Historia Antigua y Medieval

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FUNDAMENTOS DE HISTORIA DE ESPAÑA APUNTES

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Un recorrido por la historia de la Península Ibérica (fenicios, árabes, romanos, griegos...).

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FUNDAMENTOS DE HISTORIA DE ESPAA

FUNDAMENTOS DE HISTORIA DE ESPAA

APUNTES

GRUPO 5TEMA 1: LA PROTOHISTORIA PENINSULAR: CONCEPTO Y CRONOLOGA.

La situacin en la pennsula ibrica anterior a la llegada de Roma se presenta como una realidad compleja y difcil de entender debido a la diversidad de horizontes culturales que en ella que encontramos. Por lo tanto, se hace necesario un anlisis previo de las culturas preexistentes y de los cambios derivados de su propia evolucin, as como de los impulsados por sus relaciones con las diferentes culturas del Mediterrneo.

Antes de comenzar con el anlisis de los sucedido en la Pennsula en poca histrica, es decir, a partir del s. VIII a.C., es necesario analizar lo que sucede en el perodo inmediatamente anterior.

El Bronce final, cuya cronologa debemos situar entre el 1.300 y el 800 a.C. Se trata de una poca de reciente estudio, con las ventajas e inconvenientes que ello acarrea en cuanto a la rapidez con la que se producen los cambios de visin con respecto a este perodo. Lo que s que es cierto es que se trata de una etapa en la que se aceleran los procesos histricos y la dinamizacin de las diferentes culturas que encontramos en la pennsula durante el transcurso de la misma. Adems, se producen fuertes cambios tnicos, producto de los constantes intercambios que se producen entre los distintos grupos culturales y el aporte llegado de otros mbitos de Europa y el Mediterrneo.

Podemos definir cuatro horizontes culturales claramente diferenciados en la Pennsula en este perodo: Bronce Atlntico, Cogotas (que nosotros analizaremos de forma conjunta), Campos de Urnas y el Levante y Sureste. A este ltimo, debiramos aadir un quinto, el de la zona del Suroeste, pero su anlisis detenido lo incluiremos en el epgrafe dedicado a Tartessos.

Bronce Atlntico

La cultura denominada como Bronce Atlntico, se encuentra ya asentada durante el Bronce Pleno y presenta una tipologa material fcilmente identificable debido a sus trabajos en metalurgia, puesto que son los elementos realizados en este material, especialmente las armas, lo que define a esta cultura.

Este grupo se extendi por la fachada occidental de la Pennsula hasta la zona sur, aunque podemos encontrar componentes de esta cultura por toda la fachada atlntica de Europa. Lo que nos habla de una continuidad cultural asociada al comercio de los metales y al trabajo de la metalurgia.

Como decimos, una de sus caractersticas es el uso del bronce, una tcnica de metalurgia compleja, donde es necesario tanto cobre como otros metales, algunos especialmente escasos como el estao; esto provoc que la gente del Bronce Atlntico desarrollara una serie de rutas comerciales con pequeos mercados locales para asegurarse el suministro de las materias primas y comerciar con sus productos. Las rutas del metal pusieron en contacto lugares tan distantes como la zona de Huelva y el sur de las Islas Britnicas, en donde se ha ubicado durante mucho tiempo la localizacin de las mticas islas Cassitrides, un lugar rico en estao que constituy por derecho propio uno de los polos de este rico sistema de intercambio de metales.

A lo largo del Bronce Final esta cultura cae en decadencia en parte debido a la difusin metalrgica, en parte debido a la presin de nuevas culturas como la de campos de urnas y la orientalizante trada por el comercio fenicio.

Sus hbitat son castros organizados en pequeos grupos aislados a modo de pequeas aldeas donde la propia fortificacin son los muros de las casas que forman un circulo (castrum).

Se trata de una cultura guerrera, como apreciamos en los ajuares que encontramos, fundamentalmente los depsitos de armas que encontramos asociados a zonas acuticas, entre los que destaca el depsito de la Ra de Huelva. La ausencia de enterramientos en esta cultura se ha asociado con estos depsitos, que tradicionalmente se haban considerado vertederos de de armas de escasa calidad y a da de hoy son considerados ajuares funerarios en los que se aadiran armas votivas (de ah su escasa calidad) y en la que los cadveres no dejaran rastro por la accin del agua y el paso del tiempo.Cogotas

Asociada al Bronce Atlntico encontramos la cultura de Cogotas, que tiene especial importancia en la zona mesetea. Es un pueblo con una economa agropecuaria dependiente del entorno donde se asienta, siendo ms agraria en las grandes llanuras y ganadera en las tierras montaosas.

A parte de la cermica que se le conoce (excisa, incisa y de boquique) un resto arqueolgico caracterstico es el de los basureros, depsitos de materiales inutilizados propios de una cultura nmada, o al menos trashumante. Con la llegada de otros pueblos la cultura de Cogotas sufri cambios, siendo en la zona occidental donde encontramos los ms destacados, relacionado con una incipiente metalurgia que es debido al influjo del mundo del Bronce Atlntico.

Campos de Urnas

A travs de los pasos de los Pirineos comienza a penetrar a finales del I milenio la cultura conocida como Campos de Urnas procedente de Centroeuropa. Su penetracin en la Pennsula no responde a un fenmeno de invasin, como se ha mantenido durante mucho tiempo, sino a un proceso de aculturacin iniciado por el contacto de tipo comercial, en el que aparte de pequeos trasvases de poblacin se produjo con total seguridad un proceso de asimilacin de manifestaciones culturales y religiosas por parte de los habitantes del cuadrante noreste de la Pennsula.

Lo que define a esta cultura son los enterramientos de incineracin en los que los restos de los difuntos eran depositados en unas urnas de tipologa caracterstica, que son las que definen a la cultura. Se trata de una sociedad dedicada a las actividades agropecuarias, en las que comienza a aparecer una cierta especializacin en las actividades econmicas que provoca la existencia de artesanos a tiempo completo, reflejo de la existencia de excedentes en la produccin que permitan el desarrollo de actividades de este tipo.

El Levante y el Sureste

En estas regiones, que pasan por ser las ms evolucionadas de la Pennsula en este perodo, encontramos elementos que provienen de la etapa anterior. Encontramos rasgos provenientes de los otros horizontes culturales, probablemente consecuencia de intensos contactos comerciales con los mismos, lo que es un reflejo de la sofisticacin cultural de las sociedades del Levante.

En ellas podemos encontrar una enorme especializacin en las distintas actividades econmicas y una destacada estratificacin social, relacionada con el intenso desarrollo de la ganadera. En estas culturas, aparecen ya claramente definidas unas lites que hacen ostentacin de su posicin social a travs de los ajuares que encontramos en sus tumbas y otro tipo de yacimientos.

En efecto, destacan piezas como el Tesoro de Villena, que nos hablan de una sociedad rica, con un profundo conocimiento de la metalurgia del oro y con contactos comerciales con el Mediterrneo, probablemente antecedentes directos de la colonizacin que est por llegar, puesto que poseen todos los elementos que buscan los futuros colonizadores, como es el caso de los fenicios.

An as, encontramos rasgos tpicamente autctonos, como podemos apreciar en la continuidad de la cultura del Argar y en el uso en toda esta zona de casas de planta oval, en el seno de asentamientos que van creciendo en entidad e importancia.

Los Fenicios

Este pueblo del levante, conocido segn las fuentes por el color rojo (phoenike), ya sea de sus tintes, de su pelo o de otros elementos de su decoracin de tonos bermellones, ser uno de los elementos catalizadores del desarrollo cultural, social y econmico peninsular y en buena medida uno de los principales responsables de la realidad que encontrar el mundo romano en su llegada a la Pennsula.

El pueblo fenicio, de orgenes cananeos, est formado por las poblaciones de un grupo de ciudades de la zona costera de Sirio-Palestina, en el actual Lbano, de las que podemos destacar Tiro, Biblos o Sidn.

Durante el II milenio antes de Cristo estas ciudades, junto con el resto del mundo cananeo, se vieron inmersas en un sistema de relaciones internacionales basado en las hegemonas de imperios, como el Hitita o el Imperio Nuevo Egipcio, que sometieron y dirigieron el desarrollo econmico y comercial de este mundo. Este sistema sufri en el s. XII, la conocida como crisis de los Pueblos del Mar, provocando su colapso y la libertad del mundo fenicio que recompuso sus sistema a travs de una sociedad piramidal que fue asumiendo la introduccin de una clase alta que se haba enriquecido con el comercio previo a la crisis y que ahora apostaba por el mismo para salir de la misma.

Esta crisis, provocada por los movimientos en cadena de poblaciones desde el Egeo y por todo el Mediterrneo Oriental provoc la desaparicin de entidades polticas muy importantes en la regin, caso del Imperio Hitita o la retirada de otras, como los egipcios, que abandonaron su imperio asitico. El debilitamiento de estos estados, la dbil posicin de los recin asentados en la zona, con la excepcin de los filisteos, y la todava escasa importancia de otras entidades estatales, como los arameos y muy especialmente los asirios, que an tardaran un par de siglos en alcanzar la plenitud de su poder.

Un acontecimiento determinante para el crecimiento de los fenicios fue la creacin del reino de Israel, por dos motivos: por un lado porque redujeron a su mnima expresin la amenaza de rivalidad comercial que suponan los filisteos, ya que gran parte del crecimiento de los israelitas se hizo a costa de estos ltimos, que eran un pueblo marinero asentado en la actual Palestina que poda haber perjudicado mucho a los fenicios. En segundo lugar, la construccin del templo de Jerusaln por parte de Salomn fue muy beneficiosa para los fenicios, puesto que en la misma una de las principales materias primas utilizadas fue el cedro, la madera preciosa que constitua la mayor riqueza natural de la regin en la que vivan los fenicios.

Gracias a todo esto, se produjo un importante desarrollo del comercio y las manufacturas, que trajo de la mano un importante crecimiento demogrfico, que el reducido hinterland con el que contaban estas regiones difcilmente pudo soportar.

En torno al siglo IX la invasin asiria y un crecimiento en la poblacin de las ciudades fenicias provocaron una situacin si no crtica, si acuciante. Los tributos demandados por el imperio asirio reducan las riquezas de las lites locales y los grupos ms desfavorecidos comenzaban a generar un excedente de poblacin que comenzaba a colapsar los recursos del entorno donde vivan. As, un pueblo navegante y conocedor de casi todo el Mediterrneo, en donde ya comerciaba, solo tuvo que dar el salto y comenzar a enviar colonos a los lugares donde sola entablar relaciones comerciales y aumentar las mismas para poder traer de una manera ms constante las materias primas que necesitaban, estableciendo de esta forma un circuito colonial.

En la colonizacin, donde haba un fuerte elemento comercial, cobraron relevancia dos instituciones enraizadas en el mundo fenicio:- El templo como garante de la voluntad divina que protege a los viajeros y que legitima los tratados presentados ante l.- El palacio, con el prncipe o rey, mxima autoridad legal y a la vez sumo sacerdote.

