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1 RESOLUCIÓN DEFENSORIAL HUMANITARIA No. 013 Bogotá, julio 5 de 2002 El Defensor del Pueblo, en desarrollo de su misión constitucional de velar por el ejercicio y vigencia de los derechos humanos, de conformidad con el artículo 282 de la Constitución Política, haciendo uso de las facultades conferidas por la Ley 24 de 1992, artículo 9, ordinales tercero, quinto y sexto y con base en los siguientes HECHOS De acuerdo con los datos recopilados por la Defensoría del Pueblo Regional Meta, durante el período comprendido entre el primero de mayo de 2001 y el 30 de abril de 2002, este Departamento fue objeto de numerosas acciones adelantadas, al parecer, por las denominadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, así 1 : El 15 de junio de 2001, al parecer, miembros de las FARC ubicaron un carro bomba a 50 metros de la estación de policía del municipio de San Martín. La explosión destruyó las instalaciones de la Concha Acústica, la sede del Centro de Educación a Distancia de la Universidad de los Llanos, la Academia Municipal del Folclor, la biblioteca, dos escuelas, la casa de la cultura, la estación de policía, el hospital local y algunas viviendas. El 20 de noviembre de 2001, miembros, al parecer del frente 31 de las FARC, en la vereda la Cumbre de Villavicencio, derrumbaron una torre de conexión eléctrica. Este hecho afectó el servicio de luz en los municipios de San Martín, Granada, San Juan de Arama, Cubarral, El Dorado, El Castillo, Lejanías, Puerto Rico, Puerto Lleras, Fuente de Oro, Vista Hermosa y Mesetas. El 17 de diciembre de 2001, miembros de las FARC estacionaron un carro bomba en la calle 10 entre las carreras 6 y 7, en el municipio de San Martín. El ataque provocó destrozos en cinco cuadras a la redonda y ocasionó múltiples heridos. El 24 de diciembre de 2001, al parecer miembros del frente 31 2 de las FARC estacionaron un carro bomba, marca Renault 4, en la carrera 14 entre las calles 17 y 18, frente al establecimiento Oro Sólido, del municipio de Granada. La explosión causó daños en los establecimientos de comercio del sector. No se presentaron pérdidas humanas. El 12 de enero de 2002, guerrilleros, al parecer, del frente 26 de las FARC ubicaron en el conjunto residencial el Cortijo, frente al Distrito Militar de Granada, contiguo a las instalaciones del Batallón 21 Vargas del Ejército Nacional, un carro bomba. El 1 La información se obtuvo del registro que lleva la Policía Nacional Regional Meta, la Cuarta División del Ejército Nacional, el Departamento Administrativo de Seguridad DAS, Regional Meta, la Dirección Seccional de Fiscalías, la Red de Solidaridad Social, la Gobernación del Meta, el INURBE, la Alcaldía Municipal de Villavicencio y las personerías municipales de Puerto Concordia, Puerto Lleras, Fuente de Oro, San Juan de Arama, el Castillo, Granada, San Martín, Villavicencio, Cumaral y Restrepo. 2 La información suministrada por el Ejército Nacional menciona al frente 26 de las FARC.

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RESOLUCIÓN DEFENSORIAL HUMANITARIA No. 013 Bogotá, julio 5 de 2002 El Defensor del Pueblo, en desarrollo de su misión constitucional de velar por el ejercicio y vigencia de los derechos humanos, de conformidad con el artículo 282 de la Constitución Política, haciendo uso de las facultades conferidas por la Ley 24 de 1992, artículo 9, ordinales tercero, quinto y sexto y con base en los siguientes

HECHOS De acuerdo con los datos recopilados por la Defensoría del Pueblo Regional Meta, durante el período comprendido entre el primero de mayo de 2001 y el 30 de abril de 2002, este Departamento fue objeto de numerosas acciones adelantadas, al parecer, por las denominadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, así1: El 15 de junio de 2001, al parecer, miembros de las FARC ubicaron un carro bomba a 50 metros de la estación de policía del municipio de San Martín. La explosión destruyó las instalaciones de la Concha Acústica, la sede del Centro de Educación a Distancia de la Universidad de los Llanos, la Academia Municipal del Folclor, la biblioteca, dos escuelas, la casa de la cultura, la estación de policía, el hospital local y algunas viviendas. El 20 de noviembre de 2001, miembros, al parecer del frente 31 de las FARC, en la vereda la Cumbre de Villavicencio, derrumbaron una torre de conexión eléctrica. Este hecho afectó el servicio de luz en los municipios de San Martín, Granada, San Juan de Arama, Cubarral, El Dorado, El Castillo, Lejanías, Puerto Rico, Puerto Lleras, Fuente de Oro, Vista Hermosa y Mesetas. El 17 de diciembre de 2001, miembros de las FARC estacionaron un carro bomba en la calle 10 entre las carreras 6 y 7, en el municipio de San Martín. El ataque provocó destrozos en cinco cuadras a la redonda y ocasionó múltiples heridos. El 24 de diciembre de 2001, al parecer miembros del frente 312 de las FARC estacionaron un carro bomba, marca Renault 4, en la carrera 14 entre las calles 17 y 18, frente al establecimiento Oro Sólido, del municipio de Granada. La explosión causó daños en los establecimientos de comercio del sector. No se presentaron pérdidas humanas. El 12 de enero de 2002, guerrilleros, al parecer, del frente 26 de las FARC ubicaron en el conjunto residencial el Cortijo, frente al Distrito Militar de Granada, contiguo a las instalaciones del Batallón 21 Vargas del Ejército Nacional, un carro bomba. El 1 La información se obtuvo del registro que lleva la Policía Nacional Regional Meta, la Cuarta División del Ejército Nacional, el Departamento Administrativo de Seguridad DAS, Regional Meta, la Dirección Seccional de Fiscalías, la Red de Solidaridad Social, la Gobernación del Meta, el INURBE, la Alcaldía Municipal de Villavicencio y las personerías municipales de Puerto Concordia, Puerto Lleras, Fuente de Oro, San Juan de Arama, el Castillo, Granada, San Martín, Villavicencio, Cumaral y Restrepo. 2 La información suministrada por el Ejército Nacional menciona al frente 26 de las FARC.

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estallido destruyó 5 viviendas, 8 más sufrieron daños graves y 22 personas resultaron heridas de gravedad. El 17 de enero de 2002, miembros, al parecer del frente 31 de las FARC3, en la inspección de Puerto Caldas, del municipio de Granada, destruyeron gran parte de la infraestructura del puente El Alcaraván. La acción se realizó utilizando un camión bomba cargado con plátano. Como consecuencia de este hecho, fueron incomunicados 7 municipios del Departamento. El 18 de enero de 2002, al parecer guerrilleros pertenecientes al frente 31 de las FARC, en el municipio de Restrepo, volaron las torres Nos. 149 y 150 pertenecientes a la línea Villavicencio-Restrepo, la cual transportaba energía a los municipios de Restrepo y Cumaral. El 19 de enero de 2002, guerrilleros de las FARC, en el sector del Líbano, en el municipio de Villavicencio, volaron las torres de interconexión eléctrica No. 165, 166 y 167, pertenecientes a la línea 230 que conduce energía del Guavio a la subestación la Reforma. Asimismo, en la vereda Montecristo en el municipio de Guamal, insurgentes del mismo grupo armado volaron las torres de interconexión eléctrica, pertenecientes a la línea Villavicencio–Granada. Los actos de violencia dejaron sin energía a los municipios de Guamal, San Martín, Granada, y a aquellos que forman parte de la región del bajo Ariari. El 13 de febrero de 2002, al parecer, guerrilleros de las FARC, en el municipio de Puerto Concordia, lanzaron una granada que causó heridas a 4 personas civiles, entre las cuales se cuentan dos menores de edad, de 8 y 12 años. El 15 de febrero de 2002, al parecer milicias urbanas de las FARC ubicaron en una zona céntrica de Villavicencio, dos petardos. Con esta acción resultaron tres personas muertas y 10 heridas, entre las cuales se cuentan 3 policías. De la misma manera, 5 locales fueron semidestruidos, 3 taxis averiados y una motocicleta destrozada. Vale la pena señalar que los heridos se presentaron cuando acudieron a atender la situación generada por el primer petardo y explotó el segundo. El 20 de febrero de 2002, miembros de las milicias urbanas de las FARC lanzaron un petardo al terminal de transporte, en el barrio las Américas de la ciudad de Villavicencio. El 24 de febrero de 2002, miembros de las FARC, en la boca toma del acueducto de la vereda de Montecristo en el municipio de Guamal, derribaron una torre de energía eléctrica. El 27 de febrero de 2002, al parecer, milicias urbanas del frente 31 de las FARC, colocaron en el cajero automático del banco DAVIVIENDA, ubicado en las instalaciones de TELECOM en el barrio la Esperanza de la ciudad de Villavicencio, un artefacto explosivo con aproximadamente 20 kilogramos de dinamita.

