Haciendodiscípulos,

bendiciendogeneraciones

Domingo 28 de septiembre de 2014Año XVI Núm 39

ORACIÓN

Oh Dios, nuestro Padre, que nos mandas a vivir en comunión con los demás; líbranos hoy de todo aquello que nos pueda hacer más dura la vida.

Ayúdanos para que nunca hablemos de manera impensada o deliberada y lastimemos los sentimientos de otro o causemos heridas a su corazón.

Líbranos de toda impaciencia, irritabilidad, y de un temperamento arrebatado.

Líbranos de ojos que tratan de encontrar fallas, y de una lengua pronta para criticar.

Líbranos de enojarnos con facilidad, de ofendernos con rapidez, y de tardar en olvidar.

Ayúdanos a no ser testarudos y obstinados, y líbranos del egoísmo que no acepta otra opinión que la propia,

y que solo busca lo suyo.

Concédenos durante este día algo de la gracia y la hermosura que resplandeció en nuestro bendito Señor.

Escucha ésta nuestra plegaria por tu amor. AMÉN.

(Oraciones para el hombre común, William Barclay, Ed. La Aurora)

Con los pequeñosHaciendo discípulos, bendiciendo generaciones

1

Haciendo discípulos, bendiciendo generaciones

Introducción

Según el diccionario, la mayordomía es la carga de un mayordomo, o su trabajo. El ma-yordomo es el siervo mayor de una casa grande, o de una finca. Se entiende que el ma-yordomo no es el mero dueño de las cosas que cuida, sino que es un siervo. Él, sí, cuida de las cosas de su patrón, pero las cosas no son suyas. Recibe salario tal como cualquier empleado que no tenga igual privilegio. El joven José, hijo de Jacob, nos provee un gran ejemplo o ilustración de lo que significa la palabra “mayordomo”.

Nunca llegaremos a comprender los deberes que cada cristiano tiene como mayordomo si no reconocemos que Dios es el Creador, el Señor y el Dueño absoluto de todo. Es de notarse que una de las características de la apostasía es negar “a Dios el único Soberano, y a nuestro Señor Jesucristo (Judas 4). El cristiano verdadero reconoce la soberanía de Dios en todos los aspectos de la vida, confesando con su boca y testificando con sus hechos que Jesucristo es su Señor.

Ya que el Señor es el Dueño absoluto de todo, también es el Dador de todo lo que vemos y de lo que tenemos. Como nos dice Pablo, “¿Qué tienes que no hayas recibido?” (1 Co 4:7). Así que, conforme a su santa voluntad, el Señor reserva para sí el derecho de dar o no dar, y aun de quitar lo dado. La pura verdad es que él sostiene y da muchas cosas a muchísimas personas quienes ni reconocen sus providencias ni le dan las gracias (Mt 5:45; Romanos 1:21), no sabiendo que son dadas para guiarles al arrepentimiento (Ro 2:4).

Pero, más que todos los demás, el cristiano debe reconocer al Señor como el Dueño y el Dador de todo. Porque no solamente hemos recibido bendiciones materiales, sino también espirituales, como expresa Pablo en Efesios: “Dios que nos bendijo con toda bendición es-piritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3). Veamos algunos ejemplos:

A. El testimonio de José

“Así halló José gracia en sus ojos [Potifar], y le servía. Y él [Potifar] le hizo a José ma-yordomo de su casa, y entregó en su poder todo lo que tenía. ... Y dejó todo lo que tenía en mano de José, y con él no se preocupaba de cosa alguna sino del pan que comía” (Génesis 39:4,6). Frente a la tentación, vemos la comprensión que José tuvo de la carga que tenía: “Y él no quiso [pecar con la mujer], y dijo a la mujer de su amo: ‘He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa,. . .y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este gran mal, y pecaría contra Dios? ’” (Génesis 39:8-9).

Entonces, vemos que el mayordomo (si es fiel) maneja las cosas de otro, y respeta los límites puestos por su patrón. Y en el día señalado está en el deber de entregar cuentas a su amo de su mayordomía. Nota: Parece que todos conocemos como es el trabajo del mayordomo de una finca, que nos provee otra ilustración de la palabra.

B. El testimonio de los salmistas

• David: “De Jehová es la tierra y su plenitud [y cuanto ella tiene]; el mundo, y los que en él habitan” (Salmos 24:1).

