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    breve biblioteca de bolsillo1. CarlTroll! Stephen BrushEleco-sistema andino2. Ramiro Condarco lIohn.MurraLa teona de la complementariedad verticale co -s im b io t ic a3. OliviaHarrisEco nom fa e tn ic a

    ,',;.'ECONOMIAETNICA

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    FI.ICl\Ie&:Labour and produce in a ethnic economy Northern Pot - B li '.En.Leh ' ~." OSI, 0 VIa.e . bridzc U (com~.) Ecology and exchange in the Ander. Cambridge:arnnn gc University Press. ,~~i~ ~ullql. ,Lospoderes y signi ficados del dinero en elNor te de PotOSIu: . ~~: nmjr l(Iandeter (~p.). La participacio iNifgena en. losmerca-aos SUT"'_lIOS, .a P a z: CERES

    1987HISBOLCas il la 20753La P azD .L . 4 -1-428 -87Impren ta "Pap iro 'B ernardo T rigo 44 7 L a P azTe le fono 353890

    . .

    I. EL TRABAJO Y EL PRODUcrO DE UNAECONOMIA ElNICA EN EL NORTED E P OT OS I

    1. lntroduccion 72. La tenencia de la tierra y el grupo etnico 113. Lacirculacion de Josproductos 164. Depcndenci a e interdependencia entre Suniy Likina. 275. Fonnas de prestacion de trabajoa) La ayuda (yanapana): tr ab ajo s inretribucion directa 31b) Ayni y minka; el trabajo can rct ri -bucion directa 346. El problema de la unidad de produccion 367. Los Laymi y Bolivia

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    II . PllAXSIMA Y QUUQI. LOS PODERES YSIGNIFlCAOOS DEL DINERO EN EL NORTEDE POTOSI .1 . In tro du cc io n2. E l dinero en e l d is cu rs o c ur op eo

    a} E1 d isc urs o d e la nostalgiab) El discurso de la civilizacionc) La pa nic ip ac io n an din a e n lo smercados coloniales 623. La circulacion en la economfa a ctu al d o losLaym i 644. Dinero y fertilidad 735. La') f ue nt es d e l a p ro sp er id ad 78

    6. Metal crudo y metal acufiado 85

    51545561

    Notas 96Bibliografia 106

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    EL TRABAJO Y ELPRODUCTO DEA ECONOMIA ETNICA EN EL NORTE. DE POTOSI

    1. IntroduccionA m edida que va avanzando el inviem o y s e s cc a

    1& tierra, los lechos fluviales del norte de P otosi, quedurante varies m eses son tram pas resb aladlzas para losviajeros, se convierten en vias de com unicaci6n entre1a puna Y lo s v alle s a cc ide nta dos d el n ore ste , C en tc -nares de c ara va na s, d e lla ma s. b urros , m ulas , d es cie n-den por serpenteantes senderos en busca de m aiz. Losarrieros descansan en los toldos tem porales que sealzan en los cauces de los no s p ara v en de r pan yc hi ch a. CU3T ld o c a e la noche, atizan grandes fuegos depuro gozo por la ab undancia de lena. F am ilias enterasque durante m eses utilizaron cualquier cosa que ardapara atizar sus hogares, se dan ahora el lujo d e s ele c-c io nar u nic am en te m ad era q ue d es pid a a rom a a grad ab le . -Cuando regresan por la m isma nita una semana, unmes 0do s mese s m as t ar de , v ien en tan cargados que elviaje de sub ida tom a el dob le d e jom adas que a la ida.No s610 los animales van cargqdosa 10 que de su. capacidad, sino q_ue hasta las m ujeres aum entan dos 0tres grandes zapallos a su bulto norm al y los varoncs

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    r s ub en c an a ra do s y p er tig as s ob re lo s h omb re s.EI ,,:iaje es duro. Aunque Ia genre de la punag?za con el cam bia de paisaje, con el calor y l a d ie tad ife re nte ,d eb en a tra ve sa r e l te rrito rio d e g ru po s d es -conocidos y , a veces, hostiles. Todo cl mundo cuen-

    ta h is to ria s d e a lg uie n q ue fu e a sa lta do y rob ado en elcamino; y a un qu e a ctu alm en te e sa s e xp crie nc ia s s onra ra s, p ers is tc n a lm s rig ore s d el v ia je . Al cacr la no-che y al am aneccr, los viajeros masean coca y prcsen-ta n ofrcndas a lo s dioses de las cum bres (kumpiras)para qu e l os p rot ej an en e l camino y a yu de n a c on se -g uir to do s lo s p ro du cto s de l valle.Tarnbien hay cam iones que viajan desde losc en tr os r ni ne ro s e n el altiplano b asta elIecho del rio ,m as adentro de S an P edro de B uenavista. L os duefiosde estos cam ioncs, en su m ayorfa gente urbana, co-m erc ia n e l m aiz y o tr o s p roduct os y f le tan t ran spo rt e.Pero , a pesar de que es rclaii vam ente m as com edo y

    ra pid o v ia ja r e n c arn ie n, m uc ho s c am pe sin os a un v ia -jan a pie, usan sus propios anirnales para transportarI~carga, y permancccn una tem porada con sus pa -nentcs en los valles. D csde la colonia tcm prana cir-cula am pliam cnte el dinero de los A ndes centrales,pero Ia econom fa rural del norte de P otosi de hoy nose ha integrado sino parcialm ente al m ercado. En 1 0que sigue vam os a esbozar los procesos de circula-cion que persisten junto can cl m ercado y articuladosc on e l,

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    , La circulaci6n en la actualidad debe com pren-derse a la luz de las formas en que l as so ci cd ade sandinas han hccho historicam cnte uso de un m ediaambiente con variaciones m uy intensas. C om o T rollsenalo, las zonas andinas com prim en en un area redu-cida, m ultiples variaciones m uy diferentes de las quese encuentran 'horizontalm ente' desde el P olo N ortehasta P anam a (1968); M urra ha dem ostrado que estaccologfa fue explotada en los Andes centrales por '.

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    ;. .. d i~ s s c no rfo s q ue a ba rc ab an u nid ad es d om es tic as y, ubicados a varios dias de v iaje del m icleo, Lao Irc ula ci6 n d e lo s p ro du cto s d e e sto s d iv ers os c lirn as e m

    ? Idm 1nistrada de m anera tal que dcscanab a en gran parteIIfunci6n de m ercados (19713, ver tam bien 1955)~Laadaplaci6n hum ana al m edio am bierue andino ha ~n-c or po rJ do a si u na c sp ec ia liz ac io n e co lo gic a y geograficaailamcfilc d if e( en ci ad a, s in un s is tema c la si co de merca-d o p ara c l in te rc am bio d e e sta p ro du cc io n e sp ec ia liz ad a.

    P odem os suponer que los estados prchispanicosdesarrollaron una capacidad adm inistrativa de enver-gadura L os siglos posteriore~ h~ v!sl? ill alienacion yd cs memb ra mie nto d e lo s te rn to no s e trn co s. A lg un os a u-tores sost ienen que fue justamente la separacion delm ic le o re sp cc to a 'is la s' d is ta nte s 10 que condujo a la"campesinizacion" de Ia p ob la ci6 n a nd in a. A t rave s deeste proceso, los rccursos que antlguam em e se encon-traban b ajo e l c on tro l y la explotacion directa dc cadagrupo pasaron a ser ob jetos de intercam bio 0v en ta p orin tc rrn ed io d e g cn te Io ra stc ra , (W eb ste r 1 97 1, F on se ca1973). A dernas, las ob ligaciones de entregar trab ajo,especies y dinero al E stado, la Iglesia y a l os t cr ra tc -oientes locales, produjeT On cam hios notab les en la es-tructura y organizacion de las etnlas. Los ayllus qu epersisten hoy en el norte de P otosi son solo los frag-memos de ill organizacion prehispanica de los C harkacuyos senores dom inaban toda la r eg io n. ( Es pin oz a1969~ P latt 1982). EI ay llu Laym i, lema de este en-sayo, es uno de los ay llus de C hay anta, y f on na ba p ar tede los C harka, com o atestiguan m uchos documcntos co -loniales. H oy dfa C hay arua, com o unidad, 50 conservas6I0 en la organizaci6n rcligiosa de un p ue blo d es mo -ronado que en siglos anteriores fue Ia capital adm i-, nistrativa de un corregimiento importante.

    J u nto c an e sta s transformaciones, c nc on tr am o s c on -tin uid ad es . L os a yllu s s ig ue n c on tro la nd o b ue na p an e d elas tierras que cultivab an en eL siglo X VI, y so n hastahoy im portantes en la organizaci6neconom ica . Sabc-

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    mosque Chayanta, como otras regiones, fue elesce-nario de importantes flujos poblacionales durante todoel periodo colonial; algunos de los originarios aban-donaron la region p ara e va dir las c arg as q ue le s n np o-nia el estado colonial 0para ir a trabajar a Potosi, yfueron subs ti tu fdos JX)r fora steros2. A pesar de estoscambios, la disposicion fundamental de los mismosayllusha persistido en dena mcdida. La organizacionetnica se basa por una parte en dcrcchos a la tierratrabajada por micmbros del grupo, y par oira en insti-tuciones politicas yrituales e st re cha rnen te rc la c iona -das can los derechos a la tierra.En una economfa c ampes in a c la si ca , c ada familiatiene acceso a los media s nece s ar ios para asegurar supropia subsistencia y depcnde del mercado para obtener. todos los articulos qu e no pucde producir. Par conse-cuencia, los estudios sabre el intercambio en las econo-rnias campesinas privilcgian normalmcnte intercam-bios de trabajo y las formas de cooperacion, 0 la distri-

    buci6n de los mediosde producci6n, particularmente detierras y de ganado. La que confiere un interes particu-lar a laeconomia andina indlgena es la pcrsistencia deuna circulacion de productos que se efecnia fuera deJmercado, -a la c ua l he designado como economia etnl-ca- ya que su s caracterfsticas se derivan-por 1 0 menosen el caso Laymi- de Jaorganizaci6n del grupo etnico.Tal designacion no significa que toda la circulacion deproductos que se realiza fuera del mercado se subsumadentro de los limites del ayllu', Tampoco es miintenci6n atribuir un alto nivel teorico a 1 concepto,Para comprender el func ionamienLo de sistemas econo-micas s610 parcialmente dominados po r l as me rc ancf asdebemos apoyarnos en metodos 'inductivos en vez deutilizar catcgorias deductivas (Friedmann 1980)~ast fuea traves de un examen de la circulacion del trabajo y dela produccion que he percibido la irnportancia de lasfronteras etnicas. Estos Ifrnites no son iinicamenteeconomicos, ni tampoco son absolutes: pero en vistadel enfasis que se da en los estudios de los Andes10

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    ru ra les a la empresa domestica y la c omunid ad c ampo-sina convi ene a fi rma r que 1aeconomia laymi sc repro-duc~ a nivel de ayllu en su totalidad, para asi resaltars u s rasgos particu1ares .

    2~ La tenencia de la tierra y el grupoetnieo

    Los laymi de nuestros dfas, un ayllu .ya bilingueentre aymara y quec hua , a lc anza n a pr oX lmad~ment eunas 7.000 almas, de las cuales ccrca a dostercios ha-bitan la puna Ham ada por ellos Suni, (entre unos3800 a 5.000 metros) . Los demas habitan los vanest~mplados (de 2.000 a 3.500 metros) .l~amadosuu-a.En ambos 'pisos' ccologicos, las familias aseguran ~usubsistencia en base a una explot ac i6n agropccuanaque incluye cultivos y ganados tanto in~g~nas comoimportados del Viejo Mundo. En ~l su m cnan llamasy ovejas y c os cc ha n u na gran v~~ ~ tuberc~lo~.m a s habas, trigo y cebada;en el likina culUv~ pnnci-palment c ma iz y zapallos, can t ri go , habas y Cl~rtas es -pedes d e p ap a y quinua queprosperan en un cll1:name-nos f ri gi do . T amb ie n c ri an c ab ra s y a lgunas ove ja s . .E s -tos dos pisos del territorio laymi son distantes; a pie elviaje cuesta varias jomadas y puede durar basta dos se-manas cuando van las l lamas cargadas.Por 10 tanto,lapercepcion laymi de l ambie~te ecologico se Iunda enun dualismo radical; consideran todos los gradosintermedios como un "centro" por el que deben pasarcuando viajan entre su m y likina 4.

