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HACIENDA Pueblo escondido
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HACIENDAPueblo escondido
En medio de la incertidumbre y de una nueva realidad, a las que el mundo entero ha tenido que readaptarse viviendo la vida “después de la pandemia”, Wakax Hacienda es el lugar especial en donde lograrás conocerte mejor para saber ha-cia dónde vas.
La selva enmarca el arte colonial que ha sido edificado con la intención de generar experiencias únicas y vivenciales. Adentrando a sus visitantes en un mundo nuevo, renovado y a su vez ancestral que facilita conocer el pasado y vivir el presente alcanzando la plenitud en una estacia fascinante.
La familia, la pareja, la amistad, todas las relaciones se pueden reforzar en un lugar sin precedentes. Espacios selváticos, acuáticos y maravillosos que no se encuentran con facilidad, son los medios que te damos en Wakax para lograr una mejor convivencia.
En una amplia extensión de selva tropical, se encuentra enclavada una obra arquitectónica que pareciera ha visto pasar la historia de la ciudad amurallada. Tulum es testigo de una obra de arte, que si bien es reciente, su diseño e infraestructura son únicos.
La Hacienda
Los chakás, los chechenes, las ceibas y zapotes atestiguan una creación silenciosa en una majestuosa tierra llena de cenotes y lagunas. Por donde tranquilos transitan jaguares, monos araña, tolocs y sereques. Un nuevo ecosistema, en donde las garzas, águilas pescadoras y patos se bañan a diario y viven en total tranquilidad.
El sabor de los mayas fusionado con la cultura mestiza, se palpa y se siente en Wakax. Nombre que nace del idioma milenario de los oriundos de la Península de Yucatán; vaca. ¿Por qué llamar así a la Hacienda que esconde un pueblo? La historia se remonta hace más de medio siglo, en estas mismas tierras en donde habitaba la familia Mejía Chi. Don Mateo, el patriarca, vivía en una pequeña cabaña soñando convertir las selvas, en un gran rancho ganadero. Llegando a tener diez vacas y un toro.
Los años no pasan en balde, y pronto Tulum creció y se volvió en uno de los destinos turísiticos más exclusivos del mundo, en donde el sueño ganadero perdió sentido y Don Mateo alquiló parte de sus terrenos para sacar material y construir la carretera que une Playa del Carmen y Cancún con Tulum. El sascab (tierra blanca de la región) fue extraído de Wakax y la maquinaria ahí se resguardó hasta la terminación de la obra. Don Mateo vivió hasta sus últimos días acariciando ese recuerdo, hasta que un buen día un amigo visionario le propuso hacer una hacienda colonial en El Canario, nombre del Rancho de la familia Mejía Chi.
Y fue ahí donde un nuevo sueño comenzó y hoy es una realidad edificada en arte arquitectónico, la Hacienda con un pueblo escondido, respetando la memoria de aquél mestizo enamorado de sus orígenes, lleva por nombre: Wakax.
El Gran Cenote (Nohoch Dzonot), es el corazón del inicio de esta gran aventura. La palabra Dzonot proviene del maya, que significa abismo y profundidad. Los Cenotes, como se conocen en castellano, se formaron a través de muchos procesos. Hace unos 65 millones de años, la península de Yucatán era un hermoso arrecife de coral bajo la superficie del agua. En Wakax, Nohoch es donde todo comenzó. Es el eje que da vida a toda la Hacienda. Con 38 metros de profundidad y aguas dulces y saladas, Nohoch es un sitio para vivir experiencias únicas.
Cenote Nohoch
Lo que en la época de la familia Mejía Chi era una sascabera o banco de material, hoy es una gran laguna que hemos llamado El Cocal. La Península de Yucatán es un gran queso gruyere, y en sus huecos se filtra el agua de los manantiales y del mar. Por eso al excabar El Cocal, brotó agua por todas partes y a pesar de reforestar sus alrededores con plantas originales de la región, trajimos plantas de coco para que sintieras las palmeras borrachas de sol brindándote sombra. Es tan espesa la vegetación que muchas especies de aves ya viven con nosotros en esta gran laguna de Wakax Hacienda.
