Historia de La Filosofía El Racionalismo

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Se hace una presentación de los principales autores del Racionalismo abordando de manera especial algunos textos de Rene Descartes.

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III. el racionalismo ...

III. EL RACIONALISMO

3.1. EL RACIONALISMO:

El vocablo RACIONALISMO puede entenderse de tres modos:

1) Como la teora segn la cual la razn (la facultad pensante), es superior a la emocin (facultad volitiva). Tenemos entonces un racionalismo psicolgico

2) Como nombre de la doctrina para la cual el nico rgano adecuado de conocimiento es la razn. Se habla en tal caso de racionalismo gnoseolgico o epistemolgico

3) Como expresin de la teora que afirma que la realidad es de carcter racional. Este es un racionalismo metafsico

El RACIONALISMO PSICOLOGICO se opone al VOLUNTARISMO

El RACIONALISMO GNOSEOLOGICO se opone al EMPIRISMO

El RACIONALISMO METAFISICO se opone al REALISMO

EJERCICIO: Discutir sobre los tres niveles del racionalismo

"Amamos porque conocemos, o conocemos porque amamos"

Bajo la designacin de racionalismo suele reunirse en la historia de la filosofa a aquellos filsofos del siglo XVII para quienes los principios fundamentales del conocimiento humano se fundamentan exclusivamente en la mente, mientras que el conocimiento sensible es de inferior categora si se compara con el pensamiento puro. Late adems en tales filsofos la tendencia a deducir contenidos reales sobre la base exclusiva de conexiones lgicas.

"Siendo la verdad lo mismo que el ser, es evidente que todo lo verdadero es alguna cosa; ya he demostrado ampliamente que las cosas conocidas clara y distintamente son verdaderas" (DESCARTES, 5a, meditacin de las Meditaciones Metafsicas).

Ser = verdad: Racionalismo ontolgico

Para nosotros el ser tambin es verdadero, pero la verdad se fundamenta en el ser y para los racionalistas la verdad se fundamenta en el intelecto.

3.2. RENE DESCARTES -VIDA Y OBRA-

Nacido en La Haye, provincia de Turena, en 1596, Ren Descartes fue un nio dbil, de salud inestable, enteco de cuerpo. Nacido en una familia de la pequea aristocracia, Descartes estudi desde los diez aos de edad, en la nueva escuela de La Flche que los jesuitas acababan de fundar en Pars. La influencia de esta escuela fue grande en su vida. Si bien Descartes no aceptaba la lgica tradicional aristotlica ni encontraba en la enseanza de sus maestros la certidumbre absoluta que busc toda su vida, aprendi en La Flche los fundamentos de las matemticas y, con ellas, el deseo de encontrar una ciencia exacta aplicable a todos los terrenos. Parece ser que el gran entusiasmo de su primera juventud surgi cuando conoci los descubrimientos de Galileo, tanto en el campo de la fsica, como en el del conocimiento de las estrellas por medio del telescopio.

En Alemania, calentndose cerca de una estufa, Descartes tuvo la visin de un nuevo mtodo que permitira aplicar las matemticas, la "ciencia admirable" a todos los campos de la fsica. Despus de varios sueos simblicos, que Descartes crey inspirados por la gracia de Dios, supo que su vocacin era definitiva: la de un matemtico que quiere precisar las matemticas y afinar un nuevo mtodo para llegar a la verdad absoluta y necesaria. Descartes vivi en Pars entre 1626 y 1628, en ese ao decidi residir en Holanda, pas que le pareca bastante quieto y le favoreca llevar a cabo sus meditaciones y escribir sus pensamientos. Vivi en Holanda veinte aos. Lector parco, cuntase que una vez cuando alguien quiso ver su biblioteca Descartes mostr, en vez de libros, el cuerpo destazado de una ternera que estaba observando y estudiando.

Las preocupaciones de Descartes fueron sobre todo de orden terico. Su "Geometra" donde expone el descubrimiento de la geometra analtica permite, mediante los sistemas de coordenadas, unir la geometra y el lgebra y, promete calcular el universo mediante los nmeros. Descartes decide publicar su "Tratado del Mundo", pero la noticia de que Galileo haba sido condenado impidi la publicacin completa de la obra. En 1637 sali a la luz la introduccin a la misma, el "Discurso del Mtodo", la obra ms leda de Descartes. En 1641 public las "Meditaciones Metafsicas"; despus de publicar los "Principios de filosofa" (1644), Descartes se ocup de la psicologa y biologa.

Vctima de una pulmona, Descartes expira el 11 de febrero de 1650. Cuenta Baillet en su relacin de la enfermedad y muerte del filsofo que ste "se retiraba contento de la vida, satisfecho de los hombres, lleno de confianza en la misericordia de Dios, y apasionado por ver al descubierto y poseer una verdad que haba buscado toda la vida". (cfr. XIRAU, Introduccin a la Historia de la Filosofa, 183185)

3.3. EJERCICIO DE LECTURA: "DISCURSO DEL METODO"

PRIMERA PARTE: CONSIDERACIONES RELATIVAS A LAS CIENCIAS

... El poder juzgar rectamente, distinguiendo lo verdadero de lo falso, ... es igual por naturaleza en todos los hombres; por eso, la diversidad que en nuestras opiniones se observa, ... depende de los diversos caminos que sigue la inteligencia y de que no todos consideramos las mismas cosas.

La razn, caracterstica del hombre, en cuanto por ella nos diferenciamos de las bestias, est entera en cada ser racional. En esto sigo la opinin comn de los filsofos, que dicen que slo en los accidentes hay ms o menos y de ningn modo en las formas o naturalezas de los individuos de una misma especie.

No temo decir que tengo la fortuna de haber encontrado ciertos caminos que me han llevado a consideraciones y mximas, que forman un mtodo, por el cual pienso que puedo aumentar mis conocimientos y elevarlos al grado que permitan la mediocridad de mi inteligencia y la corta duracin de mi vida.

... Desde que me persuadieron de que estudiando se poda adquirir un conocimiento claro y seguro de lo que es til en la vida, el estudio fue mi ocupacin favorita. ... y no satisfecho con las ciencias que me ensearon estudi los libros que trataban de las ms raras, de las menos exploradas por los hombres de estudio ... Nuestro siglo me pareca ms frtil de grandes inteligencias que ninguno de los precedentes ...

No obstante, yo crea que haba dedicado ya bastante tiempo a la lectura de libros antiguos, de historias y de aventuras novelescas. El conversar con los que vivieron en otros siglos y el viajar, vienen a ser lo mismo. Muy til es saber algo de las costumbres de los distintos pases, a fin de juzgar rectamente las nuestras y no calificar de ridculo todo lo que se oponga a ellas, que es lo que hacen los que no han visto nada.

Las ciencias matemticas eran las que ms me agradaban, por la certeza y evidencia de sus razonamientos ... Estudiaba asiduamente nuestra teologa ... (en cuanto a la) Filosofa ... al ver que la haban cultivado las inteligencias ms elevadas de todos los siglos, y a pesar de ello nada quedaba fuera de discusin, ... desde aquel momento cre falso, o poco menos, todo lo que se presentaba a mi inteligencia an con el carcter de verosmil.

Por estas razones en cuanto me libert de la tutela intelectual de mis preceptores, abandon el estudio en los libros, y decidido a no buscar ms ciencia que la que en m mismo o en el gran libro del mundo pudiera encontrar, emple el resto de mi juventud en viajar, en ver cortes y ejrcitos, en frecuentar el trato de personas de muy diverso carcter y condicin, en recoger datos y observaciones de todo lo que vea y en reflexionar sobre todas las cosas, de modo que de estas reflexiones sacara siempre algn provecho, alguna enseanza por pequea que fuera.

Me impulsaba un imperioso deseo de aprender a distinguir lo verdadero de lo falso para juzgar con claridad mis acciones y caminar rectamente por la senda de la vida.

Despus de algunos aos de estudio en el libro del mundo, adopt un da la resolucin de estudiar en m mismo y de emplear todas mis fuerzas espirituales en elegir los caminos que deba seguir. Y creo haber obtenido ms xito con este procedimiento que con los libros de los sabios y la experiencia de los viajes.REFLEXIONES PERSONALES DE LA PRIMERA PARTE DEL DISCURSO:

SEGUNDA PARTE: PRINCIPALES REGLAS DEL METODO

... yo me propuse arrancar de mi espritu todas las ideas que me ensearon, para sustituirlas con otras si mi razn las rechazaba o para reafirmarme en ellas si las encontraba a su nivel. Cre firmemente que por este medio obtendra mejores resultados que edificando sobre viejos fundamentos y apoyndome en principios aprendidos en mi juventud, sin examinar si eran verdaderos ... Trato de reformar mis pensamientos, slo los mos; mi propsito es el de levantar el edificio de mis ideas y de mis creencias sobre un cimiento exclusivamente mo ... La resolucin de deshacerse de las ideas recibidas, para sustituirlas por otras depuradas en el tamiz del propio juicio y de la propia razn, no es ejemplo que todos deban imitar.

... porque es ms verosmil el que un hombre las encuentre (las verdades difciles), que no un pueblo, que al unsono haya dirigido su inteligencia colectiva por el camino recto que eleva a la definitiva consecucin de la verdad.