As, la empresa comercial privada era aprobada y potenciada por la religin y el estado, quienes a su vez se enriquecieron en gran medida de los beneficios que estas empresas atraan. Pero no solo se compona de una parte comercial. La colonizacin, iniciada en el s IX difiere de las empresas comerciales anteriores en el hecho de que tiene como fin ltimo la creacin de una ciudad con todas sus instituciones y estructuras, en un ambiente diferente. La creacin de la colonia supone la exportacin de una parte de la sociedad representativa de todo el conjunto, que se injerta en un nuevo asentamiento donde debe crecer y organizarse formando una nueva entidad autnoma que pueda subsistir.

La aventura colonial fenicia comenz en el s. IX con la fundacin de Kitin, en Chipre, de donde extraan el cobre. Desde Chipre el salto fue dado al Egeo tanto en Creta como en Eubea donde se encuentran restos de materiales fenicios desde el s. X. En Cerdea la colonia fenicia ms antigua es Nora, que podra ser datada a principios del s. VIII; mientras, en Sicilia, ocuparon la zona occidental en las ciudades de Panormo, Motia y Solunto (la Conca dOro). Otra de las zonas de expansin fenicia ser la zona del norte de frica, donde fundaran Utica, Hipona, Leptis Magna y sobre todo en torno al s IX Cartago.

Colonizacin en la Pennsula Ibrica

Debemos distinguir cuatro fases claras en la colonizacin:

1. Precolonizacin (antes del s. VIII a.C.).

2. poca de plenitud (siglos VIII-VI a.C.).

3. Protectorado Cartagins Prebrcida (siglos V-III a.C.).

4. Perodo Vrcida (Segunda mitad del siglo III a.C.).

La bsqueda de metales preciosos, tanto al entroncar con la ruta del estao, propia de la cultura del Bronce Atlntico, como de la plata, de la zona minera de Rio Tinto, provoc el asentamiento en la ya conocida zona sur de la pennsula, no siendo el nico enclave.

La zona ms destacada de presencia fenicia va a ser la costa sur, tanto en la fachada atlntica como en la mediterrnea, donde desde el s. IX, con la fundacin de enclaves como Gadir, se crean asentamientos estables.

Gadir y la ciudad adyacente de Doa Blanca fueron ejemplos de principales centros de redistribucin minera de la zona sur. Con materiales prximos al siglo IX podran presentarse como los asentamientos ms antiguos de la Pennsula. Los centros en esta regin se caracterizaban por asentarse en desembocaduras de los ros, en islas, estuarios o montculos/mesetas, donde estar, a la vez que cercanos a la poblacin indgena, lo suficientemente alejados para mantener su seguridad.

Otros ejemplos de asentamientos en la costa sur son Abdera, Sexi o Malaca. Con el paso del tiempo de estos asentamientos surgirn empresas de colonizacin que irn penetrando poco a poco expandindose a travs de los ros pequeos llegando a zonas que hoy son el interior, donde se encontraba el mundo indgena, Tarteso, con enclaves como el santuario fenicio de Caura (Coria), presencia fenicia en Mesas de Asta o el santuario del Carambolo.

En estos asentamientos hay que destacar la bsqueda de metales preciosos (4mill. Toneladas de escoria de plata en Huelva). A cambio de baratijas y productos manufacturados de escaso coste para ellos, los fenicios van a obtener enormes cantidades de mineral potenciando su explotacin de tal manera que van a provocar incluso transformaciones sociales de hondo calado entre las culturas indgenas.

Pero esta actividad minero-metalrgica, la cual potencian introduciendo nuevas tcnicas que mejoraban la produccin (copelacin), no fue la nica. Se conocen asentamientos con cubetas para las salazones, talleres cermicos donde hacan nforas para estos productos y vinos conseguidos en lagares creados aqu, y en casi todos estos asentamientos vemos asociados lotes de tierras para cultivar tanto para su propia subsistencia, como para la exportacin.

Las transacciones comerciales tuvieron lugar de manera fundamental en los templos, destacando el de Melkart en Gadir. De esta forma, se pretenda que la divinidad sacralizase la transaccin comercial, de manera que garantizase el comercio justo entre fenicios indgenas, aunque, como hemos visto, se trataba de una relacin comercial desigual.

Como vemos, los fenicios van a introducir en la Pennsula elementos muy importantes como el alfabeto, el hierro, la cermica a torno, las salazones, especies animales (gallina) y vegetales (palmera). Adems van a potenciar el desarrollo de la explotacin del aceite de oliva y un destacadsimo boom cultural, que va a provocar que los indgenas copien los modelos culturales, icongrficos, religiosos y artsticos, hasta el punto de que va a ser muy complicado discernir lo indgena de inspiracin orientalizante de los elementos propiamente fenicios.

Tartessos

En la zona suroccidental de la pennsula, se desarrolla una realidad indgena que plantea profundos problemas historiogrficos. En algunos pasajes de la Biblia se mencionaban las naves de Tarsis, que traan plata y metales preciosos; no obstante la tradicin fenicia poco ms puede referir de este mundo.

Es a travs del mundo griego y del mundo romano de donde vendrn las principales descripciones de este mundo, lo cual plantea la problemtica de la abierta animadversin que estas culturas tenan por los fenicios, lo que pudo haber contribuido en que en estas fuentes el papel de estos ltimos fuese deliberadamente soslayado y el de las sociedades indgenas de la Pennsula, en este caso, Tartessos se hubiese magnificado de forma interesada.

Si hacemos caso de los relatos mticos podemos identificar el mundo tartesio con una rica tierra donde el gigante Gerin guarda ricos bueyes, o donde Atlas sostiene el mundo y se encuentra el jardn de las Hesprides. Los relatos de Herdoto sobre Coleo de Samos presentan las beneficiosas relaciones entre los foceos y el longevo y mtico rey Argantonio, distintos a los mitos sobre los bueyes de Gerin.

El mundo romano se nutre de estos relatos y, as, escritores posteriores como Estrabn, Plinio, Mela o Avieno, realizan una adecuacin en las descripciones para que los coetneos puedan identificar esos paisajes que ya se perdan en las brumas del mito. Son de estas brumas mticas de donde el mundo tartesio es rescatado en el s. XIX por el historiado Adolf Schulten quien investig a finales del XIX y ya en el XX la zona del bajo Guadalquivir en busca de una Troya tartesia llena de tesoros, la cabeza de un imperio.

As pues hoy entendemos que el mundo tartesio es el resultado de un proceso de hibridacin que surge a raz de la colonizacin fenicia, provocando grandes cambios incluso en sus estructuras sociales.

De la sociedad previa al s X se sabe bastante poco, fondos de cabaa circulares u ovales similares a los de la Meseta que no dejan grandes huellas, una cermica de retcula bruida que cada vez se ve ms prxima al mundo colonial, o los restos de depsitos de metales en la ra de Huelva. Solo el estudio de las llamadas Estelas del Suroeste, en el que podemos apreciar claros reflejos de una sociedad de guerreros que desaparecera con la llegada de los fenicios nos pueden dar una idea de la realidad previa al siglo VIII a.C. en toda la zona del suroeste peninsular.Los principales yacimientos del mundo tartesio se concentran en varias zonas agrupadas en:a) La zona nuclear, centrada en los valles del Tinto- Odiel, y Guadalquivir.b) La zona perifrica, donde se aprecian los cambios sociales asociados a la influencia de los nuevos vecinos del sur (fenicios).

En la zona onubense los principales asentamientos los tenemos en Las Cumbres o Campillo donde encontramos necrpolis como la Joya. Los ncleos amurallados de Tejada la vieja y Almonte, que demuestran las diferentes fases que se sucedieron en las relaciones con el mundo colonial. Muchos de estos asentamientos que tradicionalmente se han considerado indgenas estn hoy en discusin y la investigacin se inclina ms por la idea de una fuerte presencia fenicia en los mismos.

En la otra orilla del Guadalquivir encontramos el asentamiento de Mesas de Asta, similar al de Tejada la vieja y con una funcin de control del territorio. La zona del medio Guadalquivir presenta ciudades como Spal o Carmona, y ms al interior de Monte Moln o Setefilla donde la cultura muestra una fuerte influencia orientalizante.

Un ejemplo de la fuerte relacin entre estos mundos en esta zona son los santuarios de Caura y el Carambolo, donde los restos estn ms prximos a mostrar una realidad fenicia que un mundo indgena aculturizado, dando lugar a un intenso debate cientfico sobre el verdadero origen de estos materiales y su significacin cultural.

Igualmente destaca la zona de Extremadura, muy especialmente el yacimiento de Cancho Roano, donde en los ltimos tiempos se est hablando tambin de una fuerte presencia fenicia relacionada con el control de las rutas pecuarias y de trfico de metales.

En todos estos poblados se produce una especializacin por lugares, probablemente en un proceso auspiciado, cuando no directamente organizado por los colonizadores fenicios, que determinan la socioeconoma de los indgenas en funcin de sus propios intereses. Como hemos visto, resultar esencial el control de las rutas de trnsito de las mercancas.

Queda claro que exista jerarquizacin dentro de estas sociedades, pero en ningn momento podemos hablar de reinos, ni de reyes, por ms que la tradicin clsica nos presente a esta sociedad de esta manera. Se tratara de jefaturas de comunidades protourbanas, con una destacada posicin social, como podemos observar en los ajuares funerarios, pero que, en ningn caso, seran reyes, ni gobernaran sobre estados que podramos considerar reinos, puesto que estas comunidades no haban alcanzando el nivel de sofisticacin social y poltica necesario para la aparicin de este tipo de estructuras.

En cuanto a la escritura tartssica, an no nos queda del todo claro que este sistema de escritura pertenezca en realidad a lo que llamamos Tartessos. En primer lugar, porque no aparece en el ncleo geogrfico de esta cultura, sino en zonas marginales, asociadas a donde antes haban aparecido las estelas. Se tratara de una plasmacin por escrito en un sistema semisilbico de lo que anteriormente se haba descrito mediante imgenes, es decir, la delimitacin de zonas de influencia de las distintas comunidades mediante la ostentacin del poder guerrero de sus lderes. Para ello, utilizaran un cdigo de 51 signos en los que adaptaran el alfabeto fenicio. An as, tan solo hemos sido capaces de identificar algunos nombres propios.

A finales del siglo VI, esta cultura experiment una clarsima decadencia, que podemos apreciar en la desaparicin de gran parte de estos poblados y en la reduccin en tamao y funcionalidad de los que subsistieron. Apreciamos un claro empobrecimiento de la cultura material, especialmente constatable en la cermica, que prcticamente desaparece. Adems se abandonan la metalurgia y las explotaciones mineras.

