Hirschman Albert O._los Conflictos Sociales

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4 Cuaderno de Estudios Pol1ticos

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~orCuaderno de Estudios Pol1ticos

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AgorACuaderno de Estudios Pollticos

EdikrSebastián Mazzuca

DirectoresAndrés ClericiSebastián MazzucaIgnacio Miri

CornitédeRedaceiónSebastián AbadCarla CarrizoMarcelaGarcíaTorresChristian Schwarz

Consejo AsesorFrancoCastiglioniIsidoro ChereskyJorge DottiCarlos ESGUdéMatteo GorettiOsvaldoGuarigliaClaudia HilbEugenio KvatemikVicentePalerrnoJuan Carlos PortantieroRoberto RussellFederico Schuster

LA TEORÍAPOLÍTICA, HOY

Algunas Reflexiones sobre la Filosofía PolíticaOccidentalBhikhuParekh 7LaJusticiacomoEquidad: Política,noMetafísicaJohnRawls 27LaCrítica Comunitaristadel LiberalismoMidweIWaker 53ElComunitarismoy el Punto de Vista UniversalistaJoshua COhen. 73Kantversus Hegel,otra vezCariosS. NÚlO 87'J.' ¡ -::

Acercade la.Iustícía, elBienComúny la Prioridad delaLibertadQuentinSkinnet: 103 / ,,' i)

Los Conflictos Sociales como Pilaresde laSociedad deMercado DemocráticaAlbertO.Hirschnum 117,-Democracia, Diferencia y Re-conocímíentoSheldonS. Wolin. 133 /

PASADOYPRESENTE

EI17de Octubreen PerspectivaJuan.Carlos'Iotre 155 f

DlSCUTIENDOINSTITUCIONES

ComentariosacercadeTrabajosdeCatalinaSmulovitzyAnaMaríaMustapicRobertoGargarella. 167Réplica(I)AnaMaríaMustopU: 175 Le":'Réplica (II)CatulinaSmulovitr: 18ü /

ConsejoAsesor InternacionalBenjaminBarberBrianBarryErnesto LaclauJeanLecaClmltal MouffeGuillerrnoO'DonnellClausOffeBhikhuParekh

Agar'A es una publicación de aparición semestral editada por el Grupo Universitario deEstudios Políticos. Cada ejemplar tiene un valor de U$S 9. Suscripción anual U$S 20.Instituciones U$S 25. Los trabajos, colaboraciones, correspondencia, solicitudes desuscripción y todo pedido de información, deben dirigirse a: Defensa 1111 10 HA" (1065),Capital Federal, República Argentina. Teléfooo: (01) 801·3606. Fax: (54 1) 293·1340.Registro de la propiedad intelectual, expediente N° 345615 ISSN 0328-3623 Año 2 , Número 4 Verano de 1996

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Es posible que encontremos en estecuento una respuesta a la pregunta:¿cuánto espíritu de comunidad necesitaunasociedad? Lo mismo que le sucedióaPakhom con su pasión por la tierra, lepuede ocurrir a un grupo de genteobsesionada con la idea de, o la pasióno el Schwiirmerei (entusiasmo) por, elespíritu de comunidad. La hístoriaalemana reciente nos ofrece laadvertencia más categóricaal respecto.Durante el periodo de Weimar, enAlemania, hubo muchas quejas por laausencia de ciertas características queuna comunidad supuestamente deberíaposeer: un sentido de dirección y misión,un sentimiento de unidad y cordialidad,en resumen, un espíritu de comunidad.El surgimiento del movimiento nazi,basado en gran medida en la promesade satisfacer en abundancia todas esaspretendidas "necesidades", creó unnuevo y compacto Volksgemeinschaft.La catástrofeposterior hizo quetérminoscomo los de comunidad y espíritu decomunidad fueran considerados malas

AsarA, núm. 4, Verano de 1996.

Los Conflictos Sociales como Pilares de la Sociedad deMercado Democrática»

Albert O. Hirschman»»

La pregunta ¿cuánto espíritu de Icomunidad (Gemeinsinn) necesita unasociedad liberal? me recuerda unconocido cuento de Tolstoi con un títulobastantesimilar "¿Cuánta tierra necesitaun hombre?". Ésta es la historia dePakhom, un campesino obsesionadopor el deseo de poseer cada vez mástierra. Para saciar esta ambición,emprendió el esfuerzo quesupuestamente lo enriquecería pero, elesfuerzo fue excesivo; lo condujo alagotamiento físico y a la muerte. En eseestado, Pakhom sólo necesitaba unapequeña parcela de tierra para que seenterrara su cuerpo. Aunque estaspalabras, que se encuentran al final dela historia, parezcan la respuesta a lapregunta formulada en el título,obviamente con ellas Tolstoi no quisodecir que esa era la cantidad de tierraque, en verdad, necesitaban loscampesinos. Su idea principal es queesa es la cantidad de tierra con la quemoriremos si somos víctimas de unapasión sin límites.

*Este texto oparecio originalmente en Political Theory, Vol. 22, N° 2, Mayo de 1994,pp. 203-18. Publicado con permiso del autor.**Albert O.Hirschmanes Profesor de Ciencia Social en.el.Instiuue[or AdvancedStudyde Princeton, New Jersey.