3 La información suministrada por el Ejército Nacional menciona al frente 26 de las FARC.

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El 4 de marzo de 2002, insurgentes de las FARC, en el municipio de Granada, dinamitaron 3 postes en línea, afectando el servicio de electricidad en varios municipios de la región del Ariari. El 12 de marzo de 2002, hombres armados pertenecientes a las FARC estacionaron un carro bomba frente al local comercial El Granero Muñoz, en una zona céntrica del municipio de Puerto Lleras. Con esta acción resultaron 9 personas heridas y siete muertas, entre las cuales se cuentan 3 soldados, quienes se aproximaron al vehículo con la intención de inspeccionarlo. El 5 de abril de 2002, al parecer guerrilleros de las FARC ubicaron un carro bomba en una zona céntrica del municipio de Fuente de Oro. La acción produjo daños en 30 viviendas y 9 establecimientos de comercio. El 7 de abril de 2002, en la ciudad de Villavicencio, siendo aproximadamente la 1:15 a.m. explotó un petardo frente a las instalaciones del Consultorio Jurídico de la Universidad del Meta en el barrio La Grama. El explosivo estaba compuesto por una combinación de potasio y dinamita (20 a 25 kilos). Ocho minutos más tarde y a unos 30 metros de distancia, explotó un carro bomba4 con 50 kilos de carga explosiva. El vehículo se encontraba estacionado frente a las instalaciones de la emisora radial SUPER. La explosión y la onda ocasionaron 11 muertos (2 niños, 2 niñas, 3 mujeres y 4 hombres). La mayoría de los muertos eran personas que trabajaban vendiendo dulces y flores en los establecimientos nocturnos y cuidando vehículos en los alrededores. 61 personas heridas fueron reportadas en centros hospitalarios (46 hombres, 12 mujeres y 3 policías), y un número indeterminado no reportado de personas resultó con heridas leves. La carga explosiva también originó daños en edificios, establecimientos de comercio y viviendas, en dos cuadras a la redonda. La acción, atribuida por las autoridades a las FARC, fue perpetrada en una de las zonas de mayor concurrencia nocturna de la ciudad.

CONSIDERACIONES Primera: Derecho Internacional Humanitario vigente en Colombia En Colombia son aplicables para los conflictos armados internacionales y no internacionales los siguientes instrumentos:

- El Protocolo relativo a la prohibición del empleo en la guerra de gases asfixiantes tóxicos o similares y medios bacteriológicos, aprobado por la Ley 10 de 1980.

4 En el mes de abril, El Ejército y la Policía Nacional desactivaron 4 carros bombas en los municipios de Villavicencio (1) y Granada (3).

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- Los Cuatro Convenios de Ginebra, aprobados por el Congreso de la República, por medio de la Ley 5 de 1960 y promulgados mediante el Decreto 1.016 del 14 de mayo de 1990.

- La Convención de la Haya de 1954, sobre la protección de los bienes

culturales en caso de conflicto armado, aprobada mediante la Ley 340 de 1996.

- Los Protocolos Adicionales I y II, el primero aprobado mediante la Ley 11 de

1992 y en vigencia desde el primero de marzo de 1994. El segundo fue aprobado por medio de la Ley 171 de 1994 y entró a regir el 15 de febrero de 1996.

- La Convención de Ginebra sobre prohibición o restricciones del empleo de

ciertas armas convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados, del 10 de octubre de 1980, con su Protocolo I, “sobre fragmentos no localizables”, adoptado el 10 de octubre de 1980 con la Convención. El Protocolo II, “sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas, armas trampa y otros artefactos”, enmendado el 3 de mayo de 1996 en Ginebra. El Protocolo III, “sobre prohibiciones o restricciones del empleo de armas incendiarias”, adoptado el 10 de octubre con la Convención. Y el Protocolo Adicional, considerado como IV, “sobre armas láser cegadoras”, aprobado en Viena el 13 de octubre de 1995. Los anteriores instrumentos fueron aprobados por el Congreso por medio de la Ley 469 del 5 de agosto de 1998.

- La Convención de Ottawa de 1997, sobre prohibición del empleo,

almacenamiento, producción y transferencia de las minas antipersonal y sobre su destrucción, aprobada por el Congreso mediante la Ley 554 del 14 de enero de 2000.

Son igualmente aplicables, tanto para los conflictos armados internacionales como para los no internacionales, aún cuando Colombia no las haya incorporado al derecho interno, las normas imperativas del Derecho Internacional General relativas a los conflictos armados. Al respecto, los participantes a la XIV Mesa Redonda sobre el Derecho Internacional Humanitario, acerca del tema “Normas del Derecho Internacional Humanitario relativas a la conducción de las hostilidades en los conflictos armados no internacionales”, celebrada por el Instituto Internacional de Derecho Humanitario, los días 13 y 14 de septiembre de 19895, concluyeron que independientemente de la existencia de disposiciones convencionales expresamente aprobadas para los conflictos armados no internacionales existen normas que deben ser aplicadas en dichas situaciones, así:

5 REVISTA INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA, septiembre octubre de 1990, num. 101, “Normas del derecho internacional humanitario relativas a la conducción de las hostilidades en los conflictos armados no internacionales”, págs. 411 a 438.

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a. En relación con la conducción de las hostilidades las disposiciones referidas a:

- La distinción entre combatientes y personas civiles. - La prohibición de atacar la población y las personas civiles. - La prohibición de causar males superfluos. - La prohibición de la perfidia. - El respeto y protección del personal sanitario y del personal religioso, así

como de las unidades y de los medios de transporte sanitarios. - La prohibición de atacar las viviendas y otras instalaciones que sólo sean

utilizadas por la población civil. - La protección de los bienes indispensables para la supervivencia de la

población civil. - Las medidas de precaución en el ataque.

b. En relación con las prohibiciones y limitaciones del empleo de ciertas armas en los conflictos armados no internacionales, la XIV Mesa Redonda consideró como normas generales las siguientes:

- La prohibición del empleo de armas químicas y bacteriológicas. - La prohibición del empleo de balas que se expanden o se aplastan fácilmente

en el cuerpo humano, como las balas dum-dum. - La prohibición del empleo de veneno como medio o método de combate. - La prohibición de emplear armas incendiarias, minas, trampas y otros

artefactos contra la población civil y las personas civiles individualmente consideradas. Así como su uso indiscriminado.

Ahora bien, es oportuno señalar que de acuerdo con el artículo 93 de la Constitución Política, los tratados y convenios internacionales ratificados por el Congreso, que reconocen los derechos humanos, prevalecen en el orden interno. En este sentido, los derechos y garantías contenidos en la Constitución Política deben interpretarse de conformidad con estos tratados. Al tenor de los dispuesto en el artículo 214 ordinal segundo de la Constitución Política, en caso de declaratoria del estado de excepción, no podrán suspenderse los derechos humanos ni las libertades fundamentales. El Derecho Internacional Humanitario se deberá respetar en todo caso. Segunda: El Terrorismo El término terrorismo se empleó, por primera vez, después de la primera guerra mundial, cuando la Comisión de Juristas que se constituyó para establecer las violaciones del derecho de guerra cometidas durante este conflicto, consideró que

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con ocasión del enfrentamiento armado, se habían presentado, sistemáticamente, casos de terrorismo6. Definir el terrorismo no ha sido tarea fácil. Consideraciones de orden político y jurídico han impedido contar con una definición universalmente aceptada. Sin embargo, se entiende habitualmente por terrorismo, toda violencia motivada políticamente, perpetrada contra objetivos no combatientes por grupos nacionales o agentes clandestinos7. En el Manual de Campo del Ejército de los Estados Unidos, se considera terrorismo "el uso ilegal de - o amenaza de usar - la fuerza o violencia contra individuos o propiedades para ejercer coerción o intimidar gobiernos o sociedades, frecuentemente para lograr objetivos políticos, religiosos o ideológicos"8. Para el jurista Hans-Peter Gasser, el término terrorismo, en su acepción corriente, abarca los siguientes aspectos:

