Hechos, Conceptos y Teorías

El perfil del triángulo epistémico en psicología

Armando Machado

Orlando Lourenco

Francisco J. Silva

Jaime Ernesto Vargas Mendoza

Asociación Oaxaqueña de psicología A.C.

2010

En este ensayo se presenta la idea de un triángulo epistémico, teniendo como vértices la investigación fáctica, la investigación teórica y la investigación conceptual.

Se argumenta que el progreso científico necesita del balance de estos tres tipos de investigaciones.

El triángulo epistémico de la Psicología se estrecha desproporcionadamente en la dirección de la investigación fáctica. Como una expresión de una variedad de diversos problemas, este desequilibrio puede ser el producto de un tema operativo principal: la obsesión de la psicología con una visión estrecha y mecánica del método científico y una mal entendida aversión a la indagación conceptual.

Así que, para enderezar el triángulo epistémico de la psicología, se necesita una concepción más amplia y realista del método y, en particular, debe promoverse la investigación conceptual.

Independientemente de sus adscripciones filosóficas, muchos científicos probablemente estarían de acuerdo en que el desarrollo científico requiere de al menos tres tipos de investigaciones, fácticas, teóricas y conceptuales.

Cuando examinamos si un bebé de 8 meses podría incorporarse por un juguete que se le ha escondido o si una rata se encaminará al extremo de un laberinto, luego de que el investigador altero las señales externas de este, estamos involucrados en investigaciones fácticas.

Cuando describimos matemáticamente como los marcadores, acumuladores y comparadores explican la habilidad de un pichón para regular su conducta en el tiempo o cómo un niño construye el concepto de tiempo a partir de la coordinación progresiva de los conceptos de secuencia de eventos, simultaneidad y duración, estamos involucrados en investigaciones teóricas.

Cuando Catania (1975) examinó la consistencia del concepto de auto-reforzamiento en la teoría del aprendizaje o cuando Piaget (1986) diferenció entre conocimiento verdadero y conocimiento necesario en su teoría del desarrollo humano, cada uno de ellos estaba involucrado en investigaciones conceptuales.

Estos tres tipos de investigación están cercanamente relacionados y para subrayar este hecho es que los visualizamos como los vértices de un triángulo equilátero.

Las investigaciones fácticas producen los componentes elementales de las relaciones funcionales y las teorías, las que a su vez pueden verse como las que coordinan y animan a los hechos, dándoles vida.

Las investigaciones conceptuales, por otro lado, valoran lo inteligible de las teorías, explican su significado e identifican su dominio sensible.

Aunque la separación entre estos tres tipos de investigaciones no sea tan marcada como aquí la hacemos, con un propósito práctico seguiremos señalándolas como los puntos finales de las líneas (los vértices del triángulo).

La interrelación entre los tres tipos de investigaciones implica que el crecimiento científico estará entorpecido, cuando se encuentre atrofiada cualquiera de ellas.

Por ejemplo, una cantidad ilimitada de hechos y relaciones funcionales, hará que las investigaciones teóricas y conceptuales sean simples habladurías o especulaciones inútiles.

Las comunidades científicas, consecuentemente, deben buscar el equilibrio entre los diferentes tipos de investigaciones, evitando que el crecimiento de su ciencia se de en direcciones no rentables.

Con estas ideas podemos comprender algunos de los problemas que aquejan a la psicología contemporánea. Específicamente, nos parece que diversos problemas bien conocidos de la psicología reflejan un patrón de crecimiento no sano, debido al énfasis desproporcionado sobre las investigaciones fácticas a expensas de las investigaciones teóricas y conceptuales, particularmente de estas últimas.

En otras palabras, el triángulo epistémico de la psicología parece haber perdido su armonía debido a que se ha estrechado excesivamente en la dirección de los hechos.

Si nuestro diagnóstico es correcto, de el se deriva que la armonía del triángulo debe restaurarse mientras puedan resolverse los problemas. Debe promoverse particularmente la realización de investigaciones conceptuales.

¿Cómo llegamos a este punto?

