Haikus

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Revista de haikus Una pura actualidad del siempre: el haiku por Ana Mª Pérez Cañamares La contribución de Octavio Paz al haiku por Carlos Fleitas Selección de haikus clásicos y contemporáneos Número 1 Mayo 2002

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Revista dehaikusUna pura actualidaddel siempre: elhaikupor Ana Mª PérezCañamares

La contribución deOctavio Paz alhaikupor Carlos Fleitas

Selección de haikusclásicos ycontemporáneos

Número 1 Mayo 2002

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Revista de haikus. Mayo de 2002. 1

Revista de haikusEditorial

Tienes entre tus manos, (o ante tus ojos) el primer número de “Revista dehaikus”, o mejor aún el número cero.

Espero que este ejemplar sirva de muestra de lo que “Revista de haikus”puede ofrecer en el futuro, y quiere darse a conocer al mayor número posiblede internautas hispanohablantes.

Pero antes de presentarte la revista, quiero hacer hincapié en la importanciaque tiene tu ayuda en que este proyecto siga adelante. Porque esta revista estápensada de tal manera que no sea nada sin sus lectores, sin sus artículos, sinsus composiciones, sin sus dibujos, sin sus comentarios, sin sus críticas ysugerencias.

Pretende, en fin, convertirse en un vehículo de comunicación para muchosinternautas interesados en el haiku, y para otros muchos más que a lo mejor nisiquiera han oído hablar de él. Espero de vuestra colaboración para seguiradelante con ello.

En principio, “Revista de haikus” va a tener una periodicidad bimensual,aunque todo ello dependerá de la cantidad y calidad del material disponiblepara su elaboración, así como del tiempo disponible que me dejen el resto deobligaciones.

Su estructura, que ya puedes observar en este número será la de dos o tresartículos sobre el haiku o temas afines. Le acompañarán una breve selecciónde haikus clásicos, y una más extensa de colaboraciones de poetas hispanos.Adicionalmente, y de cara al futuro, he pensado en añadir materiales sobrearte y cultura japonesa, caligrafía y dibujo, haiga, (por cierto, si deseas publicaralgo de haiga aquí ponte en contacto conmigo cuanto antes), y en definitiva, loque se os ocurra.

Para concluir, agradecer a todos los que han ayudado con sus artículos yapoyo a la realización de “Revista de haikus”.

Óscar D. Sánchez JiménezValencia, España, Mayo de 2002

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Índice

Editorial 1

ArtículosUna pura actualidad de siempre: el haiku 3Ana Mª Pérez CañamaresLa contribución de Octavio Paz al haiku 10Carlos Fleitas

Selección de haikusColaboraciones 12Haikus clásicos 13

Contacto 15

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Una pura actualidad del siempre: el haikupor Ana Mª Pérez Cañamares

Donde hay hombres,habrá moscas, y habráBudas también.

-Issa.

El haiku es un poema de origen japonés, singularmente breve (tres versos de5-7-5 sílabas, por lo general), nacido al cobrar importancia la estrofaintroductoria de un poema más largo, el tanka, que se improvisaba entrevarios poetas. En la evolución que ha sufrido a lo largo de este siglo, su formase ha visto afectada, aproximándose a un "haiku de verso libre", si bien haydiscusiones entre los expertos sobre si el resultado puede seguir mereciendotal nombre. En la forma original del haiku predominan los sintagmasnominales, y los verbos, cuando aparecen, suelen estar desposeídos deflexiones temporales y personales (cosa difícil de mantener en traducciones,aunque se preserve el predominio de los sustantivos). El haiku aspira a captarel momento, el aquí y ahora, de una forma tan radical que los límites entre elobservador y lo observado, el sujeto y el objeto se disuelvan, para procurar, ensus mejores manifestaciones, una experiencia mística de no dualidad, detotalidad.

Intuición e iluminación

En este mundo,encima del infiernoviendo las flores.

-Issa.

A diferencia de otros géneros o autores que hacen hincapié en razón oemoción como eje o impulso de sus obras, el haiku hace de la intuición sumotor y su aspiración; ya que no sólo parte de ella sino que aspira a recrearlaen el acto de la lectura. Sin embargo, el gran Bashô habla de que hay queseguir "la naturalidad que procede del corazón", lo cual podría identificarsemás con un movimiento emocional. La diferencia estriba en que, si bien elhaiku puede partir de una emoción, no se recrea en ella, sale hacia fuera, demodo que esta emoción compartida ya no es simple sentimiento, sinofogonazo de totalidad: entendimiento, compasión, vislumbre que iluminan eluniverso y se funden en él.

