han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

20

Transcript of han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

Page 1: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al
Page 2: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al
Page 3: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

De esta obra «Expediente Administrativo de don Mi-guel de Unamuno», 1864-1936, y cuatro apéndices sehan tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al1.000.Ejemplar número u O 4

Page 4: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

MIGUEL DE UNAMUNO

864-1936

EXPEDIENTES ADMINISTRATIVOS DE GRANDES ESPAÑOLES

MINISTERIO DE EDUCACIÓN V CIENCIAMADRID, I9B2

Page 5: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

COLECCIÓN "EXPEDIENTES ADMINISTRATIVOS DE GRANDES ESPAÑOLES". NUMERO 3Director: Enrique Casamayor Rodríguez

Han colaborado especialmente en la documentación de la presente obra la Universidad deSalamanca, con aportación documenial e iconografía conservada en la Casa-Museo Unamuno, e!Archivo Central de la Administración: el Archivo de los Ministerios de Educación y deUniversidades e Investigación: la Biblioteca Nacional de Madrid: la Real Academia Española; laUniversidad de Grenoble, y el Museo de Arte Moderno de Madrid; con la colaboración literaria deJulián Marías (de la Real Academia Española), M " Dolores Gómez Molleda (Rectora enfunciones de la Universidad de Salamanca y Directora de la Casa-Museo Unamuno) y ManuelLlano Gorostiza. A todos ellos, el Ministerio de Educación y Ciencia les agradece tan valiosaayuda.

©Reservados todos los derechos de reproducción del malerial documental y fotográfico cedidoexclusivamente por la Casa-Museo Unamuno de la Universidad de Salamanca para la presenteedición.Colaboraron asimismo en la documentación iconográfica: Fointsa. Goyenechea y LlanoGorostiza.

C) Servicio de Publicaciones del Ministerio de Educación y Ciencia, 1982

Edita: Servicio de Publicaciones del Ministerio de Educación y Ciencia.Imprime: imprenta Industrial S. A. Bilbao.Depósito Legal 81-1486-1982I. S. B. N. (Tomo I): 84-369-0927-5I. S. B. N. (Obra completa!. 84-369-0926-7.Printed in Spain.Impreso en España.

Page 6: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

Libros nuevos. Abro unode Unamuno.¡Oh el dilectopredilectode esta Españaque se agitaporque nace o resucita!

(Antonio Machado)

«Vengo a repetirme, repito, a renovarme. Una vida espiritual entrañada es repetición, es costumbre,santo cumplimiento del oficio cotidiano, del destino y de la vocación. Dfa a Día be venido labrando mialma y labrando las de otros, jóvenes, en el oficio profesional de Ea enseñanza universitaria y delaprendizaje. Que enseñar, es ante todo y sobre todo, aprender.»

Unamuno: "Ultima lección académica"

Page 7: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

VOLUMEN 1. EXPEDIENTES ADMINISTRATIVOS Y OTROS DOCUMENTOS

SUMARIO

Páginas

PREÁMBULO II

1. UNAMUNO: UNA CONCIENCIA DE ESPAÑA 15

1.1 Julián Marías: La pervivencia de Unamuno 17

1.2 Manuel Llano Gorostiza: La ex-futuridad de Unamuno 41

2. CRONOLOGÍA FUNDAMENTAL (1864-1936) 77

3. EXPEDIENTE ADMINISTRATIVO Y OTROS DOCUMENTOS(1884-1936) 85

3.1 Licenciatura y Doctorado en Filosofía y Letras. Premio extraordinario(1884-1886) 87

3.2 Primera Cátedra en Salamanca. Otras oposiciones (1887-1891) 113

3.3 El señuelo de Madrid y la eterna Salamanca (1895-1899) 141

3.4 Tribunales de oposiciones. Ascensos y renuncias (1895-1933) 163

3.5 Años de condena y de soledad de España (1914-1929) 211

3.6 Retorno a la Universidad de Salamanca (1930-1931) 289

3.7 Déla República a la Noche de San Silvestre (1931-1936) 337

4. BIBLIOGRAFÍA DE UNAMUNO 399

4.1 Obras de Unamuno 401

4.2 Otros trabajos de Unamuno 402

4.3 Esludios y comentarios sobre Unamuno y su obra 403

5. ÍNDICES 421

5.1 De documentos administrativos y literarios 423

5.2 De ilustraciones 431

Page 8: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

10

ABREVIATURAS

A.C.A. Archivo Central de la Administración.