• Asaf “Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los colla-dos. Conozco a todas las aves de los montes, y todo lo que se mueve en los campos

La mayordomía cristiana

2

me pertenece. Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud”, dice Jehová (Salmos 50:10-12; compare Hechos 17:25).

C. EL TESTIMONIO DE DAVID COMO REY, AL OFRENDAR EN EL TEMPLO

“Bendito seas tú, oh Jehová Dios de Israel nuestro padre, desde el siglo hasta el siglo. Tuya es, oh Jehová, la magnificencia, y el poder, la gloria, y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos, y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos. Las riquezas y la gloria proceden de ti; y tú dominas sobre todo. En tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos. Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre. Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos” (1 Crónicas 29:10-14).

D. El testimonio del patriarca Job

El primer capítulo del libro de Job nos revela cuán grandes fueron las posesiones mate-riales de Job. Pero, en un solo día perdió todo. Mas su testimonio fue: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo tomaré allá. Jehová dio, y Jehová quitó’, sea el nombre de Jehová bendito” (Job 1:21).

Aunque Job era rico, era hombre maduro, recto, temeroso de Dios y apartado del mal. No confiaba en sus riquezas, sino en el Dios vivo y verdadero. Reconoció que Dios le dio todo, y que tuvo el derecho de quitárselo, tanto como tuvo en dárselo al principio.

E. El testimonio de Nuevo Testamento

En Corintios 4:2: se dice: “Mas ahora se requiere en los administradores [dispensadores, mayordomos] que cada uno sea hallado fiel. La o él mayordomo deben mostrar fidelidad en el uso de todo lo que le es entregado para su vida. Si uno no tiene esta característica, es decir, la fidelidad, luego se pierde objetivo.

1 El testimonio de Jesús

Una Ilustración neo-testamentaria de la mayordomía es la que nos presenta Jesús en la famosa parábola de los talentos (Mateo 25:14-25)

Puntos importantes en esta parábola

a) El dueño entregó sus bienes a sus siervos, a cada uno conforme a su capacidad. Vv. 14-15.

b) Les ordenó usar los bienes para producir. “Negociad entre tanto que vengo” (Lucas 19:13). Nota: Este versículo es de la parábola de las minas, pero casi trae la misma enseñanza.

c) Dos siervos, con distintas capacidades, cumplieron con lo ordenado. Vv. 16-17. Eran fieles mayordomos.

d) Un siervo no cumplió lo ordenado por su patrón. V. 18. Era mayordomo infiel.e) Se ausentó el patrón, y después regresó a hacer cuentas. V. 19.f) El patrón premió a los mayordomos fieles (vv. 21,23), “Sobre poco has sido fiel, sobre

mucho te pondré”.g) El infiel sufrió pérdida. Vv. 28-29.

La aplicación de la parábola a nosotros, los mayordomos del Señor.

a) Dios nos ha entregado algo a cada uno de nosotros los cristianos: dones, bienes, vida, cuerpo. El dador de vida es también nuestro Señor. 1 Corintios 6:19 “No sois vuestros”.

3

b) Dios reconoce la capacidad distinta de cada uno. “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el bien general” (1 Corintios 12:7).

a) El Señor quiere que nosotros usemos para él lo que nos ha dado; sea recursos per-sonales y materiales, tiempo, vida, don espiritual, conocimiento, familia, o lo que sea, para el crecimiento del cuerpo, que es su iglesia (Efesios 4:16).

b) Nuestro Señor Jesucristo, pedirá de nosotros que le entreguemos cuentas de lo que nos ha dado. (2 Corintios 5:10; Romanos 14:12).

c) Los fieles serán premiados (1 Corintios 3:14).d) Los infieles serán reprendidos (1 Corintios 3:15e) El principio de esta parábola es sobre el tipo de relación que ha de establecerse con

Jesús. Si se ofrece por nosotros, si de él viene los medios para desarrollamos, si él nos convoca a servir en su Reino, entonces, la respuesta se da en términos de amor, consagración, privilegio responsable.