El Cocal
Más de dos mil años han transcurrido y la historia del mundo cambió desde entonces. Ante la majestuosidad de las iglesias, se puede ver la necesidad del hombre de llegar a Dios. En Hacienda Wakax, hay un pueblo escondido en donde sus habitantes asisten a misa para adorar a Jesús. Y venerar a Nuestra Señora de la Esperanza, la Virgen de la Macarena a quien se ha consagrado dicho templo. En donde más de 150 personas pueden asistir a cualquier ceremonia católica. Frente a la plaza se encuentra el espacio magnífico para celebrar bodas, bautizos y eventos religiosos en general.
La Iglesia
Techos interminables, arcos y espacios para el arte popular. Una gran bóveda ansiosa por exhibir todo aquello que las manos de artesanos crean para maravillar a los visitantes.
El museo
Un gran salón de exposiciones, con una barra envidiable para beber café, trabajar y convivir. Admirando la artesanía de las diferentes culturas indígenas mexicanas, libros y fotografías que inspiran y ayudan a reflexionar.
El Palacio Municipal
Una piscina con sol y sombra, hamacas y camastros rodeados por un tejado francés y luminarias de Sisal, colores azul rey y amarillo colonial, enmarcan el comedor principal.
La comida yucateca es la anfitriona de los comensales de todo el mundo; axiote, habanero, aguacate, tortillas hechas a mano, sopa de lima, agua de pitahaya, es un placer estar en El Patrón y gozar.
Restaurante El Patrón
Debajo del Patrón, escondido se encuentra un bar y una cava privados para los desvelados que quieran degustar de un buen vino y cenar escondidos de la realidad. Los bares speakeasy tienen su origen en las primeras décadas del siglo XX, en la cosmopolita ciudad de Nueva York. En esos momentos, en toda la ciudad regía la ley seca, una polémica medida que impedía la elaboración y el consumo de bebidas alcohólicas. Por ello no se podía hablar muy fuerte y pedían hablar bajito.
Speak Easy Bar
El hotel central, que emula a los hoteles de las plazas de los pueblos coloniales de México, en donde se encuentra la recepción, hay once habitaciones que acogen a los huéspedes con la sola intención de que disfruten de la Hacienda y su pueblo viviente. Dos pisos con cómodos cuartos que miran a la plaza principal.
El Hotelito
Ocho habitaciones con vista a la selva, que desde un gran corredor se puede apreciar.
Salir a la plaza principal y mirar al mercado, es un espectáculo. Caminar y cobijarse de la gran ceiba que sombrea a los paleteros y mercaderes.
El Tejado
Las amplias cabañas que recorren la selva desde el Cenote Nohoch hasta el Cocal, acogen una gran comunidad en donde dentro de la privacidad de una casita íntima familias y parejas pueden convivir en total exclusividad. Rojo terracota, amarillo Izamal, muros empedrados, rodeados de Hayaxales, son la decoración de una obra arquitectónica nunca imaginada en los alrededores de Tulum.
Barrio Mestizo
La Casa del Arboluna de nuestras habitaciones
Gallinas, pavos, y pollos comen maíz, hierbas y semillas en los patios rodeados de casas mayas construidas de jiles y huano. En donde se siembra en canchés y se cosecha la miel de la melipona. A un lado una cueva húmeda con olor a azufre, es testigo de la fabricación artesanal de sombreros jipi japa. Los clásicos y elegantes panamás de Becal, Campeche. Un pueblo dentro de un pueblo escondido.
Pueblo Maya
Vivir en Wakax Hacienda ya es una aventura, que puedes potenciar si utilizas al máximo sus decenas de caminos en la selva, sus lagunas, el río subterráneo. Ponte unos tenis y admira monos araña recorrer las copas de los árboles, entrena haciendo joggin y capaz que te topas con el jaguar o la familia de zorros que tranquilamente viven con nosotros, navega en las tablas y kayaks sobre las aguas cristalinas del Cocal, relájate sobre Nohoch Dzonot. ¡Aventúrate y saca lo más íntimo que tienes dentro de ti!
