Hermosos son los pies

34

Transcript of Hermosos son los pies

14¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el

cual no han creído? ¿Y cómo creerán en

aquel de quien no han oído? ¿Y cómo

oirán sin haber quien les predique? 15¿Y

cómo predicarán si no fueren enviados?

Como está escrito: ¡Cuán hermosos son

los pies de los que anuncian la paz, de

los que anuncian buenas nuevas!

1El Espíritu de Jehová el Señor está

sobre mí, porque me ungió Jehová;

me ha enviado a predicar buenas

nuevas a los abatidos, a vendar a

los quebrantados de corazón, a

publicar libertad a los cautivos, y a

los presos apertura de la cárcel;

3Porque vendrá tiempo cuando no

sufrirán la sana doctrina, sino que

teniendo comezón de oír, se

amontonarán maestros conforme a sus

propias concupiscencias, 4y apartarán de

la verdad el oído y se volverán a las

fábulas. 5Pero tú sé sobrio en todo,

soporta las aflicciones, haz obra de

evangelista, cumple tu ministerio.

16Pues si anuncio el evangelio, no

tengo por qué gloriarme; porque me

es impuesta necesidad; y ¡ay de mí

si no anunciare el evangelio! 17Por lo

cual, si lo hago de buena voluntad,

recompensa tendré; pero si de mala

voluntad, la comisión me ha sido

encomendada.

18¿Cuál, pues, es mi galardón? Que

predicando el evangelio, presente

gratuitamente el evangelio de Cristo,

para no abusar de mi derecho en el

evangelio. 19Por lo cual, siendo libre

de todos, me he hecho siervo de

todos para ganar a mayor número.

19Hermanos, si alguno de entre

vosotros se ha extraviado de la

verdad, y alguno le hace volver,20sepa que el que haga volver al

pecador del error de su camino,

salvará de muerte un alma, y cubrirá

multitud de pecados.

1. Dios no hace acepciones

2. Dios envió buenas noticias

3. El Poder de Dios

4. Jesús murió por nosotros

5. Jesús resucito triunfando

6. El que cree recibe

7. Dios mando a bautizarnos

34Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo:

En verdad comprendo que Dios no hace

acepción de personas, 35sino que en

toda nación se agrada del que le teme y

hace justicia. 36Dios envió mensaje a los

hijos de Israel, anunciando el evangelio

de la paz por medio de Jesucristo; éste

es Señor de todos.

38cómo Dios ungió con el Espíritu

Santo y con poder a Jesús de

Nazaret, y cómo éste anduvo

haciendo bienes y sanando a todos

los oprimidos por el diablo, porque

Dios estaba con él.

39Y nosotros somos testigos de todas

las cosas que Jesús hizo en la tierra

de Judea y en Jerusalén; a quien

mataron colgándole en un madero.

40A éste levantó Dios al tercer día, e hizo

que se manifestase; 41no a todo el pueblo,

sino a los testigos que Dios había

ordenado de antemano, a nosotros que

comimos y bebimos con él después que

resucitó de los muertos. 42Y nos mandó

que predicásemos al pueblo, y

testificásemos que él es el que Dios ha

puesto por Juez de vivos y muertos.

43De éste dan testimonio todos los

profetas, que todos los que en él

creyeren, recibirán perdón de

pecados por su nombre. 44Mientras

aún hablaba Pedro estas palabras,

el Espíritu Santo cayó sobre todos

los que oían el discurso.

47Entonces respondió Pedro: ¿Puede

acaso alguno impedir el agua, para

que no sean bautizados estos que

han recibido el Espíritu Santo también

como nosotros? 48Y mandó

bautizarles en el nombre del Señor

Jesús. Entonces le rogaron que se

quedase por algunos días.

8Al otro día, saliendo Pablo y los que

con él estábamos, fuimos a

Cesarea; y entrando en casa de

Felipe el evangelista, que era uno de

los siete, posamos con él. 9Este

tenía cuatro hijas doncellas que

profetizaban.

29Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate

y júntate a ese carro. 30Acudiendo

Felipe, le oyó que leía al profeta

Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que

lees? 31El dijo: ¿Y cómo podré, si

alguno no me enseñare? Y rogó a

Felipe que subiese y se sentara con

él.

35Entonces Felipe, abriendo su boca, y

comenzando desde esta escritura, le

anunció el evangelio de Jesús. 36Y yendo

por el camino, llegaron a cierta agua, y

dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué

impide que yo sea bautizado? 37Felipe

dijo: Si crees de todo corazón, bien

puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que

Jesucristo es el Hijo de Dios.

38Y mandó parar el carro; y

descendieron ambos al agua, Felipe

y el eunuco, y le bautizó.

17Y en los postreros días, dice Dios,

Derramaré de mi Espíritu sobre toda

carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas

profetizarán; Vuestros jóvenes verán

visiones, Y vuestros ancianos soñarán

sueños; 18Y de cierto sobre mis siervos y

sobre mis siervas en aquellos días

Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.

22Varones israelitas, oíd estas palabras:

Jesús nazareno, varón aprobado por Dios

entre vosotros con las maravillas, prodigios

y señales que Dios hizo entre vosotros por

medio de él, como vosotros mismos sabéis;23a éste, entregado por el determinado

consejo y anticipado conocimiento de Dios,

prendisteis y matasteis por manos de

inicuos, crucificándole;

24al cual Dios levantó, sueltos los

dolores de la muerte, por cuanto era

imposible que fuese retenido por ella.33Así que, exaltado por la diestra de

Dios, y habiendo recibido del Padre la

promesa del Espíritu Santo, ha

derramado esto que vosotros veis y oís

37Al oír esto, se compungieron de

corazón, y dijeron a Pedro y a los otros

apóstoles: Varones hermanos, ¿qué

haremos? 38Pedro les dijo: Arrepentíos, y

bautícese cada uno de vosotros en el

nombre de Jesucristo para perdón de los

pecados; y recibiréis el don del Espíritu

Santo.

41Así que, los que recibieron su palabra

fueron bautizados; y se añadieron aquel

día como tres mil personas. 42Y

perseveraban en la doctrina de los

apóstoles, en la comunión unos con

otros, en el partimiento del pan y en las

oraciones.

15Algunos, a la verdad, predican a Cristopor envidia y contienda; pero otros debuena voluntad. 16Los unos anuncian aCristo por contención, no sinceramente,pensando añadir aflicción a mis prisiones;17pero los otros por amor, sabiendo queestoy puesto para la defensa delevangelio. 18¿Qué, pues? Que noobstante, de todas maneras, o por pretextoo por verdad, Cristo es anunciado; y enesto me gozo, y me gozaré aún.

14Así también ordenó el Señor a los

que anuncian el evangelio, que vivan

del evangelio. 15Pero yo de nada de

esto me he aprovechado, ni tampoco

he escrito esto para que se haga así

conmigo; porque prefiero morir, antes

que nadie desvanezca esta mi gloria.

17Porque es tiempo de que el juiciocomience por la casa de Dios; y siprimero comienza por nosotros,¿cuál será el fin de aquellos que noobedecen al evangelio de Dios?18Y: Si el justo con dificultad sesalva, ¿En dónde aparecerá elimpío y el pecador?

7Porque no nos ha dado Dios

espíritu de cobardía, sino de poder,

de amor y de dominio propio. 8Por

tanto, no te avergüences de dar

testimonio de nuestro Señor, ni de

mí, preso suyo, sino participa de las

aflicciones por el evangelio según el

poder de Dios,

8Tan grande es nuestro afecto porvosotros, que hubiéramos queridoentregaros no sólo el evangelio de Dios,sino también nuestras propias vidas;porque habéis llegado a sernos muyqueridos. 9Porque os acordáis, hermanos,de nuestro trabajo y fatiga; cómotrabajando de noche y de día, para no sergravosos a ninguno de vosotros, ospredicamos el evangelio de Dios.