Nosotros identificamos dos razones fundamentales de la preferencia de los psicólogos por las investigaciones fácticas:

a. Su confianza excesiva en el método científico como una manera de encontrar, casi mecánicamente, verdades empíricas, y

b. Su ancestral suspicacia contra la especulación filosófica

1. La Prominencia de las Investigaciones Fácticas

Desde sus primeros días como una ciencia experimental, la psicología ha tenido siempre un halo de disconformidades. Ante el cambio de siglo, William James (1892-1985) ubicaba el estado de la psicología diciendo:

“Los hechos son pocos y están dispersos, un estrecho rango de opiniones, muy poco trabajo de clasificación y generalización que se mantiene a un nivel descriptivo, un fuerte prejuicio sobre la existencia de estados mentales que se ubican en el cerebro, pero ni una sola ley en el sentido en que la física tiene leyes, ni una sola proposición de la que se puedan deducir consecuencias causales. Todavía no sabemos en qué términos se podrán obtener las leyes elementales” (p. 335)

Sin embargo, para James, tal confusión, desorientación, contradicciones y falsas pretensiones de la psicología, eran entendibles dada su juventud.

Casi 60 años después de James, el filósofo Wittgenstein (1958) afirmaría casi lo mismo de la psicología. A pesar de una apariencia de sano crecimiento, con muchos libros y revistas publicados, congresos y reuniones, con asociaciones burguesas de profesionales, especialidades y escuelas de psicoterapia, Wittgenstein se mostraba preocupado por la falta de análisis conceptual en psicología y por sus absurdas dicotomías (ejemplo: lo interno y lo externo, lo mental y lo conductual). En la última página de su libro “Philosophical Investigations” definía la fuente del problema:”En psicología hay métodos experimentales y confusión conceptual”. (p.132)

Con el paso del tiempo, el número de descontentos con el estado de la psicología se incrementó y las razones invocadas se multiplicaron.

Imaginemos entonces un estado epistémico en el que las investigaciones fácticas rebasen alas investigaciones conceptuales y teóricas ¿Cómo se expresaría este desequilibrio? Nosotros apostamos por 4 puntos:

1. Una cantidad excesiva de artículos empíricos

2. Una asimetría entre una tecnología avanzada para el análisis de datos y un estado rudimentario de elaboración conceptual y teórica

3. Una fragmentación y especialización artificial del campo de estudio

4. Una frecuente distorsión y desconocimiento del trabajo de otros

2. Enamoramiento de la Psicología con el Método Científico

A este respecto, nuestra meta es la de identificar y evaluar las suposiciones fundamentales que subyacen el perfil del triángulo epistémico (desequilibrado) de la psicología. Nuestra hipótesis básica es que: El estado privilegiado de las investigaciones fácticas en psicología parte de:

a. Su confianza y dependencia excesiva del poder de las reglas de la inferencia lógica para descubrir verdades empíricas, y

b. Su recalcitrante desconfianza en la filosofía y en todas las cosas con apariencia metafísica.

3. Investigaciones Conceptuales: ¿Qué son y porqué las necesitamos?

INVESTIGACIONES CONCEPTUALES VS. TEÓRICAS

Estos dos tipos de investigaciones no deben confundirse. Por un lado las investigaciones conceptuales siempre tienen que ver con una teoría en particular. Su objetivo esta en esa teoría, como el objetivo de las investigaciones fácticas se centra en los problemas empíricos. De manera que, así como no se puede llevar a cabo una investigación fáctica en ausencia de un problema empírico, no se puede hacer una investigación conceptual en ausencia de una teoría.

Por otro lado, precisamente debido a que la investigación conceptual se centra en las teorías como su objeto de análisis, no debe confundirse con ellas.

Una investigación teórica tiene como su objetivo un cierto dominio empírico y , dicho gruesamente, el teórico tiene como propósito el desarrollo de un conjunto de principios que permitirían a cualquiera interesado en ellos, reconstruir las relaciones empíricas relevantes, entender estas relaciones resumirlas en formas económicas y quizá, descubrir otras nuevas.

Por su parte, una investigación conceptual tiene como su objetivo el resultado del trabajo teórico, en particular los principales conceptos de la teoría, su significado y su gramática.

La teoría matemática de Newton sobre los fluidos y la teoría mecánica que desarrolló, son un ejemplos de investigaciones teóricas, mientras que la crítica de Berkeley al concepto de Newton de lo infinitesimal y la critica de Leibniz al concepto de Newton del tiempo absoluto, son ejemplos de investigaciones conceptuales.

Otra razón para separar la investigación conceptual de la teórica es que lo que cuenta como teoría varía ampliamente entre los científicos.

Hay “teorías en sentido fuerte” que son sistemas en los que los principios fundamentales y los derivados están claramente diferenciados y se vinculan mediante reglas formales de inferencia, como sería un sistema hipotético-deductivo. En este caso, la investigación teórica consiste en construir, refinar o evaluar el sistema hipotético-deductivo. Una ilustración de esto sería la forma en que Newton derivó las leyes de Kepler sobre el movimiento de los planetas, a partir de sus principios fundamentales de mecánica.

