Historia de Asturias

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HISTORIA DE ASTURIAS

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Recorrido elemental a la historia del Principado de Asturias

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HISTORIADE

ASTURIAS

LA ASTURIAS PREHISTÓRICA

En Asturias, los primeros datos de presencia humana, se remontan a hace apenas 100.000 años. Transcurría entonces el periodo interglaciar Riss-Würm con un clima relativamente benigno y corresponde con el Paleolítico Inferior.

Los primeros yacimientos encontrados en Asturias son los situados en el pueblo de Bañugues (Gozón) que corresponden a la etapa Achelense, caracterizada por ser asentamientos al aire libre.

La caza y los recursos marinos constituyeron las principales fuentes alimenticias de aquellos primeros pobladores.

Los muy escasos restos encontrados nos hablan de hachas de mano, bifaces, etc.

EL PALEOLÍTICO INFERIOR

Bifaz

Hace unos 80.000 años, se inicia el Paleolítico Medio ; el hombre busca entonces mejores cobijos para hacer frente al frío reinante y ocupa cavernas.

En ellas se encontraron materiales que corresponden a la etapa Musteriense y se componen de puntas de lanza, hachas más evolucionadas, raederas, etc.

La Cueva del Conde, en Santo Adriano es el yacimiento más representativo.

EL PALEOLÍTICO MEDIO

La última etapa, el Paleolítico Superior, arranca hace unos 35.000 años, en periodo extremadamente frío.

Los asentamientos humanos se realizan en cuevas que excluyen la zona occidental de Asturias.

Las distintas fases del Paleolítico Superior en que se clasifica el instrumental encontrado ( puntas de sílex, azagayas, arpones de hueso, adornos como colgantes, etc) están representadas en numerosos yacimientos como Cueto de la Mina (Llanes), Cova Rosa y Cueva de Tito Bustillo( Ribadesella), Cueva del Buxu (Cangas de Onís).

EL PALEOLÍTICO SUPERIOR

Punta de silex

Los pobladores son Homo sapiens-sapiens, habiendo ya desaparecido de escena los neandertales.

Los primitivos pobladores estaban dedicados exclusivamente a la caza al principio, y más tarde a la caza y recolección de frutos silvestres. Conocen y mantienen el fuego en sus cuevas y registran sus pensamientos mágico-religiosos en un excepcional arte rupestre universalmente reconocido.

Unos 8.000 años a.C, finaliza la última glaciación y la fauna cambia radicalmente, en el periodo Aziliense, el arte rupestre decae sensiblemente y los asentamientos se mueven hacia la costa y las partes de las cuevas más próximas al exterior.

En la Cueva de Los Azules (Cangas de Onís) se halló un enterramiento del periodo Aziliense rodeado de industria lítica que nos permite comprender algunos aspectos de los grupos sociales azilienses.

En la etapa final, el Asturiense, la vivienda se traslada al exterior de las cuevas, al abrigo de roquedos.

El periodo Asturiense (entre el octavo y el cuarto milenio aproximadamente) tiene por utensilio representativo el "pico asturiense" y otros utensilios como anzuelos, lo cual hace suponer que la actividad fundamental fuese la pesca y que otros útiles perecederos (redes, objetos de madera, etc) no hayan podido conservarse hasta nuestros días.

Con la llegada del Neolítico el hombre abandona la vida troglodítica, se convierte en pastor-agricultor y aparecen nuevas industrias como la cerámica y las explotaciones mineras. estamos hacia el año 2.500 a.C. cuando se explotan minas en El Aramo, en la zona de Lena y en otros concejos.

EL NEOLÍTICO

Durante algún tiempo conviven en Asturias el Neolítico con la Edad del Bronce.

La población se dedicaba al pastoreo (vacas, ovejas y cabras) y a una agricultura no muy desarrollada ( cereales). Junto a estas fuentes las bellotas y avellanas completaban su alimentación.

Caminamos hacia el final de la Edad del Bronce ( 600 a.C.) y los restos hallados aluden a las actividades agrícolas, ganaderas, mineras y metalúrgicas de nuestra región : hachas, hoces, moldes para su fabricación, puñales, etc.

El periodo final del Bronce da paso a la cultura de los CASTROS y paralelamente a las manifestaciones de la Edad del Hierro.