    Hoy la mayoria de la poblaci?n 1.aymihabita e~esancias dispersas por todo el terntono. Algunos VI-yen en Chayanta, el antiguo pueblo de rcducci6n en.elsuni, junto con cuatro otras parcialidadcs de los Indl~sde Chaya nta . Otros viven concentrados en dos comum-.dades en la carretera Oruro-S ucre; una de las cuales -Qalaqala- puede considerarse la capital de los laymis,p ue s lo s dos segundas mayores del ayllu res iden ,nor-ma lrnen te a ll l, La iglesia de Qalaqala, fue construida a

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    principios del sigl0 XVIII, como vice-parroquia deIade Chayanta: alia se concentraba en gran parte 1aorganizaci6n polftica y religiosa de todo el ayllu, Hoydfa los dos s eg u nd as m a y or es , lIDO para cada par-ciaJidad, y juntos, dirimen los plcitos que ocurrcn entremiembros de las dos parcialidades, Son. tambien losrepresentantes de la parcialidad suni ante las autori-dades de Ia Provincia Bustillos. Por debajo de ellos elterritorio suni se divide en cabildos, cada uno con unjilanqu elegido anualmcnte como autoridad entre loshombres ducfios de tierra. E l jilanqu tiene tambien Iaresponsabilidad de recaudar Ia t as a y a rb it ra r conflictoslocales>.

    Hasta 1953, una sola estructura politica abarcabatam bien a los laymis que habitaban la tierra de likina,ubicada en la Provincia Charcas. Cuando Ia tasa fueabolida pur la Reforma Agraria de 1953, los agricul-tores de likina dejaron de pagar, mientras que los desuni continuaron. EI sistema de autoridades, que see s tr uctu ra b a a lr cdcdo r de la recaudac ion dela tasa, conti-nuo pues en suni, mientras que en ellikina fuc substi-tuido por la organizaci6n sindical de la Confederaci6nNacionaJ de Trabajadores Campesinos. Esta separaci6npolitica de los dos nivcles ecologicos tendra induda-blemente con el tiempo consecuencias organizativasaiin mas amplias; por el momento, el recuerdo de SUantigua unidad es intense y refucrza la integracioneconomica y cultural que es todavia una realidad muypresente.

    iPor que los agricultores de suni contimianpagando una rasa por sus tierras y csto a pesar de quela inflacion harcducido su contribucion a una cantidadnegligible? Existe una larga asociacion historica entrela organizaci6n de la tasa y la rotaci6n comunal de loscultivos en grandes terrenos que en esa region se lla-man mantas . Como indica Sanchcz-Albomoz, la rela-cion entre cl pago de la tasa y el sistema altiplanico detenencia de tierras ha motivado una vigorosa resis-12

    tencia a los repetidos intentos de los gobiernos ~l~-vianos de refonnar el tributo en base a derechos indi-viduales de tenencia durante todo el siglo XIX (1978187.218). M a s recicntemente, ha levantado la oposi-cion a los intentos del Consejo de Reforma Agraria deindividualizar las propiedades y fijar un impuesto uni-f orme p ar a todos los pequcfios propietarios=Cada estancia posee una serie de mantas que ~dividen en parcelas y que son cultivadas por cada fami-lia. El orden de la rotaciotres convenido par el parla-mente de la comundidad (Aymara: pay lamin tu ) . Estaminuciosa coordinaci6n de los cultivos pcrmite la.m a -xima utilizacion posibie como pasuzales de las tierrasen barbecho coocentrando la agricultura de los terrenosacordados por la comunidad. De esa manera se protejenlas cosechas de los dartos que podrian ocasionarles losganados y asegura la r~produc~~6nde ~na.base de .su~-sistencia mixta. Permite tambien maxirruzar la distri-buei6n de las parcelas asignadas a cada familia para

    explotar asi la extrema varie~ad ~emicr~li'!las y d~stri-buir los riesgos reales que implica la practica agricolaen zonas de altura.

    Con el tiempo, como suclc ocurrir en Ios siste-mas abiertos de cultivar las parcelasde cada manta,lleg an a p erten ec er a individuosparticu]ares. Sin embar-go, la distribucion de las parcelas de c~ manta. nodemuestra la rigidez de un sistema de propiedad pnva-da. Cada pan:ela penencce a un originario (supuesta-mente un habitante "original") 0 a un 'agregado'. En elsistema laymi los terrenos de agregado. son de. n : tenorextension, indicando un status mas baio y exigiendouna suma de tasa inferior a los originarios. En nues-tros dias ya se ha olvidado toda diferenciaci6n en termi-nos de origen y un solo individuo puede l1egara poseers un uh an eeme nt e t itu lo s de originario y de agregado.Los nombres tienen significado unicamente en relaciona la superficie de las parcelas que han pennanccidoinaJteradas durante casi un siglo. No obstante, los

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    II, II

    1 1 1 11 1 " , I i o rig in ar io s. ~ . a v ec es tambien lo sag re gad os p ose en~ a. sup erficle ,m ay or a la q ue necesita u na so la fam i-lia. EI dueno uene la ,r es po ns ab ilid ad d e p ag ar e l ir n-pue.sro y debe. cum pl~ co n las d iv ersas ebligacioneshacia l~c omunid ad d er iv ad as d e laposesion de l a t ie rra.A de mas el d uc ~o de te rr en os , q ue e n a lg un as o ca sio -n es puede ~blen s er u na m uje r, c om pan e Ja s p arc e-la s c on lo s m iemb ro s de s u p ar en te la a gn atic ia d e r na .n er a q ue la s ub sis te nc is d e c ad a f am ilia q ue de a se gu ra -~. La mayoria de la s fa rn ilias lo gra n u n acceso a lanerra po r s us l az es d e p ar en te sc o; e xis te s in emb ar gouna c at ego rf a de f am i li a s in t ie rr a que s e p re st a p ar ce la sde l os que ue ne n y r ec u rr ea 1 c ompadr az go par a i nt en ta ra se gu ra rs e u n r ra tamie nto p re fe re nc ia l d e a qu ello s q uepo se en ner ra e n e xc ede nt e., Es~ connzuracion permite cada ano un a asigna-cion flexible de pa .n::eJassegiin las nccesidades y el ta-man o d e c ad a_ fam dla . E sto n ~ q uiere d ec ir q ue lo s po-seedores de tftulos y su s panentes mas proximos noten ga~ ~ ~ acceso a las m cjores tierras, p ero lo s d ere-chos mdlvIduales es ~n lim itad os p or 1 a ob li ga ci on deprestar parcelas a quienes las necesitcn.. E1 parlamento de la comu nid ad se e nca rg a d e rca -s ig na r la s te ne nc ia s c ua nd o lo s propietarios muer en s indejar un her~ er o directo y la c ont inuac i6n de la tenen-eta. es ~t1zada explicitamente por los servicios yo b~ gac lO ne s q ue c ad a fam ilia p re sta a la comunidad.Bxisten muy p oca s s an cio ne s c on tra e l d ueilo d e tierraq ue se ~?strara recalcitrante y r ehu se p re st ar t ie rr as alas fam ilias que no posean; el hecho de que esre sis-t ema conse rve su v ig en cia e s un testimonio suficien-~mente e]ocuenl~ d e ~ a au sen cia d e un me rc ad o p ar auerras y del reducido nivel de la mercantilizacion d e lo sf ru to s d e la . t1 ~ rr ~. E n a lg un os c as os , lo sp ro pie ta rio sno c obr an 01 s iq uie ra lo s p oc os d fa s d e tr ab ajo a nu ale s~ue les corresponde como alquiler. La distribucion del .1C~ en mantas e s comparabl e al des cr it o po r P l at t,a t sistema de aynokas de Irpa Chico cerca al Lago14

    T it ic ac a (Ca rt er 1965 ) y a l s is tema laymi de E s pi na r,en el sur d el P e ru (Orlove 1977); pero se diferencia delo s do s iiltim os p or ser las mantas Ia b as e d e p ro du c-c ion agri co l a para los laymis, En l os s is temas descri-to s p or P latt y C ar te r la s p ar ce la s d e te ne nc ia in div i-d ual q ue sc sinian al e xte rio r d el s is tem a d e r ota ria nc omuna l p ro ve en g ra n p ar te d e la s ub sis te nc ia f am ilia r(rasa e n M ac ha , sayana e n lr pa C hic o) ; e sa s p arc ela sfuera de las mantas tienen escasa importancia en 1ae co nom ia la ymi" T od a la tie rr a d e p as to re o p er te ne -c ea 1a co mu nid ad ; esto co ntrasta tam bien co n o tras re-g io ne s d on de u na proporcion d e p as tiz ale s p er te ne ce afamilias individuales ( Preston 1974).

    E l c ont ra st e no ta bl e e nt re suni y likina e n c uan toa s is temas de t enenci a se de ri va de la ausencia de tierrasd e b arbech o en lo s v al le s. En ellikina, la tie rr a e s m a sfertil y el cultivo es c on tin uo . C ad a c as a e sta s itu ad aju nto al cam po princip al d e m aiz, co n o tras p arcelasmas arriba y mas a bajo . L as d ife ren cias en las c on di-c io ne s d e p ro du cc i6 n en los vanes so n tales qu e enalgunas regiones andinas las c omunid ad es d e valle sehan s epa ra do de s us c on tr apa rt cs a lt ip la ni ca s y ambosse ha n de di ca do al cultivo de productos para el mer-cados En el caso laymi, par m a s qu e sea indivi-dualizada la te ne nc ia ,e n e l likina, la s pa rce la s s iguens ie nd o d is tr ib uid as e ntr e a qu cllo s q ue n o tie ne n a cc es oa te rr en os a de cu ad os . L as g ra n d es d is ta nc ia s q ue s ep a-ran la reg io n d e los cen tro s u rb an o s han co ntribu id o aimpedir cl desa r ro l lo de s is temas de aparceria 0arrenda-miento y lo s q ue se p restan tierra n o p agan alq uiler.Asf a pesar de la a u se nc ia de t ie rr as de barbecho, laspa rc el as s e d is tr ib uyen e nt re l as f am i li as n ec es it ad a s ylo s d er ec ho s a la t ie rr a s e ga r an ti za n po r e l c umpl im i en -

    ..to de l as ob li ga ci one s c omuna le s.La pe rs is tcnci a de este s is tema de t ene nc ia de pe n-de de varias condiciones, entre elias la ausencia dec ond ic iones que ha n t ra n sf ormado tantas o tr as c omu -n id ad es r ur ale s, T ampoc o c xis te u na d if er en cia cio n d e

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    c la se s d en tro de l g ru po e tn ic o; a rin e l c arg o h er ed ita riode kurakay s us p riv ile gio s h an d es ap are cido (a ur iq uepc rs is tc en algunos d e los ayllus vec ino s) , P o r 01Ia par-te jueg a un pape l fun dam ental la re gIa de cndo garnia,la cual lleva a qu e casi todos se casan dentro de l ay llu.E ste h echo ha con trib uido nota blerne nte a m antene r lao rg an iz ac io n y el sistem a de tenencia e ntre lo s a yllu sd el n orte de P otosi, que dem uestran una gran conti-nuidad a pe sar de la despo blacion rn asiva y lamigra-cion intem a que hubo en s ig lo s p as ad os ( Gr ie sh ab er1977, Sanchcz-Albomoz 1978). Los laymi so n 10sufi-cientemente n urncrosos p ara que la endoga rn i a s e a p os i-bl e en combinacion co n un a regIa m atrim onia l queprohibe una uni6n concualqu ier persona con la que sepueda trazar unlazo de p ar en te zc o. P or consecuencialos lazos son am pliarnente difundidos en el ay llu yreproducen el parcntezco conu in en el cual se basa laid en tid ad c ole ctiv a e n e l t ic mp o.id cn tid ad c on se rv ad a apesar de habitar u n e sp ac io m uy a mp lio q ue c orn pa rte ncon o tros grupos a veces h os tile s. ( Ha rr is 1 97 8) .