- “el terrorismo es, sin excepción, un delito;

- el terrorismo es el uso o la amenaza de hacer uso de la violencia, generalmente contra la vida humana;

- el terrorismo es un medio de alcanzar fines políticos que, desde el punto de

vista de quienes recurren a él, no podrían conseguirse por medios ordinarios (legítimos);

- el terrorismo es una estrategia: generalmente lo aplican durante cierto espacio

de tiempo grupos organizados, de acuerdo con un programa establecido;

- los actos de terrorismo se dirigen a menudo, contra extraños que no tienen influencia directa ni relación alguna con lo que los terroristas tratan de lograr, con frecuencia, los terroristas atacan indiscriminadamente a sus víctimas;

- el terrorismo se usa para infundir miedo, lo único que hace posible alcanzar el

objetivo;

- el terrorismo es la guerra total: el fin justifica todos los medios”9. De acuerdo con lo anterior, es posible afirmar que el terrorismo es el uso de la violencia dirigida a sembrar pánico en la población o en grupos determinados de ésta, con el objeto de presionar acciones u omisiones, generalmente de tipo político, a favor de los grupos que lo practican. 6 FERNANDEZ SÁNCHEZ, Pablo Antonio. La obligación internacional de cooperar en la lucha contra el terrorismo. Ministerio de Justicia, Madrid España, 1992, Pág.19 y 95. 7 USA, Embajada de Estados Unidos De América en México, ¿Qué es el terrorismo? www.usembassy-mexico.gov. 8 Ibidem, “The DOD defines terrorism as the "the unlawful use of--or threatened use of--force or violence against individuals or property to coerce or intimidate governments or societies, often to achieve political, religious, or ideological objectives." Religious and ideological objectives compel political action; thus, it is violence to modify political behavior which is the primary military concerti”. 9 GASSER, Hans-Peter. “Prohibición de los actos de terrorismo en el derecho internacional humanitario”. En Revista Internacional de la Cruz Roja, Julio – Agosto de 1986, número 76 Ginebra, Pág. 210.

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Tercera: La Comunidad internacional y la lucha contra el terrorismo La primera convención multilateral en prohibir el terrorismo fue precisamente la IV Convención de Ginebra de 1949, sobre la protección de las personas civiles en tiempo de guerra10. En efecto, “el IV Convenio de Ginebra, relativo a la protección de las personas civiles en tiempo de guerra, es el único Convenio de Ginebra de 1949 en el que el término «terrorismo» se emplea explícitamente. En su artículo 33, una de las disposiciones comunes a los territorios de las partes en conflicto y a los territorios ocupados, se estipula que «toda medida de intimidación o terrorismo queda prohibida». Esta disposición complementa la norma general según la cual los beligerantes deberán tratar con humanidad a las personas civiles de la parte adversa que estén en su poder (artículo 27 IV Convenio de Ginebra de 1949). Así pues, nunca puede estar justificado un acto de terrorismo”11. Desde entonces, la comunidad internacional ha realizado importantes esfuerzos dirigidos a enfrentar el terrorismo. Resultado de esos esfuerzos son las numerosas convenciones firmadas en el ámbito de la Organización de Naciones Unidas y las suscritas en el ámbito de las organizaciones regionales de América y Europa. La Organización de Naciones Unidas La Organización de las Naciones Unidas ha condenado de manera reiterativa, a través de sus diferentes órganos, los actos terroristas. Son numerosas las resoluciones emanadas de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad y los Informes presentados por la Sexta Comisión y por el Secretario General de esta organización. Por vía de ejemplo, cabe citar la Resolución 56/88 del 24 de enero de 2002 de la Asamblea General, por medio de la cual, se “condena enérgicamente todos los actos, métodos y prácticas terroristas por considerarlos criminales e injustificables, dondequiera y por quienquiera que sean cometidos”. Asimismo, en esta Resolución se “reitera que los actos criminales con fines políticos realizados con la intención de provocar un estado de terror en la población en general, en un grupo de personas o en determinadas personas son injustificables en toda circunstancia, cualesquiera sean las consideraciones políticas, filosóficas, ideológicas, raciales, étnicas, religiosas o de cualquier otra índole que se hagan valer para justificarlos”12.En varias Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, entre ellas la 1.373 del 28 de septiembre de 2001 se ha reafirmado que todo acto de terrorismo internacional constituye una amenaza a la paz y la seguridad internacionales13. La Asamblea General, en la Resolución 52/133 del 27 de febrero de 1998, condena las violaciones del derecho a vivir sin temor y del derecho a la vida, la libertad y la seguridad, teniendo presente que el terrorismo crea un entorno que destruye el derecho de la población a vivir libre de temor y preocupada por las patentes

10 FERNANDEZ SÁNCHEZ, Pablo Antonio. La obligación internacional de cooperar en la lucha contra el terrorismo. Ministerio de Justicia, Madrid España, 1992, Pág.19 y 95. 11 GASSER, Hans-Peter. Op.cit. 12 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS. A/RES/56/88. 13 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS. S/RES/1373(2001).

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violaciones de los derechos humanos por grupos terroristas. De igual forma, “reitera su condena inequívoca de todos los actos, métodos y prácticas de terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, por ser actividades cuyo objeto es la destrucción de los derechos humanos, las libertades fundamentales y la democracia, que constituyen una amenaza para la integridad territorial y la seguridad de los Estados, desestabilizan a gobiernos legítimamente constituidos, socavan la sociedad civil pluralista y redundan en detrimento del desarrollo económico y social de los Estados”14 La Organización de las Naciones Unidas ha promovido la suscripción de los siguientes textos:

- Convenio sobre infracciones y ciertos actos cometidos a bordo de aeronaves, suscrito en Tokio el 14 de septiembre de 1963.

- Convenio para la represión del apoderamiento ilícito de aeronaves, suscrito

en la Haya el 16 de diciembre de 1970.

- Convenio para la represión de actos ilícitos contra la seguridad de la aviación civil, suscrito en Montreal el 23 de septiembre de 1971.

- Convención sobre la prevención y el castigo de delitos contra personas

internacionalmente protegidas, inclusive los agentes diplomáticos, hecha en Nueva York el 14 de diciembre de 1973.

- Convención Internacional contra la toma de rehenes, hecha en Nueva York el

17 de diciembre de 1979.

- Convenio sobre la marcación de explosivos plásticos para los fines de detección, firmado en Montreal el 1º de marzo de 1991.

- Convenio Internacional para la represión de los atentados terroristas

cometidos con bombas, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 15 de diciembre de 1997.

- Convenio Internacional para la represión para la represión de la financiación

del terrorismo, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 9 de diciembre de 1999.

Ahora bien, los esfuerzos realizados por las Naciones Unidas han sido enfocados al terrorismo internacional. El terrorismo doméstico, es decir, el que transcurre en el territorio de un Estado y ataca a sus propios ciudadanos y bienes, no ha sido objeto de un tratamiento especial por la Organización de Naciones Unidas. Sin embargo, es necesario señalar que los Estados tienen entre otras las siguientes obligaciones15:

- abstenerse de proporcionar todo tipo de apoyo, activo o pasivo a las entidades o personas que participen en la comisión de actos de terrorismo.

14 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS. A/RES/52/133. 15 ORGANIZACIÓN DE NACIONES UNIDAS. S/RES/1373(2001).

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- Adoptar las medidas necesarias para prevenir la comisión de actos de terrorismo, inclusive mediante la provisión de alertas tempranas a otros Estados, a través del intercambio de información.

- Denegar refugio a quienes financian, planifican, facilitan o cometen actos de

terrorismo, o prestan apoyo a esos actos, o proporcionan refugios.

- Impedir que quienes financian, planifican, facilitan o cometen actos de terrorismo utilicen sus territorios respectivos para esos fines, en contra de otros Estados o de sus ciudadanos.

- Impedir la circulación de terroristas o de grupos terroristas mediante

controles eficaces en frontera y controles de la emisión de documentos de identidad y de viaje.

