Heladas en trigo (i) radar

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RED AGROECONÓMICA DE ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS Información preparada por:Ing. Agr. Carlos Coma [email protected] Coordinación General RADAR: Ings. Agr. C. Coma y A. Sipowicz H H e e l l a a d d a a s s y y T T r r i i g g o o : : P P a a r r t t e e 1 1 Reconocimiento y consecuencias Durante el año 2001 y en tres entregas, desde AgroRADAR ofrecimos información relacionada con la identificación de daños en trigo por heladas. En la actualidad y frente a algunos pedidos por parte de nuestros lectores, re-editamos aquellas entregas. “Conocer los síntomas de daños producidos por heladas en trigo, abilita a realizar una inspección y establecer la ocurrencia efectiva de este desgraciado suceso. Disponer de este conocimiento, es parte de la necesidad individual de un productor que necesita posicionarse frente a una situación no deseada, así como de los responsables en la aplicación de los mecanismos de emergencia y contingencia por desastres”. Lo primero a tener en claro es que la ocurrencia de una helada y su consecuencia queda expuesta por indicadores característicos de cada etapa de crecimiento del cultivo. Desde el punto de vista de la climatología agrícola, no es el registro térmico el referente de una helada ya que distintos vegetales, por bajas temperaturas, sufren consecuencias sin que necesariamente el termómetro llegue a cero grado. Sin embargo, cada especie dispone de valores termométricos orientativos, a partir de los cuales y en función del estado de las plantas, se supone la ocurrencia de daños. Desde el punto de vista atmosférico, para que se produzca una helada (temperatura igual o inferior a 0ºC), se deben producir algunos fenómenos ambientales como: cielo despejado, viento calmo y poca humedad en el aire favoreciendo la pérdida energética por irradiación. Desde el punto de vista de la vegetación, deberán existir tejidos suceptibles a cambios o modificaciones irreversibles en su estructura y/o funcionalidad. Las heladas que mayor daño causan a las plantas no son las que se producen durante el período normal de ocurrencia del fenómeno, sino las que ocurren fuera de éste. Es la falta de regularidad cronológica la que da a las heladas un carácter de riesgo. En este sentido, sobre los 12 millones de hectáreas de AgroRADAR, área caracterizada por diferencias climáticas, de suelo y culturas productivas, en términos de riesgo cabe destacar la importante exposición de la fracción continental de su territorio al estar alejada de la influencia termorreguladora del mar. Las observaciones a realizar sobre los cultivos, contemplan tres consideraciones fundamentales: 1) Esterilidad, con particular atención sobre la parte masculina de la flor. 2) Pérdida de actividad fotosintética y área foliar por desecación o muerte de las hojas. 3) Lesiones en tallos inferiores. Para el efectivo reconocimiento del daño a campo, quien salga a realizar reconocimientos, deberá considerar la utilización de una hoja de corte (cortapluma) y lupa. Como ya se expresó, el umbral de temperaturas debajo del cual se producen daños, está condicionado por la etapa de crecimiento en que se encuentra el cultivo. La referencia de la tabla adjunta considera una exposición de 2 horas. Esta información, pretende facilitar un patrón de referencia, a partir del cual se deberian iniciar las búsquedas de daños. Macollaje Durante el macollaje del cultivo, el daño por ocurrencia de heladas se muestra por la presencia de hojas retorcidas, decoloración hacia un verde claro/amarillo del follaje y la existencia de tejido muerto especialmente hacia la punta de las hojas (quemado). Esta situación comienza a hacerse evidente a los 2 o 3 días de ocurrido el fenómeno, demorando el desarrollo del cultivo que posteriormente y frente a temperaturas templadas, podrá recuperar su condición de crecimiento. Estado Temperatura Macollaje -11 Encañazón -4 Espiga embuchada -2 Espigazón -1 Floración -1 Grano lechoso -2 Maduración -2

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Durante el año 2001 y en tres entregas, desde AgroRADAR ofrecimos información relacionada con laidentificación de daños en trigo por heladas. En la actualidad y frente a algunos pedidos por parte de

nuestros lectores, re-editamos aquellas entregas.

“Conocer los síntomas de daños producidos por heladas en trigo, abilita a realizar unainspección y establecer la ocurrencia efectiva de este desgraciado suceso. Disponer de

este conocimiento, es parte de la necesidad individual de un productor que necesitaposicionarse frente a una situación no deseada, así como de los responsables en la

aplicación de los mecanismos de emergencia y contingencia por desastres”.

Lo primero a tener en claro es que la ocurrencia de una helada y su consecuencia queda expuestapor indicadores característicos de cada etapa de crecimiento del cultivo.