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El momento del haiku puede equipararse con un momento de iluminación.Aspira a abarcar la totalidad del momento, con lo cual queda excluidocualquier intento de reflexión, de intelectualismo, de recreación. No es sólouna exigencia a priori al escritor de haiku, sino una necesidad intrínseca a supráctica. Su brevedad es una exigencia de su esencia y viceversa. A causa de sucorta extensión formal, la inspiración coincide con la creación. En el haikuhabita una contradicción entre el elemento temporal y su fuga hacia laeternidad. No sería posible que la coexistencia de tal tensión fuera más allá delmomento concreto de la iluminación y su expresión.

Paradójicamente, cuando uno se adentra en el momento presente hasta talpunto, el momento se eterniza. La imagen así sentida pasa a ser símbolouniversal.

El poeta, en el momento de la creación del haiku, se identifica con lanaturaleza en su labor creadora, pero esta identificación no le encumbra, sinoque le sumerge en la sensación captada, en la absoluta complejidad de la totalpresencia y captación del momento. En palabras de Blyth, uno de los mayoresestudiosos de haiku: "La alegría de la obvia re-unión de nosotros mismos conlas cosas, con todas las cosas, es así la alegría de ser nosotros mismos".

Haiku, ¿literatura o camino?

Cuando mi vidaatiende al crisantemose tranquiliza

-Shuoshi.

Bashô dijo: "Aprender quiere decir unirse a las cosas y sentir la íntimanaturaleza de esas cosas". Y Aroo, poeta moderno de haiku, dice que el haikuno es solamente un arte, sino que expresa la verdad que creamos viviendo conenergía, buscando algo.

Algunos críticos han afirmado que el haiku no es un fenómeno literario;quizás sea esto debido a su sencillez y falta de retórica, elementos extrañosdurante siglos para el canon occidental. No suele contemplarse en nuestratradición que la sencillez y la claridad sean una meta, sino un signo deignorancia o inexperiencia. En mi opinión, el haiku puede entenderse, leerse,vivirse como arte, pero también es algo más; los planos literario y espiritual envez de restarse, se suman; lo que resulta es un arte que es también camino deascesis, de comunión espiritual, tanto para quien los escribe como para quien

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los lee. Porque también está en el ánimo del haiku disolver las diferenciaslector/escritor.

El hecho de que esté al alcance de cualquiera escribir un buen haiku y de queen la producción de poetas consagrados haya haikus mediocres, lleva aalgunos críticos a afirmar que el haiku es un arte menor. Pero es que la poesíaen la vida japonesa fue entendida como un deber moral, no como una prácticade unos pocos: "Cualquiera que sea la injusticia o la desgracia que te turbe,renuncia cuanto antes a tu resentimiento o a tu pena y escribe, como ejerciciomoral, algunas líneas de versos sobrias y elegantes". Este entramado de ética,lírica puede seguir resultándole extraño a los críticos literarios; incluso, esteocultamiento del poeta detrás de lo que ve, el amor y la compasión quetraslucen sus textos, y la humildad que le lleva a ahorrar palabras, en unatensión hacia el silencio (huyendo del despliegue y la vanidad), a jugárselacomo artista (si es que tal cosa importa) en una o dos frases.

Para llegar a esta expresión de su percepción, el poeta debe estar embarcadoen un camino de despojamiento, de desnudez, porque su vanidad, su ego, supersonalidad, sólo serán velos que ocultarán el verdadero sentido de lo quedesea comunicar. En palabras del teórico y poeta Otsuji: "(Podemos entrar enel mundo de la creación) cuando somos completamente sinceros y humildesante la naturaleza, aunque libres y sin temor; cuando nunca estamos separadosde la naturaleza; cuando no introducimos perezosa fantasía o nos ponemos apensar". Fernando Rodríguez Izquierdo añade: "En la experiencia del haiku seve el mundo dotado de la perfección de finalidad".

Usar la palabra para ir más allá de la palabra

Viento otoñal.Dentro del corazón,montes y ríos

-Kioshi.