Las causas de todo ello deben buscarse en el cambio de las corrientes comerciales en el Mediterrneo, consecuencia de una serie de factores de poltica internacional conectados entre s. De esta forma, la conquista por parte de Asiria de Tiro y Egipto provoca un cierre de mercados para los productos peninsulares, en el primer caso, y el cambio del patrn monetario en todo el Mediterrneo como consecuencia del segundo, puesto que el oro egipcio entra en circulacin y desplaza a la plata como metal precioso de referencia, con enormes consecuencias negativas para las explotaciones metalrgicas de la Pennsula.

Adems, la entrada en escena desde dos siglos antes de los griegos, feroces rivales comerciales de los fenicios, contribuy a provocar una progresiva retirada de estos ltimos de algunas de sus zonas de influencia, como fue el caso del interior del sur de la Pennsula. Esto produjo, a su vez, una evidente decadencia entre las sociedades indgenas que haban basado su desarrollo en su relacin con los fenicios, como fue el caso de Tartessos, que acab por involucionar hacia un nuevo horizonte cultural, el de los Turdetanos.

La colonizacin griega

Mientras el mundo fenicio llegaba a la plenitud de su actividad colonizadora en la Pennsula Ibrica, otra cultura, vecina de esta, comenz un proceso anlogo en la zona ororiental de la misma. Nos referimos al mundo griego.

En el momento en que la crisis de los Pueblos del Mar desmantel parte del sistema de imperios en el Prximo Oriente el sistema palacial imperante en Grecia se colaps entrando en la conocida como Edad Oscura. As mientras que el mundo fenicio comenz una fase de comercio por el Mediterrneo sin el control de los grandes imperios, el mundo griego tuvo que, con carcter previo, recomponer su sistema poltico, econmico y social.

No obstante, a comienzos de la fase arcaica (principios del s. VIII a.C.) el mundo griego presentaba una serie de caractersticas que le permitan hacer frente a un proceso colonial pudiendo decir que haba superado la crisis. En efecto, se escoge la fecha del 776 a.C., la de la celebracin de los primeros Juegos Olmpicos, como la de inicio de este perodo, porque se considera que este acontecimiento supone la existencia de una toma de conciencia por parte de las distintas comunidades helenas de su unidad cultural, por ms que nos encontremos ante una intensa fragmentacin poltica.

As, los griegos se definen por una serie de caractersticas propias, a saber, idioma, costumbres, religin, instituciones, etc., que los igualan entre s, al mismo tiempo que los diferencian de las comunidades que no comparten estos elementos, a los que ellos definen como brbaros.

Esta etapa est caracterizada por la aparicin de nuevos sistemas de ordenacin del territorio basndose en el concepto de ciudades estado, poleis, que controlaban un hinterland relativamente amplio, con distintos modelos de organizacin poltica (oligrquicos o aristocrticos en su mayora, basados en asambleas de ciudadanos y consejos de aristcratas) permiti una recuperacin de estos nuevos estados, una bonanza econmica.

Al mismo tiempo, se producen cambios tambin en su estructura militar, por medio de la llamada Revolucin Poltica, consistente en la aparicin de una nueva forma de combate solidaria, caracterizada por el uso de armamento pesado compuesto por un hoplon, o escudo de gran tamao y petos y protecciones generalmente de bronce, que permiti la creacin de cuerpos de soldados que podan enfrentarse a enemigos tanto en su tierra como en otros lugares donde sirvieron como mercenarios. Esta forma de combatir igualitaria hizo muy difcil la pervivencia de los privilegios condicionados al nacimiento, puesto que los nuevos grupos sociales cuya pujanza econmica les permita costearse el equipo con el que tenan el derecho y el deber de defender a sus comunidades comenzaron a reclamar derechos polticos a los dirigentes de sus pleis.

Producto de estos cambios surgieron nuevas realidades: un aumento de la demografa, una revalorizacin de los medianos y pequeos propietarios, ahora la fuerza poltica de los ejrcitos ciudadanos, y un aumento del consumo de nuevos materiales y del comercio de larga distancia. De ellas derivaron nuevos problemas, como la presin demogrfica, las tensiones sociales (stasis) y la necesidad de eliminar todos estos elementos discordantes de una manera consensuada. Una de las soluciones elegida, ya desarrollada en Oriente, fue la colonizacin.

En Grecia hubo tambin otras soluciones de corte poltico, como la de los legisladores (aristcratas encargados de poner por escrito los cdigos normativos de las distintas comunidades), y los tiranos (personajes populistas emanados tambin de los sectores ms elevados de la sociedad y que disfrutan de una acumulacin de poder que les permite adoptar medidas de corte populista que intenten evitar los conflictos sociales).

La Colonizacin

A partir del s. VIII Eubeos, Cretenses, Rodios, Samios, Foceos, Corintios, etc. surcaron los mares y fundaron colonias como Zancla, Siracusa, Gela, Alalia, Masalia, etc. La colonizacin griega se desarroll sobre todo en el Mediterrneo Central, en las zonas del sur de Italia, Magna Grecia, y Sicilia, en el Mar Negro (Ponto) y tuvieron emporios comerciales en zonas como Naucratis en el Delta del Nilo y la colonia de Cirene.

Su modelo colonial se basaba en dos realidades: una mercantil, el emporio, un asentamiento comercial dependiente de la ciudad que los controlaba; y otra puramente colonial, la apoikia, basada en una fundacin ex novo de una ciudad con instituciones propias con un elemento de poblacin venido de la metrpolis fundadora que mantena solo lazos de parentesco con ella centrados en la religin, los cultos y normalmente relaciones diplomticas cordiales.

El proceso de colonizacin se articulaba de la siguiente forma: la ciudad madre, metrpoli, investigaba las posibilidades de un determinado territorio para acoger una colonia, sopesando las ventajas comerciales y de explotacin agropecuaria que pudiese tener el mismo. Una vez que se decida el lugar de asentamiento y se organizaba la forma en la que se deba llevar a cabo el mismo, se consultaba al Orculo de Delfos sobre la oportunidad e idoneidad de poner en marcha el proceso. Cuando se obtena el consentimiento divino, se nombraba a un jefe de expedicin, el oikists, encargado de dirigir la aparicin de la nueva ciudad. Esta nueva ciudad reproduce las instituciones de la metrpoli, es la llamada isopolitea, y desde la misma se comienza un intenso proceso de aculturacin de los indgenas, especialmente de sus lites, que son rpidamente helenizadas.

La colonizacin griega en la Pennsula

Pese a que existen elementos que nos hablan de una colonizacin mtica, protagonizada por los hroes griegos y que tiene un reflejo fundamental en los Trabajos de Hrcules ubicados en nuestra zona, tradicionalmente, la colonizacin griega en la Pennsula vena marcada por una expansin en la fachada mediterrnea, en nuestro mundo levantino a partir del siglo VI a.C.

No obstante, los estudios recientes nos obligan a realizar una matizacin y restringir la misma a la zona de Ampurias, Rosas y a ciertos enclaves en el Levante que surgen de manera tarda, muy a finales de esa centuria. Si hablamos de relaciones comerciales s es cierto que podemos incluir la zona de la ra de Huelva donde tanto las fuentes literarias, como los restos arqueolgicos demuestran cierta frecuentacin por parte de los griegos durante los siglos VII y VI, al igual que en la zona de Mainake donde se encuentran algunos restos de cermica griega que permitiran defender cierta presencia comercial aunque no un mundo colonial definido.

Por tanto, la colonizacin griega debe restringirse al mundo foceo y su emporio en la isla de San Martn de Ampurias, fundado entorno al 580 a.C. con un claro carcter comercial que fue expandindose a lo largo del s VI a.C., hasta tener que saltar de la isla al territorio continental.

La evolucin de este enclave ha venido explicada en gran medida por las relaciones con las comunidades foceas de Alalia, Masalia y su metrpolis Focea. As la destruccin de la misma en el 545 a.C., unido a la destruccin de Alalia en el 535 a. C. por el mundo cartagins podran haber provocado una mayor afluencia de refugiados y el consecuente aumento demogrfico que explicara la ampliacin de este emporio y la creacin de la Nepolis en torno a estas fechas.

A finales del s. VI se produce un cambio en el comercio griego seguramente derivado de la mal denominada crisis de Tartessos (probablemente relacionado con el agotamiento de los yacimientos argentferos superficiales de la zona de Huelva) y el cambio del mundo fenicio en la zona sur.

La respuesta dada por el mundo griego se centr en un aumento de su presencia en la zona costera levantina penetrando adems en el valle del Vinalop buscando otra zona de fuerte riqueza minera, los ncleos mineros de la cordillera Penibtica.

En esta fase cobran especial importancia las relaciones con el mundo bero, que se manifiesta como parte activa en estas transacciones comerciales y aprovecha las mismas para asimilar entre otras nuevas tcnicas constructivas (planos hipodmicos, aterrazamientos, nuevas plantas de edificios, etc.) y nuevas manifestaciones culturales que se mezclan con la fuerte influencia orientalizante, especialmente en la zona del alto Guadalquivir, en la cordillera Penibtica y el sur del Levante (aumento de la estratificacin social, asuncin de costumbres, importancia capital del mercenariado como forma de relacin con los griegos y vehculo de helenizacin, elementos religiosos y programas iconogrficos, etc.).

En este proceso de cambio se atestigua el desarrollo de la nepolis de Ampurias, la nueva fundacin de Rhode y la creacin de nuevas rutas comerciales hacia el interior, un comercio que se perfila y se mantiene hasta la entrada cartaginesa en la zona suroriental y hasta el mundo romano en la nororiental.

As, en las relaciones comerciales atestiguamos una fuerte dispersin de distintos tipos de cermicas griegas, tanto de lujo como de transporte, de lo que deducimos un comercio no solo de manufacturas sino de otros productos como el vino y el aceite, en este contexto productos de prestigio.

Por su parte, el mundo griego obtiene materias primas de distinto tipos entre las que destacan los minerales as como otros productos, el esparto y el lino. Este mundo griego se consolidar, sobre todo al norte del Ebro, a la sombra de la influencia masaliota y ampuritana, hasta la llegada del mundo romano y pese a la creacin de un imperio colonial cartagins en la zona al sur de este ro. Es ms, el mundo griego ser poco a poco absorbido por Roma en paralelo al proceso de romanizacin que se dar en la pennsula desde finales del s. III a.C. hasta el cambio de era.

TEMA 2 : LOS PUEBLOS PERROMANOS Y LA CONQUISTA ROMANA (ss. V a II a.C.)

El conjunto de pueblos que Roma y Cartago encontraron en la Pennsula Ibrica durante el transcurso del siglo III y el II a.C. fue un producto tanto de la evolucin propia como del influjo producido por el fenmeno colonial. As, el contacto con los fenicios hacen al pueblo turdetano uno de los pueblos ms cultos de la Pennsula, en palabras de Estrabn, y el mundo bero del levante presenta ciudades con elementos fuertemente influidos por mundo colonial griego.