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================ AsarA ================================ AsarA =================palabras por mucho tiempo en la Unidos en la década del setenta y delRepública Federal. Desde 1945 en ochenta, como reacción a Theory ofadelante, el supuesto patriotismo de los Justice de John Rawls, debate que fuealemanesdebía basarse enla conciencia conocido como la "crítica comunitaria(quizás con un poco de orgullo) de que al liberalismo?'. Es necesario señalarel país estaba sólidamente construido que las contribuciones alemanassobre una constitución liberal que anteriores a este debate prácticamentegarantizaba los derechos civiles y no fueron mencionadas. Estahumanos básicos (en consecuencia, el contribuciónseinicia,desdeluego,contérmino Verfassungspatriotismus o la clásica monografía Gemeinschaftpatriotismo es la base de la undGesellschajideFerdinandTónniesConstitución). Este concepto, sugerido quien en 1887 ya había retratado deenprimertérminoporDolfSternberger modo sorprendente (y, sin duda,yluegoretomado por Jürgen Habermas, exagerado) la oposición entre sociedadse popularizó rápidamente: condujo a ."atomista" y comunidad "cohesiva".un tipo de patriotismo nuevo y Ese libro contribuyó, sin duda, a crearmínímalísta, muy diferente a los un clima intelectual caracterizado poranteriorestiposdepatriotismo. Pakhom, un profundo deseo de Gemeinschaft (yel campesino del cuento de Tolstoi, el correspondiente desprecio por lahabía resucitado, había aprendido de "mera" Gesellschaji). Sin embargo,sus desgracias y había decidido surgieron corrientes de pensamientoasentarse, desde entonces, en una opuestas,comolaaguda, oquizásopaca,parcela de tierra mucho más pequeña. crítica a la Gemeinschaft formulada

por Helmuth Plessner en Grenzen derII Gemeinschoft (Los Límites de la

Comunidad? Noobstante,enloslibrosLos hechos de 1989-90 provocaron el alemanes de aparición recientesurgimiento de nuevas reflexiones que dedicados a la discusión en torno altuvieronorigenenlosgravesproblemas espíritu de comunidad (ahoramorales, culturales y económicos denominado Kommunitarismus enlugarderivados de la reunificación. Estos de Gemeinsinn, Gemeinschaftslehreproblemas y, en particular, su ines- o algún otro término alemán), por loperada persistencia fueron atribuidos, general, no se menciona a Tonnies ni aen general, a cierto tipo de deficiencia Plessner; sino que, por el contrario,en el sentido común. Esta discusión fue conocemos más las ideas de Michaelposible gracias al estrecho contacto Sandel, Alasdaír MacIntyre, Robertexistente entre los círculos intelectuales Bellah, Charles Taylor y Michaelamericanos y alemanes. La necesidad Walzer3 Sin duda, fue interesantede un mayor espíritu de comunidad reactivarladiscusiónsobrelanecesidadpodría ser discutida a partir del debate de una comunidad o espíritu dequesehabíadesarrolladoenlosEstados comunidad más amplios, importando

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(para"exorcizar" elconcepto) eldebatecontemporáneo que recién habíacomenzado en los Estados Unidos.

Esto no significa que loscomunitaristas norteamericanoshicieron una entrada triunfal enAlemania.Enlas nuevascircunstancias,se generó la sensación de que elVerfassungspatriotismus ya no erasuficiente, que era una concepcióndemasiado restringidade los lazos y lasobligaciones mutuas que requerían losciudadanos de un país repentinamentereunificado. En consecuencia, hubomucho interés en las propuestascomunitarias americanas. Sinembargo,al mismo tiempo y debido a las sólidasrazones históricas formuladas másarriba, la resistencia a una Alemaniareunificada gracias a una determinada"religióncivil" delestilodelas deBellahsiguió siendo importante.

En la década del cincuenta,teniendo en cuenta el impacto de lasvisiones sobre eldesarrollo económico,propuse una distinción entre los dosefectos que producían las nuevas ideas.El primer efecto, directo y obvio, (que,en general, es el únicoque se considera)es el "efecto de persuasión": la nuevateoría es adoptada de modo más omenos amplio por aquellas personasque se encuentran trabajando el tema.El segundo efecto de una nueva teoríaes que el tema en sí mismo "revive conla discusión y la controversia y [de esemodo] atrae a algunos de los miembrosmás inteligentes, enérgicos y dedicadosde una gencracíón'". A este efecto lodenominé "efecto de reclutamiento".Luego señalé que, como resultado de

este efecto, la influencia de nuevasideas era cada vez más impredecible sisólo se tenía en cuenta el efecto depersuasión: los nuevos teóricos puedensentirse atraidos por la discusión, perogenerarán ideas muy diferentes a lasque los "sedujeron" originalmente. Esposible que el efecto de reclutamientoinvada el efecto de persuasión.

En Alemania parece haberocurrido algosimilar.Unlibrocolectivoalemán de aparición reciente, que reúnealgunos de los principales artículosamericanos del debate comunitario,poseeunaintroduccióndeAxelHonnethbastante crítica de la posicióncomunitarísta'. Otro libro colectivo concomentarios de autores alemanes aldebate americano, contiene másartículos en contra que a favor de loscomunítanstas". Finalmente, formaparte de la lógica del efecto dereclutamiento que una discusión qne hasidoestimulada por una nuevaposición,derive en ideas que representen unaalternativa original a esa posición. Estole sucedió a uno de los participantes eneldebate:HelmutDubiel, delFrankfurtInstitut für Sozialforschung, expusouna nuevaposiciónminimalista,referidaa la necesidad de un espíritu decomunidad, que me parece bastanteinteresante. Analizaremos y discu­tiremos esta posición.

III

Dubiel rechaza radicalmente tanto laposibilidad como la deseabilidad deconstruir algún tipo de consenso sobrela "vida buena" en las sociedades

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=========A[)orA========= ===============A[)orA===============modernas, que se base en normas ovalores éticos sustantivos comünmenteaceptados. Sin embargo, acepta y afirmala necesidad de un grado de integraciónsocial mayor que supere elVeifassungpatriotismus, es decir, laaceptación universal de las normasconstitucionales. Esta integración delas sociedades modernas, ignorada porsus ciudadanos, se produciráfácilmentegracias al hecho de experimentar y, dealgún modo, controlar o cercar (hegen)una variedadde conflictos". En general,se considera a los conflictos cornopeligrosos, corrosivos ypotencialmentedestructivos del orden social; por 10tanto, es necesario contenerlos ycercarlos recurriendo a una reservalatente de espíritu de comunidad. Noobstante, Dubiél argumenta que loscont1ictos sociales producen en sí

,mismos valiosos lazos que mantienenunidas a las sociedades democráticasmodernas y les proveen la fuerza y lacohesión que necesitan.

