Hijos Del Sol 3 Los Esenios

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    LLOS ESENIOSOS ESENIOS

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    HELIOCENTRO

    Heliocentro se podra entender como que nuestro Sol es el centro de todo nuestro sistema. Nosolo desde el punto de vista espacial, sino desde el concepto espiritual. El Logos Solar, vienea ser la mxima expresin que puede conquistar la conciencia humana.

    Fue Akhenaton quien en mejor y mayor medida instaur el culto a Ra (Sol) creando desde entoncesla idea de la Fraternidad Solar. Lgicamente, aquel Faran fue perseguido por la casta sacerdotal,en la medida, que su culto eliminaba intermediarios. Su idea era potenciar la deidad que existe en elser humano, fundindola con la del Creador de todo nuestro Sistema, que no es otro que el propioSol.

    Los hijos del Sol; o la Fraternidad Solar, comprometan sus espritus en la iniciacin Solar con variosprincipios fundamentales, que an hoy siguen siendo vlidos. Estos principios son:

    - El Hijo del Sol no puede adorar a ningn mortal, ni ser encarnado en la Tierra. - El hijo del Sol, no puede crear templos, sectas, grupos o jerarquas doctrinales.- El hijo del sol no puede realizar milagros ni prodigios, en la medida que estos, atraen acircenses o adeptos que valoran el fenmeno y no el conocimiento- El hijo del Sol no puede cobrar ningn dinero ni estipendio por trasmitir el conocimiento.- El Hijo del Sol no puede ser Maestro de nada ni de nadie.- El Hijo del Sol debe cumplir con los valores universales de Justicia, Paz y Amor. Evitandoservir tiranas, dogmatismos y fundamentalismos, sean estos religiosos o polticos.

    La clave tica de estos iniciados era y es servir el conocimiento y la virtud. Sin formalismos,ataduras o sectarismos. Cada uno con el compromiso de su espritu y los del Logos Solar.

    Y resulta paradjico, que en la medida que aquellos iniciados separaban su cuerpos, sus modos yademanes terrenales, se fundan en un solo espritu de accin y de compromiso. El Ser Solar queviva en Alejandra, haca lo mismo y senta lo mismo que el hermano que viva en Europa, y este enigual medida obraba con los mismos parmetros que el ser iluminado, que haba hecho su caminoevolutivo en los Himalayas y que a su vez jams haba odo hablar de la Fraternidad Solar.

    Ser iniciado en los valores de la Fraternidad Solar, no es, sino la autorrealizacin del espritu en lacarne y en la materia.

    Es por esto que en esta pgina solo encontraris luz y conocimiento, pero no podis afiliaros a nadani a nadie, ni podis pagar cuotas, ni seguir a un maestro, ni asistir a reuniones. Esta pgina es unespacio comn donde solo se vierten ideas, conocimiento y alternativas espirituales. El compromiso,si lo hacis, ser con vosotros mismos. Como deca un viejo maestro; esta idea es como elanfiteatro rodeado de puertas.

    Entra quien quiere y sale cuando quiere.

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    HIJOS DEL SOL / LOS ESENIOS

    (TERCERA PARTE)

    Yo Soy Homet-Nut; mi nombre iniciticoconcedido por mi maestro Homet-Ra, enel tiempo de Egipto. Se me ha concedido

    asomarme a este tiempo, mediante el acceso alos registros del eterno presente.

    Hace ms de tres mil aos, el faran Akenatn,cre La Fraternidad Solar de los Hijos del Sol.Los seres que formaron parte de aquel proyec-to comprometieron sus vidas haciendo un jura-mento de servicio del conocimiento. Desdeentonces nada ha cambiado, los mismos esp-ritus con el mismo compromiso viven en diver-sos cuerpos en este tiempo, al igual que vivie-ron en los hitos del cambio histrico del proce-so evolutivo del hombre. Algunos sabios de laantigedad, conquistadores, santos, escrito-res, alquimistas y cientficos fueron los mismosjuramentados, que en forma ms o menosconscientes, se revistieron de carne para servirsu juramento y ayudar al hombre en su proce-so evolutivo hacia el constante devenir de laperfeccin.

    La historia que voy ahora a contar fue la terce-ra etapa y quizs la ms arcana y desconocidade los protocolos de los Hijos del Sol. El relatopuede parecer fantstico, incluso paranoico,puesto que vamos a hablar de hombres san-tos, de seres que realizaron el mal llamado"tercer ojo" o bien las facultades del espritu.Este relato por tanto no va dirigido hacia vos-otros que leis, sino a vuestro hijos, pues enellos existe la siembra de los "JardinerosCelestes" siembra que dar en el futuro a unser consciente, con herramientas y atributosimpensables para este tiempo.La cultura del mal, ha conseguido cegar y ale-jar del ser humano los valores de la autorreali-zacin espiritual. Debo por tanto verter estainformacin, para que el nio dotado de unagentica con una impronta psquica ms eleva-da, pueda reconocer su cultura, su origen, a sufamilia. Debo verter estos conocimientos paraque el nio de hoy, que ser hombre maana,pueda contrastar sus vivencias con las de losBodhisattvas del Himalaya y los monjes ese-nios del desierto. No sea que la ignorancia desus padres, o de sus educadores termine porconsiderarlo enajenado y sea ingresado enalguna institucin psiquitrica o sea atiborradoa pastillas venenosas, capaces de destruir elsistema nervioso haciendo seres vegetales,incapaces de pensar o de sentir.Al tiempo de escribir estas lneas, me asomo auna de las ciudades secretas, donde los seresauto-realizados conviven con los "seores delcielo" La Shambhalla submarina del Atlntico.La popularmente conocida como la Isla de SanBorondn. La antigua ciudad de Sartx en elviejo continente atlantdeo. He venido hastaaqu para que el flujo del conocimiento no sevea obstruido por los parsitos astrales de lasentidades nocivas de las ciudades. Antes de remontarme en el tiempo, debo infor-maros que la Fraternidad Solar concedi elacceso a ciertos conocimientos y la entrada alatrio exterior del templo de Shambhalla aAndrew Thomas. Este escritor cont de una

    HOMET-NUT

  • manera consciente e inconsciente lo que le fuedictado desde el "otro lado" Es por esto quevoy a trasladaros parte de cuanto el cont yque viene a ser el camino hacia un viaje inici-tico del que podis salir ms escpticos o msalucinados que nunca. Andrew Thomas noscuenta:

    "Los pueblos de la India, lo mismo que los chi-nos creen en la realidad de una morada dehombres perfectos, que denominan Kalapa oKatapa situada esta regin en el flanco nortedel Himalaya, es decir, el Tbet. La tierra dedonde esperan los hindes la aparicin delfuturo salvador Kalki Avatar. Se cree que elvalle de la Iluminacin de Buda est en estamisma zona.La literatura purnica describe la Isla deShambhalla, situada en medio de un lago denctar, con su lujuriante follaje y su palacio.Para alcanzar la isla haba que ser transporta-do por las alas de un ave de oro.

    En los documentos tibetanos, este misteriosocentro lleva as mismo el nombre deShambhalla o Dejung. El padre EstebanCacella, misionero jesuita portugus, seala laexistencia de este fabuloso pas en los infor-mes que redact, ya que vivi veintitrs aosen Shigats, donde muri en 1650. Los lamassentan tal respeto por este sacerdote, que lepropusieron incluso sus servicios para condu-cirlo a este lugar secreto de Chan Shambhalla,o Shambhalla del Norte. Su compaero, elpadre Juan Cabral, escriba en 1625 Segn miparecer, Shambhalla no es Cathay (antiguadenominacin de China), sino lo que en nues-tros mapas se llama Gran Tartaria. Estos dosmisioneros fueron los primeros europeos quedieron un informe documentado sobre elDominio de Shambhalla.

    El reino viene as mismo indicado en un mapadel siglo XVII, publicado en Amberes por lasautoridades catlicas. Csoma de Kors, fillo-go hngaro que pas cuatro aos en unmonasterio budista del Tbet (de 1827 a 1830),sita incluso la posicin geogrfica deShambhalla entre el 45 y el 50 de latitudNorte, ms all del ro Syr Daria.

    Hace cincuenta aos, un fillogo alemn, eldoctor A. H. Francke, no titube en mencionaresta regin en sus publicaciones cientficas. Selamentaba incluso de que la realidad deShambhalla estuviese tan viva en el espritu desus guas, que en ciertos lugares en el cursode una exploracin por Asia, se negaran aseguir el camino previsto y cogieran otro, portemor a violar las fronteras sagradas del terri-torio prohibido.Incidentes similares fueron descritos, hacecien aos, por el explorador ruso Prievalski, yhe aqu lo que escribi a propsito deShambhalla Otro cuento, muy interesante, serefiere a Shambhaling, una isla situada en losconfines del mar nrdico. Abunda en ella eloro, y el trigo crece hasta una altura prodigio-sa. La pobreza se desconoce en este pas, enrealidad, la leche y la miel manan enShambhaling.

    En 1923, el VI Panchen, o Tashi Lama, jefe delbudismo esotrico tibetano, que ocupaba elsolio en la ciudadela monstica de TashiLhunpo, tuvo que huir a China por razonespolticas. Es considerado como el nico alto

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    MAITREYA

  • lama del Tbet que tuvo autoridad para expedirpasaportes para Shambhalla a los lamas msdignos.

    Este Panchen-lama era una personalidad nota-ble, a propsito del cual Sir Charles Bell, unexperto en cuestiones tibetanas, dijo cierto da:Es una suerte que exista un hombre as en elTbet. Su dominio de la ciencia oculta erageneralmente reconocido, y acerca de susmilagros corran sorprendentes relatos. Trashaber acabado, en 1915, un templo que habade albergar una colosal estatua de Maitreya, elfuturo Buda, todo el valle del Tsang-Po benefi-cise de excepcionales cosechas. Por el con-trario, cuando el Panchen abandon el Tbet,en 1923, terribles nevadas asolaron todo elpas, arruinando a la poblacin.

    En el curso de una visita efectuada a la India,preguntsele al Panchen-lama si estabajustificada la reputacin de los poderespsquicos de los altos lamas tibetanos.Su Santidad no respondi nada y selimit a sonrer. Luego, de repente, des-apareci, y resultaron vanos todos losintentos por encontrarlo. Fue un recinllegado el que, a distancia, se beneficide una visin inslita, el Panchen-lamaestaba sentado bajo un rbol del jardn,aunque permaneca invisible a los ojosde sus huspedes. Las Cartas de los Mahatmas, dirigidas aA.P. Simnett y escritas a finales del siglopasado, representan otra fuente de pri-mera mano que procede directamentedel crculo cerrado de los Sabios deOriente.