    3. La circulaci6n de los productos

    E n la o rg an iz ac i6 n d e . la s e tn la s a nd in as a nt er io re sa 1932, el acceso directo a varias zonas ecol6gicasd if er en te s p ar ec e h ab e rs id o dirigido y adrninistradoporlo s s en or es y kurakas (M urra 1972). Sabem os rnuypoco de la s formas e n q ue lo s p ro du cto s c irc ula ba n an ivel lo cal, si b ie n alg unos c studio sos ha n acudido alc on c ep to d e r ed is tr ib u ci on pam ev ocar el siste ma (pore j. W ac hte l 1 97 4). ln du da ble rn en te , lo s kurakas localesc on tro la ba n rc cu rs os d e v aria s e co lo gia s '(M u rra 1 97 8)y 10 haclan de m anera tal que podem os suponer que por1 0 menos un cierto g rado de ccntraliza cion e n l a a dm i -nistracion y Iapro duccion, S in em bargo, la o rganiza-cion conternporanea de los lay mi es notable por su vir-tual ausencia de un eje cen tral de organizacion 0 deredistribuci6n.16

    La ausencia de administracion ccntralizada no-sign ifica sin em bargo que su econom ia sea s im-ple mente un a grega do de unidades d om e st ic as , L a i de n-tificacion d e empr es as economicas en una economfan o rn crc an tiliz ad a s era n ec es aria mc nte im pre cis a y ser el ac iona e st re chament e a la s d if er cn te s f orma s e n qu ec l t raba jo y lo s b ie nc s c ir cu la n y s e in te rc am bia n. M asc on cr eta rn en tc , la f ro nte ra d e la e mp re sa s e id en tific am uchas veces en el contraste entre las relaciones dec om pa rtim ie nto , d e p ro pie da d c om un y de d i s tr ibucionsegun las necesidades, de una parte , y , pe r o tr a, c al-culos rnasestnctos deequivalencia junto con un aroenor tolerancia de dem oras en ta realizaci6n de unintercam bio'" E n laeco nom fa lay mi, la unidad do mes-tica constituye, e n a lg un os a sp ec to s. tal empresa. P orejern plo, m an eja los derechos de uso de la tierra. inic ial a produccion y comparte el c on su mo ; e n los intcrcam-b ios de mercancias la unid ad de tra nsacc i6n frecu en-ternente es l a u n id ad domestica: l a d iv is ion de l t rabajos eg un s ex o y edad se o rganiz a de m anera tal q uecad agrupo d om e st ic o p ue de r ea liz ar la s ta re as nccesarias pa -ra su subsistencia, P e ro s ig uie nd o otros criterios, lau nida d eco norn ica puede iden tifica rse com ola com u-n idad local que m aneja la distrib ucion d e pa rcelas . E no tro n iv el a iin ,Ia c irc ula cio n g en cra liz ad a d e p ro du c-to s y de tr ab ajo s e e xtie nd e mas alIA de l a comuni dadlocal y de grupos domest ico s const i tuyentes p ar a aba r-car el grupo etnico como un todo,

    Evidentementc e 1 g ru po e tn ic o n o e s a uta rq uic o,Muchas [Ofmas de i n te rcambio en tre lo s l aym i s s e p ra c-tican tarnbien con genie fuera del ay llu y algunasfo rm as d e in te rc am b io v in cu la n d ire cta me nte a los lay-m i con el sis tem acapitalista m undiaL P or ejem plo,u na f orma de.intercambio d irecto d e valores de u so pe r-mite que la g en re d e lo s c en tro s m in ero s lo gre o bte ne rproduc tos agrfcol as y g an ad os a ta sa s fa vo ra blc s, d an doa cam bio artic ulos co mpra dos com o, po r ejem plo, co-ca ,ag uardiente, ropa, p an y f6sforos. Entre los m is-m os lay mis se ob servan form as sim ilares de lrueque.

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    Algunos Began a comprar mcrcancias pard estableceru n tru eq ue co n p ro du cto res q ue rch usan el d in ero yo btien en asf lo s p ro du cto s ag rico las q ue n o p ued enp ro du cir. E so s tip os d e tr an sa cc io n o cu rre n fr cc ue n-t emen te e n tr e l os habitantes d e l os d os p is os del territo-r io la ym i y tarn bien en tre lo s d e suni; po r e je rnp lo ,gente de ' Qalaqala v a a o tr as es ta nc ia s de l suni parao bte ne r d e e sta fo rm a p ap as d e m ejo r ca lid ad , S in em-b ar go , e n to d as s on d if er cn cia do s l os te rr nin o s d e in te r-cam bio q ue se o frecen a lo s cxtran os y lo s q ue r ig ene ntr e l os m ismos laymi. E sta d if er en cia s cn ala u n c on -traste e n e l s ig nif ic ad o y en el un iverso social delintercambio y e s t an to mas no ta b le e n que. la s ventajasn o fav orecen siem pre a la m ism a p arte d el in tercarn -bio. P or ejem plo, en los casos en que gente del sunitr ue ca p ap as a c am b io d e m erc an cia s, su s p ais an os le sdan mas rnercancia por l a mismacant idad de p ap as q uelas que recibirian d e la gente del pu eb lo. R ecipro-camente, cuando los de Ia puna bajan al likina parao bt en er m a iz , uno d el . a yllu recib ira m a s maiz ac amb io de me rc ade ri a qu e u n e xtr an je ro . E n e l p rim e rcaso, una persona extrana al ayllu obtiene mayorbeneficio qu e un .laymi, mientras que en e l s eg u nd ocaso ocurre 10 contrario. En ambos c aws l a d if er enc iae n la s ta sa s d el in te rc am bio s c c xp lic a e n te rr nin os d elc ompo r tam ie n to a p rop ia do e n tr e m i emb ros de l a y ll u,

    En tales ejem plos, 1a tasa de intercambio csdetenninada JXlr una sene de elementos, pero parad er iv ar u n a d e la s p ar te s d el in te rc amb io d el m e rc ad o,es posible traducir la transacci6n a unprecio m o-n eta ri o. E xis te s in emba rg o o tr a f orm a d e in te rc amb iod ir ec to d e v alo re s d e us a en e1 que am bas partes in-tercarnbian mutuamente 1 o q ue e lla s m ism as h an p ro -ducido, E n e so s c aso s, las ta sas d e in te rc am bio n o p ue -d en s er tr ad uc id as a e qu iv ale ntes m on etar io s s in d is -torsion, y a q ue s e d e ri va n de la s cua1idades concret.as de10que esta s ie ndo i nt er ca rnb ia do. P o r e jemp lo , s c c am-b ia n o ll as de barre p or la can tid ad d e g ran o 0 ch'uiluqu e puedan c ont cnc r, C uando las familias de likina18

    Itr'. - . _-", ',.". b us ca n b ue no s t.ejidos, o fre ce n a c am bio lo s granos dem aiz Q ue 1a tela es cap az d e contcner. P ar e je rn pl o, s e'" tr ata d e u n p on ch o, s e c os era temp ora l~ cn te la .aber-tura para la cab eza p ara qu e e ) , ID I sm< : ponc ho. determine su precio en granos de maiz, segun cuantor ' c on te ng a. E stc tip o d e in te rc arn bio s s e r ea liz an ta nto.; en tre los lay mi como tam bien con gente de otros.: ay llu s. S in e mb arg o, lo s laym:i.conced~n s iempre p , re fe-': rencia a su s paisanos. Es decir q ue s ol o s o p erml te .e l, Imer ca rnoio c on lo s cxtranos cuando eSlOS ofreccn bie-t, n es qu e no pueden s er ob te n~ d os d cn tr ? d el a ~l1 ~ . E s toes evidentc en l os c as o s de i nt er camb io s r ra d ic ional esde sal y o lla s q ue lo s la ym i o btie ne n rn re cra mc nte d el os produc tore s y a c amb io d e p ro d uc to .s ~ g rf co la s. E ne l t er ri to r io l aym i no s e encuentran vactmrentos d e sal

    ni de greda para la fabricaci6n de buenas ollas. Tam-I' b ie n i nt cr camb ia n c on ayllus v ec in os p ar d o bt en er pro-d ucto s ag rico las q ue n o p ued en p ro du cir en su terri-torio, t al es c omo el a jf e n likina y l a qu inua en suni.

    El hecho de que en los intercambios entreproductores directos, se prefiera med~da~ ~e volumen,ma s que de peso, es en SI m ism o u n in dicio d el g rad oen q ue "sc ev ita las eq uiv alen cias m on etarias en lo sintercambios. De hecho, el unico m om enta en que semide p or p es o es p re cis am en te e n el q ue e l d in ero e ntr,aen la economfa etnica; cuando so venden papas po r di-nero en los centres m ineros. C esar Fonseca ha de-mos tr ado c omo l a t ra n ci si on demcdidas de v olume n ame did as d e p es o s e r e aliz a c ua nd o e 1 in tc rc amb io e s p a-ra beneficio y no para consume directo y se conviertee n e l o bje tiv o de un a 0 d e las do s partes del intercam-b io (1 97 3: 1 15 , 1 32 ).

    La d i fe renc ia entre lo s m ie rn br os d el a y llu y lo sf o ra st er os no s e r el ac iona Irecuemcmente en esto s ca-s os a l as ta sa s d e i nte rc amb io p or qu e lo s la ym i a ce pt anr ar am e nt e d e lo s f or as te ro s p ro du cto s q ue e lia s m ismosp ue de n p ro du cir. E l s is te ma d e in te rca mb io en e ste c a-s o d cp en d er a d e q ue amba s p ar te s n ec cs itc n e l p ro o uc to19

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    de l otro, En el caso de 1a sa l y de la cera mica, cstosprovienen de rcgiones donde la tierra rinde poco encom paracion de los fertilcs territorios de los lay mis.La diferen~ ia en esos casos cs la que tiene Iugar conlos extranjeros y a que los Jaym i no se sienten obli-g~dos a intcrcambiar y s 610 10har an si necesitan espe-ciflcamente 10 que sc Ies es ta ofreciendo, Entrel aym is ,p or c on tr as tc , la dcfinci6n de las necesidadestorna en cuenta la obligacion s oc ia l d e h ac er c irc ula rlos productos del ayllu.

    T om are mo s c om o e je mp lo la circulacion d el d in e-ro . La m ay or parte del dinero ingresa ala econom falay rni m ediante la venia de papa y ch'unu (por peso)en los centros rnineros, A lgu nos lay mis de . suniutilizan ese dinero para ob tener m aiz (por vohim en) des us p arie nte s d e lik in a . El heche de que el dinero in-grese a 1 a e co no rn fa e tn ic a p rin cip alm en te p or e sta v iasc c xp lic a p or la m ay or fa cilid ad d e a cc es o al mercadoen el suniw, p or la e vid en te c om od id ad d e H ev ar d in er oen vez d e p ro du cto s c ua nd o se r e al iz a e ll ar go viaje desu m a likina, y p or la c ir cu la cio n mas l ir ni -t ad a d ed in ero e n likina. Esto tiltimo se explica a su vez porI~ ?~stancia de los m ercados, pero pur fa mayorf e~ llh da d d e los valles y que perm ite, por ejcm plo, lacna de ganados que en suni de b en ser adquiridos porc omp ra ( bu rr os . vacas). De hecho, los agricultores delikina afirm an que podrian pasarse com pletam em e depagos en dinero y cam biar su rnafz directarnente p orOlTOS valores de usa. A ceptan dinero, diccn, com o unam ancra de favorecer a su s p ar ie nte s d e suni , p ar a q uie -nes esta form a de transaccion es m a s c on ve ni en te . A ii na sf , lle ga el m omenta en qu e e l d in ero ya no esaceptable y los de suni que nccesitan m as productosvallunos deb en ofrecer directam ente valores de usa. E sv irtu alm en te irn po sib le p ara q uie ne s s e e nc ue ntra n fu e-ra del ay llu obtener m aiz por dinero, u obtener cual-quier producto laymi a c am b io d e d in ero e n e l te rrito rioetnico . L as papas se v endcn 0010 p or d in er o e n lo s c en -tr os m in er os y s610 se cambia mafz por dinero a20

    . .,.~' m iem bros de 1 a etnia. La resistencia al dinero se meI hizo p at en te c ua nd o tuve prob lem as en com prar cosasco n d in ero c ua nd o v iv ia en las estancias I aym i, E st adificultad se hacfa patente no s610 en los casos en quelas ventas por dinero eran inusitadas 0 desaprobadas(como l os t ex ti le s ) sino que se extendia por ejem plo al os huevo s q ue h ab itu alm en te s on a cu mu Ia do s po r lagente de suni para venderlos en los c en tr os m i ne ro s

    por dinero. E xiste, parecen a, una diferencia notab lee ntr e v en de r lo ca lm e nte po r dinero y vender en loscentros m ineros. La explicacion, creo,es doblc, P oruna parte el d inero que se ob tiene por la verna de algiinp ro du cto , tie ne c as i s ie mp re u n d es tin e e sp ec ffic o; p orejem plo, en el caw d e lo s h uc vo s, servira para obtenerbienes de lujo com o dulces, naranjas 0 pan. EIpropos ito es siem pre realizar cuanto antes la conver-si6n a articulos de consumo, hacer que la ven ta pardinero sea Jo m as parecida a un trueque y re du cir e ltiernpo en el que el dinero puede ir a bs tr ay en do se d elobjeto particular que esta destinado a com prar. Ensegundo lugar, existe una considerable renuencia aaumentar 1 a cantidad d e dinero que fluy e dentro de l a sf ron te ra s e tn ic as t an to po r la incertidumbre qu e motivala inflacion de la moneda boliviana, como porelcom plicado sistem a de creditos y deudas entre losmismos layrni cuy o funcionam iento depende de quen un ca h ay a s uf lc ic nte d in er o p ar a c an ce la r s im u lta ne a-mente todas l as d eu da s.