LA EDAD DEL BRONCE

LA ASTURIAS CASTREÑA

Cuando van finalizando las características económico-sociales de la Edad del Bronce surge en Asturias lo que se ha denominado cultura de los castros o castreña, que toma el nombre de la construcción típica: el castro.

Eran poblados fortificados, en general situados en elevaciones del terreno con evidente función defensiva. El hallazgo de armas, se relacionaría bien con luchas tribales o bien en escaramuzas contra los pueblos de la Meseta a los que periódicamente saqueaban los castreños, en busca de alimentos.

Las construcciones de piedra, de base ovalada, sostenían techumbres vegetales

En siglos siguientes diversas influencias, entre ellas la romana, lleva a construcciones con más elementos defensivos y viviendas con cubiertas de pizarra, distinguiendo dentro del castro áreas diferentes según la utilización de las mismas: habitables, para animales, metalurgia, etc.

Los habitantes de los castros se alimentaban básicamente de bellotas con las que elaboraban panes, de aquí el hallazgo de piedras con cazoletas y piedras de moler.

La ganadería con técnicas de pastoreo aportaba lana, leche y escasas carnes.

Finalmente la actividad minero-metalúrgica conoció momentos de intensa actividad en la cultura de los castros.

Eran un pueblo independiente, que se regían por leyes del derecho consuetudinario. Son numerosísimos los objetos hallados en los castros : cerámica, piezas de bronce, tanto con finalidad guerrera o laboral ( hachas, puñales, hoces, etc) como objetos de adorno ( fíbulas, brazaletes, cuentas de collar, etc).

La llegada de los romanos, modificó en gran medida su secular modo de vida, aunque la gran parte de los pobladores nunca se sometió a los nuevos llegados.

Adorno

LA ASTURIAS ROMANA

Los pueblos prerromanos relacionados con los actuales límites de Asturias eran al Oriente, los cántabros, que tenían al Sella por frontera y se extendían hasta la vecina provincia de Cantabria. Entre los cántabros de Asturias, estaban los vadinienses y los orgenomescos. Los astures habitaban el área central, teniendo por límites a los ríos Sella y Navia y entre sus pueblos, conocemos a los pésicos y los luggones. Finalmente el área occidental era habitada por los galaicos, pueblo que ocupaba la zona Noroccidental peninsular.

Los romanos entablaron las Guerras Cántabras con el fin de someter a estos pueblos y defender a los aliados de Roma de las incursiones de los cántabros y astures.

La tan aludida razón de búsqueda de minerales, pudiera ser también uno de los motivos de la conquista. Desde el año 29 al 19 a.C., las escaramuzas se sucedieron; el territorio norteño, con escasas y difíciles comunicaciones era favorable a los defensores.

Finalmente, en el año 19 a.C., el ejército romano, a las órdenes de Agripa, se adentran en territorio astur. Tres años más tarde, el propio emperador Augusto acude para completar la "definitiva pacificación " de estas tierras.

los romanos, mejoraron las vías de comunicación en especial el Camino del Puerto de La Mesa que enlazaba Gigia ( Gijón) con Legio VII ( León) y se construyeron diversos puentes ( Olloniego, sobre el Sella, etc).

Los castros occidentales siguieron evolucionando gracias a la proximidad de las explotaciones mineras, acabando por abandonarse alrededor del S. III d.C.

En las zonas montañosas el influjo romano debió de sentirse bastante poco, otros lugares como Gigia (Gijón) fundada en el promontorio de Cimadevilla, al amparo de la fortaleza de la Campa Torres, o como Flavionaria ( probable- mente Pravia), Lucus Asturum ( Lugo de Llanera), Memorana, Selorio, Puelles, etc. acogieron núcleos de población donde la romanización fue un hecho real.

En gran parte de la región, persistieron las formas sociales y estructuras prerromanas que continuaron manifestándose en los momentos de nuevas "invasiones" ( bárbaros primero y musulmanes más tarde) como un pueblo no acostumbrado a servidumbre y que prefería la libertad con los escasos bienes de su tradicional terruño.

LA ASTURIAS VISIGODA

Con los suevos en la Zona de la actual Galicia, los vándalos se ubican en la parte central de Asturias y cuando el rey Gunderico vence a los suevos, los romanos se unen a los vencidos para conseguir que las hordas vándalas se dirijan primero hacia la Bética y luego hacia el Norte de África. Con los suevos teniendo el Navia por frontera, el territorio pésico es de nuevo hispano romano.