Según F.F. Villalba, el haiku es "un símbolo de la visión intuitiva de larealidad; supone la liberación de los límites del lenguaje, la experiencia delestado pre-simbólico". Se podría decir que el haiku se viste de palabra paraseñalar la desnudez del silencio, ya que "tanto sentido estético hay en loexpresado como en lo silenciado". Tanto en el Vacío como en la Plenitud.

El haiku es una manifestación de la palabra, aunque ésta esté al servicio delconocimiento, de la sugestión, de la sutileza. El ingenio puede estar ahí, peronunca sustituyendo o sometiendo a la experiencia. En este caso, en palabrasde Huxley: "el lenguaje es un instrumento para extraer el misterio de la

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realidad" (*). La profundización en la realidad hasta tal punto conlleva unalabor selectiva de la palabra.

Un signo de la riqueza del fenómeno del haiku lo dan las paradojas queconviven dentro de él:

1. El haiku se sirve de la palabra para ir más allá de la palabra.

2. Utiliza el instante para alcanzar la eternidad; lo concreto para llegar alsímbolo; la sensación para atraer lo espiritual.

3. Narrando un acontecimiento nimio, da cuenta de la gran rueda de cambiosy transformaciones. Se ocupa del cambio y la permanencia, de la semejanza yel contraste, aspirando a resolverlos en el Todo. Expresa lo casi inexpresable.

El haiku insinúa comparaciones, aunque no las consuma, pues más bien lasdeja a la capacidad interpretativa del lector. Rehuye la metáfora puesto queésta cristaliza la comparación, que habita en la mente del poeta y es por tantoun producto intelectual, así como cierto tipo de adjetivación. Sí gusta, sinembargo, de juegos de palabras (que retratan la naturaleza paradójica de lascosas, relajan las connotaciones fijas de las palabras), las onomatopeyas, lasaliteraciones, las sinestesias, que se adaptan a la impresión de la experiencia.

Las estaciones

Leve es la primavera:sólo un viento que vade árbol en árbol

-Aró.

Ha sido tradicional mantener una alusión dentro del haiku a alguna de lasestaciones del año, ya que en el transcurso de cualquiera de ellas la naturalezaadquiere un carácter especial, distintivo, que hace de nexo entre el instantecaptado y el flujo natural de la vida cósmica. Hoy en día ya no se consideranecesaria, si bien suele flotar en el haiku gracias a cualquier detalle que a travésde él se observe.

En el interior de este requisito contra el que se han revelado algunos escritoresde haiku, también habita una paradoja. Porque aunque puede ser interpretadocomo una restricción, mi impresión es que se trata de un ejercicio paraestimular el músculo de la percepción, para aguzar la vista y abrirnos a loscambios y signos más imperceptibles que nos rodean. A su favor está tambiénla concisión (que, según Rodríguez-Izquierdo, reúne los elementos dispersos

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de la intuición). Especialmente en una sociedad como la nuestra que olvida loshechos más naturales y sencillos, aquellos que la intervención del ser humanono puede alterar, los cambios estacionales nos dan la medida de nuestrasoberbia al soñarnos omnipotentes, importantes, imprescindibles.

Lo que la naturaleza transmite a través de las estaciones es, según Bashô: "laverdad inmutable en forma cambiante".

Haiku y belleza

Blanco rocío.Cada púa en la zarzatiene una gota

-Buson.

Al escritor de haiku no le importa la belleza, al menos como es concebida enOccidente, de forma restrictiva y selectiva. El poeta abre los ojos y cuenta loque ve, sin excluir nada. Bashô dice: "Haiku es simplemente lo que estáocurriendo en este sitio, en este momento".

Sin embargo, no es extraño percibir el aliento de lo bello en la lectura delhaiku, aunque se trataría de una belleza como la descrita por Huxley: "Labelleza brota cuando las partes de un conjunto se relacionan unas con otras ycon la totalidad, de manera tal que las aprehendamos en orden y con sentido"(1).

Rodríguez-Izquierdo habla de una "estética de lo incompleto", que incluyevarias ideas: 1) lo interesante de las cosas es su principio o fin, y noprecisamente su momento de esplendor 2) en la incompletitud hay lugar parael crecimiento 3) la belleza está irremediablemente unida a la caducidad 4) laperfección pone límites a la imaginación.

Por qué el haiku hoy

Hasta una chozaen mundo de mudanzas,es casa de muñecas

-Bashô.