... Antes de desechar ... las antiguas opiniones ... buscaba el mtodo apropiado para llegar al conocimiento de las cosas ... En mi juventud haba estudiado la lgica, como parte de la filosofa, y el anlisis geomtrico y el lgebra, como parte de las matemticas; y cre que podan contribuir a la realizacin de mis propsitos. Pero me previne contra (sus) peligros ... La lgica con sus silogismos ms que para aprender las cosas, sirve para explicarlas ... o para hablar de ellas aunque no las conozcamos ... El anlisis ... y el lgebra ... se refiere a materias muy abstractas y de ninguna aplicacin ... Fundado en estas consideraciones comprend la necesidad de buscar otro mtodo que reuniendo las ventajas de los tres anteriores estuviera exento de sus defectos.

... cre que bastaban cuatro reglas, pero cumplidas de tal modo que ni por una sola vez fueran infringidas bajo ningn pretexto.

El primero de estos preceptos, consista en no recibir como verdadero lo que con toda evidencia no reconociese como tal, evitando cuidadosamente la precipitacin y los prejuicios, y no aceptando como cierto sino lo presente a mi espritu de manera tan clara y distinta que acerca de su certeza no pudiera caber la menor duda.

El segundo, era la divisin de cada una de las dificultades con que tropieza la inteligencia al investigar la verdad, en tantas partes como fuera necesario para resolverlas.

El tercero, ordenar los conocimientos, empezando siempre por los ms sencillos, elevndome por grados hasta llegar a los ms compuestos, y suponiendo un orden en aquellos que no lo tenan por naturaleza.

Y el ltimo, consista en hacer enumeraciones tan completas y generales, que me dieran la seguridad de no haber incurrido en ninguna omisin.

Esas largas cadenas de razonamientos, tan sencillos y fciles, de que se sirven los gemetras para sus demostraciones ms difciles, me hicieron pensar que todas las cosas susceptibles de ser conocidas se relacionaban como aquellos razonamientos, y que con tal de que no se reciba como verdadero lo que no lo sea y se guarde el orden necesario para las deducciones, no hay cosas tan lejana que a ella no pueda llegarse ni tan oculta que no pueda ser descubierta.

Si os parezco exageradamente vanidoso, tened en cuenta que siendo una, slo una, la verdad de cada cosa, el que la encuentra sabe todo lo que puede saber ... El mtodo que ensea a seguir el orden verdadero, el camino recto y a conocer con exactitud todas las circunstancias de lo que se busca, contiene todo aquello que da certeza a las reglas de la aritmtica. Practicando este mtodo mi espritu se habituaba paulatinamente a concebir ms clara y distintamente la realidad de las cosas ...REFLEXIONES PERSONALES DE LA SEGUNDA PARTE

TERCERA PARTE: PRECEPTOS MORALES SACADOS DEL METODO

Antes de destruir la casa en que se habita, ... es indispensable buscar otra casa para vivir cmodamente el tiempo que lo exija la ... reedificacin de la antigua ... (por eso) form para mi uso una moral provisional ...

Por la primera me obligaba a obedecer las leyes y costumbres de mi pas y a permanecer en el seno de la religin que Dios permiti me ensearan en mi infancia. Mi conducta deba ajustarse a la opinin de los ms sensatos y prudentes ...

La segunda mxima ... consista en emplear en mis actos la mayor energa y firmeza de que fuera capaz y seguir las opiniones dudosas, una vez aceptadas, con la constancia con que seguira las ms evidentes ... Cuando no est en nuestro poder el discernir la opinin verdadera, es necesario que nos inclinemos a la ms probable ... y cuando no podamos determinar de que lado estn las probabilidades, hemos de decidirnos en algn sentido, y considerar la opinin ... como cierta, y de este modo no vacilaremos al obrar.

Mi tercera mxima consista en aspirar, ms que a la fortuna, a vencerme, y ms a cambiar de deseos, que a que el orden real se trastornara por dar cumplida satisfaccin a mis veleidades ... Para coronar mi moral examin las profesiones que suelen ejercerse en sociedad a fin de elegir la que mejor me pareciera ... pens que la mejor profesin era la que ya practicaba, ... cultivar la razn ...

Dios nos ha dado una luz natural para distinguir lo verdadero de lo falso y yo no me hubiera contentado un solo momento con las opiniones de otro ...

Supe limitar mis deseos al elegir un camino que me aseguraba la adquisicin de todos los conocimientos de que yo era capaz, y de todos los verdaderos bienes que se hallaban en mi poder. Nuestra voluntad quiere o rechaza las cosas, segn el entendimiento las califique de buenas o malas; basta juzgar bien para obrar bien, y juzgar lo mejor, para adquirir las virtudes y con ellas los otros bienes asequibles a nuestra voluntad.

... No es que imitara yo a los escpticos que dudan por dudar y afectan hallarse siempre irresolutos, sino que al contrario, buscaba tierra firme, base slida en que fundar las afirmaciones de mi fe cientfica.REFLEXIONES PERSONALES DE LA TERCERA PARTE:

CUARTA PARTE: PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS Y DEL ALMA, FUNDAMENTOS DE LA METAFISICA

Quera rechazar lo que me ofreciera la ms pequea duda para ver despus si haba encontrado algo indubitable ... Como a veces los sentidos nos engaan ... Como los hombres se suelen equivocar ... como los pensamientos ... podemos tambin tenerlos cuando soamos ... Pero en seguida not que si yo pensaba que todo era falso, yo, que pensaba, deba ser alguna cosa, deba tener alguna realidad; y viendo que esta verdad: "pienso, luego existo" era tan firme y tan segura que nadie podra quebrantar su evidencia, la recib sin escrpulo alguno como el primer principio de la filosofa que buscaba.

Examin atentamente lo que era yo y viendo que poda imaginar que careca de cuerpo y que no exista nada en que mi ser estuviera, pero que no poda concebir mi no existencia, porque mi mismo pensamiento de dudar de todo constitua la prueba ms evidente de que yo exista comprend que yo era una substancia, cuya naturaleza o esencia era a su vez el pensamiento, substancia que no necesita ningn lugar para ser ni depende de ninguna cosa material; de suerte que yo (el alma), por el cual soy lo que soy, es enteramente distinto del cuerpo y ms fcil de conocer que l.

Despus de esto reflexion en las condiciones que deben requerirse en una proposicin para afirmarla como verdadera y cierta ... juzgu que poda adoptar como regla general que las cosas que concebimos muy clara y distintamente son todas verdaderas ...

Meditando sobre las dudas que asaltaban mi espritu, deduje la conclusin de que mi ser no era perfecto, puesto que el conocer supone mayor perfeccin que el dudar. Quise saber dnde haba aprendido a pensar en algo ms perfecto que yo, y conoc con toda evidencia que esta era la obra de una naturaleza o esencia ms perfecta que la ma.

En lo relativo al conocimiento de ciertas cosas ... ninguna dificultad me sala al paso ... poda creer ... que dependa de mi naturaleza ... Pero no poda suceder lo mismo con la idea de un ser ms perfecto que el mo ... Lo ms perfecto no puede ser una consecuencia, ... de lo menos perfecto ...

La nica solucin posible era que aquella idea hubiera sido puesta en mi pensamiento por una esencia ms perfecta que yo y que encerrara en s todas las perfecciones de que yo tena conocimiento. Si saba de algunas perfecciones que no posea, ya no era yo el nico ser que existiera ... sino que era preciso suponer otro ms perfecto del cual yo dependa y del cual proceda lo que yo hallaba en m; porque si hubiera existido solo, independiente de cualquier otro ser ... (hubiera tambin tenido) todas las perfecciones que observaba en Dios.

Siguiendo el razonamiento que acabo de hacer, para conocer en lo posible, la naturaleza de Dios no tena ms que considerar, en lo relativo a las cosas, si era o no una perfeccin.

Haba comprendido muy claramente que la esencia o naturaleza inteligente es distinta de la corporal, que toda composicin atestigua dependencia y, por consiguiente, que la composicin es un defecto. Juzgu que en Dios no poda ser una perfeccin el estar compuesto de dos naturalezas, la inteligente y la corporal, y, por lo tanto, que no era un ser compuesto porque nada hay en El de imperfecto. Si en el mundo existan cuerpos o naturalezas espirituales que no fuesen perfectas, dependeran del poder de Dios, de tal modo que no subsistiran sin El un solo momento.

... yo vea claramente que suponiendo un tringulo, era preciso que sus tres ngulos fuesen iguales a dos rectas, pero no por esto vea algo que me diera la seguridad de que en el mundo exista un tringulo. Volvamos al examen de la idea que yo tena de un Ser perfecto. Del mismo modo que en esta idea est comprendida la existencia del Ser perfecto, lo estaba en la concepcin del tringulo la equivalencia de sus tres ngulos a dos rectas ....

Ensean los filsofos una mxima que es de perniciosas consecuencias. "Nada hay en el entendimiento que no haya impresionado antes a los sentidos". Las ideas de Dios y del alma nunca han pasado por los sentidos...

En primer trmino, la regla general que afirma la verdad de las cosas que concebimos muy clara y distintamente, se funda en que Dios existe, en que es un Ser perfecto y en que todo lo que hay en nosotros procede de El; de donde se sigue que nuestras ideas y nociones, puesto que se refieren a cosas reales y proceden de Dios en lo que tienen de claras y distintas, no pueden menos de ser verdaderas. Si, con frecuencia, nuestras ideas y nociones son falsas, la causa de su falsedad hay que buscarla en la confusin y obscuridad de que adolecen, porque no somos absolutamente perfectos.

