Heraldo de Santidad

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Lecturas de Santidad.

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Volumen 64 – Número 2Edición 2 – Año 2010

SUPERINTENDENTES GENERALESJ. K. Warrick

Jerry D. PorterJesse C. MiddendorfEugénio R. DuarteDavid W. Graves

Stan A. Toler

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REGIONESMéxico-América Central: Carlos Sáenz, Director de la región

Sudamérica: Christian Sarmiento, Director de la regiónCaribe: John Smee, Director de la región

Eurasia: Gustavo Crocker, Director de la regiónÁfrica: Filimao Chambo, Director de la región

Estados Unidos y Canadá: Roberto Hodgson, Director de Estrategia Hispana

CASA NAZARENA DE PUBLICACIONESDavid Hayse, Gerente General

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El Heraldo de Santidad es una publicación de la Iglesia del Nazareno, publicada cuatrimestralmente (3 edic./año) por la Casa Nazarena

de Publicaciones © 2010 Derechos reservados.

ISSN 1060-2135

La hora de la iglesiaLa hora La hora de la iglesiade la iglesia

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02 Editorial

04 La crisis y la deuda continua

08 Cristianos en un mundo en crisis

"Una misión transformadora"11

Cristo es la esperanzaCristo Cristo es la esperanzaes la esperanza

03

Créditos de fotografías: Portada; páginas 2, 3, 4, 6, 8, 10, 11-19 y 20: www.sxc.hu;

página11: Archivo de CNP.

Diseñador gráfi co: Daniel Aguilar

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Por las palabras y expresiones que usa el escritor del salmo podemos ver que era un ambiente de tensión. Habla de “peste destructora”, “de terror nocturno” y de ataque durante el día con arma; en el versículo 7 habla de miles de muertes a su alrededor y en el versículo 13 usa figuras que nos hablan de fuerza, poder y muerte. El salmista no estaba de vaca-ciones, al contrario, posiblemente escri-be desde su propia y dura experiencia.

Aunque el salmista describe una realidad amenazante y un ambiente tenso, también se puede percibir fir-meza, convicción, confianza y esperan-za en sus palabras. Todo esto es porque decidió vivir su vida en relación íntima con Dios: Le dio su amor, conoce su nombre y le invoca (vv.14-15), indepen-dientemente de las circunstancias.

Crisis es la palabra de moda hoy. La oímos en los noticieros, la leemos en los periódicos y cada persona la pro-nuncia varias veces al día. Pero, ¿debe la crisis vivirse de la misma manera en aquellos que siguen a Jesús? ¿Dios está ajeno a las crisis que viven sus hijos? ¿Cómo deben vivir los cristianos en un mundo en crisis?

Desde El Heraldo de Santidad he-mos querido hablar del tema y acer-carle una perspectiva de confianza y esperanza en nuestro Dios. Como es costumbre, hemos convocado a un variado grupo de escritores con tras-fondos y situaciones actuales muy dife-rentes. Cada uno de ellos se esforzó y nos entrega un artículo que lleva toda la intención de bendecir su vida y ser de ayuda para vivir como Dios quiere que vivamos en medio de las crisis.

La tendencia humana es pensar que la situación por la cual estoy pasando es la peor, que ninguna otra situación se compara. No obstante, cuando va-mos a la Palabra de Dios permanen-temente encontramos dos cosas: Una que la vida no es color de rosa y dos, que Dios es escudo y esperanza de los que se comprometen con Él. De todos aquellos que viven una vida de íntima relación con Él.

Por favor, compártanos su opinión acerca de esta edición de El Heraldo de Santidad. Escri-ba a: [email protected]

Germán Picavea

E d i t o r i a l

Hola! ¿Qué tal? ¿Abrumado por el tiempo en qué vivimos? ¿Siente que las cosas no mejoran? ¿Se ha senti-

do desanimado y en algunos momen-tos con deseos de que todo termine? ¿Ha perdido el rumbo? ¿Siente que vive casi por inercia y sin esperanza?

Definitivamente vivimos tiempos difíciles, complejos… llenos de situa-ciones que exigen más y más de noso-tros. El dinero no alcanza, el desempleo avanza a pasos agigantados, la corrup-ción se vuelve normal en todos los ám-bitos, la violencia parece cada vez más común en nuestras ciudades, pueblos y hasta en las familias, los divorcios cre-cen, la decadencia moral se hace cada día más evidente y las enfermedades parecen haberse multiplicado. Situa-ciones que muchas veces nos llevan al límite y ponen en evidencia quienes so-mos y en quién creemos a pesar de las circunstancias.

El salmo 91, viene perfecto para este tiempo en el que, casi todo el mun-do, está hablando de crisis y hasta los cristianos parecen desorientados. Se trata de uno de los salmos más conoci-dos de los 150 que registra la Biblia. Es una oración de confianza hecha por una persona ya madura. La propuesta funda-mental que el salmo desea transmitir es que la persona que vive en relación de obediencia a Dios, enfrentará la vida con firmeza, valor y esperanza.

El salmista, al principio (vv.1-2) y al final (vv.15-16) del salmo usa palabras y expresiones que nos dejan ver los dos lados en el caminar con Dios. La intimi-dad y confianza de una persona que vive en relación con Dios, y la protección y descanso que recibe como resultado de esa vida de relación. Ya sé, usted está pensando que el salmista dice eso por-que está en un tiempo de descanso, en algunas vacaciones. Bueno, déjeme de-cirle que se trata de todo lo contrario.

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de la tierra. Sí, aún así el evangelio ha sido predicado en toda la tierra con sólo unos pocos grupos de cientos de personas yendo fuera de los templos.

¿Qué hay sobre el casi total co-lapso del sistema fi nanciero mundial? Estamos viviendo días difíciles. Puede ser que en el mundo los más grandes

Podemos tomar el periódico y leer las noticias. Luego, podemos to-mar la Biblia y leer acerca de los

últimos tiempos y en ambos leeremos sobre lo mismo. Mateo 24 describe los últimos tiempos y las señales de la ve-nida de Cristo. Dice que habrá muchos líderes religiosos guiando equivocada-mente a las personas. Habrá guerras y rumores de guerras. Habrá hambrunas y terremotos en muchos lugares. Los cristianos serán perseguidos y muer-tos. Mucha gente será guiada al pecado. Numerosos falsos profetas emergerán. Las ilegalidades aumentarán y muchos se enfriarán. Aún así el evangelio será predicado en el mundo entero.

Esto suena como el día en que vi-vimos. Recientemente hemos tenido cientos de terremotos alrededor del mundo. Las guerras de naciones contra naciones están a la orden del día. Tam-bién en nuestra iglesia sabemos de 47 mártires en los últimos cinco años. Por supuesto, hay muchos falsos profetas alrededor del mundo con muchas re-ligiones intentando engañar a la gente

Louie E. Bustle. De reconocida experiencia en el área de administración y crecimiento de la iglesia. Actualmente es Director de Misión Mun-dial en la Iglesia del Nazareno. Vive en los Estados

Unidos junto a su esposa Ellen.

Louie E. Bustle.en el área de administración y crecimiento de la iglesia. Actualmente es Director de Misión Mun-dial en la Iglesia del Nazareno. Vive en los Estados

Unidos junto a su esposa Ellen.

"¿Cómo, pues, invocarán

a aquel en el cual

no han creído? ¿Y cómo creerán

en aquel de quien no han oído?

¿Y cómo oírán sin haber

quien les predique?

Romanos 10:14.

problemas sean los éticos y morales. ¿Está el mundo en problemas? ¡Defi ni-tivamente! ¿Cuál es la esperanza?

¡Cristo es la única esperanza! Él nos ha dado la respuesta. Podemos ser redimidos y cambiados. Este mun-do no es nuestro hogar, pero si nos preparamos para el cielo nosotros

tendremos nuestro hogar con Cristo para siempre.

¿Cuál es nuestro problema ahora? Todavía hay gente perdida y la gente perdida le interesa a Dios. A la iglesia le ha sido dada la responsabilidad de llevar el evangelio al mundo entero. Nuestra misión es la misión de Dios. Es su plan movilizar a la iglesia. Mateo 28 es la Gran Comisión no la gran sugerencia. Dios no quiere que algunos perezcan. Él envió a Jesús al mundo para morir por cada uno de nosotros. Cada uno de nosotros está incluido, pero cada uno de nosotros debe arrepentirse y convertirse en una nueva creación. Ese es el poder de Dios para todo aquel que viene a Él. ¿Cómo oirán? Nosotros debemos llevarles la Palabra de Dios.