    Los res ident es de likina necesi tan algun dinero,especialm ente para gastos festivos; y de heche eldinero circula dentro del ay llu pero de form a cstric-tamente limitada asi qu e las r cl ac io ne s c ome rc ia le se sta n v ir tu alm e nte a us cn te s. Mas a nn : s 61 0 u na p artede unidades dom csticas obtienen el m aizy los OlIOSproductos delikina a cam bia de dinero 0 aun por cam -bio directo con otros valores de uso. En esas transac-c io ne s e l p ag o e s in rn ed ia to y n o lle va a o blig ac io ne smas permanentes; pero aan e st os i nt er camb io s i nmedi a-lOS no puedcn com prenderse sino tom ando en cuenta

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    ~...~ OIroS lazos m as duraderos que los respaldan. P ara lam ay oria de los grupos domesticos, los pagos no soninmediatos, ni t ampoco e xi st e una e st ri ct a contabilidadde las equivalencias. Los de un piso ecokigico viajanregulannente al otro l Ievando consigo sus productosm a s codiciados. Los de likina lle va ra n m a iz am ar illode b uena calidad, zapallos secos, harina de m aiz.. m aizp el ad o, u lu pi ka y m iel; los de suni b aja ra n c on la na ,ch'unu, ch 'arki , harina de quinua, coca y aguardierue(e sio s d os u ltim os s on c on sid era do s c om o p ro du cto s d esuni porque so n la s papas la s que "producen" e l d in er ocon el que se com pra coca y aguardiente). Ofrecen sus. p roductos en los grupos dornesticos con los que m an-tie ne n r ela cio ne s d e g en er os id ad , 0 a lli d on de e sp er ane sta ble ce r u na r ela cio n s em e ja nte .

    Figura ILa circulacion del dinero en laeconomia laymidinero . dinero

    C ~s ~-~Liki'entros um . . naMineros Laymi Laymi

    ~~ papas maizC on ce ptu alrn en te . ta le s re ga lo s n o s e re la cio na ndirectamente con los productos que adquieren losviajeros: estan destinados a m otivar la generosidad desus huespedes. Cada parte crcc firm em ente ser m a s

    generosa que Ia otra y entre los eontractantcs secom pa ra m a s e l g ra do d eg en er os id ad y n o s e c alc ulatanto 10 que se transfiere efectivarnente. Tom an enc ue nta la n ec es id ad re la tiv a, la c ali d a d d e la c os ec ha ; ytambien S1 c l g ru po d or ne st ic o esta en la o blig ac io n d epasar una fiesta, 0 conm cm orar a sus difuntos; ytambien cuantas otras visitas vendran a solicitar losr ec ur so s d el p ro du ct or .22

    " ' f IP"I'f. : _ .. .~E n esas relaciones, los que vienen en besqueda delo s p rod uc to s d el OlIO p is o e co lo gic o .re fu erz an . s ~spedidos ayudando a l nuespcd en el t rabajo. C om o m d. l-

    I ca Fonseca cn su estudio s ob re H ua nu co , cl trabajoprestado p O T lo s de la puna qu e ,,:ienen a1 valle e n b us -ea de maiz, y el pago qu e reciben re pro du ce n la sr ela cio ne s s oc ia le s a la rg o p la l. O q ue garanLizan u n s is -tema d e i nt er c amb i os i nt er zon a lc s b as ad o e n ta sa s con-vencionales y estables y no de los flujos de prccios, ene l m e re ad o ( 19 73 :1 19 y s ig uie nL es ). P ara lo s la yrn i lap re sta ci6 n d e a yu da e ntre suniy l.ikJ.na significa algom a s p re cis o. E n alg un os c as os , p an en te s c erca no s (g e-neralm cnte herm anos a padres e hijos) cornpartcn unsolo p re dio q ue abarea am bas zonas y 1 0 divide~.demanera ta l q ue ca da g ru po domestico sc responsablhzade l cultivo y a te nc i6 n d e la s o blig ac io nc s c omu nita ria sen un solo piso ecologico; sin em bargo conserva todoslo s derechos de acceso al otto. L os dcrcchos com par-tidos son am bivalentcs: quienes realizan el trab aja decultivar cansidcran que la cosecha les pertenece; perocuanda visitan a sus parientcs en Ia o tr a z on a a tir ma ntam bien sus derechos sobre cosechas en las que haninvertido m uy poco trabajo. Es m as im portante el he-c ho d e tra ba ja r q ue la ca ntid ad c xa cta d e tra ba jo p re sta -do y en gamntizar 1a continuaci6n de los derechos deacceso y definir la retacion entre am bas partes. P ores o l1egani p ara la c os ec ha u na p ers on a de l o tr o p is ?, 0se prcstara un nino (a 1 grupo domcstico) p ar a c uid arl os rebanos fami li ares ,

    Se puede conservar de distintas foimas losderechos a los productos del OtTO p is o e co l6 gic o, p erop or e nc ima de e stas , a pro xim ad am en te ~ n c ua rto d e lo sg ro pe s d omes uc os l aymi cultivan slITlultftneamenteterrenos tanto de likina com o de sum. y 6 81 0 a p es arde las d is ta nc ia s q ue scp ara n a mb as zonas. E sta p ra c-tica de "doble domicilio" sc haec posible por lac omp lem en ta rie da d d e lo s p er io do s d e in te ns a a ctiv id ada gric ola en c ad a p is o y por 1a frecuencia con la que los

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    I, .,.

    laymi emprendcn viajes imerzonales. EI doble cultivoutiliza mas intensa y productivarncnte el trabajo anualde la unidad domestica que los cultivos en una solazona, pero no todos los grupos domesticos cucntancon el minimo de recursos laborales necesarios, Enalgunos casos, casi no se pucde distinguir si es unatin ic a em pres a d orne stic a q ue cultiva en ambas zonas,o si son dos empresas distintas qu e eoopcranestrcchamente. En todo caso los grupos domesucosque practican c J doble domicilio necesitan la ayuda des ir s v eci no s y parientes para complementar el trabajofamiliar. De ahi que serfa equivocado considerar loslazos entre likina y suni como sirnplemente vinculosde circulacion de produetos. Los que viven en un solop is o m ir an con recelo a los del otto -aun a sus propiosparientes- receloque surge en parte de la ambiguedad desus mutuos intereses, POr otra parte los laymi quepractican el doble cultivo son consider ados vecinos deambas zonas y , por 10 tanto, parucipan en ambas enuna red de relacionesde ayuda mutua. Ellos necesitanla ayuda de parientes y vecinos de arnbas zonas-estesiiltimos puedcn tambien exigirles mas debido a sumayor producuvidad. Espcran que ellos sean m a sgenerosos que los dernas y las fiestas que pasan enambos pisos deben ser suntuosas. M a s atin: comoviajan constantcmcntc durante el ano, llevan no soloproductos, sino tarnbien noticias, Sc convierten as f enun medic de comunicacion, en un m undo que m uchoslaymi perciben como regido por una fundamentaloposicion entre 10conocido y loirnpredecible, entre 10familiar y 1 0 exotico, ,

    En la econumia laymi de hoy los productos decada zona ecologica circulan a traves de la distancia qu elas scpara, pero no simplemente por medio del inter-cambio. Todas las diferentes formas de circulacion,(trueque, venta, generosidad), ademas del doblecultivo,form an un solo sistema fundado en el parentczco y lasexpresiones culturales comunes a todo el grupo emico.Veamos como ejemplo un proceso que se ha i do d es a-24

    r ro ll an do d ur an te los ultimos veinte aiios. Dos e sta n-eias del.extrerno noreste del territorio likina sc ha n idoseparando gradualmeme del a yU u p ara m te gra rs e a ~ usv ec ino s .del norte: los Pampa. L a s ep ar ac io n j ueabarcando todo: no solo se fueron cortando los lazesecon6micos con los Iayrnis de suni, sino que tambienIe limitaron los lazos de parentezco al cesar losmatrimonios con otros laymi a cambio de uniones conlo s Pampa. Finalmente, se renuncio a varios elem~n-tos culturales que definen el ayllu, tales como el esulomusical, y el aymara fuc rccmplazado como primeridioma pol' el quechua. Los grupos domesticos 4~e.t en ia n t ie rra s en el suni, las a ban do na ron . S eg unmuchos laymi, esas dos estancia s se han convcrtidoa ho ra e n pampa. Se confinna asi la relacion esuechaentre la endogamfa, las exprcsioncs cuhurales y elenredado sistema de circulation entre los pisos ecole-gicos que, en su conjunto, definen hoy el ayllu . Loslazos entre unidades domesticas no sc limnan at inter-cambio de produclos; aparte de aquellos que practicanel doble dornicilio, la mayorfa de los adultos hanresidido en ambas zonas 0, por 10 rnenos, las han visi-tado durante largos periodos. Algunos se casan co nuno de la otra zona y suclcn extranar el paisaje de suinfancia. Para muchos, las visitas que de vez en cuandoh ac en a sus parientes son como vacaciones: una altera-ci6n dramatica y agradablc a las condiciones normalesde su vida.

    Del ejemplo de las dos estancias que se estanseparando de sus parientes layrni se desprendc tambienla importancia de la ubicacion de mercados. Ellas seencuentran cerca de Torotoro, el pueblo del noreste queco n la construccion de la carretera se convinio en clultimo punto de penetracion de los camiones que vie-nen en busca de maiz para el insaciable mercado deCochabamba. Por el acceso directo a1mercado, los lay-mi de la region dejaron de depender de los de suni paraobtener dinero, lana y otros productos de la puna. Lapresencia de dinero en el imcrcambio interzonal del

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    ayllu no debe considerarsc como un indicia de resque-brajamiento del sistem a. sino com o otto valor de usanecesario cuy os efectos se lim itan precisam ente por li-mitar su circulacion a lo s intcrcambios entre los lay -mt .

    Es una situacion paradogica en la que c l m edio"impersonnal" del dinero se restringe a las relacionesque no scan exclusivamente economicas sino que abar-ca n c1 parcntczco, clc omp ad ra zg o, l a c omu nid ad , mien-tras que l os i nt er camb i os con lo s forasteros loman laformasupuestamente mas 'prirnitiva' de l trueque. Detal m anera que pone en duda el modelo de una escalade reciprocidad que va dcsdc la ilimitada generosidadhastael intercambio inmediato de cquivalentcs y corres-ponde directarnente a una escala de relacioncs sod alesque va n desdeel parentezco mas cereano hasta los foras-te ro s. E ste m od elo ,e lo cu cn tc mc nte d es arro lla do porSahlins (1965), ha resultado iitil en otras regionesandinas ( Mayer 1974 a), pero no derrama luz sobre laeconomia layrni , S i bien idealmente los parientesc er ca no s d eb cn tratarse ca n una.generosidad si n calcu-10, la realidad cs difcrcnte. En la pracuca tal generosi-dad s e mu es tr a m a s bien a menudo entre parientes maslejanos. Los laws de compadrazgo son tambien muyimportantes en garantizar Ja circulaci6n de relacionesde gcncrosidad a largo plazo, sin calculo de beneficio:Uegan a unir g ru po s d omc st ic os vinculados iinica-mente por el compadrazgo. Por otra parte e n m uc ha soportunidades los propios hennanos intercambian condinero. Tarnpoco los vinculos derivados de una propie-dad c om tin c sta n limitados a l os p ar ic nt es cercanos; siestes nodesean trabajar u na te ne nc ia d ete rm in ad a, s c lapuede prestar a un p arie nte m as leja no 0 a o tra p ers o-na .