Dubiel es consciente de queplantea una paradoja y reconoce sudeuda con los contemporáneos teóricosfranceses de la democracia. Origi­nariamente, fue Marcel Gauchet qniensugirió ideas similares a fines de ladécada del setenta y a principios delochenta. En un notable artículo,ostensiblemente escrito como uncomentario de Tocqueville, Gauchetintentó demostrar cómo el conflicto es"un factor esencial de socialización" enlas democracias y de qué modo es un"productor eminentemente efectivo deintegración y cohesión". También él escouscientede que sugiereuna paradoja,

dado que denomina a este proceso"milagro dcmocrático'". En unademocracia, el milagro se producecuando los seres humanos y los grupossociales pasan por todas las etapas dela confrontación y terminan porconstruir, de este modo accidental, unorden democrático cohesivo.

Un comentario en relación aeste punto. Algunos teóricos socialescomo Dubiel y Gauchet que analizan elproceso democrático de esta manera,obviamente, están orgullosos de haberdescubierto aquello que se encuentra(y que quizás deba permanecer) ocultoa los participantes. Si bien admiro aestos dos autores, quisiera referirme aun problema que aparentemente no hantenido en cuenta: su proceso paradójicoy milagroso se parece mucho a la manoinvisible de Adam Smith, donde elindividuo buscando "su propio interés"alcanza también un resultado globalpositivo que no "forma parte de suintcncíón'".

Gauchet escribió su articulo enun momento en el que los intelectualesfranceses, impresionados porel informede Solzhenitsyu sobre del Gulag, seapartaron definitivamente de variasdoctrinas neo-marxistas que habíantenido gran influencia en la Francia deposguerra. El sofisticado argumento deGauchetconstituyóunafaseimportanteen el itinerario de una generación queestaba preparada para revalorizar losencantos de la democracia. Loscontlictos de clase, que por muchotiempo los marxistas habían consideradocomo las "contradicciones" queconducirian al fracaso o a la disolución

delcapitalismo, deprontoseconvirtíeronenlos verdaderos pilares de lasociedad.

Diez años después, esta mismaidea representó una salida a losdiferentes problemas ideológicosenfrentados por Alemania luego de lareunificación: Dubiel (frente a nnVerfassungspruriotismus que ya noera adecuado y dada la continuaaversión a considerar el "espíritu decomunidad" como un prerrequísítoparala coherencia nacional) recibió conbeneplácito la idea de que ese espírituya se estaba generando adecua­damente, gracias al proceso de"cercamiento"de los diversos conflictosinternos surgidos naturalmente en eltranscurso de los acontecimientos.

IV

La idea de que el conflicto puede jugarun rol constructivo en las relacionessociales es muy antigua. Heráclitorealizó unaimportantecontribuciónconsu frase "la guerraes la madre de todaslas cosas"!", Posteriormente, estacontribución es retomada porMaquiavelo y la vemos reflejada en sucapítulo de los Discursos "Cómo ladesunión entre la plebe y el senadoromano hizo libre y poderosa a aquellarepública"!', Los peligros generados yel daño causado por el conflicto y lacrisis fueron considerados tan obvios yabrumadores que el mayor esfuerzo delpensamiento social se orientó a labúsqueda del orden, la paz, la armoníayel equilibrio, es decir, a evitar el tantemido y odiado conflicto. Deestemodo,en cualquier momento dado, la idea de

que el conflicto (o algún grado deconflicto) puede jugar un rolconstructivo en las relaciones socialesdespierta la atención de quienes laconsideran una idea no conformista,paradójicay absolutamenteoriginal. Enconsecuencia, no les importa parecerlos precursores, y la idea resurge conconsiderable regularidad.

Gauchet y Dubiel confirmaneste argumento. No mencionan a losnumerosos cíentístas sociales que ennuestro siglo han escrito extensamentesobre la función positiva del conflicto.El primero y más conocido de ellos esGeorg Simmel, cuya Soziologie,publicada en 1908, contiene un extensocapítulo sobre Streit, que puede sertraducido corno "conflicto" en lugar de"disputa", su traducción Iíteral-'. Lacontribución de Simmeí ha sidorápidamente olvidada y, en ciertamedida, fue sepultada por el impactodestructivo de los conflictos queatravesóel mundo durante el período 1914-45.Sinembargo, las ideas de Simmel sobreel conflicto fueron recuperadas graciasa la traducción inglesa que apareció enlos Estados Unídosen 1955 yallibrodeLewis Coser The Functions of SocialConflict (1956), que fue presentadocorno un comentario extenso de ciertospárrafos claves extraídos de SimmeI.Ensu importante libro Class and ClassConflict in Industrial Society (1957),Ralf Dahrendorf retornó las ideaspropuestas por Coser acerca de lasfunciones positivas del conflicto. Almismo tiempo, el antropólogosudafricano Max Gluckman publicóCustom and Conflict in Africa (1955)

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Este pasaje proviene de unlibro titulado In Defence of Polities(1962) escrito por el politólogo inglésBemard Crick. Dankwart Rustow serefirió a este libro y aplicó las tesisacerca del problema qne enfrentabanlos países en búsqueda del desarrollodemocrático, en un articulo que aúncoustituye una importante referenciaen la literatura de la ciencia políticasobre los países endesarrollo". Rustowafirmaba que la democracia surgió, engeneral, no porque la gente desearaestaformadegobiernooporque hubieraalcanzado un amplio consenso sobrelos "valores básicos", sino porquediversos grupos han luchado mucho