Por otro lado la meseta continua con su evolucin propia, asimilando la cultura celta que lentamente penetra desde Europa; mientras que, en la periferia, lusitanos, galaicos, cantaros y satures permanecen aferrados a los ltimos restos de la cultura castrea.

Esta es la realidad en la que Cartago buscar reconstruir un imperio que sustituya al perdido durante la Primera Guerra Pnica y este es el mundo que Roma arrebatar a los pnicos durante la segunda guerra del mismo nombre, comenzando un proceso de conquista y aculturacin, la romanizacin, por el que la Pennsula quedar incluida en la realidad romana.

La zona litoral del sur y este peninsular enmarca desde el siglo VI a.C. a dos realidades que los estudiosos han tenido a bien diferenciar: el mundo trdulo-turdetano, en Andaluca occidental y sur de Extremadura, y el ibrico que se extiende desde las costas granadinas hasta el Languedoc francs a travs de la fachada litoral, introducindose en ciertos puntos como la cordillera Penibtica y la Andaluca occidental y parte de Castila la Mancha.

Este mundo cobrar especial relevancia en el desarrollo de la historia de la Pennsula. Su relacin con Cartago desde las campaas militares en Sicilia donde el mundo ibero acta como mercenario, hasta sus luchas en la propia Hispania apoyando a un bando u otro de la guerra pnica y despus frente a Roma marcan el desarrollo de la sociedad ibera y de su propia existencia. Nosotros hemos optado por estudiarlos de forma conjunta, incluyendo la Turdetania como una de las regiones del mundo ibrico que hemos estudiado y cuyas caractersticas definiremos a continuacin.

Debemos tener en cuenta que se trata de un trmino de origen griego, usado para definir a los pueblos de la Pennsula, especialmente los de la costa oriental. El origen de este nombre nos es desconocido y es muy probable que estas poblaciones no se denominasen a s mismos de esta manera. En realidad, se les define por oposicin a los celtas y celtberos.

Sus lmites, como hemos sealado con respecto a los turdetanos son arbitrarios. Todos estuvieron afectados por la presencia en las costas de pobladores provenientes de otros mbitos mediterrneos, especialmente griegos y cartagineses, en un proceso que se denomina, iberizacin y que queda patente en las estructuras sociales, econmicas y culturales, en el arte, etc.

Las distintas regiones y culturas que podemos identificar como iberas son: Turdetania: La supuesta crisis de Tartessos durante el s VI a.C. provoca segn diversos autores un cambio en los modos de vida en la Andaluca occidental y la baja Extremadura. La pervivencia en ciertos puntos de costumbres residuales de las cultura del Bronce Atlntico, que tienen como mayor ejemplo la ausencia de tumbas, con los significados que de ello pudieran derivarse, y la evolucin del periodo Orientalizante a un periodo postorientalizante con diferencias en la cultura material han servido a algunos autores como pretextos para individualizar estas dos regiones separndolas de la tradicin con la que ellas mismas entroncan y con la tradicin ibera de la que son vecinas. Hay una paulatina prdida de la influencia fenicia, aunque siempre teniendo en cuenta que el mundo oriental sigui presente en las costas de esta zona.

Oretania: En esta regi destacan los santuarios, como el de Porcuna, probablemente lugares de concentracin de tipo religioso de carcter cclico (al estilo de las actuales romeras). Los asentamientos no destacan por su arquitectura, puesto que es probable que el nivel de sofisticacin cultural y, por tanto, de urbanizacin hubiese descendido mucho durante este perodo. Bastetania: Con capital en Basti (Baza). Esta zona destaca por la importancia de la lite aristocrtica que encontramos en la regin, tal y como podemos apreciar en los exvotos, es decir, las ofrendas realizadas en los santuarios a las distintas divinidades. Se trata de figurillas que reproducen elementos caractersticos del mundo aristocrtico que encontramos en esta zona, como por ejemplo todas aquellas relacionadas con los caballos. Queda claro que en este rea se hablaba una lengua distinta a las de las otras regiones. El mundo equino destaca tanto a nivel religioso, como socieconmico y parece claro que la posesin de caballos constitua un rasgo distintivo y caracterizador de las lites de esta regin. Contestania: Comprende las actuales provincias de Alicante y Murcia. Se trata, sin lugar a dudas de la zona de mayor nivel de sofisticacin cultural del mundo ibero, en la que se dan las ms importantes manifestaciones de esta cultura. Destacan las ciudades, centros plenamente urbanizados, como Ilici (Elche), que se estn desarrollando siguiendo la inspiracin que plantean las tradiciones fenicias y helenas, que tanto peso tenan en esta zona, en la que precisamente convergen los intereses de ambas culturas mediterrneas. Edetania: La ms septentrional de todas ellas, y la ms influenciada por los griegos, bajo cuyo radio de accin caen de pleno, como hemos visto a finales del captulo anterior. Las necrpolis de esta regin nos son peor conocidas que las de Contestania, por lo tanto, los datos socioeconmicos que manejamos son peores. El elemento ms destacado de esta zona son las cermicas, como las de Lliria, de clarsima inspiracin helnica, pero que lleg a constituir por si misma un tipo diferenciado y muy apreciado, no slo en la Pennsula, sino en otros mbitos del Mediterrneo.

Sociedad y economa

En el estudio de la sociedad ibrica vemos como la jerarquizacin social puede entenderse como un elemento comn que super las diferenciaciones regionales. As, la existencia de una oligarqua que domin la poltica de estos pueblos fue un fenmeno generalizado, fuera por medio de una aristocracia basada en la existencia de prncipes, reyes y una clase guerrera, o bien fuera por medio de una oligarqua urbana centrada ms en las actividades productivas, de manera muy semejante a lo que encontramos en el mundo urbano fenicio.

No obstante, esa oligarqua no representara ms de un veinte por ciento de la poblacin, organizndose el resto a travs de ncleos familiares tanto en el mundo agrario como en el ganadero, siendo este ltimo especialmente importante en el mundo ibero.

La economa puede ser estudiada desde un punto de vista general, no obstante hemos de tener en cuenta condicionamientos climticos y territoriales, no siendo igual la economa de la zona oretana con ms preeminencia ganadera y minera debido a su orografa que el mundo turdetano de la vega del Guadalquivir o el edetano. As, en puntos, generales la economa presentara las siguientes caractersticas:

Ms de un 50% poblacin dedicadas a actividades agrarias. Cultivo de cereal (trigo, cebada), olivo, vid, hortalizas, rboles frutales, plantas textiles (lino y esparto) Ganadera trashumante de ovejas y cabras, cra de vacas y caballos. Minera, metalurgia y orfebrera. Uso muy destacado de los metales que despus es el que va a fomentar tanto los cartagineses como los propios romanos. Desarrollo de una produccin cermica con motivos y tipos fuertemente influidos por las realidades coloniales. El caballo y su posesin constituyen un ejemplo de dignificacin social. Comercio de trueque, pero conocen la moneda, aunque no acuan hasta el siglo III a.C., siguiendo pautas latinas.

En cuanto a la sociedad, hay que sealar que tenemos una grave carencia de textos que nos puedan servir para conocerla. Aparte de las referencias secundarias que podamos hallar en ciertas obras clsicas, slo contamos con la arqueologa.

Desde el punto de vista de la historiografa, slo tenemos la visin que aportan los romanos, justo cuando el sistema se est descomponiendo. Con la problemtica aadida de que los romanos pasan por ser los enemigos de los iberos en este perodo, por lo que la visin que nos aportan de los mismos est indudablemente sesgada. Lo que s sabemos es que haba reyes, que se enfrentaron a los romanos, como fue el caso de Indbil y Mandonio. Parece claro que los reyes controlan territorios heterogneos, con cierto nmero de ciudades, pero no abarcan el total de cada regin. En algunas parece que existieron Consejos. Ms que de reinos, debemos hablar de principados, en los que existe una autoridad destacada, estos reyes, pero que se ven obligados a compartir el poder con otras instituciones ms propias de un mundo aristocrtico. Adems, parece claro que no hay una uniformidad en la organizacin poltica en todas las regiones.

En algn momento se producen destrucciones de los monumentos asociados a la lite, por lo que podemos hablar de cambios sociales y polticos. Probablemente hay una reaccin popular ante la forma en la que estas lites dirigen a sus comunidades. Dado que su poder estara basado en el ejercicio de la fuerza y su control de los medios econmicos, cualquier cambio en la forma tradicional de conducirse en esos asuntos afectara al conjunto de la poblacin y provocara una reaccin por parte de los componentes de los estratos ms bajos de la sociedad.

Esta reaccin violenta queda plasmada en la destruccin intencionada de los monumentos y representaciones directamente asociados con los aristcratas. Puesto que es probable que estos personajes importantes estuviesen directamente relacionados con los colonizadores, esto acabase por provocar el desafecto de los niveles ms bajos de sus respectivas sociedades, cuyos miembros pensaban que la relacin que sus lites estaban estableciendo con los griegos y los cartagineses acabase por reportar beneficios nicamente a ellos, y, a la larga, debilitase la posicin socioeconmica de los componentes de esos estratos ms bajos.Religiosidad

La religiosidad de este mundo indgena se nos presenta como una realidad compleja donde se mezclan elementos de diversas tradiciones. As, podemos apreciar un fuerte sincretismo religioso en donde convergen la tradicin autctona junto a la fenicia y la griega. Ej:- Diosa Madre-Tanit-Demeter

- Diosa cazadora-Astarte-rtemis Efesia

En lo referente a los lugares donde se rinde culto a estas divinidades, al igual que a otras de aspecto mucho ms local, hemos de atestiguar una gran diversidad tanto por la costumbre como por la localizacin y podemos hacer el siguiente cuadro general, aunque teniendo siempre presente que la mayor parte de los santuarios slo se monumentalizan con la llegada de los romanos. Estos son los distintos tipos:- Santuarios naturales (Cuevas: Castellar de Santisteban Jan)

- Santuarios extraurbanos (Pajarillos: Jan)

- Templos urbanos ( El Tossal, Ullastret etc)

- Altares domsticos

Al igual que en los lugares de culto tenemos una vasta diversidad en los tipos de enterramientos, y muy especialmente en los monumentos funerarios que usan las elites ocales para diferenciar los suyos propios. Como generalidad podemos decir que en este mundo se generaliz el rito de la incineracin y el posterior enterramiento de las cenizas dentro de urnas especificas para este fin, algunas de ellas de una indudable calidad artstica, como es el ejemplo de las Damas.

No obstante no podemos cerrar el tema de la religin ibera sin poner algunos de los ejemplos ms representativos de estos enterramientos de lujo como es el de la necrpolis de Baza: Donde se marca la zona de la elite mediante monumentos como la famosa Dama homnima, con total seguridad una representacin de la diosa del ms all, encargada de conducir al espritu del difunto a la otra vida mediante el depsito de sus cenizas en el interior de la imagen.