    E l p arc ntc zc o c om iin , rep ro du cid o mediante Iacndogam ia, cs una condicion previa para el rnanteni-miento de la economia etnica en su forma actual. Peron o s e tra ta de la re pro duc cio n d e p are nte la s e spc cific as26

    tide coaliciones perrnancntes. Las estructuras de paren-~ ;tczco llevan m as bien a un m axim o de flexibilidad."J'::u alq uie r u nid ad d om es tic a pu ed e a cu dir a u na s erie de, ~ie la cio ne s p ar a s atis fa ce r s us necesidades; lo s vlnculos~Ilclivados dependeran de la totalidad de obligaciones.~emprendidas. Constatarnos qu e aproxirnadamente dos.jercios de l os l ay rn is r cs id cn en cl suni; d e e sto r es ultaq ue c ad a grupo d om cs tico d e likina debe provccr maizpara 2 a 3 grupos domesticos de suni. Cuando escascael m aiz , la genre de suni debe expl ot ar cu an to s vfncu-lo s. t ie ne n e n likina para satislaccr sus n cc es id ad cs ; a un/.cuando hay ahundancia de rnafz, algunos productores- : d e likina sc rnuestran pareos sabiendo qu e Ilegara 01Iagente a pedirles maiz que no podran negar. L os Im :o sde parcntezco sirven para distribuir 10 mas amplia-mente posible la dernanda en vez de determinar unacce so excl us iv e , y la m ay orfa de la genre ticne diver-sos vin cu lo s c on lo s de l OlTO piso. .

    4. Dependencia e mterdependencia entresuni y likina

    Hasta ahora la discusi6n ha enlocado principal-mente las maneras en que los de surd o btie ne n m af zde likina. De hecho es la forma mas sobresaliente decirculacion ~tre la s dos zonas, as f que plantca cl Lemade las relaciones entre elias. E n la cstructura del ayllu,existen tambicn diferencias y oposiciones radicales en -tre las dos zonas. Los residentes de likina afirman conc ie rt a r azon qu e lo s de suni los necesitan mas a ellosque ellos a los de suni. A c orto plazoesto serta cicrto:el maiz es un producto imprescindible para todos losrites, tanto dornesticos com o comunales ; la m ad eraque se c rn pl ea p ar a las construcciones proviene exclu-s iv am en te de l ikina y lo s principales in stru m cn to s d epro du cc io n tale s c om o tela re s y a ra do s s on c on fc cc io -nados por artesanos del valle. La dcpcndcncia de losg ru po s d om e st ic os d e likina hacia lo s p ro du cto s d e su -ni e s m en os e vid en te . La m ay oria de los vallunos pro-d uc en p ap as y otros tuberculos cn cam pos altos por

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    cncima de sus parcelas de maiz. Muchos ticncn tam-bien rebanos de ovejas qu e satisfacen en p arte su s ne-cesidades de lana. 5i considcramos el descquilibrio de-mografico entre las dos zonas y los mejores preciosque obticnc cI rnafz cuando In vendcn por dinero, pare-ceria que la s qucjas de la gcntc de likiruiCStan bienfundadas en el scntido de que cllos danmasde 10 quercciben de los de surd.

    De rnancra tal, la gente de likina no nccesitatanto los p ro du cto s d el altiplano como los de sunincccsitan de los productos del valle; sin embargo, porejemplo la dcmanda de lana de los de likina supcra lasposibilidades de satisfaccrse can sus propios rebanos.La lana de llama es utilizada especialmcntc para tejcrcostalcs y frazadas y proviene necesariarnente de suniasf como las Uamas mismas que dcbon sacrificarsc encigws rituales (particularmente en honor de los dilunt~). Los de suni son mejores tcjedores (micntrax I()"de likina son buenos carpirucros) y la rnayona de losde likina obtiencn tclas y ropa directamente de losproductores suni. Finalmcntc, el ch'uiiu, el ch'arki y1a harina de quinua del Simi son muy apreciados en ellikina. Se puede detectar por estes ejernplos que lasprcferencias cul turales y las obligaciones rituales m o o -vanIa dependcncia que cada zona t icne d, laotra.

    Aunque la rnayoria de los laymis residen en unsolo piso, la posibilidad que ticncn de cambiar Silrcsidcncia, adcmas de los dcrechos a 1a t ierra que pue-den tcncr en ambas zonas, les proporciona gran flexi-bilidad en su organizacion social que ya es poco co-mun en los Andes contemporancos. Lcs permite unaclasticidad cn la rcparticion de Ia ticrraquc.vdc csamancra, pucdc adccuarse a la fuerza laboral disponiblcsin que se devuclva dcrcchos pcrmancntcs de propiedadni que lleve alaextraccion de una rcma aplastante utiCOHIO se encuemra en muchosconvenios de aparcerfa,L a m ism a I lc xib ilid ad ayudaa enfrentar maldades, porcjemplo, los cases de cnfcrmcdadcs prolongadas,28

    e. ' lPidcmias, malas coscc~as, licrras .y conflictos, Co-L l l O atestiguan muchas historias ~l~~l{la, ~'Ol~n:c~te unCwno io de rcsidencia y la p6slhilldad de m rcrar un

    eultivo durante un pcriodo corte 0 prolongado en el, Olro piso, han permitido la sup~rvivcncia en algunoscasas; con scguridad, haec posible resolver los pro-blemas mmcdiatos sin un a ruptura cornpleta con cl~~lIu,

    . 1 . . . : 1 5 relaciones entre suni y likina planteanmuchas interrogantcs que sc situan mas alla del alcancc, deeste trabajo, La evidencia hi storica sugiere que en clQullasuyu, el nucleo del poder sc c~contrabagelleral~mente en las rcgioncs altas!'. La 'Idea de que sumextrae bencficio de likina en vez de que la rdaci6n seauna de intcrcambio equilibrado se confinna si toma-mos e n cucnta que la autoridad maxima del ayllu estaen suni. La rcpresentacion simbolica de la autoridadmaxima del ay l l u e s l. 3 . en suni. La reprcsentaci6nsirnbolica de la rclacion entre pisos ccologicos Ilevan a10 mismo: la cosmologla laymi vc a likina como lar eg io n ma s productiva d e d on dc sc obticnen alimentosque son lIcvados hacia arri~ para, pr?,:esars~ c_n su -nil2. Pero cstos son nada mas que mdlCJOS. SI bien lagente de suni. viaja mas frccucnt~mente a los vallesqu e vice-versa, eSLO se pucdcexplicar en parte po r elheche de que las llamas, los unicos anirnales de cargaque neccsitan s610 forraje natural, habi~ e~dusjva-mente en suni. En likina no se pucdc idcntificar unclaro excedcrue que es apropiado para los de suni, ni

    tampoco se nota una acumulaci6n cvidcnte en el suni,aunque el aumento de poblacion en las alturas esl ige ramen te mas elcvadoque en los valles.

    Ya aseverarnos cn'las paginas anteriores que no sedebe traducir a terminos monetarios el intercambiodirecto de valorcs de uso. Es intcresantc anotar en esiecontexte que en caso que se calcule la conversion deintercambio suni - likina a su cquivalcntccn dinero,no aparece ningun dcscquilibrio que Iavorezca consis-

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    I0

    ItI '!\

    rI,

    ten te me ntc a u no solo de los dos13, Hecho s ign if ic a -t ivo sobre todo en vista de la disparidad de las dis-tancias que separan cada zona de l mc rcado , Ennuestroselias, el d in ero in gre sa a Ja e co nomfa e tn ica principal-mentepor via de Ia vema de los productos suni. Si elsistema actual cont inua opcrando debe sc r porque resul-ta mas conveniente para los p ro du cto rc s d e likina elc ons er va r s u s relaciones economicas can sus parientesde sunien vcz de incurrir en cl gasto de transportarsu s propios p roduc to s a l mercado mas c er ca no , E sto h apermanec ido v ig e nt e a pesar de las decadas, en rca lidadsiglos, de fragrnentacion y veinte anos de scparaci6npolitica total; como 10 demuestra el ejemplo de las doses tancias scccsionistas .

    Cuando converse can gcntc de su m sobre lasq ue ja s d e los de likina acerca de que estaban sicndoexplotados, los de suni me respondicron que inviertenmucho tiempo y esfucrzo en bajar al valle. EI viajarcon lla ma s e s m en os c os to so que c on o tr os animalesde carga p O T que las llamas se alimentan can pasto na -tural; sin embargo, el viaje con llamas torna mastiempo y n o carg an m uch o pesor-, L a g en te de likinarecurre a burros y mulas cuya mayor velocidad ymayor capacidad de carga ayudan a compensar el gastode comprar forraje durante cl viaje. En su s qucjas losde likina no taman en cucnta los costas de viaje ytransporte; sin embargo, cl hccho que realiccn menosIrccucntemente el arduo viaje a suni y a los mcrcadosurbanos, sugcririaque para ellos tambien el viajarticnc un COSlO. Algunos estudiosos de las economiascampesinas no incluyen en sus calculos el tiempoinvertido en viajes y el transporte necesario parasatisfacer las necesidades de la subsistencia, No esta deltodo claro en que medida los costos de viaje ytransportc son calculados por lo s campcsinos andinostradicionalcs" ,pcroes un hecho que los de likinapueden satisfacer m a s adecuadamente sus neces idades desubsistencia sin tener que trasladarse. Mas ann: la dis-tancia que los separa de los rnercados reduce, par una30

    Y " "o : f a n , e , las ventajas que podrian obtener vendicndo alii, ,'us productos y aumenta, po r otra, la s d e c on se rv ar lo s' 'V(nculos economicos que mantienen con su s parienteso . suni:. ' I Formas de prestad6n de trabajoLa ci rculac ion de losproductos no se p ued e com-prender iinicamcntc por los objetos misrnos y las m a-neras en que estes se relaeionan entre sf. No solo

    o eirculan productos entre suni y likina, sino tambienpersonas que trabajan co n sus parientes y socios deintercambic. La fuerza de trabajo que se suministra noes objeto de un calculo preciso: es el gesto de trabajar10que garantiza muchas de las transfcrcncias de produc-tos entre los pisos ecologic as. El garantizar la circula-tion de productos por la produccion directa 0, por laprestaci6n directa de trabajo, es una practica muy biene n ra iz ada e n l a o r ga ni za ci on ccon6mica andinaw,

    a) La ayuda tyanapaiia): trabajo sin retribuciondirecta.La prestacion de trabajo sin calculo explfcito de-retribuci6n es tambien una institucion muy difundida

    en los Andes rurales (Mayer 1974 a). Conocido como"ayuda" (en aymara yanapaiia), inc1uye el trabajo pa mlos parientes ccrcanos, como las obligaciones m a sinstitucionales (por ejemplo, la ayuda que pres tan lo sahijados a sus padrinos, 0la quesuministra un hombrea sus suegros). EI mismo termino designa tambien eltrabajo que realizan para los propietarios que hanrecibido parcelas en prestamo!"; y la mayoria de lo strabajos colectivos son percibidos como 'ayuda'. En laa gr ic u lt ur a, l os i ra ba jo s c ol ec ti vo s s e Haman chuqu; enel chuqu tanto como en el trabajo colectivo deconstruir una casa (utachaiia) 0 la preparacion de unafiesta iphist iurafia), el trabajo se presta sin un calculopreciso de deudas y habcres pam saldar reciprocidades.La unica rernuneracion directa cs la comida ofrccida a

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    todos los q ue ay ud an, aunqu e las unidades dom estic asresponden evidcntcm em c a las solicitudes de ay udas uponie ndo q ue c uando ello s a su ve z necesiten ay uda,los dem as responderan en form a sim ilar. A unque lag en te n o c on se rv e u na c on ta bi lid ad , r ec ue rd a qu e fami-lias les han prestado su ay uda y a quienes e llo s r ni s-m os han ay udado. S in em bargo, he presenciado algu-nas conversac iones a ce rc a d e l a organizacion de t raba joc ole ct iv o d e a y ud a, 0 d e p artic ip ac io n e n e lla , y s i cm-pre la obligacion se form ulaba com o un deber socialg en er aliz ad o, m a tiz ad o p or la c on ve nie nc ia in m ed ia ta ;e s d ec ir, n o s e to ma ba e n c ue nta la rc cip ro cid ad d ire ctad e p re sta cio ne s d e tr ab aj o a nte rio re s.