2. El testimonio de Pablo en Hechos 17:24-25

a) Dios hizo el mundo: es su creador.

b) Dios hizo todas las cosas que hay en el mundo: es el creador de todo.

c) Es el Señor (Dueño) del cielo y la tierra. (Posee lo que hizo.)

d) Es el gran Dador de todo. Dios da a todos, no solamente a los cristianos, sino a todos.• La vida física• La respiración o aliento• Todas las cosas. Incluye alimento, casa, terreno, tiempo, salud, ropa. . TODO, y

todo quiere decir todo.

3. El testimonio de Santiago

Santiago 1:17 nos hace entender que todo don y toda dádiva es de Dios, sea cosa material o espiritual. Dios es la fuente de toda clase de bendición.

Conclusión

Concluimos que nuestra mayordomía es el trabajo de cuidar y usar todo lo que el Señor nos ha dado. Esta responsabilidad no es solamente sobre las cosas materiales que Dios nos ha entregado, sino también incluye nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestro espíritu, nuestro tiempo, nuestra familia, nuestras relaciones, nuestro compromiso con nuestra iglesia, y aun, con el evangelio de nuestro Señor. Tendremos que entregarle cuentas a nuestro Señor del uso de todo lo que él ha puesto bajo nuestro cuidado y responsabilidad. Estamos seguros que si una o uno es fiel mayordomo de su cuerpo, de su tiempo, del evangelio, de su familia, de sus talentos, es decir, de su vida entera y lo que hace con ella en sus relaciones de todo tipo, también lo será de las cosas materiales que ha recibido del Señor. Dios es el hacedor y el dueño de todo, y a quién quiere él da sus bendiciones. Pero, no hay ninguna persona que no haya recibido bendiciones de lo alto. “El da a todos, todas las cosas”. Dios puede hacer esto porque es el Señor. A los cristianos, Dios también les ha dado toda clase de bendición espiritual. “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:32). En vista de todo esto, estamos en el deber de usar todo lo que el Señor nos da para su honra y gloria. Somos mayordomos y mayordomos de Dios. Si somos fieles, nos pondrá aún más; si somos infieles mayordomos, no nos sorprendamos de las consecuencias que esto representará para nosotros y los que nos rodean.

Rev. Javier Ulloa Castellanos

4

Lucas 10:1-21

La vida y la misión cristiana tiene un sencillo significado: “encontrase con Dios y ofrecerse a su servicio”. Todos nosotros nos hemos encontrado

con Jesús a través del testimonio de muchos hombres y mujeres que reci-bieron fe, esperanza y amor; cosa que no pudieron encerrar en sus propios corazones, porque experimentaron que la fe en Jesús se abre a la fe por la salvación humana, que la esperanza de la vida, se abre a la esperanza porque todos aquellos que viven sin rumbo encuentren el sentido a sus vidas, y el amor que recibieron se abre para compartirlo con todos para sanidad de sus almas.

Hemos sido testigos de la compasión, misericordia, el perdón y consuelo, que por la palabra, el toque y los gestos de Jesús descubrimos una nueva oportunidad para vivir. Este encuentro con Jesús nos desafía al compro-miso, a la decisión por ser mejores discípulos cada día, a ser cada vez más fieles y obedientes a su Palabra, a mantener el ánimo bien alto para adorarle en medio de cualquier circunstancia, y en el esfuerzo para seguir construyendo una iglesia de amor, dispuesta a compartir nuestros recursos, dones y talentos con los más necesitados. Hoy queremos renovar nuestro pacto con Dios y decirle: “Señor, sabemos que en esta misión contamos contigo, cuenta con nosotros”.

Esta historia nos narra cómo Jesús designa a setenta colaboradores para extender su obra en medio de su pueblo. Envía a muchos para que le pre-cedan, como Juan el Bautista lo precedió en su misión, como el mensajero esperado antes del día del Señor. Van a preparar la llegada del Señor. ¿Por qué setenta? Hay dos símbolos en el número setenta, y que tiene relación con la revelación divina en la historia de Israel. Por un lado, el número setenta irrumpe en el relato bíblico en un momento crucial para Israel, cuando Moisés llama a setenta hombres a colaborar con él en la tarea de animar al pueblo que se encontraba cansado, deprimido y angustiado (Núm.11). Por otra parte, el Sanedrín, que era una institución judía formado por setenta miembros considerados como los sabios maestros de la ley y que tenían una incuestionable autoridad. Recordemos que el 7 era el

Un discipulado que sabe con quién cuentasermón

Haciendo discípulos, bendiciendo generaciones

5

número perfecto para la cultura judía, y el 70 era, por tanto, la represent-ación de la perfección elevada a lo más alto.