En generalse piensa quepara que [lapolítica] funcione debe existir antesalgúntipodeideacompartidadel "biencomún", algún "consenso" oconsensus juris. Peroestebiencomúnes en sí mismo el proceso de re­conciliación práctica de los interesesde los vatios ... agregados o gruposque componen un estado y no algúntipo de adhesión espiritual externa eintangible ... Ésas son explicacionesengañosas yambiciosas sobreelmodoen que una comunidad se mantieneunida ...Distintos gruposse mantienennnidosporquehacenpolítica,noporqueacuerdan en "principios" o en algúntipo de concepto demasiado vago,demasiado personal o demasiado di­vinoquelesperroitahacerpolítica.Elconsenso moral de un estado librenoes algo misteriosamente previo osuperior ala política: eslaactividad(laactividadcivilizadora) dela políticaensímisma.(p.24, miénfasis)

producto de los sucesivos planesquinquenales, intentaron formular estetipo de distinción. Los analistassoviéticos, ante la existencia de cuellosde botella, capacidades ociosas Yotrosproblemas que aparecían en diferentesáreas (a pesar de que los planificadoresimaginaban un proceso de expansióncontinua), encontraron un inventosemántico que los tranquilizaba. En unprimer momento, recurrieron a la ideamarxista que supone que cualquier tipode dificultad notoria y recurrente de unrégimen economíco constituye auto­máticamente una "contradicción" deese régimen. Luego, el esquemamarxistalessugirióuna distinciónbásica:las contradicciones queexperimentabaulos países capitalistas y que sólo podíanser resueltas por la revolución, eranseguramente mucho más serias que lascontradicciones existentes enlos paísesdonde el capitalismo ya había sidoderrotado y donde, por lo tanto, larevolución no tenía sentido y erainconcebible. En consecuencia, lascontradiccionesdelos países capitalistasfueron catalogadas (como era deesperar) como "antagonísticas",mientras que las queafectaban al mundosocialista eran "no antagonístícas?".En realidad, las sociedadessupuestamente afectadas por contra­dicciones antagonísticas lograronenfrentarlas bastante bien y, además,sobrevivieron a aquellos regímenes quesóloexperimentaronlas contradiccionesno antagonísticas (resulta oportunorecordar un párrafo de Darkness atNoon de Koestler en el que un viejopartidario del Zar, preso en una cárcel

Si bienla literaturareferidaa losefectospositivos del conflicto y de la crisis esbastante rica conceptualmente, mepermito criticarla (incluso a mis ideas)en un deterntinado aspecto. Este tipode literatura es tan consciente de querepresenta una amenaza a la ortodoxiaque, por lo general, sóloselintitaa llevara cabo esa temeraria hazaña, pero noexaminaenprofundidad las condicionesbajo las cuales se produce o no laparadoja del conflicto y de la crisis queefectivamente generan progreso.

Es muy claro que Dubiel noplantea que cualquier conflicto socialproduce el tipo de efecto necesariopara lograr la integración. El verbohegen (cercar) que utiliza junto a lapalabra "conflicto" evoca el tipo decrecimiento natural controlado que sepractica en los jardines botánicos o enlas maternidades, pero también suponeque existen otros tipos de conflictos queno pueden ser encauzados ni manejadosadecuadamente.

¿Es posible distinguir entre dostipos deconfticto social: por unlado, losque facilitan la integración y, por el otro,los que desintegran la sociedad?Algunos analistas soviéticos, que en ladécada del cincuenta no percibían quesu sociedad y su economía se enfren­taban a graves dificultades debido alfuerte ataque a la expansión industrial

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tiempo y, finalmente, han logradoreconocer la inhabilidad mutua paraalcanzar el dominio y la necesidad dealgún tipo de reconciliación.

=================AgorA ================================== AgorA =================donde enfatizó el rol esencial del de nn espíritu de comnnidad previo:conflicto en el ritual. Mis libros de eseperíodo, The Strategy of EconomicDevelopment (1958) y JourneysToward Progress (1963), ponían elacento en el rol positivo tanto deldesequilibrioeneldesarrolloeconómico,como de la crisis en la aplicación dereformas económicas y sociales enAmérica Latina. En aquel momento,Michel Crozier publicó su influyentelibro The Bureaueratie Phenomenon(1963), que también asignaba ala crisisun rol clave en la promoción del cambioprogresivo en las orgauizaciones.

Inclusomás próximosalespíritudeDubiel, se encuentran los escritos dealgunos politólogos que rechazaban,también en los sesenta, la idea de que lademocracia podía ser instituida conéxito enun país sólo si antes secumplianalgunas "precondícíones", tales comola existencia de un consenso en torno alos valores democráticos. Es posibleque esta idea haya surgido como unatransferencia del concepto de"prerrequisitos" institucionales yculturales necesarios para el desarrolloeconómico,hacíalaesfera de lopolitico;concepto que luego se hizo popularentre los estudiantes de ese problema.El concepto de prerrequisito fuecriticado profundamentepor A1exanderGerschenkron (también yo lo hice enmis escritos) como un modo de evadirla práctica necesaria del desarrolloeconómico". La versión política de laidea de "prerrequisito" fue rechazadapor un politólogo en términosestrictamente similares a los que utilizaDubiel cuando duda sobre la necesidad

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=============== AgorA =============== ===============AgoI'A===============soviética, tenía mayores perspectivasde vida que el héroe de la novela, unviejo bolchevique que había sidoarrestado recientemente a causa de"desviaciones de la línea del partido").

Si bien esta historia nos ofreceuna visión irónica, quizás vulgar, de losideólogoscomunistas, podemos extraeruna conclusión seria: para decidir si lasdificultades o los conflictosque enfrentauua sociedad son destructivos y letales,o si se pueden "controlar" y "cercar",se requiere de "la certeza de lapercepción"; formular esta deter­minación con anterioridad seríacomprometerse en cambio con "laincertidumbre de la predicción" (laincertidumbrede simularlapredicción).