Esta es la esperanza del mundo. Dios está con nosotros hasta el fi n. Cambiemos al mundo con la esperan-za de Cristo.

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usto el otro día cuando me condu-cía en un transporte público, escu-ché a una persona que, hablando

por teléfono, decía: “Apenas tengo 40 dólares para la renta de este mes” y continuó como si ella estuviera na-rrando su caso, “he solicitado empleo en docenas de lugares y espero tener pronto dinero en mi bolsillo otra vez”. El miedo, la depresión, la esperanza, la duda… se mezclaban en un intento por describir el sentido de lo que es estar en la crisis económica actual.

En una situación de crisis parece obvio que encontrar a quién culpar del infortunio es un paso importante

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Eugénio Duarte. Nació en Cabo Verde, aceptó al Señor a los 12 años y poco tiempo después re-cibió el llamado a predicar. Sirvió como maestro, director de seminario, pastor, superintendente de distrito, coordinador de estrategia y director

regional en Africa. Desde junio de 2009 es uno de los seis Superintendentes Generales en la Iglesia del Nazareno. Vive en Kansas City, Estados Unidos junto a su esposa, María Teresa. Tienen tres hijos, Sergio, Francisco y Ricardo, y dos nietos, Gabriel y Ben Amar.

Eugénio Duarte.Eugénio Duarte.al Señor a los 12 años y poco tiempo después re-al Señor a los 12 años y poco tiempo después re-cibió el llamado a predicar. Sirvió como maestro, cibió el llamado a predicar. Sirvió como maestro, director de seminario, pastor, superintendente director de seminario, pastor, superintendente de distrito, coordinador de estrategia y director de distrito, coordinador de estrategia y director

regional en Africa. Desde junio de 2009 es uno de los seis regional en Africa. Desde junio de 2009 es uno de los seis

para aumentar la resistencia. Sin em-bargo, cuando llega a ser obvio que nadie en particular puede ser culpado por las muchas causas (grandes y pe-queñas) que se acumularon hasta el punto de una explosión que nada era capaz de contener, sería sabio dar un vistazo a cosas como nuestra actitud respecto a la situación y su origen. Esto incluye cualquier persona o per-sonas involucradas o afectadas en el asunto que pudieran ser asesores u agentes capaces de dar posibles solu-ciones y contribuir sin rendirse ante la crisis. ¿Cuánto de la actual crisis puede venir de la ambición inmoral del corazón?

En Romanos 13:8, el apóstol ofre-ce un estupendo consejo a todos los creyentes en tiempos de crisis, “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley”. La apre-ciación de “la continua deuda de amarnos unos a otros” puede cambiar nuestra actitud hacia las penalidades y traer una correcta ambición bajo el marco de la mentalidad de Cristo.

Amor, mayordomía y buena am-bición pueden trabajar juntos en un esfuerzo por encontrar soluciones a la crisis. Una de las historias más im-presionantes de buena mayordomía que alguna vez he escuchado vino de una iglesia que sirve en una comuni-dad agrícola pobre. La granjera más anciana no pudo vender algunas de las cosechas para pagar el usual doble diezmo. Ella decidió traer los frutos de la tierra al pastor quien dudó mu-cho en tomarlos ya que sabía que la cosecha había sido menos del 50% de lo pronosticado para el año. Cuando escuchó a la granjera decir: “No pue-do quedarme con todo esto porque le pertenece a Dios, quien me ha dado sufi ciente provisión a mí y a mi familia para no pasar hambre, aunque la débil cosecha nos dejó con una signifi cati-va pérdida y deuda para este año”. El pastor elevó una rápida oración de perdón y con gratitud aceptó el doble diezmo de la quebrada economía de la granjera. La gratitud es contagiosa

y cambia la manera en que respon-demos a la crisis porque alimenta la “continua deuda de amor” de la que Pablo nos habló.

Es justo y benefi cioso preguntar quién es el responsable de la crisis por la que uno es afectado, sea ésta espiritual, emocional, eclesiástica, po-lítica, económica o de cualquier otra naturaleza. Sin embargo, al mismo tiempo, un cristiano debería pre-guntar, “¿estoy agradecido con Dios por quien es y por todo lo que ha hecho y está haciendo por mí?” Un corazón bendecido y agradecido está dispuesto y listo a ser de bendición para otros no porque se lo deman-den o lo merezcan, sino porque esa es la manera que Dios decidió que la bendición fl uya. Ya que sabemos que el amor es lo que lo hace posi-ble, antes de pedir una solución a la crisis, deberíamos pedir diariamente una nueva y fresca porción de amor así como sabiduría para administrarla de la manera en que Jesús lo haría. Si pudiéramos estar lo sufi cientemente ocupados haciendo lo correcto, ten-dríamos menos espacio en nuestras mentes y corazones para los pen-samientos negativos que vienen con la crisis y en vez de eso tendríamos más vitalidad para la creatividad y acciones generosas que conducen a soluciones duraderas ante la crisis y adecuada cura para las afl icciones que ésta causa.

La solución y la cura se hacen más fáciles cuando no nos mantenemos tan enfocados en una crisis y atende-mos otras que demandan y merecen no menos atención. Confi emos que el Espíritu Santo fortalezca en nosotros el amor que lo hace posible y man-tengámonos abiertos a aprender las lecciones que Dios nos enseñará por medio de una crisis.

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El contexto en que vivimos tiene varias características que son co-munes a quienes habitamos el pla-

neta tierra. Ya no podemos vivir como islas ajenas a las influencias externas. Los medios de comunicación masivos nos conectan con el mundo y han he-cho desaparecer los límites geográficos.

Por su lado la informática supera nuestra capacidad de asombro. Hace dos décadas el británico Tim Berners-Lee inventó la World Wide Web (cono-cida como Web), a partir de entonces, el mundo no volvió a ser igual. Trans-formó de tal manera la sociedad que muchos no dudan en compararla con

la Revolución Industrial del siglo XIX1. Se ha convertido en una de las armas más poderosas que ha revolucionado todas las áreas del quehacer humano: La educación, la salud, el comercio, la política, entre otras.

En contraste con todos estos avan-ces, está el relativismo ético. Vemos con tristeza la pérdida acelerada de los valores morales, hemos ingresado a una moralidad libertina y perversa. La Asamblea Legislativa de México DF. probó el 21 de diciembre de 2009 el matrimonio entre personas del mis-mo sexo2 y Argentina está muy cerca de hacerlo.

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Mientras esto ocurre, la familia se desintegra. Las estadísticas sobre los divorcios son alarmantes. El diario El Mercurio de Chile, informó que: “Se-gún cifras ofi ciales del año 2008, uno de cada tres matrimonios terminó en divorcio; esto es preocupante y refl eja una crisis en la familia”3.

Por otro lado, la violencia ha inva-dido todas las áreas de la vida huma-na. Vivimos con la sensación de que el mundo es un barril de pólvora que puede explotar en cualquier momen-to. La desesperación y la imprudencia son cosa común, y el suicidio de niños y adolescentes va en aumento.

Paradójicamente la gente está bus-cando en quien creer o algo en que creer. Han aparecido nuevas religiones y sectas de las más extrañas por la nece-sidad de solucionar algún problema de orden espiritual o emocional. Refi rién-dose a la proliferación de religiones, el intelectual peruano Fernando Fuenzali-da manifi esta: “La gente está buscando un refugio en alguna clase de creencia. Se le ve saltando de una religión a la otra, de una secta a la otra… todo esto se da, en el marco de una sociedad de mercado. La gente empieza a consumir y desechar verdades y religiones con la misma velocidad con la que compra los productos en el supermercado”4.

En lo económico, ya no podemos hablar de una economía local, ahora se habla de una economía regional o mun-dial. La crisis económica del año 2008 que empezó en los Estados Unidos, muy rápidamente se extendió a otros países europeos y a todo el mundo, produciendo en algunos casos estragos devastadores.

Esta realidad es abrumadora, inex-plicable para unos e incompresible para otros, no difi ere mucho de un país a otro en América Latina. Como siem-pre tiene sus peores efectos en los más vulnerables: Los niños, los ancianos y los que menos tienen.