Actualmente, las Naciones Unidas se encuentran trabajando en un proyecto general de lucha contra el terrorismo. La Organización de Estados Americanos La Organización de Estados Americanos, OEA, ha condenado en reiteradas ocasiones el terrorismo. En 1971, en el marco de la Asamblea de la OEA se suscribió en Washington la Convención para Prevenir y Sancionar los Actos de Terrorismo configurados en delitos contra las personas y la extorsión conexa cuando éstos tengan trascendencia internacional. Por este tratado los firmantes se comprometieron a cooperar entre sí y a tomar todas las medidas que consideren eficaces para prevenir y sancionar los actos de terrorismo y en especial el secuestro, el homicidio y otros atentados contra la vida y la integridad de las personas a quienes el Estado tiene el deber de extender protección especial conforme al derecho internacional, así como la extorsión conexa con estos delitos. En la primera Conferencia Especializada Interamericana sobre el Terrorismo, celebrada en Lima en 199616, los países adoptaron un plan de acción contra el terrorismo. En noviembre de 1998 en Mar del Plata, se creó el Comité Interamericano contra el Terrorismo CICTE. El CICTE fue aprobado por la Asamblea General de la OEA en junio de 1999. La Declaración de Lima para Prevenir, Combatir y Eliminar el Terrorismo califica el terrorismo como una grave manifestación de violencia deliberada y sistemática dirigida a crear caos y temor en la población, que genera muerte y destrucción y constituye una actividad delictiva repudiable. Asimismo, considera que los actos terroristas son delitos comunes graves y, como tales, deben ser juzgados por tribunales nacionales de conformidad con la legislación interna y las garantías que ofrece el Estado de Derecho. Agrega la Declaración que el terrorismo constituye una 16 Los participantes a la Cumbre de las Américas (Miami, diciembre de 1994), en su Plan de Acción afirmaron que el terrorismo constituye "una violación sistemática y deliberada de los derechos de los individuos y un asalto a la democracia misma" y decidieron que se convocara a "una conferencia especial de la OEA sobre la prevención del terrorismo.

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violación de los derechos y libertades esenciales de los individuos y un asalto a la democracia misma17. En el Plan de acción sobre Cooperación Hemisférica para Prevenir, combatir y Eliminar el Terrorismo, fruto de la Conferencia de Lima, los Ministros de Estado y los Jefes de Delegación de los Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos se comprometieron, entre otros asuntos a:

- procurar, cuando aún no lo hayan hecho, tipificar en sus legislaciones internas los actos terroristas como delitos comunes graves.

- Promover la pronta suscripción, ratificación o adhesión de los convenios

internacionales relacionados con el terrorismo, de acuerdo con sus respectivas legislaciones internas.

- Intercambiar periódicamente información actualizada sobre las leyes y

regulaciones internas adoptadas en materia de terrorismo, así como sobre la suscripción, ratificación o adhesión de los convenios internacionales pertinentes.

- Proporcionar información jurídica y otros antecedentes que se estime

pertinentes sobre el terrorismo a la Secretaría General, que deberá mantenerlos ordenados, sistematizados y actualizados.

- Promover las medidas de asistencia mutua legal para prevenir, combatir y

eliminar el terrorismo.

- Brindar la mayor cooperación posible, de acuerdo con las normas internas e internacionales pertinentes, en lo referente al procedimiento penal entablado a los presuntos terroristas, suministrando al Estado que ejerza jurisdicción las pruebas que obren en su poder. Facilitar, cuando proceda, la comunicación directa entre los órganos jurisdiccionales con la finalidad de agilizar la presentación de pruebas y evidencias del delito.

- Adoptar, de acuerdo con sus legislaciones internas, las medidas necesarias

para negar concesiones a los terroristas que tomen rehenes y para asegurar que sean puestos a disposición de la justicia.

Los compromisos asumidos por los países miembros de la Organización de Estados Americanos en el plan de acción sobre Cooperación Hemisférica para Prevenir, Combatir y Eliminar el Terrorismo, fueron refrendados en la Asamblea Ordinaria de la Organización llevada a cabo a principios del mes de junio de 2002 en Barbados. En esta ciudad, treinta Estados miembros suscribieron la Convención Interamericana contra el Terrorismo. Tan sólo cuatro Estados se abstuvieron de firmarla. Es de anotar que esta Convención constituye el primer instrumento internacional de lucha contra el terrorismo, suscrita con posterioridad a los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

17 Declaración de Lima para Prevenir, Combatir y Eliminar el Terrorismo, 1996.

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Cuarta: El terrorismo y el Derecho Internacional Humanitario Como se expresó en la Resolución Defensorial Humanitaria No. 003 del 11 de septiembre de 2001, el Derecho Internacional Humanitario prohíbe expresamente los actos de terrorismo. Es así como en caso de conflicto armado internacional, en el artículo 33 del IV Convenio de Ginebra de 1949 sobre la protección de personas civiles en tiempos de guerra, se prohíbe toda medida de intimidación o terrorismo contra las personas protegidas. Esta prohibición es reiterada en el artículo 5 ordinal 2 del Protocolo I Adicional a los Cuatro Convenios de Ginebra, al disponer que son prohibidos los actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal sea aterrorizar a la población civil. En los conflictos armados no internacionales, el Protocolo II Adicional, en su artículo 4, prohíbe los actos de terrorismo contra las personas que no participen directamente en las hostilidades, o que hayan dejado de participar en ellas, estén o no privadas de la libertad. El artículo 13 del Protocolo II también prohíbe los actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal sea aterrorizar a la población civil. Los actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal sea producir terror, censurados por el Derecho Internacional Humanitario deben darse en el contexto de un conflicto armado; deben ser cometidos por una de las partes en conflicto, y deben ser dirigidos contra las personas protegidas, es decir, contra las personas que no participan directamente en las hostilidades, o que hayan dejado de participar en ellas, estén o no privadas de la libertad. En consecuencia, se encuentran incluidas las personas civiles, la población civil, los combatientes que se han rendido y el personal sanitario. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha dicho en relación con las personas que participan directamente en la hostilidades lo siguiente:

“En la práctica, una persona civil participa directa o activamente en hostilidades cuando, individualmente o como miembro de un grupo, asume el papel de combatiente. Dichas personas civiles constituyen una amenaza inmediata de daño cuando se preparan, participan y retornan del combate. Como tales, quedan expuestas a ataque directo. Más aún, debido a sus actos hostiles, esas personas civiles pierden los beneficios de los que gozan los civiles pacíficos, de precaución al atacar y contra los efectos de ataques indiscriminados o desproporcionados. Es importante comprender que aun cuando estas personas pierden su inmunidad a ataques directos mientras participan en las hostilidades, retienen sin embargo su calidad de civiles. A diferencia de los combatientes comunes, una vez cesan sus actos hostiles, no pueden ser atacados, aunque pueden ser procesados y castigados por sus actos beligerantes. En contraste, las personas civiles que tan sólo apoyen el esfuerzo militar o de guerra del adversario o de otra forma sólo participen indirectamente en las hostilidades no pueden ser consideradas combatientes por esa única razón. Esto se debe a que la participación indirecta, tal como vender mercaderías a una o varias de las partes en el

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conflicto, expresar simpatía por la causa de una de las partes o, más claro aún, no haber actuado para prevenir la incursión de una de las partes en contienda, no implica actos de violencia que constituyan una amenaza inmediata de daño actual a la contraparte. Las Nuevas Reglas confirman esta apreciación al señalar que "civiles que apoyan a las Fuerzas Militares (o grupos armados) aportando trabajo, transportando pertrechos, actuando como mensajeros o distribuyendo propaganda no pueden ser objeto de ataque directo individual, pero permanecen sujetos a la legislación doméstica que sancione dar ayuda y apoyo a enemigos domésticos". Claramente, tampoco puede considerarse que las personas que ejercen su derecho a votar o que aspiren a ser elegidos o sean elegidos para cargos públicos estén cometiendo actos hostiles, directos o indirectos, contra una de las partes en cualquier conflicto armado. Es importante señalar que esa crucial distinción entre participación directa e indirecta en las hostilidades se aplica no solamente a guerras convencionales, sino también al tipo de guerra de guerrillas que caracteriza las hostilidades en Colombia. Por lo tanto, las partes del conflicto colombiano deben siempre respetar a aquellos civiles pacíficos que no participan o que dejaron de participar en el conflicto armado”18.