El mundo cartagins

Cartago, colonia fenicia fundada por los tirios en el s. IX a.C., tuvo una fuerte relacin con la pennsula ibrica desde poca muy temprana.

Las relaciones comerciales de los habitantes de Cartago (tambin llamados pnicos) con el crculo del Estrecho, Cdiz y las ciudades de la costa malacitana, constantes como demuestran los materiales arqueolgicos se completan con la presencia de la ciudad africana a travs de los campos de reclutamientos de mercenarios en el valle del Guadalquivir y en la zona bera. Es ms, dentro del territorio de la actual Espaa, en las islas Baleares, la colonia de Ebusus, se plantea como una fundacin cartaginesa en un territorio de influencia fenicia, en su poltica de control del Mediterrneo central.

Esta poltica de control de las rutas comerciales unida al modus operandi de Cartago en los momentos de guerra, basado en el reclutamiento de mercenarios, favorecer las relaciones entre una sociedad de corte guerrero como la bera y el mundo cartagins, quien se benefici de los guerreros de estos pueblos en campaas en Sicilia, Crcega y Cerdea.

Sabemos poco de la historia de Cartago de primera mano, por los problemas con la escritura pnica, que no somos capaces de descifrar en su conjunto, adems de la escasez de fuentes. La mayor parte de las obras histricas que nos hablan de Cartago fueron escritas por los griegos, tradicionales rivales comerciales de los pnicos, y, sobre todo, los romanos, que fueron los ms feroces enemigos de los cartagineses.

Esto mediatiza nuestra visin de la realidad de esta sociedad y la reviste, en muchos casos, de una enorme cantidad de prejuicios heredados de las fuentes clsicas. Sabemos que Cartago fue una fundacin de la ciudad de Tiro durante el siglo IX a.C. En efecto, personajes de la ms alta aristocracia tiria (tal y como nos cuentan la leyendas en torno a la figura de Dido) fueron los responsables de la fundacin de esta colonia, lo cual le confiri una importancia singular prcticamente desde el comienzo de su existencia, en un proceso similar al ocurrido con Gadir en la Pennsula.

A mediados del siglo VI, los cartagineses haban superado la frmula tradicional de expansin de sus antepasados fenicios, basada en la construccin de circuitos comerciales sin necesidad de control poltico y haban constituido todo un imperio territorial en el Mediterrneo Central. Dicho imperio comprenda las islas de Crcega, Cerdea, una enorme porcin de Sicilia y probablemente algunas de las Baleares, adems de comenzar una incipiente expansin por el norte de frica.

En esta coyuntura entraron en contacto violento con los griegos asentados en la zona y, posteriormente con los romanos, con quienes al principio la relacin fue mucho ms diplomtica, como atestiguan los tratados firmados entre ambas ciudades desde finales del siglo VI a.C.

A partir de este mismo momento es muy probable que los cartagineses comenzaran a dirigir de manera intencionada las actividades comerciales y productivas de las ciudades fenicias del litoral hispano, encaminndolos hacia sus propios intereses. En este mismo perodo, Cartago debi quedar constituida como una ciudad con un sistema poltico de tipo aristocrtico, al estilo de la polis griega, cuyos magistrados supremos son los sufetes.

En Cartago no se experiment el fenmeno de revolucin hopltica puesto que no hicieron uso de soldados ciudadanos, sino que sus ejrcitos estaban compuestos fundamentalmente por mercenarios.

Cartago y la Pennsula Ibrica

Su presencia aparece atestiguada en las fuentes griegas, en las que se les llama libio-fenicios, es decir, fenicios de frica. Aparecen en el siglo V a.C. fundamentalmente en el litoral oriental de Andaluca, el sur del Levante y las Baleares.

En el Segundo Tratado entre Roma y Cartago (348 a.C.) ya se establecen lmites territoriales que afectan a la Pennsula, por lo que los intereses pnicos debieron estar ya claramente asentados y ser de carcter comercial, puesto, que a diferencia de lo que sucedi en el Mediterrneo Central, en el caso peninsular no encontramos conquista militar, slo intereses comerciales hasta bien entrado el siglo III a.C.

Como ya hemos mencionado, hay una reconversin de las colonias fenicias, que empiezan a producir y gobernarse segn los intereses de los cartagineses, incluida Gadir. Estos orientan las actividades de estas comunidades de forma principal hacia la pesca y las salazones, puesto que los productos de este tipo realizados en la Pennsula tenan una altsima calidad, como sucede en el caso de las conservas de pescado y muy especialmente en el de la salsa garum. Todos estos productos eran fcilmente comercializables y reportaron ingentes beneficios a los pnicos.

Adems, buscaron el control de los metales, especialmente de las minas de la Alta Andaluca (Jan) y la zona de Murcia, de ah la fundacin de Cartago Nova (Cartagena), que junto a Gadir (cuencas mineras de Ro Tinto y el Bajo Guadalquivir) ser la ciudad ms importante. Desde estas ciudades, los pnicos pusieron en circulacin los minerales obtenidos en dichas regiones a la vez que constituyeron los dos polos que marcaban el rea de influencia de Cartago en la Pennsula.

La presencia militar cartaginesa y el control poltico del territorio comienzan despus de la Primera Guerra Pnica (mediados del siglo III a.C.). en el transcurso de la misma, los pnicos haban perdido a manos de los romanos su imperio en el Mediterrneo Central, adems de verse en la obligacin de tener que desmantelar su flota de guerra, con lo que la posibilidad de construir un imperio de tipo martimo queda eliminada.

A raz de esto, comenzaron a ver la Pennsula como un lugar de oportunidades en el que restituir el control territorial que acababan de perder. Ser la familia de los Barca la que lleve la voz cantante en este proceso, a pesar de las reticencias de los Sufetes en Cartago, que contemplan el desmedido crecimiento que se alcanza en Hispania como un posible blanco de las iras de los romanos a la vez que una posibilidad cierta de aumento exponencial de poder en manos de una nica familia.

En esta coyuntura, Amlcar Barca, uno de los principales generales cartagineses, promover el desarrollo de una empresa colonial en la Pennsula Ibrica buscando hacerse con el control del sector minero de la zona sureste rico en plata.

La poltica colonial de los brquidas se desarrollara a travs de tres generales: Amlcar Barca (237-228) que desembarcar en Cdiz y aprovechar sus relaciones con las antiguas colonias fenicas para usarlas como bases con las que controlar el valle del Guadalquivir.

El segundo de ellos, Asdrbal el bello (227-221) yerno de Amlcar le relevar en el mando y se dedicar a consolidar el territorio conquistado fundando Cartago Nova (actual Cartagena) ciudad desde la que controlar el distrito minero de la Penibtica ponindolo en explotacin y pagando as la deuda con Roma. Durante su mandato se firmara el Tratado del Ebro (226) por el que Roma reconoca a Cartago sus posesiones en la Pennsula aunque limitaba su expansin al ro Ebro, cuya localizacin es an hoy en da objeto de innumerables controversias.

Por ltimo, Anbal Barca (221-218) hijo de Amlcar realiz campaas en el territorio meseteo y gestion el imperio colonial hasta su conflicto con Sagunto, ciudad al sur del Ebro aunque aliada romana, lo que desatara el comienzo de la Segunda Guerra Pnica en Hispania (218-206 BC), cuyo desarrollo esquematizamos a continuacin:

218-211 BC: Roma quiere cerrar el envo de suministros desde la Pennsula Ibrica a Anbal en Italia. Enfrentamientos entre los generales romanos Cneo y Publio Cornelio Escipin contra el general cartagins Asdrbal Barca, hermano de Anbal. Victorias cartaginesas en Cstulo e Ilurgi y muerte de los Escipiones (211 BC). 210-206 BC: Publio Cornelio Escipin (hijo) vence a los cartagineses en Baecula, toma la capital, a partir de ahora llamada Cartago Nova, y conquista de la costa sur y este peninsular. 208 BC: Huida de Asdrbal Barca hacia Italia. 208-205 Campaas de Escipin para pacificar el territorio peninsular. Gadir cambia de bando, captura de Estepa etc. Victoria definitiva en Ilipa y fundacin de Itlica.

El mundo celta:

El tercer epgrafe de este tema nos acerca al estudio del mundo indgena del interior, conocido comnmente como la Espaa Cltica. Este mundo, descubierto por las fuentes histricas una vez que Roma se asienta en la pennsula, ya era conocido gracias a las referencias que hay de las campaas cartaginesas en los territorios veton y vacceo, o en el mundo carpetano.

No obstante, ser a travs del lento proceso de conquista romano (dos siglos) cuando las fuentes clsicas se interesarn en este mundo aparentemente olvidado con anterioridad. Los romanos los definen como celtas por observacin de los parecidos culturales de estas poblaciones con las que previamente se haban encontrado en el norte de la Pennsula Itlica y en la Galia.

Solo la toponimia y la antroponimia nos permiten reconstruir su lengua y adems resulta bastante complicado reconstruir su cultura material. Lo que resulta innegable es que se caracteriza por el armamento y las tumbas. Y que existen elementos religiosos que nos indican una presencia celta (dios Lug). Hay tambin instituciones de indudable origen celta, aunque las conocemos a travs de los romanos, parece claro que no hay invasiones, sino aculturacin y probablemente dos oleadas de influencias diferentes.

El mundo celta que encontramos atestiguado tanto en las fuentes como en el registro arqueolgico es lo que venimos identificando como un mundo celta de tradicin indoeuropea. Los pueblos que se asientan en la meseta presentan una cultura que entronca directamente con las fases finales de la cultura de de Cogotas con una influencia clara de los Campos de Urnas que a lo largo de la fase final de la Edad del Bronce se han filtrado desde los Pirineos trayendo consigo influencias centroeuropeas.

Las principales tribus asentadas en la meseta son los vacceos, situados en la zona del Duero Medio. Son una de las tribus ms importantes.

La zona perifrica presenta un fuerte arraigo con las costumbres y modos de vida tpicos de la cultura del Bronce Final conocida como Bronce Atlntico. Los principales pueblos de esta zona son los lusitanos, situados en la zona delimitada por los cursos bajos de los ros Duero y Tajo, un pueblo eminentemente ganadero y famoso por sus actividades de depredacin y bandidaje con sus vecinos, actividades que los llevaron al enfrentamiento directo con Roma en el conflicto de las Guerras Lusitanas.

Sociedad y economa

La sociedad celta se basa en la continuidad de un sistema tribal donde los ncleos familiares son la unidad base a la que se superponen el clan y la tribu preservando un marcado carcter territorial.