Si no supiramos que lo que existe en nosotros de real y verdadero, se deriva de un ser perfecto e infinito, por claras y distintas que fuesen nuestras ideas, ninguna razn tendramos que nos asegurara de que esas ideas poseen la perfeccin de ser verdaderas.REFLEXIONES PERSONALES DE LA CUARTA PARTE:

QUINTA PARTE: ORDEN DE CUESTIONES FISICAS

... Lo ms notable que hay en todo esto es la generacin de los espritus animados, que son como viento muy sutil, o ms bien como una llama muy pura y muy viva, que subiendo de continuo en gran abundancia del corazn al cerebro se comunica a los msculos por los nervios y da movimiento a todos los miembros, sin que tengamos que imaginar otra causa que haga que las partes de sangre ms apropiadas para formar esos espritus, puesto que son las ms inquietas y penetrantes, se dirijan ms al cerebro que a cualquier otra parte del cuerpo porque las arterias que llevan esa sangre son las que vienen del corazn ms en lnea recta y segn las reglas de la mecnica, que son las mismas que las de la naturaleza, cuando varias cosas tienden a moverse en el mismo sentido, y no hay espacio suficiente para todas, las ms dbiles son desviadas por las ms fuertes que ocupan el lugar que para todas sera insuficiente ... Si consideramos el cuerpo como una mquina hemos de venir a la conclusin de que es mucho ms ordenada que otra cualquiera y sus movimientos ms admirables que los de las mquinas inventadas por los hombres, puesto que el cuerpo ha sido hecho por Dios. ...

Despus de tocar este punto tan importante, me ocupaba en un tratado, del alma racional y procuraba demostrar que no ha sido sacada de la fuerza de la materia sino que ha sido expresamente creada y que no basta que habite en el cuerpo humano para dirigir sus miembros como un piloto su navo. Es preciso que alma y cuerpo estn unidos ntimamente, formando un todo homogneo, el hombre racional. ... ningn otro (error) contribuye tanto a desviar los espritus del camino recto de la verdad, como el que sostiene que el alma de las bestias es de la misma naturaleza que la nuestra y, que por consecuencia, que nada podemos esperar ni temer despus de esta vida ....REFLEXIONES PERSONALES:

3.4. EJERCICIO DE LECTURA: "MEDITACIONES A CERCA DE LA FILOSOFIA PRIMERA EN LA CUAL SE PRUEBA LA EXISTENCIA DE DIOS Y LA DISTINCION ENTRE EL ALMA Y EL CUERPO"

MEDITACION PRIMERA: DE LAS COSAS QUE PODEMOS PONER EN DUDA

Hace algn tiempo que vengo observando que desde mis primeros aos he recibido por verdaderas muchas opiniones falsas ... Con los principios que me haban enseado nada til poda conocer, porque de principios falsos no se deducen consecuencias ciertas, y decid deshacerme de todos los conocimientos adquiridos hasta entonces y comenzar de nuevo la labor, a fin de establecer en las ciencias algo firme y seguro ... Debo rechazar no slo lo que aparece manifiestamente errneo, sino tambin todo lo que me ofrezca la ms pequea duda ... Examinemos, pues, los principios en que se apoyaban mis antiguas ideas.

... Todo lo que hasta ahora he tenido por verdadero y cierto ha llegado a mi por los sentidos; algunas veces he experimentado que los sentidos nos engaan; y como del que nos engaa una vez no podemos fiarnos, yo no debo fiarme de los sentidos ... (sin embargo), hay muchas (cosas) que conocemos por los sentidos y de las cuales no es razonable dudar ... Sin embargo, no he de olvidar que soy hombre y, por consiguiente, que tengo la costumbre de dormir y de representar me en sueos las cosas reales ... Estar soando ahora?

... Supongamos que estamos dormidos y que todas esas particularidades como la de levantar el brazo, mover la cabeza y otras semejantes no son ms que ilusiones ... (an en este caso) hay que confesar por lo menos que han existido otras ms simples y universales todava ... A ese gnero de cosas pertenecen la naturaleza corporal en general y su extensin ... la figura de las cosas extensas, su cantidad o tamao, su nmero; ... la aritmtica, la geometra ... que tratan de cosas muy simples y muy generales, sin preocuparse de si existen o no en la Naturaleza, contienen algo cierto e indudable. Est despierto o est dormido, dos y tres son cinco y el cuadrado tiene cuatro lados; verdades tan claras como stas no pueden calificarse de falsas o inciertas.

... Hace mucho tiempo que tengo la idea de que hay un Dios omnipotente que me ha creado tal como soy. S yo acaso si ha querido que no haya tierra, ni cielo, ni cuerpos, ... ni lugar y, sin embargo, ha hecho que yo tenga el sentimiento de esas cosas que no son y me parece que existen? ... quin sabe si El ha querido que yo me equivoque al decir que dos y tres son cinco ...?

... Supondr, pues, que Dios ... es un genio astuto y maligno que ha empleado su poder en engaarme; creer ... que todas las cosas exteriores son ilusiones ... me adherir obstinadamente a estas ideas; y si por este medio no consigo llegar al conocimiento de alguna verdad, puedo por lo menos suspender mis juicios, cuidando de no aceptar ninguna falsedad. Preparar mi espritu tan bien para rechazar las astucias del genio maligno, que por poderoso y astuto que sea no me impondr nada falso.REFLEXIONES PERSONALES DE LA PRIMERA MEDITACION

MEDITACION SEGUNDA: DE LA NATURALEZA DEL ESPIRITU HUMANO, QUE ES MAS FACIL DE CONOCER QUE EL CUERPO

La meditacin en que me sum ayer ha llenado mi espritu de tantas dudas que difcilmente podr deshacerme de ellas ... Arqumedes, para transportar el globo terrestre de un lugar a otro, no peda ms que un punto firme e inmvil; yo tendr derecho a concebir las mayores esperanzas si soy bastante feliz para encontrar una cosa, nada ms que una, cierta e indudable.

...Qu hay, pues, digno de ser considerado como verdadero? Tal vez una sola cosa: que nada cierto hay en el mundo ... Pero yo (que) me he persuadido de que nada hay en el mundo ... No me he persuadido tambin, de que yo mismo no exista? Sin duda, yo era, puesto que ... he pensado algo. Pero hay (alguien que quiere) ... engaarme siempre. No hay duda de que soy, si l me engaa; ... no podr hacer que yo no sea en tanto piense ser alguna cosa. De suerte, que despus de pensar mucho y examinar cuidadosamente todas las cosas, es preciso concluir que esta proposicin: yo soy, yo existo, es necesariamente verdadera, siempre que la pronuncio o la concibo en mi espritu. Estoy cierto de que soy, pero no s con claridad lo que soy.

... Qu es lo que antes yo crea ser? ... En primer trmino, pensaba que yo tena rostro, manos, que me alimentaba ... pero yo no me detena a pensar lo que era el alma, y si alguna vez fijaba ... mi atencin en ella, la imaginaba como una cosa sumamente rara y sutil.

... Pero, yo qu soy ahora que supongo que hay cierto genio poderoso, ... que ... (me quiere) engaar? Pienso con atencin ... en todas esas cosas (del cuerpo) y no encuentro ninguna que se halle en m. Pasamos a los atributos del alma y vemos si alguno est en mi. Los primeros son moverme y nutrirme ... otro atributo es el de sentir .. (si no tengo cuerpo cmo me muevo, me nutro o siento). Otro atributo es el de pensar; ste es el que me pertenece, el que no se separa de m. Yo soy, yo existo; pero cuanto tiempo? el tiempo que pienso ... Hablando con precisin, no soy ms que una cosa que piensa, es decir, un espritu, un entendimiento, una razn ...

... En suma, qu soy? una cosa que piensa. Y qu es una cosa que piensa? Es una cosa que duda, entiende, concibe, afirma, niega, quiere, no quiere, imagina y siente ... Es tan evidente que soy yo el que duda, el que entiende, el que desea, que nada hay que aadir para explicarlo. ... Ya comienzo a comprender lo que soy con un poco ms de claridad que antes.

No obstante, me parece ... que las cosas corporales, cuyas imgenes se forman por el pensamiento, que caen bajo la accin de los sentidos, ... no son conocidos mucho ms distintamente que esa parte de mi ser que cae bajo la accin de mi poder imaginativo ... Pero juzgo ... y comprendo, por el poder de juzgar que reside en mi espritu, lo que crea conocer por mis ojos ... Heme aqu en el punto a que quera llegar. Si puedo afirmar con pleno convencimiento que los cuerpos no son conocidos propiamente por los sentidos o por la facultad de imaginar, sino por el entendimiento; si puedo asegurar que no los conocemos en cuanto los vemos o tocamos sino en cuanto el pensamiento los comprende o entiende veo claramente que nada es tan fcil de conocer como mi espritu.REFLEXIONES PERSONALES DE LA SEGUNDA MEDITACION

MEDITACION TERCERA: DE DIOS; QUE EXISTE

... Soy una cosa que piensa, es decir, una cosa que duda, afirma, niega, conoce poco, ignora mucho, ama, odia, quiere, no quiere, imagina y siente. Aunque las cosas que siento e imagino nada sean consideradas en s, fuera de mi, tengo la seguridad de que esos modos de pensar que yo llamo sentimientos e imgenes, residen y se encuentran en m, en tanto son modos del pensamiento.

... Al tratar de extender mis conocimientos ... examinar cuidadosamente si puedo descubrir en m algunas otras cosas que hasta el momento no he observado. Estoy seguro de que soy una cosa que piensa; pero, se acaso lo requerido para estar cierto de algo? ... Me parece que puedo ya establecer la regla general de que todas las cosas que concebimos muy clara y distintamente, son verdaderas.