Según se afirmó en la Resolución Defensorial Humanitaria No. 003 del 11 de septiembre de 2001, la prohibición de utilizar el terrorismo en contra la población civil se deriva de dos principios fundamentales, a saber: la inmunidad de la población civil y de las personas civiles y la distinción entre combatientes y personas civiles. Estos principios suponen la prohibición de llevar a cabo ataques indiscriminados y la prohibición de los actos de violencia cuya finalidad principal sea aterrorizar a la población civil. De acuerdo con el asesor del CICR, Hans Peter Gasser:

“en los conflictos armados no internacionales, el planteamiento ha de ser distinto, ya que una parte contendiente no tiene la condición jurídica de Estado. Pero el artículo 3 y el Protocolo II imponen una obligación de derecho también a los disidentes: todos los miembros de los grupos armados deben tener en cuenta la prohibición del terrorismo. Los comandantes de las fuerzas disidentes deben hacer cumplir la prohibición y reprimir las violaciones por los miembros de su organización, si las hay. Los disidentes son responsables como grupo. Al igual que las autoridades gubernamentales, los disidentes deben tomar todas las medidas necesarias para perseguir y castigar los actos terroristas cometidos no sólo por miembros de sus fuerzas armadas, sino asimismo por individuos que obren por propia cuenta y que vivan en territorio bajo su control. Así pues, está claro que, en una guerra civil, la prohibición del terrorismo también obliga a la parte disidente. Esto es importantísimo, dado que las guerras civiles son particularmente propensas a generar actos de terrorismo. En el ámbito del derecho internacional humanitario, el terrorismo y los actos terroristas están prohibidos en toda circunstancia, terminantemente y sin excepción. Las autoridades de las partes contendientes - y todos los Estados Partes en los instrumentos de derecho humanitario - tienen la obligación de proceder contra todo supuesto infractor de la prohibición del terrorismo.

18 OEA. COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. Informe Especial sobre Colombia, 1999. OEA/Ser.L/V/II.102, Doc. 9 rev. 1, 26 de febrero de 1999.

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El derecho de los conflictos armados está particularmente bien desarrollado y puede servir de guía para un planteamiento jurídico del terrorismo en tiempo de paz. Asimismo, todo acto que esté prohibido a los combatientes en el derecho de los conflictos armados, por equivaler a un acto de terrorismo, debería estar prohibido y ser objeto de persecución según las leyes aplicables en tiempo de paz, sea quien fuere su autor”19.

En la legislación interna, el nuevo Código Penal colombiano tipifica el terrorismo bajo dos modalidades: como un delito contra la seguridad pública y como un delito contra las personas y bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario. El artículo 343 establece a este respecto lo siguiente:

“Terrorismo. El que provoque o mantenga en estado de zozobra o terror a la población o a un sector de ella, mediante actos que pongan en peligro la vida, la integridad física o la libertad de las personas o las edificaciones o medios de comunicación, transporte, procesamiento o conducción de fluidos o fuerzas motrices, valiéndose de medios capaces de causar estragos, incurrirá en prisión de diez (10) a quince (15) años y multa de mil (1.000) a diez mil (10.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes, sin perjuicio de la pena que le corresponda por los demás delitos que se ocasionen con esta conducta”20. “Si el estado de zozobra o terror es provocado mediante llamada telefónica, cinta magnetofónica, video, casete o escrito anónimo, la pena será de dos (2) a cinco (5) años y la multa de cien (100) a quinientos (500) salarios mínimos legales mensuales vigentes”21.

El terrorismo como infracción al Derecho Internacional Humanitario se ha tipificado en el artículo 144 así:

“El que con ocasión y en desarrollo del conflicto armado, realice u ordene llevar a cabo ataques indiscriminados o excesivos o haga objeto a la población civil de ataques, represalias, actos de amenazas de violencia cuya finalidad principal sea aterrorizarla, incurrirá por esa sola conducta en prisión de quince a veinticinco años, multa de dos mil a cuarenta mil salarios mínimos legales mensuales vigentes, e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas de quince a veinte años”22.

19 GASSER, Hans Peter. Op.cit. 20 Código Penal Colombiano, Ley 599 de 2000. 21 Ibídem. 22 Ibídem.

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Quinta: Características de la zona afectada23 Descripción geográfica, económica y social El departamento del Meta fue elevado a esta categoría mediante la Ley No. 118 de diciembre de 1959 y se encuentra situado en la parte centro oriental del país. La zona occidental del Departamento es montañosa, pero la mayoría del territorio pertenece a los Llanos Orientales. Su superficie total es de 85.770 m2 que corresponden al 7.51% del territorio nacional. El Meta limita por el norte con los departamentos de Cundinamarca y Boyacá, por el sur con los departamentos de Vaupés y Caquetá, por el oriente con el departamento de Vichada y por el occidente con los departamentos de Huila, Caquetá y Tolima. El departamento del Meta tiene aproximadamente 682.337 habitantes. Los recientes pobladores son en su mayoría colonos procedentes del centro del país, que se establecieron en el piedemonte y luego se extendieron a las llanuras cercanas a éste. El departamento del Meta cuenta con 29 municipios, a saber: Villavicencio, ciudad capital, Acacias, Guamal, San Martín, Granada, Fuente de Oro, Puerto Lleras, Puerto Rico, Puerto Concordia, Mapiripán, San Juan de Arama, Vista Hermosa, Mesetas, Uribe, La Macarena, Lejanías, El Castillo, Cubarral, El Dorado, San Carlos de Guaroa, Puerto López, Cabuyaro, Restrepo, Cumaral, Puerto Gaitán, San Juanito, El Calvario, Castilla la Nueva y Barranca de Upía. La economía del Meta está basada en las actividades agropecuarias (53% de la población), de servicios (41%) e industria (6%). Entre las actividades agropecuarias se encuentra la ganadería vacuna que cubre casi toda la llanura, una buena parte desarrollada en pastos mejorados, y el cultivo de arroz (segundo productor nacional). Otros cultivos en el sector del piedemonte son el maíz, plátano, sorgo, yuca, café, algodón, palma africana, cacao, tabaco y soya. La explotación petrolífera contribuye con el 6% al total nacional. Entre los servicios, los más importantes son el comercio y la construcción. La industria está orientada generalmente al sector de alimentos (molinos) y a las bebidas. En minería se destaca el carbón (en la zona montañosa) y la sal, aunque también existen yacimientos de dolomita, cobre, zinc, oro y bauxita. Cabe citar, igualmente, la explotación de especies vegetales, como el roble, comino, cedro, árboles resinosos y plantas medicinales. Presencia de la Fuerza Pública De acuerdo con datos suministrados por la Dirección Operativa de la Policía Nacional, la Policía del Meta tiene jurisdicción en 26 de los 29 municipios del Departamento y cuenta con 1.560 miembros.

23 Fuente: REPÚBLICA DE COLOMBIA. DEFENSORÍA DEL PUEBLO REGIONAL META. Informe sobre la situación humanitaria en el departamento del Meta. Villavicencio, mayo de 2002.

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Los municipios de Puerto Concordia, La Macarena y Mapiripán hacen parte de la Dirección de Policía del departamento del Guaviare. Mapiripán y Puerto Concordia no cuentan con el servicio de Policía permanente. Únicamente de manera transitoria hace presencia el Ejército Nacional. De los 26 municipios a cargo de la Policía Meta, El Calvario, San Juanito, Puerto Lleras, Puerto Rico y Lejanías no cuentan con el servicio de Policía. La Entidad hace presencia efectiva en los municipios de Villavicencio, Acacías, Guamal, Cubarral, Castilla la Nueva, El Dorado, San Carlos de Guaroa, San martín, Fuente de Oro, Granada, el Castillo, San Juan de Arama, Cumaral, Restrepo, Barranca de Upía, Puerto López, Cabuyaro, Uribe, Mesetas, Vista Hermosa y Puerto Gaitán. Adicionalmente, solo dos Inspecciones de Policía, Pachaquiaro y Remolinos, las dos en el municipio de Puerto López, cuentan con este servicio. Presencia de los actores armados al margen de la ley El departamento del Meta se caracteriza por la presencia de múltiples actores armados que extienden su campo de acción a lo largo y ancho del territorio. Según información suministrada por el Ejército Nacional, las FARC, con trece frentes (1, 7, 16, 26, 27, 31, 39, 40, 43, 44, 51, 52, 53), conformados aproximadamente por 4.000 hombres y dos compañías móviles, Juan José Rendón y Ernesto Che Guevara, integradas por 400 guerrilleros y unos 2.000 milicianos, actúan principalmente en los siguientes 17 municipios: Uribe, Vista Hermosa, Mesetas, La Macarena, Puerto Concordia, Mapiripán, Lejanías, El Castillo, San Juan de Arama, Puerto Rico, Puerto Concordia, Puerto Lleras, Acacias, Restrepo, Cumaral, San Junito y el Calvario. Durante el año 2001, las FARC ejecutaron acciones en Guamal, Villavicencio, Fuente de Oro, San Martín y Granada. De acuerdo con la información suministrada por la Fuerza Pública, en el Departamento operan tres grupos diferentes de autodefensas: el frente Meta del bloque Centauros de las denominadas Autodefensas Unidas de Colombia, con centro de operaciones en 13 municipios: San Martín, Granada, Fuente Oro, Puerto Lleras, Puerto Rico, Puerto Concordia, Cubarral, El Dorado, Guamal, Acacias, San Carlos de Guaroa, Cumaral y Restrepo; las Autodefensas Campesinas del Sur de Casanare, con acciones en 3 municipios: Puerto López, San Carlos de Guaroa y Mapiripán; y, los Carranceros o los Carrangeros en dos municipios: Puerto López y Puerto Gaitán. Según datos no oficiales, estos grupos podrían estar conformados por aproximadamente 4.000 hombres, siendo el frente Meta el de mayor número de integrantes y mayor campo de acción. Los actores armados, en su lucha desenfrenada por el control territorial para el ejercicio de sus actividades ilícitas (narcotráfico, tráfico de armas y secuestrados y abigeato, principalmente), han agudizado la problemática de la población civil en esta zona del país. En efecto, conductas punibles como el secuestro extorsivo, el homicidio, el desplazamiento forzado, la desaparición forzada, la extorsión y el reclutamiento forzado se han vuelto cotidianas para los habitantes. De otra parte, es necesario señalar que con el rompimiento de los diálogos de paz entre la guerrilla de las FARC y el gobierno nacional, cuya sede fue la llamada zona

