunicaciones.

¿Que nos predicen para un futuro pr6ximo quienes se interesan y viven mas directamente estos problemas? Habra un mayor namero de canales de comunicaci6n en el hogar: 20, 40 u 80, mediante cables coaxiales o, cuando se per- feccione la 6ptica de las fibras, cientos o incluso miles. Un centro de informaci6n en el hogar po- dr8 reproducir los peri6dicos a la vez incluso que las pelfculas mas recientes o unos programas de televisi6n; y esto no se contemplara en un tu- bo cat6dico sino en una pantalla mural que dar5 una sensaci6n tridimensional; podra haber una "transmisi6n personalizada", destinada especial- mente a uno mismo o a un grupo de intereses o de vecinos; tambien existira una "capacidad inter- activa", brindando la oportunidad de contestar o por lo menos de enviar una sena1 de un tipo u otro; conectada con una computadora, este sistema in- troducir$ bibliotecas enteras en el hogar, y un reflector de comunicaci6n en el techo podrL cap- tar teletransmisiones directas de todo el planeta.

Una importante promesa de los futur6logos mas optimistas es que la escasez de comunica- ci6n cedera el paso a la abundancia, ya que se preve una amplia proliferaci6n de servicios, saber, sociales: canales enteros dedicados aunas universidades sin muros y a un suministro de ser- vicios sanitarios durante las veinticuatro horas del dfa; cfvicos: servicios de bomberos y de po- licfa, entrega electr6nica del correo; polfticos: reuniones municipales desde la propia casa, ple- biscitos instantaneos, el mundo entero convertido en una verdadera "agora ateniense'' de la demo- cracia; y econ6micos: compras desde el propio hogar, conferencias culturales y negocios median- te un vide6fon0, lo cual permitira aliviar la con- gesti6n de los sistemas de transportes. tambien ventajas demograficas, ya que el uso efi- caz de las nuevas comunicaciones incitara quizas a las familias y a las empresas a dejar de haci- name en megal6polis superpobladas y a desparra- marse por las inmensas partes menos pobladas del planeta.

Cabe mencionar tambien diversas ramifica- ciones no tecnol6gicas de este progreso de laco- municaci6n. Por ejemplo, se invitara cada vez mas a la gente a formular criticas, a expresar su opini6n personal sobre un namero creciente de problemas y a intentar comprender los asuntos y la complejidad de otras personas y de otras re- giones de la tierra.

Por haber pasado de una epoca de escasez de comunicaci6n a otra de creciente abundancia, nuestros criterios, nuestros razonamientos y las estructuras de la comunicaci611 son todavfa dema-

a

Habra

siado limitadas y reflejan el tiempo de la escasez. Tienen que cambiar nuestras ideas, nuestra con- figuraci6n psicol6gica, nuestra mentalidad y nues- tras acciones. Ha cambiado tambien demasiado poco nuestro comportamiento individual desde la epoca en que nuestros antepasados comunicaban entre sf por medio de seflales de humo o de hogue- ras. La comunicacidn social sigue pareciendo to- davfa un instrumento milagroso, infrecuente y oneroso, con unos instrumentos que quedan fuera de nosotros mismos y no en el interior de nues- tros propios sentidos. Hay que iniciar seriamen- te un nuevo planteamiento te6rico y un nuevo enfo- que de los problemas de comunicaci6n, que desem- boquen en una readaptaci6n de las estructuras nacionales e internacionales, si es que queremos cosechar los mtiltiples beneficios de este cuerno de abundancia de la comunicaci6n.

todo el mundo da fe de que nuestra revoluci6npost- industrial se caracteriza por la aparici6n de una sociedad basada en la informaci611 y de unas in- dustrias "del saber". ahora de la producci6n y la distribuci6n de bienes materiales al acopio y distribuci6n de informaci6n.

a recibir comunicaci6n", derechos sociopolfticos basicos que pertenecen a todos los seres humanos y que entraflan el derecho de acceso de todos los individuos al sistema de informaci6n,las actuales disparidades de acceso resultaran mucho menos deseables todavfa en una sociedad que dependera de una amplia gama de servicios de informaci6n. La contrapartida de esos derechos humanos basi- cos es el "derecho a la vida privada", con res- pecto al cual son enormes las consecuencias de toda esta evoluci6n tecnol6gica.

miento del volumen de informaci6n disponible entrane de hecho que llegue al pfiblico una infor- maci6n menos efectiva todavfa. La reacci6n pue- de suponer una "sobrecarga de informaci6n", con unos individuos, regiones y naciones que produz- can demasiado y sin que quede nadie en el extre- m o receptor de semejante sistema de comunicaci6n.

La tecnologia esta encauzando la comunica- ci6n social en dos sentidos distintos. Una de ellos consiste en una mayor centralizaci6n, pasividad y a menudo frustraci6n de los receptores y una concentraci6n del poder que tiene una minorfa de llegar a la mayorfa, cuando la comunicaci6n es unidireccional y con harta frecuencia solamente entrana una informaci6n polftica y comercial. Por otra parte, una autentica consecuencia del aumen- to de la tecnologfa es que anuncia el fin de una so- ciedad encerrada en sus lfmites nacionales. La teledistribuci611, los magnetoscopios de cassette, etc., brindan una oportunidad de elecci6n y com- paraci611 a cada individuo y ofrecen al hombre un instrumento de comunicaci611 individual y una nue-

Un volumen creciente de obras publicadas en

El interes est5 pasando

Con el "derecho a comunicar" y el "derecho

Tambien es posible que el constante creci-

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va era de verdadera circulaci6n libre del "mensaje'! Si hoy en dfa la gente resulta mas diffcil de

gobernar esto puede deberse tambien a que los instrumentos, las polfticas, los planes y las es- tructuras de la comunicaci6n no corresponden ya -tanto como podrfan- al mundo actual y a su pro- greso tecnol6gico y social.

Cabe pensar que el subdesarrollo de la comu- nicaci6n nacional e internacional es una causa in- trfnseca del subdesarrollo general. Y, como la comunicaci6n es un proceso social fundamental inherente a todo cambio social que desee introdu- cir un pafs en desarrollo, y forma necesariamen- te parte de todo plan de mejora de la vida humana en cualquier cultura, resulta imperativo el desa- rrollo del sector de la comunicaci6n.

Por doquiera, en America Latina, en Africa y en Asia, asistimos hoy a la aparici6n de nuevos pafses que antes estaban privados a menudo de un sistema adecuado de informaci6n: pafses en los que, hasta hace poco tiempo, la comunicaci6n so- lamente existfa de modo 6ptimo con arreglo aunos cauces coloniales de mando en el sentido de norte a sur. que careciera de sistema nervioso, con harta fre- cuencia esos pafses tenfan poco mas que unos ae- roplanos anticuados y unos sistemas de radiotele- comunicaci6n inadecuados para enlazar las distintas provincias de un organismo nacional que no esta- ba todavla movilizado. Al mismo tiempo, el po- tencial de las tecnologfas y metodos de telecomu- nicaci6n existentes, pero hasta la fecha no utili- zadas -tanto en el caso de los parses endesarrollo como en los desarrollados-, tienen la misma mag- nitud que las neuronas de nuestro cerebro que (por razones que todavla se desconocen) no utilizamos

De un mcdo muy similar a un organismo

todavla sino parcialmente. 1) E n la medida en que todo nuevo progreso tec-

nol6gico de la comunicaci6n social ha ampliado y realzado la penetraci611 mundial y el impacto de las ideas y la informaci6n, ha servido tambien para promover los aspectos sociales y colectivos de la libertad de informaci6n. D e hecho, como las ideas expresadas en palabras y en imagenes vivas pueden hoy dar la vuelta al mundo instanta- neamente, la libertad de informaci611 ha pasado a ser un problema de caracter claramente interna- cional. Por consiguiente, la protecci6n del dere- cho a dispensar y a recibir informaci611 es hoy una preocupaci6n basica para todos, incluidos -desde luego- los gobiernos que actban cada uno por su cuenta en interes de sus pueblos respecti- vos o conjuntamente en interes de todos y cada uno de nosotros, dondequiera y comoquiera que vivamos.

son factores de amplia distribuci6n y de impor- tancia capital para la sociedad moderna. nuestra sociedad de hoy, todos los individuos es- tan sometidos a la influencia de los medios de co-

La radio, la televisi6n y la palabra impresa

En

municaci6n social y, de hecho, en muy granme- dida, normalmente la tercera parte del tiempo que no dedicamos al sueno lo pasamos en sucompafifa. Y, al crecer constantemente el pbblico de esos medios de comunicaci6n social, estos han pasado a constituirse en sistemas gigantescos, en ciertas sociedades desarrolladas. Mientras la difusi6n de peri6dicos y revistas y las cifras de oyentes y es- pectadores de la radio y la televisi6n adquieran una importancia mayor, una finalidad basica de la comunicacibn -a saber, la transmisi6n de infor- maci6n y de experiencias al pbblico- lucha por su existencia. 2)

ejerce de muy distintos modos la responsabilidad en materia de polltica, funcionamiento y produc- ci6n de los medios de comunicaci611 social. E n ciertos pafses, todos o algunos de ellos funcionan como 6rganos del Estado. En otros, unas compa- Mas comerciales privadas -algunas de las cuales son en el plano econ6mico pluriempresas en todos los sentidos de la palabra- o unas empresas pbbli- cas independientes creadas por el Estado que se administran de tal o cual medio.

El dispositivo de la comunicaci6n social mo- derna esta vinculado por unos lazos complejos y estrechos a la estructura econ6mica y polftica, y esta integracih de la comunicaci6n social en las demas instituciones de la sociedad ha aumentado en los bltimos decenios, al crecer el papel que desempena (en su caso) la publicidad en el mante- nimiento de estos medios y al quedar m& concen- trado su control en un nbmero menor de manos.

medios de comunicaci6n social y su contenido disociandolos de las estructuras sociopolftico- econ6micas. Hemos de procurar no hacer una diferenciaci6n excesiva entre el sistema estable- cido (incluido el Gobierno y tambien el sector privado) y la estructura de comunicaci6n social. Como ha dicho el especialista britanico de la co- municaci6n social, James Halloran:

En los distintos pafses se asigna, asume y

Por consiguiente, no debemos considerar los

"De cuando en cuando puede resultarnos nece- sario poner los medios de comunicaci6n so- cial en un microscopio, pero en tal caso hemos de procurar siempre mantener la perspectiva mas amplia. Estudiamos constantemente los procesos de la comunicaci6n social, es decir, el funcionamiento de sus medios en la sociedad.

1) Jean d'Amy "Communication as a right. Unfrocking the magicians': Intermedia, International Broadcast Institute, no 5, 1974, PQ. 2

2) Nordenstreng, Informational Mass C o m - munications, Tammi, Helsinki, 1973, pagi- na 178.

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Todos los aspectos de ese proceso deben con- cebirse en el marco econ6mico y tecnol6gico mas amplio. Nuestra ignorancia actual sobre el impacto de estos medios se debe en partea la negativa de los investigadores a aceptar se- mejante hecho". l)

Si la comunicaci6n social es un 6rgano integrante del organismo social, no bastara con ver lo que ocurre dentro de medios de comunicaci6n social y limitarse a intentar cambiar su polftica, ya que esas fuerzas determinantes operan desde fue- ra, a traves de otras estructuras institucionales.

Al mismo tiempo, no se debe considerar que los medios de comunicacibn social esth prede- terminados al cien por cien. yor o menor margen de libertad para modificar las practicas correspondientes. Se puede hacer siempre algo para aumentar la democracia enlos medios de comunicaci6n social, y hemos de es- forzarnos constantemente en este sentido. Pero quienes deseen limitar sus esfuerzos a cambiar el mundo dnicamente en el interior de los medios de comunicaci6n social actfian de un modo ut6pico en su analisis y en su modo de proceder.

La mejora de las comunicaciones nacionales e internacionales, unida a la aceleraci6n del de- sarrollo tecnol6gic0, econ6mico y social, han puesto a los medios de comunicaci6n social en una nueva situaci6n, en la que es preciso evaluar de nuevo sus funciones y sus criterios de funcio- namiento. la televisi6n que, al nacer, asumi6 las tradicio- nes configuradas por la prensa, el cine, la radio, pero que ha resultado ser en muchos aspectos mas eficaz que sus predecesores.

Cada vez resulta mas evidente que todo intento de llegar a una maxima informaci611 verdadera no puede ser socialmente neutral sino que necesaria- mente se convierte en "parcial". Aunque se pien- sa a menudo que la informaci6n verdadera es "neutral" o "pura", en realidad las conexiones entre el contenido de la informaci611 y sus impli- caciones para la acci6n practica en la vida social y polftica no pueden disociarse, ya que toda infor- maci6n o bien apoya al statu quo o bien fomenta unos nuevos modos de concebir la realidad (inno- vaciones). Por definicith, toda nueva informaci611 implica una reorientacibn de las perspectivas y, por ende, una iniciaci6n a la acci6n. Un elemen- to decisivo de los principios de una polftica de la comunicaci6n informativa es el objetivo de utili- zar los medios de comunicaci6n social para trans- mitir informaci611 sobre la realidad concreta, es decir, acumular datos concretos sobre el mundo objetivo en la conciencia del pfiblico. Los prin- cipios informativos de la selecci6n de mensajes para la comunicaci6n social se derivan del deseo de reflejar fielmente la realidad objetiva, y no solamente de la preocupaci6n por el "equilibrio de todos los tipos de intereses sociales, justifi- cados o no",

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Hay siempre unma-

Esto se aplica sobre todo al caso de

Teniendo en cuenta la trascendencia central de las formas de organizaci6n en la planificaci6n y ejecuci6n de polfticas de comunicaci6n durante la pr6xima era de la nueva tecnologfa de los me- dios de comunicaci6n social, procede analizar y evaluar cuidadosamente toda la experiencia nacio- nal e internacional en el ancho campo de la polfti- ca de la comunicaci6n. E n esta evaluaci6n, habra que tener debidamente en cuenta que solamente puede obtenerse una cooperaci6n cultural y una comprensi6n internacional perdurables mediante unas actividades nacionales, y en filtimo extremo locales, basadas en la participacibn democratica en el marco de la autonomfa cultural y politica de todos los Estados, grandes y pequenos.

La aplicaci6n de las practicas y polfticas de comunicaci6n requiere una acci6n conjunta de to- dos los interesados por los asuntos sociales, eco- n6micos, cientfficos, educativos y exteriores de cada pafs. No debe concebirse su funci6n como una superpotencia creada para controlar los me- dios de comunicaci611 social. s610 podran tener exit0 si estan en consulta y contacto constantes con los comunicadores y los ciudadanos,cuya par- ticipaci6n directa en la formulaci6n y aplicaci6n de los planes y polfticas de comunicaci6n es la vez esencial y vital. Nada puede frustrar y deformar mas eficazmente la circulaci6n real y 6ptima de la informaci6n que la falta de respeto por la fndo- le de la propia comunicaci6n y la necesidad social de comunicar.

En los pafses menos desarrollados, una tarea importante consistira en conseguir una mayor par- ticipaci6n de la poblaci6n en los asuntos econ6mi- cos y nacionales, en aumentar sus conocimientos te6ricos y practicas, en darle una conciencia na- cional, y en ayudarla a encontrar su identidad cul- tural y personal. Sin una comunicaci6n, sin una utilizaci6n maxima de los modernos medios de comunicaci6n social, conjuntamente con los mas tradicionales, no cabe esperar alcanzar en un plazo razonable esos importantes y urgentes objetivos. Hoy en dIa, los responsables de adop- tar las decisiones y los ciudadanos de esos paf- ses no pueden por menos de prestar una detenida atenci6n al papel que desempena actualmente la comunicaci6n en la sociedad y estudiar de que modo puede aportar una contribuci6n 6ptima a todos los aspectos del desarrollo humano y nacional.

II James D. Halloran. "What do we need to know? Are we going to be able to find out? I' Trabaio mesentado al International

" A - Symposium on Communication: Technology, Impact and Policy, Annenberg School of Communications, University of Pennsylvania, Philadelphia, 23-25 de marzo de 1972, pa- gina 11.

E n los pafses mas desarrollados, la tecno- logfa de la comunicaci6n esta perturbando hoy muchas instituciones. Potencialmente, permite que un mayor nttmero de ciudadanos gocen, o soporten, unas oportunidades abundantes y ba- ratas de escoger lo que desean ver, oir o leer y de dar a conocer su opini6n a los demas. Pero tambien constituye una amenaza para valo- res sociales y modos de vida mas antiguos y tradicionales.

rrollo, participan en problemas practicos y deba- tes de gran alcance, que no solamente inciden en los futuros instrumentos de comunicaci6n sino tambien en la fndole de la propia sociedad. Los responsables polfticos advierten cada vez mPs claramente que, al asignar los recursos natura- les y sociales, unas polfticas orientadas hacia el futuro no pueden permitirse el lujo de prescindir de la vertiente de la comunicaci6n.

La incapacidad de tener una visibn global de la comunicaci6n, de examinar las polfticas de comunicaci6n actuales y futuras y de traducirlas, cuando proceda, en unos planes puede acarrear

Todos los pafses, desarrollados y en desa-

facilmente un despilfarro impertinente. Como la comunicaci6n esta tan evidentemente generaliza- da, se acepta con harta frecuencia que se produ- ce espontanea y necesariamente una comunicaci6n efectiva. Ahora bien, de hecho el proceso de la comunicaci6n humana en la sociedad moderna pue- de quebrarse, ya que actualmente depende hasta tal punto de muchos factores tecnicos, materiales, jurfdicos y de organizaci6n que se derivan de la polftica pttblica y requieren una participaci6n yun interes pttblico directos.

Tanto las sociedades como los individuos ne- cesitan que haya una mayor coherencia entre las polfticas y las actividades de los diversos subsis- temas de comunicaci6n y una planificaci6n en la que pueda tener cabida la diversidad. Surgen ten- siones y contradicciones inevitables, que a menu- do resultan mas faciles de conciliar en una socie- dad opulenta, en la que hay mas variantes de cau- ces de comunicaci6n y educaci6n. Ahora bien, dados los factores limitadores de unos recursos escasos -materiales y humanos- una polftica cohe- rente de la comunicaci6n asume una importancia e special.

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Capítulo I

Las funciones de la comunicaci6n

La comunicaci6n en la sociedad Y su circulaci6n

Se entiende en general que la comunicaci6n con- siste en los procesos de transporte y transmisi6n entre personas y lugares. Para las autoridades de planificaci6n, esto supone normalmente el transporte de bienes e individuos por tierra, mar y aire y la transmisi6n de mensajes por mediode las telecomunicaciones. Ahora bien, este con- cepto estrecho no se ajusta a la noci6n de "comu- nicaci6n en la sociedad", en relaci6n con la cual lo que interesa concretamente es la capacidad de informaci6n que necesita la sociedad para poder funcionar eficazmente, asf como la circulaci6n de informaci6n por toda la trama social.

La comunicaci6n social entraRa a la vez unos contactos interpersonales y una comunicaci6n "me- diada", en la que la informacibn se transmite por medios tecnicos u otros instrumentos interme- dios. espontaneamente entre individuos o bien puede es- tar organizada y dirigida por cauces instituciona- les, que no son solamente los medios de comuni- caci6n social sino tambien otras instituciones de transmisi6n de informaci6n: agentes polfticos, servicios de extensi6n, animadores culturales, educadores y servicios sociales. Pueden correr a cargo del Estado -Gobierno, entidades pbblicas, administraci6n nacional o local- o situarse en un nivel no gubernamental: empresas privadas, co- operativas, asociaciones, etc. Pueden estar fi- nanciadas total o parcialmente con ingresos co- merciales o depender de fondos pfiblicos, dere-, chos de licencia y otros recursos.

La capacidad de informaci6n de que dispone una sociedad dada depende en parte de su infraes- tructura de telecomunicaciones. En general, esta ha sido la preocupaci6n basica de los responsables de desarrollar y administrar las redes de comuni- caci6n. A partir del principio de que tales redes deben autofinanciarse, cuando no realizar benefi-

La comunicaci6n social puede producirse

cios, se ha tendido, sin embargo, a dedicar menos atenci6n a las necesidades de aquellos sectores de la comunicaci6n social que tienen una trascenden- cia pdblica equivalente, pero ofrecen menos pro- babilidades de resultar remuneradores en un plano monetario.

de la comunicaci6n moderna debe rebasar el an- ticuado modelo vertical, el concepto de circula- ci6n en un solo sentido, ya que ningdn autentico sistema de comunicaci6n puede ser completo si no hay un cierto mecanismo de respuesta. Hay que concebir la circulaci6n de la comunicaci6n como un proceso multilateral en el que no sola- mente una persona puede comunicar con otras muchas sino tambien con una sola, o muchas con una o muchas con muchas. de ante la informaci611 que recibe y no da a cono- cer sus puntos de vista, se produce simplemente un refuerzo del sistema pasivo en un solo sentido, que es lo que tenemos hoy en dfa con harta fre- cuencia. No basta simplemente con establecer un dispositivo de retroacci6n en el actual sistema de comunicaci6n.

E n un plano ideal -y tecnico-, resulta cada vez m5s factible que un individuo pueda transmi- tir a otros unas preguntas precisas y unos pro- blemas inmediatos derivados de su ocupaci6n la- boral, su vida familiar o su curiosidad intelec- tual, y ha de estar en condiciones de recibir respuestas a esas preguntas mediante un cauce apropiado de comunicaci6n. Los gobiernos co- munican de modo regular con la poblaci6n, pero esta tambien aspira y debe conseguir una comu- nicaci6n igualmente regular con el Gobierno, ya que en esto consiste la verdadera democracia en el siglo XX.

No hay que concebir los sistemas de comu- nicaci6n como una "partida de gastos generales socialestt que cabe pasar por alto o tolerar, sino como un derecho y una necesidad basica de la so- ciedad humana.

Analogamente, la interpretaci6n y organizaci6n

Si la gente no respon-

E n vez de considerar la informa-

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ci6n como un producto de lujo del que puede pres- cindirse y al ptiblico como "consumidor'l y sim- plemente "receptor", es cada vez mas importante abordar el problema de la planificaci6n y formu- laci6n normativa de la comunicaci6n de un modo positivo, segfin el cual el potencial productivo de comunicaci6n dentro de la estructura socioecon6- mica de la sociedad reviste una importancia capital.

El hecho de comprender cabalmente las fun- ciones globales y a veces contradictorias de la comunicaci6n es un requisito previo para que los responsables polfticos puedan hacer un analisis mas preciso de los efectos potencialmente positivos o negativos que puedan lograrse mediante una uti- lizaci6n deliberada y mas funcional de la comu- nicaci6n. Por consiguiente, la planificaci6ny las polfticas de comunicacibn deben regirse por la determinaci61-1, por cada pafs, de las funciones sociales que deben desempenar los medios de comunicaci6n.

E n general, las principales funciones socia- les de los medios de comunicaci6n en toda socie- dad son las siguientes:l)

Informaci6n. Todo el mundo tiene que tomar cotidianamente decisiones y que asumir responsa- bilidades que exceden de las posibilidades inme- diatas de su observacibn y su contacto personal. Tanto si es un joven labrador como un alto fun- cionario, requiere "informaci6n" sobre cuanto ocurre en torno a e1 y sobre lo que puede ocurrir en el futuro. Busca seaales de los peligros inmi- nentes e indicaciones sobre oportunidades remu- neradoras. La tarea basica de los medios de co- municaci6n es pues informarle, ayudarle a man- tenerse al dfa en un mundo en rapida evolucibn, donde los acontecimientos en una parte del globo pueden tener repercusiones en su pafs. Para desempenar su funci6n de transmitir mensajes, senalar peligros o descubrir condiciones -la vigi- lancia del medio ambiente-, los medios de comu- riicaci6n deben tener acceso al genero de informa- ci6n que afecta de un modo vital a la existenciade los individuos en la sociedad, mientras que el individuo a su vez pedira acceso a esta informa- ci6n utilizando los medios de comunicaci6n.

Por lo tanto, una funci6n primordial de los medios de comunicaci6n debe ser la traducci6n, para poner la informaci6n obtenida de fuentes especializadas (meteorblogos, estadfgrafos, inves - tigadores cientfficos, etc. ) en forma accesible y comprensible hasta un punto que sea dtil.

debe dar primordial importancia a la promoci6n, por medio de los medios de informaci6n, de nor- mas y valores basicos que puedan ser compren- didos y adoptados por todos.

Para funcionar satisfactoriamente, la socie- dad requiere la formaci6n de una conciencia so- cial basada en la comprensi6n y en la aplicaci6n

Participaci6n social. E n este contexto, se

de esas normas no s610 por sus miembros actua- les sino tambien por los recien llegados, ya sean nifios o inmigrantes. Se considera la socializa- ci6n por medio de la adopci6n de valores comunes como una funci6n primaria de los medios de co- municaci6n. Otros conceden mayor importancia a la necesidad de diversidad y de elecci6n perso- nal, aunque no estan menos interesados en la conservaci6n del vfnculo social.

Conservaci6n e innovaci6n. Con frecuencia se pide a los medios de informaci6n que contri- buyan a la preservaci6n de las tradiciones y las culturas, que recuerden las realizaciones y los valores del pasado y que de esa manera realcen la identidad nacional y la confianza social. Sin embargo, el crecimiento de la sociedad requiere innovaci6n y los medios de informaci6n tienen tambien la funci6n de presentar otras ideas y va- lores posibles.

Funciones culturales. Los medios de comu- nicaci6n son una forma de expresi6n cultural por derecho propio, asf como vehfculos para la trans- misi6n de otras formas culturales. Con frecuen- cia, constituyen el dnico tipo de comunicaci6n cultural accesible a la masa de la poblaci6n. Por consiguiente, su funci6n social consiste en real- zar las culturas tradicionales y abrir la mente a nuevas formas y estilos enlazando el pasado na- cional con las dimensiones mundiales de la cul- tura humana.

En este contexto la distracci6n y el recreo asumen una importancia particular. Las acti- vidades recreativas y de esparcimiento asumen en este contexto una trascendencia especial, al igual que en el contenido serio de los medios de comunicaci611 social. E n relaci6n con las nece- sidades sociales, el esparcimiento, el recreo, la risa y la distracci6n pueden tener funciones po- sitivas y productivas. No se trata de elegir en- tre pasatiempo y seriedad sino entre "trascen- dencia'' y "trivialidad".

Gobierno. El gobierno no puede funcionar sin comunicaci6n con los ciudadanos en general y con sus propios 6rganos administrativos en los niveles central y local. Una de las funciones so- ciales esenciales de la comunicaci6n consiste en proporcionar cauces para una corriente incesan- te de informaci6n, instrucci6n, opini6n y parti- cipaci6n activa desde el gobierno hacia el pueblo y viceversa, asf como entre los diferentes ser- vicios gubernamentales.

1) Unesco, Informe de la Reuni6n de Expertos sobre polfticas y planeamiento de la educa- ci6n, C O M / M D / 2 4 , Parfs, lo de diciembre de 1972, pag. 7

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Administraci6n. La administracih, tanto si es de servicios oficiales como de empresas industriales y comerciales requiere una corrien- te constante de informaci6n para orientar su fun- cionamiento hacia la vasta escena social, para coordinar su acci6n y para comunicar continua- mente con su propio personal. Una sociedadmo- derna y compleja de industrializaci6ny postindus- trializacibn, en la que las administraciones pb- blicas desempeaan un papel cada vez mayor, no puede funcionar sin sistemas de comunicaci6n. La administraci6n de la industria, la agricultura, la educaci6n y los servicios sociales depende de la acci6n concertada de funcionarios dispersos por todo el pafs. La comunicaci6n es esencial para mantener en marcha la m8quina.

Asuntos econ6micos. La comunicaci6n de- sempena una funci6n vital en los asuntos econ6- micos. sas econ6micas por sf mismos y pueden actuar como estimulantes de la agricultura y el comer- cio, la formaci6n de personal y la orientaci6n profesional. La influencia de la comunicaci6n sobre la producci6n gracias a la informaci611 di- fundida y el efecto de su explotaci6n comercial, son funciones sociales esenciales de la comuni- caci6n que no se limitan a los circuitos consti- tuidos directamente en empresas comerciales.

Educaci6n. En su libro de 1971,l) la Comi- si6n Internacional de la Unesco para el Desarro- llo de la Educaci611 exponfa que todo individuo debe estar en condiciones de seguir aprendiendo durante toda su vida. La idea de "educaci6n per- manente" es la piedra angular de la "Ciudad edu- cativa". tema educativo sino el principio en el que se basa la organizaci6n global de un sistema y que, por consiguiente, debe constituir el fundamento del desarrollo de cada uno de sus elementos integran- tes. Esta Comisi6n de la Unesco propuso la edu- caci6n permanente como idea rectora de las polf- ticas educativas en los anos pr6ximos, tanto para los pafses en desarrollo como para los desarro- llados, ya que "estamos convencidos de que por doquier, en todos los pafses del mundo e incluso allf donde todavfa no existe plena conciencia del problema, la cuesti6n de la educaci6n permanen- te, de la-'direcci6n a tomar y las vfas a seguir para llegar a ella constituye el problema decisivo del momento actual".

Los medios de comunicaci6n son educativos, independientemente de que hayan sido concebidos o no con ese fin, ya que todos estamos constante- mente aprendiendo de ellos y siendo influidos por ellos. a unos valores. Aplicados directamente, pueden inculcar actitudes o conocimientos practicas con- cretos. E n la medida en la que se encomiende una tarea educativa a los sistemas de comunica- ci6n, realizaran a menudo unas funciones en unos

Los medios de comunicaci6n son empre-

La educaci611 permanente no es un sis-

Proporcionan conocimientos y dan forma

sectores en los que unos sistemas de ensefianza formal hayan dejado lagunas. Ya sea porque se les incite deliberadamente a ello o simplemente debido a su propia existencia, los medios de co- municaci6n estan creando unos sistemas parale- los de educaci6n para el ciudadano -durante su formaci6n escolar y especialmente en la educaci6n permanente-, a los que con frecuencia sentira m8s facilmente y en mucha mayor medida apega- do que a las instituciones de instrucci6n formal, que con harta frecuencia son elementos de unos sistemas del pasado.

desempenar los medios de comunicaci6n puede exponerse muy practicamente en respuesta a pre- guntas generales tales como las siguientes:2)

i C6mo cabe comprender y dominar el impac- to de la ciencia y la tecnologfa sobre la existencia humana, en vez de padecerlo con una sumisibn pasiva? iC6mo pueden mantenerse al compas de la evoluci6n de las condiciones y las necesidades sociales los valores que inspiran nuestra acci6n en el consumo y en los asuntos sociales, en las relaciones familiares y en las actitudes ante el trabajo?

i C6mo puede contribuir la comunicaci6n al desarrollo rural, el urbanismo, el medio ambien- te, promover el cambio social, difundir conoci- mientos fitiles, mejorar la participaci6n en los asuntos locales, nacionales e internacionales, dar a conocer a otros ciudadanos y a las autoridades los puntos de vista y la experiencia de un grupo dado de personas?

nicaci6n las condiciones sanitarias y de la vida familiar?

i C6mo pueden unos estratos sociales diferen- tes, los j6venes y los adultos, los distintos grupos Ctnicos y raciales, los hombres y las mujeres, comprender mutuamente mejor sus preocupaciones y sus aspiraciones?

~ C 6 m o puede encontrar la cultura -o las cul- turas- de un pafs nuevas formas de expresibn por conducto de los medios de comunicaci611 social? ~ C 6 m o pueden Cstos dejar de depender de unos productos culturales extranjeros no asimilados, cuyos sistemas de valor tienden a ser ajenos y a veces perturbadores?

Ademas, las funciones sociales que deben

iC6mo cabe mejorar por medio de la comu-

~~ _ _ _ _ _ _ _ ~ ~ 1) Unesco, Aprender a ser. La educaci611 del

futuro. Edgar Faure y otros, Parfs, 1972, - pag. 265.

2) Unesco. Working Pa.oer for Unesco Meetine U I

of Experts on Communication Policies and Planning, COM/72/CONF. 8/3, pag. 12, Parfs, 1972.

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L C6mo puede prestar apoyo la comunicaci6n a los objetivos de desarrollo econ6mico fijados por las autoridades estatales, y determinados tam- bien por las condiciones que predominan en los sectores econ6micos claves? ¿Que objetivos eco- n6micos son deseables, cuales son los efectos antiecon6micos de la comunicaci6n que procede evitar, si es posible?

¿Cual es el mejor modo de que los mediosde comunicaci6n apoyen, amplfen y transformen la educaci6n, dentro y fuera de la escuela, desde el nino de edad preescolar hasta el adulto, desde la instrucci6n formal en instituciones hasta el auto- servicio educativo y la educaci6n permanente?

iC6mo pueden estos medios promover un proceso de comunicaci6n de doble sentido, real- zar la participaci6n democratica, insertarse en el proceso total de la comunicaci6n social?

Necesidades de la sociedad en materia de comunicaci6n e informaci611

Con harta frecuencia, las instituciones que influ- yen en la vida de la gente quedan fuera del alcance del ciudadano corriente, y su lejanfa supone que el conocimiento del modo en que acttian esas ins- tituciones -incluidas entre ellas los medios de co- municaci6n social- no llega a un,aparte considera- ble de la poblaci6n. Eso suscita un sentimiento de alienaci6n e impide una plena participaci61-1, in- dividual y colectiva. Todo el tema de la libertad de los medios de comunicaci6n social se presta a debate. No es ya meramente la libertad de estos medios, sino tambien los derechos basicos del ciudadano a ser informado y a comunicar, lo que en el momento actual plantea un problema sin precedentes.