... En otro tiempo recib y admit como muy ciertas ... muchas cosas (que) despus reconoc como dudosas e inciertas ... Si he juzgado que poda dudar de estas cosas, ha sido por una razn surgida de la idea ... de que algn Dios me ha podido dar una naturaleza tal que haga que me equivoque hasta en las cosas ms manifiestas ... Si ninguna razn tengo para creer que haya un Dios que me engae, ... procurar saber si hay un Dios ... y saber si puede engaarme ... A fin de tener ocasin de examinar estas cuestiones ... es preciso dividir mis pensamientos en ciertos gneros y considerar en cuales de stos hay propiamente verdad o error.

... Por lo que a las ideas respecta, si las consideramos en s, no refirindolas a ninguna cosa, no pueden, en rigor, ser falsas; si imagino una quimera, es cierto que la imagino. Tampoco encontramos falsedad en las afecciones o voliciones; aunque no existan las cosas que deseo ... nunca dejar de ser cierto que las deseo. Examinemos los juicios ... El principal error y el ms ordinario ... consiste en creer que las ideas que estn en m, son semejantes o conformes a las cosas que estn fuera de m ... De estas ideas unas me parece que han nacido conmigo, otras son extraas y proceden del exterior, y, finalmente, otras han sido hechas e inventadas por m ... Si consideramos las ideas como modos de pensar, reconozco que no hay entre ellas diferencias ... si las considero como imgenes que representan las cosas, es evidente que entre ellas hay grandes diferencias ...

... La luz natural de nuestro espritu nos ensea que debe haber tanta realidad por lo menos en la causa eficiente y total como en su efecto ...

... La luz natural me hace conocer con evidencia que las ideas existentes en m como cuadros o imgenes que pueden fcilmente ser menos perfectas que las cosas representadas, pero nunca pueden contener algo ms grande o perfecto ...

... Si la realidad o perfeccin objetiva de algunas de mis ideas es tan grande que conozco claramente que esa realidad o perfeccin no existe en m ni formal ni eminentemente, y, por consiguiente, que no puedo yo ser la causa de la idea, es natural suponer que no estoy solo en el mundo, sino que hay otra cosa que existe y que es la causa de mi idea. En cambio si yo no tuviese tal idea, ningn argumento me convencera de la existencia en el mundo de otra cosa distinta de m ...

Entre las ideas que estn en mi espritu, adems de la que me representa a m mismo, encuentro otra que me representa a Dios ... Slo nos queda por examinar la idea de Dios, en la cual consideramos si hay algo que no es posible proceda de m. Por Dios entiendo una substancia infinita, eterna, inmutable, independiente, omnisciente, omnipotente, por la que yo y todas las dems cosas han sido creadas y producidas. Estas cualidades son tan grandes y tan eminentes que cuanto ms las examino menos me persuado de que esa idea tenga origen en m. Es, pues, necesario concluir de todo lo que he dicho, que Dios existe; porque, si bien la idea de la substancia est en m, puesto que soy una substancia, no tendra la idea de la substancia infinita, siendo yo finito, si no hubiera sido puesta en mi espritu por una substancia verdaderamente infinita.

Conozco lo infinito por una verdadera idea, y no por la negacin de lo finito ... veo claramente que en la substancia infinita se encuentra ms realidad que en la finita, y que tengo primero la nocin de lo infinito que de lo finito, primero la de Dios que la de m mismo. Cmo podra conocer que dudo y deseo, es decir, que me falta alguna cosa y no soy perfecto, si no tuviera alguna idea de un ser ms perfecto que el mo por cuya comparacin conociera yo los defectos de mi naturaleza? ... La idea de Dios es muy clara y muy distinta, contiene ms realidad objetiva que ninguna otra, es la ms verdadera y la que menos podemos tachar de sospechosa.

... Puede tambin suceder que yo sea algo ms de lo que me figuro y que las perfecciones atribuidas a la naturaleza de Dios estn en m como en potencia ... Pero concibo a Dios actualmente infinito en un grado tan alto que nada se puede aadir a su soberana perfeccin. Y finalmente, comprendo muy bien que el ser objetivo de una idea no es producido por un ser que slo existe en potencia ... sino por un ser formal o actual ...

... de quin habr recibido mi existencia? ... Aunque suponga que he sido siempre como soy ahora, no puedo evitar la fuerza del razonamiento ni dejar de creer que Dios es necesariamente el autor de mi existencia. El tiempo de mi vida puede dividirse en una infinidad de partes independientes entre s; de que haya existido, un poco antes, no se sigue que deba existir ahora, a no ser que alguna causa en este momento, me produzca y cree de nuevo, es decir, me conserve ... Es posible que este ser del cual dependo no sea Dios? Es posible que yo sea producido por mis padres o por otras causas menos perfectas que l? Nada de eso puede ser, porque es evidente que en la causa debe haber, por lo menos tanta realidad como en el efecto; y si yo soy cosa que piensa y tengo alguna idea de Dios, es preciso que la causa de mi ser sea tambin una cosa que piense y tenga la idea de todas las perfecciones que atribuyo a Dios.

... Es preciso concluir que la existencia de Dios ha quedado demostrada con toda evidencia, por el hecho de que existo y de que en mi espritu reside la idea de un Ser soberanamente perfecto ...

REFLEXIONES PERSONALES DE LA TERCERA MEDITACION

MEDITACION CUARTA: DE LO VERDADERO Y DE LO FALSO

Conozco por propia experiencia, que hay en m cierta facultad de juzgar o discernir lo verdadero de lo falso, que he recibido de Dios como todo lo que poseo; y como es imposible que El quiera engaarme ...

El error, como tal, no es algo real dependiente de Dios sino solamente un defecto; ... me equivoco porque el poder que Dios me ha otorgado para distinguir lo verdadero de lo falso no es infinito...

Examinndome de cerca y considerando mis errores, veo que dependen del concurso de dos causas, a saber, de la facultad de conocer que reside en m y de la facultad de elegir o libre arbitrio, o lo que es lo mismo, del entendimiento y de la voluntad. El entendimiento, por s solo, no asegura ni niega ninguna cosa; concibe las ideas de las cosas que puede afirmar o negar. ... Si considero mi facultad de concebir, veo que es poco extensa y muy limitada ... En cambio, experimento que la voluntad o libertad del franco arbitrio es en m tan grande que no concibo la idea de otra ms amplia y extensa; de suerte que es ella la que me hace conocer que soy a imagen y semejanza de Dios. Porque aun cuando sea en Dios incomparablemente ms grande que en m , no me parece ms grande si la considero formal y precisamente en s. ... consiste en que, para afirmar o negar, perseguir o huir las cosas que el entendimiento nos propone, obramos de tal modo que ninguna fuerza del exterior nos obligue a la accin...

De dnde nacen, pues, mis errores? de que siendo la voluntad mucho ms amplia y extensa que el entendimiento, no la contengo en los mismos lmites, sino que la extiendo a las cosas que no entiendo, se extrava fcilmente y elige lo falso por lo verdadero y el mal por el bien; todo esto hace que yo me equivoque y peque ... Si me abstengo de dar mi juicio sobre una cosa cuando no la concibo con suficiente claridad y distincin, es evidente que hago bien y no me equivoco; pero si me determino a negarla o afirmarla, no me sirvo como debo de mi libre arbitrio, y aunque juzgue verdaderamente, no habr dejado de usar mal mi libre arbitrio, porque la luz natural no ensea que el conocimiento del entendimiento debe preceder a la determinacin de la voluntad.

No puede haber ms causas de error que la que acabo de explicar; porque si retengo mi voluntad en los lmites de mi conocimiento, de modo que no forme juicio sino sobre cosas clara y distintamente representadas por el entendimiento, es imposible que me equivoque. Toda concepcin clara y distinta es, sin duda, alguna cosa, que no puede originarse en la nada y tiene necesariamente a Dios por autor; y como Dios es soberanamente perfecto y no es posible que sea causa de error, debo concluir que tal concepcin o juicio es verdadero....REFLEXION PERSONAL DE LA CUARTA MEDITACION

MEDITACION QUINTA: DE LA ESENCIA DE LAS COSAS MATERIALES Y, OTRA VEZ, DE LA EXISTENCIA DE DIOS.

Acostumbrado en todas las dems cosas a distinguir la esencia de la existencia, me persuado fcilmente de que la existencia puede ser separada de la esencia de Dios, y as es posible concebir un Dios que no es actualmente. Pero cuando pienso ms detenidamente, veo que no puede separarse la esencia de la existencia de Dios, del mismo modo que de la esencia de un tringulo rectngulo no puede separarse el valor de sus tres ngulos igual a dos rectas, ni de la idea de una montaa la idea de un valle; de suerte que concebir un Dios, un ser soberanamente perfecto, sin existencia, con falta de alguna perfeccin, es lo mismo que concebir una montaa sin valle...

... de que yo no pueda concebir una montaa sin valle no se sigue que haya en el mundo algn valle o montaa, sino que ambas ideas son inseparables; en cambio de la imposibilidad de concebir a Dios como no existente, se sigue que la existencia es inseparable de l, y por lo tanto, que existe verdaderamente. No es que mi pensamiento pueda hacer que esto sea as, ni que imponga ninguna necesidad a las cosas; es que la necesidad de la cosa misma, de la existencia de Dios, me determina a tener este pensamiento: no soy libre de concebir un Dios sin existencia, ... aunque no sea necesario que yo tenga un pensamiento de Dios, siempre que piense en un Ser primero y soberano y saque su idea del tesoro de mi espritu, es necesario que le atribuya toda clase de perfecciones ... el Ser primero y soberano existe ...