El haiku es un camino: quien lo siga ha de hacerlo con respeto tanto a losotros caminantes como a sí mismo; un camino puede ofrecer diferentes

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estadios, moradas, paradas y descansos (estoy pensando en las polémicasacerca de temas y formas). Siempre habrá quien busque atajos, distracciones,pero eso no ha de importar a los que se ocupen honradamente de su propioviaje y sepan que el haiku aguza la mirada, abre los brazos, enseña a recibir loinesperado, acepta la divergencia (no todos los grandes poetas de haiku hantenido los mismos intereses, para Bashô fue la compañía perfecta para su vidade monje zen, Issa puso su sello de rebeldía, amargura y melancolía, Buson yShiki tendieron hacia un arte más estético e impresionista; en cada uno deellos ha predominado una de las múltiples facetas del haiku).

En este siglo, se han escrito haikus de un verso y también de cuatro, con unnúmero de sílabas variable. Bashô afirma que la consecución del ritmo nodepende de un número exacto de sílabas, sino de que haya una sola sílaba demás. En la pauta silábica clásica están de algún modo en síntesis el ritmo y elacento del haiku. La experiencia de leer haikus adaptados a esa pauta crea unritmo interno, una especie de ritmo de caminante. Que el último verso seamás corto que el central deja una puerta abierta que se adecua perfectamenteal carácter continuo de la experiencia: un culmen en el centro y una caída, unsuspenso al final.

Es justo que en el siglo XX se hayan incorporado temas y alterado formas;pero volviendo a los antiguos poemas de los maestros, uno se da cuenta quelo que era digno de apreciarse entonces sigue siéndolo ahora. Y esa no deja deser una buena enseñanza.

Otras literaturas

Yo que me voy,y tú que te quedas,son dos otoños

-Shiki.

Sería necesario un estudio más profundo y panorámico para poner el ánimosubyacente en el haiku en relación con otros géneros. Quisiera mencionar aquíla "prosa espontánea" de los beats, que aspiraban a reflejar en sus textos lavida sin cortapisas, y que por otra parte se acercaron en diversos grados a lasfilosofías orientales. Antes que ellos, está la "escritura automática" de lossurrealistas, que, según Víctor García de la Concha, "imprime a la escrituraaquella tensión fluídica que, con la implantación del racionalismo realista,había perdido" (2).

Como corresponde a una literatura que es algo más, el haiku tiene tambiénrelación con filosofías orientales como el Zen ("Tu mente ordinaria; ése es el

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camino"), el Confucionismo ("Sólo aquel que ha alcanzado la perfectasinceridad bajo el cielo puede consumar las infinitas potencialidades de sunaturaleza") o el Tao (cuyos principales libros, el Tao-Te-Ching o el Chuang-Tsé, describen el estado espiritual del haiku bajo otras formas).

El propio haiku, en sus inicios, había buceado en la poesía china y japonesa, ysiempre creció cercano a otras artes como la pintura. Uno de sus estudiosos,Ebara, afirma: "El espíritu que sustenta la base de todo arte tiene que seruno".

Y me gustaría terminar con las palabras de María Zambrano, escritora yfilósofa tan cercana a los presupuestos y pulsiones que habitan en el haiku y aquien debo el título de este artículo: "La verdad necesita de un gran vacío, deun silencio donde pueda aposentarse, sin que ninguna otra presencia seentremezcle con la suya, desfigurándola. El que escribe, mientras lo hace,necesita acallar sus pasiones y, sobre todo, su vanidad. La vanidad es unahinchazón de algo que no ha logrado ser y se hincha para recubrir su interiorvacío. El escritor vanidoso dirá todo lo que debe callarse por su falta deentidad, todo lo que por no ser verdaderamente no debe ser puesto demanifiesto, y por decirlo, callará lo que debe ser manifestado, lo callará odesdibujará por su intromisión vanidosa". (3)

Quien haya elegido el haiku como camino aspirará a decir todo lo que, por serverdaderamente, debe ser puesto de manifiesto.

Notas:

Todas las citas de este artículo han sido extraídas del libro de FernandoRodríguez-Izquierdo El haiku japonés, Editorial Hiperión, Madrid, 3ª edición,1999, excepto:

(1) Huxley, Aldous, Sobre la divinidad, Editorial Kairós, Barcelona, 2000.