A.M.E. Archivo del Ministerio de Educación {Fomento-Universidades.

Instrucción Pública, Educación y Ciencia y Educación Nacional).

C.M.U. Casa-Museo Unamuno, de la Universidad de Salamanca.

Page 9: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

PREÁMBULO

«Sólo el que s;ibe es libre y más libre el que mássabe... Sólo la cultura da libertad... La libertad quehay que dar al pueblo es la cultura: sólo la cultura lehará dueño de si mismo, que es en lo que lademocracia estriba.»

Don Miguel de UnamunoDiscurso. Ateneo de Valencia24-4-1902

En 1975, el Ministerio de Educación y Ciencia inició, a través de su Servicio dePublicaciones, ¡a edición de una serie de libros destinados a reproducir cronológica yordenadamente los expedientes administrativos de aquel/os españoles que, singularespara la historia por la originalidad e importancia de su pensamiento y de su obra,habían prestado servicios al Estado como funcionarios públicos en el campo de laEducación. Era objetivo primordial de la serie la fiel ordenación de los escritosburocráticos que fueron marcando inexorablemente la peripecia administrativa delos personajes —oposiciones, destinos, traslados, ascensos, jubilaciones...— de modoque se ofreciesen al lector y a! estudioso las señales de esa biografía parale/a que, contoda su humildad, es imprescindible complemento para conocer su vida completa.

Inauguró la colección el expediente administrativo de Don Antonio Machado.Paradójicamente, su sosegada vida administrativa y académica, que concluyó en losdramáticos avalares de nuestra tragedia civil, no finalizaría con su muerte, y esaprolongación carecería de toda apacibilidad. Fallecido Don Antonio en 1939, suexpediente administrativo no se dio por concluido hasta 1941, cuando una ComisiónDepuradora dictaminó su separación del servicio. Cuarenta años después, me cupo elhonor de completar el expediente del profesor poeta, rehabilitando a Don AntonioMachado Rui: como catedrático del Instituto «Cervantes» de Madrid, su últimodestino, mediante una Orden que firmé el 31 de diciembre de 1981.

A la figura egregia de Don Antonio Machado sucedió, en edición de similarescaracterísticas, la de nuestro Premio Nobel Don Santiago Ramón y Cajal, en dostomos que perfilaron minuciosamente el reverso administrativo de su vida académica.

II

Page 10: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

En sus hojas, leyendo los programas escritos por su propia mano —la misma quedibujaba con inverosímil y no superada precisión las células nerviosas— he vistoreflejados los rasgos de su personalidad extraordinaria, el perfil menos manifiestopero enormemente revelador de quien no se limitó a ser un investigador genial sinoque nos legó, además del supremo mensaje de su ejemplo, las recomendaciones queconstituyen pauta permanente para la orientación de los que se inician en la másapasionante tarea humana: leí investigación científica.

Hoy, como tercer número de la colección, se presentan los documentos quefueron conformando el peregrinar administrativo y académico de aquel vasco deinmortal recuerdo, Rector salmantino, Don Miguel de Unamuno. Para los historia-dores e investigadores, el Ministerio de Educación y Ciencia ha rescatado de losarchivos y de los museos, de colecciones familiares y particulares, estos documentos yobjetos, que reproduce debidamente ordenados para el recuerdo y permanentehomenaje a Don Miguel. Para todo docente, Don Migue! es fuente de inspiracióninacabable. Su monumental obra contiene profundas reflexiones sobre la pedagogía.Unamuno es. también en esta faceta, cumbre de creatividad. Estos volúmenespretenden contribuir al mejor conocimiento de este símbolo egregio —ojalá seaseguido e imitado por muchos españoles, sobre lodo por los jóvenes — de la Españacontemporánea.

El Ministerio agradece su contribución a! catedrático ya fallecido Don ManuelGarcía Blanco y a su viuda, Doña Leonor Ibáñez, a la Vice-rectora de la Universidadde Salamanca, Doña Dolores Gome: Molleda, directora de la Casa-MuseoUnamuno; al catedrático Don Antonio Tovar y al académico Don Julián Marías.

Por último, quiero anunciar que en el plan de ediciones de esta serie está previstocomo próximo libro el dedicado a Don José Ortega y Gasset. cuyo nacimiento serácentenario en 1983 y, sucesivamente, los expedientes administrativos de tos creado-res del krausismo (Sun: del Rio, Giner. Cossío), para continuar con Don GregorioMarañan y Don Ramón Menéndez Pida!.