Entonces, surge un problemaconla atractivaideade Gauchet-Dubielque suponeque los conflictos proveeránel "capital social" (utilizando elconceptode Robert Putnam) necesario paramantener unida a la sociedad!'. ¿Quéocurriría si el conflicto, adcmás deproducirestecapital o "cemento" social,actuara como solvente que cliluye, ocomo dinamita que destruye, los lazossociales? Considerar al conflicto deeste modo, en últimainstancia, se acercaa las interpretaciones convencionales,que no deben descartarse totalmente.El problematambién se puede formularde este modo: ¿cómo se relaciona laidea de Gauchct-Dubiel con la agudaobservación de Whitehead que postulaque "los principales avances en lacivilización son procesos que casidestruyen las sociedades en las queocurren?"

¿Es posible que tanto

Whitehead como Gauchet-Dubieltengan razón? Esta interpretación esposible si abordamos la frase deWhitehead desde una visión optimista:"casi" puedeser pertinenteen un mundoen el que siempre se encuentranpequeñas salidas a la amenaza deldesastre. Los conflictos casi destruyena las sociedades (pero nunca lasaniquilan totalmente) y, por ende, salenfortalecidas luego de la experienciasaludable de superar las crisis y lalucha; en última instancia, es probableque las crisis fortalezcan las sociedades:cuanto mayor sea la crisis más sefortalecerán las sociedades. Podemosrelacionar esta ideacon el notable versode Holderin: Wo aber Gefahr ist,wachst/ Das Rettende aueh (Inclusodondehaypelígro/tambíén es posiblclaSalvación) y al conocido, pero másbrutal, principio de NietzscheWas miehnicht umbringst, macht mieh starker(Aquel que no me destruye, me hacemás fuerte).

Desafortunadamente, estesiglo nos ha enseñado que no podemosconfiar en las pequeñas salidas másque en los milagros. A pesar de labelleza de los versos de Holderin, noexiste una relación proporcional entrelos peligros causados por los conflictosy las posibilidades de superarlos. Porconsiguiente, no hay alternativa a unaevaluación independiente de estospeligros y oportunidades. Estaevaluación tendrá que ser realizada,afortunadamente, con un espíritu menosdoctrinario que el que estableció ladistinción entre contradiccionesantagonísticas y no antagonísticas.

VI

Parapoderseguiradelante, es necesariodescender del gran nivel de generalidadde Holdcrlin, Nietzsche y Whitehead.La cuestión referida a la posibilidad deque el conflicto actúe como cemento ocomo solvente de la sociedad no puedeser discutida en términos generales,sino que, por el contrario, debe serconsiderada a partir de un análisis máscuidadoso de la interacción entre unasociedad particular y sus conflictostípicos.

Cuando Gauchet y Dubielafirmaron que los conflictos incre­mentaban la cohesión social se referíanespecíficamente a las sociedades demercado democráticas de Occidente.Pero no tuvieron en cuenta las razonessistémicas que condujeron a eseresultado. A partir de este punto, esperohacer el argumento más persuasivoponiendo el acento en la economíapolítica de la sociedad de mercadopluralista. Por último, indicaré lassituaciones en las que las interaccionesentre el conflicto y el sistema socialpueden resultar más complejas y menospropicias.

En mi libro The Passionsandthe Interests, señalé los efectos políticosfavorables que los observadores delsiglo XVIII como Montesquieu y SirJames Steuart, esperaban que surgierande la expansión de la sociedad demercado: un mayor control de las"pasiones" en general y una mayorpredecibilidad de las acciones delsoberano y las restricciones sobre losgrandseoups dautorité en particular,

gracias a la creciente estabilidad y a ladoueeurenlaconducción de los asuntoshumanos. Luego de haber presentadoestos deseos y expectativas que hansido mayormente olvidados, tuve queseñalar que, en base a la evidenciaacumulada durante los dos siglossiguientes, aquellas visiones del sigloXVIII eran interesantes, ingeniosas y...equivocadas.

¿Podemos hoy captar mejorlainteracciónentre economíay política?Lo intentaremos. Tal vez, debamosfijar nuestras esperanzas no tanto en ladoueeur deseada por Montesquieu,sino en un factor aparentementenegativo: latrecuencíay omnipresenciadel conflicto.

El conflicto es, sin duda, unacaracterística de la sociedad demercado pluralista, que ha sidodestacada con notable persistencia. Esla contraparte natural del progresotécnico y de la consecuente creaciónde nueva riqueza, rasgo distintivo de lasociedad de mercado. Los conflictossurgendelas desigualdades emergentesy de la decadencia sectorial o regional;precisamente la contraparte deldinamismo de algún sector de laeconomía. En sociedades con libertadde expresión y asociación, laspreocupaciones en torno a .. estosproblemas tienden a movilizar tanto alos sectores que se encuentrandirectamente afectados, como a losciudadanos sensibles a ciertossentimientos ampliamentecompartidossobre1ajusticiasocial. Enconsecuencia,se originan demandas de accióncorrectiva y de reforma, demandas

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basadas tanto en el interés individualcomo en una verdadera preocupaciónpor el bien público o, para utilizar ladistinción de Jan Elster, en laargumentación y enla negocíacíón'". Elsecreto de la vitalidad de la sociedad demercado pluralista y de su capacidadde renovación se basa en estaconjunciónyenlasucesivairrupcióndeproblemas y crisis. De este modo, lasociedad genera una dieta balanceadade conflictos que ella misma aprende acontrolar. A su vez, la razón básica deldeterioro y de la pérdida de vitalidad delas sociedades comunistas debebuscarse en el éxito que tuvieron paraeliminar el conflicto social.

Mientras los sistemascomunistas se encontraron en unsupuesto orden.eiunca se podría habersugerido que la fortaleza de la sociedadde mercado residía en su propensión yvulnerabilidad al conñícto: loscomunistas proclamaban que losconflictos eran signos del eminente oeventual colapso del capitalismo, y lospartidarios de la sociedad de mercadodefendían tanto el sistema que nuncahubiesen aceptado una característicausualmente considerada peligrosa.