En el año 409, los bárbaros atraviesan los Pirineos, deambulando durante algunos años por la zona cantábrica sin asentarse definitivamente por largo tiempo.

Curiosamente uno de los territorios menos romanizados, continúa con sus modos de vida ajenos a las invasiones bárbaras, unidos por un fuerte sentimiento independentista que no había desaparecido ni en tiempos de la "romanización".

Poco después, bajo el reinado de Leovigildo, el territorio suevo es anexionado al reino de Toledo y como quiera que Cantabria ya lo había sido unos diez años antes, el territorio comprendido entre los ríos Sella y Nalón, con sus convecinos vadinienses y orgenomescos mantiene una paz independiente.

A la sublevación de los vascones, se unen estos astures y Sisebuto somete a los astures.

Pese a todo la Asturias visigoda no dejó profundas señales en la población hispanorromana ( más hispana que romana) compuesta por astures, luggones y pésicos, vadinienses y orgenomescos, que seguirán oponiéndose en el futuro a otro nuevo intento de dominación, en este caso por los invasores musulmanes.

LA MONARQUÍA ASTURIANA

PELAYO

Era nieto del rey Recesvinto e hijo del duque Favila

Tras la derrota del rey D. Rodrigo en la batalla de Guadalete, año 711, y el posterior avance de las tropas musulmanas, Pelayo se ve obligado a refugiarse en los montes asturianos.

Una expedición de castigo mandada por Alkama, sufre una "gran derrota" en la ya mítica batalla de Covadonga.

Posteriormente Pelayo, Proclamado rey, conquistó León y la defendió del ataque de Abderrahamán.

En su reinado hubo de guerrear continuamente, falleciendo en el año 737 y siendo sepultado en la iglesia de Santa Eulalia de Abamia ( concejo de Onís).

FAVILA

Durante su reinado, se edificó la capilla de la Santa Cruz ( en Contranquil, cerca de Cangas de Onís), en el año 737, sobre los restos de un dolmen del siglo V. Allí fue enterrado junto a su esposa Froilubia.

Se le recuerda sobretodo por su desgraciada muerte, entre las garras de un oso, cuando practicaba la caza.

ALFONSO I EL CATÓLICO

Extendió las fronteras de su reino, llegando a ciudades como Oporto, Braga, Salamanca, Ávila o Segovia.

Alfonso I murió en el año 757, rodeado de una aureola de santidad y sus restos reposan en la santa Cueva de Covadonga, junto a su mujer Ermesinda.

FRUELA I

Era el hijo mayor de Alfonso I, valeroso en las armas y severo en el trato, continuó la tarea de su padre.

Sofocó una sublevación de los vascones, de donde trajo como botín a Munia, de noble familia, con la que se casó y de la cual nació el que luego sería Alfonso II el Casto y doña Jimena, madre de Bernardo Carpio.

Durante su reinado, se fundó la ciudad de Oviedo (Ovetao) por mediación del abad Máximo y su sobrino Fromestano y persistieron las nuevas y buenas relaciones entre la Iglesia astur y sus gobernantes.

Fruela fue asesinado en Cangas de Onís, subiendo al trono su primo Aurelio.Los cuerpos del rey Fruela y su esposa Munia, reposan en la catedral de Oviedo.

AURELIO

Amante de la paz, se afirma que pactó con los musulmanes comprometiéndose a un famoso tributo en "doncellas nobles", pero hoy día esta afirmación ha de interpretarse como hábiles negociaciones diplomáticas que a buen seguro no comprometían a personas del reino.

Ello le permitió pacificar su reino, liberando a los siervos de algunas de las pesadas cargas que tenían.

A este rey, debe su nombre uno de los más afamados concejos de Asturias: San Martín del Rey Aurelio.

Falleció en el valle de Langreo y fue enterrado en la iglesia de San Martín.

SILO

Casado con Adosinda, hermana del rey Fruela, se dice que era hijo de musulmana y que por ello continuó sus relaciones pacíficas con el sur.

Debemos a este rey la pacificación de los rebeldes gallegos frente al nuevo poder astur-cántabro.

Trasladó la corte a Pravia, abandonando Cangas de Onís y fundó la iglesia de Santianes, donde depositó los restos de santa Eulalia, que había traído desde Mérida.