    La imagen del misterioso reino deShambhalla se precisa tras el examende lo que escribieron sobre l losMahatmas. En una carta dirigida aSimnett, en 1881, el venerableMahatma describi un priorato secreto En cierto lugar que no se puede indicara los profanos, existe una barrancacuyos lados estn unidos por una ligerapasarela de fibras vegetales trenzadas.Un torrente impulsa, all abajo, susimpetuosas aguas. Los miembros ms

    aguerridos de vuestros clubs alpinos apenasse atreveran a aventurarse en este pasaje, yaque est suspendido como una tela de araa yparece vetusto e infranqueable. Sin embargo,no lo es, y el que se atreve y lo consigue -y loconseguir si es justo el que lo lleva a cabo-,llega a una garganta de incomparable belleza,a uno de nuestros lugares y hacia algunosotros sobre los cuales no dan informacin algu-na los gegrafos europeos. A un tiro de piedrade la antigua lamasera se encuentra la viejatorre, cuyo interior engendra generaciones deBodhisattvas .

    En el Shambhala-lam-yig, o Camino deShambhalla, raro libro tibetano del siglo XVIII,el III Panchen-lama escribi que el reino deShambhalla est situado en una regin monta-osa, rodeada por doquier de poderosos maci-zos de nevadas cumbres.

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  • Numerosas razones hacen pensar que LaFraternidad utiliza una vasta red de galeras,de cavernas y de catacumbas. Sobre estepunto, he aqu el testimonio de N. Roerich :

    En los contrafuertes del Himalaya existenmuchas grutas, y se dice que de estas caver-nas parten pasajes subterrneos que se aden-tran profundamente bajo Kinchinjunga.Algunas han visto incluso la puerta de piedraque jams ha sido abierta, ya que an no hallegado el tiempo de ello. Estos profundospasajes conducen al esplndido valle.

    Hablar de vehculos que circulan a travs degaleras excavadas bajo los desiertos y lasmontaas hacen pensar en la ciencia-ficcin.Por otra parte, esta tradicin se remonta a lapoca en que el mundo occidental no poseamquina alguna. Mencionar las naves areasvistas en la zona de Shambhalla parecera asi-mismo fantasa, pero lo cierto es que cuando laexpedicin de Nicholas Roerich avanzaba porlas proximidades de las montaas deKarakoram, en 1925, sus miembros vieron depronto, en el claro cielo de la maana, un discoque brillaba por encima de esta zona desrtica.Su vuelo fue observado con la ayuda de trespotentes gemelos. De pronto, el ingenio cam-bi de rumbo, del Sur, al Sudeste, para des-aparecer tras las cimas nevadas de la cadenade Humboldt (Humboldt Range). Ningn avin,ningn globo habra podido, en 1926, sobrevo-lar esta parte aislada de La China Occidental.Slo mquinas volantes de un tipo desconoci-do seran capaces de realizar las maniobrasareas de las que nos habla N. Roerich. A lavista del disco en el cielo, los lamas que parti-cipaban en la expedicin exclamaron Es elSigno de Shambhalla!.

    El alpinista ingls Frank Smythe tuvo unaexperiencia idntica en el monte Everest, en1933. A 3.900 metros de altitud vio dos objetososcuros evolucionar en el cielo. Uno tena dosgruesas alas, y el otro, una especie de pico.Las dos naves areas, o espaciales, estabanaureoladas de un halo. Smythe qued profun-damente intrigado. Sin embargo, tras haberidentificado los picos y los glaciares que lorodeaban, qued convencido de que no haba

    sido vctima de una alucinacin. Los objetosvolantes vistos por Roerich y Smythe, eraningenios areos o explicacin que propuse enShanghai, en 1935, y an sigue siendo vlida,a falta de una conclusin ms satisfactoria.

    En 1967, cerca de Shillong, provincia deAssam, fue observado un disco que se arremo-linaba, semejante al que haba descritoRoerich. Evolucion a unos 200 metros porencima del suelo, y se sumergi de pronto enun ro, produciendo en el agua un enormeremolino, acompaado de gran ruido. A conti-nuacin se remont, volando en zigzag porencima de la jungla, para desaparecer en elcielo.

    La Fraternidad de Shambhalla est presididapor una jerarqua restringida de seres superio-res, a los cuales se alude a menudo con elnombre de Mahatmas, lo cual, en snscrito,significa las grandes almas. Son seres sobre-humanos, dotados de poderes sobrenaturales,que han acabado su evolucin en este planeta,pero que viven con la Humanidad al objeto defacilitar su progreso espiritual.

    La filosofa bdica tiene definiciones precisaspara estos grandes espritus, a los que llamaArhats, en snscrito, o Lohan, en chino. ElArhat es un hombre que, en el curso de sularga evolucin planetaria, se ha liberado detodo apego a la existencia y desprendido detodos los deberes del karma. Ha llevado acabo esta evolucin en cuatro fases distintas,que son Srotapatti, el que entra en la corrien-te; Sakridagamin, el que renace una vez;Anagamin, el que no vuelve, y Arhat, el ilumi-nado.

    Segn los textos tibetanos, los dos manda-mientos del Arhat son el buscar la Bodhi (o ilu-minacin) y el trabajar por el perfeccionamien-to del pueblo. Cuando el Arhat penetra en lacorriente que lleva al Nirvana -el ocano de laconsciencia csmica-, recibe poderes trascen-dentes gracias a los cuales podr hacer sucuerpo ms ligero o ms denso, ms pequeoo ms grande. Se hace asimismo dueo de lamateria, del tiempo y del espacio, y puede apa-recer en todo lugar. El Arhat conoce todas las

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  • cosas y guarda el recuerdo de sus existenciasanteriores. Una vez cumplido el ciclo terrestrede la evolucin, no tendr que renacer denuevo en este planeta.

    El Arhat que elige permanecer en la Tierra,sacrificndose as en beneficio de laHumanidad, se convierte automticamente en

    un Bodhisattva, un salvador que, visible o invi-sible, ayudar al hombre en vistas a su ascen-sin espiritual. Mediante el poder de Kriya-shakti (voluntad), el Bodhisattva puede crearpor s mismo un cuerpo visible, tomado de lamateria atmica elemental, que podr parecerslido y real, pero que puede elegir tambin elpermanecer invisible y agregarse al pueblo dela niebla de fuego .

    Estos seres superiores han sido vistos en rea-lidad, incluso por los europeos. Sir Hugh RhysRankin, un baronet escocs que estudi en elcolegio de Harrow y sirvi como oficial en losRoyal Dragoons, fue, durante muchos aos, unbudista Mahayana practicante. He aqu lo quedijo en 1959

    Forma parte de nuestras creencias conocidas,que Cinco Bodhisattvas (hombres perfectos)controlan los destinos del mundo. Se encuen-tran una vez al ao en una gruta del Himalaya,

    para tomar sus decisiones. Uno de ellos vivepermanentemente en las alturas del Himalaya.Otro reside en los montes escoceses deCairngorm. Mi esposa y yo vimos claramente aeste Bodhisattva, hace unos doce aos, alatravesar el Larig Ghru Pass. Apenas puede imaginarse la enorme labor querealiza la Confraternidad o Hermandad de

    Shambhalla. Sus Arhats separecen ms a los soldados ensus batallas contra laIgnorancia, el Oscurantismo y elEgosmo, que a los cantores dehimnos sacros. Ante ellos seextiende la masa esttica de laHumanidad, que debe ser remo-delada en formas superiores porla ley de la evolucin.Empleaban una aproximacinpositiva inspirndose en idealesen todos los terrenos de la crea-cin, arte, ciencia, religin,msica o sociologa.

    La ciencia esotrica de Orientehabla de una colisin delKamaduro, el fuego subterr-neo, con el Fuego Csmico, locual engendrara cataclismos

    geolgicos devastadores si ambos fuegos nose hallan equilibrados. El propio Nicholas vioen uno de los laboratorios de Shambhalla, losinstrumentos que sirven para medir la presinde estos fuegos. La energa psquica es la quepuede y debe purificar el aura del planetacubierto por las nubes de estas emanacionesde odio, de egosmo, de codicia y de pasin.

    Los Arhats creen que el hombre puede conver-tirse en el criminal artificiero de este planeta,sin necesidad de recurrir a la reaccin nuclearen cadena. Slo la neutralizacin de lascorrientes de pensamiento negativo y de lasnubes mediante emisiones globales de paz yde amor puede disipar el aura malsana de laTierra. Si la Humanidad pudiera conceder dia-riamente algunos minutos a una meditacinsincronizada sobre la paz y la fraternidad, ale-jara el peligro de una catstrofe. "

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  • EN SHAMBHALLAEN SHAMBHALLA

    Alguna vez os habis preguntado,Quines eran los famosos "ReyesMagos" que visitaron al avatar de Piscis

    Jess el Cristo? De dnde venan? Por qurealizaron un caprichoso viaje de miles de Km,tan solo para ver a un recin nacido?......Estas preguntas solo tienen un sentido para eliniciado. Pues aquellos seres eranBodhisattvas, seres santos que haban dejadola ciudad secreta de Shambhalla para recono-cer al avatar de la era de Piscis. Dejemos a estos "magos" por un tiempo y vol-vamos al pasado:

    Josu estaba librando batallas en Jeric conlos cananeos, amorreos y los pobladores de laTierra Prometida. Mientras tanto en el desiertoEsen tena ante s una tarea complicadsima.Se trataba de crear una comunidad dedicadaal estudio, a la meditacin y a la bsqueda dela perfeccin en la materia. Setenta y un hom-bres haban decidido dedicar su vida al cultivodel espritu. No tenan esposa. Pero junto aellos haba tambin varias familias con hijos,que en igual medida tenan el mismo objetivo.Las disputas entre los solteros y los casadoseran constantes. La mujer para los judos no tena casi ningunaconsideracin. Adems de procrear y de cuidara sus hijos poco o nada representaba en lasociedad. Lo ms triste era que la propia mujerhaba aceptado este papel, por lo que su auto-estima no exista en absoluto. En el Qumram la vida era casi imposible, pues-to que las condiciones extremas del desiertohacan casi imposible la supervivencia. Esen

    estaba abrumado. Cmo poda llevar adelan-te la tremenda tarea que se le haba asignado?La Fraternidad de los Hijos del Sol estabapasando por tiempos difciles. Los dioses deb-an retornar a sus moradas de origen. Habansembrado la vida, las ideas, los medios paraque el ser humano caminara con su autosufi-ciencia y el Consejo de los Veinticuatro orde-naba el retorno. La granja humana deba asu-mir su mayora de edad. La Ley Csmica a laque est sometido todo ser, dictaba su impla-cable cumplimiento. Los hermanos del cielomarchaban. Deban pasar otros tres mil tres-cientos treinta y tres aos para el retorno. Labase del Sina se cerraba hasta su reapertura

    en el dos mil once despus del Cristo. En Shambhalla los Bodhisttvas sehaban reunido. Haba que ayudar aEsen a llevar adelante el proyecto ide-ado por Maser y el Consejo. Las deli-beraciones fueron largas y fuertementecontrastadas. La idea era crear en losdiversos continentes focos de influen-cia cultural y espiritual, que en formadirecta e indirecta guiarn al ser huma-no hacia su madurez social y cultural.Finalmente se lleg al acuerdo deenviar al mejor de todos ellos a ayudardirectamente a Esen. Fue designadoun ser especialmente creado desde el

    principio de los tiempos para estas misiones.Un ser inmortal. Cuando digo inmortal meestoy refiriendo a un ser binico, creado biol-gicamente para albergar un espritu superior.Esto que cuento puede parecer ciencia ficcin,pero he prometido decir cunto se, con inde-pendencia y a expensas de ser tildado de loco.Este ser haba realizado varias misiones ensuperficie. Cuatrocientos aos antes habaayudado a Abraham a salir de Ur de Caldea ycrear la raza hebrea, designada por los diosescomo experimento gentico de evolucin. Fuellamado Melkisedek, o sacerdote del altsimo.Un ser del que se deca no conocer nadie suorigen y que en la misma medida que apareci,retorno en forma misteriosa a Shambhalla,donde vivi y an vive. Este instrumento de laFraternidad de los Hijos del Sol, tambin fueconocido como el mago Merln, y posterior-mente como Sant Germain. Incluso estuvotambin en la firma de la Carta Magna ameri-