Sugestivamente, un tipo deconflicto no fue tenido en cuenta poresta posición defensiva dominante enOccidente: los famosos "clivajessuperpuestos" que resultan de lasdiversas afiliaciones de los ciudadanosno sólo a una clase social, sino tambiénaunaraza, género, religión, entreotros".Durante la guerra fría, las cienciassociales occidentales prestaron muchaatención a estos conflictos, pues se

creía que la presencia de afiliacionesmúltiples disminniría la intensidad delconflicto, el cual sí es característico deuna sociedad en que la gente seencuentra ordenada a lo largo de unúnico eje, como la dimensión capital­trabajo privilegiada por los marxistas.

Sin embargo, los clivajessuperpuestos son sólo un tipo deconflictoque resulta de lamultiplicidady de la omnipresencia del conflictoexistente en las sociedades de mercadodemocráticas. Los cientistas socialesoccidentales, al definir y celebrar estavariedad, aceptaron implícitamente lanoción de que el conflicto era, por logeneral,destructivo, pero noapreciaronel alcance y las características delconflicto en sus sociedades.

La sociedad de mercadopluralista, que generainfinitas series deconflictos sociales rápidamente, sólo sediferencia de otros tipos de acuerdossocio-políticos enunimportanteaspecto:no puede simular el establecimiento dealgún orden permanente o armonía;luego de un gran esfuerzo, sólo puedesalir de un conflicto para entrar enotro". Este modo de resolución de losproblemas, "salidas arduas", es posiblegracias nosóloa la cantidad y variedad,sinotambiéna la calidaddelosconflictosque pueden surgir en una sociedad demercado. Muchos conflictos de lasociedad de mercado tienen origen enladistribución delproducto social entrelas diferentes clases, sectores oregiones. Aunque sean muy diferentesentre sí, parecen ser conflictosnegociables (más-a-menos), frente alosconflictos innegociables (uno-u-otro),

característicos de las sociedadesdivididas por diferencias étnicas,lingüísticaso relígíosas". Losconflictosinnegociables también han adquiridorelevancia recientemente en las viejasdemocracias y, en particular, en losEstados Unidosdebidoa la importanciade temas tales como el aborto y elmulticulturalismo.

La distinción entre las doscategorías no siempre es clara, dadoque problemas innegociables poseen,por lo general, componentes que sonnegociables. Por el contrario, losconflictos que consideramos del tipomás-a-menos poseen frecuentementeun componente u origen innegociable.En América Latina, por ejemplo, losobreros en huelga declararon a menudoque luchaban no sólo por salarios másaltos, sino que lo hacían principalmentepor el respeto que las clases altas (deorigenes raciales o étnicos diferentes)les negaban. En Europa, algunoshistoriadores tambiénhan percibido unabismo entre clases altas y bajas en elsiglo XIX, proveniente de lasenemistades residuales entre losSajones y los conquistadoresNormandos en Inglaterra, entre losGalos y los Francos en Francia o entreEslavos y Teutones en gran parte deAlemania.". Sin embargo, esconveniente abstraerse de estascomplicaciones por el momento ycontrastar estos dos tipos de conflicto(más-a-menos yuno-u-otro) parapoderdefinirlos en su forma más "pura".

Como sabemos, los conflictosdel tipo más-a-menos son intrín­secamente más fáciles de deternJinar

que los conflictos del tipo uno-a-otro:aun cuando las partes se encuentrenmuy alejadas entre sí, teóricamentepueden "reducir las diferencias" o"encontrar una vía intermedia", puestoque este tipo de soluciones decompromiso son más difíciles deencontrar cuando las partes enconflictode una sociedad se hallan divididas porcuestiones de religión, lengua, raza ogénero. Es dificil entender hoy, a partirde esta distinción, cómo el marxismopor mucho tiempo tuvo tanto éxito enpresentar al conflicto social(enmascarado como klassenkampf o"lucha de clase") como el tipo deconflicto absoluto, principal y másirreconciliable de la sociedad moderna,cuando en realidad este conflicto nosconduce más fácilmente al arte delcompromiso.

La distinción entre conflictosmás-a-menos y conflictos uno-u-otrorefuerza el punto anterior referido a laprevalencia de las "salidas arduas"como modo de resolver conflictos enlas sociedades de mercado. En primerlugar abordaremos el tipo de conflictouno-u-otro. Se han encontrado, porsupuesto, modos de superarlo:eliminando por completo uno de losgrupos conflictivos o a través de unacuerdo de"tolerancia" del tipo "vivirydejar vivir". Estas son "soluciones"muy diferentes, pero en ambos casosse tiende a pensar que el problema hasidoresuelto de una vez y parasiempre.Con frecuencia, estopareceunailusión,sin embargo queda intacta la idea de laexistencia de, o el posible regreso a,algunasociedad'Justa", "buena"o"bien

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1- Aparecen con considerablefrecuencia y adquieren gran variedadde formas. "2- Generalmentesondel tiponegociabley, por lo tanto, conducen al arte delcompromiso.3- Como resultado de estas doscaracterísticas, los compromisosalcanzados nunca dan lugar a la idea olailusión deque representan solucionesdefinitivas.

Es posible que una sociedadque posea una práctica considerable,por un largo período de tiempo, en elmanejo de este tipo de conflictos, tengala experiencia positiva descripta porGauchet-Dubiel. Todo el apoyo queesa sociedad necesita proviene de suexperienciaacumulativadehaber salidoarduamente de sus numerososconfiictos: estos confiictos son, o seconvierten en, sus pilares. Proba­blemente, el período que más se acerca

VII

el arte de la negociación y de laexperiencia.

Dos comentarios finales. Antes señaléque la discusión sobre los efectosconstructivos o destructivos de losconilictos debe "bajarse a la práctica"centrándonos en los diferentes tipos deconfiicto que surgen en cada sociedadespecífica. El concepto de "salidasarduas" y la distinción entre conflictosnegociables e innegociables fueronelaborados con ese fin. Pero estosconceptos fueron construidos como unprimer acercamiento a la "práctica" yno deberían ser considerados como laúnica o definitiva explicación oparadigma. Después de todo,deberíamos aprender del triste destinodel anterior intento de diferenciaciónentre conflictos "constructivos" y"destructivos", el cual surge de ladistinción entre contradiccionesantagonísticas y no antagonísticas.Sospechoque,por ejemplo, lacategoríaconflictos innegociables (uno-u-otro)constituye en esencia un rótuloconveniente para un vasto conjunto deproblemas nuevos y desconocidos condiferentesposibilidadesdecontrol.Sólopodremos reconocer estos confiictos amedida que los experimentemos.