Este es el escenario para que la iglesia de Dios trabaje en la construc-ción de su Reino. Cuan oportunas son las palabras que Jesús dirigió a sus oyen-tes en el Sermón del Monte: “Vosotros

sois la sal de la tierra… vosotros sois la luz del mundo” (Mateo 5:13-14). Sin duda están dirigidas a la iglesia de to-dos los tiempos, también a la iglesia del siglo XXI.

Este pasaje nos habla de la natura-leza, el carácter y las obras de la iglesia en relación con el mundo. La iglesia ha sido llamada a ser la sal de la tierra y la luz del mundo.

El versículo 16 cierra de una ma-nera magistral este corto pasaje: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras bue-nas obras, y glorifi quen a vuestro Padre que está en los cielos”. Si la iglesia en realidad es la sal de la tierra y si cumple a cabalidad su rol como luz del mun-do, entonces, y sólo entonces, la gente “verá nuestras buenas obras y glorifi -carán al Padre que está en los cielos”.

Las buenas obras de la iglesia no tienen el propósito de atraer la aten-ción sobre ella, sino sobre Dios. El pro-pósito es que “glorifi quen al Padre que está en los cielos”. El propósito de la misión de Cristo fue glorifi car al Padre, el propósito de la misión de la iglesia no puede ser diferente.

Debemos asumir esta hora como única en la historia de la iglesia en el mundo.

Como iglesia tenemos todo el potencial para transformar nuestra so-ciedad, y esto ocurrirá –naturalmente- cuando la iglesia asuma su papel de “ser la sal de la tierra y la luz del mundo”. El camino de los imposibles empieza con el ser, necesitamos mostrar al mundo las marcas visibles del poder transfor-mador del evangelio.

1 BBC Mundo.com, publicada el 8 de marzo de 2010.2 Agencia de Noticias AP, 21 de diciembre de 2009. 3 Articulo publicado en el Diario El Mercurio de Chile, 28

de enero de 2009.4 Entrevista publicada en el Diario “El Comercio”, Lima,

Perú, 5 de junio de 1999.

Luis Meza García. Obtuvo su doctorado en ministerio en el Seminario Teológico Nazareno en Kansas City, EUA. Es misionero de la Iglesia del Nazareno y a servido en Ministerios Nazare-

nos de Compasión, en la educación y la administración ecle-siástica. Desde 1999 es el Asistente del Director de Área en Colombia. Es peruano y reside en Colombia, junto a su esposa Clarita con quien tuvo una hija, Denisse, y dos hijos, Luis Jr. y Daniel. E-mail: [email protected]

Luis Meza García. ministerio en el Seminario Teológico Nazareno en Kansas City, EUA. Es misionero de la Iglesia del Nazareno y a servido en Ministerios Nazare-

nos de Compasión, en la educación y la administración ecle-siástica. Desde 1999 es el Asistente del Director de Área

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Hambre, guerras, catástrofes, persecución, injusticia… se han convertido en parte de

la vida diaria de este mundo con-temporáneo. Es mas, quizá debido a los constantes reportajes en los medios de comunicación de tales eventos, la mayoría de personas pa-recen estar indolentes ante las cri-sis que nos rodean.

Me encuentro en este momento en el Medio Oriente, en un barrio de refugiados que fueron desplazados de su país casi 40 años atrás. Las perso-nas parecen estar ya acostumbradas a la situación: Uno puede ver en sus rostros la presión del tiempo y de las guerras continuas, y, lo que es más, la carga de la oscuridad espiritual que los acosa. Parece ser como si estu-vieran resignados a una vida de cri-sis continua y sin esperanza. ¿Y los cristianos?, ¿qué hacen los cristianos

“Me ha mostrado el Señor

lo que es bueno y lo que pide

El de mí: Hacer justicia,

ser misericordioso, y caminar

humildemente delante de El”

Miqueas 6:8 (paráfrasis del autor).

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Gustavo Crocker. Oriundo de Guatemala, es Arquitecto, con Maestría en Planifi cación Co-munitaria y Doctorado en Liderazgo Organiza-cional. Sirvió como Coordinador de Ministerios Nazarenos (MNC) de Compasión en Sudamérica

y como Director International de MNC. Fue Gerente Ad-ministrativo de Compassion International y Vice-Presidente Senior de World Relief. Actualmente es el director regional en la región Eurasia. Vive en Suiza junto a su esposa Doris Rachel, con quien tuvo dos hijas, Raquel y Elizabeth. E-mail: [email protected]

Gustavo Crocker.Arquitecto, con Maestría en Planifi cación Co-munitaria y Doctorado en Liderazgo Organiza-cional. Sirvió como Coordinador de Ministerios Nazarenos (MNC) de Compasión en Sudamérica

y como Director International de MNC. Fue Gerente Ad-

cuando son testigos de tal estado de indolencia, desesperanza y dolor?

Miqueas enfrentó esa pregunta. ¿Y qué es lo que Dios demanda de mí? Mientras que muchos líderes ac-tuales pasan la mayoría de su tiem-po en simposios y conferencias que analizan e interpretan la condición humana de sufrimiento, crisis y mise-ria pero sin mayor resultado, la Biblia nos llama a la acción como un acto de obediencia, testimonio y holocausto personal. Mientras que el proceso de sensibilización ante las crisis de nues-tro prójimo comienza con la oración e intercesión por aquellos que sufren, Dios también requiere de nosotros que activemos nuestra fe. He aquí el sacrifi cio que Dios demanda:

Hacer justicia

Dios nos pide que seamos em-bajadores de esperanza a nombre de aquellos que no tienen voz: La iglesia perseguida, los huérfanos, las mujeres abusadas y abandonadas, las viudas y los pueblos oprimidos. Muchos de nosotros somos privilegiados con li-bertad, recursos, voz y lo más impor-tante: La libertadora verdad de Jesu-cristo. Otros son intencionalmente vedados de esos privilegios y es nues-tro mandato el interceder, abogar y movilizar a la iglesia y los gobiernos a nombre de aquellos que carecen de la fuente de esperanza que nosotros gozamos. Cuando Cristo vio a las multitudes, sintió compasión porque estaban oprimidas y sin esperanza, como ovejas sin pastor. Entonces dijo: La mies es mucha y los obreros pocos… (Mateo 9:35-37).

Hacer actos de misericordia

Sin embargo, para poder hablar a nombre de aquellos que enfrentan cri-sis, el cristiano debe poner en practica el amor y la misericordia. Es fácil ha-blar y abogar a nombre de otros. Pero nuestras palabras de intercesión y abo-gacía tienen absoluta autoridad moral cuando, como cristianos demostramos

nuestra compasión con acciones con-cretas que expresan el amor y el cui-dado de Dios. Cuando Nehemías tuvo la carga en su corazón por los muros destruidos de Jerusalén, su interven-ción no se limitó a interceder por su pueblo. Nehemías fue y trabajó con el pueblo de Dios en la reconstrucción de los muros. El “hacer misericordia” nos conecta con los necesitados, nos identifi ca con aquellos en crisis, y nos enseña las causas reales de los proble-mas. Actos constantes de misericordia nos mueven a ser abogados, interceso-res y voz para los que no tienen voz.

Caminar humildemente delante de Dios

La búsqueda de la justicia y los actos de misericordia pueden ser únicamente ejercicios vacíos, y aún expresiones veladas de vanagloria personal, si éstas no son enmarca-das en la persona de Jesucristo. Un caminar humilde y continuo delante de Dios es el requisito indispensable para nuestra respuesta a aquellos que están en crisis. De esta manera, nada de lo que hagamos será hecho para nuestro honor sino para la honra de aquel que tuvo misericordia de noso-tros en tiempo de angustia.

Si usted desea hacer algo práctico, comience por orar por los pueblos hambrientos alrededor nuestro y en otros continentes. Ore por la iglesia perseguida alrededor del mundo. In-terceda a nombre de los huérfanos, las viudas, las esposas abusadas, los obreros explotados y todos aquellos que sufren. Y luego, haga algo. Por pe-queño que sea, esto será bendecido en las manos de Jesucristo.

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Pregunta: ¿Por qué se me hace tan difícil perdonar?

Respuesta: Este es precisamente el dilema que Liliana está enfrentando en estos momentos (el nombre es fi cticio para proteger su identidad). Liliana ha compartido su dilema con mi esposa y conmigo como sus pastores. La situación se torna aún más difícil cuando uno se entera de que la persona a la que se le hace difícil perdonar es a su esposo.