    E xis ten otra s dos form as ma s d e c ir cu la r e nc rg fae n u n mo vim ie nto casi general izado, pero donde no serefiere directa mente al co ncepto de ay ud a. E l p rim erosena los anim ales d e carga y de tiro (b uey cs, m ulas yb urros), que se p rcstan genera l m ente s in retrib ucio n,P odriam os pens ar q ue las unidad es dom esticas que po-s een anim ales de tiro tie nen una m eno r p articip acionen las tarcas com unales por depcnder m enos de los de-m as y p or te no r u na m ay or c ap ac id ad p ro pia d e p ro du c-cion. S in em bargo, ocurre exactam ene 10 contrario:los propietarios de buey es son m uy re qu er id os e invi-ta dos a los chuqu para que trab ajen co n su y um a. P res-ta r los anim alcs a otro para el arado pu ede hasta p er-jud icar al dueno. E n una oponunidad vi a un hom brearra sL rand o u n a rado qu e eraco nducid o po r su es posam ie ntras la hija venia detras sem brando pa pa; esc hom -b re poseia una y unta de buey es , pero los habia presta-do a 00-0.

    La s eg un da fo rm a e s e l e mp Je o d el tra ba jo in fa ntilpara el pastoreo. Entre los adultos, los convenios depastoreo to man diversa s form as; su pone q ue los nin osde la estancia estan disponibles para cualquiera quenecesite su tra bajo. L os nino s de unid ades dom es ticasq ue n o p os ee n r eb an os , deberan v ig ila r lo s re ba fio s d eo tr as f am i li as y si rehusaran hacerlo, provocanan la32

    I rid ig na ci 6n d e t od os y s enan calificados d e ~ ojo s_ E nIItos casos, com o en los de prestam o de anim ales, ele b eneficiario rctrib uy e solam ente co n alim cntos. E n elcaso de I os n in os , e ste s re cib en u na b olsita d e grano ste stacios p ara com er du rante el dfa y quizas ~ poco deco mida calie nte cu ando rcgrcsan de los pa stizales, Ta lcirculaci6n gcncralizada de energfa con muy pocal'IC iprocid ad dirccta fun ciona tam b ien entre. los do s. plsos ccologicos. Se prestan animales -cspccJ~mcntebueyes- d ur an te p erfo do s p ro lo ng ad o~ d e fa mlh ar~ s 0compadres que vivcn en c] otro. piso aunque .esto. ig nif iq ue a m cn ud o m uc ha m o_ le stIa p ar~ lo s p ro pie ta -rios de los ani m ales que adem as no recibcn otro pagoque no sea el m antenim iento de las bestias. En form a.im ilar tambien los ninos circulan en tre los dosplsos, P a r e jcm plo , un nino podra ser enviado a vivirdonde parientes sin h ijos, y a que allf e l cu~ tivo de loscam pos de mafz requiere el abono conunuo. Todaunidad domestica de likina n cc csita p or 1 0 menos unchuqu para l a s ie r nb r a d e . la p ap a. En !ikf~ por conr ras -ie, la m ay orfa de las unidad es dom esucas. recu rren ,alchuqu para realizar todas las etapa s del cu ltivo de m a t z oLas' razones de estc contraste no son m uy claras; esnotab le que en el suni lo s chuqu s e realiz an en b en e-f ic io d e q uie ne s p atr oc in an fiestas cornunales y que enam bos pisos los chuqu . se haeen ii nic am e nte e ~- lo sc ultiv os d el 'p ro du cto p rin cip al-t. E sto s d ato s s ug ie re nque los m otivos q ue diferencian las pra cticas de l chukuentre suni y likina no deben buscarse en la sn e ce si da d es t ec ni ca s y e co 16 gic a s d e lo s c ultiv os , s in om6s bien en las difercntes relaciones sociales quecaracterizan las com unidades en am bos pisos ecolo-gicos. Es notable que exista una m ay or cooperaci~ n deu ab ajo en la a gricultura de likina d o .n d e l ~ t e~ e nc la detierra e s m a s i nd iv id ua liz ad a, la r es id e nc ia d is pe rs a ydonde sc encuentran en toda localidad m iem bros deambas p a rc ia li d ad e s y su s diversas subdivisiones, Ade-m a s en likina existe una institucion que confirm a laim presion de que alii la o rganizacion de los trabajosa gric ola s tic nc u na b as e m a s com unitaria . N o todas las

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    unidades domestieas pueden auspiciar un chuqu paracadaetapa del cielo de cultivo y wando una unidaddomestica no ticne suficicntes recursos sus campospodran ser cultivados sin coste cuando otra unidad do-mestica envfe a toda lacuadrilla de su propio chuqu acultivar los campos de la familia pobre una vez quehayan tenninado los suyos'". Adcmas un chuqu enlikina cs m a s festivo que en suni . Todos vicncn vi 8-t iendo sus rnejores galas y adornan sus sombreros con

    , hojas de molle, hacienda 10 mismo a los cuernos delos bueyes, La fragmentacion social, potencialmentemayor en cl valle, cs ast compensada po r una practicaque para la gente de likina d3 testimonio de unespfr itu comunitario superior y de mayor gcnerosi-dud2o

    En el trabajo cooperative basado en la "ayuda" ,11mu tu a li dad sc ex ti end e mas alla de 1aunidad domes-tica y abarca a otros parientes y compadres, a los veci-nos y la comunidad y tambien a personas que viven enel otro piso ecologlco. La contrapartc de 1a "ayuda" esel compartir comidas y, de esa.rnancra, la cornensalidads e ex ti ende parcialrncnte mas alla de Ja unidad domes-tica,

    b) Ayni y mink 'a: el trabajo con retribuciondirecta.La naturaleza de 'ayuda' aparecc con mas relieve

    cuando sc la contrasta con otras prestaciones de trabajodonde las retr ibuciones son calculadas con mayor exac-titud ycspccificidad. Se trata de las formas conocidasen cI none de Potosi con los nombrcs comunes deayni y mink'a. EI mink'a es retribuido con productos,mientras que cI ayni se retribuyc con trabajo, dentrode la misrna rama de produccion-". Uno de Ioscontcxios cornuncs del ayni surge no tanto de unanecesidad absoluta de fuerza de trabajo sino de (ancccsidad de obtencr un trabajo que ha sido calificadosocialmente como propio a s610 a un sexo. Una viuda34

    ' L , a a s i en co nrrar un ho mb re q ue a r e para ella . E n un' ~ . ' C a . ~ Otipico en iikina, un hombre soltero araba el~campo de una viuda a cambio de que ella sembrara el: ' .uyo en una ocasion posterior. D e esa m anera ellaobtuvo el trabajo masculino que necesitaba y elhombre el trabajo fcmenino que e l necesi taba, En otro

    '~;;convenio de ayni, la rnisma viuda presto su yunta de..bucyes al hombre que ard su campo. Otra forma de Q yni son los acuerdos recfprocos de pastoreo entre dos,> rnujeres para .sus ovejas 0 entre dos hombres para sus' " i f llamas. En estos casos los convenios de ayni estaneondicionados por el hecho que el pastoreo de diferen-te s anirnales es una tarea asignada a definidos grupossociates y cuando una unidad domestica no in clu ye lapersona apropiada parareal izar una tarea, buscara fuerade los llmites de Ia famila en vez de emplcar a uno desus miembros en una tarea que no le corresponda. En

    I la produccion de tejidos, por ejemplo, un convenio deayni que observe, compromeuo a un hombre solteroa tejer bayetas pam una viuda a cambio de que ellahilum para el,

    En el m ink 'a , la retribucion upica de trabajotoma la forma del producto que so ha obtenido co n lacontribucion del trabajador. Par ejemplo, la agricultu-ra se paga co n el producto agricola; as f en las cosechasse retribuye con una proporcion de 1 0 coscchado en eldta, Quienes pastorean ovcjas con un convenio demink'a, rccibcn un corderillo y pueden ademas, utilizarel abono, la leche y la lana. En otras ocasioncs se pagacon alirnentos no cocidos que se difcrcncian asi de Jacomensalidad upica de la "ayuda". En muchas partes delos Andes., c l t rabajo mink'a se ha convertido en unaforma cncubierta de trabajo asalariado ( Mayer 1974 a;Sanchez 1982), pero esto no se ha desarrollado aun enla economfa laymi. En cl suni, las familias ricasreclutan trabajadores par cl mink'a asi como en ellikina.. En ambos pisos los bencficios vanp ri nc ip al rn cn te p ar a mejorar el conSUTTlO0 aumentar elganado. Los diferentes niveles de recursos que existen

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    en tre la s u nidad es dom esticas tienen que cn tcnde rse enun con texte) en el que la acum ulacion casi no .seencuentra, dond e s e lim ita la monetarizaci6n y dondeexis tc una fue rte res isten cia a m inar las b ases com uni-tarias d e t en e nc ia y consume.

    En la d istribucion del trabajo com o en la circu-lac ion de pro ducto s e l n ivel de c alculo y de re t ribucioncquil ibrada dcpcndcra mas de las circunstancias en qu ese solicite el trabajo, que de la rc lacion m ism a entream bas partes As! el ayudar (yanapana) e s la c on du ctsq ue c on vie ne e ntre p arie nte s c erc an os , p ero e s ta mb ie nuna m anera de reclu tar gran des cu adrillas de trab aja-d ore s s ob re la b as e d e v cc in da d y d ep en de nc ia m utu a d eaque llos q ue viven en un a m is ma loca Jidad . Mas 311n;cuando existe ose de sea una cooperacion estrecha, tare la ci6 n p ue de Io rrn aliz ars e m ed ia nte la zo s d e c om pa -drazgo. Por otra panrc en cl caso de ayni Y mink'a, la sr etr ib uc io ne s s e c al cu la n c uid ad os am c ntc . E st as formal)d e t ra b aj o S e e nc ue ntr an t an to e ntr e p ar ie nte s c er ca no scomo entre los q ue no son pa rientes.