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  • cana como uno de los masones que hizo posi-ble ese hito de libertad.Quien conoce bien la historia esotrica sabrque en casi todas las revoluciones sociolgi-cas de la Historia del hombre, han aparecidopersonajes decisivos que en forma directa eindirecta influyeron en los dirigentes y leyespor las cuales fuimos ganando progreso ylibertad. En Shambhalla y en otros centros depoder se sigue una febril actividad para crear loque en la Biblia se llam como El Reino deDios sobre la Tierra. Este mal llamado Reino de Dios, no es un pro-yecto espiritual, sino evolutivo, donde el espri-tu y el humanismo animar un concepto deprogreso armnico entre materia y conocimien-to. Es muy importante puntualizar estos concep-tos si deseis conocer la filosofa de los Hijosdel Sol. Intentar explicarlo en forma breve:Cada era; de 2160 aos, est regida por unarquetipo cultural. La era de Maser (Moiss)estaba gobernada por el arquetipo de Aries. En ese tiempo el caudillo, valiente, liberador,que en una mano portaba la ley del espritu yen la otra la espada; era la encarnacin dedicha Era. La Ley de aquel tiempo fue "Ojo porojo y diente por diente".

    Pero en la Era siguiente la ley fue todo lo con-trario: "Si os golpean en una mejilla, poned laotra" Fue la era de Jess el Cristo, con unmodelo menos agresivo, ms compasivo ymenos violento. En esta Era se propiciaban losconventos, el recogimiento y la mortificacinde la carne para alcanzar el modelo espiritual.

    Estamos ahora en la Era de Acuario, dondeDios lo concebiremos como una especie deordenador multifuncional que pueda dirigir lavida desde conceptos de libertad, fraternidad ycooperacin. Los historiadores de la Era deAcuario llamarn a Moiss, bruto, violento y aJess compasivo y paranoico. Pensarn queen su tiempo, en Acuario, es como se debavivir y pensarn que es el modelo adecuado;pero volvern a equivocarse puesto que 2160

    aos despus vendr la era deCapricornio, y volvern a cam-biar los arquetipos. Finalmenteel ser humano ser un poco sol-dado, un poco compasivo ymonje, un poco informtico yfinalmente pragmtico y ambi-cioso, al tomar el modelo deCapricornio. Si el hombre no huye de consi-derar que el ser perfecto es unmonje clibe metido en unacueva adorando a Dios a todashoras y realizndose en la con-templacin; se fanatizar y crea-r un modelo imperfecto. En laFraternidad Solar, se busca EL

    SER EVOLUTIVO CONSCIENTE, NO, ELSER ESPIRITUAL. Solo cuando comprenda-mos que Einstein tiene la misma categoraevolutiva que Jesucristo, y que ambos contri-buyeron desde su parcela a enriquecer lamemoria humana, nos acercaremos entoncesal modelo csmico, a la idea fundamental que

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    ARIES

  • inspir la creacin del ser humano. Fuimosinseminados con valores de la magia de laraza negra trada de Orin. Con la espirituali-dad de la raza roja trada de Plyades. De lamaterialidad de la raza blanca trada de AlfaCentauro; de la sabidura de la raza amarillatrada de Procin y de la belleza de los hom-bres azules trada de otro rincn de la inmensaGalaxia.

    La Fraternidad Solar busca la Sinarqua deseres conscientes, evolucionados y operativos.NO RELIGIOSOS NI MISTICOS.

    Pero en el Qumram se estaba intentando algofundamental para conseguir una pequea cotade ascenso evolutivo, que pocos han compren-dido. No se trataba de crear un modelo demonjes, como histricamente es aceptado portodos. De hecho se dice que las rdenes delCluny y del Cister; es decir, el modelo de losmonjes de clausura que caracteriz la EdadMedia, fue sacada del modelo esenio. Pero LaFraternidad Solar, no buscaba crear monjes,sino algo muy distinto. Se trataba de desarro-llar a travs de estos seres y de su modelovital, el desarrollo de las facultades superioresdel espritu; es decir, las facultades de clarivi-dencia, de psicocinesis, de profeca, de longe-vidad, de bilocacin, etc, etc, En definitiva deactivar el "Sexto sentido". Se eligi por tanto unmarco de silencio, de cultivo interior, ausentede todo tipo de violencia, de impregnacin cul-tural ajena, a la bsqueda de la introspecciny de la meditacin consciente. Los eseniosconsiguieron en varios cientos de aos dearduo trabajo interior, desarrollar una serie defacultades semejantes a las que practican yviven an hoy en Shambhalla. Pero lo hicieronen la Era que les corresponda; es decir, enPiscis. Y lo que hicieron no se perdi de ningu-na manera, puesto que enriqueci el almacolectiva de la Humanidad. Por eso cada nioque nace hoy tiene la memoria del Qumram ensus genes. Pues cada experiencia por insigni-ficante que parezca est en nuestra memoriaindividual y colectiva.

    Cada noche Esen sala de su cuerpo en unafacultad casi comn a todos los mortales, quese ha venido en llamar desdoblamiento astral.

    El iniciado de la Fraternidad Solar se renenormalmente con los otros miembros del grupoen los lugares establecidos para tal fin. Las ins-trucciones de la Jerarqua no se dan comoalgunos creen en forma fsica. La mayora delas acciones son coordinadas, dirigidas y ali-mentadas desde el mundo astral. De ah que lameditacin, el recogimiento y la introspeccinde los iniciados fueron y sigue siendo el comndenominador de una verdadera comunin conla Fuente y con la Jerarqua. Algunos se mara-villaran al escuchar a un monje de losHimalayas hablar de la avenida 45 de NewYork, describiendo cada rincn y cada detallede sus comercios, sin haber salido jams deviaje a ninguna parte. La verdadera vida noest precisamente en los cinco sentidos corpo-rales, sino en el cuerpo astral, que no solopuede viajar en el espacio-tiempo, sino tras-portar los sentidos corporales en hiper-activi-dad. Pero en igual medida este cuerpo deenerga sutil, puede viajar con las emociones,sentimientos y condicionamientos del alma.

    Esen viajaba en cada meditacin aShambhalla, tambin a otros tantos retiros inte-riores donde viven los maestros. El saba, queun enviado llegara pronto a la comunidad paraayudarle en la tarea.

    - Hermanos, los dioses han dispuesto que elSeor de Justicia venga a vernos para estable-cer las normas de la comunidad.

    Bien es sabido que nadie es profeta en su tie-rra, y Esen necesitaba la ayuda o la autoridadde otra persona ajena a la comunidad hebreapara crear orden.

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  • Mientras tanto los enfrentamientos entre loscasados y los clibes creca en forma preocu-pante, incluso se haban dado conatos de cier-ta violencia. El reparto de los escasos bienestambin propiciaba conflictos fuertes.

    Ocurri al amanecer de un da corriente. Losbueyes estaban trasportando el agua al cam-pamento. Su andar cansino y perezoso nohaba reparado en un extrao viajero que enforma queda caminaba en la retaguardia.Llegaron a las tiendas y las voces de los niosy las mujeres se convirtieron en admiracin yextraeza cuando vieron a un ser alto, delga-do, rapado el pelo al cero, con una tnica decolor rojo y azafrn. Caminaba con una inmen-sa sonrisa saludando con las manos juntas aunos y a otros. Por su expresin casi cmica,todos pensaron que era un amorreo expulsadode su pueblo por loco o por homosexual.Aquellas expresiones no eran propias de nin-gn pueblo conocido. Esen, alertado por sushermanos sali rpidamente de la tienda y seadelant sobre el viajero. Las lgrimas salieronde sus ojos a la vez que su pelo se erizaba deemocin.

    - Maestro! Maestro! -saludaba, arrodillndoseante l -

    Haban sido tantas las veces que en sus viajesastrales se haban abrazado y haban compar-tido desde el fondo del alma, sus sentimientos,que ahora, en la presencia fsica, todo parecaculminarse en un lazo de amor fraternal indes-criptible. El Maestro de Justicia sin dejar desonrer levant a su hermano y le abraz concario.

    - Al fin juntos querido hermano. Ninguna lgri-ma, ningn dolor, ninguna tristeza ha dejadode ser valorada por los dioses. Tenemos traba-jo que hacer, por tanto pongmonos a la tarea.Y el maestro junto con Esen, comenzaron aelaborar las normas de la comunidad.

    La primera regla fue separar a los solteros delos casados. Las familias con hijos y los que nodeseaban el celibato se establecieron en lafrontera de la Tierra Prometida. Se les asignde hacer de intermediarios entre Josu y la

    comunidad clibe. Estas familias crecieron conel paso del tiempo y formaron a su vez otrostantos asentamientos en diversos lugares dePalestina. Sus hijos podan incorporarse a lavida civil en Jerusaln y las otras ciudades obien ser educados y entrar a formar parte de lavida monacal de los monjes del desierto.

    Los solteros tuvieron que construir sus preca-rias celdas. Eran de piedra con techo de caay esparto. Una litera y una pequea mesa ocu-paban casi todo el reducto. Adosado a laestancia se extenda un pequeo huerto deescasas proporciones.

    Las edificaciones formaban pequeos escalo-nes alineados en la ladera de la montaa. Enla cima haba un arroyo que recorra todo elpoblado, descendiendo hasta perderse en losfondos arenosos del desierto. Mirando aOriente y al abrigo de los tortuosos vientos pro-venientes de Egipto, se ubica la sinagoga,donde se hacan las reuniones comunitariascada da. En la cima de la montaa, a pocosmetros del nacimiento del manantial, se habacavado un aljibe de grandes proporciones, dedonde se canalizaba el agua, hasta cada unode los huertos de los monjes. A un Km, del centro del conjunto se ubicabanunas grandes colmenas de abejas y justo allado, en una gran empalizada, estaba el reba-o de cabras que cada maana eran liberadaspara alimentarse, retornando a la noche paraser ordeadas.

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  • El alimento de los monjes era sencillo, miel,queso, verduras y fruta. A veces tomaban dti-les y vino que las caravanas les dejaban acambio de sus propios productos. Todos vest-an con tnica blanca. Nadie poda ir a la sina-goga sin haberse purificado.