No entraremos en detalles en cuanto a la situación de confl icto de esta pareja, ya que no viene al caso. Son muchos los que, al igual que Liliana, aunque quizá por situaciones distintas, a menudo se enfrentan con el mismo dilema. Son personas que han testifi -cado de la gracia de Dios que salva y santifi ca, pero lo curioso es que se les sigue haciendo difícil perdonar al que los ofende o los trata mal.

Y es que las relaciones interper-sonales, sean con nuestros cónyuges, con nuestros hermanos en la fe, con nuestros familiares, con nuestros com-pañeros de trabajo o de escuela, con nuestros vecinos o con los compañeros de deportes, no dejan de sorprender-nos continuamente con pequeños y grandes retos al amor perdonador.

La primera carta de Juan, en su gran capítulo de “Dios es amor”, en los versículos 7 al 12, nos ofrece varios principios que nos pueden ayudar a to-dos en un dilema así. Veamos.

Primero, que es un requisito amar-nos unos a otros (vv.7,8 y 11). No hay opción. Es un mandato.

Segundo, que Dios es nuestro modelo de amor en los siguientes sentidos: (A) el que ama, toma la ini-ciativa de expresar el amor, aunque la

persona a quien se le exprese no lo merezca, puesto que así lo hizo Dios con nosotros en Cristo Jesús (vv.9 y 11); (B) que amar implicará sacrifi cio de parte del que ama, y a veces a un alto costo, como el que Dios mostró en Cristo Jesús “en propiciación por nuestros pecados”: ¡No olvidemos que nosotros hemos sido perdonados primero! (v.10); y (C) que cuando ama-mos siguiendo estos principios, “Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros” (v.12).

Este último punto, aunque es la es-encia de este pasaje, a menudo se pasa por alto. Aquí hay una doble promesa: Amarnos unos a otros al punto de poder perdonarnos nos garantiza la presencia permanente de Dios en no-sotros. Pero aún más, amar así permite que el amor de Dios, no el nuestro sino el de Dios, se perfeccione en nosotros. ¿Podemos ver la bendición enorme que nos aguarda cada vez que perdonemos con amor cristiano?

No esperamos que a Liliana le sea menos difícil perdonar por seguir los principios que rigen el amor cris-tiano. Pero, según 1 Juan 4, cuando ella ame así, y perdone así, su relación con Dios y con su esposo dará un salto cualitativo.

Lo mismo sucederá con nosotros cada vez que amemos y perdonemos.

Si tiene preguntas acerca de la santidad, por favor escriba a la siguiente dirección: [email protected]

Juan Vázquez Pla. Portorriqueño de nacimien-to. Es Master en Religión de la Universidad Naza-rena del Sur en Estados Unidos; Director, Minis-terios Sinergia: “Somos colaboradores de Dios”

en Estados Unidos. Vive en Oklahoma City con su esposa Noemí. Tienen tres hijos mayores: Juan Marcos, Jorge Enoc y Oseas Gedeón.

Juan Vázquez Pla. to. Es Master en Religión de la Universidad Naza-rena del Sur en Estados Unidos; Director, Minis-terios Sinergia: “Somos colaboradores de Dios”

en Estados Unidos. Vive en Oklahoma City con su esposa Noemí. Tienen tres hijos mayores: Juan Marcos, Jorge Enoc

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El terremoto en Haití

El día 12 de enero de 2010, Haití, con una población de nueve millo-nes de habitantes y considerado el

país más pobre del hemisferio occidental, sufrió un terremoto devastador y fatal.

De acuerdo con el Servicio Geo-lógico de Estados Unidos (US Geo-logical Survey) el terremoto registró una magnitud de 7.0, el terremoto más fuerte que haya sacudido en Haití en más de un siglo. Con el epicentro a

Informe anual 2009 de la Junta de Superintendentes Generalesa la 87ma Junta General de la Iglesia del Nazareno

Febrero de 2010

unos 15 kilómetros al suroccidente de la ciudad de Puerto Príncipe, el terre-moto impactó a la nación poco antes de las 5 p. m. (hora de Haití). Algunas personas indicaron que sintieron el te-rremoto en el oriente de Cuba, a una distancia de más de 322 kilómetros del epicentro.

El mismo día del terremoto, el Su-perintendente General J. K. Warrick había llegado a Haití para presidir las asambleas distritales, que representan a 555 iglesias y casi 120 mil nazarenos haitianos.

Tan pronto como el Dr. Warrick pudo comunicarse con la iglesia fuera de Haití, emitió un llamado para que la Iglesia del Nazareno se pusiera a orar, y se uniera en una respuesta inmediata y generosa para responder a las nece-sidades de los nazarenos en Haití.

Misión nazarena

La respuesta de la iglesia ante el desastre en Haití pone de relieve lo que significa ser una iglesia conexional.

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Ser “nazareno” implica tener un sentir de creencias, misión, valores y respon-sabilidades compartidas.

En el contexto de un tiempo di-fícil en cuanto a la economía global, la compasión colectiva de la iglesia una vez más responde fielmente en pro del pueblo haitiano, tal como se evidenció después del tsunami del año 2004 en Indonesia, y después del hura-cán Katrina en la costa del golfo de los Estados Unidos en el año 2005.

Nosotros decimos que somos una iglesia cristiana, una iglesia de santidad y una iglesia misional, haciendo discí-pulos semejantes a Cristo en las nacio-nes. Pero, ¿cuáles son las creencias que usted y yo tenemos en común con los nazarenos haitianos? ¿Qué es lo que provee un vínculo común que traspasa las culturas y los idiomas? ¿Qué es lo que nos motiva a la oración? ¿Qué es lo que motiva una respuesta tan am-plia de parte de la iglesia?

La respuesta yace en el hecho de que somos personas cuyos corazo-nes han sido transformados por fe, por medio del regalo que es la gra-cia de Dios y la sangre de Jesucristo. “Os daré un corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros” (Ezequiel 36:26).

Juan Wesley escribió acerca de “una mente transformada de lo pecaminoso a lo santo, de lo carnal a lo espiritual. Ahora nos fue dado un corazón santi-ficado y una nueva estructura santa, los cuales poseemos porque nos fue dado y no por nuestras propias fuerzas”. Es de esta manera que podemos vivir una vida de mayor profundidad.

¿Cómo conocerán las demás per-sonas el perdón de Dios, para poder volver a empezar con un corazón lim-pio y un espíritu nuevo?

Durante 101 años, la Iglesia del Nazareno ha proclamado la verdad bíblica que la naturaleza pecaminosa puede ser desechada, y que podemos ser transformados a la semejanza de Cristo por medio del poder del Espí-ritu Santo. Como dijo Jesús, “…para Dios todo es posible” (Mateo 19:26).

Esta es la esencia de nuestra misión: Viviendo la vida santa aquí y ahora. Dentro del contexto de una misión transformadora yace este mensaje glorioso de transformación.

¿Cuáles son los resultados de un corazón transformado? Vidas cambia-das. Relaciones interpersonales cam-biadas. Una pasión por compartir el evangelio de Cristo Jesús. Compasión por los necesitados. Una relación co-rrecta para con Dios. Es así que Él nos llama a su misión como pastores, laicos, misioneros y educadores. Él nos llama por medio de un corazón transforma-do por la llenura del Espíritu Santo en su poder santificador. “Mas ahora, que habéis sido libertados del pecado y he-chos siervos de Dios, tenéis por vues-tro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna” (Romanos 6:22).

Por esta razón, nuestra misión transformadora necesita ser la priori-dad número uno en nuestras vidas. Es el resultado de haber sido transfor-mados por la presencia santificadora del Espíritu Santo, haciéndonos capa-ces de amar a Dios con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerzas, y ha-ciéndonos capaces de amar a nuestro prójimo (quienquiera que sea y don-dequiera que se encuentre) como a nosotros mismos.

No habrá discípulos semejantes a Cristo sin que haya “un corazón nue-vo y un espíritu nuevo”. Aunque la Bi-blia claramente nos comunica que to-dos hemos de crecer en gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Sal-vador Jesucristo, el punto de partida para este peregrinaje es el momento en que recibimos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. El aceptar por fe este regalo de la gracia de Dios y el seguirle a Cristo puede ser una deci-sión costosa. Con profunda tristeza les informo que en los últimos cinco años han habido 47 mártires nazarenos. En una sola nación fueron destruidas 30 iglesias por incendio y fueron asesina-dos dos pastores y nueve laicos.