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de distensión24, el conflicto armado en el Departamento se ha intensificado. Sexta: Las acciones de las FARC en el departamento del Meta, ataques indiscriminados y actos de terrorismo Con profunda preocupación, la Defensoría del Pueblo ha constatado los sistemáticos ataques de los grupos armados al margen de la ley contra la población civil y las personas civiles en el departamento del Meta. Para la Defensoría del Pueblo, el carácter sistemático de estos hechos de violencia cometidos contra la población civil, al parecer por las FARC, evidencian un claro propósito de infringir la normatividad aplicable en caso de conflicto armado. Los hechos presentados en la primera parte de esta Resolución, constituyen para la Defensoría del Pueblo ataques indiscriminados y actos de terrorismo contra los habitantes del departamento del Meta e infringen abiertamente el Derecho Internacional Humanitario, en particular el artículo 3 común a los Cuatro Convenios de Ginebra de 1949 y los artículos 4 y 13 del Protocolo II Adicional. Los actos señalados son terroristas, en la medida en que han sido dirigidos contra la población civil, con el propósito de generar pánico y terror. La utilización de los llamados carro-bomba es una prueba de ello, como bien lo anota el Comentario a los Protocolos Adicionales, elaborado por el Comité Internacional de la Cruz Roja. El Derecho Internacional Humanitario prohíbe los actos de violencia que, sin ofrecer una ventaja militar importante, tienen como principal finalidad aterrorizar a la población civil25. Las acciones militares contra los poblados urbanos fueron indiscriminadas, porque se atacaron objetivos militares y bienes civiles haciendo caso omiso del principio de distinción u omitiendo las debidas precauciones para excluir a la población civil de los efectos de las hostilidades. El derribamiento de las torres de interconexión eléctrica constituyó en los casos citados un ataque contra bienes civiles que no produjo una ventaja militar concreta, constituyéndose en un ataque directo contra la población civil. La utilización de carro-bombas es la máxima expresión de terror dirigida contra la población civil y las personas civiles. Según lo expresó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, “estos grupos también han atacado torres eléctricas y oleoductos. Como se anotó anteriormente, debido a que estas instalaciones tienen un "doble-uso" durante las hostilidades, puede que no siempre gocen de inmunidad como presuntos objetos civiles. Sin embargo, para poder decir que un objeto fue legítimamente atacado, el objeto en cuestión debe pasar la prueba de objeto militar en las precisas circunstancias que rodeen el momento del ataque. En otras palabras, el objeto debe hacer una contribución a la acción militar y su destrucción debe ofrecer una "ventaja militar definida". Aún en aquellos casos en los cuales dichos objetos pueden legítimamente ser atacados, el derecho internacional humanitario requiere que el atacante tome precauciones para asegurarse que el daño colateral a la población civil se minimice y también que el atacante ponga fin al ataque si el daño

24 Compuesta por cinco municipios, cuatro de los cuales se encuentran en jurisdicción del departamento del Meta: Mesetas, Uribe, Vista Hermosa y la Macarena. 25 Comentario a los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra de 1949, párrafo 1940.

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colateral anticipado fuere excesivo en relación con la clara ventaja anticipada en la destrucción del objetivo o su neutralización. Aunque la Comisión no tiene suficiente información para analizar adecuadamente todos los ataques de los grupos armados disidentes en contra de las torres de energía y oleoductos, la Comisión cree que, por su alto número, muchos de estos ataques no cumplen con las normas del derecho internacional humanitario”26. Para la Defensoría del Pueblo, los ataques reseñados no producen una ventaja militar concreta. Sembrar el terror y dejar, por ejemplo, poblaciones enteras sin energía eléctrica, perjudica sólo tangencialmente las operaciones militares de la Fuerza Pública. En cambio, si produce daños cuantiosos en la población civil de orden económico y social, principalmente. De acuerdo con el Comité Internacional de la Cruz Roja, aunque el ataque ofrezca una ventaja militar concreta y directa, nunca pueden justificarse víctimas civiles extensivas: “se ha sostenido la idea de que aun cuando los daños y pérdidas civiles sean muy altos se podrían justificar si la ventaja militar en juego es de gran importancia. Esta idea es contraria a las reglas fundamentales del Protocolo. El Protocolo no proporciona justificación alguna por ataques que generen daños y pérdidas civiles extensivas. Las pérdidas y daños incidentales nunca deben ser extensivos”. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su Informe Especial sobre Colombia de 1999, manifestó lo siguiente: “el derecho consuetudinario prohíbe específicamente el uso de armas "ciegas", i.e., aquellas armas que no pueden dirigirse con seguridad razonable en contra de objetivos militares y que por lo tanto son susceptibles de golpear tanto a civiles como a combatientes sin ninguna distinción. Un carro bomba es frecuentemente usado de manera que se convierte en el ejemplo perfecto de dicha arma” 27. En este sentido, la Comisión insistió en su preocupación, “por el hecho de que los ataques deliberados a personas civiles se han convertido en rutinarios, cuando no sistemáticos, táctica que está siendo empleada, en diferentes grados, por todas las partes en el conflicto colombiano”. El Derecho Internacional Humanitario impone a los actores armados, al momento de atacar militarmente, la obligación de considerar los posibles daños que puedan producirse a la población civil y tomar las medidas de precaución indispensables para evitar la muerte de civiles. Es claro que las FARC no sólo no han tenido en cuenta estas disposiciones, sino que han dirigido la acción directamente contra personas y bienes civiles. Para la Comisión Interamericana, “si razonablemente puede concluirse que el ataque va a causar bajas excesivas, los atacantes están en la obligación de suspender o cancelar el ataque”28. Finalmente, la Defensoría del Pueblo hace suya la siguiente afirmación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: “los grupos armados disidentes frecuentemente atacan objetos que normalmente se consideran de naturaleza civil, como carros, buses, tiendas o residencias. Si bien un objeto civil puede convertirse en un blanco militar legítimo en algunos casos, la información recibida por la Comisión indica que estos grupos generalmente atacan estos objetos sin primero verificar si al momento estaban haciendo una contribución efectiva al combate militar y, por lo tanto, habían perdido su protección en contra de ataques. En

26 OEA. COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. Informe Especial sobre Colombia, 1999. OEA/Ser.L/V/II.102, Doc. 9 rev. 1, 26 de febrero de 1999. 27 OEA. COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. Informe Especial sobre Colombia, 1999. OEA/Ser.L/V/II.102, Doc. 9 rev. 1, 26 de febrero de 1999. 28 Ibídem.

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consecuencia, como resultado de estos ataques, los grupos armados disidentes actúan de una manera que es en sí incompatible con las normas del derecho internacional humanitario”29. Séptima: El impacto de las infracciones al Derecho Internacional Humanitario en las comunidades afectadas Las infracciones al Derecho Internacional Humanitario provocan un gran impacto en los hábitos y en la vida cotidiana de las víctimas. Con el apoyo de los Personeros Municipales, la Defensoría del Pueblo Regional Meta entrevistó a los pobladores de los municipios de Villavicencio, Granada, Fuente de Oro, El Castillo, San Juan de Arama, San Martín y Restrepo, con el fin de conocer la manera como la violencia indiscriminada producida por un conflicto armado que no respeta el Derecho Internacional Humanitario, ha afectado la vida de los pobladores. A continuación se presentan los resultados obtenidos.