    Antes del amanecer en el poblado se tocabauna campana. Todos los monjes salan de susceldas y se dirigan al aljibe. Hacan sieteinmersiones completas. Luego se secaban yse ponan en figura de loto hacia oriente, espe-rando la salida del Sol. El saludo al sol y lameditacin duraba aproximadamente unahora. Luego se trabajaba toda la maana en elhuerto y por turnos rigurosos se atenda a lafabricacin del queso, la miel y los alimentoscolectivos. A las tres de la tarde todos se con-gregaban en la sinagoga. Algunos traducan yescriban los textos trados por Maser desdeAmarna. Otros se dedicaban al estudio de lashierbas medicinales. Y finalmente todos canta-ban los mantrams y oraciones sagradas queen igual medida y desde el principio de lostiempos haban sido utilizadas por los Hijos delSol.

    Esen presida y diriga el orden civil de lacomunidad y el Maestro de Justicia el ordenespiritual.

    Fueron tiempos felices y prsperos. Aquellacomunidad que fue construida con un tremen-do esfuerzo, dur casi seiscientos aos. Hastaque finalmente fueron disueltos por las tropasromanas, pocos aos despus de la muerte deJess el Cristo.

    LOS MUERTLOS MUERTOSOS

    Ocurri que por el campamento comenza-ron a apilarse las polillas y las langostasen forma desproporcionada. Los monjes

    dotados de clarividencia acudieron a Esen yste al Maestro de Justicia. La pureza y elequilibrio del lugar se vean ahora impregna-dos de muertos y de entidades malignas. Losque no eran clarividentes se sentan vigiladosy un sentimiento de desasosiego y de inquie-tud atenazaba sus almas. El Maestro de Justicia coment a Esen; - Sabes si alguien est practicando algunainvocacin o realizando algn rito pagano?- No; no creo que nadie se salga de la normade la comunidad.- Pero estas entidades no vienen sin ms!Tendremos que vigilar y estar alerta.Aquella noche, El Maestro de Justicia y Esenno durmieron. Se pintaron la cara con betn ysalieron en la glida noche del desierto a ron-dar todas y cada una de las pequeas caba-as. Todo pareca en calma. Iban a acostarsecuando un pequeo murmullo pareca ganarfuerza en la medida que se acercaban al reba-o de cabras. Finalmente vieron un pequeoresplandor, al otro lado de un pequeo altoza-no. Se fueron acercando. El murmullo se hizoahora ms fuerte hasta convertirse en un cn-tico:

    - Tacaragua, tiguaye, calasada, contad- Tacaragua, tiguaye, calasada, contad- Tacaragua, tiguaye, calasada, contad- ..

    Tres monjes vestidos de negro estaban can-tando. A su alrededor cientos de muertosdaban vueltas a la hoguera gozando con elcanto. Los tres monjes estaban jugando a unjuego muy peligroso. No tenan desarrollado eldon de la videncia psquica y no podan medirlas consecuencias de sus actos. Ellos no sab-an que estas entidades se alimentan de laenerga psquica y etrea de los que ingenua-mente les invocaban. El Maestro de Justicia, se acerc enfadado a lahoguera y propin una patada a la hoguerahaciendo saltar tizones y chispas por doquier,a la vez que gritaba:

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  • - Insensatos insensatosinsensatos!

    Al da siguiente toda la comunidad se reunipara celebrar un juicio sumarsimo. Los tresmonjes permanecan desnudos en el centrodel crculo. El Maestro tom la palabra y dijo:

    - Si adoris a seres encarnados y muertos,estis alejndoos de la lnea espiritual. Aunhabiendo sido en su estancia en la Tierra vir-tuosos y santos, nadie puede ser invocado,rezado o llamado con oracin o rito alguno.Dejad que los muertos se ocupen de los muer-tos. Aprender de sus actos, leed y meditarsobre sus obras, pero no los retengis, ni conel afecto, ni con el dolor, ni con la oracin. Nodeifiquis a ningn ser encarnado sobre laTierra, ni levantis templos de piedra en sumemoria, puesto que estos actos se alejan dela Ley de los Hijos del Sol.

    Los tres monjes fueron expulsados de la comu-nidad. Sus cabaas fueron quemadas y susvestidos y sus recuerdos sepultados.

    LOS TERAPEUTLOS TERAPEUTASAS

    El Maestro de Justicia convoc a la mayo-ra de los monjes. Se trataba de realizaruna excursin por la montaa. Esen iba

    con ellos. - Yav Dios no est en los templos; sino encada cosa que late, en cada criatura que vivesobre la superficie de la Tierra. Dios tiene en simismo los recursos para mataros o para revita-lizaros.

    Si tomis el veneno de la cobra, moriris, perosi bebis de sus fuentes o comis su miel,vuestra vida ser sana y feliz. Yav no se ofre-ce a vosotros en una sola de sus naturalezas.Depende de vosotros como le auto-realizis.Podis emplear la espada para matar o paraextirpar un tumor. Solo la sabidura os permiti-r descubrir el infinito amor de su creacin.Yav-Dios no est en los templos, ni es siem-pre el mismo. Si en cada segundo que pasa nomatis el viejo Dios, sustituyndolo por elnuevo que descubrs, haris cultos fanticosque os enfrentarn a unos contra otros. Simetis a Yav en las escrituras, en las piedraso en las imgenes encerraris tambin vuestralibertad y vuestra capacidad de progreso evo-lutivo. Ahora vosotros veis a Dios con miedo,insuperable, inalcanzable, pero dentro untiempo los nietos de vuestros nietos, derriba-rn vuestros mitos y miedos, pues l se revela-r a los sabios, romper vuestras fronteras, sehar hertico ante vuestros principios y dog-mas. Solo la ignorancia el dogma y el misterioos inmoviliza. Dios es divertido, rebelde, trans-

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  • gresor, aventurero, pero sobre todo Yav-Dios-Atn; como queris llamarlo, es amor infinitopara el hombre, pues amando infinitamente alhombre, se ama a s mismo, en su propia obra. Esen lloraba, emborrachado del verbo delMaestro de Justicia; pues la verdad, no sologolpea los odos, sino que emite sensacionesprofundas de alegra y de inmensa beatitud. Elllanto de los esenios, silencioso y quedo, lesestaba llevando a la gnosis, a la comunincomo un solo cuerpo y un solo espritu. ElMaestro sigui hablando:

    - Si no os volvis como nios; si no ponis enmarcha toda vuestra imaginacin; si no provo-cis en cada instante de vuestras vidas, atodos y cada uno de los elementos que osrodean, no encontraris respuesta alguna, yDios se esconder y no se mostrar. Si colgisde cada respiracin o de cada latido de vues-tro corazn una pregunta y buscis con inten-sidad la respuesta El se mostrar un pocoms; pero a la vez que encontris respuesta,se os mostrarn miles de nuevas preguntas,que os harn jugar, al juego de la eterna sabi-dura. Y vendris tantas vidas como seannecesarias hasta que esas respuestas os per-mitan desterrar el dolor, la enfermedad, la gue-rra y la ambicin. No sois ni buenos ni malos,solo sois aprendices, solo sois ignorantes.Perdonaros a vosotros mismos, perdonad avuestros semejantes, pues solo sois esclavosde la ignorancia.

    El Maestro de Justicia comenz a caminarhacia la cumbre, mientras segua hablando.Los monjes se tropezaban y se empujabanpara no perder una sola de las slabas de sudiscurso:

    - Llegar un da, queridos hermanos, en quelos sacerdotes, los que dicen representar aDios, evitarn el conocimiento, perseguirn yquemarn en las hogueras a quienes deseendescubrir la naturaleza divina. Veris entoncesque la ciencia se enfrentar a la religin y laignorancia y el mal campear entre las castasy los hombres. Llegar un tiempo, en el que elsabio por pudor, se meter en la cueva, y el vir-tuoso se avergonzar de practicar la virtud. Espor eso, hermanos, que todos juramos en cada

    captulo de la orden, transportar el conocimien-to a los nuevos servidores renacidos en elcompromiso del conocimiento. Sea vuestroafn vida tras vida, la bsqueda de la sabidu-ra y la prctica del amor. Pues Dios es sobretodo sabidura y amor incondicional.

    El Maestro de Justicia se par y todos pararoncomo un resorte. Parecan como un ingeniomecnico de la ms perfecta mquina de relo-jera. Todos estaban comulgando en la gnosisy en la alegra desbordante del espritu revela-do a travs de la palabra. Pues el Maestro deJusticia haba sido iniciado en el Verbo y suvoz contena las cadencias precisas paragenerar emociones incontenibles en el hom-bre.

    - Por vuestros padres conocis las plagas y eldolor que el glaucoma provoc en Egipto.Imaginad una madre que ve como sus hijosmueren en sus brazos por causa de una enfer-medad que la somete y que de ninguna mane-ra puede superar. El dolor es inmenso.Finalmente el dolor se convierte en rabia, en

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  • amargura y proyecta esos sentimientos contraDios maldicindole. Por qu te llevas a mishijos, maldito Dios, tirano y vengador? Habisodo contar a vuestros escribas, que los pue-blos brbaros del interior del Nilo mataban asus primognitos para superar la desgracia,que ellos entendan, provena de Dios. Y mata-ban a sus propios hijos para aplacar la ira deese Dios, que tan solo viva en su miedo y suignorancia.

    El Maestro de Justicia, se agach y tom ensu mano una pequea mata de hierba amari-llenta, parecida a la camomila comn. Lalevant en su mano, mostrndosela a todos,diciendo:

    - Pues los hijos de la madre que haba malde-cido a Dios, no se hubieran muerto y se habraahorrado su dolor. Y los hijos de los supersti-

    ciosos no habran sido sacrificados al Dios queemergi de su propio miedo, si simplementehubieran aplicado una decoccin de esta plan-ta, que quita y mata en pocos das el mal delglaucoma. Solo era un problema de sabidura,solo era un problema de falta de conocimiento.Ahora imaginad que acuds al poblado coneste conocimiento y salvis a estos hijos. Noos considerarn verdaderos dioses?Todos asintieron.

    - Deseis ser dioses que consue-lan, que aman y que curan la igno-rancia humana? Deseis que Diosse incorpore en vuestra alma parasanar su propia obra, a sus propioshijos?Esta vez el grito fue unnime ysonoro:

    - Si maestroqueremos ser Dios - Sea, pues. Abrid vuestros ojos yvuestro corazn, pues vinisteis almonte con la venda de la ignoranciay saldris con la sabidura que con-suele a vuestros semejantes.