(2) García de la Concha, Víctor, La poesía española de 1935 a 1975 (de lapreguerra a los años oscuros 1935-1944), Editorial Cátedra, Madrid, 1977.

(3) Zambrano, María, Hacia un saber sobre el alma, Alianza Editorial, Madrid,1987.

Las traducciones de haikus forman parte de la antología Jaikus inmortales,selección de Antonio Cabezas, Editorial Hiperión, Madrid, 1983.

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La Contribución de Octavio Paz al haikupor Carlos FleitasEn 1956 Octavio Paz y el erudito japonés Eikichi Hayashiya finalizan latraducción de Oku no Hosimichi (Sendas de Oku) de Matsuo Basho. Estapublicación de la Sección Editorial de la Universidad Nacional de México,marca un hito en la difusión del haiku del poeta japonés en Iberoaméricaporque es la primera que se realiza en castellano. En ella el escritor mejicanoincluye un prefacio sobre la vida de Basho y el significado de su obra. En unposterior prólogo a Sendas de Oku titulado "La Tradición del Haiku" -estavez editado en España - y fechado en 1970 Octavio Paz resume sucontribución a la comprensión de esa forma y genero poético.(1) En primerlugar para Paz el haiku se inscribe en un marco más amplio, el de la estéticajaponesa, que es fundamentalmente una sensibilidad. Sensibilidad que seexpresa en la palabra "kokoro" que equivale a *corazón*.(2) Pero al ser difícilde traducir, el erudito mexicano llega a la conclusión de que "kokoro",representa un estado intermedio entre lo intelectual y el mundo de lossentidos. Y esta estética a su vez tiene como eje la *indeterminación*, que nosmuestra lo precario de la vida y que da un carácter especial al arte Japonés.Siempre parece inacabado como la vida misma...(3) Y al profundizar suanálisis elige a Basho por sus especialísimas características, en primer lugar porhaber dado un nuevo sentido al hokku, transformándolo en un arte de la másalta excelencia poética y logro espiritual, en contraste con los de Moritake,Sokan y especialmente Teitoku. Sin aludir a ello directamente, Paz describe loque el propio Basho caracterizó como esencia de sus hokku: Fuga.(5) Yoagregaría algo que, aunque Paz no lo menciona, es de la mayor importancia. Elcuidado del lenguaje en los "hokku" de Basho como una reacción a una ciertatendencia en el "haikai-no-renga" que llevaba a dar más importancia al efectode las palabras, que a su profundo significado y a su elegancia interna como lohace el poeta japonés. Y eso también es Fuga.(6) Para Paz Oku no Hosimichio Sendas de Oku, es no solamente un viaje a lugares remotos del Japón, sinoque es una "peregrinación espiritual". De este modo muestra claramente elsentido de la obra del poeta. Sus metas no son sólo artísticas o estéticas, sinopor sobretodo espirituales, lo que concuerda claramente con la característicapropia del arte de Basho: su carácter de "sendero" dentro de un objetivopropio del budismo: el satori.(7) Y aquí encontramos una aguda observaciónde Paz que se encarga de llamar la atención sobre la decisiva influencia delZen en la poesía de Basho. Su comunión con la naturaleza, su simplicidad quees a la vez refinamiento y su serenidad son los aportes más interesantes segúnel erudito mexicano.(8) Sería muy extenso enumerar los profundos análisis dePaz a muchos de los hokku del poeta japonés y su comprensión de esta formay género poético. Pero hay uno que rescataría como el esencial: el haiku es nosólo una forma literaria, es un modo de vivir plenamente la riqueza y variedad

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del mundo. No sería justo tampoco, eludir la fidelidad de la memoria deOctavio Paz: la crónica de los poetas hispanoamericanos que bajo la influenciadel haiku crearon magnificas poesías. Desfilan así Tablada, Rebolledo, CarreraAndrade y ni mas ni menos que Machado, Juan Ramón Jiménez y GarcíaLorca. De este modo debemos al escritor mejicano no sólo una contribución ala comprensión del haiku en su aspecto poético, sino también crítico-histórico.