Sean cuales sean los argumentos y pruebas de que me sirva, siempre vendr a esta conclusin: que slo las cosas que conozco clara y distintamente tienen fuerza para persuadirme ... Hay algo ms claro y manifiesto que el pensamiento de que existe un Dios, un Ser soberano y perfecto, de existencia necesaria o eterna, inseparable por lo tanto de la esencia?

... Sin el conocimiento de Dios es imposible saber nada perfectamente ... Por ejemplo: cuando considero la naturaleza del tringulo rectngulo conozco evidentemente que sus tres ngulos son iguales a dos rectas y me es imposible dejar de creerlo mientras aplico mi pensamiento a la demostracin; pero en cuanto termino de demostrar la igualdad de esos ngulos a dos rectas, aunque me acuerde de ella, puede suceder fcilmente que dude de esa demostracin, si ignoro que existe un Dios; porque puedo persuadirme de que la Naturaleza me ha hecho de tal manera que me equivoque hasta en las cosas que creo comprender con ms evidencia y certeza, persuasin fundada en haber afirmado muchas cosas como verdaderas, que luego, llevado por otras razones, he juzgado falsas.

Pero despus de reconocer que existe un Dios, que todas las cosas dependen de l, y que no puede engaarme; despus de afirmar como consecuencia de lo anterior, que lo concebido clara y distintamente es imposible que sea falso .... puedo afirmar, sin temor a que nada me haga dudar, que ese conocimiento es absolutamente cierto; he aqu una ciencia verdadera y segura ....REFLEXIONES PERSONALES A LA QUINTA MEDITACION

MEDITACION SEXTA: DE LA EXISTENCIA DE LAS COSAS MATERIALES Y DE LA DISTINCION REAL ENTRE EL ALMA Y EL CUERPO DEL HOMBRE

Lo nico que me queda por examinar es la existencia de las cosas materiales. Por lo menos s que puede haberlas, en tanto se consideren como objeto de las demostraciones geomtricas, porque de esta manera las concibo muy clara y distintamente.

... Partiendo de que conozco con certeza que existo, y, sin embargo, no observo que ninguna otra cosa pertenezca necesariamente a mi naturaleza o esencia, concluyo que sta consisten en que soy una cosa que piensa, o una sustancia cuya esencia o naturaleza es el pensar. Y aun cuando tengo un cuerpo al cual estoy estrechamente unido, como por una parte poseo una clara y distinta idea de m mismo, en tanto soy solamente una cosa que piensa y carece de extensin, y por otra tengo una idea distinta del cuerpo en tanto es solamente una cosa extensa y que no piensa -es evidente que yo, mi alma, por la cual soy lo que soy, es completa y verdaderamente distinta de mi cuerpo, y puede ser o existir sin l.

Adems, encuentro en m diversas facultades ... por ejemplo, hay en mi ser las facultades de imaginar y sentir, sin las cuales puedo concebirme por entero y clara y distintamente, pero no recprocamente ellas sin m, sino una substancia inteligente a que pertenezcan o vayan adheridas; porque en la nocin que tenemos de estas facultades ... encierran algunas clases de inteleccin: de donde concluyo que son distintas de m, como los modos de las cosas. Conozco tambin otras facultades como la de cambiar de lugar, adoptar diversas situaciones, y algunas semejantes, que no puede concebirse, como las anteriores sin alguna sustancia a que pertenezcan y vayan como adheridas; es evidente que estas facultades deben pertenecer a alguna substancia corporal o extensa, y no a una sustancia inteligente, puesto que en su concepto claro y distinto est contenido alguna especie de extensin pero no de inteligencia. Adems no puedo dudar de que hay en m cierta facultad pasiva de sentir, de recibir y reconocer las ideas de las cosas sensibles; pero me sera intil si no hubiera tambin en m, o en alguna otra cosa, una facultad activa, capaz de formar y producir estas ideas. Tal facultad no existe en m, en tanto no soy ms que una cosa que piensa, porque ella no presupone mi pensamiento y aquellas ideas me son representadas sin que yo contribuya a ella y a veces contra mi voluntad; es preciso, pues, que exista en alguna substancia diferente de m, en la cual toda la realidad, que reside objetivamente en las ideas que son producidas por esta facultad, est contenida formal o eminentemente; esa substancia es un cuerpo, una naturaleza corporal ...

... Si Dios no me engaa ... y habiendo en m una gran inclinacin a creer que estas ideas proceden de las cosas corporales, no veo cmo se le podra excusar de su engao si esas ideas procedieran de otra causa; es preciso, pues, concluir que hay cosas corporales existentes. Sin embargo, no son enteramente tal como las percibimos por los sentidos, porque hay cosas que hacen esta percepcin obscura y confusa; pero todas las cosas que yo concibo clara y distintamente, es decir, todas las cosas comprendidas, hablando en general, en el objeto de la geometra especulativa, existen verdaderamente.

... La naturaleza me ensea tambin por esas sensaciones de dolor, hambre, sed, etc,. que no slo habito en mi cuerpo sino que estoy unido a l tan estrechamente y de tal modo confundido y mezclado con mi cuerpo que componemos un todo...

... pero de esas diversas percepciones de los sentidos, nada debemos concluir relativamente a las cosas que estn fuera de nosotros, sin que el espritu las haya examinado cuidadosamente, porque el conocer la verdad de estas cosas corresponde slo al espritu, y no al compuesto de espritu y cuerpo...

REFLEXIONES PERSONALES A LA SEXTA MEDITACION3.5. ELEMENTOS TODAVIA NO TRATADOS SUFICIENTEMENTE DE LA DOCTRINA DE DESCARTES

- El mecanisismo de Descartes

Aplicando las reglas de la claridad y la distincin Descartes llega a la conclusin siguiente: la nica propiedad esencial que se puede predicar del mundo material es la extensin, porque slo sta puede concebirse de un modo claro y con total distincin de las dems propiedades. El mundo espiritual es res cogitans y el mundo material es res extensa. Todas las dems propiedades son consideradas secundarias, por no poder tener de ellas una idea clara y distinta.

"La naturaleza de la materia -dice Descartes- o del cuerpo tomado en general, no consiste en ser una cosa dura, pesada, coloreada o que incide en nuestros sentidos de alguna otra forma, sino slo en que es una sustancia extensa en longitud, anchura, y profundidad ... Su naturaleza consiste slo en esto: es una substancia que posee extensin".

De esta manera la cualidad de las cosas materiales desaparece. El universo cartesiano est compuesto slo de dos principios: extensin (espacio) y movimiento. Cmo explicar la multiplicidad de fenmenos y su carcter dinmico? A travs del movimiento, o de aquella "cantidad de movimiento" que Dios insufl en el mundo cuando lo cre y que permanece constante, porque no crece ni disminuye. En el universo solo encontramos materia en movimiento, y todos los acontecimientos estn causados por el choque de partculas que se mueven una sobre otra -no hay vaco-.

Cules son las leyes que rigen el mundo? El principio de conservacin (la cantidad de movimiento permanece constante); el principio de inercia (el movimiento por s mismo tiende a proseguir en la misma direccin, sta se modifica si otro cuerpo interviene); y el principio de que el movimiento rectilinio es el movimiento originario (los cuerpos tienden a moverse en linea recta). Con esto se trata de unificar la realidad, a primera vista mltiple y variable, mediante una especie de modelo mecnico que resulte dominable por el hombre.

Cul es la consecuencia de esta postura? Se ha modificado radicalmente la visin tradicional del mundo. Antes, el ser era esttico y poda moverse, , los seres estaban jerarquizados y a Dios lo encontrbamos en la naturaleza; ahora, el ser tiene un dinamismo y no hay jerarqua entre ellos, Dios es creador y conservador del mundo, pero no es el alma que lo vivifique o mueva, Dios est fuera del mundo.

Con esta concepcin nueva del mundo, aparecen estructuras mentales y lingsticas que llevan a nuevos modelos interpretativos de la realidad. Al mundo ya no se le puede abordar desde la axiologa, ahora slo podemos llegar a travs de elementos geomtricos y mecnicos. Un elemento importante de esta nueva ciencia es la Geometra Analtica que desarroll Descartes y que es de los ms importantes legados que nos dej (cfr. REALE-ANTISERI, Historia del Pensamiento Filosfico y Cientfico T. II, Herder, Barcelona 1988, 326-331).

3.6. LAS GRANDES CONSTRUCCIONES METAFISICAS DEL RACIONALISMO:

3.6.1. LA METAFISICA DEL OCASIONALISMO Y EL ONTOLOGISISMO DE MALEBRANCHE

3.6.1.1. LOS PRECURSORES DEL OCASIONALISMO

El cartesianismo goz de un xito notable sobre todo en Holanda, donde Descartes haba residido, y en Francia, donde se convirti en moda intelectual, que provoc reacciones y oposiciones muy encontradas.