A edad avanzada, adoptó a Alfonso, hijo del rey Fruela, como sucesor; pero al fallecer Silo, unos eran partidarios de Alfonso y otra parte de la corte apoyaba a Mauregato.

Los restos del rey Silo, fueron trasladados al monasterio de San Pelayo, en Oviedo.

MAUREGATO

La lucha por la sucesión de Silo, enfrentó a Mauregato con Alfonso. El primero pidió ayuda a Abderramán y consiguió el trono, huyendo Alfonso hacia Álava.

Tras algo más de 5 años de reinado, falleció y fue sepultado en la iglesia de San Juan de Pravia.

Como contrapartida a la ayuda musulmana, Mauregato se comprometió "al tributo de las cien doncellas", que no pudo ser cumplido al oponerse nobles de la corte.

En tiempos de Mauregato, Asturias se pacificó aún más y hubo de tomar partido frente a la herejía adopcionista (defendida por el obispo de Toledo, Elipando y el obispo de Urgel, Félix) contando con el apoyo de Eterio y de Beato de Liébana.

La Iglesia del Norte, se desmarcó de la hispano-mozárabe de Toledo.

BERMUDO I EL DIÁCONO

Bermudo o Vermudo, era hijo de Fruela y hermano del rey Aurelio.

Era diácono y de carácter pacífico.

Casó con Ursenda, y tuvo por hijos a Ramiro y don García.

Reinaba en Córdoba el bravo Hixam I, quien manda una expedición hacia el reino de Asturias; Bermudo se le enfrenta en la leonesa comarca del Bierzo y es derrotado.

A la vista de los hechos, llama a su sobrino Alfonso, quien retorna desde Vizcaya y asume el trono.

ALFONSO II EL CASTO

Gobernó durante medio siglo dando un decisivo empuje al pequeño reino.

Comienza por trasladar la corte a Oviedo, lugar donde ya había habitado su padre Fruela.

Hixam I continuó su "guerra santa" contra el nuevo reino. Envía a Abd al-Malik y Abd al-Karim que llegan a saquear la capital (Oviedo), pero a su regreso hacia la meseta, son derrotados por las tropas de Alfonso II en el lugar de Lutos (se cree que corresponde al caserío de Los Lodos, cercano a Grado).

Poco duró la paz, pues al año siguiente ( año 795) una nueva expedición musulmana, saquea Oviedo de nuevo.

El rey decide buscar apoyo en Carlomagno y entabla con él relaciones; por fortuna para Alfonso, Hixam I fallece en la primavera del año 796 y cesan los ataques contra Asturias.

En su largo reinado, comienza a manifestarse el arte prerrománico, y corresponden las construcciones de la Cámara Santa de Oviedo, la iglesia de San Tirso y la de San Julián de los Prados

También acometió una traída de agua a la naciente ciudad de Oviedo, mediante un acueducto.

Según cuenta la leyenda, a Alfonso II, se debe la fábrica de la Cruz de los Ángeles, emblema de la ciudad de Oviedo.

Durante el reinado de Alfonso II, el Casto, tuvo lugar el hallazgo del sepulcro del apóstol Santiago, origen de la ciudad y del Camino que lleva su nombre.Con 85 años, falleció este rey piadoso y enérgico.

San Julián de los Prados

Cruz de los ángeles

RAMIRO I

Hijo de Bermudo el Diácono y de Usenda, sube al trono con 53 años y por su estado de viudedad, se dirige a castilla a contraer matrimonio con doña Paterna.

En su ausencia el conde Nepociano (cuñado de Alfonso II) subleva a los vascones para conseguir el trono, pero es derrotado cerca de Cornellana y tiene que huir.

Dos de sus propios compañeros, los condes Sonna y Escipión, le traicionaron y entregaron al poder real.

Pacificó el reino, limpiándolo de bandidos, adivinos y hechiceros, lo que le valió el sobrenombre de "Vara de justicia".

Según las crónicas, durante su reinado, Asturias sufrió una invasión de los normandos, que fueron derrotados en la provincia de Coruña.

Venció a los musulmanes en la famosa batalla de Clavijo (cerca de Albelda, Logroño) donde cuenta la tradición que el Apóstol Santiago animó a las tropas cristianas.