Madrid. Julio de 1982

FEDERICO MAYOR ZARAGOZA

12

Page 11: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

1UNAMUNO: UNA CONCIENCIA

DE ESPAÑA

En el seno mismo de esta comunidad patria es donde hemos de ir adespertar el ideal dormido... Tenéis que descubrir a nuestro pueblo tal como por

debajo de la historia vive, trabaja, espera, ora, sufre y goza.

Unamuno: ' La pirámide nacional", 1898

Page 12: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

ÁBREME tus entrañas, mi romance;muéstrame el cuajo de nuestras Españasy en él de nuestro espíritu el balance:ábreme, mi romance, tus entrañas.

Cancionero. 1.393.

PORTADILLA. Juan de Echevarría. "Retrato de Unamuno, en el Hotel Broca". 1929.

H

Page 13: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

LA PERVIVENCIA DE UNAMUNO

POR

J IL IAN MARÍASI)F LA RFIAL AC AUl.MIA FSPAÑOLA

Naeió hace I 15 años: va a hacer 43 que murió:no lia iraspucslo II;IL-¡;I OÍ pasatio. sino qiiL' permanece llrniL-nienie ahinuailo

en el présenle: es el eoinjen/o del présenle español.

Page 14: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

PORTADILLA. Joaquín Sorolla. "Retrato inacabado de Unamuno"

¡6

Page 15: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

Nació hace ciento quince años; va a hacer cuarenta y tres que murió;pero no ha traspuesto hacia el pasado, sino que permanece firmementeahincado en el presente: es el comienzo del presente español. ¿Cómo esposible esta extraña vitalidad? Sugiero al lector un experimento: busque, enotros países, en otras lenguas, qué autores son actuales; cuáles son leídos—no estudiados— y leídos no como clásicos, como modelos, como super-vivientes de la gran marea de la historia, sino como contemporáneos, comohombres de nuestro tiempo, que inquietan, incitan, irritan, exasperan, conlos cuales se puede discutir, por los cuales se puede uno apasionar, a loscuales se puede atacar, como si pudieran defenderse —porque se tiene laimpresión de que se defienden.

Te! qu'en luí méme enfin t'éternité le change,

dijo Mallarmé en un verso inmortal. ¿Inmortal? ¿Podría aplicarse a Unamu-no? ¿No nos parece que aún respira, que está haciéndose o deshaciéndose,que vive porque se desvive? ¿No es ambigua, equívoca, contradictoria sufigura? Cuando leemos una página suya —artículo, discurso, poema,drama, novela, ensayo filosófico, lo que sea— ¿no tenemos la impresión deque está hablando de eso que nos preocupa, de lo que hemos leído en elperiódico por la mañana, de lo que está pasando en el País Vasco o enCataluña o en Madrid, de esa lengua que hablamos, de lo que se estáhaciendo ahora mismo, o de esa pregunta que nos estamos haciendo ante lamuerte ajena o la anticipación de la propia? Su voz no viene del pretérito,ungida de prestigio histórico: viene de la calle o suena en nuestra habitación—o dentro de nosotros mismos— con su timbre inconfundible, con unapersonalidad no mitigada por la distancia, lo mismo que en el museo

¡7

Page 16: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

JULIÁN MARÍAS

disuena un retrato romano de la perfección ideal de las estatuas griegas. Noes el verso de Mallarmé el que se le podría aplicar, sino otros suyos:

Cuando me creáis más muertoretemblaré en vuestras manos.Aquí os dejo mi alma —libro,hombre—, mundo verdadero.Cuando vibres iodo enteroSoy yo, lector, t/ue en li vibro.

Sí, se ha quedado retemblando, vibrando, sin acabar de morir, sinentrar en la serenidad del pasado. Y con ello —seguido por unos cuantosespañoles un poco más jóvenes que él, pero de muchos de los cuales hemoscelebrado ya los centenarios— ha conseguido que el présenle español sedilate hasta fechas incomparablemente más lejanas que en cualquier otropaís que conozca. ¿Se imagina lo que significa, como riqueza social, comorepertorio de posibilidades, como intensificación de la realidad, que elpresente tenga un "espesor" desusado, tal vez mayor que en ninguna otrasociedad de nuestro tiempo?