Sin embargo, en medio de esta devastación, se han plantado 54 igle-sias nuevas en esa misma nación. Es

como si de entre la muerte naciera la vida. No siempre sabemos cómo obra el Señor, simplemente sabemos que Él está obrando. Aun en medio de las circunstancias graves que enfrentan nuestros hermanos y hermanas cris-tianas en Haití, Dios está obrando.

Esta misión de hacer discípulos semejantes a Cristo en las naciones, necesita ser comprendida dentro del contexto de nuestro propósito como Iglesia del Nazareno, puesto que hay muchas denominaciones que compar-ten una misión semejante. Nuestro testimonio hace énfasis en lo siguiente:

• Dar a conocer a todos los pueblos la gracia transformadora de Dios, hecha disponible a cada persona, por gracia mediante la fe.

• La proclamación de la doctrina y la experiencia de la entera santifica-ción a todo creyente, animándolos y nutriéndolos dentro de la comu-nidad cristiana, hacia una entrega de su voluntad a la voluntad y pro-pósitos de Dios. Sin este mensaje no tenemos una misión, sin esta misión no tenemos un mensaje.

• La incorporación de los creyentes al compañerismo y membresía de la vida congregacional.

• El equipar para el ministerio a to-dos los que responden en fe.

• El enviar discípulos semejantes a Cristo quienes hacen discípulos en pro de la misión.

• Como meta primordial de la “co-munidad de fe”, presentar a todos, ya sea que estén en Haití u Ho-landa, Corea del Sur o Sri Lanka, Sudáfrica, el Congo o en Califor-nia, completos en Cristo en el día postrero (Colosenses 1:28).

Los frutos de la misión

Dios continúa proveyendo cam-pos de cosecha para la Iglesia del Nazareno. Al concluirse el año, en el presente informe, la membresía de la iglesia se aproximaba a los dos

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millones. ¡Gloria a Dios! ¡Qué res-ponsabilidad más grande tenemos, la de discipular a esta gran multitud de personas!

Son notables las siguientes cifras del año 2009:

• Se añadieron 165,661 nuevos na-zarenos, o sea 450 nuevos nazare-nos cada día.

• Se organizaron 1,178 nuevas igle-sias, o sea 23 nuevas iglesias cada semana.

• Se informaron 24,485 congre-gaciones nazarenas globalmente, siendo 17,277 de ellas iglesias or-ganizadas.

• Nuestra membresía total suma 1 millón 900 mil, un aumento de casi un 6% sobre el año 2008.

• Una tercera parte de todo el cre-cimiento nazareno este año pasa-do se puede atribuir al estableci-miento de nuevas iglesias.

La siguiente gráfica del creci-miento de membresía distrital refleja

los aumentos acumulativos entre los años 2004 al 2008.

Este análisis de cuatro años, de parte del Centro de Investigación Nazarena, indica que los aumentos de membresía en la Iglesia del Nazareno fueron resultado de los aumentos de membresía provenientes de 315 de los 398 distritos existentes entre los años 2004 a 2008.

A medida que entramos a una era de ”misión global,” es importan-te celebrar los estados, las naciones y las provincias que están creciendo,

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mientras que, a la vez, reconocemos los aportes a la evangelización mun-dial que hacen todas las áreas.

Los miembros de nuestra Junta acabamos de regresar de nuestras gi-ras jurisdiccionales dentro de las re-giones a las cuales fuimos asignados. Todos tenemos recuerdos increíbles de ver a Dios obrar y de personas que están haciendo discípulos seme-jantes a Cristo, a veces bajo intensa persecución y oposición. La iglesia está creciendo y, en algunos lugares está creciendo exponencialmente.

Uno de los secretos mejores guar-dados, tiene que ver con lo que está sucediendo en Cuba, en la región Cari-be. Esa nación-isla, ignorada por tanto tiempo por gran parte del mundo occidental, es trasfondo para el mara-villoso relato de nazarenos dedicados a trabajar para cumplir la misión con celo, gozo y efectividad.

Aunque hemos sido cautelosos en hablar públicamente acerca del mi-nisterio en Cuba, en días recientes los líderes de esa nación han animado a la Iglesia del Nazareno a que recuente ampliamente su historia. ¡Y es un re-lato maravilloso!

El avance de la Iglesia del Naza-reno en Cuba nos ha emocionado. En 1985 se informaron casi 500 nazare-nos y 17 iglesias. Hoy, Cuba cuenta con 71 congregaciones, bajo el liderazgo de pastores quienes han sido educados en su propio seminario. Se informan de, aproximadamente 6,600 nazarenos y 263 puntos de predicación. Se han iniciado 23 iglesias desde el año 2006.

Esta es la iglesia de Jesucristo, ha-ciendo discípulos semejantes a Cristo en las naciones, cambiando vidas, y mi-nistrando al pueblo cubano por medio de escuelas, un seminario, y un equipo de pastores y laicos comprometidos.

Implementando las acciones de la Junta General

En el año 2009, la Junta de Super-intendentes Generales sometió varias recomendaciones a la Junta General.

Todas esas recomendaciones fueron aprobadas. Por este medio proveemos un informe actualizado del estatus de implementación de estos cambios:

1. Crear la entidad “misión global” (anteriormente “Misión Mundial” y EUA/Canadá), incorporando todas las áreas en una sola “mi-sión”. Louie Bustle es el primer director de misión global en la Iglesia del Nazareno. Estatus: Implementado.

2. Abrir la oficina regional EUA/Ca-nadá, localizada dentro del Centro Global de Ministerio, con Robert Broadbooks sirviendo como di-rector. Estatus: Implementado

3. Establecer un “Fondo Global de Evangelismo Mundial” con un porcentaje de 5.5 de los fondos recibidos por todos los concep-tos, menos la cantidad remitida para la obra misionera. Además los distritos de los EUA fijarían un porcentaje de 2.5 para la Educa-ción (EUA) y de 2.0 para Pensio-nes y Beneficios EUA. Estatus: Los cambios toman efecto con las asambleas distritales celebradas en el 2010.

4. Una nueva estructura de comités para la Junta General:

• Un Comité Global de Misión

• Un Comité Global de Mi-nisterios y Servicios

• Un Comité Global de Educa-ción y Desarrollo del Clero

• Un Comité Global de Adminis-tración y Finanzas

Estatus: Implementándose con esta Junta General.

En las sesiones plenarias ya ce-lebradas, se presentaron a esta Junta General los cambios a los Estatutos. Estas revisiones clarifican quién rinde informe ante quién y, en relación a los oficiales y directores, el método que se utilizará para la elección de éstos.

En el año 2009 nuestra Junta de Superintendentes Generales también recomendó la creación de un esfuer-zo coordinado para mejorar la comu-nicación de visión y misión para con la iglesia. La Iglesia del Nazareno tiene una historia inspiradora que contar, acerca de lo que Dios está obrando a través de nuestra denominación. Esta narrativa necesita comunicarse mejor, y a más personas, especialmente a los nuevos nazarenos.

Lo que la JSG está escuchando de nuestros pastores, laicos y líderes distritales se puede resumir de esta manera: Los nazarenos quieren sa-ber, no solamente que la iglesia está obrando en 155 áreas mundiales (aunque sí les importa la extensión de la iglesia), sino que también de-sean tener conocimiento de lo que la iglesia está haciendo en esas 155 áreas mundiales.

Actualmente se está desarrollan-do la planificación de este esfuerzo comprensivo de comunicación.

La Junta de Superintendentes Ge-nerales también está trabajando para proveer dirección más clara para la iglesia a través de sus ponencias mayo-res, tales como este Informe a la Junta General y el Discurso Cuadrienal.

Además:

• La JSG, produjo una guía que pro-vee el trasfondo y la base para los cambios de estructura y fórmula".

• En la página Web: www.nazarene.org se están abriendo líneas de co-municación con más información disponible.

• Por medio de la dirección elec-trónica [email protected], hemos solicitado y recibido retroalimen-tación sobre varios asuntos que enfrenta la iglesia.

La JSG estará lanzando su página en Facebook, ya que los usuarios de la Internet están usando este sitio para

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buscar información y desarrollar sus redes sociales. El próximo año, los Superintendentes Generales estarán expandiendo su alcance por medio de otros medios de comunicación.