Entre los años 842 y 850 (los de su reinado) tuvo lugar el mayor florecimiento del arte prerrománico asturiano (conocido también como arte ramirense) con la construcción del palacio de Santa María del Naranco y la iglesia de San Miguel de Lillo en las faldas del monte Naranco, en las afueras de Oviedo, y de la iglesia de Santa Cristina de Lena (cercana a Pola de Lena).

A su muerte, el rey Ramiro fue sepultado en la capilla del Rey Casto de la catedral de Oviedo.

Santa Cristina de Lena

Capilla del Rey Casto

ORDOÑO I

Hijo de Ramiro I y doña Paterna, hubo de pacificar de nuevo a los vascones, a comienzos de su reinado.

Luchó contra los musulmanes, sin grandes éxitos y reedificó ciudades como León, Astorga, etc.

Falleció en Oviedo, siendo enterrado con su esposa Munia en la capilla del rey Casto.

ALFONSO III EL MAGNO

Primogénito de Ordoño I, su reinado duró medio siglo.

Hubo de hacer frente a algunas revueltas intestinas al comienzo de su reinado, y una vez pacificado, dirigió sus esfuerzos contra los musulmanes.

Se casó con la princesa navarra Jimena, buscando alianzas para su reino y luego hizo incursiones por Castilla, llegando a cruzar el Tajo.

Repartió el reino entre sus 3 hijos : Galicia, para Ordoño, Asturias para Fruela y el resto de la meseta para su primogénito García.

Habiendo conspirado contra él su propia esposa y cansado de luchar, abdicó para retirarse a la villa de Boides ( hoy Puelles, Villaviciosa, cerca de Valdediós).

Alfonso III mandó elaborar la Cruz de la Victoria en el año 908 y 2 años después fallecía en Zamora.Con su muerte, García traslada la corte a León, finalizando así la dinastía de los Reyes asturianos.

LA ASTURIAS MEDIEVAL

Con el traslado de la capital del Reino a León, Asturias se ve relegada del protagonismo histórico.

Alrededor del milenio, la sociedad puede agruparse en tres categorías : oratores, los que rezan (los eclesiásticos), bellatores, del latín bellum, guerra ( los caballeros y guerreros) y laboratores, los que trabajan ( los campesinos).

En nuestra región, la pirámide feudal no es tan rígida, ya que la mayoría de sus habitantes moran en aldeas constituyéndose éstas como comunidades de hombres libres unidos por vínculos de parentesco y vecindad.

En estas aldeas es la reunión de vecinos ( conceyu o concilium) quien dirige la vida social y goza de una autoridad acatada por todos los aldeanos.

El hombre pastor-recolector, ha dado paso a una activa producción agrícola (cultivos de cereales y sistemas de rotación de los cultivos) y a una nada desdeñable actividad ganadera.

En esta época pues, la mayoría de la población es rural, sólo unos pocos empiezan a agruparse en ciudades o Pueblas ( siglo XIII).

Se alimentan de cereales ( centeno, escanda) frutos de los bosques ( castañas, bellotas) y carnes de algunos animales ( ovejas, cabras, vacas, cerdos, gallinas o patos, etc).

El pescado es habitual en las zonas ribereñas y costeras y al igual que la carne de cerdo se conservaba en salazón, de aquí la importancia que tuvo en esta sociedad medieval, la industria relacionada con la sal ( salinas, transporte, etc).

El pequeño huerto familiar, producía alubias y guisantes, cebollas y ajos, berzas y nabos, en cantidades modestas para la subsistencia.

Las viviendas eran de tablas, muchas veces con barro y piedras, para darles más solidez.

Los ganados y las personas tenían la misma puerta de acceso y en el interior apenas una tablas los separaban.

El espacio destinado a los humanos, centrado por el fuego, el lar, que servía de cocina y de calefacción lo constituía una única estancia que hacía las veces de cocina, comedor, salón y dormitorio.

Las viviendas de los señores constituían la excepción; construidas en piedra algunas han persistido durante varios siglos.

A partir del siglo XV-XVI, muchas casas comenzaron a ser también de piedra, bien es cierto que de ínfima calidad; surgió la separación entre cocina y habitaciones y apareció algún tipo de rústico mobiliario en el interior de las viviendas (asientos, mesa, etc).