Bastaría para probar la persistente actualidad de Unamuno el hecho deque han sido y son- tantos los que han tratado y siguen tratando deimpedir su lectura o de disuadir de ella; Unamuno sigue estorbando, siguesiendo incómodo, y no es mal criterio para juzgar a hombres y grupos echaruna mirada a su actitud ante Unamuno: unos sienten gratitud por suexistencia —sean cualesquiera sus críticas y reservas— y se sienten enrique-cidos por él, estimulados, inspirados; otros quisieran que no hubiera nacido,lo ven como un gran aguafiestas —de cualquier fiesta—, muestran suimpaciencia al ver que no se ha aquietado para siempre bajo una gran losa—de gloria o de execración, qué más da—; lo que piden es que de una vez seaolvidado.

O, si esto no es posible... Hay una alternativa al olvido: la transforma-ción de Unamuno en "tema". ¡Tema, yo tema! —imagino que hubiera dichoUnamuno . Cada loco —o cada tonto— con su tema. Ya que Unamuno nose ha desvanecido, ya que no se aviene a pasar más allá del horizonte, como elsol poniente, estudiémoslo. Vamos a disecarlo, analizarlo, buscar sus "fuen-tes" —secándolas de paso—, contar las veces que usó cada palabra, suponerque cuanto dijo le vino de alguna lectura —ya que el gran supuesto es quenada puede nacer—, anotar todas las houtades que se le ocurrieron,tomándolas en serio, hacer un censo de sus desahogos, suspiros, bramidos,humores buenos o malos; y, sobre todo, reducirlo a política, proyectarlosobre un plano para así, bien doblado, guardarlo en la cartera o en unarchivo. Si fuera posible, meterlo entero en un computador y hacerlo salirluego, a voluntad y por partes, en forma de tarjetas perforadas.

18

Page 17: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

LA PERV1VENC1A DE UNAMUNO

Esta especie nueva de purgatorio, Unamuno la imaginó, aunque quizáno esperaba que sus pecados lo llevaran a él. «Contar las cerdas al rabo de laesfinge, por no atreverse a mirarle a los ojos». Esta era la operación a quededicaban sus vidas los "eruditos", los de la "inquisición científica", losque, en los dos últimos decenios del siglo XIX, desanimaron a Unamuno deentregarse al pensamiento teórico —que tanto necesitaba—, hasta talpunto, que nunca acabó de enterarse bien —desde su vida y no sólo desde sumente— de que en seguida iba a empezar otra cosa, otra manera de pensar,otra forma más honda de razón, que hubiera podido encandilarlo.

Estudíese, con tal de no leerlo —ésta podria ser la consigna—. Es locontrario de lo que Unamuno quería y esperaba. «Hacer que todos vivaninquietos y anhelantes», ésta era su misión. Necesitaba ser imaginado porsus lectores, es decir, vivificado; vivir, por lo pronto, por lo menos, en ellos,no ya en el nombre y la fama, sino en el íntimo estremecimiento quereproduciría el suyo, aquel en que había consistido, en un instante preciso,su vida. Esperaba aprisionar a los hombres posteriores a su muerte con loslazos de sus interrogaciones, hacerles debatirse personalmente con ellas,intentar resolver lo que para él habían sido problemas, o por lo menosrevivir con él su problematicidad. Confiaba en dar compañía a sus lectoresfuturos y desconocidos, como a él se la habían dado sus autores leídos ycitados—como fuentes de personalidad, dije en mi viejo Miguel de Unamuno,no de autoridad—, alojarse así en sus vidas, en mundos que no había deconocer.

Domina ahora una tendencia consistente en buscar, reunir y publicarcuanto papel o nota dejó cada autor famoso. ¿Por piedad, píelas, sentimien-to de veneración o devoción filial? A veces sí. Pero en otras ocasiones setrata de simple parasitismo o necrofagia, porque son muchos los que vivende los muertos; y no me refiero sólo, ni principalmente, a lo económico—que sería tal vez lo más justificado—, sino al nombre, a la fama, a lo queahora llaman el status; son muchos los que viven de los muertos, literalmen-te a costa de ellos, acostándose o apoyándose en ellos; y como no se sientencapaces de interpretarlos, es decir, de hacerles revivir, tal vez de otra maneraque vivieron, pero de un modo que pudieron haber vivido, es decir,enriqueciéndoles con un fragmento de sus vidas posibles, completándolosconsigo mismo; como no son capaces de eso, digo, se contentan con buscarentre sus papeles para añadir algo a sus obras completas. Sin preguntarse siellos hubieran querido completarlas, si no las dejaron incompletas adrede, sihabían escrito realmente eso que escribieron; quiero decir si habían llegadoa escribirlo o solamente lo habían intentado, sin lograrlo, sin concluirlo, sinpoder solidarizarse con ese papel frustrado que ahora se incluye en susobras, haciéndoles decir así lo que no pudieron o no quisieron.