    El Maestro de Justicia tomo otraplanta y se la mostr al grupo:- Observad bien la planta y pensadpara vosotros mismos hacia quparte del cuerpo se dirige. Cada uno en silencio observ condetenimiento. Algunos no veannada. Otros comprobaban comouna extraa energa luminosa sealojaba en la zona sexual. Luego elMaestro dijo:- Aquellos de vosotros que hayanobservado que la planta se dirige ala zona sexual y al rin, que sepongan a este lado. Los que hayan

    observado que se va a otro rgano del cuerpoque se pongan al otro.Aquello fue sorprendente, puesto que casitodos haban observado lo mismo. - Efectivamente esta planta se utiliza desdeantiguo para curar las enfermedades de losrganos sexuales y las infecciones genito-uri-narias. Antes que vosotros, los antiguos, pod-an hablar con cada elemento de la creacin.

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  • Tenan en forma natural desarrollado la per-cepcin. Despus de miles de aos, el serhumano se dej llevar por los sentidos corpo-rales, olvidando el sexto sentido, el que escomn para cada ser vivo de la Creacin. Enlos papiros sagrados trados por Maser, sehabla de la Torre de Babel donde se confundie-ron las lenguas de los humanos; es decirdonde se perdi este sentido de la comunica-cin con cada elemento. Vosotros podrismediante la meditacin, la auto-escuchay la pureza corporal, retomar estesentido perdido y dialogareis con laplanta, con el agua, con el animal,sin ninguna dificultad.

    - El ignorante vive de las sen-saciones y los estmulos exter-nos. El Seor de la materia tienesu lgica, ofrece al hombre cosasmateriales dando respuesta a lossentidos corporales. Pero estassensaciones mueren, no permane-cen, dan una satisfaccin perece-dera. El espritu, por el contrario se alimenta desensaciones eternas, de percepciones quepermanecen en el almacn sempiterno devuestra alma. Es por esto que debemos mirarhacia dentro, en lo ms profundo y recnditode vuestro espritu. La vida monacal no es unfin en s mismo. Estis aqu para aprender aleer en vuestro libro interno. Una vez que des-cubris las claves del conocimiento y de lasabidura perpetua; una vez que seis uno conla voluntad de Dios, salir a los caminos, gritaren las plazas, mover las voluntades de loshombres, pues todo conocimiento debe darfruto.

    - Maestro; -le preguntaron- El celibato es msperfecto que el matrimonio?

    - No; no es ms perfecto. Cada vida tiene sulgica. El casado de hoy fue el clibe de ayer yel clibe ser maana casado. Los dioses cre-adores, permanecen eternamente casados,puesto que son andrgenos. Su naturaleza hareunido sus dos aspectos, siendo uno. En estadimensin donde vive el hombre no se da elandrgino y el hombre y la mujer se buscanpara conseguir llegar a esta unidad. Ha salido

    de la boca del Espritu Superior: "Cuando osreunis tres en mi nombre, yo estar con vos-otros" por tanto tampoco el matrimonio es elestado perfecto; lo es an ms, cuando delamor del hombre y de la mujer, y de la prcticade la virtud y el seguimiento de La LeySuperior, hace el hijo. As es como se renentres bajo el mismo espritu y este estado tam-bin complace a Dios.

    - Es importante que no confundis el amor conel sexo. El sexo es una facultad primordial delcuerpo, el amor, es una facultad del espritu. Alser el sexo inferior en su rango vibratorio, debeponerse al servicio del espritu, y el espritugobernar desde la plena sabidura, si en estaencarnacin debe ser clibe o casado, si deberealizarse en el sexo o en la abstinencia. Loque es sagrado a los ojos del Dios y de loshombres es la natalidad. Nadie puede tener unhijo si no nace del amor, de la consciencia y dela preparacin fsica, y espiritual perfecta paratenerlo. El ltimo nio que nace en el tiempo,es la obra ms perfecta de Dios.

    Todos se maravillaban al comprobar que en lamedida que el Maestro de Justicia les mostra-ba ms y ms plantas, se iba afinando estaperfeccin y descubran sus propiedades. Selevantaron catlogos, para que los que nogozaban de esta facultad pudieran aplicar yconocer el remedio para curar a los enfermos. En otro momento el Maestro, tom a uno de losmonjes y lo puso en el centro del crculo en lasinagoga.

    - Observad bien su cuerpo y decidme dnde

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  • estn sus rganos dbiles o la herencia malig-na de sus padres.

    Todos se esforzaban en mirad. Esen, guarda-ba silencio, puesto que desde el primermomento estaba viendo como unas larvas ogusanos de color negro, solo visibles al clarivi-dente rondaban la cabeza del monje. Otromonje joven con unos ojos de asombro replic:

    - Maestro, o yo estoy loco o veo que salenculebras de la cabeza de nuestro hermano.

    Es esto posible?

    - Yo tambin las veo- Yo tambin

    Una docena de monjes se reafirmaron en lavisin. Los aos anteriores, en los que el pere-grinaje por el desierto les haba hecho purificarsu cuerpo, propiciaban ahora una visin psqui-ca extraordinaria. El Maestro con una sonrisatom la palabra:

    - Hermanos, ciertamente habis detectado quenuestro compaero, tiene debilidad en la fun-cin circulatoria de la cabeza. Luego mirando al monje le pregunt:

    - Te duele a menudo la cabeza?

    - Si, Maestro, me siento mareado y dbil conmolestias en la cabeza. Luego el Maestro sealando la mesa donde seagrupaban las plantas que estaban en estudio,les solicit que indicaran que plantas eran lasadecuadas para curar al hermano. Y unos porvisin directa y otros por memorizacin pudie-ron establecer, no solo la enfermedad, sino elremedio. Este conocimiento fue pasando degeneracin en generacin. Y siglos despus,tal y como recogen los historiadores de lapoca, muchos hombres viajaron de distintospases para aprender de la sabidura de losesenios, como los mejores terapeutas del des-ierto. Seres santos que haban podido resta-blecer el eterno dilogo de la creacin univer-sal.

    Y en sus textos sagrados, se recoge el amor yla admiracin por el Maestro de Justicia, queun da vino de Oriente y les instruy en gran-des conocimientos y les encarril en el caminode la virtud.

    ELEL VERDADERO PODER DELVERDADERO PODER DELHOMBRE.HOMBRE.

    La campana tocaba a captulo de trabajoen la sinagoga. Por la tarde se reanuda-ba la traduccin y elaboracin de los

    documentos sagrados trados por Maser desdeAmarna, Karnak y Menfis. Algunos de esosdocumentos eran luego llevados al otro ladodel desierto, a Canan, donde los hebreosestaban asentndose en la Tierra Prometida.Luego se recitaban y se debata sobre dichostextos, y en la misma reunin se entonaban losmantrams sagrados para elevar la vibracin dela comunidad y expulsar los malos espritus. El Maestro de Justicia, pareca ahora uno msde ellos, su pelo haba crecido, su barba ahorams larga y bien recortada, le otorgaba unporte aristocrtico que denotaba su autoridadmoral. Sus ojos eran tiernos y bellos. Perotodos observaban que la edad dibujaba arru-gas en las caras y los cuellos de los hermanos,mientras que en la del Maestro de Justicia noexista ninguna huella del paso del tiempo.Esen, el Jefe de la Orden, caminaba ya algoencorvado. Tena cerca de los cien aos.Muchos haban muerto. Y los hijos de las fami-

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  • lias esenias del interior haca aos, que venanenviado a sus hijos a formar parte de la comu-nidad. Savia nueva haba renovado a los ese-nios, pero el Maestro de Justicia permanecaigual que el primer da que saliera deShambhalla. Solo Esen saba que era inmortal. Fue el propio Esen, quien llegada la hora de sumuerte inminente dijo al Maestro de Justicia:- Hermano, mi cuerpo est cansado, mi traba-jo ya se ha hecho. Debo reunirme con Maser ylos hermanos del cielo. Deseo marchar en paz.Debo nombrar un sucesor que gui al rebaohacia el futuro. Qu debo hacer?- Mi querido hermano, grande ha sido tu obra ytu sacrificio. Contigo muere una generacin dehroes. Yo tambin debo marchar al RetiroInterior. Los hermanos deben asumir su mayo-ra de edad.Se reunieron todos y cada uno de la comuni-dad. Se trataba de nombrar un Jefe, pues Esenestaba a las puertas de la muerte. El Maestrode Justicia se dirigi a todos con voz solemne. - Habis adquirido la mayora de edad. No serEsen quien designe a su sucesor, sino vos-otros mismos. Tal es la costumbre de los her-manos del Retiro Interior y de las comunidadescelestes. No se levantar esta asamblea, hastaque veis por vosotros mismos al nuevo Jefede la Orden.- Los monjes se miraban entre s. Cmo pod-an ver al nuevo Jefe? Acaso eran adivinos?El Maestro de Justicia, respondiendo a estasinquietudes silenciosas le pre-gunt a su vez.- Qu es ms fuerte, la volun-tad o la imaginacin?Casi todos respondieron que lavoluntad y el valor eran las virtu-des que adornaban a los perse-verantes, los caudillos y lostriunfadores.- No; hermanos. La voluntad esuna santa virtud que evita lapasividad y la zanganera, perono es ms fuerte que la imagina-cin. Vosotros sois dioses yvuestra creatividad nace de laimaginacin. Nada ni nadiepuede ejecutar algo que previa-mente no haya sido imaginado.El herrero fabrica la espada que antes dibujo

    en su mente. La madre, imagina con alegra asu hijo sano y fuerte, y cuando pasado el tiem-po, llega a darse lo imaginado, ella siente, quesu misin ha concluido. El pintor, pinta primeroen su mente y luego en el lienzo. - El enfermo de hoy piensa en la muerte demaana y su enfermedad se agrava. El miedo-so, fabrica en su imaginacin las escenas desu futuro y antes de que se d el desenlaceimaginado ya est sufriendo. El que se suges-tiona con sus fantasmas imaginarios, ve ene-migos y males, que solo existen en su cerebroy los mdicos los encierran en la crcel de supropio delirio. - Si imaginis con fuerza, con entusiasmo ycon amor. Si imaginis dentro de La Ley delDevenir. Si adems de imaginar amis, confuerza lo imaginado, Dios-Creador, se sentirfeliz, pues el crear a travs de vuestra propiacreacin y se realizar el milagro que cambia-r vuestra vida y la vida del entorno. Sois loque imaginis, y llegaris indefectiblemente aconciliaros con vuestra propia creacin mentaly emocional. No existe en la Tierra ningn sergenial que no haya sido un visionario, un ima-ginativo y un creador inconformista con elpasado. Vuestra fuerza est en la imaginacin.

    El Maestro les orden que cerraran sus prpa-dos. Los ojos voltearon hacia el interior delcerebro. El silencio se hizo una meloda deexpectacin. Al poco rato todos eran uno.

    Y junto a ellos, otros seres luminosos, se sen-

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  • taron en la misma postura del loto, que losmonjes observaban. Pasaron los minutos y lashoras. Algunos monjes ya no estaban sentadosen las esterillas, su cuerpo flotaba pocos cent-metros sobre el suelo. Casi todos vieron en sucerebro a Esen, que en forma luminosa lesabandonaba. Luego vieron que en su lugar dela mesa ceremonial se sentaba el hermanoNatanael. Un joven monje que haba mostradosu firmeza y su amor por la vida monacal.Cmo era posible que apareciera un joven,en vez de alguno de los ms viejos de laOrden? Pero la imaginacin no tiene normas,no tiene prejuicios; rompe las barreras, encan-ta con su lgica, transgrede lo establecido.Pues la lgica del espritu no es la lgica de lamateria.