E n 1971 se ponfan especialmente en tela de juicio el destino, el papel en la sociedad y el fu- turo econ6mico de los medios de comunicaci6n. E n 1972, estos medios se resignaron mas a acep- tar unas limitaciones al libre intercambio de informacibn por razones de Estado o por ciertos determinismos econ6micos y polfticos. E n 1973 y en 1974 se puso de manifiesto que no solamente estaba en juego el destino de los propios medios de comunicaci6n sino tambien el principio mismo del derecho de los individuos a recibir una infor- maci6n diversificada, completa y bien equilibra- da y el nuevo "derecho a comunicar". E n reali- dad, cualquiera que sea la excusa que tengan los ataques que han padecido, el volumen de libertad de que gozan los medios de comunicaci6n y que consiguen defender es un modo de calibrar enque proporci611 virre el pueblo una verdadera demo- cracia.

La necesidad de comunicar puede concebirse desde el nivel basic0 o de subsistencia o desde el mas complejo de la necesidad de mantenerse al corriente de la actuaci6n de la sociedad, inclui-

das las consecuencias personales de la evoluci6n de las estructuras polfticas y econ6micas. D e lo que se trata esencialmente es de determinar en que medida tiene la gente unos problemas que re- quieren informaci611 de distintas fuentes, y cual es la real aportaci6n de los medios de comunica- ci6n social para ayudarles a resolver esos problemas.

E n el pasado, los psic6logos sociales, los soci6logos, los antrop6logos, etc., han realiza- do lo que deben de ser ya hoy muchos miles de estudios sobre los estilos de vida y las estructu- ras sociales. Ahora bien, muy pocos de ellos se han llevado a cabo desde una "perspectiva de la comunicaci6n" para centrar mas la atenci6n en el comportamiento en materia de comunicaci6n de los individuos y los grupos en la sociedad, en sus autenticas necesidades de informaci6n con objeto de poder vivir su vida cotidiana y en las pautas de redes "tradicionales" por las que fluye esa informaci6n.

Hay, otro importante punto de vista para tra- tar de este tema de las necesidades de la socie- dad en materia de comunicaci6n. Con arreglo a el, se examina el problema desde la otra pers- pectiva, a fin de determinar cuales son los ele- mentos de comunicacibn existentes en todos los aspectos de los planes y programas de desarro- llo nacional. Este enfoque entrana un analisis general de todos los sectores del plan nacionalde desarrollo, incluidos a la vez el sector pttblico y el privado de la economfa, y de las necesidades de todas las formas de comunicaci6n con objeto de poder llevar a la practica el plan.

Normalmente, los planes de desarrollo sue- len subdividirse en programas y proyectos. Pro- cedera examinar mas detalladamente y tomar no- ta de las necesidades y exigencias de comunica- ci6n "auxiliar" de cada proyecto. D e las diversas partes del plan por ejemplo, agricultura,vivien- da, transportes, sanidad, cultura, educacih, industria, etc. - pueaen extraerse en terminos cuantificables todos los requisitos y necesidades de comunicaci6n, medidos en forma de tiempode radiodifusi6n, paginas impresas, papel, metraje de pelfcula, personal de comunicaci6n, estructu- ras institucionales, capacidad de las redes, siste- mas de distribuci6n, etc. .que habra que globalizar y comparar con la actuaci6n de la que es capaz el actual sistema de comunicaci6n. Esta operaci611 permitira identificar y cuantificar la disparidad existente entre las necesidades y la capacidad, y destacar aquellos sectores en los que se re- quiere una expansi6n prioritaria del sistema para poder llevar eficazmente a la practica las tareas del desarrollo.

des pasa a ser un tema prioritario en la formula- ci6n normativa. La labor ya realizada o en curso de realizaci6n en ciertos importantes proyectos

Asf pues, la determinaci611 de las necesida-

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de comunicacibn en pafses como Suecia, elCanad5, la Repfiblica Federal de Alemania y los Estados Unidos de America, mediante encuestas, inves- tigaciones y trabajos, indican que esta fase, por sf sola, plantea un importante problema a la in- vestigaci6n, asf como a las estructuras de ges- ti6n, al igual que cualquier otra polftica y plani- ficaci6n que, en 6ltimo termino, traiga consigo la asignaci6n de recursos nacionales o de los im- puestos del contribuyente.

a traves de muchos filtros pero es preciso que sean filtros que economicen la manipulaci6n y eleven al 6ptimo la utilizaci6n, ya que hay que encauzar y difundir la informaci6n con fines de utilizaci6n y de acci6n.

Para economizar, ser5 necesario planificar y estructurar cuidadosamente los cauces con arreglo a las verdaderas necesidades. Puede ser necesario seleccionar cuidadosamente un elemen- to de informaci6n y presentarlo de un modo que se ajuste a las necesidades existentes en diversos niveles. cenados con fines de investigaci6n te6rica enunas computadoras, interpretados y comentados por unos expertos para los responsables polfticos m e - diante documentos internos, presentados por es- pecialistas en publicaciones peri6dicas, progra- mas de formaci6n por medio de la televisi6n o de cassettes, examinados y aplicados por profesio- nales con unos medios audiovisuales en una labor de extensi6n, analizados y replanteados en grupos de usuarios en un centro social o cultural, o cons- tituir la piedra angular de unas campanas nacio- nales de carteles para promover la conciencia social y el cambio. La existencia y el funciona- miento adecuado de semejantes sistemas de difu- si6n y tratamiento de la informaci6nno son menos importantes que las escuelas primarias o la alfa- betizaci6n en grupo.

La necesidad de comunicaci6n ser5 por lo menos igual a la de informaci6n. A menudo, es- ta filtima necesidad l'm5s reciente" puede aten- derse mediante una reasignaci6n de los recursos nacionales, en vez de consigar otros nuevos. Un cierto nfimero de peri6dicos rurales locales y un mayor nfimero de bibliobuses pueden constituir un mejor modo de difundir informaci6n y al mis- m o tiempo de retener la alfabetizaci6q estimu- lar la capacidad de iniciativa propia y de autono- mfa personal, identificar los problemas de la vida cotidiana, promover la integridad nacional, aumentar la participaci6n en los asuntos naciona- les y facilitar la identificaci6n cultural con muchas horas diarias de charla, desde la capital y la ad- ministraci6n central por la radio y la televisi6n. l)

Como es 16gic0, la innovaci6n puede crear tensiones y conflictos en cualquier sistema, y a veces son precisamente las innovaciones m5s "eficaces" las que suscitan la mayor tensi6n. El

Se puede incorporar informaci6n al sistema

Los detos cientfficos pueden ser alma-

primer problema que hemos de resolver consiste en definir lo que entendemos por eficaz. Debe- riamos ser m8s precisos (y quiz5 incluso m5s honestos) al definir lo que consideramos como ne- cesidades basicas y objetivos primordiales, y te- ner presente las legftimas aspiraciones naciona- les y locales de unos pueblos y sociedadesque es- tan en distintas fases de desarrollo.

Al examinar la influencia globalde los medios de comunicaci6n social en los pafses, no basta con limitar los estudios a unas campanas concre- tas, por ejemplo, de sanidad, agricultura, edu- caci6n. Esos tipos de programa tienen tambien efectos indirectos o no buscados. Hemos de in- tentar evaluar Cu51 es la influencia m5s amplia, y probablemente m5s generalizada, de unos me- dios de comunicaci6n social de orientaci6n comer- cial y/o polftica en funci6n de unas mayores aspi- raciones, las fuentes posibles de frustraci6n y conflicto, la evoluci6n de las pautas de consumo y los estilos de vida, el debilitamiento de los vfnculos tradicionales, la modificaci6nde las pau- tas de autoridad, los estereotipos y la imagenque se tiene de otros pafses, etc.

El paso de los medios orales a los electr6ni- cos -prescindiendose a veces de la fase interme- dia de los medios impresos-, la utilizaci6n para- lela de medios tradicionales y electr6nicos, la adopci6n y transformaci6n de formas culturales no son sino algunos de los mfiltiples temas que cabrfa examinar. Tambien podrfamos pregun- tarnos si es inevitable o no un planteamiento "en bloque I'. i Es indispensable que una versi6n de color de rosa vaya siempre unida a la ayuda tec- nica y econ6mica? Es cierto que esa versi6n no es la finica que describen los medios de comuni- caci6n social de caracter comercial, ya que lle- van de hecho imageries y relatos informativos y de actualidad de los pafses desarrollados a quienes viven en pafses en desarrollo. Las manifestacio- nes, los motines, las revoluciones, la pobreza, la alienaci6n y las condiciones de vida mfseras pueden presentarse paralelamente a los elemen- tos incitantes de nuestra ciudad opulente y orien- tada hacia el consumo. Ahora bien, ¿que impac- to tiene esto para el joven que vive en un pueblo africano o de America del Sur? ¿Que sabemos sobre su capacidad de asimilar esta especie de indigesti6n de informaci6n?

1) Gunnar R. Naesselund, Communication Policies in Unesco's Programme, Parfs, abril de 1974, p5gs. 10-13.

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Como los cambios sociales no pueden produ- cirse m5s que a traves de una comunicaci611 so- cial organizada, las instituciones de comunicaci6n desempemn muchas y muy vitales funciones al servicio del desarrollo nacional. En las socieda- des de transicibn, son indispensables para incitar a sus miembros a adaptarse a unos cambios que constituyen un requisito previo para el desarro- llo, para contribuir a establecer un clima general favorable a unos nuevos modos de vida, para en- seriar a la poblaci6n los numerosos conocimientos pr5cticos nuevos que exigir5 de ellos el desarro- llo y la transicibn y para elevar el nivel de las aspiraciones.

Est5 surgiendo una demanda de sistemas y redes de cables, lo cual trae consigo una rapida ampliaci611 de la base de distribuci6n de servicios en banda ancha. Cada vez resulta m5s probable que el desarrollo de los sistemas de cables cons- tituyan el camino que lleva a la "ciudad cableadal: cuando se desee. La instalaci6n de los sistemas entrana fuertes inversiones financieras y suscita problemas jurfdicos, econ6micos y polfticos en aquellos pafses en los que a la vez la televisi6ny la instalaci6n y mantenimiento de los cables cons- tituye un monopolio del Estado o de unos organis- mos autorizados por 81 a actuar en ese campo.

En muchos sistemas actualmente existentes y que se basan en el empleo de computadoras, re- sulta ya diffcil separar y disociar las funciones de comunicaci6n y de tratamiento de datos; m u - chos sistemas de comunicaci6n utilizan computa- doras para pasar de los circuitos a los mensajes. Este entrecruce ha suscitado nuevos problemas sobre la delimitaci6n entre los sistemas de comu- nicaci6n y el "receptor". A la larga, es probable

que los progresos tecnol6gicos borren totalmente la interfaz entre el sistema de comunicaci6nyla computadora, dando origen a un nuevo concepto de "teletratamiento".

Existe el peligro constante de que las priori- dades inmediatas de las circunstancias actuales puedan tener primada con respecto a un adecuado analisis de los problemas normativos a plazo m5s largo, y posiblemente ir en detrimento de las fu- turas oportunidades de desarrollo de un sistema integrado de telecomunicaciones. El mejor modo de resolver el problema de la forma y el futuro de la televisi6n de cable y la teledistribuci6n no con- siste en unas decisiones disyuntivas sobre unas propuestas especfficas. Antes por el contrario, habran de expresarse en una serie de elecciones cuidadosamente evaluadas y cifradas, relaciona- das con un calendario de decisiones normativas y de planificacih a plazo medio y largo,

Una polftica sensata de desarrollo futuro a mas largo plazo solamente puede basarse en los datos derivados de unos experimentos a corto plazo cuidadosamente realizados y evaluados. Es preciso definir claramente la finalidad de los ex- perimentos de los sistemas de cables y utilizar procedimientos adecuados para evaluarlos. E n esos experimentos se debe tomar, ademas, en consideraci6n el interes del pfiblico, de un modo imparcial y coordinado. Dadas las actuales pre- siones polfticas y econ6micas y los problemas que entrana la previsi6n de las necesidades futu- ras, lo mas sensato parece coordinar la teledis- tribuci6n con unas polfticas y planes relativos a una red nacional integrada de las telecomunica- ciones en el futuro, lo cual atender5 las necesi- dades sociales de comunicar.

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Capítulo I I

La comunicación internacional

La comunicaci6n es una actividad que no respeta las fronteras establecidas por la 16gica de las distintas disciplinas, por unos fen6menos geogra- ficos o por unas separaciones econ6micas. La libre circulaci6n y movimiento de personas y de materiales es un problema fundamental para el hombre y para la sociedad. Tampoco es la co- municaci&~, en el plano tecnol6gico o en el so- cial, un asunto que tenga meramente unas dimen- siones nacionales. la practica en un pals dado una planificaci6n y unas polfticas de comunicaci6n sin una referen- cia constante a los aspectos internacionales. Los pafses han de determinar su polftica nacional to- mando debidamente en consideraci6n diversas normas y acuerdos internacionales ampliamente aceptados.

La mayorfa de los pafses cuentan con servi- cios de informaciones y relaciones pfiblicas y de radiodifusi6n hacia el exterior, lo cual plantea unos problemas basicos en lo tocante a sus obje- tivos, control y recursos financieros. Al mismo tiempo, es preciso dedicar atencih, en casi to- dos los pafses, al casi incesante aflujo de noti- cias procedentes del exterior. Esto se refiere a aspectos tales como las fuentes y la calidadde los noticiarios, la importaci611 de pelfculas y el im- pacto de la radio y la televisi6n extranjera, ya sea a traves de programas previamente grabados o de una transmisi6n directa.

-en los planos nacional e internacional- esta prin- cipalmente en manos de los gobiernos o de empre- sas comerciales. Al aumentar cada vez mas ese poder, la comunidad -la naci6n, la regi611 o todo el mundo-, por su propia libertad y desarrollo y por la integridad de la sociedad, debe velar por que quienes tienen este poder de comunicaci6n lo usen con el maxim0 sentido de responsabilidad. Por muy grande y desarrollada que llegue a estar la tecnologfa, basicamente no sera sino un dispo- sitivo, un medio, y no podra funcionar mejor que

No cabe formular ni llevar a

Actualmente, el poder de la comunicaci6n

las instituciones, las polfticas y la planificaci6n que la dirijan y controlen. Ciertos temas importantes en materia de comunicaci611 internacional

La comunicaci6n internacional, que engloba las actividades intergubernamentales y las de los negocios internacionales. Plantea muchos e im- portantes problemas que hay que conocer, abor- dar y tener en cuenta al formular la polftica yla planificaci6n nacional de la comunicaci6n.

Nos vienen a las mentes algunos de ellos. Cuales son las posibilidades y las limitaciones

de las redes internacionales de comunicaci6n, las que funcionan ya y las que seran posibles ma- Rana? ¿Cuales son los obstaculos que se oponen a la "libre circulaci6n de la informaci6ntt, una vez claramente entendido y definido este impor- tante concepto? ¿Que representa realmente un intercambio de informaci6n en un plano de igual- dad y que representa una "canalizaci6n" en un solo sentido del mundo industrialmente desarro- llado hacia los pafses en vfas de desarrollo? i Cuales son los factores -sociales, econ6micos, polfticos y jurfdicos- que determinan la indole y el grado de la importaci6n de materiales de co- municaci6n social? ¿Cual ha de ser la polftica nacional relativa a la "personalidad cultural" des - tinada a proteger la fragil estructura de las cul- turas aut6ctonas contra la intrusi611 en masa de la informaci6n extranjera? ¿Donde esta la lfnea divisoria entre un filtro de protecci6n y una polf- tica aislacionista y nefasta que privara al pals de las realizaciones culturales del mundo considera- do como un todo? iC6mo podemos evaluar el contenido de los medios locales de comunicaci6n para obtener unos indicadores culturales que per- mitan comprender mas plenamente cada cultura, y mejorar con ello las posibilidades de una verda- dera comunicaci6n internacional mutuamente com- prensiva? ¿Que decir de las operaciones multina- cionales de las industrias de la comunicaci6n, des-

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de las agencias de noticias y la radiodifusi6n hasta los fabricantes de material electr6nico?

Hay otras cuestiones que pueden dar lugar a investigaciones en el plano internacional y son las que se refieren a la elaboraci6n de acuerdos internacionales y las polfticas regionales. Asf, los acuerdos sobre el derecho de autor y el dere- cho de ejecuci6n tienden a estimular, por medio de leyes sobre el derecho de autor y de conven- ciones internacionales sobre el derecho de autor, el control de la distribuci6n de los libros .y otras formas de propiedad intelectual y artistica que favorece m8s a los pafses industrializados que a los pafses en vfas de desarrollo. critico de los efectos de estas convenciones per- mitirla a los responsables nacionales de las po- llticas de comunicaci6n, recomendar una acci6n diplomatica adecuada. Se plantean asimismo a este respecto cuestiones como la atribuci6n de frecuencias para la radio y la televisi6n y la transmisib por microondas, la comunicaci6n de un punto a otro por medio de satelite, que son objeto de acuerdos internacionales y requieren nuevas investigaciones crfticas.

Las normas tecnicas a que estan sometidos los materiales de los sistemas de comunicaci6n (por ejemplo, la televisMn, las "cassettes", las bandas magneticas, los fon6grafos, etc. ) y el problema de la medida en que esas normas tien- den a ejercer un control exclusivo sobre los as- pectos materiales e intelectuales de los sistemas, exigen un analisis crftico profundo que seria de gran interes para los pafses que quisieran adop- tar una estrategia de informaci611 en la que inter- vinieran esas innovaciones tecnol6gicas. Una vez adoptado un sistema tecnico determinado de in- formaci&~, la magnitud de los recursos investi- dos en el constituye una fuerza poderosa que con- diciona las opciones futuras de la evoluci6n del sistema. Hacen falta unos estudios crfticos al nivel nacional y al nivel internacional, sobre las fuentes y las estructuras eventuales de control, lo mismo externas que internas, que lleven con- sigo las decisiones de inversi6n en lo tocante a los materiales y al sistema de comunicacibn.

Es mas que probable que las investigaciones de esta fndole s610 puedan organizarlas y coordi- narlas las organizaciones internacionales y re- gionales. As€, ademas de la colaboraci6n que se ha de establecer entre los institutos nacionales de investigaci611, la cooperaci6n y la coordinaci6n de las investigaciones sobre la informaci6n al ni- vel internacional han de ser mas estrechas si se quiere evitar la duplicaci6n de esfuerzos y obte- ner resultados 6ptimos. Esto implica una cola- boraci6n activa entre las instituciones internacio- nales (Unesco, UIT, etc. ), los organismos pro- fesionales internacionales que trabajan en este campo (es decir, el Instituto Internacional de Radio y Televisih, el Instituto Internacional de

El estudio

la Prensa, el Consejo Internacional del Film y la Televisi6n, la Asociaci6n Internacional de In- vestigaciones sobre Informaci6n, etc. ) y otras organizaciones internacionales que se ocupan en general de ciencias sociales, pero que se intere- san tambien en los problemas de la informaci6n (por ejemplo, el Consejo Internacional de Filoso- fia y Ciencias Humanas, el Consejo Internacional de Ciencias Sociales, etc.) para dar mejor a co- nocer las cuestiones, los problemas y las inves- tigaciones necesarias en materia de comunicaci6n internacional y para cerciorarse de que son tra- tadas con competencia. ')

La circulaci6n internacional en materia de comunicaci6n: la difusi6n de noticias

Aunque el empleo de las m8s poderosas tecnolo- glas de telecomunicaci6n tales como, por ejem- plo, los satelites, permite la circulaci611 muy rapida e incluso instantanea de comunicaciones y noticias entre las agencias de noticias, la prensa y la radiodifusi6n de todas las partes del mundo, no todos ellos se benefician en la misma medida de estos nuevos medios ya disponibles. Hay agencias nacionales de noticias en noventa pafses, pero est8n distribuidas de un modo desigual, y existen grandes diferencias en cuanto al alcance, y eficacia de sus actividades. La mayorfa de las agencias nacionales de noticias dependen de las cinco grandes agencias mundiales -situadas en los Estados Unidos de America, el Reino Unido, Francia y la URSS- por lo que se refiere a difun- dir noticias sobre su pais a otros.

La mayorfa de ellos cuentan con servicios de radiodifusi6n exterior como modo de comunicar con los habitantes de otros pafses, directamente o por conducto de los servicios radiof6nicos na- cionales. miten noticias extranjeras y un gran nfimero de pelfculas y de programas de televisi6n obtenidas en otros pafses. Muchos de ellos cooperan de cuando en cuando para informar sobre aconteci- mientos de interes comfin y producir programas. destinados al pfiblico de los otros. La radio y la televisi6n en el hogar han pasado a ser el instrumento mediante el cual la mayorfa de las personas se informan de modo regular y se hacen una idea sobre otros pueblos y pafses.

un proceso de selecci6n de entre la abundante ma- teria prima disponible. Los criterios con arreglo a los cuales se seleccionan las noticias adecuadas para su distribuci6n no han sido nunca analizadas

Todos los servicios de televisi6n trans-

La labor informativa entrana esencialmente,

nacional de investigaciones sobre la comuni- caci6n, COM/MD/BO, Op. Cit., pag. 20

20

rigurosamente ni por los profesionales de la infor- maci6n ni por los investigadores de la comunica- ci6n social, ya que unos y'otros han aducido prin- cipalmente el "instinto del periodista", "lo que llama la atenci6n" o la "gramatica parda" nacida de una tradici6n periodfstica como factor que de- termina el orden de importancia y el modo de pre- sentaci6n de las noticias, principalmente con arre- glo a unas normas no escritas. Toda violaci6n de esas reglas mfticas se ha considerado siempre como una manifestacibn de mal periodismo.

Los informadores preguntan cada vez mas ahora 'li que es lo que hay que decir? 'I y " i c6mo hay que decirlo? 'l. Esos problemas revisten una gravedad especial en la radiodifusi6n de control pdblico, en la que hay que procurar proporcionar un servicio equilibrado a todos los grupos socia- les. No basta ya con la rapidez y con el "instinto del periodista"; lo que se requiere es un enfoque analftico de la actividad informativa, basada en unas decisiones racionales y en una amplia infor- maci6n, a la vez que una creciente competencia profesional.

internacional de comunicaciones -y de noticias- est5 relacionada con los intereses de poder del propietario polftico y econbmico del medio de co- municaci6n del que se trate. Analogamente, los intereses de este no pueden diferenciarse dema- siado de la clase social que ocupa el poder en la sociedad. A juicio de Sir Charles Moses, Secre- tario General de la Asian Broadcasting Union, ''como influencia sobre las relaciones internacio- nales, las noticias son el elemento mas importan- te de los programas de radio y de televisi6n. El contenido y la forma de presentaci611 de los noti- ciarios radiodifundidos puede ejercer una influen-

I I 1) cia beneficiosa o justamente todo lo contrario . Sir Charles esboza la labor realizada en las reu- niones entre organizaciones de trabajos practicos sobre informaci6n. que se celebraron en Tokio en 1971 y en Colonia en 1973, y en donde el dia- logo entre los profesionales asistentes puso cla- ramente de manifiesto la necesidad de mejorar la circulaci6n mundial y regional de noticias, con una mayor rapidez y un menor costo pero, al mismo tiempo, de aceptar las divergencias en el modo de abordar el contenido y de tratar las noticias.

Los profesionales de la radiodifusi611 de Asia, Africa y los Estados arabes no estan tan interesa- dos por las noticias "sensacionalistas" como sus colegas de Europa, y en particular de America del Norte; a su juicio, deberfa haber unmayor nfime- ro de elementos informativos de caracter cons- tructivo procedentes de su regi6ny sobre ellay que destacaran mas los logros que las cat5strofes.

Mientras Europa y America del Norte se afa- nan por acelerar la circulaci6n de noticias me- diante satelites, muchos pafses en desarrollo si-

Es evidente que el contenido de la circulaci6n

guen interesandose m5s todavia, en la presente fase, por sus problemas practicos como, por ejemplo, la supresibn de los obstaculos que sus- citan los tramites aduaneros y de aeropuerto. Las organizaciones arabes de radiodifusih, por ejem- plo, estan progresando rapidamente en el sentido de crear una red regional que permita un intercam- bio regular y frecuente de noticias entre sus miem- bros; en cambio, esta situaci611 deseable resulta todavfa muy remota por lo que a la inmensa regi6n de Asia se refiere. Es ya posible el intercambio por cable o por microondas, entre el Jap6n y Corea, entre Singapur, Malasia Occidental y Tailandia y entre Turqufa, el Iran y el Pakistan. Pero es posible que pasen muchos anos antes de que estas subregiones queden realmente enlaza- das las unas con las otras.

insulares del Pacifico tales como Samoa, Fiji, Gilbert y Ellice, las Salom6n y Micronesia. Prac- ticamente, no existen vfnculos que enlacen a estos pafses insulares muy distantes los unos de los otros. Su dnica esperanza para el futuro estriba en "po- nerse en la cola'' de los satelites pero, como su poblaci6n total es muy pequena, es probable que sigan estando en el dltimo puesto de esa cola du- rante mucho tiempo todavia. Existe una necesi- dad mucho m5s inmediata de material y equipo elemental -por ejemplo, telex- para facilitar la circulaci6n de noticias y la comunicaci6n en el plano internacional.

Estos hechos destacan una vez m5s las fuer- tes diferencias en el modo de enfocar el suminis- tro de noticias entre los pafses en desarrollo y las desarrollados. Son varios los puntos de una- nimidad entre los pafses en desarrollo: los servi- cios informativos de las agencias estan recargados de informaci6n relativa y procedente de Europay de America del Norte, en donde tienen su sede; no se informa lo suficiente sobre los pafses de Asia, Africa y America del Sur, en donde vive el noventa por ciento, mas o menos, de la pobla- ci6n mundial; al transmitir noticias de Europa y America del Norte, las agencias suponen a me- nudo, y se equivocan totalmente, que los informa- dores de otras partes del mundo tienen un conoci- miento de los hechos previos similar al uso de sus colegas de los pafses de origen de esas noticias.

La presencia y la participaci6n activa de re- presentantes de las principales agencias de noti- cias y noticiarios cinematogr5ficos en la reuni611 de trabajos pr5cticos de Colonia en 1973 tuvo di- versos aspectos positivos a largo plazo para los informadores que trabajan en pafses en desarro- llo. Se enteraron de que la raz6n justificada por la cual los elementos de noticiarios cinematogra-

Se plantea tambien el problema de los pafses

1) Charles Moses. "Third I&

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ficos propuestos por sus pafses no son utilizados por las agencias es la fuerte proporci6n de textos mal impresos, las imperfecciones en la toma de vistas y la defectuosa direcci6n. El resultado fue una importante recomendaci6n encaminada a ayu- dar a las organizaciones de radiodifusi6n de los pafses en desarrollo a aportar un material que tenga la debida calidad tecnica y profesional. Es- to se puede hacer principalmente dispensando una formaci6n profesional a los periodistas, operado- res cinematograficos y directores, y tambien me- jorando la calidad del material cinematografico disponible.

En otra fitil recomendaci6n se destacaba la importancia de establecer, lo antes posible, unos centros regionales de coordinaci6n de las noticias cuando no existan todavfa, y de colocar en las "puertas" de cada regi6n a unos periodistas de experiencia, encargados de coadyuvar a la labor de coordinaci6n y selecci6n de noticias y a la re- ducci6n de los costos.

La posibilidad de llevar ampliamente a la practica las recomendaciones cuidadosamente meditadas de Colonia se present6 en Rfo de Janeiro, en noviembre de 1974, cuando las ocho uniones regionales de radiodifusi61-1, junto con represen- tantes de las principales entidades de este campo en America del Norte, se reunieron en la Segunda Conferencia Internacional de Radiodifusi6n. Se estim6 que la reuni6n de Colonia habla sentado s6- lidas bases para poder lograr progresos muy con- cretos. A hora convendrfa no solamente acelerar y aumentar la circulaci6n de noticias sino tambien procurar corregir los desequilibrios existentes, que tanto irritan en Asia, Africay America Latina. Este cambio va a ser gradual, pero un espfritu de cooperaci6n y comprensi6n deberfa contribuir a que las noticias procedentes de pafses en desa- rrollo aparecieran progresivamente con mayor frecuencia en los boletines informativos de la ra- dio y la televisi6n de las principales redes de Europa y de America del Norte y a que la circu- laci6n internacional de la comunicaci6n fuera mas equilibrada.

Se estima que las emisiones de radiodifusi6n dirigidas al extranjero son uno de los vehfculos m5s poderosos de informaci6n internacional, asf como una de las l'armas'' de comunicaci6n mas eficaces e influyentes. Desde el decenio de 1930, que fue cuando la radiodifusi6n perdi6 una opor- tunidad excelente de llegar a ser un medio mun- dial de comprensi6n y divulgaci6n internacional, ha desarrollado principalmente su funci6n inter- nacional como instrumento de proselitismo polf- tic0 e ideol6gico.l)

do muy activo con la propaganda nazi, que convir- ti6 esta nueva y maravillosa tecnologfa de la comunicaci6n -a saber, la radio internacional- en un poderoso instrumento de difusi6n y de propa-

Esta orientaci6n desacertada se inici6 de mo-

ganda. Mas tarde, durante la Segunda Guerra Mundial, la radiodifusi6n aswni6 el papel de uno de los medios mas directos de informaci6n, per- suasi6n y propaganda belica. La guerra frfa, en los anos inmediatamente posteriores, recurri6 ampliamente a todas las posibilidades de la radio internacional para la difusi6n de mensajes de pro- paganda de un lado a otro de una Europa dividida.

Hoy en dfa, con unas relaciones internaciona- les relativamente mitigadas, y en ciertos puntos mejores, y cuando los pafses (sobre todo las su- perpotencias) se sienten mas reacios a recurrir a la fuerza, la radiodifusi6n internacional ha asu- mido un papel distinto.

Los datos mas recientes sobre este fen6meno de comunicaci6n mundial proceden de un estudio que dur6 dos anos y que cont6 con el apoyo de la Unesco?) Se hablan hecho hasta entonces muy po- cos intentos por comparar las estructuras de los programas de televisi6n de diferentes naciones o por medir o estudiar la circulaci6nde informacibn entre pafses por conducto de la pantalla de televi- si6n. Una opini6n predominante destacaba la libre circulaci6n de informaci6n, esto es, el sistema ideal en el cual unas redes nacionales soberanas distribuyen los mejores programas de todo el mundo, equilibrados por sus propias produccio- nes. Ahora bien, no se ha demostrado que este sistema haya existido nunca; de hecho, todos los datos parecen indicar otra cosa muy distinta.

El profesor Nordenstreng, el Dr. Varis y los equipos de Tampere formularon diversas conclu- siones a partir de su inventario de la composici6n de los programas de televisi6n, especialmente desde el punto de vista de unos materiales impor- tados a un pafs desde el exterior, combinado con un estudio de las redes internacionales de venta e intercambio de materiales de programas de tele- visi6n. si6n de casi cincuenta pafses en relaci6n con sus programas, las fuentes de los mismos, y los cau- ces a traves de ?os cuales se llevan a cabo las tran- sacciones internacionales relativas a los programas.

Aunque hay quienes pondrfan en tela de juicio que la metodologfa utilizada en ese caso este lo suficientemente desarrollada como para poder de- ducir semejantes conclusiones generales, lo cierto es que el estudio Tampere/Unesco es de hecho la primera encuesta global que permite hacerse una

Se examinaron las estaciones de televi-

1) Universidad de Liubliana en asociaci6n con la Unesco, Research Study on "Content and Effects of External Radio Broadcasting", de Tomo Martelano y otros, Parfs, 1975. Unesco, Television traffic - a one-way street, A survey and analysis of the international flow of television programme material, de Kaarle Nordenstreng y Tapio Varis, Raports and Papers on Mass Communication, W 70, Parfs, 1974.

2)

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idea de tan importante tema. compiladas, se advierte que la circulaci6n del material esta muy desequilibrada y que la mayo- ria de los programas de distribuci6n internacional est5n concebidos en funci6n de los gustos del pb- blico de los Estados Unidos, el CanadB, Europa occidental y el Jap6n, que es donde se llevan aca- bo la mayorfa de las ventas. Se observaron dos tendencias indiscutibles en esta circulaci6n inter- nacional: una circulaci6n de sentido finico, desde los grandes pafses exportadores al resto del mun- do, y el predominio de los materiales de caracter recreativo en dicha circulaci6n.

El dominio del mercado por los Estados Unidos de America es una realidad flagrante. Pero no constituye sino una parte de la gran disparidad que existe en el campo internacional de la televisi6n; entre un punado de paises productores y exporta- dores y la inmensa mayoria de los paises consu- midores. mente autosuficientes y solamente importan un pequeno porcentaje de sus programas. El Jap6n y la Uni6n Sovietica recurren tambien principal- mente a su propia producci6n. Pero la inmensa mayorfa de los demas paises dependen fuerte- mente de las importaciones exteriores para su programaci6n.

Unidos en el mercado internacional de la televi- si6n son a la vez hist6ricas y econ6micas y no se refieren dnicamente a la capacidad de producci6n sino al hecho de que los Estados Unidos fueronlos que empezaron a operar en este campo con una gran ventaja inicial. Hasta 1960, mas o menos, tenian mas receptores de televisi6n que el resto del mundo en su totalidad. Para 1962, habla cin- cuenta y tres millones en todos los demas paises y cincuenta en los Estados Unidos. Por esta ra- z6n, los grandes distribuidores norteamericanos y de otros puntos podian producir y vender emi- siones teniendo presente el nuevo mercado de exportacibn.