Asamblea General 2009

Nuestra 27ma. Asamblea Gene-ral fue un evento histórico. ¿Estaba usted presente allí el 30 de junio de 2009, o estaba observando la cobertura por Internet cuando los delegados eligieron al primer super-intendente general no anglosajón, el Dr. Eugénio Duarte, de Cabo Verde? ¿Sabía usted que en el mismo día de la elección del Dr. Duarte, el presi-dente de Cabo Verde interrumpió la sesión del parlamento para anunciar que un hijo de Cabo Verde había sido electo superintendente general en la Iglesia del Nazareno? El parla-mento se puso de pie y con aplausos aprobó una resolución felicitando al Dr. Duarte.

El Señor está dirigiendo hacia ade-lante los pasos de la iglesia, asignando a líderes espirituales capacitados.

La Asamblea General adoptó 96 resoluciones y estableció cinco gru-pos de estudio. A recomendación de la Junta de Superintendentes Gene-rales se aprobó una Comisión sobre el Futuro Nazareno. Este esfuerzo está siendo presidido por David Mc-Clung, e incluye las recomendaciones del Comité sobre la Iglesia Interna-cional que solicitan el diseño de un nuevo Manual global. La Comisión sobre el Futuro Nazareno, enfocado primordialmente en la eclesiología, presentará anualmente a la Junta de Superintendentes Generales un infor-me actualizado de su trabajo, con un informe final en el año 2012.

Financiando la misión

Si bien el Fondo de Evangelismo Mundial (FEM) es la principal fuente de apoyo financiero, y sigue siéndolo para la misión global, es hora de ampliar

nuestra comprensión de cómo la Igle-sia del Nazareno financia su misión.

Bastaría con reconocer que la denominación tiene más dinero circu-lando en apoyo a la misión, de lo que aparecen en los informes del FEM.

En el Informe de la Junta Gene-ral 2005, el superintendente general Paul Cunningham declaró que “la mayordomía no tiene que ver con el dinero; tiene que ver con el disci-pulado”. El Dr. Cunningham dijo que ya existían otras maneras de finan-ciar la misión. Incluían la combina-ción del FEM y ofrendas misioneras especiales con donaciones mayores, asociaciones y subvenciones que tie-nen el propósito de motivar otras contribuciones. La Fundación de la Iglesia del Nazareno es parte de este esfuerzo.

Hay países tales como Corea del Sur, Brasil, Japón y Australia que están enviando misioneros por cuenta propia, pero no siempre aparece este apoyo económico en los informes oficiales.

Algunas regiones han perdido la mitad del valor de su FEM y de fon-dos de especiales aprobados, debido a una baja significativa en la tasa de cambio entre el dólar estadounidense y las monedas nacionales.

Las iniciativas de extensión realiza-das por diferentes países, están ayudan-do a que la iglesia cumpla con la Gran Comisión durante un tiempo de gran presión sobre los recursos económicos.

La recesión económica global ha sido una realidad dura para muchos. Aunque la situación económica ha sido difícil para muchas iglesias locales este año pasado, el FEM decayó ape-nas un 3.7%. Bajo tales circunstancias, la baja en ofrendas para el FEM podría haber sido mucho más grave.

Las ofrendas misioneras especia-les bajaron un 12%. Estas ofrendas son consideradas de mayor discre-ción que el FEM, sobre todo durante un tiempo de economía lenta.

Afortunadamente nuestros nazare-nos fieles permanecieron comprometi-dos en un nivel extraordinariamente alto.

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Esta generosidad y sacrificio nos inspira. A los nazarenos alrededor del mundo les decimos: “Por favor acepten nuestra más profunda gratitud por su inversión en la evangelización del mundo”.

En el Discurso Cuadrienal 2009, nuestra Junta de Superintendentes Generales informó a la Asamblea Ge-neral que el Centro Global de Minis-terio y las oficinas regionales estaban en el proceso de hacer ajustes difíci-les pero necesarios para mantener en equilibrio los ingresos y los gastos.

La Junta General también tendrá que tomar en cuenta la reducción del porcentaje en la fórmula usada para las asignaciones estándares del FEM para el período 2010-11. Esta reducción po-dría superarse a largo plazo, por medio de mejor comunicación, y ampliando la base de los que participan en apo-yo al FEM. Sin embargo, a corto plazo, esta reducción presentará un desafío, especialmente en la financiación de la empresa misionera de la iglesia en su nivel actual de operación.

Nuestra Junta está determina-da a manejar con sabiduría los re-cursos humanos y económicos, a la vez confiando que Dios suplirá lo que se necesite para cumplir su mi-sión. Con este fin, entre septiembre y noviembre de 2010, se lanzará un esfuerzo intensivo de mayordomía con la meta de dar la mayor ofrenda misionera en la historia de la Iglesia del Nazareno. Los detalles se darán a conocer a su tiempo.

Previendo el futuro nazareno

Aunque reconocemos que el fu-turo está en manos de Dios, debemos reconocer que en gran parte y den-tro de la voluntad permisiva de Dios, el futuro también está en nuestras manos. Dios obra a través nuestro, dando forma al futuro. La Iglesia del Nazareno se encuentra en una crí-tica coyuntura, que requerirá que el liderazgo de la iglesia ponga particular atención en las personas, en la identi-dad de la iglesia, en el crecimiento de

la membresía, en su estructura y en el flujo de caja de la Junta General. Todo lo que se haga deberá ser examina-do a través de los lentes de la misión transformadora de la iglesia.

El mantener una vigilancia cuida-dosa sobre una situación dinámica es otra razón de una jurisdicción única de la presidencia de la Junta de Superin-tendentes Generales sobre el Centro de Ministerio Global y la Nazarene Publishing House (NPH). El superin-tendente general J. K. Warrick, quien asumió este cargo el 1 de enero de 2010, estará regularmente en el Cen-tro de Ministerio Global para ayudar en la coordinación de estos esfuerzos y monitorear de cerca la situación fi-nanciera de la Junta General.

En la planificación para el futuro, hay seis asuntos que merecen nuestra atención:

1. Nuestro desarrollo hacia una iglesia “global”, nuestro deseo de llegar a ser una iglesia que hace discípulos, y una comunidad inter-nacional de fe en la tradición de santidad-wesleyana, es cada día una realidad más cercana. Para proveernos perspectiva, una ter-cera parte de los nazarenos vi-ven en los Estados Unidos. Dos terceras partes viven en África, Asia-Pacífico, Canadá, el Caribe, México, América Central y Pana-má, Eurasia y Sudamérica. ¿Qué implicaciones tiene esto para la denominación en cuanto a su teo-logía, su identidad, su liderazgo, el Manual, sus relaciones interperso-nales y sus finanzas? Para respon-der a esta pregunta, la JSG ha re-comendado una Comisión sobre el Futuro Nazareno. Es necesario que se lleve a cabo un diálogo in-tencional y continuo en cuanto al rumbo que está tomando la de-nominación y cómo llegaremos a nuestro destino. El formar el fu-turo implica tomar decisiones en cuanto a lo que mantendremos intacto, lo que vamos a añadir y lo

que necesitamos abandonar. Pero: No vamos a cambiar el mensaje. Somos una iglesia cristiana, una iglesia de santidad y una iglesia mi-sional. Tampoco abandonaremos la misión. Seguiremos “haciendo discípulos semejantes a Cristo en las naciones”.

2. El papel de los misioneros. La Iglesia del Nazareno nació en las llamas del fervor por el men-saje de santidad de corazón y por ganar al mundo para Cristo. Esto se expresó en el envío de misioneros. Se esperaba que los misioneros predicaran, enseña-ran y cuidaran de los físicamente necesitados a su alrededor. Los nazarenos son un pueblo de “la Gran Comisión”. Desde nuestros primeros días, la meta era plan-tar iglesias. Estas iglesias muchas veces reflejaban la consciencia y la experiencia del misionero “extranjero” quien había sido enviado por la denominación. Al transcurrir los años, llegó a ser más obvia la importancia de que las iglesias locales fuesen una ex-presión auténtica de un cuerpo autóctono. El papel del misione-ro fue transformándose del mi-sionero que era predicador pio-nero, al misionero que facilitaba la capacitación.

Ese nuevo papel del misione-ro consistía en ayudar con todos los aspectos de una iglesia en desarrollo, incluyendo la prepa-ración de pastores, el desarrollo de literatura y la integración de la teología de santidad arminiana-wesleyana en el ADN de estas nuevas iglesias autóctonas.