No obstante sobre estos lazos de sangre y la dependencia de la poblacin a un territorio se crean otra serie de lazos relacionados ms con un mundo guerrero vinculado principalmente a las lites sociales. As los jefes y caudillos acogen bajo su tutela a grupos de guerreros que como en el mundo ibero entablan profundos lazos de amistad y fidelidad con sus protectores. Estos lazos se reflejan en un mundo de regalos y honores dispensados de forma asimtrica en ambas direcciones y genera una serie de fenmenos curiosos para los observadores romanos, como la hospitalitas, la fides, la devotio o las actividades de bandolerismo ritual muy practicadas por el mundo lusitano.

En cuanto a la economa celta, su ncleo es fundamentalmente la actividad agropecuaria, presentando una fuerte ganadera, condicionada por los distintos paisajes, con una base compuesta por ganado ovicprido y bvido a los que se suman los suidos y los quidos, estos como smbolo de prestigio. Su agricultura se basa en los cultivos de secano en la meseta (trigo y cebada) complementados por cultivos de leguminosas (habas, guisantes) y por la recoleccin de otros productos como las bellotas.

Otros sectores econmicos importantes son los derivados de la actividad minera, donde debemos destacar la explotacin del hierro cuyo uso en herramientas

se generaliz en este periodo, siguiendo modelos que entroncan directamente con los provenientes del resto de Europa Occidental, de ah que los romanos no dudasen en catalogar como celtas a estos habitantes de la Meseta.

La religin

La religin en el mundo cltico es, a grandes rasgos, heredera del mundo indoeuropeo donde conviven un panten de influencia celta europea con dioses como Epona o Lugus y un panten autctono de desarrollo propio. El sistema de lugares de adoracin es muy similar al expuesto en el mundo ibero y presenta:

Santuarios naturales (cuevas, claros de bosques, etc.)

Santuarios extraurbanos (destacan las piedras fermosas, altares de roca tallados donde se diferencian reas de cremacin y sacrificio)

Santuarios urbanos ( diferentes salas con bancos corridos en la zona central de los castros asociadas a banquetes rituales) Santuarios domsticos.

En lo referente a los enterramientos observamos una cultura heredera de los Campos de Urnas donde la incineracin es el rito general y en la zona perifrica se observa una carencia de ritos que se reflejen en el registro arqueolgico como sucediera en el periodo anterior, posiblemente relacionada con los rituales de exposicin de los cadveres de los que nos hablan algunas fuentes.

TEMA 3: LA ROMANIZACIN

La romanizacin es la conversin de la cultura autctona al modo de vivir romano .El proceso de romanizacin se inicia con la llegada de los Escipiones a la pennsula. Este proceso tarda aproximadamente unos 400 aos en completarse.

En el ao 197 a. C. se va a configurar la divisin provincial romana a manos de Publio Cornelio Escipin, siguiendo la lnea que haba marcado el Tratado del Ebro. Se marcan por tanto como provincias diferenciadas: Hispania Citerior al norte del Ebro e Hispania Ulterior al sur.

La provincia para un romano eran el mandato, la zona, al mbito. que recibe el magistrado. Las provincias romanas eran cum imperium, es decir, aquellas que tenan mando militar, con soldados. De stas, slo podan hacerse cargo los cnsules y los pretores.

INSTITUCIONES POLTICAS DE LA REPBLICA ROMANA: LAS MAGISTRATURAS

Toda la estructura poltica estaba dirigida para organizarse bien para hacer la guerra. En la poltica slo participaban los miembros de la aristocracia.

Para ser ciudadano romano haba que ser propietarios de tierras e hijo de padre y madre ciudadano. No todos podan ser elegidos porque se establecen unas categoras en funcin de la cantidad de tierra que uno posea.

Los romanos eran un pueblo extremadamente estructurado porque se encaminaban hacia el arte de la guerra, que era el mayor negocio de Roma. Queran evitar que apareciera la monarqua, por lo que repartieron los poderes entre unos cuantos.

Slo unos pocos van a ser magistrados y miembros del senado, los miembros de la lite. Para jugar a la poltica haba que seguir el cursus honorum (la carrera poltica)El cursus honorum sola desarrollarse segn las siguientes fases: Vigintivirado: (los 20 hombres) Funciones de iniciacin para jvenes, encargados de colaborar y formarse en algunas tareas importantes para la Repblica, a las rdenes de senadores de mayor rango.

Cuestura: Tesorero, encargado de las finanzas y de pagar a los ejrcitos. En las provincias estn subordinados al gobernador. Daba acceso automtico al Senado.

Aerarium: templo donde se guarda el dinero de la res pblica (bienes del pueblo romano)

Tribunado: Oficial de las legiones. Significaba estar al mando de unidades del ejrcito o ser tribuno de la plebe.

Edilidad: Cumple funciones sobre todo urbanas, como el actual alcalde y concejales. La edad mnima para serlo era de 36 aos. Ellos ponan el dinero de su bolsillo para cumplir sus funciones y as asegurar el voto.

Pretura: encargado de aplicar justicia, jueces. Cumple funciones relacionadas con la administracin de justicia. Los pretores podan gobernar provincias menores y obtener el mando de legiones. Consulado: ser cnsul era ser jefe de estado. Se encargaban de convocar y presidir las sesiones del Senado, la poltica exterior y de comandar los ejrcitos en campaa. Haba dos cnsules anuales, llamados ordinarii u ordinarios, que daban nombre al ao y uno o ms sustitutos.*Fasti consulares: hechos de los cnsules.

Censura: los censores eran dos magistrados elegidos cada cinco aos de entre los senadores que haban desempeado el consulado, aunque slo ejercan los primeros 18 meses, encargados de revisar la lista de ciudadanos y senadores y de controlar las cuentas del estado.

Los tres escalones principales (quaestor, praetor, consul) separados por periodos de descanso, otorgaban un rango (vir quaestorius, vir praetorius, vir consularis) y permitan ocupar otros destinos y cargos especficos.

El noble romano que quisiera destacar deba empezar por el rango ms bajo y cubrir todos los peldaos hasta llegar a cnsul.

INSTITUCIONES POLTICAS DE LA REPBLICA ROMANA: EL SENADO

El Senado era el rgano de representacin mxima del pueblo romano. Al principio eran reuniones de las grandes familias (unos 100 miembros). Pasar por 300 y acabar formado por 600 senadores. Era necesario un qurum mnimo para tomar decisiones.

En los orgenes, slo forman parte los jefes de las grandes familias patricias.

Se abre el acceso a los magistrados salientes.

Sus atribuciones eran:

Religin tradicional

Administracin del tesoro pblico

Distribucin de los territorios conquistados

Gastos blicos y funciones diplomticas

Obligaciones de los magistradosFactiones: grupos de presin que van a tratar de mediatizar el comportamiento de los Senadores. Los miembros de las factiones no tienen un ideal poltico fijo.

LA EXPANSIN DE LA REPBLICA

GUERRA Y EJRCITO EN LA ROMA REPUBLICANA

La mayor fuente de riqueza para los romanos era la guerra. La guerra es un estado constante en la Roma republicana que afectaba a la situacin de Repblica y era un trampoln para el crecimiento de Roma.

El ejrcito estaba compuesto por ciudadanos, preferentemente por campesinos, lo que afectaba a la estructura productiva de Roma, ya que reclutaban a los ciudadanos por 25 aos de servicio, y deja de haber trabajadores para el campo.

Hay un problema a la hora de mantener la tropa, a la que hay que dotar de una paga, lo que profesionaliza, apartando paulatinamente a los soldados de su condicin de ciudadanos, de sus derechos y deberes.

Soldada: sueldo que se les da a los soldados, puede ser en comida o en dinero.

El soldado va a identificar el concepto de Repblica como su jefe.

Se establecen fuertes lazos entre los generales y los soldados, ya que el xito econmico vital depende de la capacidad de su general. Adems de que ellos tambin les daban la comida.

El botn de la guerra es el motor de la economa en Roma. Consiguen cantidades ingentes de tesoros y esclavos, aparte de los impuestos de los nuevos territorios. Existe un enriquecimiento desigual que favorece de forma descarada a la lite aristocrtica.

Parte del pueblo empezar a recibir repartos de dinero y/o alimentos, lo que va a acabar por provocar un xodo rural hacia Roma, ya que se ven obligados a vender sus tierras, lo que se convierte en un gigantesco parsito.

En esta coyuntura, los aristcratas tratan de garantizarse el voto en las asambleas a travs del establecimiento de vnculos y clientelas, lo que acabar por afectar a la poltica de la Repblica.Plebe frumentaria: sector de poblacin que acaba por tener que recibir del estado grano para comer.Sportulae: Regalos que dan a la plebe para tenerla contenta, para que no se revelen. Esto altera el sistema productivo, y la divisin de las riquezas. Los pobres empiezan a depender de los ricos.Evergetismo: accin filantrpica de dar comida, juegos.para garantizarse el voto en las elecciones.

LOS CONFLICTOS POLTICOS EN ROMA

En Roma se produce un progresivo deterioro de la situacin interna. Sin embargo, el sistema, pese a tener fallos, era slido.

La Repblica estaba pensada para una ciudad-estado y alcanz el gobierno de la prctica totalidad del mundo conocido.

Para los romanos la repblica era un problema, pues se expanden continuamente a costa de territorios de estados que estn gobernados por reyes, lo que provoca que lleguen influencias de los territorios conquistados (monarquas) que van a provocar cambios en Roma.

Se van a empezar a constituir dos grandes facciones en el mundo poltico romano: optimates y populares.

El punto de partida de los conflictos definitivos va a ser el ao 133 a.C. Y la eleccin de Tiberio Sempronio Graco como Tribuno de la Plebe.

Es entonces cuando se inicia un proceso de conflictos polticos y guerras civiles que va a dar lugar a la llegada del Imperio en el 31 a.C

EL ESCLAVISMO EN ROMA

Las enormes riquezas acumuladas por los aristcratas y el constante estado de guerra benefician a estos ltimos en detrimento del pequeo campesinado.

La lite se hace con enormes latifundios, para los que necesita ingentes cantidades de mano de obra.

Se hace necesaria una enorme produccin frumentaria, para abastecer a Roma.

Este cambio en la estructura agraria acaba por provocar la masiva introduccin de esclavos en Italia.

Los esclavos se trataban de prisioneros de guerra, que presentes en ingentes cantidades, cambian la vida socioeconmica de Roma y determinan la accin de gobierno en las provincias.

LOS ESTATUTOS DE LAS CIUDADES HISPANAS BAJO EL CONTROL ROMANO

Diversos estatutos (indgenas) que van a existir en la pennsula:Federadas (libres, pero se ceden a Roma los temas de defensa y poltica exterior):

Eran independientes

Ceden a Roma el control de su poltica exterior

Cdiz (Gadir)

Libres (sometidas por los romanos de forma pacfica):

Previamente ocupadas

Concesin de Roma ante la docilidad de la ciudad interesada

Deben enviar sus tropas como aliadas de Roma

Stipendiarias

Su territorio es considerado propiedad de los romanos

Deben pagar un impuesto (el stipendium) por seguir usando sus tierras y sus casas

Mantienen sus instituciones

Su territorio es considerado como ager publicus y los romanos pueden disponer del mismo Ager pblicos: tierra propiedad de la repblica romana

Incolae: habitante, morador de las tierras

No hay funcionarios pblicos en este periodo que gestionen estos territorios, sino que son los magistrados los que disponen de los mismos cada ao, con la problemtica que ello conlleva.