Desde el punto de vista de la climatología agrícola, no es el registro térmico el referente de unahelada ya que distintos vegetales, por bajas temperaturas, sufren consecuencias sin quenecesariamente el termómetro llegue a cero grado. Sin embargo, cada especie dispone de valorestermométricos orientativos, a partir de los cuales y en función del estado de las plantas, se supone laocurrencia de daños.

Desde el punto de vista atmosférico, para que se produzca una helada (temperatura igual oinferior a 0ºC), se deben producir algunos fenómenos ambientales como: cielo despejado, vientocalmo y poca humedad en el aire favoreciendo la pérdida energética por irradiación.

Desde el punto de vista de la vegetación, deberán existir tejidos suceptibles a cambios omodificaciones irreversibles en su estructura y/o funcionalidad.

Las heladas que mayor daño causan a las plantas no son las que se producen durante el períodonormal de ocurrencia del fenómeno, sino las que ocurren fuera de éste. Es la falta de regularidadcronológica la que da a las heladas un carácter de riesgo. En este sentido, sobre los 12 millones dehectáreas de AgroRADAR, área caracterizada por diferencias climáticas, de suelo y culturasproductivas, en términos de riesgo cabe destacar la importante exposición de la fracción continentalde su territorio al estar alejada de la influencia termorreguladora del mar.

Las observaciones a realizar sobre los cultivos, contemplan tres consideracionesfundamentales:

1) Esterilidad, con particular atención sobre la parte masculina de la flor.2) Pérdida de actividad fotosintética y área foliar por desecación o muerte de las hojas.3) Lesiones en tallos inferiores.

Para el efectivo reconocimiento del daño a campo, quien salga a realizar reconocimientos, deberáconsiderar la utilización de una hoja de corte (cortapluma) y lupa.

Como ya se expresó, el umbral de temperaturasdebajo del cual se producen daños, está condicionadopor la etapa de crecimiento en que se encuentra elcultivo. La referencia de la tabla adjunta considera unaexposición de 2 horas.

Esta información, pretende facilitar un patrón dereferencia, a partir del cual se deberian iniciar lasbúsquedas de daños.

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Estado TemperaturaMacollaje -11Encañazón -4Espiga embuchada -2Espigazón -1Floración -1Grano lechoso -2Maduración -2

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urante el macollaje del cultivo, el daño por ocurrencia de heladas se muestra por la presencia deojas retorcidas, decoloración hacia un verde claro/amarillo del follaje y la existencia de tejidouerto especialmente hacia la punta de las hojas (quemado). Esta situación comienza a hacerseidente a los 2 o 3 días de ocurrido el fenómeno, demorando el desarrollo del cultivo que

osteriormente y frente a temperaturas templadas, podrá recuperar su condición de crecimiento.

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Durante esta etapa, los meristemas, ápices o tejidos de crecimiento no son afectados ya que seencuentran protejidos a nivel del suelo. La temperatura de referencia es de –11ºC (duración doshoras).

Por último y en términos de productividad, la afectación en hojas tendrá un leve a moderado efectonegativo sobre el rendimiento final.

Encañazón

Durante este período y frente a situaciones deenfriamiento extremo, aparecen en hojas síntomassemejantes a los observados durante el macollaje perocon la peligrosidad adicional de daños en los ápices otejidos de crecimiento. Es necesario considerar que anteuna helada que no alcance a dañar hojas, se deberáninspeccionar los ápices de crecimiento, ya que éstos sonmucho más sencibles.

Su búsqueda se debe realizar haciendo un cortelongitudinal en los “tallos”, estableciendo visualmente elestado de sus tejidos. En el caso de estar como en A noexistiría daño. Si se observan como en B, palidos alprincipio y con tonalidades amarillentas/marrones, seestara frente a la evidencia de severos daños.

Los macollos que se encuentren afectados permanecerán verdes, pero al estar dañados sus puntosde crecimiento cesan en su actividad. Como consecuencia de ladestrucción del ápice y tal se muestra C, se dará lugar a laexistencia de una lámina de hoja muerta.

También en este estado pueden aparecer tallos inferiores condecoloraciones y alargamientos de nudos, rajaduras y algunosinternodios paralelos al suelo. Cuando estos daños ocurren, nose interrumpe la nutrición superior de la planta pero aparece unazona dedebilitamien-to de talloque deprosperar, laplanta en sudesarrolloquedaráexpuesta alquiebre convuelco ycaída.

Cuando sehielan algunos “macollos activos”, sonreemplazados por otros de desarrollo tardío.Estos, definen una potencial desuniformidad en lamaduración del cultivo, estableciendose acosecha, un antecedente negativo para la definición de calidad y del rendimiento del cultivo.

En próximas entregas: Daños en espiga embuchada, espigazón, floración, granolechoso y maduración.

27 de octubre 2004

A B

CC