El envío de misioneros es res-ponsabilidad compartida por toda la iglesia. Literalmente, cada lugar es un campo misionero, cada na-ción es una nación que envía. En esta expresión global, la Iglesia del Nazareno está convirtiéndose en una iglesia multiplicadora, ya no es simplemente sumar. Nuestros

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misioneros son oriundos de 34 países, esta es la mejor expresión del desarrollo de la iglesia.

La meta siempre ha sido plan-tar iglesias locales saludables, que sean iglesias de santidad. A veces esto requiere de misioneros, y a veces se deberá encontrar una manera diferente de desarrollar la iglesia. Nos encontramos en una era de transición con nue-vos desafíos. La meta, sin embar-go, sigue siendo la misma, disemi-nar el evangelio de Jesucristo y el mensaje de la santidad bíblica a través de la iglesia, aportando al cumplimiento de la Gran Co-misión “por todos los medios”. Nunca han sido más abundan-tes las oportunidades. Nunca la tecnología ha estado más dispo-nible. Cada barrera para la difu-sión del evangelio ha caído o es permeable. La Palabra de Dios está ahora alcanzando culturas que se consideraban inalcanza-bles, haciendo posible que se lo-gre más ahora que nunca antes. Apenas 10% de la población del mundo testifica una fe evangélica. Los campos todavía están blan-cos para la cosecha. El FEM es lo que hace posible que la iglesia siga cumpliendo fielmente con nuestro compromiso histórico para con la obra misionera.

3. Globalizando el Fondo de Evangelismo Mundial, Suena algo redundante hablar acerca de un “FEM global”, pero puede que ésta sea una de las decisiones más importantes hechas por la Junta General 2009.

Con la ampliación de la res-ponsabilidad, la intención es de crear más sentido de pertenencia, participación y apoyo al FEM, ade-más de participar en las ofrendas generadas dentro de las regiones en apoyo a proyectos misioneros especiales. Esta transición llevará tiempo, pero es necesario empe-zar ahora.

Debemos enfatizar para to-dos que el porcentaje establecido del 5.5% no representa el máximo esperado. Algunos de nuestros distritos e iglesias locales tienen el hábito de enviar el 10% o más de sus entradas para el FEM. La Primera Iglesia del Nazareno de Moscú, en el Distrito Norte de Rusia, ha dado más del 10% du-rante los 14 años en los que ha informado sobre sus estadísticas de finanzas. La iglesia local Sublet-te, en el Distrito de Kansas en los Estados Unidos ha dado más del 10% durante 33 de los últimos 42 años. ¡Celebremos estas igle-sias y distritos y animemos a los demás a que se unan a ellos!

El dar para otros por medio del FEM es esencial para implementar un sistema sostenible de misión. El difunto superintendente general, John A. Knight, sabiamente observó que se trata de “sacrificio equitati-vo, no donaciones equitativas”. Esta es una pauta clave para el FEM.

4. Nuestro desarrollo hacia un enfoque externo. En el año 2009, la Junta General aprobó una recomendación de la JSG, de crear un nuevo marco, con una sola misión, enfocado en la tarea de desarrollar y equipar iglesias locales que tuviesen un enfoque externo. Dios tiene un enfoque externo. El ministerio de Jesús se caracterizaba por un enfoque ex-terno. Su propósito auto-descrito es claro: “Porque el Hijo del Hom-bre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10). Multitudes de personas, aun den-tro de la vida congregacional de la iglesia, necesitan una relación personal con Jesucristo. A menu-do no son alcanzadas porque no-sotros escogemos enfocarnos en nosotros mismos.

Pablo nos amonesta de nue-vo en Filipenses 2:4, “no miran-do cada uno por lo suyo pro-pio, sino cada cual también por lo de los otros”. Sin descuidar

las necesidades internas legítimas que existen en la vida de una iglesia local, animamos más y más a nues-tros pastores y laicos a que adop-ten un enfoque externo, haciendo un compromiso para con aquellos que se encuentran fuera de nues-tro ámbito de seguridad. Este es el futuro nazareno.

5. Ajustando las estructuras regionales. Para sostener el es-fuerzo misionero se require algo de estructura. Desde la década de los ochenta, la Iglesia del Na-zareno ha crecido y se ha desa-rrollado alrededor del mundo por medio de una estructura mi-sionera “regionalizada”.

Aunque la composición ac-tual de las regiones ha perma-necido consistente por muchos años, la Junta de Superintenden-tes Generales está recomen-dando que estas estructuras se cambien cuando sea necesario para adaptarse al crecimiento, al manejo de responsabilidad y los presupuestos. Específicamente, los Superintendentes Generales están recomendando:

La creación de una nueva región compuesta por México, América Central y el Caribe. Este cambio ha de iniciarse dán-dose como primer paso un pe-ríodo de estudio para identificar los elementos componentes de una nueva región. El segundo paso será el de oficialmente de-clarar la región organizada du-rante la Junta General 2011.

Transferir cuatro naciones norafricanas (por razones de seguridad no se nombran) de la Región Eurasia a la Región África. Por razones estratégicas, Egipto seguirá siendo parte de la región Eurasia.

Transferir el país Mongolia de la Región Eurasia a la Región Asia-Pacífico.

Estos últimos dos cambios toma-rán efecto tan pronto se puedan

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procesar los detalles dentro de las regiones afectadas.

La Junta percibe que estas reconfiguraciones regionales son esenciales a la misión de la Iglesia del Nazareno. La estrategia misio-nera global requiere un estudio cuidadoso de los medios y los mé-todos que utilizamos para invertir sabiamente nuestros recursos y nuestra organización en el cum-plimiento de nuestra misión.

Creemos apasionadamente en el sacerdocio de cada creyente, y en la responsabilidad evangelís-tica de cada nazareno; pero tam-bién creemos que debemos dar cuidadosa atención a la misiología más estratégicamente desarrolla-da, mientras seguimos “haciendo discípulos semejantes a Cristo en las naciones”.

6. Cambiando el liderazgo de Moisés a Josué. Estamos en el proceso de entregar la batuta y la responsabilidad por la Iglesia del Nazareno a una nueva gene-ración. Como ha notado el Dr. David McKenna: “Por la misma naturaleza del papel que repre-sentan, los líderes deben tener un plan de retiro”.

Es probable que muchos de los líderes espirituales que en-tren al escenario de liderazgo en la iglesia sean los primeros cris-tianos en sus hogares, y la mayo-ría serán nazarenos de primera generación. Menos y menos de nuestros líderes serán nazarenos con raíces históricas profundas en la iglesia y de familias nazare-nas multigeneracionales.

El lado práctico del hacer dis-cípulos semejantes a Cristo en las naciones requiere que cada uno de nosotros sea específico e in-tencional.

• ¿Qué está haciendo usted diaria-mente para modelar una vida de piedad y transparencia?

• ¿Cómo está usted formando a las personas dentro de su círculo de influencia?

• ¿Cuáles experiencias está prove-yendo usted para que otros se desarrollen como líderes cristia-nos?

¿Qué información deben tener los líderes espirituales al hacer la transición de Moisés a Josué? El Dr. Roger Haskins, tocando el tema del desarrollo de líderes, hizo hincapié en la necesidad de hacer las siguientes preguntas:

• ¿Quiénes son los líderes que es-tán emergiendo?

• ¿En qué punto de su jornada espi-ritual se encuentran estos?

• ¿Qué es lo que ellos necesitan de nosotros?

• ¿Cómo los prepararemos?

• ¿Cuándo sabremos que están lis-tos para servir como líderes?

• ¿Comprenden ellos el “porqué” de la misión?

Esta última pregunta puede ser la más importante. La Iglesia del Naza-reno no debe llegar a ser como Jo-sué, quien no aprendió las lecciones enseñadas por Moisés. Cuando murió Josué no había líder preparado que le sucediera. “En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jueces 21:25).

La Iglesia del Nazareno ha sido bendecida con un sólido lideraz-go durante sus primeros 100 años. Entrando ahora a nuestro segundo siglo, uno de los desafíos más impor-tantes que enfrentamos es el reto de desarrollar líderes espirituales.

En mis responsabilidades como presidente de nuestra Junta, he servi-do como superintendente en jurisdic-ción para el Centro Global de Minis-terio. Durante estos dos años hemos experimentado la crisis económica global más significativa desde la Gran Depresión de los años 1920 y 1930.

Durante estos días difíciles, he sido testigo de esfuerzos heroicos y de sacrificio de parte del equipo entero en el Centro Global de Mi-nisterio. Estos siervos leales y com-prometidos de la iglesia han hecho sugerencias personales en cuanto a cómo reducir costos y cómo aumen-tar la efectividad de los ministerios y servicios del CGM.