Como es 16gic0, la realidad econbmica de los paises receptores constituye un factor igualmente importante, "Peyton Place" cuesta 100.000 d6lares, pero un pais como Finlandia puede comprarlo por 500. La mayorfa de los paises no pueden permitirse el lu- jo de llenar las horas de transmisi6n con produc- tos nacionales, como tampoco pueden aspirar a comprar siempre los programas que les interesan. Asf pues, lo que ocurre las m8s de las veces es que "I Love Lucy" (que termin6 su"vida" enlos Estados Unidos en 1974, despuesde 23 aaosy 495 episodios pasa a ser la soluci6n de importaci6n.

Por razones mas complejas, hay tambien un fuerte desequilibrio de intercambio entre los pafses occidentales y los socialistas de Europa Oriental. Todos los anos, se transmiten por conducto de Eurovisi6n m8s de 3.000 horas de programas de

En esas estadisticas

China y los Estados Unidos son amplia-

Las razones de este predominio de los Estados

Producir un episodio de la serie

televisi6n desde los pafses occidentales a los so- cialistas pero, en cambio en el sentido opuesto, por medio de la Intervisi6n, la cifra correspon- diente es tan s610 de 1.000 horas anuales.

terpretarlo, el estudio indica la probabilidad de que el mercado de la televisibn mundial este do- minado durante mucho tiempo todavfa por los paf- ses occidentales industrializados. Grandes regio- nes del mundo, y en particular los paisesendesa- rrollo, tienen muy pocas posibilidades de elecci6n como no sea la de depender de los servicios casi exclusivos de los 6rganos occidentales para obte- ner noticias y tambien en relaci6n con gran parte de su programaci6n de televisi6n.

clusi6n de que esa tendencia se invertir5. Cifran su esperanza de una circulaci6n m8s equilibrada no solamente en las uniones regionales de radiodi- fusi6n sino tambien en la disposici6n a coproducir entre varios paises, y especialmente entre distin- tos sistemas sociales y politicos.

Cuando y donde se reconozca el principio de una "libre circulaci6n de informaci6n" sin res- tricciones, ser8 preciso establecer unas polfticas nacionales de la cultura y de la comunicaci6n.Los problemas tecnicos y practicas revisten impor- tancia en la actual industria de la televisi6n pero el problema basic0 ha sido y sigue siendo, el pa- pel social y polltico de la comunicaci6n televisiva: icu8l es la verdadera politica de la comunicaci6n con respecto a este medio en las distintas sociedades?

Ahora bien, cualquiera que sea el modo de in-

Los autores de dicho informe llegan a la con-

La comunicaci6n por medio de satelites

Los constantes progresos de la tecnologfa de la comunicaci6n y la proliferaci6n de la informaci6n plantean a los individuos, los pafses y los respon- sables pollticos unos dilemas cada vez m5s com- plicados de elecci6n y utilizaci6n, ya que la tecno- logfa sigue desarrollandose m8s de prisa que los principios y reglamentos que rigen su utilizaci6n.

desarrollo tecnol6gico al que se aplique esto en mayor medida que a los satelites de comunicaci6n que, junto con los cables submarinos, resultan cada vez de m&s utilidad para la comunicaci6n in- ternacional y la telecomunicaci6n mundial.

Hoy en dia, tan s610 doce anos despues de la primera transmisi6n experimental de televisi6n entre America del Norte y Europa por medio de satelites, se acepta ya como una cosa corriente que acontecimientos como los Juegos Ollmpicos, el Campeonato Mundial de Ffitbol, una boda real, una reuni6n de las Naciones Unidas de NuevaYork o la presencia de hombres en el espacio sean pre- senciadas en el momento mismo en que ocurren, y simultaneamente, por cientos de millones de per- sonas en todas las partes del mundo.

Probablemente no hay hoy ning-G.n sector de

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Hay quienes') consideran que el satelite de comunicaci6n no es simplemente la extensi6n de unos medios de comunicaci6n preexistentes, sino una especie de salto cuantico tecnol6gic0, que trae consigo una importante reestructuraci6n de nuestra sociedad. E n este siglo, el autom6vil es quiz5 el ejemplo mas notable de algo similar que ha ocurrido ya anteriormente.

Despues de la URSS, el primer pais que apli- c6 la comunicaci6n por satelite con fines exclusi- vamente nacionales fue el Canada, que en 1973, con su Anik I, II y su Telesat Canada, empez6 a poner en funcionamiento el primer sistema nacio- nal de satelites de 6rbita sfncrona del mundo con fines de telecomunicaci6n y para la distribuci6ny recepci6n de programas de radio y televisi6n, me- diante estaciones terrestres de bajo costo y emi- soras de gran potencia, en amplias y remotas zonas del pais. Este sistema ha de abarcar todo el Canada menos su parte central.

Australia, el Brasil, la India, Indonesia, el Iran, el Jap6n y los Estados Unidos estan estu- diando activamente la posible creaci6n de siste- mas nacionales similares al Canada, como modo de lograr mas rapidamente y f o a menor gasto unos servicios completos y eficaces de comuni- caci6n y tambien de ampliar los servicios de edu- caci6n. Los pafses de la zona europea de radio- difusi6n llevan tambien estudiando desde hace varios anos el establecimiento de un sistema de satelites para complementar la actual red terres- tre de Eurovisi6n. tambien con el sistema de satelites ORBITA de la URSS y de Europa oriental, para el intercambio ulterior de programas entre el Este y el Oeste.

Los satelites existentes en el sistema sovie- tico y los que tienen en estudio actualmente Europa Occidental se proponen proporcionar servicios de telecomunicaci6n de punto a punto, incluida la re- transmisi6n de programas de televisi6n; en cam- bio, a largo plazo, cabe prever unos satelites europeos que tengan la capacidad de transmitir directamente a receptores individuales y colecti- vos de televisi6n. Con este fin, se ha asignado ya en Europa asi como en otras regiones la banda de frecuencias en el espectro de radiocomunica- ci6n. Este adelanto permitira una amplia difusi6n de programas de televisi6n de todo tipo, incluidos los de producci6n y concepci6n regional, y tambien de unos programas nacionales cuya recepci6n no sera quiz5 bien accgida mas alla de sus fronteras nacionales.

En 1974 se puso en 6rbita el primero de una nueva generaci611 de satelites que pueden transmi- tir programas de televisi6n directamente a puntos de recepci6n colectiva, equipados con antenas es- peciales, en una zona dada. Este adelanto permite transmitir programas educativos y culturales a po- blaciones rurales y remotas mucho antes de lo que hubiera sido posible mediante la lenta y gradual expansi6n de unas redes terrestres.

Ese sistema podrfa conectarse

Son pocos los paises que tienen una poblaci6n y unos medios que justifiquen y respalden la ins- talaci6n de tales sistemas nacionales de satelites, pero diversos estudios realizados ya con respecto a los Estados arabes, Africa y America del Sur indican que tecnol6gicamente serfa posible crear unos sistemas regionales, de utilizaci6n, control y costos compartidos por los pafses participantes.

Se@n vaya progresando la tecnologia de la comunicaci6n, se agudizaran los problemas poli- ticos y sociales. ¿Se utilizaran los satelites de comunicaci6n para difundir la comprensi611 y el aprecio de todos los pueblos, sus culturas y su modo de vida, suscitando de este modo unas re- laciones mejores entre pueblos y paises y refor- zando la posibilidad de la paz y la seguridad? i0 bien van a ser un nuevo modo de fomentar el con- flicto de ideologias, promover unas politicas na- cionalistas estrechas y alcanzar unos objetivos politicos sectarios? nistrados con arreglo a un control multinacional en regimen de cooperaci6n, de modo tal que se puedan utilizar con fines internacionales construc- tivos, compartiendo sus beneficios los paises ri- cos y los pobres? mente sometidos al control nacional del pequeno nfimero de pafses que tienen la suficiente poten- cia econ6mica como para poder permitirse esto y a ser utilizados exclusivamente con fines nacio- nales, comerciales o polfticos o unos y otros?

i Seria preferible establecer una limitacih, en vez de una extensi6n de la comunicaci6n, enel caso de que sus finalidades y politicas dominan- tes fueran negativas? Si esta controlada por el Estado para fomentar unas finalidades puramente nacionales e ideoMgicas, sin que se autorice el derecho a la discrepancia, o por unos intereses privados o colectivos con fines meramente adqui- sitivos, sera muy poco el provecho que pueda sa- carse de esta evoluci6n de los satelites. Pero es- to no tiene por que ocurrir necesariamente. Ahora bien, todo dependera de las normas que establez- can quienes ocupan los puestos de responsabilidad y poder, en la administraci6n del Estado y en el mundo de los negocios, incluido el sector de las comunicaci6n.

Jean d'Arcy se refiri6 a este problema y a su solucibn al escribir en 1970:2)

Seran organizados y admi-

i0 van a quedar exclusiva-

"El satelite de comunicaci6n no llegara a su pleno desarrollo sin un grado no conocido hasta ahora de cooperaci6n internacional por parte de los gobiernos. Y sin embargo, se requieren para ello unas concesiones preci- samente en el sector de la soberania nacional

1) Por ejemplo, Arthur Clarke, en su discurso en una conferencia de la Unesco sobre la comunicaci6n espacial (Parfs, 2 -9 de diciem- bre de 1969).

Saturday Review, 24 de octubre de 1970. 2) dtArcy, Jean, Challenge to Co-operation",

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que han guardado mas celosamente los gobier- nos, y que sus pueblos les han encargadoque defendieran y protegieran. Polfticamente, se trata de elegir entre estatismo y expansi6n, entre la defensa de unos principios aparente- mente razonables pero que muy pronto queda- r8n anticuados, por un lado, y por otro, una labor conjunta y creadora de todos los gobier- nos para definir unos nuevos principios y es- tructuras sociales que permitan que el instru- mento de la comunicaci6n redunde en beneficio de todos .It

Principios rectores del empleo de los satelites de radiodifusi6n

Cuando se reunan las condiciones tecnol6gicas y econ6micas para esta circulaci6n mundial de la informaci6n, con todas sus potencialidades, se requerir5 una mayor responsabilidad todavfa de quienes controlan los servicios y producen los m a - teriales difundidos. Las Naciones Unidas, la Uni6n Internacional de Telecomunicaciones, la Unesco, los gobiernos y las organizaciones de radiodifusi6n estan estudiando la situaci6n con objeto de estable- cer unos principios y llegar a unos acuerdos inter- nacionales que permitan utilizar al m5ximo los sa- telites al servicio de una autentica, verdaderamente libre y equilibrada circulaci6n de ideas, de la ex- pansi6n de la educaci6n y del fomento de la com- prensi6n mutua entre los pueblos, con el debido respecto a la soberanfa de las naciones y a la di- versidad de las culturas.

Unesco autoriz6 alDirector General a estudiar las consecuencias de "las nuevas tecnicas de comuni- caci6n en todo el mundo, por medio de satelites artificiales". Las actividades resultantes del pro- grama consistieron entre otras cosas en la cele- braci6n de una conferencia de expertos sobre arre- glos internacionales en materia de comunicaci6n espacial, en diciembre de 1969, en la cual se exa- minaron las perspectivas y tambien las amenazas que planteaba esta nueva tecno1ogfa.l) Entre los principios formulados para el empleo de satelites cabe citar los siguientes: deben hacer que la circulaci6n de noticias visuales en el mundo sea m5s equilibrada;

sus servicios e instalaciones deben estar a la dis- posicidn de todos los pafses, dedicando especial atenci6n a los m5s pequenos y en desarrollo;

deben estar a la disposici6n del personal de comu- nicaci6n de todo el mundo, para la informaci6n, compilaci6n, transmisi6n y difusi6n de noticias;

deben proporcionar unas condiciones que permitan a los medios de comunicaci6n social de todo el mundo cooperar en un intercambio de noticias y una labor informativa sobre los acontecimientos de actualidad.

Ya en 1962, la Conferencia General de la

Las actividades de la Unesco han exigido en este campo una constante cooperaci6n con las

Naciones Unidas, en su programa de aplicaciones especiales, y con la UIT en relaci6n con la eva- luaci6n de las necesidades en materia de frecuen- cias de los servicios de transmisi6n por medio de satelites, etc.

Se plante6 y fue vivamente apoyada la idea de una "Declaraci6n de principios" para regir la uti- lizaci6n de satelites, y se incit6 a laUnesco a for- mular esas directrices en colaboraci6n con los servicios de radiodifusi6n y sus organizaciones regionales. D e 1969 a 1972 la Unesco celebr6una serie de consultas con grupos de expertos, inclui- dos los representantes de las organizaciones in- formativas y de radiodifusi6n regionales. Estas recomendaciones desembocaron en la presentaci6n de un proyecto de texto a la Conferencia General de la Unesco en su 17a. reuni6n en 1972, que apro- b6 una "Declaraci6n sobre los principios rectores del empleo de las transmisiones por satelite para la libre circulaci6n de la informaci6n, la difusi6n de la educaci6n y la intensificaci611 de los inter- cambios culturales". 2,

Los debates pusieron de manifiesto un con- flicto de opiniones que entonces no resultaba facil conciliar. El aspecto m8s grave se referfa al problema b8sico de la libertad de expresi6ny otro a la competencia de las organizaciones del siste- m a de las Naciones Unidas para tratar de tales problemas. Por un lado, habla el temor porpar- te de los pafses en desarrollo y de otros pafses pequenos a tener que aceptar unos programas no deseados, sobre los que tendrfan un control mf- nimo o nulo. Por otro, est5n las ventajas evi- dentes que los distintos pafses y su poblaci6npue- den obtener por el hecho de tener acceso a unos programas que promuevan el intercambio de ideas y conocimientos.

Todos estos problemas estaban y siguen es- tando interrelacionados y, en parte, son contra- dictorios, lo cual explica la complejidad de los problemas y conflictos que surgieron durante la 17a. reuni6n de la Conferencia General de la Unesco. desconocido y la incertidumbre sobre una nueva y poderosa tecnologfa al servicio de una minorfa. D e hecho, estas consideraciones se tuvieron en cuenta en los principales artfculos de la Declara- ci6n, en los que se destaca que el desarrollo de las transmisiones por satelite se regir5 por los principios y normas del derecho internaciona1,en especial la Carta de las Naciones Unidas y el Tra- tado del Espacio Ultraterrestre, que han de res- petarse la soberanfa y la igualdad de todos los Es- tados, y que los Estados concertaran o favorece- r8n unos acuerdos previos sobre las transmisiones por satelite, destinadas directamente al pfiblico

1) Unesco, Broadcasting from Space, Reports and Papers on Mass Communication N" 60, Park, 1970.

En el debate predomin6 el miedo a lo

2) Unesco, COM/74/CONF. 61 6.4.

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de otros pafses distintos del pafs de origen de las transmisiones. Por supuesto, esto comprende tambien las emisiones de publicidad comercial.

Parece indudable que muchos Estados podrfan establecer acuerdos mutuos sobre el contenido de unos programas transmitidos por satelites en los campos de la educaci6n, la ciencia, la cultura y la informaci611 a los que se refiere laDeclaraci6n. Pero hay otros casos en los que no se podrfa lle- gar a semejante acuerdo y serla preciso abando- nar o revisar considerablemente los planes de transmisi6n por medio de satelites con objeto de no violar la Declaraci6n.

A diferencia de las emisiones de radio de on- da corta que rebasan las fronteras, las de televi- si6n por conducto de satelites seran muy diffciles de interferir. Cabe destacar que la Declaraci6n de la Unesco no pretende referirse a la utiliza- ci6n tradicional de las ondas de radio ni tampoco a las comunicaciones de punto a punto que se lle- van a cabo en los sistemas Intelsat o en otros si- milares futuros de satelites atendidos por gran- des estaciones terrestres y sobre los que normal- mente los gobiernos tendran un pleno control.

Ahora bien, quedan dos puntos de vista que estan en flagrante contradicci6n. Segdn uno de ellos, se da una violaci6n del derecho del indi- viduo a tener acceso a la infarmaci6n, por en- cima de las fronteras, y, segfin el otro, se quebranta el derecho de unos Estados scberanos e independientes a decidir por su propia cuenta los programas que pueden estar al alcance de supo- blaci6n.

Hay tambien quienes, a la vez que apoyan el principio del derecho del individuo a tener acceso a la informaci6n independientemente de las fron- teras nacionales, afirman que mientras la trans- misi6n por medio de satelite sigue siendo un mo- nopolio de un pequeno ndmero de pafses, tal dere- cho carece de sentido y va incluso en detrimento de los pafses que no tienen acceso a los satelites.

La Declaraci6n de la Unesco no tiene, como tal, fuerza obligatoria para los Estados Miembros, pero en ella se formulan de hecho unos principios que se basan en una autentica preocupaci6n de los pafses en desarrollo y otros pafses, en el sentido de que el espacio ultraterrestre no debe utilizarse con fines de explotaci6n, que resultan indeseables por razones culturales, morales y de otra Indole, en pafses que queden dentro del campo de los sis- temas de transmisi6n directa propuestos.

Principios fundamentales sobre la funci6n de los medios de comunicaci6n social

Principios fundamentales - En 1972, la Conferencia General de la Unesco en su 17a. reuni611 aprob6 una resoluci6n en la que se pedfa al Director General "que prepare y so-

meta a la Conferencia General, en su 18a. reuni6n, un proyecto de declaraci6n relativa a los princi- pios fundamentales del empleo de los grandes m e - dios de informaci6n para fortalecer la paz, la com- prensi6n internacional y la lucha contra la propa- ganda guerrera, el racismo y el apartheid. "')

m e dificultad de llegar a un equilibrio adecuado entre, por un lado, la libertad de informaci611 y, por otro, la necesidad y la obligaci6n moral de que los medios de comunicaci6n social actden de ,

un modo responsable, con objeto de impedir mdl- tiples abusos de la libertad.

culaci6n de la informaci6n consiste en garantizar una diversidad de fuentes de noticias y de opinio- nes, pero para muchos pafses el problema es que sus recursos econ6micos no bastan para prestar apoyo a unos fuertes medios nacionales que sean competitivos, especialmente cuando se enfrentan con la importaci611 masiva de programas produci- dos en el extranjero. No puede aplicarse el prin- cipio de un libre intercambio de informaci611 y opiniones cuando ciertos pafses carecen de la ca- pacidad de producci6n necesaria para poder par- ticipar de un modo eficaz en semejante intercam- bio en un plano de igualdad entre pafses.

Cuando los medios de comunicaci6n social se utilizan para difundir falsedades, sembrar el odio y la desconfianza, insultar los sentimientos y las costumbres nacionales o cuando ni siquiera intentan comprender las legftimas aspiraciones y culturas de ciertos pafses, los pafses receptores se sien- ten 16gicamente inquietos, preocupados e impo- tentes. Es preciso que las organizaciones de co- municaci6n social asuman su responsabilidad en esta contribuci6n para una paz mas segura y una mayor comprensi6n.

Al mismo tiempo, se derivan ciertas dificul- tades de la preparaci6n de un conjunto de princi- pios fundamentales que sean aplicables a los m e - dios de comunicaci6n social de todo el mundo. Actualmente, no existe ninguna organizaci6n in- ternacional que pueda o desee juzgar la actuaci6n de los medios, y lo mas que puede hacerse con esas declaraciones consiste en formular una se- rie de principios morales a cuyo cumplimiento se incite, y no se exija en virtud de una ley, a los medios de comunicaci611 social. La proteccibn constitucional de la libertad de expresi6n y de prensa impedirla a ciertos pafses promulgar una legislaci6n que obligara a los medios de comuni- caci6n social de su jurisdicci6n a cumplir tal de- claraci6n. E n resumen, nos queda todavla mu- cho camino que recorrer antes de que podamos

Se reconoci6 desde el primer momento la enor-

Una de las finalidades de la libertad de cir-

1) Unesco, Meeting of Experts on a Draft Declaration concerning the Role of the Mass u

Media, COM-74/CONF. 61 6/5, Parfs, 25 de abril de 1974.

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establecer unas normas internacionales acepta- bles sobre el contenido de los medios de comuni- caci6n social. No sabemos lo bastante sobre la realidad profunda de los sistemas de comunica- ci6n internacional y los factores polfticos, eco- n6micos y culturales que coartan la posibilidad de que haya una verdadera y equitativa circula- ci6n de la informaci6n. Ahora bien, las consi- deraciones internacionales revisten a menudo una importancia capital en la formulaci611 de planes nacionales. Necesitamos mas investigaciones y mas polfticas ilustradas, basadas en el conoci- miento y comprensi6n de la vida ajena antes de poder empezar a resolver los m6ltiples proble- mas internacionales de comunicaci6n.

Esto se puso claramente de manifiesto en el debate sobre los problemas de la comunicaci6n internacional en la 18a. reuni6n de la Conferen- cia General de la Unesco, en la que la opini6n se mostr6 ampliamente favorable al concepto de li- bre circulaci6n de la informaci611 pero se destac6 tambien la hipocresfa de este concepto tan divul- gado cuando se toman en consideraci6n las cues- tiones de igualdad de acceso a los medios de co- municaci6n social y a la informaci6n. E n ciertos ambientes se estim6 que el concepto mismo de "li- bre circulaci6n" estaba anticuado, y correspondfa a las ideas del liberalismo del siglo XIX y no podfa aplicarse a la tecnologia del siglo XX. Varios delegados en esta Conferencia General observaron que la "libre circulaci6n" tiene poco sentido para quienes carecen de las infraestruc- turas y medios necesarios para comunicar, y llegaron a la conclusi6n de que se debla asignar la mPxima prioridad a unas medidas practicas encaminadas a corregir el actual desequilibrio en la circulaci6n multilateral de informacih, especialmente entre los pafses en desarrollo y los desarrollados.

Con respecto a la cuesti6n del contenido de la comunicaci6n internacional, se estim6 que debe existir a la vez el derecho a ser informado y el derecho a informar, y que este filtimo entrana la obligaci6n de una informaci611 objetiva. Se subra- y6 la amplia y creciente importancia de los medios de comunicaci611 social en lo tocante a garantizar la conservaci6n de la paz y la comprensi6n mutua entre los pueblos y se conden6 en general el tor- cido uso de dichos medios a ese respecto.

A la vez que se ponla en tela de juicio el con- cepto de libre circulaci6n de la informaci6n, es- pecialmente de las interpretaciones que se le han dado a lo largo de los anos, se propuso un nuevo concepto al que deberfa dedicar su atenci6n la Unesco. Se trata de la posibilidad de asimilaci6n de un nuevo derecho humano, a saber, el derecho a comunicar. Se estim6 que esto tenla sentido a la vez en el plano nacional y en el internacional. Se destac6 que, en la formulaci611 de unas polfti- cas de comunicaci6n, incluso en el plano nacional revestfan la maxima importancia las considera- ciones internacionales del derecho a comunicar relacionadas con la disparidad de informaci611 en- tre los pafses desarrollados y los pafses en desa- rrollo, que procederla estudiar y analizar. Esas polfticas podrfan garantizar el acceso y la parti- cipaci6n en el proceso de comunicaci6n, conciliar el derecho a informar con el derecho a ser infor- mado, proclamar la necesidad de una circulaci6n equilibrada de la informaci611 entre las zonas en desarrollo y las desarrolladas del mundo y englo- bar a la vez las posibilidades de nuevas tecnolo- glas y las obligaciones de los medios de comuni- caci6n social.

Asf pues, a mediados del decenio de la co- municaci6n volveremos una vez mas a repensar lo que resultaba adecuado en el pasado y lo que sera necesario en el futuro.

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Capítulo I I I

Las investigaciones sobre la comunicación. La información de los respnsables políticas

E n la sociedad moderna, las industrias de comu- nicaci6n social se han convertido en unas institu- ciones muy importantes. Esa importancia esta relacionada con muchos niveles distintos de la sociedad. ') y 2,

Cuando algo es socialmente significativo, re- sulta evidente la necesidad de saber algo al res- pecto. Ademas, todos los dfas se toman decisio- nes en todo el mundo sobre las polfticas de comu- nicaci6n social y la producci6n de programas. Ahora bien, Len que se basan esas decisiones?

Principales problemas

Se plantean muchos problemas, ya que los responsables polfticos y los planificadores de to- dos los pafses se enfrentan con varios dilemas -que a veces revisten la forma de una confronta- ci6n entre los ideales y la realidad- y que hay que resolver en beneficio de todos. Cabe citar algu- nos ejemplos generales de tales problemas:

¿Qu6 le ocurre al individuo en una epoca en la que la tecnologfa esta cada vez mas en condicio- nes de proporcionar una masa de informaci6nque influir& en el. v tambien de invadir. consignar Y registrar en una computadora su vida mas pri- vada e Intima?

~ C 6 m o conciliar el derecho a la libertad de in- formaci6n con el derecho del individuo a la protecci6n de su vida privada?

i C6mo promover el derecho declarado de liber- tad de expresi6n y de opini6n?

Aunque existe ya la posibilidad tecnica de unam5s amplia distribuci6n de una mayor variedad de informaci6n y de un intercambio de datos mu- cho m5s rapido que hasta la fecha, ~c6mocabe conciliar esto con las posibilidades de contami- naci6n mental y la intrascendencia de gran par- te de esa masa de informaci6n para muchos ti- pos de pdblico? ; ¿ c6mo traducir los datos bru- tos en terminos inteligibles y utilizables?

En un dano ideal. los medios de comunicacibn deben ser 10s vfnculos de la sociedad y unos cau- ces abiertos de cultura, educacih, informaci6n y actividades recreativas, y sin embargo

¿Cabe considerar a menudo los medios de comu- nicaci6n principalmente como empresas comer - ciales o como instrumentos polfticos?

¿Que puede hacerse sobre la falta creciente de sintonfa entre los profesionales de la comuni- caci6n y las autenticas necesidades de los gru- pos sociales a los que atienden? ¿Aportan las definiciones comerciales o autoritarias de las noticias y de los valores culturales realmente una contribucibn positiva a una autentica com- prensi6n de lo que esta ocurriendo en el mundo?

En el mundo moderno, la tendencia econ6mica y polftica parece ir hacia la concentraci6n de la propiedad y la reducci6n de las actividades in- dependientes; la actual estructura de los me- dios de comunicaci6n social tiene su origen en unos sistemas concebidos para una difusi6n vertical de la informaci611 y de la persuaci6n de arriba a abajo de la sociedad pero ¿que decir de un dialogo "horizontal" en la sociedad y a tra-

1) Unesco, Mass Media in Society, the Need for Research ReDorts and Paners on Mass

~ 1.- - Communication, W 59, Paris 1970.

2) Unesco, Propuestas para un programa inter- nacional de investigaciones sobre la comuni- caci6n, op. cit., pag. 4. "Al decir grandes medios de informaci611 se entiende todas las industrias que proporcionan servicios o pro- ductos para los grandes medios de comunica- ci6n. Figuran entre ellos los diarios, las re- vistas, los libros, la radio, la televisih, los discos, las cintas magneticas, las "cassettes',' los libros de historietas ilustradas, la publi- cidad exterior y por correspondencia, las re- des de las agencias de noticias, los enlaces con microondas, etc.

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ves de ella, que indudablemente no existe en el momento presente?

cho de intentar saciar el voraz apetito de los nuevos medios de comunicaci6n sera mucho mas oneroso todavfa que la instalaci6n del materialy el equipo correspondiente; L c6mo se pagara es- to, a la vez que se proporcionan los servicios indispensables para unos ciudadanos bien infor - mados?

Por un lado, se afirma que los medios de comuni- caci6n reflejaran los valores y las normas de la sociedad, y por otro, se considera que impo- nen unos valores y reducen los lfmites de la sensibilidad pbblica ante problemas tales como los de la violencia y la permisividad.

Hay un hecho econ6mico evidente y es que el he-

Hay muchas personas que opinan que los medios de comunicaci6n social han desempenado un papel decisivo para crear el sentido de comunidad nacional

¿Que ocurre cuando cada grupo puede entrar en contacto con quien desee, incluidos sus propios profetas particulares?

iC6mo conciliar el derecho de los individuos a tener acceso a toda la cultura mundial con el derecho de las culturas nacionales a oponerse a su diluci6n por obra de influencias foraneas?

~ C 6 m o lograr que sea una realidad la igualdad de acceso a la informaci6n, cuando los medios de comunicaci6n tienden a tener una orientaci6n urbana y cada vez es mayor la disparidad en materia de informaci611 entre los pafses desa- rrollados y los pafses en desarrollo?

Los satelites de comunicaci6n pueden proporcio- nar un libre acceso a la informaci6n yalaedu- caci6n en una escala internacional; tambien pueden aportar la base para un nuevo colonia- lismo de la comunicaci6n y un imperialismo cultural, en el caso de que predomine la difu- si6n de informaci6n en un solo sentido.

quienes gobiernan y controlan real- mente los medios de comunicaci611, que intere- ses atienden -de que modo- y que recursos uti- lizan?

Los problemas principales estriban en el he-

Por íiltimo,

cho de que, si bien la comunicaci6n ha pasado a ser un tema de trascendencia e interes pbblico, los gobiernos y la poblaci6n no suelen saber lo suficiente sobre la Indole del proceso de comuni- caci6n en la sociedad, sus posibilidades y limi- taciones, y sobre las autenticas necesidades de comunicaci6n del píiblico, ni tampoco sobre la capacidad y la orientaci6n de los sistemas de co- municaci6n píiblicos y privados por lo que se re- fiere a contestar preguntas como las antes formu- ladas. Asf pues, con harta frecuencia las nacio- nes y los pueblos no estan en condiciones establecer o de contribuir al establecimiento de

de

unos sistemas de comunicaci6n que se ajustende modo 6ptimo a su desarrollo real y a las necesi- dades globales de su sociedad. Es imprescindi- ble disponer de analisis crfticos y de diversos ti- pos de investigaci6n con objeto de poder examinar de modo permanente los problemas que planteaen la sociedad actual la comunicaci6n social.

Pasado v Dresente de las investieaciones sobre la comunicaci6n

En un sentido general, se vienen realizando inves- tigaciones sobre comunicaci6n desde hace siglos, si bien con otros nombres. Arist6teles definfael estudio de la ret6rica -que puede interpretarse como un sin6nimo de comunicaci6n- diciendo que es la bdsqueda de todos los medios posibles de persuasi6n. Aunque un orador pueda pretender perseguir otros objetivos, Arist6teles presuponfa que el objetivo primordial de toda comunicaci6n es la persuasit~n, esto es, el intento de inclinar a otros hombres a adoptar su propio punto de vista. Esta concepci6n de la finalidad de la comunicaci6n sigui6 teniendo gran aceptaci6n hasta finales del siglo XVIII, momento en el cual los conceptos te6- ricos conocidos con el nombre de "psicologfa de las facultades" habla invadido ya la retbrica. Se hacfa una clara distinci6n entre alma e intelecto; se interpretaba este dualismo como la base de dos finalidades independientes de la comunicaci6n. Una de ellas tenla caracter intelectual o cognosci- tivo, y la otra afectivo. Se consideraba que la co- municaci6n desempenaba tres funciones: informar (incitaci6n al intelecto), persuadir (incitaci6n a la afectividad) y distraer. Esta fragmentaci6n de la conciencia desembocaba facilmente en la conclu- si6n de que el hombre tiene tres tipos distintos de conciencia que actdan y existen independientemen- te. Ahora bien, la base de tal distinci6n no se ajusta a la realidad y ha dejado ya de ser defendi- da por los psfcologos. ')

Entre los investigadores de la comunicaci6n esta surgiendo hoy rapidamente otra concepci6n totalmente distinta de la comunicaci6n ydelpapel de la conciencia. En los bltimos tiempos, estas investigaciones han sido estimuladas por la evo- luci611 de la sociedad y el auge de la comunicaci6n social. En particular durante los 35 anos íiltimos, tales investigaciones han buscado cada vez mas su propio rumbo y su propio campo especializado, como una necesidad creciente.

Al estudiar la comunicaci6n entre los seres humanos, se ha centrado el interes en el micro- nivel y el macronivel, a la vez en las caracterls-

1) Tapio Varis, "Trends in Communication Research", Mass Media Research, Lutheran World Federation, Ginebra, abril de 1974, p8g. 21.

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ticas psicol6gicas de los seres humanos como animales que comunican entre sf y en las carac- terfsticas de la sociedad como entidad comuni- cante. Por regla general, las disciplinas cien- tfficas se dividen con arreglo a su propia meto- dologfa o a los problemas que intentan solventar. Al mismo tiempo, existen otras como, por ejem- plo, las ciencias medicas, que, aun teniendo una problematica muy especffica, utilizan los meto- dos de otras varias disciplinas. La antigua ret6- rica era un arte en sf misma, pero la moderna ciencia de la comunicaci6n ha tomado prestada SU metodologfa y su definici6n de los problemas a menudo de otras disciplinas y, al igual que lame- dicina, se interesa por resolver determinados problemas a la vez que utiliza instrumentos de in- vestigaci6n procedentes de otros sectores.

Ahora bien, el progreso de las investigacio- nes en este campo no obedece dnicamente al desa- rrollo cientffico sino a la evoluci6n de la estructu- ra social. A principios del decenio de 1930, los especialistas occidentales de las ciencias sociales empezaron a interesarse cada vez mas por unos metodos aplicados de investigaci611 social, encami- nados a mejorar la eficacia de los nuevos medios de comunicaci6n social. orientaci611 comercial sobre la comunicaci6n so- cial que surgieron en los Estados Unidos deAm6- rica fueron una consecuencia de la orientaci6n hacia el mercado de una sociedad de consumo.

