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Herdoto, V, 19-21: Alejandro I de Macedonia o el cruce de un lmite heredado

Herodotus, V, 19-21: Alexander I of Macedon. Beyond the Inherited Bounds

Gastn Javier BasileUniversidad de Buenos Aires, Argentina

gastonjbasile@yahoo.com

Resumen: En V, 19-21, Herdoto narra la escena de la recepcin de emba-jadores persas en la corte macednica por parte de Amintas I y su hijo Alejan-dro I. El episodio introduce un corte en varios niveles del relato herodoteo y se caracteriza por la ambivalencia en el encuadre, la caracterizacin y el len-guaje empleado. Dicha ambigedad se expresa, por un lado, en la inadecua-cin del lenguaje de la xena en la presentacin del contacto entre pueblos, que prefigura la irrupcin del otro como brbaro en las Historias. Por otro lado, la caracterizacin identitaria de Alejandro I as como la identidad de los macedonios como grupo social aparece presentada de manera ambigua entre un ethos griego y uno no-griego.

aBstRact: In V, 19-21, Herodotus narrates the reception of the Persian envoys by Amyntas I of Macedon and his son, Alexander I. The episode signposts a turning-point at various levels in the Herodotean narrative and displays an ambivalent framing, characterization and language. Such ambiguity manifests itself, for one thing, in the inadequacy of the language of xena as a means of portraying the contact between social groups which foreshadows the emergence of the other as barbarian in the Histories. Furthermore, Alexan-ders individual identity, as well as the Macedonians social identity, is ambi-guously depicted between a Greek and non-Greek ethos.

PalaBRas clave: Herdoto, Alejandro I, macedonios, xena, identidad. KeywoRds: Herodotus, Alexander I, Macedonians, Xenia, Identity.ReciBido: 9 de junio de 2014 acePtado: 24 de marzo de 2015.

En el libro V (19-21) de las Historias, Herdoto refiere una escena situa-da geogrfica y simblicamente en los mrgenes del espacio helnico del relato, donde se introduce formalmente a Alejandro I de Macedonia. Este episodio ha suscitado el inters de la crtica desde enfoques anal-ticos diferentes, aunque tambin, en buena medida, complementarios. La escena narra in nuce el arribo de la embajada persa enviada por Megabazo (verosmilmente en torno al 512) y su recepcin por Amintas I, a la sazn rey de los macedonios. A continuacin, en el contexto de un banquete entre persas y macedonios se produce un incidente que culmi-

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na con la muerte de los siete legados persas, quienes haban ofendido las costumbres locales. La muerte de los embajadores persas aviene como resultado de un ardid planeado por Alejandro I, hijo del monarca.

La escena ha generado ms interrogantes que certezas, tanto en lo re-lativo al contenido fctico que se pueda derivar del microrrelato, cuanto de su potencial significado alegrico que estara modelado sobre datos genuinos recabados por Herdoto o versiones literarias en la propia Ma-cedonia o de su funcionalidad en el desarrollo de la trama, en especial, como caracterizacin de la personalidad del ambivalente Alejandro. Ha primado, no obstante, el inters histrico (o historiogrfico) en la consi-deracin del episodio antes que un abordaje que intentara dar cuenta de su importancia estructural a nivel del desarrollo de la trama. En buena medida, se ha transformado en conjunto con algunas otras referencias sumarias que provee Herdoto1 en un locus textual obligado para historiadores y antroplogos dedicados a la reconstruccin de la contro-vertida cronologa de los acontecimientos sociopolticos de la antigua Macedonia, as como su organizacin sociocultural y su (indefinidamen-te controvertida) filiacin tnica. El hecho se debe a que los datos que provee Herdoto en relacin con los macedonios entre fines de la poca arcaica y principios del siglo v son, por lo general, las nicas referen-cias que se poseen (o las ms directas) sobre este oscuro perodo de un pueblo que, por aadidura, ha sido, desde la Antigedad, ubicado en un incierto middleground entre lo griego y lo brbaro. En efecto, la mayor parte de la informacin literaria sobre Macedonia deriva de fuentes (no-macedonias) tardas y se centra en especial en las campaas de Alejandro Magno; las inscripciones macedonias en poca clsica son, por su parte, sumamente escasas y los historiadores clsicos que proveen datos sobre este pueblo Herdoto y Tucdides slo ofrecen referen-

1 Acerca de Macedonia o los macedonios en Herdoto, las referencias comienzan a partir del libro V: su acceso desde el este (V, 17); los embajadores persas enviados en poca de Amintas I (V, 18-20); su sumisin a las huestes de Mardonio (VI, 44); los pa-sos desde Macedonia a Tesalia (VII, 128, 173); los macedonios enlistados en el ejrcito de Jerjes (VII, 185) y en Platea (IX, 31); relato sobre los orgenes de la dinasta tem-nida (VIII, 137-139); los macedonios que gobiernan Beocia para los persas (VIII, 34).