En segundo lugar, retor­naremos brevemente a nuestro temaprincipal: la necesidad de espíritu decomunidad. Estoy de acuerdoparcialmentecon el nuevominimaJismode Dubiel (elespíritu decomunidad queen general requiere una sociedad de

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trabajen en conjunto. Sólo después dela Segunda Guerra Mundial se aceptóampliamentequelos confiictos socialestípicos de los países industrializadosestaban sujetos a una moderacióngradual e incluso a un compromisocambiante.

Pero una vez que esta ex­periencia fue asimilada, resurgierondiferentes tipos de conflicto.Considerandonuestra larga experienciaen el tratamiento de los conflictosnegociables, hoy nos enfrentamos a lailusiónóptica opuestaa la predominanteenelsigloXIX: nopodemosresignarnosa creer que los participantes se sientantan fuertemente comprometidos en suspropios asuntos que sean capaces decometer nuevamente errores extre­madamente serios. Pensemos en dosejemplos: en Yugoslavia se subesti­maron las mutuas enemistades queresurgieron luego de su desintegracióny en Alemania se subestimaron lasdiferencias económicas y culturalesentre la parte occidental y la orientalluego de cuarenta años de separación.

Sin embargo, la extensapráctica de1a negociaciónylabúsquedade soluciones de compromiso,característica de la experiencia másreciente en el manejo del conilicto enOccidente, no deberían generar sóloconsecuencias negativas en nuestracapacidad para "cercar" nuevosconflíctos. A pesar dequelos conflictosparezcan terribles e irreconciliables aprimeravista, podrántener,porejemplo,partes o aspectos negociablesque seránmás fáciles de diluir si los abordamoscon un espíritu muy bien entrenado en

================ AgorA ================================ AgorA================ordenada" de la que se ha erradicado el al modelo planteado es el "glorioso"conflicto. La diferencia con el típico período de treinta años de crecinúentoconfiicto más-o-menos de la sociedad ininterrumpido en las sociedades dede mercado es considerable: cnalquiera mercado occidentales iniciado luego desea el compromiso alcanzado en la la Segunda Guerra Mundial.distribución del producto social entre Desafortunadamente, nosdiversas clases, sectores y regiones, es enfrentamos a otros tipos de confiicto:claro que los acuerdos siempre serán el aborto, las luchas étnicas y eltemporarios, estarán condicionadospor fundamentalismo. Nuestro problemalas circunstancias particulares en las hoyes que estos conflictos seque se han alcanzado y podrán ser incrementan cada vez más y sereformulados en la próxima ocasión. reproducen en todas partes. Cuando

En resumen, los típicos Benjamin Constant se enfrentó aconfiictos de la sociedad de mercado Napoleón,exclamóconnostalgia, "Quepluralista poseen las siguientes Dieu nous rende nos rois fainéants!características: (¡Que Dios nos devuelva nuestros

inútiles reyes!). Hoy, como en aquellaoportunidad, frente al surgimiento oresurgimiento de confiictos en tomo acuestiones innegociables, sentimos lanecesidad de exclamar "¡ Que Dios nosdevuelva la lucha de clases!"

Esta reflexión, en realidad,orienta la discusión poniendo el acentoen los problemas de secuencia y deoportunidad. La "lucha de clases" o la"cuestión social" atemorizaron a lassociedades del siglo XIX, en parte acausa de los clivajes étnicos residualesmencionados más arriba, pero más aúnporque se consideraba que eransimilares a las guerras de religión queaún permanecían en la memoriahistórica. Es probable que estaconfusión,condicionadahistóricamente,haya contribuido a buscar solucionesradicales al confiicto entre capital ytrabajo: o Socialismo-Comunismo, queeliminaría una de las dos partes delconflicto, o Corporativismo-Fascismo,que aseguraría que ambas partes

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========= A5orA========= ========= A5o

rA=========

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mercado democrática parece generarse

espontáneamente a partir de la

experiencia de cercamiento de los

conflictos típicos deesasociedad). Pero¿quésucedecon los conflictos "atípicos"y con los problemas que parecen

multiplicarse en la actualidad? ¿Lograrealmente el espíritu de comunidad su

cometido en este punto? Tengo misdudas. Invocar la necesidad de espíritu

de comunidad en estas circunstancias

es admitir que aúnno sehan descubierto

modos concretos de resolver losproblemas particulares (el espíritu de

comunidad ha sido declarado un deusex machina). Para avanzar en la

resolución de los nuevos problemas que

encuentra una sociedad en su camino,necesitamos iniciativa política,

imaginación, paC1enciaenciertos temas

e impaciencia en otros y otros tipos devirtú y fortuna; no tiene mucho sentido,

pero sí algún peligro, juntar esos

problemas apelando al Geimeinsinn.