    Todos abrieron los ojos. Todos, menos uno,pues Esen permaneca sentado con sus ojoscerrados. Sobre sus mejillas se haban seca-do, sendas lgrimas. Estaba muerto; o mejor,dicho, estaba ahora ms vivo que nunca, perosu espritu haba abandonado el cuerpo parasiempre. - A quin nombraris ahora como Jefe? - pre-gunt el Maestro de Justicia -Casi todos dirigieron su mirada hacia Natanael.Todos se maravillaban de que lo imaginado no

    era solo fruto de su propio delirio, sino que suimaginacin se haba sumado a la imaginacincolectiva, y est a su vez era precisamente loque estaba imaginando Dios-yav-Atn; ocomo prefiris llamarle. Se dieron cuentaentonces que nunca haban estado solos, puesseres con la cabeza rapada, con tnicas colorazafrn que viven en el Himalaya. Seres queviajaban en sus nubes metlicas tambin hab-an imaginado con ellos y Yo, Homet-Nut, aquien corresponde escribir este relato, en estetiempo y este espacio, tambin me habasumado a su tiempo, a su espacio y a la imagi-nacin colectiva. Es por esto que en los captulos de las prime-ras rdenes monacales; en los lamasterios delTibet; en el Retiro Interior de Shambhalla y en

    la ciudad submarina de Sartx, siguen sen-tndose en postura de loto, cientos o miles deseres que imaginan con fuerza un mundomejor, la paz entre todos los hombres y un futu-ro de amor incondicional entre todos los seresvivos. Y el planeta vivir tanto tiempo comoellos imaginen. Podis matar su cuerpo, perono podis matar su imaginacin. Bienaventurados los que entiendan cuantoexplico y crean en el poder de la imaginacin!Pues ese ser el primer da de una nueva vida

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  • plagada de emociones.

    Si la dcima parte de la raza humana se pusie-ra a meditar y activara la fuerza de la imagina-cin, el cambio planetario hacia nuevos valoressera una realidad.

    Yo, Homet-Nut, que puedo vivir a la vez enaquel tiempo y en este desde donde os relatocuanto viv, puedo hablaros de que en la ciu-dad de Sartx, en el fondo del mar, hay unagran mquina; una super-computadora. Hevisto como una idea-forma o una idea-pensa-miento es depositada en este ingenio, y luegotodos los adeptos conectados a la mquinareciben instantneamente esta idea, estn tanlejos o prximos como las circunstancias lesencuentre. Todos los hijos del Sol estuvieron yan estn unidos por un cordn umbilical aeste super-cerebro. No os maravillis, portanto cuando un viajero venido de lejos oshable de sus sueos y comprobis que son losmismos que vosotros tenis.

    Existe un plan silencioso, tremendamente ope-rativo que hace el milagro de unir por el espri-tu y por la mente a un colectivo en el mundo,que de forma consciente e inconsciente actancon una lgica impensable para elser comn. He podido ver comopersonas que destacan por su sim-pata, sabidura, o rectitud moral,tienen acoplado en diversas partesde su cuerpo, pequeos artilugiosmetlicos, de material binico,incluso de plasma invisible al ojohumano, que recibe constantemen-te rdenes de la computadora cen-tral de la ciudad de Sartx.

    El ejrcito ms poderoso delmundo podr doblegar al hombre,al animal o al ms fuerte de losmortales, pero es imposible supe-rar el programa de los Hijos del Solsobre la Tierra. Todo est escrito enel tiempo. Lo que est programado en el tiem-po se dar. Si queris saber cmo ser, debe-ris poner en prctica los consejos del Maestrode Justicia y aplicar con fuerza la imaginacin.

    LAS LLAS LTIMAS LECCIONESTIMAS LECCIONES

    La partida del Maestro de Justicia estabacerca. Pero an les tena que hablar deotras cosas importantes. Deba sembrar

    la semilla del conocimiento entre la recinestablecida comunidad monacal de los Hijosdel Sol. - Os he hablado del poder la imaginacin -lesdijo- Y tambin de la fuerza de la voluntad y laperseverancia para realizar cambios en vues-tras vidas en el devenir de la miseria humana,pero an no es bastante. La Jerarqua estrealizando a travs de vuestra experiencia enel desierto una evaluacin de los valores de lasolidaridad y de la eficacia. Nada de cuantoestis viviendo pasa desapercibido. - Por el hecho de nacer en la Tierra, nuestravida es difcil, est limitada por el karma devuestras anteriores reencarnaciones. Cadacual deber caminar con su carga para apren-der y nada ni nadie puede alterar esta ley indi-vidual del karma. Pero tambin es verdad quela carga puede ser aliviada con el esfuerzo detu hermano y de tu compaero. El mayor de losimpedimentos con el que tendris que comba-tir es el "ego" es decir el sentido profundo de laindividualidad.

    - Habis visto en el desierto cmo cada lencombate para conseguir ser el ms fuerte de lamanada y aparearse con la hembra ms dota-da. Los otros leones combaten con furia paraconseguir modificar esta ley jerrquica y ser

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  • cada uno el ms fuerte y el que ms o mejoreshembras consiga. Los leones ignoran el con-cepto de tribu, el concepto social. El instintoindividual de dominacin les somete a unaconstate vigilancia y a estar en guardia perma-nentemente. Si en vuestravida no aplicis la renunciadel ego, para aplicar con efi-cacia la ley de la coopera-cin; de vuestra existenciaemerger la violencia, elmiedo y el acecho para noperder vuestra supuesta pri-maca. Este combate poremerger del grupo, pordominar, por ser el primero,por tener siempre razn opor adornarse con las mejo-res plumas es el mayor delos frenos de la evolucinhumana. Es el origen de lasguerras, de los combates.Es el recuerdo atvico dehaber vivido en una manadade animales beligerantes. - Hasta el acto ms pequeo de vuestra vida lopodis hacer solos o en cooperacin con elentorno. Si hoy tienes que sembrar semillas,prueba a dialogar con las fuerzas primordialesde la naturaleza, con los duendes, con lashadas. Pdele al hermano caracol, o a la her-mana lombriz que te ayuden a sembrar sindolor, sin combate en su territorio y reparte losfrutos con ellos. Pdele a los Eolos del vientoque sean benficos con tu siembra. Habla alngel del agua, que riegue en el tiempo estivaltus frutos. Pdele al ngel de la Luz, que siem-bre la vida en los frutos que has de comer. - El ignorante egosta siembra la semillalamentndose de su condicin humana, delesfuerzo que ha de hacer, del tiempo que estperdiendo en tal o cual accin. Su vida estsembrada de agresividad. Ignora que hasta elcaro o mosquito ms insignificante son tam-bin una parte fundamental de su existencia. Sisiembras dolor, violencia o agresividad, esomismo recibirs. - Aprended a caminar en conjunto. Ser un solocorazn, una sola alma, una sola voz, y unamisma voluntad. Que el primero de vosotrosaprenda a ser el ltimo y el ltimo que se inte-

    gre sin complejos en el colectivo. - Llegar un tiempo que el hombre se separa-r de la naturaleza, su ego se har egosta ymatar el rbol, anegar el aire, contaminarlos ros y finalmente se auto-aniquilar.

    Adorar a estatuas, seguir preceptos peroignorar el dios del agua, el dios del aire, eldios del fuego y el Gran espritu que animacada ser vivo. Este ser el principio del fin.Entonces la inteligencia de los volcanes, de losocanos, de los animales y de las fuerzas pri-mordiales de la Naturaleza se movern con lainteligencia de los astros y la Tierra se sacudi-r a los indeseables y a los que han perdido elvnculo con el verdadero Dios que vive en cadahlito de vida. Vosotros hermanos sed uno conla madre Tierra y el Padre Sol.El Maestro de Justicia todava les habl dealgo ms complejo de entender:- No basta saber sembrar la semilla. Debissaber cuando ha de sembrarse. No podissembrar trigo en el lago, ni podis hacer cami-nar a los peces, pues todo sigue una Ley.Aprended a discernir La Ley, pues Dios es Ley,es Orden, es Armona. No caminis solos!Acompaaros de vuestros hermanos, de vues-tros animales, del aire, del viento, del sol y delas estrellas que cada noche forman el techode vuestro cielo. - Cmo podemos caminar con las estrellasdel cielo, si son inalcanzables?

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  • - Las estrellas del cielo y cada uno de vosotrossois una misma realidad. Los hermanos no podan entender este len-guaje. Pero Natanael, siguiendo sus instruccio-nes haba enviado hacia meses, a Tebas unadelegacin de monjes; los ms inteligentes,para aprender el arte de los astros, trado porlos dioses. Y ocurri en el tiempo, que la comunidad delQumram y del Monte Carmelo, llegaron a ser elfoco de cultura esotrica ms fuerte delmundo, pues sabios venidos del todo el orbeacudieron a aprender medicina, astronoma yauto-realizacin personal. Ocurri en lossiguientes cientos de aos, que los frutos sem-brados en sus pequeos huertos alcanzabandimensiones y sabores inusitados para cual-quier ser humano. Pues esos frutos se habansembrado siguiendo la Ley de los astros y conpermiso de los gnomos, de las hadas y de lasfuerzas primordiales de la naturaleza. Y la comunidad de los Hijos del Sol; la comuni-dad Esenia, fue el experimento mejor realizadode toda la Historia del Hombre. Flavio Josefocuenta como estos monjes alcanzaban la edadde cien aos, tenan el don de profeca, desanacin y de clarividencia y jams mentan.Finalmente Akenaton y sus hermanos de laFraternidad haban realizado su sueo.

    Y una tarde, estando todos sentados en tornoal Maestro de Justicia vieron en el cielo unanube metlica que ilumin el campamento.

    - Ha llegado la hora de mi marcha, queridoshermanos. Honrad a vuestros maestros y a losque dieron la vida por los ideales que ahoravivs y practicis. Yo volver para renovar mislazos con vosotros.

    Y ante la atnita mirada de todos los presen-tes, el Maestro de Justicia fue ascendiendohasta la nube, que finalmente, le introdujo ensu panza y lo arrebat al cielo. Es por esto que los esenios dejaban siempreuna silla vaca en sus ceremonias por queesperaban el prometido retorno del Maestro deJusticia.

    Cientos de aos despus, El Maestro deJusticia con otros dos iniciados ms del Reino

    de Shambhalla, acudieron a reconocer en unnio recin nacido como al Avatar de la Era dePiscis, a Jess el Cristo. Pero en su retornosolo unos pocos le reconocieron, pues losmonjes esenios; los Hijos del Sol, haban per-dido el espritu de los primeros tiempos.Algunos, los zelotas, haban entendido sumandato con violencia, otros con fanatismo ycasi todos con un extremado machismo. El egoles haba cegado y ya no sembraban en eltiempo del astro y con la cooperacin de losduendes, de las hadas y de las fuerzas primor-diales de la naturaleza.