    En el C3$O de ayni y mink'a la c irc ula cio n d eltrabajo es muy flex ible. Se la organiza segun unava ri edad decomb i nac ion e s y no depende de un grupodefinido y p er ma ne nte ss . E I id ea l d e b ue na v ec in da d yel compadrazgo amplian los lazos d e so lidarid adb as ad os e n I;jIp are nte zc o g en ea lo gic o, ..m ie ntra s q ue e ltr afic o e ntre lo s p is os ecologic o s e xtie nd e la c oo pe ra -cion m as alla de la c om un id ad lo ca l.6. El problema (lela unidad de producckin

    Una d e la s d if er en cia s mas n ot or ia s e nt re la d is tr i-b uc io n d el tr ab ajo y 1 8 c ir cu la ci on d e p ru du c to s, es qu ela prim era se realiza prm cipalm ente dentro de u na solalo ca lid ad , m ie nt ra s q ue la scgu nda ticn e su orig en e n Iae speci al iz aci on ecolog i ca y descan sa en rela cione ssociales que se m antienen a traves de grandes dis tan-cias, S i estud iam os la distrib ncio n de l trab ajo, sera la36

    el enfoque del a nalis is: porqu c las un idade sRlOnleSUCllS tienen q ue re cu rr ir a m an o de ohm lo cal po rm ism a proxim idad . Adem as, uno de los m ayo.res."Um . para el trabajo cooperative es la preparacionlas fiestas que sc cclebran por localidad y que re-el d cr ec ho d e c ultiv ar y . c r ia r g an ado . Si, p O T

    lado , de seam os estud iar la circulacion de los pro-w , .u ~I .V nu es tr a a te nc io n tie ne q ue a ba rc ar u na z on a. m as~"" ' I I "" ' . ' "para cnm prender a todo el ay llu con sus terri-' ! ! o I" . . ""rtr\~ separados, S in em bargo , la circulacion de los. . entre los dos pisos solo s e e nt ie nd e 51 lO-.. . :a na mo s ta rn bie n e n c on sid er ac io n la s m an era s e n q ue c l. . . . .abajo -y la g en te - c irc ula e ntre e llo s.; Ev identemcnte la econom ia etnica no es autosu-ficiente, Si inclufm os en nuestro analisis la circula-ci6n d e p ro du cto s y detrabajo lay rni fuera de lafrontera etnica, deberemos invocar otros conceptos.Por ejem-plo, la presencia de unimportante mercadoen los centres mineros no s lleva, por un a parte, aam pliar e1 alcance dclanalis is: por otra , pone m ay or~ nf as is e n la u nid ad d om es tic a in div id ua l, c om o s ie nd o6sta la emprcsa q ue empr en de relaciones mercanti1es.E nm uc ha s p arte s la s u nid ad es d om es tic as c am pe sin asdescansan en el m ercado para su reproduccion , yadqu ieren as! una aparente independencia de susvecinos. En la e co nom ia la ym i lo s e fe cto s d e1 d in er ose lim itan. U na gran parte de la produccion es objetode tr ue qu e d ire cto p or o tro s a rtic ulo s d e c on su mo y la svias de i ng re so d el d in er o al a yll u s on r cs tr in gid as ,

    L as fo rm as d e tra ba jo a sa la ria do p re fe rid as p or lo slaymis son un indicio de una talrestriccion. A pesar deque hay un inm enso m ercado de trabajo a pocas ~orasde v iaje en los centre s m in eros urbanos, los lay mis noe li gc n t ra ba ja r a ll l, s ea en la m ism a m ineria, sea com oalbaniles 0 c arg ad ore s, T ra ba ja n c om o m in e ro s solo siexiste una rnin a p equei'ia core a a su s ho gares. D el res-'to, solo unos cuantos delay llu van a las m inas paraganar dinero, y pocos se quedan alla, Es rnucho m as

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    conum que la gente de suni evite totalmente losconglomerados urbanos y viaje directamente a travesd el a ltip lan o h asta la frontcra co n Chile c er ca a L lic a,realizando asl un viaje que exige tres dfas en carnien 0mas de una sernana a pie. Alli trabajan en laagricultura, principalrncntc en cl barbccho y prefierenestc trabajo porquc sc lcs paga en especies, particu-larmente en ganado y enquinua. Los l aymi del valleen busca de trabajos eventuales fuera del ayllu hanencontrado un sistema parecido. La principal fucntc detrabajo durante cl invicrno es la region septentrionalde l Ch up are e n el departamento de Cochabamba dondeacudco pam trabajar en la eosecha a cambio de dinero 0de CO~'U y arroz. En ambos casas los laymis mucstranuna preferencia por los trabajos agncolas y ovitan losde l a m in cn a 0 la industria. De esa manera casi noentran al mercado yganan un salario que reproduce yno distorciona la economia agropecuaria. Su prcfcrcn-cia p or e l s ala rio e n e sp ec ie s e r ef ue rz a en c 1 hecho deque trabajan para otros indios (Aymara: jaqi). Asfevitan la experiencia de ser humillados y abusados JX)rlos mestizos y pueden m~s facilmente armonizar supapel de trabajador asalariado con su propia imagen dep roduct or cs l ib rc s, o rgu ll os os c indcpcndicntcs,

    Segiin las tcorfasde la cconomia polltica, clintercambio de objetos precede a] intercambio de traba-jo yticne lugar en los bordcs, entre los intersticios dela comunidadproductora (M a r x 1867, capitulo IT). P u rcontraste latierra y el trabajo circulan solo dentro de lacomunidad. Esta perspectiva ha side desarrollada en elanalisis qu e hace Claude Meil1assoux de la comunidaddornestica autosuficiente (1975; 1978) en la que expo-ne una marcada discontinuidad entre la produccion y elintercambio. Pur otra parte. el enfoque substantivistaen la antropologia cconomica, privilegia el "intcrcam-bio" en si, si n prcocuparse de si es trabajo 0 bicncs 10que se i ruc rcamb ia - ' . Entre ambas tradiciones, laantropologfa tiende a clasificar la actividad en dos cate-gorfas polarizadas: una dentro de Ja unidadpreesta-38

    (sea esta la unidad dorncstica, cl Iinajc U otraidad mayor), donde la circulacion se fundamente enacopio y en la redistribucion y . otra categoria entre

    unidades. La primera categorla incluye la produccion,es designada como "comunidad productiva' 0 aiin co-."modo de produccion" (Sahlins 1974, Cap, 2 y 3);la segunda categoria la que recibe el nombre de

    "intercarnbio">. En el analisis de Meillassoux la co-munidad productiva cs parcialmcnteidcntificada per la,autoridad de un individuo particular; en las obras postc-deSahlins, la unidad domestica es caractcrizadapqr el acopio. En ambos casos se supone unejecentral dentro de la unidad, ypor otra cl dominic de. ios equilibrados entre unidades parecidas-",

    AI describir la econornfa laymi contemponinea he: . tentado evitar tal polarizacion. La escala del ayllu y..Ja diversidad de los derechos a la tierra. hacen imposiblel ' ; : ' cualquier definicion en base al concepto de una~comynidad productiva segun Iosautores citados; por;';;i,otra parte, hablar de acopio y rcdistribucion no ricne}mucho sentido dada la ausencia de una autoridadfcentraL La distribuci6n deltrabajo 0 la circulaci6n deI ' ~ ' ; los producios no obcdece a una adtninistrackin central.,"S610 en el caso de preparar y pasar una fiesta, una.~ unidad domestica asume la responsabilidad de coordi-I .nar, organizar y estirnular eJ esfuerzo productive paraluego redistribuir los Irutos de esos trabajos. Estaforma, la que podnamos llarnar rcdistribucion serial 0:-rotativa es una funcion importante de la comunidad,.. .terrateniente, pero no rcdistribuye porejernplo riquezas, a las unidadcs dorncsticas m a s pobrcs (puesto que estasdeben pasar tarnbicn fiestas), ni juega la distribucionfestiva un papel importante en Ia circulacion de bienes,

    Si, por una parte, no existe un poloccntralizadoren la econornfa etnica, serfa erroneo, por otra. cons ide-r ar la u n s im p le c on ju nto de u nid ad cs d omc su ca s in de -pendientcs. Los productos y el trabajo circulan dentro

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    ,!

    ~del ay l1u en fon nas m uy diversas: la im portancia de lastransferencias si n reciprocidad y la ausencia de uncalculo exacto haec irnposible un analisis basado enu nid ad es e stric ta me nte d elirn ita da s, s ea n e ste s g ru po sdomesticos 0 scan com unidades de produccion29 S ib ien Ia unidad dornestica inv ididual es una em prcsa , sureproduccion en tanto que unidad se haee posible s610m e dia nte lo s m u ltip le s lazos c oo pe ra tiv os q ue v in cu -lan no s olo la com unidad local sino, finalm en te toda lae tn ia . N o s e m a nif ic sta W 1 a n itid a d is co ntin uid ad e ntr e1 a produccion y el intercambio a nivel de la unidaddom estica n i d e la com un idad terrate niente. A nive l delay llu entero, se da una d iscontinuidad real aunque alinterior de esa poblacion le suceda tarnbien m uchasform as de intcrcam bio directo e inm ed iato tanto entreindiv iduos c om o entre unidad es do rnestica s. E I ay lluno puede llam arse sin ca lificacio n una com unidad p ro-d uc tiv a. E sta a mb ig iic da d d e la c om un id ad p ro du ctiv aencuentra su ceo en Ia s ep ar ac io n c on ce ptu al q ue h ac enm uchos autores entre el trabajo y su producto, EJtra ba jo , c om o o bje to d e in te rc am bio , s c v uc lv e a bs tre c-to; S610 den tro de una c om unid ad prod uctiva 0 un aunidad dom estica es 'protegido' d e la fu erz a d e a bs tra c-cio n qu e trae el inte rcam bio . E n las relac iones e cono-m icas lay mi se realizan algunastransacciones en lasque el p roducto del trab ajo os separado del trab ajo quecontribuy o a crcarlo; asi cs el in tercam bio directo devalo res de uso en el que no estan irnp licadas m ay oresobligaciones 0 relaciones sociales, P ero en m uchos ca-sos la circula cion de prod uctos no so p uede ab stra er delas re lac ionesde la p ro pie da d c om pa rtid a d e la tie rra yde 1 & prestacion directa del trabajo, las cuales sonmedios de g a ra nt iz ar l a c o nt in ui da d de la circulacion.

    Insistam os, pues, en que las fo rm as de coopera-cion no son S im ple s tra ns fe re nc ia s d e tra ba jo e n g en e-ra l; en el caso de Ios in tercamb ios de trabajotipo ayni, cl trabajo es recip rocado de una m aneraparticular. La s cualidades sui generis del trabajo seh ac en a un m a s eviden tes e n el ca so de mink'a, donde el

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    . se c on vie rte e n producto. EI h ech o q ue en mu-. casos e l t rabajo y el producto s e t ra ns fi er en d en tr o. . '. una m ism a ram ade producci6n sug iere que el traba-;,jo y su remuneracism sc conciben en la forma mas, . . .eon ereta posib le: m ediante el p roducto directo de tal;"&-'00'. . , ' " J O .. :,

    . ' 1 . Los Lay mi y B oliviaLa e co no mia e tn ic a n o p ue de c alific ars e c om o u naeconornta natural 0 como una organizcion preca-p ita lis ta . P or o tra parte, ta mp oc o s e e nc ue ntra en uni 'e sta do d e d is ol uc io n 0 r up mra in min en te . S u ra cio na -lidad se funda en la organ izacion intem a del grupo y se

    adapta a c on dic io ne s 1 oc ale s. P o r unap arte , p are ce q ueel suni de lo s la ym is s on tic rr as e xc ep cio na lm en tebuenas; por otra, algunos de los ayUus de Chayantae sU ln , m a s b ien involu crados en la e co no mia m in era(particularmente los Jucum an i, C hullpa , A yu may a ySkuy a). P ocos ay llus de Ia regi6nhan podido conser-v ar u n te rr ito rio tan extenso en 1a zona de likina co -. mo 1 0 hicieron los la ym i, m uc ho s o tro s s ufrie ro n m a sque ellos po r e l efe cto de la e xp an sio n d e la s h ac ie nd as .

    S in embar go , mas a lla d e la u bic ac io n g eo gr af ic a,la re pro du cc io n d e 1 a s ub sis te nc ia la ym i s e c om pre nd ea la luz de l des arrollo total d e Ia economia boliviana.La expansi6n del m ere ado intern o ha s id o f re na da ,Aunque la m ineria se desarroll6 en una escala en orm een el norte de P otosi a fines del siglo pasado, esta notransformo profundamente a l a p ro d uc ci 6n regional .La s pulpe rfas s c aprov is ionaban d ir ec tam en te d e bienesprod ucidos com ercialm ente en otras reg iones d e B oli-vi a y en el extra njero, T am poco se desarro llaron en lar eg io n g ra nd es h ac ie nd as ( Gr ie sh ab er 1 97 7) . P o rc on se -cuencia la d ic ta b a si ea e n los ccntros m ineros de U n-cia , Sig lo X X, C atavi, L lallagua, se diferencia nota-blem ente de la de los campesinos en la zona rura laledana, La p ob la cio n u rb an a c on sum e p rin ci pa lm c ntcarroz , alim en tos de harina tales com o p an y fide o, a zu-

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    c ar , t6 y c af e, L a d em a nd a d e c ar ne s c s s atis fe ch ap rin ci-palm ente por las vastas haciendas ganaderas de. S antaCruz y del Beni que envian las reses descu.artlzadasdirec-tam ente .a Uncia. La m ayoria de las fibras, lastclas y la r op a v ie ne n ta rn bie n de afuera.

    L os productos locales tam bicn form an parte de ladicta de los consum idores urbanos (W ennergren yWhitaker 1975), pem la mercantilizacion no ha mina-do Ia econom ia de sub sistencia. E n palab ras de G eertzno ha ocurrido ningiin "cheque de cultivos" (1963:89). L os la ym i no comercial izan ningiin producto queno sirva directam ente para su propia subsistcncia ypara el consume local. (La iinica e xc c~ i,o n p ar e. i. al acsto scria el reciente auge cn la cxportacion de tejidostradicionales. Las telas laymi, qu e ellos producen parasu propio usn, pueden ahora adquirirse en las calles deLondres y Barcelona).