Uno de los problemas ms importantes que Descartes haba dejado sin resolver era el de la posibilidad de explicar la accin recproca de la res cogitans y la res extensa, el alma y el cuerpo. Llevando las premisas cartesianas hasta sus ltimas consecuencias, algunos pensadores radicalizaron el dualismo que subsista entre pensamiento y extensin, que negaron la posibilidad de que aqul actuase sobre sta y viceversa, y propusieron apelar a Dios como nica solucin del problema que plantea la relacin recproca entre ambas substancias. La voluntad y el pensamiento humano no actan directamente sobre los cuerpos, sino que son ocasiones para que Dios intervenga produciendo los correspondientes efectos sobre los cuerpos. Del mismo modo, los movimientos de los cuerpos son causas ocasionales para que Dios intervenga en la produccin de las ideas correspondientes. Por consiguiente, esta teora fue denominada "ocasionalismo". Fue elaborada por L. de la Forge, G. de Cordemoy, J. Clauberg, y por A. Geulincx. Su exposicin ms cuidadosa se halla en la obra de N. Malebranche. (cfr. REALE-ANTISERI, Historia del pensamiento filosfico y cientfico, T. II, Herder, Barcelona 1988, 341)

3.6.1.2. EL ONTOLOGISISMO DE MALEBRANCHE (1638-1715)

Naci en Pars, estudi en el colegio de La Marche y en la Sorbona, entr en la congregacin religiosa de los Oratorianos en 1660 y estudi las Escrituras y el Agustinismo. En 1664 fue ordenado sacerdote.

El punto de partida de Malebranche es la distincin del sentimiento y de la idea. Los sentimientos son "subjetivos" y no representan nada real, entre ellos tenemos a las sensaciones -su valor es nulo desde el punto de vista terico-. La idea, por el contrario, es "objetiva", es una realidad intelegible, presente e inmanente al espritu, pero trascendindole al mismo tiempo pues se distingue realmente de ste. Por ejemplo, la esencia de "tringulo" est en m, pero no se identifica conmigo pues se me impone al tener caractersticas propias.

Qu ideas tenemos?

No tenemos idea de nuestra alma ni de Dios. Es un punto en el que corrige a Descartes. No tenemos idea del alma pues no conocemos la esencia de nuestro espritu, solamente tenemos de l un sentimiento. Tampoco tenemos idea de Dios, pues es imposible que una cosa finita pueda representarse lo infinito.

Las nicas ideas que poseemos tiene por objeto la extensin intelegible, que es el espacio de la geometra, en esto coincide con Descartes, la nica ciencia posible es la geometra.

Cul es el origen de nuestras ideas?

Malebranche descarta cuatro posibles hiptesis y llega a formular su teora de la visin de Dios.

Nos dice que las ideas no pueden ser producidas por abstraccin de lo sensible, pues las cosas no pueden actuar sobre el espritu (no hay ninguna relacin entre el pensamiento y la extensin). La idea tampoco es producida por nosotros, pues nuestro entendimiento es una facultad pasiva, la facultad activa que tenemos es la voluntad y no producimos ideas a voluntad. Tampoco las ideas estn inscritas en nuestra esencia, ni Dios las ha inscrito en nosotros desde un principio (la teora de las ideas innatas significara que Dios produjera a cada instante una infinidad de ideas).

Unicamente queda la posibilidad de ver en Dios las ideas. La teora de la visin en Dios resulta de la eliminacin de todas las dems hiptesis.

No se trata de una visin de Dios tal cual es en s mismo, sino solamente "en cuanto que es participable" por las criaturas finitas. Ahora bien, toda la realidad es una participacin de la esencia divina, las esencias de las cosas slo son posibles en cuanto que Dios se participa, por eso Dios es el primer objeto de la inteligencia humana. Esta posicin es la que se llama "ontologisismo". Dios es el primum ontologicum, es conocido inmediatamente y por medio de El lo dems.

Las ideas nos dan a conocer las esencias. Ahora hay que respondernos cmo conocemos la existencia?

Segn Malebranche hay tres casos:

En cuanto Dios: Toma la prueba de Descartes y la modifica: "Si pensamos en Dios, debe existir". Se trata de una intuicin oscura de la existencia del infinito. No podemos ver la esencia del infinito sin su existencia, la idea del ser sin el ser, porque el ser carece de idea que le represente. Por tanto, la proposicin: Dios existe, es por s misma la ms clara de todas las proposiciones que afirman la existencia.

La existencia del alma es conocida por el sentimiento. El sentimiento es subjetivo, por tanto no nos da a conocer nada exterior, pero tiene valor absoluto cuando se trata de la existencia del sujeto. El cogito cartesiano se mantiene.

La existencia de los cuerpos plantea un problema ms serio. Segn Malebranche las sensaciones son sentimientos y por lo tanto no demuestran nada; y las ideas que tenemos no pueden superar el plano de las esencias, "conozco la esencia de algo pero no se si ese algo existe". Malebranche concluye: la existencia del mundo no puede ser demostrada. La existencia del mundo podra demostrarse slo si emanara necesariamente de Dios, entonces podramos deducirla. Pero la nocin de un ser infinito no implica una relacin necesaria con los seres finitos. En este punto tambin se separa de Descartes. Qu me asegura la existencia de un mundo material? Mi instinto, as lo creo, mi fe, as lo dice la Biblia.

Hay un punto que nos queda pendiente en la metafsica de Malebranche que recibe el nombre de teora de las causas ocasionales.

Ya sabemos que un espritu no puede actuar sobre un cuerpo y que un cuerpo no puede actuar sobre un espritu. Pero adems, dice Malebranche, un cuerpo no puede actuar sobre otro cuerpo. "Examinad la idea de extensin. Qu vemos en ella? Nada que sea principio de accin, sino slo la facultad pasiva de recibir diversas figuras, pues todas las propiedades de la extensin slo pueden consistir en relaciones de distancia". De este modo queda eliminada la nocin aristotlica de naturaleza. "Toda eficacia, por pequea que la supongamos, tiene algo de infinito y divino". El obrar es producir un nuevo ser, algo que no exista, en el fondo es crear, y esto es propio de Dios, es el paso de la nada al ser.

Cmo explicar entonces la apariencia del movimiento? Dios vincula su accin a las circunstancias de las criaturas, a la ocasin. Quiero mover mi brazo y Dios lo mueve. Una bola de billar choca con otra y Dios la pone en movimiento. (cfr. R. VERNEAUX, Historia de la Filosofa Moderna, Herder, Barcelona 1984, 82-92)

A esta teora se le pueden hacer muchos comentarios (relacin ser-obrar, libertad del hombre, "causalidad" de las causas segundas, etc... ) por lo pronto, que esto nos sirva de introduccin al pensamiento de Malebranche.

3.6.2. BARUCH SPINOZA Y LA METAFISICA DEL MONISMO Y DEL INMANENTISMO PANTEISTA

Naci en Amsterdam en una familia de comerciantes judos emigrados de Portugal. Lee a Descartes hacia el 1654, se aleja de la ortodoxia juda por lo que es excomulgado en julio del 1656. Se retira a La Haya donde vive sencillamente ganndose la vida como pulidor de cristales para lentes. Poco a poco se va dando a conocer y su fama de pensador crece. Durante su vida public muy pocas obras y muere de tuberculosis en el ao 1677.

Algunas de sus obras son: El "Tratado teolgico-poltico", La "Reforma del entendimiento" y principalmente la "Etica demostrada al modo geomtrico".

3.6.2.1. UNA FILOSOFIA DE LA SALVACION

La filosofa de Spinoza tiene una vocacin prctica: el saber filosfico tiene como mira encontrar una firme solucin al problema moral del hombre, a saber, a travs de una conviccin racional, llegar a la verdadera beatitud. La salvacin humana es la firma tarea de la filosofa. El hombre quiere ser libre y dichoso y slo puede lograrlo amando, unindose a Dios.

Es significativo el hecho de intitular "Etica" a su obra fundamental, en ella nos presenta el itinerario de la salvacin que es la filosofa verdadera.

Hay que recordar, que en el tiempo que le toca vivir a Spinoza la ciencia natural ve que en el mundo todas las cosas se siguen segn unas leyes universales. La naturaleza es una en todas partes y ella tiene fijada ya sus leyes. Cmo conciliar su bsqueda de la felicidad con el naturalismo-mecanisismo del cosmos del cual l forma parte? La frmula conciliadora es el pantesmo. En el mundo impera la ley de la causalidad, pero en todo esta Dios. El es la fuerza inmanente del universo que es preciso reconocer. La beatitud consiste en la toma de conciencia de la participacin que tenemos en Dios. El camino en Spinoza es Racionalismo, determinismo, pantesmo.

Es conveniente recordar que Spinoza seguir el mtodo cartesiano, se busca alcanzar una verdad indubitable, y de ella deducir las dems verdades.

3.6.2.2. METAFISICA DEL CONOCIMIENTO. CONOCER "SUB SPECIE AETERNI"

La teora del conocimiento de Spinoza est encuadrada dentro de su teora del ser (metafsica) Quiere descubrir los elementos sustanciales del ser que al mismo tiempo transparenten los fundamentos de los elementos racionales del conocer. "Certeza y ser objetivo son la misma cosa".

Los elementos metafsicos de la realidad son invariables, eternos. Sin embargo, la realidad se le presenta al hombre en una multitud de seres particulares. A primera vista no se advierte un orden en el mundo de lo real, pero posteriormente podemos descubrir una concatenacin fundada en los elementos inalterables y firmes de una causa primera (Dios).

Tratar de conocer toda la serie de cosas particulares no es posible pero tampoco es necesario, pues el ser de las cosas particulares no se deduce de la experiencia, que no nos da ms que signos externos, antes bien hay que deducirlo de las leyes eternas en las que las cosas estn inscritas. El verdadero conocimiento contempla el mundo de los seres particulares a la luz de aquellos elementos intemporales, es por ello un saber sub specie aeterni . (cfr. LARROYO, estudio introductivo en Etica * Tratado Teolgico-Poltico, Porra, Mxico 1990, XXII-XXIV).