Notas

1 Este es el título de un artículo de Walzer,Michael en Political Theory, número 18,febrero 1990, pág. 6-23 que me llevó aformular unaincisivacríticadelacrítica.2 Bonn, Friedrich Cohen, 1924. WolfLepenies snbraya el interés actual de estelibro en Folgen einer unerhortetiBegebenheit,Berlín, Siedler, 1992,pp. 67­70. Un comentario sobre el libro de Plessnerse pueden encontrar en Fischer, Joachim,"Plcssner und die politische Philosophiederzwanziger Jahre" en VolkerGerhardtetal. (eds.), Politisches Denken Iahrbuch1992,Stuttgart,J.B. Metzler, 1993,pp.53-76.3Ver, pcrejemplo, Zahhnann, Christel (ed.),

Kommunitarismusinderdiskussion, Berlín,Rotbuch, 1992; y Honneth, Axel (ed),Kommunitarismus: Eine Debatte über diemoralischen Grundlagen modernerGesellschaften, Frankfurt, Campus, 1993.4 Hirschman, O. Albert, "A DissentersConfession: The Strategy of EconomicDevelopment Revisited" en Hírschman,Albert Rival ViewsofMarket Society andOtherRecent Essays,Cambridge, HarvardUniversity Press, 1992, pp. 34.5 Honneth, A., op. cit., pp. 7-17.6Zahhn ann ,C., op. cit., verespeciahnenteelartículo de Fach, Witfgang.7 Dubiel, Helmut, Konsens oder Konflikt,mimeo, 1991; "Dasethische Minimum" enSüddeutsche Zeitung, Marzo 27-28, 1993; y"Zivilreligion in derMassendcmokratíe",enSoziale Welt,41 Heft2, 1990,pp. 125-143.8Gauchet, Marcel, ''Tocqueville, l"Amériqueetnous"enLibre, Número7 ,1980,pp. 116­117. Este y otros artículos de Gauchet yotrosautores franceses fueronrecopiladosen una traducción alemanaen Riidel, Ulrich(ed.),Autonome Gesellschaft undLibertareDemokratie, Frankfurt:,Suhrkamp, 1990.9 Smith, Adam, Wealth ofNations. NewYork, ModernLibrary, 1937, pp. 423.10 Doscientos años antes de Heráclito,Hesíodohizo nnadistinción en tre dos tiposde luchas: una que "fomenta la guerra, elmal, labatalla, lacrueldad"yotraque"lejosde ser agradable, incita a los hombres a serineficaces para la lucha ...y cada vecinocompite con otro en la búsqueda de lariqueza. Esta lucha es saludable para elhombre" en Works and Days, pp. 11-26.Hesíodo, con esta distinción que realiza alfinal de su poema, corrigió su afirmaciónprevia de Theogony(225), dondecaracterizaa Ens (la lucha) como absolutamentedestructiva: "lucha...y hambre...dolor,batallas, crímenes, peleas, mentiras,disputas, anarquía y ruina...". Debo estacitanotablea lahistoriaintelectual de André

Laks.11 Capítulo4 del PrimerLibro.12 Tal como lo indicó KurtH. Wolff, quientradujo al inglés la obra de Simmel. VerSimmel, Georg, Conflict and the Web ofGroup-Affiliasions, traducido por, y conuna introducción de, K. H.Wolff, Glencoe!L, FreePress, 1971, pp. 312-327.13 Gersehenkron, Alexander, "Reflcctionson the concept ofPrerequisites ofModemIndustrialization" en EconomicBackwardness in Historicaí Perspective,CambridgeMA, HarvardUniversity Press,1962, pp. 31-51; Hirschman, Albert O.,"Obstacles to Development: AClassification andaQuasi-Vanishing Act"en Hirschman, A.A Biasfor Hope:Essayson Developmentand Latin.smerica, NewHaven CT, Yale UniversityPress,1971, pp.312-27.14 "Transitions to Democracy: Toward aDynamic Model" en Comparative Politics,número 2, Abril 1970, pp. 337-364.!5 Kozlovskii, V., Antagonisticheskie ineantagonisticheskie protivorecluia(Contradicciones antagonísticas y noantagouísricas), Moscú, MoskovskiiRabochii, 1954. Estos conceptosprobablemente se remontan a la obra deStalín, Economic Problems ofSocialisminthe USSR, Moscow, Foreign LanguagesPublíshing House, 1952, pp, 24-27, dondeStalin considera las distinciones"esenciales" ynoesenciales", entre ciudadycampc, entre trabajo mental yfísieo, entreotras; en la Unión Soviética, según Stalin,se encontraban sólo las "no esenciales".Más tarde, Mao Tse-Tung, en un discursoen 1957, dio notable importancia a ladistinción entre contradicciones "antagonístícas" y"noantagonísticas". Ver"On theCorrectHandlíng ofContradictionsamong the People" en Selected Readings[rom. the WorksofMao Tse-Tung, Peking,

Foreign Languages Press, 1967, pp. 350­387, especialmentepp.351 y359. Agradezcoa Bjüm Wittrock, Bo Gustafsson y LucaMeldolesi por algunas de estas citas.16 Putnam, Robert D., Making DemocracyWork: Civic Traditions in Modern Italy,Princeton NI, Princeton University Press,1993,pp.167-185.17 Hasta la fecha, solo se encuen tradisponible en italiano, Argomentare enegoziare.Milán, Anabasi, 1993.18 Ver Lipset, Seymour Martin, PoliticalMan, New York, Anchor, 1963,pp. 76-79.19 Ver el clásico artículo de Líndblom, "TheScience of Muddling Trough" en PublicAdministration Review,número 19,1959,pp. 79-8820 Podemos encontrar una discusiónanterioren tomo aesta difercnciaen Lewis,ArthurW., PoliticsinWestAfrica, Toronto,Oxford University Press, 1965, capítulo 3.Las contribucionesmás importantesa estadiscusión pueden encontrarse en ArendLijphart, Kenneth McRae, Val Lorwin yDavidD. Laitin.21 Éste es un tema importante del cursoquedioMichelFoucaulten1976en elCollege deFrance. Por el momento, las notas sobreeste curso han sido publícadas sólo en unaedición italiana editada y traducida por,Bertani, Mauro y Fontana, Alessandro(eds.), Difendere la Societá: dalla guerradeile razzeal razzisma di stato, Florencia,GEF, 1990.Vertambién Leonelli,Rudy, "Glieruditi delle battaglíe: Note su Foucault eMarx" enAltreRagioni, númeroZ,1993, pp.139-150, para los comentarios en torno aestos cursos de Foucault y para las citasespecíficas sobre literatura histórica sobrelas que Foncault basó su afirmación.Agradezco a Giovanna Procacci por estainformación.

Traducción de Andrés Clerici