¿Qué simbolizaba para sus discípulos? Que la misión a la que habían sido enviados tenía una raíz histórica y ellos mismos era gente del pueblo. Pero además, así como el Sanedrín, ellos también tenían una autoridad y un prestigio supremo, puesto que les ha sido dado por el mismo Dios, en tanto que Jesús es su Hijo, su enviado, y éste es el que los ha llamado y enviado a cumplir con esta tarea. Ya no importa que sean gente marginada, sin cultura, ni preparación teológica; ya no importa que para las élites religiosas de su tiempo ellos sean seres anónimos, porque ahora, en sus humildes alforjas cargan el poder de Dios. Van de dos en dos, porque más valen dos que uno, pues mayor provecho obtiene de su trabajo. Pero además, porque en el trabajo del Reino no se puede caminar solo, siempre hay una comunidad que alienta, fortalece y acompaña. Por eso la misión de los setenta es una fuente de estímulo y motivación para nuestra tarea como iglesia, puesto que podemos estar seguros que la naturaleza y la razón de nuestra misión está en Dios, que nuestra autoridad y prestigio se encuentran dados por él, y en virtud de ello saldremos victoriosos de toda encomienda, puesto que contamos con él ahora y siempre.

Porque Él nos ha elegido

Jesús elige y llama a los que han de cumplir con la encomienda de su misión. Hay mucho trabajo y siempre faltan fieles discípulos que asuman el reto, que obedezcan con fidelidad, y que intercedan por añadir a esa cosecha nuevos miembros a la familia de Dios. Por eso se necesitan tra-bajadores dispuestos para el Reino, decididos sin reservas, capaces de posponer aun lo importante por lo que es crucial para la vida eterna. En este envío queda claro que los enviados no son los dueños de la cosecha, y que siempre han de tener presente que su trabajo debe ser el mismo que Jesús: librar del sufrimiento y del mal a la gente; y que la grandeza de una vida cristiana consiste en anunciar y realizar los hechos salvadores de Jesús. Pero esa encomienda no es fácil. Se trata de ministrar vestidos de corderos, viviendo como corderos, pero en medio de lobos. Cumplir con nuestra tarea en territorios de hostilidad, tensiones e inseguridades. Quiere decir que la tarea de los discípulos se ha de cumplir en territorios dominados por el mal, ahí donde se trafica con la vida, donde el engaño o la mentira le-vantan sus banderas, donde la violencia reina, donde el pecado ha echado su trono, donde la gente no encuentra esperanza y donde la muerte es la más temida de todas las realidades humanas. Ahí nos necesita Dios, como

6

corderos, humildes y sencillos, obedientes y dispuestos; pero sabedores que con el poder del Espíritu Santo y la Palabra de Dios cobramos fuerzas; sabedores que contamos con Dios en toda empresa y batalla que él nos mande a librar nada ni nadie nos podrá separar de su amor. Él nos acom-paña siempre. Es verdad, el terreno del discipulado no es nada fácil, por eso es importante estar seguros y confiados en que Dios, el que nos envía, está de nuestro lado, y que si él nos llama, él nos protege, ilumina, y nos ayuda a salir victoriosos en cada una de nuestras luchas de fe.