Las tradiciones europeas han tratado la co- municaci6n social de un modo distinto a la orientaci611 empfrica norteamericana. E n el siglo XX, se han mantenido dos tendencias principales de la socio- logfa occidental en el estudio de los problemas ideol6gicos: la sociologfa del conocimiento yla so- ciologfa de la comunicacih de masas. Tratan de problemas similares pero una y otra hicieron su aparici6n en condiciones hist6ricas muy distintas. La sociologfa del conocimiento tiene unas raïces europeas, al paso que la de la comunicaci6n so- cial ha sido desde el primer momento un producto norteamericano.

Esta diferencia se debe en parte a las condi- ciones hist6ricas y a los metodos de configuraci6n de la opini6n pdblica predominantes en Europa y en America. Los pafses de Europa occidentalson relativamente homogeneos en el plano nacional y filos6fico. En cambio, America del Norte est5 poblada por diversos grupos religiosos y Btnicos que tienen antecedentes muy diversos. La socio- logfa norteamericana ha intentado encontrar el modo de seleccionar unos denominadores comunes y conceptos ideol6gicos compartidos por esos dis- tintos grupos, en vez de centrarse en una sola teorfa muy formulada. Hoy en dfa, estan desapa- reciendo las diferencias originales de orientaci6n ya que la sociologfa del conocimiento se ensena en varias universidades norteamericanas, y la de la comunicaci6n de masas esta suscitando un inte- res creciente en Europa.

Las investigaciones de

Hasta hace poco tiempo, las investigaciones sobre comunicaci6n social eran otro privilegio de los pafses mas desarrollados, y, cuantitativamente hablando, est5.n todavfa concentradas en los Esta- dos Unidos. Se acepta ya hoy en general que la investigaci6n occidental sobre la comunicaci6n de masas, que refleja su origen comercial y su fuerte y persistente dependencia con respecto a una eco- nomfa de empresa, ha centrado su atenci6n en la vertiente del consumo del sistema de mensajes. Un nfimero incalculable de estudios han examina- do el comportamiento del pdblico y de los consu- midores, esto es, cuales son los mensajes que los estimulan y los estfmulos que los "dan masa- je". resado por el problema de determinar si el men- saje es identificable o tiene unos contornos im- precisos.

caci6n de masas sigue dando por sentado, con cier- tas excepciones notables, la actual estructura de la sociedad, y especialmente la estructura del dispositivo de creaci611 y transmisi6n de mensa- jes. Estudia sobre todo la eficacia de dicha es- tructura y el modo de llegar al pdblico con los mensajes que los centros de poder de la sociedad desean difundir.

James Halloran y otros autores handestacado esta circunstancia y el caracter de la investiga- ci6n derivada de la misma. Halloran ha formula- do ademas ciertas propuestas correctoras: "ES necesario estudiar la vertiente productiva, esto es, la industria de la comunicaci6n de masas.. . esto quiere decir que debemos estudiar la historia y la evoluci6n de las instituciones de comunicaci6n social (y su relaci6n con las demas instituciones, incluida la administraci611 pdblica). formular preguntas sobre la organizaci6n y la estructura y sobre la propiedad, el control, los recursos y la tecnologfa, asf como sobre la im- portaci611 de materiales de comunicaci611 social de otros pafses . . . que intereses estan los medios de comunicaci6n social? I I ha de formularse en la vertiente de la producci6n tan o como en la de la utilizaci6n ola

Tambien el analisis del contenido se ha inte-

En resumen, la investigaci6n sobre la comuni-

Hemos de

La pregunta ''i al servicio de

del consumo". 1) Si se examinan los "grandes centros de poder"

de las sociedades desarrolladas, inevitablemente habra que tener en cuenta las unidades dominantes de produccibn y distribuci6n que constituyen el mo- tor de estas economfas industriales, y que, indu- dablemente, en una medida creciente, comprenden las llamadas empresas multinacionales, es decir, los "superconjuntos de capital privado, organiza- dos en forma de sociedad, de direcci6n central y diseminados en el plano internacional con arreglo a la consideraci6n dominante de la rentabilidad y

1) James D. Halloran, Mass Media and Society: The Challenge of Research. Universitv of v

Leicester, 25 de octubre de 1973.

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los factores que inciden en ella, a saber, los im- puestos, los recursos disponibles, los costos de mano de obra, el tamano del'mercado y la facili- dad de penetraci611 en 81, la estabilidad polfticay otros problemas afines". 1) Asf pues, un tema central de las investigaciones sobre comunicaci6n social pasa a ser el de determinar en que medida los sistemas de comunicaci6n, en los planos local, nacional, regional e internacional, se relacionan con esos nClcleos dominantes de poder en los as- pectos del control, la estructura y los incentivos. Tales investigaciones podrfan contribuir a que se comprendieran mejor los principales mecanismos de control que operan en la sociedad occidental actual, y destacar quiz5 unos rumbos distintos y mas humanistas de organizaci6n y desarrollo so- cial.

E n los recientes simposios de investigaci6n sobre comunicaci6n se advierte una creciente contribuci6n de estudios europeos y japoneses y un interes cada vez mayor de los pafses en desa- rrollo por los problemas de la conciencia y la comunicacibn social. Como no cabe distinguir unas corrientes o escuelas claramente definidas -debido a los diversos niveles de necesidades de investigacih y a los factores hist6ricos de rea- lizaci6n de las mismas-, es diffcil clasificar las actuales pautas de investigaci6n en este campo. Si la clasificaci6n de las tendencias de investiga- ci6n no es sistem&tica, ello se debe a la comple- jidad en este campo: "la comunicaci6n no se ha convertido en una disciplina te6rica como la ffsi- ca o la economfa sino que es un sector de inves- tigaci6n y teorfa extraordinariamente vivo" cribe Wilbur Schramm. 2,

es-

Una nueva orientaci6n

Estos y otros factores incitaron a la Conferencia General de la Unesco, en su 15a. reuni611 (no- viembre de 1968) a autorizar al Director General a emprender un programa a largo plazo de inves- tigaci6n y a promover el estudio del papel y los efectos de los medios de comunicaci6n social en la sociedad. La primera reuni6n concreta cele- brada con arreglo al nuevo programa, se celebr6 el siguiente mes de junio (1969) en M~ntreal,~) E n ella se recomend6 que la Unesco estudiara la posibilidad de realizar un importante estudio in- ternacional relativo a los efectos actuales y futu- ros de la comunicaci6n sobre las relaciones entre unas sociedades y grupos sociales en evoluci6n y sobre los individuos que las integran, con objeto de determinar de que modo esos medios de comu- nicaci6n social pueden atender las necesidades de la sociedad actual y futura. Esta recomendaci6n fue aprobada en Clltimo termino por la Conferencia General de la Unesco en su 16a. reuni611 (noviem- bre de 1970) que autoriz6, a su vez, al Director General "a estimular las investigaciones, dentro

del marco de un programa internacional sobre la influencia de la informaci6n en la sociedad".

ra reuni611 oficial de su recien creado Grupo In- ternacional de Consultores para la Investigaci6n sobre Comunicaci6n4) en el que se propusieron las lfneas generales con arreglo a las cuales podrfa llevarse a cabo un programa internacional de in- vestigaciones sobre la comunicaci6n. Tras ella hubo una segunda reuni611 (en Parfs, en octubre de 1973) que sugiri6 nuevas medidas para promo- ver la idea y el concepto principales de las pro- puestas con arreglo a los epfgrafes de "comuni- caci6n y sociedad" y "circulaci6n internacional". D e esas reuniones surgi6 y se precis6 un nuevo planteamiento te6rico de la labor de investigaci6n sobre la comunicaci6n.

Como es l6gic0, los cambios que se produz- can en una sociedad y en la vida de quienes la in- tegran, tras la aparici6n de un nuevo medio de comunicaci6n -la televisi6n- y la rapida y cre- ciente extensi6n de otros m8s antiguos -como la radio- no solamente depender5 de ese medio sino tambien de otras innovaciones y, sobre todo, de la Indole, la estructura y la fase de desarrollo de esa sociedad. cial, las consecuencias no ser8n uniformes ya que ciertos sectores resultaran mas receptivos o se amoldaran mejor que otros.

Por lo que a los individuos se refiere, puede ser enganoso mantener que algo se deba exclusiva- mente a los estfmulos de los medios de comunica- ci6n social. Se ha estimado mas dtil abordar este tema en funci6n de unas personas diferentes, con distintas experiencias y predisposiciones, y con antecedentes etnicos, lingilfsticos o culturales tambien distintos en situaciones diferentes, asf como de su diversa utilizaci6n de los materiales que facilitan los medios de comunicaci6n. E n esta investigaci6n, no se hace tanto hincapie en las re- laciones causales directas como en los medios de comunicaci6n social que ejercen su influencia en y a traves de la compleja trama de factores que

E n abril de 1971, la Unesco celebr6 la prime-

Incluso en un mismo sistema so-

Herbert I. Schiller, "Mass Communication Research on the Power Structures of Society - A proposal", Mass Media Research, Lutheran World Federation, Cine bra, abril de 1974. Wilbur Schramm, "Communication Research in the United States", en The Science of Human Research, Wilbur Schramm, comp., Nueva York, 1963, p5g. 1. Unesco, Mass Media in Society, Need for Research, Reports and Papers, N" 59. Unesco, Propuestas para un programa inter- nacional de investigaciones sobre la comuni- caci6n. COM/MD/20, Parfs, 1971.

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componen la sociedad. cia a los aspectos indirectos, subsidiarios y acu- mulativos que a los causales.

Es importante estudiar los medios de comu- nicaci6n con arreglo a unas estructuras sociales especificas. Estos medios pueden ejercer una poderosa influencia en ciertas circunstancias, pe- ro tan s610 como una mas de entre varias fuerzas distintas. Tanto la familia ampliada como los gru- pos religiosos, escolares, sociales o de amigosy compafieros desempenan un papel en los procesos de socializaci6n o desarrollo. La influencia de los medios de comunicaci6n no se limita a unim- pacto directo "de-medio-a-personas" ya que pue- den incidir indirectamente en el individuo a traves de los demas agentes. Es importante recordar que el mensaje del medio es recibido en un marco de comunicaciones y relaciones interpersonales previamente existentes. Si deseamos conocer el impacto de un medio, habremos de examinar las redes existentes a la vez que ese mismo medio.

Los medios de comunicaci6n social, en par- ticular la radio y la televisi6n, tienen, por supues- to, funciones precisas de caracter recreativo, y una forma principal de influencia es la que pasa por las pautas de comportamiento en los momen- tos de tiempo libre. Por otra parte, los distintos medios pueden ejercer una influencia de un modo mucho mas sutil y probablemente mucho mas sig- nificativo todavfa: pueden constituir la principal fuente de informaci6n sobre lo que queda mas alla de los sentidos del individuo; ofrecer nuevos mo- delos de identificaci6n; centrar la atenci6n, en- sanchar los horizontes, mostrar otros modos de vida; volver a definir los problemas; poner en tela de juicio el modo tradicional de hacer las co- sas; sugerir nuevas respuestas; dar categorfa a personas e ideas, indicar una aprobaci6n y desa- probaci6n con respecto al comportamiento y las actitudes; ampliar o limitar el dialogo y definir lo que es importante, lo que es interesante y lo que es peligroso; hacer que resulte comprensi- ble lo que hasta entonces era ininteligible, y tam- bien crear confusiones e incertidumbres,

Hay muchas especulaciones y respuestas pre- concebidas sobre la fndole y la amplitud de lafun- cibn de los medios de comunicaci6n. A menudo, han de ser combatidas con la investigaci6n. Una de las cosas m5s importantes que puede lograr la investigaci611 es convertir lo implfcito en explfci- to y dar al pueblo conciencia de la naturalezaylas consecuencias que entranan esos postulados basi- cos que subyacen en sus actividades. Tal analisis crftico es muchas veces el primer paso de una transformaci6n constructiva.

E n muchos pafses, las investigaciones sobre la comunicacibn pueden proporcionar un panora- m a de la estructura de la comunicaci6n en la so- ciedad. Pueden mostrar c6mo estan distribuidos y se utilizan los medios de comunicaci6n y los

Se asigna mas importan- mensajes, cuales son las grandes influencias que se ejercen en las corrientes de informaci611 y de opinih, cuales son los factores restrictivos, que hay que hacer para llegar a capas mas importan- tes de la sociedad, cbmo han de proceder los en- cargados del desarrollo para alcanzar esos sec- tores y c6mo se puede conseguir una utilizaci6n "en doble sentido'' de la informaci6n. Las inves- tigaciones sobre la comunicaci6n pueden tambien desempenar un papel capital indicando la manera de activar la comunicaci6n en los sectores de la sociedad en que m a s falta hace "estimular el de- sarrollo" y que son precisamente aquellos en los que la participaci6n en los asuntos pdblicos es m5s limitada. Esto es lo que sucede con la po- blaci6n rural en muchos pafses.

Esta, pues, por un lado, el requisito previo de establecer una polftica de la comunicaci6n en cada pafs y, por otro, la necesidad evidente de obtener unos conocimientos, que s610 puede pro- porcionar una labor de investigaci6n, antes de poder formular una polftica adecuada de la comu- nicaci6n. E n un plano ideal, semejante uni6n de la polftica y de la investigaci611 deberfa basarse en un conocimiento exhaustivo del proceso de co- municaci6n y en las necesidades pdblicas, y no en unos conocimientos parciales y unas necesida- des privadas, como ocurre todavfa con harta fre- cuencia. 1 )

sobre la comunicaci6n, ¿que clase de investiga- ci6n necesitamos hoy? Las investigaciones sobre la comunicaci6n son esencialmente un campo cuya problematica requiere la utilizaci6n de muchas disciplinas, o sea un enfoque verdaderamente plu- ridisciplinario. Quienes aportan los conocimien- tos tecnicos, los conceptos, las teorias y los me- todos propios de sus disciplinas no pueden limi- tarse ya a seguir utilizando sus propias y limitadas estructuras de referencia. En el nuevo enfoque de la investigaci6n que se requiere, psic6logos, soci6logos, especialistas en educaci6n, antrop6- logos, economistas, crfticos literarios, tecn6lo- gos y otros muchos especialistas han de formar parte de equipos que centren su atenci6n en zonas de problemas concretamente determinados.

deben abarcar todos los aspectos del proceso de la comunicaci6n -como proceso total- sin disgre- gar sus elementos esenciales ni intentar estudiar- los por separado. La investigaci6n dirigida sola- mente hacia uno u otro aspecto de la comunicaci6n no s610 ha conducido a errores sino tambien a un desequilibrio general de todo el campo de la in- vestigaci6n. Adoptar un enfoque global no impli- ca, por ejemplo, decir que no sirve de nada que

1) Tomo Martelanc, "Unesco Panel Charts 'Problem' A reas" Intermedia, International Broadcast Institute, W 5, 1974, pgg. 8

Dada esa necesidad de unas investigaciones

Las investigaciones sobre la comunicaci6n

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los psic6logos estudien los problemas especfficos a la percepci6n, el lenguaje, el desarrollo del cognoscitivo, etc. Implica, sin embargo, que en una esfera cientffica interdisciplinaria, los dife- rentes investigadores han de trabajar con arreglo a un plan com6n y persiguiendo un prop6sito co- mim que es el de precisar e intensificar nuestra comprensi6n de este fen6meno social y humano de vital importancia.

E n suma, este moderno enfoque de la inves- tigaci6n deberfa inspirarse en dos consideracio- nes predominantes: estudiar la comunicaci6n como un fen6meno global y estudiar los medios de comunicaci6n y del proceso de comunicaci6n en general dentro de un marco mas amplio que sea a la vez social, politico y econ6mico. s610 de esta manera es posible evitar la fragmenta- ci6n y los desequilibrios del pasado. propiedad, apoyos, recursos, producci6n, pre- sentaci6n, contenido, disponibilidad, divulgaci6n, consumo, utilizaci6n, influencia y consecuencias son aspectos que pueden quedar incluidos dentro del marco general de la investigaci6n.

Control,

Propuestas de investigaci6n

Tras sentar las bases de unas investigaciones de interes social -sin dejar de reconocer por ello la necesidad especial y basica de una complejidad te6rica y de una metodologfa perfeccionada- la Unesco formul6 sus propuestas para un programa internacional de investigaciones sobre la comuni- caci611, en tres secciones principales: l)

bio social. A este respecto, procede analizar mas a fondo la relaci6n existente entre comuni- caci6n y desarrollo, y tambiCn entre las polfti- cas nacionales y las estrategias de comunicaci6n, principalmente con caracter nacional pero reali- zando a la vez unos estudios a fondo en determi- nados sectores prioritarios. Esas investigacio- nes realizadas y coordinadas en el plano nacional, deberlan facilitar una comparabilidad transnacio- na1 de los estudios efectuados y contribuir asimis- m o a que la experiencia de un pafs pueda facilitar una mejor planificaci6n del desarrollo y la estra- tegia de la comunicaci6n de otro.

grama es la secuencia del proceso de planifica- ci6n. E n una sociedad en evoluci6n, la formulaci6n de la polftica y la planificaci6n de la comunicaci6n han de constituir un proceso dinamico, que tenga siempre en cuenta las necesidades cambiantes de los instrumentos de comunicaci6n mPs adecuados para esa sociedad. Se han de tener tambien en cuenta lo que son verdaderamente esos instrumen- tos, con sus posibilidades y limitaciones, asf co- m o los efectos econ6micos, sociales y morales de su desarrollo y de su utilizaci6n.

La comunicaci6n y la planificaci6n del cam-

El marco 16gico de este primer tema y pro-

Al llevarse a la practica los planes y progra- mas, se requiere una evaluaci6n constante de los procesos y efectos de las operaciones. La pro- gramaci6n en el tiempo del desarrollo global de los sistemas de comunicaci6n es tambiCn una ac- tividad permanente, con objeto de acoplarla a las necesidades que se suponen con arreglo a la po- lftica nacional presente y futura. polftica nacional habra de ser reevaluada por otros investigadores y planificadores.

Esa misma

Los medios de comunicaci6n social y la imagen que tiene el hombre en la s0ciedad.A este

~ ~~~

respecto se propone un programa multinacional de investigaci6n en materia de comunicaci6n que requiere el estudio pluridisciplinario de un solo dominio, de caracter mas universal. Ese pro- grama, que exigirfa tal estudio multidisciplinario estarfa encaminado a crear ''lazos" de los insti- tutos de investigaci6n que podrfan asf coordinar y comparar sus estudios dentro del marco de un te- m a general que serfa "LOS medios de comunica- ci6n social y la imagen que el hombre se forma de la sociedad".

Se puede ver facilmente que muchos de los problemas de investigaci6n estan fntimamente li- gados con los estudios que se considera adecuado realizar para ayudar a los pafses a elaborar su polftica y sus planes en la materia. La "calidad multinacional" encontrarfa su expresi6n en la co- operaci6n que se establecerla entre los pafses e institutos para determinar los campos de la inves- tigaci6n y asegurar la comparabilidad de los re- sultados de los estudios a largo plazo sobre la totalidad del proceso de comunicaci6n en cierto nflmero de pafses.

Investigaciones sobre la estructura interna- cional de la comunicaci6n. A este remecto. ha- ~ ...

bra que realizar estudios internacionales con ob- jeto de contestar ciertas incisivas preguntas sobre la fndole de la comunicaci6n internacional, y a fin de establecer un marco general en el que pueden ensamblarse unos estudios nacionales. E n toda la perspectiva futura de la comunicaci6n interna- cional estan influyendo de modo decisivo los es- pectaculares progresos de la nueva tecnologfa de la comunicaci6n.

Por un lado, la transmisi6n directa por sa- telite, por ejemplo, abre posibilidades inmensas de una mas amplia comunicaci6n por encima de las fronteras geograficas, polfticas, ideol6gicas y culturales y, por otro, gracias a adelantos co- m o las cassettes, los discos, los facsfmiles o la televisi6n de recepci6n colectiva, los habitantes de un nfimero creciente de pafses pueden ensan- char cada vez mas su gama de comunicaci6n -tanto la proyecci6n como la recepci6n- median-

1) Unesco, Propuestas para un programa inter- nacional de investigaciones sobre la comuni- caci6n. COM/MD /20.

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te un sistema internacional de comercializaci6n que opera casi independientemente de la capaci- dad nacional de producci6n. Las consecuencias y efectos -sociales, politicos, jurfdicos, cultu- rales, morales, comerciales, educativos, etc. - tienen una tremenda importancia en la formula- ci6n de la planificaci6n y la polftica nacional de la comunicaci6n.

Intercambio y utilizaci6n de informaci6n sobre las investigaciones

El n6mero y los tipos de instituciones que se de- dican a al@n aspecto de las investigaciones sobre comunicaci6n varfa considerablemente se@n los pafses y las regiones. A menudo, los vfnculos estructurales entre ellas no estan bien estableci- dos. tigacibn de los medios de comunicaci6n socia1,las facultades universitarias de ciencias sociales, los servicios de investigaci6n de los ministerios de desarrollo econ6mic0, informacih, comunica- ci6n, educaci6n, las oficinas de estadfstica, etc., tienen que coordinar y encauzar sus esfuerzos hacia una labor orientada a la resoluci6n de pro- blemas, dentro del proceso de comunicaci6n en su totalidad.

Todo esto ha puesto de manifiesto que unode los cometidos m8s urgentes de la labor de inves- tigaci6n sobre comunicaci6n consiste en compi- lar, cotejar y comparar los estudios ya realiza- dos, con objeto de llegar a una comprensibn in- ternacional entre investigadores con respecto a unos denominadores comunes de metodologfa, terminologfa, teorfa, etc. Asimismo, para evi- tar las repeticiones, era y sigue siendo necesa- rio saber "quien esta haciendo ya esto" y poder intercambiar datos y resultados de las investi- gaciones.

Con este fin, la Unesco ha establecido y co- ordinado un pequeno ndmero de centros regiona- les de documentaci6n e informacih, encargados de promover y coordinar las investigaciones y de facilitar la difusi6n de sus resultados. de actuar como vfnculos vitales para el intercam- bio de informaci6n en el nivel naciona1,estos cen- tros forman tambien parte de una red mundial concebida con la finalidad de compartir de unmo- do mas amplio, en el nivel internacional, los co- nocimientos disponibles sobre comunicaci6n social.

En un ano pr6ximo tendremos ya indices auto- matizados de esta informacih, con lo que podre- mos indicar a los terminales de computadora CU&- les son los temas sobre los que deseamos ser in- formados y recibir a cambio unas hojas impresas que indiquen lo que existe y en d6nde debemos bus- carlo. Tambien dispondremos de unas microfichas facilmente accesibles por lo que un usuario pedra encargar los informes que desee en una pequena pelfcula, que constara de unos pocos centimetros

Los departamentos de producci6n e inves-

Ademas

y que le enviaran en un sobre. Todo esto sera muy 6til. Pero la esencia del acto de compartir e in- te rpre tar las inve s ti gacione s s obre comunic ac i6n es la formaci611 de personal encargado de utili- zarlas e interpretarlas. blema de personal, iremos camino de resolver el problema de dar una mayor utilidad a las investi- gaciones sobre comunicaci6n". ')

Un importante problema mundial -que es co- mdn a todas las investigaciones (y no solamente a las que se refieren a la comunicaci6n)- y que afecta a todos los pafses, todas las universida- des, todas las organizaciones de desarrollo y to- dos los medios de comunicaci6n social que desean que los recursos del saber humano sean utiliza- dos mas eficazmente es que la investigaci6n so- cial no se aprovecha en el plano practico como se podrfa y se deberfa. Sabemos mas de lo que utilizamos y, a consecuencia de ello, empleamos ineficazmente unos recursos que son, por lo me- nos, tan valiosos como el capital financiero o la tecnologfa de las maquinas.

Se estima que el 90% de todos los cientfficos que han vivido y publicado un informe sobre in- vestigaci&~ estan vivos en este mismo momento. Es posible que el 95% de todos los investigadores sobre comunicaci6n que hayan publicado alguna vez algo tambien esten vivos hoy y, aunque elnd- mero total no sea muy grande, esta aumentando rapidamente. La masa editada de investigacio- nes cientfficas de todos los tipos se duplicaapro- ximadamente cada diez anos, y una proporci6n considerable de ella se refiere a las investigacio- nes sociales. Las grandes bibliotecas del mundo han venido duplicando su tamano cada catorce anos, mas o menos. A pesar de esta enorme afluencia de documentos e informes y de nuevos investiga- dores, la mayor parte de la producci6n no se concreta nunca en la practica ni repercute de un modo sensible en el mundo de los profanos.

directa y practica sea la dnica raz6n de la inves- tigaci6n ni que todas las investigaciones deban te- ner rapidamente una proyecci6n practica. A me- nudo, quienes se dedican a las investigaciones b5- sicas no saben si un determinado aspecto de su labor va a tener o no una utilizaci6n practica. No obstante, se trata de un problema de conciencia para muchos investigadores. Ven que hay gran- des problemas sociales sin resolver, ya que el movimiento mundial de desarrollo va mucho me- nos deprisa de lo que podrfa. Advierten que al- gunas de las perspectivas que se derivan de un estudio intenso y sistematico sobre el hombre y la sociedad pueden resultar de gran utilidad. Ven que la energfa -una energfa de un tipo mas valio-

"Si resolvemos este pro-

Con esto no se quiere decir que la utilidad

1) Wilbur Schramm, "An open letter to MEDIA ASLA readers", Media Asia, an Asian Mass Communication Quarterly, Vol. 1.

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so todavfa que el petr6leo o la electricidad- se desperdicia en gran medida. que ocurre esto y que se puede hacer para solu- cionarlo.

aplicaci6n al sector de la comunicaci6n, es quiz5 la posibilidad de que un usuario dado disponga de demasiada informaci611 en un lugar dado. Aunque el estudioso y el intelectual pueden beneficiarse con ello, para el responsable politico, el planifi- cador, el programador, el informador o el que trabaja en el plano practico todo esto plantea un problema. Es improbable que estos Clltimos ten- gan acceso a algo que no sea una minbscula frac- ci6n de todo ello.

Un aspecto mas importante todavfa del pro- blema es que la investigaci611 de caracter social y psicol6gico resulta mas diffcil de aplicar a un problema practico que la investigaci6n ffsica y qufmica. E n ningCln caso es posible aplicar los resultados de la investigaci6n sin tomar en consi- deraci6n las condiciones de su empleo. Ademas, la investigaci6n social y psicol6gica tiene pocas generalizaciones universalmente aplicables. Lo que se refiere al comportamiento, las ideas olas actitudes humanas necesita normalmente una cier- ta matizacibn. Se ha observado que las conclusio- nes de una investigaci611 se aplicana un cierto tipo de situaci611 en el que se dan ciertos elementos. No es posible aplicar automaticamente a otro lu- gar y a otro momento unas investigaciones socia- les referidas a un lugar y un momento distintos.

"A hora bien, la investigaci611 social tiene unos recursos considerables de energfa intelec- tual que solamente ha podido utilizar en una pe- quena y triste proporci6n en beneficio del hombre. Este es el problema clave: desperdiciamos una energia que nos es muy necesaria". Ademas de lo anteriormente citado, Wilbur Schramm formu- la una sugerencia a este respecto. A su juicio, la comunicaci6n eficaz es un problema de perso- nas, y no de cosas. Dice que, si queremos re- solverlo, en la medida de que es posible resol- verlo, esto no se lograra mediante satelites de comunicaci6n o proyectores electricos o metodos baratos de impresi6n o lectores de microfichas o la televisi6n, ni tampoco incluso las computado- ras, aunque todos estos elementos puedan resul- tar de utilidad. Se resolvera preparando al per- sonal necesario. Los terminos apropiados son "intermediarios" o "mediadores" porque esen- cialmente estamos intentando colmar la laguna que existe entre investigadores y usuarios, de to- dos los modos posibles, por ejemplo, "creando una familia de funciones de intermediarios, en parte para trasladar las conclusiones y la expe- riencia de la ciencia natural y en parte con fines de informaci6n social, dando a los planificadores y programadores de los organismos de desarro- llo (y de otras entidades) unos pequenos conoci-

Y se preguntan por

Una de las causas de este problema, en su

mientos sobre los metodos de investigaci611 social y las conclusiones de las investigaciones sobre la comunicacih, procurando mas esforzadamente compartir los resultados de esas investigaciones que sus metodos, y mediante unos centros y ser- vicios de compilaci6n y documentaci6n. l)

Es diffcil hablar en funci6n de unas estructu- ras ideales de investigaci61-1, pero cabe recomen- dar sin vacilar que todos quienes esten en condi- ciones de influir en la politica de investigacibn -gobierno, consejos de comunicaci6n social, fun- daciones, asociaciones profesionales, etc. - se hagan por lo menos la siguiente pregunta al deter- minar su polftica de investigaci6n: ¿cual es el mejor modo de asignar los recursos con miras a solucionar unos problemas sociales concretos?

Con arreglo a este programa destacan tres rumbos de actuaci6n:

La vinculaci6n y colaboraci6n de las institu- ciones especializadas en investigaciones de comu- nicaci&~, que tienen ya la capacidad de efectuar tales estudios a largo plazo, pluridisciplinarios y en equipo, para emprender programas paralelos basados en una concepcibn combn. Actualmente, este tipo de instituciones escasea todavfa dema- siado en todo el mundo y se conocen muy poco las unas a las otras. Los organismos internaciona- les y las asociaciones profesionales deberfan fo- mentar tal cooperaci6n interinstitucional. Unos programas bien concebidos de cooperaci6n en m a - teria de investigaci6n podrfan recibir mas facil- mente apoyo de los organismos de financiaci6n.

especializadas en investigaciones sobre la comu- nicaci6n de esta Indole, a la vez con fines de desa- rrollo nacionaly de investigacibn internacional. Una vez definidas las tareas de investigaci6n y las "la- gunas" institucionales que impiden su realizacih, habra que pensar en la creaci6n de instituciones especializadas que puedan llevar a cabo el trabajo necesario. E n ciertos casos, habra que solicitar asistencia tecnica y asesoramiento internacional o bilateral para contribuir a la creaci6n de las estructuras nacionales adecuadas y formar a los investigadores ne ce sarios.

E n algunas ocasiones puede ser necesario que esas instituciones especializadas en investigacio- nes sobre la comunicacibn asuman una funci6n re- gional, respaldando a unos centros nacionales con una capacidad especializada adicional de la que no se disponga fAcilmente en el plano local, o reem- plazandolos cuando no existan. Por ejemplo, ac- tualmente abundan muy poco los planificadores competentes de la comunicaci6n y los analistas de sistemas de comunicaci6n, al igual que las per- sonas capaces de concebir unas investigaciones fecundas que permitan adaptar la metodologfa de

Se requiere u? mayor ndmero de instituciones

1) W. Schramm, ibid. -

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las tecnicas de investigaci611 a los distintos cli- mas culturales y condiciones sociales. Unos cen- tros regionales de investigaci6n y planificaci6n ayudarfan a los consejos nacionales de politica e investigaci6n al facilitarles la ayuda de esos es- pecialistas, que trabajarian con equipos naciona- cuadas para su creaci6n. les y formarfan a un personal hom6logo.

reuniones regionales sobre polftica de la comuni- caci6n -que han de celebrarse muy pronto- debe- rfan estudiar urgentemente la necesidad de esta- blecer esos centros regionales de investigaci611 sobre la comunicaci6n y proponer medidas ade-

Las

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Capítulo IV

La política de la comunicación .

Las estructuras sociales evolucionan en el marco de los mdtodos de comunicaci6n de que dispone la sociedad en un momento dado. Por consiguiente, unas nuevas estructuras sociales y los adelantos tecnol6gicos permiten la aparici6n de unas nuevas oportunidades y derechos individuales y sociales. La moderna explosi6n de la comunicaci6n requie- re un planteamiento te6rico mas claro, e incluso inedito, de los problemas de la comunicaci6n, es decir, una nueva polftica de la comunicaci6n para dar nueva forma a las estructuras sociales y de comunicaci6n en los planos nacional e internacio- nal. ') Todas las sociedades cuentan ya con una polftica de la comunicaci6n, ya que ninan Estado puede existir sin ella. Independientemente de que este explfcita en la legislaci6n, la constituci6n de unos c6digos deontoMgicos, o unas normas y pro- cedimientos, o implfcita en una practica aceptada -habra una polftica de la comunicaci6n en los ni- veles nacional, institucional y profesional. Ahora bien, normalmente esas polfticas suelen estar la- tentes, fragmentadas y poco coordinadas, en vez de tener una clara armonizaci6n y articulaci6n.

Como existen tales polfticas parciales de la comunicaci6n-.en todas las sociedades, lo que se propone es una formulaci6n explfcita y una expo- sici6n deliberadamente prospectiva de las prac- ticas existentes ya a menudo en la sociedad. La elaboraci6n de unas polfticas de comunicaci6n surge, por consiguiente, simultaneamente del analisis y consideracibn de las practicas existen- tes, y de la formulaci6n de nuevos principios y normas adecuados a la consecuci6n de los futuros objetivos deseables, esto es, una amalgama de experiencia practica del pasado y de perspectivas hacia el futuro. existentes entre las condiciones econ6micas y so- ciales y los sistemas polfticos de todo el mundo, no cabe concebir un finico planteamiento, sino mas bien indicar los factores claves que deben consi- derarse aplicables en el contexto de cada pais y regi6n.