El problema es que ao a aos se nombran nuevos magistrados, cnsules, amici (amigos). los cuales vienen con su squito.

LOS INICIOS DE LA ROMANIZACIN (primera mitad del s. II a.C)

Durante todo el siglo II a.C, se suceden las guerras de conquista (Rebelin general del 196 a.C, revueltas de Viriato, conquista de Numancia)

Este proceso coincide con una paulatina romanizacin, a la que contribuye el uso de mercenarios y auxiliares hispanos por parte de los romanos. Estos hispanos participan tambin de las relaciones clientelares que se estn estableciendo a finales de la Repblica en la propia Roma. Ser romano (cives) marca una distincin dentro del poblado.

Comienza a producirse fusin tnica y cultural, con diversas fases y velocidades.

Aparecen nuevos grupos sociales, mestizos, que reciben un estatuto jurdico diferente, el peregrino, que no incluye todos los derechos de los ciudadanos romanos, ni tan siquiera los de los latinos.

Los romanos adoptan ficciones jurdicas para concederles el derecho latino, es un primer paso en la romanizacin.

Estatuto latino: es el que reciba miembros de otras comunidades que no eran de la propia Roma. Poda ser propietario de tierras y ser reclutado para la guerra. Socii (socio, aliado)

Se empiezan a fundar colonias latinas, proceso que haba comenzado Escipin con la fundacin de Itlica (206 a.C), colonia de ciudadanos romanos, a lo que se suma la fundicin de colonias latinas para que en ellas viviesen esos nuevos grupos sociales.

Se organizan al modo romano, con ciudadanos, magistrados, consejo y asamblea. Conviven con los indgenas, que no tienen esos mismos derechos.

Se establece la Lex de Repetundis, para tratar de frenar la capacidad de los gobernadores. Esto en realidad no beneficia a los indgenas.

LOS ROMANOS EN HISPANIA DURANTE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO II A.C

Hay un periodo de semioscuridad en las fuentes a partir de la victoria sobre Numancia. La guerra en Hispania es cara, no hay riquezas, y el tiempo no es el idneo (mucho calor en verano), por lo que los soldados no queran venir a hacer la guerra aqu.

Los romanos tratan de estructurar de forma uniforme a las provincias hispanas igualando por lo bajo a los indgenas.

Se fundan ciudades por parte de los magistrados, con sus nombres, en un ejemplo ms de encubrimiento personal, aunque hay que tener autorizacin previa del Senado. Ejemplo: Brutbriga. (Ciudad de Bruto). Inspiracin helenstica (Alejandra, Cleoptrida). En 122 a.C se conquistan las Baleares.

Comienzan a llegar muchos ciudadanos latinos, que se encargan de los negocios en estas provincias hispanas (negotiatiores). Son los famosos publicanos.Sistema de arrendamiento: por los publicanos.

Hispania participa del sistema evergtico que est guiando a la Repblica en este momento.

Las lites indgenas buscan la ciudadana romana, lo que acaba por desprestigiar el concepto de ciudadano. Se va aumentando la capacidad econmica de un sector amplio.

Adems, La ciudad romana es la sociedad del otium, es decir, la sociedad de no hacer nada. El necotium, esto es el negocio, est mal visto. Los aristcratas lo practican pero a travs de terceras personas. Por tanto, se va aumentando la capacidad econmica de un sector amplio.

Por otra parte, no existe un sistema burocrtico que posibilite una buena organizacin de las provincias. Por tanto, ponen en marcha un sistema de arrendamiento. Esos negociadores se van a agrupar en sociedades de publicanos que arriendan los impuestos y la administracin.

En las ciudades hispanas se va a poner en marcha el proceso de evergetismo.

ROMA. LAS MEDIDAS DE LOS POPULARES. LOS GRACOS

En el ao 133 a. C, Tiberio Sempronio Graco, miembro de la Gens Sempronia, accedi a tribuno de la plebe, que consiste en una magistratura que est dentro del cursus honorum y que apareci sobre el siglo IV a.C.

Se da a la asamblea de la plebe una serie de atribuciones, la ms importante, la creacin de los 10 tribunos de la plebe. Estos tribunos tenan una serie de atribuciones como: el tribuno Sacer (sagrado), tener la capacidad de veto a las leyes del senado y tener derecho a proponer leyes.

Representan en cierta medida, los intereses de los ms pobres (incluidos los miembros de un pujante sector social, los caballeros)

Cuando Tiberio estuvo en el cargo, se encarg de proponer sus propias leyes y vetar otras. Siente el respaldo de la plebe que lo ven como sacer (intocable).

Se van a fundar colonias en las provincias, en las que le van a dar tierras a las plebes romanas. Se va a prohibir que nadie pueda tener ms de una determinada cantidad de ager publicus para que no se tengan que volver a vender tierras. Adems, Tibero apreciaba que tena que haber ms ciudadanos romanos. Por tanto, van a conceder la ciudadana a todos los italianos libres.

Los aristcratas dirigidos por un primo hermano de Tibero, van a matar a Tibero. Por tanto, empiezan los conflictos civiles en Roma. En un momento dado, los aristcratas se van a dar cuenta de la importancia de tener el apoyo de la plebe.

Ager pblicus: territorio del estado romano.

EL COMIENZO DEL SIGLO I a.C

Pese a las reticencias de los optimates, se consolida el sistema de colonias.

Todos los grandes lderes de esta poca son lderes militares.

Roma necesita cada vez ms de un poder unipersonal. Esto hace que aumente paulatinamente los poderes de algunos magistrados romanos, curiosamente algunos de ellos lderes optimates como puede ser Sila. ste va a ser el primero en adquirir un poder nico superior a los dems.

La guerra de Sila contra Mario (lder de los liberales) es la primera de un ciclo de guerras civiles en la Repblica que se habr de prolongar durante unos 60 aos. Esta guerra termina son la victoria de Sila, y su marcha a Asia con su ejrcito. Por lo tanto siguen mandando en Italia los populares, ya que Sila no est presente.

Sila quiere afianzarse como dictador perpetuo, por lo que se dan pasos agigantados hacia la repblica Se pretende cambiar las leyes y reformar el sistema republicano, a fin de afianzarlo.

LAS GUERRAS CIVILES EN HISPANIA: SERTORIO (83-72 a.C)

Sila, cuando accede al poder, saca una lista de proscritos, declarndolos enemigos del estado. Cualquier ciudadano romano poda ejecutar la sentencia, quedndose con la mitad de su riqueza. Esto hizo que murieran numerosos liberales, proscritos, entre ellos, Sertorio.

Las guerras civiles en Hispania fueron consecuencia de la guerra entre Sila y Mario.

Sertorio llega a Hispania para organizar desde aqu la resistencia de faccin popular, acosada por las proscripciones (reformas mediante las que se elabora una lista de enemigos de la repblica condenados a muerte).

Sertorio se apoya en los indgenas, a los que favorece y potencia su romanizacin, usando un carisma divino para tratar de atraerse hacia ellos.

La guerra atraviesa diversas fases en las que Sertorio va ganando. Al final acaba siendo asesinado por sus generales, quienes acaban siendo derrotados por Pompeyo, que empieza a establecer intensas relaciones sociales con los hispanos, destacando su conexin con los Balbo de Cdiz.

Hasta la llegada de Csar no hay hechos reseables en las fuentes, aunque cabe destacar la accin de Pompeyo Magno durante este periodo.

JULIO CSAR

Es el personaje que mejor resume estas circunstancias. Era de origen muy noble, lo que no le impide ser lder popular.

Csar era un griego en el cuerpo de un romano. Tena relaciones homosexuales. Relacin de aprendizaje de igual a igual. A la hora de guerrear no solo cubres al de al lado, sino que lo vas a hacer ms si es tu amante.

El mos maiorum de los romanos, las costumbres de los antepasados romanos, no incluan esto, por lo que Csar se convierte en un personaje llamativo, importante.

Realiz una carreara poltica tpica. Realiz la Cuestura en Hispania, el Edil y arruinamiento en Roma, y por ltimo la Pretura en Hispania (clientelas militares y polticas)

En un momento determinado, Csar tienen necesidades polticas y como est bien informado de todo el tema poltico, sabe que los lderes optimates: Pompeyo y Craso estn en una mala situacin. l le propone un acuerdo y entre los tres firman el primer Triunvirato. Era un acuerdo para repartirse el poder de la repblica romana.

Este acuerdo provoca el rechazo de los nobles, con Cicern a la cabeza.

Como cnsul, recibe el mando de las tropas en la Galia, donde lleva a cabo un enorme proceso de conquistas. Entonces recibe el prestigio militar que ansiaba.

Lleva a cabo un golpe de Estado y entra en Roma. Entonces, se hace elegir cnsul durante varios aos seguidos, rompiendo as las reglas republicanas.

Aos despus, Csar derrota a los pompeyanos y se queda con el poder. Pero esto no dura mucho, apenas un ao, pues es asesinado en el 44 a.C

LAS MEDIDAS DE CSAR

No sabemos realmente si la intencin de Csar era convertir a la Repblica en una monarqua. Aun as est influido por las monarquas helensticas y su concepto de realeza de origen divino.

Se realizan pocas reformas, dado que no tuvo mucho tiempo como consecuencia de las guerras exteriores y los conflictos civiles.

- Aumenta el nmero de magistrados, para evitar la concentracin de poder y el de senadores, para abrir esta institucin a los populares ya los provinciales.

- Concede la ciudadana a muchos habitantes de distintas zonas del Imperio

- Fue un gran fundador de colonias, en una poltica que habr de imitar Augusto. Existe una romanizacin profunda de estos territorios y solucin al problema del elevado nmero de la plebe frumentaria romana.

- Se suprime el derecho de asociacin popular en Roma

-Se produce una actividad religiosa importante: calendario, sacralidad de su persona, culto a Venus.

En resumen, no hay una desaparicin de la Repblica, sino una profunda transformacin de la misma.

CSAR EN HISPANIA

Cesar va a estar en Hispania tres veces:

-Durante su Cuestura (69-68 a.C) protege a los indgenas, con lo que se genera clientelas (hay un programa de futuro). Construye la muralla de Sevilla.

-Durante su Propretura (61-60 a.C), usa el cargo para igualarse a Craso y Pompeyo. Busca la guerra en el norte, para generarse clientelas militares. Consigue sus objetivos.

-Durante la guerra civil, encuentra una profunda resistencia en Hispania, donde Pompeyo tiene ms poder que l. Batalla de Munda contra los hijos de Pompeyo. Csar se rinde y se toman represalias contra l.