Notas:

1. Octavio Paz y Eikichi Hayashiya: Matsuo Basho Sendas de Oku, BreveBiblioteca de Respuesta Barral Editores Barcelona 1970"2. ídem: pag 103. ídem pag 114. ídem pag 14. Paz afirma que Basho convirtió los "ejercicios de estéticaingeniosa" (de Teitoku) en experiencias espirituales.5. Utilizo este término en el sentido que el Prof. Hideaki Hirano (UniversidadHosei, Tokyo) lo hace en su ensayo.http://prof.mt.tama.hosei.ac.jp/~hhirano/favor/to_john.htm6. ídem pag. 13 y 14: Paz afirma que Sokan y Moritake trajeron "una peligrosainclinación por la imagen ingeniosa y el retruécano". Y que en su haikaiaparece por primera vez en la poesía japonesa "el lenguaje urbano" o mejor "ellenguaje de la burguesía urbana" opuesto a la "tradición cortesana y exquisitadel renga". Y que Teitoku intentó retornar al lenguaje tradicional del renga, sinabandonar la inclinación de usar palabras brillantes que Paz llama "ejerciciosde estética ingeniosa".7. Esta es una interpretación personal (poesía como "camino" hacia el satori),aunque el propio Paz enfatiza la importancia de la influencia del Zen en lapoesía y el estilo de vida de Basho. (pag 39 of Sendas de Oku). En su artículo"Tres momentos de la literatura japonesa" 1954 Paz afirma: Haiku is "satori".Paz también llama la atención al hecho de que Basho era discípulo de unmonje Zen llamado Buccho. Este ensayo puede ser bajado de la siguientedirección http://ensayo.rom.uga.edu/antologia/XXA/paz/paz5.htm8. Octavio Paz y Eikichi Hayashiya: Matsuo Basho Sendas de Oku BreveBiblioteca de Respuesta Barral Editores Barcelona España 1970"(pag 43)

Este breve ensayo apareció en el primer número de la revista on-line delWorld Haiku Club, World Haiku Review, http://www.worldhaikureview.org

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Selección de haikusA continuación podéis disfrutar una selección de haikus, tanto clásicos, comoenviados por internautas. Algunos podréis encontrarlos también en la web, yotros solamente en la Revista. De nuevo os recuerdo que esta sección estátotalmente abierta a vuestras colaboraciones.

Colaboraciones

Sylvia Simonet

Cielos húmedosy misterios de otoño:brotan los hongos.

Dulce septiembreconcede a mi esperanzabrisas y flores.

Manuel Pancorbo, ¡un haiku en esperanto!

Lun' super marocela �ia pen' estasmalseka strando

Riela la lunano es inútil su afánplaya mojada

José Turull Bargués

Lluvia de otoñopersistente y pausadainvita a pensar.

Flores de un díasois solaz pasajerode quien os mira.

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Mario Baigorria

El viento pasa,semillas de amor y odio,otoño y más.

Raúl Mª Arol Rosa, haiku en japonés y en castellano

Un sonidoen la campanilla de viento,tarde de verano.

fuurinnonega hitotsu narinatsuno gogo

NB! En las casas japonesas, durante el verano, se cuelga una típica campanillade viento llamada fuurin.

La quietud y tranquilidad de una calurosa tarde de verano se refleja en el únicosonido que brota de la campanilla, debido a una solitaria ráfaga de viento. Eltintineo del adorno rompe el silencio por un instante.

La palabra de estación utilizada, -kigo-, es el verano.

Haikus clásicos

Kioshi (1874 - 1959)

hingashi nihi no shizumiiruhana-no kana

chushu noawa wa omotakikiwami kana

harukaze yatoshi o dakiteoka ni tatsu

Por el orienteel sol aún hundidoy en flor los campos.

Medió el otoño,y está el mijo pesadocon plenitud.

Viento vernal.Me siento belicosode pie en el cerro.

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fuyu yama-jiniwaka ni nukukitokoro ari

Senda del monte:hay de pronto en inviernositios templados.

Shiki (1867-1902)

aki-kaze yaware ni kami nashihotoke nashi

mokuge saitefune dekiagarugyoson kana

hira-hira tokaze ni nagaretecho hitotsu

Viento otoñal.Y yo no tengo diosesni tengo Budas.

Flora el hibiscoy terminan un barco:pueblo pesquero.

Acá y alláarrastrada del viento,la mariposa.

NB! Estos haikus y sus traducciones pertenecen al excelente libro de AntonioCabezas, “Haikus inmortales” de la editorial Hiperión.

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