Dadas las grandes diferencias

La polftica de la comunicaci6n puede ser muy general, por la Indole de los objetivos y principios deseables, o tener un caracter mas especffico y practicamente obligatorio. formulada en muchos niveles. Puede quedar in- corporada a la constituci6n o legislaci6n del pais, a su polftica nacional global, a las directrices aplicables a las distintas administraciones,a unos cddigos deontol6gicos profesionales, asf como a la constituci6n y funcionamiento de sistemas con- cretos de comunicaci6n, tanto en el plano pClblico como en el privado. Puede tener unas dimensio- nes mundiales, regionales, nacionales o subna- cionales.

En un momento u otro, todos los gobiernos se han ocupado de polftica de la comunicaci6n. Algunos de ellos han creado 6rganos permanen- tes o especiales para asesorarles o para ocupar- se de elementos, principales o de menor entidad, de tal polftica. Aunque no forme parte de los ob- jetivos oficiales declarados, puede, sin embargo, existir implfcitamente en las relaciones estable - cidas entre el Gobierno y las instituciones, ya se trate de organizaciones de radiodifusi6n. de pe- ri6dicos, de editoriales, de entidades profesio- nales, etc.

Actualmente, es caracterfstico que las me- didas normativas en materia de comunicaci6n na- cional corran a cargo de diferentes ministerios y organismos. Un departamento de telecomunica- ciones puede encargarse de la polftica y los pla- nes de desarrollo del telefono y del telegrafo (por ejemplo, el importante tema de la asignaci6n de las frecuencias de radio), al paso que la radiodi- fusi6n propiamente dicha incumba a una organi- zaci6n totalmente aut6noma o a un ministerio de informaci6n o radiodifusi61-1, que se dedique ade- mas a ciertos aspectos de la industria editorial

Puede existir o ser

~

1) Unesco, Informe de la Reunibn de Expertos sobre Dolfticas v Dlaneamiento de la comu- nicaci&, COM/ulV;D/24.

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como, por ejemplo, la prensa. Los ministerios de educacibn y cultura se dedican a una amplia gama de actividades audiovisuales y editoriales, al paso que el poder judicial quiz5 intervenga en relaci6n con los problemas de derecho de autor, difamacidn y calumnia. La industria cinemato- grafica puede depender en diverso grado de un contro? y fiscalizaci6n de la administraci6n local.

como los que se ocupan del desarrollo del comer- cio y de la industria, tienen unas polfticas y acti- vidades que influyen de un modo considerable en la capacidad y disponibilidad del material y equi- po que constituye la base tecnica de los mediosde comunicaci6n. El ministerio de asuntos exterio- res puede intervenir en aspectos internacionales de las comunicaciones como, por ejemplo, los acuerdos sobre el establecimiento y funcionamien- to de instalaciones y servicios y el intercambio internacional de noticias y materiales de progra- mas. En muchos casos, el sector militar de la administraci6n central, por su misma compleji- dad y la envergadura de sus necesidades en ma- teria de comunicaciones, ejerce una considerable influencia en las estructuras nacionales de comu- nicaciones. Al mismo tiempo, hay numerosas empresas de comunicaci6n no oficiales -peri6di- cos, compaftfas cinematograficas, organizaciones de radiodifusi6n, etc. - que tienen su propia polf- tica interna, aunque quiz5 operen, mas o menos, en el marco de una polftica oficial.

Con harta frecuencia, ocurre que esas acti- vidades normativas, de planificaci61-1, de creaci6n y funcionamiento de sistemas se llevan a cabo de modo independiente. La duplicaci611 de instala- ciones y de plantillas de personal puede ser lare- gla general y no la excepci6n, al proceder unas entidades y organizaciones que tienen necesidades similares de un modo irreflexivo, o a veces deli- beradamente, sin tener en cuenta la superabun- dancia de unos esfuerzos que compiten los unos con los otros. des de comunicaci6n y los cometidos normativos estan quedando cada vez mas dispersos en la es- tructura oficial, aumenta tambien a menudo la proporci6n de fondos pfiblicos que se invierten en comunicaciones, pero en cambio disminuye la ca- pacidad de la gente de encauzar eficazmente estas inversiones.

blicaci6n de una serie de monograffas sobre las polfticas de comunicaci6nde sus Estados Miem- br0s.l) Su objetivo consistfa en promover unco- nocimiento mas claro y preciso del concepto de polftica de comunicaci6n en los planos guberna- mental, institucional y profesional, mediante el analisis por los Estados Miembros de sus polfti- cas respectivas.

En el nivel nacional, se definieron las polf- ticas de comunicaci6n como la suma total de las

Los ministerios de ciencia y tecnologia, asf

Al mismo tiempo que las activida-

En 1971, la Unesco inicid un programa de pu-

utilizaciones conscientes y deliberadas, las me- didas (o la falta de medidas) en una sociedad en- caminadas a atender ciertas necesidades de co- municaci6n mediante una utilizaci6n 6ptima de los recursos materiales y humanos al alcance de la sociedadgt2). decisiones sobre la institucionalizaci6n de los me- dios de comunicaci6n y sus funciones. entrana un control en la medida en que vela por que la actuacibn de esas instituciones vaya enca- minada hacia el bien comdn.

se especifica que, despues de esbozar el concep- to de polftica de comunicaci6n y describir el sis- tema de comunicaci6n social en el marco de las estructuras socioecon6mica y cultural del pals, se analice el lugar que ocupan en la sociedad na- cional los medios de comunicacidn social en tres niveles distintos: el pdblico, que se basa en la le- gislaci6n vigente, el analisis de la organizaci6n y funcionamiento de las instituciones de comunicaci6n social y SU actuacih, y el lugar que desempenan en la sociedad quienes forman parte integrante de este sector profesional. A este respecto, es im- portante recordar que estos y otros estudios so- bre polftica de comunicaci6n examinan las polfti- cas de los pafses tal como existfan en el momento de realizarse tales estudios, Es muy posible que, una vez terminada esta primera fase del analisis, los pafses adviertan la necesidad de realizar estu- dios mucho mas crfticos en el futuro.

La polftica nacional implica unas

Tambien

En el formato convenido para esos estudios,

Dimensiones e intereses de la polftica de la comunicaci6n

"Las polfticas de comunicaci6n son series de prin- cipios y de normas establecidos para orientar el comportamiento de los sistemas de comunicacibn".~)

1) Unesco, Communication Policies in Hungary, de Tamas Szecsko y Gabor Fedor, Parfs,1974 Unesco, Communication Policies in Ireland, de John Stadeton, Parfs, 1974 Unesco. Communication Policies in the Federal Republic of Germany, de Walter Mahler yRolf Richter, Parfs, 1974 Unesco, Communication Policies in Sweden, de Lars Furhoff, Lenart J8nsson y Lenard Nilsson, Parfs, 1974 Unesco, Communication Policies in Yugoslavia, de Miodrag Auramovic, Stevan Marjanovic y Prvoslav Ralic, Parfs, 1975.

2) Unesco, Working Notes for Meeting of Co- ordinators of Communication Policy Studies in Europe, Parfs, 22 de septiembre de 197-1, pag. 2.

3) Unesco, Informe de la Reuni6n de Expertos sobre polfticas y planeamiento de la educacih, COM/MD/24, p5g. 9

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Su orientaci6n es fundamental y a largo plazo, aunque pueden tener consecuencias operativas de importancia a corto plazo. Se moldean en el con- texto del concepto general que tiene la sociedadde la comunicaci6n. Como emanan de las ideologfas polfticas, de las condiciones sociales y econ6mi- cas del pafs y de los valores en que se basan esas ideologfas, procuran ligar todos esos elementos a las necesidades reales y las oportunidades futuras de "comunicaci6n".

Uno de los modos de describir las dimensio- nes que acotan el ancho campo de lo que est5 en juego en la polftica -y en la planificaci6n- de la comunicaci6n podrfa ser el siguiente: el sistema de comunicacibn, sus elementos inte- grantes y sus estructuras;

las funciones del sistema; los "clientes" o el ptiblico que utiliza el sistema, diferenciado con arreglo a los grupos de edad, los estratos socioecon6micos, el sexo, el e m - pleo, su condicibn urbana o rural, las persua- siones, etc. ;

los tipos de informaci6n que transmite el sistema y sus elementos integrantes: noticias, aspectos recreativos, informaci611 general, educacibn, mdsica, datos, conversaciones, opiniones, for- mas culturales, etc. ;

os valores y las cualidades del contenido de esa informaci6n como, por ejemplo, objetividad, verdad, idoneidad, eficacia educativa, violencia, humor, sexo, difamacih, etc. ;

sda una serie de consideraciones sobre el sis- tema, sus funciones, su ptiblico, los tipos de informaci611 y sus cualidades, incluidos los as- pectos politicos, legislativos, sociales, Bticos, temicos, econ6micos, de gesti6n, la construc- ci6n, las leyes, los reglamentos, los c6digos, las normas, los resultados de investigaciones, los niveles nacionales, locales instituciones y pro fe s ionale s. La adici6n de los elementos de cada una de

estas dimensiones da un ntimero elevado y com- plejo de sectores de polftica y planificaci6n, mu- chos de los cuales son importantes para un pafs concreto.

Al establecer una polftica nueva e integrada de la comunicaci6n, habra que tomar en conside- racibn, en forma de ejercicio sistematico, los diversos sectores de interes al respecto. Para formular unas polfticas de comunicaci6n se re- quiere examinar, identificar y determinar:

El.alcance de los sistemas de comunicacidn (zonas geograficas abarcadas, poblaci6n destina- taria). Las polfticas pueden tener alcance nacional, afectar a todos los pafses o al menos interesar a diversos pafses de la regi6n. Sin embargo, den- tro de las polfticas nacionales o codo a codo con ellas, pueden ser igualmente importantes para determinados sectores de la poblaci6n (sectores geograficos determinados, o poblacidn que posee

caracterfsticas etnicas, lingMSticas, laborales, etc. comunes).

D e ahf que la primera tarea consista en de- terminar las caracterfsticas de la poblaci6n afec- tada por un sistema de comunicaci6n y especial- mente el pfiblico al que se destina. Este sector puede darse por conocido, por ejemplo: toda la naci6n es el pfiblico; pero con frecuencia unme- todo global de ese genero puede resultar ilusorio y perjudicial para satisfacer las mdltiples nece- sidades de comunicaci6n de diferentes partes de la poblaci6n. Puede ser necesario tener en cuen- ta diversas minorfas, o incluso mayorfas, que en las condiciones existentes no tienen acceso ade- cuado a la comunicaci6n (poblaci6n rural, clase trabajadora inferior, mujeres). A ese respecto, es igualmente importante considerar que grupos estSn actualmente al margen de las polfticas de comunicacibn existentes. Los grupos que no for- man parte del pfiblico, o los ptiblicos excluidos, pueden ser tan importantes para la polftica como los propios pfiblicos presuntos.

Los principios y normas, esto es, los valo- res inherentes al carScter, funciones y necesida- des de la sociedad y que rigen -o deben regir- la actuaci6n del sistema de comunicaci6n. Los sis- temas de comunicaci6n pueden entranar criterios de valor en dos sentidos diferentes: una serie de valores concierne a la estructura de un sistema de comunicaci6n que inevitablemente tiene reper- cusiones en SUS funciones sociales y en el conte- nido de sus mensajes; esos valores se ponen de manifiesto contestando a preguntas tales como: Les un sistema en uno o dos sentidos, fomenta las posibilidades de retroacci6n y de comunica- ci6n multilateral? ¿ cual es su relativa indepen- dencia de las tensiones y presiones pollticas y econ6micas? i c6mo reacciona a las divergencias de intereses y de opiniones de la sociedad? La se- gunda serie de valores concierne a la corrientede mensajes dentro de un sistema de comunicacipn, es decir, a los criterios normativos en que se ba- sa la selecci6n y la formulaci6n de mensajes.

Puesto que cada vez se comprende mejor que los sistemas de comunicacibn no son sencillamen- te canales desde los centros de poder establecido hacia el ptiblico en general considerado como una "meta", debe preguntarse si los valores que rigen las estructuras de las instituciones de comunica- ci6n permiten que el pdblico en general sea igual- mente una fuente de comunicaci61-1, si esos valores respetan el derecho del individuo a comunicar, ofrecen el acceso general al sistema y facilitan la retroacci6n. Otro criterio de valor emana de la evaluaci6n crftica del control de los sis- temas de comunicaci6n y del servicio que pue- den prestar a lasnumerosas minorfas que cons- tituyen la mayorfa de la opini6n y de los inte- reses de la poblaci6n.

En gran parte puede decirse lo mismo sobre

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el proceso de "filtrado" que se produce normal- mente en todas las instituciones de comunicaci6n cuando toman decisiones sobre que informaci611 ha de difundirse, que informaci6n no se publicara y en que forma se presentara esa informaci6n.

En lo que se refiere a los valores implicados en el contenido real de la corriente de comunica- ci6n, cabe subrayar que las consideraciones de polftica s610 pueden aplicarse a los mensajes que estan -o deberfan estar- destinados al consumo del pbblico, como es normalmente caracterfstico de los medios de comunicaci6n social, y a los ti- pos de datos de origen pfiblico, como sucede enel intercambio de informaci611 entre bancos de datos. Otros mensajes tales como la correspondencia pri- vada y las llamadas telef6nicas, estan fuera del alcance de las polfticas de comunicaci6n, stricto sensu. del contenido no implica ni sugiere un control de- tallado de ese contenido. La atenci6n se concen- tra en la identificaci6n y la determinaci6n de los valores reflejados en la corriente a largo plazo de los mensajes.

comunicaci6n deben emanar de los valores basi- cos de la vida humana, tal como se expresan en la Declaraci6n de Derechos Humanos, se inter- pretan en funci6n de las respectivas ideologfas pollticas y toman forma concreta en los valores que determinan la vida social, econ6mica, educa- tiva y cultural del pafs. jos sino que cambian con la mutaci611 constante de valores inherente a la evoluci6nde las necesidades sociales y de la opini6n pfiblica.

Los criterios de valor pueden tambien ser im- portantes para formular polfticas sobre la rela- ci6n entre sistemas de comunicaci6n nacionales y extranjeros. 4 C6mo pueden protegerse y expre- sarse los valores -y culturas- nacionales? ¿En que valores se basa la actual corriente de infor- maci6n hacia el pafs y desde el pafs? ¿Que otros valores deben perseguirse y en que forma? ¿Que valores deben orientar los programas dedicados a otros pafses y el intercambio y la difusi6n de un programa internacional?

Al identificar y determinar los valores que implica la comunicaci6n, habra que considerar las funciones sociales de la comunicaci6n, ya que una consideracidn esencial para la determinaci6n de los valores normativos es la influenciaque ejerce la comunicaci6n sobre la sociedad y sus individuos. Como las funciones sociales de la comunicaci6n implican necesidades de comunica- cibn, la identificacibn y la determinaci6n de va- lores para el sistema de comunicaci6n implica la consideraci6n simultanea de valores sociales, funciones sociales y necesidades sociales.

Una consideraci6n del criterio de valor

Los valores pertinentes para las polfticas de

Esos valores no son fi-

Los elementos manejables -materiales y hu- manos- de los sistemas de comunicaci6n, que constituyen los elementos esenciales d e a plani-

ficaci6n y las estrategias de comunicaci6n. Den- tro de la corriente total de comunicaci6n, habra que determinar los elementos que parecen mas adecuados para la aplicaci6n de polfticas. proponen como marco varios sectores distintos, aunque relacionados entre SI, quedando ententido que esos sectores habran de referirse a los cri- terios de valor antedichos y que tendran repercu- siones sobre los aspectos del proceso de comuni- caci6n que no son directamente manejables. Es evidente que una visi6n tan amplia contiene gran cantidad y diversidad de detalles, cuyo analisis requiere un volumen impresionante de experien- cia, tiempo y recursos. En la practica, no es posible formular y aplicar polfticas a menos que se hayan determinado esferas importantes de in- teres. pregunta: portantes y manejables donde la aplicaci6n de las polfticas de comunicacibn puede tener mayor in- fluencia y eficacia a largo plazo?

Como ya se ha mencionado en otro contexto, la evaluaci6n crftica del control de los sistemas de comunicaci6n es una preocupaci6n eminente- mente estructural de las polfticas de comunica- ci6n. Esto impone no s610 sujeciones generales al sistema de comunicacidn -consideraciones po- lfticas, incentivos econ6micos, respuesta a las preferencias del pdblico, orientaci6n hacia fun- ciones sociales-, sino tambien un analisis de los valores en los que se basa la adopci6nde decisio- nes en las propias instituciones de comunicaci6n.

Un segundo aspecto de la polftica relacionado con las estructuras y la administraci611, se refie- re a las instalaciones tecnicas que permiten la producci6n, difusi6n y recepci6n de los mensajes. Esos recursos pueden denominarse el "equipo" de los sistemas de comunicaci6n. equipo no se limita al conocimiento y la determi- naci6n de los medios tecnicos mas adecuados pa- ra los fines de un determinado sistema de comu- nicaci6n. Los "recursos tecnicos" pueden tam- bien entranar la producci6n, la importaci6n y la venta de equipo. Ademas, hay que tener encuen- ta ciertos aspectos de los recursos de comunica- cibn generales del pafs -infraestructura tecnica, por ejemplo, electrificaci6r1, transporte, etc. - en la medida en que estan directamente relaciona- dos con la creaci611 y el funcionamiento de servi- cios de comunicaci6n.

Un tercer aspecto son las estructuras admi- nistrativas que rigen cada sistema de comunicaci6n y la coordinaci6n y el planeamiento generales de la comunicaci6n. Es esencial especificar el tipo de control que requiere cada parte del sistema, determinar las consideraciones administrativas predominantes (por ejemplo, servicio pfiblico o comercial) y determinar la funci6n de las institu- ciones gubernamentales, parlamentarias, admi- nistrativas y pdblicas de otro tipo. Tambien es

Se

En cada caso debe hacerse la siguiente ¿cuales son los puntos de apoyo im-

El estudio del

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importante que los encargados de formular lapo- lftica investiguen cuales son las lfneas de mando y c6mo responde el sistema a la influencia y a las reacciones de otras esferas de interes -por ejemplo, educacibn, agricultura, asuntos cultu- rales- asf como de los propios usuarios o desti- natarios.

El personal y la formaci6n para las institu- ciones de comunicaci6n es igualmente una respon- sabilidad que no puede dejarse a la iniciativa independiente. Cada pafs, como parte integrante de su politica de comunicaci6n, ha de prever que tipo de profesionales debe formar, en que ndmero y en que niveles. S610 de esa forma se puede con- seguir el equilibrio entre la necesidad real de esos profesionales y las necesidades actuales y potenciales del sistema de comunicacidn que han de hacer funcionar. Ademas, la formaci6n node- be concentrarse exclusivamente en las tecnicas de producci6n-distribuci6n, sino que tambien debe tener debidamente en cuenta las necesidades del pais en investigadores y profesores en tecnicas de comunicacibn.

La economfa por la que se rigen los sistemas de comunicaci6n es una evidente preocupaci6n pa- ra los encargados de la polftica. Esto comprende en primer termino los costos y beneficios relati- vos de los gastos pdblicos en comunicaci6n, pero va mas alla, porque incluso cuando no intervienen fondos pttblicos, la economfa de las empresas de comunicaci6n tiene repercusiones en la economia del pais en su conjunto, asf como una influencia directa sobre el contenido y la funci6n social de los medios de informaci6n. En efecto, muchos de los fines de las pollticas de comunicacibn pue- den alcanzarse gracias a medidas econ6micas y financieras.

Estrechamente ligadas a lo anterior, estan las condiciones jurfdicas que rigen las empresas de comunicaci6n y que influyen en quienes pueden ingresar en ellas o encontrar su expresi6n por medio de ellas. to pttblico de los derechos, los deberes y los 1f- mites juridicos existentes son una de las bases para la elaboraci6n de las futuras polfticas deco- municaci6n. Mas alla de la estructura jurfdica general estln los problemas jurfdicos concretos, tales como los siguientes: derecho de autor yde- recho de los ejecutantes, derecho internacional, legislaci6n laboral, imposici6n, etc.

La lista anterior no pretende ser exhaustiva. Se trata de una simple indicaci6n de diferentes aspectos que los encargados de formular la polf- tica deben tener en cuenta cuando concentren su atenci6n en los sistemas de comunicacibn.

La evaluacibn y el reconocimien-

- Parricipaci6n en la iormulaci6n de políticas de comunicaci6n. ¿Quienes estan implicados?

Una pregunta muy pertinente es esta: “LQuienes estan implicados en la polftica de comunicaci6ny en su formulaci6n? II Dado su gran alcance, las polfticas de comunicaci6n requieren una partici- paci6n responsable en muchos niveles distintos.

traspasa las administraciones establecidas y es un factor polftico, la experiencia en otras esferas indica que la orientacidn basica de las polfticas y la coordinaci6n necesaria para concretarse y tra- ducirse en planeamiento, debe ser sancionada por las maximas autoridades del Estado. chos medios de informaci6n solamente son econ6- micos si se aplican en gran escala y se integran en el proceso total de la comunicaci6n social, la coordinaci6n tiene que reflejarse en toda la jerar- quia polftica y administrativa. Esto raramente es posible a menos que se autorice desde arriba. Antes por el contrario, en ambos casos se trata- ra de garantizar la libertad individual de expre- si6n y comunicacidn en unos sistemas que sean compatibles con las necesidades de dialogo social.

Los 6rganos legislativos desempenan una im- portante funci6n tanto por medio de las leyes re- lacionadas con asuntos de comunicaci6n que pue- den aprobar como mediante la asignaci6n de re- cursos presupuestarios. A menos que los le- gisladores comprendan la importancia de la co- municacidn y que exista una estrecha cooperaci6n con otros sectores, hay pocas perspectivas de conseguir la coordinaci6n necesaria y de asegu- rar la funci6n constructiva de la comunicaci6n en la sociedad. examinar la utilidad de crear subcomisiones so- bre polfticas y planeamiento de la comunicaci6n.

Organo ejecutivo. Como la comunicacidn

Como mu-

Los 6rganos legislativos podrfan

_ _ Autoridades encargadas del planeamiento

social y econ6mico. La coordinaci6n de los sis- temas de comunicaci6n, su integraci6n en las ob- jetivos sociales y econbmicos del pals y la asig- naci6n de los importantes recursos necesarios para el desarrollo nacional de las infraestructu- ras de comunicaci611 requieren decisiones de las autoridades de planeamiento.

Los diversos ministerios y sus consejos de daneamiento no se refieren s610 a aauellos mi-

I ~~

nisterios directamente encargados de los recur- sos de comunicaci6n y de su empleo sino a todos los ministerios que intervienen en cualquier for- m a de comunicacibn y son usuarios potenciales de los medios de comunicaci6n -educaci6n, agri- cultura, trabajo, sanidad, etc. - asf como los servicios tecnicos y sociales que dependen de ellos o que funcionan con relativa independencia en sus esferas. La experiencia ha demostrado que lain- tegraci6n de los medios de comunicaci6n en im- portantes sectores, tales como la educaci6n o la agricultura, puede seguir siendo marginal a me-

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nos que se establezca en el planeamiento especf- fico de esos sectores. Como el Ministerio de Hacienda influir5 directamente en el desarrollo y el empleo de los medios de comunicaci6n me- diante las polfticas fiscales y aduaneras, deber5 intervenir igualmente en el nivel del planeamiento.

Empresas de comunicaci6n. Comprenden en primer termino los medios de comunicaci6n social pero tambien las telecomunicaciones, el almace- namiento y la recuperacibn de datos, asf como las industrias que producen el equipo necesario y pue- den proporcionar informaci6n y programas a los sistemas de comunicaci6n.

Las organizaciones profesionales cuyos miem- bros estan -directamente relacionados con los me- dios de comunicaci6n -asociaciones profesionales, organizaciones sindicales- asf como a las organi- zaciones que tienen personal de instituciones aca- demicas y de formaci6n relacionadas con la comu- nicaci6n. Existen en todos los pafses, y las situa- ciones varfan en funci6n de la estructura de los distintos medios de comunicacibn. La mayorfa de ellas persiguen la finalidad de proteger sus condi- ciones de trabajo, pero hay muchas que se preo- cupan tambien por mantener el nivel profesionaly tecnico. Existen tambien federaciones internacio- nales de asociaciones nacionales, asf como de individuos, tecnicos y profesionales de los medios de comunicaci6n social, encargadas de prestar asistencia a sus miembros y de promover la co- operaci611 entre ellos. Cuando funcionan bien,esas organizaciones profesionales (en todos los niveles) desempeRan un importante papel en lo tocante a mejorar la eficiencia tecnica y a fomentar entre sus miembros el sentido de la funci6n de los me- dios de comunicaci611 social y de su propia res- ponsabilidad.

El ciudadano tiene un interes directo en las polfticas de comunicaci6n. Los valores y la se- lecci6n que orientan la comunicaci6n afectan a sus intereses personales. Es un comunicador por derecho propio y necesita acceso a los medios con fines de participaci6n y expresi6n. Debe estar en condiciones de beneficiarse de los servicios posi- bles de la comunicaci6n: informacibn objetiva, educaci611, orientacidn y formaci611 profesionales, empleo del tiempo libre y necesidades culturales. El ciudadano puede influir en las polfticas de co- municaci6n de diferentes maneras, tales como la representaci6n. las organizaciones voluntarias in- teresadas directamente por los medios de comuni- cacidn o que representan fuerzas sociales y cultu- rales que buscan acceso a la comunicaci6n, las formas de acci6n directas y los debates polfticos (incluidos los debates por conducto de esos medios). Los metodos para la participaci6n del ciudadano variaran segdn las sociedades pero no puede ne- garse su importancia.

aportar una contribucidn esencial para formular El especialista en ciencias sociales puede

las polfticas de comunicaci6n, proporcionando in- formaci6n tanto cuantitativa como cualitativa so- bre la estructura de la sociedad asf como sobre el contenido y la influencia de los mensajes transmi- tidos por los sistemas de comunicaci6n.

limitada. El mismo se considera como un racio- nalista en el proceso multidisciplinario de prepa- raci6n de la polftica y procura organizar y dar coherencia al proceso. Su labor consiste en con- tinuos esfuerzos para estimular a los encargados de tomar una decisi611 a que adopten procesos organizados de adopci6n de decisiones y a que re- curran a los datos b5sicos para cada decisibn. Por consiguiente, su tarea consiste en preparar tdcnicas cada vez mejores para reunir datos y analizar los resultados en forma que puedan uti- lizarlos facilmente los encargados de tomar de- cisiones polfticas. El economista especializado en comunicaci6n debe ser capaz no s610 de eva- luar las opciones que otros le presenten, sino de ampliar la gama de metodos potencialmente apli- cables para conseguir un objetivo social determi- nado. cuencias en terminos de costo y de beneficios de diversas series de objetivos y que trace estrate- gias de costos mfnimos para los encargados de formular la polftica. Sin embargo, no puede es- perarse que haga una selecci6n definitiva entre las finalidades de la polftica o que formule planes definitivos.

Un dtil punto de partida para un gobierno con- sistirfa en estudiar la posibilidad de crear uncon- sejo nacional normativo, como 6rgano nacional -entre otros- de organizacibn, coordinaci6ny con- trol del programa de investigaciones sobre la co- municaci&~, y como dispositivo necesario para una eficaz aplicaci6n de la polftica de comunica- ci6n y para traducirla en unas estrategias de pla- nificaci6n.

Aunque no es el Clnico modo de fomentar la participaci6n pfiblica en la formulaci6n de las po- lfticas, un consejo de polftica de comunicaci6n podrfa constituir ciertamente una tribuna abierta y determinar los sectores prioritarios y las po- siciones claves y preparar el camino para su eventual realizaci6n. la primera oportunidad para reunir a personas interesadas y acopiar informaci6n de los mdlti- ples sectores interesados. asignar tareas de investigaci61-1, cotejar informa- ciones y estimular discusiones preparatorias en muchos niveles; ulteriormente podrfa elaborar polfticas o asesorar sobre ellas al gobierno y a las instituciones de comunicaci6n.

Un consejo de polftica de comunicaci6n s610 pedra funcionar eficazmente si tiene caracter es- table y dispone del presupuesto y el personal necesarios, Como las decisiones en materia de comunicaci6n pueden determinar la marcha de los

La funci6n del economista es crucial aunque

Tambien se espera que defina las conse-

Ese consejo puede ofrecer

El consejo podrfa

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acontecimientos para varios anos, es necesario prepararlas y examinarlas detenidamente. Esto requiere que el consejo de comunicaci611 tengauna estabilidad considerable aunque, por supuesto, pueda renovarse regularmente su composici6n. Puesto que la investigaci6n y la reuni611 de datos son procesos costosos que requieren especialis- tas y servicios apropiados, haran falta asignacio- nes econ6micas especiales para que pueda encar- garse a las instituciones academicas, a los servicios econ6micos y estadfsticos y a otros organismos que reunan y analicen la informacibn requerida. Por SU parte, el consejo necesitara personal, ofi- cinas y fondos.

Por consiguiente, la constituci6n del consejo requiere importantes decisiones de polftica por parte de las autoridades, decisiones que por sf mismas plantearln problemas basicos sobre la importancia y la funcibn de las polfticas de comunicaci6n. si esas decisiones deberan ser tomadas por los 6rganos ejecutivos o los legislativos, si los re- cursos financieros procederan ,3610 de fondos pd- blicos o tambien de organismos de comunicaci6n e instituciones academicas interesadas y si se podran encontrar recursos adicionales de funda- ciones y organismos internacionales.

Inicialmente, estos consejos podrfan desem- penar funciones de asesoramiento y presentar in- formes a los 6rganos responsables. Cabrfa tam- bien encomendarles unas ciertas atribuciones de ejecuci6n. En principio, deberfan estar integra- dos por personalidades del mundo de la polftica, la administracit~n, los profesionales de la comu- nicaci&~, los investigadores especializados, etc.

tes:') promover analisis coherentes, racionales y deta- llados de las polfticas y los controles existentes y de los objetivos nacionales de comunicacibn; determinar los derechos, los intereses, las obligaciones y la interdependencia de diferentes instituciones de comunicaci6n dentro de la so- ciedad;

aumentar la eficacia de la aplicaci6ny la inversi6n de recursos econbmicos y materiales frecuente- mente limitados, estableciendo prioridades y reduciendo las contradicciones internas;

proteger los derechos y los intereses de diferen- tes sectores que intervienen en empresas de comunicaci6n proporcionando una tribuna para un debate y un esclarecimiento continuos;

proporcionar un marco para prever los cambios en la tecnologfa de los medios de informaci6n, evaluando su utilidad para promover objetivos nacionales e internacionales y senalando SUS posibles efectos nocivos; realizar una funci6n escrutadora para prever importantes innova- ciones tecnol6gicas en la escena internacional que puedan ser tambien importantes como

En cada caso habrl que examinar

Sus funciones principales serran las siguien-

''saltos cuanticos" en el planeamiento nacional de la comunicaci6n;

identificar importantes problemas de la comuni- caci6n internacional que condicionan la polftica nacional;

asegurar la compatibilidad nacional con las nor- mas internacionales;

permitir que la naci6n pueda intervenir en los de- bates internacionales sobre comunicaci6n de un modo coherente y 16gic0, y recomendar las oportunas medidas diplomPticas con respecto a los asuntos que afecten a la comunicaci6n inter- nacional. Finlandia fue uno de los primeros pafses en

crear una comisi6n relativa a la futura polftica de comunicaci6n. A principios del presente de- cenio, se constituyd un "Comite para examinar las iniciativas que deberfa tomar el Estado sobre los problemas de comunicaci6n social y para es- tablecer un modelo administrativo de 6rgano estatal encargado de los problemas de polftica de la comunicaci6n con caracter centralizado". 2,

Este comitd expuso que en los pr6ximos anos la evoluci6n de los medios de comunicaci6n social requerirfa que el Estado tomara iniciativas enme- dida creciente.

En los anos venideros, se prevefa a la vez una evolucidn cualitativa y cuantitativa del sector de las comunicaciones, en relaci6n con el cuallos problemas mas importantes para Finlandia en ma- teria de medios tradicionales se refieren a la dis- tribucibn, los gastos y la lentitud. esta evoluci6n en el sentido de utilizar los medios de distribuci611 mas baratos y eficaces, es decir, la transmisi6n elettrica por cable o la teledistri- buci6n, incluida no solamente la difusi6n de la televisi6n sino tambih otras aplicaciones como los facsfmiles, la transmis311 de impulsos de da- tos de una computadora a otra, etc. La red elec- tr6nica y de cables prevista habrfa de poder trans- mitir informaci611 masiva a amplios sectores del pbblico: ciudadanos, con todas sus exigencias de comunicaci6n. y empresas privadas e institucio- nes pdblicas. Se requerirfan unas inversiones fi- nancieras muy grandes. amplias repercusiones para todo el sector de las comunicaciones suponfa la elaboraci6n de un plan global por las autoridades estatales.

En consonancia con los hechos determinados en el estudio de ese comitd, el Consejo de Estado de Finlandia decidi6 el 28 de junio de 1972 crear una Comisi6n de Politica de la Comunicaci6n, con objeto de acotar los problemas de comunicaci6n

Se concebfa

Una evoluci6n con tan

1) Unesco, Informe de la Reunibn de Expertos sobre poli'ticas y planeamiento de la comuni- cacibn, C O M / M D / 2 4 , pAg. 21.