Despus de la guerra se conceden puntuales estados de ciudadana, de estatutos municipales romanos, se fundan colonias, sobre todo en la Btica Sin embargo, existen problemas en la identificacin de las mismas, porque Csar no vio culminada esta obra. Las ms destacadas son Hspalis, Hasta Regia y Urso. stas son usadas como motor econmico dentro de un sistema de integracin econmica del Mediterrneo que Csar empieza a poner en prctica y que desarrolla en su totalidad su heredero, Augusto.

LA LEX IULIA DE URSO

nica ley colonial que conservamos completa. No sabemos si es exclusiva o se trata de una ley general. Es de poca posterior, pero es muy probable que en poca de Csar fuese muy similar.

Una colonia romana es como traer un pedazo de Roma con las mismas magistraturas. Es una extensin de Roma, a diferencia del municipio. Los habitantes tienen derecho a la ciudadana romana.

Los duovires se encargan de la organizacin de la asamblea, le dan nombre a las colonias, de hacer los sacrificios.Son en la colonia lo que los cnsules en Roma.

Los municipios consistan en dotar de estructuras romanas a una ciudad indgena. Solamente reciben la ciudadana los magistrados de la ciudad. Pretendan hacer que los indgenas participaran en la poltica para que as contribuyeran a dinamizar la ciudad.

Las colonias pagaban impuestos. Formadas sobre ager pblicos (territorio del estado)

Tras la Muerte de Csar se produjeron 13 aos de guerras.

OCTAVIO AUGUSTO. SU LLEGADA AL PODER

Era un gran socilogo. Entenda lo que el pueblo necesitaba. Era hijo adoptivo de Csar

A la muerte de Csar, Marco Antonio y Octavio Augusto se enfrentan en la batalla de Actium. Antonio es un defensor de la monarqua helenstica, mientras que Octavio lo era de los valores tradicionales de la repblica. Marco Antonio piensa en Roma como un reino helenstico, y l como rey de Roma. La historia de la humanidad cambia a partir de esta batalla.

Marco Agripa es el gran general de Augusto. Era el primer miembro de la familia que haba llegado a la magistratura. Augusto derrota a Antonio en esa batalla, proclamndose garante de la Repblica. Octavio trajo la paz a Roma despus de tantos aos de guerra.

En el ao 27 a.C . Augusto sabe que el Senado no va a dejar que acepte su renuncia, puesto que el pueblo no quiere. El pueblo dice que ha trado la paz. Aqu se ve que era un gran socilogo. Impone una serie de condiciones, que a la fuerza van a ser aceptadas.

Esto hace que se declare Princeps. Adems de nombrarle como Augustus, el elegido de los dioses, otorgndole el Imperium por diez aos.

LAS MEDIDAS POLTICAS DE OCTAVIO AUGUSTO

El sistema republicano aparentemente se va a mantener, pero l va a manejarlo todo. Su poder se establece mediante el Imperium. Tiene tambin, la Tribunicia Potestas, es decir, el poder absoluto en el campo de la administracin civil.

l puede vetar cualquier ley que salga del Senado.

l es que hace el censo, decide quin es ciudadano y quin no. Todo es sistema est organizado en funcin de sus propios intereses.

Augusto tambin era escritor, y public Res Gestae.

Era quien suministraba el bienestar a los romanos, por lo que fue nombrado Pater Patriae.

Va a controlar todo lo referente a la religin tradicional a travs de su cargo de Pontifex MaximusPontfice: el que construye puentes entre lo divino y lo humano.

Define su reinado en el concepto de Pax Augustea. Se ha acabado el tiempo de la conquistas. Desarrolla una poltica de fundacin de ciudades.

LA ADMINISTRACIN EN TIEMPOS DE AUGUSTO

Hay que burocratizar el imperio. Utiliza a miembros de su propia familia y a libertos , y le da puestos.

Va a llevar a cabo numerosos censos (para las personas) y catastros (para las tierras)

Va a compartir el control del territorio con el Senado. Va a dividir las provincias romanas entre provincias senatoriales (romanizadas, pacificadas, sin amenaza exterior. No hay tropas en esas provincias) y provincias imperiales.

Los senadores tienen prohibido viajar a Egipto porque es la clave del sistema. Augusto se va a reservar el control del oro y el control de las minas de ese territorio.

Llena las provincias de fundaciones coloniales. Basa su gobierno en la colaboracin con la clase aristocrtica senatorial.

Establece unos requisitos econmicos para acceder al Senado.

Adems, promociona a la clase ecuestre y reduce las atribuciones de las asambleas populares.

AUGUSTO EN HISPANIA

Comienza su accin con las Guerras Cntabras. Augusto va a crear tres provincias en la pennsula ibrica: Btica, Lusitania, Tarraconense, que a su vez son divididas en varios Conventi. La tarraconense y la lusitania son provincias imperiales.

Se produce una intensa poltica de colonizacin: Emerita Augusta. Re-coloniza algunas de las colonias fundadas por Csar.

Reactiva el mercado con su evergetismo con un objetivo claro: la produccin de aceite de oliva.

Pone en funcionamiento la annona olearia (aceite para el ejrcito y la ciudad de Roma).

El sistema necesita de inyeccin de dinero pblico, que cuando falta, provoca crisis, salvo para el comercio annonario.

Este sistema favorece la aparicin de un clan hispano, asociado al comercio del aceite.

Adems, se produce una explotacin sistemtica de las minas de oro, porque el sistema necesita de inyecciones monetarias.

LOS FLAVIOS (69-96 d.C)

Despus de una guerra civil, Vespasiano accede al trono tras la aclamacin de sus tropas. A partir de los flavios, solo van a ser emperadores los que tengan el poder del ejrcito.

Vespasiano se va a apoyar en sus hijos Tito y Domiciano. Los flavios necesitan de Hispania. Conceden la ciudadana romana a muchas ms personas, a travs del Edicto Flavio. Crean una enorme cantidad de municipios para que las lites vivan al modo romano.

Extiende el estatuto latino a todas las ciudades hispanas. Cualquiera que sea magistrado en una de ellas pasar a ser ciudadano romano.

Los xitos en poltica interior (construccin del coliseo) y exterior son enormes.

Se producen tensiones con ciertos crculos senatoriales que provocan la mala imagen de Domiciano.

Por ltimo, la inestabilidad interior acaba con la dinasta.

LOS ANTONINOS (96-192 d.C)

Despus de ser asesinado Domiciano, accede al trono un viejo senador (Nerva). Nerva lleva a cabo una medida, asocia el trono al heredero. l va a nombrar a Marco Ulpio Trajano, un apersona muy importante, que ha seguido todo el cursus honorum .

Se produce un ascenso paulatino del crculo senatorial de origen hispano: importancia del aceite btico como motor de riqueza.

Nerva se basa en el estoicismo: corriente filosfica que defiende el gobierno del mejor, del ms capacitado.

TRAJANO

Con Trajano el imperio alcanza su mxima expansin. Va a volver a la poltica de conquista, porque cree que el sistema no funciona. Necesita volver a conquistar territorios para ganar dinero e impulsar a economa de la pennsula.

Entonces se producen grandes guerras de conquista en Mesopotamia y la Dacia (donde hay minas de oro)

Fruto de esas conquistas lleva a cabo grandes obras pblicas, como la Columna de Trajano y la Baslica de Trajano. Pasa a la historia romana como el Optimus Princeps.

ADRIANO (117-138 d.C)

Adriano es en esencia griego. Ha estado en Grecia estudiando.

Piensa en un sistema romano diferente. Para la conquista, reorganiza el imperio desde un punto de vista administrativo y aumenta los impuestos, sobre todo a los ricos, a los hispanos.

Va a promocionar las provincias, sobre todo las orientales.

MARCO AURELIO Y CMODO

ltimos de la dinasta antonina.

poca de crisis econmica. No hay dinero porque las minas han dejado de producir.

TEMA 4

El Bajo Imperio, o Antigedad Tarda ofrece una serie de caractersticas novedosas, que definen un nuevo perodo histrico, radicalmente diferente al inmediatamente anterior, pero no por ello menos importante o significativo.

Esta etapa arranca con la llamada Crisis del siglo III, entre cuyas caractersticas generales debemos destacar las siguientes:

Se produce una constante y renovada amenaza en la prctica totalidad de las fronteras del Imperio, con dos amenazas que destacan sobre el resto: los germanos y los persas sasnidas.

Comienza un perodo de grave inestabilidad en el que los distintos emperadores son encumbrados o derrocados por los ejrcitos de manera constante. El poder del emperador no se entiende sin el control del ejrcito, pero la amplitud de amenazas, el incremento de las tropas y la situacin de inestabilidad que impera durante muchos momentos convierte la dignidad imperial en una profesin de riesgo.

El poder poltico pasa del Senado a los grandes magistrados de rango ecuestre, que se integran de forma decidida en la administracin imperial, lo que provoca que aumenten su poder. Existe una grave crisis monetaria y financiera.

Se emprenden numerosas reformas militares que se muestran imprescindibles para garantizar la supervivencia de Roma, dotando de mayor movilidad al ejrcito e incrementando de manera notable sus efectivos, con la inclusin de cada vez ms numerosos contingentes de brbaros

Se producen secesiones en el Imperio que son subsanadas a finales de la centuria, como sucede, por ejemplo con parte de la Galia o el reino de Palmira.

Asistimos a una profunda transformacin ideolgica que est sentando las bases para el triunfo del Cristianismo, que empieza a contemplarse como una amenaza para el poder imperial.

Por ello asistimos a una poca de grandes persecuciones contra los cristianos.

Como vemos, el imperio sufri un gran proceso de cambio a partir del s. III d.C.; un proceso que muchos autores han definido como La crisis del s.III.

Es cierto que el lustre del periodo anterior eclips esta poca y que, por ejemplo, la fama de los Antoninos (96-192 d.C.) deslumbra en la historiografa tradicional y contrasta con periodos como la Anarqua Militar (235-285 d.C.) donde la guerra civil se mantiene de forma casi permanente. No obstante, hay que aclarar que ni el esplendor de los Antoninos fue tan grande (su bsqueda de victorias militares es solo la constatacin de la necesidad de sanear unas cuentas en crisis), ni el Bajo Imperio fue la catstrofe que otros autores vieron, aunque est claro que fue necesario adaptar el sistema a nuevas situaciones.

No olvidemos que el siglo III tuvo que hacer frente a nuevos fenmenos sociales, como la necesidad de reconocer la realidad de la expansin del derecho romano, que termin por precipitarse con la Constitutio Antoniniana en el 212 d.C, eliminando la diferencia entre romanos y no romanos y dejando solo la diferencia econmica como forma de distincin entre los habitantes del Imperio.

Adems, durante este perodo las autoridades se enfrentaron tambin a una crisis monetal, donde el pago de tropas y el cr