En relacin con Alejandro I, los pasajes relevantes son: V, 19-21 (su participacin en la recepcin de los embajadores persas); V, 22 (su reivindicacin de su linaje griego); VII, 173 (su advertencia a los griegos en el valle del Tempe); sus ancestros (VIII, 137-139); su funcin de intermediario entre Persia y los atenienses y espartanos (VIII, 140-144); la informacin brindada a los griegos antes de la batalla de Platea (IX, 44-46).

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cias circunstanciales en las que el foco de inters reside en el accionar de las pleis griegas y no en aspectos institucionales o polticos de los macedonios per se. De all que la alusin a este pasaje herodoteo ha sido obligada en cualquier especulacin sobre las caractersticas tem-pranas de la monarqua macedonia, la sucesin dinstica entre Amintas I y Alejandro I (posteriormente apodado Filoheleno) y su controvertida cronologa, los nmoi arcaicos de la sociedad macedonia y su ambiva-lente relacin geopoltica con Oriente y Grecia peninsular.

Mucha especulacin historiogrfica descansa pues sobre la interpreta-cin de un pasaje cuya historicidad,2 paradjicamente, ha sido en lneas generales objetada sin reversas. Algunas de las incertidumbres historiogr-ficas que ha planteado el relato se vinculan a ciertas inconsistencias ms generales en los datos que provee Herdoto acerca de la presencia y accio-nes de Megabazo en Europa, quien haba recibido rdenes del Gran Rey de conquistar Tracia y dominar a todos los pueblos de la regin (V, 1-2), el incidente de los legados persas en Macedonia y la posterior expedicin de Mardonio de 492. En VI, 44 se dice que Mardonio incorpor Macedonia a los pases que tenan esclavizados ( ), de modo que cul era exactamente la situacin de los macedonios en aquel perodo intermedio, luego de la incursin de Megabazo en 512? Estaran efectivamente sometidos al Gran Rey desde aquel primer contacto o cul sera su condicin? El introito que hace He-rdoto a la escena del banquete, que analizaremos a continuacin, parece-ra, en efecto, indicar la aquiescencia al dominio persa (V, 18.1):

Cuando estos persas enviados [s.e. por Megabazo] a Amintas llegaron, yen-do en presencia de Amintas, reclamaron tierra y agua para el rey Daro [ ]; ste se las dio [ ] y les ofrece los dones de la hospitalidad [ ], y recibi a los persas cordialmente [] aprestando un suntuoso banquete [ ].

El texto efectivamente indica la entrega de los presentes solicitados por los persas, mediante la frmula tpica de la diplomacia (tierra y agua). Sin embargo, en la actualidad, el significado preciso de la frase ha comenzado a ser interrogado, en el sentido de que podra indicar algo

2 Entre quienes rebaten la historicidad del episodio cf. Badian 1994, pp. 108-109; Fearn 2007, p. 115; Hammond-Griffith 1979, II, pp. 98-99.

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diferente a la sumisin incondicional al Gran Rey,3 que es el modo en que en general se ha entendido. Asimismo, la escena que se desarrolla a continuacin no parece completamente encuadrada en trminos de some-timiento (en efecto, Amintas recibe a los persas ). Por otra parte, tras la afrenta a los embajadores persas, Alejandro segn relata Herdoto entreg a Bbares, hijo de Megabazo, una elevada suma de dinero y la mano de su hermana, Gigea ( ), a fin de detener las bsquedas de los embajadores persas desaparecidos y acallar las circunstancias (V, 21).

Este ltimo hecho ha gozado, entre los historiadores,4 de mayor cre-dibilidad que el relato acerca del asesinato de los siete persas y estara sealando algn tipo de vinculacin de sangre (por matrimonio) entre la nobleza persa y la monarqua local macedonia, aunque existen con-troversias acerca del significado poltico de dicha alianza.5 En efecto, la narracin de estos hechos confusos presumiblemente acaecidos en torno al 512 la aceptacin de la peticin de tierra y agua de los enviados persas (peticin de sumisin?;6 aceptacin de relaciones amistosas con los persas sin connotaciones de vasallaje?7); la ulterior afrenta a los embajadores (disolucin de la alianza?; abierta hostilidad al dominio persa?; signo de que la sumisin jams tuvo lugar?) y, por ltimo, el matrimonio de Gigea con Bbares (ndice de rehabilitacin de las relaciones amistosas?; signo de la efectiva subordinacin de los mace-donios al imperio persa?) no se aviene fcilmente con la afirmacin

3 Cf. Kuhrt 1988, pp. 87-99; Nenci 2001, pp. 31-42. En efecto, la frmula poda implicar en la mayora de los casos no un control directo del territorio sino ms bien la hegemona del Gran Rey sobre un gobernante local. Cf. Herdoto, IV, 126-32, donde se describe el intercambio entre Daro I y el jefe de los escitas.

4 Cf., por ejemplo, Badian 1994, pp. 111-116. 5 Errington (1981, pp. 139-43) entiende que Amintas nunca se someti a Daro por-

que si inicialmente ofreci tier