La propiedad de la tierra de carácter colectivo, e indiviso, transmitida entre consanguíneos, pasa a ser individual: aparece la propiedad privada. Pronto surgen familias laicas y poderosos grupos eclesiásticos que se hacen con el control de las posesiones. Ellos no trabajan y aprovechan a los campesinos para el laboreo. Los utensilios agrícolas que utilizan son anticuados y el trabajo penoso.

Alrededor del año 1000, ya existe una clase social señorial, con derechos frente a la mayoría campesina que se conforma como una naciente aristocracia con figuras como los condes Fruela Velaz y Oveco Sanxiz, con relaciones con la comunidad eclesiástica.

Dentro de la Iglesia, se consolida una aristocracia de señoríos regidos por los poderosos monjes benedictinos de Cluny (monjes negros).

Las fundaciones monásticas se suceden en estos primeros siglos siendo las más influyentes los monasterios ovetenses de San Vicente (varones) y San Pelayo (las clarisas, para mujeres).

Este último fue elegido como lugar de retiro por las mujeres de la nobleza, en especial cuando enviudaban.

La propia Iglesia la que se constituye en guardián de la cultura, en sus monasterios y cenobios; la sociedad, incluso la de más elevado nivel, se mantiene en una uniforme pobreza intelectual.

En esta sociedad medieval, se difunde la arquitectura románica, vehiculada por el Camino de Santiago.

Aparecen numerosísimas, a la vez que sencillas, construcciones religiosas en las que son notas comunes el empleo de aparejo de sillería y el abovedamiento total de los templos.

Se repiten con pocas variaciones la planta y el alzado, el arco de triunfo para el acceso al ábside y las portadas llenas de simbolismo religioso.

Conforme avanza el Medioevo, nacen o se fortalecen los centros urbanos (Oviedo y Avilés) donde el arte románico se expresa con absoluta libertad.

Nuevas cartas pueblas ( Maliayo, Llanes o Tineo, año 1270) hacen aumentar el número de pobladores de las nuevas urbes.

En esta época, el poder feudal de los monarcas leoneses, desencadena en Asturias la idea secesionista (primera mitad del siglo XII), siendo el máximo exponente el obispo Pelayo.

A él se debe el Liber Testamentorum en el que el obispo Pelayo, no duda en falsear donaciones o diplomas para aumentar el prestigio de su territorio.

Los casos del conde Gonzalo Peláez, frente a Alfonso VII o de la hija de éste, Urraca, frente a Fernando II, constituyen algunos de los intentos secesionistas del Principado de Asturias.

Oviedo es la ciudad medieval más importante de Asturias, numerosos peregrinos la visitan por la fama de las reliquias de San Salvador.

Avilés se desarrolla por la industria de la sal y el resto de Pueblas, con Cartas Fundacionales de finales del siglo XIII y principios del XIV, incrementan rápidamente su población.

A finales del siglo XIV al ser destituido Alfonso Enríquez (hijo bastardo de Enrique II), los territorios pasan a la Mitra Ovetense, que se convierte en el mayor terrateniente de la provincia.

Las continuas revueltas sugieren a la autoridad real la creación del título de Príncipe de Asturias ( 1388 ), destinado al príncipe Enrique.

A finales del siglo XV, los Reyes Católicos impulsan la actividad de la Junta General del Principado, con el fin de que esta pobre y marginal región no supusiera ningún quebradero de cabeza a la Corona y gozase de una cierta autonomía.

LA ASTURIAS DE LA EDAD MODERNA

SIGLO XVI

La población crecía con relativa rapidez, pero los alimentos escaseaban, a finales del siglo XVI, se conoció la mayor hambruna del Principado de Asturias (años 1573-1576)

Con un campesinado pobre, el clero y los nobles, consolidaban su situación acaparando la mayor parte de la riqueza del territorio.

La Mitra ovetense y los monasterios estaban a la cabeza de posesiones y rentas, controlando además los poderes jurisdiccionales.

Con escasas vías de comunicación que el clima lluvioso hacía a menudo impracticables, el aislamiento de la región con respecto a la política nacional era un hecho consumado.

SIGLO XVII

En el siglo XVII un nuevo cultivo vino a reforzar la débil economía del principado: el maíz.

Importado de América, este cereal se adaptaba al clima templado y húmedo de Asturias con unas cosechas que superaban al resto de cereales (mijo, centeno y trigo o escanda).