Se congelaron los salarios de to-dos los empleados y se redujeron los salarios de otros. Y se redujo el nú-mero de empleados.

En medio de la crisis hemos visto crecimiento sin precedente en la igle-sia alrededor del mundo. A pesar de la reducción en los fondos disponibles, nuestra gente no redujo su esfuerzo en pro de la misión. Más bien, se en-tregaron plenamente a su trabajo con dedicación y con un celo consagrado que ha animado mi corazón.

También estamos viendo la nece-sidad de algunos cambios de liderazgo en el CGM. En esta sesión de la Junta General hacemos reconocimiento de la jubilación de Lynda Boardman, Di-rectora de Ministerios entre Niños.

Lynda ha servido en Ministerios entre Niños por casi 33 años, traba-jando como editora y escritora por muchos años. En 1998 fue seleccio-nada para servir como directora y ha servido con distinción. Durante sus años de servicio, Lynda jugó un papel clave en el desarrollo de “Una Década de Énfasis en Niños y Jóve-nes”, produciendo nuevos materiales de currículo y ayudando a promover un nuevo énfasis global sobre la niñez, un esfuerzo único entre todas las de-nominaciones cristianas.

La elección del Dr. Eugenio Duar-te a la Junta de Superintendentes Generales hizo necesaria la elección de un nuevo director para la Región África. Otro hijo de África fue escogi-do para esta posición.

La Junta General eligió al Dr. Fi-limao Chambo a este cargo el 24 de agosto de 2009, y fue instalado dos días después, el 26 de agosto.

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Mirando hacia adelante

Nuestro compromiso fiel para con la Iglesia del Nazareno es seguir siendo una iglesia de santidad y de la Gran Comisión. Nuestra oración es que el Espíritu Santo haga presente en la siguiente generación un deseo de:

• Seguir predicando la gracia santi-ficadora de Dios.

• Seguir evangelizando y haciendo discípulos semejantes a Cristo.

• Seguir enviando misioneros.

• Seguir plantando iglesias.

• Seguir ayudando a los necesita-dos.

• Seguir siendo una iglesia conexio-nal.

Los que dudan dicen que la es-peranza no es un plan, pero la des-esperación tampoco es un camino al futuro. Nosotros nos adaptaremos, haremos ajustes, pero la Iglesia del Nazareno no abandonará su respon-sabilidad de llevar el evangelio de Je-sucristo completo hasta los confines de la tierra.

Conclusión

La primera pregunta que Jesús hizo a sus discípulos en Cesarea de Filipos fue: “¿Quién dicen los hom-bres que es el Hijo del Hombre?” La segunda pregunta era aún más im-portante: “¿Quién decís que soy yo?” (Mateo 16:13,15).

Con entendimiento dado por el Espíritu Santo, repetimos la confesión apostólica: “Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16).

Como un escritor observó: “El Jesús histórico y verdadero, para no-sotros, no está escondido detrás de las Escrituras, sino que es revelado por ellas, para ser visto y oído por los ojos y los oídos de la fe. Tampoco necesitamos ir “en búsqueda” de este Jesús, pues Él nos ha encontrado y nos

garantiza que Él continúa ofreciendo su cuerpo quebrantado y resucitado y su sangre derramada para el perdón de nuestros pecados”.

La Junta General es más que sen-cillamente una sesión, es una respon-sabilidad. Es mi deseo que usted, al regresar a su hogar, sienta sobre sus hombros más ampliamente la carga de la misión de la iglesia.

Recientemente, y por necesidad, los superintendentes generales han invertido mucho tiempo en asuntos de infraestructura. Ahora, nos es me-nester reenfocar los ministerios de la Junta General en base a las priori-dades espirituales de Dios. A este fin, confesamos públicamente a Jesucris-to como nuestro Señor, como cabeza de la iglesia, y como Aquel que hace posible la misión transformadora de la iglesia, de hacer discípulos semejan-tes a Cristo en las naciones.

Sometido respetuosamente y con oración,

Junta de Superintendentes Generales

Jerry D. Porter J. K. Warrick

David W. Graves Jesse C. MiddendorfEugénio R. Duarte,

Stan A. Toler

[email protected]

Preparado y presentado por: Jesse C. Middendorf.

Nota del editor: Este informe ha sido edita-do por limitaciones de espacio. Puede leer la versión completa en inglés en la siguiente pá-gina de Internet: www.holinesstoday.org Para solicitar una versión electrónica completa en español escriba a la siguiente dirección electró-nica: [email protected]

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Se acerca el fi n de mes y debemos pagar facturas, el dinero no alcanza, te-nemos problemas con nuestro hijo ado-lescente que está rebelde, en fi n, hay situaciones difíciles que no sabemos cómo afrontar. El cristianismo es realista, Jesucristo dijo: “…en el mundo tendréis afl icción, pero confi ad yo he vencido al mundo” (Juan 16:33b). Ahora bien, ¿cómo podemos trasladar esto a la vida real?

El apóstol Pablo, desde una fría y húmeda prisión escribe una carta a los fi lipenses. En ella, entre otras cosas, nos da claves para ser vencedores sobre el afán, la ansiedad y las preocupaciones (Filipenses 4:6-8).

1. Debemos orar a Dios. No sólo en los tiempos establecidos de oración, sino en todo tiempo, constantemen-te. Debemos unir la acción de gracias con las oraciones y las súplicas; no sólo buscar provisiones de lo bueno, sino reconocer las misericordias que reci-bimos. Dios no necesita que le digamos nuestras necesidades o deseos porque los conoce mejor que nosotros, pero quiere que le demostremos que valo-ramos su misericordia y que depende-mos en Él.

2. Debemos buscar la paz de Dios. En un concurso de pintura sobre la paz, sólo quedaban dos cuadros por descu-brir. El primer cuadro mostraba un lago que como espejo refl ejaba el verde ra-maje bajo la suave sombra del cielo al atardecer. A lo largo de las verdes ori-llas, un rebaño de ovejas se alimentaba sin disturbio. Seguramente este cuadro era el ganador. El segundo cuadro ense-ñaba una tumultuosa cascada de aguas corriendo a través de un rocoso pre-cipicio, la gente casi podía sentir el frío y penetrante rocío. En el cielo, se veían nubes grises de tormenta que amenaza-

ban con rayos, viento y lluvia. En medio de los truenos y el frío intenso, se veía un árbol pegado a las rocas colgado a la orilla de la cascada. Un pajarito había construido un nido en el codo de una de sus ramas. Contenta y sin disturbio en sus alrededores de tormenta, el ave descansaba sobre sus huevitos. Con sus ojos cerrados y sus alas listas para proteger a sus pequeños, manifestaba la paz que trasciende a cualquier tu-multo terrenal. La paz de Dios es estar en medio de las tormentas de la vida pero con la certeza de que Él tiene el control. Jesús prometió: “Yo estaré con ustedes todos los días, los buenos y los malos, hasta el fi n del mundo” (Mateo 28:20b. Énfasis del autor).

3. Debemos tener los pensamientos de Dios. La paz de Dios actúa como un centinela que resguarda nuestra mente y emociones para no sentir arrebato de miedo, ansiedad o tentación. Pensar en “…todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo dig-no de alabanza…” (Filipenses 4:8). Es-tos pensamientos nos impedirán dudar cuando estemos ante los problemas (grandes o pequequeños) que enfren-tamos en la vida diaria.

Sin duda alguna, estas tres claves bí-blicas prácticas nos ayudarán a ser vence-dores sobre el afán, la ansiedad y las pre-ocupaciones familiares de hoy y siempre.

Mario Alberto Martínez. Es Licen-ciado en Teología con vasta experiencia en el pastorado, liderazdo y educación teológica. Mario es oriundo de Para-

guay y junto a su esposa Irma de Argentina, son misioneros globales de la Iglesia del Nazareno y fundaron la iglesia en Guinea Ecuatorial, África Central, el ultimo país del mundo de habla hispana en donde la Iglesia del Nazareno no tenían presencia. Tienen una hija de 14 años llamada Yesica.

Mario Alberto Martínez. ciado en Teología con vasta experiencia en el pastorado, liderazdo y educación teológica. Mario es oriundo de Para-

guay y junto a su esposa Irma de Argentina, son misioneros globales de la Iglesia del Nazareno y fundaron la iglesia en

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