Page 18: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

JULIÁN MARÍAS

Y hay todavia otra posibilidad, más aterradora, y es que se trate deahogar a un autor sepultándolo en sus propios papeles, haciendo que suobra viva quede anegada en un cúmulo de escritos prematuros, o desecha-dos, o meros conatos, o declinantes y seniles, de tal modo que lo que aquelhombre quiso decir resulte una fracción, difícil de encontrar, de una masa deescritos deficientes, inmaturos, reiterativos, frustrados.

Pero —se dice— se trata de estudiarlo, y hay que conservarlo todo, y noomitir nada, y perseguir cada gesto y cada lectura y cada influjo, y asírecomponer la totalidad. A esto habría que responder un par de cosas. Porlo pronto, que la totalidad es inasequible, porque una persona es inexhausti-ble, y eso que se presenta como totalidad no es más que una fracción, norepresentativa, sino engañosa, precisamente por su pretensión de integri-dad. En segundo lugar, que esa acumulación podría justificarse en vista deese estudio, como la disección o los análisis; y, por tanto, que el estudio ha dehacerse. Finalmente, que no suple la lectura, quiero decir la imaginativa yvivificante, actualizadora y en sí misma totalizadora, aquella que seabandona a la fluencia propia de cada género literario, que no se disuelve endatos, fragmentos o elementos, que imagina la figura entera del autor ylocaliza cada página en su contexto —entendiendo por contexto no "mástexto", otros textos, sino el contexto vital, la vida del autor que por algo ypara algo escribió aquella página, condensando ocasional, circunstancial-mente en ella su vida entera y hasta las que no había vivido o no iba a podervivir y la perdurable que esperaba o de la que desesperaba o dudaba.

Hoy se consideran inadmisibles, o por lo menos indeseables, losescritos que se han publicado en vida de cada autor, los que han leído suscontemporáneos, aquéllos en los cuales y por los cuales ha existido,influido, fecundado; y sólo parecen buenas ediciones, dignas de estima, lasque registran todas las variantes de los manuscritos, y todas las tachaduras yarrepentimientos, y están erizadas de notas al pie de página en que se aclaralo que el autor quería decir —haciéndole decir con frecuencia lo que nuncapensó— o de qué hablaba. Es decir, aquellas ediciones que nada tuvieronque ver con su existencia real de escritor; y, sobre todo, que no pueden leerse,que rompen y hacen imposible esa fluencia vital en que la lectura consiste,que quiebran el hilo de la imaginación que recrea y reconstruye el ritmo, lamelodía, la andadura, la configuración de una vida humana. Se busca yconsigue el antídoto de la resurrección.

Creo que Unamuno se hubiera sentido horrorizado de gran parte de loque se escribe sobre él, e incluso del tratamiento que se da a porciones de suobra, o a escritos suyos que nunca consideró así, sino acciones vitalesdestinadas a pasar, una vez cumplida su función, como la inmensa mayoríade las conversaciones, que sería monstruoso registrar y conservar, que

Page 19: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

LA PERVIVENC1A DE UNAMUNO

perviven dentro de las almas de los que las han sostenido o escuchado, talvez ni siquiera en sus memorias, sino más adentro. El hecho de que donMiguel de Unamuno viviera en Salamanca —y antes en Bilbao, y algunosaños en el destierro— y no en Madrid, hizo que una parte muy importantede sus "conversaciones" se realizaran en forma de cartas, y hayan quedadoescritas, como en nuestra época podrían grabarse en un magnetófono. Peroeste azar obliga a no considerar parte de su "obra" más que a lo que a elloestaba destinado, aunque si fueran parte de su vida esas cartas conversacio-nales.