- Actividades laborales De acuerdo con los habitantes entrevistados, la violencia indiscriminada, en particular, los actos de terrorismo generan situaciones que desestabilizan tanto la seguridad como la oferta laboral. La población más afectada en el ámbito laboral está compuesta por los comerciantes, quienes han sido víctimas directas del terrorismo y han sufrido la destrucción total o parcial de la infraestructura de sus negocios, lo que ha generado pérdidas en mercancía y utilidades. Esta situación no sólo afecta a los dueños de negocios, sino también la oferta de empleo, pues los comerciantes se ven en la obligación de liquidar empleados o reducir sus nóminas. El temor hace que las personas se abstengan de trabajar durante varios días después de un atentado. Cuando los sitios de trabajo se encuentran ubicados en áreas rurales, los pobladores sienten temor al desplazarse. En algunos casos, los entrevistados afirmaron que se han cerrado locales comerciales por miedo a ser víctima del terrorismo. De otra parte, los pobladores señalaron que las ventas han disminuido por el pánico de los consumidores a permanecer en sitios públicos o próximos a algún lugar que haya sido objeto de atentado. Algunas afirmaciones de los entrevistados fueron las siguientes: el ataque “destruyó el 50% del negocio, no se pudo laborar en varios días y disminuyeron las ventas”. “Se disminuye la mano de obra que conlleva al desempleo”. “Es notoria la merma en el mercadeo local”. “El estimativo de la reducción de ventas diarias es del 50%, reducción de nómina en 60%, abastecimiento en 50%, utilidades 60%, mejor dicho, apague y vámonos ¡pa donde!”. “La mano de obra se reduce... hay pérdidas en los establecimientos comerciales, pérdidas de mercancías”30.

- Suspensión temporal de actividades por recuperación física Las víctimas directas de los actos de terrorismo que han sufrido lesiones físicas, se han visto obligadas, por obvias razones, a suspender sus actividades durante el período de recuperación. “Incapacidad de cuatro meses y medio por una fractura en Tibia y seis fracturas en Peroné del lado izquierdo” (habitante del Municipio de San Martín). 29 Ibídem. 30 Item 3 de la encuesta, municipios de Villavicencio, Granada y Fuente de Oro.

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- Actividades familiares De acuerdo con las entrevistas realizadas, la vida familiar de las víctimas de estos hechos de violencia ha sufrido cambios notorios, como consecuencia de las acciones de terrorismo. El principal efecto tiene que ver con las secuelas de carácter psicológico que los atentados terroristas dejan en los miembros de la familia. Según los entrevistados, se vive una situación de indefensión y al sentirse vulnerables se desencadenan otras problemáticas emocionales que tienen que ver con reacciones de angustia, temor y zozobra. “Hay una zozobra constante, pues la violencia nos tocó las puertas”, “el miedo aísla y crea estrés, afecta la unidad familiar, se pierde la tranquilidad”, “desesperación y deseos de abandonarlo todo”, “Psicosis que queda”31. El desplazamiento que origina el terrorismo afecta gravemente a la familia. Muchas de ellas han tenido que desplazarse de sus municipios por temor, pérdida de sus viviendas o amenazas de muerte de familiares. Esta situación provoca la desintegración del núcleo familiar, pues algunos miembros deben permanecer en el municipio y otros abandonarlo de manera permanente, huyendo de la violencia. Las posibilidades de reencuentro familiar son muy reducidas, por lo que los efectos psicosociales se hacen más agudos. “No hay una relación estrecha porque viajaban los fines de semana a reunirse, y hoy por temor no lo hacen, desaltera el ambiente familiar, necesito salir del país así me duela dejar a mis hijos”, “las relaciones han sido más lejanas porque cada uno cogió por su lado”32. De otra parte, la pérdida de familiares por el terrorismo supone para los sobrevivientes afrontar, además, el duelo por la pérdida y en algunas ocasiones, el empeoramiento de las condiciones económicas, por la muerte de la persona de quien dependían para su sustento. “Porque mis padres ya son de avanzada edad y mi hermano es discapacitado, y a raíz de esa toma guerrillera, nos quedamos sin fuente de trabajo”.“Económicamente muerto afectando el núcleo familiar en todos los sentidos”. “Detrimento económico por no tener a alguien en cabeza de familia”33.

- Actividades sociales y recreativas Las relaciones interpersonales y las actividades de recreación de la comunidad también se han visto afectadas como consecuencia del terrorismo, las personas disminuyen sus actividades para evitar permanecer en sitios públicos o que puedan llegar a ser considerados como objetivo militar por parte de grupos alzados en armas. Un habitante del municipio de Restrepo manifestó sobre el particular lo siguiente: “La niñez no puede divertirse, el temor nos invade”, “deje de frecuentar amistades y ya no disfruto de los actos sociales porque estoy amenazada contra mi integridad física”. Un entrevistado del municipio de San Juan de Arama aseguró que “por el miedo que queda flotando se queda a la espera de otro acto terrorista”, “ por falta de tranquilidad los niños no salen a los campos deportivos”, “no se puede salir a recrear a los niños por miedo a ser afectados”.

- Actividades educativas

31 Encuesta, Item 3, municipios de Villavicencio, Granada, San Martín y San Juan de Arama, respectivamente. 32 Item 3, municipios de Restrepo, Cumaral, Fuente de Oro y el Castillo. 33 Item 3, municipios de San Juan de Arama y San Martín.

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Las instituciones educativas tanto de media vocacional como de estudios superiores y otras se han visto obligadas a interrumpir sus actividades por evacuación de los sitios o debido a la restricción de horarios de funcionamiento por las amenazas de atentados a estos lugares. “En el colegio las jornadas se acortaron”, “los hijos que se movilizan a los colegios viven también con miedo” (habitante municipio de Villavicencio).

- El desplazamiento forzado El efecto más drástico del conflicto armado en la población del departamento del Meta es el desplazamiento forzado. En efecto, el Meta ha sido una de las zonas con mayor expulsión de población. De acuerdo con el Sistema de Estimación de Desplazamiento Forzado por Fuentes Contrastadas (SEFC) de la Red de Solidaridad Social (RSS), en el Departamento, durante el período comprendido entre enero de 2000 y junio de 2001, se reconoció la situación de desplazamiento de 9.201 personas, de las cuales, 4.600 son mujeres y 4.601 hombres, de este total 5.000 personas son menores de 18 años, lo que corresponde al 54% de la población desplazada. Según las cifras, la guerrilla fue responsable des desplazamiento forzado de más del 35.47%, los grupos de autodefensas del 13.29% y la Fuerzas Armadas del Estado del 0.46%. Octava: El Estado colombiano y la protección a las víctimas de la violencia La Ley 418 de 1997 estableció el marco de atención a las víctimas de hechos violentos, originados por el conflicto armado. En esta Ley se dispuso que serían objeto de atención aquellas personas de la población civil que sufrieran perjuicios en su vida, grave deterioro en su integridad personal o bienes, como consecuencia de actos suscitados en el marco del conflicto armado interno, tales como atentados terroristas, combates, ataques y masacres, entre otros. La Ley 418 ha previsto para las víctimas los siguientes tipos de asistencia:

- Asistencia humanitaria. Se entiende por tal, la ayuda indispensable para sufragar los requerimientos necesarios a fin de satisfacer los derechos constitucionales de quienes hayan sido menoscabados por actos que se produzcan en el marco del conflicto armado interno. Dicha asistencia será prestada por la Red de Solidaridad Social, en desarrollo de su objeto constitucional y por las demás entidades públicas dentro del marco de sus competencias, siempre que la solicitud se eleve dentro del año siguiente a la ocurrencia del hecho.

Según la información suministrada por la Red de Solidaridad Social a la Dirección Nacional de Atención y Trámite de Quejas, durante el año 2001 fueron beneficiadas 6.000 familias, a las cuales se otorgó ayuda humanitaria por muerte, por incapacidad, por heridas leves y por pérdida de bienes, por un monto de $16.000.000.000. En lo que va corrido del presente año, la Red de Solidaridad ha entregado ayuda humanitaria a cerca de 3.700 familias por un valor de $4.600.000.000, por los mismos conceptos. Para el año 2002, el presupuesto asignado a la Red de Solidaridad para atender a las víctimas de la violencia y del terrorismo es de $9.202.000.000. Los tres departamentos en

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donde se ha presentado un mayor número de víctimas de la violencia y de terrorismo durante el 2001 y lo que va corrido del 2002, son Antioquia, Huila y Tolima.