2) Gobierno de Finlandia. Memorandum del Consejo de Estado, Helsinki, junio de 1972.

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social y de adopcibn de las iniciativas que habrfa de tomar el Estado a ese respecto, y preparar los planes pertinentes para resolverlas. bor de esta comisi6n consistirfa en lo siguiente: estudiar la estructura y la situaci6n econ6mica de la prensa finlandesa y preparar una pro- puesta de organizaci6n de los medios de prensa;

estudiar las medidas a las que deberfa recurrir el Estado para poder mantener una agencia de noticias con una calidad suficiente de servicios prestados a todos los medios de comunicaci6n social, y analizar los reajustes administrativos que pudieran promover este apoyo por parte del Estado;

La la-

precisar el desarrollo de las tecnicas de comuni- caci6n y preparar una propuesta relativa a unas medidas estatales con ese fin;

analizar los problemas de legislacibn internacio- nal y de derecho de autor propios de las nuevas modalidades de comunicaci6n social;

estudiar la necesidad de centralizar los problemas de polftica de la comunicacidn en la administra- cidn del Estado y formular las propuestas perti- nentes; al examinar las necesidades de seme- jante centralizaci6n y preparar unas propuestas normativas, el Comite debfa tener tambien en cuenta las modalidades de comunicaci6n que no figuraban en sus atribuciones.

44

Capítulo V

De la política a la planificación

La planificacidn de la comunicacidn solamente puede produci se en el contexto de una polrtica de comunicacidn . Comprende las medidas necesa- rias para el establecimiento y funcionamiento en la sociedad de unos sistemas de comunicaci6n in- tegrados y funcionales. En un plano ideal, ha de relacionar el proceso de comunicaci6n con la pla- nificacidn social y econbmica, con las opciones polfiicas y culturales y con la aplicacidn de la co- municacidn a los muchos sectores que la necesi- tan pero que, en general, no se encargan directa- mente del funcionamiento de medios de comunica- ci6n. Ha de relacionar la comunicacidn mediada con la comunicacidn interpersonal e incorporar esta dltima cuando est6 directamente relacionada con los medios de comunicacibn, por ejemplo, de- bates de grupo, retroacci6n, investigacidn.

Ha de coordinar y proyectar los procesos de comunicacidn mediada en su totalidad para aprove- char del modo m& eficaz y econdmico todos los cau- ces disponibles. Ha de proyectar y podrfa deter- minar el funcionamiento de medios concretos de comunicacidn tanto con unas medidas tomadas en el nivel de la administraci6n central -por ejemplo la introducci6n de la comunicaci6n por satelite O la televisi6n- y, mas concretamente, promovien- do la acci6n en el plano de las distintas institucio- nes, por ejemplo, organizaciones de radio y tele- visi6n, servicios de prensa, empresas cinemato- graficas, etc.

ci6n comprende el establecimiento y desarrollo de una infraestructura para la difusi6n de infor- maci6n, el marco juri'dico y administrativo de los sistemas de comunicaci6r1, el establecimiento y utilizaci6n de los medios de comunicaci6n y los de participacidn pública y retroacci6n, la crea- ci6n de instituciones profesionales y la formaci6n de personal. necesidades de los usuarios y basarse en una la- bor de investigaci6n. tura de telecomunicaci6n de modo tal que atienda

fi

Lato sensu, la planificaci6n de la comunica-

Los planes deben ajustarse a las

Se disefiara una infraestruc

las demandas proyectadas, entre otras, de los medios de comunicaci6n social en sus diversas formas y de la red de transmisi6n de datos entre los centros de documentaci6n y las instituciones cienti'ficas.

La planificaci6n de unos sistemas de comu- nicacibn integrados es tambien un ejercicio pluridisciplinario, que entrafia la intervenci6n de las autoridades de los sectores de la infor- maci6n, la radiodifusi61-1, la educaci6n, la cul- tura, la planificacidn econbmica, las teleco- municaciones, el desarrollo agrfcola y la edu- caci6n sanitaria, asi' como de las empresas de comunicaci6n social y de los profesionales de la comunicaci6n.

Aunque normalmente el establecimiento y desarrollo de sistemas de comunicaci6n re- quiere una planSficaci6r1, no siempre puede ser obvia la necesidad de un plan, ni tampoco re- sultar claros los objetivos a largo plazo, para los encargados de la planificaci6n inicial. Al multiplicarse los sistemas de comunicaci6n. es a menudo necesario declarar los objetivos globales para la utilizaci6n de medios de co- municacibn, especialmente en aquellas socie- dades que esperan mucho de la aplicaci6n de las nue vas tecnologras.

Una caracterfstica importante de las acti- vidades de comunicaci6n en casi todas las par- tes del mundo es la pobreza de los mecanismos de coordinaci6n y planificacidn de los diversos elementos integrantes o para tener en cuenta las complejas interdependencias entre la co- municaci6n y otros sectores de actividad. Dado el rapido desarrollo y difusi6n de los nuevos medios tecnol6gicos de comunicaci6n, -lo cual permite configurar de nuevo la circulaci6n de

1) Unesco,-%forme de la Reunidn de Expertos sobre la administraci6n y el planeamiento de nuevos sistemas de commicaci6n,COM/MD/29, Pari's, 28 de marzo de 1974.

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ideas e influencias en nues tras sociedades -, se estima que los mayores beneficios deriva- dos del tratamiento de la comunicaci6n como sector coherente contrapesarfan holgadamente el costo elevado de los anllisis.

Planificacidn estrategica y operacional

La planificaci6n suele empezar por una decla- racidn de objetivos ¿A d6nde nos proponemos ir? ¿por que? tan sdlo entonces cabra deter- minar cuales serln los rumbos posibles para llegar alli'. Las respuestas dependeran de donde estemos en este momento concreto, es decir, icuAl es nuestro punto de partida?, y esto dltimo queda planteado o contestado por unas investiga- ciones sobre comunicacidn.

Mas alla de las polnicas y en el marco de la pla~ificacidn de la comunicacidn, se han identifi- cado a la vez unos procesos estrategicosl) y de planificacidn operacional2). La planificacidn es- trategica determina los distintos modos posibles de alcanzar unas metas de gran alcance y esta- blece el marco de referencia para la planifica- ci6n operacional, mAs inmediata; traduce los objetivos generales de la polrtica de la comunica- cidn en unos enfoques sistemlticos y en unos ob- jetivos precisos.

Como las decisiones concernientes a la apli- cacidn y a las estructuras de las tecnologjlas de comunicacidn han de ejercer efectos durante mu- chos aflos, es importante que se tomen en el mar- co de un plan estrategico a largo plazo. Por ejem- plo, la introduccidn de la televisidn en un pars; el establecimiento progresivo de una red terres- tre de comunicaciones; la eventual utilizaci6n de la comunicacidn por satelite; la creacidn de in- dustrias del papel, de la imprenta o electrdnicas, todo ello determina el futuro a largo plazo de la comunicacidn en un pars. Anslogamente, las de- cisiones relativas al regimen jurfdico, las finan- zas y las responsabilidades p6blicas de los me- dios de comunicacidn pueden tambien condicionar en tal medida las prlcticas futuras que haya que tomarlas no s610 teniendo en cuenta las polrticas generales, sino tambien dentro del marco de un planeamiento estrategico que procure encaminar el desarrollo de la comunicaci6n hacia los fines deseables de la sociedad y al mismo tiempo evita- tar toda duplicaci6n y despilfarro econ6mico in- debidos.

Debido a las diversas tradiciones, idearios y aspiraciones de las diferentes sociedades no se considera posible en esta etapa establecer mode- los generalizados para la elaboraci611 de planes estrategicos en el sector de la comunicaci6n.aun- que se sugiere que el futuro trabajo de investiga- ci6n se oriente hacia esa posibilidad.

metralmente opuestas entre las que cada pars pue- En general, se observan dos posiciones dia-

de escoger posiciones intermedias: - la intrusi6n del planeamiento en los servicios

de comunicaci6n exclusivamente cuando la aparici6n de nuevas tecnologi'as requiera re- glamentaci6n y definici6n, o cuando se nece- siten amplios y nuevos servicios de comuni- caci6n que una economfa de mercado no pro- porcionari'a; - el planeamiento integrado y centralizado del sector de comunicaci6n en todas sus dimen- siones como una parte esencial del proceso polrtico y de edificacidn estatal. En realidad, el planeamiento estrategico de

la comunicaci6n se efectuara bajo ciertas sujecio- nes que actúen en mayor o menor grado de todas las sociedades. Una dificultad que encuentran los planes estrategicos a largo plazo son los rapidos cambios en la tecnologfa y en las actitudes de los usuarios. Otra dificultad es que los fines, los ob- jetivos y las funciones sociales de la comunicaci6n pueden requerir modificaciones en unas condiciones econ6micas y sociales en evoluci6n. Una tercera dificultad procede de que la comunicaci6n inevita- blemente implica una combinaci6n de iniciativas públicas y personales. Con gran frecuencia, se presentan mdltiples objetivos. Los medios de co- municacidn no proporcionaran simplemente un ser- vicio o un producto concreto, sino que tendran que aceptar gran variedad de peticiones desde los pun- tos de vista econ6mic0, social, polrtico y creador. Por consiguiente, se han ideado procedimientos de planeamiento para atender esta variedad de objeti- vos y para tener en cuenta los adelantos tecnolbgi- COS futuros.

Al mismo tiempo, se subraya que esas suje- ciones no deben constituir un argumento hasta el punto de que los gobiernos y las empresas de los medios de informaci6n menosprecien 0 rechacen la importancia del planeamiento estrategico, ya que de otra forma se planteari'a una situacidn en la que se contraen obligaciones a largo plazo sin tener debidamente en cuenta sus 00 nsecuencias. Esas decisiones requieren un examen público y una eleccidn deliberada yno pueden dejarse por completo a la iniciativa de los ingenieros, los ju- ristas u otros especialistas.

1) La expresidn "planificacidn estrat6gica" tie- ne, sobre todo en el contexto de la planifica- ci6n de la comunicaci6n, una cierta connota- cidn de manipulacibn, o por lo menos de po- sibilidad de manipulacibn. Ahora bien, como no cabe negar esta posibilidad, es preferible conservar la expresibn, pese a esa connota- cibn, con objeto de reflejar mAs adecuada- mente la situacidn real.

2) Unesco, Reunidn de Expertos sobre polrticas y planeamiento de la comunicaci6n,COM/MD/24, Parfs, 1973.

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Existen decisiones de planeamiento estrategi- CO vital que afectan directamente el planeamiento operacional, a saber: los proyectos a corto plazo con repercusiones de largo alcance, tales como los que atarien a la formaci611 y a la investigacih, a la integraci611 de las comunicaciones, en la edu- cacibn, a la creacidn de centros de formaci6n pro- fesional, al establecimiento de facultades de co- municaci6n en las instituciones docentes, a las disposiciones, no s610 para el empleo de la tecno- logia en la educaci6n, sino tambien para inculcar una mejor comprensi6n de la comunicacidn y la capacidad de expresarse por medio de la tecnolo- gfa moderna. ciones basicas que seran efectivas en los anos venideros.

El planeamiento operacional traduce las poli- ticas y los planes estrategicos en movilizacidn de recursos materiales y humanos, en estructuras administrativas y operacionales, en categorras de produccidn de programas y en formas de interven- ci6n que van mas alla del proceso de produccidn- distribuci611 (coordinaci6n con otros organismos, recepcibn, retorno de informacidn). Ese planea- miento abarca la contratacidn y la formaci6n de personal y la cooperaci6n con especialistas O ins- tituciones que pueden prestar servicios esenciales: institutos tecnol6gicos, industria, servicios de es - tadi'stica e investigaci6n, etc.

El planeamiento estrategico y operacional es un proceso continuo y no meramente la redaccidn de planes que se consideran definitivos. Mientras que se aplica un plan se est5 preparando el siguiente y existe un retorno continuo de informacidn entre esta preparacidn y la ejecucidn real en funcidn de la evolucidn de las necesidades y las tecnologras. Evidentemente, eso constituye una responsabili- dad primordial de la "administracich" pero a SU vez esta necesita el asesoramiento y la orienta- ci6n de los planificadores profesionales de la co- municacidn.

En teori'a, serfa muy satisfactorio que la ac- cidn se desarrollara sucesivamente con arreglo a estas etapas: polfticas, estrategias, planea- miento operacional, presupuesto. Sin embargo en la realidad, el planeamiento y la aplicacidn operacional pueden preceder a la formulacidn de polfiicas, La aparicidn de nuevas tecnologras, particularmente notable en la esfera de la comu- nicacidn, las iniciativas de potentes empresas, tanto ptíblicas como privadas y engendradas en el exterior, y las necesidades inmediatas de las re- des de comunicacidn para extender su influencia y mejorar su calidad, conducen a acciones en las que nunca se han tenido en cuenta los efectos a largo plazo. Con frecuencia, los ingenieros y los organismos reguladores no comprenden que sus decisiones, tomadas dentro de un contexto limi- tado para alcanzar fines inmediatos, pueden de- terminar el futuro de la comunicaci6n durante

Todo ello requiere contraer obliga-

los decenios futuros. Si el planeamiento opera- cional y las polfticas no se coordinan pueden producirse considerables despilfarros y conflic- tos. En esa relaci6n entre los diferentes aspectos de las polfticas y del planeamiento en los niveles central y operacional, asf como las sujeciones que las polfticas y el planeamiento de la comuni- cacidn pueden imponer en diferentes sociedades, hay un peligro de excesiva subdivisidn. La admi- nistraci6n regional requiere la divisidn del traba- jo y de las responsabilidades pero no en detrimen- to de la accidn efectiva e innovadora. La innova- cidn requiere romper con los compartimientos tradicionales, intelectuales y administrativos. Esto es particularmente importante en materia de comunicacidn.

Es necesario avanzar (en caso necesario cui- dadosamente) desde las practicas presentes hacia las polfticas futuras y las deciones de aplicacidn prsctica. En este proceso, se requiere una re- troaccidn continua entre los diferentes elementos de la cadena polftica-planeamiento-ejecucidn. Si los encargados de las poli'ticas, las estrategias y el planeamiento operacional estan separados unos de otros en cada aspecto importante, los resultados ser5n probablemente contradictorios e incluso contraproducentes.

parte un asunto del que debfan ocuparse los brga- nos centrales de un pars, mientras que el planea- miento y especialmente el planeamiento opera- cional, debfa estar mucho m& cerca del funcio- namiento de las empresas de medios de informa- cidn y por consiguiente, mucho mas descentra- lizado. El planeamiento operacional s610 puede ser hecho por los que tienen la responsabilidad directa del funcionamiento de los medios de comunicacibn. Aun sin negar la importancia de las polfiicas de comunicacibn adoptadas en un 6rgano central, esa divisi611 debe tener en cuenta la complejidad de los procesos de comunicaci6n y la necesidad de incorporar las politicas al fun- cionamiento de cada subsistema.

En el proceso de planificaci6n de la comuni- caci6n surgiran parametros basicos, difi cultades, factores limitadores, zonas de problemas y cues- tiones institucionales. tintas caracteristicas según el medio politico, so- cial y organizativo en el que se lleva a cabo. En las economfas de planificaci6n centralizada, el proceso de planificacidn tiende a adoptar formas distintas en distintos sectores (incluida la comu- nicaci6n) para zonas geograficas diferentes y pa- ra plazos de tiempo tambien distintos: planifica- ci6n a plazo largo, medio y corto. En aquellos paises en los que predominan unos sistemas control y propiedad múltiples, es probable que existan diferentes puntos de interrelaci6n entre los enfoques de planificaci6n estrategica y opera- cional.

Las polfticas de comunicaci6n son en gran

La planificacidn asume dis -

de

Tambien pueden darse las caracteristicas

47

de ambas modalidades, combinadas con los proble- mas especfficos de un pars concreto. En definitiva cada pafs, ya sea desarrollado o en vfas de des- arrollo, ha de concebir su propia estrategia de planificacidn. den hacer planes estrategicos para los medios de comunicacidn social en diversos niveles de la es- tructura y que controle y dirija esos medios, ya se trate de una entidad oficial o privada. Es ca- racterfstico, en cambio, que la planificacidn ope- racional corra a cargo de los propios profesiona- les de los medios de comunicacidn social, normal- mente en respuesta a recomendaciones y necesida- des del público, mientras actdan con arreglo a los parametros polfticos y jurfdicos existentes. Asf pues, en el proceso de planificacidn de la comuni- cacidn, en el plano estrategico y en el operacio- nal, se requiere una buena capacidad de adapta- cidn, que tenga en cuenta y concilie diversos fac- tores limitadores practicas.

LOS sistemas de comunicacidn que persiguen una finalidad educativa, por ejemplo, entranan los siguientes objetivos y necesidades especfficas: planificacidn y control, produccidn y presentacidn, transmisibn, repeticidn o distribucidn, adminis - tracidn y coordinacidn administrativa, direccidn y orientacidn, determinacidn de las respuestas observables y aprendizaje activo, cauces de re- troaccidn y evaluacidn permanente, y mantenimien- to y regeneracidn de todo el sistema. En las dos fases de planificacidn y realizacidn, hay que pro- porcionar cauces, instituciones, organismos y servicios e instalaciones para poder llegar a aten- der todas estas funciones. Al mismo tiempo, es- ta descripcidn de un sistema de comunicacidn al servicio de la educacidn puede resultar tambien iddnea al definir las Consideraciones y conceptos esenciales del proceso de planificacidn estrategi- ca relacionados con la perspectiva global mSs am- plia de la comunicacidn.

Los elementos correspondientes a la planifica- ci6n de la comunicacibn son fundamentalmente simi- lares a los otros contextos y dispositivos de planifi- cacibn yenfoques de gestibn, que pueden observar-. se en todo contexto de planficacidn del desarrollo. Pero lo mas importante es que ello depende dela precisidn con la que se formulen los objetivos en la fase de la planificacidn estrategica, en la cual hay que saber identificar y, en caso necesario, eliminar las contradicciones y las incoherencias.

En esa situacidn pueden surgir a menudo di- versas tensiones. Puede haber una tensidn entre el objetivo econdmico -ser autosuficiente u obte- ner beneficios- y el objetivo social, fomentar cier- tos cambios en las actitudes o en el comportamien- to. Tambi6n puede haber una tensidn entre los objetivos financieros y administrativos : actuar eficazmente con una economi'a de recursos, y las exigencias psicoldgicas y arti'sticas del escritor o del productor, que aspira a tener la maxima li-

Como ya ha quedado dicho, se pue-

bertad posible con respecto a las trabas y presio- nes exteriores.

Las diferencias de orientacidn y anteceden- tes, como las que existen entre distintas unidades y personal que intervienen en diferentes partes del proceso de comunicacidn, pueden provocar tambien tensiones o equi'vocos. Ciertas discipli- nas, por ejemplo, las que entranan actividades de retroaccidn y evaluacidn, tienen una derivacidn tedrica, que a menudo es muy distinta de la del productor O distribuidor. Esto no solamente pue- de provocar una ruptura de la comunicaci6n entre las distintas partes del sistema sino tambien la adopci6n de unos procedimientos inadecuados de concepci6n en los subsistemas.

Tampoco hay que olvidar el factor politico al abordar este tema de la planificaci6n y la reali- zaci6n. A menudo, toman decisiones unas enti- dades polfticas y legislativas que no participan directamente en la cadena de planificaci6n. En todo modelo de proceso de planificaci6n habra que tener en cuenta estos elementos aleatorios.

caci6n de la comunicaci6n mds precisa y coheren- te repercute de un modo radical en la sociedad y en todos los sectores que la integran. El hecho de invitar a los medios de comunicaci6n a promo- ver la integraci6n y el desarrollo nacional puede desencadenar unas exigencias ulteriores en el sentido de dar de hecho una nueva forma al proce- so de desarrollo. La capacidad del público de efectuar una retroacci6n mediante una tecnologfa mas perfecta de la comunicacidn puede suscitar la exigencia de una revisidn del propio sistema politico.

Hay que comprender tambien que una planifi-

Necesidad de datos para el proceso de planificaci6n

Un marco 16gico y realista para un programa na- cional de investigaci ones sobre la comunicaci6n es la secuencia del proceso de planificacidn. Co- m o ya ha quedado dicho en los capitulos anterio- res, las investigaciones sobre comunicacidn pue- den proporcionar una descripcidn de una pauta de comunicaci6n de la sociedad que todavfa no existe en general y, una vez que el Gobierno tenga ensu poder datos podra perfeccionar considerablemen- te su polftica nacional y reajustar sus planes de operaciones y desarrollo mucho mds rigurosamen- te de lo que es posible hoy en dfa.

El proceso de planificaci6n de la comunicaci6n en un pars entrafia las siguientes actividadesl): - compilacidn de datos bdsicos y analisis siste-

matico de las caracterfsticas del pafs en lo

Unesco,COM/NID/ZO y Unesco, Revised Guide- lines for the Economic of National Communica- tion Systems, COM/WS/366, Parrs, febrero de 1974.

1)

relativo a densidad de poblaci6n, limitaciones geogrdficas de la comunicacibn, variedad de las estructuras sociales, ecologfa y agricul- tura, transportes, comunicaci ones, movilidad de la poblaci6n, electrificaci61-1, capacidad in- dustrial, capacidad de la mano de obra, etc.,

actuales en materia de comunicaci6n en el que figuren los medios de informaci6n, modernos y tradicionales, y en el que se analice la di- versidad de las actuales estructuras de la co- municaci6n. En ese inventario ha de figurar tambien el estudio del pdblico y de la manera cómo utilizar los instrumentos de comunica- cibn, etc., - analisis critico de las polfticas actuales o de carencia de esas polfticas de la comunicaci6n que tenga en cuenta aspectos tales como lapro- piedad, los centros de decisi6n, las estructu- ras, etc., - analisis cri'tico de las necesidades de comum- caci6n de cada sociedad, especialmente en re- laci6n con el contexto social y las estructuras actuales en materia de comunicaci6n, y con el uso que se hace de los instrumentos de comu- nicaci6n, - analisis de lo que representa la comunicacidn en todos los aspectos de los planes y pmgra- mas de desarrollo nacional, a fin de determi- nar las necesidades de los programas en el terreno de la comunicacidn y la capacidad de comunicaci6n indispensable para la ejecucidn del plan. Hay que conciliar esas necesidades con los medios y la capacidad de que se dis-

- analisis de las limitaciones que influyen en el desarrollo y las estructuras de la comunicacibn, - definicidn de los prop6sitos y objetivos de las futuras polfticas de la comunicaci6n. Estudio de las necesidades futuras y proyeccidn de las posibles estrategias y de las estructuras concebibles para la preparaci6n de metodos diferentes, teniendo en cuenta las necesidades de personal, equipo, capital, investigaci6n y formaci6n, en la medida correspondiente a los valores y los objetivos de la sociedad,

- analisis de la importancia econ6mica, sociai cultural y educativa de las posibles estrate- gias y estructuras de la comunicaci6n y, a ba- se del inter& mayor o menor que presentara, selecci6n de las necesarias para poner enprgc- tica los planes y los programas, - programaci6n del desarrollo general de los sistemas de comunicacidn con una secuencia 16gica que corresponda a las necesidades que se supone existiran en las actuales y futuras condiciones, como un aspecto de la polfticay la planificacidn del desarrollo nacional.

- elaboraci6n de un inventario de los recursos

pone,

En primer termino, se puede suponer que en la mayor parte de los paises, existe ya una gran

cantidad de datos bdsicos reunidos por las ofici- nas del censo, los servicios de estadi'sticas, los servicios geograficos y geol6gicos, los ministe- rios de educaci6n, agricultura, sanidad, etc. La selecci6n de los datos tomados en esas fuentes asi como el cotejo de los adecuados para la plani- ficaci6n de la comunicaci6n junto con un segundo analisis de esos datos desde el punto de vista de la comunicaci6n serdn aspectos importantes de la investigaci6n en este dominio. Los datos so - bre los sistemas de comunicaci6n s610 tendrdn verdadero sentido cuando esten correlacionados con la estructura demogrdfica y fkica del pais de que se trate.

La elaboraci6n de un inventario de los recur- sos de cada pai's en materia de comunicaci6n con el fin de establecer un cuadro completo de las co- rrientes de la comunicaci6n en la sociedad- es el punto de partida de todos los demds estudiossobre los diferentes factores que rigen el proceso de la comunicaci6n. Ese inventario proporcionar& las bases estaticas para el estudio de la dinamica del sistema. Sin ese esquema de conjunto, los traba- jos de investigaci6n careceran de perspectiva y las decisiones sobre politica estardn basadas en una apreciaci6n superficial de los resultados pa- sados, la capacidad actual y las futuras posibi- lidades.

Ese inventario tiene que ser a la vez cualita- tivo y cuantitativo. Es importante que figuren en 61 datos empfricos de caracter estadfstico y des- criptivo sobre lo siguiente: - instituciones de producci6n y distribucibn, aspectos financieros, personal, equipo, di- fusi6n y alcance, clasificadas por medios de informaci6n (radio, TV, prensa, etc. ); for- mas de gesti6n (pública, privada, etc.), pro- cedencia de los ingresos (licencias, publici- dad, etc.),

en el espacio y en el tiempo, y clasificada en grandes categorias (noticias, recreo, edu- caci6n, publicidad, etc. )I),

- consumo, medido según el tiempo dedicado a los medios de informacidn y clasificado se- gún las variables demogrdficas de la sociedad. En la mayorfa de los parses, se dispone de

datos sobre muchos de esos aspectos de la estruc- tura de la comunicaci6n, pero rara vez se han re- cogido en conjunto para formar un cuadro comple- to de la totalidad de los recursos del pafs en esta materia. Un ejemplo serfa el caso de algunos pak ses en los que resulta fdcil encontrar estadfsticas de difusi6n de la prensa, pero no hay dados com-

- produccidn de esas instituciones, calculada

1) Unesco, Report of Meeting on Typologies of the Content of Radio and Television Material, Budapest 1973, y Unesco, Meeting on Statistics for Radio and Television, Parrs, abril de 1974.

49

pletos sobre la estructura ecori6mica de los me- dios, de comunicaci6n social; esta Última informa- ci6n econ6mica serfa importantfsima para el es- tudio crftico de las poli'ticas actuales de comuni- caci6n.

pilaci6n de datos, el programa de investigaciones sobre la comunicaci6n habra de estudiar en rela- ci6n con las actuales poli'ticas de la comunicaci6n

Como parte de la labor de planificaci6n ycom-

siguientes cuestiones : ¿Quienes son los propietarios de las institu- ciones de los grandes medios de informaci6n?

¿Cual es la forma de esa propiedad? ¿Hay dispersidn o concentraci6n? que poseen diversos medios de informaci6n? Hay empresas organizadas sobre bases an6-

nimas o sobre bases nominales? Cual es la fuente de recursos? L Es en su

mayor parte comercial, oficial, O de ambos tipos y, en este lgltimo caso, en que propor- ciones? ¿Los fondos proceden s610 de la pu- blicidad o hay otros elementos tales como sub- venciones, desgravaci6n de impuestos, etc. ? ¿Qu6 origen tienen los fondos? extranjero? Hay una fuente predominante de recursos? ¿Quien decide en el medio de informacidn con- siderado que se comunicara y ia forma enque se difundira, es decir, propietarios, directo- res, especialistas? ¿Que valores reconocen los propietarios, di- rectores y especialistas de los medios de in- formacidn y cual es su actitud respecto al des- arrollo? ¿Quien toma las decisiones de "publicar o no publicar" y de "dar importancia o no dar im- portancia" y en qu6 normas o criterios se ba- sa para hacerlo? En comparacidn con los profesionales de otras actividades nales de los medios de informacidn? ¿Cual es el metodo para contratar, cual es el tipo de formacidn (oficial o no oficial) de los profesionales de los medios de informaci6n, de que modo parecen influir esos factores en sus actividades y comportamiento con respec- to a la comunicacidn diaria? Una vez compilada la informacidn sobre facto-

Son nacionales, extranjeros?

L Hay empresas

¿Nacional,

*

cdmo se remunera a los profesio-

res tales como la propiedad, fuentes de financia- miento, funcionamiento y decisiones sobre la poli'- tica que haya de seguirse (que se toman diariamen- te en los diferentes niveles de los medios de infor- macidn), el siguiente paso importante de la inves- tigacidn -en el marco de la compilaci6n de datos para la planificaci6n- sera analizar el contenido de los mensajes emanados de tales instituciones. La regularidad de la orientacidn de su contenido ayudara a identificar los objetivos reales de lapo- lfiica de la comunicacidn. Ese analisis permiti-

rfa descubrir las tendencias de la opini6n y de la informacidn que podri'an ser comparadas despues con las polfticas declaradas y con los objetivos del desarrollo nacional.

En el estudio crftico del contenido de la infor- maci6n y con el fin de lograr una indicacidn mas completa de los lazos entre la poli'tica de comuni- caci6n enunciada y la practicada, parecen ser mas importantes las siguientes esferas de ana- lisisl) :

La comunicacidn est5 o no orientada hacia el desarrollo o hacia el subdesarrollo; natura- leza y proporciones de la comunicacidn ("irn- portante" o "trivial"). Funcianes de socializacidn: ¿Qu6 tipos de normas y valores enseflan ("refuerzan O dis- cuten) a la poblacidn los medios de comunica- cidn y en qu6 medida su papel esta vinculado con el desarrollo: cdmo alientan o desalien- tan al prLblico para que tenga ciertos compor- t ami en t os ? Integracibn: a la cohesidn de la sociedad y a la unidad na- cional? Espi'ritu de innovacidn: ¿Los medios de CO- municacidn incitan a su pfiblico al conformis- m o o al espiYitu de innovacidn? Compatibilidad: ¿Suministran los medios al plrblico mensajes adaptados a su cultura y a sus tradiciones o le orientan en otras direc- ciones (valor es impli'citos -por muy sutilmen- te que sea en la televisidn e historietas c6mi- cas, noticias, etc.)? Mercantilismo: ¿Incitan a la gente -por me- dio de la publicidad, las noticias y otros ma- teriales- a tener comportamientos excesivos en materia de consumo? Si es asi', ¿cuales son las consecuencias probables de ello en el des arrollo? Antes de que se pueda definir una poli'tica na-

contribuyen o no esos medios

cional y elaborar un plan nacional de comunica- cidn, la investigacidn habra de dar una respues- ta a toda una serie de cuestiones compiladas. El problema se puede reducir al de las limitaciones -interiores o exteriores al pai's- que influiran en la poli'tica y en las orientaciones posibles del des- arrollo de la comunicacidn.

vel nacional son: Los obstaculos que se han de estudiar al ni-

Las limitaciones de caracter econdmico al

El analisis del contenido no bastara para de- terminar todos los factores y deberg ir acom- panado de una comprobacidn de las preferen- cias del público con los diversos medios de comunicacidn y mensajes. AdemBs, la inves- tigacidn que compare los sistemas de valores del p6blico con los comunicados por los drga- nos de informacidn establecerra un paralelo importante para el estudio.

- 1 )

50

desarrollo de los drganos de informacidn, nivel de inversiones en el sector de la comu- nicacidn que es posible alcanzar dentro del plan econdmico nacional, personal capacita- do y otros recursos humanos de que se dis- pone; polftica de importacidn y exportacidn de equipo y de materias tal como el papel, etc. Problemas de interfaz de infraestructura ta- les como el cardcter y la capacidad de las redes de telecomunicaci6n, la electrificacih; los servicios de conservaci6n; la capacidad de la industria nacional de producir materia- les de informaci6n como los aparatos de te- levisi6n y de radio, etc. Limitaciones de lhdole social y poli'tica; gru- pos lingtlfsticos, nivel de alfabetizacibn; antagonismos religiosos,&nicos, etc. Hay otros factores limitativos poderosos que

influyen, por decirlo asi', desde el exterior, en la poli'tica nacional. Pueden reunirse bajo el nombre generico de "factores limitativos extra- nacionales" y aunque se hayan de determinar en el plano nacional, requieren ser estudiados por especialistas de la comunicacidn en el plano internacional (vease el Capi'tulo II). Se trata de problemas tales como: las normas tecnicas, el poder monopolhtico de la inversibn, el derecho de autor y de ejecucidn, la atribucidn de frecuen- cias, los servicios telegrsficos y de las agencias internacionales de informacidn, la composicidn del trafico internacional de las comunicaciones, radiodifusi6n y televisidn extranjeras, etc.

El inventario descriptivo de los diversos as- pectos de la comunicacidn social no se ha de for- mar de una vez para siempre sino que ha de ser puesto al di'a a intervalos regulares con objeto de indicar las tendencias y los cambios. cias se han de senalar junto con los nuevos datos y se han de registrar cada vez que se considere apropiado.

La reunidn de datos para ese inventario se harsforzonamente sobre todo a un nivel nacional, pero es indudable que facilitara tambien una base fitil para compilar los datos indispensables para la investigacidn a nivel internacional. A este res- pecto, es probable que organizaciones internacio- nales, como la Unesco 21, organizarh una com- pilaci6n de los datos nacionales recogidos con objeto de constituir un inventario internacional de hechos bisicos comparables en materia de comu- nicaci6n social.