Aventura
Entre las maravillas que hay en Wakax Hacienda, encontrarás infinidad de cenotes ocultos en la selva, que son manantiales vivos de lujo y confort orgánicos que dan serenidad. Las propiedades características de sus aguas son fuentes de salud para todo aquél que se sumerja en ellas, es el líquido sagrado de los mayas que desde hace siglos las han usado por sus poderes curativos física y espiritualmente.
Bienestar
El bienestar físico y mental son los dos pilares de la persona y por ello en Wakax Hacienda contamos con todo un concepto orgánico de beneficios para lograr fortalecerlos.
El soma es nuestro cuerpo y lo que nos sotiene en esta vida. Por ello concientes de esta verdad, hemos diseñado cuidadosamente todo lo que rodea a la Hacienda para que puedas disfrutar y activar tu cuerpo constantemente.
Activación SOMA
YOGA-
BARRE-
KAYAK
PADDLE BOARD-
CAMINATA-
JOGGING
En mitad de la selva, se encuentra una gran palapa. En donde se imparten clases de yoga, cursos especializados, congresos, meditaciones y más, acompañados por el piar de los pájaros y las miradas de los animales salvajes escondidos observando la tanquilidad que se vive dentro de este espacio especial.
Un salón que surge debajo de la tierra y mira al oriente para apreciar la salida del sol mientras se practica el Ashtanga Yoga a las 6am, sobre una flor de loto hecha de cristal bizantino y rodeado de las siete chakras que ayudan a meditar.
Disfrutar de las cabinas de masaje debajo de una piscina templada para admirar las estrellas, es una opción dentro de muchas más. Como las cabinas de masaje elevadas sobre los árboles en cabañas techadas por palapas rodeadas de miriñaques, frente a los cenotes Muuch (Cenote Sapo) y Síijil.
El Temazcal, original y terapéutico desenlaza en el Cenote Ek-Ha (Estrella de Agua) para sumergirse en él y cruzar por debajo de las rocas y salir en el Síijil (Cenote Nacimiento) y renacer frente a un escenario de Julio Verne. Enormes árboles y plantas enigmáticas que sirven de escenario para la culminación de un ritual sin precedentes.
El Spa
El temazcal (del náhuatl temazcalli, ‘casa donde se suda’, de temaz, ‘sudor’, y calli, ‘casa’) es un ritual ancestral y un baño de vapor empleado en la medicina tradicional y la cotidianidad de los pueblos del centro de México. En Wakax Hacienda, contamos con toda un área dentro de la selva en donde se pueden disfrutar de los temazcales sanadores.
Desde tiempos ancestrales los pueblos originarios se han beneficiado de sus bondades terapéuticas y en pleno siglo XXI podemos continuar usando estas técnicas maravillosas guiadas por expertos.
Temazcal
Debajo del Barrio Mestizo, fluye un río subterráneo que atestigua estalactitas, murciélagos y aguas cristalinas. Tan largo como lo quieras explorar, entrando por Tuukul (imaginar) en donde no sabes a dónde vas y salir por Sáaksun (iluminar) para ver de nuevo la luz después de un baño sanador en las aguas mayas que corren debajo de Wakax.
Justamente es en donde se unen las grutas de Sac Actun, un sistema de cuevas subacuáticas ubicado al noreste de Tulum, Quintana Roo, que ahora conectado con el sistema Dos Ojos suma 347 kilómetros de extensión y forma parte de lo que los especialistas han denominado Gran Acuífero Maya, junto con otros cuerpos de agua gigantescos conocidos como Ox Bel Ha y Kook.
Rio Subterráneo
Siendo una hacienda en un pueblo escondido, Wakax te da la oportunidad de celebrar cualquier ocasión especial, de manera privada y exclusiva. Tu imaginación es el límite. Solamente entra y sueña despierto para que tu boda, aniversario, fiesta o reunión familiar sea lo que siempre has querido que sea.
El congreso de tu empresa, el shooting de tu producto, la fantasía que tu mente planee puede ser traída a la realidad en este lugar escondido de la Península de Yucatán. Espacios hay, infinidad de locaciones para que explotes la creatividad que tienes en tu mente. Reserva e innova en este espectacular lugar.
bodas, bautizos, fiestas, aniversarios, congresos, retiros.
Eventos Privados