El pan de borona se convirtió entonces en alimento básico de la población y la agricultura notó este impulso.

La ganadería también se vio favorecida (el forraje del maíz era un buen alimento invernal) y ello llevó a una discreta recuperación demográfica.

La casería típica quedaba entonces configurada como una unidad de autoabastecimiento con el pequeño huerto destinado al cultivo de hortalizas, la "llosa" donde se sembraban el maíz y las alubias ( "fabes" ) y la menguada cabaña ganadera.

Esta estructura económica se desarrolló en toda su intensidad en los fértiles valles interiores y en las zonas litorales; en las zonas de montaña, por el contrario, la pobreza del suelo obligaba a complementar la limitada ganadería con otras fuentes de ingresos como trabajos de arrieros o desplazamientos a laboreo en las vecinas provincias castellano-leonesas.

Esta mejora del campesinado redundó en las rentas de los monasterios que vieron ampliados asimismo sus patrimonios.

El otro estamento poderoso, la nobleza, siguió creciendo en influencia y a esta época se remonta el nacimiento de numerosos títulos nobiliarios (condados de Toreno, Vega del Sella, marquesados de Camposagrado, Ferrera, etc) y las construcciones de palacios, casas solariegas y otros edificios cuyas fachadas reflejaban el poder de sus moradores.

La Universidad de Oviedo, fundada por el inquisidor Valdés Salas, comienza a funcionar a principios de este siglo XVII (1608) si bien su actividad no fue claramente evidente hasta el XVIII.

SIGLO XVIIIEl siglo XVIII empieza con unos buenos rendimientos agrícolas que al poco se debilitan; el crecimiento demográfico es considerable (en este siglo la población pasó de 230.000 a 360.000 habitantes) y con la escasez, aparecen grupos poblacionales mal nutridos.

Aparece la actividad minera con rústicas explotaciones de carbón.

Las actividades portuarias tímidamente van ocupando un discreto lugar en la vida de ciudades como Gijón o Avilés, sin poder competir con los grandes centros de salida de productos mesetarios como Santander o Bilbao.

El campesinado sigue suponiendo el mayor volumen de población.

Las ideas ilustradas encuentran adeptos en nuestra región (Jovellanos), la Universidad da señales de actividad (Feijóo), se crea la Audiencia Provincial, pero la situación general del campesinado no ha mejorado mucho con crisis agrícolas agravadas por las guerras contra Inglaterra, primero, y contra Francia más tarde.

LA ASTURIAS DE LA EDAD CONTEMPORANEA

SIGLO XIX

Este periodo se inicia en Europa con el Imperio napoleónico intentando obtener nuevos territorios; en España después de varios levantamientos contra los invasores, en mayo de 1808 se producen las primeras revueltas importantes que pronto se extienden al resto del país.

Asturias constituye una Junta Suprema que asume la soberanía en favor del rey Fernando VII y organiza un ejército de resistencia.

A pesar de ello, los franceses invaden el Principado hasta en 4 ocasiones, desde provincias limítrofes y controlan la situación con el apoyo de colaboradores y afrancesados (Marqués de San Esteban, el obispo Gregorio Hermida, etc).

En esta primera parte del siglo XIX, políticos asturianos participan de forma relevante en la vida del país (Jovellanos en la Junta Central, Agustín Argüelles y Álvaro Flórez Estrada en las Cortes de Cádiz).

Cuando en 1812 nace la Constitución de Cádiz ( la conocida popularmente por "La Pepa"), los franceses se retiran de Asturias y la Diputación Provincial sigue una política liberal e ilustrada que durará apenas un par de años.

Cuando en 1814 sube al trono Fernando VII, los liberales son perseguidos o encarcelados ( el Conde Toreno, Flórez Estrada, Canga Argüelles, Acevedo, etc).

La economía se encuentra en franco deterioro y se suceden pronunciamientos como el del general del Riego (natural de Tuña-Tineo) que obligan al rey a jurar la Constitución en 1820.

El trienio liberal ( 1820-1823) supuso entre otros aspectos, la desamortización de bienes de los monasterios que en realidad beneficiaron a unos pocos potentados burgueses quedando el campesinado en una situación similar o peor.

La siguiente década (década ominosa, de 1823 a 1833) supone la restauración del absolutismo y de nuevo son perseguidos los liberales a la vez que se suprime la Junta General del Principado.