-

-

Las tenden-

Aspectos econdmicos y financieros de los servicios de comunicacidn. Evaluacidn econdmica de los sistemas de comunicacidn

Como sabemos, para ser eficaz, una buena inves- tigacidn en materia de planificacidn y poli'tica de la comunicacidn ha de tener en cuenta todas las

I

variables que intervienen en la decisidn. Ninguna conclusidn es determinante. Por esta razdn, co- m o ya ha quedado dicho, esa labor de investiga- cidn es intrlhsecamente pluridisciplinaria. Las decisiones fundamentales sobre la i'ndole de los sistemas de comunicacidn dependen de elementos de la psicologfa, la sociologfa, la economfa, las ciencias polfticas, la teori'a de la organizacidn, la tecnologi'a y las ciencias ffsicas asi' como de unos juicios sobre los valores sociales.

Es cierto que los valores y la filosofi'a social desempefian un papel m8s importante en este tipo de investigacidn que en otros tiempos. Tambien es cierto que la economi'a y los estudios tecnicos deben desempefiarlo del mismo modo. La econo- mi's es la ciencia de la asignacidn de unos recur- sos escasos, y todo enfoque o esfuerzo de plani- ficacidn es una asignacidn de recursos escasos entre unos objetivos que compiten entre si'. Lo que es, o sers, tecnicamente posible constituye asimismo un elemento esencial al abordar el pro- blema de una buena planificacidn de las comuni- caciones.

Desde 1971, la Unesco ha preparado sistems- ticamente unas directrices y las ha sometido ini- cialmente a prueba en diversos parses selecciona- dos, con fines de evaluacidn econdmica y planifi- cacidn de los sistemas de comunicacidn nacional11 En este caso como en otros, la hipdtesis de tra- bajo esencial ha consistido en que, hoy en di'apin- gtín pai's puede descuidar el funcionamiento de su sistema de comunicacidn.

De un modo simplificado, se considera que al economista le incumbe una tarea de transforma- cidn en la que: a) los datos y b) los juicios de va- lor intervienen como factores para conseguir unos resultados (productos) que consisten en: c) unos objetivos econdmicamente medibles y d) otros ob- jetivos relacionados con la sociedad.

juicios de / \ d) valor

objetivos econ6mi- camente medibles

otros objetivos relacionados con la sociedad

Unesco. Propuestas para un programa de investiga- ciones sobre la comunicación, COM/MD/PO. 1971, Anexo I, páginas 1-3, se presentauna investigación de las principales sugerencias ("listas de indicado- res"), que se divide en tres partes: I. Sistemas de producción y de difusión; II. Contenido dela infor- mación; III. Consumo yutilización, comprendiendo cada parte una propuesta relativa alas estadisticas basicas cuantitativas y unas secciones suplementa- con datos no cuantitativos y propuestas de investi- naciones comnlementarias. I

Unesco, Economic Evaluation of National Communi- cation Systems, COM/WS/366, 1974.

51

La tarea mas simple es una evaluacidn econdmi- ca basada en unos datos para conseguir unos re- sultados en la esfera econdmica (a c). Ahora bien, en el contexto de la planificacidn y la poli'- tica de la comunicacidn, predomina la tarea de transformacidn mas compleja: (a + b) (c + d). La falta de una teorfa tradicional para abordar esta labor plantea una estimulante oportunidad.

Por sf solo, el economista no puede escoger de entre los varios objetivos que cabe asignar a la comunicacidn. Su labor queda determinada por un orden de prioridad previo de los objetivos. Sin embargo puede contribuir al proceso de seleccidn precisando cuales van a ser las repercusiones de un rumbo de actuaci6n propuesto. A menudo, los objetivos no destacan como indicadores de la orien- tacidn futura sino que son gufas operacionales in- teriorizados que se derivan de una actividad ante- rior. Por ejemplo, en el mismo caso de los ser- vicios de comunicacidn, los objetivos se pueden expresar con arreglo a un aumento de la diversi- dad de las fuentes de informacidn, de una transmi- sidn por radio o televisidn mas flexible y economica de una ampliacidn de las posibilidades de eleccidn para el usuario, o de unas mayores oportunidades de participacidn entre ellos.

En terminos econdmicos precisos, la evalua- cidn de los medios de comunicacidn no plantea un problema especial cuando los ingresos totales ob- tenidos bastan para sufragar los costos totales in- cluidos unos beneficios adecuados del capital. En tal caso, el proyecto de comunicacidn reunira los requisitos pertinentes si su rentabilidad es supe- rior a un nivel determinado, estipulado por las autoridades de planificacibn.

Ahora bien, en muchos casos, hay una dispa- ridad entre los costos totales y los ingresos obte- nidos con las ventas, los derechos de licencia0 la publicidad, porque los precios o licencias se fijan en un nivel que se aparta del obtenido por medio de los mecanismos de mercado. Esto se debe a que, a menudo, los gobiernos se interesan por lo- grar el acceso mas amplio posible a los medios de comunicacidn, debido a su vertiente de servicio pdblico, sin embargo, el elemento dominante de la mayorfa de los medios de comunicacidn es el de consumo o recreativo. Si los elementos supues- tos de servicio pdblico justifican ese apartarse del equilibrio o del nivel de mercado y por consiguien- te, unas consignaciones presupuestarias para enju- gar el deficit de ingresos consiguiente, cabra con- siderar los ingresos obtenidos directamente por los medios de comunicacidn como el equivalente en valor de su vertiente de consumo o recreativa. En tal caso, la evaluacidn econdmica de dichos medios pasa a ser esencialmente una comparacidn entre los beneficios econdmicos y sociales de su vertiente de servicio pdblico, por un lado, y el VO- lumen de la subvencidn pdblica, por otro.

Se propone la siguiente clasificacidn:

- efectos econdmicos que pueden suscitar aumen- tos directos de los ingresos nacionales, por ejemplo, servicios de extensidn agrrcola: en principio se pueden medir, ya sea calculando el efecto de los ingresos o bien los costos aho- rrados; efectos econdmicos que traen consigo una me- jora de los factores de produccidn, por ejem- plo, programas de educacidn y sanidad: sula- mente se podrfan medir en el caso de que que- pa establecer un concepto bien definido de los distintos costos ahorrados; en la vertiente de la produccidn, el problema equivale a evaluar otras inversiones de sanidad o educacidn; se han establecido metodos al respecto, pero no tienen todavh una aceptacidn universal;

- estan, por dltimo, los efectos econdmicos y sociales, cuya medicidn no solamente queda obstaculizada por la escasez de datos adecua- dos, lo cual es un problema general, sino por la inexistencia total de una metodologfa para medir sus efectos de un modo que puedan uti- lizarse en un razonamiento econdmico; y po- siblemente las mejoras de la administracidn pfiblica, de la integracidn nacional, de la cali- dad de la vida urbana, etc. ; se trata de los valores sociales residuales de la comunicacidn, que habra que cotejar con las subvenciones, excluidos los efectos econdmicos medibles. Procede destacar que los lfmites del analisis

econt~mico, tal como han quedado esbozados, no son fijos sino que se pueden ampliar, estableciendo nuevos metodos para determinar los beneficios en terminos econdmicos coherentes, por un lado, y mejorando los datos de otros sectores,pOr otro., De hecho, la falta de datos adecuados para deter- minar el valor de los parametros cruciales es el principal obstaculo que se opone a que el econo- mista desempene un papel mas importante en la evaluacidn econdmica de los proyectos de comu- nicacidn.

Dada la actual inexistencia de conocimientos completos y sdlidos en este campo unida a la di- ficultad de medir los productos de la comunica- cibn, el analista tendra que recurrir a los mejo- res metodos de trabajo y conseguir la informa- cidn y los datos dptimos de que pueda disponerse. Las fuentes probables de datos para los aspectos relacionados con las condiciones mesoldgicas, so- ciales o macroecondmicas son las oficinas nacio- wales de estadfstica, las organizaciones de pla- nificacidn y los ministerios competentes para pro- porcionar la informacidn mas completa que se requiere sobre educacidn, tasas de alfabetizacidn e infraestructuras. A menudo, los datos macro- econdmicos sobre produccidn e ingreso nacional, asf como sobre la distribucidn de los ingresos, se podran encontrar en informes de los organismos internacionales como la Unesco, el Banco Mun- dial o alguna de las instituciones analogas.

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52

Las fuentes mls probables de datos sobre la historia, la situacidn y la evolucidn de los diver- sos medios de comunicacidn son el Ministerio de Informacidn, las administraciones de esos medios, las organizaciones profesionales y las universida- des o centros privados de investigacidn. gencias de publicidad pueden ser tambien una fuen- te importante de datos, especialmente sobre la utilizacidn de los medios de comunicacidn social, la distribucidn de los ingresos y los hlbitos de gasto. Cuando los medios de comunieacidn sean de propiedad y organizacidn privadas, pueden sur- gir problemas derivados del gran ndmero de em- presas. Un modo posible de tratar esta cuestidn consiste en examinar si estos medios estan obli- gados por la ley a presentar en algh modo unos informes públicos y en continuar la bdsqueda has- ta entrar en contacto con asociaciones profesio- nales, institutos de investigacidn, y tambiCn le- yendo las revistas del ramo. datos contrapuestos procedentes de fuentes distin- tas suelen ser menos perniciosos que unos datos no comprobados de una sola fuente, que mas tar- de resulten falsos.

Cabe diferenciar tres tipos de elementos que necesitan tomar los economistas de otros secto- res para poder aportar su propia contribucidn:

Las a-

En general, unos

- E n primer lugar, el economista necesita unos objetivos claros y una indicacidn de su jerar- quh; cuanto mejor formulados estCn los ob- jetivos normativos en los distintos sectores y mls claramente formalizados, tanto mayor sera la posible contribucidn del economista (o del analista de sistemas).

- E n segundo lugar, el economista necesita una amplia gama de datos para poder evaluar las necesidades en materia de comunicacidn y la viabilidad de las distintas propuestas posibles; como la comunicacidn esta a caballo de todos los sectores de la sociedad la gama de datos necesarios es muy amplialj. Por dltimo, se asigna especial importancia a los datos que indican la eficacia de los distin- tos medios de comunicacidn en lo que se re- fiere a alcanzar sus objetivos de servicio pd- blico en distintos sectores y en condiciones variables; esos coeficientes de eficacia son los parlmetros cruciales para traducir los efectos de la comunicacidn en unas fuentes econdmicamente pertinentes; la deduccidn de tales coeficientes es una tarea urgente en la labor de investigacidn sobre comunicacidn y. hasta que no se disponga de los resultados co- rrespondientes, constituir5 un nudo de estran- gulamiento a efectos de evaluar econdmica-

Puede verse una lista muy completa de los da- tos pertinentes en Unesco, _Revised Guide- lines for the Economic Evaluation of National Communication Systems, COM/WS / 366.

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1)

mente de un modo adeauado los proyectos de comunicacidn.

Bases de la adopcidn de decisiones

Las decisiones que entraPran cambios fundamenta- les de las actitudes y el comportamiento de ungran ndmero de personas, la adquisicidn de conocimien- tos especializados complejos y la inversidn en ins- talaciones y material y equipo oneroso entradan a menudo unos rumbos de actuacidn que tienen muy poca flexibilidad intrfnseca, En tales casos, es muy importante dedicar al analisis , el tiempo y los recursos adecuados, y obtener, y evaluar con respecto a unos objetivos cuidadosamente especi- ficados, toda una serie de variantes posibles.

Uno de los modos de definir el proceso de re- solucidn de problemas puede ser el siguiente:2)

Definir el problema

Fijar las metasz) Analizar las Analizar el inventario y los objetivos3) operaciones de los recursos y

en cursol) posibilidades

Detel-minar unas estrategias 5)

Determinar los factores limitadores

del sistema (internos y externos)

Llevar a cabo estudios de viabilidad

Determinar si procede: a) seguir adelante con los

sistemas existentes b) modificarlos c) concebir otros nuevos

1 ) Metas de crecimiento o actuación autoimpuestas. 2) Objetivos considerados como la situación deseable, con unas indica-

3) Estas operaciones entrañan una descripción detallada de la circulación ciones cronológicas para su consecución.

de fondos, materiales, servicios, ideas, productos e información por toda la organización, y los tipos de operaciones correspondientes.

4) Las estrategias visualizan el pasado y se remontan al presente. 5) Necesidades que debe atender la organización para poder colmar las

aspiraciones.

2) Unesco COM/WS/369. Op. cit., p8g. 7.

53

En este marco, que comprende las caracteri'sti- cas, los factores limitadores, los recursos y las necesidades del sistema, es posible estudiar los problemas y estructuras de modos muy distintos: funcional, geografico, operacional, de manteni- miento, de crecimiento, cauces de adopcidn de decisiones, etc.

Hay diversas tecnicas analrticas que pueden utilizarse para determinar unas configuraciones dptimas o cuasi-dptimas de cada una de las gran- des variantes. NarmalmenteJo que astg en juego es O bien una produccidn maxima con un conjunto fijo de recursos o bien una utilizacidn mihima de los recursos con una produccidn dada del sistema. Las mas de las veces, serd esto filtimo lo queocu- rra, y el analisis revestira la fdrmula de una re- duccidn al "imo de los costos con arreglo a los factores existentes, que cabe considerar en seme- jante analisis que son los siguientes: - infraestructura existente: medios de comuni-

cacidn social y telecomunicaciones, con obje- to de evitar la duplicacidn y la existencia de servicios e instalaciones repetidas; - preferencias en el tiempo: tanto los gastos como la produccidn derivados de las varian- tes previstas, las mas de las veces se trata- rzln utilizando tasas de descuento bancario O social, que incorporan la secuencia de bene- ficios o desembolsos netos de una sola cifra, llamada valor neto actual de las variantes sugeridas ;

- preferencia o aversidn, por parte de los res- ponsables de adoptar las decisiones o de los patrocinadores del proyecto, por cuanto al- gunas de las variantes con las que se enfren-' tan pueden entraflar un grado mas alto de in- certidumbre o de desenlace eventual o resul- tar especialmente atractivas por razones que sean econdmicas. En estos cdlculos se utili- za un modelo de probabilidad que selecciona el rumbo de actuacidn que produzca el valor maxim0 previsto de la produccidn (o el costo previsto mihimo), teniendo en cuenta que los responsables pueden sentirse potencialmente reacios a incurrir en grandes perdidas (o a una discrepancia muy acusada con respecto a los resultados perseguidos) por muy peque- m que sea la probabilidad de que ocurra es- to. Se trata de un metodo para incorporara1 proyecto un seguro contra catastrofes, que aumenta el conocimiento por el responsable de la no consecucidn de los objetivw fijados y puede identificar los posibles beneficiarios y vi'ctimas de unos rumbos de actuacidn que no se ajusten al previsto; utilizacidn de precios ficticios o contables, basados en el costo de oportunidad o en unos calculos de los beneficios y las aplicaciones posibles, asignando un valor a los recursos que se estiman mas representativos que el

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precio del mercado. Un hombre de negocios utiliza los precios de mercado para calcular la ventaja relativa a diversas opciones. Los costos y beneficios desde un punto de vista macroecondmico nacional o de desarrollo pue- den, sin embargo, no coincidir con la evalua- cidn del crecimiento y la rentabilidad de un proyecto aislado. Desde el punto de vista de la polrtica central, cabe preferir ocupaciones de gran densidad de mano de obra a otras de gran densidad de capital, o los productos na- cionales a los importados. Se requiere un se- gundo tipo de reajuste mediante la fijacidn de unos costos de oportunidad cuando un proyec- to, debido a su tamaflo y repercusiones, mo- difica la estructura dominante de los precios de mercado. Se produce un tercer tipo de re- ajuste cuando ciertas variantes repercuten en la eficacia de otras actividades econdmicasde la sociedad en un sentido beneficioso o perni- cioso (factores exteriores). Las tdcnicas adicionales que cabe utilizar en

un analisis econdmico son las siguientes: proyec- ciones de la demanda de diversos servicios y pro- ducciones del sistema de que se trate, previsiones tdcnicas (ritmo previsto de progreso tecnico y sus consecuencias para la utilizacidn, los costos y la flexibilidad del sistema), presupuestos, capital y administracidn de la corriente de caja (con objeto de determinar la viabilidad financiera tomando co- m o base las tasas de rentabilidad autoimpuestas y las exigencias de liquidez).

El enfoque del sistema global presupone que el analista puede recorrer de modo ordenado las diversas Oses de esta operacidn. Ahora bien, a menudo no existirh unos objetivos precisos (plu- ralidad de objetivos parcialmente contradictorios, desconocimiento por el momento de la clientela bltima) o bien resultara imposible identificar unos rumbos de actuacidn totalmente distintos a efectos de comparacidn analitica (datos inexactos o inexis- tentes, medidas imprecisas o deformadas de cier- tos tipos de desenlace). Ademds, el gran nbmero de variantes que hay que analizar, unido a la difi- cultad de llegar a un consenso sobre unos objeti- vos especificos hacen que este tipo de analisis si- ndptico antes descrito resulte indebidamente com- pleto, oneroso y lleve mucho tiempo.

Ahora bien, sera preciso tomar decisiones de cierta trascendencia incluso en las condiciones m8s difi'ciles. Para hacer frente a tales situacio- nes, se ha creado, principalmente en el mundo de los negocios, toda una serie de tecnicas analfticas que se conocen con el nombre de analisis de las decisiones. El centro de esta tecnica es la propia decisidn, y resulta de extrema utilidad en aquellas situaciones en las que ''unos acontecimientos que imponen la accidn" hacen que la decisidn y la gama de posibilidades queden fuera del control del analis- ta. Este metodo tiene un caracter incremental o

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secuencia1 en su aplicacidn, y sacrifica la eficacia para poder obtener una mayor flexibilidad al evitar el peligro de incurrir en grandes perdidas. Su ins- trumento mas poderoso es la formulacidn "bayesia- na" de la probabilidad matematica, que permite tomar explrcitamente en consideracidn las incerti- dumbres inherentes al desenlace de un rumbo de actuacidn dado.

Gracias a un ulterior perfeccionamiento de la tecnica, que recibe el nombre de "teorTa de la uti- lidad", el analista puede incorporar los juicios de valor del responsable de tomar las decisiones, -es decir, el interes que puede tener para 61 un desen- lace dado- en el analisis probabilrstico de las de- cisiones.

de adopcidn de decisiones rebase el proceso de analisis en materia de planificacidn de la politica de la comunicacidn, puede resultar dtil el siguien- te "atajo tedrico":

Por dltimo, cuando es probable que el proceso

- determinar la importancia econdmica compa- rada del sector de la comunicacidn en la eco- nomra y de los medios de comunicacidn social en ese sector; reajustar esta ponderacidn aproximada median- te unas escalas diferenciadas en funcidn de las repercusiones sociales, la funcidn de servicio pdblico, la contribucidn a la consecucidn de las metas del desarrollo o los servicios educativos que proporcionen los medios de comunicacidn social de que se trate: esbozar una historia comparada del crecimiento y unas previsiones sobre las extrapolaciones de las intenciones, la demandayla oferta; en este contexto, es preciso comprobar la capacidad actual de cada uno de los medios en cuestidn; determinar la contribucidn comparada en ter- minos de valor madido en la economra nacio- nal y en funcidn del intercambio internacional correspondiente a cada medio;

- reajustar este cSlculo mediante una escala co- rrectora en funcidn de criterios socíopolrti- COS, culturales y educativos; comparar la eficiencia (comprobacidn de la productividad relacionada con la produccidn) y la eficacia (comprobacidn de la produccidn relacionada con los objetivos), tanto en el marco operacional como en el mas general de la sociedad;

- enumerar, agrupar (es decir, interrelacio- nar), programar en el tiempo y fijarelcosto de las medidas normativas, incluidos los in- centivos y fi-enos, las reglamentaciones, la accidn directa, etc., que ofrecen mss proba- bilidades de mejorar la consecucidn de los objetivos y la realizacidn, en el marco POLI- tico y socioecon6mico existente.

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Planificacidn de unos sistemas integrados de comunicacidn social

La distincidn entre lIrelaciones" e "interrelacio- nesl: con respecto a los medios de comunicacidn social, es algo mas que un mero ejercicio tedrico ya que entrana una modificacidn del planteamien- to tedrico y de las actitudes. Durante toda su evo- lucidn, los medios de comunicacidn social han es- tado relacionados de algdn modo -tecnicamente, econdmicamente, en el plano de las operaciones o en el de la gestidn- por lo que se refiere al for- mato del contenido y a sus referencias mutuas, etc. Por relacidn, se entiende poco mds que una conexidn o asociacidn, lo cual no presupone nece- sariamente una correlacidn sistematica O funcional.

Mas recientemente y por diversas razones justificadas, se ha planificado y se estan planifi- cando, una correspondencia mas estrecha de los medios de comunicacidn, con objeto de lograr re- sultados concretos, por ejemplo: eficacia, econo- mfa, mayor adecuacidn y confluencia de los obje- tivos. Puede decirse que esto entrana una inter- relacidn, es decir, una interdependencia funcional y sistemstica, tanto planificada como explkita. Se esta produciendo un cambio de actitudes ante la planificacidn y utilizacidn de los medios de co- municacidn social, y hay una orientacidn muy concreta en el sentido de una mayor especificidad y conocimiento de los propios problemas.

A este respecto, cabe considerar de dos mo- dos los vlhculos existentes entre los medios de comunicacidn social. Pueden proporcionar unos factores limitadores generales -que habra que tener en cuenta al formular polrticas y planes de comunicacidn- o bien pueden formar parte de una estrategia planificada. En muchos casos, no ca- be ya considerar aisladamente y por separado a los distintos medios, sino en el contexto de su utilizacidn, sus relaciones y sus interrelaciones.

El modo de introduccidn y la lhdole del creci- miento de los medios de comunicacidn social en las distintas sociedades repercute de un modo considera- ble en las relaciones entre ellos. Cuando hay seme- janzas,comunes a la mayorfi de las sociedades, estas se deben normalmente a las tecnologras que han creado tales medios. La tecnologra de la im- prenta es c o m k a los periddicos, las revistas y los libros, y la de la electrdnica a la radio y a la televisidn, las grabaciones sonoras y visualesJos sistemas de datos, las computadoras y el trans- porte por medio de la tecnologra espacial y los sis- temas de telecomunicacidn.

Si bien esto es evidente, repercute en la com- petencia y las técnicas operacionales y, por consi- guiente en las relaciones tecnicas y de gestidn. En las sociedades industriales en las que se inicid el crecimiento de las tecnologras de comunicacidn so- cial, ha habido una concentracidn permanente de intereses, que ha desembocado en unas fuertes re-

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laciones entre los medios de comunicacidn. Aun- que esto haya acelerado un fecundo progreso t&- nico, se ha logrado tambien a expensas de la utili- zacidn que se ha dado de los citados medios.

Se podrfan citar muchos ejemplos para expo- ner la amplitud de las relaciones tecnicas y de ges- tidn: el crecimiento de las redes de radiodifusidn trajo inevitablemente unas estrechas relaciones con las empresas de transmisidn; la aparicidn de los sistemas de grabacidn de pistas sonoras en pe- lrcula estimuld la investigacidn sobre la aceptacidn y fabricacidn de micrdfonos, y result6 tambien de utilidad para la radiodifusidn, pero trajo consigo inversiones efectuadas por los fabricantes de ma- terial electr6nico en las empresas de cine y radio- difusidn, a veces hasta el punto de hacerse con la propiedad de estos medios; el mayor costo de la produccidn de pelfculas sonoras aumentd la situa- ,ci611 de dependencia de la industria cinematogrsfi- ca con respecto al sistema bancario y suscitd unas relaciones estrechas e interconectadas entre los fabricantes de material electrdnico, la industria cinematogrsfica, la radio, la banca y la evolucidn de las computadoras; la aparicidn de la televisidn lanzd inevitablemente la industria cinematografica al campo de la televisidn para proteger sus inver- siones; el auge de la televisidn modificd la ihdole de los programas de radio -aumentando su depen- dencia con respecto a la industria gramofdnica- del cine y de la prensa, todo lo cual suscitd una mayor interconexidn en los consejos de adminis- tracidn, especialmente en las empresas de comu- nicacidn, y de los intereses financieros (en los parses en lo que esto se aplica) y polrticos. Con harta frecuencia, estas relaciones traen consigo unas redes de interes propio de una minorra, y no unas redes de comunicacidn e informacidn verda- deramente mejores para todos.

Incluso en las sociedades en las que las rela- ciones histdricas han sido menos complejas, otros factores han moldeado el desarrollo como, por ejemplo, el ingreso inicial de especialistas del cine en la televisidn, con la consiguiente mala di- reccidn y torcida concepcidn de los centros de in- teres de la televisidn, fendmeno este cuya impor- tancia se advierte precisamente ahora. El hecho de que estas relaciones existan puede tender a res- tringir el desarrollo dptimo de los nuevos medios de comunicacidn social y a limitar su utilidad.

En casi todos los niveles, se acepta que cada uno de estos medios reconoce la existencia de otros medios en sus operaciones normales y habituales. Un servicio radiof6nico tiene en cuenta la compo- sicidn y los criterios que siguen los telespectado- res al preparar sus programas. Los periddicos se refieren a los programas de radio y de televi- sidn, y toman elementOS de ellos, y viceversa.

Por consiguiente, habra que tomar en consi- deracidn todo esto al establecer un enfoque plani- ficado e integrado.

La planificacidn de la comunicacidn guarda tambien relacidn -y a menudo en mayor medida todada- con las interrelaciones entre medios de comunicacidn social, que agrupan deliberadamen- te a estos medios para contribuir a alcanzar ob- jetivos concretos. A este respect0,hay que tomar en consideracidn varias dimensiones : las ventajas econdmicas, una mayor eficacia administrativa, la idoneidad y la pertinencia por lo que se refie- re a alcanzar los objetivos de desarrollo fijados. Por ejemplo, puede ocurrir que resulte econdmi- camente ventajoso combinar los servicios infor- mativos de la radio y la televisidn con objeto de que puedan utilizar en comdn un equipo de perio- distas y de fuentes de noticias; o bien que la im- presidn de periddicos, revistas y publicaciones periddicas resulte m8s eficaz si se compartenlas las instalaciones, En el plano administrativo, es posible que los servicios de radio y televisidn pue- dan reducir los costos mediante una administra- cidn comb. Esto se aplica tambidn a los medios de telecomunicacidn y a los servicios postales.

Como es ldgico, este mismo analisis requie- re tomar en consideracidn las ventajas y peligros inherentes a las interrelaciones entre medios de comunicacidn social. Una direccidn o propiedad comfin puede obstaculizar el desarrollo de unos autenticos cauces distintos de informacidn. El hecho de compartir los servicios tdcnicos puede producir tambien semejanzas en los criterios de publicacidn.

Por consiguiente, gran parte del proceso de planificacidn de los medios de comunicacidn so- cial consiste en sopesar los pros y los contras que se derivan de unas relaciones de trabajo mas estrechas. Es probable que esto resulte un ejer- cicio mas difrcil cuando entren en juego problemas de contenido, polfticas de publicacidn, formato y presentacibn.

juntamente los medios de comunicacidn social en combinaciones sistemsticas, el producto resul- tante debe ser m8s fuerte, mzls convincente y d s vigoroso. La razdn es que 10s distintos medios de comunicacidn tienen tambien distintos puntos fuertes y debiles y recurren a incitaciones a dis- tintos sentidos o grupos de sentidos. Para llegar al pdblico, les interesa explotar los puntos fuer- tes y reducir al "imo los puntos debiles. Por otra parte, el pdblico de los diferentes mediosde comunicaci6n social no esta dividido en comparti- mentos estancos ni tampoco existe de un modo aisla- do, por ejemplo: las personas que contemplanla televisidn escuchan tambien la radio y leen perid- dicos y revistas, y las presentaciones de los me- dios de comunicacidn social ser& mds fuertes si tienen presente esta circunstancia.

Se sugiere ahora que, cuando se utilicen con-

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Gestidn de sistemas

Uno de los puntos claves, y que forma ademas par- te integrante de la esencia de toda labor de plani- ficacidn y de unos analisis abiertos hacia el futuro de los distintos enfoques posibles -con objeto de producir unos sistemas fpcionales para la socie- dad del futuro-, es el de la direccidn y gestidn. En relacidn con la planificacidn, se puede descri- bir esta actividad diciendo que equivale a "condu- cir un automdvil", al paso que la planificacidn se refiere a su "diseno y concepcidn': Como la pro- pia labor de gestidn y direccidn puede describirse como una modalidad de comunicacidn -por lo m e - nos, cabe decir que todos los problemas de gestidn son fundamentalmente problemas de comunicacidn- nos interesara examinar el tema de la direccidny gestidn de las instituciones de comunicacidn social.

Teniendo en cuenta que la direccidn implica a menudo una gestidn comercial (cuyo criterio prin- cipal es la eficacia) y no se intenta ahora nalizar como objetivo el elemento de los beneficios se pueden describir las instituciones de comunica- cidn social en funcidn del tipo de negocios o de tra- bajo a los que se indican. En el marco de unas ca- tegorras generalmente aceptadas y comprendidas de las actividades comerciales, se puede. consi- derar adecuadamente la comunicacidn como un %ervicio", es decir, como una parte importante y singular del sector de los servicios. El servi- cio que proporciona la comunicacidn (unos facto - res ambientales ajenos al control de la direccidn determinaran hasta que punto ese servicio sera de calidad o completo) es doble y quiz$ se puede des- cribir mejor en funcidn de sus principales elemen- tos integrantes, a saber: el servicio de 106 indi- viduos; idioma, exposicidn de los derechos y de- beres, vihculos culturales, suministro permanen- te de informacidn y de elementos recreativos, po- li'tica oficial, informacidn estructurada que mejora y realza la ensenanza de caracter formal y regular normas y valores, marco para considerar la socie- dad (en el pai's y en el extranjero); a la sociedad: propagacidn y conservacidn de unos valores mutua- mente aceptados, control de la dinamica de la in- teraccidn humana, descripcidn del caracter de la sociedad, creacidn y crecimiento de otras institu- ciones equilibradas, relaciones entre instituciones, relacidn entre individuos e instituciones, empleo.

forma en que se prestan varra en consonancia con la tecnologfa que se emplee y pueden tener una ca- lidad relativamente estable. La variable princi- pal es el contenido, y la gestidn de este contenido puede centrar su atencidn en los dos aspectos de la produccidn y del consumo.

En los llltimos anos, tanto en la labor de ges- tidn como en la de investigacidn operacional se ha dedicado una mayor atencidn a la capacidad de la organizacidn de hacer frente a los cambios y a la

racio-

Todos estos son servicios "de tiempo", y la

mayor complejidad de su medio ambiente. ta medida, esto ha preocupado siempre a todas las organizaciones eficaces, pero est8 pasando ahora al primer plano porque el ritmo de evolucidn de los factores econdmicos, sociales, poli'ticos y tecnoldgicos ha crecido y sigue creciendo. Esta evolucidn ha traido consigo la creacidn de nuevas organizaciones y unas relaciones m8s complejas entre los elementos que integran el medio organi- zativo.

gestidn consiste en que ha de hacer frente a deci- siones m8s complejas en la mayori'a de los aspec- tos normativos, con mayor frecuencia que antes. Se ha dicho que la "direccidn no volvera a ser nun- ca una cosa sencilla". Hoy en dfa, es necesario establecer nuevos procedimientos e instrumentos de adopci6n de decisiones con objeto de ayudar a los responsables de la gesti611 a asumir las nuevas situaciones que se les plantean constantemente.

La planificacidn debe aportar una amplia y permanente contribucidn a una gesti6n m8s eficaz pero, con harta frecuencia, la planificacidn nece- saria ha sido "un fracaso estrepitoso y muy COS- toso". Un examen de un grupo representativo de compani'as y organizaciones confirmarfa la tesis de que, en la mayori'a de ellos, la planificacidn no llega a aportar una contribucidn importante a los logros del grupo.

tantemente a quienes se preocupan vitalmente por la utilizacidn eficaz de los conocimientos es la realizacidn practical). Y una de las amenazas constantes a la eficaz ejecucidn de un proyecto consiste en que lo que ha sido teorizado en un ni- vel tiende a quedar modificado por una ulterior evaluacidn de las necesidades y por criterios adi- cionales sobre los objetivos del proyecto en otros niveles. Cuando la financiacidn depende de fuen- tes mdltiples, estas tendencias centri'fugas pue- den provocar unas demoras con las que habra que contar.

La gestidn que se requiere para satisfacer el tipo de participacidn en niveles mrliltiples que pue- den sentirse atraidos, por ejemplo, por unos pro- yectos por satelites (nivel general, regional, ad- ministracidn local, grupos sociales y sus repre- sentaciones administrativas), tiene que ser pelf- camente muy sensible y a pesar de ello velar por que respeten ciertas normas operacionales tales como las siguientes: equilibrio del esfuerzo total repercusiones a corto plazo de esa iniciativa,mar- gen de flexibilidad, con objeto de que el proyecto pueda quedar terminado de un modo generalmente aceptable. Por consiguiente, al sector de la ges- ti6n le interesa mucho garantizar una labor cons- tante de investigacidn y desarrollo, como base pa-

En cier-

Las consecuencias de esta evolucidn para la

Lo que conocemos menos y lo que irrita cons-

l) Unesco, On the Implementation of Models and Systems, de Andes EdstrOm.