    Los pergaminos sagrados sacados de Tebas yde Menfis, fueron escondidos en las grutas deldesierto y los pocos que quedaron fueron ase-sinados y exterminados en la fortaleza deMassada por las legiones Romanas. Fue elprincipio del fin, el principio de la dispersin delPueblo Judo. Y la Fraternidad Solar siguiviva en el corazn de unos pocos que se dis-persaron por Europa. Pero esta es otra historiaque no se me ha permitido contar.

    Homet-Nut.

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  • "Haba entre los judos tres gneros de filosofa: eluno lo seguan los fariseos, el otro los saduceos y eltercero, que todos piensan ser l mas aprobado, erael de los esenios; judos naturales pero muy unidoscon amor y amistad, y los que ms huan de todoocio y deleite torpe, y mostrando ser continentes yno sujetarse a la codicia, tenan esto por muy granvirtud. Estos aborrecen los casamientos, y tienenpor parientes propios a los hijos extraos que les sondados para adoctrinarlos. Mustranles e instruyn-los en sus costumbres, no porque sean ellos de pare-cer deberse quitar o acabar la sucesin y generacinhumana, pero porque piensan deberse todos guardarde la intemperancia y lujuria, creyendo que no haymujer que guarde la fe con su marido constante,segn se debe.

    Suelen tambin menospreciar las riquezas, y tienenpor muy honrosa la comunicacin de los bienes unocon otro. No se halla que uno sea ms rico que otro;tienen por ley que quien quisiere seguir la discipli-na de esta secta ha de poner todos su bienes encomn, para servicio de todos, porque de esta mane-ra, ni la pobreza se mostrase ni la riqueza ensorber-biese; pero mezclando todo junto, como hacienda dehermanos, fuese todo un comn patrimonio. Tienenpor cosa de afrenta el aceite, y si alguno fuera unta-do con el contra su voluntad, luego con otras cosas

    hace limpiar su cuerpo, porque tienen lo feo por her-moso, salvo que sus vestidos estn siempre muylimpios. Tienen procuradores fijos para todas suscosas en comn y juntos. No tienen una ciudaddeterminada en donde se recojan; pero en cada unaviven muchos, y viniendo alguno de los maestros dela secta, ofrcenle todo cuanto tienen, como si lefuese cosa propia; vense con ellos, aunque nunca loshayan visto, como muy amigos y muy acostumbra-dos, por esto en sus peregrinaciones no se arman,sino a causa de los ladrones, y no llevan consigocosa alguna. En cada ciudad tienen cierto procura-dor del mismo colegio, el cual tiene cargo de recibirtodos los huspedes que vienen, y ste tiene cuida-do de guardar los vestidos y proveer de lo ms nece-sario a su uso. Los muchachos que estn an deba-jo de sus maestros, no tienen todos ms que unamanera de vestir, y el calzar es a todos semejantes;no mudan jams vestidos ni zapatos, hasta que losprimeros sean, o rotos, o consumidos con el uso delandar y servicio. No compran entre ellos nada, ni lovenden, dando cada uno lo que tiene al que estnecesitado. Comuncanse cuanto tienen, de talmanera que cada uno toma lo que le falta, aunquesin dar uno por otro y sin este cambio tienen todoslibertad de tomar de cada uno que les pareciereaquello que les es necesario.

    Tienen mucha religin y reverencia a Dios princi-palmente. No hablan antes que el Sol salga, nadaque sea profano, antes le suelen ofrecer ciertossacrificios y oraciones, como rogndole que salga.Despus los procuradores dejan ocuparse a cada unoen sus cosas, y despus que han entendido cada unoen su arte como debe, jntanse todos, y cubiertoscon una toallas blancas de lino, lvanse con aguafra sus cuerpos; hecho esto, recgense todos enciertos lugares a donde no puede entrar hombre deotra secta. Limpios, pues, y purificados de estamanera, entran en su cenculo, no de otra maneraque si entrasen en un santo templo y sentados conorden y con silencio, pneseles a cada uno el pandelante, y el cocinero una escudilla con su potaje, yluego el sacerdote bendice la comida porque no eslcito comer bocado sin hacer primero oracin aDios. Despus de haber comido hacen sus gracias,porque en el principio y en fin de la comida dan gra-cias y alabanzas a Dios, como que de l todo proce-de, y es el que les da mantenimiento; despus,

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    APENDICESAPENDICES

    FLAVIO JOSEFO

  • dejando aquellos vestimentos casi como sagrados,vuelven a sus ejercicios hasta la noche, y recogin-dose entonces en sus casas cenan, y junto con elloslos huspedes tambin, si algunos hallaren. Nosuele haber aqu entre ellos, ni clamor ni gritos, niruido alguno; porque an en el hablar guardanmoderacin grande, dando los unos lugar a los otrosy el silencio que guardan parece a los que estnfuera de all una cosa muy secreta y muy venerable;la causa de esto es la gran templanza que guardan enel comer y beber, porque ninguno llega ms deaquello que sabe serle necesario.

    Pero aunque no hacen nada; en todo cuanto hacen,sin consentimiento del procurador o maestro detodos, todava son libres en dos cosas y son estas:ayudar al que tiene de ellos necesidad y tener com-pasin de los afligidos, por que permitido es a cadauno socorrer a los que fueren dignos, segn suvoluntad, y dar a los pobres mantenimiento.Solamente les est prohibido dar algo a sus parien-tes y deudos sin pedir licencia a sus maestros; sabenmoderar bien y templar su ira, desechar toda indig-nacin, guardar su fe, obedecer a la paz, guardar ycumplir cuanto dicen, como si con juramento estu-viesen obligados; son muy recatados en el jurar, porque piensan que es cosa de perjuros, por que tienenpor mentiroso a aquel a quien no se puede dar cr-dito sin que llame a Dios por testigo. Hacen granestudio de las escrituras de los antiguos, sacando deellas principalmente aquello que conviene para susalmas y cuerpos, y por tanto, suelen saber la virtudde muchas hierbas, plantas y races y piedras, sabenla fuerza y poder de todas, y esto escudrian congran diligencia.

    A los que desean entrar en esta secta, no les recibenluego en sus reuniones pero danles un ao entero decomer y beber con la misma orden que si con ellosestuviesen juntamente, dndoles tambin una tni-ca, una vestidura blanca u una azadilla. Despus quecon el tiempo han dado seal de su virtud y conti-nencia, recbenle a comer con ellos y participa desus aguas y lavatorios, para recibir con ellos la cas-tidad que debe guardar, pero no le juntan a comercon ellos, porque despus que ha mostrado su con-tinencia, experimentan sus costumbres por espaciode dos aos ms, y pareciendo digno, es recibidoentonces en la compaa. Antes que comience acomer de las mismas comidas de ellos y despusque con los hombres guardara toda justicia, y no

    daara de voluntad, ni de su agrado a alguno, niaunque se lo manden; y que ha de aborrecer a todoslos malos, y que trabajar con los que siguen la vir-tud de guardar la verdad con todos, y principalmen-te con los prncipes, porque sin voluntad de Dios,ninguno puede llegar a ser rey ni prncipe; y si acon-teciere que l venga a ser presidente de todos, jura ypromete que no ensoberbecer, ni usar mal de supoder, para hacer afrenta a los suyos, pero que ni sevestir de otra diferente manera que van todos, noms rico ni ms pomposo, y que siempre amar laverdad, con propsito e intencin de convencer a losmentirosos; tambin promete de guardar sus manoslimpias de todo hurto, y su nima pura y limpia deprovechos injustos; y que no encubrir a los que tie-nen por compaeros y que le siguen algn misterio;y que no publicar nada de ellos a la gente profana,aunque alguno le quiera forzar amenazndole con lamuerte. Aade tambin que no ordenar reglas nue-vas, ni cosa alguna ms de aquellas que ellos hanrecibido. Huirn todo latrocinio y hurto; conserva-rn los libros de sus leyes, y honrarn los nombresde los ngeles. Con estos juramentos prueban yexperimentan a los que reciben en sus compaas, yfortalcenlos con ellos; a los que hallan en pecado,chanlos de la compaa; y el que es condenadomuchas veces, le hacen morir de muerte miserable;los que estn obligados a estos juramentos y orde-nanzas no pueden recibir de alguno otro comer nibeber, pero si comer como las bestias las hierbascrudas, de tal manera que se les viene a adelgazartanto sus miembros con el hambre, que vienen final-mente a morir; por lo cual, teniendo muchas vecescompasin de muchos, los recibieron ya estando enlo ltimo de su vida, creyendo y juzgando que bas-taba la pena recibida por los delitos y pecadoscometidos, pues los haba llevado a la muerte.

    Son muy diligentes en el juzgar y muy justos;entienden en los juicios que hacen, no menos decien hombres juntos, y lo que determinan se guarday observa muy firmemente; despus de Dios tienenen gran hora a Moiss, fundador de sus leyes de talmanera, que si alguno habla mal contra l, es conde-nado a muerte. Obedecer a los viejos y a los demsque algo ordenen o mandan, tienen por cosa muyaprobada; si diez estn juntos, no hay quien hable apesar de los otros; gurdanse ms particularmente ycon mas diligencia que todos los otros judos; y noslo preparan un da antes, por no encender fuego,el da de fiesta, pero ni an osan mudar un vaso de

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  • una parte a otra, ni purgan sus vientres, aunque ten-gan necesidad de hacerlo. Los otros das cavan entierra un pie de hondo con aquella azadlla que diji-mos arriba que se da a los novicios, y por no hacerinjuria al resplandor divino, hacen sus secretos allcubiertos, y despus vuelven a ponerle encima latierra que sacaron antes y an esto lo suelen haceren lugares muy secretos, y siendo esta purgacinnatural, todava tienen por cosa muy solemne lim-piarse de esta manera.

    Distnguense unos de otros, segn el tiempo de laabstinencia que han tenido y guardado en cuatrordenes, y los ms nuevos son tenidos en menos quelos que les preceden, tanto, que si tocan a alguno deellos se lavan y limpian, no menos que si hubiesentocado a algn extranjero. Viven mucho tiempo; detal manera, hay muchos que llegan hasta cien aospor comer siempre ordenados platos y muy senci-llos; y segn pienso, por la gran templanza queguardan. Menosprecian tambin las adversidades yvencen los tormentos con la constancia, paciencia yconsejo, y morir con honra juzganlo por mejor quevivir.

    La guerra que tuvieron stos con los romanos mos-tr el gran nimo que en todas las cosas tenan, por-que aunque sus miembros eran despedazados porfuego y diversos tormentos, no pudieron hacer quehablasen algo contra el dolor de la ley ni que comie-sen alguna cosa vedada, y an no rogaron a los queles atormentaban, ni lloraron siendo atormentados,antes riendo en sus pasiones y penas grandes, y bur-lndose de los que se las mandaban dar, perdan lavida con alegra grande, muy constante y firmemen-te, teniendo por cierto que no la perdan, pues lahaban de cobrar otra vez.