3.6.2.3. LOS TRES GENEROS DE CONOCIMIENTO

En Spinoza hay tres especies de conocimiento (en De emendatione seala cuatro y en la Etica seala tres, bsicamente es la misma clasificacin, solamente en la Etica une dos niveles en uno):

a) En el grado inferior est el conocimiento por testimonio y el de experiencia vaga. El primero puede ser lo que he odo decir, y el segundo es la percepcin sensible de un objeto singular. Este conocimiento es dudoso y oscuro.

b) El segundo gnero es el de demostracin o deduccin, concebido segn el modelo de las matemticas. Aqu se aprende la esencia de las cosas y se explica por sus principios prximos.

c) El tercer gnero es la intuicin. Esta no capta una naturaleza cualquiera, sino que su objeto propio es el principio supremo, razn de todas las cosas, Dios mismo.

Spinoza es ms radical que Descartes y buscar deducir todas las dems verdades de la idea de Dios. Lo expresa cuando dice: "Los escolsticos partan de las cosas, Descartes parte del pensamiento, yo parto de Dios". En esta afirmacin est postulado su panteismo, porque slo podemos esperar deducir el mundo a partir de Dios si el mundo deriva de Dios por necesidad de naturaleza y no se distingue realmente de El.

3.6.2.4. LA SUBSTANCIA

Por substancia entiende lo que es en s y se concibe por s, es decir, aquello cuyo concepto no necesita del concepto de otra cosa para formarse. Esta definicin se completa cuando Spinoza aclara su idea de la divinidad: "Entiendo por Dios un ser absolutamente infinito, es decir, una substancia constituida por una infinidad de atributos que cada uno expresa una esencia eterna e infinita".

Uniendo ambas definiciones deducimos que existe una sola sustancia, que es infinita, que contiene todo lo que hay en el universo; esta es DIOS. Entre todos los atributos de Dios conocemos dos: su ser espiritual (pensamiento) y su ser material (extensin). Al definir a Dios de esta manera Spinoza resuelve el dualismo de las sustancias cartesianas.

Es un Dios que todo lo contiene: para l, sustancialmente y en lo ms ntimo, el cuerpo y el alma son la misma cosa.

Es un Dios racional: no permite la libertad, puesto que todo en l es explicable por esta sustancia que se "concibe por s".

Es un Dios perfecto: Por lo que no contiene el mal. El mal no existe, es un error de perspectiva que proviene de nuestra finitud y de nuestra limitada visin de las cosas. (cfr. XIRAU, Introduccin a la Historia de la Filosofa, UNAM, Mxico 1990, 200-201)

3.6.2.5. EL HOMBRE Y LA ETICA

El hombre es un modo de extensin divina. El alma es un modo del pensamiento divino.

Entre alma y cuerpo no hay interaccin. El cuerpo no puede determinar al alma a pensar y el alma no puede determinar al cuerpo a moverse. En el orden de la sustancia, entre alma y cuerpo se da una identidad.

Acabamos de decir que el alma es una idea de Dios, es un pensamiento suyo, pero y cul es el objeto de esa idea? Su mismo cuerpo, sin embargo, el alma no conoce claramente ni su cuerpo ni su propia naturaleza, esto necesita deducirlo de Dios mismo. Por eso es necesario ir a Dios, y aqu entra su tica.

La voluntad y el entendimiento son una sola cosa. No hay libertad porque en el universo reina una estricta necesidad. Entonces para qu escribir una tica? hay algo que hacer? La tica se convierte con Spinoza en una ciencia terica no prctica, no hay diferencia entre tica, metafsica y psicologa; su finalidad consiste simplemente en explicar en qu consiste la felicidad del hombre, no en indicar los medios de conseguirla. An as, Spinoza habla como si el hombre estuviera dotado de libertad y pudiera dominar sus pasiones y transformarse por el esfuerzo de la razn. Pero esta manera de hablar no concuerda con los principios del sistema que l ha elaborado.

Seala adems que el hombre debe de alcanzar el conocimiento intuitivo y as lograr la felicidad, "sentiremos y experimentaremos que somos eternos". El conocimiento de Dios es el supremo bien y la virtud suprema del hombre; es al mismo tiempo su mayor felicidad. Esta contemplacin de Dios por idea adecuada es una accin, es amor puro y desinteresado. Amar a dios es entrar en el amor eterno e inmvil que se tiene a s mismo.

En el fondo, la beatitud consiste en la disolucin del hombre y de su personalidad finita en el ocano infinito de la sustancia divina. N puede decirse que el hombre alcanza su beatitud, puesto que deja de existir en cuanto distinto de Dios. La nica personalidad, si as puede llamarse, que le queda, es la de ser la idea que Dios tiene eternamente de la esencia de este cuerpo. (cfr. R. VERNEAUX, Historia de la Filosofa Moderna, Hrder, Barcelona 1984, 72-79)

3.6.3. GOTTFRIED WILHELM LEIBNIZ Y LA METAFISICA DEL PLURALISMO ESPIRITUALISTA MONADOLOGICO Y DE LA ARMONIA PREESTABLECIDA

Nace en Leipzig (1646) Nio de inteligencia precoz hace su doctorado en filosofa en 1664 y en 1666 su doctorado en derecho. Estudia despus matemticas en Jena y se traslada luego a la corte de Maguncia, donde vive de 1668 a1672. Luego va a Pars y en 1676 descubre el clculo infinitesimal. Muere en Hannover en 1716 en medio de un gran abandono: nadie, excepto su secretario asisti a su entierro.

Entre sus obras filosficas son de primera importancia sus trabajos lgicos: El "De arte combinatoria" prepara un lenguaje lgico universal y es el antecedente de la lgica simblica que se desarrolla en nuestro siglo. "Los Nuevos Ensayos sobre el entendimiento humano" que nos presenta el mtodo y la teora del conocimiento de Leibniz; y la "Monadologa", el "Discurso de Metafsica" y la "Teodicea" que nos presenta su metafsica

3.6.3.1. LA MEDIACION ENTRE "PHILOSOPHIA PERENNIS" Y "PHILOSOPHI NOVI"; RECUPERACION DEL FINALISMO Y LAS FORMAS SUTANCIALES.

A partir de Descartes se inicia una "filosofa nueva" en la que la matemtica y la fsica parecen ser las nicas ciencias capaces de hacer filosofa.

Leibniz replantea la validez de algunos conceptos escolsticos (finalidad y forma sustancial) e inicia lo que llamar "philosophia perennis" que contiene las adquisiciones fundamentales de la filosofa antigua y medieval, integrndolas a la filosofa nueva, evidenciando que no son doctrinas que se contrapongan, sino que se trata de perspectivas colocadas en planos diferentes, y que si se les integra se lograran grandes ventajas.

Un ejemplo de esto lo tenemos al tocar la doctrina de la finalidad y de las formas sustanciales, doctrina desechada por el mecanisismo cartesiano y los cientficos modernos; sin embargo Leibniz la rescata y la afirma como vlida. Nos dice que ciertamente es absurdo en apelar a las formas sustanciales para explicar los fenmenos cientficos, pero tambin seala como excesivo el negar en todo las formas sustanciales, pues estas siguen siendo vlidas en otros mbitos especulativos. Lo mismo afirma de la doctrina de la finalidad. Leibniz vio que podan existir dos tipos de saber acerca de la naturaleza: uno filosfico, que indaga sus principios ms universales, pero que no ofrece un conocimiento especfico de los fenmenos naturales; y otro, cientfico, que aferrndose a lo cuantitativo y matematizable de la naturaleza, logra ofrecernos conocimientos especficos de los fenmenos naturales, pero renunciando a determinar cules son los principios ltimos. Todo es cosa de distinguir el plano estrictamente filosfico y el mbito estrictamente cientfico.

3.6.3.2. LA REFUTACION DEL MECANICISMO Y EL ORIGEN DE LA NOCION DE MONADA

Leibniz distingue ente el mecanicismo cientfico y el finalismo filosfico, y al hacer esto, afirma que la extensin y el movimiento, la figura y el nmero no son sino determinaciones extrnsecas de la realidad, que solamente son apariencias, fenmenos.

La extensin no puede ser la esencia de los cuerpos, porque no es suficiente para explicar todas las propiedades corpreas. No explica porque los cuerpos se resisten al movimiento hasta el punto de que se requiere una fuerza para iniciarlo. Esto significa que la realidad no slo posee una naturaleza fsica sino tambin hay una naturaleza metafsica, para Leibniz esto que hay en el ser y que trasciende lo geomtrico-mecnico es la fuerza, y es de sta de donde proceden tanto el movimiento como la extensin. Con esto Leibniz recupera la nocin de sustancia, las mnadas sern esa sustancia-fuerza primigenia que determina esencialmente cada ser. Veamos un texto del mismo Leibniz que nos presenta lo dicho aqu:

Al principio, recin liberado del aristotlico yugo, di en el vaco y en los tomos, que es lo que ms llena la imaginacin, pero, tras reiteradas meditaciones, desechada esa opinin, comprend que era imposible hallar los principios de una unidad verdadera en la materia sola o elemento pasivo, puesto que todo en ella es mera coleccin o amontonamiento de partes, hasta el infinito. Ahora bien, la muchedumbre no puede tener su realidad, como no sea tomndola de las unidades verdaderas, las cuales provienen de otro origen y son muy otra cosa que los puntos, de los cuales es patente que lo continuo no puede componerse; para hallar, pues, esas unidades reales, vime obligado a recurrir a un tomo formal, ya que un ser material no puede ser, a un tiempo indivisible o provisto de verdadera unidad. Tuve, pues, que llamar de nuevo, y, por decirlo as, rehabilitar las formas sustanciales, tan mal tratadas hoy; pero de una manera que las hice inteligibles, y separando el uso que debe hacerse de ellas del abuso que se ha hecho. Hall, pues, que su naturaleza consiste en la fuerza y que de esto se sigue algo analgico con el sentimiento y el apetito, y que, por tanto, haba que concebirlas a imitacin de la nocin que tenemos de almas. Mas as como el alma no debe emplearse para dar razn del detalle de la economa del cuerpo del animal, as tambin pens que no deban emplearse esas formas para explicar los problemas particulares de la naturaleza, si bien son necesarias para el establecimiento de verdaderos principios generales. Aristteles las llama entelequias primas. Yo las llamo, quiz ms inteligiblemente, fuerzas primitivas, que, no slo contienen el acto o complemento de la posibilidad, sino tambin una actividad original. (LEIBNIZ, Nuevo Sistema de la Naturaleza y de la comunicacin de las sustancias, pargrafo 3)

Leibniz tambin afirma que el espacio y el tiempo no pertenecen a la naturaleza de los cuerpos, de tal manera que estos se convierten en una especie de ens rationis, no son en s mismos, sino fenmenos consecuentes a la existencia de otras realidades (cfr. Kant).