57

ra poder preparar operaciones de proyecto m a s complejas, incluida la preocupacidn por la estruc- tura de los cometidos y poderes y su redefinici6n se@ vaya adelant~dose en la realizacidn del proyecto.

municacidn social hayan de participan de m o d o significativo en la labor de planificacidn y des- arrollo dependera en gran parte de factores rela- cionados con el medio ambiente y con el tamaflo. Las opciones tecnoldgicas que existen en materia de adquisicidn de sistemas t6cnico.s y la realiza- cidn de actividades de investigaci611 y desarrollo ser& un resultado directo del desarrollo de la gestidn y de la utilizacidn de unos sistemas de informacidn exterior e interior. Para mantenerse siempre al m i s m o ritmo que la tecnologra, , es pre- ciso tener una perspectiva de planificaci6n a largo pla7oy seguir unas practicas de gesti6n relativamen- te ortodoxas, E s facil gobernar el ritmo del c a m - bio y el factor de la predictibilidad. Por otra par- te, la finalidad de la introduccidn de una nueva tec- nologra en una organizacidn consiste en Ultimo ter- mino en mejorar su eficacia. Hay muchos rumbos de actuacidn posibles para mejorar la eficacia. Cada uno de ellos entraPrara la introduccidn de un cambio en un subsistema y proceso concreto.

administracidn de las nuevas estructuras de comu- nicacidn, cabe citar los siguientesl):

L a medida en la cual las instituciones de co-

Entre los problemas esenciales que plantea la

- Modo de interesar objetivamente a los usua- rios y mantener un sistema abierto, logrando al m i s m o tiempo una eficacia y una utilizacidn econdmica de la tecnologra. Modo de prever, y a ser posible encauzar, las consecuencias sociales y econdmicas de las actividades del proyecto dictadas por las aspi- raciones de los usuarios. Modo de compaginar unas necesidades distin- tas, y probablemente contradictorias, a medi- da que vayan expresSndose. Modo de organizar las innovaciones para ga- rantizar su coherencia, su desarrollo normal y su aceptabilidad. - Necesidad de estar al corriente y tener siem- pre presente la dinamica social del medio 10- cal al que el proyecto vaya a aportar su con- tribucidn. Necesidad de tener presentes los lrmites de toda experimentacidn en el plano social y en el tecnoldgico y los riesgos que se pueden CO- rrer si falla la coordinacidn entre esos dos planos. Cuando los proyectos tienen un control centra-

do, pero esth destinados a i m uso nobre todo local y en el plano m a s general de la organizacidn o de la administracidn, los principales temas de interés son: la necesidad de garantizar la calidad tecnica del servicio, la colaboracidn permanente de b s ministerios y departamentos oficiales interesados,

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los dispositivos para la formacidn de personal, y la coordinaci6n por medio de los procedimientos presupuestarios vigentes.

E n cuanto a las ventajas de los sistemas cen- tralizados y de los descentralizados, los recursos destinados a determinados proyectos quedan mejor fiscalizados en el contexto de las exigencias gene- rales del sistema de comunicacidn y de la sociedad, lo cual constituye una de las ventajas probables de las operaciones centralizadas, a la que hay que con- traponer el riesgo de que la programacidn sea ina- decuada por desconocerse las realidades y las aspi- raciones locales. E n cambio, a pesar del grado probablemente inferior de eficacia tecnica para lo- grar determinados objetivos, la ventaja del modelo descentralizado es la gran facilidad en la que se pueden alcanzar objetivos mfiltiples o introducir aplicaciones adicionales en el sistema.

U n aspecto m u y frecuentemente citado es el de la obtenci6n de fondos. E n funci6n delaenver- gadura de las operaciones, de los apoyos recibi- dos y de la ubicaci6n de los distintos proyectos, los metodos de financiaci6n van desde elpago di- recto de todos los gastos del programa o proyecto por una autoridad central hasta unos sistemas m u y complejos de fondos mfiltiples y que pueden proseguir varios objetivos. No se adujo ninguna prueba convincente en el sentido de que la multi- plicidad de fondos traiga consigo divergencias. Uno de los principales problemas normativos en esta esfera es el modo de justificar las transfe- rencias de los presupuestos pfiblicos (por ejem- plo, ingresos fiscales), a fin de lograr que un proyecto dado reciba un apoyo mayor que el que cabrfa esperar de los mecanismos del mercado.

cesidades m a s extremas no podr5n quiz5 expre- sarse en forma de una demanda real, al no con- tarse con ingresos suficientes. Asf pues, el problema pasa una vez m 5 s a la esfera polftica y desbordando los lfmites de la administraci611 de proyectos, entra en la esfera del planeamiento.

El planeamiento de un proyecto del sector de la comunicaci6n en su totalidad, como usuario de recursos y finico productor de servicios, es una realidad diaria.

N o obstante, en cuanto a la situaci6n actual en lo tocante al planeamiento de la comunicaci6n, no existe un modelo comfin que incorpore un gran n6mero de factores pertinentes, que puedan ser adaptados a configuraciones ampliamente diferen- tes. U n modelo general y viable abarcarfa un cierto nfimero de metodos parciales y, en el m a - yor de los casos, nacerla de esos metodos y se- ria s~metidû â prueba por ellos.

1)

Hay que reconocer, desde luego, que las ne-

Unesco, Informe de la Reunidn de Expertos sobre la Administraci6n y Planeamiento de Nuevos Sistemas de Comunicacidn, C O M / M D / 2 9 , Pari's, 28 de marzo de 1974.

El planeamiento tiene ciertamente estructura general, sea cual fuere el asunto y el contexto. Hay unos conjuntos formales de operaciones rela- cionadas entre sf, tales como la formulaci611 de los objetivos y fines, la distribucidn de los recur- sos, la concepci6n de los procedimientos, los me- todos de evaluaci6n, etc. La importanciayla ex- presi6n que se den a cada,,una de las partes de este marco de acci6n, variaran de un caso a otro. Mucho depende, entre otros factores, de la enver- gadura de los compromisos, de las incertidumbres y riesgos de la empresa, y del grado en que los valores compartidos y las relaciones de trabajo de los participantes hayan sido aceptados de anti- guo o establecidos recientemente.

Esos distintos temas centrales, esa variedad de matices y esas modificaciones de enfoque, en respuesta a la interacci6n de unas fuerzas econ6- micas, tecnicas y sociales, son la esencia misma en toda transformaci6n de un plan abstracto en un verdadero programa.

a las cuales los encargados de las operaciones pueden ponerse mas fPcilmente de acuerdo que los investigadores, cabe citar temas tales como la definici6n de los objetivos de los proyectos, su equilibrio, la determinaci611 de las necesidades y utilizaciones, la movilizaci6n de recursos, y la evaluaci6n de los intentos de perfeccionamiento.

La experimentacih es tambien importante como enfoque integrado por derecho propio. En la realidad social, o m8s exactamente, en la rea- lidad de un proyecto de comunicaci6n social, re- sulta muy diffcil aplicar el metodo de laboratorio. Los ejercicios de simulacidn son limitados, excep- to en lo que atane a determinados componentes de lhdole tecnoldgica de un proyecto. Los experimen- tos de comunicacidn se llevan a cabo en un momen- to concreto y con personas concretas. El escenario cambia a medida que el experimento va desarro- 11Sndose: cuando se evalfian las necesidades, au- menta el deseo de que sean satisfechas. las necesidades de la experimentacidn danun nuevo significado al termino "proyeccidn" y lo amplian hasta abarcar el proceso sociopolftico, y esta es precisamente una consecuencia subsidiaria del pro- yecto, que disloca unas estructuras establecidas y basadas en la tradicidn. A menudo el proyecto experimental viene a ser una especie de antiplan en un medio en el cual el planeamiento entrana una actividad que apunta a un mundo bien controlado, y en la medida de lo posible, exento de toda sorpresa.

La mecanica interna de la experimentacidn se cine a los criterios bien ordenados, se vale de unos dispositivos de planeamiento, trata de resolver con- flictos mediante el arbitraje y las concesiones mu- tuas y aplica estrategias de administraci6n. Habr8 una dedicaci6n cada vez mayor segh se vaya invir- tiendo mas tiempo, mAs esfuerzos y m8s fondos en los estudios preliminares, a medida que las perso-

Entre las cuestiones practicas con respecto

Todas

nas vayan intereszíndose, tomando posiciones y asu- miendo nuevos deberes.

rimental es su flexibilidad y su capacidad de asimi- lar y de ensamblar unas experiencias negativas co- m o informacidn 6til a efectos de su orientaci6n ul- terior. La constante aportaci6n de informaciones correctivas pasa a ser la medula del proyecto esen- cial. Las comunicaciones internas y las comuni- caciones con el mundo local suelen funcionar bien cuando los interesados comprueban que la informa- ci6n correctiva es rapidamente observada, tratada y traducida endecisiones concretas. Sera mds pro- bable que ocurra esto si se establece un sistema con arreglo al cual las decisiones se tomen lo m8s cerca posible de la realidad concreta. D e todo ello se desprende que hay ciertas posibilidades de rea- lizar, en varias partes del mundo, unos proyectos experimentales de mejora de la comunicaci6n, tec- nicamente ingeniosos y socialmente progresistas y administrados con arreglo a un criterio de inte- graci6n.

La cualidad fundamental de un proyecto expe-

La planificacibn de los recursos humanos. Necesidad de unos mediadores profesionales

Como parte de la polftica de comunicacidn, deben establecerse en el plan nacional de la comunicacidn las medidas oportunas para la formacidn profesio- nal y tedrica del personal de comunicaci6n. La formaci6n es una parte integrante de lo que contri- buye a engendrar las infraestructuras necesarias de comunicacidn, el personal, los servicios y la competencia tecnica, y a ensamblarlos en el plan nacional total de desarrollo. macibn, no se puede llevar a cabo un verdadero programa.

demos a quienes vayan a trabajar en los medios de comunicacidn? 'I. Esta pregunta, que se les plantea a los responsables y los profesionales de los medios de comunicacidn social en todos los parses, se parece a la mayorfa de las preguntas de este tipo en el sentido de que s610 se puede contestar a ella despues de haber hecho otras va- rias preguntas. mos hablando? los medios de comunicaci6n social? sistema de educaci6n del pars? tividades deseamos que realicen los medios de comunicacidn social para la socjedad?

El mediador-comdcador es quien concibe y crea el mensaje, selecciona los medios y organi- za la comunicacibn. Si no ha recibido una buena formacidn e instruccidn, es posible que el progra- m a en el que trabaje carezca de toda utilidad, e incluso que sea contraproducente. Si no hay un tecnico competente, el mensaje de radiodifusidn puede no ser adecuadamente oido o visto; a falta de un buen productor, es posible que no este bien

Sin esta labor de for-

"¿Cu81 debe ser la calidad de la formacidn que

¿De que tipo de sociedad esta- ¿Cu81 es la situacidn actual de

¿Cu81 es el ¿Qu6 tipo de ac-

59

concebido o ejecutado para interesar al pfiblico al que va destinado esencialmente o para ser com- prendido por 81. En todos los niveles, se requie- re una competencia profesional al dra.

La formacidn presupone lo siguiente: se tra- ta de "un proceso de instruccidn, planificado y ejecutado con arreglo a una metodologra bien con- cebida, destinado a ensenar conocimientos tebri- cos y practicos y tecnicas a la vez particulares y generales. el talento del individuo en beneficio maxim0 de 81 mismo y de la instituci6n que le patrocine; como tal, debe fomentar su propia satisfaccibn, enri- quecer y mejorar la eficacia de su base de traba- jo y contribuir a que se alcancen los objetivos edu- tativos y sociales fijados por la comunidad mas amplia a la que pertenezca". 1)

Todo plan viable de comunicacidn debe velar por que las instituciones de enseflanza te6rica pue- dan aportar al mercado potencial un personal que tenga una formacidn adecuada a las necesidades de ese mercado, al paso que las instituciones pro- fesionales deben procurar mejorar y actualizar los atributos t8cnicos y profesionales que se uti- lizan en los diversos sectores de la comunicacibn. Las instituciones de formacidn profesional se pue- den definir y estructurar o bien en funcidn de las diversas disciplinas de la comunicacidn -tales co- mo, por ejemplo: la radio, la televisi&, la pren- sa, el cine, los modernos medios individualizados, los medios tradicionales, etc. - o como una sola institucidn de formacidn en materia de comunica- cidn que abarque toda esa gama. La eleccibn de- pendera del sistema de comunicacidn total de ca- da pars.

de la comunicacidn social y de las exigencias que ese desarrollo impondr5 en materia del personal necesario, es evidente que unas proyecciones rea- listas de los recursos humanos deben guardar re- laci6n con las metas, objetivos y finalidades enun- ciadas en el plan nacional de desarrollo. En la mayorfa de los parses, la formacih, en todos los niveles, no est6 todavfa relacionada con un analisis preciso de las necesidades en materia de personal en el sector de la comunicaci6n. reclutamiento para los medios de comunicaci6n social carece simplemente de las infraestructuras que existen, por ejemplo, en el sector de la edu- caci6n o en el de la administraci6n pública. Sigue siendo preciso enfocar de un modo disciplinado este problema.

Persigue la finalidad de desarrollar

En el contexto del desarrollo a largo plazo

El

Transferencia de tecnologra, asistencia exterior y cooperacidn mutua

La nueva tecnologra de la comunicaci6n presagia un extraordinario progreso de las posibilidades de tratamiento y distribud6n de la informaci6n, al fa- cilitarla en un tipo y en una cantidad que nunca se

habrfa podido imaginar hasta ahora. La expansi6n de la capacidad de tratamiento

de la informaci611 y la comunicaci6n puede tener consecuencias sociales incalculablemente benefi- ciosas, o ir en detrimento de distintos, grupos de la sociedad, segdn cual sea el rumbo de la aplica- ci6n de la tecnologra, la estructura institucional de los controles de la misma y el medio concreto en el que vaya a ser introducida. Por esta razbn, la doble tarea de planificar la direcci6n de la apli- caci6n de la tecnologra de la comunicacidn y de es- tablecer una estructura institucional en la cual su desarrollo se ajuste a los intereses del público re- viste una importancia decisiva.

En la mayoria de los campos, la nueva tecno- logra se concibe fundamentalmente en relaci6n con sus consecuencias en materia de eficacia econ6mi- ca con una producci6n ampliada. Ahora bien, los efectos econ6micos directos de la tecnologfa de la comunicaci6n, aun siendo muy importantes, pue- den constituir uno de los sectores de impacto sobre la sociedad menos interesantes. rado muy tarde que un producto nacional bruto en constante expansi6n puede traer consigo enormes costos sociales. En el sector de la comunicacibn, los factores exteriores -esto es, las consecuencias que se producen fuera del estrecho marco analiti- co del responsable de adoptar las decisiones- pue- den empequenecer probablemente los efectos que se buscaban al tomar unas decisiones econ6micas concretas. De ahS que una planificaci6n eficaz de la comunicacidn deba rebasar la mera previsi6n global y basica de unos efectos econ6micos direc- tos y cuantificables. Debe tomar tambi6n en con- sideraci6n los problemas fundamentales relaciona- dos con la estructura concreta de las aplicaciones tecnoldgicas y evaluar las consecuencias para la sociedad como sistema total2).

A hora bien, la finalidad de la planificaci6n econ6mica a este respecto consiste en obtener los beneficios maximos de la tecnologfa en el menor tiempo posible. Uno de los metodos de definir el desarrollo es el que se refiere al gradoenel cual la poblacidn comprende la Indole de la tecnologfa. El problema de la transferencia de tecnologfa a los parses en desarrollo no consiste solamente en desplazar material y equipo -cualquiera que sea la razbn o razones para ello- sino tambien en que los parses en desarrollo y destinatarios se amolden a la tecnologra y la transaccibn. Se tra- ta de una transaccidn interna. el derecho y el deber de decidir los riesgos que

1) Unesco, The Training Perspective, de Alan Hancock, National Broadcasting Training Centre, Kuala Lumpur, 25-29 de junio de 1973, pdg. 5.

de William H. Melody, COM-73/CONF. 605/3 b/2, Parrs, octubre de 1973.

Nos hemos ente-

Cada pars tiene

~

2) Unesco, The Economics of Media Systems,

60

va a asumir al introducir una tecnologi'a e incu- rrir en las consecuencias sociales de esa intro- duccidn,

La tecnologia de la comunicacidn es un caso tfpico y especial. Se ha introducido la televisidn en muchos paises que careci'an de la competencia tecnica y de los medios econdmicos necesarios para utilizarla ampliamente en el sentido geogr8- fico o profundamente en el sentido social La propia tecnologfa - los sistemas de maquinaria y material- suelen ser el menor de los proble- mas inherentes a la introduccidn y desarrollo de los medios de comunicacidn. La experiencia ha demostrado que las verdaderas dificultades se plantean en lo que cabe calificar de integraci6n social de la tecnologi'a. La propia tecnologfa tie- ne una adaptabilidad limitada. tambidn la adaptacidn en relacidn con las estruc- turas socioecon6micas y polrticas tradicionales del pai's de que se trate. El problema de encau- zar y preparar las estructuras existentes para el cambio necesario es tambidn esencialmente un problema de comunicacidn.

gia y antes de rematar los programas de asisten- cia exterior, el donante y el destinatario tienen que determinar cu8les son los problemas que es- t8 intentando resolver. El pars destinatario ha- br8 de orientar sus planes de desarrollo con obje- to de poder amoldarlos a la ayuda y tecnologiaque reciba, al paso que los pafses donantes tendran tambien que definir la finalidad de su prestacidn de ayuda y dedicar m8s atencidn al modo dptimo de resolver los problemas concretos de los bene- ficiarios.

Hay que lograr

Antes de efectuar inversiones en la tecnolo-

La planificaci6n de la integracidn y desarro- llo de los sistemas de comunicacidn, que se lo- gra mediante unas instituciones intermedias y bi- laterales y que puede contribuir a producir un plan viable de desarrollo ordenado y positivo, es esencialmente una parte de la labor global de pla- nificacidn de la comunicacibn. Hoy en dra, exis- te un plantel cada vez m8s numeroso de planifica- dores econdmicos y de analistas de sistemas que tienen amplia experiencia en el proceso de desa- rrollo. Ahora bien, un ndmero excesivo de paf- ses en desarrollo y destinatarios de la asistencia carecen de conocimientos y experiencias relacio- nados con la planificacidn de la comunicacidn yes- to es a menudo el principal callej6n sin salida en la situa~idn global, de la que la transferencia de tecnologfa y la asistencia exterior y la coopera- cidn mutua no son sino una parte.

instituciones donantes y destinatarios, por lo que a la asistencia exterior se refiere, parece adver- tirse la existencia de cuatro principales sectores de necesidad por parte de los destinatarios, que hacen que la asistencia exterior resulte esencial: la falta de recursos humanos disponibles para de- terminar la planificacidn y las necesidades en ma- teria de comunicacidn, para la realizacidn, para dotar de personal a los servicios e instituciones de comunicacidn, y la escasez de recursos de ca- pital. En general, parece que los pai'ses destim- tarios padecen con harta frecuencia de una combi- naci6n de estos cuatro sectores, si bien en ciertos casos se hace m8s hincapie en uno o m8s de ellos.

Al examinar las relaciones entre parses e

61

Capítulo VI

Conclusión: las políticas de comunicación y el programa de la Unesco

La importancia de un enfoque planificado de la co- municacidn en la sociedad y la necesidad de unas poli'ticas nacionales de la comunicacidn merecie- ron una atencidn muy destacada en los debates de la Conferencia General de la Unesco en su 16a. reunidn, que autorizd al Director Genera a 'layu- dar a los Estados Miembros a formular sus poli'- ticas relativas a los grandes medios de informa- cidn". En esa Conferencia se establecid por pri- mera vez el programa.de la Unesco en este campo.

En la Introduccidn del programa de la Unesco para 1973- 1974, el Director General Rene Maheu escribfa lo siguiente: "La principal idea nueva que que caracteriza el programa de la informacidn es la de una poli'tica nacional de la comunicacidn cu- ya concepcidn original y sus importantes conse- cuencias se exponen con claridad en la introduc- ci6n al capitulo. La inclusi6n de esa idea en el Sector termina elmovimiento que, comenzando con el planeamiento de la educacibn hace doce anos, ha orientado progresivamente las diferentes partes del programa hacia la promocidn de una sistema- tizacidn de los esfuerzos nacionales en las esfe- ras de competencia de la Unesco en funcidn de fi- nes determinados, es decir de una politica que forma parte integrante de una planificacidn sinte- tica del desarrollo total. Con ello, el dltimo sec- tor en el que a h no habi'a intervenido la que he titulado la "asistencia tecnica polfi.ica" se encuen- tra en lo sucesivo abierto a una accidn en profun- didad de la Organizacidn, comparable a la que se desarrolla en grados diferentes de interiorizacidn en los. demas sectores. Es evidente que el actual Proyecto de Programa no constituye sino un pri- mer paso en ese sentido y que los progresos se- rPn lentos y difi'ciles.

trata de una innovacidn que puede tener conside- rables consecuencias"1).

Solamente han mediado treinta anos entre la aparicidn de los medios de comunicacidn social y el arti'culo 19 de la Declaracidn Universal de

Pero merece senalarse p1 hp&n ~.isn?,~ de ese primer nsnn 71s ",ln = n

Y"y'I J" Y-%

Derechos Humanos, que proclam6 unanimemente el 11 de diciembre de 1948 el "derecho a la liber- tad de opinidn y de expresidn" como derecho co- mtín de toda la humanidad.

la libertad de informacidn, celebrada ese mismo ano, declard que esta libertad era la piedra de toque de todas las libertades que propugnan las Naciones Unidas. Esta Conferencia aprobd diver- sas medidas para contribuir a que tal derecho hu- mano fundamental se concretara en la realidad.

Desde 1948, las Naciones Unidas y la Unesco han cooperado activamente para promover el ple- no goce de la informacidn, como parte de sus ac- tividades en materia de derechos humanos. En el pregmbulo mismo de la Constitucidn de la Unesco se afirma explicitamente la creencia de las poten- cias firmantes en la "posibilidad de investigar li- bremente la verdad objetiva y el libre intercambio de ideas y conocimientos", bas5ndose en lo cual ''resuelven desarrollar e intensificar las relacio- nes entre sus pueblos, a fin de que estos se com- prendan mejor entre si' y adquieran un conocimien- to mas preciso y verdadero de sus respectivas vidas".

El programa de la Unesco refleja la actual realidad del mundo en materia de comunicacidn. Su evolucidn en el plano de la teori'a y de la accidn -condicionadas por la tecnologi'a, la politica, la economi'a, etc. - en el plazo relativamente corto de doce anos pone de manifiesto los progresos y la evolucidn de la Unesco en este campo.

Para alcanzar su finalidad que es "contribuir a la paz y a la seguridad estrechando, mediante la educaci6n, la ciencia yla cultura, la colaboraci6n entre las naciones", en virtud de su Constituci6n,

siste en contribuir a la "conservaci6n, al progre- so y a la difusi6n del saber". La Unesco ha reco- nocido siempre la importancia del progreso de los

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre

luna de 121. primipales f.uncienes de 12 Unesco con-

1) Unesco, 17 C/5, 1972, pdrr. 31.

62

conocimientos humanos y la capacidad creadora del hombre, a la vez en si mismas ycomo contribucibn indirecta a la paz y a la comprensi6n internacional.

ha consistido en contribuir al desarrollo de la co- munidad internacional de cientfficos, intelectuales yartistas. Gran parte de su labor ha plasmado en contribuciones al saber "puro" y a la actividad creadora de nuestro tiempo, al paso que sus esfuer- zos encaminados a promover el progreso de las ideas, en materia de educaci6n, ciencias exactas y naturales, comunicaci6n, ciencias sociales y cultura se han basado en gran medida en estudios e investigaciones llevados a cabo por la Organiza- ci6n o directamente fomentados por ella.

Ahora bien, hoy en dia los conocimientos pro- gresan a una rapidez sin precedentes, en muchos frentes y en todo el mundo. El hombre dispone de medios necesarios para adquirir, tratar, almace- nar y transmitir conocimientos, cuyo enorme poder y posibilidades no controla siempre plenamente, del mismo modo que tampoco puede dominar sus proporciones. Se trata de poderes de los que se abusa facilmente y que a menudo estan acotados en unos estrechos limites nacionales. No siempre fe- cundan la capacidad creadora del hombre, ni tam- poco incide Bsta lo suficiente en el actual potencial de conocimientos. Por ello, la responsabilidad de la Unesco en materia de fomento del saber y del espiritu creador es tan grande hoy como lo era cuando fue fundada, o quizas incluso mas.

El analisis de la fndole y funciones de la comu- nicaci6n en la sociedad actual es un elemento bBsi- CO y decisivo. Esto se deriva del enorme creci- miento de los conocimientos ylos datos, publicados e inBditos, en forma de documentos y de estadfsti- cas, se trata de un crecimiento potencial que,unido a los medios ampliados y mas complejos de trans- misi6n y presentaci6n, trae consigo lo que se ha llamado una "sobrecarga de informaci6n", y que concierne directamente al intercambio y al modo de facilitar de modo mBs adecuado esta informaci611 a los usuarios, es decir, los "servicios de informa- cibn". El aumento del volumen de la informacidn es un fen6meno mundial, si bien la distribuci6n de ese crecimiento es. muy desigual y existe una demanda general de establecimiento y desarrollo de sistemas de informaci611 y de servicios de "suministro".

aplicadas requieren un esfuerzo internacional in- tegrado, ya sea desde el punto de vista de la equi- dad, de la necesidad de un rapido desarrollo en los paises privilegiados, de la eficacia de las in- vestigaciones aplicadas y de la labor experimen- tal o de la exigencia basica de la humanidad de que la informaci611 sistematizada de ese modo se preste a una fBcil distribuci6n e intercambio.

Histdricamente, los medios de comunicacidn social se han implantado y desarrollado en distin- tos pafses y regiones del mundo con arreglo a unas

Una de las finalidades Msicas de la Unesco

Las tBcnicas que estan siendo estudiadas y

disposiciones jurfdicas y organizativas muy diver- sas y para atender finalidades muy distintas; tan s610 en muy contadas ocasiones ha habido un enfo- que aunado del problema de la comunicaci6n con- siderado en sf mismo. AnBlogamente, desde unas bases institucionales propias, las distintas disci- plinas han improvisado unos sistemas para atender sus necesidades de informacidn y documentaci61-1, sin tomar en consideraci6n los problemas mas ge- nerales. Tan s610 en los filtimos años, debido en gran parte al rapido adelanto de la tecnologfa de la comunicaci6n y de la informaci6r1, se ha empezado a reconocer la necesidad de establecer unas polfti- cas explicitas yuna planificaci6n consciente, coor- dinadas con la planificaci6n general del desarrollo.

la Unesco, en su 18a. reunibn, celebrada a fines de 1974, incluy6 como una de las cuatro "zonas de problemas", en torno a los cuales ha de centrar- se el programa sexenal de la Unesco, a plazo me- dio para 1977-1982 el de la "comunicaci6n entre las personas e intercambio de informaci6n". La Conferencia General autoriz6 al Director General a procurar que se preste la debida importancia en el programa al "fomento de la investigaci6n. . . so- bre la aplicaci6n de los derechos.. ., a la informa- ci6n.. . '' y a "fomentar el desarrollo de sistemas y servicios de informaci611, con la inclusibn de po- liticas, infraestructuras, formaci6n, transferen- cia e intercambio de la informaci6n e instrumen- tos para interconexi6n de sistemas". Ademas, la Conferencia sugiri6 que el problema deberfa referirse al "papel de la comunicaci6n como me- dio de cohesi6n social, incluida la influencia de las modernas tBcnicas de transmisi6n sobre las pautas contemporaneas de comportamiento 1).

neral autoriz6 al Director General a "estudiar las modalidades y posibilidades de una activa parti- cipaci6n en el proceso de la comunicaci6n y a analizar el derecho a la comunicaci6n.. . y a in- formar.. . sobre otras medidas que fuere nece- sario adoptar" 2).

Muy pronto se advertirfi que el examen del derecho a la comunicaci611 es una cuesti6n clave en la formulaci6n de las polfticas nacionales e in- ternacionales de comunicaci6n. Se trata de un COE- cepto que debe ser cuidadosamente estudiado por los especialistas del proceso de comunicaci6n, los planificadores de sistemas de comunicaci611 y los responsables politicos que se ocupen de problemas de comunicaci6n. Es muyposible que en la segunda mitad de este decenio la comunicaci6n, este nuevo derecho humano, llegue a ser una cuesti6n decisiva del progreso hacia un desarrollo econ6mic0, so- cial y cultural equilibrado y que constituya la for- m a de los medios de comunicaci6n del futuro.

Por esta razbn, la Conferencia General de

En una decisi611 analoga, la Conferencia Ge-

1) Resoluci6n 18 C/lO. 1. 2) Resoluci611 18 C/4.21.

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PUBLICACIONES DE LA UNESCO: AGENTES GENERALES DE VENTA

Alemania (República Federal de)

Antillas Neerlandesas Argelia

Argentina Bolina Brasil

Colombia

Costa Rica Cuba Chile

Répública Dominicana Ecuador

EI Salvador España

Estados Unidos de América Filipinas Francia

Guatemala Jamaica

Marruecos

MCxico Mozambique

Nicaragua Paraguay

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Portugal Reino Unido

Uruguay Venezuela

Verlag Dokumentation, Postfach 148, Jaisentrasse 13, 8023 MUNCHEN-PULLACH. “El Correo” edición alemana solamente : Bahrenfelder Chaussee 160, Hamburg-Bahrenfeld. CPP : 276650. G.C.T. Van Dorp & Co. (Ned. Ant.) N.V., Willemstad (Curaçao, N.A.). Institut pédagogique national, I I. rue Ali-Haddad (ex-me ZaAtcha), ALGER. Société nationale d’édition et de diffusion (SNED) 3, boulevard Zirout-Youcef, ALGER. Editorial Losada, S.A., Alsina 1131, BUENOS Amm. Los amigos del libro, casilla postal 4415, LA PAZ ; casilla postal 450. COCHABAMBA. Fundaçao Getúlio Vargas, Serviço de Publicações, caixa postal 21~20, Praia de Botafogo 188, RIO DE JANEIRO (Guanabara). Librería Buchbolz Galería, avenida Jiménez de Quesada 8-40. apartado aéreo 49-56, BOOOTÁ; Distrilibros Ltda., Pío Alfonso García, carrera 4.ß. n.06 36-1 19 y 36-1 25, CARTAGENA; J. GermAn Rodriguez N., calle 17,6-59, apartado nacional 83, GIRARDOT (Cundinamarca) ; Editorial h a d a Ltda. calle I ~ A , n.o 7-37, apartado aéreo 5829, apartado nacional 931, BOGOTA; Subdepósitos : Edificio La Ceiba. Oficina 804. MEDELLfN. Calle 37, n.Oa 14-73. Oficina 305, BUCARAMANOA; Edificio Zaccour, Oficina, 736, CALI. Libren‘a Trejos, S.A., apartado 1313, SAN Josh Teléfonos 2285 y 3200. Instituto Cubano del Libro, Centro de Importación, Obispo 461, LA HABANA. Editorial Universitaria, S.A., casilla 10220, SANTIAGO. Librería Dominicana, Mercedes 49. apartado de correos 656, SANTO DOMINOO. Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, Pedro Moncayo y g de Octubre, casilla de correo 3542. GUAYAQUIL. Librería Cultural Salvadoreña, S.A., Edificio San Martin, 6.’ calle Oriente n.0 118, SAN SALVADOR. Todas las publicaciones : Ediciones Iberoamericanas, S.A., calle de Oñate 15, MADRID 20; Distribución de Publi- caciones del Consejo Superior de Investigaciones Cientificas, Vitrubio 16, M m R m 6; Librería del Consejo Superior de Investigaciones Cientificas, Egipcíacas 15. BARCELONA; Unicamente “El Correo” : Ediciones Liber, apartado de correos 17, ONDÁRROA (Vizcaya).

Unipub, A Xerox Education Company Box 433, Murray Hill Station NEW YORK, N.Y. 10016. The Modern Book Co., 926 Rizal Avenue, P.O. Box 632, MANILA. Librairie de l’Unesco, 7, place de Fontenoy, 75700 PARIS. CCP 12598-48. Comisión Guatemalteca de Coowración con la Unesco. 6.8 calle 9.27. zona I. GUATEM’ALA. Sangster’s Book Store Ltd., P.O.‘Box 366, IOI Water Laie, KINGST~N.’. Todas Ias publicm’ones : Librairie “Aux Belles Images”, 281, avenue Mohammed V, RABAT (CCP 68.74). Onicamenle “El Correo” (bara el merbo docenlei : Commission nationale marocaine Dour l’Unesco. 20. Zen kat Mourabitine, RABAT (CCP 314.45): CILA (Centro Interamericano de Libros Académicos). Sullivan 31 bis. M~XICO, 4, D.F. Salema. & Carvalho Ltda., caixa postal 192, BEIRA. Libreria Cultural Nicaragiiense, calle 15 de Septiembre y avenida Bolívar, apartado n.o 807, MANAGUA. Melchor García, Eligio Ayala 1650, ASUNCI~N. Unicamente “EI Correo” : Editorial Losada Peruana, apartado 472. LMA. Olrur publicaciones : Distribuidora Inca, S.A., Emilio Althaus 470, Lince, casilla 3115, LIMA. Dias & Andrade, Ltda., Livraria Portugal, rua do Carmo 70, LISBOA. H.M. Stationery Office, P.O. Box 569, LONDON S.E. I. g NH. Government bookshops: LONDON, BELFAST, BIRMINGHAM, BRISTOL, CARDIFF, EDINBURGH, MANCHESTER. Editorial Losada Uruguaya, S.A., Librería Losada, Maldonado 1092, Colonia 1340, MONTEVIDEO. Librería del Este, av. Francisco de Miranda, 52, Edif. Galipan. apartado 60337, CARACAS.

[B 81 COM.75/XVII/76 S.

ISBN 92-3-301295-6