    Tienen una opinin por muy verdadera que los cuer-pos son corruptibles, y la materia de ellos no es per-petua, pero las almas quedan siempre inmortales, ysiendo de un aire muy sutil, son puestas dentro delos cuerpos, como en crceles, retiradas con place-res naturales; pero cuando son libradas de estosnudos y crceles, libradas como de servidumbremuy grande y muy larga, luego reciben alegra y selevantan a lo alto; y las buenas, conformndose enesto con la sentencia de los griegos, viven a la otraparte del Ocano, adonde tienen su gozo y su des-canso, porque aquella regin no est fatigada concalores, ni con aguas ni con fros, ni con nieves,

    pero muy fresca con el viento occidental que saledel Ocano, y ventada muy suavemente, es muydeleitable. Las malas nimas tienen otro lugar lejosde all, muy tempestuoso y muy fro lleno de gemi-dos y dolores, adonde son atormentadas con penasin fin. Parceme a mi que con el mismo sentido losgriegos han apartado a todos aquellos que llamanhroes y medio dioses en unas islas de bienaventu-rados, y a los malos les han dado un lugar all en elcentro de la Tierra, llamado infierno, adonde fuesenlos impos atormentados los ssifos, los tntalos, losixiones y los tirios, teniendo por cierto, al principio,que las almas son inmortales, y aquello, por el cui-dado que tienen de seguir la virtud y menospreciarlos vicios; por que los buenos conservando esta vidase hacen mejores, por la esperanza que tienen losbienes eternos despus de esta vida, y que los malosson detenidos, porque estando en la vida han estadocomo escondidos, sern despus de la muerte ator-mentados eternamente. Esta, pues, es la filosofa delos esenios, la cual, cierto, tienen un halago, si unavez se comienza a gustar, muy inevitable.

    Hay entre ellos algunos que dicen saber las cosasdel porvenir, por sus libros sagrados y por muchaspurificaciones y por los dichos de los profetas desdesu primer tiempo; y muy pocas veces acontece quelo que ellos predicen, de lo que ha de suceder, no seaas como ellos sealan.

    Hay tambin otro colegio de esenios, los cuales tie-nen el comer, costumbres y leyes semejantes a lasdichas, pero difiere en la opinin del matrimonio; ydicen que la mayor parte de la vida del hombre espara la sucesin, y que los que aquello dicen laimpiden, porque si todos fuesen de este parecer,luego el gnero humano faltara. Pero todava tienenellos sus reuniones tan moderadas, que pasan tresaos en experimentar a sus mujeres, y si en sus pur-gaciones les parecen idneas y aptas para parir,tmanlas entonces y csanse con ellas. Ninguno deellos se llega a su mujer si est preada, parademostrar que las bodas y ayuntamientos del mari-do y mujer no son por deleite, sino por el acrecenta-miento y multiplicacin de los hombres. Las muje-res cuando se lavan, tienen sus tnicas o camisas ala manera de los hombres. Y estas son las costum-bres de esta secta".

    Flavio Josefo.

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  • LOS ESENIOS

    Junto a los fariseos y los saduceos existi una sectaen la Judea de la poca que, aunque desprovista dela importancia de estas dos, presenta rasgos de cier-to inters para la historia del periodo y del cristianis-mo primitivo. Me estoy refiriendo a los esenios.

    Dnde pudo originarse el nombre es algo sometidotodava a controversia. Para algunos, el mismo no essino la forma griega de "jasya" (piadoso, santo)mientras que otros lo han relacionado con "'asya"(sanador), lo que podra encajar con su identifica-cin con los "Zerapeute" (sanadores), una comuni-dad de vida aislada a la que se refiere Filn (De vidacontemplativa, 2 ss) como "adoradores" de Dios.

    Las referencias que tenemos a los esenios apare-cen en una pluralidad de fuentes.

    Plinio nos da noticia de ellos en su Historia Natural5, 73 (escrita entre el 73 y el 79 d. de C.), al hacerreferencia al Mar Muerto. De ellos nos dice que "Enel lado oeste (del Mar Muerto)... viven los esenios...Viven sin mujeres (porque han renunciado a todavida sexual), viven sin dinero, y sin ninguna compa-a salvo la de las palmeras".

    El hecho de que Plinio parezca adems situar en supasaje Engadi al sur del enclave esenio ha llevado aalgunos autores a identificar a ste con JirbetQumran, lo que tiene una enorme trascendencia.

    Filn de Alejandra nos ha dejado dos relatos delos esenios. Uno de ellos, el ms largo, se encuentra

    en su obra "Todo hombre bueno es libre", y el otro,ms breve, forma parte de su apologa en favor delos judos denominada Hypothetica.

    En su relato ms largo, Filn calcula el nmero delos esenios en unos cuatro mil, y los describe habi-tando en aldeas donde obtienen el sustento de laagricultura y dedican gran parte de su tiempo acuestiones religiosas como la interpretacin de lasEscrituras. Su propiedad era comunitaria. Se abste-nan de los sacrificios de animales, de hacer jura-mentos, de realizar el servicio militar y de la activi-dad comercial. No posean esclavos, se ocupaban deaquellos de sus miembros que ya no podan trabajara causa de la edad o la enfermedad, y cultivabantodo gnero de virtudes.

    En su noticia ms breve, Filn aade que slo admi-tan adultos en su comunidad, y que practicaban elcelibato ya que las esposas y los hijos distraen laatencin del hombre.

    Josefo se refiere a los esenios en Guerra 2, 119 ss;Ant 18, 18 ss; y Ant 13, 171 ss. Su retrato de los ese-nios es ms detallado que el de Filn y adems secentra en testimonios que, al menos en parte, debie-ron ser de primera mano, ya que en su Vida 10 ss,nos habla de que conoci a los esenios cuando erajoven.

    Segn Josefo, los esenios vivan esparcidos portodas las ciudades de Palestina (incluso enJerusaln) y practicaban la hospitalidad entre ellos.Cabe la posibilidad de que, quiz, en las ciudadesvivieran en algn tipo de fraternidad.

    Crean en la predestinacin y en la inmortalidaddel alma. Presentaban sus sacrificios en elTemplo de Jerusaln pero de acuerdo a su propianormativa. Se dedicaban totalmente a la agricul-tura. Tenan todas las cosas en comn. No secasaban (es interesante, no obstante, sealar que,segn Josefo, exista tambin un grupo de eseniosque s permitan el matrimonio) ni tenan escla-vos, y contaban con administradores que se ocu-paban de controlar los productos del campo, ascomo con sacerdotes que supervisaban la prepa-racin del pan y de otros alimentos.

    Cualquiera que deseara entrar en el colectivo, debapasar por un periodo de prueba de tres aos. Al final

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    CESAR VIDAL

  • del primero se admita al novicio a la purificacinritual con agua, pero slo al trmino del trieniopoda tomar parte de la comida comunitaria, traspronunciar un conjunto de juramentos solemnesrelacionados con su nuevo estado.

    La pena por infringir las normas del grupo era laexcomunin que implicaba, en realidad, condenar amorir de hambre al penado por cuanto no podacomer alimentos no supervisados ni recibirlos desus antiguos compaeros.

    Josefo tambin nos relata lo que constitua la activi-dad cotidiana de este colectivo. Sus miembros selevantaban antes del amanecer y oraban en direc-cin a oriente (algo inusual en los judos), sin poderpronunciar palabra antes de terminar las plegarias.Despus, salvo los sbados, marchaban a trabajarhasta el medioda aproximadamente. Entonces sereunan en el centro comunitario, se baaban yentraban en el refectorio vestidos con sus hbitos delino. La comida era precedida y concluida por unaaccin de gracias pronunciada por un sacerdote y elcomportamiento de los asistentes (slo los miem-bros de pleno derecho) estaba presidido la sobrie-dad. La secta contaba con cuatro rangos diferentes yslo se poda hablar conforme a las normas relativasa los mismos. Tras la comida, los esenios abandona-ban sus hbitos blancos, volvan a vestirse con susropas de trabajo y continuaban en sus labores hastala tarde. Despus se reunan para otra comida en laque s podan estar presentes los visitantes y losextraos.

    No usaban el aceite por considerarlo impuro (quizporque lo consideraban un artculo de lujo?), evita-ban los juramentos (salvo los pronunciados en suiniciacin), y tenan fama de interpretar a los profe-tas, hacer predicciones acertadas y conocer las pro-piedades mdicas de diversos productos.

    Hiplito se refiere tambin a los esenios en el nove-no libro de su obra Refutacin de todas las herejas,escrita en los primeros aos del s. III. Este autorcoincide con Josefo en buen nmero de datos peroparece haber contado con una fuente independientede informacin que le permite corregir y suplemen-tar al autor judo. Segn Hiplito, los esenios sehaban dividido a lo largo de su historia en cua-tro partidos diferentes, uno de los cuales era el delos zelotes o sicarios. Como veremos en el prximo

    apartado, esta afirmacin resulta discutible pero nopuede negarse el que algunos esenios optaran poruna postura tan opuesta a los no judos que algunoslos confundieran con los zelotes. Por otro lado,sabemos que hubo un rebelde judo en la guerracontra Roma llamado Juan, cuyo origen era zelote(Refutacin 9, 21).

    Los zelotes no utilizaban monedas con la efigie delemperador o de ningn otro hombre, porque consi-deraban que el mismo acto de ver una cosa semejan-te era una forma de idolatra. Sabemos por elTalmud de Jerusaln (Abodah Zarah 3, 1) queNahum de Tiberiades, que no era zelote sino fariseo,jams mir en su vida la imagen de una moneda,pero en la literatura rabnica tal caso es excepcional,mientras que entre los esenios parece haber sido laregla.

    Resulta tambin interesante sealar que Hiplitoafirma que los esenios crean en la resurreccinadems de en la inmortalidad del alma (Josefo nonos ha transmitido el primer dato).

    La existencia de los esenios como colectivo no pare-ce que pueda situarse ms atrs de mediados del s.II a. de C. No hay referencias a los mismos en elNuevo Testamento y no parece que tuvieran elms mnimo contacto con Jess. De haber sidoas, como aconteci con los fariseos, las relacio-nes no hubieran sido cordiales dada la enormediferencia de perspectivas existentes entreambos. Jess no slo dist de ser un asceta (dehecho, se le acus de glotn y borracho) sino queadems no parece haber tenido el ms mnimointers por recluirse en una comunidad concretao conceder importancia al sacerdocio.

    Cuestin muy debatida en las ltimas dcadas es lade si puede identificarse a la comunidad de Qumrncon los esenios. Analizaremos ese aspecto, peroantes tenemos que ocuparnos de otro colectivo deenorme trascendencia en los aos inmediatamenteanteriores a la destruccin del Templo de Jerusalnen el 70 d. de C. Me estoy refiriendo a los zelotes,que estudiaremos en el prximo artculo de estaserie sobre "El contexto religioso de losEvangelios", ya en enero del nuevo ao 2007.

    Cesar Vidal

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