- Asistencia en materia de Salud. Las instituciones hospitalarias, públicas o

privadas del territorio nacional que prestan servicios de salud, tienen la obligación de atender de manera inmediata a las víctimas de los atentados terroristas que lo requieran, con independencia de la capacidad socioeconómica de los demandantes de estos servicios y sin exigir condición previa para su admisión. Los servicios de asistencia médica, quirúrgica y hospitalaria se prestan en hospitalización; material médico quirúrgico, de osteosíntesis y órtesis; medicamentos; honorarios médicos; servicios de apoyo tales como bancos de sangre, laboratorios e imágenes diagnósticas; transporte; servicios de rehabilitación física, por el tiempo y conforme a los criterios técnicos que fija el Ministerio de Salud y servicios de rehabilitación mental en los casos en que como consecuencia del atentado terrorista la persona quede gravemente discapacitada para desarrollar una vida normal de acuerdo con su situación, y por el tiempo y conforme a los criterios técnicos que fija el Ministerio de Salud. El pago de estos servicios se hace por conducto del Ministerio de Salud, con cargo a los recursos del Fondo de Solidaridad y Garantía en Salud, FOSYGA.

- Asistencia en materia de vivienda. Los hogares damnificados podrán acceder

al subsidio familiar de vivienda, sin que para tal efecto se tome en cuenta el valor de la solución de vivienda cuya adquisición o recuperación sea objeto de financiación. En aquellos casos en que por razón de las circunstancias económicas de las víctimas, éstas no pueden utilizar el valor del subsidio para financiar la adquisición o recuperación de una solución de vivienda, el monto del mismo puede destinarse a financiar, en todo o en parte, el valor del canon de arrendamiento de una solución de vivienda. Se entiende por hogares damnificados aquellos definidos de conformidad con la normatividad vigente que regula la materia y que por causa de actos que se presentan en el marco del conflicto armado interno, pierden su solución de vivienda de manera total o parcial sin que ésta ofrezca condiciones mínimas de habitabilidad o estabilidad en las estructuras. Asimismo, se entiende por hogares damnificados, aquellos cuyos miembros, en la fecha que ocurre el daño, no sean propietarios de una solución de vivienda y que por razón de dichos actos pierdan el miembro del hogar de quien deriven su sustento. Los postulantes al subsidio familiar de vivienda pueden acogerse a cualquiera de los planes declarados elegibles por el INURBE, con cargo a los recursos asignados por el gobierno nacional para el subsidio de vivienda de interés social.

- Asistencia en materia de crédito. El Instituto de Fomento Industrial, IFI,

redescuenta los préstamos que otorgan los distintos establecimientos de crédito a las víctimas de la violencia y del terrorismo y que están destinados a reposición o reparación de vehículos, maquinaria, equipo, equipamiento, muebles y enseres, capital de trabajo y reparación o reconstrucción de inmuebles destinados a locales comerciales. En desarrollo del principio de solidaridad, el Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario, FINAGRO, redescuenta de las operaciones que realizan las entidades pertenecientes al Sistema Nacional de Crédito Agropecuario, a las víctimas

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de la violencia y del terrorismo para que financien créditos de capital de trabajo e inversión. Los establecimientos de crédito deben de manera prioritaria y en el menor tiempo posible, estudiar las solicitudes de crédito exigiendo los documentos estrictamente necesarios para ello.

- Asistencia con la participación de entidades sin ánimo de lucro. La Red de

Solidaridad Social puede celebrar contratos con personas jurídicas sin ánimo de lucro de reconocida idoneidad, a fin de impulsar programas y actividades de dichas entidades dirigidos a apoyar a las víctimas de la violencia y del terrorismo. Dichos programas pueden incluir la asistencia económica, técnica y administrativa a quienes por su situación económica no pueden acceder a las líneas de crédito del sistema financiero.

- Las víctimas que sufrieren una pérdida del 50% o más de su capacidad

laboral calificada tendrán derecho a una pensión mínima legal vigente, de acuerdo con lo contemplado en el Régimen General de Pensiones de la Ley 100 de 1993, siempre y cuando carezcan de otras posibilidades pensionales y de atención en salud.

Por medio de la Ley 548 de diciembre 23 de 1999, se prorrogó la vigencia de la Ley 418 de 1997. Reparación a las víctimas del departamento del Meta Según la información suministrada por la Red de Solidaridad Social, en visita efectuada el día 6 de mayo de 2002 por la Defensoría del Pueblo Regional Meta, se observó que fueron remitidas a la dirección general de esa Entidad, en la ciudad de Bogotá, el día 19 de abril de 2002, once solicitudes de ayuda: De acuerdo con la doctora Marlene Mesa Sepúlveda, coordinadora del Programa de Atención Integral a los municipios afectados por la violencia política en Colombia, 20 peticiones provenientes del departamento del Meta, se encuentran en trámite y para corrección. Adicionalmente, según un escrito remitido por la Red de Solidaridad Social, se encontraron 68 solicitudes de ayuda del año 2001, sin resolver. Para la Red de Solidaridad Social, pueden existir otras peticiones que todavía no han sido incluidas en el sistema nacional. Sobre el particular, vale la pena señalar que la delegación regional de esa Entidad no cuenta con un archivo de las peticiones remitidas al nivel central. Es de anotar que existen solicitudes pendientes de años anteriores, que al parecer, no han sido canceladas por la Red de Solidaridad Social, así: 14 en 1999 y 49 en el año 2000. Por otro lado, según información suministrada por el INURBE, 178 familias víctimas de atentados terroristas han recibido asignaciones por parte de ese Instituto. Actualmente, se encuentran en trámite ante el INURBE, 242 solicitudes presentadas

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por víctimas de atentados.

DECIDE Primero: CALIFICAR los hechos ocurridos en el departamento del Meta, cuyos responsables son, al parecer, miembros de las FARC, como infracciones al Derecho Internacional Humanitario, materializados en ataques indiscriminados y actos de terrorismo. Estas conductas se encuentran prohibidas por los artículos 4 y 13 del Protocolo II Adicional a los Cuatro Convenios de Ginebra de 1949. Segundo: CONDENAR los hechos violatorios del Derecho Internacional Humanitario, arriba descritos. Tercero: HACER PÚBLICA la preocupación que le asiste al Defensor del Pueblo por la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra el departamento del Meta, ocasionada por la presencia de trece frentes de las FARC, el frente Meta del bloque Centauros de las Autodefensas Unidas de Colombia, las Autodefensas del Sur del Casanare y las Autodefensas de los Carrangeros, quienes en su disputa por el control territorial y su predominio militar en estas regiones, han hecho de sus habitantes las principales víctimas de graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario y los han colocado en una posición de alto riesgo. Cuarto: REQUERIR al Ministro de Defensa Nacional y al Director General de la Policía Nacional, la presencia permanente de la Policía en los municipios de Mapiripán, Puerto Concordia, Puerto Rico, Puerto Lleras, Lejanías, San Juanito y El Calvario. Quinto: EXHORTAR a la Red de Solidaridad Social y al INURBE para que, de manera urgente, analicen las peticiones presentadas por las víctimas de la violencia en el departamento del Meta, relacionadas con la aprobación de los montos de indemnización y la asignación de subsidios de vivienda y se otorguen las ayudas a aquellas personas que reúnan los requisitos. Sexto: APREMIAR a los actores del conflicto armado para que respeten la vida y la integridad personal de la población civil e INSTARLOS para que entiendan la importancia y la necesidad de acatar en su conjunto las normas del Derecho Internacional Humanitario. Séptimo: ENCARGAR a la Dirección Nacional de Atención y Trámite de Quejas, con el apoyo de la Defensoría del Pueblo Regional Meta, el seguimiento de la presente Resolución.

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Octavo: INCLUIR la presente Resolución Defensorial y su seguimiento en el Informe Anual que el Defensor del Pueblo debe presentar ante el Congreso de la República, previsto en el artículo 282 ordinal séptimo de la Constitución Política.

COMUNÍQUESE Y CÚMPLASE

EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ Defensor del Pueblo