3.6.3.3. LA METAFISICA MONADOLOGICA

Segn Leibniz la realidad est constituida por centros de fuerza, que son sustancias simples a las que denomin "mnadas", indicando con ello su simplicidad y unidad. Todo lo que existe es una mnada simple o un conjunto de mnadas.

Ahora bien cul es la naturaleza de la mnada? La actividad fundamental de cada mnada es la percepcin y la tendencia a la percepcin, en sta hay grados y puede llegarse a la apercepcin (percibir de modo conciente), esto se da slo en las mnadas "ms elevadas".

Qu es lo que perciben las mnadas? Cada mnada representa a todas las dems. La mnada es "un espejo viviente y perpetuo del universo"; sin embargo, aunque cada mnada expresa a todo el universo, cada una lo expresa desde un enfoque distinto y con un grado de conciencia distinto. De esta manera Leibniz fundamenta lo que llama principio de identidad de los indiscernibles: No existen dos sustancias idnticas, todas las mnadas son distintas entre s. Esto implica una variedad infinita y por lo tanto una riqueza infinita de la realidad.

Adems del principio de identidad de los indiscernibles; Leibniz afirma la ley de la continuidad: De lo pequeo hasta lo grande y de lo grande hasta lo pequeo, siempre se pasa a travs de un trmino medio.

En el plano metafsico el principio de continuidad significa que en la serie de cosas creadas se halla ocupada toda posicin posible, y el principio de identidad de los indiscernibles establece que toda posicin posible est ocupada una vez y slo una vez.

Por ltimo sealar que Dios es la mnada primitiva, sustancia originaria y simple. Todas las dems mnadas son creadas por Dios y solamente pueden ser destruidas por aniquilacin. Esto significa que el nmero de sustancias no aumenta ni disminuye por caminos naturales.

3.6.3.4. LAS MONADAS, LA CONSTITUCION DEL UNIVERSO Y LA ARMONIA PREESTABLECIDA

Las mnadas son los elementos de todas las cosas, sin embargo, no hemos de imaginrnoslas situadas en un espacio y sumndose de manera mecnica o fsica. Recordemos que las mnadas son puntos metafsicos, no fsicos. La mnada es principio de fuerza, es actividad, solamente Dios es actividad pura, las dems mnadas tienen una actividad limitada y esto es lo que constituye su materialidad.

Las sustancias corpreas son un agregado de mnadas unificado por una mnada superior, que constituye una especie de entelequia dominante, en los animales es el alma, en el hombre el espritu ...

La visin de la corporeidad de Leibniz es vitalista y organicista. Todo est vivo porque cada mnada est viva. Adems, al igual que cada agregado est configurado por una cantidad innumerable de mnadas, es posible imaginar en todos los agregados una serie de agregados cada vez ms pequeos, que reproducen sus mismos rasgos en dimensiones ms reducidas, como una especie de huida hacia el infinito.

" Las mnadas no tienen ventanas, a travs de las cuales pueda entrar o salir algo" . Surge de esta manera el problema de la intercomunicacin entre las mnadas. Leibniz la explica a travs de la teora de la armona preestablecida.

Mediante argumentos semejantes a los de Descartes prueba la existencia de Dios. Dios es el ser infinitamente sabio que ha ordenado el mundo de antemano, que ha fundado una armona preestablecida. Leibniz da una imagen curiosa y bastante clara de lo que significa la armona preestablecida. Supongamos una sala llena de relojes de distintos tamaos y formas que funcionan perfectamente sincronizados. Si estn sincronizados no es porque un reloj sincronice al otro, Lo que sucede es que un relojero los pone a la hora, les da cuerda y los sincroniza. Concibamos el mundo hecho de seres de distintas clases, seres mucho ms distantes entre s que los relojes ms diversos, y pensemos en Dios como relojero que, desde un principio, ha sincronizado el mundo. Si as lo concebimos nos daremos cuenta de lo que Leibniz entiende por armona preestablecida: una sincronizacin de todos los seres que Dios ha establecido desde antes de la creacin. Si esto as pasa, puede afirmarse que aunque los seres no se comuniquen directamente entre s, su comunicacin est garantizada por la armona que Dios ha puesto en el mundo. Encerrado en m percibo el rbol, igualmente encerrado en su propio ser. La comunicacin directa entre mi conciencia y el ser del rbol es imposible, Pero la comunicacin directa queda garantizada por el perfecto relojero que puso el mundo en marcha. Dios es as la razn suficiente y necesaria para la existencia de las sustancias y para la comunicacin entre ellas.

Como podemos darnos cuenta, para Leibniz Dios desempea un papel central en su sistema, es por eso que afirma que este mundo es el mejor que se pudo hacer, calificando as su filosofa como optimista.

3.6.3.5. LAS VERDADES DE RAZON, LAS DE HECHO Y EL PRINCIPIO DE RAZON SUFICIENTE

Dios es un ser necesario, pues nada puede impedir la posibilidad de aquello que no implica ningn lmite, ninguna negacin, ninguna contradiccin; basta con esto para conocer a priori la existencia de Dios.

En Dios la esencia y la existencia se identifican y l es el origen de stas en los dems seres.

Dios, en su infinitud, ha pensado infinitos posibles, los ha podido organizar en sistemas y mundos diversos e innumerables; sin embargo, la realizacin de uno implica la no realizacin del otro, no son coposibles. Dios elige cual de estos mundos posibles de hecho pase a la existencia.

Teniendo esta visin podemos entender la distincin que hace Leibniz entre verdades de hecho y verdades de razn. Las de razn son aquellas cuyo contrario son imposibles, expresan el conjunto de verdades que se hallan en la mente de Dios y se basan sobre todo en los principios de identidad, de no contradiccin y de tercero excluido (estn a la base de las matemticas y la geometra). Las verdades de hecho hacen referencia a los sucesos contingentes y son aquellas cuyo contrario es posible. Ejemplo, yo estoy sentado, pero podra no estarlo. Estas verdades estn basadas en el principio de razn suficiente. Con frecuencia nos es imposible hallar la razn suficiente de cada hecho particular, porque tendramos que reconstruir una serie "infinita" de fenmenos particulares que determinaron tal acontecimiento.

Para crear el mundo Dios se bas en el principio de razn suficiente, el cual coincide con la eleccin de lo mejor -si pudo hacer cualquier mundo debi haber hecho el mejor-.

Hay una distincin muy clara entre las verdades de razn y las de hecho, las primeras se fundamentan en la necesidad lgico-metafsica, mientras que las segundas permanecen ligadas al libre decreto divino.

3.6.3.6. SU DOCTRINA DEL CONOCIMIENTO

"Nihil est in intellectu quod non fuerit in sensu" dicen los escolsticos. Leibniz corrige: "Nihil es in intellectu quod non fuerit in sensu, excipe: nisi ipse intellectus".

Esto significa que el alma es innata a s misma, que el intelecto y su actividad es algo a priori que precede a la experiencia. El alma contiene el ser, lo uno, lo idntico, la causa, el raciocinio, y una serie de nociones que los sentidos no pueden proporcionarnos. Sin embargo, Leibniz no afirma un innatismo actual, se distanca de Descartes y propone un innatismo virtual: las ideas se hallan presentes en nosotros en cuanto inclinaciones, virtualidades naturales.

Esta visin no es del todo slida, pues por su concepcin de la mnada como representante de la totalidad de las cosas, Leibniz se ver obligado a admitir un innatismo no solo para las verdades de razn, sino tambin para las de hecho.

3.6.3.7. EL HOMBRE Y SU DESTINO

El hombre como mnada espiritual, no representa solamente al mundo, sino que conoce a Dios mismo. La felicidad que de esto proviene -visin beatfica- no se actualiza de modo pleno y perfecto, pues Dios es infinito. Es por esto que el destino del hombre debe entenderse como un continuo avance hacia nuevos placeres y perfecciones, un conocer a Dios y gozar de l en un grado cada vez ms elevado (cfr. REALE-ANTISERI, Historia del Pensamiento Filosfico y Cientfico T. II, Herder, Barcelona 1988, 383-410).

Se puede observar el espritu que busca abarcar la totalidad del hombre, se busca la universalidad del saber, pensemos en Miguel Angel: pintor, escultor, arquitecto, poeta ...