Porque Él nos acompaña toda la ruta

Jesús indica las condiciones o el estilo del discipulado. A los enviados se les prohíbe llevar lo que la gente normalmente llevaba en todo viaje. No deben llevar morral, bolsa ni sandalias. ¿Qué significa esto? ¿Qué no es demasiado con llevar su mensaje a personas que no quieren escucharlo, sino que además no hay que tener lo necesario para su realización? Lo que Jesús les quiere indicar es que el camino que habrán de recorrer es el mismo que él ha recorrido; pero además, les dice esto para indicarles que su único apoyo en esta tarea es Dios, que han de realizar su misión, amparados sólo en él, confiados sólo en él, en su palabra y sus promesas. Donde está tu corazón ahí está tu tesoro. Pero además, no deben deten-erse o entretenerse en el camino, porque la tarea es urgente y nada debe desviarlos ni retardarlos en el cumplimiento de su misión. Habrá provisión cada día, de eso pueden estar seguros; habrá sustento espiritual en cada momento, de eso no pueden dudar que lo recibirán; habrá de ser suplido todo lo que falte conforme a las riquezas en gloria en Jesús, por supuesto; pero la tarea del discipulado reclama una dependencia y confianza absoluta en Dios; demanda certezas de fe que no pierdan de vista jamás lo esencial de su misión: dar salud y anunciar que el reino de Dios ha llegado; y éste Reino trae consigo una fuente de bendición y paz para toda la humanidad. ¿Dónde se encuentra la fuente de seguridad de nuestras vidas? Si creemos que es en Dios y que contamos con él en el camino, entonces es verdad que si buscamos el Reino de Dios y su justicia, lo demás nos vendrá por añadidura. Lo que necesitamos para cumplir la misión es ir ligeros de eq-uipaje para que las tentaciones no nos desvíen, o los anhelos materiales no nos alejen de lo prioritario que es: el cultivo del amor, la enseñanza de los valores de Jesús, la edificación de una iglesia y el servicio solidario. Las pruebas vendrán, tendremos que lidiar con muchos obstáculos en el camino, habrá negación y rechazo al Señor cuando cumplamos su Palabra, pero una cosa no podemos dejar de hacer: anunciar la paz del Reino de

7

Dios, el mensaje de salvación de su Hijo Jesús, la presencia del Espíritu Santo llenándolo y transformándolo todo. ¡No podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído! “Se cuenta la historia de unos hombre que habían quedado encerrados por error en una oscura caverna donde nada se podía ver. Pasó algún tiempo, y uno de ellos logró encender una pequeña tea. Pero la luz que daba era tan escasa que aun así nada se podía ver. Al hom-bre, sin embargo, se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás prendiera sus propias teas. Así, compartiendo la llama con todos, la caverna se iluminó”. ¿Qué nos enseña esto? Nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con el prójimo. Si la compartimos no solo llenamos de luz una vida, sino que juntos haremos crecer la luz en el mundo. Esa luz es el Espíritu de Jesús, que mientras la compartimos, también va calentando nuestros corazones.

Porque Él no nos abandona jamás

Los setenta regresaron gozosos de haber cumplido la misión encomendad. Se alegran que en el Señor derrotaran a las fuerzas del mal. Nada causó más alegría que el saber que toda fuerza opositora a Jesús y a la salvación de las personas fuera vencida. Todo con el poder del Señor. Los discípulos ahora estaban seguros de que los lobos no aniquilarán a las ovejas. Pero lo que causó más alegría a Jesús no fue que vencieran a las fuerzas del mal, sino que se goza en saber que los setenta son suyos, y para él lo más grande es que estén en la lista de sus discípulos. Jesús sabe que puede contar con ellos, y se alegra.

Esta es la certeza de la alegría: que se ha cumplido con anunciar las buenas nuevas de salvación, y que este mensaje ha producido un cambio de vida en los que lo han recibido. ¿Quién no se goza cuando nuestro testimonio transforma la vida de una persona? Es la propia alegría de Jesús la que nos mueve a realizar con más fuerza y decisión nuestra tarea cristiana. Es la alegría que produce en otros el cumplimiento fiel de nuestra tarea, la que nos llena de satisfacción. ¡Nada es en vano cuando se trata de compartir el mensaje de Jesús! Esta es la alegría que debe caracterizar nuestro servicio al Señor, ¿Por qué? Porque nuestro fiel testimonio se ha convertido en una fuente inagotable de bendición, y porque hemos sido un espejo donde se ha reflejado la presencia viva de Dios en las personas.

Contamos con Dios, hermanos. Digámosle esta mañana en respuesta a su amor: Señor, cuenta con nosotros. Amén.

Hno. Ariel Canizal Silahua | Domingo 28 de septiembre de 20148

Se les invita a los miembros de la congregación a darle follow a nuestra iglesia en las diferentes redes sociales que tenemos:

@iglesiab_shalom Iglesia-Bautista-Shalom/159769193698

Si requieres del boletin en versión electrónica, envía un mail a mayacamposfarfan@hotmail.com y te lo enviaremos.