Los enclaves liberales (Noreña y muy especialmente Gijón) continúan siendo focos de resistencia.

Con una crisis económica y el aumento poblacional, el poder central promulga la Ley de Minas, con idea de reactivar la maltrecha economía, resultando en el futuro el principal motor de la economía de Asturias

Estas primeras décadas de siglo continuamente agitadas políticamente repercuten en esta apartada y pobre región, acentuándose los efectos por las malas cosechas de la década de los 80.

La industria minera significó una diferente evolución en el centro de la región y en las cuencas hulleras que en las áreas oriental y occidental donde persistía un régimen rural.

Aparecen inversiones extranjeras y sobretodo estatales (Fábrica de Armas de Trubia y Oviedo, Tabacalera de Gijón) pues los capitales autóctonos, no demasiado elevados, se invierten en industrias de menor calado (loza, vidrio, gas, etc).

TABACALERA DE GIJON

FABRICA DE ARMAS TRUBIA

Las comunicaciones evolucionan con mejora en los ferrocarriles (de Langreo y con la Meseta).

A finales de siglo, la población sigue siendo todavía eminentemente rural contando con Oviedo y Gijón como villas más pobladas (20.000 y 18.000 habitantes, respectivamente).

El último cuarto de siglo con la restauración de la monarquía y la alternancia política entre Conservadores (Cánovas) y Liberales (Sagasta) apenas supuso cambios en Asturias donde podemos hablar de un periodo de atonía política.

En el plano económico, la minería aumentó su producción y se originó una interesante actividad siderúrgica que no logró competir con la siderurgia vasca.

Aparecen también otras fábricas : azucareras, industrias lácteas, de cementos, hidroeléctricas, de sidra, etc.

En el medio rural, la producción se modifica; desaparecen los cultivos de cereales y se orienta hacia otros más rentables (patatas, remolacha azucarera y actividades de producción lechera).

En los años vecinos al nuevo siglo aumentan los poblamientos urbanos (Mieres, Sama) y las deficientes condiciones tanto laborales como de vivienda se dejan sentir en la población (bronquitis, tuberculosis, epidemias de gripe, etc).

Hay un cambio en las costumbres (aparecerá el cine y el fútbol) y en la vestimenta (hacia formas más occidentalizadas y homogéneas).

Aparecen importantes medios de comunicación: diarios El Noroeste, El Comercio, etc.

También es la época de los movimientos sindicales y obreros de importancia (anarquistas y primeros socialistas) en consonancia con los cambios sucedidos en Inglaterra y es resto de Europa en este fin de siglo.

SIGLO XX

En Asturias cobran fuerza los movimientos sindicales ( se crea el SOMA: Sindicato de Obreros Mineros de Asturias) y aparecen algunas fuerzas regionalistas que reivindican la lengua, la autonomía económica, etc.

Las pocas posibilidades en algunos sectores generaron una fuerte corriente de emigración hacia América en estas primeras décadas del siglo.

La situación de descontento de los obreros, especialmente de la minería, desencadena una revolución social en octubre de 1934 y que es la antesala de la Guerra Civil

Los periodos siguientes de la Segunda República, de la Guerra Civil y de la dictadura de Franco son similares al resto del país.

En los años de posguerra grupos de resistencia (maquis) siguieron escondidos por valles del interior hasta la década de los 50.

GOBIERNO DE AZAÑA FRANCO

La siderurgia asturiana se vio beneficiada por la no beligerancia de España en la segunda Guerra Mundial.

Son hitos importantes la creación de ENSIDESA (1950), UNINSA (1961) con numerosos puestos de trabajo y que propició un movimiento de inmigración desde comunidades castellanas, extremeñas y andaluzas (Avilés vio aumentada considerablemente su población).

En el campo se mejoró la cabaña ganadera orientándola a producción lechera (se crea la Central Lechera Asturiana en 1970) y posteriormente cárnica con introducción de nuevas razas (frisonas).

Con la Transición Democrática las libertades se restablecieron en todo el Estado español y la economía vivó un periodo favorable.

La posterior crisis del petróleo obligó a reajustes económicos que afectaron a sectores importantes de la industria (con reconversiones en minería, siderurgia, sector naval, etc) generando tasas preocupantes de desempleo en la región.