Por otro lado está la “teoría en sentido débil”, parea referirse a todo tipo de enunciados verbales interrelacionados vagamente respecto a un dominio empírico. Ejemplos serían lo que llamamos como “teoría del apego”, “teoría del reforzamiento”, etc. En estos casos no hay una distinción clara entre principios fundamentales y principios derivados y como la teoría está insuficientemente desarrollada, los investigadores no derivan predicciones desde la teoría mediante reglas formales de inferencia.

Pero, independientemente de qué tan liberal o conservadora sea la definición de lo que es una teoría, siempre es posible ponerla bajo la lupa conceptual y evaluar, no su adecuación empírica (que sería una investigación teórica), sino lo inteligible de sus conceptos, que es el papel de la investigación conceptual.

LA INVESTIGACIÓN CONCEPTUAL ES GRAMATICAL

Entre más cerca este la teoría del lado débil del espectro, mayor es la necesidad de investigación conceptual en esa teoría. La razón es que, careciendo de conceptos cuantitativos, de leyes y principios explícitos, una teoría débil se vale de factores extraños para usar sus conceptos. Uno de ellos está en hablar con los conceptos teóricos como hablamos en la calle, a lo que denominaríamos, siguiendo a Wittgenstein, como “gramática convencional”. En las teoría débiles entonces, la gramática convencional juega el papel de las leyes y los principios científicos de las teorías fuertes.

No obstante, esta gramática casi nunca se analiza pues no estamos acostumbrados a analizar el lenguaje en sus patrones semánticos.

Esta es la principal razón para analizar conceptualmente una teoría débil.

El propósito de la investigación conceptual es hacer explícita la gramática de los conceptos.

Un beneficio de la investigación conceptual está en que revela que lo que parecía una explicación genuina es solo una ilusión.

Esto tiene implicaciones para la Psicología, porque muchas teorías psicológicas son teorías débiles y la investigación conceptual es fundamental para el progreso de la ciencia.

Quine (1936) expresó una idea semejante cuando decía que “entre menos haya avanzado una ciencia, más su terminología tiende a descansar en suposiciones de entendimiento mutuo”(p. 90).

LA INVESTIGACION CONCEPTUAL ES POCO GRATA

Los resultados de la investigación conceptual frecuentemente tienen un sabor negativo debido a que muy probablemente identifiquen errores, expongan incoherencias o revelen absurdos, más que encontrar verdades o sugerir como encontrarlas.

La investigación conceptual evalúa las teorías y las explicaciones no en términos de que tan exactas resultan para predecir relaciones empíricas, sino en su inteligibilidad general y coherencia, la claridad de sus categorías o los límites de sus dominios sensibles.

Cuando Catania (1975) analizó el concepto de auto-reforzamiento, no estaba proponiendo una teoría alternativa de cómo, cuando o donde es que la gente y los animales reforzaban su propia conducta, sino que simplemente evaluaba la (in) consistencia del concepto a la luz de la teoría del reforzamiento actual.

Dos fuentes frecuentes de confusión conceptual

• Las ambigüedades que ocasiona el uso excesivo de metáforas para explicar la conducta. Los conceptos metafóricos en psicología frecuentemente van más allá de y hacen que lo que afirme la teoría no sea claro, no se pueda saber si tomarlo metafóricamente o literalmente. Como cuando decimos que la rata navega el laberinto eficientemente porque cuenta con un mapa cognitivo que visualiza con los ojos de la mente.

• Los problemas causados por una mezcla de juegos de lenguaje. Como cuando decimos que una rata “intenta escapar” o que “para ella el sonido no es un predictor confiable”

RESUMEN

La investigación conceptual es para la construcción de teorías lo que la metodología es para la obtención de datos. Ambas son fundamentales para la ciencia. Las metodologías nos ayudan a reconciliar las cosas con otras cosas y previenen que la verdad solo sea una puesta de acuerdo. El análisis conceptual nos ayuda a reconciliar unas mentes con otras mentes y previenen que la verdad sea solo una invención (Bachelard, 1984).

CONCLUSIÓN

El estudio de la historia de la ciencia, la lógica y la filosofía analítica, podría ser más benéfico que lo que típicamente se enseña en un curso de estadística y métodos de investigación.

REFERENCIA

Machado, A., Lourenco, O., y Silva F. J. (2000) Facts, Concepts, and Theories: The Shape of Psychology’s Epistemic Triangle

Behavior and Philosophy, 28, 1-40