Unamuno era un escritor en el más pleno sentido de la palabra, y comotal era extraordinariamente responsable; más que como pensador o idea-dor, porque sus vigencias sociales, recibidas durante su formación, entre1880 y 1900, indujeron en su mente cierto coeficiente de irresponsabilidadintelectual de la que se resintió su obra y le impidió alcanzar la genialidadque indiscutiblemente le pertenecía, que en ciertas dimensiones poseyó.Recuérdese cómo habla incesantemente en sus cartas del Tratado del amorde Dios, libro que por fin apareció en 1913 con el título Del sentimientotrágico de la vida —variación que revela un profundo cambio delcontenido—, cómo se afanó durante años en esa obra, de la que tantas cosasle resultaban problemáticas, cómo no dejaba nada al azar o la improvisa-ción. Recuerda con frecuencia don Miguel que invirtió diez años en lapreparación de su primera novela, Paz en la guerra (1897), cómo sedocumentó largamente, y la incubó, imaginó a sus personajes, la elaboró ensu forma literaria.

Ante un escritor o un pensador o un artista, el primer problema que seplantea es el de la jerarquía que dentro de su obra tienen sus diversas partes,sin olvidar las que no pudo realizar, y respecto de éstas hay que intentarponer en claro la autenticidad, la necesidad interna con que quiso llevarlas acabo. ¿Qué son primariamente Platón o Aristóteles o Cervantes o Descarteso Fray Luis de León o Shakespeare o Víctor Hugo o Heidegger? El Nachlasso escritos postumos de Nietzsche, Husserl, Dilthey, Ortega, Heidegger, ¿quésignificación tienen, y cuál es la de cada escrito particular? Y si nos hacemosuna pregunta análoga respecto de un pintor o un músico, nos enfrentaremoscon un tema esencial para su comprensión. Entre lo que pintaron el Greco,Rembrandt, Murillo, Velázquez, Rubens, ¿qué es lo medular y qué es loaccesorio? Y el equivalente de los escritos postumos o los meramenteproyectados, de las partituras inconclusas, son los cuadros inacabados, queen algunos pintores son parte inmensa de su obra. ¿Por qué algunos hanempezado y no terminado centenares de cuadros? ¿Por qué han concebidolo que, después de mayores o menores esfuerzos —a veces muy grandes—,no pudieron o no quisieron llevar a buen fin? Si llamamos "pintor" aVermeer, a Picasso, ¿no estamos dando a ese concepto una elasticidad tal

21

Page 20: han tirado 1.000 ejemplares, numerados del 0001 al

JULIÁN MARÍAS

que su aclaración en cada uno de los casos sería lo primero para entender aambos?

Unamuno tenia la más aguda conciencia de este tema. En la introduc-ción —¡Id con Dios!— de su primer libro poético (Poesías, 1907), dice:

Aquí os entrego, a contratiempo acaso,flores de otoño, cantos de secreto.¡Cuántos murieron sin haber nacido,dejando, como embrión, un solo verso!¡Cuántos sobre mi frente y so las nubesbrillando un punto al sol. entre mis sueñosdesfilaron como aven peregrinas,de su canto al compás llevando el vueloy al querer enjaularlas yo en palabrasdel olvido a los montes se me jueron!Por cada uno de estos pobres cantos,hijos del alma, que con ella os dejo,¡cuántos en el primer vagido endeblefaltos de aire de ritmo se murieron!Estos que os doy logré sacar a vida,y a luchar por la eterna aquí os los dejo:quieren vivir, cantar en vuestras mentes,y les confio el logro de su intento.

No menos de cuatro veces, con cuatro metáforas distintas, hablaUnamuno de los hijos muertos, malogrados; de los que no llegaron a ser. Yes en los otros, en los nacidos, en los que fia: son los que lo expresan yrepresentan, aquéllos en los que se siente él mismo realizado:

responderéis por mí ante El, que sabeque no es lo malo que hago, aunque no quiero.sino vosotros sois de mi alma el jruto;vosotros reveláis mi sentimiento,¡hijos de libertad! y no mis obrasen las que soy de extraño sino siervo;no son mis hechos mios. sois vosotros.y asi no de ellos soy, sino soy vuestro.Vosotros apuráis mis obras todas;sois mis actos deje, mis valederos.

En esta perspectiva hay que situar los testimonios todos de la vida y laobra de Unamuno para entender su significación, su peso —amor meus,pondus meum—, su jerarquía. Y nos puede permitir comparar las diversasformas de pervivencia que Unamuno necesitaba y anhelaba; y, en lo quehumanamente puede saberse, las que ha alcanzado.

Es clara la significación que para Unamuno tiene su poesía. Pero hayotro aspecto que conviene no pasar por alto. Cuatro años después de lapublicación de ese primer tardío volumen —tenía don Miguel cuarenta y

22