    Tambien el bajo nivel de mercantilizacion seexplica por el hecho tic que por todo el norte de Potosin o c xis te ninguna plaza d e- m e rc ad o p ar a v cn dc do rc scarnpcsinos, Ellos vcndcn principalmente de p~erta. apuerta, a voces las alcaldias urb anas lo~ expropian SIllpagoen tiernpos de escasez. La auscncia de plazas dern crc ad o fu e e l re su lta do d e u na p olitic a c on sc ie ntc p aram antcncr b ajos los prccios d e lo s p ro du cto s a gn co la slocales y asi disminuir el costo de reproduccion de laf ue rz a . la b or al u rb a na .

    La sepuracion de los pueblos mincros del campoentom o sc cnfatiza aiin m a s por el hecho de que lapoblaci6n rum I local no trabaja m asivam ente en loscentros m ineros. L a m ay oria de la pob lacion de los ccn-tros mi ne ro s p ro vi en e de otras regiones part icularm.cn-tc de otras m inas y d el v a1 1e de Cochabamba (Harris yAlbo, 1975). Por consecuencia, los centros minerosno se vinculan estrccham ente por lazes de parentezco. ca n el campo vecino y los campesinos pueden decidirsi desean vender sus productos, cuando 1 0 desean y a

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    .1'I, ,'I .II

    La agricultura boliviana ha recibido escasa :i6 n p or parte de los programas de inversi6~ de la sma s d ec ad as y l as invcrs ioncs que han habido han

    casi exclusivamente al o rie nte d on de se practicaugricultura capitalizada y a gran escala. Este hechoco n el m odele m uy bieriestablecido de apro-lo s m cr ca do s urbanos y m ineros con pro-"U~LI" importados y la constante y antigua politica" .Ubcrnamen411 de c~nserv.ar precios bajos para losp ro du cto s d el pequeno agricultor, han dado com o relultado una relativa estabilidad de l a ag ri cu lt ur a de lapuna que al~unos H am aria1_1 estancarniento, (Wen-nergren y Whitaker 1975). S 1 0 embargo, ~o esta na~aela ro s i u na a gr ic ultu ra a ltam en te c ap ita liz ad a podrfadarbuenos resultados en una zona como la d el norte deP oto si. C om o muchos han scnalado, la productividadde la ag ric ultu ra d el altiplano se conserva gracias a Iadiversificacion de lo s productos y un maximo de adap-t ac to n a las ligeras variaciones de la ecologfa. Una ma-yor mcrcantilizacion, que exigc cspcciali-;aci6n y cen-tra liz ac io n, s eria p ro ba ble me nte p oc o fa ctib le . E n o trasre gio ne s d e lo s A nd es c en trale s la ba se d e s ub sis te nc i.aha sido m inada sin que p or c llo se produzca un a agn-cutura mas capitalista (Caballero, 1980): en muchoscases ha conducido mas bien al abandono d e la tierra . .

    Esto no quicrc decir que la cconom fa laym i sere pro du zc a c om ple ta me nte fu era d elcirc uito d el comer-cio mercantil. Hay una constante demanda de algunasm ercancias, particularm ente de coca y aguardiente.T am bicn las ropas baratas de fab rics van ab riendosecam ino en el sistem a local de produccion, P orejem -p lo , lo s s om b re ro s y la s a ba rc as de g?ma se comprana ho ra c on d in er o, aunque a lg un os la yr ni r ec ue rd an to da -via los tiempos en que fabricaban sus propiossombreros y calzaban abarcas q ue e llo s m is mo s hacfancon cuero. Que la dependencia hacia bienes cornercialessea todavia reducida se hace evidente por cl b ajo nivel

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    de entendimiento con los comerciantes locales. Estosultimos operan mayormcnte a pequefia escala y con~na fucrtc competencia; los indios pagan rara ve/.interes sobre los prestamos que obtienen y ni siquieralos al f erazgos han conducido a un cicIo de deudas en elque estuvieran forzados a vender una parte cada vezmayor de sus cosec has 0 de su trabajo. Los Iaymi,segiin afirman ellos mismos, no han caido nuneavictimas del sistema de "enganche", mediante el cuallos indios estan obligados a vender su trabajo merced aadelantos en dinero. Estc sistema funcionabaantiguamcnte en las minas y actualrnentc en la Zafrade a~god6n del oriente. (Flores Galindo 1973; Harris yAlbo 1975).Los Iayrni no han llegado a depender delrncrcado hasta el punto en que se han transformado lascondiciones de producci6n. Existen otras manera smediante las que eampesinos en el pasado han sidoforzados a aumentar la mercantilizacion; obligandoles apagar e~dinero sus tributos al cstado, A principios dela c~lollIa la conversion del tributo en cspecics a pagosen dinero fue una cstrategia para estimular el mercadolocal (PiaU 1978 a); hoy, sin embargo, can laexcepcion de la rasa que es insignificante, las deudas alestado se pagan directamente con trabajo en lascarreteras (prestaci6n vial) y en la construccionde es-cuelas, 0en especies para aprovisionar parcialmente lasubistencia de los maestros ruralcs'". En el caso de Iaiglesia, la tasa de fiestas celebradas ha dcclinadonotablemente y con cllas el costo de las misas a kayesdel ano. -La cconomia etnica ha ido tomando forma al sermo ld ea da p or las circunstancias de l as i il tima s dcc adasY P ?f la secul~ o~ganizaci6n de la economia agrariaandma. El relajamientoactnal de la presi6n extema enforma de una extraccion directa del excedente puedehaber reducido la intcgracion entre suni y likina. Di-cen, por c)emplo, que en el pasado cl mimcro de layrnique practicaban cl doble cultivo era mayor que el ac-tual. Sin embargo, los efectos positives de semejante44

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    4. Un ayllu llamadoQ'fuJ.a, posee un territorio queocupa la zona intemledia.Los Laymi los denorni-nan"pum centro" (Aymara: taypi}. Platt sugiere que millalii donde cl tcrritorio del grupo incluye la zonaintcrmedia, como errel caso de Macha, se 10 reduce alminima para rnarucncr cl esquema de dualidad ecolcgi-ca(1978 e). Hace .notar sin embargo, Ia .- import ... cia de laproduccion de maiz en las zonas altas y que de eiertarnancra vicne a debilitar la difercnciacion cornplernenta-ria entre puna y valle, (Cap. 2). S610 unas cuantascstarrcias laymicn sum se encuentran suficientementcprotcgidas para producir rnafz de manera que, para loslayrni, 1 3 oposicion dual corresponde a la realidad.5. Junto a las autoridades indigenas existen tarnbicncuatro funcionarios Ilamados corregidoresen e1 suni delos laymis y que son elegidos anualrnente de entre to-dos los varones. Los corregidores constituyen el nivclintenncdio de autoridad entre el jilanqu local y elsegunda mayor, ' su puesto no deriva tip la propiedad delsuclo y, teoricamente, son responsables anlela"autoridadcs de la administration provincial,6. Las Iaborcs del Institute de Refonna Agraria hanpenctrado poco en el norte de Potosi. Recien en 1975se extendieron titulos individuales a algunos de loscampcsinos de esa region. ESla tardanza no se debiotanto a las lirnitacioncs del Distrito, cuanto tarnbicn -a ldesinteres mostrado por los carnpcsinos.7. Conocidos con cl nombrc de uyu, son vpequenoscampos amurallados junto a Ia estancia, Ver Preston(1974) que esrudia el sistema de uy u del departamentode Orum.K Vcr pm cjcmploFonseca (1973), Bradby (1982) .9. Ver abajo, seccion 6,10. Con la exccpcion de la parte norcstc del territoriolikinaque se ubica cerca del pueblo de Torotoro y dea m del mercado de Cochabamba, Los laymi de esosranchos venden alli algo de su maiz directamente P Jfdinero.4 6

    Por ejemplo el caw Lupaqa (Murra 1972 a).Ia cosrnologia layrni, corta esta

    relation de podcr, como he explicado en otra(Harris 1978 b). Como en la rcprcsentacion, de otras relacioncs duales,por ejernplo, lac6nyugues, el mas fuerte es rcpresentado comoal m a s debil, ASI, aunque cl Jjk. inaes m a sy el 'hombre' y el suni cs rnaadebil y es 'mujer',suni 'da ordenes'

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    19. En Aymara esta practica se llama arkhayana ("hacerseguir").20. Esto no qmere decir que tales chuqu seanmganizados poT toda 1a comunidad en conjunto, Lacomposicion de cada chuqu difiere scgun la parentela,los lazos de cornpadrazgo, las Iacciones y las peleasdentro de .Ia comunidad. POT otra parte. tambien lacomunidad en su conjunto puede organizar un chuqu. Enun caso, un cabildo de suni convino arar colecti-vamente una manta que otro ayllu vecino estabareclamando, Otra clase de trabajo colectivo son lasfacnas organizadas por la comunidad y que no sonfestivas sino que SirVL'TIpara el mantenimicnto de losedificios comunales,carreteras y senderos, acequias deriego, etc.21. Urbain (1980) haec notar Ia exacti iud de restitucionque implica el concepto de ayni. Tal exactitud se haecm a s evidente en unos contextos que en atros; PJ Tejernplo, el mismo termino es empleado para designarla venganza de muertcs 0 de saqucos. Sc ernplca tam-bien para el irucrcarn bin ceremonial entre hcrrnanoscuando pasan fiestas. La rnisrna voz haec refcrcncia alas forrnas de prestarno de objctos ccrcrnoniales y deutcnsilios entre grupos domcsticos cuando lcs toea clalfcrazgo de una fiesta y no posccn todos los articulosncccsarios. Aqui solo tratarc al ayni como una forma deirucrcarnbio de trabajo, pem, ev i dcntcrncntc; su alcancees mucho mayor. Minku abarca tambien una gama designificados. Quiza la rnejor traduccion sea "trabajarpara otra persona", tomanda Crt consideracirin laantiguedad de la palabra'tpara". Es decir, incluye eltrabajar con otra persona que ha llamado ill trabajo ytam bien trabajar en vez de alguicn.22. La propicdad y el heredar llamas Y Calderas sediferencia . en principio, por sexo, Vcr Harris (1978 a).23. Fue s610 cuando terrnine el prescntc articulo queobtuve ,cl ensayo de Guile (1980), Muchos de losaspectos indicados aqui que tienen que Vt:T can laflexibilidad y divcrsificacion tipicas de la organizacion,son analizadas enIorma mas general por el,4 8

    Ver Humphreys ( 1969) a proposito de Po lanyi; laindiferencia se encuenta en Sahlins (1965).

    Gudeman ejemplifica el problema al expresarsusobre si el intercambie de trabajo cortes-

    a la categoria de produccion 0 de intercarnbio.144). Ver tambien el contraste establcido pors entre el trabajo remunerado por comida festi-va

    ei llama "cooperacion" y e1 trabajo remunerado por. que l lama "intercambio" (1956).En 1a medida que Sahlins considera la redistri-

    bucion a un nivel social mas amplio, supone siernprea autoridad superior que es capaz de contener la ten-dencia "centrffuga" de la unidad de produccion iindivi-dual. Existe una cierta discrepancia entre su leona del. modo de produccion domestico y su trabajo anteriorsobre la sociolcgia del intercambio primitive.

    27. Vcr Thomas (1976); tambien Murra (1972) )'I Galle(1980).

    campesinos jovenes del norte de Potosi no van. 1 servicio militar como parte integral del ciclo vital yson pocos ]05 jovenes Laymi que hasta Ia Iecha hanhecho ci scrvicio militar,

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    II. PHAXSYMA Y QULLQI:LOS POOERES Y SIGNIFICADOS DELDINERO EN EL NORTE DE POTOSI

    1. Introducci6nLa patronadc1 centro mincro de Llallagua es la

    Virgen de la Asuncion, cuya fiesta se celebra e1 15 deagosto con gran dcvocion, cvidenciada pOI las extraor-dinarias comparsas que bailan por las calles, pareciendodesafiar los Ifrnitcs de Ia rcsistcncia humana mienLrasdespliegan durante horas una in