También puedes encontrar los sermones en línea por medio del blog:iglesiabaushalom.wordpress.com

Instituto Bíblico¡Reiniciamos el instituto! El Señor quiere que nuestro corazón le conozca, tenemos la oportunidad de saber un poco más de Él y de sus planes para nuestras vidas. ¡No faltes!

Damos muchas gracias a nuestras iglesias Shalom y Jerusalén por mantenernos en oración, ya que fue de gran bendición para nuestras

vidas el Campamento 2014 “Compartiendo la Mesa”

Haciendo discípulos, bendiciendo generacionesEn cada actividad

9

Haciendo discípulos, bendiciendo generaciones

Orando unos por otrosTestimonios:

• Hna. Catalina Montoya pide oración por las decisiones que tiene que tomar, que Dios la guíe.

• Hna. Elizabeth García pide oración por su nueva operación de rodilla, que el Señor dirija todos los trámites y doctores idóneos para que ya sane.

• Hna. Alma Jiménez pide oración porque el Señor le dé mucha y paciencia para poder atender a su mamá con mucho amor; pide que oremos por la familia Alba de Torreón, familiares de su esposo, pues mataron a uno se sus miembros; y por la salud de su prima Jovita, de la misma familia, que tiene una enfermedad muy rara.

• Hno. Jorge Rodríguez pide por el corazón y la vida espiritual de su hijo David ya que tiene grande lucha.

• Hno. Rafael Farfán sigue pidiendo por la salud de su mamá, posiblemente en dos semanas le quiten los clavos.

• Hna. Miranda pide por algunos conflictos que hay en la familia, que el Señor les dé sabiduría para resolverlos.

• Hna. Patricia Montes de Oca pide por su amiga Abigail pues le quitaron su de-partamento y no tiene manera de sostenerse.

• Hna. Lozada pide por la vida espiritual de su esposo y su comunión familiar.

• Hna. Maru Alba da gracias a Dios pide oración por su recuperación económica y la de sus hijos; que sigamos orando por su nieto Leonardo que tiene autismo; y pide por la salud del Hno. Samuel Alquicira.

• Hna. Yvonne Vilchis da gracias a Dios por la vida de su mamá que la semana pasada cumplió un año más de vida.

• Hna. Campos pide que oremos por la salud del bebé de su sobrino Jorge Terra-zas y su esposa Adriana, para que pueda llegar a buen término.

• OremOspOreltemplOdelaiglesia.

• OremOstOdOspOreltrabajOdenuestrOshermanOs.

• OremOspOrtOdOslOsenfermOsdenuestraiglesia.

• OremOspOrlasmisiOnesqueapOyalaiglesia:ChihuahuayseminariObau-tistademéxiCO.

10

Haciendodiscípulos,

bendiciendogeneraciones

Actividades regulares Domingo

Ensayo coro 9 hs Culto Vespertino 18.30 hs

Instituto Bíblico 10 hs Unión de Jóvenes 17 hs

Culto Matutino 11 hs Unión de Adolescentes 17 hs

Velada de oración Último jueves del mes. 19 hs

Reunión de mujeres Último sábado del mes

Reunión de varones Último sábado del mes

Reunión de Matrimonios Fechas asignadas Reunión de Adultos

Mayores Fechas asignadas

Iglesia Bautista Shalom de la Ciudad de México ARAv.SanJerónimo137SanÁngel,01000,MéxicoDF•56167732

www.iglesiabautistashalom.org.mx

La Paz

La paz que disfruta José es mucho más que una vivencia sub-jetiva. Aquella paz del alma que despliega en todas las áreas de su vida, es un verdadero shalom. La voz hebrea shalom designa el estado de la persona que vive en armonía consigo mismo, con su medio y con Dios. Además de un sentimiento, es una situación palpable y verificable, que incluye la salud, la familia, el trabajo, los viajes, el bienestar material. Mientras haya shalom, se puede sembrar, cosechar, construir, multiplicarse, gozar de la vida.

Caminemos este día en el fruto del Shalom de Dios, dejando que su paz nos enriquezca en todas las áreas de la vida.

Lunes Génesis39:2•Marcos9:50;

Martes Romanos5:1-5•Hebreos13:20-21

Miércoles Filipenses4:6-7•Romanos8:5-6

Jueves Proverbios 3:1-4

Viernes Juan 14:15-31